Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA FACULTAD DE MEDICINA COMISIÓN DE ESTUDIOS DE POSTGRADO CURSO DE ESPECIALIZACIÓN EN RADIODIAGNÓSTICO HOSPITAL UNIVERSITARIO DE CARACAS ARTRITIS REUMATOIDE: HALLAZGOS DE ECOGRAFIA ARTICULAR CORRELACIONADOS CON INDICADOR DE ACTIVIDAD CLÍNICA Trabajo Especial de Grado que se presenta para optar al título de Especialista en Radiodiagnóstico Natalia Annilud Riquel De Gregorio Vanessa Alejandra Alvarez Rojas Tutora: Julia Margarita De León Caracas, 17 de julio de 2015. ÍNDICE DE CONTENIDO RESUMEN 4 INTRODUCCIÓN 6 MÉTODOS 24 RESULTADOS 28 DISCUSIÓN 29 AGRADECIMIENTO 31 REFERENCIAS 32 ANEXOS 40 4 ARTRITIS REUMATOIDE: HALLAZGOS DE ECOGRAFÍA ARTICULAR CORRELACIONADOS CON INDICADOR DE ACTIVIDAD CLÍNICA. Natalia Annilud Riquel De Gregorio, C.I. 17.629.694. Sexo: Femenino, E-mail: naty091086@gmail.com. Telf: 0414-6874993. Dirección: Hospital Universitario de Caracas. Especialización en Radiodiagnóstico; Vanessa Alejandra Alvarez Rojas, C.I.: 15.950.536. Sexo: Femenino, E-mail: vanessaalvarez77@gmail.com. Telf: 0412-9659020. Dirección: Hospital Universitario de Caracas. Curso de Especialización en Radiodiagnóstico Tutor: Julia Margarita De León, C.I: 13.257.120. Sexo: Femenino, E-mail: moretadeleon@hotmail.com. Telf: 0416-6276102. Dirección: Hospital Universitario de Caracas. Especialista en Radiodiagnóstico. RESUMEN Objetivo: Correlacionar hallazgos de ecografía articular con indicador de actividad clínica en pacientes con Artritis Reumatoide. Método: estudio prospectivo, descriptivo, transversal y correlacional, determinando los hallazgos ecográficos en modo B y Power Doppler (PD) con estudio de 12 articulaciones (codos, muñecas, segunda y tercera metacarpofalángicas, rodillas y tobillos) propuesto por E. Naredo, correlacionándolo con indicador de actividad clínica DAS28. La muestra se representó por 17 pacientes. Edad media: 54 +/- 7 DE, sexo femenino: 15 y sexo masculino: 2. Resultados: Los pacientes se clasificaron según el DAS28: remisión 5 pacientes, actividad leve 4 pacientes, moderada 8 pacientes y alta ninguno. También se clasificaron de acuerdo a los hallazgos de ecografía articular modo PD en: actividad articular inflamatoria ecográfica (AAIE) leve 11 pacientes, AAIE moderada 2 pacientes y AAIE severa 4 pacientes. Los hallazgos clínicos y ecográficos se correlacionaron, 5 pacientes en remisión clínica presentaron AAIE leve, de los 4 pacientes con actividad clínica leve, 3 tenían AAIE leve y 1 tenía AAIE moderada, por último de los 8 pacientes con actividad clínica moderada 3 presentaron AAIE leve, 1 tenía AAIE moderada y 4 tenían AAIE severa. Se determinó la región anatómica más afectada con el PD, siendo las muñecas: con una frecuencia de 16. Conclusiones: el ultrasonido es un método de imagen que contribuye a detectar el grado de actividad inflamatoria articular en los pacientes con artritis reumatoide, de allí la importancia de la correlación clínico-ecográfica para establecer el tratamiento adecuado. mailto:naty091086@gmail.com mailto:vanessaalvarez77@gmail.com mailto:moretadeleon@hotmail.com 5 Palabras clave: artritis reumatoide, DAS28, escala de grises, Power Doppler. ABSTRACT RHEUMATOID ARTHRITIS: JOINT ULTRASOUND FINDINGS CORRELATED WITH CLINICAL ACTIVITY INDICATOR. Objective: To correlate articular ultrasound findings with indicator of clinical activity in patients with rheumatoid arthritis. Methods: A prospective, descriptive, transversal and correlational study, determining the sonographic findings in grayscale and Power Doppler (PD) in 12 joints (elbows, wrists, second and third metacarpophalangeal, knees and ankles) proposed by E. Naredo, correlating with DAS28. The sample was 17 patients. Average age: 54 +/- 7 DE, female: 15, male: 2. Results: Patients were classified according to DAS28: remission 5 patients, mild activity 4 patients, 8 patients moderate activity and high either. They were also classified according to the findings of articular ultrasound PD: mild ultrasound joint inflammatory activity (UJIA) 11 patients, moderate 2 patients UJIA and severe UJIA 4 patients. Clinical and ultrasonographic findings were correlated, 5 patients in clinical remission had mild UJIA, of the 4 patients with mild clinical activity, 3 had mild UJIA and 1 had moderate UJIA finally the 8 patients with moderate clinical activity, 3 presented mild UJIA, 1 had moderate UJIA and 4 had severe UJIA. The most affected anatomical region was determined with PD, that was the wrist: frequency of 16. Conclusions: Ultrasound is an imaging method that helps to identify articular inflammatory activity in patients with rheumatoid arthritis, hence the importance of clinical- ultrasonographic correlation to determine the appropriate treatment. Key words: rheumatoid arthritis, DAS28, grayscale, Power Doppler. 6 INTRODUCCIÓN El ultrasonido es una técnica de imagen versátil, útil en la evaluación del sistema músculo esquelético. Recientemente ha generado grandes beneficios a pacientes con enfermedades reumatológicas, y más específicamente en el contexto de la artritis reumatoide (AR). La AR es una enfermedad inflamatoria crónica caracterizada por la presencia de inflamación de la membrana sinovial o sinovitis que causa destrucción de las estructuras intraarticulares y periarticulares (cartílago articular, hueso, ligamentos y tendones periarticulares). La inflamación sinovial en la AR consiste en una proliferación sinovial acompañada de angiogénesis (1) . En la AR de reciente comienzo, la intensidad de la inflamación sinovial parece ser el fenómeno patogénico primario relacionado con la gravedad del daño óseo articular. El ultrasonido a través del modo Power Doppler (PD) es capaz de detectar flujo microvascular sinovial, signo indirecto de la angiogénesis y aumento de la vascularización sinovial que se traduce en actividad inflamatoria. El modo B detecta la hipertrofia sinovial, el derrame articular, así como también las manifestaciones erosivas más precoces (2) . Naredo et al (3) Evaluó a través de un estudio multicéntrico en 18 centros de salud españoles en pacientes con diagnóstico de AR la validez, sensibilidad y reproducibilidad del estudio ecográfico en la detección de sinovitis y señal PD de 12 articulaciones, obteniendo resultados en similar porcentaje al evaluar 44 articulaciones en los mismos pacientes, demostrando sinovitis en un 100% y PD en un 91 %. Por lo tanto es tomado en cuenta como referencia principal a implementar en el estudio a desarrollar. Debido a que en Venezuela el empleo de esta técnica en dicha área inició en el 2007 cuando la escuela de ecografía de la Sociedad Española de Reumatología (SER) concedió la certificación una vez evaluado los respectivos programas y que en la actualidad son muy pocos los médicos radiólogos capacitados en la evaluación ecográfica de pacientes con artritis reumatoide surge la necesidad de proponer un esquema de evaluación estandarizado para una mejor clasificación de los hallazgos ecográficos en pacientes con diagnóstico de AR, basándose en las evidencias y resultados de la investigación anteriormente citada, realizada por Naredo et al (3) , con la validez y sensibilidad significativa que arrojó el estudio ecográfico de 12 articulaciones, en la población valorada. 7 Planteamiento y delimitación del problema Naredo et al (3,4) propusieron un protocolo de estudio mediante ultrasonido en 12 articulaciones, que comprende la evaluación de las articulaciones del codo,muñeca, segunda y tercera metacarpofalángicas, rodillas y tobillos. Demostraron que la evaluación simplificada incluyendo 24 sitios sinoviales de 12 articulaciones de pacientes con diagnóstico de artritis reumatoide detectó el 100% de los pacientes con sinovitis y 91% de los pacientes con la señal PD, pudiendo ser un método válido y factible para la monitorización multicéntrica de la respuesta terapéutica a los agentes biológicos. Incluye dentro de los hallazgos ecográficos a evaluar derrame articular, hipertrofia sinovial y señal PD, los cuales en conjunto son indicativos de sinovitis, estos 2 últimos parámetros serán clasificados en una escala semicuantitativa del 0 al 3 según el grado de severidad, Sin embargo, la erosión ósea, por ser un signo al cual el ultrasonido es altamente sensible, no es excluida de los datos a recolectar. Los hallazgos ecográficos se correlacionaran con la Escala de Actividad de la Enfermedad DAS28. El DAS28 está compuesto por un índice de inflamación y dolor en 28 articulaciones (que oscila entre 0 y 28), la VSG y la valoración de la actividad por el paciente, en una escala visual analógica (0-100 mm), el cual evalúa de manera bilateral las siguientes articulaciones: hombros, codos, muñecas, metacarpofalángicas, interfalángicas proximales y rodillas (5) , excluyendo los tobillos y pies. Para poder identificar a los pacientes con niveles de actividad diferentes, se establecieron unos límites numéricos para el DAS28. Los puntos de corte que separaban las 4 categorías eran DAS28 < 2,6 para remisión, DAS28 de 2,6 a < 3,2 para actividad baja, DAS28 de 3,2 a < 5,1 para actividad moderada y DAS28 > 5,1 para la actividad alta (6) . Existen otros indicadores clínicos de actividad clínica como el SDAI, que constituye una suma numérica simple de medidas individuales en su escala original mediante el conteo de las 28 articulaciones tumefactas y dolorosas, la evaluación global de la actividad de la enfermedad realizada por el paciente y el examinador a través de una escala visual analógica (0-100mm), incluye los valores la Proteína C Reactiva (7) y el CDAI, que al igual que el SDAI evalúa los parámetros clínicos antes mencionados, pero excluye los reactantes de fase aguda (8) . Sin embargo, el mayormente utilizado en nuestro centro de salud es el DAS28, por lo que el SDAI y el CDAI no serán empleados en este trabajo de investigación. 