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Elementos de Socilogía Henry Mendras

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Elementos de Sociología
Henry Mendras
La regulación social: valores, normas y costumbres ¿Cómo se integra al individuo dentro de la sociedad? Este es un viejo problema de sociología política que ha preocupado a todos los sociólogos…
	La sociología de la moral, la sociología del derecho, la sociología del conocimiento y la sociología política tratan de explicar, cada uno dentro de su dominio propio, de qué instrumentos dispone la sociedad para hacer que los individuos vivan su civilización (cultura), participen de las opiniones y actitudes colectivas, compartan las normas y valores del grupo, se conformen con los roles sociales y respeten las costumbres. Costumbres, normas y valores son los tres grados dentro de los instrumentos de regulación social…
1. Los Valores
	Toda sociedad define lo que está bien o mal, lo que es bello o feo, honorable o vergonzoso, agradable o desagradable, y, empleando lenguaje heroico, aquello por lo cual cale la pena vivir y eventualmente morir. Cuando uno dice a un niño que se ha conducido de forma incorrecta: “eso que has hecho es feo ¿no te da vergüenza?”, uno le está inculcando los valores y las normas de su sociedad y habituándolo a respetar las costumbres, sin darle sin embargo, otra justificación que la evidencia. Cada uno debe “sentir” lo que está bien y lo que está mal. Kant oponía la facultad de “representarse lo verdadero” que es el conocimiento y la percepción del bien, que es el sentimiento. Los valores se imponen al individuo como evidentes y absolutos, llevan implícitos una trascendencia y superioridad que normalmente no se cuestiona.
	Es claro, los valores varían con las culturas y, en el interior de una misma cultura, según los grupos y categorías sociales. La moral del burgués no es la misma que la del obrero, ni sus gustos son iguales; la historia estudia la evolución de la sensibilidad ética y estética. Sin embargo, en cada época y para cada grupo la moral es un absoluto que se impone en tanto que tal y que no se relativiza.
	Los valores se organizan en un “ideal” que la sociedad propone a sus miembros y que es más que un simple futuro hacia el cual aspira. Ese ideal orienta los pensamientos y los actos y, según dice Durkheim, “una sociedad no puede constituirse sin crear un ideal”. Dentro de una sociedad dada los valores se organizan en un sistema o escala de calores que debe tener una cierta coherencia, aun cuando implique algunas contradicciones. Los antropólogos estudian los sistemas de valores de sociedades determinadas para buscar lo que justifica y motiva las costumbres practicadas y las opiniones expresadas por un pueblo…
(…)
La noción de valor se presta a estudios comparativos empíricos y sistemáticos… En efecto, los psicólogos sociales han desarrollado técnicas para estudiar la escala de valores de una población interrogando a los individuos y no simplemente interpretando la vida social de un grupo…
	Si el sistema de valores y en particular la moral teórica, debe ser congruente con la ideología, los mitos y las creencias de un ser congruente, bajo la forma de la moral práctica, con la organización y el funcionamiento de la vida social y económica. Las virtudes campesinas, tan exaltadas por cierra literatura, no pueden comprenderse si no se las relaciona con una cierta estructura de producción: la explotación familiar y con una determinada estructura de la colectividad local. El apego a la tierra, el coraje, la dedicación al trabajo, el gusto por el ahorro, son cualidades necesarias para un trabajador que, siendo su propio patrono, debe imponerse a sí mismo una disciplina de trabajo, e igualmente necesarias para el jefe de una empresa familiar que debe asegurar la seguridad de su familia a través de la supervivencia de su empresa. En el grupo de interrelación e interconocimiento constituido por la aldea campesina, la honestidad con respecto del vecino no impide que se trate de engañar al extraño que no forma parte del grupo, aun cuando la moral oficial reprueba toda deshonestidad, sea quien sea aquel con quien se contrata.
	El que la transformación de las estructuras sociales coincida con una transformación de una moral no quiere decir, evidentemente, que lo uno sea la causa de lo otro. Es cierto que los agricultores modernos pierden las virtudes campesinas a medida que modifican su sistema de producción. Pero no es menos cierto que los más rápidos en “modernizarse” son aquellos que han aceptado un sistema de valores “modernos” que les han transmitido la escuela, los movimientos juveniles y los medio de comunicación (prensa, radio, televisión).
2. Normas y Costumbres
Hasta ahora hemos tratado el tema de los valores en sí mismos y en sus relaciones con la sociedad, ahora bien, es precisamente cuando esos valores se transforman en normas y en costumbres que aquellos aseguran la regulación de la vida de los individuos y de los grupos dentro de una sociedad. El estudio de las normas es particularmente difícil pues aunque la distinción teórica entre valor, norma y opinión es suficientemente clara y precisa, es, sin embargo, mucho más difícil en la práctica del aislar una norma social y estudiar su funcionamiento en un grupo.
(…)
Supongamos que una decena de personas, reunidas en un salón, piensen todas que fumar cigarrillos es malo para la salud. Se trata de una opinión que todos comparten y que al mismo tiempo un juicio de valor y no simplemente un juicio de hecho puesto que significa que no se debería fumar. ¿Se trata entonces de una norma? No necesariamente: en efecto, existe una diferencia radical entre esta situación y la que se da en un salón de clase donde no se debe firmar. La diferencia está en que, en principio, si uno firma en ese salón de clase uno se expone a ser sancionado. Esas sanciones pueden estar previstas en el reglamento o ellas pueden implicar simplemente la desaprobación de aquellos que rodean al contraventor: Si alguien saca un cigarrillo y lo enciende la gente se voltea con aire reprobador, y, en muchos casos, ello es suficiente para que el “culpable” extinga el cigarrillo.
	Existe entonces una diferencia entre la opinión común y la norma; cuando en el interior de un grupo existe una norma, sus miembros están prestos a sancionar y prevenir y a intervenir cuando la norma es infringida: Entre la opinión y la norma pueden haber no solo conflictos sino influencias recíprocas. Algunas normas se degradan poco a poco, y nadie se preocupa por sancionarlas; ellas se hacen cada vez menos importantes y se convierten en materia de opinión y, por tanto, de discusión. Por otra parte sí una opinión común se hace cada vez más fuerte, cada cual pensará qué es necesario hacer algo para hacerlas respetar y en ese momento se convertirá en norma. El paso, posible de una a otra permite comprender como se constituyen en normas.
	Existen dos categorías de normas sociales que pueden estudiarse directamente sin recurrir a las técnicas complejas de la psicología social. Ellas son aquellas codificadas en las leyes y sancionadas por el poder público y las ritualizadas en las costumbres y hábitos. Las primeras son el objeto de la sociológica jurídica que estudia cómo el sistema jurídico de una colectividad varía para adaptarse a las transformaciones sociales de esa colectividad y cómo es posible influir sobre esas transformaciones reformando las leyes.
	La sociología de las costumbres está mucho menos desarrollada… Los antropólogos describen las costumbres extrañas de los pueblos que visitan. Un sistema de normas bien conocido y bastante complejo es el de las normas de trato social. Está establecido que en las relaciones entre los individuos deben observarse ciertas formas. La manera de dirigir la palabra a alguien, quien sabe saludar primero, a quien debe dársele la mano, etc. Son parte de un sistema de reglas que tienen su sanción y que se aprenden en el curso del proceso de socialización. En la mayoría de los casos no tenemos necesidad de que se recuerden las normas de trato social para que las observemos. En cierta forma las hemos hecho nuestrasy la mejor prueba de ello es que cuando las infringimos por descuido nos sentimos culpables. Para decirlo de otra manera, el individuo se impone a sí mismo ciertas sanciones con respecto a las normas de su grupo, por lo que la observancia de una norma no depende solamente de las sanciones exteriores.
	Esta interiorización hace que con mucha frecuencia sea difícil cambiar de normas o admitir la existencia de normas diferentes. Al cambiar de país las reglas de cortesía cambian y es mi corriente que consideremos que aquellos que tienen otras reglas de cortesía se comportan groseramente. En otras palabras, cuando se han interiorizado ciertas normas es difícil no interpretar la observancia de normas distintas como una infracción a las reglas que uno conoce, es decir, como la voluntad i intención de ser descortés o indiferente.
	
