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Resumen de consumos problemáticos - Lauriti Final

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Universidad del Salvador
Facultad de Psicología y Psicopedagogía
ABORDAJE INTEGRAL DE LOS CONSUMOS
PROBLEMÁTICOS
CATEDRA: LAURITI
ALUMNO: ALDERETE ALEXIS
AÑO: 5º
Alderete Alexis
INDICE
Panorama general 2
Ficha Nº 2 3
Incorporación de las distintas drogas en la Argentina 6
Penalización del consumo de drogas en Argentina8
Modelos de atención socio-sanitarios 9
Plan Integral para el Abordaje de los Consumos Problemáticos 10
Nota La Nación. Julio 2015 11
Las Comunidades Terapéuticas “el problema de la droga” 13
Narcóticos Anónimos 18
Programa de narcóticos anónimos 21
Encuesta nacional sobre prevalencias de consumo de sustancias psicoactivas 26
La problemática del alcohol en la Argentina28
Pautas y herramientas para la atención integral (PHAI) 33
Construcciones de subjetividad profesional en psicología 45
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Alderete Alexis
Panorama General
Entre 1850 y 1910 los problemas de salud mental se abordaban desde un dispositivo psiquiátrico de 
encierro, amparado desde una perspectiva denominada ¨alienismo”. Desde este paradigma positivista el 
¨loco¨ era peligroso y debía ser encerrado. 
En las décadas siguientes comienza un periodo de transición que pone en discusión las políticas alienistas 
en torno a la práctica manicomial. Las transformaciones sociales producidas en ese periodo van a 
promover cambios en los paradigmas sanitarios dando lugar a las corrientes higienistas en Argentina. 
Esta corriente intenta modernizar los tratamientos, evitando lo asilar cerrado con prácticas hospitalarias 
abiertas, servicios de asistentes sociales y apertura de consultorios externos. 
A partir de 1946, los cambios promovidos por el gobierno peronista impactan en el desarrollo de políticas 
sociales. Se produce un salto importante en Salud Publica. Se constituye la Secretaria de Salud Pública- 
luego devenida Ministerio- y con la asunción del Dr. Ramón Carrillo como ministro, la política de salud 
pasa a ser considerada como un deber del Estado y un derecho de los ciudadanos.
En 1953 la OMS recomienda la transformación de todos los hospitales psiquiátricos, dando lugar al 
surgimiento de las comunidades terapéuticas. El concepto de “Salud Mental” reemplaza al de “Higiene 
Mental” y el padecimiento mental comienza a ser pensado desde la salud, reforzando las políticas de 
promoción y prevención y abordando los procesos de salud-enfermedad como fenómenos sociales y 
colectivos.
Con la sanción de la Ley 26.657 en el 2010, que instala la perspectiva de Derechos como marco general, 
la asistencia de personas con padecimiento mental así como de aquellas con consumos problemáticos, 
pasa a ser considerada el centro de las intervenciones de equipos interdisciplinarios con una perspectiva 
intersectorial de trabajo para la inclusión social.
Los paradigmas de abordaje
Desde que el consumo de sustancias se instala como problemática social, ha sido interpretado desde 
distintas perspectivas: 
 Jurídica : Asigno a la sustancia un lugar preponderante en la configuración del problema, dejando 
a los individuos en un lugar pasivo. Este abordaje fue punitivo, con un criterio de legalidad-
ilegalidad que decreto la persecución de los consumidores en tanto “delincuentes”, direccionando 
la prevención hacia el control social y el miedo a la sanción. El concepto de “peligrosidad” se 
instaló entonces como regulador de los diagnósticos asociados al consumo de sustancias y al 
delito.
 Modelo Médico-Sanitario : También puso el acento en la sustancia, pero entendida como causa 
de enfermedad (modelo causal). Desde esta perspectiva el consumidor problemático fue percibido
como un enfermo, por lo que “curar” la enfermedad, alcanzar la abstinencia y “normalizarlos” 
pareció ser la única solución al problema.
 Enfoque Socio-Cultural : El eje pasa a ser el contexto, la clave de la interpretación estuvo dada 
por los procesos macro sociales buscando descubrir los determinantes del problema del consumo. 
En la actualidad, en particular desde la sanción e implementación de la Ley 26.657 el problema de salud 
mental y consumos problemáticos debe ser pensado desde la complejidad y multidimensionalidad y 
abordado de manera integral, buscando evitar las internaciones compulsivas y prolongadas, el 
aislamiento y la abstención como parte y objetivo de los tratamientos. 
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Alderete Alexis
Ficha Nº 2
El uso/consumo de drogas,...lo determinante no es el producto, sino la relación con el producto y el 
modo de vida en que se inscribe... (...) Así, existen varios modos de consumo, que comprenden las 
frecuencias y cantidades, pero también el tipo de compromiso en el uso de la droga definido por un 
sistema de relaciones, con sus rituales organizados alrededor de la toma del producto. Hay que 
interrogarse no sobre las sustancias, sino sobre las motivaciones que tienen esas personas para 
consumirlas de ese modo.
Socialmente se concibe a los consumidores/usuarios de drogas desde una de las dos lógicas que lograron 
la hegemonía en el tratamiento de estos temas: 
1) Lógica Sanitaria : La que pretende su “cura”. 
2) Lógica Punitiva : La que busca el “control”.
Las dos lógicas mencionadas están edificadas sobre la noción de conducta “desviada”, que se vincula
con la falta de aceptación de las normas sociales. Las normas son ideas compartidas acerca de cómo 
deben comportarse las personas.
El consumismo en la sociedad actual
Resaltar que los y las jóvenes han sido socializados en el consumo como modo de satisfacción de sus 
deseos y necesidades. El consumismo se refiere tanto a la acumulación o compra de bienes o servicios 
considerados no esenciales, como al sistema político y económico que promueve la adquisición de riqueza
como signo de status y prestigio, riqueza que es asimilada con la satisfacción personal.
Estereotipos en relación al consumo de drogas
Cuando se habla de “la droga” como causa de muchos de los males sociales se está concibiendo a una 
sustancia, es decir, a una “cosa” como protagonista de un proceso, sin advertir que el consumo de drogas 
es consecuencia de una serie de influencias que llevan a que las personas incurran en esa práctica. 
Hablar de la droga en singular lleva a no tener en cuenta las diferencias entre los tipos de sustancias y sus 
efectos, así como a ocultar la importancia del consumo de las drogas cuyo uso está legalizado, 
especialmente el alcohol.
Cuando se asocia el consumo de drogas a los jóvenes se limita el análisis del tema a la adopción de 
conductas por parte de un determinado grupo etario, ocultándose las raíces sociales que están influyendo 
para que ese grupo adopte tales conductas. Se niega así la responsabilidad de los adultos en la 
construcción del mundo que se les ofrece a los jóvenes, parte de los cuales pueden no encontrar cabida en 
él y, asimismo se ocultan los consumos de drogas que llevan a cabo los adultos.
Cuando se habla de la “escalada del consumo de drogas” se introduce un esquema determinista y 
unicausal en el que nuevamente “la droga” es el agente activo: el sujeto nada puede hacer frente al poder 
de la sustancia, que lo conduce a consumos cada vez más perjudiciales para sí mismo y para los demás.
Cuando se habla del vínculo causal entre consumo de drogas y criminalidad como si las drogas llevaran a 
cometer actos delictivos se establece una relación espúrea, dado que las dos variables están a su vez, en 
muchos casos, asociadas con marginalidad. No hay nada que pruebe que un acto criminal no hubiera 
tenido lugar si el individuo no hubiera estado bajo el efecto de una droga.
Estos y otros estereotipos vinculados al consumo de drogas pueden dar lugar a la discriminación de los 
usuarios, es decir, a su descalificación como sujetos de derechos. Una forma de la discriminación es la 
estigmatización, que implica las siguientes operaciones:
 Generalización : Ejemplo: Todos los drogadictos son delincuentes.
 Descalificación : Ejemplo: Los consumidores de drogas son vagos e inútiles.
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 Segregación : Ejemplo:Es mejor que los usuarios sean recluidos en comunidades aisladas.
 Quitar Derechos : Ejemplo: No vale la pena intentar recuperar a los adictos porque recaen en el 
hábito o porque no tienen "cura".
 Impedir el Ejercicio de los Derechos : Ejemplo: Los adictos no pueden tratarse en los servicios de
salud comunes.
 Negar la Capacidad de Elección de los Usuarios : Ejemplo: Los adictos no pueden elegir el 
tratamiento que consideren más apropiado a su estilo de vida porque han perdido la capacidad de 
discernir entre lo que está bien y lo que está mal.
Términos importantes para los abordajes sobre consumo de drogas
Cabría distinguir un uso de las drogas vinculado con el desarrollo social y económico insuficiente 
(como ocurre en los países en desarrollo o, en el caso del alcohol, entre las clases sociales más pobres) de 
un uso que, por el contrario, se relaciona con la saturación del universo del consumo. Si bien la 
siguiente clasificación de la OMS puede ser cuestionable, consideramos que es importante saber que esta 
institución clasificó las drogas en cuatro grupos, en función de su peligrosidad; las más peligrosas serían 
aquéllas que crean dependencia física con mayor rapidez y que presentan mayor toxicidad y las menos 
peligrosas aquéllas que crean únicamente dependencia psicológica:
1) Grupo 1 : Opiáceos (opio, heroína, morfina, etc.).
2) Grupo 2 : Barbitúricos (depresores) y Alcohol.
3) Grupo 3 : Cocaína y Anfetaminas
4) Grupo 4 : Ácido lisérgico, Cannabis – Marihuana, Hachis y Mescalina.
La frecuencia de uso de drogas también motiva clasificaciones:
1) Consumidor Experimental : Consumió 1 a 3 veces en la vida y no ha vuelto a hacerlo desde hace 
1 año o más.
2) Consumidor Ocasional : Consume 1 o 2 veces al mes.
