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AGRICULTURA-ECOLOGICA-IDMA

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INSTITUTO DE DESARROLLO
Y MEDIO AMBIENTE
Comunidad de Madrid
España
CONSEJERIA DE ASUNTOS SOCIALES
www.madrid.org
AGRICULTURA
ECOLÓGICA
AGRICULTURA
ECOLÓGICA
Pa
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INSTITUTO DE DESARROLLO
Y MEDIO AMBIENTE
ÁMBITOS DE INTERVENCIÓN DEL IDMA
EJES ESTRATÉGICOS
El Instituto de Desarrollo y Medio Ambiente IDMA, 
es una organización no gubernamental, sin fines de 
lucro, fundada el 13 de marzo de 1984, con la 
finalidad de aportar desde los ámbitos locales y 
regionales al desarrollo nacionales; hacia la 
consecusión de un modelo de Desarrollo Sostenible 
que permita mejorar y elevar las condiciones y 
calidad de vida humana, la democratización de la 
sociedad, la equidad social y de género desde una 
perspectiva ambiental.
• Agricultura sostenible y seguridad 
alimantaria.
• Cambio climático y gestión de riesgos.
• Ciudadanía y gobernabilidad.
• Educación ambiental para el desarrollo 
sostenible.
• Mercados agroecológicos.
Huánuco
Lima
Huancavelica
Apurímac
Huánuco
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Apurímac
www.idmaperu.org
Con el apoyo �nanciero de: 
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AGRICULTURA ECOLÓGICA
Para mejorar la vida de los productores y consumidores, cuidando el medio ambiente 
 
© Instituto de Desarrollo y Medio Ambiente - IDMA
Av. Boulverad 1048, San Borja
Teléfono: 51-1-2249641 / 2263761
Web site: www.idmaperu.org
Lima – Perú
Elaborado por:
Gabriel Mejía Duclós
Juan Vaccari Chávez
Colaborador:
Wilmar León Placencia
Fotografías: 
Equipo IDMA 
Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional
del Perú Nº 201204430
Primera edición – 1000 ejemplares
Impreso en Perú
Lima, Febrero del 2012
Con el apoyo financiero de:
Manos Unidas en cofinanciamiento con
la Comunidad de Madrid
Diseño, diagramación e impresión:
Giacomotti Comunicación Grafica SAC.
Jr. Huiracocha Nro. 1291 - Of. 302
Jesús María, Lima - Perú
Telf.: 433-3466
Publicación elaborada por el Programa de Desarrollo Rural Sostenible Lima – Huancavelica, como parte 
de las actividades del proyecto “Convirtiendo la adversidad en nuevas oportunidades para el desarrollo 
rural sostenible, en la zona de Perú afectada por el terremoto del 2007” ejecutado en el periodo enero 
2009 a diciembre 2011.
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Índice
PAG.
1. Presentación
2. Conceptos básicos
3. Agricultura Ecológica para mejorar la vida de los productores y 
consumidores, cuidando el medio ambiente 
3.1. Desarrollo Rural Sostenible y Agroecología 
3.2. Agricultura campesina y agricultura ecológica 
3.3. Agrobiodiversidad y agricultura ecológica
3.4. Agricultura Ecológica, estrategia eficaz para enfrentar los efectos 
del Cambio Climático
3.5 Agricultura ecológica y seguridad alimentaria
3.6. Productos ecológicos y mercado 
3.7. Metodologías participativas, herramientas eficaces para para la 
promoción de la agricultura ecológica 
3.8. La escalera de la sostenibilidad agroecológica
4. Técnicas Agroecológicas
4.1. TA de Conservación de Suelos 
4.2. TA de Forestación
4.3. TA de Gestión y Conservación de Aguas
4.4. TA de Abonamiento Orgánico
4.5. TA para la Producción de cultivos
4.6. TA de Manejo de Plagas y Enfermedades
4.7. TA para las Crianzas
4.8. TA para el Mejoramiento de la Vivienda
5. Bibliografía
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Presentación
La llamada “revolución verde” (semillas mejoradas con características “superiores” a 
las semillas nativas, agroquímicos, fertilizantes sintéticos y la mecanización agrícola), 
promovida desde la década de los 1940 por un grupo de empresas que prometía 
acabar con el hambre en el mundo. Con el paso de los años solo han demostrado 
que fue un negocio altamente rentable que las llevó a convertirse en poderosas trans-
nacionales que han destruido los agroecosistemas, alterado el equilibrio ecológico, 
contaminando suelos, agua y causado daños irreparables a la biodiversidad y a la 
salud de los seres humanos.
Ante esa situación, hace más de tres décadas se gestó en el Perú y en varios países 
latinoamericanos y del mundo, un movimiento de hombres y mujeres del campo y la 
ciudad, así como de las universidades; que fueron construyendo a partir de la cultura 
ancestral, de los conocimientos y saberes previos, una nueva forma y filosofía de pro-
ducir alimentos, conservando los recursos naturales.
Actualmente, cada día hay mayor consenso que la agricultura ecológica, es la agricul-
tura de la vida, que cuida la salud de los seres humanos, de los suelos, de las chacras 
familiares campesinas, de las cuencas y del planeta en su conjunto. La agricultura 
ecológica (orgánica o biológica) ha dejado de ser una ilusión promovida por un pu-
ñado de productores líderes y organizaciones de desarrollo, para convertirse en una 
real alternativa de millones de familias principalmente de pequeños productores en el 
Perú, en América latina y en el mundo entero; cuyo camino va construyendo solidari-
dad, emprendimientos y relaciones de mayor equidad.
Con apoyo de la cooperación internacional y organizaciones locales aliadas, en el 
IDMA durante los 28 años de labor institucional promoviendo desarrollo humano sos-
tenible principalmente en el ámbito rural, hemos constatado la alegría y satisfacción 
de cientos de familias de pequeños productores que han cambiado sus vidas a par-
tir de la implementación y apropiación de la agricultura ecológica, convirtiendo sus 
unidades productivas, en chacras agroecológicas integrales, con producción diver-
sificada de alimentos; mejorando sus medios de vida, su seguridad alimentaria y su 
integración a la vida productiva y económica de su comunidad, microcuenca y región.
En las páginas siguientes, encontrarán algunos artículos sobre la relación de la agri-
cultura ecológica con el desarrollo rural sostenible, con la agricultura campesina, la 
agrobiodiversidad, el cambio climático, la seguridad alimentaria y el mercado; asimis-
mo un compendio de las principales técnicas agroecológicas implementadas exito-
samente en los programas y proyectos promovidos por el IDMA; esperando que esta 
publicación pueda contribuir a los esfuerzos que realizan las instituciones públicas, 
privadas y líderes emprendedores en la permanente lucha por superar la pobreza e 
inequidad de las comunidades rurales a partir de sus conocimientos, potencialidades 
y recursos locales.
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Conceptos 
básicos
Desarrollo Humano Sostenible
El desarrollo humano sostenible es el proceso de ampliación de opciones y capa-
cidades de los pueblos y de las futuras generaciones, para vivir de acuerdo a sus 
valores, en forma productiva, libre, equitativa y creadora, cubriendo sus necesida-
des e intereses y respetando la capacidad de carga de los ecosistemas mediante 
la conservación y protección ambiental.
Desarrollo Rural Sostenible 
 
El desarrollo rural sostenible, aborda la gestión del desarrollo desde una perspec-
tiva territorial. Entendido este en un sentido más amplio; va más allá de la actividad 
agrícola y engloba los poblados, ciudades intermedias y el campo, las cuencas, 
sub-cuencas y microcuencas, donde se realizan no sólo actividades agropecua-
rias sino también mineras, industrias de transformación de productos agropecua-
rios, pequeña y mediana empresa, artesanía, turismo, comercio, servicios; asimis-
mo se destaca la oferta y cuidado de recursos naturales y desarrollo de la cultura.
Su punto de partida es el análisis dinámico e integral de las dimensiones econó-
mica, sociocultural, ambiental y político institucional. Tiene por objetivo promover 
el bienestar de la sociedad rural, potenciando su contribución estratégica al desa-
rrollo general de la sociedad. 
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Agroecología
Disciplina científica que estudia la agricultura con una visión ecológica, permitien-
do entender la problemática agraria en forma integral con un enfoque holístico.
La agroecología brinda los principios básicos para estudiar, manejar yhacer pro-
ductivos los ecosistemas agrícolas (o agroecosistemas) desde un punto de vista 
integral, incorporando aspectos técnicos, socioeconómicos y culturales. No solo 
le interesa maximizar la producción, sino más bien optimizar el agroecosistema 
como un todo.
Agricultura ecológica
La agricultura ecológica u orgánica, es un sistema agrícola autónomo basado 
en el conocimiento de los ciclos y procesos biológicos que ocurren en los eco-
sistemas naturales a fin de aplicarlos a los agrosecosistemas manejados por los 
agricultores. Se caracteriza por la utilización óptima de los recursos naturales, sin 
emplear productos químicos de síntesis, u organismos genéticamente modifica-
dos (OGM), y la no dependencia de insumos externos aun cuando estos pudieran 
ser de carácter orgánico o biológico -ni para abono ni para combatir las plagas-, 
logrando de esta forma obtener alimentos orgánicos a la vez que se conserva la 
fertilidad de la tierra y se respeta el medio ambiente. Todo ello de manera soste-
nible y equilibrada.
Los principales objetivos de la agricultura ecológica son: Trabajar con los ecosis-
temas de forma integrada; mantener y mejorar la fertilidad de los suelos; producir 
alimentos libres de residuos químicos; utilizar el mayor número de recursos re-
novables y locales; mantener la diversidad genética del sistema y de su entorno, 
promover el uso funcional de la biodiversidad; evitar la contaminación que resulta 
de las técnicas agrarias; permitir que los agricultores realicen su trabajo de forma 
saludable y satisfacer necesidades alimentarias propias.
