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ANÁLISIS DEL CICLO MENSTRUAL DESDE EL RENDIMIENTO EN LOS

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ANÁLISIS DEL CICLO MENSTRUAL DESDE EL RENDIMIENTO EN LOS 
DIFERENTES PROCESOS DEPORTIVOS. REVISIÓN DE LITERATURA 
 
 
 
 
 
 
MARÍA CAMILA GALINDO GARNICA 
 
 
 
 
 
 
Universidad De Ciencias Aplicadas y Ambientales 
Facultad Ciencias De La Salud 
Ciencias Del Deporte 
Bogotá D.C. Colombia 
Año 2023 
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ANÁLISIS DEL CICLO MENSTRUAL DESDE EL RENDIMIENTO EN LOS 
DIFERENTES PROCESOS DEPORTIVOS. REVISIÓN DE LITERATURA 
 
 
 
MARÍA CAMILA GALINDO GARNICA 
mariagalindo@udca.edu.co 
 
 
 
Proyecto de grado para optar por el título de: 
Profesional en Ciencias del Deporte 
 
 
 
 
Profesor(a) 
Ft, Mg Laura Prieto Mondragón 
laprieto@udca.edu.co 
 
 
 
Universidad De Ciencias Aplicadas y Ambientales 
Facultad Ciencias De La Salud 
Ciencias Del Deporte 
Bogotá D.C., Colombia 
Año 2023 
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DEDICATORIA 
Dedico este trabajo a mis padres y mi hermana por haber sido parte 
fundamental en mi desarrollo académico a lo largo de estos años, por el amor 
con el que han guiado mi camino, por estar presentes en las dificultades, en 
momentos de frustración e incertidumbre y por respaldarme durante la 
elaboración de este proyecto el cual es un gran logro personal y profesional 
para mí. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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AGRADECIMIENTOS 
Agradezco a Dios por ser el pilar, parte fundamental y la luz en mi vida, por 
guiarme en cada paso y por permitirme culminar con satisfacción todos mis 
sueños y propósitos. 
A mis padres, mi hermana y demás familiares que creyeron en mi desde el 
momento en que decidí estudiar esta carrera, que me impulsaron a creer y 
confiar para cumplir todo lo que me propusiera y poder crecer como persona y 
profesional, por todos los consejos y por darme la mano en los momentos de 
dificultad. 
A la profe Laura Prieto Mondragón por compartir su valioso conocimiento 
conmigo, por su paciencia, apoyo, tiempo y orientación durante este trabajo de 
grado, lo cual me permitió completar satisfactoriamente este logro tan 
importante para mí. 
Agradezco al director del programa, el Profesor Alonso Rodriguez Buitrago 
que estuvo presente en mi proceso formativo desde el primer día que visité la 
universidad y a todos los profesores que dejaron una huella en mí, por 
contribuir a mi formación no solo académica y profesional sino también 
personal, a mis compañeros y grandes amistades que me llevo y que hicieron 
parte importante de este proceso por todas las experiencias vividas que nos 
hicieron ser lo que somos hoy en día. 
Y por último y no menos importante al equipo de Ultimate Frisbee de la 
U.D.C.A. en donde conocí grandes seres humanos, deportistas y profesionales, 
por todas las experiencias que me permitió vivir, por ayudarme a crecer como 
deportista, a nivel personal y profesional y por todas esas personas que se 
quedan siempre en mi corazón como grandes amigos en la cancha y en la vida. 
Gracias a todos. 
 
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RESUMEN ESPAÑOL 
Introducción: Existen diferentes variables que pueden influenciar el rendimiento deportivo, una 
de ellas son las concentraciones de las hormonas sexuales femeninas, por esta razón es 
importante analizar y tener en cuenta en el entrenamiento deportivo las características 
individuales de cada deportista en relación con su ciclo menstrual y aún más evidenciando el 
auge y crecimiento del deporte femenino en el mundo. Objetivo: Analizar como el rendimiento 
en los diferentes procesos deportivos se ve influenciado por el ciclo menstrual. Metodología: Se 
realizó una búsqueda de literatura científica en diferentes bases de datos, en la temática de ciclo 
menstrual y deporte analizando como este se ve alterado por las diferentes concentraciones 
hormonales durante cada una de las fases del ciclo menstrual. Los artículos se dividieron en dos 
categorías: análisis de las características hormonales en el rendimiento de equipos deportivos y 
análisis de características hormonales en personas entrenadas en capacidades físicas (Fuerza y 
resistencia). Resultados: Las 2 categorías evidenciaron aumentos significativos y muy 
significativos con p valores < 0.05 y < 0.01 respectivamente para las variables de VO2máx., 
estrógenos, progesterona y hormona luteinizante. Conclusión: Se puede concluir que: 1). Existe 
falta de consenso entre los diferentes autores, esto puede deberse a las diferencias metodológicas 
de los estudios. 2). Las variaciones en el rendimiento deportivo no dependen únicamente de las 
fluctuaciones hormonales, sino también de factores psicológicos, emocionales, disponibilidad de 
sustratos, metabolismo de las deportistas, entre otros. 3). Los entrenadores deben individualizar 
los procesos deportivos, teniendo en cuenta las diferencias entre las características de las 
mujeres, para generar una adaptación y asimilación adecuada de las cargas de entrenamiento, 
esto con el fin de mantener adecuados niveles de preparación. 
Palabras Clave: Ciclo menstrual, entrenamiento, mujer, deporte, rendimiento. 
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RESUMEN INGLÉS 
Introduction: There are different variables that can influence sports performance, one of them is 
the concentrations of female sex hormones, for this reason it is important to analyze and take into 
account in sports training the individual characteristics of each athlete in relation to their 
menstrual cycle. and even more evidencing the rise and growth of women's sports in the world. 
Objective: Analyze how performance in different sports processes is influenced by the 
menstrual cycle. Methodology: A search of scientific literature was carried out in different 
databases, on the theme of the menstrual cycle and sport, analyzing how this is altered by the 
different hormonal concentrations during each of the phases of the menstrual cycle. The articles 
were divided into two categories: analysis of hormonal characteristics in the performance of 
sports teams and analysis of hormonal characteristics in people trained in physical abilities 
(Strength and endurance). Results: The 2 categories showed significant and highly significant 
increases with p values <0.05 and <0.01, respectively, for the variables VO2max, estrogen, 
progesterone, and luteinizing hormone. Conclusion: It can be concluded that: 1). There is a lack 
of consensus between the different authors, this may be due to the methodological differences of 
the studies. 2). Variations in sports performance do not depend solely on hormonal fluctuations, 
but also on psychological and emotional factors, availability of substrates, metabolism of 
athletes, among others. 3). Coaches must individualize sports processes, taking into account the 
differences between the characteristics of women, to generate an adequate adaptation and 
assimilation of training loads, this in order to maintain adequate levels of preparation. 
Keywords: Menstrual cycle, training, woman, sport, performance. 
 
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TABLA DE CONTENIDO 
2. INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 11 
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ......................................................................... 14 
3.1. Antecedentes ..................................................................................................................... 14 
3.2. Pregunta De Investigación: ............................................................................................. 23 
4. OBJETIVOS ........................................................................................................................ 23 
4.1. Objetivo general ............................................................................................................... 23 
4.2. Objetivos específicos ........................................................................................................ 23 
5. JUSTIFICACIÓN............................................................................................................... 24 
6. MARCO TEÓRICO ........................................................................................................... 25 
6.1. Mujer y Deporte .............................................................................................................. 25 
6.1.1. Historia del Deporte femenino e inclusión de la mujer ............................................ 25 
6.1.2. Situación actual y participación en el deporte .......................................................... 28 
6.2. Mujer deportista .............................................................................................................. 29 
6.2.1. Anatomía y fisiología de la mujer en relación con el deporte .................................. 29 
6.2.2. Sistema neuroendocrino ............................................................................................ 32 
6.2.3. Ciclo menstrual .......................................................................................................... 45 
6.2.4. Alteraciones hormonales en relación con el deporte. ............................................... 51 
6.3. Actividad Física ................................................................................................................ 55 
6.3.1. Deporte ....................................................................................................................... 56 
6.3.2. Deporte competitivo. ................................................................................................... 57 
6.3.3. Deporte de alto rendimiento. ..................................................................................... 57 
7. MARCO METODOLÓGICO ........................................................................................... 59 
7.1. Diseño del estudio ........................................................................................................ 59 
7.2. Estrategia de búsqueda y recolección de información............................................. 59 
7.3. Criterios de inclusión y exclusión .............................................................................. 59 
7.4. Hipótesis de trabajo .................................................................................................... 60 
7.4.1. Hipótesis alterna.. ................................................................................................ 60 
7.4.2. Hipótesis nula.. ..................................................................................................... 60 
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7.5. Categorías de análisis ................................................................................................. 60 
7.6. Variables a analizar ......................................................................................................... 61 
8. RESULTADOS ................................................................................................................... 64 
8.1. Análisis de datos .......................................................................................................... 66 
8.1.1. Agrupación de los estudios .................................................................................. 66 
9. DISCUSIÓN ........................................................................................................................ 83 
9.1. Rendimiento de equipos deportivos .......................................................................... 83 
9.2. Personas entrenadas en capacidades físicas ............................................................. 85 
10. CONCLUSIONES............................................................................................................... 90 
11. RECOMENDACIONES .................................................................................................... 91 
12. LIMITACIONES ................................................................................................................ 92 
13. BIBLIOGRAFIA................................................................................................................. 94 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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ÍNDICE DE TABLAS 
 