3) Consumidor Habitual : Consume cada semana o varias veces en la semana
4) Consumidor Intensivo : Consume 1 o varias veces por día.
Modelos sobre el consumo de drogas
A mediados del siglo XX tanto desde la medicina como desde el derecho comienza a visualizarse el uso de
drogas como una actividad “anti-social” que provoca una afección biopsico- social. Algo que hasta ese 
momento no era concebido como problema social comenzó a serlo. El argumento sobre la peligrosidad y 
la amenaza hacia terceros que genera el consumo de drogas fue el más utilizado para justificar los 
tratamientos que recomendaban los especialistas para los “adictos a las drogas”. 
Podemos diferenciar cinco tipos de modelos:
Modelo Ético-Jurídico (Modelo Prohibicionista): 
El paradigma punitivo, basado en el Derecho, categorizó el consumo de drogas como un delito, 
planteando que los sujetos, al trasgredir la ley con total responsabilidad e intencionalidad, se convierten en
culpables y por ello deben ser castigados.
Este modelo está centrado en la sustancia como referente y enfatiza las medidas legales y penales dirigidas
a los usuarios de drogas. Estos son percibidos como “delincuentes” que infringen la ley. Como “la droga” 
se concibe bajo el prisma del delito, el modelo lleva a la criminalización y a la estigmatización de los 
usuarios. 
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Modelo Médico-Sanitario:
La medicina, considera que los sujetos/ “pacientes” no son responsables de la práctica de consumir 
drogas. 
Para este modelo el “drogadicto” es considerado un “enfermo” al que hay que curar y reinsertar en la 
sociedad. Las intervenciones curativas del especialista se apoyan más en la prescripción, consejo e 
información que en la “escucha” personalizada. Las drogas, las personas y el contexto se analizan en 
términos de “agente”, “huésped” y “ambiente”. 
Modelo Psicosocial:
Surge a mediados de los años ´80, corre el foco de la sustancia y lo coloca en el sujeto. Interpreta que el 
adicto es un enfermo y que la adicción es la resultante de un malestar psíquico. El interés se centra en 
el tipo de vínculo que una persona establece con la sustancia. El discurso psico-social entiende el 
concepto de adicto como sinónimo de “esclavo”.
Se sustenta en el reconocimiento de la complejidad de cada individuo y del peso que tienen los factores 
psicológicos y ambientales sobre sus decisiones.
La población en general y los usuarios de drogas en particular han incorporado de manera acrítica este 
discurso, difundido por los profesionales de comunidades terapéuticas y de centros de rehabilitación.
Modelo Sociocultural:
Postula que el significado asociado a las drogas está determinado por la forma en que una sociedad 
define el consumo de las mismas y por las estrategias preventivas que utiliza con los consumidores. 
El fundamento que lo rige es que una verdadera política preventiva no puede hacer abstracción de la 
estructura socioeconómica y de los aspectos culturales que constituyen el contexto social de los 
consumidores de drogas. Las desigualdades, la falta de oportunidades para grandes sectores de la 
población, la marginación, la pobreza, el desempleo, el abandono escolar, la discriminación, el 
analfabetismo, la carencia de una vivienda digna, deben considerarse como factores causantes de la 
aparición masiva de las drogadependencias.
Según Touzé (2006) para este modelo la droga funciona como una forma de evasión de la realidad.
Modelo Geo-Político Estructural:
La droga destaca el marco geopolítico de América latina como responsable de las peculiaridades del 
problema del consumo de drogas. El contexto no es sólo el ambiente individual, familiar y comunitario, 
sino toda la sociedad con sus factores, cambios y contradicciones. 
Modelo Ético-Social:
En 1975 el FAT (Fondo de Ayuda Toxicológica) de Buenos Aires presentó en la UNESCO el Modelo 
Ético Social, que toma en cuenta no sólo la interacción de la tríada sustancia-sujeto-contexto, sino 
también la preocupación por la existencia, por el sentido de la vida.
Para determinar los alcances de una “ética social” afirma que es necesario construir un proyecto grupal 
guiado por las siguientes premisas:
1) La felicidad es producto del tiempo creador, se debe privilegiar la participación activa de docentes 
y alumnos en las actividades preventivas
2) La enseñanza preventiva en drogadicción debe dirigirse preferentemente a los educadores y a los 
padres
3) La metodología de enseñanza debe tender a desarrollar un proyecto común entre docentes y 
alumnos.
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Modelo Multidimensional:
Considera el consumo de drogas como un proceso multidimensional en el que interjuegan la sustancia,
los procesos individuales del sujeto y la organización social en la que se produce el vínculo de los dos 
elementos anteriores, incluyendo las dimensiones política y cultural. El modelo preventivo apunta a la 
interrelación dinámica entre las características individuales, las del entorno cercano y macrosocial.
Modelo de la Promoción de la Salud:
Intenta vincular a los actores con sus entornos y lograr la participación comunitaria, lo que implica 
que la población se organice y participe más activamente; como gobiernos, sectores sanitarios, ONGs y 
medios de comunicación. En síntesis, la promoción de la salud será definida de un modo amplio, ya que 
apunta a mejorar la salud en general y la calidad de vida a través de acciones orientadas a modificar los 
condicionantes de la salud.
Incorporación de las distintas drogas a la Argentina
Primera etapa (1969-1976): Marihuana entra en el mercado
Década de los ´60 y principios de los ´70 el uso de drogas ilegales imitaban a la “contracultura”, 
actitudes rebeldes, prohibiciones y ruptura de tabúes. 
En 1963 Argentina, a partir del decreto 7.672 y la Ley 17.818 de 1968, impulsó la diferenciación entre uso
y abuso de drogas. Según Antonio Escohotado (2008), la diferencia radica que el consumo de drogas que 
se lleve a cabo tenga o no autorización legal.
La reforma general del código penal (Ley 17.567) en 1968, introdujo una cláusula que dejaba por fuera la 
penalización a todos los que tuvieran poder de sustancias estupefacientes o materias destinadas a su 
preparación en cantidades que no excedieran eluso personal. 
Los nuevos patrones de consumo ilegal de drogas en la Argentina se asociaban a la marihuana y a los 
alucinógenos. Comenzaba a surgir un incipiente consumo de drogas obtenidas en farmacias (anfetaminas).
Para muchos “jóvenes inconformistas” fumar marihuana era símbolo de rebeldía.
Segunda etapa (1976-1982): Drogas como problema social
En la década de 1970 en España, la droga se veía como problema social. El consumo de drogas ilegales 
alcanza el más rápido crecimiento producto del consumo de heroína por vía inyectable.
En 1973 asume la presidencia en Argentina Héctor Cámpora, y anula las normas sancionadas en la 
dictadura militar (1966-1973).
Luego de la renuncia de Cámpora asume Perón (1973). En 1974 muere y lo sucede a la vicepresidenta 
María Estela Martínez de Perón. El ministro de bienestar, José López Rega, presenta un proyecto de ley 
que se sanciona como Ley 20.771; penaliza la tenencia de drogas. Por primera vez se liga la pena con 
una medida curativa (se articulan discursos jurídicos-médicos). Se recomienda una terapia 
rehabilitadora, ya que el consumidor es considerado “delincuente” a la vez que “enfermo”. Artículo 9 
de la Ley: Cuando el condenado por delito dependiere física o psíquicamente de estupefacientes, el juez 
impondrá, la pena y cuidados terapéuticos que requiera su rehabilitación. Esta Ley es simultánea a la 
sanción de la Ley 20.840; reglamenta la “lucha antisubversiva”, “doctrina de la seguridad Nacional”.
Ambas normas extendieron el control sobre “los jóvenes”. Las guerrillas son los principales consumidores
de drogas en Argentina, por lo tanto, campaña antidroga es campaña antiguerrillas.
La imagen social del consumidor de drogas era de sujeto peligroso para la sociedad, joven contestatario.
Consumo de drogas: problema social y político. Cualquier intento por “desviar la moral dominante” sería 
criminalizado. La psicodelia, el hipismo, deberían ser vigiladas y castigadas.
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Esta etapa se caracterizó por el consumo de fármacos, alucinógenos, derivados del opio, marihuana y 
anfetamina. Como consecuencia, el consumo de drogas es un problema grave social. La asociación 
directa entre drogas y problemas sociales provocó urgencia de generar nuevas estrategias para abordar el 
tema, definir problema, tratamientos y prevención de drogas. En 1971 se crearon Servicio de 
Toxicomanías en el Hospital Borda y Centro de Prevención de toxicomanía FMED UBA.
Tercera etapa (1983-1991): Cocaína “reina” del consumo de drogas ilegales
1970 en EE.UU se acrecentaba el uso de cocaína en la población. Asocia a la guerra contra la insurgencia 
que desató EE.UU en América Latina, clasificándola como problema de Seguridad Nacional. La 
vinculación entre las dos guerras contra la droga y contra la subversión se han difundido en términos de 
narcoguerrilla, narcoterrorismo, narcosubversión.
La tercera etapa en Argentina se caracteriza por aumento del consumo de sustancias en cantidad y 
variedad, llamado Policonsumo. 
En 1983 Alfonsín, traspaso la figura del adicto como culpable y delincuente a otra que lo suplantaba como
enfermo.
Touzé (2006) expresa la imagen social del usuario de drogas comenzó a distinguir entre adicto enfermo y 
traficante delincuente, usuarios de drogas como autodestructivos y suicidas en potencia.
Las medidas gubernamentales se basaron en la postura abstencionista y represiva, que “demonizaba a la
sustancia”. Consumo de drogas considerado “potenciador de tendencias autodestructivas”, 
“desencadenantes de actos suicidas”, “determinante de conductas promiscuas”.
Con la vuelta de la democracia, la cocaína (inhalada) se transformó en “la reina”, consumiéndose en 
todos los niveles sociales.
