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Rev. Salud Pública. 20 (5): 649-654, 2018
Las políticas de salud, un campo de estudio 
transdisciplinar
Health policies, a transdisciplinary field of study
Jesús A. Ortega Bolaños
Recibido 30 junio 2018 / Enviado para modificación 22 julio 2018 / Aceptado 12 agosto 2018 
RESUMEN
Proponer políticas o recomendaciones para intervenir la salud hoy día, requiere reco-
nocer que las políticas sanitarias pretenden resolver estados de salud causados por 
extrema pobreza e inequidad en distintos estilos y condiciones de vida. Se requiere 
develar intereses de actores más cercanos a la eficiencia que a la equidad sanitaria, en 
escenarios de desigualdad sanitaria evidenciados por diferentes gradientes de salud 
en poblaciones desventajadas del país.
Los análisis de política sanitaria requieren integrar la medición, descripción y participa-
ción política con políticas de reconocimiento frente al escenario sanitario, generando 
conciencia frente a capacidades y derechos humanos fundamentales.
Los aportes de saberes desde diferentes disciplinas de las ciencias de la vida o de 
otras ciencias podrían mostrar campos transdisciplinares de generación de conoci-
miento, formación e investigación aplicada que pretenden distanciarse de análisis 
racionales, siendo fundamental enfatizar en factores cognitivos, retóricos y narrativos 
que evidencien ideologías de dominación en distintos momentos de decisión que con-
figuran una política pública en salud.
La construcción de un campo de estudio transdisciplinar en políticas de salud, permitiría 
vincular enfoques críticos para comprender la justicia social a partir de teorías emergen-
tes sobre el reconocimiento y las capacidades en diferentes esferas de la vida social.
Podríamos indagar como se constituyen los sistemas de salud, las prácticas sociales 
en salud; entender categorías de estudio que expresen inequidades sanitarias y per-
mitan un abordaje teórico metodológico frente a expresiones sanitarias emergentes 
individuales y colectivas como la enfermedad crónica, la violencia, el maltrato físico, la 
exclusión social.
Palabras Clave: Políticas de salud; salud; disparidades en el estado de salud; teoría 
crítica; derechos humanos colectivos (fuente: DeCS, BIREME).
ABSTRACT
Nowadays, proposing policies or recommendations regarding intervention requi-
res recognizing that our health policies aim to resolve health conditions caused by 
extreme poverty and inequity in different styles and living conditions. It is necessary 
to unveil the interests of actors closer to efficiency than to health equity, in scenarios 
of inequality that are made evident through gradients in health among disadvantaged 
populations of our country.
Health policy analyzes require integrating measurement, description and political par-
ticipation with recognition policies in a health context, generating awareness of funda-
mental human rights and capabilities.
The contributions of knowledge from different disciplines of life sciences or other scien-
ces may show transdisciplinary fields of knowledge generation, training and applied 
research that seek to distance themselves from rational analysis. This is fundamental 
to emphasize cognitive, rhetorical and narrative factors that portray the dominant ideo-
logies that make up a public health policy at different decision times.
The construction of a transdisciplinary field of study in health policies would link critical 
JO: MD. Esp. Epidemiologia, M. Sc. Salud Pú-
blica. Ph. D. Ciencias Sociales Niñez y Juventud. 
Docente, Facultad de Medicina. Departamento 
de Salud Pública. Universidad Nacional de Co-
lombia. Bogotá, Colombia. 
jesaortegab@unal.edu.co
Ensayo / Essay
DOI: https://doi.org/10.15446/rsap.V20n5.73891 
REVISTA DE SALUD PÚBLICA · VoLUmEn 20 (5), oCTUBRE 2018
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approaches to understanding social justice based on emerging theories on recognition and skills in different spheres of 
social life.
This could also be useful to investigate how health systems and social practices in health are constituted, as well as to 
understand study categories that express health inequities and allow for a methodological theoretical approach to emer-
ging individual and collective health expressions such as chronic illness, violence, physical abuse, and social exclusion.
Key Words: Health policy; health; health status disparities; critical theory; collective human rights (source: MeSH, NLM).
