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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE INGENIERÍA DECDFI M. en I. MIGUEL ANGEL TAPIA GARCÍA ÍNDICE Pág. OBJETIVO GENERAL 6 INTRODUCCIÓN 7 UNIDAD 1. GENERALIDADES Y ASPECTOS CONCEPTUALES 8 Objetivo 8 1.1. Definición y clasificación de los pavimentos 8 1.1.1. Definición de pavimentos 8 1.1.2. Tipos de pavimentos 9 1.1.3. Funciones de las capas y materiales que componen los pavimentos 10 1.2. Factores que afectan el comportamiento de los pavimentos 14 1.2.1. Características y propiedades de los materiales de cimentación 16 1.2.2. Efectos del tránsito. 17 1.2.3. Efectos del medio ambiente 21 1.2.4. Factores económicos 23 UNIDAD 2: DISEÑO Y PROYECTO DE PAVIMENTOS 25 Objetivo 25 2.1. Consideraciones teóricas relativas a la distribución de esfuerzos y deformaciones en pavimentos flexibles y rígidos. 25 2.2. Métodos de diseño 31 2.3. Pavimentos Flexibles 32 2.3.1. Método AASHTO 32 2.3.1.1. Índice de servicio 34 2.3.1.2. Tránsito 35 2.3.1.3. Módulo de Resiliencia efectivo 37 2.3.1.4. Medio ambiente 39 2.3.1.5. Confiabilidad “R” 40 2.3.1.6. Desviación Estándar Global “SO” 41 2.3.1.7. Coeficientes de capa 41 2.3.1.8. Diseño de espesores del pavimento 46 2.3.2. Método del Instituto del Asfalto 48 2.3.2.1. Tránsito 49 2.3.2.2. Caracterización de materiales 51 2.3.2.3. Procedimiento de diseño 56 2.3.3. Método del Instituto de Ingeniería de la UNAM 61 2.3.3.1. Capas consideradas 69 2.3.3.2. Valores relativos de soporte críticos, VRSZ 70 2.3.3.3. Módulos elásticos de las capas no estabilizadas 71 2.3.3.4. Módulo de rigidez de la carpeta 71 2.3.3.5. Relaciones de Poisson 71 2.3.3.6. Nivel de confianza del proyecto 71 2.3.3.7. Diseño por deformación permanente en la rodada 71 2.3.3.8. Revisión del diseño por efectos de fatiga 72 2.4. Pavimentos Rígidos 74 2.4.1. Método AASHTO 74 2.4.1.1. Desviación normal estándar “Zr” 75 2.4.1.2. Error estándar combinado “SO” 77 2.4.1.3. Variación del índice de serviciabilidad ΔPSI. 77 2.4.1.4. Coeficiente de drenaje “Cd” 77 2.4.1.5. Coeficiente de transmisión de carga “J” 77 2.4.1.6. Módulo de elasticidad del concreto “EC” 79 2.4.1.7. Factor de pérdida de soporte “LS” 79 2.4.1.8. Módulo de reacción “K” 81 2.4.2. Método PCA 83 2.4.2.1. Factores de diseño 84 2.4.2.2. Procedimiento de diseño de espesores 87 2.4.2.3. Juntas en los pavimentos de concreto 92 2.5. Tendencias del diseño de pavimentos a nivel internacional 100 2.5.1. Modelos de elementos finitos 101 2.5.2. Modelos de elementos discretos 102 2.5.3. Modelos de sistemas multicapas 103 UNIDAD 3: ESPECIFICACIONES TÉCNICAS Y DISEÑO DE MEZCLAS 104 Objetivo 104 3.1. La constructibilidad en los pavimentos 104 3.2. Especificaciones de diseño, construcción y control 111 3.2.1. La Ley Federal sobre Metrología y Normalización 112 3.3. Diseño de mezclas asfálticas 117 3.3.1. Método Marshall para mezclas de granulometría densa 117 3.3.2. Método Hveem para mezclas de granulometría densa. 123 3.3.3. Método Cántabro para mezclas de granulometría abierta 125 3.3.4. Tendencias del diseño de mezclas a nivel internacional. 129 3.4. Diseño de mezclas de concreto hidráulico 135 UNIDAD 4. LOS PROCESOS CONSTRUCTIVOS Y SU CONTROL DE CALIDAD BAJO LA NORMATIVIDAD SCT 139 Objetivo 139 4.1. Tratamientos de los materiales. 139 4.2. Terracerías 141 4.3. Bases y sub-bases 145 4.4. Carpetas asfálticas 150 4.4.1. Carpetas asfálticas con mezclas en caliente 150 4.4.2. Carpetas asfálticas con mezclas en frio 152 4.5. Carpetas de concreto hidráulico 153 ANEXO TABLAS 160 BIBLIOGRAFÍA 204 REFERENCIAS ELECTRÓNICAS 207 OBJETIVO GENERAL Al finalizar el curso, el participante será ca- paz de: • Identificar los diferentes tipos y dise- ños de pavimentos, la estructuración, pro- piedades y características de cada uno de los materiales que componen sus capas. Así mismo, identificara sus procesos constructi- vos y su respectivo control de calidad, con afinidad a la normatividad vigente de Méxi- co, para poder utilizar de forma racional los métodos de diseño empleados en México. • Aplicar los procedimientos adecuados para los diseños de los distintos tipos de mezclas, tanto asfálticas como de concreto hidráulico, estableciendo las especificacio- nes técnicas y manejando los parámetros de comportamiento. INTRODUCCIÓN Hoy en día, el comportamiento y la operación de los sistemas de transporte de cada país, son una preocupación de carácter mundial, debido a la trascendencia que tales con- ceptos han adquirido en los diferentes ren- glones de la economía. Dicha situación ha llegado a plantear importantes cuestiona- mientos acerca de los aspectos del diseño, proyecto y construcción de los sistemas de transporte y en especial de la infraestructu- ra carretera, debido a su gran flexibilidad, adaptación y extensión que abarca dentro de los conceptos del desarrollo económico y de la comunicación en el contexto de una región. El transporte por carretera constituye un elemento básico de calidad de vida en la mayoría de las sociedades. Actualmente, no solo se demanda nueva infraestructura ca- rretera, sino también que ésta, tenga un di- seño que asegure su durabilidad, indepen- dientemente del tráfico y de las condiciones climatológicas y además se exige una ad- ministración de la misma del más alto nivel. De ahí la gran importancia que la inversión en carreteras tiene, tanto en construcción como en conservación, debiendo existir un equilibrio entre ambas. Por otro lado, en la práctica, la integración del diseño y construcción de los proyectos de pavimentos en la infraestructura carrete- ra, generalmente no se da de forma efecti- va. Según estudios recientes, hasta un 25% de los desperdicios en la ejecución se deben a los errores, a la mala toma de decisiones, entre otros, del proyecto ejecutivo. Todo ello plantea la necesidad de planear un pro- yecto con criterio constructivo, lo cual exige ingenio, previsión, conocimientos y expe- riencia en la construcción y que nos llevará a consumir más tiempo y recursos de ofi- cina, pero reducirá los recursos, el tiempo y el costo de las indefiniciones durante la ejecución. Por lo tanto, el proyecto de cons- trucción será más constructivo si el pro- yectista está dispuesto a entender y prever los problemas del constructor y si éste se esfuerza por entender lo que le propone el proyectista. En este sentido, el propósito del curso es satisfacer una evidente necesidad de las en- tidades, tanto públicas como privadas, en cuanto a la capacitación específica en inge- niería de pavimentos, con sus característi- cas y niveles de aplicación particulares, así como proveer los conocimientos, las herra- mientas y las técnicas actuales que se utili- zan en los procesos de toma de decisiones relacionadas con el diseño, el proyecto y la construcción de pavimentos en la infraes- tructura carretera. UNIDAD 1. GENERALIDADES Y ASPECTOS CONCEPTUALES Objetivo Al finalizar la unidad el participante será capaz de identificar los diferentes tipos de pavimentos, las funciones y materiales que los conforman, para analizar e interpretar los factores que afectan su comportamiento. 1.1. Definición y clasificación de los pavimentos 1.1.1.Definición de pavimentos La infraestructura carretera, resulta de modifi- car el terreno natural, construyendo las obras necesarias para procurar una superficie ade- cuada donde apoyar el pavimento. Comprende, por lo tanto, el movimiento de tierras, cortes y terraplenes y las obras de drenaje, necesarias para dar continuidad a los escurrimientos na- turales y las que se requieren para asegurar la estabilidad general de la obra básica. De acuerdo a la concepción actual de los pavi- mentos, estos pueden definirse como un sis- tema quefunciona obedeciendo determinadas leyes físicas reaccionando en forma de res- puestas cuando es activado por funciones de excitación. Las leyes físicas consideradas, de- terminaran la forma en que interactúan los es- fuerzos, las deformaciones unitarias, el tiempo y la temperatura. Es decir, el pavimento, es un sistema que esta caracterizado por las propie- dades, espesores y acomodo de los distintos materiales que conforman un conjunto de ca- pas colocadas y apoyadas sobre otra, denomi- nada "subrasante", con el propósito de recibir en forma directa las cargas del tránsito y trans- mitirlas a los estratos inferiores en forma disi- pada y distribuyéndolas con uniformidad como se muestra en la Figura 1. Este conjunto de capas proporciona también la superficie de rodamiento y permite por un periodo determinado la circulación de vehícu- los en condiciones de comodidad y seguridad aceptables bajo las diversas condiciones am- bientales que se presenten. Bajo esta concep- ción, ni las terracerías, ni la capa subrasante, ni el terreno natural forman parte del mismo. La experiencia ha demostrado que se puede tener un pavimento muy bien formado desde la capa subrasante, con los mejores materiales y con un excelente control de calidad al cons- truirse y por el hecho de tener terracerías ines- tables puede fallar. La sección estructural del pavimento, la cual está formada por el terreno natural, el cuerpo del terraplén, la capa subra- sante y las diferentes capas, constituyen lo que se conoce como pavimento: subbase, base y carpeta. Al actuar sobre los pavimentos las cargas apli- cadas por los vehículos, el sistema genera res- puestas mecánicas inmediatas, derivadas de las leyes físicas involucradas y que se identi- fican como estados de esfuerzos, de deforma- ciones unitarias y de deflexiones, a los cuales están asociados determinados efectos, conoci- dos como deterioros, que están en función del tiempo y que se caracterizan por ser acumu- lativos, permanentes e interactuante, identi- ficados como agrietamientos deformaciones, desintegración y reducción de la resistencia al derrapamiento, además del fenómeno de bom- beo y escalonamiento entre juntas, en el caso de los pavimentos rígidos. 