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www.revistaquercus.es28 · Quercus 363 - Mayo 2016 ESTUDIO SOBRE LA DISTRIBUCIÓN DE LA NIñA DEL ASTRágALO y SUS pLANTAS NUTRICIAS Una mariposa y dos plantas los cambios de usos de suelo El astrágalo florido y la alquitira son las dos plantas hospedadoras descritas en Andalucía para una pequeña mariposa amenazada, la niña del astrágalo, un endemismo ibérico. A través de estas tres especies, en un exclusivo ejemplo de interacción ecológica, revelaremos algunas de las páginas del libro de la historia reciente de los cambios de usos del suelo escritas en esa región. por José Miguel Barea, Mariano Guerrero, Javier Olivares y José María Irurita Arriba, macho de niña del astrágalo, un licénido cuya distribución global se reduce al centro y sur ibé- ricos. A la derecha, un entomólogo busca a esta especie en la cara norte de Sierra Nevada, en una lade- ra con alquitiras, identificables en la fotografía por los racimos globosos y blanquecinos que contie- nen los frutos (fotos: José Miguel Barea). 28-39_Q363-ArtMariposas.qxp_Articulo 16/4/16 13:48 Página 28 Quercus 363 - Mayo 2016 · 29 s son testigos de en Andalucía 28-39_Q363-ArtMariposas.qxp_Articulo 16/4/16 13:48 Página 29 www.revistaquercus.es30 · Quercus 363 - Mayo 2016 La niña del astrágalo (Kreta-nia hesperica) es una delas pocas especies de ma-riposas diurnas estricta-mente endémicas de Espa- ña (1). Las colonias de este peque- ño licénido se distribuyen principal- mente en dos grandes núcleos si- tuados, por un lado, en el centro de la península Ibérica y, por otro, en Andalucía, más algunas citas aisla- das y no confirmadas en tiempos recientes en las provincias de Ciu- dad Real y Alicante (2). Las pobla- ciones del centro peninsular se lo- calizan en las provincias de Cuen- ca, Guadalajara, Madrid, Teruel y Toledo, mientras que las andaluzas se circunscriben a enclaves localizados de las provincias de Granada y Almería (Cuadro 1). El primero que citó a la niña del astrágalo fue el naturalista francés Pierre Jules Rambur, a través de las páginas de su inconmensurable obra Faune Entomologique de l’Andalousie (3). Inicialmente fue adscrita al género Lysandra y los ejemplares que sirvieron para esta descrip- ción se colectaron en la sierra de Alfacar, próxi- ma a la ciudad de Granada. Muy probablemen- te esta población esté ya extinguida. Este licénido está estrechamente asociado a determinadas especies de fabáceas del género Ejemplares ma- cho y hembra de niña del astrága- lo, en ambos ca- sos sobre astrá- galo florido. El primero (foto su- perior) muestra un llamativo co- lor azul en el an- verso de las alas, mientras que en la segunda esta parte es marrón (fotos: José Mi- guel Barea y Francisco Javier Olivares). Astragalus. Sus larvas dependen de los brotes tiernos de algunas de esas especies. Aunque en Andalucía las larvas se han citado exclusivamen- te sobre astrágalo florido (Astragalus alopecuroi- des) y sobre alquitira (Astragalus clusianus), en otros puntos de su área de distribución también se citan a A. turolensis, A. sempervirens y A. monspessulanus como plantas hospedadoras. La hembra de la niña del astrágalo, allá por mayo, deposita cuidadosamente los huevos so- bre el foliolo de su planta nutricia. En una sema- na eclosionan las larvas y comienzan a alimen- tarse del parénquima de la hojas. En julio la larva desciende al pie de la planta y teje un refugio de seda donde permanecerá hasta el comienzo de la primavera siguiente, estivando e hibernando. MARIPOSAS DIURNAS de Andalucía Cuadro 1 DISTRIBUCIÓN GLOBAL DE LA NIÑA DEL ASTRÁGALO Mapa de España con el área de distribución global de la niña del as- trágalo (Kretania hesperica), una pequeña mariposa endémica de nuestro país. El mapa incluye localidades antiguas, en algunas de las cuales las poblaciones han desaparecido (2). 