8 Ésto se aplicó a los pacientes que acudieron a la consulta del servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Caracas con diagnóstico de AR, que cumplieron con los criterios de inclusión y exclusión de la investigación durante el periodo comprendido entre marzo- septiembre de 2014. La correlación de los hallazgos imagenológicos y clínicos es de suma importancia y beneficiosa para el paciente con diagnóstico de AR debido a que la evaluación clínica puede arrojar resultados de remisión (9,10) mientras que el ultrasonido con el modo PD es capaz de indicar actividad inflamatoria (2,11) , lo que lleva al clínico a cambiar la conducta ante el paciente y el tratamiento para el mismo, siendo éste el punto primordial que denota la relevancia de la introducción de este protocolo de evaluación ecográfica articular en los pacientes con diagnóstico de artritis reumatoide que acuden a la consulta del servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Caracas. Planteándose si, ¿Existe correlación entre los hallazgos ecográficos del ultrasonido articular con el marcador de actividad clínica DAS28?, en los pacientes que acudieron a la consulta del servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Caracas con diagnóstico de artritis reumatoide durante el periodo comprendido entre Marzo-Septiembre de 2014. Justificación e importancia. La ecografía aporta a la evaluación clínica mayor caracterización y un diagnóstico mucho más exacto de la patología reumatológica al evaluar distintos aspectos de la actividad articular de la artritis reumatoide: derrame articular, hipertrofia o proliferación sinovial, tenosinovitis, erosiones óseas y tendinosas por escala de grises y vascularización sinovial mediante Doppler color (CD) y PD (12) . El Doppler añade a la escala de grises la posibilidad de detectar y cuantificar la actividad inflamatoria peri o intraarticular. La ecografía permite una correlación inmediata con los datos clínicos del paciente. Es inocua, relativamente económica comparada con otras técnicas de imagen, cómoda, muy bien aceptada por el paciente, no interferida por prótesis o implantes metálicos y permite examinar múltiples articulaciones en repetidas ocasiones (13,14) . Además la sensibilidad de la ecografía para detectar hallazgos patológicos esenciales en Reumatología como sinovitis intra o periarticular y erosiones óseas ha demostrado ser superior a la de los métodos convencionales como la exploración física y la 9 radiología simple (9,10) , respectivamente. Es por lo tanto útil el empleo de este protocolo ecográfico con correlación clínica en la práctica diaria para el paciente, ya que contribuye a una evaluación precoz de la actividad inflamatoria clínica y subclínica de la AR con el objeto de modificar la terapéutica del paciente evitando mayor grado de lesión articular que conlleva a deformidad e incapacidad. Tomando en cuenta que los servicios de Radiodiagnóstico y de Reumatología del Hospital Universitario de Caracas no cuentan con un protocolo de estudio ecográfico articular para pacientes con AR, se hace necesario la introducción de un esquema sistematizado de evaluación de ultrasonido articular que valore la actividad inflamatoria de la enfermedad capaz de detectar o no actividad inflamatoria y a su vez clasificarla semicuantitativamente en grados, con el objetivo de unificar criterios entre ambos servicios, lo cual constituye un gran aporte en beneficio del paciente, contribuyendo de esta manera a evaluarlos de forma global y multidisciplinaria. Antecedentes En el 2004, D‟Agostino et al (15) realizaron un estudio con el objetivo de estimar la curva de aprendizaje de la ecografía en la evaluación de la sinovitis de las pequeñas articulaciones de la AR (metacarpofalángicas (MCP), metatarsofalángica (MTP), e interfalángica proximal (PIP) en 70 pacientes mediante ecografía por cuatro reumatólogos, concluyendo que la detección de sinovitis del MCP, PIP y articulaciones MTP mediante ecografía se puede hacer con precisión por reumatólogos inicialmente no experimentados en esta técnica. El estudio anterior sirve de fundamento para inferir que la detección de sinovitis en las articulaciones pequeñas no requiere de una larga trayectoria de experiencia para diagnosticarla de manera adecuada, lo que conlleva a una menor tasa de errores diagnósticos en la presente investigación En el 2005, Szkudlarek et al (16) , investigaron si la ecografía puede proporcionar información sobre los signos de inflamación y destrucción de las articulaciones de los dedos con AR que no están disponibles con la radiografía convencional y el examen clínico, y comparable a la información proporcionada por Resonancia Magnética (RM), a través de un estudio de 40 pacientes con diagnóstico de AR según los criterios de la ACR de 1987 y 20 pacientes sanos, evaluando desde la segunda a la quinta articulación metacarpo falángica e interfalángica 10 proximal, RM como método de referencia, que la ecografía tuvo mayor sensibilidad y precisión en la detección signos de inflamación y destrucción de las articulaciones de los dedos con AR que los exámenes clínicos y radiográficos, sin pérdida de especificidad. El estudio antes mencionado permite demostrar que la ecografía, la cual es la metodología diagnóstica a implementar en este trabajo, tiene el potencial para mejorar la evaluación de los pacientes con AR al compararla con la radiología y el examenclínico, lo cual constituye un argumento para la presente investigación. En el 2005, Naredo E. et al (4) examinaron 94 pacientes con diagnóstico de AR según los criterios de la ACR de 1987 para comparar la evaluación clínica de la actividad inflamatoria global con ecografía en escala de grises y PD, donde el ultrasonido mostró de manera significativa más articulaciones con derrame y sinovitis que el examen clínico. Se observó una correlación significativa entre el recuento de articulaciones y el índice de inflamación de las articulaciones por ultrasonido para el derrame, sinovitis, y la señal de PD. El recuento de 28 articulaciones para el derrame, sinovitis, y la señal PD se correlaciona altamente con el recuento de las 60 articulaciones correspondientes. También, estos hallazgos se correlacionan mejor con PCR y VSG que las medidas clínicas. La fiabilidad interobservador fue mejor para los resultados de ultrasonido que para la evaluación clínica, concluyendo que es un método sensible para la evaluación de la actividad inflamatoria articular en la AR, complementaria a la evaluación clínica. El estudio realizado por Naredo et al aporta a este trabajo un soporte para justificar la realización de una evaluación articular a través de ultrasonido ya que es capaz de detectar actividad inflamatoria con una mayor sensibilidad que el examen clínico. En el 2006, Naredo et al (17) evaluaron la fiabilidad ecográfica interobservador de las principales patologías periarticular e intraarticular para establecer las principales discrepancias sobre la técnica de escaneo y los criterios de diagnóstico entre un grupo de expertos en ecografía musculoesquelética en Europa, en la articulación de hombro, muñeca, mano, pie, tobillo y rodilla de 20 pacientes con patologías reumáticas, demostrando que la ecografía musculoesquelética tiene una moderada a buena fiabilidad entre observadores. Además es 11 necesario realizar un consenso sobre la estandarización de la técnica de escaneo y los criterios de diagnóstico para mejorar la reproducibilidad de la ecografía musculoesquelética. El trabajo antes citado reafirma la necesidad de introducir en nuestra actividad diaria, en los Servicios de Radiodiagnóstico y de Reumatología del Hospital Universitario de Caracas, un protocolo estandarizado y experimentalmente aprobado para evaluar a través del ultrasonido articular a pacientes con diagnóstico de artritis reumatoide. En el 2007, E. Naredo et al (18) , mediante un estudio de 42 pacientes con AR temprana que iniciaron terapia con fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad FAME sometidos a evaluaciones clínicas, de laboratorio y ultrasonido secuenciales, al inicio del estudio, a los 3 meses, 6 meses y 1 año y la evaluación radiográfica basal y al año constataron que el ultrasonido PD es un método sensible y fiable para la evaluación longitudinal de la actividad inflamatoria de la AR. Hallazgos que pueden tener un valor predictivo en la actividad de la enfermedad y los resultados radiográficos. El estudio realizado por Naredo et al ratifica la utilidad de incluir la ecografía modo PD en el esquema de evaluación de las articulaciones a utilizar en la investigación debido a su sensibilidad y fiabilidad en la detección de la actividad inflamatoria. En el 2007, Filippou et al (19) demostraron la gran cantidad de información que la ecografía de la mano proporciona al clínico, lo que permite resolver de manera rápida interrogantes diagnósticas, así como también, el seguimiento del tratamiento de la enfermedad, “la ecografía de la mano es una herramienta necesaria para el diagnóstico de la enfermedades reumáticas. Si bien es cierto que la mano es el espejo de artritis entonces seguramente el ultrasonido es el espejo de la mano”. El estudio realizado por Filippou et al denota la información que aporta la evaluación ecografía de la mano, lo cual apoya la incorporación de la examinación de la articulación de la muñeca, la segunda y tercera articulación metacarpofalángica que será empleada en el presente trabajo de investigación. En el 2008, Naredo E. et al (3) investigaron la validez, reproducibilidad y capacidad de respuesta de la evaluación simplificada de 12 articulaciones con ultrasonido Doppler de