Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIDAD No. III El análisis semántico (Categorías léxico-semánticas) Prof. Rita Díaz Blanco Santo Domingo, D.N. Agosto, 2020 Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 3 Autora: Rita Díaz Blanco ÍNDICE DEL CONTENIDO 1. INTRODUCCIÓN………………………......…..….….………………………….………… 4 2. DEFINICIÓN DEL CONCEPTO DE CATEGORÍAS LEXICO-SEMÁNTICAS…............. 5 3. EL SUSTANTIVO…………………..………………………………………………………….. 5 4. EL ADJETIVO………………….………………………………………………….......…….. 8 5. EL VERBO………………………………………………………………………...…….…… 15 5.1. TIEMPOS VERBALES……………………………………………………….…….…... 16 5.2. EL MODO…………………………………………………………………..……….….. 19 5.3. VERBOS REGULARES E IRREGULARES…………………………….....…….…. 20 5.4. VERBOS EN FORMA NO PERSONAL………………………………….…......…… 23 5.5. PERÍFRASIS VERBAL………………………………………….…………………..... 26 6. EL ADVERBIO….…………………………………………………………………………... 28 7. EL PRONOMBRE…………………………………………………………………………... 31 8. LOS DETERMINANTES Y SUS TIPOS………………………………………….........… 33 9. LAS PREPOSICIONES Y CONJUNCIONES…………………………………….........… 34 10. LAS INTERJECCIONES…………………………………………………………………... 39 BIBLIOGRAFÍA……..………………………………………..……………………………......... 42 Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 4 Autora: Rita Díaz Blanco 1. INTRODUCCIÓN Estudiar la lengua en su conjunto puede resultar maravilloso, pero dada su amplitud de aspectos es preferible segmentarla para mejor profundización. En ese sentido, en este curso nos enfocaremos en los aspectos morfológicos y sintácticos para mayor aprovechamiento. El análisis de las categorías formales o léxico-semánticas nos permitirá estudiar el comportamiento de las palabras, cómo se enlazan y sus significados con disposición a esa combinaciones. También, nos facilitará la comprensión de textos atendiendo a las características de las palabras que los componen. La clasificación de las palabras en categorías definidas por sus propiedades morfológicas, sintácticas y semánticas proporciona una visión más clara y completa cuando se analizan las combinaciones, constituyentes, grupos, etc. en el discurso. Las informaciones que aquí se muestran obedecen a los lineamientos aprobados por la gramática de la Real Academia Española y, aunque son oficiales, no pretenden ser exclusivos. Hoy día, hay muchas teorías y teóricos que con relación a los aspectos gramaticales no mantienen unidad de criterios, en vista de eso, fomentamos con la discusión de este documento el derecho a discrepar de algunas ideas, basándose en razonamientos lógicos y bien establecidos. Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 5 Autora: Rita Díaz Blanco La categoría léxico-semántica es una forma de agrupar las palabras de acuerdo a sus propiedades. 2. DEFINICIONES DE CATEGORÍA LÉXICO-SEMÁNTICA ¿Qué es la categoría léxico-semántica? Según la exposición de la NGLE (2010), las clases de palabras son los paradigmas (en el sentido de series o repertorios) que estas forman en función de sus propiedades combinatorias y de las informaciones morfológicas que aceptan (p10.1.41a). En ese sentido, es importante resaltar que en la lengua española hay palabras que pueden corresponder a más de una categoría y otras que pueden ser agregadas a una palabra base y cambiar su categoría inicial, por eso, el contexto y las relaciones de las unidades sintácticas en la cadena lingüística ocupan un lugar preponderante para su debido análisis. En la actualidad se reconocen como clases de palabras al sustantivo, adjetivo, verbo, adverbio, determinantes, pronombres, preposiciones, conjunciones e interjecciones. 3. El SUSTANTIVO Los sustantivos son un tipo de palabra que sirven para nombrar. Según la NGLE (2010) los sustantivos “denotan entidades, materiales o inmateriales, de toda naturaleza y condición: animales, cosas reales o imaginarias, grupos, materias, sucesos…” (p.209). Desde una perspectiva morfológica, el sustantivo se caracteriza por admitir género y número, así como por ser partícipe de procesos como la derivación y composición. 3.1. Clases de sustantivos La Nueva gramática de la lengua española plantea que los sustantivos se clasifican “tradicionalmente” en comunes y propios (Gramática209). Por lo que los demás sustantivos que conocemos: contables, no contables, concretos, abstractos, individuales, colectivos son subclasificaciones del sustantivo común, ya que, los propios solo identifican cómo se llaman las distintas entidades que nombran. Empecemos por definir cada uno. a) Sustantivos comunes: nombre que se aplica a todos los individuos de una clase. Categoriza personas, animales o las cosas según ciertos rasgos comunes constitutivos que los distinguen. En esta categoría caen las palabras mesa, flor, sueño, etc. Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 6 Autora: Rita Díaz Blanco b) Sustantivos propios: Nombran cómo se llaman individualmente las personas, los animales o las cosas. Al respecto, señala la Nueva Gramática Española: “Los nombres propios no participan en relaciones léxicas de sinonimia, antonimia, hiperonimia… y, aunque establecen correspondencia con los nombres similares de otras lenguas, no tienen propiamente traducción” (Gramática 210). Los sustantivos comunes se subdividen en: i. Contables: Reciben el nombre de discontinuos y discretos y se refieren a aquellas entidades que se pueden contar o enumerar. Estos pueden asumir modificadores diversos: determinantes definidos: las flores, estas casas; determinantes indefinidos: muchas casas, varias personas; numerales cardinales: dos gallinas, tres libros; o aparecer sin ellos al lado de un verbo: escriben cuentos, pintan cuadros. ii. No contables: Reciben también el nombre de incontables y se refieren a magnitudes que se interpretan como sustancias o materias que no pueden ser fijadas por cantidad o número. En la Nueva Gramática se sugiere el término “nombre contable” para su uso fundamentándose en que esta clasificación se hace en función del comportamiento gramatical del sustantivo (Gramática 210). En esta explicación caben los ejemplos: mucho dolor, pocas ideas, poca paciencia, mucho estrés…. Es necesario aclarar que esta clasificación va a depender del comportamiento gramatical de la palabra en la oración. Por ejemplo, en la siguiente oración “Ayer comí pavo” el sustantivo “pavo” tiene carácter de “nombre incontable” pues en el enunciado no es posible saber si se comió todo un pavo, la mitad del pavo o una libra de pavo. En cambio, al utilizar el mismo sustantivo en la oración “Su tía le regaló un pavo”, sí es posible enumerar la cantidad del objeto. iii. Individuales: Los sustantivos individuales denotan personas, animales o cosas que concebimos como entidades únicas. En este caso podemos mencionar las palabras profesor, gato, oveja, barco… iv. Colectivos: Los nombres colectivos pueden designar, construidos en singular, el conjunto de personas o cosas similares, como es el caso de profesorado, que designa un conjunto de profesores; rebaño, que se refiere a un conjunto de ovejas, etc. Es importante aclarar que no se puede confundir el plural con el colectivo. El plural designa más de una cosa y se marca con una -s- o -es-, regularmente, el colectivo no está en plural, sino que manteniendo su forma singular nombra una cosa que engloba un conjunto. Para ser más explícitos, pensemosen la palabra “perro”. La misma se refiere a un animal, por su terminación sabemos que es solo uno, mientras que si queremos expresar la presencia de más de uno debemos utilizar el plural “perros”. Esto no ocurre cuando nombramos la palabra “jauría” que implica un conjunto de perros. Permanece en singular, pero solo puede existir cuando aparece el conjunto de animales. Un perro no forma jauría, sino el colectivo de ellos. Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 7 Autora: Rita Díaz Blanco v. Concretos: Estos sustantivos hacen referencia a todo aquello que es material y puede ser perceptible por cualquiera de los sentidos, especialmente la vista o el tacto. Es fácil distinguirlo de los abstractos cuando se trata de entidades comunes como mesa, piso, árbol… pero es un poco escurridizo hacerlo con palabras que son conceptos como hombre o amigo. vi. Abstractos: Son sustantivos que designan cuanto no es material, es decir, cualidades, acciones y procesos que atribuimos a los seres pensándolos como entidades independientes de ellos. Es el caso de las palabras belleza, reproducción, maniqueísmo, sociedad…. Que existen por designación de conceptos ideales y que no podemos identificar en ellos, textura, forma, tamaño, etc. Existen otros tipos de sustantivos comunes como: Sustantivos acotadores: Indican la cantidad de una materia o una sustancia, pero también de ciertas nociones abstractas: un gajo de naranja, una rebanada de pan, dos horas de espera, un litro de agua, una serie de disparates, etc. Estos son un tipo de sustantivo cuantificativos. Sustantivos clasificativos: Aparecen de ordinario en estructuras pseudopartitivas, es decir, toman un grupo preposicional introducido por la preposición, seguido de un nombre o grupo nominal sin determinante, por ejemplo al decir: “un tipo de niño” “esa clase de mentiras” … Existen también las fórmulas nominales apositivas átonas: don, fray, sor, san. 4. EL ADJETIVO Un adjetivo es preponderantemente una clase de palabra que modifica al sustantivo (libro azul) pues denota propiedades, cualidades, características de algo o de alguien. Pueden identificar la actitud, el color, la forma, el sabor, la textura, etc. La tradición gramatical grecolatina asumía que los sustantivos denotaban sustancia y los adjetivos aportaban los accidentes que modificaban esas sustancias (NGLE,2010). Gómez Torrego (2011) precisa algunos elementos sobre esta categoría: - A veces los adjetivos no acompañan al sustantivo: El bueno de la película. Lo que ocurre es que el adjetivo se sustantiva o sufre un proceso de metábasis, pues se refiere al hombre bueno, suprimiendo al sustantivo. - Algunos adjetivos expresan estado: inquieto, harto, emocionado… - Hay adjetivos que expresan relación o pertenencia: estatal, familiar, musical… - Pueden expresar origen o procedencia, como es el caso del gentilicio: mocano, canaria, santiaguino… Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 8 Autora: Rita Díaz Blanco Entonces, el autor recomienda tomar en cuenta para reconocerlo: - Es una palabra que admite cambios de género y/o número y algunos se pueden apocopar, por tanto es variable. - Muchos tienen grados: positivo, comparativo y superlativo. - Puede desempeñar una función solo o dentro de un grupo de palabras del que es núcleo. - Cuando el adjetivo es de dos terminaciones, tiene género masculino y femenino (bueno/buena), si es de una sola terminación posee una sola forma para los dos géneros (natural, independiente, peatonal…). EL ADJETIVO SUPERLATIVO Se pueden formar superlativos de adjetivos y adverbios mediante sufijos; existen algunos casos de superlativos de sustantivos ( por ejemplo general -> generalísimo ) pero son muy raros. El sufijo reproducirá las terminaciones de género y número normales en los adjetivos: guapo Guapísimo guapa Guapísima guapos Guapísimos guapas Guapísimas grande grandísimo / grandísima grande grandísimos / grandísimas ● Los adjetivos que terminan en -ble hacen el superlativo en -bilísimo: amable amabilísimo / amabilísima amables amabilísimos / amabilísimas ● Los adjetivos cuya raíz termina en -c toman -qu- en el superlativo, y también toman una -u- los que tienen la raíz terminada en -g: rico Riquísimo largo Larguísimo ● Existen muchos adjetivos con superlativos especiales, y en algunos casos coexisten dos formas: simple simplicísimo / simplísimo bueno bonísimo / buenísimo fuerte fortísimo / fuertísimo cruel crudelísimo / cruelísimo Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 9 Autora: Rita Díaz Blanco ardiente ardentísimo fiel fidelísimo bonito precioso antiguo antiquísimo joven jovencísimo mayor mayorcísimo burlón burloncísimo cursi cursilísimo ● Son cultas las formas que adoptan el sufijo -érrimo: célebre celebérrimo mísero misérrimo libre libérrimo pobre paupérrimo También son de origen culto las que proceden de comparativos y superlativos latinos, que actualmente en español funcionan en la práctica como cualquier otro adjetivo, por ejemplo óptimo, pésimo, mínimo, máximo, ínfimo, supremo, íntimo, extremo, inferior, superior , etc. ● En cuanto a los adverbios el sufijo tiene una sola terminación, que coincide con la letra final del adverbio en grado positivo, excepto los que terminan en -e, que toman la terminación -ísimo: pronto prontísimo cerca cerquísima lejos lejísimo tarde tardísimo ● Se pueden formar superlativos precediendo el adverbio o adjetivo de las palabras muy, tan, sumamente, la mar de, bien, etc. y últimamente se ha extendido, especialmente entre los jóvenes, el uso del prefijo super- con este sentido: Era una cafetería muy agradable. Era una cafetería la mar de agradable. Era una cafetería superagradable. ● Otros superlativos familiares se forman también con prefijos como archi-, requete-, extra-, pero son menos usuales: Es un autor archiconocido. Este café es extrafuerte. Lo has hecho requetebién. Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 10 Autora: Rita Díaz Blanco Superlativo El superlativo es el grado mayor de los adjetivos y se puede formar de dos formas: 1. Con el adverbio de cantidad muy: muy alto 2. Con los sufijos –ísimo (o –érrimo): altísimo paupérrimo Pero en ocasiones las excepciones que se salen de esta regla general nos pueden llevar a cometer errores, muy habituales en el habla coloquial, pero no aceptadas en la norma culta: a) Algunos adjetivos, al pasar a superlativo, lo hacen con la raíz latina: Superlativo de fuerte: fortísimo (y no *fuertísimo). De reciente: recentísimo (y no *recientísimo). De nuevo: novísimo (y no *nuevísimo). De caliente: calentísimo (y no *calientísimo). De bueno: bonísimo (y no *buenísimo). También nos encontramos con adjetivos que acaban en el sufijo –ble y, como es el caso de «sabio», que lo hacen sobre la raíz latina: De amable: amabilísimo (y no *amablísimo). De notable: notabilísimo (y no *notablísimo). De sabio: sapientísimo (y no *sabísimo). b) Algunos adjetivos, cuyos superlativos se realizan con el sufijo –érrimo, son entendidos por los hablantes como cultismos. De este modo, en la lengua actual se está produciendo la extensión completa del sufijo –ísimo para todos los superlativos con sufijo. Y, así: Paupérrimo (forma normativa) comparte uso con pobrísimo. Nigérrimo (forma normativa) comparte uso con negrísimo. Porotro lado, hay que tener en cuenta otros cuatro aspectos para no cometer errores cuando utilicemos los superlativos en español: 1. Existen en el español adjetivos que no admiten el grado superlativo con sufijo: Muy próximo (pero no *proxísimo). Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 11 Autora: Rita Díaz Blanco Muy anterior (pero no *anteriorísimo). Muy heroico (pero no *heroicísimo). Muy ciego (pero no *cieguísimo). Muy católico (pero no *catolicísimo). 2. Existen algunos adjetivos que comparten un superlativo con sufijo y un superlativo sintético, que procede directamente del latín: Bueno. Comparativo: mejor; superlativo: óptimo. Malo. Comparativo: peor; superlativo: pésimo. Pequeño. Comparativo: menor; superlativo: mínimo. Grande. Comparativo: mayor; superlativo: máximo. Bajo. Comparativo: inferior; superlativo: ínfimo. Alto. Comparativo: superior; superlativo: supremo. 3. Existen adjetivos calificativos que tienen significado superlativo y no admiten grados: Principal (y no *principalísimo ni *muy principal). Absoluto (y no *absolutísimo ni *muy absoluto). Eterno (y no *eternísimo ni *muy eterno). Infinito (y no *infinitísimo ni *muy infinito). 4. No deben utilizarse dos marcas de grado para un mismo adjetivo, a no ser que queramos buscar un énfasis expresivo. De esta manera, no se utilizará el adverbio «muy» con los superlativos sintéticos, que ya poseen en sí mismo un valor superlativo, aunque no presenten el sufijo –ísimo. No debe decirse, entonces: *Muy óptimo (ni tampoco *optísimo). *Muy pésimo (ni tampoco *pesimísimo). Tampoco es correcto utilizar el adverbio «muy» con adjetivos que hacen su superlativo con el sufijo –ísimo: *Muy listísimo. (Debe decirse muy listo o listísimo). Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 12 Autora: Rita Díaz Blanco Procedentes del latín Procedentes del latín, en español se conservan comparativos y superlativos irregulares que conviven con las regulares correspondientes. Así, del bueno surge el comparativo mejor y el superlativo óptimo, que pueden alternar con más malo y muy malo. Los demás comparativos y superlativos irregulares son: de malo: peor; pésimo de grande: mayor; máximo de pequeño: menor; mínimo de alto: superior; supremo o sumo de bajo: inferior; ínfimo. Además, existen otros superlativos irregulares, procedentes del latín, de carácter culto o literario, cuyas formas más usadas son: acre: acérrimo amable: amabilísimo amigo: amicísimo antiguo: antiquísimo áspero: aspérrimo benévolo: benevolentísimo célebre: celebérrimo cierto: ciertísimo o certísimo cruel: crudelísimo fiel: fidelísimo frío: frigidísimo fuerte: fortísimo libre: libérrimo mísero: misérrimo noble: nobilísimo nuevo: novísimo pobre: paupérrimo pulcro: pulquérrimo sagrado: sacratísimo salubre: salubérrimo simple: simplicísimo Estos superlativos presentan otra forma popular o coloquial, como amiguísimo, asperísimo, cruelísimo, integrísimo... Algunos adjetivos tienen formas duplicadas en el superlativo con variaciones fonéticas: bonísimo/buenísimo, fortísimo/fuertísimo, o cambios de grafías: antiquísimo (derivado de antiguo). Potísimo, ‘muy poderoso’ y ubérrimo, ‘muy abundante y fértil’ son superlativos cultos, no existen en español adjetivos en grado positivo de los que se hayan formado. Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 13 Autora: Rita Díaz Blanco Superlativos irregulars Positivo Comparativo Superlativo Forma incorrecta -(a)ble -abilísimo Excepto endeble acre, agrio acérrimo Affable afabilísimo agradable agradabilísimo Agudo acutísimo (también se acepta "agudísimo"). Alto superior supremo altísimo antiguo antiquísimo ardiente ardentísimo Áspero aspérrimo asperísimo Bajo inferior ínfimo bajísimo Bueno mejor óptimo/bonísimo caliente calentísimo Célebre celebérrimo Cierto certísimo ciertísimo Cruel crudelísimo cruelísimo Épico epiquérrimo Feliz felicísimo Fiel fidelísimo Fértil ubérrimo Fuerte fortísimo Grande mayor máximo grandísimo Grueso grosísimo Íntegro integérrimo Malo peor pésimo malísimo Negro nigérrimo Nuestro nostrísimo Nuevo novísimo Libre libérrimo pequeño menor mínimo pequeñísimo pobre paupérrimo pulcro pulquérrimo salubre salubérrimo Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 14 Autora: Rita Díaz Blanco Serio seriecísimo social sociabilísimo sucio sucísimo valiente valentísimo 5. EL VERBO García Molina, de los Santos y Núñez (2017), siguiendo la línea de Nebrija, plantean que el verbo es la base fundamental del enunciado: "El verbo expresa el existir y el actuar de los seres y también sus relaciones. Es el centro de esa estructura que llamamos oración y solo se prescinde de él cuando está sobreentendido o cuando el hablante lo suple con la entonación, con el orden que le confiere a las palabras o con los recursos textuales y situacionales que intervienen en la actividad ilocutiva o discursiva" (p.58). La flexión verbal expresa en español número y persona, modo y también tiempo y aspecto. El tiempo verbal es la categoría gramatical que permite localizar los sucesos en relación con el momento en que se habla. Requiere, pues, del hablante que identifique un determinado referente, en este caso un intervalo temporal. Las oraciones El tren salió puntualmente y El tren saldrá puntualmente no informan del momento preciso de la salida, pero sí de que esta tuvo lugar en un punto temporal que es anterior y posterior, respectivamente, al momento en que se emite el enunciado. A su vez, la oración El tren entra lentamente en la estación expresa, entre otras lecturas posibles, la simultaneidad de la situación denotada con el momento del habla. Las nociones de ‘anterioridad’, ‘posterioridad’ y ‘simultaneidad’ ponen de manifiesto la naturaleza relacional del tiempo lingüístico por cuanto reflejan que los tiempos verbales se anclan. Para saber un poco más del verbo visite el portal http://roble.pntic.mec.es/ ~msanto1/lengua/1verbo. htm Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 15 Autora: Rita Díaz Blanco 5.1 Tiempos verbales Los tiempos del indicativo orientan en relación con otros puntos temporales. Se llaman tiempos verbales las formas de la conjugación que gramaticalizan las informaciones temporales. Cada tiempo verbal constituye un paradigma flexivo. Los tiempos verbales se clasifican tradicionalmente de acuerdo con los tres criterios siguientes: su estructura morfológica, que permite distinguir entre tiempos simples y compuestos; su anclaje temporal, que los divide en tiempos absolutos y relativos, por un lado, y tiempos de la esfera temporal del presente o del pasado, por otro; y, finalmente, sus características aspectuales, que dan lugar a la diferenciación entre tiempos perfectivos y tiempos imperfectivos. Los tiempos compuestos de cada verbo están formados por el auxiliar haber y el participio correspondiente del verbo principal o auxiliado, que no muestra rasgos flexivos. El aspecto verbal informa de la estructura interna de los sucesos. Nos permite saber si surgen, se terminan o se repiten, pero también si se perciben en su integridad o se muestran únicamente en un punto de su desarrollo (por tanto, inacabados). El aspectoverbal afecta, pues, al tiempo interno de la situación, y no a su vínculo (directo o indirecto) con el momento del habla. En razón de esta propiedad, se ha descrito también como un recurso gramatical que permite enfocar o focalizar ciertos componentes de las situaciones, a la vez que ocultar u omitir otros. Así, lo que diferencia a las oraciones Arturo lee el periódico y Arturo está leyendo el periódico no es el tiempo (presente en los dos casos), sino el aspecto, pues solo la primera puede presentar el acto de la lectura como un suceso repetido. Atendiendo a la forma en que se manifiesta, el aspecto verbal se divide tradicionalmente en tres grupos: aspecto léxico o modo de acción, aspecto sintáctico o perifrástico y aspecto morfológico o desinencial. El aspecto léxico, también llamado modo de acción, cualidad de la acción y accionalidad, se obtiene de la significación del predicado. Así, mientras que Luis llegó a Caracas denota una situación puntual, Luis vivió en Caracas alude a una situación durativa, en tanto en cuanto ocupa cierta extensión temporal. La oposición puntual / durativo es aspectual y se deduce del significado de los verbos llegar y vivir. El aspecto sintáctico o perifrástico corresponde a las perífrasis verbales, sobre todo a las llamadas de fase o fasales aunque también a las tempoaspectuales las escalares y las de gerundio. El aspecto morfológico se expresa a través de las desinencias verbales. Es el que se tiene en cuenta en la tradición gramatical para dividir los tiempos en perfectos e imperfectos, si bien en la actualidad es más frecuente hablar de tiempos perfectivos y tiempos imperfectivos. El aspecto perfectivo focaliza las situaciones en su conjunto, de principio a fin, y las presenta como completas o acabadas, como en Vimos la película. Se exceptúa la variedad denominada incoativa o ingresiva, que focaliza solo el inicio de la situación, como en Vimos la película a las nueve (‘Empezamos a verla a esa hora’). Expresan aspecto perfectivo canté, había cantado y Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 16 Autora: Rita Díaz Blanco habré cantado. Las formas imperfectivas canto y cantaba presentan la acción en su transcurso, sin referencia a su inicio o a su fin, como en Arturo leía una novela, por oposición a Arturo leyó una novela. Cantaré y cantaría pueden ser tiempos perfectivos en unos contextos (El próximo número de nuestra revista saldrá el 17 de julio) e imperfectivos en otros (Todos viviremos mejor). Junto al aspecto imperfectivo y el perfectivo, distinguen algunos autores el llamado aspecto perfecto, que otros consideran una variedad del perfectivo. El aspecto perfecto alude a cierto estado de cosas que resulta de un proceso previo. Así, El director ya se ha marchado (… ya se marchó en ciertas áreas) implica ‘El director ya no está aquí’, de forma que el ya no estar aquí el director es el estado resultante de la acción previa de marcharse. El llamado aspecto prospectivo es el característico de la perífrasis «ir a + infinitivo». En cuanto a los tiempos verbales, el presente expresa la coincidencia de la situación designada con el momento del habla. La coincidencia puede ser exacta si el predicado tiene naturaleza puntual, como en El delantero sale al terreno de juego o en Te lo prometo; Se prohíbe fumar. Si la situación está en curso, el presente adquiere valor progresivo, lo que da lugar a la alternancia entre las formas canto y estoy cantando. En los usos retrospectivos del presente se describen hechos pretéritos. El presente histórico es característico de las biografías y descripciones historiográficas, como en Colón zarpa de Palos el 3 de agosto de 1492. El pretérito perfecto compuesto (he cantado) expresa la anterioridad de la situación denotada con respecto a un punto de referencia situado en el presente, lo que lo caracteriza como tiempo relativo. Así pues, en la llamada interpretación de antepresente, he cantado se usa para hacer referencia a ciertas situaciones pretéritas, sean puntuales o durativas. Estas