Principios de la agricultura ecológica:
El principio de la Salud: La agricultura ecológica debe sostener y promover 
la salud de suelo, planta, animal, persona y planeta como una sola e indivisi-
ble. Este principio sostiene que la salud de los individuos y las comunidades 
no puede ser separada de la salud de los ecosistemas – suelos saludables 
producen cultivos saludables que fomentan la salud de los animales y las 
personas. 
La salud es el todo y la integridad en los sistemas vivos. No es únicamente 
la ausencia de la enfermedad, sino también el mantenimiento del bienestar 
físico, mental, social y ecológico. Características esenciales de la salud son 
inmunidad, resiliencia y regeneración. 
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El rol de la agricultura orgánica, ya sea en la producción, transformación, 
distribución o consumo, es el de mantener y mejorar la salud de los eco-
sistemas y organismos, desde el más pequeño en el suelo, hasta los seres 
humanos. La agricultura orgánica en particular, tiene la finalidad de producir 
alimentos nutritivos de alta calidad que promuevan un cuidado preventivo 
de la salud y del bienestar. En correspondencia con lo anterior, la agricultura 
orgánica debe evitar el uso de fertilizantes, plaguicidas, productos veteri-
narios y aditivos en alimentos que puedan ocasionar efectos negativos en 
la salud.
El principio de Ecología: La agricultura ecológica debe estar basada en 
sistemas y ciclos ecológicos vivos, trabajar con ellos, emularlos y ayudar 
a sostenerlos. Este principio enraíza la agricultura orgánica dentro de sis-
temas ecológicos vivos. Establece que la producción debe estar basada 
en procesos ecológicos y el reciclaje. La nutrición y el bienestar se logran a 
través de la ecología del ambiente productivo específico y así por ejemplo, 
en el caso de cultivos, éste es el suelo vivo, en animales, es el ecosistema de 
la granja y en peces y organismos marinos es el ambiente acuático.
Los sistemas de agricultura orgánica, pastoreo y aprovechamiento de pro-
ductos silvestres, deben ajustarse a los ciclos y equilibrios ecológicos de 
la naturaleza. Estos ciclos son universales pero su funcionamiento es es-
pecífico al lugar. El manejo orgánico debe adaptarse a las condiciones lo-
cales, la ecología, cultura y escala. Los insumos deben disminuir mediante 
la reutilización, reciclaje y manejo eficiente de materiales y energía para así 
mantener y mejorar la calidad ambiental y la conservación de los recursos.
La agricultura orgánica debe lograr el equilibrio ecológico a través del dise-
ño de sistemas agrarios, el establecimiento de hábitats y el mantenimiento 
de la diversidad genética y agrícola. Quienes producen, transforman, co-
mercializan o consumen productos orgánicos deben proteger y beneficiar 
al ambiente común que incluye paisajes, hábitat, biodiversidad, aire y agua.
El principio de equidad: La agricultura ecológica debe estar basada en 
relaciones que aseguren equidad con respecto al ambiente común y a las 
oportunidades de vida. La equidad está caracterizada por la igualdad, el 
respeto, la justicia y la gestión responsable del mundo compartido, tanto 
entre humanos, como en sus relaciones con otros seres vivos.
Este principio enfatiza que todos aquellos involucrados en la agricultura or-
gánica deben conducir las relaciones humanas de tal manera que aseguren 
justicia a todos los niveles y a todas las partes – productores, trabajadores 
agrícolas, transformadores, distribuidores, comercializadores y consumido-
res. La agricultura orgánica debe proporcionar a todos aquellos involucra-
dos, una buena calidad de vida, contribuir a la soberanía alimentaria y a la 
reducción de la pobreza. La agricultura orgánica tiene como objetivo produ-
cir alimentos de calidad y otros productos en cantidad suficiente.
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Este principio remarca que se debe otorgar a los animales las condiciones de 
vida que sean acordes con su fisiología, comportamiento natural y bienestar. 
Los recursos naturales y ambientales utilizados para la producción y consu-
mo deben ser gestionados de tal forma que sea justa social y ecológicamen-
te, debiendo mantenerse como legado para futuras generaciones. La equidad 
requiere de sistemas de producción, distribución y comercio abiertos y justos 
que tomen en cuenta los verdaderos costos ambientales y sociales.
El principio de Precaución: La agricultura orgánica debe ser gestionada 
de una manera responsable y con precaución para proteger la salud y el 
bienestar de las generaciones presentes y futuras y el ambiente. La agricul-
tura orgánica es un sistema vivo y dinámico que responde a demandas y 
condiciones internas y externas. Quienes practican la agricultura orgánica 
pueden incrementar la eficiencia y la productividad siempre que no compro-
metan la salud y el bienestar. Por lo tanto, las nuevas tecnologías necesitan 
ser evaluadas y los métodos existentes revisados. Debido a que solo existe 
un conocimiento parcial de los ecosistemas y la agricultura, se debe tomar 
en cuenta la precaución.
Este principio establece que la precaución y la responsabilidad son elemen-
tos clave en la gestión, desarrollo y elección de tecnologías para la agricul-
tura orgánica. La ciencia es necesaria para asegurar que la agricultura orgá-
nica sea saludable, segura y ecológicamente responsable. Sin embargo, el 
conocimiento científico solo no es suficiente. La experiencia práctica, la sa-
biduría acumulada y el conocimiento local y tradicional ofrecen soluciones 
validas comprobadas por el tiempo. La agricultura orgánica debe prevenir 
riesgos importantes adoptando tecnologías apropiadas y rechazando las 
impredecibles como lo es la ingeniería genética. Las decisiones deben re-
flejar los valores y las necesidades de todos los posibles afectados a través 
de procesos transparentes y participativos.
Agricultura campesina
Sistema de producción basado en conocimientos y prácticas tradicionales (an-
cestrales) en armonía con la naturaleza, que han sido desarrollados a través de 
muchas generaciones. Agricultura conducida por familias campesinas, donde las 
expresiones culturales y relaciones de reciprocidad se expresan en cada una de 
las labores agrícolas y pecuarias como siembra, cultivo, riego, cosecha, esquila, 
pastoreo. La agricultura campesina en su mayor parte constituye la pequeña agri-
cultura en el Perú. 
Las prácticas agrícolas que desarrollan los campesinos son reconocidas por tenermuchas coincidencias con las propuestas actuales de desarrollo sostenible para 
la agricultura, por haber desarrollado durante siglos, prácticas tradicionales y ele-
mentos de sostenibilidad que la agricultura convencional no ha podido borrar ni 
superar. 
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Producción Agroecológica
La Producción Agroecológica es el proceso que permite obtener productos ali-
menticios frescos y transformados, mediante técnicas que favorecen la salud hu-
mana, protegen el medio ambiente, respetan la integridad cultural, la biodiversi-
dad, potencian el uso de los recursos locales y contribuye al logro de la seguridad 
alimentaria. Sin tener que recurrir al empleo de agroquímicos sintéticos.
La producción agroecológica promueve el uso de tecnologías apropiadas y re-
plicables; parte de los saberes locales y se nutre de la tecnología campesina 
tradicional. 
Productor agroecológico
Productor que practica la agricultura ecológica, que tiene principios y una filosofía 
de vida: Tiene una chacra o parcela con experiencias agroecológicas replicables; 
tiene una base de conocimientos técnicos, es solidario y promueve la agricultura 
ecológica en sus vecinos y comunidad.
Productor agroecológico de Churubamba - Huánuco
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3Agricultura Ecológica
para mejorar la vida 
de los productores 
y consumidores, 
cuidando el medio 
ambiente 
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3.1. Desarrollo Rural Sostenible y la Agroecología
El IDMA definió en 1990, centrar su contribución y aporte al Desarrollo Humano Sos-
tenible priorizando el tema rural, en el entendido de que una parte importante de los 
recursos naturales renovables y no renovables, que son la base fundamental para la 
vida, se encuentran en la zona rural; donde más de 1,7 millones de familias de cam-
pesinos y agricultores viven de la actividad agropecuaria usando los recursos suelo, 
agua, y la biodiversidad y más de 80 mil familias viven de la actividad minera. 
En total, según el INIE, en la zona rural viven 8,1 millones de personas y es allí donde 
se concentra la más alta tasa de pobreza del país: 61% (Huancavelica 77.2%, Apurí-
mac 70.3%, Huánuco 64.5%, Ayacucho 62.5%). Esta situación pone en peligro, a su 
vez, la sostenibilidad de los frágiles ecosistemas de montaña, generando un círculo 
vicioso entre pobreza y deterioro de los ecosistemas. Sin embargo, si sumamos la 
población que viven en la sierra (población andina) en pequeños distritos y centros 
poblados y la de la selva, ésta representa el 46% de la población total del país, es 
decir: 13,22 millones.
De ahí la importancia que el IDMA le da al desarrollo rural sostenible, entendido éste 
en un sentido más amplio; que va más allá de la actividad agrícola y que engloba 
los poblados, ciudades intermedias y el campo, las cuencas, sub-cuencas y micro-
cuencas, donde se realizan no sólo actividades agropecuarias sino también mine-
ras, industrias de transformación de productos agropecuarios, pequeña y mediana 
empresa, artesanía, turismo, comercio y servicios. Por otro lado, la PEA del sector 
representa más allá del 33% de la PEA total.
El desarrollo rural, es una coordinación de estrategias que permiten alcanzar el de-
sarrollo, lo que incluye aspectos para el desarrollo del capital humano, social, físico, 
natural y económico. Los conceptos de equidad de género y conservación del medio 
ambiente, actúan como ejes transversales en estas estrategias que se impulsan.
Productores agroecológicos de Abancay, discuten sus propuestas.