la 12 inflamación articular en comparación con una evaluación global de 44 articulaciones en 160 pacientes con artritis reumatoide activa que comenzaron el tratamiento con un agente biológico, los cuales se incluyeron de forma prospectiva en 18 centros españoles siendo sometidos a una evaluación clínica y de laboratorio y ultrasonido al inicio del estudio y a los 6 meses. La evaluación de 24 sitios de 12 articulaciones sinoviales (segunda y tercera articulación metacarpofalángica, muñeca, codo, rodilla y tobillo) detectó el 100% de los pacientes con sinovitis y el 91% de los pacientes con la señal PD. Éste estudio es el punto en el cual se soporta nuestro estudio para llevarse a cabo, debido a la alta sensibilidad en la detección de sinovitis, además de proporcionar un estándar de articulaciones susceptibles a ser evaluadas ecográficamente debido a la gran información imagenológica que ofrece sin necesidad de tener que examinar un número superior de articulaciones que condicionan mayor inversión de tiempo y una técnica de estudio más pesada tanto para el paciente como para el médico. En el 2012, Zayat A. et al (20) realizaron un estudio con ecografía en escala de grises y PD en las articulaciones de muñeca, metacarpofalángicas, y rodillas de 75 pacientes con artritis inflamatoria con la finalidad de determinar si un cambio en la posición de las articulaciones podría alterar de manera significativa la cuantificación de la sinovitis detectado por ultrasonido, sugiriendo que el escaneo estandarizado de las articulaciones de la mano en una posición de 0º y las rodillas en flexión de 30º se asocian con las puntuaciones más altas de hipertrofia sinovial y PD. El estudio anterior orienta a la adopción de posiciones adecuadas para una mejor técnica de evaluación ecográfica articular, que no modifique de manera significativa la detección de actividad inflamatoria especialmente en la mano y rodillas, lo que conduce a reducir los errores diagnósticos en la presente investigación. En el 2013, Gärtner et al (21) realizaron una evaluación de ecografía articular en pacientes con AR en asociación con la evaluación clínica articular durante el estado de remisión, realizado en 90 pacientes con AR, una cohorte de 60 pacientes en remisión clínica y otra cohorte de 30 pacientes con actividad inflamatoria de acuerdo al CDAI demostrando hallazgos de sinovitis en escala de grises en el 67,2% de 1320 articulaciones evaluadas y con el modo PD en 20,4% 13 de los pacientes, concluyendo que un bajo grado de señal PD y en escala de grises no necesariamente reflejan la presencia de sinovitis activa en articulaciones de pacientes con AR y la señal PD de alto grado se asocia directamente con la presencia de actividad clínica de la enfermedad y con mayor deterioro funcional. El presente estudio es una base fundamental del trabajo a desarrollar ya que aporta información sobre la correlación existente entre la actividad inflamatoria clínica y la presencia de señal PD que se traduce en actividad inflamatoria, lo cual es útil a la hora de evaluar pacientes con AR que pudieran estar en remisión clínica. En nuestro país Pérez et al (22) En el periodo comprendido en Marzo 2013-2014, evaluaron por ultrasonido modo B y PD respuesta clínica al tratamiento con fármacos biológicos en 25 pacientes con AR temprana, realizando evaluación inicial, a los 3, 6 y 12 meses, donde desde el inicio de la terapia y durante el seguimiento hasta los 12 meses se observó una mejoría significativa en los parámetros de US y en las escalas de valoración del Dolor DAS-28 yEVA, siendo útil el US para la monitorización de la respuesta al tratamiento. El estudio antes citado aporta evidencia de la utilidad de la evaluación ecográfica en escala de grises y de PD para monitorear la respuesta terapéutica al tratamiento en pacientes con artritis reumatoide en actividad inflamatoria. En Venezuela, el empleo de esta técnica en dicha área inicio en el 2007 cuando la escuela de ecografía de la Sociedad Española de Reumatología (SER) concedió la certificación una vez evaluado los respectivos programas. Marco teórico Las ondas sonoras de alta frecuencia, no audibles más de 20 kHz son denominadas ultrasonidos y han existido en la naturaleza desde hace más de 1 millón de años. Muchas especies, incluyendo los murciélagos utilizan el ultrasonido para desplazarse en la oscuridad y para localizar las fuentes de alimentos tales como polillas. El primer estudio detallado que demuestra la existencia de las ondas de ultrasonido no audibles fue desarrollado en murciélagos por el cura y fisiólogo italiano Lazzaro Spallanzani (1729-1799) (23) . 14 Históricamente, en 1958, El primer informe de la ecografía musculoesquelética era publicado por Dussik et al (24) que mide la atenuación acústica de tejidos articulares y periarticulares incluyendo la piel, tejido adiposo, músculo, tendón, cápsula articular, cartílago articular y el hueso. Este trabajo dió lugar a la primera descripción de fibra de anisotropía y estableció los efectos de diferentes procesos patológicos en los tejidos articulares en la ecografía, sentando las bases del diagnóstico del ultrasonido musculoesquelético. En 1972, la primera imagen en modo B de una articulación humana se publicó por Daniel G. McDonald y George R. Leopold (25) en el British Journal of Radiology. Ellos describen el uso de imágenes de ultrasonido en la diferenciación de los quistes de Baker de tromboflebitis, una aplicación común en la práctica clínica actual. La demostración de las características ecográficas de la luxación congénita de la cadera por R. Graf (26) llevó a la primera aplicación práctica generalizada de ecografía en las enfermedades musculoesqueléticas. En 1978, se llevó a cabo la primera demostración de sinovitis en la artritis reumatoide por P.L. Cooperberg (27) , quien correlacionó las imágenes en escala de grises del engrosamiento sinovial y derrame articular en la rodilla con los hallazgos clínicos y artrografía antes y después del tratamiento con inyección de itrio- 90. En 1988 De Flaviis (28) detalló las características de la sinovitis y tenosinovitis en la mano reumática, incluyendo la primera descripción publicada de detección de ultrasonidos de la erosión reumatoide. En 1994, la primera aplicación de PD en la demostración de la hiperemia de los tejidos blandos en la enfermedad músculo-esquelética fue reportada por JS Newman (29) . En 1981, surge el primer informe del uso de la ecografía para guiar la aspiración articular diagnóstica en un caso de artritis séptica por B. M. Gompels (30) . En el siglo 21, el ultrasonido se utiliza de forma rutinaria en el diagnóstico y seguimiento de la sinovitis en reumatología, ha demostrado que es casi 7 veces más sensible que la radiografía simple en el diagnóstico precoz de erosiones óseas (31) y en el diagnóstico precoz de la AR (32) . En relación a la física de esta técnica, la imagen se obtiene a partir de un pulso de radiofrecuencia que es dirigido a un grupo de cristales con propiedades piezoeléctricas que se encuentran en contacto con la piel; posteriormente, los ecos reflejados a partir de los tejidos blandos subyacentes son detectados y registrados. Las ondas acústicas son de elevada frecuencia (3.000.000 a 10.000.000 ciclos por segundo) en comparación con el umbral de audición humano, que se encuentra en 20.000 ciclos por segundo. Los cristales piezoeléctricos absorben energía eléctrica en forma de señal de radiofrecuencia y la emiten en forma de onda 15 acústica, que penetra en los tejidos. Parte de dicha onda acústica es reflejada de nuevo hacia el transductor al encontrar en su camino interfaces con propiedades acústicas diferentes. Las ondas acústicas reflejadas interactúan entonces con los cristales, produciéndose ahora el efecto contrario y transformando la energía acústica en energía eléctrica. La representación de la imagen puede ser en modo A, modo M y Modo B (33) . El modo B presenta una imagen en tiempo real o en escala de grises. Con esta modalidad, las variaciones existentes en intensidad o brillo obedecen a la diferencia de amplitud de las señales reflejadas. Para generar la imagen bidimensional, múltiples pulsos de ultrasonidos son enviados en forma de líneas sucesivas dando lugar a la representación 2D de los ecos que parten del objeto estudiado. Cuando la imagen se presenta sobre fondo negro, las señales de mayor intensidad son blancas o hiperecogénicas, la ausencia de señal se muestra en negro o anecoico y las señales de intensidad intermedia aparecen como matices de grises (34) . El llamado “efecto Doppler” fue propuesto en 1842 por el astrofísico austriaco Christian Doppler, en un tratado donde lo relacionaba con el movimiento de las estrellas (35) . Debido al efecto Doppler, el sonido que se refleja desde un objeto en movimiento sufre un cambio de frecuencia. Los objetos que se mueven hacia el transductor reflejan el sonido a una frecuencia mayor que la del pulso incidente, y los objetos que se alejan reflejan el sonido a una frecuencia menor (36) . Con ecografía Doppler se puede realizar con los distintos procedimientos que ofrece el ecógrafo: Doppler continuo y Doppler pulsado. El pulsado es el que habitualmente utilizan los radiólogos, en esta modalidad un único cristal emite y recibe las frecuencias reflejadas. Tiene dos modalidades, en blanco y negro o en color. Existen dos procedimientos para representar el Doppler pulsado en color, en uno se codifica en color la frecuencia/velocidad (Doppler color propiamente dicho); en el otro se codifica en color la potencia, la energía de la onda (Doppler de energía o amplitud). El Doppler de energía o PD no depende de la frecuencia de la onda, sino que codifica su energía, por lo cual, es independiente del ángulo de