Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
649 Rev. Salud Pública. 20 (5): 649-654, 2018 Las políticas de salud, un campo de estudio transdisciplinar Health policies, a transdisciplinary field of study Jesús A. Ortega Bolaños Recibido 30 junio 2018 / Enviado para modificación 22 julio 2018 / Aceptado 12 agosto 2018 RESUMEN Proponer políticas o recomendaciones para intervenir la salud hoy día, requiere reco- nocer que las políticas sanitarias pretenden resolver estados de salud causados por extrema pobreza e inequidad en distintos estilos y condiciones de vida. Se requiere develar intereses de actores más cercanos a la eficiencia que a la equidad sanitaria, en escenarios de desigualdad sanitaria evidenciados por diferentes gradientes de salud en poblaciones desventajadas del país. Los análisis de política sanitaria requieren integrar la medición, descripción y participa- ción política con políticas de reconocimiento frente al escenario sanitario, generando conciencia frente a capacidades y derechos humanos fundamentales. Los aportes de saberes desde diferentes disciplinas de las ciencias de la vida o de otras ciencias podrían mostrar campos transdisciplinares de generación de conoci- miento, formación e investigación aplicada que pretenden distanciarse de análisis racionales, siendo fundamental enfatizar en factores cognitivos, retóricos y narrativos que evidencien ideologías de dominación en distintos momentos de decisión que con- figuran una política pública en salud. La construcción de un campo de estudio transdisciplinar en políticas de salud, permitiría vincular enfoques críticos para comprender la justicia social a partir de teorías emergen- tes sobre el reconocimiento y las capacidades en diferentes esferas de la vida social. Podríamos indagar como se constituyen los sistemas de salud, las prácticas sociales en salud; entender categorías de estudio que expresen inequidades sanitarias y per- mitan un abordaje teórico metodológico frente a expresiones sanitarias emergentes individuales y colectivas como la enfermedad crónica, la violencia, el maltrato físico, la exclusión social. Palabras Clave: Políticas de salud; salud; disparidades en el estado de salud; teoría crítica; derechos humanos colectivos (fuente: DeCS, BIREME). ABSTRACT Nowadays, proposing policies or recommendations regarding intervention requi- res recognizing that our health policies aim to resolve health conditions caused by extreme poverty and inequity in different styles and living conditions. It is necessary to unveil the interests of actors closer to efficiency than to health equity, in scenarios of inequality that are made evident through gradients in health among disadvantaged populations of our country. Health policy analyzes require integrating measurement, description and political par- ticipation with recognition policies in a health context, generating awareness of funda- mental human rights and capabilities. The contributions of knowledge from different disciplines of life sciences or other scien- ces may show transdisciplinary fields of knowledge generation, training and applied research that seek to distance themselves from rational analysis. This is fundamental to emphasize cognitive, rhetorical and narrative factors that portray the dominant ideo- logies that make up a public health policy at different decision times. The construction of a transdisciplinary field of study in health policies would link critical JO: MD. Esp. Epidemiologia, M. Sc. Salud Pú- blica. Ph. D. Ciencias Sociales Niñez y Juventud. Docente, Facultad de Medicina. Departamento de Salud Pública. Universidad Nacional de Co- lombia. Bogotá, Colombia. jesaortegab@unal.edu.co Ensayo / Essay DOI: https://doi.org/10.15446/rsap.V20n5.73891 REVISTA DE SALUD PÚBLICA · VoLUmEn 20 (5), oCTUBRE 2018 650 approaches to understanding social justice based on emerging theories on recognition and skills in different spheres of social life. This could also be useful to investigate how health systems and social practices in health are constituted, as well as to understand study categories that express health inequities and allow for a methodological theoretical approach to emer- ging individual and collective health