Tabla 1. Clasificación de las hormonas ....................................................................................... 34 
Tabla 2. Glándulas y hormonas endocrinas ................................................................................. 36 
Tabla 3. Órganos y tejidos endocrinos ......................................................................................... 39 
Tabla 4. Hormonas del ciclo menstrual. ...................................................................................... 44 
Tabla 5. Operacionalización de variables .................................................................................... 61 
Tabla 6. Tabla de análisis de variables 1 ..................................................................................... 72 
Tabla 7. Tabla de análisis de variables 2 ..................................................................................... 81 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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ÍNDICE DE FIGURAS 
Figura1. Porcentaje de participación de las mujeres en los Juegos Olímpicos. ........................ 29 
Figura 2. Secreción y efectos de hormonas sexuales femeninas. .............................................. 47 
Figura 3. Regulación Hormonal de los ciclos ovárico y uterino ............................................... 50 
Figura 4. Cambios en las concentraciones de las hormonas durante el ciclo menstrual ........... 50 
Figura 5. Flujograma de selección de articulos. ........................................................................ 65 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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2. INTRODUCCIÓN 
En el entrenamiento deportivo es importante tener en cuenta muchos factores propios 
tanto de la actividad como del participante, ya que esto le permitirá alcanzar satisfactoriamente 
los objetivos que han sido establecidos por su entrenador en la planificación del entrenamiento. 
Sin embargo, existen algunos vacíos en cuanto a preparación de mujeres deportistas, debido a 
que es una rama que se encuentra en desarrollo y que recientemente se generó la inclusión y la 
práctica libre en cada una de las disciplinas deportivas (Lebrun, Joyce y Constantini, 2013). 
El ciclo de vida reproductivo femenino es uno de los ritmos biológicos más importantes y 
en el que la mujer está expuesta a un cambio constante de hormonas esteroideas sexuales 
femeninas. A parte de sus funciones principales en su labor reproductiva y el control de las 
características sexuales, las principales hormonas ováricas femeninas (estrógenos y 
progesterona) influyen en una multitud de sistemas fisiológicos diferentes (Constantini, Dubnov 
y Lebrun, 2005). 
La realización de cualquier ejercicio físico provoca respuestas inmediatas y adaptaciones 
a largo plazo mediadas por la actividad integrada del sistema nervioso y el sistema endocrino. 
(López-Chicharro J., 2006). El rendimiento físico requiere una variedad de funciones mentales y 
físicas que actúen de manera óptima. Las fluctuaciones de las hormonas sexuales pueden 
explicar las variaciones en el rendimiento físico y las respuestas fisiológicas al ejercicio en el 
transcurso de un ciclo menstrual. Aunque nuestro sistema nervioso es responsable de una gran 
parte de esta comunicación, poner a punto nuestro cuerpo para las respuestas fisiológicas a 
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cualquier alteración de su equilibrio es principalmente la responsabilidad de nuestro sistema 
endocrino (Willmore J., Costill D., 1994). 
El ciclo menstrual marca un comportamiento variado de las distintas funciones vitales de 
la mujer, lo cual se debe tener en cuenta en la planificación del entrenamiento. El conocimiento 
de la duración del ciclo y su estabilidadpermite organizar la estructura del entrenamiento, de tal 
manera que los mesociclos se desarrollen acorde con los ciclos biológicos de la deportista, donde 
las fases más favorables (post-menstrual y post-ovulatoria) puedan asumir una carga mayor, 
alternando con descensos en las fases de tensión fisiológica (ovulatoria, premenstrual y 
menstrual) (Konovalova, E., 2013). 
Con el paso de los años, algunos investigadores han estudiado la relación que tiene el 
ciclo menstrual femenino y el entrenamiento de las mujeres, a partir de lo cual se estableció que 
durante las fases del ciclo menstrual femenino se pueden presentar diferencias en el rendimiento 
deportivo, debido a que las mujeres están expuestas a variaciones continuas en concentraciones 
de varias hormonas esteroideas sexuales femeninas. Así, durante las fases premenstrual, 
menstrual y ovulatoria las capacidades físicas pueden disminuir, en tanto que en las fases post-
ovulatoria y post-menstrual aumenta la fuerza y la resistencia, lo cual podría atribuirse al 
aumento en la producción de la progesterona y el estrógeno (Lebrun, 1995). 
Aunque se han realizado variados estudios que permiten conocer un poco más a 
profundidad el ciclo menstrual y su relación con el entrenamiento, existen vacíos respecto a la 
forma en qué se debe trabajar cada una de las capacidades físicas en relación a las fases del ciclo 
menstrual de cada deportista. 
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Es importante conocer como las características endocrinas influyen en el entrenamiento, 
siendo el ciclo menstrual uno de los ciclos biológicos más importantes en las mujeres se 
convierte en un tema al cual se le debe prestar especial atención. Teniendo en cuenta que se 
producen cambios fisiológicos, se quiere entender y comprender las diferencias que se pueden 
producir para poder establecer planes de entrenamiento acordes con las necesidades de cada 
mujer, obteniendo como resultado el fortalecimiento del deporte femenino en el mundo. 
Con la realización de este trabajo se fortalecerán las líneas de investigación con el fin de 
consolidar el aprendizaje sobre el ciclo menstrual y su influencia sobre las mujeres que practican 
deporte, permitiendo un desarrollo no solo de los conocimientos básicos sino también el 
desarrollo del ejercicio profesional. 
Actualmente y debido al aumento de las mujeres que participan en programas de ejercicio 
físico regular, tanto a nivel recreativo como de rendimiento, ha hecho que priorice el estudio y 
comprensión de las adaptaciones fisiológicas específicas de la mujer deportista y que con ayuda 
de las teorías del entrenamiento se adecuen los programas de entrenamiento a las necesidades 
particulares de cada mujer. 
La población beneficiada serán los entrenadores, preparadores físicos y profesionales a 
fines con el deporte, la actividad física y la salud y especialmente las mujeres que practican 
deporte de manera recurrente, esto debido a la información que se tiene en torno al tema central y 
la cual facilitará en muchos aspectos el desarrollo del deporte femenino que dará un panorama 
más claro al momento de la planificación del entrenamiento. 
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 A nivel académico, profesional y personal se hace un aporte desde la recopilación de 
información, la lectura y revisión de temas de interés y adquisición del conocimiento que 
enriquece un contenido que está en auge y crecimiento como lo es el deporte femenino. 
Aunque muchos estudios han investigado los efectos de las fases del ciclo menstrual 
sobre el rendimiento del ejercicio, las conclusiones que se generan a partir de estos difieren en 
gran medida. En consecuencia, este estudio buscó revisar sistemáticamente las investigaciones y 
literatura que a la fecha se tienen en conexión con el tema y que han investigado los cambios en 
las variables relacionadas con rendimiento deportivo y entrenamiento deportivo durante las 
diferentes fases del ciclo menstrual. 
Tras el desarrollo de la revisión se espera tener una perspectiva clara sobre la influencia 
del ciclo menstrual en el rendimiento deportivo que permita tener un punto de partida para 
generar la identificación del ciclo menstrual y los programas en cada una de las fases. 
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
3.1. Antecedentes 
El ciclo menstrual es el proceso hormonal por el que pasa el cuerpo de una mujer todos 
los meses para prepararse para un posible embarazo. El ciclo menstrual refleja que el sistema 
endocrino de la mujer está funcionando de manera adecuada y puede alertar de posibles 
disfunciones hormonales o en los órganos de la mujer (womenshealth.gov, 2022). 
Los períodos menstruales regulares durante los años entre la pubertad y la menopausia 
suelen ser una señal de que el cuerpo humano está funcionando normalmente. Los períodos 
irregulares, abundantes o dolorosos no suelen ser normales (womenshealth.gov, 2022). 
15 
 
 
 