15
En lo referente al desarrollo del capital humano, la estrategia privilegia al ser humano 
para apoyar a mejorar su calidad de vida, por medio de ampliar sus oportunidades y 
opciones a partir de sus valores, conocimientos, destrezas y habilidades. En cuanto 
a lo del desarrollo económico, la estrategia se centra en contribuir a generar ingre-
sos. En relación el desarrollo del capital social, busca incrementar la participación 
de las comunidades a manera de tomar parte en las decisiones. En el desarrollo 
del capital físico, fomentamos y apoyamos la construcción, rehabilitación y mejora-
miento de la infraestructura básica, social y productiva de las comunidades que se 
atienden.
En cuanto a las medidas de políticas ambientales en la lucha contra la pobreza, 
es importante una concepción integral, es decir, un equilibrio entre el ser humano, 
los recursos naturales y la cultura, por otro lado, un desarrollo rural aprovechando 
los recursos naturales de manera sostenible, entender la protección y conserva-
ción del medio ambiente como un medio para reducir la pobreza, y proporcionar 
a los campesinos una función en la protección del medio ambiente. Es necesario 
establecer una política de ordenamiento territorial, también es importante ver cómo 
hacer pagos de incentivos a los campesinos para el servicio y mantenimiento y 
protección de la naturaleza. Aquí es clave que el Estado apoye fuertemente con 
recursos financieros para el fomento de la agricultura ecológica como una parte 
de pago por servicios ambientales y, los consumidores, reconociendo un mejor y 
justo precio a los productos ecológicos. Los gobiernos locales y regionales deben 
apoyar además con las facilidades de acceso al mercado local, regional y nacional 
y el desarrollo de la micro empresa, centros de acopio y plantas de transformación 
para la agroindustria.
La Evaluación Internacional de Conocimiento Agrícola, Ciencia y Tecnología para el 
Desarrollo, concluyó en Abril 2008, que “la agroecología y no la agricultura conven-
cional, es la promesa más inmediata para frenar el deterioro ambiental, el hambre 
y la pobreza rural en el corto y largo plazo así como mitigar los efectos del Cambio 
Climático”. El Programa de las N.U. para el medio ambiente (PNUMA) recomienda 
también “un fuerte apoyo para la agricultura familiar sostenible para enfrentar la 
crisis alimentaria causada por el cambio climático”. 
Está plenamente demostrado, y lo afirma la FAO, que “la agricultura ecológica a 
pequeña y mediana escala es la agricultura del futuro”, no solo por las ventajas 
comparativas que posee intrínsecamente desde el punto de vista ambiental, sino 
porque es una enorme fuente de trabajo, es más equitativo, permite la seguridad 
alimentaria, es saludable, va con la tendencia creciente de la demanda y la enorme 
preocupación por los efectos e impactos del Cambio Climático. 
La agricultura ecológica se hará cada vez más competitiva a nivel nacional si el 
Estado redefine sus políticas públicas hacia este sistema de producción sostenible 
e invierte ingentes recursos para el desarrollo integral de las zonas rurales. No 
podemos pensar en la inclusión social de millones de personas que viven, trabajan 
y alimentan al 70% del país, si no se da una mirada seria y reflexiva hacia lo rural y 
exista un compromiso reflejado en las políticas públicas.
16
El IDMA y otras organizaciones como la Red de Agricultura Ecológica RAE, que 
tienen una amplia experiencia en promoción de la agricultura ecológica en zonas 
con mayores niveles de pobreza y extrema pobreza; consideran que en ese escena-
rio, familias campesinas con pequeñas áreas de terrenos (promedio 1 ha) han de-
mostrado que implementando chacras agroecológicas con diversidad de técnicas, 
cultivos y crianzas a partir de sus conocimientos previos; no solo han superado su 
situación de precariedad, sino que en su proceso de articulación al mercado local 
y regional obtienen ingresos que les permite mejorar sustancialmente sus condicio-
nes y calidad de vida.
La Ley N°29196 de Promoción de la Agricultura Orgánica o Ecológica aprobada en 
enero del 2008 (que aún no tiene reglamento) es una herramienta. Entre sus fines y 
objetivos plantea: “…tiene por finalidad promover el desarrollo sostenible y competitivo 
de la producción ecológica…” “Fomentar y promover la agricultura orgánica para con-
tribuir con la superación de la pobreza, la seguridad alimentaria, la conservación de los 
ecosistemas y la biodiversidad”; “Desarrollar e impulsar la agricultura orgánicacomo una 
de las alternativas de desarrollo económico y social del país coadyuvando a la mejora de 
la calidad de vida de los productores y consumidores, y la superación de la pobreza”. 
Todo esto será letra muerta si no se cumple las precondiciones expuesta en párrafos 
anteriores.
3.2. Agricultura campesina y agricultura ecológica
En la experiencia de trabajo del IDMA de promoción de la agricultura ecológica en 
comunidades rurales principalmente andinas, se ha constatado la permanente coin-
cidencia, aproximación e integración de la agricultura campesina con los principios 
básicos de la agricultura ecológica y viceversa.
Productores de Carania - Yauyos, trabajando en sus andenes.
17
Como es ampliamente conocido, en el Perú la agricultura campesina tiene su origen 
y fuente de inspiración en los principios de la agricultura inca, preincas y las culturas 
originarias que se desarrollaron hace más de 6,000 años a.c.; las que han sido y 
siguen siendo escenario de una de las creaciones más significativas de la huma-
nidad: la agricultura; la que alcanzó su máxima expresión con la domesticación de 
numerosas plantas alimenticias y el desarrollo de tecnologías extraordinarias como 
los andenes, canales, cochas y fertilización natural con plantas y animales. El Perú 
desde entonces se constituyó en uno de los centros de megadiversidad de plantas 
cultivadas en el mundo.
La agricultura campesina en el Perú no solo se ha desarrollo a partir de la organi-
zación del trabajo y de las múltiples técnicas de producción; sino esencialmente a 
partir de la integración de los seres humanos con la naturaleza (suelo, agua, monta-
ñas, ríos, lluvia, aire, sol, animales, plantas). Precisamente la base de la agricultura 
campesina se encuentra en la rica y abundante cultura de la diversidad, en las sabi-
durías, en el uso de insumos locales y la visión holística del mundo o cosmovisión.
Hoy, en pleno siglo XXI, ya no existe duda que los principios de la agricultura cam-
pesinas, son tomados en cuenta por la agricultura ecológica. Qué duda cabe que la 
agrobiodiversidad (diversidad de especies, cultivos y semillas) es uno de los pilares 
de la agricultura ecológica y agricultura campesina. Asimismo, no cabe duda que 
las técnicas de conservación de suelos de ladera o montaña: terrazas bancales o 
andenes, terrazas de formación continua, surcos en contorno; las técnicas de pro-
ducción diversificada: asociación y rotación de cultivos; las técnicas de siembra y 
cosecha de agua: amunas, represamiento de lagunas naturales, reservorios con 
materiales locales, protección de puquiales; las técnicas de control de plagas y 
enfermedades usando plantas biocidas y otras técnicas de producción son amplia-
mente usadas en la agricultura ecológica y campesina. 
De igual manera luego de varios años de arduo trabajo en la gestión e implementa-
ción de proyectos de desarrollo rural y agricultura sostenible, principalmente reali-
zado por organizaciones de desarrollo en alianza con organizaciones campesinas y 
de productores ecológicos; varias tecnologías agroecológicas introducidas se han 
incorporado al quehacer diario y cultura de las familias y organizaciones como las 
técnicas de abonamiento orgánico: compost, bocashi, humus de lombriz, biol; téc-
nicas de riego tecnificado: riego por aspersión y goteo; técnicas de crianzas: pas-
tos mejorados, pastos asociados, crianza tecnificada de animales menores. Estas 
tecnologías que emplean insumos y recursos locales están contribuyendo a fortale-
cer la base productiva de las familias campesinas y especialmente a fortalecer sus 
capacidades y elementos de sostenibilidad, como parte de un proceso orientado a 
vigorizar la cultura campesina en armonía con el medio ambiente.
A continuación se reproduce un fragmento del documento “La agricultura campesi-
na sostenible puede alimentar al mundo”, publicado en febrero del 2011 por La Vía 
Campesina que nos da más luces de la integración entre agricultura ecológica y 
agricultura campesina.
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Principios de la agricultura campesina sostenible 
Se pueden encontrar ejemplos de agricultura campesina y familiar sostenibles en todo 
el planeta, por lo que existe una amplia terminología para referirse a ésta. Dependien-
do de los sitios donde se realice, se emplean los términos agroecología, agricultura 
orgánica, agricultura natural, agricultura sostenible de bajos insumos, y otros. En La Vía 
Campesina, no queremos decir que un nombre es mejor que otro. Preferimos especi-
ficar los principios que defendemos. 
En realidad, la agricultura campesina sostenible viene de la combinación del descubri-
miento y revalorización de los métodos campesinos tradicionales y de la innovación de 
nuevas prácticas ecológicas. 
Entre los principios clave, se encuentran los de la agroecología (Altieri, 2002): 
a) Fomentar el reciclado de la biomasa y optimizar la disponibilidad de nutrientes y 
el balance de flujos de nutrientes. 
b) Asegurar unas condiciones de suelo favorables para el crecimiento de las plan-
tas, realizando un buen manejo de la material orgánica, las cubiertas vegetales y 
la activita biótica del suelo. 
c) Minimizar las pérdidas de energía solar, de aire y de agua, adecuando el manejo 
al microclima local, e incrementando las coberturas para favorecer la recogida 
de agua y el manejo del suelo. 
d) Diversificación del agroecosistema, en el tiempo y el espacio, de especies y 
genéticamente. 
e) Fomentar las interacciones y sinergias biológicas benéficas entre los componentes 
de la agrobiodiversidad, para promover los procesos y servicios ecológicos clave. 
No consideramos que la sustitución de insumos “malos” por “buenos”, sin modificar la 
estructura del monocultivo es sostenible. (Rosset y Altieri, 1997). 