Mediados de 1980 las respuestas del gobierno fueron: Por un lado, lucha contra el narcotráfico, y por el 
otro, abordaba la prevención de las consecuencias negativas del consumo. El gobierno colaboró para 
legitimar nuevos discursos preventivos, amplió la oferta asistencial, pasando la drogadicción a ser un tema
prioritario de la agenda pública.
Se multiplicaron los centros de atención a usuarios de drogas. Se crea la Comisión Nacional para el 
control del Narcotráfico y el abuso de drogas (CONCONAD). En 1986, CONCONAD, presentó el Plan 
Maestro para la implementación y apoyo a las actividades del Plan Nacional de Control y Prevención del 
Uso Indebido de Drogas.
A la Argentina se la considera País de tránsito de drogas ilícitas y productora de sustancias precursoras 
químicas esenciales. Las estadísticas muestran un aumento rápido del consumo 
1) Marihuana, 
2) Psicofármacos (anfetaminas), 
3) Cocaína, 
4) LSD. 
El Gobierno decidió afrontar el problema del narcotráfico y el abuso de drogas desde una óptica 
preventiva.
El Gobierno Menemista disuelve la CONCONAD y crea la Secretaría de Programación para 
Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR). Orienta a la 
prevención y a la asistencia. Procura facilitar la asistencia y la rehabilitación de personas que abusan o 
dependen de drogas, disponen de un centro de consulta y orientación que asesora a quien lo solicita, 
selecciona los beneficios de las becas para los tratamientos en instituciones especializadas en adicciones.
La epidemia del VIH/sida se relacionaba directamente con los usuarios de drogas por vías endovenosas.
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Cuarta etapa (1992-2002): Fin de la exclusividad de las políticas abstencionistas
El Gobierno de Menem adoptó una política de drogas de “tolerancia cero”. Desde la Ley 23.737 (1989), 
se produjo una demanda de tratamientos por derivación judicial. La condición de ingreso a los 
tratamientos es la suspensión al consumo. El objetivo de dejar de consumir, deben hacerlo antes de 
comenzar el tratamiento.
En Argentina, la cuarta etapa, presenta 3 acontecimientos:
1) Aparición del VIH/sida y Hepatítis C.
2) Incorporación de programas basados en la lógica de reducción de daños.
3) Consumo recreativo de drogas de síntesis: Nuevo tipo de consumo en Argentina, tenía la 
particularidad de ser recreativo, permitir la experimentación, y por otro lado, incrementaba 
consumo de drogas por vía endovenosa entre los jóvenes urbanos.
Las sustancias que se consumen varían según el sector social al que se pertenezca. Sectores vulnerables 
consumen drogas baratas y de mala calidad (pasta base, paco, pegamentos). Sectores sociales altos se 
inclinan a las denominadas “drogas de síntesis (éxtasis, anfetamina, etc.).
Quinta etapa (2002 hasta la actualidad): Masificación del consumo de drogas
En 2003 el Ministro de Salud de la Nación, González García, lanza proyecto de “Prevención de drogas y 
del SIDA en Países del Cono Sur”, entregó jeringas y preservativos en Capital y conurbano Bonaerense 
a usuarios de drogas.
Penalización del consumo de drogas en Argentina
Ley 17.567. Promulgada en 1968, por Juan Carlos Ongania, durante la dictadura militar. Sancionaba al 
que “sin estar autorizado, tuviera en su poder cantidades de drogas que excedan las que correspondan a un 
uso personal…”. No se consideraba que la tenencia de drogas para consumo personal debía someterse a la 
autoridad de los magistrados.
Ley 20.771. Se produjo en 1974, y reguló la cuestión en Argentina hasta 1989. El proyecto de Ley surgió 
en el Ministerio de Bienestar Social de la Nación, a cargo de José López Rega. 
Comenzó a vincular “droga” con “subversión”. El control penal de drogas era necesario para tutelar la 
“seguridad Nacional” y “defensa Nacional”. Artículo 6 de la Ley imponía la pena de 1 a 6 años de prisión 
a quien tuviera en su poder estupefacientes aunque sean destinados a su consumo personal, definiendo 
dichas sustancias como “capaces de producir dependencia física o psíquica, que se incluyan en la lista que 
elabore la autoridad sanitaria nacional”.
Ley 23.737. En 1988 se sancionó la Convención de Naciones Unidas contra el tráfico ilícito de 
estupefacientes y sustancias psicotrópicas, por la cual las naciones signatarias de la misma se 
comprometierona establecer como delito la posesión, compra o cultivo de drogas para fines de consumo 
personal, no medicinal.
Tuvo como consecuencia la inmediata adopción en la penalización del consumo de drogas.
Críticas a la ley 23.737
1) Ocasiona daños a la salud de la población : A través de ella el Estado procura la protección de 
salud pública. La respuesta penal condiciona el contacto del usuario de drogas con las instituciones
de salud en razón de representarse la posibilidad cierta de ser detenido; de esta forma, la población 
usuaria de drogas aparece privada de la acción terapéutica, y de atención médica que necesita por 
patologías que pueden derivar de ella.
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2) Impone medidas de seguridad coactivas : La ley establece que la penalidad de la tenencia de 
estupefacientes para el propio consumo tiene como alternativa a la pena “medidas de seguridad 
curativas y educativas”, implican que los usuarios tienen que aceptar que su identidad es 
peligrosa para sí mismos y para la sociedad. Una de las condiciones esenciales que determinan el 
éxito de un tratamiento es la voluntariedad de emprenderlo.
3) Se la considera inconstitucional : El hecho de que si la tenencia de estupefacientes amparada o 
no, en el artículo 19 de la Constitución Nacional, establece que las acciones privadas que no 
afecten a la moral ni al orden público quedan exentas de la autoridad de los magistrados, y es uno 
de los aspectos que genera mayor discusión.
La discrepancia se origina en la valoración de si la tenencia de estupefacientes es lesiva o no al 
orden y la moral pública, y es, perjudicial para terceros. 
Modelos de atención socio-sanitarios
Modelo Abstencionista
Problemática que configura respuestas socio-sanitarias (década del 80). Los primeros pasos los dieron las 
“comunidades terapéuticas”, las hay: públicas, privadas, urbanas, rurales, religiosas, no religiosas, 
democráticas, jerárquicas.
Los tratamientos para dejar el consumo de drogas incluyen terapia de comportamiento, medicamentos o 
una combinación de ambos, y varían de acuerdo a la sustancia y al paciente. Las prácticas que se utilizan 
son: desintoxicación, modal terapéutica con internación parcial (Hospital de día y de noche), modalidad 
terapéutica ambulatoria, comunidades terapéuticas. 
Tiene como finalidad la resocialización del individuo. Existen diferentes dispositivos terapéuticos, como,
terapias individuales, familiares y/o grupales. 
Hay grupos de auto-ayuda basados en 12 pasos de alcohólicos anónimos, liderados por ex 
consumidores, que son redes de apoyo integradas por personas que se encuentran en situaciones similares 
y se reúnen con el fin de apoyarse en el esfuerzo de mantener la abstinencia.
La respuesta sanitaria prevaleciente en Argentina en relación al consumo de drogas es el Modelo 
Abstencionista, su objetivo es la abstinencia total de sustancias como condición previa del 
tratamiento.
El Modus Operandi del modelo abstencionista es la Comunidad Terapéutica (CT); son ambientes 
residenciales libres de droga, se mantiene una férrea disciplina apoyada en relaciones sociales jerárquicas. 
Comprende etapas de tratamiento que requieren responsabilidad personal y social. Utiliza influencia entre 
compañeros, para ayudar a cada persona a aprender y asimilar las normas sociales y desarrolla habilidades
sociales más eficaces.
El factor terapéutico más importante es la posibilidad de desarrollar en los lugares de internación un 
entramado relacional diferente al vivido por los usuarios de drogas previamente en sus medios familiares y
sus grupos de amigos. Reemplaza el vínculo con el objeto droga. El aprendizaje de ese nuevo modo de 
interacción social será incorporado y transferido a la vida fuera de la comunidad, en el momento del alta. 
Existe un alto porcentaje de recaídas; se explican por la alta exigencia implícita en el modelo, que 
pretende transformar aspectos esenciales de la existencia de los usuarios.
Reducción de daños
Se producirán en personas que se hallan en una situación de vulnerabilidad biopsico-social.
El uso problemático de drogas se da en personas que aumentan cuantitativa y cualitativamente el consumo
hasta no tener proyectos de vida independientes del consumo. Su autonomía está seriamente 
comprometida. Está al servicio de evitar el displacer.
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Los programas de reducción de daños buscan centrarse en daños individuales y sociales que el mismo 
trae aparejados. Consiste en programas de cambios de jeringas o programas de sustitución de opiáceos, 
también garantiza el acceso de todos a la información y a la prevención, facilita el contacto de usuarios 
de drogas con las instituciones de salud y evita los costos sociales e individuales que acompañan a la 
penalización de las drogas.
Desde 1985 se han emprendido actividades de distribución o intercambio de jeringas o agujas, elementos 
de limpieza y/o material educativo, programas de prescripción de drogas, programas de asistencia en las 
calles tendientes a brindarles atención médica y distribuir materiales.
Objetivo de la política de reducción de daños:
1) Contactar a los servicios de salud con usuarios con objeto de que se les brinde la ayuda necesaria, 
distribuir jeringas, servirles como puentes a otros servicios.
2) Limitar la transmisión por vía intravenosa del virus VIH y enfermedades de Hepatitis B.
3) Reducir el consumo de drogas.
4) Evitar que el “drogadicto” consuma estupefacientes, que sean rebajados con sustancias adulteradas
que son más peligrosas que la propia droga.
5) Buscar mejorar la situación familiar, laboral y social del usuario.
6) Disminuir las conductas motivadas por la adicción, que son impulsadas por la criminalización del 
consumo.