expressions such as chronic illness, violence, physical abuse, and social exclusion. Key Words: Health policy; health; health status disparities; critical theory; collective human rights (source: MeSH, NLM). Proponer políticas o recomendaciones para interve-nir la salud hoy día, requiere reconocer en el esce-nario postmoderno, estados de salud causados por extrema pobreza, inequidad, estilos y condiciones de vida; detrás de este discurso técnico y político se requiere deve- lar intereses de actores más cercanos a la eficiencia que a la equidad sanitaria, inmersos en escenarios de desigual- dad sanitaria con gradientes de salud diferenciales en las poblaciones más desventajadas (1). ¿Cómo afectar estados de salud, más allá de abordajes biologistas de intervención individual con su propósito de reparación biológica? ¿Cómo entender que los siste- mas sanitarios de los países, privilegian atenciones y tec- nologías que intervienen estados sanitarios mórbidos y riesgos individuales? O cuestionarse sobre decisiones so- ciales, políticas o técnicas sobre ¿cuál es la mejor opción para manejar una sociedad con problemáticas sanitarias producto de externalidades negativas donde la concep- ción de salud pública no está clara y su efectividad no es entendida ni es tenida en cuenta? Si tenemos distintos estados de salud frente a un mis- mo evento sanitario, Seguro del Pozo (2) propone que estas desigualdades en salud, presentan un gradiente di- ferencial con deterioro de la salud en prejuicio de gru- pos sociales más desventajados en la escala social rela- cionados con una distribución inequitativa de recursos y agencia en la sociedad. Desigualdades que operan distinto a nivel rural o urbano, mediadas por clase social, raza, género, etnia, ingreso, tipo de educación y ocupación (3). Pretender incidir en la salud de una sociedad particu- lar, requiere reconocer estados de salud y bienestar como un problema socialmente relevante; tipifica diversos tipos de formulación y aplicación de políticas públicas sanita- rias, y propone a las Políticas Públicas de Salud como un campo de estudio transdisciplinar. Dentro de la polisemia de aproximaciones sobre la con- cepción de políticas públicas, es relevante resaltar el tra- bajo que propuso Roth (4) como un conjunto conformado por uno o varios objetivos colectivos para orientar com- portamientos que modifiquen situaciones insatisfactorias. Las políticas públicas son objeto de estudio desde di- ferentes saberes y disciplinas como el derecho, la admi- nistración, la psicología, la sociología, la economía, etc., pero la especificidad del “análisis de las políticas de salud” requiere de enfoques y corrientes multiparadigmáticas de pensamiento, con diversas metodologías y herramientas de intervención, reconociendo que estas políticas relacionadas con el bien salud, requieren de un diálogo de saberes con participación de actores políticos, técnicos y sociales (5). El análisis y evaluación de políticas públicas sanitarias se asocia con procesos de elección cuyos efectos e impac- tos afectan el proyecto de vida y bienestar de las personas, su interés colectivo y la vida cotidiana. Este ejercicio no puede considerarse un ejercicio empírico metodológico que reduce y cosifica una realidad dinámica como es el fenómeno salud, sino que requiere una gran profundidad en la forma de ser aprehendido por el investigador, el es- tudiante, los grupos sociales involucrados o el analista técnico de políticas y programas sanitarios. Requiere de un escenario ontológico y epistemológico previo que permita transcender paradigmas positivistas y tecnocráticos inclinando la construcción de conocimiento de estas políticas en contexto desde paradigmas más emer- gentes como la teoría crítica y el constructivismosocial (6). El investigador de política sanitaria no puede abstraer- se del contexto y la situación particular de cada política sanitaria, al realizar sus análisis con una mirada unidis- ciplinaria y/o evaluaciones con enfoque economicista costo/beneficio que son dominantes en muchos ámbitos académicos, gubernamentales y de administración públi- ca. Los acercamientos con otros saberes para ver la sa- lud como “problema político”, permitirán avanzar en la construcción de