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Meditación para lograr el amor definitivo y duradero Rebekah Borucki Preparación/acerca de esta meditación El amor se mantiene a sí mismo. No hay que cuidarlo ni «mantenerlo vivo». Es imposible matar al amor. Cuando experimentas una falta o una pérdida de amor en una relación, lo que sucede es que el amor queda apartado por todo lo que no es amor: celos, egoísmo, inseguridad, falta de tiempo, desesperación, miedo... Es decir, manifestaciones del ego. Wayne W. Dyer solía decir que «ego» era el acrónimo de edging God out («apartar a Dios»). Si el ego es la representación del miedo, y Dios es amor, la presencia del ego y de cada emoción basada en el miedo aparta, literalmente, al amor fuera de nuestras vidas. El amor siempre está presente en el Universo, pero nos compete a nosotros hacerle un hueco en nuestras relaciones. Y eso empieza por cultivar el conocimiento de que amar es fácil. No tenemos que esforzarnos para que el amor siga ahí. Lo que sí exige esfuerzo es mantener el miedo a raya. Acércate al amor con amor, no con miedo. Libérate del apego; invita a entrar a la seguridad. Libérate de la desesperación; invita a entrar a la abundancia. Libérate de la sensación de no ser suficiente; invita a entrar a la verdad de que el amor duradero aparece cuando dos personas se aman completamente a sí mismas. ¿Cuándo? Practica esta meditación en cualquier momento del día. Es adecuada tanto cuando te sientas completamente satisfecho con tu relación de pareja como en momentos complicados. Antes de empezar, quizá te ayude recuperar la pregunta de la meditación para la autorreflexión, pero con una pequeña variación: «¿A qué lugares no he enviado todavía mi amor?». ¿Dónde? Elige un lugar seguro, cómodo y sin distracciones. ¿Postura? Adopta la postura fácil, con la espalda erguida y las palmas de las manos apoyadas suavemente en las rodillas o los muslos. Mantén los ojos abiertos al principio y ciérralos durante el resto de la meditación. Solo tendrás que leer un mensaje al principio. Durante el resto de la meditación permanecerás en un silencio reflexivo. Practica con un extra: ¡Conviértelo en una meditación en pareja! Déjame que te presente una variante de la meditación que puede transformarse en una increíble experiencia de unión para ti y tu pareja. 1. Adoptad la postura fácil, espalda con espalda, de modo que los cuerpos se toquen por los hombros y las nalgas. 2. Cuando uno inhala, el otro exhala y viceversa. Prestad mucha atención a la energía que os atraviesa a ambos mientras respiráis. Sentid cómo la espalda del otro se expande y se contrae con cada respiración. Respirad así durante un minuto o dos antes de pasar a la meditación. Tienes 4 minutos para crear un amor que dure toda la vida Los pasos de la meditación son básicamente los mismos tanto si meditas a solas como en pareja. Se trata de una meditación sencilla en la que leerás un mensaje y dedicarás el resto del tiempo a reflexionar sobre el mismo en silencio y con atención. 1. Lee las frases siguientes en voz alta o para tus adentros. Si meditas en pareja, decidid quién leerá el mensaje en voz alta. Lee poco a poco. Al final de cada frase, haz una pausa para respirar antes de seguir. «Me quiero tan plena y profundamente que el amor que recibo de los demás es solo la guinda del pastel. No necesito a nadie que me complete. No hay carencias en mi vida. Solo existen el placer y la emoción de ver qué nuevas experiencias, oportunidades y milagros surgen del amor que comparto con mi pareja.» 2. Cierra los ojos y permite que esas palabras se asienten en tu yo físico. Nota cómo la respiración las lleva hasta el último rincón de tu cuerpo: por los brazos hasta la yema de los dedos y por las piernas hasta los dedos de los pies. Siente cómo tu cuerpo se llena con el significado de lo que acabas de declarar. Te amas profundamente. No necesitas a nadie que te complete. No hay carencias. Solo placer. El amor potencia todo lo bueno. 3. Sigue inhalando y exhalando profundamente durante el tiempo que desees. Al terminar, inhala profundamente una última vez y deja salir el aire de forma audible. A continuación reanuda tu día. Si has meditado junto a tu pareja, daos un gran abrazo.
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