Plan Integral para el Abordaje de los Consumos Problemáticos
Ley 26.934
Consumo Problemático: Aquellos consumos que – mediando o sin mediar sustancia alguna – afectan
negativamente, en forma crónica, la salud física o psíquica del sujeto, y/o las relaciones sociales.
Capítulo 1: Disposiciones generales
Artículo 2º: Consumos problemáticos. Se entiende por consumos problemáticos aquellos consumos que –
mediando o sin mediar sustancia alguna – afectan negativamente, en forma crónica, la salud física o 
psíquica del sujeto, y/o las relaciones sociales. Pueden manifestarse como adicciones o abusos al 
alcohol, tabaco, drogas psicotrópicas – legales o ilegales – o producidos por ciertas conductas compulsivas
de los sujetos hacia el juego, las nuevas tecnologías, la alimentación, las compras o cualquier otro 
consumo que sea diagnosticado compulsivo por un profesional de la salud.
Artículo 3º: Objetivos:
1) Prevenir los consumos problemáticos desde un abordaje interseccional mediante la actuación 
directa del Estado.
2) Asegurar la asistencia sanitaria integral gratuita a los sujetos afectados por algún consumo 
problemático.
3) Integrar y amparar socialmente a los sujetos de algún consumo problemático.
Capítulo 2: De la prevención
Artículo 5º: Créanse los Centros Comunitarios de Prevención de Consumos Problemáticos, que serán
distribuidos en el territorio nacional por disposición de la autoridad de aplicación.
Su objetivo será promover en la población cubierta instancias de desarrollo personal y comunitario, 
enfatizando las acciones en aquellos sectores con mayores niveles de vulnerabilidad.
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Artículo 7º: Son funciones de los Centros de Prevención de Consumos Problemáticos:
1) Recibir en el centro a toda persona que se acerque y brindarle información acerca de las 
herramientas de asistencia sanitaria, los centros de salud disponibles, los planes de inclusión 
laboral y educativa.
2) Recorrer el territorio en el cual centro se encuentra inmerso a fin de acercar a la comunidad la 
información mencionada en el inciso a).
3) Promover la integración de personas vulnerables a los consumos problemáticos en eventos 
sociales, culturales o deportivos con el fin de prevenir consumos problemáticos.
4) Interactuar con las escuelas y clubesde la zona para llevar al ámbito educativo y social charlas 
informativos sobre as herramientas preventivas y de inclusión del Plan IACOP.
5) Vincularse y armar estrategias con instituciones públicas y ONG´s de las comunidades para 
fomentar actividades e instancias de participación y desarrollo.
Capítulo 3: De la asistencia
Artículo 8º: Prestaciones obligatorias. Todos los establecimientos de salud públicos, las obras sociales 
enmarcadas en las leyes 23.660 y 23.661, y todos aquellos agentes que brinden servicios médicos 
asistenciales a sus afiliados, independientemente de la figura jurídica que tuvieren, deberán brindar 
gratuitamente las prestaciones las prestaciones para la cobertura integral del tratamiento de las personas 
que padecen algún consumo problemático, las que quedan incorporadas al Programa Médico Obligatorio 
(PMO).
Artículo 14º: Plazas. Los hospitales generales del sistema de salud pública de las provincias deberán 
garantizar la disponibilidad de camas para los casos extremos que requieran la internación del sujeto que 
padezca algún consumo problemático.
Artículo 15º: Integración. Cuando los sujetos que hayan tenidos consumos problemáticos se encuentren 
en una situación de vulnerabilidad social, el Estado los incorporará en dispositivos especiales de 
integración.
Artículo 16º: Alternativas. La fase de integración posee dos componentes, el educativo y el laboral, los 
que se implementarán de acuerdo a la edad y la formación del sujeto. El componente educativo tiene como
objeto la inclusión al sistema. El componente laboral tiene como objeto la concreta inserción laboral, 
procurando hacer uso de las capacidades y las experiencias previas.
Artículo 17º: Inclusión Educativa. Serán beneficiarios del componente educativo todos los sujetos 
aludidos en el artículo 15, que no hubieran completado su escolaridad primaria o secundaria, y hubiesen 
sido atendidos por consumos problemáticos en hospitales generales, comunidades terapéuticas o cualquier 
otra instancia asistencial, o bien que hayan sido derivados de las instancias preventivas.
Artículo 20º: Inclusión laboral. Destinatarios. Serán beneficiarios del componente laboral todos los 
sujetos mayores de dieciocho (18) años a los que alude el artículo 15, atendido por consumos 
problemáticos en hospitales generales, comunidades terapéuticas o cualquier otra instancia asistencial, o 
que hayan sido derivados de las instancias preventivas.
Nota La Nación. Julio 2015
La nueva ley nacional de salud mental tiene, en la práctica, efectos colaterales. El más riesgoso es la 
indicación de tratamientos insuficientes por temor a estar cometiendo algún exceso. Hace unas semanas, 
en la sala de contención de terapia intensiva del hospital Borda, un paciente le hizo estallar el globo ocular
a otro de una trompada cuando le aflojaron la sujeción por ese miedo. El joven estaba descompensado y, 
el día anterior, había destrozado la guardia de otro hospital.
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Alderete Alexis
La ley, que se promulgó en 2010 y se reglamentó en 2013, contempla la creación del Órgano de Revisión
(OR) para "proteger los derechos humanos de los usuarios de los servicios de salud mental". Lo integran 
representantes del Ministerio de Salud de la Nación, la Secretaría de Derechos Humanos, la Defensoría del
Pueblo, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Red Sur y la Asociación Argentina de Salud 
Mental (AASM).
La Secretaría Ejecutiva del OR, éste dio a conocer su primer informe. "Celdas de aislamiento. 
Electroshock. Niños contenidos física y médicamente. Internaciones de años, sin revisión -indica el 
resumen difundido-. Éstas fueron algunas de las situaciones de mayor gravedad relevadas en instituciones 
públicas y privadas de salud mental durante el primer semestre de 2014”.
Las 33 páginas del documento original despertó la reacción de entidades que representan a los 
especialistas involucrados. Y hasta enfrentó judicialmente con el OR a la Ciudad y a la Asociación de 
Médicos Municipales (AMM). La Procuración porteña presentó un recurso de inconstitucionalidad sobre 
algunos artículos de la ley.
Los resultados del OR (órgano de revisión) provienen también de las 200 visitas institucionales y 86 
monitoreos en 30 centros del país a cargo de su equipo de letrados. Se incluyen, dos resoluciones que las 
asociaciones profesionales rechazaron por considerar que avanzan sobre el acto médico. Una prohíbe la 
terapia electroconvulsiva (TEC) o electroshock porque el OR lo equipara con un elemento de tortura. La 
otra resolución establece que a toda muerte en las instituciones públicas y privadas, aunque sea por 
causas naturales, será "de causa dudosa".
Los profesionales argumentan que el OR se excedió en sus atribuciones al pasar por alto la 
responsabilidad de los médicos de certificar la muerte -exige judicializar todos los decesos- y decidir sobre
un tratamiento sin tener en cuenta la evidencia científica o las recomendaciones internacionales.
Dijo María Graciela Iglesias, secretaria ejecutiva del OR-. De ninguna manera es entrometerse ni afectar 
la capacidad [de actuar] de los profesionales intervinientes, y mucho menos en un tratamiento. Pero sí en 
lo que es el funcionamiento del sistema con centro en la persona. Para nosotros no es un paciente, sino un 
usuario de servicios de salud mental."
 La Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA) y la Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP) 
criticaron el informe. La APSA rechazó la prohibición de utilizar el electro- shock: "Se compadece más 
con panfletos antipsiquiátricos de la década del 70 que con un documento basado en los más elementales 
conocimientos de la bibliografía mundial sobre su aplicación y sus usos específicos".
Conocer la cantidad de personas con trastornos mentales institucionalizadas en el país no es fácil. Hasta 
para el propio OR: estima que serían unas 20.000. En Políticas públicas de salud mental, que la Dirección 
Nacional de Salud Mental y Adicciones publicó hace dos meses, no aparece esa información, pero sí que, 
a 2011, el tiempo de internación en los hospitales psiquiátricos superaba siete veces al de los generales.
El OR diseñó una herramienta de monitoreo y la puso a prueba en cinco centros públicos y privados, 
detectó "un incumplimiento de los estándares de salud mental", "la continuidad del engranaje depositario" 
y "confusión entre el modelo anterior y actual" de atención entre los trabajadores. Se concurrió tres veces 
a cada lugar, separado en el tiempo, y dictamos resoluciones. Se les otorgó un plazo para la adecuación. 
Los hospitales públicos no contestaron y por eso lo informamos a las autoridades porteñas."
El director del Borda, Ricardo Picasso, aseguró que el OR concurrió "excepcionalmente". Los que más los
visitan son los abogados. "Conmigo -indicó-, las autoridades tuvieron un par de entrevistas en tres años. Y
los letrados, cuando vienen, no piden permiso, no se presentan. Van directo a los servicios, donde hablan 
con los pacientes, los familiares, los enfermeros o los médicos. Hasta supervisan tratamientos. No se nota 
una formación en psiquiatría o psicología. Vienen con la ideología con la que los mandan a actuar. No 
tienen la apertura necesaria para cuestionar y esperar la respuesta que, a la vez, los cuestione, como sucede
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Alderete Alexis
en el pensamiento científico. Vemos que todos los profesionales del OR no tienen conocimientos idóneos 
y ellos creen tenerlos. Esto es aún peor."
Los abogados denuncian, por ejemplo, que en las habitaciones del Servicio 30, que es la terapia intensiva 
del hospital, faltan muebles para las pertenencias de los pacientes y "puertas" en las duchas; que hay ropa 
apilada en el piso y que los pacientes desconocen los tratamientos o que no prestan su consentimiento 
informado. También, que los familiares no pueden acompañar a los pacientes fuera del horario de visita ni 
que éstos tengan su DNI. Cuestionan el uso de fármacos inyectables solamente en los primeros días de 
internación y dosisaltas. Iglesias aclaró que "en ningún momento el problema es con los profesionales" y 
negó "una actitud persecutoria". Para el subdirector del Borda, Daniel Cichello, "no es sano" decirle a un 
paciente con un estado mental alterado "que está muy medicado. Y los abogados se lo dicen a los 
pacientes, pero no al médico tratante. Lo informan meses después. Eso es interferir con el tratamiento".