 
Según, Piaget & Inherder (1948) citado por (Sánchez B. et al., 2020; Betancourt et al., 
2020), este largo proceso incluye diferentes etapas o estadios que van conformando desde el 
nacimiento hasta la adultez dentro de las fases evolutivas del desarrollo. Es en este proceso 
donde se dan los períodos sensibles en las diferentes edades. 
(Rodriguez & Curell, 2017) citados por Guerra (2021), definen el ciclo menstrual como 
el resultado de interacciones neuronales y endocrinas, mientras que Godoy & Coll (2010) 
explican que se trata de un proceso producido por acciones precisas del sistema nervioso central, 
el ovario, la hipófisis y el sistema reproductor femenino. Saldarriaga & Artuz (2010) y 
Konovalova (2013) plantean que la duración del Ciclo Menstrual en la población en general es 
de 28 días, con posibles desviaciones de hasta siete días, en el caso de las deportistas, los ciclos 
con 28 días se observan en un 60% de los casos, los ciclos de 21 días, en 28% y los de 30-35 
días, en apenas 12% (Volkov, 2002). 
Las hormonas influyen en gran medida el rendimiento deportivo y el desarrollo adecuado 
durante la práctica del deporte, el ejercicio y la actividad física. El rendimiento deportivo y su 
expresión máxima, la forma deportiva, es un reflejo de un alto nivel de adaptación biológica de 
un deportista y, obviamente, de una excelente salud. (Aguilar A. et.al., 2017) 
Las hormonas sexuales femeninas estrógeno y progesterona tienen un efecto potencial 
sobre la capacidad de ejecución de los ejercicios y el rendimiento entre numerosos mecanismos 
que incluyen el metabolismo de los sustratos, la función cardiorrespiratoria y la 
termorregulación. Estas hormonas pueden además tener influencia sobre los factores 
psicológicos y aumentar la incidencia de lesiones. Consecuentemente, los cambios en los niveles 
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hormonales favorecen o afectan la capacidad y el rendimiento durante el ciclo menstrual 
mediante numerosos mecanismos dentro de los cuales se incluyen el metabolismo. 
Se ha sugerido que existe una relación entre el pico de estrógeno durante la fase lútea 
tardía y un incremento en la fuerza muscular. Una de las posibles explicaciones de la asociación 
entre la fuerza muscular y las concentraciones de estrógeno se desprende de los estudios sobre la 
disminución de la fuerza muscular que aparecen con la edad, indicando que la fuerza puede ser 
restablecida mediante la terapia hormonal sustitutiva. Sin embargo, los resultados relacionados 
con los efectos del ciclo menstrual sobre el rendimiento de fuerza no han sido consistentes. 
(Cabrera M. et al., 2020) 
Manuel y Elorza (2003) resaltan un factor significativo en la diferencia entre los dos 
sexos, nos referimos al componente genético y cromosómico, de incidencia hormonal 
(endocrina), gonadal (órganos internos sexuales), anatómico (órganos externos sexuales y 
aparato locomotor) y psicológicos, que, junto con los fisiológicos, nos dan un perfil sicosomático 
claramente diferenciado entre los dos. 
No solo las diferenciashormonales y genéticas entre hombres y mujeres han marcado una 
brecha significativa entre los dos sexos y su participación deportiva, sino también la cultura de 
las sociedades a lo largo de los años y el rol de la mujer en ellas. 
Desde el inicio de la humanidad se ha considerado que el deporte debía ser una actividad 
masculina, porque presentaba una función esencialmente varonil. Para Marañón (1937), solo en 
épocas muy tardías la mujer se hace deportista, debido en gran medida a los movimientos 
feministas y sobre todo al esfuerzo por alcanzar la igualdad con los hombres en todos los 
aspectos de la vida. 
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García (1990), señala que a lo largo de los siglos se han desarrollado estereotipos, 
prejuicios y falsas concepciones que han limitado la participación de las mujeres en las prácticas 
deportivas. Tal tradición cultural ha tenido sus orígenes en buena medida en la misma sociedad 
que creó los juegos con fines deportivos. 
En este orden de ideas, Gallo y col. (2000), sostienen que, en la Antigua Grecia, la 
mitología dominante asignaba a los dioses las cualidades masculinas de fuerza, vigor y actividad, 
y a las diosas los rasgos de belleza, sexualidad y pasividad. Además, afirma este autor que dicha 
tradición cultural de naturaleza machista ha limitado de una u otra manera a lo largo de los años 
la participación de la mujer en el deporte, sumado a que, en los juegos olímpicos de la 
antigüedad, estaba prohibida la presencia de las mujeres. 
La reciente inclusión de la mujer en el deporte ha traído muchos interrogantes en cuanto 
la planificación del entrenamiento femenino pues se planea con modelos adaptados del sexo 
masculino, sin adecuar el entrenamiento a las necesidades fisiológicas que el género femenino 
demanda (Aguilar A. et.al., 2017). 
Konovalova E. y Echeverri M. (2012) establecen que con el paso del tiempo y con el 
auge del deporte femenino, se han venido estudiando las problemáticas relacionadas con el ciclo 
menstrual y los cambios funcionales que se producen en la mujer, perjudicando o beneficiando el 
desempeño deportivo. Sin embargo, los investigadores presentan posiciones divididas. 
Findlay RJ, et al (2020) realizaron una intervención cuyo objetivo era explorar las 
experiencias y percepciones pasadas y actuales de las atletas sobre el ciclo menstrual en relación 
con su impacto en el rendimiento deportivo, para ello participaron 15 jugadoras internacionales 
de rugby en entrevistas individuales semiestructuradas (edad: 24,5±6,2 años). Todas las 
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entrevistas fueron grabadas y transcritas palabra por palabra, resultando en 37.376 palabras de 
texto para el análisis descriptivo y temático. Los controles resultaron con una fiabilidad y 
concordancia del 83%, encontrando los siguientes resultados, casi todas las atletas (93%) 
reportaron síntomas relacionados con el ciclo, 33% percibieron sangrado menstrual abundante y 
el 67% consideraron que estos síntomas afectaron su participación deportiva y dos terceras partes 
de los atletas se automedican para aliviar los síntomas. Este estudio proporciona el primer 
estudio en profundidad sobre las experiencias de las atletas con el ciclo menstrual y el impacto 
percibido en el entrenamiento y la competencia. Eso destaca las respuestas individuales a los 
"problemas" menstruales y enfatiza la necesidad de médicos y personal de apoyo llevar a cabo el 
perfilado del ciclo menstrual, el seguimiento y a continuar desarrollando la conciencia, la 
apertura, el conocimiento y la comprensión del ciclo menstrual. 
Estudios previos de Staron RS, et al. (2000) y Fuentes T, et al. (2012), han mostrado 
claramente diferencias significativas en la potencia anaeróbica entre hombres y mujeres, lo que 
indica que la razón de las diferencias son las diferencias entre sexos en la histología muscular y 
la actividad enzimática asociada con el metabolismo anaeróbico. Según Sipaviciene S, et al. 
(2013) y Tsampoukos et al. (2010), las diferencias en la concentración de estradiol y 
progesterona entre las fases folicular y lútea pueden causar diferentes reacciones al ejercicio en 
las mujeres, dependiendo del ciclo menstrual. 
 Por lo anterior, Wiecek, M. et. Al. (2016) en su estudio comparan los indicadores de 
velocidad inicial, resistencia anaeróbica y potencia en mujeres y hombres, e investigan si los 
valores de estos indicadores difieren en las mujeres durante las fases folicular y lútea del ciclo 
menstrual. El grupo estudiado incluyó 16 hombres y 16 mujeres. Los sujetos realizaron el test de 
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sprint de ciclismo máximo de 20 segundos, los hombres realizaron la prueba dos veces en 
intervalos de 14 días, las mujeres realizaron la prueba 4 veces: dos veces durante la mitad de la 
fase folicular y dos veces en la mitad de la fase lútea en ciclos menstruales separados. 
En el estudio, los hombres alcanzaron la potencia máxima en un tiempo 
significativamente más corto que las mujeres; la disminución de potencia también fue 
significativamente más rápida con el tiempo en el grupo de hombres, el tiempo de 
mantenimiento de la potencia fue similar en ambos grupos, el aumento de la concentración de 
lactato en sangre después del ejercicio fue significativamente mayor en los hombres en 
comparación con las mujeres, concluyendo que los cambios hormonales durante el ciclo 
menstrual no influyen en el rendimiento anaeróbico, la velocidad inicial o la resistencia 
anaeróbica en las mujeres. 
El rendimiento anaeróbico de los hombres es mayor que el de las mujeres con un 
rendimiento aeróbico similar expresado como VO2max/LBM, se observó una menor 
disminución de la potencia con el tiempo para las mujeres que para los hombres, con un tiempo 
similar de mantenimiento de la potencia en ambos grupos, esta es una evidencia de la mejor 
resistencia anaeróbica de las mujeres en comparación con los hombres, al mismo tiempo, los 
hombres tenían índices de velocidad inicial significativamente mejores que mujeres. 
McNulty, K. et. Al. (2020), realizaron una revisión sistemática y metaanálisis con el 
objetivo de determinar los efectos del Ciclo menstrual en el rendimiento del ejercicio y 
proporcionar resultados prácticos basados en la evidencia y dar algunas recomendaciones para 
mujeres eumenorreicas. Los resultados de esta revisión sistemática y metanálisis indican que el 
rendimiento del ejercicio podría reducirse de manera trivial durante la fase folicular temprana del 
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ciclo menstrual, en comparación con todas las demás fases. Debido al tamaño del efecto trivial, 
la gran variación entre los estudios y la cantidad de estudios de calidad deficiente incluidos en 
esta revisión, no se pueden formar pautas generales sobre el rendimiento del ejercicio en todo el 
ciclo menstrual; más bien, se recomienda adoptar un enfoque personalizado basado en la 
respuesta de cada individuo al rendimiento del ejercicio en el ciclo menstrual. 
En 2003 Janse De Jonge y Xanne AK revisan los efectos potenciales de las fluctuaciones 
de la hormona esteroide femenina durante el ciclo menstrual en el rendimiento del ejercicio, 
especialmente las concentraciones de estrógeno y progesterona. Allí encontraron que la mayoría 
de las investigaciones tampoco reportan cambios durante el ciclo menstrual para los muchos 
determinantes del consumo máximo de oxígeno (VO˙ 2max), como la respuesta del lactato al 
ejercicio, el peso corporal, el volumen plasmático, la concentración de hemoglobina, la 
frecuencia cardíaca y la ventilación. Por lo tanto, no sorprende que la literatura actual indique 
que el VO 2 máx. no se ve afectado por el ciclo menstrual. 
 Estos hallazgos sugieren que las atletas que menstrúan regularmente y que compiten en 
deportes específicos de fuerza y deportes anaeróbicos/aeróbicos intensos, no necesitan ajustarse a 
la fase del ciclo menstrual para maximizar el rendimiento. Aunque la mayoría de las 
investigacionessugieren que el ciclo menstrual no afecta el consumo de oxígeno, la frecuencia 
cardíaca y la calificación de las respuestas de esfuerzo percibido al ejercicio submáximo en 
estado estable, varios estudios informan una mayor tensión cardiovascular durante el ejercicio 
moderado en la fase lútea media. Sin embargo, el tiempo hasta el agotamiento en intensidades de 
ejercicio submáximo no muestra cambios durante el ciclo menstrual, la importancia de este 
hallazgo debe cuestionarse debido a la baja reproducibilidad de la prueba de tiempo hasta el 
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agotamiento. Durante el ejercicio prolongado en condiciones calurosas, se muestra una 
disminución en el tiempo de ejercicio hasta el agotamiento durante la fase lútea media, cuando la 
temperatura corporal está elevada. Así, la fase lútea media tiene un efecto negativo potencial en 
el rendimiento del ejercicio prolongado a través de la temperatura corporal elevada y el aumento 
potencial de la tensión cardiovascular. 
Richard C. et al. en 2020 realizaron una revisión sistemática sobre los cambios en las 
variables relacionadas con la fuerza durante las diferentes fases del ciclo menstrual en mujeres 
eumenorreicas, encontrando que las medidas relacionadas con la fuerza parecen estar 
mínimamente alteradas (g ≤ 0,35) por las fluctuaciones en las hormonas sexuales ováricas que 
ocurren durante el ciclo menstrual. Este hallazgo debe interpretarse con cautela debido a las 
deficiencias metodológicas identificadas por la evaluación de la calidad. 
Bruinvels et al. en 2022 presentan opiniones basadas en sus experiencias aplicadas de 
trabajo con atletas femeninas en combinación con la literatura basada en evidencia existente. La 
mayor parte de la investigación existente sobre el ciclo menstrual se centra en unos pocos puntos 
de tiempo de estado estable dentro de las fases del ciclo menstrual predefinidas, sin embargo, 
esto ignora los cambios hormonales diarios que las mujeres deben adaptarse para desempeñarse 
de manera óptima y constante. Los modelos de investigación tradicionales son inadecuados para 
estudiar los síntomas y el manejo de los mismos y en última instancia, para apoyar a los atletas a 
que puedan tener un adecuado desempeño durante la totalidad de su ciclo menstrual, como 
resultado se evidencia que se necesitan más investigaciones (incluidos estudios de casos) en esta 
importante área. Dicho conocimiento debe ser generalizado entre los practicantes y atletas, ya 
que no deberían tener que resolver esto solos. Como tal, los investigadores y los profesionales 
22 
 