1.1.2. Tipos de pavimentos Actualmente se cuenta con una gran variedad de pavimentos que, atendiendo los criterios tradicionales, básicamente pueden clasificarse en: rígidos y flexibles, mixtos o compuestos. A continuación veremos en qué consiste cada uno de ellos. Pavimentos Flexibles Estos pavimentos cuentan con una capa de ro- damiento constituida por mezcla asfáltica, por lo que también se les conocen como pavimen- tos asfálticos. Resultan más económicos en su construcción inicial, pero tienen la desventa- ja de requerir mantenimiento constante para cumplir con su vida útil. El incremento, tanto en intensidad como en nú- mero de las aplicaciones de cargas, llevo en su momento a la realización de pavimentos con mayor capacidad estructural, recurriendo a ca- pas tratadas o estabilizadas con cemento o con un espesor considerable de mezclas asfálticas, como las denominadas “full depth”, con espe- sores del orden de 30 cm. Estos pavimentos suelen incluirse también en el tipo de los pa- vimentos flexibles, debido a que tiene superfi- cialmente capas asfálticas, pero su comporta- miento estructural es muy diferente, con capas inferiores de igual o mayor rigidez que las su- periores. Pavimentos Rígidos En los pavimentos rígidos, la superficie de roda- miento es proporcionada por losas de concreto hidráulico que en algunas ocasiones presentan un armado de acero. Por su mayor rigidez dis- tribuyen las cargas de los vehículos hacia las capas inferiores por medio de toda la superficie de la losa y de las losas adyacentes que traba- jan en conjunto con la que recibe directamente la carga. A excepción de los bordes de las losas y las juntas, sin pasajuntas, las deflexiones y de- formaciones elásticas son casi nulas. Este tipo de pavimentos no puede plegarse a las defor- maciones de las capas inferiores sin que se presente la falla estructural. Generalmente, el mantenimiento que requiere es mínimo y co- múnmente solo se efectúa en las juntas de las losas. Pavimentos Mixtos o Compuestos Los pavimentos mixtos o compuestos, están conformados por una capa de concreto hidráu- lico, cubierta por una carpeta asfáltica, se em- plean en calles y su justificación se basa, en la presencia de redes y servicios bajo la vialidad, que deben protegerse de la acción del tránsito. Su posición impide efectuar excavaciones a mayor profundidad para alojar una estructura del pavimento flexible convencional. Así mis- mo, pueden tener una mayor capacidad estruc- tural y por consiguiente un mejor desempeño. 1.1.3. Funciones de las capas y materiales que componen los pavimentos El pavimento tiene diversas funciones como son: ▪ Proporcionar una superficie de rodamien- to seguro, cómodo y de características perma- nentes, bajo las cargas repetidas del tránsito a lo largo del periodo de diseño considerado. ▪ Resistir el tránsito previsto para el periodo de diseño y distribuir las presiones verticales producidas por las cargas del tránsito, de tal forma que solo llegue una mínima porción de estas cargas a la capa subrasante, para que esta sea capaz de soportarlas. ▪ Constituir una estructura que sea capaz de resistir los factores climatológicos del lugar en el que es construido; en especial factores como el agua y la temperatura, ya que son estos los que producen efectos más adversos en el com- portamiento de los materiales que constituyen el pavimento. Los pavimentos también deben contar con una serie de características funcionales y estructu- rales; las funcionales corresponden a la super- ficie de rodamiento y son las que más afectan a los usuarios, y las estructurales, que son más bien del interés de las personas encargadas de operar y conservar los pavimentos. Respecto a las características funcionales se puede mencionar: ▪ Resistencia al derrapamiento: Ésta es ob- tenida a través de una adecuada textura en la superficie de rodamiento, esta textura debe estar adaptada para las velocidades de circula- ción previstas en el diseño. ▪ Regularidad transversal y longitudinal en la superficie de rodamiento: Ésta característica afecta directamente la comodidad del usuario y en la medida de la severidad de las defor- maciones presentes en el pavimento, se podrá o no alcanzar la velocidad considerada en el proyecto. ▪ Propiedades de reflexión luminosa: Estas propiedades son importantes para la conduc- ción nocturna y para el diseño apropiado de las instalaciones de iluminación. ▪ Drenaje superficial rápido: Ésta caracterís- tica evita que el espesor de la película de agua que escurre sobre la superficie de rodamiento sea considerable, y con esto impide el efecto conocido como acuaplaneo. Por su parte, las características estructura- les están relacionadas con las características mecánicas de los materiales utilizados para la construcción de las diferentes capas que con- forman el pavimento. Estas características me- cánicas definen el espesor de cada capa. En este sentido, el análisis mecánico da una idea de los efectos producidos por las cargas del tránsito, en cuanto a estados de esfuerzo y de- formaciones. Es decir, la vida útil de los pavimentos, de- pende en gran medida, de las características estructurales. Además de las consideraciones funcionales y estructurales, en los pavimentos se requieren que sean considerados los aspec- tos constructivos, para poder realizar un análi- sis de costos y este análisis de costos debe ser sustentado con la previsión del comportamien- to de los pavimentos duranteel periodo de di- seño, la conservación necesaria y la estimación de refuerzos estructurales después del periodo de diseño. Los pavimentos están constituidos por varias capas denominadas de arriba hacia abajo car- peta, base y subbase, respectivamente, como se muestran en la Figura 2. Características del pavimento El pavimento es una estructura que proporciona una superficie de rodamiento de color y textura apropiados, resistente a la acción del tránsito, intemperismo y otros agentes erosivos. Trans- misor a las terracerías y al terreno natural, los esfuerzos producidos por las cargas impuestas por el tránsito, de tal forma que no sobrepasen los esfuerzos que resisten las diferentes capas. Carpeta Es la parte que soporta directamente las soli- citaciones del tránsito y aporta las característi- cas funcionales y estructuralmente absorbe los esfuerzos horizontales y parte de los verticales. En condiciones de alta intensidad del tránsito puede llegar a alcanzar espesores considera- bles. Las carpetas se construyen con concretos hi- dráulicos o con mezclas asfálticas en frío en ca- liente, denominándose en este caso concretos asfálticos, los cuales pueden contener algún agente modificador para mejorar alguna de sus características. En el caso de pavimentos rígi- dos, las losas pueden llegan a tener espesores del orden de 40 cm., especialmente en las ae- ropistas. Base La base es la capa situada bajo la carpeta, y su función es evidentemente resistente, pues absorbe la mayor parte de los esfuerzos ver- ticales y su rigidez o su resistencia a la de- formación bajo las solicitaciones repetidas del tránsito suele corresponder a la intensidad del tránsito pesado.Para tránsito medio y ligero se emplean las tradicionales bases granulares, pero para tránsito pesado se emplean mate- riales granulares tratados con un cementante, denominadas bases asfálticas o bases de gra- va-cemento. Subbase La subbase es la capa que va debajo de la base y a su vez se construye sobre la capa subra- sante. Esta capa puede no ser necesaria cuan- do la subrasante es de elevada capacidad de soporte. Su función es proporcionar a la base un cimiento uniforme y constituir una adecua- da plataforma de trabajo para su colocación y compactación. Es deseable que cumpla también una función drenante, para lo cual es imprescindible que los materiales utilizados carezcan de finos y en todo caso suele ser una capa de transición necesaria. Se emplean normalmente subbases granulares constituidas por materiales cribados o de trituración parcial, suelos estabilizados con cemento, etc. Subrasante La capa subrasante, debe recibir y soportar las cargas producidas por el tránsito, que le son transmitidas por el pavimento, dentro de un periodo de tiempo determinado (que corres- ponde al periodo del proyecto), sin sufrir dete- rioros o deformaciones que afecten la integri- dad del pavimento. Las funciones de la capa subrasante deben ser: • Transmitir y distribuir de modo adecuado las cargas del tránsito al cuerpo del terraplén. • Evitar que los materiales finos plásticos que formen el cuerpo del terraplén contaminen el pavimento. • Evitar que las terracerías, cuando estén formadas principalmente por fragmentos de roca (piedraplen), absorban el pavimento. • Evitar que las imperfecciones de la cama de los cortes se reflejen en la superficie de ro- damiento. • Uniformizar los espesores de pavimento, sobre todo cuando varían mucho los materiales de terracerías a lo largo del camino. • Economizar espesores de pavimentos, en especial cuando los materiales de las terra- cerías requieren un espesor importante. Esta capa es considerada como la cimenta- ción del pavimento y en ocasiones puede estar constituida por el terreno natural, cuando este es de buena calidad, o bien, por un material seleccionado. La principales funciones, tanto de las bases como de las subbases, son: recibir y resistir