incidencia y de la dirección del flujo, lo que permite una mejor y más compleja visualización de los vasos (35) . Desde un punto de vista técnico, es muy recomendable un ajuste preciso de parámetros Doppler; el equipo debe estar configurado para evaluar pequeños flujos a baja velocidad, la aplicación de filtros de pared bajos (WF) y frecuencia de repetición de 16 impulsos (PRF) entre 700 Hz y 1 MHz. La ganancia es una consideración aparte, ya que representa un parámetro subjetivamente establecido por el operador. La ecografía aporta a la evaluación clínica mayor caracterización y un diagnóstico mucho más exacto de la patología reumatológica. La ecografía evalúa distintos aspectos de la actividad articular de la AR: derrame articular, hipertrofia o proliferación sinovial, tenosinovitis, erosiones óseas y tendinosas por escala de grises y vascularización sinovial mediante Doppler color (CD) y PD (12) . En reumatología, la ganancia debe estar siempre fija en el mismo nivel con el fin de dar seguimiento a la modificación de hiperemia y perfusión tisular durante la inflamación de la progresión de la patología reumática. Con una capa fina de gel sobre el transductor, el operador puede aumentar progresivamente la ganancia hasta que algo de ruido aparece en el cuadro de color (1 ª fase), y luego la ganancia se puede disminuir progresivamente hasta alcanzar un valor justo por debajo del umbral de ruido (2 ª fase). Los transductores de alta frecuencia muestran las estructuras anatómicas superficiales del aparato locomotor con detalle y resolución próxima al microscopio (37) . Hay evidenciasólida de la validez y fiabilidad de esta técnica en la identificación de inflamación peri e intraarticular, lesiones tendinosas, bursitis y otros muchos procesos del aparato locomotor. La sensibilidad de la ecografía para detectar hallazgos patológicos esenciales en Reumatología como sinovitis intra o periarticular y erosiones óseas ha demostrado ser superior a la de los métodos convencionales como la exploración física y la radiología simple, respectivamente (12,13,14) . El Doppler añade a la escala de grises la posibilidad de detectar y cuantificar la actividad inflamatoria peri o intraarticular. Es una técnica accesible de rutina que puede realizarse en la misma consulta, al lado de la camilla, lo cual permite una correlación inmediata con los datos clínicos del paciente. Es inocua, relativamente económica comparada con otras técnicas de imagen, cómoda, muy bien aceptada por el paciente, no interferida por prótesis o implantes metálicos y permite examinar múltiples articulaciones en repetidas ocasiones (14) . El uso de un equipo de alta calidad y resolución es esencial para el trabajo en el sistema músculoesquelético. La elección del transductor depende del tipo de región a examinar. Los 17 transductores de alta frecuencia lineales (7,5-24 MHz) son mejores generalmente para evaluar estructuras superficiales como tendones, ligamentos y pequeñas articulaciones, mientras que los transductores de baja frecuencia (3,5-5 MHz) son más útiles para la evaluación de articulaciones de mayor tamaño y estructuras profundas, como la cadera (13) . Algunos equipos tienen incorporado transductores que se pueden programar para operar en un amplio rango de frecuencias, de manera que se puede seleccionar automáticamente desde el computador la frecuencia con la que se desea trabajar, estos transductores contienen una matriz con múltiples celdas de cristal que mejora el enfoque de las ondas ultrasónicas (38) . El término microscopía acústica se refiere al examen con transductores de muy alta frecuencia (mayores de 16 MHz) lo cual brinda información con un poder de resolución menor de 0,1 milímetros (39) . El tamaño del transductor, del cual depende el área que entrará en contacto con el cuerpo es un factor importante en la realización de la técnica, pues con transductores de mayor área es difícil visualizar zonas de pequeño tamaño como lo son las articulaciones MCF, lo que es más fácil con transductores de menor área y que se pueden maniobrar de una manera más adecuada (13) . Un transductor de mayor tamaño con una amplia zona de contacto, puede ser útil en articulaciones grandes y complejas como el hombro en donde la orientación es difícil y el uso de marcas de seguimiento o puntos de reparo es útil para identificar las estructuras (31) . El equipo ideal para realizar estudios musculoesqueléticos excelentes, debe contar con un juego de transductores que cubran un amplio rango de frecuencias (idealmente desde 5 MHz hasta más de 24 MHz), Doppler Color, Power, y espectral, US tridimensional y la posibilidad de uso de medios de contraste (40) . Por encima de la calidad del equipo está la destreza y experiencia de quien lo opere (41) . La técnica de examinación consiste inicialmente en usar una almohadilla de silicón o aplicar una gruesa capa de gel (37) , con lo que se evita presionar directamente los tejidos con el transductor en la presencia de líquido en la sinovial, bursa o vaina tendinosa (40) . El paciente debe adoptar una adecuada posición para hacer la evaluación ecográfica más cómoda tanto para él como para el médico, de acuerdo a la región anatómica examinada (37) . El transductor se coloca adecuadamente en la región anatómica a estudiar. La onda de US debe 18 ser perpendicular a las estructuras por evaluar, evitando artefactos, como la anisotropía (asimetría espacial) que resultan en errores diagnósticos, especialmente cuando se están estudiando estructuras fibrilares o fasciculares (tendón, nervios) pues aún con mínimas inclinaciones, los cambios pueden influir fuertemente en las características de la imagen (40) . Las regiones anatómicas donde estos artefactos ocurren frecuentemente es en la entesis del tendón y en el correspondiente segmento pre- insercional donde el tendón tiene un trayecto curvilíneo (37) . Cada estructura anatómica debe ser evaluada en dos planos por lo menos. Los huesos y tendones pueden ser utilizados como marcas de seguimiento para localizarse anatómicamente. El análisis de zonas que son especialmente dolorosas cuando se presionan con el transductor (sonopalpación) puede ser útil en términos de diagnóstico (40) . La interpretación adecuada de las imágenes depende de varios elementos, como el conocimiento de la anatomía y los principales signos patológicos. El diagnóstico se basa en los comentarios del evaluador y no en la imagen que se imprime, por ésta razón no se imprimen todas las imágenes que se obtienen. La posibilidad de grabar las imágenes puede permitir su evaluación posterior en cualquier momento (40) . La posición de la articulación ha demostrado tener una influencia significativa en la evaluación de la sinovitis por ultrasonido. Algunas posiciones son consistentemente mejor que los demás en la demostración de hipertrofia sinovial y grados de señal PD, como la posición plana (0º) de las manos y las muñecas y 30º de flexión para las rodillas. Aunque la contracción del cuádriceps proporciona una mejor visualización ecográfica del líquido en la bursa suprapatelar, no superior a la flexión de rodilla simple a 30º (20) . Los hallazgos fundamentales detectables con el US en pacientes con AR se pueden agrupar en las siguientes categorías: 1. Derrame articular. La distensión de la capsula articular y el incremento de la cantidad de líquido sinovial son los hallazgos más frecuentes y característicos en pacientes con AR, particularmente, en las fases tempranas de la enfermedad, donde la sinovitis presenta un carácter prevalentemente exudativo y el contenido de la cavidad articular se caracteriza por una ecogenicidad homogénea dada la presencia predominante de líquido sinovial. El grupo OMERACT (Outcomes Measures in Rheumatoid Arthritis Clinical Trials) define al líquido 19 sinovial como la presencia de un material intraarticular anormal Hipoecoico o anecoico (respecto a la grasa subdérmica, aunque a veces puede ser isoecoico o hiperecoico) que es desplazable y compresible, pero que no presenta señal PD (42) . 2. Proliferación sinovial. La proliferación de la membrana sinovial se presenta como un material anormal dentro de la capsula articular distendida con ecogenicidad y morfología variables. El grupo OMERACT define a la proliferación sinovial como la presencia de un tejido intraarticular anormal hipoecoico (respecto a la grasa subdérmica, aunque a veces puede ser isoecoico o hiperecoico) no desplazable y poco compresible, que puede presentar señal de PD (42) . Algunos autores han propuesto una puntuación semi-cuantitativa (0 a 3) para la presencia de señal PD a nivel de la proliferación sinovial (43,44) . 3. Power Doppler. El papel de las técnicas Doppler para la evaluación de vascularización sinovial en AR es muy importante. En la AR, la formación de pannus, es un evento crucial en la patogénesis de la degeneración articular. La Neoangiogénesis es un elemento patológico importante en la sinovitis reumatoide (45,46) . La hipervascularización es proporcional al grado de la inflamación del pannus sinovial, es fundamental para estudiar y cuantificar las señales vasculares con el fin de evaluar la agresividad propia del pannus. El PD es capaz de evaluar el aumento de la vascularización que involucra el tejido sinovial hiperplásico y en consecuencia para dar información sobre la actividad del pannus sinovial. Algunos autores han propuesto una puntuación semi-cuantitativa(0 a 3) para la presencia de señal PD a nivel de la proliferación sinovial (43,44) Grado 0: ausencia de señal. B. Grado 1: señal solitaria. C. Grado 2: señal confluente que ocupa menos del 50% de la distensión de la cápsula articular. D. Grado 3: señal que ocupa más del 50% de la distensión de la cápsula articular (47,48,49,50) . 