un campo transdisciplinar que aborde la emergencia de núcleos problémicos sanitarios actuales. Con los anteriores supuestos, definimos la política pú- blica en salud como: «Posibilidades de respuesta basadas en una concepción de justicia que permita pluralismo en su construcción y aplicación desde la sociedad y el Estado para responder a la deficiente situación de salud que actualmente afecta a toda la sociedad colombiana, permitiendo construir socialmente un estado de salud en sus ciudadanos, suficiente para desarrollar proyec- tos de vida que afecten positivamente su calidad de vida, su salud y su bienestar». ¿Cuál es el problema que las políticas sanitarias preten- den resolver?, en este sentido, el problema tiene varias di- mensiones: a. Persisten desigualdades e inequidades sani- tarias en la mayoría de la población; b. Alta concentración Ortega – POlíticas de salud un camPO transdisciPlinar 651 de riqueza, con diferenciales de calidad de vida y mejores estados de salud en las personas más ricas; c. Sistemas de salud que priorizan eficiencia sobre equidad sanitaria; d. Prescripciones y enseñanzas sin comprender la realidad social, insistiendo en relaciones empíricas entre variables que tratan de acercarse a fragmentos de la realidad con- siderados una única verdad, sin llegar a reconocer y com- prender una realidad particular (7). Las políticas de salud, como un objeto formal de estu- dio, configuran un dispositivo postmoderno que instru- mentaliza ideologías manteniendo poder y hegemonía, que no solo orientan un sector sanitario, sino que requie- ren mirarse desde un pensar crítico que profundice más allá de escenarios democráticos actuales con regulaciones sanitarias orientadas por el mercado comprendiendo rela- ciones de dependencia entre países y regiones, teniendo como propósito una verdadera justicia social. Según Virchow, La política como medicina a gran esca- la, (8), impulsa a repensar diferentes formas de prescrip- ción sanitaria encargadas de responder a la problemáti- ca sanitaria orientando acciones de planeación nacional, sectorial y local con una mirada tecnocrática dependiente de intereses que privilegian sostenibilidad financiera de estructuras de poder en detrimento de las necesidades so- ciales en salud de la población. Las políticas de salud se despliegan a partir de una pla- neación sanitaria institucional, que formula e implemen- ta intervenciones sanitarias sin reconocimiento, acepta- ción y legalización social, teniendo distintas expresiones como: políticas de aseguramiento individual, o persisten- cia de programas focalizados; propuestas que configuran cambios en estilos de vida constituyéndose en una vía expedita para garantizar hegemonía en tecnologías y sa- tisfactores de calidad de vida configurando un espacio de inversión de capital con una plusvalía garantizada. Los campos de conocimiento en las políticas de salud Los aportes de saberes desde diferentes disciplinas de las ciencias de la vida o de otras ciencias, interrogan sobre el diálogo realizado en pro de construir un conocimiento más allá de la concurrencia disciplinar, avanzando en formas transdisciplinares de ver el fenómeno salud. Según Nico- lescu (1996: p.37), el enfoque transdisciplinar trasciende el paradigma disciplinar superando al objeto y la ontología que hizo posible los saberes especializados, permitiendo otras comprensiones de la investigación disciplinar, el contexto y al sujeto pensante que son parte de una misma realidad. Como campo de estudio político Proponer las políticas de salud como un campo de estudio político, requiere fijar una postura de pensamiento consi- derando la salud un objeto que impresiona a quien quiere conocerlo, por consiguiente, el diálogo de saberes técni- cos y populares permitiría avanzar en el estudio transdis- ciplinar del fenómeno salud. En este sentido, una actitud reflexiva frente a la proble- mática sanitaria nacional, es parte de pensar la salud desde un paradigma crítico, que permita según Hegel, un signi- ficado constitutivo con iguales derechos de libertad indivi- dual para cualquier forma de libertad comunitaria (9). La actitud crítica se construye!. Según Dussel (10) los pensadores críticos hoy se mueven entre escepticismo