La institucionalización y la ritualización de las normas se hacen por la interiorización de las mismas, pero también por el establecimiento de un sistema de sanciones. En todo grupo existen aparatos destinados a hacer respetar las normas y a aplicar sanciones. Esos aparatos pueden ser de diverso tipo. La policía y los tribunales, en un país que dispone de un sistema jurídico; un consejo de profesores dentro de una escuela; los procedimientos de expulsión dentro de una asociación, etc. Sin embargo, institucionalización no significa necesariamente forma jurídica. Muchas normas institucionalizadas no están sancionadas por un aparato jurídico.
	Las reglas que se da un grupo y que sirven para conseguir ciertos objetivos del grupo, adquieren un valor en sí mismas y, en consecuencia, una estabilidad; ellas se interiorizan en el espíritu de los individuos miembros de ese grupo y disponen de sanciones para garantizar su observancia.
	Generalmente no es una norma determinada la que se institucionaliza sino un conjunto de normas, o mejor dicho, un sistema de normas. En nuestra sociedad las normas familiares están institucionalizadas. Ellas pueden variar según las épocas y los grupos; por ejemplo, el grado de respeto para los niños deben demostrar a sus partes varía considerablemente.
	Además, dentro de un sistema, las normas son diferentes según los roles, pero todas las normas de los diferentes roles son conocidas y aceptadas por todos. Los niños esperan que sus padres se comporten de una cierta manera y los padres que sus hijos lo hagan también de una cierta manera: es así como este sistema de normas tienen eficacia dentro de la vida familiar.
	Una institución es un conjunto de normas que se aplican dentro de un sistema social y que define lo que se legitimó y no lo que no lo es dentro de ese sistema. En ese sentido el matrimonio, la familia, la escuela, la universidad, etc. son instituciones. En un sentido más corriente la palabra institución designa el sistema social mismo al cual se aplican las normas. Por ejemplo, se habla de instituciones políticas y se entiende por ello el conjunto de los instrumentos del gobierno: las cámaras legislativas, los ministerios y todo el aparato del poder. Esos dos aspectos de las instituciones son igualmente importantes para quien quiera comprenderlas pero suele estudiarse con más frecuencia el funcionamiento de la organización que el funcionamiento de las normas.
“Tomado de Elements de Sociologie. París, Libreairie Armand Colin, pp. 99-114, 1967.

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