Proponer políticas o recomendaciones para interve-nir la salud hoy día, requiere reconocer en el esce-nario postmoderno, estados de salud causados por 
extrema pobreza, inequidad, estilos y condiciones de vida; 
detrás de este discurso técnico y político se requiere deve-
lar intereses de actores más cercanos a la eficiencia que a 
la equidad sanitaria, inmersos en escenarios de desigual-
dad sanitaria con gradientes de salud diferenciales en las 
poblaciones más desventajadas (1).
¿Cómo afectar estados de salud, más allá de abordajes 
biologistas de intervención individual con su propósito 
de reparación biológica? ¿Cómo entender que los siste-
mas sanitarios de los países, privilegian atenciones y tec-
nologías que intervienen estados sanitarios mórbidos y 
riesgos individuales? O cuestionarse sobre decisiones so-
ciales, políticas o técnicas sobre ¿cuál es la mejor opción 
para manejar una sociedad con problemáticas sanitarias 
producto de externalidades negativas donde la concep-
ción de salud pública no está clara y su efectividad no es 
entendida ni es tenida en cuenta? 
Si tenemos distintos estados de salud frente a un mis-
mo evento sanitario, Seguro del Pozo (2) propone que 
estas desigualdades en salud, presentan un gradiente di-
ferencial con deterioro de la salud en prejuicio de gru-
pos sociales más desventajados en la escala social rela-
cionados con una distribución inequitativa de recursos y 
agencia en la sociedad. Desigualdades que operan distinto 
a nivel rural o urbano, mediadas por clase social, raza, 
género, etnia, ingreso, tipo de educación y ocupación (3). 
Pretender incidir en la salud de una sociedad particu-
lar, requiere reconocer estados de salud y bienestar como 
un problema socialmente relevante; tipifica diversos tipos 
de formulación y aplicación de políticas públicas sanita-
rias, y propone a las Políticas Públicas de Salud como un 
campo de estudio transdisciplinar.
Dentro de la polisemia de aproximaciones sobre la con-
cepción de políticas públicas, es relevante resaltar el tra-
bajo que propuso Roth (4) como un conjunto conformado 
por uno o varios objetivos colectivos para orientar com-
portamientos que modifiquen situaciones insatisfactorias. 
Las políticas públicas son objeto de estudio desde di-
ferentes saberes y disciplinas como el derecho, la admi-
nistración, la psicología, la sociología, la economía, etc., 
pero la especificidad del “análisis de las políticas de salud” 
requiere de enfoques y corrientes multiparadigmáticas de 
pensamiento, con diversas metodologías y herramientas de 
intervención, reconociendo que estas políticas relacionadas 
con el bien salud, requieren de un diálogo de saberes con 
participación de actores políticos, técnicos y sociales (5).
El análisis y evaluación de políticas públicas sanitarias 
se asocia con procesos de elección cuyos efectos e impac-
tos afectan el proyecto de vida y bienestar de las personas, 
su interés colectivo y la vida cotidiana. Este ejercicio no 
puede considerarse un ejercicio empírico metodológico 
que reduce y cosifica una realidad dinámica como es el 
fenómeno salud, sino que requiere una gran profundidad 
en la forma de ser aprehendido por el investigador, el es-
tudiante, los grupos sociales involucrados o el analista 
técnico de políticas y programas sanitarios.
Requiere de un escenario ontológico y epistemológico 
previo que permita transcender paradigmas positivistas y 
tecnocráticos inclinando la construcción de conocimiento 
de estas políticas en contexto desde paradigmas más emer-
gentes como la teoría crítica y el constructivismosocial (6).
El investigador de política sanitaria no puede abstraer-
se del contexto y la situación particular de cada política 
sanitaria, al realizar sus análisis con una mirada unidis-
ciplinaria y/o evaluaciones con enfoque economicista 
costo/beneficio que son dominantes en muchos ámbitos 
académicos, gubernamentales y de administración públi-
ca. Los acercamientos con otros saberes para ver la sa-
lud como “problema político”, permitirán avanzar en la 
construcción de un campo transdisciplinar que aborde la 
emergencia de núcleos problémicos sanitarios actuales. 