La aplicación de estos principios a las complejas y diversas realidades de la agricultura cam-
pesina requiere que el campesinado se (re-)apropie activamente de sus sistemas de pro-
ducción, adecuándolos a su conocimiento local, su ingenio y a su capacidad de innovación.
Estamos hablando de fincas relativamente pequeñas, manejadas por familias campesinas 
o por comunidades. Las fincas pequeñas permiten el desarrollo de la biodiversidad fun-
cional manejando producciones diversificadas, integrando cultivos, árboles y animales. En 
este tipo de agricultura no se necesitan, o se necesitan menos, insumos externos ya que 
mucho puede ser producido en la propia finca. 
3.3. Agrobiodiversidad y agricultura ecológica
La agricultura ecológica es un sistema integral de gestión de la producción, que 
mejora la salud de los agroeco-sistemas, que conserva y al mismo tiempo poten-
cia el uso de los recursos locales, promoviendo procesos productivos sostenibles. 
Uno de los ejes y soportes de la agricultura ecológica es la agrobiodiversidad o 
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Según el IFOAM la investigación en prácticas de agricultura ecológica ha demostra-
do que dichas prácticas tienen el potencial de favorecer la conservación de la agro-
biodiversidad a través de: a) Aumento del número y de la variedad de especies en 
las chacras campesinas, b) Favorecimiento de altos niveles de agrobiodiversidad, c) 
Conservación de suelos sanos y de una abundante fauna en ellos, tal como lombrices, 
d) Reducción del riesgo de contaminación del agua, e) Mejoramiento de la eficiencia 
energética, f) Disminución de las emisiones del dióxido de carbono para reducir el 
calentamiento global.
Alrededor de un tercio de la superficie terrestre mundial se utiliza para la agricultura. 
Los estándares y las prácticas de agricultura ecológica aseguran que este espacio 
sea manejado favoreciendo la biodiversidad y que los ecosistemas primarios no sean 
destruidos para ampliar la frontera agrícola.
Entre los beneficios de la agrobiodiversidad se pueden señalar los siguientes: 
• Incrementa la productividad, las cosechas, y la seguridad alimentaria.
• Provee estabilidad y sostenibilidad a los sistemas de producción agrícola. 
• Contribuye al control de plagas y enfermedadesen forma natural.
• Conserva los suelos, y aumenta la sanidad y fertilidad.
• Diversifican la producción y las oportunidades de ingresos a los agricultores.
• Incrementa el valor económico y aumentan los ingresos.
• Reduce o dispersan los riegos para las familias, comunidades y países
• Aumenta la eficiencia del uso de recursos y contribuyen a la salud de los eco-
sistemas 
• Reduce la presión de la agricultura sobre tierras frágiles, bosques y especies en 
peligro.
• Reduce la dependencia de insumos externos. 
• Aumenta el valor nutritivo y provee recursos medicinales y alimenticios adicionales.
• Permite un mayor acceso de los productores a los mercados locales, nacional 
e internacional
Productora en la Feria de la agrobiodiversidad de 
Kichki - Huánuco.
diversidad agrícola que reúne lo re-
lativo a la diversidad biológica para 
la producción agrícola y comprende 
los recursos genéticos de plantas y 
animales, los organismos del suelo, 
los insectos y otros organismos en 
ecosistemas manejados o agroeco-
sistemas, y también los elementos 
de ecosistemas naturales para la 
producción de alimentos.
La diversidad de variedades, ade-
más de ser positiva dentro de la di-
versidad genética, hace que las cha-
cras campesinas se adapten mejor 
a las condiciones fluctuantes que la 
agricultura comercial homogénea. 
20
Conservación de la agrobiodiversidad
Perú país megadiverso: 
En todos los aspectos referentes a la diversidad biológica el Perú está entre los 10 
países de mayor diversidad de la tierra, conocidos como “países megadiversos”, por 
su diversidad de ecosistemas, de especies, de recursos genéticos y de culturas abo-
rígenes. De las 117 zonas de vida reconocidas en el mundo 84 se encuentran en el 
Perú; asimismo de los 32 tipos de clima de la tierra, en el Perú se encuentran 28. 
Agrobiodiversidad, cultura y semillas: 
En pleno proceso de cambio climático, a nivel local, nacional y global; cada día existe 
mayor consenso, que en un país megadiverso de las características del Perú, la diver-
sidad de culturas, significa una extraordinaria reserva y potencial, que requieren ser 
debidamente valorada y difundida.
El Perú posee una alta diversidad de culturas con 14 familias lingüísticas y al menos 
44 etnias distintas. Estos grupos indígenas poseen conocimientos importantes res-
pecto a usos y propiedades de plantas y animales; diversidad de recursos genéticos 
y las técnicas de manejo. Estas culturas originarias son centros importantes de co-
nocimientos tradicionales y forman parte del acervo de ciencia y tecnología del país 
y del mundo. 
No nos olvidemos que agricultura; es el arte de cultivar la tierra –la cultura que 
mantiene la unidad indisoluble del ser humano con la tierra– en esencia agricultura, 
es la cultura de criar semillas y producir alimentos que permiten la vida de los seres 
humanos. 
En ese contexto qué duda cabe, que la cultura andina peruana, rica y diversa, es 
también la generadora de tan vasta diversidad de semillas y frutos que constituyen 
uno de los más grandes bancos de germoplasma a nivel de la tierra. Se posee 182 
especies de plantas nativas domésticas con centenares y hasta miles de variedades 
y además las formas silvestres de esas plantas. Por ejemplo de papa existen 9 espe-
cies domesticadas con unas 3500 variedades y unas 91 especies silvestres, 55 razas 
de maíz, 15 especies silvestres de tomates y 2 domesticadas; 623 especies de frutas 
y 1408 especies de plantas medicinales entre otras.
21
La cultura andina, a través de generaciones, ha ido construyendo, creando y recrean-
do la cultura alimentaria andina, la cultura del buen comer. Para ello las familias cam-
pesinas de los andes han ido desarrollando tecnologías y buenas costumbres para 
garantizar la producción y disponibilidad de alimentos suficientes.
En todo este proceso, es evidente, que existe una cultura de la producción, selección 
y conservación de semillas; conservación sustentada en la acumulación de saberes 
y tecnologías ancestrales apropiadas al mundo campesino; y de respeto y amor a la 
madre tierra (pachamama), en armonía con la naturaleza. 
Conservación in-situ de la agrobiodiversidad
El IDMA, como parte de sus estrategias de desarrollo rural sostenible trabaja en la 
conservación de la agrobiodiversidad desde la década del 90. Del 2001 al 2005, 
participó en el Proyecto “Conservación in-situ de cultivos nativos y sus parientes sil-
vestres”, financiado por GEF-PNUD. Ejecutado por 6 instituciones del sector público 
y ONG, entre ellas 14 instituciones socias ejecutoras de campo, como el IDMA en 
Huánuco a través de un convenio con CCTA (Coordinadora de Ciencia y Tecnología en 
los Andes). Con la experiencia del proyecto In-situ, se ha continuado trabajando con 
otros proyectos hasta la actualidad a través de sus 3 programas de desarrollo rural 
sostenible en Huánuco, Abancay y Lima-Huancavelica.
La conservación in-situ de los cultivos nativos, es decir en las propias chacras o parce-
las de las familias campesinas; permite contar con experiencias exitosas donde ahora 
es posible en una sola familia encontrar muchas variedades de papas, de maíces, 
y de otros tubérculos, granos y frutos. Conservación que ha sido fortalecida con la 
Implementación de técnicas agroecológicas (conservación de suelos y aguas, abona-
miento orgánico, asociación y rotación de cultivos, selección y cuidado de semillas), 
recuperación de tecnologías y saberes tradicionales, intercambios de experiencias y 
ferias de semillas. 
Estas acciones han permitido recuperar y conservar la variabilidad de los principales 
cultivos en las comunidades campesinas, inventariando en las chacras de las familias 
participantes: 400 variedades de papas, 85 variedades de ocas, 75 variedades de 
mashuas, 45 variedades de ollucos, 16 variedades de camotes, 105 variedades de 
maíces, 9 variedades de granadillas entre otros cultivos nativos. Este arduo trabajo de 
conservación de la diversidad a partir de la organización de los campesinos conserva-
cionistas (caso de Huánuco) actualmente ha encontrado aceptación y reconocimien-
to en las bioferias, mercado diferenciados y en la gastronomía.
Objetivos de la conservación in-situ de la agrobiodiversidad:
• Conservar la agrobiodiversidad en chacra y proteger los parientes silvestres.
• Fortalecer la capacidad de las organizaciones sostenedoras para continuar con 
los esfuerzos de conservación en chacra.
• Elevar la conciencia sobre el valor ecológico, cultural y nutritivo de los cultivos nativos.
• Promover la comercialización planificada y directa a mercados diferenciados
22
Actividades relevantes en la conservación in-situ de la agrobiodiversidad:
• Zonificación de los cultivos nativos y sus parientes silvestres y ubicación de las 
chacras de los conservacionistas.
• Registro de Agricultores líderes conservacionistas de cultivos nativos (directorio).
• Registro de usos de cultivos nativos y parientes silvestres.
• Inventario y descripción de prácticas tradicionales.
• Introducción de tecnologías apropiadas (conservación de suelos, manejo de 
pastizales, construcción de barreras vivas y producción de plantones forestales).
• Instalación de campos semilleros.
• Estudio cultural y socioeconómico de los agricultores conservacionistas.
• Talleres y charlas sobre aspectos de la conservación in situ. 
• Recorridos de colección –caminos de las semillas.
• Caracterización varietal de los cultivos nativos y sus parientes silvestres.
• Ferias de exposición, de intercambio de semillas y de comidas típicas a base 
de los cultivos nativos.
• Intercambio de experiencias campesinas.