las cargas del tránsito a través de la capa que constituye la superficie de rodamiento (carpeta asfáltica o losas de concreto); transmitir estas cargas, adecuadamente distribuidas a las te- rracerías; impedir que la humedad de las te- rracerías ascienda por capilaridad, y en caso de introducirse agua por la parte superior, permitir que el liquido descienda hasta la capa subra- sante, donde se desaloja al exterior por el efec- to de bobeo o la sobreelevación. En el caso de los pavimentos rígidos, las subba- ses tienen como principales funciones controlar los cambios volumétricos de la subrasante e in- crementar su modulo de reacción. Se trata de un elemento importante para garantizar la uni- formidad de soporte de las losas y se construye con materiales granulares, los cuales, cuando el tránsito llega a ser muy pesado e intenso, se hace necesario estabilizar, por lo general, con cemento portland para evitar que bajo su acción sufran erosiones indeseables. Otro aspecto importante que debe cumplir la subbase es evitar la eyección de material fino a través de juntas y grietas, al paso del tránsito pesado. Asimismo, cabe mencionar que even- tualmente a esta capa se le denomina base, por su posición inmediatamente a bajo de la losa. Sin embargo, los correcto es denominarla sub- base, debido a que los requerimientos de cali- dad de los materiales no son tan estrictos como los de una base en un pavimento flexible, con- siderando que la losa de concreto reduce los esfuerzos impuestos a esta capa por las cargas aplicadas. La subestructura del pavimento está confor- mada por el terreno natural y las terracerías compuestas por cortes o terraplenes y la capa subrasante. El terreno natural se define como la franja de terreno incluida en el derecho de vía, cuyo estado de esfuerzo original resulta afectado por la construcción de la infraestruc- tura carretera y que recibe las cargas del trán- sito distribuidas a través de la estructura de los pavimentos. Las terracerías pueden definirse como los volúmenes de materiales que se ex- traen o que sirven de relleno en la construcción de la infraestructura carretera. Es decir, es el conjunto de obras compuestas de cortes y te- rraplenes, respectivamente. Las terracerías en terraplén se dividen en el cuerpo del terraplén, que es la parte inferior, y la capa subrasante que es la que se coloca sobre la anterior, como se muestra en la Figura 3. La finalidad del cuerpo del terraplén, es alcan- zar la altura necesaria para satisfacer princi- palmente las especificaciones geométricas, re- sistir las cargas del tránsito transmitidas por las capas superiores y distribuir los esfuerzos a través de su espesor para transportarlas en forma adecuada al terreno natural. La capa subrasante, debe recibir y soportar las cargas producidas por el tránsito, que le son transmitidas por el pavimento, dentro de un periodo de tiempo determinado (periodo de proyecto), sin sufrir deterioros o deformacio- nes que afecten la integridad del pavimento. Cuando se va a construir un camino que pre- sente un TPDA (Tránsito Promedio Diario Anual) mayor a 5,000 vehículos, es necesario que se construya bajo la sub-rasante una capa conoci- da como sub-yacente; la cual deberá tener un espesor mínimo de 50 cm. También es impor- tante mencionar, que en algunas secciones es- tructurales del pavimento, puede no requerirse de alguna de las capas antes mencionadas. 1.2. Factores que afectan el compor- tamiento de los pavimentos El diseño y proyecto de los pavimentos, deben tener como objetivo principal el conseguir una optimización desde el punto de vista de la re- sistencia y funcionalidad de la estructura, con un costo global mínimo, que deberá incluir los costos de construcción, conservación y opera- ción enun periodo general de 15 a 40 años. Para el dimensionamiento de las diferentes ca- pas que conforman los pavimentos, existen va- rios métodos desarrollados por diferentes ins- tituciones o entidades, cuya aplicación se basa principalmente en los siguientes factores que se presentan a continuación: Efectos del medio ambiente Los efectos del medio ambiente constituyen un factor que aún no es suficientemente conside- rado en el diseño. Normalmente deben tomar- se en cuenta cuando se seleccionan los mate- riales y deben considerarse en determinados elementos colaterales, como lo es el drenaje. En el diseño de la propia estructura de los pa- vimentos nos debe interesar su comportamien- to bajo efectos de temperatura y humedad. En este sentido, deben ser objeto de consideración las temperaturas extremas diarias y estaciona- les, así como el régimen e intensidad de las precipitaciones pluviales, aspectos que además influyen durante el proceso constructivo. El agua afecta a los materiales que constitu- yen los pavimentos en distintas formas, modi- ficando o alterando algunas de sus propieda- des: resistencia al esfuerzo cortante, cohesión, expansión-contracción, erosión, grado de com- pactación, corrosión, envejecimiento de los as- faltos, adherencia entre agregado y asfalto y efecto de congelamiento-deshielo. Características y propiedades de los ma- teriales Como parámetro fundamental, dentro de las características y propiedades de los materiales de cimentación de los pavimentos, se emplea la capacidad de soporte o resistencia a la de- formación por esfuerzo cortante bajo las car- gas del tránsito. De igual manera, debe considerarse la sensibi- lidad del suelo a la humedad, tanto en lo que se refiera a su resistencia, como a las eventuales variaciones de volumen, es decir a los fenóme- nos de expansión y contracción. Por lo general, el parámetro de resistencia utili- zado para caracterizar la resistencia de los ma- teriales, es el valor relativo de soporte, aunque actualmente algunos métodos emplean el Mo- dulo de Resiliencia (MR), siendo común, mane- jar correlaciones entre estos dos parámetros. Efectos del tránsito El efecto que provoca el tránsito sobre los pa- vimentos, constituye sin duda uno de los prin- cipales factores para el diseño. En este sentido, nos deben interesar las cargas más pesadas por eje, esperadas en el carril de proyecto y que generalmente es el más solici- tado; dado que éste determinará la estructura del pavimento, durante el periodo del proyecto adoptado. Sin embargo, en los casos de viali- dades con carriles múltiples, podrá realizarse un diseño con estructuras y espesores diferen- ciados, en función del tránsito asignado a cada carril. La repetición de cargas y la acumulación de sus efectos sobre los pavimentos, como la fatiga o la deformación permanente, son fundamenta- les para el cálculo del dimensionamiento de sus capas. Por otro lado, se deben tomar en cuen- ta las máximas presiones de contacto, las so- licitaciones tangenciales en tramos especiales, como son curvas, zonas de frenado y acelera- ción, entre otros; las velocidades de aplicacio- nes, en particular, las lentas en rampas y zonas de estacionamiento de vehículos pesados, en- tre otros. Factores económicos Es claro que ninguna entidad es partidaria de gastar su presupuesto en números mayores que lo necesario en cada caso, pero el gasto necesario difícilmente coincide con la mínima inversión inicial y en ocasiones suele ser ma- yor, por tener que tomar en cuenta otros fac- tores. De esta manera, el criterio del costo inicial mí- nimo ha llevado a infraestructuras deficientes en muchos casos; no preparadas para un futu- ro uso y crecimiento y a veces, con un funcio- namiento defectuoso. En este sentido, el criterio del ingeniero no pue- de desarrollarse, obviamente, sin una conside- ración de los factores económicos involucrados, pero éstos resultan siempre de una amplitud y balance que trasciende enormemente las con- sideraciones preponderantes del costo inicial de la construcción. Por otro lado, construidos los pavimentos y a medida que transcurre el tiempo, deben con- servarse y operar para cumplir sus fines de propiciar un óptimo transporte, es decir, se tie- nen que considerar los costos provocados por la conservación normal y aquellos originados por las reconstrucciones periódicas. Así, conservarse, no quiere decir tenerlos siem- pre flamantes como el día de su estreno. La regiones crecen y progresan y lo que se hace para cubrir un servicio que va a durar mucho más de lo que suele considerarse el periodo de vida útil de una obra, deberá cubrir en cual- quier futuro fines cada vez más amplios en lo cualitativo y en lo cuantitativo. Por ello, con- servar una carretera, quiere decir mantenerla todos esos años en una similar calidad de ser- vicio, haciendo frente a una demanda sin duda creciente. Este hecho, puede y debe ser previs- to desde el proyecto inicial. 