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Evaluación del impacto de los residuos de cosecha de maíz (Zea ma

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I 
 
 
Universidad de La Salle 
 
Facultad de Ciencias Agropecuarias 
 
Maestría en Agrociencias 
 
Evaluación del impacto de los residuos de cosecha de maíz (Zea mays) en la capacidad de 
intercambio catiónico de suelos Entisoles en Yopal Casanare. 
 
 
Ricardo Bueno Buelvas I.A. 
Código MA171209 
 
 
Trabajo de grado como requisito para optar el título de: 
 
Magíster en Agrociencias 
Bogotá, Colombia 
2021. 
 
III 
 
 
Universidad de La Salle 
Facultad de Ciencias Agropecuarias 
Maestría en Agrociencias 
 
Evaluación del Impacto de los Residuos de Cosecha de Maíz (Zea mays) en la Capacidad de 
Intercambio Catiónico de Suelos Entisoles en Yopal Casanare. 
 
 Preparado por 
Ricardo Bueno Buelvas I.A. 
Código MA171209 
 
 
Director 
Dr. John Cristhian Fernández Lizarazo, Biol. Lic. M.Sc. PhD. 
 
 
 
 
Bogotá, Colombia 
 2021
III 
 
 APROBACIÓN 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DIRECTOR 
 ________________________________ 
 John Christian Fernández Biol. Lic. M.Sc. Ph.D. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
JURADO 
 ________________________________ 
 Dolly Rodriguez Robayo. IA. M.Sc. 
 
 
 
 
 
 
 
 
JURADO 
 ________________________________ 
 Santiago Sáenz Torres. IA. M.Sc. PhD. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
III 
 
Directivas de la Universidad de la Salle 
 
 
 
Rector. Hno. Niky Alexánder Murcia Suárez 
 
 
Vicerrector académico Hno. Cristhian James Diaz Meza 
 
 
Vicerrector de investigación y transferencia Dra. Leonor Botero Arboleda 
 
 
Vicerrector de promoción y desarrollo humano Hno. Diego Andrés Mora Arenas 
 
 
Vicerrector administrativo Dra. Adriana Patricia López V. 
 
 
Decano de facultad de Ciencias Agropecuarias Dr. Juan David Corrales Alvarez 
 
 
Directora de Maestría en Agrociencias Dra. Liliana Chacón Jaramillo 
 
 
 
III 
 
 
 
Compromiso 
 
Los trabajos de grado no contienen ideas que sean contrarias a la doctrina católica en asuntos de dogma y 
moral. 
 
Ni la Universidad, ni el director, ni el jurado calificador son responsables de las ideas expuestas por el 
graduando. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
III 
 
 
 
Agradecimientos 
 
Agradezco primero a Dios por permitirme sacar adelante este proyecto académico, ya que sin el no habría 
sido posible culminar satisfactoriamente esta etapa de mi vida profesional. 
A mi director, el Dr. John Cristhian Fernández Lizarazo, Biol. Lic. M.Sc. PhD. Quien fue un apoyo 
constante en todo el desarrollo de este trabajo. 
A mis jurados, Dolly Rodriguez Robayo. IA. M.Sc. y Dr. Santiago Sáenz Torres. IA. M.Sc. PhD, quienes 
ayudaron a mejorar mi trabajo con sus consejos y enseñanzas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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RESUMEN 
 
Los suelos del orden entisoles en Colombia suman el 24.3% del territorio nacional, son suelos 
jóvenes poco evolucionados que principalmente están formados de minerales primarios, por este 
motivo entre otros son suelos poco fértiles y presentan una capacidad de intercambio catiónico 
muy baja. Estos suelos están dedicados a actividades productivas como la ganadería y la 
agricultura. La condición de baja fertilidad contribuye directamente a la pobreza rural de los 
habitantes y al abandono del campo. La baja fertilidad de estos suelos plantea un problema general 
para el país. El proyecto busca aportar a la solución de este problema. Debido a que los residuos 
de cosecha incorporados, pueden ser una alternativa económica de mejora de la fertilidad de estos 
suelos, se planteó el objetivo general del proyecto de investigación, fue evaluar el impacto de los 
residuos de cosecha en la capacidad de intercambio catiónico de suelos entisoles en condiciones 
de Yopal, Casanare. 
 Se implementaron tres cultivos de maíz (Zea mays) de la variedad ICA v109, ampliamente 
escogido por los agricultores de la región. En estos cultivos se determinó el efecto de tres 
tratamientos así; i). Establecer una línea base para la capacidad de intercambio catiónico en suelos 
entisoles, en el sitio donde se llevará a cabo la investigación. ii). Analizar la dinámica temporal de 
la CIC en función de la adición de residuos de cosecha de maíz en suelos entisoles. iii). Evaluar el 
efecto acumulativo de residuos de cosecha, de tres ciclos de cultivo de maíz, durante dieciséis (16) 
meses. 
Los resultados obtenidos indicaron que todos los tratamientos tuvieron disminución con respecto 
a la línea base, se destaca que el tratamiento “incorpora” (se mezclaron los residuos de cosecha 
con el suelo en los primeros 10 cms.), después de tres cultivos de maíz en dieciséis (16) meses, fue 
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el que menos disminuyó el valor de CIC con un 36%, el tratamiento “se retira el material” (los 
residuos se retiraron del sitio del experimento), ocupó el segundo lugar con un 38% y por último 
el tratamiento “se quema” (los residuos fueron quemados en el sitio del experimento), con un 45%. 
Se compararon los datos obtenidos en la línea base con los datos del acumulado de los tres cultivos, 
que fueron tomados en febrero de 2020 y el resultado fue: el tratamiento donde la CIC disminuyó 
en menor grado con respecto a la línea base después de dieciséis meses del establecimiento de tres 
cultivos sucesivos de maíz fue “se incorpora”, luego el tratamiento “se quema” y por último el 
tratamiento donde más CIC se perdió, fue el tratamiento “se retira”. Este último tratamiento perdió 
a lo largo del tiempo, un total de 3,1 meq/100 g de suelo de CIC y presentó el dato más bajo en 
CIC al final del experimento con 15,9 meq/100 g de suelo seco, luego de cultivarse maíz tres veces 
sin adición de biomasa. 
 
Palabras clave: fertilidad, biomasa, Casanare, Materia orgánica. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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ABSTRACT 
The entisol soils order in Colombia, add up to 24.3% of the national territory, they are immature 
soils that are not very evolved and are mainly composed of primary minerals, for this reason, 
among others, they are not very fertile soils, and they have a very low cation exchange capacity. 
These soils are dedicated to productive activities such as livestock and agriculture. 
Additionally the low fertility conditions, directly contribute to the rural poverty of the inhabitants 
and the abandonment of the countryside. The low fertility of these soils, poses a general issue for 
the State. 
For that reason the project seeks to contribute to the solution of this issue. The hypothesis raised; 
"Harvest residues from corn increase the cation exchange capacity of Entisol soils", generated the 
general objective of the research, which was to evaluate the impact of harvest residues on the cation 
exchange capacity of entisol soils under conditions from Yopal, Casanare. 
Then incorporated crop residues can be an economical alternative to improve the fertility of these 
soils. For this, the research implemented three corn crops (Zea mays) of the ICA v109 variety, 
widely selected by farmers in the region. In these plantations, the effect of three treatments was 
determined as follows; Establish a baseline for the cation exchange capacity in entisol soils, at the 
site where the research will be carried out. ii). Analyze the temporal dynamics of the CIC asa 
function of the addition of corn crop residues in entisol soils. iii). Evaluate the cumulative effect 
of crop residues, from three maize growing cycles, during sixteen (16) months. 
The data indicated that all treatments had a decrease compared to baseline. To highlight, treatment 
´´incorporate`` (The crop residues were mixed with the soil in the first 10 cm.), after three corn 
crops in sixteen (16) months, was the one that decreased the CIC value the least with 36%. 
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Treatment ´´ withdrawal of material`` (residues were removed from the experiment site), reached 
the second spot with 38%. Finally, the treatment ´´burns`` (the residues were burned at the 
experiment site), showed a 45%. 
Finally the data obtained in the baseline were compared with the data of the accumulated of the 
three crops (taken in February 2020) and the result was: the treatment where the ICC decreased to 
a lesser degree with respect to the baseline after sixteen months of the establishment of three 
successive corn crops was ´´incorporate``. The treatment ´´burns`` was in the second spot. Finally, 
the treatment where the most CIC lost during the process was ́ ´ withdrawal of material`` treatment. 
The last treatment, lost over time, a total of 3.1 meq / 100 g of CIC soil and presented the lowest 
data in CIC at the end of the experiment with 15.9 meq / 100 g of dry soil after corn be grown 
three times without adding biomass. 
Keywords: fertility, biomass, Casanare, organic matter. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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TABLA DE CONTENIDO 
 