• Fortalecimiento a organizaciones tradicionales y constitución de asociación de 
conservacionistas de cultivos nativos
• Elaboración e implementación de planes de trabajo.
• Acceso organizado a mercados diferenciados que valoren la ABD.
Reto pendiente:
Conscientes de la extraordinaria riqueza en agrobiodiversidad que poseemos como 
país; los artíficesde esta obra humana –las familias campesinas de los andes y ama-
zonía– siguen viviendo en condiciones de alta vulnerabilidad: bajo nivel educativo 
(algunos distritos con más del 25% de analfabetismo), sin asistencia técnica, sin ca-
rreteras que permitan sacar su producción a las ciudades para vender su productos 
en forma diferenciada y justa, sin programas y proyectos concretos para afrontar los 
efectos del cambio climático; sin servicios de salud de calidad y con niveles de des-
nutrición mayores del 40%. En suma, los guardianes del mayor germoplasma de la 
humanidad –útil para la seguridad alimentaria del Perú y del mundo– afincados en las 
comunidades campesinas y nativas viven aún en condiciones de exclusión y deman-
dan la urgente atención del Estado a través de los sectores correspondientes. 
Es responsabilidad de los gobernantes y decisores políticos impulsar y concretar pro-
gramas y proyectos que revaloren y reivindiquen con acciones concretas a las familias 
conservacionistas –guardianes de la agrobiodiversidad– que con su labor diaria con-
tribuyen a la conservación del ambiente y seguridad alimentaria del Perú y del mundo.
3.4. Agricultura Ecológica, estrategia eficaz para enfrentar los efectos del Cambio 
Climático
En el mundo hay 1.700 millones de pequeños agricultores y pastores que son enor-
memente vulnerables ante los impactos del cambio climático. Viven en zonas rurales 
marginados, principalmente en África, Asia y América Latina, caracterizadas por llu-
23
vias torrenciales, largas sequías, terrenos en pendiente, suelos frágiles y degradados 
y limitado acceso a los mercados. Estos agricultores son vulnerables porque sus ac-
tividades principales dependen directamente de las precipitaciones y las temperatu-
ras; además apenas disponen de ahorros o alternativas en caso de pérdida de las 
cosechas o el ganado. 
En este contexto las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático es un 
inmenso desafío para los países en vías de desarrollo. El cuarto informe del IPCC 
(Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático) que reúne a los mejores 
expertos del mundo sobre el tema, ha hecho una evaluación crítica de los posibles 
impactos del cambio climático sobre la agricultura, la ganadería y la pesca. Tal como 
lo demuestran numerosos estudios y experiencias, las poblaciones en condición de 
pobreza y vulnerabilidad – quienes ya se encuentran amenazadas por el hambre y la 
malnutrición o lo están sufriendo, serán las más afectadas.
Frente a esta situación provocada en gran medida por los países industrializados, 
son estos los que deben asumir compromisos financieros y morales en cuanto a la 
compensación por los daños causados por el cambio climático. Esto debe operativi-
sarse mediante fondos internacionales gobernados por organismos de las Naciones 
Unidas, pero también mediante nuevos instrumentos tales como los esquemas de 
seguro. Asimismo los gobiernos nacionales necesitan transversalizar la adaptación y 
mitigación a través de todas las políticas de gobierno.
Chacra agroecológica.
24
Asimismo, el IPCC, FAO y otros organismos internacionales, destacan la importancia 
de la agricultura ecológica familiar como estrategia efectiva en la mitigación y adap-
tación al cambio climático, así como la necesidad de tomar medidas de adaptación 
para lograr la seguridad alimentaria. 
Para conseguir una agricultura más resiliente es necesario fortalecer la capacidad 
de recuperación de los productores vulnerables mediante el desarrollo de sus habi-
lidades y conocimientos, otorgándoles una voz más fuerte, fortaleciendo sus capa-
cidades para uso de prácticas agroecológicas, fortaleciendo su identidad cultural y 
promoviendo relaciones de equidad de género e intergeneracional. Una agricultura 
ecológica que potencie las capacidades y el uso de recursos locales, que involucre 
a las familias será capaz de afrontar con éxito los impactos climáticos y de producir 
más. Pero la mejora de la capacidad de previsión y recuperación no sólo depende 
de la gestión que los productores hagan de los recursos, sino también de la efica-
cia con que las instituciones locales, regionales y nacionales incorporen en sus 
políticas programas de mitigación y adaptación y recursos financieros para llevarlos 
adelante.
Las familias campesinas vulnerables pueden utilizar las prácticas agroecológicas 
para aumentar su capacidad de recuperación y mejorar sus medios de vida, con-
siguiendo con ello múltiples beneficios. Las experiencias del IDMA, en Abancay, 
Huánuco, Lima y Huancavelica, así como de los socios de la RAE y otras organi-
zaciones con muchos años de experiencia en desarrollo rural y agricultura soste-
nible en el Perú, tienen extraordinarias experiencias validadas en las comunidades 
campesinas, que ameritan ser tomadas en cuenta por las autoridades nacionales 
para implementar programas y proyectos que posibilite intervenciones efectivas en 
mitigación y adaptación al cambio climático. 
En ese camino sugerimos constituir un programa nacional que involucre a un millón 
de familias campesinas que viven en las zonas rurales (principalmente andinas del 
Perú), implementando proyectos participativos que masifiquen las prácticas agroeco-
lógicas, que permitan estabilizar los suelo de laderas, darle cobertura vegetal que 
disminuyan la erosión y vulnerabilidad; mejorando la productividad y economía de las 
familias campesinas; como elementos claves para reducir los efectos de la variabi-
lidad y cambio climático; y al mismo tiempo ser palancas propulsoras de desarrollo 
sostenible a nivel comunal, local y nacional.
3.5. La Agricultura Ecológica y seguridad alimentaria
El incremento del número de personas con hambre en el mundo de 852 millones en 
el 2007 a 925 millones para el año 2010 – reportado por la Organización Mundial de 
la Alimentación y la Agricultura FAO y otras agencias de la ONU –, es realmente alar-
mante; de éstas más del 60% son mujeres. Algunos analistas consideran que la crisis 
financiera internacional y el incremento de los precios de los alimentos de los últimos 
años está incrementando la inseguridad alimentaria estimándose que en el 2012 ya 
se habría superado los 1,000 millones de personas que padecen hambre.
25
El aumento poblacional, el cambio climático, la deforestación de la Amazonía, la de-
gradación de la tierra y la falta de agua afectarán la seguridad alimentaria en el mundo 
y complicarán la tarea de sostener a la población para el 2050. El mundo tendrá que 
aumentar su producción de cereales en 1,000 millones de toneladas y generar 200 
millones de toneladas adicionales de productos agropecuarios al año para el 2050, a 
fin de alimentar a una población que se espera alcance los 9,000 millones de perso-
nas, estima la FAO. 
En el caso del Perú, la FAO y el Programa Mundial de Alimentos estiman que de 28.5 
millones de habitantes 4.5 millones se encuentran en condición de subnutridos (16%); 
asimismo según estadísticas del INEI del año 2010, se tiene una tasa de desnutrición 
crónica infantil (niños menores de 5 años) de 18.3% a nivel nacional, de los cuales el 
33% corresponde a la zona rural y 10% a la zona urbana. Sin embargo si revisamos 
las cifras en algunas regiones más vulnerables encontramos cifras mayores de des-
nutrición crónica infantil (Apurímac 34.8%, Huánuco 39.2% y Huancavelica 53.6%), po-
niendo en evidencia una gran paradoja, que la inseguridad alimentaria es mayor en la 
zona rural andina y amazónica del Perú donde la actividad principal es la agricultura.
Esta situación alarmante nuevamente debe llevarnos a procesar una profunda re-
flexión sobre el modelo de agricultura que el Estado a través del sector correspon-
diente (Ministerio de Agricultura), las organizaciones de productores y las entida-
des de desarrollo debemos promover. La experiencia de las últimas décadas nos 
permite concluir que el modelo de una agricultura extractivita, de monocultivo y 
de uso intensivo de insumos químicosimportados ha fracasado. Los pequeños y 
medianos productores seducidos por la revolución verde y por los promotores de 
paquetes tecnológicos con insumos externos han degradado sus tierras y se han 
descapitalizado, cayendo en la desesperanza y desaliento. 
Productoras de la Feria Ecológica de Huánuco.
26
A lo largo y ancho del Perú en la últimas dos décadas se ha ido gestando un 
movimiento liderado por familias campesinas, que abrazando los principios de 
la agroecología están revolucionando sus parcelas y comunidades. Estos cien-
tos y miles de familias campesinas han encontrado en la agricultura ecológica 
la estrategia eficaz para luchar contra la indiferencia del Estado, la pobreza y la 
inseguridad alimentaria.
Como es ampliamente conocida la agricultura ecológica no solo promueve un 
conjunto de técnicas agroecológica pertinentes, adaptadas al medio y a la cultu-
ra local (conservación de suelos, forestación, agroforestería, siembra y cosecha 
de agua, riego por aspersión y goteo; diversificación y rotación de cultivos, ela-
boración y aplicación de abonos orgánicos a partir de insumos locales, control 
integrado de plagas y enfermedades, entre otras), sino que fundamentalmente 
significa una práctica y filosofía de vida que desarrolla y potencia las capacida-
des de todos los miembros de las familias y promueve el uso de los recursos 
locales conservando el medio ambiente.
Con la adopción y empoderamiento de las prácticas de agricultura ecológica 
como forma de vida, las familias campesinas implementan chacras agroecoló-
gicas integrales, que les permiten tener alimentos variados para las diferentes 
épocas del año. Las cosechas se destinan principalmente para el consumo fa-
miliar y los excedentes para el intercambio de productos y venta en las ferias 
comunales, ferias ecológicas y mercados locales, nacionales e internacionales. 