Otro de los conflictos en la práctica es, para Jorge, notificarle al OR las internaciones involuntarias en las 
primeras diez horas. "La característica de ese tipo de internación es que exista un riesgo cierto o inminente
para sí o terceros. Y eso es adivinar porque no es lo mismo que la peligrosidad para sí o terceros -dijo-. Es 
como pedirle a un cardiólogo que diagnostique cuándo se va a infartar un paciente tratado después de que 
lo vio en una consulta."
Los pacientes que llegan son neuropsiquiátricos agresivos, con muchos problemas. Es fácil criticar sin 
conocer la realidad. Invitaría a los técnicos del OR a presenciar cuatro o cinco guardias porque esa 
realidad no es la que se describe desde un escritorio." Lo acusó de sacar conclusiones prejuiciosas o 
tergiversadas. "Ahora, estamos convencidos de la inutilidad de su funcionamiento", lanzó.
El reclamo judicial de la AMM (asociación de médicos municipales de la ciudad de Buenos Aires) y la 
Ciudad apunta a artículos de la norma nacional, como el 22, que le reconoce "a toda persona internada 
involuntariamente" el derecho de designar un abogado o la obligación del Estado de asignarle uno desde la
internación. "Por ese artículo se creó una unidad de letrados, un grupo de entre 20 y 40 abogados jóvenes, 
sin experiencia en derecho y salud, que solicita externaciones indiscriminadamente -explicó Mischanchuk-
Varios médicos documentaron que esas solicitudes son perjudiciales para sus pacientes."
Eduardo Kalina, profesor titular del posgrado en adicciones de la Universidad del Salvador, opinó: "Esta 
ley y la resolución sobre el uso de la TEC (terapia de electroshock) son aberrantes. Parten de una lectura 
parcial de la práctica psiquiátrica. Siento un prolongado malestar como argentino y profesional ante tanta 
desconsideración por los que trabajamos en el campo de la psiquiatría".
Para Alejandra Maddocks, fundadora de la Asociación Metropolitana de Psiquiatría, "Las políticas de 
salud mental deben ir acompañadas del presupuesto correspondiente. Hay falta de recursos humanos, de 
equipos interdisciplinarios y estas políticas desalientan al especialista, que sigue respondiendo ante la ley. 
No hay acceso a la salud mental, no se cuidan los derechos de las personas con trastornos mentales ni de 
los profesionales del equipo de salud".
Dispositivos Contemporáneos de Control Social: Las Comunidades Terapéuticas “el 
problema de la droga”
Objetivo: idea de drogadicto y su recuperación.
Comunidades Terapéuticas: Instituciones sanitarias que sostienen que el usuario es un enfermo cuya 
cura o reinserción social solo puede lograrse anulando su vínculo de determinadas sustancias.
En dichas comunidades en sus tratamientos no solo se busca la abstención sino que también a partir de sus
prácticas y discursos crean un sistema de premios y castigos que buscan la internalización de los criterios
sociales propios de la divisoria entre lo permitido y lo prohibido, donde convierten al “adicto” en un 
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Alderete Alexis
sujeto peligroso a re-habilitar. Plantean la imagen del toxicómano desde el concepto droga-
delincuencia-enfermedad.
Abordar “el problema de la droga” desde la perspectiva Control Social, indagando en las prácticas en 
torno a quienes son considerados “adictos” o “toxicómanos”. El toxicómano es construido a partir de la 
serie Droga-Delincuencia-Enfermedad, convirtiendo así el uso de sustancias en una puerta al desenfreno
personal y a la peligrosidad social, impidiéndonos pensar que los individuos pueden establecer “otras” 
relaciones con las drogas.
En 1916, Antoine Artaud escribía: “Los toxicómanos enfermos tienen sobre la sociedad un derecho 
imperecedero, que se les deje en paz”. En esos momentos, como hoy en día, eran objeto de molestias ya 
que socialmente se los despojaba del “estatus normalidad”, dejando de ser individuos libres, autónomos y 
racionales. Actualmente se los siguen representando como iconos de peligro, de riesgo, focos de atención 
y urgencia en la planificación de agendas políticas penales y sanitarias. 
Comunidades terapéuticas y toxicomanías en clave de control social
Siguiendo a Gonzalez Zorilla “todo intento de abordaje al problema de la drogas supone dos cuestiones: 
 Las representaciones sociales acerca de las drogas, 
 Los mecanismos sociales que la sociedad pone en marcha a efectos de control dicho fenómeno. 
En este sentido una vez que el uso de determinadas drogas ha sido calificado socialmente como delito y 
enfermedad, los sujetos pasan a ser “adictos”.
Las comunidades terapéuticas son instituciones que, insertas en el “paradigma abstencionista”, sostiene 
que el usuario de drogas es un enfermo cuya “cura” o “reinserción social” solo puede lograrse si se impide
que continúe consumiendo determinadas sustancias. Con respecto a su forma de abordaje utiliza un 
modelo reducido y simplificado de un sistema social, como plataforma de cambio y como catalizador del 
proceso terapéutico, buscando la rehabilitación del paciente. Estas comunidades tienen dos objetivos 
fundamentales:
1) La transformación del comportamiento patológico del paciente, brindándole herramientas para 
afrontar conflictos emocionales, ambientales y sociales.
2) La reestructuración o resocialización del paciente, haciendo propios los principios y valores 
comunitarios para su reincorporación a la sociedad y la puesta en práctica de un estilo de vida sana.
Villarino dice:” la comunidad terapéutica es también un producto social, una respuesta de la sociedad a 
aquellos que por intermedio de la droga han sido marginados o han decidido auto marginarse. Es un 
intento de reabsorberlos dentro de la sociedad productiva, ordenada y orientada a fines”
El fantasma principal sobre el cual se asientan las comunidades terapéuticas: la imagen del toxicómano. 
Tres formas de verlo: 
1) La imagen del “toxicómano contestario”.
2) La identificación del toxicómano con el “joven marginal” representando este “submundo de las 
drogas”.
3) Toxicómano como enfermo quien es víctima del “flagelo de las drogas”. 
Estas figuras se ponen en contacto con una idea fetichizada de la droga, capaz de atrapar al individuo 
conduciéndolo al delito y la enfermedad. El toxicómano es un sujeto “anormal”, carente de autonomía, 
racionalidad, libertad, que constituye un peligro para la sociedad. Algo debe hacerse con él para evitar su 
camino entre la droga, la adicción y la delincuencia. El primer paso para ello sería que se “asuma como 
tal” y es una clave del funcionamiento de las comunidades terapéuticas. 
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Alderete Alexis
¿Qué es una comunidad terapéutica?
Orígenes
 Se vincula con dos tradiciones diferentes:
1) Surgió en el contexto ingles a mediados del siglo XX a partir de Maxwell Jones quien tomo el 
nombre de “comunidades terapéutica psiquiátrica”
2) Vinculada con los programas Oxford, alcohólicos anónimos y synannon.
Las comunidades terapéuticas en hospitales psiquiátricos fueron puestas en práctica por Maxwell Jones 
en el hospital ingles de Belmont a mediados de la década del 40. Consistió en la transformación de 
terapias individuales en sesiones y métodos grupales, la terapia ambiental y la psiquiatría administrativa. 
Su principal aporte al concepto de Comunidad Terapéutica fue la búsqueda de la horizontalizacion de la 
gestión de la estructura hospitalaria, entendiendo que el compromiso y participación de los internos en el 
logro de las metas compartidas creaba una organización social con propiedades terapéuticas.
Con respecto a la segunda tradición su origen se compone por experiencias de grupos interrelacionadas 
que buscaban darrespuestas a personas calificadas como “adictas” y vinculadas con el consumo de ciertas 
sustancias. 
El grupo de Oxford consideraba a la enfermedad mental y al alcoholismo como signos de erosión 
espiritual y moral. Realizaban reuniones periódicas para fortalecer el espíritu de individuos con las 
deficiencias mencionadas. Esta ética del trabajo, la preocupación por el semejante constituyen este “ideal” 
moral adoptado por las Comunidades Terapeuticas.
El legado de Alcohólicos Anónimos (AA) se sintetiza en sus “doce pasos y tradiciones” como guía para 
el proceso de recuperación individual. Estos pasos enfatizan el reconocimiento de la pérdida de control del
sujeto sobre la sustancia consumida, el rendimiento ante un “poder superior” y la autoevaluación y 
necesidad de implicarse con otros, como medio para la “cura”.
Y por último el programa Synanon fundado en 1958, su fundador Charles Dietrich, tomando aportes de 
AA y el grupo de Oxford, creo un programa orientado hacia la constitución de subjetividad a través del 
tratamiento residencial de 24 horas, con el objetivo de lograr “modificaciones estructurales del sujeto y 
su ambiente”. Los individuos eran apartados de sus contextos sociales y habituales, utilizando el 
aislamiento, primero, y la “vida comunitaria”, después, como instrumentos de “aprendizaje social”.
Podemos decir entonces que la propuesta de M.Jones introdujo una modificación sustancial del rol del 
interno, considerando la gestión de lo cotidiano como elemento terapéutico. A partir del grupo de Oxford 
se introduce el criterio moralizante de rehabilitación. La doctrina de los “doce pasos y tradiciones” de AA 
despojan de autonomía y racionalidad al individuo declarándolo impotente frente al “poder superior” de la
sustancia, a la vez que se lo culpabiliza por los perjuicios ocasionados. Y la experiencia de Synanon 
integra los elementos anteriores en un tratamiento residencial de 24 horas, dirigidos por saberes 
profesionales específicos que buscan que el sujeto recupere la autonomía perdida.