1. INTRODUCCIÓN 1 
2. MARCO TEÓRICO 6 
2.1 Los suelos Entisoles en Colombia 6 
2.2 Capacidad de intercambio catiónico 7 
2.3. La capacidad de intercambio catiónico y la fertilidad de suelos 7 
2.3 La materia orgánica (MO) 9 
2.5 La incorporación de residuos de cosechas 11 
3. ELEMENTOS METODOLOGICOS 13 
3. Tipo de estudio 13 
3.1 Objetivo general 14 
3.2 Objetivos específicos 14 
3.3 Área de estudio 14 
4. METODOS 15 
4.1 Diseño experimental 15 
4.2. Determinación de la variabilidad espacial de la CIC 18 
5. RESULTADOS 18 
5.1. Interpolación aplicando el método de Kriging 18 
5.1.1. Variabilidad espacial para la línea base 19 
5.1.2. Variabilidad espacial para la CIC luego de cuatro (4) meses de finalizado el 
el primer cultivo. 20 
5.1.3. Variabilidad espacial para la CIC cuatro (4) meses después de finalizado el 
Tercer cultivo. 22 
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5.2. Resultados para el objetivo específico 1 24 
5.2.1. Línea base 24 
5.2.1.1. Datos obtenidos 25 
5.3 Resultados para el objetivo específico 2 26 
5.3.1. Datos obtenidos 26 
5.3.2. Dinámica temporal de la CIC 27 
5.3.3. Disminución en porcentaje de la CIC con respecto a la línea base 28 
5.3.4. Disminución en meq/100g de suelo de la CIC con respecto a la línea base 29 
5.3.5. Biomasa incorporada a lo largo del tiempo 31 
5.4. Resultados obtenidos para el objetivo específico 3 33 
5.4.1. evaluar el efecto acumulativo de residuos de cosecha de tres ciclos de cultivo de 
Maíz 33 
5.4.2. Formulación de biomasa 37 
5.4.2.1. Datos 37 
5.4.2.2. Ecuación de comprobación 39 
6. CONCLUSIONES 41 
7. REFERENCIAS 42 
VII 
 
 
 
LISTA DE TABLAS 
 
Tabla 1. Cronograma de labores para aplicar tratamientos . 16 
Tabla 2. Diseño experimental 17 
Tabla 3. Línea base de CIC 24 
Tabla 4. Datos obtenidos 26 
Tabla 5. Porcentaje de disminución del valor de CIC con respecto a la línea base 29 
Tabla 6. Disminución en valores de meq/100g de la CIC con respecto a la línea base 30 
Tabla 7. Biomasa incorporada a lo largo del tiempo 31 
Tabla 8. Análisis de comparación de medias utilizando el método de Tukey para los 
 Valores de la línea base 34 
Tabla 9. Análisis de comparación de medias utilizando el método de Tukey para los 
 Valores de CIC acumulados en los tratamientos a lo largo del tiempo 35 
Tabla 10. Efecto de los tratamientos acumulados en el tiempo 35 
 
VIII 
 
 
 
LISTA DE FIGURAS 
 
Figura 1. Mapa de órdenes de suelo 4 
Figura 2. complejo de cambio 10 
Figura 3. Toma aérea del experimento. 17 
Figura 4. Labores para la aplicación de los tratamientos. 18 
Figura 5. Situación espacial de la línea base 18 
Figura 6. Variabilidad espacial para la CIC cuatro meses después del primer cultivo de 
 Maíz. 20 
Figura 7. Variabilidad registrada cuatro meses después del tercer cultivo de maíz. 22 
Figura 8. Dinámica temporal de la CIC 27 
Figura 9. Valor (P) factor tiempo 28 
Figura 10. Porcentaje de disminución de CIC con respecto a la línea base. 29 
Figura 11. Disminución de la CIC con respecto a la línea base 30 
Figura 12. Efecto de los tratamientos acumulados en el tiempo. 36 
 
 
 
 
 
1 
 
1. INTRODUCCIÓN 
 
 Busari, et ál., (2015), sostienen que existe una necesidad urgente de unir la producción 
de alimentos con el aumento de la población mundial a través de la identificación de estrategias de 
gestión sostenible del suelo. Sin embargo, la lucha para lograr la seguridad alimentaria debe 
llevarse a cabo teniendo en cuenta no solamente el suelo donde se cultivan los alimentos, sino 
también el entorno en el que los seres vivos sobreviven. Por esta razón es importante generar 
estrategias de agricultura de conservación (AC), de tal manera que se cause un daño mínimo al 
medio ambiente en tanto se producen alimentos. Esto es especialmente importante por cuanto los 
esfuerzos humanos para producir cantidades cada vez mayores de alimentos dejan su marca en el 
ambiente. Por ejemplo, el uso persistente de prácticas agrícolas convencionales con base en la 
labranza extensiva, especialmente cuando se combinan con el retiro o quema de los residuos del 
cultivo, han magnificado las pérdidas por erosión del suelo que, consecuentemente se ha degradado 
de forma constante. Se ha estimado que la actividad humana es responsable de la pérdida de 26 
mil millones de toneladas de la capa superficial del suelo por año, lo cual es 2.6 veces la tasa natural 
de degradación del suelo (Verhulst et ál., 2015). Por todo esto, la agricultura de conservación se 
defiende a gran escala en todo el mundo. 
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la 
Agricultura (FAO), el ritmo de crecimiento de la población mundial se acentuó notoriamente tras 
la revolución industrial. Así, en sólo 150 años desde 1750 a 1900 se duplicó la población mundial 
al pasar de unos 960 millones de personas a 1.760; posteriormente en 60 años se volvió a duplicar 
al pasar a unos 3.000 millones en 1960 y después en 40 años se vuelve a duplicar al pasar a unos 
6.000 millones en 1999. Para el año 2050 se prevé una población mundial de 9.256.342.700 
2 
 
 
 
personas que deben ser alimentadas (Fernández et ál., 2012). La destrucción sistemática de los 
hábitats naturales se inicia con el desarrollo de la agricultura y la proliferación de los asentamientos 
humanos en el Neolítico (10.000 años a.c). A partir de ese momento, se cultivan los valles más 
fértiles y se desmontan los bosques para crear pastizales útiles para el ganado. Todavía hoy, la 
“ampliación de la frontera agrícola” constituye una oferta electoral válida en países en los que el 
fuego y los buldózer son vistos por muchos como los mejores aliados de su desarrollo. Todos 
estamos familiarizados con la vertiginosa desaparición del bosque intertropical, donde se han 
perdido millones de hectáreas en la última década. En unos casos, estas pérdidas se asocian al 
crecimiento de la población, pero en muchos otros tiene que ver con la expansiónde ciertos cultivos 
(Laurance et ál., 2006). 
La FAO (2014), recomendó que los países que deberán abastecer esas demandas de 
alimentos son quienes cuenten con zonas para expandir la frontera agrícola, lo que necesariamente 
es un gran problema ya que la frontera agrícola se expande en detrimento de los bosques. Sumado 
a esto, la FAO, (2014), cita una serie de proyectos potenciales, que ya se han venido haciendo 
realidad para las zonas mencionadas anteriormente, principalmente en cultivos como soya (Glycine 
max) sorgo (Sorghum spp) y maíz (Zea mays); países como Brasil han hecho valiosos adelantos en 
las tecnologías de cultivo específicamente en mejoramiento genético obteniendo variedades 
adaptadas a las duras condiciones de estos suelos tropicales con muy buenos resultados en 
productividad. 
Dentro de los países que tienen esa posibilidad se encuentra Colombia ya que posee más de 3,5 
millones de hectáreas potencialmente cultivables principalmente en la región de la Orinoquia. De 
acuerdo con Viloria, (2009), la actividad agropecuaria dominaba la economía de la Orinoquia hasta 
la década de 1980. A fines de la década de 1990, los departamentos de Casanare y Arauca se 
volvieron “petroleros” (Meta ya lo era); Casanare se volvió un departamento gasífero (gas natural); 
3 
 
 
 
y en Meta y Vichada el sector de servicios superó al sector agrícola. El área cultivada de la 
Orinoquia creció de 274,931 has (1996) a 430,205 has (2007), un 56%; mientras que en ese mismo 
período la producción creció en 51%. Meta y Casanare tienen el 63% y el 25%, respectivamente, 
del total del área cultivada. Existen áreas cultivables también en las regiones que rodean el rio 
Magdalena y la altillanura colombiana. Actualmente estas regiones están dedicadas a la ganadería 
extensiva poco eficiente encontrándose cargas de una (1) unidad animal por veinte (20) hectáreas. 
Entre los materiales que forman los suelos del piedemonte llanero, se ubican los entisoles, 
inceptisoles, molisoles, ultisoles, los cuales se caracterizan por estar ubicados en un plano inclinado 
con una pendiente 1-7 %, un microrelieve ondulado, textura variada de gruesa a finas, muy 
fuertemente ácidos, fertilidad baja, fitotoxicidad por aluminio. Se encuentran con un relieve de 
Abanicos antiguos, una litología de sedimentos mixtos aluviales que recubren depósitos de cantos 
y grava bastantes alterados (IGAC, 2018). De forma particular, los suelos entisoles en la Orinoquia 
Colombiana ocupan un 21% del territorio, convirtiéndose en el segundo orden de suelos en 
importancia en esta región (figura 1). 
En Colombia el 24.3 % de los suelos pertenecen al orden entisoles; éstos se definen como 
los suelos que no muestran ningún desarrollo definido de perfiles. Un entisol no tiene "horizontes 
diagnósticos", y la mayoría tienen básicamente su material parental regolítico inalterado. 
Adicionalmente, los suelos del orden entisoles tienen una baja capacidad de intercambio catiónico 
y por lo tanto una baja 
 
 
 
 
 
https://es.wikipedia.org/wiki/Regolito
4 
 
 
 
fertilidad (figura 1). 
 