Asimismo, existen tecnologías tradicionales y adaptadas al medio campesino 
para la conservación y transformación de productos alimenticios, proporcionan-
do mayores alternativas que amplían la diversidad de usos de productos prove-
nientes de una agricultura limpia. Asimismo esta situación les permite en el me-
diano plazo (3 años) obtener mejores rendimientos y contar con una producción 
de alimentos diversificados que han mejorado sus niveles de seguridad alimen-
taria. En comunidades donde el IDMA ha promovido proyectos de agricultura 
ecológica se han registrado en los productores, incrementos de rendimiento de 
la producción de diferentes cultivos (maíz, papas, hortalizas) entre 20% y 200%, 
incremento del consumo de hortalizas de 5 a 25 días al mes; incrementos del 
consumo de carnes (proteínas) de 2 a 9 días al mes; asimismo, se han regis-
trado incremento de consumo del número de productos de origen local de 14 
a 53 productos (279%).
En muchas comunidades del Perú, Latinoamérica y en el mundo entero exis-
ten infinidad de experiencias exitosas, que nos muestran que el camino para 
salir de la pobreza y la inseguridad alimentaria para familias campesinas en 
situación de alta vulnerabilidad social y económica, es la agricultura ecológica. 
Estas experiencias validadas requieren ser ampliadas y masificadas con polí-
ticas públicas, programas y proyectos promovidos por el Estado (ministerio de 
agricultura, gobiernos regionales y locales) que han de permitir en el mediano 
y largo plazo ver a cientos de miles de familias campesinas tener disponibili-
dad y acceso a alimentos suficientes, vivir en forma digna y en mejores con-
diciones.
27
3.6. Productos ecológicos y Mercado
Crecimiento del mercado de productos ecológicos (orgánicos)
Las ventas mundiales de alimentos y bebidas orgánicas totalizaron 55,000 millones 
de dólares en el año 2009, lo que equivale a un crecimiento anual promedio de 16 por 
ciento desde el 2006, según la Federación Internacional de Movimientos de Agricul-
tura Orgánica (IFOAM). En términos de superficie, aproximadamente 37.2 millones de 
hectáreas de tierra agrícola es ahora manejada orgánicamente, lo que representa un 
incremento de 6.2% con respecto al 2008; de esta área el 33% se encuentra en Ocea-
nía mientras el 25% se encuentra en Europa y 23% en América Latina.
Asimismo se destaca que ha aumentado el número de países que tienen tierras con 
producción orgánica, al año 2009, la agricultura orgánica se practicaba en 160 paí-
ses, comparado con 154 países en 2008 y 86 países en el año 2000; de la misma for-
ma se estima que existen 1.8 millones de productores/as en el mundo, donde México 
destaca como el tercer país en la lista de los países con más personas dedicadas a 
la agricultura orgánica (128,862), también en América sobresale Perú, con casi 55 mil 
personas productoras orgánicas. 
Según PROMPERÚ, en el 2010 las exportaciones de productos orgánicos peruanos 
totalizaron 213 millones de dólares, 30.6 por ciento más respecto al año 2009. Se 
enviaron 56 productos con certificación orgánica, nueve más que en el año 2009 y 28 
más que en el 2005. El café, el banano y el cacao también lideraron las ventas repre-
sentando el 90% del valor FOB de exportaciones de productos orgánicos peruanos. El 
otro 10% es liderado por productos como la quinua, el mango, el jengibre y la maca. 
Asimismo el 6.7 % del valor de las exportaciones totales del sector agrario son orgáni-
cas. La Unión Europea es el principal mercado de productos orgánicos con el 64% del 
valor de las exportaciones. Para el 2011 la Asociación de Exportadores (Adex) estimó 
exportaciones de productos orgánicos peruanos por una suma de 300 millones de 
dólares, lo que significa un aumento de casi 20% con relación a 2010. 
Productoras de la RedPrausa ofertando sus productos en las Bioferias de Lima.
28
Urge promover el consumo interno de productos ecológicos
Cada día hay más evidencias y conciencia que los alimentos producidos con agroquí-
micos y venenos diversos son altamente nocivos para la salud humana y el medio am-
biente. De igual manera cada día somos más los que promovemos y valoramos en el 
Perú y el mundo la agricultura ecológica y el consumo de alimentos sanos y naturales; 
a estas alturas, tampoco está en duda que los alimentos producidos ecológicamente 
son más nutritivos, agradables, que mejoran nuestra salud y calidad de vida; y al mis-
mo tiempo revaloran la agricultura familiar campesina, solidaria, diversa y ecológica.
Sin embargo, una realidad que es bueno evidenciar, es que los productos orgánicos 
(certificados por empresas acreditadas – tercera parte) como banano, café, mango, 
espárrago, palta, quinua; producidos con mucho esfuerzo por los campesinos pe-
ruanos, en un 95% son exportados a diversos países (EE.UU, Europa, Japón, entre 
otros) y solo el 5% se comercializan en supermercados y espacio de comercialización 
diferenciados en el mercado nacional.
Una arista del problema es que la normatividad peruana “precisa”, que los productos 
para ser catalogados como orgánicos deben pasar por una empresa certificadora 
que garanticen el cumplimiento del reglamento de productos orgánicos. Como es ló-
gico este proceso tiene un costo alto para las asociaciones de pequeños productores 
que exportan o venden en el mercado interno en los supermercados principalmente 
de Lima (Vivanda, Plaza Vea, Wong) y algunas bioferias como la de Miraflores, se ven 
obligados a pagar. Para la gran mayoría de los pequeños productores, es práctica-
mente imposible acceder a este tipo de certificación y mantenerlo anualmente.
Productor agroecológico de Huánuco mostrando sus certificado del SGP.
29
Ante esta realidad por elemental lógica, corresponde hacerse algunos cuestionamien-
tos básicos ¿solo interesa a los funcionarios de los sectores Agricultura, Producción, 
Industria y Comercio Internacional el incremento de las cifras de las agro exporta-
ciones de la cadena orgánica?, ¿ interesa acaso, el incremento de las ventas de los 
productos orgánicos para el mercado interno?, ¿interesa la salud de los peruanos, 
y su derechoa consumir productos sanos y orgánicos a precios justos?, ¿interesa 
fomentar la pequeña agricultura familiar campesina, mayoritariamente limpia o ecoló-
gica, pero que paradójicamente se desarrolla en zonas y distritos con mayores niveles 
de pobreza?, ¿interesa sacar adelante a cientos de miles de familias campesinas que 
viven en comunidades campesinas andinas y amazónicas en condiciones de pobreza 
y extrema pobreza, que tienen habilidades y potencialidad para abastecer con pro-
ductos sanos y ecológicos al 70% de la población peruana?; ¿nos interesa realmente 
promover un país próspero, inclusivo, solidario y cuidadoso con el medio ambiente?
Sistema de Garantía participativo - SGP una alternativa viable para promover el 
consumo nacional de productos ecológicos
Hace varios años en diversos países del mundo se viene promoviendo e implemen-
tando la certificación participativa (en el Perú Sistema de Garantía Participativo – SGP), 
como una alternativa para la evaluación de la conformidad del proceso de producción 
ecológica de los pequeños productores y facilitar su acceso a los mercados naciona-
les (internos). 
Internacionalmente viene siendo promovido por el IFOAM (Federación Internacional 
de Movimientos de Agricultura Orgánica), el Movimiento Agroecológico Latinoameri-
cano (MAELA), GALCI (Grupo de América Latina y el Caribe de IFOAM) y otras organi-
zaciones, generando una corriente mundial de redefinición de los procedimientos de 
certificación aplicables a la producción de pequeña escala y tradicional.
En países como Brasil, Bolivia, Chile, Costa Rica ya existen marcos regulatorios y se-
llos que adoptan al SGP como herramienta de certificación de productos dirigidos al 
mercado nacional/local. 
En el Perú el SGP desde hace cinco años es promovido por organizaciones como 
IDMA, ANPE y organizaciones regionales de productores, asociaciones de consumi-
dores, universidades, instituciones públicas, privadas, gobiernos regionales y locales, 
gestando verdaderas redes democráticas y solidarias. En la actualidad se cuenta con 
un Consejo Nacional del SGP, Consejos Regionales y Núcleos Locales en funciona-
miento. Un buen ejemplo es la experiencia de Huánuco, donde el Gobierno Regional 
ha emitido la ordenanza Nº 082-2010-CR-GRH que reconoce y legaliza el SGP dentro 
del ámbito regional.
Asimismo, se dispone de un Manual de Procedimientos e instrumentos que permiten 
la operación del sistema. Sin duda alguna el SGP, es una real alternativa, para fortale-
cer la organización de los productores, y sobre todo garantizar la cualidad ecológica 
para asegurar a los consumidores nacionales productos alimenticios sanos y de cali-
dad; contribuyendo con el desarrollo de las comunidades, la seguridad alimentaria y 
el cuidado del medio ambiente. 
30
En ese contexto sería de mucha importancia que el Ministerio de Agricultura con el 
concurso de las organizaciones de productores ecológicos y organizaciones de de-
sarrollo en el marco de las políticas nacionales de lucha contra la pobreza e inclusión 
social, desarrollen una propuesta de implementación del Sistema de Garantía Par-
ticipativo – SGP como instrumento para promover la pequeña agricultura ecológica 
familiar campesina y la venta de sus productos en los mercados locales, regionales 
y nacionales; posibilitando al mismo tiempo que cientos de miles de consumidores 
tengan acceso a comprar y consumir productos ecológicos a precios justos.
3.7. Metodologías participativas, herramientas eficaces para para la promoción de la 
agricultura ecológica
Según las estadísticas oficiales, es en el ámbito rural donde se ubica la población 
con mayores niveles de pobreza y analfabetismo. En estas zonas dedicadas princi-
palmente a la agricultura, es donde se requiere un fuerte trabajo en fortalecimiento de 
capacidades humanas; como una alternativa para superar los niveles de atraso apro-
vechando sus potencialidades (Clima, recursos naturales, biodiversidad, cultura).