28-39_Q363-ArtMariposas.qxp_Articulo 16/4/16 13:48 Página 30 Quercus 363 - Mayo 2016 · 31 A los ocho meses, durante el mes de marzo, las larvas se vuelven a activar y se alimentarán ávi- damente de los brotes tiernos de los astrágalos. Tras la pupación, emergerán los adultos, que vo- larán desde mediados de mayo hasta mediados de junio. Presencia escasa y fragmentada Las poblaciones andaluzas de la niña del astrá- galo presentan una distribución fragmentada y se localizan salpicadas por las faldas de algunos sistemas montañosos de la porción oriental de las cordilleras Béticas. A día de hoy conocemos con precisión cuatro localidades en Andalucía: Sierra Elvira, Galera, Orce y Marquesado del Ze- nete, todas en la provincia de Granada. A estas habría que sumar la localidad tipo (Alfacar) y otra en la Venta del Molinillo (Sierra de Huétor) reco- gida por Ramón Agenjo (4). En ambas, la maripo- sa parece haber desaparecido, si bien persiste su planta hospedadora. Más recientemente Michel Tarrier (5) encontró una población en el Puerto del Pinar (sierras del noreste de Granada), a la que hay que sumar dos localidades más recogidas por Miguel Mu- ñoz-Sariot (6) en las sierras de Lúcar y de las Es- tancias (Almería), cuya localización exacta des- conocemos. Agenjo cita también poblaciones en el Marquesado del Zenete (4) que durante años se han considerado extintas y que nosotros mis- Las dos plantas nutricias de la mariposa del as- trágalo en Anda- lucía son el as- trágalo florido y la alquitira. Arri- ba, astrágalo flo- rido con sus ho- jas compuestas y esos racimos de flores amarillas y tubulares que le son propios. A la izquierda, hojas y flores de la al- quitira (fotos: José Miguel Ba- rea y Mariano Guerrero). 28-39_Q363-ArtMariposas.qxp_Articulo 16/4/16 13:48 Página 31 32 · Quercus 363 - Mayo 2016 mos hemos redescubierto. También se conoce esta especie en la Sierra de María (7), aunque no hay noticias recientes de ella en esa zona. Las ci- tas actuales –posteriores al año 2000– de la niña del astrágalo en Andalucía se sitúan entre 826 y 1.219 metros. Las fuentes de las localizaciones de las dos es- pecies de astrágalos proceden de la base de da- tos de la Infraestructura Mundial de Información en Biodiversidad en España (www.gbif.es), de la del Proyecto Anthos (www.anthos.es), del Siste- ma de Información de la Vegetación Ibérica y Ma- caronésica (www.sivim.info/sivi), de la Red de Jardines Botánicos en Espacios Naturales de An- dalucía y también de datos dispersos compilados por nosotros mismos o facilitados por compañe- ros naturalistas. El astrágalo florido aparece distribuido por di- ferentes puntos de las provincias de Granada y de Almería, aunque también se conocen tres lo- calidades en Jaén y una en Córdoba. La distribu- ción altitudinal de sus citas revela cierta valencia ecológica ya que aparece desde los 200 hasta los 1.780 metros. La alquitira se ha citado en Granada y Almería y su rango altitudinal va des- de los 697 a los 1.584 metros. Con muy poco hábitat disponible Para entender mejor los condicionantes ambien- tales que influyen sobre estas especies hemos modelado su distribución mediante el software Maxent (8). En primer lugar lo hemos hecho con los dos astrágalos, para lo cual se seleccionaron los registros más modernos (posteriores al 2000): 38 localidades de astrágalo florido y 64 de alquitira. Como predictores ambientales se han empleado más de medio centenar de variables relacionadas con clima, topografía, usos del sue- lo y obtenidas por teledetección. También se ha modelado la distribución de la mariposa emple- ando como base los modelos obtenidos