4. Erosiones óseas. Las erosiones óseas se definen según el grupo OMERACT como una discontinuidad del perfil óseo visible en dos planos perpendiculares (42) . En muchas ocasiones, en el interior de las erosiones óseas, se puede observar la presencia de proliferación sinovial y un incremento importante de la perfusión detectada mediante la técnica PD, evidenciando la agresión del pannus activo sobre la cortical ósea y el hueso subcortical (51) . 5. Alteraciones de la estructura tendinosa. El espectro de alteraciones tendinosas en el curso de la AR es amplio y variable, e incluyen: la distensión de la vaina de los tendones, la pérdida de 20 la ecoestructura típica fibrilar y la presencia de soluciones de continuidad o rupturas (parciales o totales) más frecuentes en la fase tardía de la enfermedad. La distensión de la vaina tendinosa es la anomalía más frecuente en el curso de la AR. En base a las características ecoestructurales del contenido de la vaina, las tenosinovitis pueden ser clasificadas en: exudativas (anecogenicidad homogénea del contenido de la vaina sinovial por la presencia de líquido sinovial), proliferativas (hipoecogenicidad heterogénea del contenido de la vaina sinovial por la presencia de hipertrofia sinovial) y mixtas. La distribución de la señal PD brinda una información precisa respecto al estado de perfusión (inflamación), ya sea a nivel del tendón como del tejido sinovial y peritendinoso (41,52,53) . A pesar de las múltiples articulaciones que se ven afectadas en la artritis reumatoide, en la evaluación ecográfica se seleccionan las articulaciones del codo, muñeca, segunda y tercera metacarpofalángicas, rodillas y tobillos, que corresponden al protocolo de estudio ecográfico de las 12 articulaciones propuesto por Naredo et al (3) , el cual demostró que la evaluación simplificada incluyendo 24 sitios sinoviales de 12 articulaciones detectó el 100% de los pacientes con sinovitis y 91% de los pacientes con la señal de PD, pudiendo ser un método válido, factible para la monitorización multicéntrica de la respuesta terapéutica a los agentes biológicos. La artritis reumatoide es una enfermedad crónica, progresiva, autoinmune y debilitante, de etiología aún desconocida. Se caracteriza por una inflamación persistente de la membrana sinovial, que afecta preferentemente articulaciones periféricas principalmente en mano, muñeca y pies. La inflamación lleva a destrucción del cartílago, erosión ósea y deformidad articular. Epidemiológicamente, afecta aproximadamente 1% de la población adulta, puede presentarse a cualquier edad sin embargo es más común en personas entre los 40 y 70 años. Es 2.5 veces más común en mujeres que en hombres. Está asociada con un aumento en la mortalidad y puede reducir la expectativa de vida en 3 a 18 años (54) . En Venezuela 20 de cada 100 venezolanos presentan una condición reumática (dolor lumbar, dolor en manos, pies, etc) según el CNER. La artritis reumatoide es la de mayor prevalencia (CNER) con 18.21% que corresponde a 18.958 pacientes en el 2014. El Hospital Universitario de Caracas maneja 2109 21 pacientes con AR hasta el 2014 y durante el mismo año se diagnosticaron 132 pacientes nuevos (55) . Es una enfermedad de etiología aún desconocida. La susceptibilidad de la AR y la severidad de las manifestaciones son dictadas por la herencia de un gen particular expresado en el locus del complejo mayor de histocompatibilidad. Se ha descrito la asociación entre AR y la exposición a diversos factores ambientales, con evidencia científica sobre su implicación aún no suficientemente concluyente. Entre ellos, cabe destacar la influencia hormonal (hormonas sexuales femeninas) (56) , las infecciones (57) y el tabaco (58) . En relación a la patogénesis, las manifestaciones clínicas de la AR son iniciadas por linfocitos localizados en el tejido sinovial, que al ser activados producen dolor e inflamación. El inicio de la inflamación sinovial se caracteriza por vasodilatación periarticular seguida de proliferación y angiogénesis de la sinovial intraarticular. La hipervascularización y la angiogénesis de la membrana sinovial se consideran mecanismos patogénicos primarios encargados del comportamiento invasivo y destructivo articular del pannus reumatoide (12,59) . El diagnóstico inicial de artritis reumatoide se basa en la historia clínica, examen físico, serología y los reactantes de fase aguda. Los criterios diagnósticos utilizados en el Servicio de Reumatología del HUC son los nuevos criterios de artritis reumatoide del Colegio Americano de Reumatología y La Liga Europea contra el Reumatismo 2010, que evalúan los siguientes parámetros: • Articulaciones afectadas: 1 articulación grande con sinovitis clínica (al menos una articulación inflamada) y que dicha sinovitis no pueda explicarse por el padecimiento de otra enfermedad (0 punto). 2 - 10 articulaciones grandes involucradas (1 punto). 1-3 articulaciones pequeñas con o sin articulaciones grandes afectadas (2 puntos). 4-10 articulaciones pequeñas con o sin articulaciones grandes afectadas (3 puntos). 22 Más de 10 articulaciones con al menos una pequeña (5puntos). • Serología basada en Factor Reumatoide (FR) y anticuerpos de la proteína anti péptido citrulinado (ACPA). Negativo (0). Débilmente positivo el FR el ACPA (1punto). Fuertemente positivo (2puntos). • Reactantes de fase aguda: PCR y VSG. Valores normales (0 punto). Valores elevados (1 punto). • Duración de los síntomas: Menor de 6 meses (0 punto). Mayor de 6 meses (1 punto). La suma de 6 o más puntos es diagnóstico de artritis reumatoide (60) . En la actualidad, los métodos empleados a para evaluar la actividad de la AR son una combinación de parámetros clínicos, de laboratorio e indicadores de la actividad de la enfermedad, como los criterio del American College of Rheumatology (ACR), el Disease Activity Score (DAS28). El DAS28 está basado en los recuentos de 28 articulaciones dolorosas (NAD) y tumefactas (NAT), es mucho más útil en la práctica clínica y es el recomendado por la EULAR (6) . Evalúa de manera bilateral las siguientes articulaciones: hombros, codos, muñecas, metacarpofalángicas, interfalángicas proximales y rodillas (5) , excluyendo los tobillos y pies. Para poder identificar a los pacientes con niveles de actividad diferentes, se establecieron unos límites numéricos. Los puntos de corte que separaban las 4 categorías eran DAS28 < 2,6 para remisión, DAS28 de 2,6 a < 3,2 para actividad baja, DAS28 de 3,2 a < 5,1 para actividad moderada y DAS28 >5,1 para la actividad alta (6) . Objetivo general: Correlacionar los hallazgos de ecografía articular en pacientes con diagnóstico de artritis reumatoide con indicador de actividad clínica, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Caracas, en el período comprendido entre marzo-septiembre 2014. 23 Objetivos específicos: 1.- Caracterizar por edad y sexo los pacientes con artritis reumatoide que asistieron a la consulta del Servicio de Reumatología del H.U.C. 2.- Determinar mediante el indicador de actividad clínica DAS28 la actividad inflamatoria articular reumática. 3.- Determinar la actividad inflamatoria mediante ultrasonido articular y Power Doppler, empleando el estudio simplificado de 12 articulaciones. 4.- Comparar estadísticamente los hallazgos clínicos y ecográficos de la actividad inflamatoria articular reumática. Hipótesis: El ultrasonido puede ofrecer e identificarsujetos en remisión clínica que están en actividad inflamatoria a través del modo Power Doppler positivo. Aspectos éticos: De acuerdo a la Declaración de Helsinki de la asociación médica mundial dentro de los principios éticos para las investigaciones médicas en seres humanos y dentro de las normas de bioética es de hacer notar que en el estudio se utilizó un método de imagen, que es la ecografía, el cual es de absoluta comodidad para los pacientes, reproducible, con ausencia de contraindicaciones y efectos secundarios, así mismo antes de realizar el estudio se explicó al paciente el procedimiento y se procedió a entregar el consentimiento informado el cual fue firmado por los pacientes incluidos en la investigación. También se reflejó que la investigación se realizó por un grupo de médicos calificados y especializados en el área a trabajar. El presente trabajo previa aprobación del servicio de Radiodiagnóstico y Reumatología del Hospital Universitario de Caracas, comité de Bioética, comisión de Estudios de Postgrados y comité Académico del Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Universitario de Caracas. 24 MÉTODOS El estudio fue prospectivo, descriptivo, transversal y correlacional. Población y muestra: La población quedó conformada por todos los pacientes con artritis reumatoide cuyo diagnóstico fue realizado de acuerdo con los criterios del Colegio Americano de Reumatología (ACR) / Liga Europea contra el Reumatismo (EULAR) 2010 para la AR que se encontraban en remisión y con actividad clínica, que acudieron a la consulta de artritis reumatoide del servicio de Reumatología del H.U.C, durante el período Marzo – Septiembre de 2014. La muestra fue de tipo no probabilística supeditada a criterios de inclusión, de exclusión y lapso de la investigación y se obtuvo mediante muestreo intencional, representada por diecisiete (17) pacientes. Criterios de inclusión 1. Pacientes que cumplieron con los criterios diagnósticos según la ACR y EULAR 2010 de AR que se encontraban en remisión y en actividad clínica evaluados en la consulta de artritis reumatoide del servicio de Reumatología del H.U.C., sin distinción de sexo. 2. Firma del consentimiento voluntario informado. (Anexo 1). 