En esa tarea prioritaria, las metodologías participativas empleadas en capacitación 
y asistencia técnica, cumplen un rol de primer orden. Estas conciben a los partici-
pantes involucrados como agentes activos en la construcción y reconstrucción del 
conocimiento y tecnologías eficaces, y no como agentes pasivos - simplemente re-
ceptores de recetas.
Este enfoque metodológico reconoce que todas las personas poseen saberes y 
conocimientos previos, una experiencia actual, una cultura vigente, un cuerpo de 
creencias, actitudes y prácticas que llevan consigo a los procesos de construcción de 
conocimientos en los que participan. 
Entre las metodologías conocidas para la zona rural de probada eficacia se tienen 
la de “campesino a campesino”, “aprender haciendo” y escuelas de campo. Estas 
privilegian el protagonismo de los campesinos y productores; ellos son actores direc-
tos, aprenden y enseñan; es decir se genera un espacio de Inter-aprendizaje. En este 
proceso los profesionales cumplen un rol de facilitadores. 
Sin duda alguna son las metodologías más apropiadas para masificar las innova-
ciones tecnológicas, contribuyen a la sostenibilidad de los procesos y promueven 
comunidades organizadas y emprendedoras.
Metodología de Campesino a Campesino (CaC) para la promoción de la agricul-
tura ecológica
La metodología de CaC: Es un proceso de generación y transferencia horizontal de in-
formación – conocimientos, es flexible, dinámica. Se adecua a cada realidad y puede 
ser innovada constantemente. En este proceso se enseña y aprende. Todos tenemos 
algo que compartir. En ningún caso se parte de cero. Todos tienen una experiencia va-
liosa. Se aprende haciendo. Se aprende de las experiencias. Se aprende entre todos.
31
La metodología CaC concibe en un primer plano a los campesinos y campesinas 
como actores de su propio desarrollo. El campesino dentro y fuera de su contexto 
rural es un ser social, que como dueño de su parcela (chacra), posee una lógica de 
producción, en base a la cual y a su experiencia de vida, aporta, intercambia y genera 
conocimientos. Es dueño y actor de su destino.
Principios básicos de la Metodología CaC:
• Parte de las necesidades sentidas: La metodología CaC se inicia a partir de un 
acercamiento a la comunidad, cuyo objetivo es realizar un diagnóstico partici-
pativo que permita conocer los problemas y necesidades sentidos por campe-
sinas y campesinos; no los observados por los técnicos.
• Trabaja con la propia capacidad y recursos locales: Las alternativas o solucio-
nes a los problemas identificados se basan fundamentalmente en los recursos 
locales existentes en la zona, con el fin de disminuir la dependencia hacia los 
recursos externos. Esto garantizará su sostenibilidad y su replicabilidad en otras 
familias de la comunidad.
• Lo sencillo primero, lo complejo después: La metodología CaC busca aplicar 
una técnica o solución partiendo del principio de su sencillez, para que pueda 
ser replicada por otros campesinos. Después de lograr resultados concretos, 
se pueden ir probando técnicas más complejas.
• Avanza paso a paso de manera gradual: Este principio clave consiste en enten-
der que la apropiación de la propuesta de agricultura sostenible es un proceso 
ordenado y secuencial que permite una mayor participación de la población 
campesina, adecuándose a los requerimientos de cada comunidad y buscando 
flexibilidad en los tiempos que requiere cada paso.
Productor de San Juan mostrando su vivero en un intercambio de experiencias.
32
• Experimenta en pequeño lo conocido y aprendido: Asimismo, es clave que las 
familias campesinas experimenten en pequeño lo conocido y aprendido, pues 
eso permite ampliar el conocimiento y luego aplicarlo en toda la parcela, para 
evitar riesgos. “La experimentación es otro de los elementos de ‘aprender ha-
ciendo’, pero también permite la innovación y la autoafirmación, y refuerza la 
autoestima y el entusiasmo”, lo que genera un ambiente positivo frente a una 
actitud positiva.• Rescata y valora los conocimientos y la cultura local: La metodología CaC res-
cata y valora los conocimientos y la cultura, utilizando el lenguaje y el idioma 
locales a partir del principio de desarrollo “aprender haciendo, no aprender 
estudiando”.
• Se centra en la persona y no en lo técnico: Con la metodología CaC se bus-
ca mejorar las condiciones de vida de las familias, difundiendo la agricultura 
sostenible. Asimismo, pretende fortalecer las relaciones familiares y lograr una 
adecuada distribución de roles con equidad de género, donde la parcela se 
convierte en el espacio de trabajo y de convivencia entre esposas, esposos, 
hijos e hijas.
• Es manejada por la gente de la localidad y sus organizaciones: Cuando los 
técnicos se convierten en facilitadores del proceso, no son las organizacio-
nes sino la gente la que desarrolla el liderazgo, y trabaja con su propia capa-
cidad de recursos locales. «No es el apoyo material lo que necesita la gente, 
sino reforzar su capacidad de conocimiento, sus destrezas para resolver las 
cosas»
• Protagonismo campesino: En el centro del proceso se encuentra la población 
campesina que con mucha responsabilidad y creatividad, están dispuestos a 
transformar su agricultura de acuerdo con los principios ecológicos y de soste-
nibilidad.
• Reconoce la necesidad de realizar acciones afirmativas para incorporar a las 
mujeres en la participación y toma de decisiones en todos los asuntos: Las acti-
vidades de la metodología CaC impulsa y promueve la participación de la mujer 
con el fin de fortalecer autoestima y liderazgo dentro de su comunidad.
• Reconoce la desigualdad de género y actúa a favor de las relaciones equitativas 
entre hombres y mujeres: Esta es una realidad que se constata en las experien-
cias de implementación de la metodología de CaC, la cual se convierte en un 
reto permanente en todo el proceso a fin de mejorar las relaciones de género.
• 80 por ciento de práctica, 20 por ciento de teoría: En la metodología «De Cam-
pesino a Campesino» se emplea 80 por ciento de práctica y 20 por ciento de 
teoría, aplicando un antiguo proverbio chino muy apropiado: “Lo que oigo lo 
olvido, lo que digo lo recuerdo, lo que hago lo sé.”
• Horizontalidad: Las técnicas y técnicos son sencillos, amigables y con un trato 
horizontal frente a los campesinos y campesinas.
• Los técnicos y técnicas facilitan y las organizaciones apoyan: En la metodología 
CaC, los técnicos y técnicas de las organizaciones de desarrollo facilitan los 
procesos de empoderamiento de la población campesina. En ese sentido, la 
organización tiene como prioridad el trabajo con campesinos y campesinas, y 
los dirigentes comunales otorgan la confianza y el protagonismo a campesinos 
promotores que vayan surgiendo.
33
por la gente de la localidad.
• Práctica comprensible y armoniosa: Es preciso generar confianza y dinamismo 
en las actividades CaC mediante el uso de herramientas de demostración, re-
flexión y animación.
• Busca ser un proceso de CaC no es un modelo transmisor de conocimientos 
que es memorizado por campesinos y campesinas: parte de un proceso gra-
dual que es apropiado por los propios pobladores y pobladoras.
• Aprovecha y refuerza los lazos de solidaridad: La difusión de la agricultura sos-
tenible con la metodología CaC promueve la solidaridad y reciprocidad entre 
indígenas y campesinos, incluyendo los hombres y mujeres; ya que se inscribe 
en un modelo de desarrollo entendido desde las personas y para las personas.
Lo anterior lleva a la reflexión y revisión de algo esencial: la predisposición del personal 
de las organizaciones que promueven el desarrollo rural sostenible y a asumir percep-
ciones y actitudes favorables al empoderamiento de los sujetos de desarrollo. 
Actores Roles 
Campesinos y campesinas Poner en prácticas y validar las técnicas agroecológicas promovidas
Promotores campesinos (varones y mujeres) Son los actores principales
Los técnicos / Facilitadores Son los facilitadores del proceso
Las instituciones de desarrollo y 
organizaciones de base
Promueven y apoyan el proceso
Un viejo proverbio chino dice:
Lo que oigo, me olvido,
Lo que veo, me recuerdo,
Lo que hago, lo sé. 
El enfoque metodológico de la metodología CaC,
Responde a las siguientes preguntas:
¿Resuelve una necesidad sentida?
¿Se ajusta a los sistemas de producción local?
¿Utiliza los recursos de la gente? 
¿Se comunica de manera eficiente?
¿Es de bajo riesgo?
¿Es sencilla?
¿Tiene ventajas económicas?
¿Qué impactos ecológicos genera?
¿Qué aspectos facilitan la innovación y la multiplicación
Al respecto es ilustrativa la teoría del psicólogo 
educativo William Glasser (1986):
• 10 por ciento de lo que leemos
• 20 por ciento de lo que escuchamos
• 30 por ciento de lo que vemos
• 50 por ciento de lo que vemos y escuchamos
• 70 por ciento de lo que discutimos con otros
• 80 por ciento de lo que experimentamos
• 95 por ciento de lo que enseñamos a otros
Cuadro Nº 1: Actores y Roles en la metodología CaC
• Acción - reflexión – acción: Otro de los 
principios de aprendizaje es el de acción, 
reflexión y acción: primero hago, luego re-
flexiono y después hago.
• Aprender haciendo: Este principio de la me-
todología «De Campesino a Campesino» 
está relacionado con el anterior, y consiste 
en aplicar los conocimientos existentes en 
la comunidad para resolver un determinado 
problema sentido.
• No depende ni se basa en el lenguaje es-
crito: Esta metodología puede usarse con 
personas que no manejan la lectura ni la 
escritura. Para ello se usan dinámicas, imá-
genes, dibujos, etc, tal como se presenta en 
los siguientes capítulos.