situaciones tienen lugar en un intervalo que se abre en un punto inespecífico del pasado y se prolonga hasta el momento de la enunciación y lo incluye (propiedad que recoge también la denominación ahora extendido. El pretérito perfecto compuesto admite además una segunda interpretación, la llamada interpretación perfectiva o de aoristo, como en Ha muerto hace dos meses, donde ha muerto adquiere el significado que corresponde a murió. El pretérito perfecto simple (canté) localiza una situación en un punto de la línea temporal que es anterior al momento del habla. Con canté las situaciones se presentan completas o acabadas. Debe, pues, suponerse que se alcanzan los límites inicial y final del evento con los predicados internamente delimitados. Así pues, la oración Arturo leyó Guerra y paz el mes pasado expresa —frente a la variante con leía— que la lectura de la novela se completó. Igualmente, en Pese a la oscuridad, alcanzó la puerta (Sepúlveda, L., Viejo), con un predicado de consecución o logro, se interpreta que se llegó a la puerta que se menciona. El pretérito imperfecto (cantaba) es controvertida tradicionalmente la cuestión de si es pertinente o no la información aspectual en la caracterización del imperfecto (cantaba). Se entenderá aquí que el significado del pretérito imperfecto se compone de un rasgo temporal, pues expresa tiempo pasado, y también de uno aspectual, dado que posee aspecto imperfecto. Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 17 Autora: Rita Díaz Blanco El futuro simple (cantaré) localiza una situación en un momento posterior al momento de enunciación. Hay tiempos del indicativo que expresan las perífrasis verbales, sobre todo en el español americano (voy a cantar, he de cantar, etc.). Con el futuro no se expresan únicamente sucesos venideros, la segunda persona contribuye a que los enunciados que lo contienen se puedan interpretar como órdenes, como en Se lo devolverás; No matarás, o como peticiones o solicitudes. También pueden interpretarse como recomendaciones (Un calmante te sentará bien), como amenazas (No te librarás) o como advertencias (Te harás daño). Con la primera persona los enunciados expresan más claramente promesas o compromisos: Llegaremos; Se lo diré. La tercera persona es frecuente en las instrucciones: El trabajador avisará en caso de avería (es decir, ‘deberá avisar’). La construcción «imperativo + y + futuro» se interpreta como los períodos condicionales: Pórtate bien y te daré un premio; es decir, ‘Si te portas bien, te daré un premio’. Si la conjunción es disyuntiva, se puede interpretar una negación en la prótasis: Sujétate o te caerás (‘Si no te sujetas, te caerás’). 5.2 El modo El modo constituye una de las manifestaciones de la modalidad. De acuerdo con la tradición, el modo revela la actitud del hablante ante la información suministrada, es decir, su punto de vista sobre el contenido de lo que se presenta o se describe. En su sentido estricto, los modos representan paradigmas flexivos, aun cuando sean a veces defectivos o incompletos, o puedan coincidir con elementos de otros paradigmas. Este criterio permite delimitar en español tres modos: imperativo, indicativo y subjuntivo. El modo indicativo es el modo del que se vale el hablante para expresar contenidos o hechos reales u objetivos considerados como seguros (no se cuestiona la veracidad de la idea). En este grupo caben también los interrogativos (Torrego, 2011). El modo subjuntivo expresa deseos, posibilidades, irrealidades…El hablante plantea los hechos como eventos posibles. El modo imperativo pertenece exclusivamente a la función conativa o apelativa dellenguaje, por lo que se emplea para dar órdenes, pedir algo al oyente… Para saber un poco más de conjugación visite el portal https://conjugador.reverso. net/conjugacion- Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 18 Autora: Rita Díaz Blanco 5.3 Verbos regulares e irregulares La diferencia entre los verbos regulares y los verbos irregulares radica en que los verbos regulares se ajustan al modelo de conjugación mientras que los irregulares se apartan de este modelo. El modelo de conjugación verbal en español lo establece la terminación del infinitivo. De acuerdo con esto, los verbos pertenecen a una de estas tres conjugaciones: Primera conjugación: los verbos terminados en -ar. Segunda conjugación: los verbos terminados en -er. Tercera conjugación: los verbos terminados en -ir. ¿Qué son los verbos regulares? Verbos regulares son todos los que se ajustan a su modelo de conjugación sin alterar ni la raíz ni las desinencias. La mayoría de los verbos en español mantienen esta forma regular. Los verbos regulares se conjugan añadiendo a la raíz o lexema las desinencias o flexiones correspondientes a cada persona gramatical en los distintos modos y tiempos. Tanto la raíz como las desinencias se mantendrán iguales, es decir, seguirán el modelo, en toda la conjugación. Del mismo modo, seguirá el patrón la formación del participio en cada conjugación. Los verbos regulares de la primera conjugación, terminados en -ar, siguen el modelo del verbo amar y forman el participio añadiendo a la raíz la terminación -ado. Para aprender más, visita https://www.diccionariodedudas.com/verbos-regulares-e-irregulares/ Existen también los verbos defectivos. Se llaman defectivos los verbos que presentan una conjugación incompleta, es decir, los que constituyen paradigmas que carecen de algunas formas flexivas. Son defectivos por motivos sintácticos y semánticos los verbos referidos a fenómenos de la naturaleza (amanecer, anochecer, llover, nevar), si bien algunos de ellos poseen acepciones no impersonales, como en Llueven chuzos de punta; Le llueven ofertas de trabajo; ¿Cómo amaneciste? No se suelen predicar tampoco de las personas los verbos terciopersonales acaecer, acontecer, atañer, competer, concernir, holgar, obstar, ocurrir, urgir y otros similares, sino de ciertos sucesos (Ocurrió una catástrofe) o de nociones proposicionales (Ocurre que nadie le hace caso). Los verbos soler y acostumbrar (el último, en uno de sus sentidos) se emplean en perífrasis de infinitivo de sentido imperfectivo. Por esta razón solo se conjugan en presente de indicativo (acostumbro, suelo), presente de subjuntivo Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 19 Autora: Rita Díaz Blanco (acostumbre, suela), pretérito imperfecto de indicativo (acostumbraba, solía) y pretérito perfecto compuesto (he acostumbrado, he solido). La anomalía de solieron y de acostumbraron (con el mismo sentido) se suele explicar como efecto del desajuste que se produce entre la imperfectividad de soler y acostumbrar y la perfectividad de esos tiempos. Son defectivos por razones morfofonológicas algunos verbos de la tercera conjugación: arrecir, aterir, descolorir o embaír, entre otros, que solo se usan en las formas flexivas que presentan la vocal temática - No se usa balbucir en la primera y tercera persona del singular del presente de indicativo ni en todo el presente de subjuntivo; las formas omitidas se sustituyen por las del verbo balbucear. El verbo abolir, considerado tradicionalmente defectivo, se usa actualmente en todas sus formas, pero con mayor frecuencia en las que presentan la vocal temática -i-, como abolían o abolieron. Los participios buido, colorido, despavorido y fallido están totalmente adjetivados, ya que los verbos a los que pertenecen (buir, colorir, despavorir y fallir) han dejado de usarse. También es muy frecuente el uso adjetival de otros como aguerrido, compungido, denegrido, desabrido, descolorido, desvaído, embaído, embebecido y empedernido. Estas formas no han perdido enteramente su carácter participial, puesto que los respectivos verbos aguerrir, compungir, denegrir, desabrir, descolorir, desvaír, embaír, embebecer y empedernir, tienen vigencia, aunque sea escasa. Los participios irregulares o fuertes coinciden con los pretéritos análogos en ser formas heredadas del latín y en presentar el acento en la raíz. Constituyen un repertorio limitado, aunque las variantes se extienden a sus derivados: abierto, de abrir; absuelto, de absolver; cubierto, de cubrir; dicho, de decir (pero son regulares los participios de bendecir y maldecir; las formas maldito y bendito se usan casi siempre como adjetivos); escrito, de escribir (con la terminación - pto en lugar de -to en los derivados inscripto, circunscripto, descripto, prescripto, que se emplean en el español hablado en la Argentina, el Uruguay y el Paraguay); hecho, de hacer (pero satisfecho de satisfacer); muerto, de morir; puesto, de