3. Pacientes mayores de 16 años con diagnóstico de artritis reumatoide que fueron evaluados clínicamente en la consulta de AR del servicio de Reumatología del H.U.C. 4. Pacientes con serología negativa para LES (Anticuerpos Antinucleares y anti – DNA). Criterios de exclusión 1. Pacientes que no fueron evaluados clínicamente en la consulta de AR del servicio de Reumatología del H.U.C. 2. Pacientes con diagnóstico de otras enfermedades reumáticas asociadas, como LES, artritis psoriásica. 3. Pacientes con diagnóstico de artritis séptica. 25 4. Pacientes con diagnóstico de osteoartritis. 5. Pacientes con diagnóstico de osteomielitis. Procedimientos Todos los pacientes que fueron objeto de estudio acudieron inicialmente a la consulta del servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Caracas. Se incluyeron los pacientes con AR cuyo diagnóstico fue realizado de acuerdo con los criterios del Colegio Americano de Reumatología (ACR) / Liga Europea contra el Reumatismo (EULAR) 2010 para la AR que se encontraban en remisión y con actividad clínica. Los adjuntos y residentes de Reumatología recopilaron a través de un instrumento estructurado lo siguiente: (Anexo 2). Datos personales: identificación, edad, sexo, cedula de identidad, número telefónico. Se emplearon para la evaluación del dolor y evaluaciones globales de la actividad de la enfermedad escalas analógicas visuales de 100 mm (VAS), examen paraclínico tal como la Velocidad de Sedimentación Globular. Para la evaluación de la actividad de la enfermedad se utilizó la Escala de Actividad de la Enfermedad en 28 articulaciones (DAS28) y se clasificaron como pacientes en remisión, con actividad clínica leve, moderada o severa. Se verificó que el paciente cumplía con los criterios de inclusión y exclusión del estudio y fueron notificados que participaban en un estudio de investigación, los interesados firmaron el consentimiento informado. Fueron citados para realizarse el ultrasonido articular por parte de las residentes del Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Universitario de Caracas, a través de la consulta de reumatología y referidos sin información clínica para de este modo evitar sesgos de información. El equipo de ecografía que se utilizó fue el Esaote Mylab Class C, transductor lineal de 11-17 MHZ, la configuración del equipo fue para la evaluación del sistema Musculoesquelético en modo B y PD con un filtro de pared bajo (WF) y frecuencia de repetición de impulsos (PRF) entre 700 Hz y 1 MHz, el cual está ubicado en el sótano en el consultorio del servicio de Reumatología. 26 Se empleó un instrumento estructurado de recolección de datos constituido por las siguientes partes: (Anexo 3). -Identificación del paciente que incluye nombre del paciente, edad, sexo, cédula de identidad, número telefónico. -Tabla de especificación con el desglose de los hallazgos evaluados y las puntaciones asignadas de acuerdo al grado de severidad de cada signo. -Cuadro con la sistematización de las articulaciones evaluadas, los parámetros ecográficos que se estudiaron y puntuación asignada de acuerdo a la escala de severidad de los signos ecográficos encontrados en cada articulación. -Observaciones. -Conclusión. -Identificación de los médicos que realizan el estudio. Se estudiaron las siguientes articulaciones de ambos miembros superiores e inferiores: codos, muñecas, segunda y tercera articulación metacarpofalángica, rodillas y tobillos. En el codo se examinó el receso anterior y posterior, en la muñeca sólo el receso carpal dorsal y la segunda y tercera articulación metacarpofalángica en sus caras palmar y dorsal. En la articulación de la rodilla se evaluaron los recesos parapatelares medial, lateral y el receso suprapatelar. En la articulación del tobillo el receso tibiotalar anterior y las vainas tendinosas medial y lateral. El paciente se ubicó en una camilla. El receso posterior del codo se examinó colocándolo en una posición de 90° apoyando su mano sobre la pierna. Para examinar el carpo y las articulaciones metacarpofalángicas tanto su cara palmar como dorsal el paciente apoyó la mano a evaluar sobre un soporte acolchado, en una posición neutra, de 0 grados de inclinación, las rodillas en flexión de 30° y los tobillos en posición indiferente. Se aplicó en la articulación evaluada una gruesa capa de gel conductor para evitar el exceso de presión con el transductor que podía conllevar a cometer errores diagnósticos. 27 Se realizaron cortes longitudinales y transversales sobre las articulaciones mencionadas en busca de: hipertrofia sinovial, derrame articular, señal Power Doppler y erosión cortical. -Hipertrofia sinovial: Para la ausencia el valor será 0, escasa 1, moderada 2 y severa 3. -Derrame articular: Para la ausencia el valor será 0, escaso 1, moderado 2 y severo 3. -Power Doppler: Para ausencia será 0, si presenta señal Doppler solitaria 1, confluentes que abarquen áreas menores de 50% 2, y confluentes mayores de 50% 3. - Erosión cortical: Si está ausente el valor será 0 y si está presente 1. Se desglosaron los parámetros examinados con las puntuaciones asignadas según los hallazgos de cada paciente con el objetivo de sintetizar los resultados. Los pacientes evaluados se dividieron de acuerdo a la actividad clínica según la escala del DAS28. Pacientes en remisión clínica (DAS28 < 2,6), pacientes en actividad clínica leve (DAS28 de 2,6 a < 3,2) y pacientes en actividad clínica moderada (DAS28 de 3,2 a < 5,1). En la muestra no hubo pacientes con actividad clínica severa (DAS28 > 5,1). No hubo restriccionesen cuanto al tratamiento, duración de la enfermedad, o las comorbilidades. Finalmente se hizo una correlación clínico-imagenológica con los datos recolectados en los instrumentos empleados. Tratamiento estadístico adecuado Se calculó la media y la desviación estándar de las variables continúas; en el caso de las variables nominales, se calculó sus frecuencias y porcentajes. Los contrastes de variables ordinales vs ordinales, se basó en la prueba gamma; en el caso de las variables nominales vs nominales, se utilizó la prueba de chi-cuadrado, se consideró un nivel de significancia estadística si p < 0,05. Los datos fueron analizados con EPIDAT 4.0. 28 RESULTADOS La muestra estuvo representada por 17 pacientes seleccionados por el médico reumatólogo, regidos por los criterios de inclusión y exclusión. La edad media fue de 54 +/- 7 DE, 15 pertenecieron al sexo femenino y 2 al sexo masculino. Los pacientes se clasificaron según el indicador de actividad clínica DAS28: remisión 5 pacientes, actividad leve 4 pacientes, moderada 8 pacientes y alta ninguno. También fueron clasificados de acuerdo a los hallazgos de ecografía articular modo PD como: actividad articular inflamatoria ecográfica leve 11 pacientes, actividad articular inflamatoria ecográfica moderada 2 pacientes y actividad articular inflamatoria ecográfica severa 4 pacientes (Anexos 6). Los hallazgos clínicos y ecográficos fueron correlacionados y se observó que los 5 pacientes en remisión clínica presentaron actividad articular inflamatoria ecográfica leve, de los 4 pacientes con actividad clínica leve, 3 tenían actividad articular inflamatoria ecográfica leve y 1 tenía actividad articular inflamatoria ecográfica moderada y por último de los 8 pacientes con actividad clínica moderada 3 presentaron actividad articular inflamatoria ecográfica leve, 1 tenía actividad articular inflamatoria ecográfica moderada y 4 tenían actividad articular inflamatoria ecográfica severa (Anexo 7). Así mismo, se correlacionaron los hallazgos de ecografía articular modo B dado por derrame articular, hipertrofia sinovial y erosiones óseas con el grado de la actividad clínica inflamatoria, demostrando que el derrame articular fue identificado en las articulaciones de codos, muñecas, rodillas y tobillos de los pacientes en actividad inflamatoria clínica moderada, siendo menos frecuente en codos y muñecas con frecuencia de 1, más frecuentemente encontrados en las rodillas con frecuencia de 3. La hipertrofia sinovial se identificó en los 3 grados de actividad clínica inflamatoria siendo común en pacientes con actividad clínica moderada, en ellos las articulaciones más comprometidas fueron: muñecas 8, segunda y tercerea articulación metacarpofalángica 8 y rodillas 8, le siguió en frecuencia los pacientes en remisión clínica donde las articulaciones más afectadas fueron las muñecas 5 y segunda articulación metacarpofalángica 5. En los pacientes con actividad clínica leve fue menos evidente la presencia de hipertrofia sinovial, estando presente con mayor frecuencia en las muñecas y segunda y tercera articulación metacarpofalángica con frecuencia de 4. Por último, la erosión ósea la cual se presentó en segunda y tercera articulación metacarpofalángica en pacientes con actividad clínica inflamatoria leve y en remisión (Anexo 8). De acuerdo a la correlación de la región anatómica 29 más afectada de las evaluadas con ultrasonido con PD se constató que las más afectada son las muñecas, con una frecuencia de 16, siguiendo los codos y rodillas, con una frecuencia de 7 cada una, y posteriormente segundos metacarpofalángicos y tobillos con una frecuencia de 6 y por último siguen la tercera articulación metacarpofalángica con una frecuencia de 5 (Anexo 9). Y de acuerdo a los otros hallazgos según el Score Naredo de 12 articulaciones aplicado se evidencia que la hipertrofia sinovial predomina en articulaciones de muñecas y segundas metacarpofalángicas con una frecuencia de 17, seguido por las terceras metacarpofalángicas con una frecuencia de 16, luego rodillas con una frecuencia de 15, luego codos con una frecuencia de 12 y tobillos con una frecuencia de 8. El hallazgo de derrame articular predomina en rodillas con una frecuencia de 3, tobillos 2, codos y muñecas 1. La erosión ósea con una frecuencia de 4 en la segunda articulación metacarpofalángica, 2 en la tercera