Con los anteriores supuestos, definimos la política pú-
blica en salud como:
«Posibilidades de respuesta basadas en una concepción de 
justicia que permita pluralismo en su construcción y aplicación 
desde la sociedad y el Estado para responder a la deficiente 
situación de salud que actualmente afecta a toda la sociedad 
colombiana, permitiendo construir socialmente un estado de 
salud en sus ciudadanos, suficiente para desarrollar proyec-
tos de vida que afecten positivamente su calidad de vida, su 
salud y su bienestar». 
¿Cuál es el problema que las políticas sanitarias preten-
den resolver?, en este sentido, el problema tiene varias di-
mensiones: a. Persisten desigualdades e inequidades sani-
tarias en la mayoría de la población; b. Alta concentración 
Ortega – POlíticas de salud un camPO transdisciPlinar
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de riqueza, con diferenciales de calidad de vida y mejores 
estados de salud en las personas más ricas; c. Sistemas 
de salud que priorizan eficiencia sobre equidad sanitaria; 
d. Prescripciones y enseñanzas sin comprender la realidad 
social, insistiendo en relaciones empíricas entre variables 
que tratan de acercarse a fragmentos de la realidad con-
siderados una única verdad, sin llegar a reconocer y com-
prender una realidad particular (7).
Las políticas de salud, como un objeto formal de estu-
dio, configuran un dispositivo postmoderno que instru-
mentaliza ideologías manteniendo poder y hegemonía, 
que no solo orientan un sector sanitario, sino que requie-
ren mirarse desde un pensar crítico que profundice más 
allá de escenarios democráticos actuales con regulaciones 
sanitarias orientadas por el mercado comprendiendo rela-
ciones de dependencia entre países y regiones, teniendo 
como propósito una verdadera justicia social.
Según Virchow, La política como medicina a gran esca-
la, (8), impulsa a repensar diferentes formas de prescrip-
ción sanitaria encargadas de responder a la problemáti-
ca sanitaria orientando acciones de planeación nacional, 
sectorial y local con una mirada tecnocrática dependiente 
de intereses que privilegian sostenibilidad financiera de 
estructuras de poder en detrimento de las necesidades so-
ciales en salud de la población.
Las políticas de salud se despliegan a partir de una pla-
neación sanitaria institucional, que formula e implemen-
ta intervenciones sanitarias sin reconocimiento, acepta-
ción y legalización social, teniendo distintas expresiones 
como: políticas de aseguramiento individual, o persisten-
cia de programas focalizados; propuestas que configuran 
cambios en estilos de vida constituyéndose en una vía 
expedita para garantizar hegemonía en tecnologías y sa-
tisfactores de calidad de vida configurando un espacio de 
inversión de capital con una plusvalía garantizada.
Los campos de conocimiento en las políticas de salud
Los aportes de saberes desde diferentes disciplinas de las 
ciencias de la vida o de otras ciencias, interrogan sobre el 
diálogo realizado en pro de construir un conocimiento más 
allá de la concurrencia disciplinar, avanzando en formas 
transdisciplinares de ver el fenómeno salud. Según Nico-
lescu (1996: p.37), el enfoque transdisciplinar trasciende el 
paradigma disciplinar superando al objeto y la ontología que 
hizo posible los saberes especializados, permitiendo otras 
comprensiones de la investigación disciplinar, el contexto y 
al sujeto pensante que son parte de una misma realidad. 
Como campo de estudio político
Proponer las políticas de salud como un campo de estudio 
político, requiere fijar una postura de pensamiento consi-
derando la salud un objeto que impresiona a quien quiere 
conocerlo, por consiguiente, el diálogo de saberes técni-
cos y populares permitiría avanzar en el estudio transdis-
ciplinar del fenómeno salud.
En este sentido, una actitud reflexiva frente a la proble-
mática sanitaria nacional, es parte de pensar la salud desde 
un paradigma crítico, que permita según Hegel, un signi-
ficado constitutivo con iguales derechos de libertad indivi-
dual para cualquier forma de libertad comunitaria (9). 