para am- bos astrágalos, la altitud y los gradientes este- oeste y sur-norte. Los resultados confirman que la distribución de las tres especies se encuentra fragmentada y restringida a pequeños parches salpicados por Andalucía oriental. El astrágalo florido se detectó en claros y bor- des de bosque. El sustrato en el que aparece se corresponde con suelos calcáreos y margosos, con abundancia variable de arcillas, limos y con- glomerados, mientras que evita las zonas cuarcí- ticas. Esta especie se asociasobre todo a encina- res y pinares poco densos y se rarifica en entor- nos de pinar denso y olivar. La distribución de la alquitira está condiciona- da por factores climáticos y solo aparece en am- bientes poco lluviosos y relativamente fríos. Esta especie vive a menudo sobre suelos de origen aluvial, calcáreos y algo yesíferos, con arcillas y arenas, siendo más escasa en suelos limosos y calcáreos ricos en materia orgánica. Estos entor- nos en los que crece suelen ser claros y bordes de encinares y pinares poco densos y matorrali- zados, cultivos de secano con cierto grado de abandono, mosaicos de cultivos, vegetación na- tural y pastizales. La distribución potencial de los dos astrágalos explica el 90% de la distribución potencial de la Ambientes hete- rogéneos como pueden ser el pi- nar naturalizado con claros o el cultivo abando- nado que apare- cen en las imáge- nes de la dere- cha, fotografia- dos en zonas de Andalucía donde vive la niña del astrágalo, favo- recen la presen- cia de esta espe- cie (fotos: José Miguel Barea). MARIPOSAS DIURNAS de Andalucía 28-39_Q363-ArtMariposas.qxp_Articulo 16/4/16 13:49 Página 32 Quercus 363 - Mayo 2016 · 33 mariposa (Cuadro 2). La alquitira parece ser más determinante, pues explica el 57% de esta distri- bución, mientras que el astrágalo florido solo el 33%. El gradiente latitudinal y longitudinal y la altitud explican solo una pequeña parte de la dis- tribución potencial de la mariposa. La mayor par- te del hábitat potencial se concentra en el piede- monte de Sierra Nevada, Sierras de Gádor, Baza y Filabres, Orce y María, de las Estancias y de Lú- car y sistemas montañosos del noreste de la pro- Cuadro 2 DISTRIBUCIÓN CONOCIDA Y POTENCIAL EN ANDALUCÍA DE LAS TRES ESPECIES El mapa 1 corresponde a la niña del astrágalo (mariposa), el mapa 2 al astrágalo florido (planta) y el mapa 3 a la alquitira (planta). Mapa 1 Mapa 2 Mapa 3 28-39_Q363-ArtMariposas.qxp_Articulo 16/4/16 13:49 Página 33 www.revistaquercus.es34 · Quercus 363 - Mayo 2016 vincia de Granada. Estos modelos muestran que en la actualidad la disponibilidad de hábitat po- tencial para estas especies es muy superior al hábitat real que ocupan, lo que significa que en la práctica hay elementos condicionantes rela- cionados con la gestión secular del territorio. Es- tos resultados suponen una interesante herra- mienta para la conservación y gestión de las po- blaciones de la niña del astrágalo (2, 7). Un proceso que ha durado siglos El paisaje del sureste ibérico refleja una dilatada trayectoria en los cambios de uso del suelo. Los últimos cinco siglos han supuesto una continua sucesión de devenires sociales y políticos con im- portantes consecuencias para la estructura del paisaje (9). Desde la conquista castellana, en 1492, hasta prácticamente comienzos del siglo XIX, la explo- tación forestal se circunscribe a las depresiones intramontañosas, mientras que las sierras y montañas permanecen tapizadas de frondosos bosques. Paulatinamente, el trigo y la ganadería propician la roturación y apertura de claros mientras que el bosque, que antaño ocupaba los glacis que circundan las montañas, va fragmen- tándose y desapareciendo. Es fácil predecir que muchas de las especies más o menos forestales, como