e idealismo, reconociendo una sociedad global compleja y contradictoria con potencial revolucionario y capacidad para transformarse en “actor colectivo político, dejando de ser un sujeto histórico sustancial fetichizado”; postu- ra compartida por pedagogos críticos radicales como Gi- roux y Apple (11,12), que ven procesos formativos como práctica política social y cultural que cuestiona formas de subordinación en el aula de la vida. Nuestra modernidad ensombrecida, tiende a desapare- cer el sujeto autónomo configurando desigualdad social, un desafío para la salud pública de hoy. Intervenir el escenario sanitario actual, orientado desde un enfoque de eficiencia modulado por un mercado de seguros sanitarios y conteni- do en una economía capitalista que regula la respuesta a las necesidades sociales en salud, requiere según Marx, alcan- zar una solidaridad social y una libertad comunitaria (13). Pensadores de la segunda y tercera generación de la Escuela de Frankfurt, como Alfred Schmidt; Oskar Negt y fundamentalmente Axel Honneth, muestran la vigen- cia del pensamiento crítico, formulado inicialmente por Adorno y Hockheinmer (14), que si bien propusieron una reflexión filosófica profunda, cuestionada por sus discí- pulos representan un escenario de actitud crítica contem- poráneo, al continuar una corriente de pensamiento mar- xista y pretensión de una revolución contrahegemónica que reconfigure la sociedad actual alcanzando un ejercicio de derechos y reconocimientos, aplicados al escenario sa- nitario con mayor libertad y democracia en pro de una verdadera justicia social. El pensamiento crítico realiza vigilancia epistemológi- ca de su quehacer permitiendo identificar racionalidades instrumentales que legitiman y mantienen estructuras de poder con instrumentos políticos que extraen valor a la mayoría de las personas que conviven en sociedades vulnerables (15). Como campo de investigación La investigación formativa y profesional en políticas de salud es un campo relativamente joven en alc, construi- do desde enfoques paradigmáticos racionales, privilegian- REVISTA DE SALUD PÚBLICA · VoLUmEn 20 (5), oCTUBRE 2018 652 do la medición a partir de datos con la intencionalidad de evaluar objetivos y metas nacionales soportadas en indi- cadores trazadores, desconociendo la realidad sanitaria de toda la población colombiana. Las políticas sanitarias transcienden su abordaje dis- ciplinar, al reconocer la complejidad de sus elementos constitutivos y su pluralismo metodológico permite un análisis político mas comprensivo de distintos momentos del ciclo de las políticas, como la problematización del problema político, su formulación, la decisión e imple- mentación y la evaluación política. En este sentido, el prisma que permitiría avanzar en análisis robustos de política pública incorpora el juicio orientado desde paradigmas críticos y constructivistas reconociendo el saber popular en diálogo con el saber téc- nico de expertos, configurando un análisis político plural con participación directa de ciudadanos, superando la fa- llida democracia representativa. Se requiere constituir un programa de investigación transdisciplinar que aborde núcleos problemicos funda- mentalesde la salud colombiana; reto que requiere acer- car áreas de conocimiento más comprensivas que permi- tirían como país responder a retos emergentes y actuales de salud individual y colectiva. Como campo de formación Consideramos que los ejercicios formativos y de extensión para generar competencias de expertos, analistas políti- cos, stakeholders o policymakers, requieren un profundo cambio en su paradigma pedagógico, orientando didácti- cas y formas de saber hacer política sanitaria, reconocien- do otros saberes, disciplinas y experiencias que constitu- yen conocimientos y metodologías de análisis enfatizando en métodos de las ciencias sociales, como la semiótica o el Análisis Crítico del Discurso (acd), que no han tenido la apertura y el desarrollo para entender y comprender nuestras actuales políticas públicas sanitarias. La formación de postgrado requiere adoptar y profundi- zar en el pluralismo ontológico del bien salud, así como en aspectos epistemológicos de construcción de conocimiento permitiendo orientar