poner; roto, de romper (el participio regular rompido estaba muy extendido en la lengua medieval y en la clásica); visto, de ver; vuelto, de volver. Los participios regulares de los verbos elegir, freír, imprimir, prender (‘arrestar, detener’), proveer y algunos otros concurren a veces con los irregulares, aunque con notables diferencias en su extensión y en su uso. Los irregulares (electo, frito, impreso, preso, provisto) suelen ser más frecuentes que los regulares (elegido, freído, imprimido, prendido, proveído) como modificadores nominales (un libro impreso en papel barato) y como atributos o complementos predicativos (El libro está impreso en papel barato). En los tiempos compuestos se suelen imponer las formas regulares, pero se documentan alternancias, como las que se muestran a continuación: En total se han imprimido 35 000 carteles (Mundo [Esp.] 11/11/1996); Habían impreso en su lugar billetes de a cien (García Márquez, Amor); Jamaica ha proveído a Cuba de muchas cosas (Ortiz, Contrapunteo) Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 20 Autora: Rita Díaz Blanco Existe considerable variación geográfica en estas preferencias. Alternan en muchos países han freído y han frito. En el español americano es algo más marcada que en el europeo la preferencia por han impreso en lugar de han imprimido. En casi todas las áreas hispanohablantes suele ser más frecuente han elegido que han electo, pero el participio irregular es común en América en las pasivas perifrásticas. Es de uso general el adjetivo preso (poco usado ya como participio), que también se emplea en las pasivas, pero se prefiere el participio regular prendido en los tiempos compuestos. Los antiguos participios abstracto (de abstraer), bienquisto (de bienquerer) y malquisto (de malquerer), concluso (de concluir), convicto (de convencer), espeso (de expender), incluso (de incluir; también usado como adverbio, incurso (de incurrir), nato (de nacer), poseso (de poseer), sepulto (de sepultar) han desaparecido o se emplean solo como adjetivos. 5.4 Verbos en forma no personal Los verbos en forma no persona, verboides o no conjugados se dividen en infinitivo, gerundio y participio. Infinitivo ar, er, ir Gerundio ando, iendo Participio ado, ido, (regular) so, to, cho (irregular) El gerundio se caracteriza formalmente por la desinencia -ndo, adjuntada a la raíz verbal a través de la vocal temática -a- en la primera conjugación (am-a-ndo), y del diptongo -ie- en la segunda y en la tercera (tem-ie-ndo, part-ie-ndo). Al igual que el infinitivo, el gerundio puede ser simple (saliendo) o compuesto(habiendo salido), este también llamado de perfecto. En ambas formas el gerundio carece de marcas de número, persona, tiempo y modo, por lo que su interpretación depende de factores externos al grupo verbal que encabeza. El participio pasivo, pasado o de perfecto es la tercera forma no personal del verbo. En se señala que, además de las formas regulares de los participios (amado, temido, partido), existen otras irregulares, sean del español general, como abierto, dicho, escrito, impreso, visto, o estén restringidas geográficamente, como descripto, inscripto, propias del área rioplatense. Forman una serie limitada los verbos que admiten tanto participios regulares como irregulares (freído ~ frito; imprimido ~ impreso), aunque no siempre en los mismos contextos. El participio se diferencia del gerundio y del infinitivo en que posee flexión de género y número (traducido / traducida / traducidos / traducidas) en todos sus usos, con la única excepción de los tiempos compuestos, formados con el auxiliar haber: María ha publicado su tesis. Por esta razón se suele hablar en los tiempos compuestos de participio pasado o de participio de perfecto, pero no de participio pasivo. También se distingue el participio del infinitivo y del gerundio en que no tiene forma compuesta: haber destruido ~ habiendo destruido ~ *habido destruido. Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 21 Autora: Rita Díaz Blanco Modelos de conjugación. Imágenes tomadas de la NGLE, 2010. Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 22 Autora: Rita Díaz Blanco Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 23 Autora: Rita Díaz Blanco Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 24 Autora: Rita Díaz Blanco 5.5. Las perífrasis verbales Se denominan perífrasis verbales las combinaciones sintácticas en las que un verbo auxiliar incide sobre un verbo auxiliado, principal o pleno, construido en forma no personal (es decir, en infinitivo, gerundio o participio), sin dar lugar a dos predicaciones distintas: No puedo entrar; Iremos considerando cada caso particular; Llevo escritas diez páginas. El verbo auxiliar suele aparecer conjugado, como en los ejemplos anteriores, pero puede no estarlo: Para poder entrar necesitamos autorización; Debe empezar a cantar. Muchos verbos auxiliares son el resultado de un proceso de gramaticalización a través del cual han sufrido modificaciones en su significado y en su forma de combinarse, aunque con frecuencia se siguen percibiendo restos de las propiedades que poseen cuando funcionan como unidades autónomas. Así, «llegar a + infinitivo» (Llegó a ser ministro) expresa el estadio final de una sucesión porque en su uso no perifrástico llegar expresa también la acción de alcanzar algún destino. Atendiendo a la forma no personal del verbo que el auxiliar elige, las perífrasis verbales se dividen en perífrasis de infinitivo, de gerundio y de participio. Algunos de los auxiliares pueden combinarse con formas no personales distintas, siempre con diferencias de significado. Así, ir se combina con infinitivo, gerundio y participio (ir a envolver ~ ir envolviendo ~ ir envuelto), mientras que estar y llevar solo con gerundio y participio (Está estudiando todo el día; El asunto está estudiado; Lleva viviendo aquí diez años; Lleva acoplado un micrófono), etc. Con los esquemas perifrásticos se expresan en español un gran número de nociones temporales y aspectuales que otras lenguas expresan mediante perífrasis diferentes, o bien a través de partículas, morfemas verbales, adverbios u otros recursos. Es posible, por tanto, clasificar las perífrasis en función de la aportación semántica que a ellas hace el auxiliar. Suele así hablarse de perífrasis modales y tempoaspectuales. Las primeras expresan informaciones de diverso tipo relacionadas con la modalidad, fundamentalmente capacidad, posibilidad, probabilidad, necesidad y obligación. Son perífrasis modales «deber + infinitivo», «deber de + infinitivo», «tener que + infinitivo», «poder + infinitivo», etc. Las informaciones aportadas por las segundas afectan, en cambio, más directamente al tiempo y al aspecto. Entre las perífrasis tempoaspectuales cabe distinguir aquellas en las que predominanlos rasgos temporales, como «ir a + infinitivo» (Voy a decirte una cosa) o «acabar de + infinitivo» cuando expresa anterioridad reciente (El patrón acaba de salir), pero también las que denotan hábito («soler + infinitivo») o repetición («volver a + infinitivo»: Hace poco volví a leer el Quijote). Predomina, en cambio, la noción de aspecto en las llamadas perífrasis de fase o fasales. Tales perífrasis aluden a los diversos estadios que se pueden considerar en un proceso.Las perífrasis de fase pueden agruparse como sigue: - De fase preparatoria o de inminencia: «estar por + infinitivo», «estar para + infinitivo», «estar a punto de + infinitivo», etc. - De fase inicial o incoativas: «empezar a + infinitivo», «comenzar a + infinitivo», «ponerse a + infinitivo», «entrar a + infinitivo», etc. Cursivas: «estar + gerundio», «ir + gerundio», «seguir + gerundio», etc. Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 25 Autora: Rita Díaz Blanco - Terminativas: «dejar de + infinitivo», «cesar de + infinitivo», «acabar de + infinitivo», «terminar de + infinitivo», etc. - Predomina también el aspecto en las perífrasis escalares o seriales. Mientras que empezar a leer un libro expresa el ingreso en la acción de leer un libro (perífrasis de fase), empezar leyendo un libro sitúa esa acción al comienzo de una serie de acciones (perífrasis escalar o serial). Contrastan de forma similar terminar de leer un libro y terminar leyendo un libro. La escala que estas perífrasis constituyen o implican está orientada en función de la valoración implícita de las situaciones, y a menudo teniendo en cuenta lo que se considera esperable o inesperado. 