Historia del arte primitivo

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El Arte primitivo
Historia del arte primitivo
La categoría de lo “primitivo” comenzó a utilizarse en el arte en la Europa colonial. Por eso, estuvo desde el inicio impregnada de una connotación despectiva: lo primitivo era lo propio de los pueblos “atrasados”.
Así es como entendía la Europa del mercantilismo y la Revolución Industrial a las demás latitudes de las que extraía la materia prima para su desarrollo. Por lo tanto, el término debe haber nacido en algún momento entre los siglos XVI y XVIII.
Sin embargo, a finales del siglo XIX dos escuelas de pintura surgieron bajo el nombre de primitivismo:
· La escuela occidental que involucra a pintores como Paul Gaugin, Mijaíl Lariónov y Paul Klee y también al arte “naíf” del momento.
· La escuela oriental nacida en Rusia en torno a muchos pintores del movimiento conocido como la Sota de Diamantes (1909). Se consideraba un movimiento en contra de la influencia francesa en la pintura europea del momento.
Sin embargo, conviene no confundir al arte primitivo y al primitivismo, aunque formen de alguna manera manifestaciones parecidas de una misma idea de “lo primitivo”.
ARTE PRIMITIVO
En la historia del arte se llama arte primitivo a distintas tendencias artísticas que tienen en común el ser consideradas tradicionalmente como marginales o antiguas, desde el punto de vista del arte Occidental.
Se trata por lo tanto de una categoría muy discutida y criticada, acusada de valorar el arte europeo por encima de las tradiciones y manifestaciones del resto del planeta (o sea, de eurocentrismo). Además es una categoría en la que caben formas artísticas tan diferentes entre sí como una vasija mesopotámica, una máscara africana y un cuadro de Frida Kahlo.
A grandes rasgos, el arte primitivo sería aquel que es anterior al concepto de arte en sí mismo, como el arte antiguo o el arte de las llamadas “culturas primitivas” de la prehistoria. Así, aplicaría a las obras del Paleolítico superior, algunas de las cuales pueden datar de hasta 20.000 o 10.000 años a.C. Visto así, el arte primitivo sería en realidad el “arte de los pueblos primitivos” o el “arte de los pueblos prehistóricos”.
El problema es que esa noción de lo “primitivo”, o sea, lo antiguo y poco desarrollado, lo atrasado, lo remoto, se empleó también entre los siglos XV y XIX para nombrar el arte de los pueblos africanos, asiáticos y americanos precolombinos. Considerados desde la mirada colonialista europea de la época, eran “primitivos” al ser propios de regiones menos industrializadas o menos desarrolladas tecnológicamente.
Ese criterio sobrevivió, por ejemplo, en la manera como se conoce a las “etapas primitivas” o “primitivistas” de la trayectoria artística de grandes pintores europeos como Pablo Picasso o Paul Gauguin, es decir, a las fases de su trayectoria en las que estuvieron influenciados por la plástica africana o asiática.
De manera similar, se puede emplear también el término de arte primitivo para aquellas obras plásticas de autores no formados académicamente, es decir, de pintores y/o escultores de formación autodidacta, como es el caso de la mexicana Frida Kahlo, cuyas obras reflejan una relación “no educada” con el arte, o sea, una relación intuitiva, más “salvaje”, más espontánea.
Por último, es posible hallar en pintura el término “primitivo” para referirse a los primeros maestros de una tradición local europea, como es el caso de los primitivos flamencos (los maestros de la pintura flamenca en sus siglos iniciales, del XV al XVI), los primitivos italianos (los maestros pintores italianos de finales de la Edad Media), etc.
Características del arte primitivo
· Se trata de formas de arte alejadas del canon artístico occidental tradicional, o que tienen una relación marginal con la tradición de la historia del arte occidental. Esto puede deberse a que datan de épocas muy anteriores y de culturas muy distantes, o bien porque son fruto del talento “salvaje” de un autor autodidacta, sin formación académica en el arte.
· Se le atribuyen las formas de arte antiguas, ingenuas, infantiles, espontáneas, populares o que persiguen de manera deliberada alguno de estos rasgos. Así, un pintor consagrado puede tener una etapa “primitiva” en la que intenta “recuperar” las formas de expresión “primitivas” o “puras” de la humanidad antigua o de los pueblos premodernos.
· En el caso de que sean obras prehistóricas, reflejan la cultura, religión, prácticas y consideraciones del mundo de sus gentes, a través de sus formas, trazos y materiales empleados.
· En el caso de que sean obras de autores autodidactas, generalmente se alejan de todo tipo de movimientos o escuelas artísticas establecidas en su época, y siguen un rumbo propio, ajeno a las tendencias o a las tradiciones.
· En el caso de que sean obras de autores consagrados, entonces persiguen de manera deliberada un “regreso” a lo básico, a lo simple y lo poco elaborado, rasgos asociados a lo “primitivo”.
· En el caso de que hablemos de los primeros maestros de las tradiciones locales europeas, veremos en sus obras las primeras marcas de lo que posteriormente fue un estilo clásico o una escuela artística consagrada.
Importancia del arte primitivo
La importancia del arte primitivo es difícil de precisar en términos generales. Se trata de una categoría muy criticada y rechazada.
Este concepto revela un aspecto complejo de las ideas modernas de la historia del arte: que la influencia de Europa ha sido tan poderosa en los últimos, que la trayectoria entera del arte, desde los albores de la humanidad hasta hoy, se piensa a menudo tomando a Europa como el centro, como lo “normal” del arte, cuando en términos reales se trata de un pequeño sector de la humanidad, comparativamente hablando.
Sin embargo, el primitivismo como categoría también refleja el deseo de renovación y de “regreso a lo básico” que es característico de numerosos artistas en algún momento de sus trayectorias. Los movimientos del primitivismo tuvieron esa precisa idea: volver a lo fundamental del arte para así poder renovarlo.
Ejemplos de arte primitivo
Ejemplos de arte primitivo 
· Las pinturas rupestres halladas en la cueva de Altamira en España, y que tienen alrededor de 36.000 años de antigüedad.
· Una máscara mortuoria hallada en Nigeria, África, perteneciente al pueblo Idoma.
· Un paisaje naíf pintado por un pintor popular anónimo y vendido a los turistas.
· El cuadro Nave nave mahana (1891) del pintor francés Paul Gauguin, perteneciente a su etapa tahitiana (o sea, inspirada en Tahití).
· El autorretrato Las dos Fridas (1939) de la pintora mexicana autodidacta Frida Kahlo.