metodologías para constituir progra- mas de investigación transdisciplinar, con argumentos par- ticulares que transciendan verdades absolutas reconocien- do discursos argumentativos y retóricos menospreciados en los análisis racionales dominantes de política pública. Se requiere entonces repensar procesos de formación para el análisis de políticas públicas sociales, más allá de miradas, saberes y disciplinas postpositivistas proponien- do metodologías críticas más cercanas a la cualidad que a la cantidad o la medición, con un diálogo más fluido entre la razón, los sentimientos y las emociones. Formas plurales de hacer políticas El análisis sobre diferentes momentos de la política sa- nitaria, nos introduce en la discusión y propuesta meto- dológica de finales de siglo XX, propuesta por Dror en los 70’s (16), más allá de la mirada disciplinar, para dis- cernir entre sentimientos o emociones, a partir de crea- tividad, intuición, simpatía, reconocimiento, o represen- tación; configurando una robusta caja de herramientas observacionales que permitan entender y comprender políticas sanitarias como objeto de estudio que trans- ciende la mirada multidisciplinar hacia miradas mas emergentes con enfoque transdisciplinar. Estos avances teóricos orientan y generan reflexivi- dad en procesos de análisis político integrándose con el segundo momento propuesto por Torgerson (17), de que “todo es político”, considerando las “políticas públicas saludables”, insuficientes para reconocer par- ticipación y deliberación ciudadana en escenarios de construcción política sanitaria. Los métodos de análisis avanzaron a un tercer momen- to incluyendo el contexto donde diferentes actores inte- ractúan con estas políticas profundizando su compren- sión. Un último elemento se incorporó al análisis político y correspondió a la participación social con juicios argu- mentados logrando el actual nivel de conocimiento sobre el análisis político- cuarta generación. Metodología que permitió romper vínculos directos de causa-efecto entre desenlaces políticos y políticas públi- cas sanitarias, al adoptar posturas reflexivas con enfoques argumentativos, retóricos y de persuasión inscritos en procesos de construcción y agendamiento del problema político sanitario, para tomar decisiones conjuntas con la sociedad, para reinterpretar la problemática sanitaria. Todos los aparatos ideológicos trabajan con mediacio- nes en la sociedad de hoy, como la justicia, la salud y la educación, requiriéndose según Freire (18), de energía emancipadora en la cual el pensamiento crítico reconoce dinámicas cambiantes en la sociedad de hoy que se resis- ten a una formula reduccionista para englobar la necesi- dad sanitaria de todos y mantener poder político. McLaren (19), discípulo de Freire (20), propone edu- cación crítica a través de una pedagogía revolucionaria frente a la violencia mundial orientada hacia los más desventajados de la sociedad, por lo cual requerimos un proceso educativo crítico y de investigación social relacio- nando su quehacer con la ideología de poder e intereses que están sumergidas en estos contextos. Estos abordajes metodológicos visibilizan ideologías, representaciones políticas, derechos y autonomías, para entender conductas individuales y colectivas de grupos vul- nerables de la sociedad frente al accionar público y político Ortega – POlíticas de salud un camPO transdisciPlinar 653 gubernamental, representando con su retórica a poliarquías que aspiran a mantener escenarios de poder burocrático. ¡A manera de discusión! La discusión multicultural postmoderna sobre respeto y reconocimiento introduce la importancia de la diferencia (21), en relación con el ciclo vital, las creencias, la discapa- cidad, la pertenencia étnica y el género; también relaciona el reconocimiento con las relaciones filiales (amor), el ejerci- cio de derechos o la solidaridad comunitaria (estima). Aquí es relevante preguntar por ¿Cuál es el contenido moral del reconocimiento?, el cual podría estar relacionado con dere- chos y deberes universales, el cuidado asistencial y la esti- mación valorativa de sujetos frente a la atención sanitaria. En este sentido, Honneth (22), plantea que para ser reconocidos se requiere de integraciones