La actitud crítica se construye!. Según Dussel (10) los 
pensadores críticos hoy se mueven entre escepticismo e 
idealismo, reconociendo una sociedad global compleja y 
contradictoria con potencial revolucionario y capacidad 
para transformarse en “actor colectivo político, dejando 
de ser un sujeto histórico sustancial fetichizado”; postu-
ra compartida por pedagogos críticos radicales como Gi-
roux y Apple (11,12), que ven procesos formativos como 
práctica política social y cultural que cuestiona formas de 
subordinación en el aula de la vida.
Nuestra modernidad ensombrecida, tiende a desapare-
cer el sujeto autónomo configurando desigualdad social, un 
desafío para la salud pública de hoy. Intervenir el escenario 
sanitario actual, orientado desde un enfoque de eficiencia 
modulado por un mercado de seguros sanitarios y conteni-
do en una economía capitalista que regula la respuesta a las 
necesidades sociales en salud, requiere según Marx, alcan-
zar una solidaridad social y una libertad comunitaria (13). 
Pensadores de la segunda y tercera generación de la 
Escuela de Frankfurt, como Alfred Schmidt; Oskar Negt 
y fundamentalmente Axel Honneth, muestran la vigen-
cia del pensamiento crítico, formulado inicialmente por 
Adorno y Hockheinmer (14), que si bien propusieron una 
reflexión filosófica profunda, cuestionada por sus discí-
pulos representan un escenario de actitud crítica contem-
poráneo, al continuar una corriente de pensamiento mar-
xista y pretensión de una revolución contrahegemónica 
que reconfigure la sociedad actual alcanzando un ejercicio 
de derechos y reconocimientos, aplicados al escenario sa-
nitario con mayor libertad y democracia en pro de una 
verdadera justicia social.
El pensamiento crítico realiza vigilancia epistemológi-
ca de su quehacer permitiendo identificar racionalidades 
instrumentales que legitiman y mantienen estructuras 
de poder con instrumentos políticos que extraen valor a 
la mayoría de las personas que conviven en sociedades 
vulnerables (15). 
Como campo de investigación
La investigación formativa y profesional en políticas de 
salud es un campo relativamente joven en alc, construi-
do desde enfoques paradigmáticos racionales, privilegian-
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do la medición a partir de datos con la intencionalidad de 
evaluar objetivos y metas nacionales soportadas en indi-
cadores trazadores, desconociendo la realidad sanitaria de 
toda la población colombiana.
Las políticas sanitarias transcienden su abordaje dis-
ciplinar, al reconocer la complejidad de sus elementos 
constitutivos y su pluralismo metodológico permite un 
análisis político mas comprensivo de distintos momentos 
del ciclo de las políticas, como la problematización del 
problema político, su formulación, la decisión e imple-
mentación y la evaluación política.
En este sentido, el prisma que permitiría avanzar en 
análisis robustos de política pública incorpora el juicio 
orientado desde paradigmas críticos y constructivistas 
reconociendo el saber popular en diálogo con el saber téc-
nico de expertos, configurando un análisis político plural 
con participación directa de ciudadanos, superando la fa-
llida democracia representativa. 
Se requiere constituir un programa de investigación 
transdisciplinar que aborde núcleos problemicos funda-
mentalesde la salud colombiana; reto que requiere acer-
car áreas de conocimiento más comprensivas que permi-
tirían como país responder a retos emergentes y actuales 
de salud individual y colectiva.
Como campo de formación
Consideramos que los ejercicios formativos y de extensión 
para generar competencias de expertos, analistas políti-
cos, stakeholders o policymakers, requieren un profundo 
cambio en su paradigma pedagógico, orientando didácti-
cas y formas de saber hacer política sanitaria, reconocien-
do otros saberes, disciplinas y experiencias que constitu-
yen conocimientos y metodologías de análisis enfatizando 
en métodos de las ciencias sociales, como la semiótica o 
el Análisis Crítico del Discurso (acd), que no han tenido 
la apertura y el desarrollo para entender y comprender 
nuestras actuales políticas públicas sanitarias.