nuestros tres protagonistas, fueron tam- bién desapareciendo de estos ambientes para quedar aislados en las sierras. A partir de 1800 se incrementa exponencial- mente la demanda de madera, tanto para uso doméstico como para abastecer una emergente economía minera en Sierra Nevada y en la Sierra de Baza. Esta actividad fue muy demandante de madera no solo para el abastecimiento de los hornos de fundición de hierro y de cobre, sino también para la construcción de vías y para la fi- jación de estructuras internas en las minas. Entre 1836 y 1837 tiene lugar la desamortización de Mendizábal, que provocó un cambio drástico en la titularidad de los montes públicos y propició Una oruga de la niña del astrága- lo, del mismo co- lor verde que su planta nutricia, es asistida por dos hormigas (foto: Francisco Javier Olivares). Cuadro 3 PROTECCIÓN A CAMBIO DE ALIMENTO Las larvas de la niña del astrágalo tienen la peculiaridad de pre- sentar mirmecofilia, es decir, que pueden establecer relaciones mu- tualistas con hormigas. En esta relación las hormigas proveen cui- dados y protección a la larva, mientras que la segunda ofrece a las primeras unas secreciones glandulares altamente nutritivas por su elevado contenido en azúcares y aminoácidos. La niña del astrága- lo se asocia con hormigas de los géneros Lasius, Plagiolepis, Tapino- ma y Camponotus (6). Esta asociación se produce durante los dos últimos estadíos larvarios, es decir, desde el fin de la hibernación hasta la formación de la crisálida. Otros insectos que interaccionan con esta mariposa, en este caso de forma negativa, son los parasi- toides: se ha citado la parasitación de larvas de la niña del astrága- lo por parte del himenóptero Hyposoter notatus (10). MARIPOSAS DIURNAS de Andalucía 28-39_Q363-ArtMariposas.qxp_Articulo 16/4/16 13:49 Página 34 una alteración sustancial del medio natural –fa- voreciendo la deforestación y la erosión– y su gestión. Pero es entre 1920 y el meridiano del siglo XX cuando se produce una mayor expansión de la agricultura en nuestras sierras y los cultivos lle- gan a superar incluso los 2.500 metros de alti- tud. Es necesario recordar que hace no demasia- do tiempo, hasta prácticamente la mitad del si- glo pasado, las sierras del sureste ibérico habían perdido buena parte de su cobertura arbórea y arbustiva. Las numerosas familias que poblaban los montes recogían leña para cocinar y calentar- se y generaban grandes claros en los bosques para favorecer el crecimiento de pastos y áreas donde desarrollar la actividad agrosilvopastoril que ha sustentado la economía mediterránea hasta hace muy poco. Desde 1950 –o quizás 1960– en adelante se re- forestaron vastas extensiones de las montañas del sureste ibérico, a la vez que buena parte de la población fue abandonando estas zonas para instalarse en las ciudades. A lo largo de las últi- mas décadas se va produciendo un proceso de maduración de estas plantaciones, propiciando el desarrollo de masas coetáneas y densas don- de se encuentran muy alterados los patrones de organización y funcionalidad ecológica. Estos ambientes presentan una escasa capacidad para hacer frente a los efectos del cambio global y adolecen en mayor medida el impacto de plagas, sequías y olas de calor. Los avatares de la historia forestal han supues- to un menoscabo evidente para las poblaciones de nuestras tres especies protagonistas. Como el lector podrá imaginar, tanto un bosque demasia- do denso como una situación de ausencia total de vegetación constituyen ambientes antagóni- cos a los predilectos de esta mariposa y de sus plantas nutricias. Quercus 363 - Mayo 2016 · 35 Un vallado prote- ge una de las plantaciones de astrágalo florido creadas en Sierra Elvira, en el tér- mino