• Se enseña con el ejemplo: Si bien es cierto 
que la palabra convence, interesa que una 
técnica agroecológica se haya probado 
exitosamente en una parcela antes de ser 
difundida entre otros campesinos y campe-
sinas.
• Usa el lenguaje e idioma locales: En gene-
ral, se busca usar expresiones conocidas 
34
En general, se pueden identificar seis razones que motivan el éxito de la meto-
dología CaC 
• La apropiación del proceso por parte de campesinas y campesinos: Según la 
experiencia metodológica «De Campesino a Campesino», el éxito de los movi-
mientos productivos de mejoramiento agrícola radica en la capacidad de los agri-
cultores y agricultoras para controlar las variables que operan en sus procesos 
de experimentación. Ésta es la primera razón: que los agricultores sepan qué 
cambios de los que realizan en sus sistemas productivos funcionan, y por qué.
• La movilización de los saberes campesinos: El diálogo entre similares, es decir 
entre agricultores que tienen un tema en común, genera procesos de autoes-
tima. Aquí está la segunda razón: la movilización de los saberes campesinos 
locales, porque la gente se ve como parte de una búsqueda colectiva para me-
jorar sus fincas. El intercambio en el sitio —en las propias parcelas— revalora 
el trabajo que los agricultores invierten en los experimentos.
• La horizontalidad y la equidad de género: La tercera razón del éxito de este pro-
ceso es la horizontalidad del diálogo con equidad de género. La propuesta pro-
ductiva llega desde un campesino o campesina que se diferencia “del nuevo” 
sólo por la práctica que ha experimentado; por eso es que se multiplica rápida-
mente: por la escasa o casi nula diferenciación entre campesinos y campesinas.
• El promotor y promotora como organizadores de prácticas sostenibles: Para 
ampliar y multiplicar los procesos «De Campesino a Campesino» no se nece-
sita a los más capacitados, sino a los más motivados; no se requieren fincas 
especiales, sino más bien fincas comunes donde esté ocurriendo alguna prác-
tica agroecológica; tampoco se necesita un grupo compacto de promotores y 
promotoras formados.
• Se genera una situación de innovación permanente: En la metodología «De 
Campesino a Campesino», son los resultados en las parcelas y la combinación 
de estos con la motivación y el crecimiento de la autoestima los quegeneran 
en las comunidades una situación de innovación. Es un proceso en el cual se 
pone de moda la búsqueda permanente de algo nuevo.
• Las personas facilitadoras agregan valor a las experiencias locales. El papel de 
las personas facilitadoras es aportar valor agregado a las experiencias locales, 
supliendo sólo aquellos aspectos que efectivamente escapan a las lideresas, 
líderes, promotores y promotoras. Este papel lo deben cumplir profesionales 
con muy buena formación, expertos en procesos más que en contenidos y, 
sobre todo, con mucha sensibilidad social.
Actividades:
El trabajo de promoción de la agricultura sostenible con la metodología CaC, implica 
la realización de distintas actividades y, en ellas, se emplean diferentes herramientas 
metodológicas. Estas actividades son un conjunto de tareas secuenciales, que permiten 
integrar desde el principio a la comunidad, a fin de sensibilizarla en el tema de agricultura 
sostenible y seguridad alimentaria, promoviendo la participación de la población campe-
sina e indígena y esto para que identifiquen y den prioridad a sus principales problemas, 
buscando las soluciones basadas en sus propias capacidades, recursos y visión.
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• Participación en reuniones y asambleas de la comunidad u organización de base
• Coordinación con líderes o autoridades de la comunidad
• Diagnóstico participativo rápido (DPR)
• Inventario y selección de mejoras o “técnicas llave”
• Intercambios
• Experimentación campesina
• Visitas y días de campo en la comunidad
• La identificación de promotores y promotoras
• Talleres metodológicos
• Coordinación entre promotoras, promotores, facilitadores y facilitadoras
• Encuentros de promotores y promotoras
• Pasantías
Herramientas:
En la metodología CaC, se pueden emplear una serie de herramientas. El uso de cada 
una de ellas no es excluyente, muy por el contrario se complementan. 
Así como en el trabajo agrícola, la promoción de la agricultura ecológica con la meto-
dología CaC requiere de la creatividad de los promotores y promotoras. En la promo-
ción se emplean varias herramientas; entre ellas, algunas se usan para la motivación y 
animación, para comprender y reflexionar sobre los problemas y las posibles mejoras 
productivas y para lograr la participación de todos y todas.
Las herramientas pueden ser usadas en diferentes actividades de la metodología 
CaC: los intercambios de experiencia, en encuentros de promotores y promotoras, en 
reuniones con la comunidad, en las visitas a parcelas por promotores y promotoras, y 
en muchas otras actividades de promoción de la agricultura sostenible y la seguridad 
alimentaria.
Cuadro Nº 2: Uso de las herramientas según las actividades de la metodología CaC
Participación 
en reuniones y 
asambleas de 
la comunidad u 
organización de base
Coordinación 
con líderes o 
autoridades de la 
comunidad
Diagnóstico 
participativo rápido
Inventario y 
selección de 
mejoras o “técnicas 
llave”
Intercambios
Sociodramas Dinámina de Animación Testimonio La parcela
Demostraciones 
Didácticas
Fotos Canciones Mapa parlante Fotos Exhibición de semillas
Canciones Sociodramas Dinámicas de participación Dibujos Mapa parlante
Testimonios Poemas Dibujos y croquis
Testimonios de 
experiencias 
positivas
Testimonios
Dinámicas Testimonios
Cuadros de 
comparación, 
análisis y priorización
Canciones
Materiales 
audiovisuales Fotos Memorias Poemas
FUENTE: PIDAASSA PERU 2004, Memoria del taller Ejercitando herramientas metodológicas para promotores y facilitadores en la Metodología del CaC. 
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Entre las principales herramientas tenemos:
• Chacra o parcela familiar, 
• Croquis, dibujo de la chacra o mapa parlante
• Los testimonios de vida
• Las demostraciones sencillas
• Las dinámicas y sociodramas
• Las canciones, música, poesías,
• Dibujos, mapas, afiches
• Fotografías
• Folletos, boletines, revistas
• Cuadros de comparación, análisis y priorización
• Memorias de intercambios, talleres y encuentros
• Exhibición de semillas / productos / materiales
• Los materiales audiovisuales
• Programas Radiales
Limitaciones de los procesos de extensión agraria tradicional
Los modelos de extensión tradicional promovidos por la “revolución verde” tienen 
grandes limitaciones:
• Su carácter lineal.
• Su desentendimiento de la cultura y los conocimientos indígenas.
• Su falta de orientación hacia las necesidades de productores y productoras.
• Su falta de perspectiva de género
• Su enfoque paternalista.
• Su orientación “desarrollista” y comercial basada en la ganancia 
3.8. La escalera de la sostenibilidad agroecológica
La Escalera de la Sostenibilidad forma parte de las herramientas metodológicas em-
pleadas por el IDMA con una orientación eminentemente práctica, que permite pro-
mover en las familias campesinas el surgimiento y consolidación de un sistema de 
producción agroecológico; la cual considera un esquema sencillo para explicar la se-
cuencia y lógica de la implementación de prácticas en la chacra familiar campesina.
a. Diseño predial
 Este elemento es la base para planificar la producción agroecológica, pues, 
realizado con la participación de toda la familia, permite tener y fijar una visión 
compartida entre todos sus miembros respecto al mejoramiento de las condi-
ciones productivas, así como de las condiciones de vida de la familia.
 Las buenas ideas y sueños son plasmados de manera gráfica en un dibujo 
elaborado en una cartulina (mapa parlante), que es colocado en un lugar visible 
donde todos los miembros de la familia puedan apreciarlo diariamente; sirvien-
do para motivar su implementación.
37
Figura Nº 01: Escalera de la sostenibilidad 
Productor de Castrovirreyna - Huancavelica, mostrando su diseño predial (mapa parlante).
COMERCIALIZACIÓN
TRANSFORMACIÓN
ANIMALES
PLANTAS
AGUA
SUELOS
DISEÑO PREDIAL
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38
b. El suelo
 Es el recurso básico, sobre el que ha de prosperar la producción agroecológica 
(cultivos y crianzas), por tanto se le debe dar las condiciones necesarias que 
permitan su acceso, disposición, conservación y mejoramiento permanente. 
En este recurso se implementan prácticas como las andenerías, terrazas de 
formación lenta y continua, y abonamiento orgánico.
 Todos los diagnósticos realizados con las familias campesinas y las experien-
cias de muchos años de trabajo, nos indican que la erosión de suelos es uno 
de los problemas principales de la agricultura en ladera. Conservar los suelos, 
mantener y mejorar su fertilidad natural es el primer reto
.
c. El agua
 Siendo un recurso indispensable para la actividad agropecuaria, requiere la 
implementación de prácticas como la siembra y cosecha de agua (foresta-
ción de las cabeceras de cuencas, zanjas de infiltración, represamiento de 
vasos naturales, reservorios), los sistemas de riego adecuado (aspersión, go-
teo y gravedad tecnificado), protección de manantiales, el mulch y cobertura 
de suelos.
 
 Estas prácticas contribuyen a su conservación, regulación, uso organizado y 
eficiente, y evitan las pérdidas del recurso por evapotranspiración, por infiltra-
ción y usos inadecuados.
d. Las plantas
 Su función es importante en la producción, pues transforman los componentes 
minerales del suelo, el agua y la luz del sol en alimentos para el hombre y la 
crianza de animales; por lo tanto es necesario considerar prácticas como la 
conservación diversificada de semillas, diversificación y rotación de cultivos, 
manejo y control de plagas y enfermedades (control etológico, con macerados 
de plantas biocidas y con organismos benéficos) y agroforestería entre otras 
prácticas. Las especies y variedades de plantas a cultivar dependen

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