6. EL ADVERBIO El adverbio es una clase de palabras invariable que se caracteriza por dos factores: uno morfológico, la ausencia de flexión, y otro sintáctico, la capacidad de establecer una relación de modificación con grupos sintácticos correspondientes a distintas categorías. En efecto, los adverbios modifican a los verbos (pasear por la calle tranquilamente), a los adjetivos (sumamente satisfecho de los resultados) y también a otros adverbios (irremediablemente lejos de su patria). Ciertos adverbios pueden incidir sobre grupos nominales (incluso tus hijos), pronominales (casi todos, solo tú) o preposicionales (prácticamente sin esfuerzo), así como modificar oraciones (Probablemente son ya las cuatro). Los adverbios también pueden formar locuciones adverbiales, que son las unidades léxicas que están constituidas por varias palabras y ejercen las funciones sintácticas que corresponden a los adverbios, como de repente o sin duda. La gran versatilidad sintáctica del adverbio y la considerable heterogeneidad que presentan sus variedades se pone de manifiesto de diversas maneras. Por ejemplo, a diferencia de lo que sucede con otras clases de palabras, pueden constituirse con facilidad series de varios adverbios concatenados, como en cuanto más temprano, casi tan increíblemente mal, quizá demasiado poco frecuentemente, no mucho más despacio tampoco, etc., lo que pone de manifiesto que las subclases de adverbios presentanpropiedades gramaticales considerablemente distintas. A su vez, muchas de estas propiedades son compartidas con otras clases sintácticas. En la lengua coloquial de muchos países hispanohablantes aceptan afijos apreciativos un buen número de adverbios: ahorita, aquicito, allacito, cerquita, despuesito, lejitos, lejotes, lueguito, poquito, entre otros (así como prefijos intensivos (rebién, recontrarrápido, requetemal, requetemucho, superbién, superlejos). Los adverbios se clasifican tradicionalmente por su significado en adverbios de cantidad (mucho, demasiado, cuanto…), de lugar (allí, aquí, arriba, detrás, encima….), de tiempo (ayer, siempre, después, frecuentemente…) de manera o modo (bien, así, peor, cuidadosamente…), de afirmación (sí, claro, obviamente…), de negación (no, nada, apenas, nunca, jamás y tampoco) y de duda (quizá, a lo mejor, acaso, tal vez (o talvez). Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 26 Autora: Rita Díaz Blanco En algunos estudios contemporáneos, se agregan a estos grupos los adverbios que expresan aspecto, como todavía o completamente. Entre los de manera o modo, muchos terminan en - mente, como cortésmente, y pueden parafrasearse por «con + sustantivo» (con cortesía), o mediante el sustantivo manera o modo seguido del adjetivo correspondiente (de manera cortés). Sin embargo, otros expresan nociones diferentes: causa (curarse milagrosamente), medio o sistema de actuación (comunicarse telefónicamente) o lugar (mundialmente conocido). Desde el punto de vista semántico, se suelen reconocer los siguientes grupos: 1. Referenciales: hoy, ahora, mañana, ayer, anoche, anteayer (o antes de ayer), anteanoche; actualmente, antiguamente, recientemente, posteriormente, previamente; El adverbio y el grupo adverbial pronto, temprano, tarde; enseguida; inmediatamente; antes, después; cuando, cuándo. También locuciones: por la mañana, de tarde, pasado mañana, etc. 2. De duración: brevemente, instantáneamente, largamente, permanentemente, prolongadamente, temporalmente, siempre, para siempre. 3. De frecuencia: cotidianamente, diariamente, frecuentemente, habitualmente, nunca, ocasionalmente, reiteradamente, semanalmente, siempre, así como una serie de locuciones adverbiales: de vez en cuando, a veces, con asiduidad, etc. Los adverbios del grupo 1 suelen responder a la pregunta ¿cuándo?; los del grupo 2, a la pregunta ¿cuánto (tiempo)?, y los del grupo 3, a la pregunta ¿cada cuánto (tiempo)?, aunque, a veces, también a la pregunta ¿cuándo?, como en — ¿Cuándo viene tu hijo? —De vez en cuando. Los adverbios de frecuencia son, a la vez, expresiones cuantificativas, puesto que dan lugar a la multiplicación del evento, como en Viajaba a la capital a menudo o en Se tomaba cinco pastillas diariamente. Los adverbios temprano y pronto se interpretan con relación a un punto temporal que no es exactamente el mismo en el español europeo y en el americano. El adverbio temprano tiende a vincularse en España a un punto fijo, en concreto el del amanecer, mientras que en América se usa sobre todo en el sentido de ‘antes del tiempo establecido o convenido’. Así, si alguien va a llegar a una cita nocturna media hora antes de lo previsto, dirá en América Todavía es temprano, pero en España se prefiere Todavía es pronto. Los adverbios pronto y tarde pueden tomar el comienzo del día como punto de referencia (Se levantaba muy tarde), o bien dejar que tal punto dependa de otro tiempo: Es muy tarde, la película comenzaba a las ocho. También incorporan a menudo un rasgo modal, puesto que la designación del tiempo se interpreta de manera relativa a las expectativas del hablante, como en Marcos se distinguió por su valor en muchas acciones; ascendió pronto a sargento (Baroja, Hierba), donde pronto quiere decir ‘antes de lo esperado’. Se construyen con complementos preposicionales algunos adverbios de sentido temporal, como antes, después, luego o posteriormente. Estos adverbios establecen una relación de anterioridad, posterioridad o coincidencia entre la referencia temporal del complemento, a veces omitido, y la del tiempo verbal del predicado sobre el que inciden. Expresan anterioridad antes, anteriormente, previamente y, en algunas regiones, enantes. Denotan posterioridad, después, luego y posteriormente. Expresan, en cambio, coincidencia, simultáneamente y a la vez. Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 27 Autora: Rita Díaz Blanco Los adverbios antes, después y luego son comparativos. El primero equivale a ‘más temprano’, y los otros dos a ‘más tarde’. En consecuencia, son redundantes —además de incorrectas— las expresiones lo más antes posible (que a veces se registra en lugar de lo antes posible) y más después. Tradicionalmente los adverbios se han dividido en las siguientes categorías: • Adverbios de ubicación, tiempo y espacio, de modo' y de cantidad. • Adverbios de lugar: aquí, allí, ahí, allá, acá, arriba, abajo, cerca, lejos, delante, detrás, encima, debajo, enfrente, atrás, alrededor. • Adverbios de tiempo: antes, después, luego, pronto, tarde, temprano, todavía, aún, ya, ayer, hoy, mañana, siempre, nunca, jamás, próximamente, prontamente, anoche, enseguida, ahora, mientras, anteriormente. • Adverbios de modo: bien, mal, regular, despacio, deprisa, así, tal, como, aprisa, adrede, peor, mejor, fielmente, estupendamente, fácilmente, negativamente, responsablemente —todas las que se formen con las terminaciones «mente»—. • Adverbios de cantidad o grado: muy, poco, mucho, bastante, más, menos, algo, demasiado, casi, solo, solamente, tan, tanto, todo, nada, aproximadamente.1 • Adverbios que cumplen la función de epistémicos: • Adverbios de afirmación: sí, también, cierto, ciertamente, efectivamente, claro, exacto, obvio, verdaderamente, seguramente, asimismo, etc. • Adverbios de negación: no, jamás, nunca, tampoco. • Adverbios de orden: primeramente, últimamente. • Adverbios de duda o dubitativos: quizá(s), acaso, probablemente, posiblemente, seguramente, tal vez, puede, puede ser, a lo mejor. • Adverbios interrogativos/exclamativos y relativos, las formas usadas ortográficamente en oraciones interrogativas y exclamativas son cuándo, cómo, cuánto y dónde(las formas relativas son idénticas aunque se escriben sin tilde). • Otros adverbios: solo/solamente, aún, inclusive, además, únicamente, incluso; mismamente, propiamente, precisamente, concretamente; viceversa, contrariamente, siquiera, consecuentemente. 7. EL PRONOMBRE Los pronombres son palabras o morfemas cuyo referente no es fijo sino que se determina en relación con otras que normalmente ya se han nombrado. Pragmáticamente se refieren con frecuencia a personas o cosas reales extralingüísticas más que a sustantivos del contexto. Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 28 Autora: Rita Díaz Blanco A esta propiedad de referirse a otros elementos tanto lingüísticos como extralingüísticos se la denomina deixis; por ejemplo: Pedro no es tan listo como él pensaba'; ellos comen mucho. Todas las lenguas humanas tienen pronombres, además todas ellas tienen pronombres personales y posesivos que obligatoriamente expresan persona. También es frecuente entre las lenguas del mundo que los pronombres expresen número e incluso género. En las lenguas flexivas generalmente expresan también caso. De hecho es habitual en las lenguas del mundo que en el pronombre se expresen más categorías gramaticales que las que se expresan en el verbo o el nombre. Por ejemplo, en inglés los pronombres personales admiten género pero los nombres no. En español admitencaso morfológico, a diferencia de los nombres. En chino mandarín expresan número pero en el nombre esa categoría usualmente no se expresa. Técnicamente, un pronombre o elemento pronominal, al igual que un elemento anafórico, es una palabra cuyo referente depende del contexto lingüístico, al carecer designificado léxico. La diferencia entre las anáforas y los pronombres es que las primeras requieren un antecedente en su dominio sintáctico local, que lo «rija» propiamente de acuerdo con la teoría de rección y ligamiento dentro del marco generativista. Los pronombres por el contrario no requieren la presencia de un antecedente sintáctico, aunque generalmente sí de un antecedente discursivo. La gramática tradicional caracterizó imperfectamente el pronombre como una «palabra que sustituye al nombre», aunque en el análisis moderno este análisis no es correcto. El punto de vista moderno considera que los pronombres son el núcleo sintáctico de un sintagma determinante, mientras que un nombre es el núcleo de un sintagma nominal. Los pronombres son una categoría universal y todas las lenguas poseen algún tipo de pronombres, como los personales/posesivos y los deícticos. En los pronombres posesivos, y generalmente también en los personales, todas las lenguas distinguen al menos tres formas o personas: primera persona (exclusiva) [+hablante][-oyente], segunda persona [-hablante][+oyente] y tercera persona [- hablante][-oyente]. Algunas lenguas distinguen además otras personas correspondientes a [+hablante][+oyente] (1ª persona inclusiva) y también varias terceras personas obviativas. Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 29 Autora: Rita Díaz Blanco Fuente: https://mdm.usta.edu.co/remos_downloads/lectoescritura/2015/1gramatica/el_pronombre.html Pronombres y determinantes Los pronombres y los determinantes están estrechamente relacionados y tienen propiedades de distribución en la oración curiosas. De hecho se piensa que todos los pronombres pueden considerarse como un determinante que no acompaña a un nombre. De ahí que se haya propuesto que el núcleo sintáctico de un sintagma con determinante no sea el nombre sino el determinante, ya que esta parece la parte obligatoria de los sintagmas siendo el nombre el complemento de dicho núcleo. Esta es una de las razones básicas por lo cual se propuso el sintagma determinante como constituyente diferente del sintagma nominal. Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 30 Autora: Rita Díaz Blanco 8. LOS DETERMINANTES Los determinantes se anteponen al nombre común para formar4 con él, y sus posibles modificadores y complementos, expresiones capacitadas para hacer referencia a una realidad determinada. Hay discrepancias entre los gramáticos que integran esta categoría, ya que para algunos solo engloba a los artículos, los demostrativos y los posesivos, mientras que otros añaden algunos cuantificadores, relativos, interrogativos y exclamativos. La NGLE (2010) apoya a este segundo grupo. https://mdm.usta.edu.co/remos_downloads/lectoescritura/2015/1gramatica/determinantes__el_art culo.html Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 31 Autora: Rita Díaz Blanco 9. LAS PREPOSICIONES Y LAS CONJUNCIONES Las preposiciones son palabras invariables y casi siempre átonas que se caracterizan por introducir un complemento, que en la tradición gramatical hispánica se denomina término. El término de la preposición es muy frecuentemente un grupo nominal, pero también pueden serlo los grupos adjetivales (desde muy pequeño, pasar por excesivamente tonto), los adverbiales (hasta aquí mismo, desde detrás de la puerta) e incluso los preposicionales: Salió de entre unos matorrales; Andaba por entre las mesas. La preposición es la clase de palabra invariable que introduce el llamado sintagma preposicional. Las preposiciones generalmente tienen la función de introducir adjuntos, y en ocasiones también complementos ligando el nombre o sintagma nominal al que preceden inmediatamente con un verbo u otro nombre que las antecede. En algunas lenguas las preposiciones pueden no encabezar un sintagma preposicional, como en inglés, donde incluso pueden aparecer al final de la frase. Considerando las distintas lenguas del mundo, la preposición es un tipo de adposición que se caracteriza por aparecer típicamente al principio del constituyente sintáctico al que afecta; así por ejemplo, la palabra equivalente que aparece detrás y no delante se llama postposición. Tradicionalmente, la gramática del español la ha definido como la parte invariable de la oración que une palabras denotando la relación que tienen entre sí. Las preposiciones latinas constituyen un elemento con el cual podemos formar abundantes compuestos tanto en latín como en español. Las principales preposiciones latinas que participan en la composición de palabras españolas son: a ( ab, abs), ad, ante ( anti ), circum, contra, cum, de, ex ( e ), extra, in, inter, intro, ob, post, prae ( pre ), praéter ( préter ), pro, sub, súbter, súper, trans. Las preposiciones griegas proceden del indoeuropeo. Originariamente eran adverbios que modificaban al verbo. Con el tiempo, puesto que estos adverbios griegos eran imprescindibles para completar el significado de los verbos, pronto empezaron a usarse de forma obligada ante sintagmas, dando lugar a las preposiciones, o ante los verbos, como preverbios que modificaban el valor del verbo. Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 32 Autora: Rita Díaz Blanco preposición de acusativo de genitivo ἀνά hacia atrás, hacia arriba εἰς a, hacia (lat. in + acu ) ἀντί por, en vez de (lat. ab + abl) ἀπό de, desde ἐκ / ἐξ de, fuera de (lat. ex + abl) πρό ante, delante de (lat.pro + abl) Una conjunción es una palabra o conjunto de ellas que enlaza proposiciones, sintagmas o palabra. Proviene del latín cum: ‘con’, y jungo: ‘juntar’; por lo tanto, significa ‘que enlaza o une con’. Constituye una de las clases de nexos. No debe confundirse con los marcadores del discurso. Entre las conjunciones coordinantes se agrupan: las conjunciones consecutivas, coordinadas, copulativas, adversativas, disyuntivas, explicativas y distributivas. - Conjunciones consecutivas Una frase es el resultado de la otra: conque, luego, tan, tanto que, así que, por lo tanto. - Conjunciones coordinadas Las conjunciones coordinadas unen palabras u oraciones del mismo nivel sintáctico y son: y, e, o, u, sino, tal que, pero. - Conjunciones copulativas Las conjunciones copulativas sirven para reunir en una sola unidad funcional dos o más elementos homogéneos e indican su adición. Son: y, e, ni, que. - Conjunciones adversativas Las conjunciones adversativas son las que contraponen dos proposiciones o términos sintácticos. La contrariedad puede ser parcial o total; la parcial expresa una corrección o restricción en el juicio de la primera oración, de modo que la coordinación es restrictiva: "mas", "pero", "aunque". Existe una serie de conjunciones que proceden de formas lingüísticas más extensas y que se han gramaticalizado total o parcialmente que se usan como nexos adversativos: sin embargo, pero, con todo, a pesar de, no obstante, más bien, excepto, salvo, menos. Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 33 Autora: Rita Díaz Blanco Si hayincompatibilidad entre las dos oraciones coordinadas de manera que la afirmativa excluya totalmente a la negativa, la coordinación es exclusiva: sino, sino que, antes bien, al contrario. Las conjunciones adversativas más utilizadas son: sin embargo pero, sino - Conjunciones disyuntivas Las conjunciones disyuntivas indican alternancia exclusiva o excluyente: o, u, se coloca entre los términos que indican la alternancia o antepuesta a cada uno de ellos: Llamó Pablo o Carlos. Se emplea u cuando precede a una palabra que empieza por o u ho: Lo hará uno ‘u’ otro, también para evitar la cacofonía. Otras veces, o indica que los términos unidos son equivalentes y sirven para designar una misma realidad: Todo ocurrió ‘o’ sucedió en un momento determinado. - Conjunciones explicativas Son aquellas que unen proposiciones que expresan lo mismo, pero de distinta forma, a fin de explicarse mutuamente. Son por lo general giros aislados entre comas como: o sea, esto es, es decir, mejor dicho, es más. Ejemplo: Se fue al otro mundo, es decir, se murió. - Conjunciones distributivas Las conjunciones distributivas distribuyen elementos: o ... o, tanto ... como ..., ni ... ni ...; ejemplo: O eliges la opción "A", o eliges la opción "B". Conjunciones subordinantes o subordinativas Las conjunciones subordinantes se dividen en tres grandes grupos: • las que introducen subordinadas sustantivas; • las que introducen subordinadas adjetivas, también llamadas de relativo (que en vez de conjunciones son en realidad pronombres relativos); • las que introducen subordinadas adverbiales, tanto si introducen proposiciones circunstanciales como si introducen proposiciones lógicas. - Proposiciones subordinadas sustantivas Las conjunciones subordinantes o subordinativas que introducen subordinadas sustantivas introducen oraciones que desempeñan las funciones propias de un sintagma nominal (sujeto, atributo, complemento directo, complemento indirecto, suplemento, complemento del nombre). Las conjunciones sustantivas se clasifican según la función que la oración sustantiva desempeñe dentro de la oración principal. Se utiliza que, conjunción completiva, para la función de sujeto y de complemento directo: Me molestó ‘que’ no me lo dijeras; Dijo Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 34 Autora: Rita Díaz Blanco ‘que’ lo haría. A veces, se emplea que con alguna preposición, por ejemplo en función de suplemento: Él se convenció ‘de que’ era importante. También se emplea si para las interrogativas indirectas: "Me pregunto si vendrá". También pueden utilizarse pronombres y adverbios interrogativos: "Me preguntó cómo vendrían". "Me preguntó cuántos vendrían".Proposiciones subordinadas adjetivas Las proposiciones subordinadas adjetivas van introducidas por pronombres relativos (que, quien, el cual, cuyo y sus variantes), que desempeñan al mismo tiempo una función sintáctica dentro de la proposición subordinada que introducen. Estos pronombres relativos pueden ir precedidos de preposición o no. "El libro que me prestaste era muy bueno". "El libro de que me hablabas era bueno". - Proposiciones subordinadas adverbiales Dentro de las adverbiales existen generalmente dos grupos de conjunciones que introducen proposiciones subordinadas: las que introducen proposiciones circunstanciales de tiempo, modo, lugar y comparación, y las que indican operaciones o relaciones lógicas entre la proposición subordinada y la proposición principal como son ,la causa, la consecuencia, la consecuencia inesperada o no deseada llamada concesión, la finalidad y la condición. Proposiciones subordinadas adverbiales circunstanciales Las que introducen proposiciones subordinadas adverbiales circunstanciales pueden ser meras conjunciones, adverbios conjuntivos, giros conjuntivos o locuciones conjuntivas y pueden indicar • Tiempo (cuando, al + inf., mientras, después de que, antes de que, no bien, así que, de que, en cuanto, apenas, luego, luego que, antes que, después que, mientras que, en tanto, siempre que, ahora que, desde que, hasta que, una vez que...). • Lugar (donde, adonde, por donde, en donde, desde donde...). • Modo (como, según, conforme, como si, de la forma, manera, suerte, modo que). • Comparación (tan... como; más... que; menos... que). En este último caso se utilizan nexos discontinuos o correlativos. Proposiciones subordinadas adverbiales lógicas Las que introducen proposiciones subordinadas adverbiales lógicas pueden indicar: • Causa (porque, ya que, por + inf., etc.). Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 35 Autora: Rita Díaz Blanco • Consecuencia, esto es, implicación o seguimiento lógico (así que, por tanto, pues, conque, así pues, de forma, manera, modo o suerte que). • Concesión, esto es, un impedimento o complicación insuficiente para la realización de la acción (aunque, por más que, a pesar de que, con todo, bien que, con + inf., pese a que, etc.). • Finalidad, aplicación (para que, a fin de que, con el cometido, intención o propósito de que, a fin de + inf., etc.). • Condición (si, caso que, en el caso de que, de + inf., como, con tal que, puesto caso que, supuesto que, a menos que, siempre y cuando etc.). 10. LAS INTERJECCIONES La interjección es un tipo de enunciado en una lengua natural que expresa alguna impresión súbita, exclamativa o un sentimiento profundo, como asombro, sorpresa, dolor, molestia, amor, etc. Sirven también para apelar al interlocutor, o como forma de saludo, despedida, conformidad, etc.; por ejemplo: • ¡Alto!: se usa como llamada enérgica imperativa. • ¡Ay!: se emplea para expresar un sentimiento vivo. • ¡Eh!: se usa para preguntar, llamar, despreciar, reprender o advertir. • ¡Hola!: se usa como salutación de apertura de conversación. Por lo tanto, son semánticamente equivalentes a una oración completa, y expresan o describen elementalmente una acción sin estar sintácticamente organizados, por ello puede considerarse que no son una parte de la oración (aunque algunos gramáticos las incluyen en el inventario de clases de palabras), sino que son signos lingüísticos pregramaticales que desempeñan las tres funciones del lenguaje según Karl Bühler: expresiva, conativa y representativa. Equivalen también a oraciones sin desarrollo las expresiones interjectivas del tipo « ¡cielo santo!», « ¡Dios mío!», « ¡recórcholis!», « ¡rayos y truenos!», « ¡demonios!», « ¡cielos!», etc. Las interjecciones son palabras generalmente únicas, que no tienen variaciones y se emplean muy habitualmente en forma aislada de una oración ―por lo que funcionan como una oración completa― y que expresan sentidos admirativos o de asombro, alegría, saludo o bienvenida, alarma, asco, y similares, en forma exclamativa, por lo cual generalmente se escriben entre signos de admiración. Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 36 Autora: Rita Díaz Blanco Existen asimismo algunas interjecciones de sentido interrogativo, o confirmativo de lo antes expresado, que ocasionalmente se intercalan en una oración, y que se escriben entre signos de interrogación. Interjecciones propias Las interjecciones propias, o interjecciones propiamente dichas, se componen de una única palabra comprendida entre signos de admiración o de interrogación. • ¡Yay!: sirve para alguna expresión de felicidad y asombro. • ¡ah!: sirve para expresar asombro, comprensión de lo oído, sorpresa, placer. • ¡arre!: para azuzar a un caballo, indicando que se desea avanzar, y también se usa en el español rioplatense para representar algo irónico Interjeccionesimpropias Interjecciones impropias que no son interjecciones idiomáticamente originarias, sino sustantivos, verbos o adverbios, que ocasionalmente son empleados como interjecciones, por su significación usual: « ¡Socorro!», « ¡caracoles!», « ¡diablos!», « ¡rayos y centellas!» Algunas expresiones de este tipo son consideradas palabras de lenguaje soez. Interjecciones de expresión Interjecciones de expresión, que son locuciones usuales, las que son empleadas igualmente como interjecciones: « ¡Mi madre!», « ¡Dios santo!», « ¡ay de mí!». Las interjecciones presentan algunas peculiaridades en su empleo idiomático: Generalmente se emplean en forma aislada, como una expresión de entonación independiente, pero cuando se incorporan en una oración lo común es que aparezcan al principio: « ¡Ay!», « ¡Qué dolor!». Cuando se insertan en una oración quedan estrictamente fuera de su secuencia, como si fueran un paréntesis: «Lloró la niña, ¡ay!, ¡cómo sufría!». Algunas asumen la forma de expresiones no idiomáticas u onomatopéyicas (que imitan sonidos): « ¡Puaj!», « ¡chit!», « ¡plash!», « ¡paf!», « ¡pif!». Algunas se unen frecuentemente a los nombres propios, en la forma de los vocativos o expresiones que se emplean para llamar o atraer la atención: « ¡Eh, Ernesto!». Unidad III: Categorías Léxico-semánticas 37 Autora: Rita Díaz Blanco También se unen a diversas clases de partículas, en diversas expresiones exclamativas: « ¡Ay del que se anime a contrariarlo!» o « ¡guay con los que se le acerquen! Ver más sobre categoría formales en El verbo: http://roble.pntic.mec.es/~msanto1/lengua/1verbo Las preposiciones: https://www.youtube.com/watch?v=1H70X3OCEig&t=14s BIBLIOGRAFÍA García Molina, B.; de los Santos, J.; Núñez, R. (2017). Morfosintaxis funcional del español. Enfoque léxico, oracional y discursivo. Rep. Dom. Gómez Torrego, L. (2012). Análisis morfológico: teoría y práctica. SM, Madrid. Gómez Torrego. (2011). Gramática didáctica del español. SM, Madrid. Real Academia Española (2010). Nueva gramática de la Lengua Española. Espasa, España.
Compartir