municipal de Albolote (Gra- nada). Foto: José Miguel Barea. Hemeroteca de Quercus Quercus 350 (abril 2015) Ref. 5301350 / 3’95 € · Nuevos bríos para conservar las mariposas españolas. Yeray Monasterio. Quercus 335 (enero 2014) Ref. 5301335 / 3’95 € · Redes de seguimiento de maripo- sas en España y Europa. Miguel L. Munguira y otros autores. Quercus 324 (febrero 2013) Ref. 5301324 / 3’95 € · Mariposas diurnas de Sierra Nevada. José Miguel Barea y otros autores. Petición de números atrasados pedidos@linneo.es Telf. 949 32 96 13 Artículos disponibles en pDF pVp 1’25 € cada unidad. Cuadro 4 RESERVA NUTRICIA EN SIERRA ELVIRA Para mejorar el estado de conservación de la población de la ni- ña del astrágalo la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de Andalucía ha llevado a cabo en Sierra Elvira (término municipal de Albolote, granada) la plantación de 1.600 plántulas de astrágalo florido. Esta plantación ha sido protegida con cuatro vallados temporales de cuatrocientosmetros cuadrados cada uno, con el objetivo de garantizar el crecimiento de la planta durante sus primeros años de vida y como herramienta de protección frente al pisoteo y tránsito de ganado y personas. Dado que los vallados a largo plazo favore- cen la matorralización, una vez que los astrágalos hayan alcanzado cierta madurez se procederá a su retirada. Estas actuaciones han sido diseñadas y ejecutadas con la colabora- ción del Ayuntamiento de Albolote, con quien se ha firmado un convenio de colaboración, y del Departamento de Biología y geolo- gía del IES Aricel, de Albolote. 28-39_Q363-ArtMariposas.qxp_Articulo 16/4/16 13:49 Página 35 www.revistaquercus.es36 · Quercus 363 - Mayo 2016 Sin embargo, el abandono de las zonas cultiva- das y una nueva cultura de gestión adaptativa de las masas forestales pueden ofrecer intere- santes oportunidades a una fracción de la biodi- versidad que se beneficia de ambientes hetero- géneos y de la presencia de claros en el bosque. Ante un escenario de cambio global En Andalucía se ha producido un abandono de la actividad agrícola que se ha cifrado en la pérdida de la superficie agraria útil entre 1962 y 2009 de más de 380.000 hectáreas en la provincia de Granada y más de 485.000 en la de Almería. Tras el abandono del laboreo de un terreno, co- mienza una paulatina colonización de especies pioneras a las cuales le proseguirán otras, como Foto 1: José Mi- guel Barea y su hija Elena se re- frescan en una acequia del Par- que Nacional de Sierra Nevada, tras una buena caminata. Foto 2: Mariano Guerrero censa las parejas re- productoras de una colonia de buitre leonado en la Sierra de las Villas (Jaén). Foto 3: Javier Olivares entre los neveros de Sierra Nevada, en busca de las zonas más remo- tas donde viven las mariposas en- démicas de estas montañas. Foto 4: José Ma- ría Irurita en el Parque Natural de la Sierra de Baza (Granada). nuestros astrágalos, poco específicas y bien adaptadas a terrenos pobres, abiertos y con es- casa competencia. Sin embargo, esta situación también requiere de intervención, pues el de- sarrollo excesivo del matorral podría ser contra- producente para estas y otras especies necesita- das de entornos abiertos. En cuanto a la gestión forestal, debe dirigirse a favorecer ambientes heterogéneos que maximi- cen el incremento de la diversidad vegetal, ani- mal y de otros organismos, a la vez que fortale- cen la masa ante un escenario de cambio global. Un bosque sano es un ecosistema funcionalmen- te mejor adaptado a periodos de sequía, de olas de calor o de frío y a plagas forestales, a la vez que tiene mayor capacidad de proveer servicios ecosistémicos a la sociedad. Vivimos en unos ambientes con una profunda impronta humana y los manejos seculares