La formación de postgrado requiere adoptar y profundi-
zar en el pluralismo ontológico del bien salud, así como en 
aspectos epistemológicos de construcción de conocimiento 
permitiendo orientar metodologías para constituir progra-
mas de investigación transdisciplinar, con argumentos par-
ticulares que transciendan verdades absolutas reconocien-
do discursos argumentativos y retóricos menospreciados 
en los análisis racionales dominantes de política pública.
Se requiere entonces repensar procesos de formación 
para el análisis de políticas públicas sociales, más allá de 
miradas, saberes y disciplinas postpositivistas proponien-
do metodologías críticas más cercanas a la cualidad que a 
la cantidad o la medición, con un diálogo más fluido entre 
la razón, los sentimientos y las emociones.
Formas plurales de hacer políticas 
El análisis sobre diferentes momentos de la política sa-
nitaria, nos introduce en la discusión y propuesta meto-
dológica de finales de siglo XX, propuesta por Dror en 
los 70’s (16), más allá de la mirada disciplinar, para dis-
cernir entre sentimientos o emociones, a partir de crea-
tividad, intuición, simpatía, reconocimiento, o represen-
tación; configurando una robusta caja de herramientas 
observacionales que permitan entender y comprender 
políticas sanitarias como objeto de estudio que trans-
ciende la mirada multidisciplinar hacia miradas mas 
emergentes con enfoque transdisciplinar.
Estos avances teóricos orientan y generan reflexivi-
dad en procesos de análisis político integrándose con 
el segundo momento propuesto por Torgerson (17), 
de que “todo es político”, considerando las “políticas 
públicas saludables”, insuficientes para reconocer par-
ticipación y deliberación ciudadana en escenarios de 
construcción política sanitaria.
Los métodos de análisis avanzaron a un tercer momen-
to incluyendo el contexto donde diferentes actores inte-
ractúan con estas políticas profundizando su compren-
sión. Un último elemento se incorporó al análisis político 
y correspondió a la participación social con juicios argu-
mentados logrando el actual nivel de conocimiento sobre 
el análisis político- cuarta generación. 
Metodología que permitió romper vínculos directos de 
causa-efecto entre desenlaces políticos y políticas públi-
cas sanitarias, al adoptar posturas reflexivas con enfoques 
argumentativos, retóricos y de persuasión inscritos en 
procesos de construcción y agendamiento del problema 
político sanitario, para tomar decisiones conjuntas con la 
sociedad, para reinterpretar la problemática sanitaria. 
Todos los aparatos ideológicos trabajan con mediacio-
nes en la sociedad de hoy, como la justicia, la salud y la 
educación, requiriéndose según Freire (18), de energía 
emancipadora en la cual el pensamiento crítico reconoce 
dinámicas cambiantes en la sociedad de hoy que se resis-
ten a una formula reduccionista para englobar la necesi-
dad sanitaria de todos y mantener poder político.
McLaren (19), discípulo de Freire (20), propone edu-
cación crítica a través de una pedagogía revolucionaria 
frente a la violencia mundial orientada hacia los más 
desventajados de la sociedad, por lo cual requerimos un 
proceso educativo crítico y de investigación social relacio-
nando su quehacer con la ideología de poder e intereses 
que están sumergidas en estos contextos. 
Estos abordajes metodológicos visibilizan ideologías, 
representaciones políticas, derechos y autonomías, para 
entender conductas individuales y colectivas de grupos vul-
nerables de la sociedad frente al accionar público y político 
Ortega – POlíticas de salud un camPO transdisciPlinar
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gubernamental, representando con su retórica a poliarquías 
que aspiran a mantener escenarios de poder burocrático.
¡A manera de discusión!
La discusión multicultural postmoderna sobre respeto y 
reconocimiento introduce la importancia de la diferencia 
(21), en relación con el ciclo vital, las creencias, la discapa-
cidad, la pertenencia étnica y el género; también relaciona el 
reconocimiento con las relaciones filiales (amor), el ejerci-
cio de derechos o la solidaridad comunitaria (estima). Aquí 
es relevante preguntar por ¿Cuál es el contenido moral del 
reconocimiento?, el cual podría estar relacionado con dere-
chos y deberes universales, el cuidado asistencial y la esti-
mación valorativa de sujetos frente a la atención sanitaria.