 
 
 
deben trabajar más para comprender la etiología de los síntomas, los grupos de síntomas y su 
relación con los cambios hormonales, las fases del ciclo menstrual y las transiciones, con un 
potencial de impacto profundo en la salud y el bienestar individual de los atletas. Al hacerlo, 
aquellos que trabajan con atletas femeninas deben continuar construyendo sobre el progreso 
reciente logrado en la educación de atletas y practicantes; por ejemplo, normalizar la discusión 
sobre y sobre el ciclo menstrual y todas sus implicaciones. 
Jiménez, Y. (2015) realizó un estudio con el fin de observar las diferencias en cuanto a 
las manifestaciones en diferentes parámetros (capacidades físicas fuerza, resistencia y rapidez) 
durante el entrenamiento a partir de las diferentes etapas del ciclo menstrual en las atletas de 
Tenis de Campo seleccionadas. Esta investigación se realizó con 4 atletas de Tenis de la 
categoría juvenil (15-18 años de edad), las cuales contaban con entre 7 y 10 años de experiencia 
deportiva. El objetivo del estudio era evaluar las capacidades físicas fuerza, resistencia y rapidez 
a través de diferentes pruebas que permitan medir el rendimiento de dichas capacidades a partir 
de parámetros establecidos, el autor concluye que las capacidades físicas fuerza, resistencia y 
rapidez experimentan variaciones en las 4 etapas del ciclo menstrual en las atletas seleccionadas 
de Tenis de Campo, lo cual se presenta de manera regular y fue constatado a través de diferentes 
métodos y técnicas. 
De acuerdo con lo anterior, en la literatura especializada no se observa la unanimidad de 
criterios en esta temática y la información es diversa, muchas veces los datos encontrados son 
incluso contradictorios. Además, los datos de algunas investigaciones constatan que en la 
práctica este problema todavía no se aborda con merecida atención, por tanto, se hace necesario 
23 
 
 
 
 
realizar una revisión desde la literatura que permita identificar características del ciclo con 
respecto al rendimiento. 
3.2. Pregunta De Investigación: 
¿Cómo el rendimiento se ve afectado por el ciclo menstrual en los diferentes procesos 
deportivos? 
4. OBJETIVOS 
4.1. Objetivo general 
Analizar como el rendimiento en los diferentes procesos deportivos se ve influenciado 
por el ciclo menstrual 
4.2. Objetivos específicos 
1. Identificar la evidencia científica disponible sobre los procesos deportivos y el 
ciclo menstrual. 
2. Establecer las características de los procesos deportivos y la influencia del ciclo 
menstrual. 
3. Determinar la influencia de las hormonas por las fases del ciclo menstrual sobre el 
rendimiento deportivo. 
4. Identificar si algunas capacidades físicas se ven alteradas por el ciclo menstrual. 
 
 
 
 
 
24 
 
 
 
 
5. JUSTIFICACIÓN 
El estudio de la relación entre el ciclo menstrual y el rendimiento deportivo está presente 
entre las últimas publicaciones sobre el deporte femenino, tratando de contribuir a un mejor 
proceso de preparación de las mujeres en las distintas modalidades deportivas y prevenir las 
posibles afecciones de la función menstrual. 
La problemática del deporte femenino, actualmente, ocupa un lugar importante en 
distintos campos de la ciencia, lo cual, se refleja en un mayor interés por parte de los 
especialistas, a nivel mundial (Konovalova, 2013). 
Teniendo en cuenta lo anterior realizar un trabajo de revisión de literatura en este tema 
como lo es el ciclo menstrual y su influencia en el rendimiento en diferentes procesos deportivos, 
será de especial relevancia aún más cuando somos profesionales en un área que aporta 
significativamente a la salud y considerando que en la actualidad el deporte femenino ha crecido 
exponencialmente. 
Esta revisión permitirá analizar, identificar y consolidar los conocimientos que se tienen 
en torno a esta temática, atendiendo a las diferencias que existen en la planificación específica 
del entrenamiento con mujeres y sus diferencias fisiológicas, debido a que no hay evidencia 
numerosa sobre la realización de un trabajo que reúna una importante cantidad de información y 
sumado a que a lo largo de los años no se han tenido muy en cuenta las diferencias entre las 
poblaciones y sus características únicas, entre ellas el ciclo menstrual y todo lo que implica 
dentro de la condición física, emocional, psíquica, etc. de las mujeres. Dando importancia al gran 
auge y crecimiento de la participación deportiva de las mujeres en los últimos años es un tema 
que cada vez está más presente en el mundo del entrenamiento y al cual se le debe poner especial 
atención al momento de liderar un proceso deportivo con mujeres. 
25 
 
 
 
 
Este trabajo permitirá que las deportistas sean más conscientes de sus procesos de 
entrenamiento, que los entrenadores adapten los planes de entrenamiento de manera eficiente y 
aplicable para ellas y finalmente visibilizar esta problemática para que sea reconocida 
socialmente. 
Consecuente a lo anterior, se considera importante realizar la presente investigación que 
permita tener una información clara para todos los actores involucrados, tanto para los 
entrenadores deportivos, deportistas que participan en estos procesos, estudiantes de carreras de 
Deportes, salud y afines. Es por ello que el presente manuscrito pretende compilar informacióny 
brindar herramientas que encaminen los procesos académicos y fortalezcan las líneas de 
investigación, para beneficiar a las deportistas, que como consecuencia permita alcanzar los 
logros propuestos de manera más efectiva, fortaleciendo el deporte femenino en el mundo. 
6. MARCO TEÓRICO 
6.1. Mujer y Deporte 
6.1.1. Historia del Deporte femenino e inclusión de la mujer 
Desde el inicio de la humanidad se ha considerado que el deporte debía ser una actividad 
masculina, por su función varonil. Para (Marañón, 1937) citado por García Avendaño (2008), 
solo en épocas muy tardías la mujer se hace deportista, en gran medida por los movimientos 
feministas y sobre todo al esfuerzo por alcanzar la igualdad con los hombres en todos los 
aspectos de la vida. García (1990), señala que en 1972 la Ley Pública de los Estados Unidos, 
proclama que las mujeres tienen las mismas oportunidades que los hombres para participar en 
diversas áreas, como en la educación física. En respuesta al rechazo de los hombres, un grupo de 
mujeres deportistas realizaron unos Juegos Mundiales Femeninos en 1922 y 1926. 
26 
 
 
 
 
García (1990), señala que a lo largo de los siglos se han desarrollado estereotipos, 
prejuicios y falsas concepciones que han limitado la participación de las mujeres en las prácticas 
deportivas. En este orden de ideas, Gallo y col. (2000), sostienen que, en la Antigua Grecia, la 
mitología dominante asignaba a los dioses las cualidades masculinas de fuerza, vigor y actividad, 
y a las diosas los rasgos de belleza, sexualidad y pasividad. Además, dicha tradición cultural de 
naturaleza machista ha limitado de una u otra manera a lo largo de los años la participación de la 
mujer en el deporte y la sociedad ha dado cabida para que algunas mujeres practiquen algunas 
especialidades deportivas, pero de igual modo se excluye a la mayoría. 
En la Edad Media, aunque no se tiene gran cantidad de registros de la participación de la 
mujer en el deporte, se han reportado su participación en juegos deportivos populares. Además, 
el uso del corsé limitó la posibilidad motriz de las mujeres, lo que se convirtió en un limitante 
para que éstas pudieran realizar actividades físicas atléticas. (García, 1990). 
En cuanto al debut de las mujeres en los Juegos Olímpicos modernos, Contecha (2000) 
refiere que las mujeres empezaron a competir en pruebas de golf y de tenis en 1900 en París y en 
1904, en San Luis, se añadió el tiro con arco a las disciplinas en las que éstas podían participar. 
En los Juegos de 1908, las mujeres también participaron en las regatas de vela y patinaje 
artístico, aunque no se entregaban medallas para las mujeres. Poco a poco, la participación de las 
mujeres se ha ido incrementando, observándose que en las pasadas Olimpiadas de Atenas 2004, 
se dieron cita 6.532 hombres y 4.480 mujeres, siendo relativamente superior a la cifra reportada 
en la edición anterior de los juegos de Sydney en el año 2000, donde concurrieron 
aproximadamente 4.069 deportistas femeninas (COI, 2000, 2004). 
27 
 