con esferas de reconocimiento cada vez más grandes, como podrían ser las heridas físicas con consecuencias como la injusticia moral; las heridas morales ocasionando negación o no re- conocimiento y la humillación con el consecuente despre- cio por la integridad personal (23). El no reconocimiento o “ser invisible” puede ser consi- derado evidencia de desprecio social (24), comportamien- to observado en los ciudadanos al ser menospreciados en distintos procesos de construcción, implementación y eva- luación de política sanitaria; Aquí “la crítica” es posible en relación con patologías de sociedad capitalista o la paradoja de la modernización capitalista (25). Honneth tiene ante- cedentes, no solo del pensamiento de Hegel, sino que en su configuración encuentra el respeto como categoría que asume la función de un principio supremo de toda moral conteniendo el núcleo del imperativo categórico para tratar a cada persona como si tuviera un fin en sí misma. En este sentido, la maduración de su pensamiento frente al reconocimiento y a la comunicación (26), mues- tra un acumulado teórico con efectos positivos y negati- vos, que pueden observarse y aplicar al escenario sanitario como «patologías sociales» referidas a la identificación no pública del individuo, reificación (27) o cosificación como olvido del reconocimiento (28); o también en forma posi- tiva como reconocer (29) o apreciar en escenarios públi- cos (30) el ejercicio de derechos. Por lo anterior, debemos participar activamente en visi- bilizar la dominación ideológica de élites de poder (31) que a través de mediaciones en los cursos de vida -los cuales comienzan en la familia (32) y se perpetúan en los demás ámbitos sociales- van constituyéndose en procesos emanci- padores de las clases oprimidas. Responder a este tipo de do- minación requiere apropiar formas de reconocimiento más allá de la asistencia sanitaria, como el amor filial, el respeto moral, la solidaridad o la lealtad con nuestros semejantes. En nuestra propuesta de campo de estudio transdisci- plinar de las políticas de salud, es fundamental enfatizar en factores cognitivos, retóricos y narrativos, subsumiendo elementos objetivos e institucionales evidenciando efectos de estrategias discursivas sobre el comportamiento políti- co, e ideologías de dominación en distintos momentos de decisión que configuran una política pública sanitaria (33). También, Roe (34), consideraba relevante incorporar en los postgrados, módulos de crítica literaria y estudios culturales relacionados con políticas públicas, reconocien- do la voz social a partir de narrativas -estudios de caso- que podríamos apropiar al analizarpolíticas sanitarias. Proponer un campo de estudio sobre políticas de sa- lud, permitirá comprender procesos de dominación entre hombres frente al respeto, al reconocimiento y al honor, reconociendo transacciones sociales donde el hombre po- dría perder su seguridad para ser objeto de estimación so- cial, o ser más vulnerable al reconocer un ámbito moral que afecte su identidad o autonomía. Otras formas de comprender la justicia social en salud, a partir de teorías emergentes como políticas de reconoci- miento y capacidades en diferentes esferas de la vida so- cial permitirán indagar sobre constitución de prácticas so- ciales en salud y avanzar en categorías como la violencia, el maltrato físico, la exclusión social que expresan y posi- bilitan mayor comprensión a nivel teórico metodológico. Aquí es relevante precisar que, la salud desde una mi- rada de justicia distributiva quedaría subsumida en for- mas recíprocas de reconocimiento de derechos a partir de relaciones de amor, amistad, simpatía y solidaridad, las cuales deben confluir en mejores capacidades y funciona- mientos del ser y la sociedad, con una mayor agencia para movilizar sujetos y comunidades frente a un bien público común, como sería la salud y el bienestar. REFERENCIAS 1. Rousseau JJ. El contrato social. Disponible en: https://goo.gl/6iY4g6. 2. Seguro del Pozo J. Desigualdades sociales en salud: conceptos, es- tudios e intervenciones (1980-2010). Bogotá́: Universidad Nacional de Colombia. Doctorado Interfacultades en Salud Pública, 2013.Disponi- ble en: https://goo.gl/BqWKc3. Consultado en enero de 2019. 