1.2.1.Características y propiedades de los materiales de cimentación El tránsito de los vehículos, bajo las acciones del medio ambiente como la lluvia, el cambio de nivel de aguas freáticas y la acción del in- temperismo por cambios del clima, propician la variación de las características de resistencia y deformación en los materiales que forman la cimentación de los pavimentos. En México, hasta los años 80´s, se permitía emplear, para formar el cuerpo del terraplén, desde los limos y arcillas de alta plasticidad, hasta los suelos orgánicos, con la única limita- ción de que su límite líquido no fuera superior a 100 y no se limitaban otras características, como su resistencia o su deformación. Al tener libertad para emplear arcillas y limos de alta plasticidad en el cuerpo del terraplén, se podían usar las arcillas activas, las cuales sujetas a variaciones de la humedad, cam- bian tanto de volumen, como su resistencia. Lo anterior propicio que se tuvieran secciones estructurales de los pavimentos, en las que el cuerpo del terraplén estaba formado por ma- teriales que, sujetos a incrementos en su con- tenido de agua, disminuían su resistencia e in- crementaban su deformabilidad. Por otro lado, se debe considerar, que la topo- grafía de la Republica Mexicana, está confor- mada por zonas montañosas y planas, estas últimas, producto de la desecación de los anti- guos lagos, en donde por lo general, aparecen suelos blandos o activos (arcillas expansivas). Aunado a lo anterior, en gran parte del país se presentan lluvias abundantes, que incremen- tan los contenidos de agua de los diferentes materiales que conforman la sección estructu- ral de los pavimentos, tanto en las zonas de montañas como en las planas. Ya sea que se trate de una zona plana o de la montaña, en la mayor parte de la superficie de la Republica Mexicana, no es posible garanti- zar que no exista cambios en los contenidos de agua producidos por alguna de las siguientes causas: infiltraciones propiciadas por el agua de lluvia, ascensión capilar de nivel de aguas freáticas, flujo interno en la masa de suelo o roca por un drenaje o subdrenaje inadecuado y saturación de los materiales que formen la sección estructural propiciada por llanuras de inundación en zonas planas. Como parámetro fundamental, dentro de las características y propiedades de los materiales de cimentación de los pavimentos, se emplea la capacidad de soporte o resistencia a la de- formación por esfuerzo cortante bajo las cargas del tránsito. De igual manera, debe considerar- se la sensibilidad del suelo a la humedad, tanto en lo que se refiera a su resistencia, como a las eventuales variaciones de volumen, es decir a los fenómenos de expansión y contracción, como se muestra en la Figura 4.1.2.2. Efectos del tránsito. Para 1950, el vehículo más pesado que reco- rría las carreteras nacionales podía llegar a 8 toneladas, y en la actualidad es usual ver cir- cular unidades cuyo peso bruto supera las 60 toneladas. A la vez, esta multiplicación ocurrió no sólo en peso, sino también en número; en 1950 la ca- rretera más importante de México podía tener entre 5,000 y 6,000 vehículos diarios, de los cuales, un 10% eran camiones de carga; hoy es posible contemplar en la red básica mexica- na carreteras con 3 ó 4 veces mayor número de vehículos, además de que la proporción de vehículos de carga aumentó considerablemen- te, hasta niveles de 30 ó 40% del tránsito dia- rio, en este sentido, México es uno de los paí- ses de mayor proporción de vehículos de carga dentro del flujo general como se muestra en la Figura 5. Esta situaciones, nos conducen a condiciones radicalmente nuevas y mucho más onerosas en lo que se refiere al comportamiento de los pa- vimentos; condiciones que deben considerarse en los diseños y en la construcción de las sec- ciones estructurales de las carreteras que se construyan en el futuro, en los proyectos de refuerzo que se hacen para adaptar las carre- teras existentes a las nuevas condiciones y en las tareas de conservación. La repetición de cargas y la acumulación de sus efectos sobre los pavimentos, como la fatiga o la deformación permanente, son fundamenta- les para el cálculo del dimensionamiento de sus capas. Por otro lado, se deben tomar en cuenta las máximas presiones de contacto, las solicitacio- nes tangenciales en tramos especiales, como son curvas, zonas de frenado y aceleración, etc., las velocidades de aplicaciones, en parti- cular, las lentas en rampas y zonas de estacio- namiento de vehículos pesados, etcétera. Para poder hacer una clasificación de los vehí- culos, se hará uso del término: “TDPA”, Tran- sito Diario Promedio Anual, el cual se define como el número de vehículos que pasan en un lugar especifico, durante un año, dividido entre el número de días del año (365). Para determinar el TDPA de un camino en ope- ración, se cuenta en forma directa el tránsi- to mediante una operación llamada “aforo”, la cual la pueden realizar operarios o contadores mecánicos; el conteo puede realizarse durante todo o el año o solo en ciertas temporadas y luego proyectarlo a un año. Al calcular el TDPA de varios años, mediante técnicas estadísticas, se pue- de conocer la tendencia del incremento. Para determinar el TDPA de un camino que se habrá de construir, se estima con base al tránsito inducido y al tránsito generado. El primero, es aquel que en la actualidad utiliza otros caminos, pero que usara el nuevo para llegar al mismo destino, es decir, es el tránsito que ahora hace un rodeo, pero que al construirse el nuevo camino, lo utilizará por ser más directo para llegar al lugar deseado. Para conocer este tipo de tránsito se realizan estudios de origen-destino en los caminos que operan en la actualidad, en donde se hacen entrevistas, tanto a los conductores como a los pasajeros. El tránsito generado se conoce como una cuantificación de los productos agrícolas, ganaderos e industriales, que se generaran y al calcular el número de vehículos que serán necesarios para su traslado, además de los que se requerirán para efectuar actividades comerciales turísticas, etcé- tera. Por lo tanto, el TDPA de caminos futuros, será la suma del tránsito inducido y el generado, así mismo es factible deducir la tendencia de incremento al tomar en cuenta la que corresponde a caminos ya construidos en la zona. Atendiendo a su clase, los tipos de vehículos que circulan por la infraestructura carretera, se clasifican de acuerdo a la Tabla 1. Al analizar los datos de vialidad a nivel nacional, se puede observar que más del 50% de los ve- hículos que transitan por un determinado lugar, corresponden al tipo A, esto es, más del 50% son automóviles o camionetas con capacidad de hasta 3 toneladas. Las características del tránsito, se aplican de dos formas diferentes; la primera se denomina “tránsito a un nivel fijo”, y en ella se elige el vehículo que daña mas la estructura, tomando en cuenta, tanto el número de pasadas, como el peso; este método fue el primero en utilizarse, pero ahora solo se aplica en aeropuertos. En la segunda forma, se considera todo el tránsito que utiliza la infraestructura carretera y se de- nomina “tránsito mezclado”. En este método, con objeto de trabajar con unidades homogéneas, o sea con un mismo tipo de vehículo, utiliza el criterio de ejes equivalentes y el factor de daño. El factor de daño es la relación del deterioro que un vehículo dado, causa a la estructura de los pavimentos, con el daño que provoca un vehículo estándar. En México, como en otros países, se utiliza como estándar un eje sencillo con ruedas simples, que soporta una carga total de 8.2 tone- ladas (18,000 lb). En la actualidad, con los métodos que utilizan el criterio de tránsito mezclado se calcula el total de ejes estándar que usarán la vía durante los “n” años de vida útil. Este volumen de tránsito se calcula mediante la siguiente ecuación: Te = TDPAet x C 1 En donde: • Te = Volumen de ejes estándar en la vida útil del proyecto. • TDPAet = Tránsito diario promedio anual equivalente total en el carril de diseño. • C = Factor de proyección de transito a futuro. o C = ((1+r)n – 1) 365/r. • r = Factor de incremento anual del tránsito, que en forma aproximada puede ser: • r=12% en caminos nuevos; r=4% en caminos con más de 10 años construidos; r=8% en promedio. • n = años de vida útil del proyecto. A continuación se observan los efectos del tránsito de acuerdo al tipo de vehículo. 1.2.3. Efectos del medio ambiente El agua es uno de los factores que más contri- buye en el deterioro de los pavimentos, por lo que deberá considerarse de vital importancia su rápido desalojo, para evitar su concentra- ción, tanto en la superficie como en alguna de las capas que conforman los pavimentos, inclu- yendo la subrasante. Para obtener un mejor comportamiento de los pavimentos, el proyectista debe reconocer que el agua puede entrar en la estructura de los pavimentos, y a la capa subrasante, por me- dio de grietas, baches, juntas, jardineras, ca- mellones, fugas en los sistemas de drenaje y agua potable, ascenso capilar, posición del ni- vel freático, etcétera. Por tal motivo, se debe tomar en cuenta las medidas adecuadas para proponer sistemas de drenaje y subdrenaje que actúen con efectivi- dad, captando, conduciendo y desalojando el agua, sin afectar los pavimentos o la capa su- brasante. En cuanto al drenaje superficial, deben consi- derarse los siguientes aspectos: La pendiente trasversal debe ser de por lo menos del 1%. No se debe admitir depresiones en la superficie que puedan provocar estancamiento de agua. La textura superficial debe facilitar la ex- pulsión rápida del agua de manera transversal. No deben existir obstáculos que faciliten la acumulación del agua en las bocas de tor- mentas o rejillas, lavaderos, cunetas y alcanta- rillas. Las juntas de construcción en los pavi- mentos, deben tratarse en forma adecuada. No deberán permitirse agrietamientos en los pavimentos, ya que facilitan la filtración del agua a las capas inferiores. Un factor importante que debe considerarse, es la textura superficial, ya que ésta determina la velocidad con que el agua puede escapar de entre la llanta y el pavimento y también la ra- pidez con que escurre por la superficie durante la lluvia. El agua sobre los pavimentos puede ocasionar una pérdida de contacto entre la llanta y su superficie, y provocar la pérdida del control de la dirección del vehículo y su deslizamiento, fe- nómeno que se denomina hidroplaneo o acua- planeocomo se muestra en la Figura 6. Generalmente ocurre cuando se