Definición actual de comunidades terapéuticas
1) Desarrollan un tratamiento en etapas a partir de un sistema disciplinario de premios y castigos.
2) Todas sus actividades y descansos se reglamentan detalladamente
3) Poseen una estricta jerarquía en sus roles sociales y sus funciones laborales.
4) Poseen un estatuto valorativo al cual apelan para regular la vida comunitaria 
5) Las actividades se desarrollan en espacios con fronteras controlados por sus miembros.
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Alderete Alexis
Tratamiento en etapas
Se divide en Admisión, Tratamiento y Egreso. Esto permite una idea de progreso o avance. 
La Admisión consiste en un periodo en el cual el personal evalúa si el candidato y su familia poseen el 
perfil requerido, ello implica “evaluar la motivación y la demanda del tratamiento”. Se trata de encuentros 
sucesivos con el postulante y su núcleo familiar durante el cual son descartados “los casos” que se 
consideran inapropiados perturbantes de la dinámica comunitaria. Como primer requisito de admisión 
debe tener un compromiso de inmediata abstinencia de la sustancia en cuestión, de manera que el 
tratamiento se convierte en un “cambio en su vida” que evita recaídas. Existe en cada Comunidad cierto 
perfil trazable del sujeto inadmisible, por lo general los “sujetos violentos” que no presentan 
remordimientos de su “vida pasada” tienden a ser rechazados. Otra cuestión es que se presione al entorno 
familiar para ver su grado de compromiso y participación ya que dicha falta es criterio de exclusión. 
Además se exigen “pruebas” mediante sacrificios probatorios de su voluntad de cambio (ej.: que se corte 
el pelo, se saque los pierciengs, etc.).
El Tratamiento. En su fase inicial (los primeros 30 días) se busca del ingresado un residente pleno, se 
trata de la etapa de mayor aislamiento (no se permite visitas, objetos personales, etc.) ya que se busca la 
internalización de las normas comunitarias. Además se buscan consejeros en los residentes más avanzados
para reforzar la afiliación del ingresado, mediante los llamados “Counseling por modelos de rol”. De 
acuerdo a la evaluación que el personal realice de sus progresos se irá modificando la relación con el 
exterior. La clave de dicho proceso está en el modo en que el residente incorpore las pautas institucionales
y las contraponga a su vida anterior.
El resto del tratamiento se desarrolla sobre diferentes prácticas y discursos
1) “Sesiones terapéuticas individuales” que tienen un periodo según el nivel de cada institución y el
progreso en el tratamiento de cada residente.
2) Los “confrontes” con los miembros de la comunidad, son reuniones donde el residente es 
sometido a las críticas de sus compañeros, por lo general se realiza a diario. Dichos confrontes 
permiten la construcción de un “entorno vigilante y alerta”, donde la percepción que los residentes 
tengan entre si les sirve como herramienta de presión para el cambio individual.
3) Las “confesiones públicas” o “blanqueos” son ejercicios mediante los cuales los residentes 
ponen en conocimiento público hechos no revelados.
4) “Proyectos de salida”, se estipulan actividades y objetivos a fin de contrarrestar el “exterior” con 
los progresos del cambio individual.
5) Los “sermones” o “couseling”, aquí los residentes se reúnen en privado para realizarse 
observaciones mutuamente. 
6) “Asambleas generales diarias”, se reúnen todos los miembros para tratar temas puntuales de 
convivencia en la comunidad.
7) Los “grupos dinámicos” son reuniones generales para la “descarga de emociones”.
La consideración de los profesionales sobre el desempeño del residente en cada una de estas actividades 
determinara su ascenso en la jerarquía de roles sociales y funciones laborales, como y también le dará 
determinados privilegios. Las comunidades poseen además de un régimen de sanciones disciplinarias 
como ser: expulsiones, pérdida de privilegios, etc. 
Los privilegios y sanciones expresan aprobación y desaprobación, y refuerzan un sistema conductual. 
El Egreso implica la evaluación positiva del personal sobre el residente y culmina con un evento 
denominado “graduación”, tras dicho egreso son alentados a mantener vínculos informales con la 
institución. 
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Alderete Alexis
Actividades y descansos reglamentados
Un día típico contiene una jornada de 16 horas. La estructura y rutina del régimen diario le brinda una idea
de responsabilidad a los residentes.
Jerarquía en sus roles sociales y funciones laborales
Presentan un sistema social “piramidal” con controles, responsabilidades y niveles variables de autoridad. 
Poseen una jerarquía de funciones laborales, que explicita un camino para el logro de status social y 
posibilita una dinámica especular de construcción subjetividad entre superiores y subordinados. La tarea 
asignada se convierte en medio y referencia del progreso del tratamiento. La idea de ascenso, como 
resultado del esfuerzo personal, se considera un aprendizaje fundamental. El trabajo se convierte para ellos
en una base tangible del éxito personal dentro de la comunidad, y para los profesionales es un medio “para
trabajar sobre ciertas características del adicto”. Además se busca que el sujeto incorpore: hábitos 
personales, laborales, relaciones laborales, auto-control y valores laborales. 
Poseer un estatuto valorativo al cual apelan para regular la vida comunitaria
En las comunidades terapéuticas suelen exponer las “reglas cardinales” o “filosofía de la casa”, los 
contenidos suelen variar según cada caso. Dentro de las prohibiciones radicales al consumo de drogas, al 
sexo y al ejercicio de la violencia física, existen ciertos valores que alimentan el funcionamiento de la CT, 
como ser: el amor responsable, honestidad, responsabilidad, solidaridad y espiritualidad. Todo ello le debe
orientar y recordar al residente la dirección debida o “vida correcta”.
Actividades controladas por todos los miembros
El cuidado del aislamiento físico está a cargodel personal de seguridad, que vigila los ingresos y egresos 
de personas de las instalaciones de la Comunidad.
Vemos dentro de las comunidades terapéuticas que:
1) Tienen ciertos criterios de admisión, entre los cuales surge dos características: el requisito de 
abstinencia y el carácter “voluntario” del ingreso. 
2) La construcción de jerarquías, la división en etapas y el sistema de premios y castigos construyen 
asimetrías necesarias para el funcionamiento de una dinámica entre los residentes avanzados o no.
3) La constante exposición pública de los juicios mutuos genera un entorno de presión y vigilancia 
permanente entre los residentes. 
4) Vinculado con sus experiencias antecesoras, dentro de la CT se construye un pasado disvalioso.
5) Se culpabiliza a los residentes, paralelamente se los declara faltos de autonomía dada su 
dependencia a una determinada sustancia.
6) El aislamiento inicial es seguido de un proceso de incorporación de “normas comunitarias”, en un 
proceso de construcción de subjetividad.
7) Dichas “normas” se erigen sobre la presunta ausencia de ciertas ideas, valores y actitudes.
A modo de cierre podemos decir que en las CT, en primer lugar en el proceso de “admisión” se ingresa a 
la comunidad en mayor o menor medida por voluntad propia, “buscando ayuda”. 
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Alderete Alexis
Narcóticos Anónimos
¿Quién, Qué, Cómo y Por Qué? 
¿Quién es un adicto?
Una persona adicta es aquella cuya vida está controlada por las drogas. Estamos en las garras de una 
enfermedad crónica y progresiva que nos arrastra invariablemente a los mismos lugares: cárceles, 
hospitales y la muerte.
¿Qué es el programa de Narcóticos Anónimos?
Narcóticos Anónimos es una confraternidad o asociación sin ánimo de lucro compuesta por hombres
y mujeres para quienes las drogas se habían convertido en un problema muy grave. Somos adictos 
en recuperación y nos reunimos con regularidad para ayudarnos a permanecer «limpios». Sólo hay un 
requisito para ser miembro: el deseo de dejar de consumir. No estamos afiliados a ninguna otra 
organización, no tenemos cuotas de inscripción ni se pagan honorarios, no obligamos a nadie a que firme 
ningún documento ni a que haga promesa alguna. No estamos asociados a ningún grupo político, religioso
ni policial, y no estamos sometidos a la vigilancia de nadie. 
No nos interesa saber qué droga consumías ni qué cantidad, con quién te relacionabas, qué has hecho en el
pasado, sólo queremos saber qué quieres hacer con tu problema y cómo podemos ayudarte. El recién 
llegado es la persona más importante en nuestras reuniones, porque sólo podemos conservar lo que 
tenemos en la medida en que lo compartimos con otras personas. 
¿Por qué estamos aquí?
Porque la mayoría nos consideramos incapaces de afrontar la vida tal como es.
Después de llegar a NA nos dimos cuenta de que estábamos enfermos. Padecemos una enfermedad que no
tiene cura conocida. Sin embargo, puede detenerse en un momento dado y la recuperación es entonces 
posible.
Cómo funciona
 Estos son los principios que han hecho posible nuestra recuperación:
1) Admitimos que éramos impotentes ante nuestra adicción.
2) Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podía devolvernos el sano juicio.
3) Decidimos poner nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios.
4) Sin miedo hicimos un detallado inventario moral de nosotros mismos.
5) Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano la naturaleza exacta de 
nuestras faltas.
6) Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios eliminase todos estos defectos de carácter.
7) Humildemente le pedimos que nos quitase nuestros defectos.
8) Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos hecho daño y estuvimos 
dispuestos a enmendarlo.
9) Enmendamos directamente el daño causado a aquellas personas siempre que nos fuera posible, 
excepto cuando el hacerlo perjudicaría a ellos o a otros.
10) Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos 
rápidamente.
11) Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios.
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Alderete Alexis
12) Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar este 
mensaje a los adictos y de practicar estos principios en todos los aspectos de nuestra vida.
Pensar que el alcohol es diferente a otras drogas ha causado la recaída de muchos adictos. Padecemos la 
enfermedad de la adicción y si queremos recuperarnos debemos abstenernos de todo tipo de drogas.