Figura 1. Mapa de órdenes de suelos. 
 
Fuente: http:soils.usda.gov. /use/worldsoils/mapindex/ (2016). 
 
Estos suelos están dedicados a la agricultura y ganadería y se les debe dar un manejo especial que 
permita la mejora de sus propiedades químicas. Torres, D et ál., (2006), afirman que, en este 
sentido, dado las disminuciones de los rendimientos agrícolas, atribuidos a un deterioro en la 
calidad del suelo, desde el punto de vista químico, producto presumiblemente de los tipos de usos 
5 
 
 
 
de la tierra desarrollados, es necesario cuantificar el estado de degradación actual con el fin de 
proponer el uso integrado de prácticas de manejo conservacionista para la recuperación de los 
suelos degradados. 
Para lograr esto, se ha propuesto a la agricultura de conservación como un conjunto de principios 
de manejo ampliamente adaptado que pueden asegurar una producción agrícola más sustentable 
(Verhulst et ál., 2009). Dado que la debilidad los suelos entisoles es la de tener una baja capacidad 
de intercambio catiónico y una fertilidad baja, una forma de incrementar la capacidad de 
intercambio catiónico de estos suelos es a través de la adición de los residuos de cosecha. Marron 
(2015), comprobó que la conductividad eléctrica y la capacidad de intercambio catiónico (CIC) 
aumentaron en respuesta a la dispersión de ceniza, compost o lodo, en un factor de cinco después 
de la aplicación en una plantación de eucalipto (Eucalyptus melliodora). 
 Sin quemar y con la adición de residuos de cosecha se ha demostrado que se puede esperar un 
aumento de la fertilidad de los suelos que beneficie a los agricultores que están establecidos en 
estos suelos en miras de contribuir a la agricultura en términos de mayor rentabilidad. Blanchet et 
ál., (2016), afirman que en los agroecosistemas las prácticas de fertilización mineral son cruciales 
para mantener la productividad de los cultivos. 
Los resultados de estos autores mostraron que el contenido de carbono orgánico del suelo se 
incrementó mediante la incorporación de residuos de cultivos (+ 2.45%) y la aplicación de estiércol 
de corral (+ 6.40%) en comparación con el uso de fertilizante mineral solo. En contraste, el 
contenido de carbono del suelo no se vio significativamente afectado por estas prácticas de 
fertilización. Los resultados del experimento anterior indican que, a largo plazo, el uso de 
enmiendas orgánicas no solo reduce la necesidad de una mayor cantidad de fertilizante mineral 
nitrogenado, sino que también mejora las propiedades biológicas del suelo con efectos directos 
sobre el rendimiento del cultivo. 
6 
 
 
 
Este trabajo de investigación determinó el efecto de la adición, retiro o quema de residuos 
de cosecha sobre la capacidad de intercambio catiónico de suelos entisoles. Los datos obtenidos 
contribuyen a lograr el incremento de la fertilidad en estos suelos, lo que mejorara la eficiencia de 
las técnicas de cultivo y como consecuencia a brindar un incremento sustancial en la productividad 
de las cosechas establecidas por los agricultores de la región, contribuyendo a la generación de 
riqueza y desestimulando el abandono del campo. 
 
2. MARCO TEÓRICO 
 
2.1.Los suelos entisoles en Colombia 
 
Los suelos entisoles ocupan un 24.3% del territorio nacional; son los suelos más jóvenes según 
la Soil Taxonomy, (2010). Los entisoles son de todos los suelos los que menos han tenido 
influencia de los factores formadores, puesto que en estos materiales aún no se han desarrollado 
los cambios necesarios para la formación propia del suelo. Estos suelos en su gran mayoría están 
dedicados a la ganadería y producción agrícola, y si reconocemos la propiedad química 
denominada Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC) como un atributo de la fertilidad de los 
suelos, se puede afirmar que los agricultores y ganaderos que ocupan estos entisoles, deben estar 
obligados a manejar índices de baja CIC propios de estos suelos, como se demuestra en la línea 
base tomada del promedio de la CIC de varios análisis de suelo efectuados en suelos entisoles de 
la finca Matepantano de propiedad de la Universidad de la Salle en Yopal Casanare (tabla 1) y por 
lo tanto manejan índices de fertilidad bajos lo que genera una compleja problemática económico 
social, a cuya solución aportará el presente trabajo de investigación. 
7 
 
 
 
Es importante señalar que al manejo de los suelos entisoles no se le han efectuado aportes 
científicos sustanciales, por lo que se espera que con el resultado de esta investigación se esté 
aportando a la innovación científica a este importante tema. 
 
2.2.Capacidad de Intercambio Catiónico. 
 
La capacidad de intercambio catiónico (CIC) es una forma de expresar el número de puestos 
de carga negativa en lasarcillas o en los complejos arcillo-húmicos que posee un suelo (figura 2), 
en los cuales se pueden retener cationes (Calderón, 2017). Por lo tanto, la CIC del suelo afecta 
directamente a la cantidad y frecuencia de aplicación de fertilizantes. Las partículas de arcilla del 
suelo y la materia orgánica tienen una carga negativa sobre su superficie. Los cationes se atraen a 
estas partículas por fuerzas electrostáticas. La unidad de medición de la CIC es el meq/100g. Esta 
unidad tiene en cuenta la carga del ion; así por ejemplo, el calcio lleva una carga de (+2) por lo 
tanto, 1 mmol de calcio es equivalente a 2meq de calcio. Por otro lado, el potasio (K) lleva una 
carga de (+1) y 1mmol K+ = 1meq K+. El ejemplo anterior muestra que los iones de calcio son 
adheridos al doble del número de sitios de intercambio como el mismo número de iones de 
K+, (Sela, 2015). 
 
2.4.CIC y la fertilidad de los suelos. 
 
Debemos tener en cuenta que el suelo tarda miles de millones de años en formarse fruto de 
procesos edafogénicos en donde tienen cabida los factores formadores del suelo. El suelo no es un 
recurso renovable y además de producir, debe descomponer la materia orgánica y al hacer esto 
8 
 
 
 
reciclar nutrientes, renovándose a sí mismo (Soto, 2006). La definición anterior excluye otras 
propiedades que influyen, en gran medida, en el crecimiento y desarrollo de las plantas, por lo que 
muchos autores la consideran incompleta o limitada, por ejemplo. 
 Pieri, (1989) y Etchevers, (1999) plantearon que la fertilidad del suelo es un concepto mucho 
más abarcador, que debe integrar los atributos físicos, químicos y biológicos, los tres atributos 
tienen una estrecha relación entre sí y participan de manera activa en la producción y la estabilidad 
de los agroecosistemas. Por ejemplo, los macroinvertebrados del suelo intervienen en los procesos 
de infiltración, aireación e incorporación de la materia orgánica en el suelo (Huerta et ál., 2008) y 
los microorganismos, como las bacterias, los hongos y los protozoos, los cuales pueden 
denominarse “ingenieros químicos del suelo”, son los responsables de la descomposición de la 
materia orgánica y de hacer disponibles los nutrientes para las plantas, los animales y los humanos; 
además tienen gran importancia en la formación del humus (Turbé et ál., 2010). En este sentido 
García, et ál., (2012), plantearon que el incremento de la materia orgánica en 1% en el suelo eleva 
en 2 meq/100 g de suelo, la capacidad de intercambio catiónico (CIC) de un suelo. 
La capacidad de intercambio catiónico indica junto a la materia orgánica el índice de fertilidad del 
suelo y mide la capacidad que tiene un suelo para retener o liberar cationes interactuando con la 
solución del suelo. La suma de todos los cationes de cambio Al, H+, Ca++, Mg++, K+ y Na+, 
constituye la capacidad total de un suelo. Esta depende del % de arcilla y materia orgánica que 
contenga, como la arcilla es el elemento más abundante, es realmente el que mayor influencia tiene 
en la Capacidad de intercambio catiónico. 
Una vez fijado el tipo de textura de un suelo, los valores de la Capacidad de intercambio 
catiónica podrán subir o bajar según la cantidad de materia orgánica. 
Valores por debajo de 5 meq/100 g. son muy bajos indicando claramente que se trata de un 
suelo poco fértil. por el contrario, valores cercanos a 30 meq/100 g. indica que nos encontramos 
9 
 
 
 
ante un suelo excesivamente arcilloso (o con un elevado contenido en materia orgánica) en el que 
existiría un grave riesgo de asfixia radicular por problemas de encharcamiento, (J,Y, Jiménez, 
1989). 
La capacidad de intercambio catiónico de los horizontes subsuperficiales es muy baja en los 
Entisoles e Inceptisoles de Arauca (2.7 meq/100 g) si se compara con la de los Ultisoles y Alfisoles 
(5.5 me/100 g) esto en el mismo departamento. La CIC está dominada por Al de cambio de acuerdo 
a estudios hechos en el departamento de Arauca. En el departamento de Casanare el 68% de los 
suelos tiene menos de 4 meq/100 g para CIC (IGAC, 1993). 
 
2.3.La materia orgánica (MO). 
 