conduce un vehículo bajo la lluvia a gran velocidad y se for- ma una lámina de agua sobre la superficie de rodamiento que alcanza un nivel crítico en fun- ción de la velocidad del vehículo, con el fin de evitar o minimizar que ocurra esta fenómeno, a los pavimentos se les debe proporcionar una textura superficial compatible con el ambiente, velocidad de circulación, intensidad de transito, topografía y características geométricas de la infraestructura carretera. Otro factor relevante que debe tomarse en cuenta para la correcta estructuración de los pavimentos es el clima, por ejemplo es de vital importancia considerar las temperaturas muy altas y de congelamiento. Las temperaturas altas pueden afectar la estabilidad de las car- petas asfálticas, pues cuando esta no es sufi- ciente, la superficie de rodamiento sufre defor- maciones por el corrimiento de la carpeta. Este defecto se corrige utilizando asfaltos de mayor dureza, que son menos sensibles a las varia- ciones de temperatura, pero también se debe cuidar que los módulos de elasticidad de la carpeta y de la base sean lo más aproximados posibles como se muestra en la Figura 7. Las bajas temperaturas afectan la estructura de los pavimentos, al congelarse el agua que se en- cuentra entre las partículas, lo cual provoca que se pierda la compactación de los materiales, pues este fenómeno aumenta el volumen del agua. El problema se agudiza en primavera, cuando se presenta el deshielo, ya que los suelos menos compactos absorben considerablemente el agua y esto hace que su capacidad de carga disminuya. En las zonas donde se presentan temperaturas de congelamiento, como se muestra en la Figura 8, se debe evitar el agua capilar en las capas superiores de la estructura de los pavimentos. Para ello es necesario que en la región afectada por este fenómeno se diseñe una capa rompedora de capilaridad, es decir una capa de material granular sin finos. Cuando en una región, sin problemas de conge- lamiento se requiera adoptar un método para la estructuración de los pavimentos, creado para otra región que si presente ese problema, se deberán hacer los estudios necesarios para corregir los modelos matemáticos del diseño, ya que de otra manera se correrá el riesgo de sobre diseñar estructuras en más del 30%. Lo anterior no es conveniente, ya que las obras deben proyectarse con la mayor economía po- sible. 1.2.4. Factores económicos Puede afirmarse que en la filosofía del ingenie- ro de pavimentos y aún en la de la ingeniería nacional, ha llegado a establecerse explícita- mente la idea de que el costo mínimo de cons- trucción, es decir, la inversión inicial, es una meta ideal de todo proyecto. Es claro que ninguna entidad es partidaria de gastar su presupuesto en números mayores que lo necesario en cada caso, pero el gasto necesario difícilmente coincide con la mínima inversión inicial y en ocasiones suele ser ma- yor, por tener que tomar en cuenta otros fac- tores. De esta manera, el criterio del costo inicial mí- nimo ha llevado a infraestructuras deficientes en muchos casos; no preparadas para un fu- turo uso y crecimiento y, a veces, con un fun- cionamiento defectuoso. En este sentido, el criterio del ingeniero no puede desarrollarse, obviamente, sin una consideración de los fac- tores económicos involucrados, pero éstos re- sultan siempre de una amplitud y balance que trasciende enormemente las consideraciones preponderantes del costo inicial de la construc- ción. En la planeación, diseño, construcción y admi- nistración de los pavimentos, se deben consi- derar los siguientes costos: costos de construc- ción o inversión inicial, costos de conservación, costos de operación, costos de accidentes, en- tre otros. En relación a la demanda de tránsito, las obras de infraestructura carretera se deben clasi- ficar conforme las especificaciones para que las características geométricas y de calidad de los materiales que conforman los pavimentos, sean acorde a las necesidades y a los costos de operación. La división en capas que se hace en un pavi- mento obedece a un factor económico, ya que cuando determinamos el espesor de una capa, el objetivo es darle el grosor mínimo que re- duzca los esfuerzos sobre la capa inmediata in- ferior. La resistencia de las diferentes capas no solo dependerá del material que la constituye, también resulta de gran influencia el procedi- miento constructivo; siendo dos factores im- portantes la compactación y la humedad, ya que cuando un material no se acomoda ade- cuadamente, éste se consolida por efecto de las cargas y es cuando se producen deforma- ciones permanentes. En ocasiones, y dada la escases de recursos financieros, es frecuente pensar en abatir los costos de construcción, sacrificando la calidad de los materiales que conforman la sección es- tructural de los pavimentos. Lo anterior es un gran error, pues a futuro, los gastos de conser- vación y operación se incrementan en exceso. En consecuencia, los deterioros que presen- te la superficie de rodamiento, propiciara un costo mayor de los bienes y servicios que se transportan por esa infraestructura carretera. Por lo tanto, en la sección estructural, se de- ben seleccionar los materiales que ofrezcan una adecuada resistencia al esfuerzo cortante y que sufran los menores cambios volumétri- cos y deformaciones, con las variaciones en los contenidos naturales de agua. A través de la experiencia, se ha podido con- cluir que ahorrar en los materiales de construc- ción de las terracerías empleando materiales plásticos, en aras de tener una inversión ini- cial reducida, es una idea errónea, pues aún para la inversión inicial, los espesores de pavi- mentos resultan mayores y por consiguiente se propicia un mayor costo, sin garantizar el com- portamiento adecuado de la estructura a través de su vida útil, pues un material plástico es de- formable y presenta variaciones volumétricas. En las vías terrestres es fundamental estudiar los acarreos de los materiales de construcción, de tal manera que el costo de las terracería sea reducido, para esto se utilizará la curva masa y se deberá considerar el equipo necesario de acuerdo con la distancia de acarreo, así como los tratamientos que se deben o se dejen de ejecutar al mover las compensadoras, los cos- tos de tratamientos, etcétera. En este sentido, y una vez que se tienen ubica- dos los bancos de materiales que pueden uti- lizarse para construir la capa subrasante y las capas de la superestructura de los pavimentos, es preciso seleccionar los materiales cuyos tra- tamientos necesarios y acarreos, reporte los menores costos. Cuando se autoriza un incre- mento de las cargas, los pavimentos sufren un envejecimiento prematuro, llegando al nivel de rechazo antes de lo calculado en el diseño ori- ginal, produciéndose un rápido desgaste en la superficie de rodamiento, el cual se manifiesta en deterioros y fallas, lo que obligará a realizar una fuerte inversión en el refuerzo de la es- tructura, que puede resolverse con una sobre carpeta, o en caso de requerirse, con la recons- trucción total de la sección estructural. Si el procedimiento de refuerzo resulta correc- to, los costos de conservación serán reducidos, siempre y cuando no se vuelvan a incrementar las cargas; pero si el refuerzo colocado no es el requerido, o no se hizo con materiales de cali- dad adecuada, los costos de conservación se- guirán incrementándose más allá de lo normal. El pavimento tiene que sostener una operación y ésta representa, si se toman en cuenta to- dos los costos involucrados, valores económi- cos muy superiores a lo que costó construir y conservar la infraestructura; considerando un periodo deutilización de cuarenta o cincuenta años, aunque en ocasiones es mucho mayor, la conservación de una carretera puede costar de diez o doce veces el costo de su construcción, pero la operación, es decir, los costos vehicu- lares directos en que incurre el transporte de carga y mercancías que circulan sobre los pa- vimentos, pueden representar en el mismo pe- riodo entre 200, 400 o aún más veces su costo inicial, dependiendo del nivel de ocupación. Estudios realizados por el Instituto Mexicano del Transporte, han demostrado que si el esta- do superficial de un pavimento pasa de lo que se considerara un estado “óptimo” a otro ca- lificado de “bueno”, el costo de operación por kilómetro recorrido, puede aumentar de un 15 a un 20% y, si el estado superficial llegara a “malo”, este factor de incremento podría ser de 35 ó 40%. Actualmente, este tipo de incrementos afectan el tránsito, que en número de vehículos y en valor económico de la carga transportada, son incomparables con los de un pasado relativa- mente reciente. Para dar una idea de la activi- dad económica que mantiene hoy el transporte nacional, puede decirse que por la Autopista México - Querétaro, pasa cada año un valor transportado del orden del 25% del Producto Interno Bruto (PIB) de México. Esta enorme desproporción entre los costos y los beneficios de operar la infraestructura carretera, en comparación con los costos de construirla, aumentan los riesgos al establecer el criterio de que sea el costo de construcción mínimo el paradigma de un proyecto carretero. Dicha situación evidencia, el papel tan impor- tante de que un pavimento este en buen esta- do, juega en los ahorros posibles. UNIDAD 2: DISEÑO Y PROYECTO DE PAVIMENTOS Objetivo Al terminar la unidad, el participante será capaz de identificar y analizar las consideraciones relativas a los esfuerzos y deformaciones en los pavimentos, para poder manejar e interpretar los diferentes mé- todos que se aplican en el diseño de pavimentos, tanto flexibles como rígidos y así conocer las ten- dencias de estos a nivel internacional. 