 
 
 
Por otra parte, en 1978, Etizen y Sage (citados en Gallo y Col, 2000), distinguieron tres 
mitos fundamentales que se derivaron en estos años de aparición y desarrollo del deporte 
moderno: 
El primer mito señala que la actividad deportiva-atlética masculiniza a las mujeres. Éste 
es uno de los estereotipos sobre el deporte femenino más persistente a lo largo del tiempo, ya que 
históricamente a las mujeres que han desarrollado sus capacidades motrices, socialmente se les 
ha estigmatizado de tener actitudes masculinas. 
El segundo mito indica que la práctica deportiva es peligrosa para la salud de las mujeres. 
Se sustenta en que el grado de intensidad de la actividad física puede alterar el ciclo menstrual, 
dañar los órganos reproductores y los senos; en otras palabras, puede tener efectos negativos en 
la fertilidad y disminuir la capacidad reproductiva. 
El tercer mito refiere que las mujeres no están interesadas en el deporte y que cuando lo 
ejecutan no lo hacen bien, como para ser tomadas en serio. A partir de los años 70 y 80 del siglo 
pasado, se produce un avance en la superación de este mito, debido al surgimiento de políticas 
públicas en gran de los países, orientadas a otorgar igualdad de oportunidades a los hombres y a 
las mujeres. 
Lo anteriormente mencionado representó un retraso en el desarrollo psicológico, 
morfológico y socio-cultural de la población femenina, lo cual trajo como consecuencia una 
disminución de la participación de las mujeres en los eventos deportivos. De acuerdo a García 
Avendaño (1999), las presiones que suelen recaer sobre las mujeres, abarcan desde carencias 
biológicas en comparación con el hombre, hasta sentimientos de culpabilidad ante los posibles 
daños que podrían sufrir sus partes reproductivas. 
28 
 
 
 
 
Para los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004, la participación femenina ya alcanzaba el 
40% del total de participantes. En Tokio 2020, la participación femenina ya representaba el 
48.3% del total. Alrededor de 5,386 atletas femeninas estuvieron presentes. Además, por 
primera vez en la historia de la mujer en el deporte, cada Comité Olímpico Nacional registró por 
lo menos a una mujer para participar. Estos podrán parecer simples números, pero implican casi 
dos siglos de lucha por lograr la igualdad de derechos con los hombres. 
6.1.2. Situación actual y participación en el deporte 
El deporte femenino está cada vez más normalizado en la sociedad y hay algunas 
deportistas mundialmente famosas. Sin embargo, el deporte femenino aún está a mucha distancia 
del deporte masculino en relevancia, salarios o número de personas que lo practican. 
Hay deportes que hasta la fecha siguen siendo considerados como “masculinos” y 
participan más hombres que mujeres en ellos, por ejemplo, el futbol americano, la halterofilia, el 
boxeo, el rugby, etc. Muchas veces, las mujeres que los practican tienen que hacer frente a 
comentarios denigrantes y machistas para poder seguir practicando (Pérez C., 2022) 
Actualmente, el 50% de la población femenina mundial practica deportes. Los deportes 
con mayor presencia femenina son el atletismo, tenis, futbol, básquetbol, lacrosse, natación, 
softbol, voleibol y hockey sobre pasto. 
 
 
 
 
 
https://olympics.com/ioc/news/tokyo-2020-first-ever-gender-balanced-olympic-games-in-history-record-number-of-female-competitors-at-paralympic-games
https://olympics.com/ioc/news/tokyo-2020-first-ever-gender-balanced-olympic-games-in-history-record-number-of-female-competitors-at-paralympic-games
29 
 
 
 
 
Figura 1 
1Porcentaje de participación de las mujeres en los Juegos Olímpicos. 
 
Nota: La imagen muestra el porcentaje de participación que han tenido las mujeres en los juegos olímpicos. 
Historia de la mujer en el deporte por Celeste Pérez, 2022. Journey Sports. Tomado de 
https://journey.app/blog/historia-de-la-mujer-en-el-deporte/ 
6.2. Mujer deportista 
6.2.1. Anatomía y fisiología de la mujer en relación con el deporte 
Las mujeres tienen características biológicas que las diferencian de los hombres, entre 
ellas se encuentra que la mujer tiene un cuerpo más “pequeño”, 13 centímetros menos de talla y 
entre 14 y 18 kilos menos de peso. La pelvis es más ancha y los muslos tienden a inclinarse hacia 
adentro lo cual provoca un acercamiento de las rodillas, estas características le confieren a la 
mujer una dinámica de carrera diferente, más inestabilidad en las rodillas y mayor propensión a 
lesiones a este nivel. Las extremidades superiores son más cortas con relación a su altura y los 
hombros más estrechos, lo que genera menor palanca y mayor limitación para el movimiento de 
los brazos. 
En la pubertad, cuando la mujer entra en sus años fértiles, su crecimiento se acelera 
durante varios años. Sin embargo, los estrógenos ejercen otro poderoso efecto sobre el 
https://journey.app/blog/historia-de-la-mujer-en-el-deporte/30 
 
 
 
 
crecimiento del esqueleto: fomentan la fusión temprana de las epífisis con las diáfisis de los 
huesos largos. Este efecto es mucho más intenso en la mujer que el efecto correspondiente de la 
testosterona en el varón. Como consecuencia, el crecimiento de la mujer cesa habitualmente 
varios años antes que el del varón. La mujer que carece de estrógenos suele crecer varios 
centímetros más que la mujer madura normal, debido a la falta de fusión de las epífisis en el 
momento adecuado. (Marieb E. 2008) 
Las mujeres tienen una cintura pélvica más ancha, lo cual hace que se necesite un mayor 
valgo de rodilla para restablecer los ejes mecánicos a través de la cadera, la rodilla y el tobillo. El 
segundo factor que hace que las mujeres tengan generalmente un ángulo mayor es que suelen 
tener un fémur más corto que el del sexo masculino, este hecho produce un aumento del valgo y, 
como consecuencia un aumento del ángulo Q. Es por eso que se considera uno de los factores 
por los que las mujeres están más expuestas a sufrir lesiones de rodilla. (Hricak H., 1986) 
Las diferencias intrínsecas del sexo, quedan determinadas muchas veces por las 
hormonas, como la testosterona, que en el hombre aparece con una tasa que puede llegar a ser 30 
veces mayor que la de la mujer, lo que repercute de forma directa en la fuerza, marcando 
predominantemente, la capacidad del aparato locomotor y como consecuencia la mayor 
diferencia en el rendimiento deportivo entre ambos sexos, debido a que el hombre tiene del orden 
de un 30 – 40 % de masa muscular y la mujer solamente 25 – 30 % (Manuel & Elorza, 2003). 
Otra característica encontrada en las mujeres, tiene que ver con el porcentaje de peso 
graso, que en la mujer asciende a un 20 – 30 % y en el hombre solo 15 – 20 %, valores que con 
el entrenamiento pueden llegar a bajar a 9 – 11 % en la mujer y 5 – 7 % en el hombre (Manuel & 
Elorza, 2003). 
31 
 
 
 
 
Los estrógenos aumentan el depósito de grasa en la mujer, especialmente en las mamas, 
caderas y tejido celular subcutáneo. En parte por esta razón, la media de mujeres no deportistas 
presenta un porcentaje graso aproximado del 27% en su composición corporal, comparado con el 
15% de peso graso que presentan los varones no deportistas. (Guyton y Hall, 2011) 
Las mujeres tienen menos hematíes mujeres y presentan menor concentración de 
hemoglobina en sangre (15% menos) y por lo tanto su capacidad de transportar oxígeno es 
inferior. Su caja torácica es menor que la del hombre y su tejido pulmonar inferior, con lo cual su 
capacidad ventilatoria también es inferior y debe aumentar su frecuencia respiratoria para 
alcanzar igual ventilación que en el varón. Además de los pulmones, el corazón masculino es de 
mayor tamaño y mueve una cantidad superior de sangre, lo que se traduce en un mayor 
transporte de oxígeno a los músculos. Esto, unido a que el hombre posee también un mejor 
transporte de calcio al interior de las células, hace que el rendimiento de músculo masculino sea 
superior al femenino. 
Al tener menor desarrollo de la caja toráxica tiene un corazón más pequeño, que se 
traduce en menor cantidad de sangre y volumen sistólico (cantidad de sangre que expulsa el 
corazón cada vez que se contrae para igual demanda de oxígeno), por consiguiente, su frecuencia 
cardíaca (pulsación del corazón por minuto) va a ser mayor. El menor tamaño del corazón se 
debe a varios factores: su menor superficie corporal y masa magra, la repercusión de las 
hormonas sexuales (estrógenos) sobre el crecimiento del corazón y la diferente respuesta de la 
tensión arterial durante el ejercicio. (López R., 2015) 
En cuanto a los valores de índole cardiovascular, la diferencia más notable corresponde al 
Vo2 máx., cuyos valores en los hombres superan netamente a las mujeres, lo que en las pruebas 
32 
 