Constituye un componente clave en el suelo al afectar sus propiedades químicas, físicas y 
biológicas. Dentro de las propiedades químicas del suelo afectadas por la MO se encuentra la 
capacidad de intercambio catiónico como una de las más importantes la cual es impactada de 
manera directa por la materia orgánica. Es abundante la literatura que muestra que los sistemas de 
Siembra Directa (SD) al no remover el suelo y al mantener inalterable el ordenamiento natural de 
los componentes sólidos del mismo generan una acumulación de MO en los primeros centímetros 
de perfil, como consecuencia de la concentración en superficie de la totalidad de los residuos 
provenientes de los rastrojos de los cultivos (Álvarez et ál., 2005). Yuan, Xu, Wang et ál., (2011), 
concluyen que la incorporación de residuos de cultivos y sus biochares1 podría disminuir la acidez 
 
1El Biochar es un producto orgánico muy complejo químicamente hablando. Viene de la pirólisis o combustión de biomasa (cualquier material 
orgánico vale: madera, hojas, residuos orgánicos, estiércoles, etc.) en unas condiciones de baja temperatura (<700ºC) y oxigenación, es decir, muy 
reductoras. Las condiciones exactas de la pirólisis (temperatura, tiempo, concentración de oxígeno, presión, etc.) dependen en gran medida de la 
biomasa inicial y de la tecnología que se utilice. 
 
 
10 
 
 
 
intercambiable del suelo y así aumentar el pH del suelo, los cationes base intercambiables y la 
saturación de bases de los suelos ácidos. 
 
Figura 2. Complejo de cambio. 
 
 Fuente: (Ceo de Smart, 2015). 
 
Duiker et ál., (2006) demostraron que la capacidad de intercambio de cationes (CIC) es la 
capacidad del suelo para contener cationes para el intercambio con la solución del suelo y es un 
indicador de la fertilidad del suelo. La retención de residuos del suelo aumenta el contenido de 
materia orgánica del suelo y por lo tanto aumenta la CIC dependiente del pH del suelo. Al igual 
que con la materia orgánica del suelo, el efecto del residuo en CIC, puede estar limitado a la capa 
superior del horizonte “A” y no está claro si existe una diferencia entre la retención de superficie 
y la incorporación. 
11 
 
 
 
Govaerts et ál., (2007c) observaron que después de cinco años, la CIC aumentaba en la capa 
superior del suelo cuando los residuos se retenían en comparación con los suelos sin residuos, pero 
no había diferencia en la capa de 5-20 cm. 
Lal, (1997), en África occidental, observó que cuando los residuos se conservaban en la 
superficie y se incorporaban, el aumento de CIC era mayor que cuando los residuos se conservaban 
en la superficie, esto se puede soportar con lo afirmado por Taiwo et ál., (2016), quien en su articulo 
Tillage and poultry manure effects on soil fertility and sorghum yield in southwestern concluyó lo 
siguiente: “Es de esperarse que los datos sobre los métodos de labranza, adiciones de mulching y 
abono sean necesarios para identificar estrategias para el manejo sostenible de los suelos y para 
mejorar la productividad agronómica”. 
Sin embargo, a pesar de la información favorable al empleo de materiales orgánicos, éstos 
siempre deben ser usados con prudencia y teniendo en cuenta todas las consideraciones pertinentes, 
ya que, por ejemplo, Cegarra et ál, (1983) señalan, que lo residuos vegetales, cuando son añadidos 
a los suelos, pueden requerir de aporte suplementario de N para que los procesos de mineralización 
se desarrollen adecuadamente, esto sucede como consecuencia de la elevada relación C/N que 
posee el residuo. Por ello, un riesgo que se puede plantear es la demanda inicial de nutrientes para 
activar los procesos biológicos que actúan sobre los restos de cosecha adicionados. 
 
2.5.la incorporación de residuos de cosecha. 
 
Grandes cantidades de nutrimentosse pierden de los agroecosistemas por la extracción que 
realizan las cosechas o como resultado de los procesos de lixiviación y de erosión (Labrador, 1996). 
La incorporación de los residuos de cosecha al suelo constituye una alternativa para reponer parte 
de estas pérdidas y disminuir el efecto de la erosión. Sin embargo, en general el contenido de estos 
12 
 
 
 
residuos no corresponde en cantidad ni en calidad con lo extraído. La liberación de nutrimentos a 
partir de residuos orgánicos depende de sus características químicas y físicas, así como de las 
condiciones ambientales y las poblaciones microbianas (Cadisch et ál., 1998). Lo anterior es visto 
desde la perspectiva de utilizar los residuos de cosechas para reponer los nutrientes extraídos por 
los cultivos o los que se pierden por lixiviación; pero desde otro enfoque, los residuos de cosecha 
incorporados sirven para incrementar el valor de la CIC de los suelos lo que permite mejorar la 
capacidad de retener cationes nutrientes como el Ca, K, Mg y lograr el incremento de la fertilidad 
de los suelos. 
Las poblaciones microbianas se encargan de descomponer la materia orgánica (MO) del suelo y 
transforman formas complejas a compuestos simples; igualmente, mineralizan los constituyentes 
de los restos orgánicos y resintetizan sustancias a través de su metabolismo (aminoácidos, proteínas 
y aminoazúcares) que participan como unidades estructurales (Labrador, 1996). 
Los microorganismos producen enzimas que catalizan la transformación de compuestos 
específicos y por lo tanto, juegan un papel importante en la descomposición de restos orgánicos 
(Dilly y Munch, 1996). Por estos motivos es importante crear conciencia en los agricultores que 
están explotando estos entisoles, de la importancia de efectuar un manejo adecuado de estos suelos. 
Kintché et ál., (2014) afirmaron que se ha argumentado repetidamente que la aplicación de 
fertilizantes minerales combinada con la retención in situ de la biomasa de residuos de cultivos 
puede sostener la productividad a largo plazo de los suelos de África Occidental. La forma como 
está saturada la CIC equivale a lo que se denomina capacidad de intercambio catiónico efectiva 
(CICE) al variar el valor de la CIC del suelo y aumentarse el pH trae como consecuencia que la 
CICE aloje mayor cantidad de bases intercambiables lo que fundamentalmente mejorará la 
fertilidad. 
13 
 
 
 
Dorneles et ál. (2015) afirman que, los métodos de labranza y fertilización pueden afectar la 
fertilidad del suelo. El sistema de cero labranzas se destacó en comparación con el de labranza 
convencional, especialmente en la capa superficial, en términos de valores de materia orgánica, pH 
del suelo, fósforo disponible, capacidad de intercambio catiónico y saturación de bases. La 
aplicación de residuos en el suelo en plantaciones de rotación corta tiene a priori la doble ventaja 
de satisfacer las necesidades de nutrientes de estas plantaciones de árboles a un costo menor 
mientras se reciclan los residuos. 
Se han estudiado los efectos agronómicos y ambientales de una gran variedad de residuos en 
plantas y suelos en todo el mundo. Kabiri, et ál., (2015) afirman que; las prácticas de labranza 
influyen potencialmente en el almacenamiento y la dinámica de la materia orgánica del suelo 
(MOS), que es importante para las prácticas de cultivo sostenible la productividad agrícola y el 
secuestro de carbono (C) en el suelo. 
 
3. ELEMENTOS METODOLÓGICOS. 
 
3.1.Tipo de estudio. 
 
La presente investigación tiene un enfoque cuantitativo de tipo experimental. Dentro de la ciencia 
del suelo no es abundante la investigación dedicada a medir los impactos que causa la materia 
orgánica en las propiedades químicas de los suelos y esto requiere de la cuantificación previa de 
los factores determinantes en el proceso descrito. 
 
 
 
14 
 
 
 
3.2. Objetivo general. 
 
Evaluar el impacto de los residuos de cosecha de maíz en la capacidad de intercambio 
catiónico de suelos Entisoles en Yopal Casanare. 
 
3.3. Objetivos específicos. 
 
• Establecer una línea base para la capacidad de intercambio catiónico en suelos entisoles, 
en el sitio donde se llevará a cabo la investigación. 
• Analizar la dinámica temporal de la CIC en función de la adición de residuos de cosecha 
de maíz en suelos entisoles. 
• Evaluar el efecto acumulativo de residuos de cosecha, de tres ciclos de cultivo de maíz 
sobre la CIC de suelos entisoles. 
 
3.4.Área de estudio. 
 
El estudio se realizó en la finca san José de Matepantano, de propiedad de la Universidad 
de la Salle, donde está ubicado el proyecto Utopía y el programa de Ingeniería agronómica, en el 
Municipio de Yopal – Casanare, el cual tiene un clima tropical, con temperaturas promedio de 18 
° C (noche) a 28 ° C (día), una humedad relativa promedio del 75%, una precipitación total anual 
de 2.335 mm, con 172 días de lluvia y una altitud aproximada de 249 msnm (Ceballos et ál., 2013). 
El área donde se desarrolló el estudio tiene una extensión de 0,4 has, limita en sus cuatro puntos 
15 
 
 
 
cardinales con potreros de ganadería extensiva de las mismas características edafológicas que las 
que se encuentran en el sitio del ensayo. 
 