Las Doce Tradiciones de Narcóticos Anónimos:
 Nuestro bienestar común debe tener prioridad; la recuperación personal depende de la unidad de 
NA.
 Solo hay una autoridad fundamental: un Dios
 El único requisito para ser miembro es el deseo de dejar de consumir.
 Cada grupo debe ser autónomo.
 Cada grupo tiene un solo propósito primordial: llevar el mensaje al adicto que todavía sufre.
 Un grupo de NA nunca debe respaldar, financiar ni prestar el nombre de NA a ninguna entidad 
allegada o empresa ajena, para evitar que problemas de dinero, propiedad o prestigio nos desvíen 
de nuestro propósito primordial.
 Todo grupo de NA debe mantenerse a sí mismo completamente, negándose a recibir 
contribuciones externas.
 Narcóticos Anónimos nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros centros de servicio pueden 
emplear trabajadores especializados.
 NA, como tal, nunca debe ser organizada, pero podemos crear juntas o comités de servicio que 
sean directamente responsables ante aquéllos a quienes sirven.
 NA no tiene opinión sobre cuestiones ajenas a sus actividades; por lo tanto su nombre nunca debe 
mezclarse en polémicas públicas.
 Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción; 
necesitamos mantener siempre nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio y el cine.
 El anonimato es la base espiritual de todas nuestras tradiciones, recordándonos siempre anteponer 
los principios a las personalidades.
El grupo
Un grupo de Narcóticos Anónimos es una reunión de dos o más adictos en recuperación que se 
encuentran a una hora determinada y en un lugar fijo, con el propósito de recuperarse de la enfermedad 
de la adicción. Desde el principio nos dimos cuenta de que cualquier adicto podía mantenerse limpio si 
seguía el ejemplo de otros miembros que vivían el programa de NA. Y lo más importante de todo es que 
aquellos que siguen asistiendo a nuestras reuniones se mantienen limpios.
Tu grupo habitual
Es un grupo en el que te sientes cómodo y al que asistes regularmente. A medida que vamos madurando 
juntos, crecen los lazos que nos unen. Es importante que todos aportemos algo, con un espíritu de 
colaboración y unidad, para el bien de NA en su totalidad.
La formación de un grupo
Para abrir un grupo, lo primero que se debe hacer es encontrar un local para las reuniones. Una vez 
conseguido el local hay que establecer el día y la hora de las reuniones, hacer los arreglos necesarios para 
abrir y cerrar el lugar y preparar todo lo que haga falta. Se debe establecer un sistema para pagar el 
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Alderete Alexis
alquiler; los grupos de NA siempre tienen que autofinanciarse. Es mejor que dos o más miembros se 
hagan responsables de las tareas del grupo. 
Una vez que haya suficiente apoyo y participación, se hace una reunión de trabajo en la que se establecen 
formalmente los asuntos del grupo (nombre, formato, etc.) y se eligen los servidores. 
Servidores de confianza
La Segunda Tradición dice: «Para el propósito de nuestro grupo, sólo hay una autoridad 
fundamental: un Dios bondadoso tal como pueda manifestarse en nuestra conciencia de grupo. 
Nuestros líderes no son más que servidores de confianza; no gobiernan.» Nuestros servidores son, 
pues, la columna vertebral del grupo, y su asistencia regular a todas las reuniones es extremadamente 
importante. Deben poseer ciertas cualidades:
 Buena voluntad y deseo de servir.
 Tiempo de recuperaciónen NA.
 Comprensión, conocimiento y trabajo de los Doce Pasos y las Doce Tradiciones de NA.
 Participación activa en el grupo.
El secretario
 Abrir y cerrar regularmente el lugar de reunión, ¡pase lo que pase!
 Elegir un moderador que lleve el mensaje de recuperación de NA.
 Asegurarse de que se haga café, té, etc. en la reunión.
 Llevar un registro de las reuniones.
 Comprar publicaciones y otros materiales.
 Fijar las reuniones de trabajo.
El tesorero
 Pagar los gastos del grupo
 Llevar la contabilidad.
 Respetar las decisiones del grupo sobre los gastos.
 Mantener informado al grupo sobre la situación económica.
Representante de servicios de grupo (RSG)
1) Asistir regularmente a las reuniones del comité de área.
2) Servir como miembro en este comité.
3) Servir como vínculo entre el área y el grupo.
4) Compartir las responsabilidades con el RSG suplente.
5) Tener actualizado el registro del grupo en la Oficina de Servicio Mundial (WSO).
Otras maneras de servir: Orador y moderador
El moderador
El moderador de la reunión, que también puede llamarse líder, responsable de la reunión etc., debe tener 
deseos de compartir su experiencia, fortaleza y esperanza. Es la persona responsable de mantener el ritmo 
de las intervenciones y de seguir el formato de la reunión. El moderador debe recordar que la reunión es 
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Alderete Alexis
de todos y debe abstenerse de hacer comentarios después de cada intervención. Suya es la responsabilidad 
de crear una atmósfera de recuperación
El orador
El miembro que se elija para hablar en una reunión, debe ser alguien que viva y trabaje el programa de 
recuperación de NA: los Doce Pasos y las Doce Tradiciones. 
El padrinazgo.
Una de las primeras sugerencias que muchos de nosotros escuchamos cuando empezamos a asistir a las 
reuniones de NA es la de buscar padrino. 
¿Quién es un padrino? 
Es un miembro de Narcóticos Anónimos que vive nuestro programa de recuperación y está dispuesto a 
construir una relación especial, de apoyo y personal con nosotros. 
No necesariamente es un amigo, pero puede ser alguien en quien confiamos. Con nuestro padrino 
podemos compartir cosas que tal vez no nos resultaría cómodo compartir en una reunión.
¿Qué hace un padrino?
Los padrinos comparten su experiencia, fortaleza y esperanza con sus ahijados.
¿Qué hace un ahijado?
Una de las sugerencias es tener contacto de forma habitual con nuestro padrino. Además de llamarlo, 
podemos quedar en encontrarnos en las reuniones. Algunos padrinos nos dirán con qué frecuencia esperan
que los llamemos, mientras que otros no fijan ese tipo de requisitos. Lo importante es que seamos 
honestos y escuchemos con una mente abierta.
¿Cómo conseguimos un padrino?
Para conseguir un padrino, lo único que tenemos que hacer es pedírselo a alguien.
Una buena regla general es buscar alguien con experiencias similares con quien podamos identificarnos 
con respecto a nuestros esfuerzos y logros. Para la mayoría, un padrino o madrina del mismo sexo facilita 
la identificación y ayuda a que nos sintamos más seguros en la relación. 
Programa de narcóticos anónimos 
Mantenerse limpio en la calle
La transición de un lugar de este tipo al mundo exterior no resulta fácil bajo ninguna circunstancia. La 
idea de una vida sin drogas puede asustarnos. Este folleto pretender ser un mensaje de esperanza dirigido a
quienes están en un hospital o en algún tipo de institución para que sepan que también pueden recuperarse 
y vivir libremente. Hemos escrito este folleto para compartir contigo algo que hemos descubierto que nos 
funciona.
Acude temprano y quédate hasta el final. Empieza tan pronto como te sea posible a entablar contacto con 
otros adictos en recuperación del grupo NA. Pídele sus teléfonos y llámalos; el aislamiento es esencial de 
la enfermedad de la adicción. Es un buen momento para que arregles con algún miembro un encuentro 
para cuando salgas. No nos podemos permitir el lujo de ser o sentirnos como extraños.
Mantenerse limpio en la calle quiere decir tomar la iniciativa, es un esfuerzo de la vida cotidiana. La 
adicción es una enfermedad que no se toma vacaciones, si no se la detiene, continua empeorando. Es un 
error creer que tener la intención de ir a NA dentro de algún tiempo es suficiente. Tenemos que consolidar
nuestras intenciones con acciones.
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Alderete Alexis
El padrinazgo es una parte vital del programa de recuperación de NA. Los nuevos pueden aprovechar la 
experiencia de los miembros que están viviendo el programa. Un padrino puede combinar el genuino 
interés personal por nuestro bien estar y compartir la misma experiencia de la adicción. Cuando el padrino
o la madrina que elegimos son del mismo sexo nos funciona mejor.
Trabajar los 12 pases que, junto a la asistencia regular a las reuniones, son los elementos básicos de 
nuestro programa de recuperación de la adicción. Trabajar los pasos en el orden en que están escritos y el 
continuo repaso de los mismos nos protege de recaer en la adicción activa y la infelicidad que esta nos 
trae. 
Nunca es demasiado pronto para fijar un programa de acción diaria. En lugar de buscar esa primera droga,
trata de hacer lo siguiente:
1) No consumas, pase lo que pase!
2) Asiste a una reunión NA.
3) Pídele a tu Poder Superior que hoy te mantenga limpio.
4) Llama a tu padrino.
5) Lee literatura NA.
6) Habla con otros adictos en recuperación.
7) Trabaja los 12 pasos de NA.
Cuando conectamos con las viejas amistades o damos vueltas por los viejos sitios, estamos poniendo en 
marcha una recaída. Somos impotentes ante la enfermedad de la adicción. Esa gente y esos lugares, nunca 
nos ayudaron a mantenernos limpios. Sería ridículo pensar que ahora va a ser distinto.
Para un adicto no existen sustitutos de la compañía de otros adictos en recuperación. NA no puede 
cambiar milagrosamente el mundo que nos rodea. En cambio, si nos ofrece la esperanza, la libertad y un 
modo diferente de vivir al cambiar nosotros. Es posible que pensemos que algunas situaciones siguen 
igual que antes, pero a través del programa NA, podemos cambiar la manera de reaccionar ante ellas.