2.1. Consideraciones teóricas relativas a la distribución de esfuerzos y deformacio- nes en pavimentos flexibles y rígidos. Actualmente, debe reconocerse que los factores más importantes que influyen en la Ingeniería de pavimentos han cambiado; si anteriormen- te, era el agua y sus efectos más directos la causa de los más evidentes deterioros, hoy son otros los elementos más activos. En los pavi- mentos actuales, la acción de las cargas repeti- das es la más notable causa de deterioro; estas cargas han aumentado en demasía, tanto en magnitud como en número de repeticiones, lo que induce a la posibilidad de fallas por fatiga y por el efecto de la deformación acumulativa. En general, las obras de Ingeniería se pueden analizar desde dos perspectivas: a) Criterio de resistencia, en el cual se bus- ca que los esfuerzos actuantes sean menores a los esfuerzos resistentes del material. b) Criterio de deformación, en este caso se busca que las deformaciones que sufre una estructura no sean excesivas, ya que si esto ocurre, la estructura se vería afectada en su funcionamiento. En un pavimento, debe revisarse que no se presente la falla del mismo bajo la acción de la máxima carga que soportara durante su vida útil. La ruptura de un pavimento flexible o rígido, puede ocurrir debido a los esfuerzos de tensión ocasionados por la carga de una rueda, o bien, se puede presentar una falla por resistencia al corte de las diferentes capas de un pavimento. La falla por fatiga es la que ocurre por la acción reiterada de un esfuerzo que, aplicado una sola vez, no provocaría ningún problema. En el caso de los pavimentos, esta falla la produce el efec- to reiterativo que tiene el tránsito al pasar una y otra vez sobre una carpeta asfáltica. Obvia- mente, este efecto reiterativo depende de dos condiciones. Primero, de la intensidad de la acción reitera- da, es decir, del esfuerzo aplicado cada vez que esto ocurre y, segundo, de la magnitud de la deformación inducida en cada aplicación de la carga; también influye poderosamente la flexi- bilidad o rigidez de la capa del pavimento que soporta la repetición. La intensidad de dicho efecto es medida por la magnitud de la carga que se aplica a través de las llantas de un vehículo y la reiteración es medida por las repeticiones de esa carga so- bre una misma zona de dicho pavimento. La acción de las llantas de los vehículos produce deformaciones elásticas y deformaciones per- manentes o plásticas, presentando estas últi- mas la característica de que se van acumulan- do durante la vida útil de los pavimentos. El efecto de deformación acumulativa resulta de la deformación que el pavimento sufre bajo la acción de la llanta que pasa. Dicha deformación se recupera parcialmente cuando la llanta deja de oprimir, pero tal re- cuperación nunca es total; siempre queda un remanente, que conduce a una deformación permanente, la cual dificulta la marcha de los vehículos, aumentando su costo operativo y, eventualmente, contribuye a la ruptura y agrie- tamiento de la carpeta. Al agrietarse la carpeta el agua puede penetrar en el interior de la sección estructural, forma- da por materiales pétreos que disminuirán su resistencia, lo cual, tendría como consecuen- cia, una falla generalizada de dicha sección estructural. Debe tenerse en cuenta que en un pavimento la capa superior (carpeta) es la más rígida del conjunto de la sección estruc- tural. Evidentemente, una manera de prote- ger la carpeta del agrietamiento producido por el efecto reiterado del tránsito es hacerla con un espesor tal que el esfuerzo aplicado resulte muy reducido en comparación con la resisten- cia de la capa, esto es, construirla por arriba de lo que se llama el umbral de fatiga, pero esto llevaría a la construcción inicial de carpetas de gran espesor. Por lo que, la falla por fatiga en la carpeta, pue- de combatirse de dos maneras: primero dan- do a la carpeta un espesor tal que el esfuer- zo aplicado por el tránsito le permita aceptar todas las repeticiones con deformaciones tan reducidas que no produzcan posibilidades de agrietamiento o de deformación acumulativa y, segundo, apoyando dicha carpeta en otras capas suficientemente resistentes y poco de- formables como para lograr el mismo efecto. Estas capas de apoyo de la carpeta están for- madas por materiales pétreos, que para cum- plir con su cometido, deben ser resistentes y poco deformables, en relación a los niveles de esfuerzos correspondientes a la profundidad relativa de la capa. Naturalmente, estos materiales pétreos resul- tan más económicos que las carpetas, de ma- nera que suele resultar más conveniente que la sección estructural de los pavimentos tenga la suficiente resistencia y deformabilidad relativa como para poder funcionar satisfactoriamente aún con carpetas más delgadas. De esta manera se logrará también una sec- ción estructural que pueda crecer hacia arriba en forma económica y racional, si el camino ve acrecentado el tránsito circulante, lográndose secciones estructurales en las que todo lo an- tes hecho sea todo aprovechable y el refuerzo necesario por el crecimiento del tránsito, sea un complemento sencillo (sobrecarpeta), que no exija acciones en profundidad, siempre mu- cho más costosas. Por otro lado, y debido al complejo comporta- miento de los suelos y a que los pavimentos están constituidos por un sistema de capas, los esfuerzos reales en dichos pavimentos, solo pueden ser calculados en forma aproximada, faltando aún una teoría adecuada para la esti- mación real de los esfuerzos. Sin embargo, la comprensión del análisis teó- rico, facilita reconocerlos factores que deter- minan los esfuerzos en el comportamiento de los pavimentos flexibles. Para ello, se emplean los conceptos de la distribución de esfuerzos verticales de Boussinesq, planteada para una placa estática circular y flexible, apoyada uni- formemente en un medio elástico, homogéneo e isótropo. La distribución vertical de esfuerzos bajo una carga concentrada aplicada en la superficie ho- rizontal, toma la forma de una superficie acam- panada, en donde los esfuerzos máximos tie- nen lugar en el plano vertical que pasa a través del punto de aplicación de la carga. Para el caso de los pavimentos flexibles, la car- ga en la superficie no es una carga puntual, sino que se transmite en forma de una car- ga distribuida sobre un área aproximadamente elíptica, correspondiente con la huella de con- tacto de la rueda. Sin embargo, para fines de cálculo, se considera que el área de contacto es de forma circular, cubriendo un área cuyo valor es igual al de la elipse de contacto de la rueda, como se muestra en la Figura 1. Por lo tanto para estudiar la distribución de es- fuerzos en un pavimento flexible se debe tomar en cuenta que éste es una estructura de varias capas con diferentes propiedades mecánicas, como se muestra en la Figura 2. Para comprender el fenómeno, primero se con- siderará la estructura del pavimento como si se tratara de una estructura de una sola capa de material elástico, isotrópico, homogéneo y de extensión semiinfinita. Bajo estas consideraciones, Boussinesq obtu- vo el esfuerzo vertical a cualquier profundidad, debajo de una superficie circular del suelo, de- bido a la acción de una carga uniformemente distribuida, aplicada sobre la superficie. Los esfuerzos horizontales radiales que se dan en un medio semiinfinito y homogéneo, están dados por la teoría de la elasticidad de acuerdo a las constantes elásticas: Modulo de Elastici- dad (E), Relación de Poisson (μ) y Modulo de Rigidez al Corte (G). De lo anterior se logro concluir que los plan- teamientos de Boussinesq permiten calcular el espesor del pavimento, para la aplicación en su superficie de una carga dada, si se fija la defor- mación permisible y se conocen las constantes elásticas. Sin embargo, la estructura del pavi- mento es de varias capas, lo que implica que la hipótesis de un medio semiinfinito y homo- géneo, ya no se cumplen y los resultados que se obtienen con las ecuaciones de Boussinesq distan mucho de la realidad. La distribución de esfuerzos en un sistema de varias capas, las cuales presentan diferentes rigideces que decrecen con la profundidad, esto es, la capa más rígida es la base, le sigue la subbase, posteriormente la subrasante y por último la terracería, provoca que exista la ten- dencia de que los esfuerzos normales verticales sean bastante mayores en las capas superiores que en las inferiores. Otro aspecto importante, es el hecho de que las capas de la base y la subbase y con frecuencia la capa subrasante, están formadas por ma- teriales de tipo granular, los cuales tienen la característica de que su deformabilidad de- pende de la presión de confinamiento a la que están sometidos. En estas condiciones evaluar su deformabilidad considerando únicamente el incremento de esfuerzo vertical, conduce a re- sultados que se alejan de la realidad. Por lo tanto, hay que determinar el esfuerzo horizontal radial, el cual sirve para tomar en cuenta el incremento en la presión de confina- miento, como se muestra en la Figura 3. Por otro lado, y como ya se menciono, un pa- vimento rígido consiste en una losa de concre- to hidráulico relativamente delgada, la cual se apoya sobre la base o la subbase y que a su vez esta descansa sobre una capa subrasante o el terreno natural, en su caso. La rigidez de la losa de concreto hidráulico es mucho mayor que la de las capas inferiores y es usual utilizar juntas de contracción y de dilatación, como se muestra en la Figura 4. Los