4. MÉTODOS. 
 
4.1. Diseño experimental. 
Para el logro del objetivo general, el proyecto requirió del establecimiento secuencial de tres 
cultivos de maíz amarillo variedad Ica v109, que aportaron los residuos de cosecha. Estos cultivos 
de maíz fueron implementados utilizando el paquete tecnológico comúnmente usado por los 
agricultores en el departamento. 
El experimento se estableció en un lote cuyas medidas fueron: largo 56 m y ancho 11.4 m para un 
total de 638.4 m2. La unidad experimental consistió en una cama de 1.20m x 10m. En cada unidad 
experimental se estableció alguno de los siguientes tratamientos: I) los residuos se incorporan en 
el mismo lugar del cultivo, II) los residuos se quemaron en el mismo lugar de su cultivo y III) Los 
residuos se extrajeron del lugar del cultivo. 
Los tratamientos estuvieron dispuestos en bloques completos aleatorizados (BCA) con cinco 
repeticiones (ver tabla 2). Así cada bloque incluyó las tres unidades experimentales con los 
tratamientos descritos. Este diseño se seleccionó para aumentar el control local del experimento 
debido a que, de acuerdo con Peña, R. et ál., (2013), existe una alta variabilidad en las propiedades 
físicas y químicas del suelo del piedemonte llanero. Adicionalmente se sembraron 20 camas con 
las mismas dimensiones de la unidad experimental para controlar el efecto borde. Se realizaron 
tres cultivos de maíz (Zea mays) y cada unidad experimental conservó el mismo tratamiento a lo 
largo de todo el experimento. Al final de cada cultivo, una vez que se cosecha la mazorca con un 
16 
 
 
 
14% de humedad del grano, para el tratamiento “los residuos quedan en el terreno” la biomasa 
obtenida, fue incorporada con azadón al suelo en los 10 cms iniciales del perfil y después de cuatro 
meses (4) meses (tiempo suficiente para que los residuos se descompusieran en presencia de 
humedad y temperatura adecuadas) se tomaron las muestras para evaluar el impacto. El 
cronograma de siembras, aplicación de tratamientos y toma de muestras, se puede ver en la tabla 
1. 
Tabla 1. Cronograma de labores. 
 
 
Cronograma de siembras aplicación de tratamientos 
y toma de muestras. 
Cultivo Siembra Finaliza cultivo 
Incorpora, 
quema o saca 
residuos 
Toma de la muestra para 
CIC 
Primer cultivo 
Semana 2 mes de 
noviembre de 
2018 
Semana 1 mesde 
febrero de 2019 
Semana 1 mes 
de marzo de 
2019 
Semana 2 mes de junio de 
2019 
Segundo 
cultivo 
Semana 1 mes de 
marzo de 2019 
Semana 3 mes de 
junio de 2019 
Semana 2 mes 
de junio de 
2019 
Semana 1 mes de 
septiembre de 2019 
Tercer cultivo 
Semana 2 mes de 
junio de 2020. 
Semana 1 mes de 
septiembre de 
2020 
Semana 1 mes 
de octubre de 
2020 
 Semana 3 mes de febrero 
de 2020 
Fuente: El autor (2021). 
 
 
 
 
 
 
 
17 
 
 
 
 Figura 3. Vista aérea del experimento 
 
 Fuente: el autor, (2019). 
 
El análisis estadístico se llevó a cabo de manera diferencial según cada objetivo planteado en 
esta investigación. En la Tala 2, se presenta el diagrama de la distribución de los tratamientos que 
fue usado en el experimento en campo: 
 
Tabla 2. Diseño experimental 
Bloque 5 Bloque 4 Bloque 3 Bloque 2 Bloque 1 
unidad experimental T II unidad experimental T III unidad experimental T I unidad experimental T II unidad experimental T III 
unidad experimental T I unidad experimental T II unidad experimental T III unidad experimental T I unidad experimental T II 
unidad experimental T III unidad experimental T I unidad experimental T II unidad experimental T III unidad experimental T I 
Fuente: elaboración propia, (2021). 
Donde: 
T I: los residuos se incorporan en el mismo lugar del cultivo. 
T II: los residuos se quemaron en el mismo lugar de su cultivo. 
T III: Los residuos se extrajeron del lugar del cultivo. 
 
 
 
18 
 
 
 
Figura 4. Labores para la aplicación de los tratamientos. 
 
 Fuente: el autor, (2019). 
4.2. Determinación de la variabilidad espacial de la CIC. 
Cada uno de los quince (15) sitios de muestreo correspondientes a la línea base y a los tres 
cultivos de maíz a lo largo de dieciséis (16) meses, se geo-referenciaron con un GPS marca Garmin 
Etrex 30x, luego se procesaron los datos con el software BaseCamp® se exportaron en formato 
.csv, a Microsoft Excel® con esto se alimentó la base de datos mediante el método de la escala de 
Stover modificada por Gauhl, (1990). Finalmente se procesaron los datos en el, programa ArcGis 
10® a través de interpolación utilizando el método Kriging. Esta georreferenciación además sirvió 
para que a lo largo del tiempo que duró el experimento, se tomaran las muestras siempre en el 
mismo punto dentro de las unidades experimentales, lo que garantizó la exactitud de los datos 
recogidos. 
 
5. RESULTADOS. 
5.1. Interpolación aplicando el método de Kriging. 
Con el proceso de los datos en ArcGis 10® utilizando el método de Kriging se determinó 
gráficamente la variabilidad espacial de la CIC, correspondiente a los diferentes tratamientos así: 
19 
 
 
 
5.1.1. Variabilidad espacial para la Línea base. Meq/100g 
 
Figura 3. Situación espacial de la línea base. 
Fuente: El autor (2021). 
De derecha a izquierda, se localizan los puntos de muestreo georeferenciados y numerados del 
1 al 15, estos indican la ubicación espacial de la CIC en el sitio del ensayo de la línea base, nótese 
la dinámica espacial de los valores de la CIC (línea de ruta rojo y azul), correspondientes a los 
índices descritos en la tabla de datos del Kriging equivalentes a cada intervalo numérico. Estos 
valores confirman que la decisión de utilizar el diseño experimental de bloques completamente 
aleatorizados fue acertada, de acuerdo con Stoyan et ál., (2000), la geoestadística proporciona un 
medio para definir la autocorrelación y utilizar el conocimiento de la fuerza y la escala para 
interpolar el valor de las variables en localizaciones no muestreadas utilizando el método 
de Kriging. Éste es un método de interpolación óptimo que usa las combinaciones lineales de las 
20 
 
 
 
ponderaciones en puntos conocidos para estimar el valor en puntos desconocidos; las 
ponderaciones están en función de la relación entre la varianza y la distancia descrita por el 
semivariograma. Desde el punto de vista del manejo de fertilidad de suelos y nutrición de cultivos, 
la implementación de esta metodología ofrece la posibilidad de realizar aplicaciones de dosis 
variables de fertilizantes, a partir de las condiciones del suelo y de las necesidades del cultivo, para 
alcanzar mayor eficiencia en la distribución de abonos. Al trabajar con dosis variables, se busca 
que el suelo brinde condiciones homogéneas para el desarrollo adecuado del cultivo, que 
repercutan en el desarrollo, en el crecimiento y en la producción. 
5.1.2. Variabilidad espacial para la CIC, luego de cuatro (4) meses de finalizado el Primer 
cultivo de Maíz. Ver figura 6.: 
 
Figura 6. Variabilidad espacial para la CIC, 4 meses después del primer cultivo. Meq/100g. 
 
Fuente: El autor (2021). 
21 
 
 
 
 
Los datos del primer cultivo de maíz se recopilaron siete (7) meses después de la toma de las 
muestras para la determinación de la línea base y cuatro (4) meses después de incorporado el 
residuo de cosecha que correspondía al primer cultivo. Para la interpretación de la ubicación la 
CIC después del primer cultivo de maíz, en el sitio del ensayo, se secuenciaron los datos 
correspondientes a los mismos índices mediante una línea que sirve para ubicar su localización 
dentro del experimento. Al analizar la gráfica Kriging, se aprecia la variación espacial de la CIC 
en el sitio del experimento y es notable el aumento en los datos de CIC del primer cultivo con 
respecto a los datos de la línea base, para el índice de rango entre 17,173844 y 20,19813 meq/100g 
suelo seco, correspondientes al color de referencia blanco, presumiblemente por la formación del 
complejo arcillo húmico vinculado a la descomposición de la materia orgánica, lo que incremento 
el valor de la CIC. 
La dinámica espacial de la CIC en relación con la línea base, denota el cambio debido a la ubicación 
de los tratamientos, que comienzan a impactar la CIC referenciada en la línea base. 
Los datos del segundo cultivo, no se tomaron en cuenta para referenciar la variabilidad espacial de 
la CIC, porque en la época que se incorporó el residuo del cultivo, en los meses de junio, julio, 
agosto y septiembre de 2019, se presentó un incremento significativo en las lluvias regionales con 
un total de 713 mm de acuerdo con la estación meteorológica de Fedearroz en Yopal, contrastado 
con el valor promedio histórico de 550 mm para estos mismos meses de acuerdo a datos tomados 
del IDEAM. Las desintegraciones mecánicas, oxidaciones, hidrólisis, etc. pueden ocurrir bajo 
acción directa de las precipitaciones atmosféricas o de la reacción ácida o básica del suelo, del 
viento, de los cambios de temperatura, lo que determina los procesos de transformación que sufren 
los restos vegetales y animales en el suelo por cuenta de la acción de distintos grupos de 
microorganismos, así como de diversos representantes de la microfauna edáfica (ácaros, insectos, 
22 
 
 
 
lombrices, etc.) (Silva, 1998). En estos cuatro meses, debido al incremento de la humedad, la 
mineralización de la biomasa incorporada fue más alta lo que redujo el contraste para el segundo 
cultivo, por lo tanto, para efectos de análisis de la variabilidad espacial de la materia orgánica se 
tendrá en cuenta el acumulado presentado con el tercer cultivo datos tomados en el mes de febrero 
del 2020 como se presenta a continuación: 
 
5.1.3. Variabilidad espacial de la CIC luego de cuatro meses (4) de finalizado el Tercer 
cultivo de Maíz. Ver figura 7.: 
 
Figura 7. Variabilidad espacial cuatro (4) meses después del tercer cultivo de maíz. Meq/100g 
 
Fuente: el autor (2021). 
 
