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Año Xni.-Nim. 464 20 de Noviembre de 1914 LIMITACIONES DEL SUBMARINO OJoR el gran ii.tfics de aclualid.ul que reviste ciianlo se rtfiere á la eficiencia del submarino en la moderna -^ guerra ravnl, extractamos el importante artículo que The Engineer publira sobre esta materia. La sene de afirmaciones hedías rtcicuteineule acerca del va- lor del submaiiuo, como unidad naval en tiempo de guerra, constituye un gran peligro para la pértlida del sentido, que to- dos debemos tener de la proporción. Que este tipo de barcos es un factor serio, al que se le debe asignar un puesto impór- tame eu cualquier balance que se haga de fuerzas navales, no pnetle negarse; y que es un arma que se desarrolla rápidamen- te, es incuestionable. La potencialidad que posee para llegar á ser eu un porvenir próximo nn factor todavía más serio, es una cantidad desconocida, pero parece que el tipo seguirá aumen- tando de tamaño, poder, velocidail y capacidad ofensiva. Debe liacerse constar, sin embargo, que tiene def nidas limita clones eu acc'ón, las cuales son impuestas por la razón de que las que cualidades posee son las de un.i fuer- ;a atacante ,A1- rauzi conipara- tiv.nneute lento movim i en t o aun rn la super- ficie, e"! muy lento enandocs- tá sumergido, y sobre lodo es excesi vanieii te vuhierable. Af rniar que el su bmar ino arrojará de los mares á los bu- ques de comba- te, es una con- cepción errónea de los valores relativos, que los ha colocado en una posición i 11 e n V i d i a b 1 e 1 especio á las más g randes unidades. Es coinpleta- iiiente cierto que. el subinarino, yi su actual estado de des- arrollo, y en sus posibilidades futuras, constituye una amenaza seria para los buques de combate, contra la que necesariamen- te tienen que tomarse precaiKione?, lo mismo que las tomaría un ejército eu marcha, contra un cuerpo arnuido de anuas de fuego ligeras; la idea de que uno pueda ser sustituido por otro es, sin embargo, inconcebible. Se ha dicho que el subuurino desplazará al acorazado, como el motor lia desplazado al caba- llo. Difícilmente podría hacerse una comparación más infor- tunada. El motor es eficaz, y ejecuta su trabajo con la mayor eficiencia; pero en iiingi'iu concepto puede decirse que el sub- marino sea capaz de ejecutar las funciones de un acorazado. Ni se puede mover tan rápidamente, ni infligir los rudos gol- pes que son capaces de dar los grandes cañones. Ni resulta efi- ciente para proieger las rutas comerciales, ni posee su coui|)le- ta eficacia en la mar cuando reina mal tiempo. Las funciorcs del submarino se aproximan más á la guerra de guerrilla, que á las operaciones en campo i.bierto. El barco ha sido proyectado para apestar violentos golpes, por medio de insidiosos y no sospechados ataques de torpe- dos, y por e-ta razón, puede ser extraordinariamente útil p^ra impedir el bloqueo efectivo, ó para atacar los buques hostiles cuando están < n puerto. ¿Cuáles son, eniouccs, las condiciones que limitan el grado de su eficienci; ? Ciiando están en la superficie difieren muy poco en apa- liencia de los destioyeis ordinarios, especialmente por Is proa. Se mantienen en la mar con tiemiio moderadamente üuro. pero los más grandes, tienen un máximo de velocidad en la superficie, y en calma de unas 17 millas que se reducen á 10 cuando están sumergidos. Se ve, pues, que hasta para los grandes submarinos no es tarea fácil apioxiniarse á un acora- zado que está prevenido contra el ataque. La velocidad de 17 millas puede ser utilizada pata aproximarse al enemigo; peí o él no se atrevelá á hacerlo mani- festándose en la superficie. Tie- ne que intentar el ataque á la velocidad de 10 millas hasta lle- gar á la distsu- cia eficaz del torpedo. El al- cance de los to rpedos mo- dernos es muy grandeyla prác- tica en tiempo de paz muy exacta; pero es muy probable que las cosas Ovurrau de muy distinta manera en t i empo de guerra, cuando puede suponer- se que sus mo- vimientos han de ser vigilados, obligándoles á introducir varia- ciones en su velocidad y dirección, á fin de inducir á error á sus adversarios, porque no es de suponer que uingiui Comandante de acorazado se abandone si se encuentra en sitio donde sean de temer semejaules ataque?. El submarino necesita, además, aproximarse á una distancia razonable, y para hacerlo, necesita salir periódicaiuente á la superficie, con objeto de utilizar^sn periscopio, exponiéndose al riesgo de ser visto. Si consigue disparar dos ó más de sui torpedos de proa, aún corre el riesgo de que no haga blanco porque su marcha sumergido no es perfectamente regular, por- que un cuerpo sumergido es muy fácilmente desviado de la posición vertical; basta una pequeña tuerza para determinar cambios en la inclinación del buque, aun estando la mar en calma. El eficaz encuentro de iin acorazado que se mueve al Acorazado liaciendo frente á varios submarinos.
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