esfuerzos que se presentan en los pavi- mentos rígidos son debidos a cargas exterio- res, cambios cíclicos de temperatura, cambios de humedad y cambios volumétricos en la su- brasante o en la base. Dichos esfuerzos pro- vocan deformaciones en la losa de concreto, causando mayores esfuerzos de tensión en el concreto, como se muestra en la Figura 5. La magnitud de los esfuerzos depende de la continuidad del soporte de la subrasante, la cual puede ser destruida por el efecto del bom- beo y por su propia deformación plástica. El efecto del bombeo, como se muestra en la Figura 6, consiste en la expulsión de agua y suelo de la superficie de soporte de las losas a través de las juntas. Existen tres factores que provocan dicho fenómeno: Cargas pesadas y frecuentes, presencia de agua en la superficie de soporte de la losa y presencia de suelos fi- nos. Los factores que influyen en los esfuerzos y deformaciones son complejos y en muchos ca- sos no hay una teoría para poder calcularlos. Westergaard estudio los esfuerzos de tensión que se presentan en los pavimentos rígidos, debidos a la acción de las cargas exteriores producidas por una llanta, dependiendo de la posición de esta en el tablero de la losa, ya sea en la esquina, en el interior o en el borde, para ello hizo uso de la teoría de la elasticidad. Si la carga se encuentra en la esquina, se asu- me que el pavimento, actúa como un voladizo con la carga concentrada en la esquina. Por lo tanto, los esfuerzos de tensión máximos ocu- rren en la cara superior de la losa, pero si la carga se encuentra en el interior, ésta provoca esfuerzos de tensión en la cara inferior de la losa, los cuales son de igual magnitud en to- das las direcciones. Si la carga esta en el bor- de, también provoca esfuerzos de tensión en la cara inferior de la losa, pero estos son máxi- mos en la dirección del borde. Cuando el cambio de temperatura es igual en la parte superior e inferior de la losa, se pre- sentan los fenómenos de dilatación y contrac- ción, pero si se encuentra en forma simultánea a diferentes temperaturas, hay un gradiente que provoca la presencia de alabeos, es decir, la superficie de la losa tiende a combarse. Si la temperatura de la superficie es menor que en la parte inferior, el alabeo es hacia arriba, o sea, la superficie de rodamiento se torna cón- cava. En el caso contrario, el alabeo es hacia abajo y por lo tanto la superficie de rodamiento es convexa. Al producirse este fenómeno el peso del concreto tiende a mantener la losa en su posición original, provocando que se induzcan esfuerzos de tensión en la losa. Así mismo, los esfuerzos debidos al tránsito se modifican, pues la losa no está apoyada en forma continua y aparecen, en el primer caso, los esfuerzos de tensión en la parte superior y, en el segundo caso, en la parte inferior, como se muestra en la Fi- gura 7. Finalmente, también se pueden presentar esfuerzos en las losas cuando existen expansiones di- ferenciales en las capas inferiores. Por lo que es recomendable evitar este tipo de esfuerzos con materiales de baja plasticidad y lo más homogéneos posibles. 2.2. Métodos de diseño Los distintos métodos de diseño de los pavi- mentos, en general han sufrido cambios a lo largo de la historia. Desde aquellos primeros métodos de tipo empírico de principios del siglo pasado, que se basaban en un sistema de cla- sificación de suelos, o se apoyaban en pruebas de resistencia igualmente empíricas, hasta la época actual en que estos sistemas se han vis- to fuertemente enriquecidos por aportaciones de importantes investigaciones, entre las que destaca la realizada en tramos experimentales, llevada a cabo bajo la dirección de la AASHTO, en Estados Unidos. Con la introducción de los sistemas informáti-cos, la utilización de sofisticados instrumentos, equipos de ensaye y procedimientos de análisis como el método del elemento finito, se han de- sarrollado métodos más avanzados, como los denominados empírico-mecanicistas, los cua- les tienen un componente empírico, basado en resultados de laboratorio y observaciones de campo y un componente teórico, basado en un modelo estructural, con los cuales se configura un modelo de comportamiento. Los modelos estructurales de la parte meca- nicista, están más avanzados que los modelos de comportamiento de tipo empírico. Los pri- meros, se basan en una teoría mecánica, como la de la elasticidad, mientras que los segundos son producto de ecuaciones de regresión, que pueden dar lugar a dispersiones importantes, por lo que requieren de cuidadosas calibracio- nes y revisiones que aseguren una concordan- cia entre la predicción y la realidad. Los modelos así desarrollados permiten evaluar la influencia de la variación de los espesores de las capas, de las cargas aplicadas, de la intro- ducción de nuevos materiales, la influencia del medio ambiente, la aplicación de medidas de rehabilitación, la predicción de comportamien- to del pavimento a través del tiempo, así como su vida remanente, y permite, entre otros be- neficios, obtener un mayor nivel de confianza en el diseño. Estos métodos parecen ser los procedimientos de análisis más promisorios para el diseño de pavimentos. Por otro lado, e independientemente del mé- todo de diseño que se emplee, debe conside- rarse un criterio de diseño, en el cual el riesgo mínimo se produzca en las capas inferiores a las que los vehículos actuales alcanzan a enviar esfuerzos que, aunque decrecientes con la pro- fundidad, aún son claramente notables hasta profundidades que pueden llegar al orden de un metro. Si sobre una terracería razonablemente buena se van colocando una capa de subrasante apro- piada y sobre ella una subbase y una base de calidades crecientes y francamente capaces de soportar los esfuerzos que les lleguen, tanto en resistencia como en posibilidades de deforma- ción, una carpeta, de espesor razonable, podrá soportar los embates del tránsito del momen- to, con cierto margen de previsión. De esta manera, una política racional de diseño debe llevar a secciones estructurales de sufi- ciente calidad como para que las acciones de conservación asociadas al crecimiento del trán- sito consistan en simples y mucho más econó- micos refuerzos en la superficie, sin necesidad de realizar auténticas reconstrucciones de las secciones estructurales y continuamente se es- tén realizando reencarpetados, con su conse- cuente repercusión desfavorable en los costos de operación vehicular. Debe mencionarse que algunas de las entida- des encargadas de la operación y administra- ción de pavimentos han implementado siste- mas de análisis que comprenden la evaluación económica de las diferentes alternativas de estructuras de los pavimentos propuestas para cada caso, con sus correspondientes estrate- gias de conservación, para un determinado pe- riodo de análisis; con lo anterior se desarrollo el concepto del análisis de costo de ciclo de vida, que debe utilizarse como elemento fun- damental para la toma de decisiones. En dicho análisis debe intervenir el comporta- miento de cada una de las alternativas plantea- das y se deben considerar los efectos de su con- servación, las características del tránsito y los costos generados durante el ciclo de vida anali- zado, como: costo inicial de construcción, cos- tos de conservación y rehabilitación, así como los inherentes al usuario, como son: costos de operación en función del estados superficial del pavimento y la influencia de las acciones de rehabilitación en los costos de operación. Para la selección de la mejor alternativa, se de- berá elegir aquella que resulte de la combina- ción de los materiales y fondos que generen la situación económica más ventajosa. Estos tipos de análisis conduce a los llamados sistemas de administración de pavimentos, en los cuales es de primordial importancia contar con tres mo- delos adecuados: estructural, de predicción de comportamiento y económico. 2.3. Pavimentos Flexibles Los métodos de diseño de pavimentos flexibles utilizados frecuentemente son: el método AAS- HTO, el del Instituto del Asfalto y el del Institu- to de Ingeniería de la UNAM. 2.3.1. Método AASHTO Este método es de amplia aceptación para el diseño de pavimentos flexibles y fue emitido por la American Association of State Highway and Transportation Officials. El método se pu- blicó por primera vez en 1972, existen revi- siones hasta 1993 y en la actualidad comienza a distribuirse la versión 2002. La información de pruebas incluida en el desarrollo del méto- do fue recolectada en el ensayo vial AASHO de 1958 a 1960. Este método se clasifica dentro de los procedi- mientos de diseño basados en ecuaciones de regresión desarrolladas a partir de resultados de tramos de prueba. Sin embargo, este méto- do toma un carácter mecanicístico, al introducir en su procedimiento conceptos como los Módu- los de Resilencia y Elásticos de los materiales. El ensayo vial AASHO se llevó a cabo en Ottawa, Illinois, a unos 128 kilómetros de Chicago. Tan- to el clima como el suelo son típicos de una gran parte de los Estados Unidos. Los ensayos sobre pavimentos se hicieron sobre seis seccio- nes separadas dobles, con pistas de doble vía en forma de dos tramos rectos paralelos con secciones curvas para retorno. En la Figura 8 se presenta una planta general del ensayo. El método conserva los algoritmos originales del ensayo vial correspondientes a un grupo re- ducido de materiales, un solo tipo de subrasan- te, tránsito homogéneo y el medio ambiente del sitio del ensayo. La siguiente ecuación fue derivada de la información obtenida del ensa- yo vial AASHTO y corresponde al mejor ajuste de las