articulación metacarpofalángica y 1 en los codos. (Anexo 10). DISCUSIÓN Al analizar los resultados obtenidos de nuestra investigación, luego de realizar el abordaje estadístico, se determinó, con respecto al estudio realizado por Naredo E. et al, en el 2005 donde evaluaron mediante el US 60 articulaciones en 94 pacientes que la articulación en la cual se evidenció con mayor frecuencia el derrame articular fue la rodilla. En el presente estudio se demostró que la articulación con mayor presencia de derrame articular fue la rodilla, lo cual fue evidente en pacientes con actividad inflamatoria moderada según el DAS28. La investigación realizada por Naredo et al en el 2007, mediante un estudio de 42 pacientes con AR temprana con tratamiento a base de FAME sometidos a evaluaciones clínicas y US secuenciales, constató que el modo PD como hallazgo puede tener un valor predictivo en la actividad de la enfermedad ya que detecta actividad articular inflamatoria reumática sobre todo al poder evidenciar el grado de afección. En nuestro trabajo fueron evidentes los mismos resultados pudiendo discernir en pacientes en remisión clínica, de acuerdo a su valor de DAS28, en los cuales se evidenció actividad articular inflamatoria ecográfica, llevando al clínico a reevaluar al paciente y modificar el tratamiento médico, mejorando de esta manera su calidad de vida. 30 En el trabajo realizado por Szkudlarek et al en el 2005, donde investigan si la ecografía puede proporcionar información sobre los signos de inflamación y destrucción de las articulaciones de los dedos con AR no detectables con RX y el examen clínico, y comparable a la información proporcionada por RM, demostró que la ecografía tuvo mayor sensibilidad y precisión en la detección signos de inflamación y destrucción de las articulaciones de los dedos, sin pérdida de especificidad. A pesar que nuestro trabajo no empleamos la RM como método de imagen referencial se observó alta correlación del grado de actividad clínica según el DAS28 y los hallazgos ecográficos, pudiendo identificar que a mayor valor de indicador clínico, mayor grado de afección de actividad articular inflamatoria según los hallazgos con el modo PD. En relación con el estudio realizado por Naredo E. et al en el 2008, donde se comparó la evaluación simplificada de 12 articulaciones con una evaluación global de 44 articulaciones por US en 160 pacientes con AR activa, demostrando que el estudio simplificado tuvo alta correlación con el estudio ecográfico de 44 articulaciones, considerando el resumen de evaluación a las articulaciones de codos, muñecas, 2-3MCF, rodillas y tobillos. Los hallazgos de nuestra investigación, de acuerdo al protocolo de 12 articulaciones, sugieren que las articulaciones mayormente perjudicadas por la AR en relación con PD y la hipertrofia sinovial en orden de frecuencia fueron: muñecas, 2- 3MCF, seguidos de las rodillas, codos y tobillos. En todo el trayecto durante el cual se aplicó el instrumento simplificado de 12 articulaciones se denotan diferentes recomendaciones al momento de la evaluación diaria de los pacientes en sus controles, resumidas de la siguiente manera: - Se debe realizar una evaluación ecográfica periódica de las articulaciones detectadas con actividad inflamatoria articular clínica, una vez diagnosticadas y tratadas de forma adecuada y así determinar su evolución en el tiempo. - De acuerdo a los hallazgos encontrados y a la información suministradapor cada articulación evaluada, en la aplicación diaria de este instrumento se puede determinar que las articulaciones más sensibles para detectar actividad articular inflamatoria por 31 ecografía modo PD son las muñecas, segundas metacarpofalángicas, codos y rodillas, pudiendo resumir la evaluación a dichas articulaciones. - Es recomendable para posteriores estudios de investigación la realización de RM con contraste paramagnético endovenoso en la articulación con mayor actividad articular inflamatoria ecográfica en pacientes en remisión clínica de esta investigación, siendo el mismo paciente su propio control dentro de los hallazgos determinados, tomando en cuenta que la RM es la prueba de imagen Gold Standard para determinar actividad articular inflamatoria (sinovitis). - Además se propone que dentro de los servicios de Reumatología del HUC y el servicio de Radiodiagnóstico del HUC se establezca la aplicación de dicho instrumento como parte de la evaluación global del paciente con diagnóstico de artritis reumatoides. AGRADECIMIENTO De forma muy especial damos las gracias a los servicios de Radiodiagnóstico y de Reumatología del HUC, por permitir la realización de esta investigación, permaneciendo siempre con una adecuada receptividad, de la misma forma a la tutora, asesora de investigación y jefes de ambos servicios por su valiosa orientación durante este proceso. 32 REFERENCIAS 1. Conaghan PG, O‟Connor P, McGonagle D, Astin P, Wakefield RJ, Gibbon WW, et al. Elucidation of the relationship between synovitis and bone damage. A randomized magnetic resonance imaging study of individual joints in patients with early rheumatoid arthritis. Arthritis Rheum. 2003;48:66–71. 2. Szkudlarek M, Court-Payen M, Strandberg C, Klarlund M, Klausen T, Ostergaard M. Power Doppler ultrasonography for assessment of synovitis in the metacarpophalangeal joints of patients with rheumatoid arthritis: a comparison with dynamic magnetic resonance imaging. Arthritis Rheum. 2001;44:2018–23. 3. Naredo E, Rodriguez M, Campos C, Rodriguez- Heredia JM, Medina JA, Giner E, et al; Ultrasound Group of The Spanish Society of Rheumatology. Validity, reproducibility, and responsiveness of a twelve-joint simplified power Doppler ultrasonographic assessment of joint inflammation in rheumatoid arthritis. Arthritis Rheum. 2008;59:515-22. 4. Naredo E, Bonilla G, Gamero F, Uson J, Carmona L, Laffon A. Assessment of inflammatory activity in rheumatoid arthritis: a comparative study of clinical evaluation with grey scale and power Doppler ultrasonography. Ann Rheum Dis. 2005;64:375–381. 5. American College of Rheumatology. Committee on outcome measures in rheumatoid arthritis clinical trials. Arthritis Rheum. 1994;37:463-464. 6. Belmonte MA. ¿Es la puntuación DAS28 el método más adecuado para estimar la actividad de la artritis reumatoide? Consideraciones clinimétricas y escenarios de simulación. Reumatol Clin. 2008;4:183–90. 7. Smolen JS, Breedveld FC, Schiff MH, Kalden JR, Emery P, Eberl G, et al. A simplified disease activity index for rheumatoid arthritis for use in clinical practice. Reumatol. 2003;42:244-57. http://rheumatology.oxfordjournals.org/search?author1=J.+R.+Kalden&sortspec=date&submit=Submit http://rheumatology.oxfordjournals.org/search?author1=P.+Emery&sortspec=date&submit=Submit http://rheumatology.oxfordjournals.org/search?author1=P.+Emery&sortspec=date&submit=Submit http://rheumatology.oxfordjournals.org/search?author1=G.+Eberl&sortspec=date&submit=Submit 33 8. Aletaha D, Nell V, Stamm T, Uffmann M, Pflugbeil S, Machold K, et al. Acute phase reactants add little to composite disease activity indices for rheumatoid arthritis: validation of a clinical activity score. Arthritis Res Ther. 2005;7:796-806. 9. Molenaar ET, Voskuyl AE, Dinant HJ, Bezemer PD, Boers M, Dijkmans BA. Progression of radiologic damage in patients with rheumatoid artritis in clinical remission. Arthritis Rheum. 2004;50:36–42. 10. Kraan MC, Versendaal H, Jonker M, Bresnihan B, Post WJ, T‟Hart BA, et al. Asymptomatic synovitis preceded clinically manifest arthritis. Arthritis Rheum. 1998;41:1481–88. 11. Karim Z, Wakefield RJ, Quinn M, Conaghan PG, Brown AK, Veale DJ, et al. Validation and reproductibility of ultrasonography in the detection of synovitis in the knee. Arthritis Rheum. 2004;50:387–94. 12. Naredo E. ¿Son necesarias las técnicas de imagen para definir la remisión en la artritis reumatoide?. Reumatol Clin. 2009;5(S1):17–21. 13. Backhaus M, Burmester GR, Gerber T, Grassihttp://ard.bmj.com/content/60/7/641.long - target-3 W, Macholdhttp://ard.bmj.com/content/60/7/641.long - target-4 KP, Swen WA, et al. Guidelines for musculoskeletal ultrasound in rheumatology. Ann Rheum Dis. 2001;60:641-49. 14. Naredo E. La ultrasonografía en reumatología: un antes y un después. Rev Colomb Reumatol. 2007;14(2):144-155. 15. D‟Agostino MA, Maillefert JF, Said-Nahal R, Breban M, Ravaud P, Dougados M. Detection of small joint synovitis by ultrasonography: the learning curve of rheumatologists. Ann Rheum Dis. 2004;63:1284–1287. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed?term=Uffmann%20M%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=15987481 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed?term=Pflugbeil%20S%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=15987481 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed?term=Machold%20K%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=15987481 http://ard.bmj.com/search?author1=W+Grassi&sortspec=date&submit=Submit http://ard.bmj.com/search?author1=W+Grassi&sortspec=date&submit=Submit http://ard.bmj.com/content/60/7/641.long#target-3 http://ard.bmj.com/search?author1=K+P+Machold&sortspec=date&submit=Submit http://ard.bmj.com/search?author1=K+P+Machold&sortspec=date&submit=Submit http://ard.bmj.com/search?author1=W+A+Swen&sortspec=date&submit=Submit 34 16. Marcin S, Mette K, Eva N, Michel C, Charlotte S, Karl E, et al. Ultrasonography of the metacarpophalangeal and proximal interphalangeal joints in rheumatoid arthritis: a comparison with magnetic resonance imaging, conventional radiography and clinical examination. Arthritis Res Ther. 2006;8(2):1-11. 