 
 
 
que requieren resistencia aeróbica supone cierta superioridad masculina (Manuel & Elorza, 
2003). 
6.2.2. Sistema neuroendocrino 
El sistema endocrino es una red compleja de glándulas y órganos que utiliza unos 
mensajeros químicos denominados hormonas que se liberan en la sangre para ser transportados 
de forma relajada por todo el organismo. Actúa conjuntamente con el sistema nervioso e 
inmunitario y se encarga de la estabilidad interna del organismo. 
 Aunque las hormonas provocan numerosos efectos, los principales procesos que 
controlan son la reproducción, el crecimiento y el desarrollo, la movilización de las defensas 
corporales frente a los estresantes, el mantenimiento del equilibrio de electrolitos, agua y 
nutrientes en la sangre, y la regulación del metabolismo celular y el equilibrio energético. 
El sistema endocrino influye en casi todas las células, órganos y funciones del cuerpo. 
Regula funciones vitales como el crecimiento, el metabolismo y la reproducción. Las glándulas 
endocrinas liberan hormonas en el torrente sanguíneo y el sistema endocrino regula qué cantidad 
se libera de cada una de estas hormonas. (Marieb E. 2008) 
Hay muchos factores que afectan a las concentraciones hormonales, como los disruptores 
endocrinos, el estrés, los anticonceptivos hormonales, una alimentación inadecuada o la falta de 
eliminación del estrógeno circulante. 
6.2.2.1. Partes del sistema endocrino. El sistema endocrino está formado por: 
a. Glándulas: un órgano que tiene como finalidad elaborar y segregar sustancias 
para el funcionamiento del organismo, así como pueden ser eliminadas por el mismo organismo. 
33 
 
 
 
 
Las glándulas que pueden llevar sus productos a la superficie corporal como las glándulas 
mamarias reciben el nombre de glándulas exocrinas, a su vez, las glándulas endocrinas llevan sus 
secreciones hacia el torrente sanguíneo, por ejemplo: tiroides, renales, etcétera y las glándulas 
mixtas son aquellas que producen productos que pueden ser secretados al exterior como a la 
sangre. (Marieb E. 2008) 
b. Órganos y tejidos: Aparte de los principales órganos endocrinos, se encuentran 
bolsas de células productoras de hormonas en el tejido adiposo y en las paredes del intestino 
delgado, el estómago, los riñones y el corazón, algunas células de otros órganos que no son 
clasificados generalmente como glándulas endocrinas tienen función endocrina y secretan 
hormonas. (Marieb E. 2008) 
c. Hormonas: Las hormonas son los mensajeros químicos del organismo. 
Trasportan información e instrucciones de un conjunto de células a otro, intervienen en muchos 
procesos distintos, incluyendo: Crecimiento y desarrollo, metabolismo, función sexual, 
reproducción, estado de ánimo. Las glándulas endocrinas, que son grupos especiales de células, 
producen las hormonas. (Hirsch L., 2018). Existe una clasificación para las hormonas de acuerdo 
a algunas características importantes las cuales se mencionan a continuación. 
 
 
 
 
 
 
 
 
34 
 
 
 
 
Tabla 1 
1. Clasificación de las hormonas 
 
1. Por proximidad de su 
sitio de síntesis a su sitio 
de acción 
Hormonas Autocrinas: Actúan sobre las mismas células que las sintetizaron. 
Hormonas Paracrinas: Actúan cerca de donde se sintetizaron, es decir, que el 
efecto de la hormona se produce una célula vecina a la célula emisora. 
 
 
 
 
2. Según su composición 
química 
Hormonas Peptídicas: Están compuestas por cadenas de aminoácidos, polipéptidos 
u oligopéptidos. La gran mayoría de este tipo de hormonas no logran traspasar la 
membrana plasmática propia de las células dianas, esto hace que los receptores de 
esta clase de hormonas se ubiquen en la superficie celular. Entre las hormonas 
peptídicas, encontramos: la insulina, las hormonas del crecimiento o la 
vasopresina. 
Derivadas de Aminoácidos: Estas hormonas emanan de distintos aminoácidos, 
como el triptófano o la tirosina. Por ejemplo, la adrenalina. 
 Hormonas Lipídicas: Este tipo de hormonas son eicosanoides o esteroides. A 
diferencia de las anteriores si consiguen atravesarlas membranas plasmáticas. Las 
prostaglandinas, el cortisol y la testosterona son algunos ejemplos. 
 
 
 
 
3. Según su naturaleza 
Hormonas Esteroideas: Provienen del colesterol y son producidas principalmente 
en los ovarios y testículos, además de en la placenta y la corteza adrenal. Algunos 
ejemplos son: los andrógenos y la testosterona, producidos en los testículos; y la 
progesterona y el estrógeno, que se producen en los ovarios. 
 Hormonas Proteicas: Formadas por cadenas de aminoácidos y péptidos. 
Derivados Fenólicos: A pesar de ser de naturaleza proteica tienen un bajo peso 
molecular. Un ejemplo es la adrenalina, que interviene en situaciones en las que 
gran parte de las reservas de energía del cuerpo deben invertirse en mover los 
músculos rápidamente. 
 
 
 
 
4. Según su solubilidad 
en el medio acuoso 
Hormonas Hidrofílicas (hidrosolubles): Son solubles en el medio acuoso, puesto 
que tejido diana tiene una membrana con características lipídicas, las hormonas 
hidrofílicas no pueden atravesar la membrana. Así pues, este tipo de hormonas se 
unen a receptores que se encuentran en el exterior del tejido diana. Por ejemplo: 
insulina, adrenalina o glucagón. 
 Hormonas Lipofílicas (liposolubles): No son solubles en agua, pero sí son solubles 
en lípidos. A diferencia de las anteriores, éstas sí que pueden atravesar la 
membrana. Por tanto, los receptores de este tipo de hormonas pueden unirse a 
receptores intracelulares para llevar a cabo su acción. Ejemplos: hormona tiroidea 
o hormonas esteroideas. 
Nota: La tabla muestra la clasificación de las hormonas. Tipos de hormonas y sus funciones en el 
cuerpo humano Corbin J., 2016 
35 
 
 
 
 
d. Receptores hormonales y neurotransmisores: Aunque una hormona viaja por todo 
el cuerpo transportada por la sangre, afecta sólo a células diana específicas. Las hormonas, 
como los neurotransmisores (son liberados por los axones terminales de las neuronas en las 
uniones sinápticas y que actúan localmente controlando las funciones nerviosas) influyen sobre 
sus células diana a través de una unión química a receptores específicos para proteínas. Sólo las 
células diana de una hormona dada tienen receptores que se unen y reconocen esa hormona. Por 
lo general, una célula diana tiene de 2 000 a 100 000 receptores para una hormona en particular. 
Si hay un exceso de hormona, el número de receptores puede decrecer, un efecto llamado 
regulación (negativa) por decremento (down regulation). Por ejemplo, cuando se exponen 
ciertas células testiculares a una concentración alta de hormona luteinizante (LH), el número de 
receptores de LH decrece. La regulación por decremento hace que la célula diana se vuelva 
menos sensible a una hormona. Al contrario, cuando hay poca hormona, el número de 
receptores puede aumentar. Este fenómeno, conocido como regulación por incremento (up 
regulation), hace que una célula diana se vuelva más sensible a la hormona. La respuesta a una 
hormona depende tanto de la hormona como de la célula diana. Distintas células diana 
responden de manera diferente a la misma hormona una hormona siempre debe primero 
“anunciar su llegada” a una célula diana, uniéndose a sus receptores. La capacidad de respuesta 
de una célula diana a una hormona depende de: 1) la concentración de la hormona, 2) la 
cantidad de receptores hormonales, y 3) las influencias ejercidas por otras hormonas. Una 
célula diana responde de una manera más vigorosa cuando el nivel hormonal se eleva o cuando 
tiene más receptores (regulación por incremento o up regulation). Además, las acciones de 
algunas hormonas sobre las células diana requieren una exposición simultánea o reciente a una 
segunda hormona. 
36 
 
 
 
 
Cuando el efecto de dos hormonas actuando juntas es mayor o más grande que el efecto 
de cada hormona actuando sola, se dice que las dos hormonas tienen un efecto sinérgico. Por 
ejemplo, el desarrollo normal de los ovocitos en los ovarios requiere tanto de la hormona 
foliculoestimulante de la adenohipófisis como de los estrógenos de los ovarios. Ninguna de las 
hormonas es suficiente por sí sola. Cuando una hormona se opone a las acciones de otra hormona 
se dice que las dos hormonas tienen efectos antagónicos. Un ejemplo de un par antagónico de 
hormonas es la insulina, que promueve la síntesis de glucógeno en las células hepáticas, y el 
glucagón, que estimula la degradación de glucógeno en el hígado. 
La secreción hormonal se regula mediante: 1) señales del sistema nervioso, 2) cambios 
químicos en la sangre y 3) otras hormonas. (Tortora y Derrickson, 2006) 
Tabla 2 
2Glándulas y hormonas endocrinas 
GLANDULAS ENDOCRINAS HORMONAS FUNCIÓN ÓRGANO DIANA 
Hipotálamo Factores 
liberadores 
Une el sistema endocrino con el 
sistema nervioso. Estimulación 
y/o inhibición de la actividad 
hipofisiaria. 
Hipófisis 
Hipófisis Adenohipófisis Tirotropina Estimula la tiroides Tiroides 
Adrenocorticótro
pa 
Estimula la producción de 
hormonas de las glándulas 
suprarrenales 
Corteza suprarrenal 
Somatotropina Estimula el crecimiento Todos los órganos 
Luteinizante Estimula la secreción de 
testosterona y ovulación 
Gónadas 
Foliculoestimulan
te 
Se encarga de la maduración del 
folículo ovárico y formación de 
espermatozoides 
Gónadas 
Prolactina Controla el crecimiento de las 
mamas y la secreción de leche 
Mamas 
Neurohipófisis Antidiurética Regulación de la producción de 
orina 
Riñones 
37 
 
 
 