23 
 
 
 
Estos valores pertenecen a la toma del valor de la CIC en el mes de febrero de 2020, es decir 
dieciséis (16) meses después de tomar la CIC de la línea base y luego de realizarse el segundo y 
tercer cultivo de maíz, 4 meses después de incorporado el residuo de cosecha correspondienteal 
tercer cultivo, este valor de CIC señala la acumulación en el tiempo de tres residuos de cosecha, 
muestra un incremento en el terreno, del valor de los índices comprendido entre los valores de CIC 
de 17,603501 y 20,65583 meq/100g de suelo. Es importante resaltar que el tratamiento donde “se 
saca” el material vegetal presenta en este punto el índice más bajo del terreno, con los valores de 
CIC entre 13,218374 y 16, 270704, lo que demuestra el impacto del residuo de cosecha en el suelo 
a través del tiempo. 
 
5.2. Resultados para el objetivo específico 1. 
 
Antes de establecer el primer cultivo se tomó con un palín una muestra de 170 g a 7 cm de 
profundidad en cada unidad experimental, para un total de 15 muestras; estas se enviaron al 
laboratorio de suelos y foliares de la Universidad de la Salle, empacadas en bolsas plásticas, 
debidamente rotuladas, para determinar la CIC de cada una de ellas, obteniéndose así una línea 
base para la capacidad de intercambio catiónico en el sitio donde se llevó a cabo la investigación 
y cuyos resultados fueron los siguientes; 
 
5.2.1 Línea base. 
 
Establecer una línea base para la capacidad de intercambio catiónico en suelos entisoles, en el sitio 
donde se llevará a cabo la investigación. Para el resultado de esta investigación el establecimiento 
24 
 
 
 
de la Línea de Base fue el eje fundamental, que proporciono el estado situacional, el soporte 
metodológico y el marco de análisis del sistema de monitoreo y evaluación. 
5.2.1.1. Datos obtenidos. 
La línea base se tomó en el mes de noviembre de 2018. Dando como resultado un promedio 
de 19,504 meq/100 g de suelo seco. Correspondiente al sector del suelo entisol seleccionado para 
hacer el experimento, los datos generales se pueden apreciar en la tabla 3.: 
 
Tabla 3. Línea base de CIC 
 Línea base de CIC. 
Meq/100g 
 
 
 
 
No. De 
unidad 
experimental tratamiento 
bloque línea base de CIC 
1 Incorpora 1 17,87 
2 Incorpora 2 20,37 
3 Incorpora 3 20,89 
4 Incorpora 4 20,5 
5 Incorpora 5 20,5 
6 Quema 1 18,07 
7 Quema 2 22,3 
8 Quema 3 21,49 
9 Quema 4 16,87 
10 Quema 5 18,68 
11 Retira 1 20,29 
12 Retira 2 17,28 
13 Retira 3 18,69 
14 Retira 4 18,08 
15 Retira 5 20,68 
promedio 19,504 
 Fuente: el autor (2021). 
 
 
25 
 
 
 
5.3. Resultados para el objetivo específico 2. 
 
Analizar la dinámica temporal de la CIC en función del manejo de residuos de cosecha de 
maíz en suelos entisoles. 
 
5.3.1. Datos obtenidos. 
 
Los datos obtenidos a lo largo del tiempo compilan toda la información de referenciación de los 
bloques y la aleatorización de los tratamientos, así como la georreferenciación de cada punto de 
muestreo, incluye además las fechas de toma de las muestras para determinar la CIC, con el detalle 
del día mes y año en que fueron tomadas. ver la tabla 4.: 
 
Tabla 4. Datos obtenidos. 
 
 No. De 
Bloque 
 Ref. ID Latitud Longitud Tratamiento CIC.Nov2018 CIC.7jun.2019 CIC26Sep.2019 CIC.feb2020 
Bloque 1 
C1B1 1 5,322771 -72,295972 Incorpora 17,87 15,80 16,00 18,05 
C2B1 2 5,322791 -72,295972 Queman 20,37 17,78 16,80 18,91 
C3B1 3 5,322815 -72,295972 Retira 20,89 21,60 17,17 21,06 
Bloque 2 
C4B2 4 5,322766 -72,296064 Retira 20,50 18,00 15,59 18,66 
C5B2 5 5,322787 -72,296065 Incorpora 20,50 16,19 16,58 15,85 
C6B2 6 5,322813 -72,296066 Quema 18,07 11,60 15,78 12,80 
Bloque 3 
C7B3 7 5,322759 -72,296156 Quema 22,30 14,60 19,40 16,99 
C8B3 8 5,322785 -72,296157 Retira 21,49 18,56 19,58 18,84 
C9B3 9 5,322807 -72,296158 Incorpora 16,87 17,97 16,38 16,52 
Bloque 4 
C10B4 10 5,322754 -72,296268 Incorpora 18,68 17,39 15,18 16,53 
C11B4 11 5,322764 -72,296269 Quema 20,29 14,00 12,99 13,53 
C12B4 12 5,322790 -72,296269 Retira 17,28 16,77 19,39 16,25 
Bloque 5 
C13B5 13 5,322776 -72,296376 Retira 18,69 20,59 19,16 18,45 
C14B5 14 5,322760 -72,296374 Incorpora 18,08 18,17 16,77 17,12 
C15B5 15 5,322742 -72,296372 Quema 20,68 16,19 15,19 14,12 
26 
 
 
 
Se incorpora 
 Se quema 
Se saca 
Fuente: El autor (2021). 
 
 5.3.2 Dinámica temporal de la CIC. 
 
La Figura 8 muestra la dinámica temporal de la CIC en función del manejo de residuos de 
cosecha de maíz en suelos entisoles. Evidenciando que el tratamiento “incorpora”, presenta un 
valor final de 18,506 meq/100g de suelo seco de CIC, este resultado al compararlo con el 
tratamiento “se retira el material” que obtuvo un valor después de dieciséis meses (16) de 15,894 
meq/100g, determina que la dinámica a través del tiempo fruto del efecto de los tratamientos dio 
como resultado un valor de CIC más alto al final del estudio para el tratamiento “incorpora”. 
Figura 8. Dinámica temporal de la CIC. 
 
Fuente: tomado de JMP (2021). 
27 
 
 
 
 
Es importante resaltar que el p-valor fue de 0,0168 (Ver figura 9), esto indica que la dinámica 
temporal de la CIC en función del manejo de residuos de cosecha de maíz en suelos entisoles, 
cumple con la condición de ser menor que el nivel de significancia, por esto se considera como 
un resultado estadísticamente significativo. 
Figura 9. Valor (p) factor tiempo. 
 
Fuente: Tomado de JMP (2021). 
 
5.3.3 Disminución en porcentaje, de la CIC con respecto a la línea base. 
 
En la figura 10, se puede observar el porcentaje de disminución del valor de la CIC con respecto a 
la línea base, como consecuencia del impacto de la dinámica temporal de los tratamientos. Los 
datos indican que todos los tratamientos tuvieron disminución con respecto a la línea base, se 
destaca que el tratamiento “incorpora” después de tres cultivos dieciséis (16) meses, fue el que 
menos disminuyo el valor de CIC con un 36%, el tratamiento “se retira el material” ocupo el 
segundo lugar con un 38% y por último el tratamiento “se quema” con un 45%. (Ver Tabla 5). 
Gráfica 3. Porcentaje de disminución del valor de CIC con respecto a la línea base. 
 
28 
 
 
 
 
Figura 10. Porcentaje de disminución de CIC con respecto a la línea base. 
 
 
Fuente: el Autor (2021). 
 
Tabla 5. Porcentaje de disminución del valor de la CIC con respecto a la línea base. 
Porcentaje de disminución de CIC con respecto a la línea base 
cultivo Incorpora Quema Saca 
primer cultivo 0,11 0,18 0,10 
segundo cultivo 0,18 0,11 0,12 
tercer cultivo 0,08 0,16 0,16 
Fuente: El autor. 
 
5.3.4 Disminución en meq/100 g de suelo, de la CIC con respecto a la línea base. 
 
En la tabla 6 se encuentran los valores de la CIC correspondientes a la línea base y valores de CIC 
de los tres cultivos. En la figura 11. Se puede apreciar en meq/100 g de suelo seco, la disminución 
0,00
0,05
0,10
0,15
0,20
Incorpora Quema Saca
Porcentaje de disminucion de CIC con respecto a 
la linea base
primer cultivo segundo cultivo tercer cultivo
29 
 
 
 
de la CIC con respecto a la línea base luego del impacto logrado en el suelo con los tratamientos. 
Los datos indican que todos los tratamientos tuvieron disminución con respecto a la línea base, se 
destaca que el tratamiento “incorpora” después de tres cultivos dieciséis (16) meses, fue el que 
menos disminuyo el valor de CIC con 18,51 meq/100g de suelo, el tratamiento “se retira el 
material” ocupo el segundo lugar con 16,33 meq/100g de suelo y por último el tratamiento “se 
quema” con 15,9 meq/100g de suelo. 
 