En este sentido, Honneth (22), plantea que para ser 
reconocidos se requiere de integraciones con esferas de 
reconocimiento cada vez más grandes, como podrían ser 
las heridas físicas con consecuencias como la injusticia 
moral; las heridas morales ocasionando negación o no re-
conocimiento y la humillación con el consecuente despre-
cio por la integridad personal (23). 
El no reconocimiento o “ser invisible” puede ser consi-
derado evidencia de desprecio social (24), comportamien-
to observado en los ciudadanos al ser menospreciados en 
distintos procesos de construcción, implementación y eva-
luación de política sanitaria; Aquí “la crítica” es posible en 
relación con patologías de sociedad capitalista o la paradoja 
de la modernización capitalista (25). Honneth tiene ante-
cedentes, no solo del pensamiento de Hegel, sino que en 
su configuración encuentra el respeto como categoría que 
asume la función de un principio supremo de toda moral 
conteniendo el núcleo del imperativo categórico para tratar 
a cada persona como si tuviera un fin en sí misma. 
En este sentido, la maduración de su pensamiento 
frente al reconocimiento y a la comunicación (26), mues-
tra un acumulado teórico con efectos positivos y negati-
vos, que pueden observarse y aplicar al escenario sanitario 
como «patologías sociales» referidas a la identificación no 
pública del individuo, reificación (27) o cosificación como 
olvido del reconocimiento (28); o también en forma posi-
tiva como reconocer (29) o apreciar en escenarios públi-
cos (30) el ejercicio de derechos. 
Por lo anterior, debemos participar activamente en visi-
bilizar la dominación ideológica de élites de poder (31) que 
a través de mediaciones en los cursos de vida -los cuales 
comienzan en la familia (32) y se perpetúan en los demás 
ámbitos sociales- van constituyéndose en procesos emanci-
padores de las clases oprimidas. Responder a este tipo de do-
minación requiere apropiar formas de reconocimiento más 
allá de la asistencia sanitaria, como el amor filial, el respeto 
moral, la solidaridad o la lealtad con nuestros semejantes.
En nuestra propuesta de campo de estudio transdisci-
plinar de las políticas de salud, es fundamental enfatizar 
en factores cognitivos, retóricos y narrativos, subsumiendo 
elementos objetivos e institucionales evidenciando efectos 
de estrategias discursivas sobre el comportamiento políti-
co, e ideologías de dominación en distintos momentos de 
decisión que configuran una política pública sanitaria (33). 
También, Roe (34), consideraba relevante incorporar 
en los postgrados, módulos de crítica literaria y estudios 
culturales relacionados con políticas públicas, reconocien-
do la voz social a partir de narrativas -estudios de caso- 
que podríamos apropiar al analizarpolíticas sanitarias.
Proponer un campo de estudio sobre políticas de sa-
lud, permitirá comprender procesos de dominación entre 
hombres frente al respeto, al reconocimiento y al honor, 
reconociendo transacciones sociales donde el hombre po-
dría perder su seguridad para ser objeto de estimación so-
cial, o ser más vulnerable al reconocer un ámbito moral 
que afecte su identidad o autonomía.
Otras formas de comprender la justicia social en salud, 
a partir de teorías emergentes como políticas de reconoci-
miento y capacidades en diferentes esferas de la vida so-
cial permitirán indagar sobre constitución de prácticas so-
ciales en salud y avanzar en categorías como la violencia, 
el maltrato físico, la exclusión social que expresan y posi-
bilitan mayor comprensión a nivel teórico metodológico.
Aquí es relevante precisar que, la salud desde una mi-
rada de justicia distributiva quedaría subsumida en for-
mas recíprocas de reconocimiento de derechos a partir de 
relaciones de amor, amistad, simpatía y solidaridad, las 
cuales deben confluir en mejores capacidades y funciona-
mientos del ser y la sociedad, con una mayor agencia para 
movilizar sujetos y comunidades frente a un bien público 
común, como sería la salud y el bienestar.
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