17. Naredo E, Möller I, Moragues C, J de Agustín J, Scheel A K, Grassi W, et al; EULAR Working Group for Musculoskeletal Ultrasound. Interobserver reliability in musculoskeletal ultrasonography: results from a „„Teach the Teachers‟‟ rheumatologist course. Ann Rheum Dis. 2006;65:14–19. 18. Naredo E, Collado P, Cruz A, Palop M, Cabero F, Richi P, et al. Longitudinal Power Doppler Ultrasonographic Assessment of Joint Inflammatory Activity in Early Rheumatoid Arthritis: Predictive Value in Disease Activity and Radiologic Progression. Arthritis Rheum. 2007;57(1):116-24. 19. Filippou G, Frediani B, Gallo A, Menza L, Falsetti P, Baldi F, et al. La mano: lo specchio dell‟ artrite. 2007;59(1):71-74. 20. Zayat A, Freeston J, Conaghan P, Hensor E, Emery P, Wakefield R. Does joint position affect US findings inflammatory arthritis?. Rheumatol. 2012;51:921-925. 21. Gärtner M, Mandl P, Radner H, Supp G, Machold K, Aletaha D, et al. Sonographic joint assessment in rheumatoid arthritis. Associations with clinical joint assessment during a state of remission. Arthritis Rheum. 2013;65(8):2005–2014. 22. Pérez M, Betancourt L, Rojas G, Donis J, López G, Quintero M. Evaluación imagenológica (ultrasonido en escala de grises, Power Doppler y radiología simple), de la respuesta clínica al tratamiento con fármacos biológicos anti –TNF: Etanercept, en pacientes con artritis reumatoide temprana en la unidad de reumatología del IAHULA. Marzo de 2012- 2013. En: XVIII Congreso de la Liga Panamericana de Asociaciones de Reumatología PANLAR. Punta del Este-Uruguay:2014. 5. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17266071 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17266071 35 23.Eisenberg R. Radiology: an illustrated history. St. Louis: Mosby, 1992. 24. Dussik KT, Fritch DJ, Kyriazidou M, Sear RS. Measurements of articular tissues with ultrasound. Am J Phys Med. 1958;37:160-5. 25. McDonald DG, Leopold GR. Ultrasound B-scanning in the differentiation of Baker‟s cyst and thrombophlebitis. Br J Radiol. 1972;45:729–32. 26. Graf R. The diagnosis of congenital hip-joint dislocation by the ultrasonic Combound treatment. Arch Orthop Trauma Surg. 1980;97:117–33. 27. Cooperberg PL, Tsang I, Truelove L, Knickerbocker WJ. Gray scale ultrasound in the evaluation of rheumatoid arthritis of the knee. Radiol. 1978;126:759–63. 28. De Flaviis L, Scaglione P, Nessi R, Ventura R, Calori G. Ultrasonography of the hand in rheumatoid arthritis. Acta Radiol. 1988;29:457–60. 29. Newman JS, Adler RS, Bude RO, Rubin JM. Detection of soft tissue hyperemia: value of power Doppler sonography. Am J Roentgenol. 1994;163:385–9. 30. Gompels BM, Darlington LG. Septic arthritis in rheumatoid disease causing bilateral shoulder dislocation: diagnosis and treatment assisted by grey scale ultrasonography. Ann Rheum Dis. 1981;40:609–11. 31. Wakefield RJ, Gibbon WW, Conaghan PG, O'Connor P, McGonagle D, Pease C, et al. The value of sonography in the detection of bone erosions in patients with rheumatoid arthritis: a comparison with conventional radiography. Arthritis Rheum. 2000;43:2762–70. 32. Schmidt WA. Value of sonography in diagnosis of rheumatoid arthritis. Lancet. 2001;357:1056–57 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed?term=O%27Connor%20P%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=11145034 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed?term=McGonagle%20D%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=11145034 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed?term=Pease%20C%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=11145034 36 33. Polak J. Doppler cuello y extremidades. 2ª Edición. España: Marbán. 2007. 34. Rumack C, Wilson S, William J. Diagnóstico por ecografía. 2ª Edición. España: Marbán. 2006. 35. Stoopen M, Garcia R. Avances en diagnósticos por imágenes. Doppler. 1ª Edición. Argentina: Journal. 2011. 36. Middleton W, Kurtz A, Hertzberg B. Ecografía. 2ª Edición. USA: Marbán. 2005. 37. Martino F, Silvestri E, Grassi W, Garlaschi G. Musculoskeletal sonography: technique, anatomy, semeiotics and pathological findings in rheumatic diseases. 1ª Edición. Italia: Springer. 2006. 38. Brasseur JL. Advances in osteoarticular ultrasonography. J Bone Spine. 2001;68:6-9. 39. Grassi W, Filippucci E. Musculoskeletal ultrasound. Best Pract Res Clin Rheumatol. 2004;18:813-26. 40. Grassi W, Salaffi F, Filippucci E. Ultrasound in rheumatology. Best Pract Res Clin Rheumatol. 2005;19:467-85. 41. Grassi W, Filippucci E, Farina A, Cervini C. Sonographic imaging of tendons. Arthritis Rheum. 2000;43(5):969-76. 42. Wakefield RJ, Balint PV, Szkudlarek M, Filippucci E, Backhaus M, D‟Agostino M, et al. Proceedings from the OMERACT Special Interest Group for Musculoskeletal Ultrasound including definitions for ultrasonographic pathology. J Rheumatol. 2005;32:2485-7. 37 43. Naredo E, Gamero F, Bonilla G, Uson J, Carmona L, Laffon A. Ultrasonographic assessment of inflammatory activity in rheumatoid arthritis: comparison of extended versus reduced joint evaluation. Clin Exp Rheumatol. 2005;23:881-84. 44. Szkudlarek M, Court-Payen M, Jacobsen S, Klarlund M, Thomsen H, Østergaard M. Interobserver agreement in ultrtasonography of the finger and toe joints in rheumatoid arthritis. Arthritis Rheum. 2008;48:955-962. 45. Fitzgerald O, Bresnihan B. Synovial vascularity is increased in rheumatoid arthritis: comment on the article by Stivens et al (letter).Arthritis Rheum. 1992;35:1540-1541. 46. Walsh DA. Angiogenesis and arthritis. Rheumatol. 1999;38:103-112. 47. Grassi W, Cervini C. Ultrasonography in rheumatology: an evolving technique. Ann Rheum Dis. 1998;57:268-271. 48. Silvestri E, Martinoli C, Onetto F, Neumaier CE, Cimmino MA, Derchi LE. Valutazione dell‟artrite reumatoide del ginocchio con color Doppler. Radiol Med. 1994;88:364-367. 49. Carotti M, Salaffi F, Manganelli P, Salera D, Simonetti B, Grassi W. Power Doppler sonography in the assessment of synovial tissue of the knee joint in reumathoid arthritis: a preliminary experience. Ann Rheum Dis. 2002;61:877-882. 50. Schmidt WA,Volker L,Zacher J, Schläfke M, Ruhnke M, Gromnica-Ihle E. Colour Doppler ultrasonography to detect pannus in knee joint synovitis. Clin Exp Rheumatol. 2000;18:439-444. 51. Kane D, Grassi W, Sturrock R, Balint PV. Musculoskeletal ultrasound - a state of the art review in rheumatology. Part 2: clinical indications for musculoskeletal ultrasound in rheumatology. Rheumatol. 2004;43:829-838. http://www.researchgate.net/researcher/38441103_Mette_Klarlund http://www.researchgate.net/researcher/12050_Henrik_S_Thomsen http://www.researchgate.net/researcher/40000116_Mikkel_Ostergaard http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed?term=Salera%20D%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=12228155 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed?term=Simonetti%20B%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=12228155 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed?term=Grassi%20W%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=12228155 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed?term=Schl%C3%A4fke%20M%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=10949717 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed?term=Ruhnke%20M%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=10949717 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed?term=Gromnica-Ihle%20E%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=10949717 38 52. Grassi W, Tittarelli E, Blasetti P, Pirani, Cervini C. Finger tendon involvement in rheumatoid arthritis. Evaluation with high-frequency sonography. Arthritis Rheum. 1995;38:786-94. 53. Filippucci E, Gabba A, Di Geso L, Girolimetti R, Salaffi F, Grassi W. Hand Tendon Involvement in Rheumatoid Arthritis: An Ultrasound Study. Semin Arthritis Rheum. 2012;41(6):752-60. 54. Kahlenberg J, Fox D. Advances in the medical treatment of Rheumatoid Arthritis. Hand Clin. 2011;27:11-20. 55. CNER: Centro Nacional de Enfermedades Reumáticas [Internet]. Venezuela: CNER [citado 3 de Abril 2014]. Registro Asistencial al reporte Epidemiológico Año 2011. Disponible en: http://www.cner.org.ve/paginas/Indice_registro.htm 56. Nelson JL, Hughes KA, Smith AG, Nisperos BB, Branchaud AM, Hansen JA. Maternal- fetal disparity in HLA class II alloantigens and the pregnancy-induced amelioration of rheumatoid arthritis. N Engl J Med. 1993;329:466-71. 57. De Pablo P, Chapple ILC, Buckley CD, Dietrich T. Periodontitis in systemic rheumatic diseases. Nat Rev Rheumatol. 2009;5:218-24. 58. Verpoort KN, Papendrecht-van der Voort EA, Van der Helm-van Mil AH, Jol-Van der Zijde CM, Van Tol MJ, Drijfhout JW, Breedveld FC, et al. Association of smoking with the constitution of the anti-cyclic citrullinated peptide response in the absence of HLADRB1 shared epitope alleles. Arthritis Rheum. 2007;56:2913-8. 59. Backhaus M, Kamradt T, Sandrock D, Loreck D, Fritz J, Wolf KJ, et al. Arthritis of the finger joints: a comprehensive approach comparing conventional radiography, scintigraphy, ultrasound, and contrast-enhanced magnetic resonance imaging. Arthritis Rheum. 1999;42:1232–45. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed?term=Girolimetti%20R%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=22055542 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed?term=Salaffi%20F%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=22055542 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed?term=Grassi%20W%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=22055542 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed?term=Breedveld%20FC%5BAuthor%5D&cauthor=true&cauthor_uid=17763436 39 60. Aletaha D, Neogi T, Silman AJ, Funovits J, Felson DT, Bingham 3rd CO, et al. 2010 Rheumatoid arthritis classification criteria: an American College of Rheumatology/European League Against Rheumatism collaborative
Compartir