Tabla 6. Disminución en valores de meq/100g con respecto a la línea base. 
Tratamiento Línea base de CIC Primer cultivo Segundo cultivo Tercer cultivo 
Incorpora 20,03 17,87 16,43 18,51 
Quema 19,48 16,02 17,26 16,33 
Retira 19,00 17,14 16,70 15,90 
Fuente: el autor (2021). 
 
Figura 11. Disminución de CIC en relación con la línea base. 
 
Fuente: el autor (2021). 
 
0,00
5,00
10,00
15,00
20,00
25,00
linea base de cics primer cultivo segundo cultivo tercer cultivo
Disminucion de CIC en relacion a la linea base. 
meq/100g
Incorpora Quema Retira
30 
 
 
 
5.3.5 Biomasa incorporada a lo largodel tiempo. 
 
La biomasa incorporada al suelo después de efectuarse el proceso de descomposición 
aumentó el contenido de materia orgánica del suelo; esto proporcionó más capacidad de 
intercambio catiónico a lo largo del tiempo. La biomasa en kg. incorporada al suelo en la 
investigación como resultado de los tratamientos fue la siguiente (ver tabla 7): 
 
Tabla 7. Biomasa incorporada a lo largo del tiempo. 
 
Promedio de biomasa incorporada por bloque en 
kg 
 
 Bloque 1 Bloque 2 Bloque 3 Bloque 4 Bloque 5 Promedio 
Primer cultivo 28,1 27,7 29,2 30,1 275 28,5 
Segundo 
cultivo 27,3 28,5 27,8 29,3 28,4 28,3 
Tercer cultivo 29,6 32,3 28,4 28,7 29,1 29,6 
General 28,8 
Fuente: El autor (2021). 
 
Los resultados de la investigación se centran en el análisis de la información recolectada al 
terminar los cultivos de maíz y obteniendo los datos de CIC mediante análisis de laboratorio de 
las muestras de suelo que fueron tomadas. 
Por lo general, los suelos con alta CIC, son aquellos con altos contenidos de arcilla y/o materia 
orgánica. La alta CIC les brinda mayor capacidad para retener nutrientes, eso normalmente los 
hace más fértiles, con la comprobación de que a lo largo del tiempo la biomasa incorporada a los 
suelos entisoles impacta en la CIC independientemente de la cantidad de materia orgánica que 
contengan y favorece la retención de los denominados cationes del suelo; K+, Ca2+, Mg2+, Na+, 
31 
 
 
 
Al3+ y H+. Estos cationes son los predominantes en los suelos agrícolas y pueden ser reemplazados 
por otros cationes presentes en la solución del suelo y en el complejo de cambio, el NH4+, Fe2+, 
Mn2+ y Cu2+ son otros nutrientes que presentan carga positiva, pero se encuentran en cantidades 
muy pequeñas. Con relación al contenido de estos cationes intercambiables, la cantidad que está 
presente en la solución del suelo es muy pequeña comparada con la cantidad que se retiene en las 
arcillas. Entonces la mayor proporción de cationes están adheridos a las superficies de las partículas 
del suelo, los cuales están en equilibrio con la solución del suelo, se presenta sobre superficie de 
minerales de arcilla, compuestos inorgánicos, materia orgánica, y raíces. El intercambio iónico es 
un proceso reversible por esta razón el tratamiento “se retira” tuvo un descenso progresivo en la 
CIC, este proceso se presenta cuando un catión o anión adsorbido sobre la superficie sólida es 
intercambiado con otro catión o anión en la fase líquida. El intercambio catiónico es generalmente 
considerado más importante, desde que la capacidad de intercambio catiónico es mucho mayor que 
la capacidad de intercambio aniónico de la mayor parte de suelos agrícolas. Las reacciones de 
intercambio iónico en los suelos son muy importantes para la disponibilidad y retención de 
nutrientes en el suelo. La CIC de los principales coloides del suelo evidencia grandes diferencias 
de unos a otros debido al distinto origen de la carga y, para un mismo cambiador, la amplitud del 
intervalo de valores se debe a los múltiples factores que influyen en la aparición de la carga: tamaño 
de las partículas, cristalinidad y tiempo de tratamiento. Para el caso de los residuos de cosecha la 
variabilidad espacial que se evidencia en la investigación se debe al distinto grado de 
descomposición-humificación que se presenta debido a las cambiantes condiciones de clima, en la 
medida que se aplicaban los tratamientos y a lo largo del tiempo. En los entisoles del trópico, la 
evolución es poca, por esto se presenta un estado inmaduro muy juvenil, resultando en un buen 
porcentaje de arenas con baja capacidad de retención de nutrientes. Los valores típicos para la 
capacidad de intercambio catiónico de suelos dominados por estas arenas varían de 4 a 6 meq/100 
32 
 
 
 
g de suelo, valores de calificación muy bajos, la carga variable está asociada únicamente con la 
materia orgánica del suelo. La materia orgánica del suelo es la contribuyente más importante a la 
CIC de estos suelos, de ahí la importancia sustancial que la investigación adelantada verificó y una 
vez culminada, se puede afirmar que se comprobó que la CIC que ha sido mejorada por la adición 
de residuos de cosecha, proporciona una reserva de nutrientes que reponen los nutrientes que 
fueron absorbidos por las plantas o lavados de la zona radical. Esto facilita que se puedan generar 
en la región y a nivel nacional, métodos estándares de manejo e incorporación de residuos de 
cosecha en los sitios, donde se encuentran los suelos Entisoles, 
La utilización de residuos de cosecha por parte de los productores y campesinos permitirá mejorar 
la fertilidad del suelo de las fincas, esto incrementará a bajo costo la producción y rentabilidad, 
mejorando la calidad de vida de las familias, especialmente de la población más vulnerable que 
vive en zonas marginales. 
5.4.Resultados obtenidos para el objetivo específico 3: 
 
5.4.1. Evaluar el efecto acumulativo de residuos de cosecha de tres ciclos de cultivo de 
maíz (Zea mays) sobre la CIC de suelos entisoles. 
 
Para llevar a cabo este objetivo se requirió tomar una muestra correspondiente al tercer cultivo en 
el mes de febrero de 2020, en los sitios que fueron georreferenciados, obteniendo así el resultado 
de la CIC acumulada a lo largo de dieciséis (16) meses de experimentación. 
Para el análisis de los datos, se realizó un ANAVA previa comprobación de supuestos de 
homocedasticidad y normalidad entre tratamientos utilizando el análisis de comparación de medias 
33 
 
 
 
del método de Tukey. Al inicio del experimento, se encontró que no había diferencias significativas 
entre los valores tomados para la línea base como se aprecia en la tabla 8. 
Al compararse los tratamientos entre sí, se encontró que existe diferencia significativa del 
tratamiento “se incorpora” con los tratamientos “se quema” y “se saca” y no existe diferencia 
significativa entre los tratamientos “se quema” y “se saca”, ver tabla No 9, siendo evidente el 
impacto de la incorporación del residuo de cosecha en la capacidad de intercambio catiónico en 
este orden de suelos a lo largo del tiempo. 
Con los valores obtenidos de la CIC acumulados a lo largo del tiempo que se encuentran en la tabla 
10 se compararon los datos obtenidos de la línea base con los datos del acumulado de los tres 
cultivos, que fueron tomados en febrero de 2020 y el resultado obtenido es: el tratamiento donde 
la CIC disminuyó en menor grado con respecto a la línea base después de dieciséis (16) meses de 
establecimiento de tres cultivos sucesivos de maíz, fue el tratamiento “incorpora”, luego el 
tratamiento “quema”. 
Por último el tratamiento donde más CIC se perdió fue el tratamiento “retira”, este tratamiento 
perdió a lo largo del año un total de 3,1 meq/100 g de suelo de CIC y presento el dato más bajo en 
CIC al final del experimento con 15,9 meq/100 gramos de suelo, luego de cultivarse maíz tres 
veces sin adición de biomasa (ver figura 12). 
Tabla 8. Análisis de comparación de medias utilizando el método de Tukey para los valores de la 
línea base. 
Nivel Media de mínimos 
cuadrados 
Incorpora A 20,026000 
Quema A 19,482000 
Retira A 19,004000 
Letras iguales representan que no existen diferencias significativas. 
Fuente: Tomado de JMP (2021). 
34 
 
 
 
 
 
 
Tabla 9. Análisis de comparación de medias utilizando el método de Tukey para los valores de 
CIC acumulados en los tratamientos a lo largo del tiempo. 
Nivel Media de mínimos 
cuadrados 
Incorpora A 18,506120 
Quema B 16,334340 
Retira B 15,895713 
Letras diferentes representan que hay diferencias significativas. 
Fuente: tomado de JMP (2021). 
 