observaciones hechas, sin embargo ha sido mejorada con investigaciones en el perío- do 1972 – 1993. Donde: • W18: Número predicho de repeticiones de ejes equivalentes de carga de 18 kips (80 kN). • ZR: Desviación normal estándar. • S0: Error estándar combinado de la predicción del tránsito y la predicción del desempeño. • ∆PSI: Diferencia entre el índice de diseño inicial de servicio, p0, y el índice de diseño final de servicio, pt. • MR: Módulo Resiliente (psi). • SN: es igual al número estructural indicativo del espesor total requerido de pavimento: 2 SN= a1D1 + a2D2 + a3D3m3 Donde: o ai: Coeficiente de la capa i. o Di: Espesor (pulgadas) de la capa i. o mi: Coeficiente de drenaje de la capa i. El número estructural, “SN”, es un número abstracto que expresa la resistencia estructural reque- rida del pavimento para una combinación de soporte del suelo “MR”, tránsito total expresado en ejes equivalentes de 18 kips (18,000 libras), índice de servicio final y medio ambiente. El “SN” requerido debe convertirse en espesores de rodadura, base y subbase mediante el uso de coefi- cientes apropiados que representen la resistencia de los materiales de construcción. Los coeficientes de capa están basados en el módulo de elasticidad y han sido determinados me- diante el análisis de esfuerzos y deformaciones unitarias en sistemas de pavimento multicapa. La solución a la Ecuación Número 1, representa el valor medio del tránsito que puede ser soportado por unas condiciones determinadas, es decir, existe una probabilidad del 50% de que el tránsito verdadero al momento de alcanzar el índice de servicio final sea mayor o menor que el predicho. Por lo que, para evitar deterioros tempranos se ha implementado un factor de confiabilidad en el proceso de diseño. El cual, para ser utilizado apropiadamente, los valores que se ingresen a la ecuación de diseño deben ser promedios sin ningúnajuste. En la Figura 9 se presenta el nomogra- ma de diseño para resolver la ecuación Número. 1 y obtener el número estructural “SN”. 2.3.1.1. Índice de servicio Los conceptos actuales de desempeño del pavimento incluyen consideraciones estructurales, fun- cionales y de seguridad, estas últimas no son objeto del método de forma importante. El desem- peño estructural del pavimento se relaciona con su condición física para soportar cargas, mientras que el desempeño funcional del pavimento trata sobre lo bien que se sirve al usuario. En este sentido, la característica dominante es el confort al viajar. Para cuantificar el confort del viaje se desarrolló el concepto del índice de servicio, el cual se usa como medida de desempeño en la ecua- ción de diseño. El Índice de Servicio Presente “PSI”, se obtiene de mediciones de rugosidad y daño (agrietamiento, bacheo, ahuellamiento, etc.) en un momento determinado durante la vida de servicio del pavimen- to. La rugosidad es el factor dominante en la determinación del “PSI”. La escala del “PSI” varía de 0 a 5, siendo 5 el índice más alto. El índice de servicio inicial, “pi”, es un estimado del que tendrá el pavimento inmediatamente des- pués de la construcción. El valor de “pi” establecido en los pavimentos flexibles del ensayo vial AASHTO es de 4.2, pero dada la variabilidad de los métodos de construcción del experimento se recomienda que las entidades establezcan valores superiores de acuerdo a sus condiciones locales. Con las técnicas modernas de construcción, control y supervisión, en los pavimentos de alta cali- dad se han alcanzado valores de hasta 4.8, por lo que se recomienda tomar un valor de 4.5 para efectos de diseño. El índice de servicio final, “pt”, es el nivel acep- table mínimo antes de rehabilitar la estructu- ra. Depende del tipo de carretera, por ejemplo, para las Autopistas se sugiere un valor de 3.0, para las carreteas principales y arterias urba- nas de 2.5, para las carreteras de secundarias importantes un valor de 2.25, para las carre- teras secundarias un valor de 2.0 y para las de menor importancia, en donde prevalecen con- sideraciones del tipo económico, puede usarse un valor de 1.5. Para el diseño de pavimento flexible se aplica el criterio de “pérdida de índice de servicio”. Para efectos de diseño se aplica la siguiente ecuación: ∆PSI = p0 - pt 3 Para el caso de diseños de pavimentos en cli- mas muy extremosos, en especial los fríos, la guía de diseño del método actual recomienda evaluar adicionalmente la pérdida del índice de servicio original y terminal debida a factores ambientales por congelamiento y deshielo, que producen cambios volumétricos notables en la capa subrasante y capas superiores de la es- tructura del pavimento. En tales casos, el par- ticipante deberá remitirse al método AASHTO 1993. 2.3.1.2. Tránsito La información de tránsito requerida para este método corresponde a las cargas por eje, la configuración de los ejes y el número de apli- caciones. Los resultados del ensayo vial AASHO indican que el daño producido por el paso de un eje de cualquier masa, puede representarse por un número de ejes sencillos equivalentes de 18 kips o ESAL. La ecuación siguiente puede ser usada para calcular el parámetro del tránsito W18 en el carril de diseño. W18 = DD * DL * ESAL 4 Donde: •W18 = Tránsito acumulado, en ejes equiva lentes sencillos de 8.2 ton, en el carril de diseño. •DD = Factor de distribución direccional; se recomienda 50% para la mayoría de las ca rreteras, pudiendo variar de 0.3 a 0.7, de pendiendo de en qué dirección va el tránsi -to con mayor porcentaje de vehículos pesa dos. •DL = Factor de distribución por carril, cuan do se tengan dos o más carriles por sentido. •ESAL = Ejes equivalentes acumulados en ambas direcciones. Para calcular los ejes equivalentes acumulados, se deberá estimar con base en la tasa de creci- miento anual y el período de diseño en años, el total de ejes equivalentes acumulados. ESAL = TDPA* 365 * fEi * Ni * Gjt 5 Donde: •ESAL = Ejes equivalentes acumulados en ambas direcciones. •TDPA = Transito Diario Promedio Anual. •fEi = Factor de equivalencia de carga para la categoría de eje i. •Ni = Número de ejes en cada vehículo de categoría i. •Gjt = Factor de crecimiento para determi nada tasa de crecimiento j y periodo de diseño t, como se muestra en la Tabla 16 más adelante. Los factores de equivalencia permiten conver- tir varias cargas de ejes en ejes de 18 kips. El factor de equivalencia de carga representa la relación entre el número de repeticiones de cualquier configuración (sencillo, tandem, trí- dem) y carga de eje necesarias para producir la misma reducción en el “PSI” que la producida por la aplicación de un eje sencillo de 18 kips. De la Tablas 1 a la 9 (ver anexo_Tablas) se combinan cada uno de los tres tipos de ejes, con tres valores de índice final 2.0, 2.5 y 3.0. La predicción del tránsito (ESAL) se debe basar en información histórica de conteos y operati- vos de pesaje. Estos operativos informan acer- ca de las cargas y su configuración y además aportan información sobre la distribución direc- cional y por carriles del tránsito de la vía. Se debe considerar una distribución direccional del 50%, salvo que la información recabada in- dique otro comportamiento en la carretera. En cuanto a la distribución del tránsito por carri- les, la Tabla 10 presenta rangos de asignación de acuerdo con las características geométricas de la vía. Ejemplo: El número de repeticiones de ejes equivalentes de 18 kips proyectado para una carretera de seis carriles, tres en cada direc- ción, es de 20, 000, 000 y se considera que el factor direccional es de 50%. ¿Cuál será el número ESAL en el carril de di- seño? Si la distribución direccional es del 50% en una dirección el número de repeticiones de ejes de 18 kips será: 20, 000,000 x 0.50 = 10,000,000 ESAL 18 kips. De acuerdo con a la Tabla 10, una vía de seis carriles tiene tres carriles en ambas direcciones y le corresponde un rango de ESAL en el carril de diseño entre 60 y 80 por ciento. Es decir, el número ESAL del carril de diseño estará entre: 10, 000,000 x 0.60 = 6, 000,000 ESAL 18 kips. 10, 000,000 x 0.80 = 8, 000,000 ESAL 18 kips. Como se puede apreciar este rango es muy amplio, por lo que puede representar variacio- nes en el diseño con consecuencias económi- cas para el proyecto. Es conveniente entonces tratar de establecer la distribución del tránsito en los carriles mediante información de campo. Las consideraciones clave en la precisión de la estimación del tránsito son: La correcta selección de las equivalen- cias de carga utilizadas para estimar el daño relativo inducido por estas, con diferentes ma- sas y configuraciones. La precisión de la información de volú- menes y pesos en los cuales se basa la proyec- ción. La predicción de los ESAL’s en el período de diseño. La interacción entre la edad, el tránsito y como afecta el “PSI”. El período de diseño varía entre 10 y 20 años. Se debe recordar que el período de diseño y la vida del pavimento son conceptos diferentes, pues la vida del pavimento puede prolongarse mediante proyectos de rehabilitación. Es im- portante hacer notar que la metodología ori- ginal de AASHTO, usualmente consideraba pe- ríodos de diseño de 20 años; en la versión de 1993, recomienda los siguientes períodos de diseño en función del tipo de carretera, como se muestra en la Tabla 11. 2.3.1.3. Módulo de Resiliencia efectivo La propiedad que caracteriza los materiales en la Guía AASHTO es el Módulo de Resilencia “MR”. Este es una medida de las propiedades elásticas del suelo que reconoce ciertas carac- terísticas no lineales. La obtención del Módulo de Resiliencia,
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