3. Vega-Romero R. Igualdad y diversidad. Un enfoque crítico de la justicia social en la salud. Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana; 2010. 4. Roth AN. Políticas Públicas. Formulación, implementación y evalua- ción. Bogotá: Ediciones Aurora; 2002. p. 24. 5. Ortega-Bolaños J., Alba-Muñoz MI Discursos interpretativos y prác- ticas deliberativas: Propuesta metodológica para formulación de po- líticas públicas sanitarias en Colombia. Rev. Salud Pública (Bogotá). 2018; 19(3):386-392. 6. Denzin NK, Lincoln YS. The Sage handbook of qualitative research, part II. Paradigms and perspectives in contention. Los Ángeles: SAGE; 2018. 7. Estrada JH. Apuestas actuales de articulación de Teoría Crítica y Sa- lud: desarrollos y aportes desde Latinoamérica. En: Las Ciencias So- ciales en su desplazamiento. Buenos Aires: Clacso; 2017. p. 55-69. REVISTA DE SALUD PÚBLICA · VoLUmEn 20 (5), oCTUBRE 2018 654 8. Waitzkin H. Un siglo y medio de olvidos y redescubrimientos: las per- durables contribuciones de Virchow a la medicina social. Medicina So- cial. Montevideo: ALAMES; 2006; 1(1): p. 5-10. 9. Restrepo C. El cuerpo del espíritu consideraciones sobre la concep- ción del cuerpo en Hegel. Universidad Antioquia. Discusiones filosófi- cas. 2008; 14:25-43. 10. Dussel E. 20 Tesis de política. México: Siglo XXI – CREFAL; 2006. 11. Martínez LG. La Pedagogía crítica de Henry A. Giroux. Instituto Tec- nológico y de Estudios Superiores de Occidente. Revista Electrónica Sinéctica. Jalisco 2006; (29):p.83-87. Disponible en: https://goo.gl/1d- vC15. Consultado enero 2019. 12. Apple M. Divina tecnología. Género, cultura y el trabajo de la escuela en casa. Revista de la Asociación de Sociología de la Educación. Uni- versidad Complutense de Madrid. Madrid. 2008. 1(2): p.22-41 13. Morón A. Igualdad y Libertad: Fundamentos de la Justicia Social. 2013; 2(1):173-194. 14. Adorno T, Horkeimer M. Dialéctica de la Ilustración. Madrid: Editorial Trota; 1998. 15. Gogol E. El concepto del otro en la liberación latinoamericana. La fusión del pensamiento filosófico emancipador y las revueltas sociales. México: Writers´Colletive, Cranston, Rhode Island/Juan Pablos Editor; 2004. 16. Dror Y. Prolegomena to Policy Sciences. Policy Sciences. 1970; I:135-150. 17. Torgerson D. Between Knowledge and politics: Three faces of policy analysis. Policy sciences. 1986;19:33-59. 18. Freire P. Pedagogía del oprimido. Madrid: Siglo XXI; 2003. 19. McLaren P. Red Seminars, Radical excursions into educational theory, cultural politics, and pedagogy. Nueva Jersey: Hampton Press; 2005. 20. Freire P. Pedagogía de la esperanza. México: Siglo XXI; 1999. 21. Taylor C. El multiculturalismo y "la política del reconocimiento". 2 edi- ción. México: FCE; 2009. 22. Honneth A. Reconocimiento y obligaciones morales. Frankfurt: Univer- sidad de Goethe, RIFP/8(1996). 1997a. p. 5-17. 23. Honneth A. La lucha por el reconocimiento: por una gramática moral de los conflictos sociales. Barcelona: Editorial Crítica; 1997b. 24. Honneth A. Invisibilidad. Estaciones de una teoría de la intersubjetivi- dad; 2003. 25. Honneth A. Una patología social de la razón. Acerca del legado inte- lectual de la teoría critica. En: Leyva G, editor. La Teoría Crítica y las tareas actuales de la crítica. México: Anthropos; 2005. 26. Habermas J. Teoría de la acción comunicativa. Volumen 1: Racionali- dad de la acción 27; 1987. 27. Honneth A. Reificación. Un estudio en la teoría del reconocimiento. Madrid: Katz; 2007. 28. Honneth A. Patologías de la razón. Historia y actualidad de la Teoría Crítica. Madrid: Katz; 2009. 29. Honneth A. Crítica del agravio moral. México: Fondo de cultura econó- mica; 2010. 30. Honneth A. La sociedad del desprecio. Madrid: Trotta; 2011. 31. Hobbes T. Leviatán, capítulo I, el Hombre. Buenos Aires: Editorial Lo- zada; 2003. 32. Engels F. El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. Madrid: Alianza; 2008. 33. Perelman C. L´empire rethorique. Urin: Paris; 2002. 34. Roe, E. Narrative Policy Analisis. London: Duke University press; 1994. 35. Nicolescu B. La Transdisciplinariedad. Manifiesto. Multiversidad Mun- do Real Edgar Morín. Edición 7 Saberes. Traducción Mercedes Vallejo Gómez. México; 1996.
Compartir