Tabla 10. Efecto de los tratamientos acumulados en el tiempo. 
Efecto de los tratamientos acumulado en el tiempo 
Tratamiento Biomasa 
Línea base de 
CICs nov. 
2018 
Tercer cultivo feb. 2020 
Incorpora 86,4 20,03 18,51 
Quema0 19,48 16,33 
Retira 0 19 15,9 
Fuente: El autor (2021). 
 
 
 
 
 
 
 
35 
 
 
 
Figura 12. Efecto de los tratamientos acumulados en el tiempo. 
 
Fuente: el autor (2021). 
 
Hoy se sabe, que la quema de rastrojos agrava la dependencia de productos químicos perjudiciales, 
al evitar la incorporación de nutrientes naturales a los suelos cuando se laborean los rastrojos. Los 
suelos cada vez más empobrecidos por los cultivos intensivos y la falta de nutrientes naturales tras 
los fuegos, acaban necesitando un aporte constante de fertilizantes, que al filtrarse por los riegos o 
las lluvias hasta los estratos acuíferos profundos los contaminan haciéndose imposible la 
utilización de este valioso recurso. 
Adicionalmente se ha denunciado que, en 2020 durante la pandemia, las quemas de vegetación se 
incrementaron con respecto a los años precedentes. En algunas zonas, como el Vichada, se estima 
que se quema el 90% de la superficie de rastrojos. En Casanare se quema más del 60% de los 
residuos de cosecha de cultivos como el arroz o el maíz, produciendo en determinados momentos 
una degradación de las condiciones del aire que ha llegado a afectar seriamente a la calidad del 
aire y, posiblemente, ha provocado concentraciones de gases tóxicos muy superiores a los niveles 
36 
 
 
 
recomendados. Pero los humos de las malas prácticas agrícolas han llegado a todo el país y se han 
notado incluso en ciudades grandes como Bogotá y Medellín. 
Los efectos de las quemas trascienden a la degradación de los suelos y al deterioro de la salud 
humana, hay que sumar los impactos sobre el medio ambiente. Uno de ellos es el aumento de 
emisiones de gases de efecto invernadero y el consecuente calentamiento global que estas quemas 
generalizadas de los residuos de las cosechas están provocando en el planeta, cuando lo 
conveniente es conservar los residuos de las cosechas y luego incorporarlos al suelo para mejorar 
su fertilidad como quedo comprobado en esta investigación. 
5.4.2 formulación de biomasa. 
 
Teniendo en cuenta los resultados obtenidos con la tasa de pérdida de valores de CIC y basado en 
la modelización de la situación derivada de la investigación, específicamente para suelos entisoles, 
como un producto del resultado, se elaboró una ecuación de búsqueda de la cantidad de biomasa 
que debe ser incorporada en un periodo de tiempo, que pretende alcanzar un valor de CIC ideal. 
Para esto se utilizaron conceptos y procesos matemáticos lógicos, se propone que esta ecuación 
sea validada y estandarizada en futuras investigaciones. 
 
5.4.2.1. Datos: 
 
- Tiempo de duración de la investigación 16 meses 
- Biomasa acumulada aplicada en tres cultivos de maíz 86,4 kilogramos 
- CIC Inicial (línea base) 20,03meq/100g 
- CIC Final resultado del tratamiento “incorpora” 18,51 meq/100g 
37 
 
 
 
- Área implicada 12 m2 
Variables 
CIC (meq/100g) (-) Tiempo (meses) (+) Biomasa (kg) 
20,03 16 86,4 
18,51 12 X 
 
Cf=capacidad de intercambio catiónico factor. 
Ci=capacidad de intercambio catiónico ideal. 
Bf=86.4 biomasa factor. 
Bi=biomasa incógnita. 
Tf= tiempo factor 16m. 
Ti=tiempo ideal 12m. 
Ai= área implicada. 
5.4.2.2 Ecuación planteada. ----------- (Ci/Cf) * (Tf/Ti) = Bf/Bi ---------------- 
Razonamiento matemático. 
Ci20,03 meq/100g
Cf 18,51 meq/100g
∗
Tf16
Ti12
=
Bf 86,4kg/ua
Bikg/ua
 
(Ci20,03 ∗ Tf16)
(Cf18,51 ∗ Ti12)
=
Bf86,4
X
 
296,16
240,36
=
86,4
𝑋
 
296,16 ∗ 𝑋= 86,4 * 240,36 
Solución: 
Bi=Bf x (Cas x Ti) 
 Ci x Tf 
 
Bi=biomasa incógnita. 
Bf=biomasa Factor. 
38 
 
 
 
Cf=CIC factor 
Ti=tiempo ideal 
Ci=CIC ideal 
Tf=tiempo factor 
𝑋 =
86,4 𝑘𝑔/𝑢𝑎 ∗ 240,36𝑚𝑒𝑞/100𝑔
296,16 𝑚𝑒𝑞/100𝑔
 
 
Bi = 70,12123177 Kg/ua de Biomasa al año para alcanzar 20.03 meq/100g en 12 m2 (área 
factor) 
Relación matemática implicando el área; 
Ejemplo: halle la biomasa que se debe aplicar en 5000 m2. 
B/ua= Ai x Bi 
 Af 
B/ua= biomasa a aplicar por unidad de área. 
Ai= área ideal 
Af= área factor 
Bi= biomasa incógnita 
 
B/ua=Ai 5000 x Bf70.125 
 Af70 
 
B/ua=29.000 kg/ua de biomasa para 5000 m2 
 
39 
 
 
 
 
5.4.2.4. Ecuación de comprobación 
 
---------------Ci x Bf = Cas x Bi ------------------- 
Ci 20,03 x Bf 86,4 = Cas18,51 x Bi 
Bi= Ci x Bf 
 Cas 
Bi= biomasa ideal 
Ci= CIC ideal 
Bf= biomasa factor 
Cas= CIC del análisis 
 
Bi = Ci20,03 x Bf 86,4 
 Cas18,51 
 
Bi = 93,5 kg en 16 meses 
Relación matemática implicando tiempo; 
B/ua = Ti x Bi 
 Tf 
B/ua= biomasa unidad de área. 
Ti= tiempo ideal 
Bi= biomasa ideal 
Tf= tiempo factor 
40 
 
 
 
 
Bi= Ti12m * Bi93.5 kg/ua 
 16m 
Bi = 70.125 kg de biomasa para 12 m2 en 12 meses 
 
Relación matemática implicando el área; 
Ejemplo: halle la biomasa que se debe aplicar en 5000 m2. En 12 meses para lograr una CIC de 
20,03 meq/100g de suelo. 
B/ua= Ai x Bi 
 Af 
B/ua= biomasa a aplicar por unidad de área. 
Ai= área ideal 
Af= área factor 
Bi= biomasa ideal 
B/ua=Ai 5000 x Bf70.125 
 Af12 
B/ua= 29.000 kg/ua de biomasa para 5000 m2 
 
 
 
 
 
 
 
 
41 
 
 
 
6. CONCLUSIONES. 
 
• Se concluye de la presente investigación, analizando los resultados, después de haber 
estudiado la dinámica temporal de la CIC en función del manejo de residuos de cosecha de 
tres cultivos de maíz, luego de evaluar el efecto acumulativo de residuos de cosecha en 
dieciséis (16) meses, que en suelos entisoles los residuos de cosecha cuando se incorporan 
al suelo impactan positivamente la capacidad de intercambio catiónico. 
• En cuanto a la dinámica temporal de la CIC en función del manejo de residuos de cosecha 
de maíz en suelos entisoles, se evidenció que el tratamiento “incorpora”, presentó un valor 
final de CIC, más alto que el tratamiento “se retira el material” lo que determina que la 
dinámica a través del tiempo fruto del efecto de los tratamientos, dio como resultado un 
valor de CIC más alto al final del estudio para el tratamiento “incorpora”, presentándose 
una diferencia de 2,61 meq/100 g de CIC al final de la investigación en favor del 
tratamiento “incorpora”. 
• Teniendo en cuenta que la importancia agronómica de la CIC se fundamenta, en que influye 
en las propiedades físicas (estructura, estabilidad estructural, retención de agua) y 
químicas (acidez, alcalinidad), fertilidad (reposición de nutrientes), la investigación 
comprobó que la CIC es dinámica en el suelo y esto depende de la cantidad de biomasa que 
se le incorpore y de la interacción de los factores que facilitan el proceso de descomposición 
de esta materia orgánica. 
• Para poder mantener una CIC en valores adecuados de meq/100 g de suelo, se debe tener 
una práctica regularizada de suministro de biomasa, que mantenga o incremente los 
porcentajes de M.O. con respecto a la tasa de mineralización de esta en el suelo. Por eso 
42 
 
 
 
se debe crear conciencia de la importancia del manejo y la incorporación de los residuos 
de las cosechas. 
• El tratamiento “se saca el residuo” demostró ser el menos recomendable para la 
sostenibilidad de la CIC a lo largo del tiempo, si se pierde la CIC se pierde la fertilidad del 
suelo. Si bien es cierto esta no es una práctica generalizada, si se demostró que al efectuar 
sucesivos cultivos en un mismo lote y no aplicar biomasa al mismo, deteriora en gran 
medida el porcentaje de materia orgánica en los suelos, por lo tanto, decrecen también los 
valores de la CIC, la conclusión es valiosa y aporta al manejo adecuado y sostenible de los 
suelos. 
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