 
Oxitocina Controla las contracciones del 
útero en el parto y la producción 
de leche 
Útero y mamas 
Tiroides T3 
(triyodotironina) 
Estimula el metabolismo de los 
carbohidratos y grasas, activando 
el consumo de oxígeno, 
afectando casi todos los procesos 
fisiológicos. 
Todo el organismo 
T4 (tiroxina) Regula el sistema suprarrenal, 
mantiene la tasa metabólica 
normal así la producción de 
energía y regula el crecimiento y 
desarrollo correcto 
Todo el organismo 
Calcitonina Regula los niveles de calcio en 
sangre 
Tejido óseo 
Paratiroides Parathormona Regula la concentración de calcio 
en la sangre 
Riñones y huesos 
Suprarrenal Corteza 
Suprarrenal 
Aldosterona Actúa en la conservación del 
sodio, en la secreción de potasio 
y en el incremento de la presión 
sanguínea 
Riñones y sangre 
Cortisol Se libera en respuesta al estrés, 
incrementa el nivel de azúcar en 
la sangre y ayuda al metabolismo 
de grasas 
Tejido adiposo 
Andrógenos Asisten al comienzo del 
crecimiento del vello axilar y 
púbico en ambos sexos; en las 
mujeres contribuyen a la libido y 
son fuente de estrógenos luego 
de la menopausia. 
Sistema 
reproductor 
femenino y 
masculino, 
células 
musculares, 
tejido adiposo 
Medula 
Suprarrenal 
Adrenalina Incrementa la frecuencia 
cardíaca, contrae los vasos 
sanguíneos y participa en la 
reacción de huida del sistema 
nervioso simpático 
Sistema nervioso 
vegetativo 
Noradrenalina Funciona como respuesta al 
estrés, aumenta la presión 
arterial y el ritmo cardíaco 
Sistema nervioso 
vegetativo 
Páncreas Glucagón Este aumenta el nivel de glucosa 
sanguínea, induce catabolismo 
del glucógeno hepático y en el 
aumento de la gluconeogénesis 
Hígado 
38 
 
 
 
 
Insulina Regula el nivel de glucosa en la 
sangre, interviene en el 
aprovechamiento metabólico de 
los nutrientes, sobre todo con el 
anabolismo de los glúcidos. 
Hígado y músculos 
Somatostatina Inhibe la secreción de insulina y 
glucagón y enlentece la absorción 
de nutrientes desde el tubo 
digestivo. 
Todos los órganos 
Polipéptido 
pancreático 
Inhibe la secreción de 
somatostatina, la contracción de 
la vesícula biliar y la secreción de 
enzimas digestivas pancreáticas. 
Páncreas 
Gónadas Ovarios Estrógenos Actúan principalmente sobre 
mamas, endometrio y ovario, 
influyen en el metabolismo de las 
grasas y el colesterol de la sangre 
Todos los órganos, 
útero 
Progesterona Actúa durante la segunda parte 
del ciclo menstrual,parando los 
cambios endometriales que 
inducen los estrógenos y 
estimulando los cambios 
madurativos 
Útero y mamas 
Testículos Testosterona Ayuda en el desarrollo de los 
tejidos reproductivos masculinos 
como los testículos y la próstata, 
también en el incremento de la 
masa muscular y ósea y en el 
crecimiento del vello corporal 
Todos los órganos, 
sistema reproductor 
masculino 
Nota: La tabla muestra las glándulas endocrinas con sus respectivas hormonas y el órgano Diana. 
Elaboración propia basada en Principios de anatomía y fisiología, Tortora y Derrickson, 2016 y 
Anatomía y Fisiología Humana Marieb E., 2008. 
 
 
 
 
 
 
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Tabla 3 
3Órganos y tejidos endocrinos 
ÓRGANO/TEJIDO HORMONA FUNCIÓN 
Placenta Gonadotropina coriónica humana Estimula al cuerpo lúteo en el ovario a continuar la 
producción de estrógenos y progesterona para 
mantener el embarazo. 
Somatomamotropina coriónica 
humana 
Estimula el desarrollo de las glándulas mamarias 
para la lactancia. 
Riñón Renina Aumentan la presión sanguínea provocando 
vasoconstricción y secreción de aldosterona 
Eritropoyetina (EPO) Aumenta la tasa de formación de glóbulos rojos. 
Calcitriol Ayuda en la absorción de calcio y fósforo de la 
dieta. 
Corazón Péptido natriurético auricular Disminuye la presión arterial 
Tubo digestivo Gastrina Promueve la secreción de jugo gástrico y aumenta 
el peristaltismo gástrico. 
Secretina Estimula la secreción de jugo pancreático y bilis. 
Colecistocinina Estimula la secreción de jugo pancreático, 
regula la liberación de bilis de la vesícula biliar y 
aporta la sensación de saciedad luego de comer. 
Adipocitos Leptina Suprime el apetito y estimula la termogenia 
Nota: La tabla muestra otros órganos y tejidos endocrinos. Elaboración propia basada en Principios de 
anatomía y fisiología, Tortora y Derrickson, 2016 y Anatomía y Fisiología Humana Marieb E., 2008. 
6.2.2.2. Eje hipotalámico hipofisiario. El Hipotálamo tiene una función nerviosa relacionada 
con el sueño y con sensaciones como la sed y el hambre y otra endocrina la cual coordina toda la 
función hormonal. 
Además, elabora hormonas que están relacionadas con la función de la Hipófisis. Los 
compuestos liberados por el hipotálamo activan o inhiben la producción de las hormonas de la 
hipófisis. 
40 
 
 
 
 
Por su parte la hipófisis es una pequeña glándula de menos de 1 cm de diámetro que se 
encuentra dentro de la silla turca del esfenoides y está unida al hipotálamo por el llamado tallo de 
la hipófisis o infundíbulo. 
 Desde el punto de vista anatómico y fisiológico, la hipófisis se divide en dos porciones: 
• hipófisis anterior o adenohipófisis: ocupa el 75 % del peso total de la glándula 
• hipófisis posterior o neurohipófisis: formada por tejido nervioso, ya que 
contiene axones y terminales axonales 
Casi toda la secreción de la hipófisis es controlada por el hipotálamo. El hipotálamo es 
una estructura nerviosa situada en la base del encéfalo y es el centro receptor de señales 
procedentes de muchas zonas del encéfalo, así como de órganos internos, de modo que 
experiencias emocionales dolorosas o estresantes causan cambios en su actividad. A su vez, el 
hipotálamo controla el sistema nervioso autónomo y regula la temperatura corporal, el hambre, la 
sed, la conducta sexual y las reacciones defensivas, como el miedo o la rabia. Además, en él se 
sintetizan, al menos, nueve hormonas diferentes con la función de regular la secreción de 
hormonas de la hipófisis anterior y otros grupos de neuronas especiales. De modo que el 
hipotálamo y la hipófisis en conjunto regulan prácticamente todos los aspectos del crecimiento, 
el desarrollo, el metabolismo y la homeostasia del organismo. 
Hay unas neuronas especiales en unos núcleos específicos del hipotálamo que sintetizan y 
secretan las hormonas liberadoras y las hormonas inhibidoras, que controlan, a su vez, la 
secreción de la adenohipófisis, ya que la facilitan o la inhiben, respectivamente. Estos vasos de 
comunicación entre el hipotálamo y la adenohipófisis constituyen el sistema portal hipotálamo-
hipofisario. (Reiriz J., 2015) 
41 
 
 
 