re- quieren actualmente de intervención para facili- tar la evolución de estos ecosistemas hacia so- cioecosistemas más resistentes y resilientes. Los ambientes prístinos no existen en la cuenca me- diterránea. La conservación de la biodiversidad en es- tos escenarios antropiza- dos pasa por comprender su historia de manejo y por incorporar la gestión y las necesidades sociales a los criterios de conservación. Agricultura, pastoreo y sil- vicultura están inexorable- mente vinculados a la con- servación de este punto ca- liente de biodiversidad glo- bal llamado Mediterráneo. Bibliografía (1) garcía-Barros, E. y otros autores (2014). Fauna Ibérica. Vol. 37: Lepi- doptera: Papilionoidea. MNCN (CSIC). (2) Munguira, M. L. y otros autores (2011). Plebejus hespericus. En Atlas y Libro Rojo de los Invertebrados Amenazados de España (Especies Vul- nerables), volumen II: Moluscos: 1.265-1.273. J. R. Verdú, C. Numa y E. Galante (editores). MIMARM. (3) Rambur, p. (1839). Faune Entomologique de l’Andalousie. II ed.: 213- 336. Instituto Español Entomología, Madrid. (4) Agenjo, R. (1967). Morfología y distribución geográfica en España de la “niña del astrágalo” Plebejus (Plebejus) pylaon. Eos, 43: 21-25. (5) Tarrier, M. (1993). La Sierra de La Sagra: un écosystème-modèle du refuge méditerranéen (Lepidoptera Rhopalocera et Zygaenidae). Alexanor, 18 (1): 13-42. (6) Muñoz Sariot, M. (2011). Biología y ecología de los licénidos españoles. Editor: Miguel Ginés Muñoz Sariot. (7) gil-T, F. (2008). Plebejus pylaon hespericus. En Libro Rojo de los Inverte- brados de Andalucía: 1.133-1.136. J. M. Barea-Azcón, E. Ballesteros- Duperón y D. Moreno (coordinadores). Consejería de Medio Ambiente, Junta de Andalucía. Sevilla. (8) phillips S. J. y otros autores (2006). Maximum entropy modeling of species geographic distributions. Ecological Modelling, 190 (3-4): 231- 259. (9) garrido-garcía, J. A. (2008). Las comunidades de mamíferos del su- reste de la península ibérica: elementos para un análisis histórico. Galemys, 20 (1): 3-46. (10) gil-T., F. (2003). Primer parasitoide conocido del endemismo ibérico Plebejus pylaon hespericus y del grupo “pylaon” en Europa y Oriente Próximo (Lepidoptera, Lycaenidae). Bln. SEA, 33: 145-147. JOSÉ MIGUEL BAREA AZCÓN y MARIANO GUERRERO SERRANO son biólogos por la Universidad de Granada. Ambos trabajan como técnicos especializados en gestión de la biodiversidad en lo que a día de hoy es la Agencia de Medio Ambiente y Agua, dependiente de la Junta de Andalucía. FRANCISCO JAVIER OLIVARES VILLEGAS, licenciado en Ciencias Geológicas por la Universidad de Granada, es jefe del Departamento de Biología y Geología del IES Vega de Atarfe (Atarfe, Granada). JOSÉ MARÍA IRURITA FERNÁNDEZ es biólogo y jefe del Departa- mento de Geodiversidad y Biodiversidad en la delegación en Granada de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía. DIRECCIÓN DE CONTACTO: José Miguel Barea · Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía · Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio · Junta de Andalucía · c/ Joaquina Eguaras, 10 · 18013 Granada · Correo electrónico: jbarea@agenciamedioambienteyagua.es AGRADECIMIENTOS A Francisco Bruno Navarro, que ha enriquecido este trabajo con sus comentarios y recomendaciones. A Eva Cañadas, que colaboró en el transcurso del trabajo de campo. A Ignacio Maldonado, por su inesti- mable colaboración. Al Ayuntamiento de Albolote (Granada), espe- cialmente a Rosa García Reina, y al IES Aricel de Albolote. Este trabajo ha sido financiado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader). Autores 1 2 3 4 MARIPOSAS DIURNAS de Andalucía 28-39_Q363-ArtMariposas.qxp_Articulo 16/4/16 13:49 Página 36
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