Para el recién llegado
NA es una confraternidad o asociación sin ánimo de lucro compuesta por hombres y mujeres para quienes 
las drogas se habían convertido en un problema muy grave. Somos adictos en recuperación y nos 
reunimos con regularidad para ayudarnos a permanecer <<limpios>>. El único requisito es el deseo de 
dejar de consumir. No tienen que estar limpio cuando llegas, pero después de una primera reunión te 
sugerimos que sigas viniendo y que vengas <<limpio>>. No debes pensar que la adicción es un estado sin 
esperanzas de recuperación. La adicción es una enfermedad que puede afectar a cualquiera. Tratamos de 
vencer la adicción y en ocasiones nos fue posible hacerlo durante un tiempo, luego volvíamos a consumir 
más que antes. La adicción es una enfermedad progresiva como la diabetes. Somos alérgicos a las drogas. 
El final es siempre el mismo: cárceles, hospitales o la muerte.
Otro punto de vista
 Adicción no es libertad.
 Adicción no es crecimiento personal.
 Adicción no es buena voluntad: la adicción nos aísla de la gente. Somos hostiles, resentidos, 
egocéntricos, egoístas y nos desconectamos de todos los intereses externos. Vivimos con miedo y 
desconfianza.
 La adicción no es una forma de vida: le faltan a la adicción; la libertad, buena voluntad, acción 
creativa y crecimiento personal. Los únicos resultados de la adicción activa son la locura, los 
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hospitales, las cárceles y la muerte. En recuperación, mediante la ayuda de un poder superior y los 
pasos de NA todo es posible. Buscamos reconstruir o reintegrar nuestra trastornada y fracturada 
personalidad. Depende del Poder Superior, que nos proporciona respeto y confianza en uno mismo.
La recuperación y la recaída
La recaída es signo de fracaso total y largos periodos de abstinencia, un completo éxito. La 
abstinencia completa y continuaen estrecha colaboración e identificación con otros miembros de los 
grupos de NA, sigue siendo el mejor terreno para crecer.
Los adictos somos todos básicamente similares, diferimos en el grado de enfermedad y el tiempo de 
recuperación. Lo que tenemos se lo debemos a un Poder Superior a nosotros mismos, del cual 
dependemos.
Nuestro objetivo, por medio de los 12 pasos, es la recuperación y no la mera abstinencia física. Existen 
dos enemigos: la apatía y la postergación.
Sí, nos recuperamos
Tenemos una enfermedad o trastorno llamado adicción, una verdadera obsesión o compulsión. ¿Qué nos 
queda por hacer? O continuamos hasta el final amargo (cárcel, hospital o muerte) o encontramos una 
nueva manera de vivir.
Muchos adictos no se podían identificar con AA, por lo tanto, con otros adictos y algunos miembros de 
AA formamos, en 1953, NA donde el adicto se identificaría desde el principio. Existe una vieja mentira 
<<adicto una vez, adicto para siempre>>. Sí, nos recuperamos.
¿Soy adicto?
Solo tú puedes contestar esta pregunta. 
Las drogas terminaron controlándonos a nosotros. Si te identificas con nuestros problemas, tal vez puedas 
identificarte con nuestras soluciones. La adicción es una enfermedad traicionera que afecta todas las áreas 
de nuestra vida, incluso las que en un principio parecen tener poco que ver con la droga. Para el progreso 
para la recuperación primero tienes que admitir que tienes un problema con las drogas. El consumo de 
drogas ha hecho tu vida ingobernable. La adicción es una enfermedad que, sin la recuperación, termina en 
cárceles, hospitales, manicomios o con la muerte. La adicción nos quita la dignidad, el amor propio y 
hasta el mismo deseo de vivir.
Rodeados de otros adictos nos dimos cuenta que ya no estamos solos. 3 puntos conflictivos:
1) Somos impotentes ante la adicción y nuestra vida es ingobernable.
2) No somos responsables de nuestra enfermedad, somos responsables de nuestra recuperación.
3) Ya no podemos seguir echando la culpa de nuestra adicción a los demás, afrontamos nuestros 
propios problemas y nuestros sentimientos.
Solo por hoy
1) Solo por hoy pensare en mi recuperación, la vida sin drogas.
2) Solo por hoy confiare en alguien de NA que quiera ayudarme.
3) Solo por hoy tendré un programa.
4) Solo por hoy no tendré miedo.
Dejamos nuestra vida al cuidado de un poder superior. Nuestro poder supremo funciona a través de 
nosotros. Si hoy estamos limpios, cerca de nuestro poder superior y de nuestros amigos de NA, no 
tenemos por qué tener miedo.
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Asistir a las reuniones, trabajar los doce pasos, meditar diariamente y hablar con gente que este en el 
programa, es lo que hacemos para mantenernos espiritualmente sanos.
Bienvenidos a Narcóticos Anónimos 
Ofrece a los adictos una manera de vivir sin drogas. Estarás demasiado nervioso y pensando que todo el 
mundo te presta atención. <<Si tienes un nudo en el estómago, lo más probable es que no te hayas 
equivocado de lugar>>. Nadie cruza las puertas de NA por error. Te damos la bienvenida si quieres dejar 
de consumir. El único requisito de NA es el deseo de dejar de consumir. Ni siquiera después de haber 
parado de consumir las cosas cambiaron enseguida
La experiencia de un adicto con la aceptación, la fe y el compromiso
Tenía el deseo de dejar de consumir pero no sabía cómo. Era tan egocéntrico, había perdido el control. 
Deje de luchar y acepte que era un adicto, que mi vida era ingobernable, ningún control sobre la 
enfermedad. Me contaron que podía perder el deseo de consumir drogas viviendo el programa de NA, en 
NA vi una esperanza. Encontré la esperanza que necesitaba para empezar a cambiar.
El valor de compartir
No hay soluciones fáciles para los adictos en recuperación que no tienen una comunidad local de NA para 
darles apoyo y compañerismo. Además, es importante tener un padrino
La crisis
Los problemas forman parte de la vida y no desaparecen por el simple hecho de estar limpios. No 
debemos consumir, pase lo que pase. Mi fuente más segura de bienestar y conocimientos es mi poder 
superior.
Vivir el programa
A través de los doce pasos que son nuestro programa de acción para la recuperación, descubrimos la 
aceptación, la fe y la humildad. Llegamos a depender de un poder superior a nosotros mismos. Nuestra 
vida se convierte en algo que vale la pena y, solo por hoy, perdemos la obsesión de consumir drogas.
Guía para trabajar el cuarto paso de NA
Detallado y sin miedo…
Debemos tener una imagen completa de nosotros mismos. Ser honestos es lo primordial, no orientara 
hacia un descubrimiento de la forma en que nuestra enfermedad afectara nuestra vida. Antes actuábamos 
con una imagen distorsionada.
<<Si no haces un inventario minucioso volverás a consumir>>. En este caso, hay que volver al tercer paso
y confiar sin reservas en Dios. El cuarto paso es un proceso liberador y curativo.
El cuarto paso nos pide que hagamos un inventario moral. Lo bueno: capacidad de sacar a relucir lo mejor 
que tenemos dentro y consolidar nuestra recuperación. Lo malo: sacar a relucir lo peor de nosotros y 
debilita nuestra recuperación. 
Si habíamos robado dinero a nuestros padres para comprar drogas, está claro que esto fue una falla ¿Cuál 
fue su naturaleza? Nuestro egocentrismo, miedo, honestidad y nuestra consideración. 
El cuarto paso nos enseña a descubrir las cosas que interfieran en nuestro camino y la que nos ayuda.
Esquema general
Cada uno de nuestras situaciones intenta ver donde te equivocaste, cuales fueron tus motivaciones y cuál 
fue tu papel. Nuestra conducta de antes, durante y después de la adición activa, empiezan a aparecer 
pautas de conductas típicas que se repiten. El objetivo del inventario es averiguar la verdad, mirando 
fríamente la realidad. 
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Antes de empezar a escribir, pídele a Dios que te de valor para ser exhaustivo y poder trabajar sin temor.
El resentimiento: Causaron malestar
1) Haz una lista de las personas, organizaciones e ideas con las que estas resentido. Personas, 
instituciones o ideas con las que estés enfadado.
2) Haz una lista de causa o causas de los resentimientos, motivos de nuestra ira.
3) Donde nos equivocamos y cual fue nuestro papel en la situación
4) Las situaciones en las que estamos seguros de tener razón, requieren especial atención y discusión 
con el padrino. Identificar muchos defectos de carácter. Aceptar a las otras personas tal como son.
Las relaciones personales
1) Lista de relaciones personales y los aspectos negativos y positivos de las mismas. Poner la atención
sobre nuestros errores e identificar nuestra necesidad de “tener siempre razón”. La autocompasión 
es una manera de manipular a los otros en beneficio propio.
2) Lista de tus relaciones sexuales.
3) Secciones 1 y 2, resume la manera en que te afecto y procura identificar cuáles son los defectos de 
carácter que aparecen. Muchos de nuestros defectos de carácter dañaron nuestras relaciones 
personales. Nuestra adicción jugo un papel importante en nuestro trato con la gente, los lugares y 
las cosas.
La autoobsesión y el egocentrismo: obsesionados con nosotros mismos. Nuestros defectos de carácter 
tienen origen en nuestro egocentrismo. Queríamos todo a cambio de nada. Debemos prestar atención a los 
sentimientos, aprender a identificar lo que podamos sentir. Palabras que ayudan a identificar nuestros 
sentimientos: culpabilidad, vergüenza, miedo, engaño, negación, etc.
1) Examina cada uno de los sentimientos de la lista de arriba. Haz una lista de las que experimentas 
más a menudo y de las situaciones que pueden aparecer.
2) Trata de ver qué papel desempeña la autoobsesion y el egocentrismo.
La vergüenza y la culpabilidad: Profundos y oscuros secretos debieron a nuestra enfermedad.
 Reconocer nuestros sentimientos y nuestros defectos de carácter.
Los momentos en que nos sentimos víctimas: Es posible que nos hayamos sentido victimas en algún 
momento. Hemos desarrollado el hábito de reaccionar frente

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