 
La homeostasis de los distintos ejes hipotálamo-hipofisarios se mantiene gracias a la 
interacción de los circuitos de realimentación positiva y negativa en los que participan las 
hormonas hipofisarias, señales distales, incluidas las hormonas esteroideas, y aferencias 
nerviosas de otras regiones cerebrales sobre las neuronas hipofisiotróficas. 
 Así, el hipotálamo secreta la hormona liberadora de la tirotropina (TRH), que también 
estimula la prolactina; la hormona liberadora de las gonadotropinas (GnRH); la hormona 
liberadora de la corticotropina (CRH); la hormona inhibidora de la prolactina (dopamina, PIH) 
(en seres humanos no está clara la existencia de una hormona liberadora específica de la 
prolactina); la hormona liberadora de la hormona del crecimiento (GHRH); la hormona 
inhibidora de la hormona del crecimiento (somatostatina, GHIH), que también puede inhibir la 
prolactina y la tirotropina, y la hormona liberadora e inhibidora de la hormona melanocito 
estimulante. 
La adenohipófisis constituye la parte anterior de la hipófisis y es una glándula muy 
vascularizada que tiene extensas sinusoides (un tipo especial de capilar) entre sus células. Hay 
cinco tipos diferentes de células en la hipófisis anterior que secretan siete hormonas principales. 
• células somatotropas: producen la hormona del crecimiento humano (HGH) o 
somatotropina 
• células lactotropas: sintetizan la prolactina (PRL) 
• células corticotropas: sintetizan la hormona estimulante de la corteza suprarrenal 
o corticotropina (ACTH) y la hormona estimulante de los alfa-melanocitos (α-MSH) 
• células tirotropas: producen la hormona estimulante de la glándula tiroides o 
tirotropina (TSH) 
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• células gonadotropas: producen las hormonas estimulantes de las gónadas 
(glándulas sexuales: ovarios y testículos) o gonadotropinas (GnSH), que son la hormona 
folículo-estimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH). (Araujo M. et. Al., 2020). 
Las hormonas de la adenohipófisis, a su vez, actúan estimulando otras glándulas que son 
sus glándulas diana: la glándula tiroides, mediante la tirotropina o TSH; la corteza suprarrenal, 
mediante la ACTH o corticotropina; los ovarios y los testículos (gónadas o glándulas sexuales), 
mediante las gonadotropinas, que son la FSH (hormona folículoestimulante) y la LH (hormona 
luteinizante), y las glándulas mamarias, mediante la prolactina o PRL. 
 El sistema de retroalimentación negativa constituye un modo de regulación de la 
secreción hormonal. 
La neurohipófisis almacena y libera hormonas, pero no las sintetiza. Estas hormonas son 
la vasopresina u hormona antidiurética (ADH) y la oxitocina. (Reiriz J., 2015) 
La secreción de la mayoría de las hormonas adenohipofisarias está controlada por 
«hormonas liberadoras» formadas en el hipotálamo y transportadas después a la adenohipófisis 
por el sistema portal hipotalámico-hipofisario. En el caso de las gonadotropinas, es importante 
una hormona liberadora, la GnRH. 
La actividad neuronal que ocasiona la liberación pulsátil de GnRH se produce sobre todo 
en la región mediobasal del hipotálamo, en especial en el núcleo infundibular. Por tanto, se cree 
que estos núcleos infundibulares controlan la mayor parte de la actividad sexual femenina, 
aunque también otras neuronas situadas en el área preóptica del hipotálamo anterior secretan 
cantidades moderadas de GnRH. Múltiples centros neuronales del sistema «límbico» encefálico 
https://www.infermeravirtual.com/esp/links/f_185
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(el sistema del control psíquico) transmiten señales a los núcleos infundibulares, tanto para 
modificar la intensidad de la liberación de GnRH como la frecuencia de los pulsos, ofreciendo 
así una posible explicación de por qué los factores psicológicoscon frecuencia modifican la 
función sexual femenina. (Marieb E. 2008) 
La pubertad, el crecimiento de las características sexuales o la capacidad para quedar 
embarazada están influenciados por las hormonas sexuales. Estas hormonas cambian a lo largo 
del ciclo menstrual y sin ellas los órganos reproductivos no funcionarían de manera adecuada. 
(Marieb E. 2008) 
Dadas las características del objetivo del proyecto, si bien el Eje hipotálamo- hipófisis 
secreta diferentes hormonas, las hormonas en las que se realizará énfasis son las hormonas 
relacionadas con el ciclo menstrual de la mujer. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Tabla 4 
4Hormonas del ciclo menstrual. 
HORMONA FUNCIÓN EN EL CICLO MENSTRUAL 
Luteinizante Tiene la función de regular el sistema reproductor y endocrino, responsable 
de desencadenar la ovulación a la mitad del ciclo menstrual, estimula la 
secreción de estrógenos y progesterona 
Foliculoestimulante Ayuda a controlar el ciclo menstrual, la cantidad varía a lo largo del ciclo 
menstrual de una mujer y alcanza su máximo justo antes de la ovulación con 
la estimulación de folículos ováricos. estimula la secreción de estrógenos y 
progesterona 
Tirotropina, T3 y T4 Interactúan con los estrógenos y la progesterona, que son hormonas sexuales 
de la mujer, si la glándula tiroidea no está funcionando bien, posiblemente se 
verá alterado el ciclo menstrual 
Estrógeno Los estrógenos preparan el aparato genital femenino para la ovulación y la 
fecundación. Además, intervienen en el metabolismo de las grasas y el 
colesterol, disminuyen la tensión arterial. Además, se dividen en: 
• Estrona: se sintetiza en el ovario y en el tejido adiposo a partir de la 
progesterona. Es la menos abundante. 
• Estriol: se produce a partir de la androsterona y tiene un papel 
importante durante el embarazo, que es cuando se produce en grandes 
cantidades, hasta el punto de que en la orina se encuentra en cantidades mil 
veces mayores que cuando no hay embarazo. Su medición es una prueba 
habitual durante la gestación, ya que permite evaluar el estado de la placenta 
y el feto, con lo que se pueden detectar problemas como la insuficiencia 
placentaria o el sufrimiento fetal. 
• Estradiol: se sintetiza a partir de la testosterona y es el estrógeno 
predominante en el organismo femenino durante los años fértiles. 
Progesterona Actúa durante la segunda parte del ciclo menstrual, parando los cambios 
endometriales que inducen los estrógenos y estimulando los cambios 
madurativos, hace que el revestimiento del útero se vuelva más grueso para 
que un óvulo fertilizado pueda adherirse (implantarse) dentro del útero 
Nota: La tabla muestra las Hormonas que intervienen en el ciclo menstrual. Elaboración propia basada 
en Principios de anatomía y fisiología, Tortora y Derrickson, 2016 y Anatomía y Fisiología Humana 
Marieb E., 2008. 
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6.2.3. Ciclo menstrual 
6.2.3.1. Anatomía del sistema reproductor femenino. Los ovarios son los órganos 
reproductores femeninos primarios. Al igual que los testículos, los ovarios fabrican tanto un 
producto exocrino (óvulos) como productos endocrinos (estrógenos y progesterona). Los demás 
órganos del sistema reproductor femenino sirven como estructuras accesorias para el transporte, 
la alimentación o cualquier otro propósito que satisfaga las necesidades de las células 
reproductoras y/o del feto en desarrollo. 
Los principales tejidos del aparato reproductor de las mujeres son los ovarios, el útero y 
las trompas de Falopio. Estos tejidos son controlados principalmente por las hormonas 
producidas por el cerebro, la glándula pituitaria y los ovarios. Estas hormonas también controlan: 
Los ciclos menstruales. (Marieb E. 2008) 
6.2.3.2. Ciclo Menstrual. El sistema hormonal femenino, consta de tres grupos de hormonas: 1. 
Una hormona liberadora hipotalámica, denominada gonadoliberina u hormona liberadora de 
gonadotropinas (GnRH). 2. Las hormonas adenohipofisarias, hormona foliculoestimulante (FSH) 
y hormona luteinizante (LH), ambas secretadas en respuesta a la hormona liberadora GnRH del 
hipotálamo. 3. Las hormonas ováricas, estrógenos y progesterona, secretadas por los ovarios en 
respuesta a las dos hormonas sexuales femeninas adenohipofisarias. Estas diversas hormonas son 
secretadas a ritmos muy distintos en las diferentes partes del ciclo sexual femenino mensual. 
La duración de cada ciclo es, por término medio, de 28 días, si bien puede ser de tan solo 
20 días o tan largo como 45 días en algunas mujeres, aunque la prolongación anormal del ciclo 
se asocia con frecuencia a una menor fertilidad. (McLaughlin J., 2022) 
46 
 
 
 
 
Las alteraciones de los ovarios durante el cielo sexual dependen por completo de las 
hormonas gonadótropas (o gonadotropinas), FSH y LH, que son secretadas por la adenohipófisis. 
Los ovarios no estimulados por estas hormonas permanecen inactivos, como ocurre durante la 
niñez, durante la cual la secreción de gonadotropinas es casi nula. Entre los 9 y los 12 años de 
edad, la hipófisis comienza a secretar cada vez más FSH y LH, lo que culmina con la iniciación 
de los ciclos sexuales mensuales normales entre los 11 y los 15 años. Este período de cambio se 
denomina pubertad y el momento de aparición del primer ciclo menstrual, menarquia. (Marieb E. 
2008) 
La producción cíclica de estrógenos y de progesterona por parte de los ovarios está, a su 
vez, regulada por las hormonas gonadotrópicas de la pituitaria anterior, la FSH y la LH. Por 
tanto, es importante entender cómo estas piezas encajan entre sí. En términos generales, ambos 
ciclos femeninos tienen una duración de unos 28 días. La ovulación suele ocurrir a mitad de 
estos ciclos, alrededor del día 14. 
 
 
 
 
 
 
 
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Figura 2 
2Secreción y efectos de hormonas sexuales femeninas. 
 
Nota: Secreción y efectos fisiológicos de estrógenos, progesterona, relaxina e inhibina en el ciclo reproductor 
femenino. Las líneas rojas de puntos indican inhibición por retroalimentación negativa. Tomado de Principios 
de Anatomía y Fisiología, Tortora y Derrickson, 2016. 
6.2.3.3. Fases del ciclo menstrual. El ciclo menstrual se divide en distintas fases en las cuales 
cada una cumple su función gracias al accionar de las hormonas: 
• Días 1 al 5: fase menstrual/Folicular. Los niveles de estrógeno y progesterona son 
bajos, como consecuencia, se produce la descomposición y el desprendimiento de las capas 
superiores del revestimiento uterino (endometrio) y tiene lugar la menstruación. En esta fase, el 
nivel de hormona foliculoestimulante aumenta ligeramente y estimula el desarrollo de varios 
folículos de los ovarios (Los folículos son sacos llenos de líquido), cada folículo contiene un 
óvulo. Más tarde en esta fase, a medida que la concentración de hormona foliculoestimulante va 
48 
 
 
 
 
disminuyendo, por lo general solo un folículo sigue su desarrollo. Este folículo produce 
estrógenos, los niveles de estrógenos aumentan de manera constante. En este intervalo, la capa 
funcional superficial del grueso recubrimiento endometrial del útero se separa de la pared 
uterina, este hecho va acompañado de sangrado durante 3 a 5 días. Los tejidos separados y la 
sangre pasan por la vagina constituyendo el flujo menstrual. La pérdida media de sangre durante 
estos días es de 50 a 150 ml. Cuando llega el día 5, los folículos ováricos empiezan a producir 
más estrógenos. 
En este momento, la hipófisis aumenta ligeramente su producción de hormona 
foliculoestimulante, esta hormona estimula el crecimiento de 3 a 30 folículos y cada folículo 
contiene un óvulo. Más tarde, en esta misma fase, a medida que los niveles de esta hormona 
disminuyen, solo uno de dichos folículos (llamado folículo dominante) continúa creciendo. Tras 
este proceso comienza la producción de estrógenos, y los demás folículos estimulados inician su 
descomposición. El aumento

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