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enresa 
empresa nacional de residuos radiactivos, s.a. 
ECOLOGÍA DE LOS SISTEMAS ACUÁTICOS 
EN EL ENTORNO DE EL CABRIL 
PUBLICACIÓN TÉCNICA NUM. 06/94 
ECOLOGÍA 
DE LOS SISTEMAS ACUÁTICOS 
EN EL ENTORNO 
DE EL CABRIL 
Francisco García Novo 
Juan Bautista Gallego 
Carmelo Escot Muñoz 
Emiliano Mellado Alvarez 
Amadora Rodríguez Ruiz 
Lourdes Encina Encina 
José Prenda Marín 
Pilar Díaz Guervos 
Departamento de Ecología 
Facultad de Biología 
Universidad de Sevilla 
ECOLOGÍA 
DE LOS SISTEMAS ACUÁTICOS 
EN EL ENTORNO 
DE EL CABRIL 
Este trabajo ha sido realizado bajo contrato con ENRESA. 
Las conclusiones y puntos de vista expresados en el informe corresponden a 
autores y pueden no coincidir necesariamente con los de ENRESA. 
índice 
ÍNDICE 
k 
índice 
ANTECEDENTES ADMINISTRATIVOS 1 
1. INTRODUCCIÓN 5 
2. CUENCA Y RED FLUVIAL 9 
2.1. Geología 11 
2.2. Clima 12 
2.3. Usos del suelo 14 
2.3.1. Río Bembézar 14 
2.3.2. Embalse de El Cabril 15 
2.3.3. Arroyo de la Montesina 16 
2.3.4. Embalse del Bembézar 16 
3. ESTACIONES DE MUESTREO 17 
Estación I (RB1, RB2, RB3) 19 
Estación II (RB4, RB5, RB6) 19 
Estación III (RB7, RB7\ RB8) 19 
Estación IV (RB9) 19 
Estación V (EC: EC1, EC2, EC3, EC4) 19 
Estación VI (RB10) 19 
Estación Vil (AM1, A19M2, AM3) 19 
Estación VIII (RB11) 20 
Estación IX (EB1, EB2, EB3, EB4, EB5, EB6, EB7, EB8, EB9) 20 
4. MATERIAL Y MÉTODOS 23 
4.1. Campañas de muestreo 25 
4.2. Morfología del álveo 25 
4.3. Masa de agua 25 
4.4. Comunidades acuáticas 26 
4.5. Muestreo de vegetación 27 
5. ANÁLISIS DEL MEDIO ACUÁTICO 29 
5.1. Morfología del álveo 31 
5.1.1. Fluctuación de las pozas 37 
ni 
índice 
5.2. Masas de agua 38 
5.2.1. Temperatura 38 
5.2.2. Oxígeno 42 
5.2.3. Conductividad 43 
5.2.4. pH 43 
5.2.5. Reserva Alcalina 44 
5.2.6. Dureza 46 
5.2.7. Nutrientes 47 
5.2.8. Silicato 52 
5.2.9. Concentración de clorofila a 55 
5.3. Diferenciación de las masas de agua 55 
5.4. Cobertura y estructura de la vegetación 56 
6. COMUNIDADES ACUÁTICAS 75 
6.1. Fitoplancton 77 
6.2. Zooplancton 77 
6.3. Macroinvertebrados 77 
6.4. Peces 81 
6.4.1. Composición cualitativa y biología de las especies 81 
6.4.2. Distribución espacio-temporal de las especies 92 
6.5. Otros vertebrados 104 
7. MODELO FUNCIONAL DE LOS ECOSISTEMAS ACUÁTICOS 
DEL RIO BEMBEZAR 115 
IV 
Antecedentes administrativos 
ANTECEDENTES 
ADMINISTRATIVOS 
L/ 
T^~ 
Antecedentes administrativos 
El 1 de Mayo de 1990 se suscribió el convenio en-
tre la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos 
(ENRESA) y la Universidad de Sevilla, para la reali-
zación de estudios ecológicos en el entorno de EL 
CABRIL en la provincia de Córdoba. 
De acuerdo con este convenio, los trabajos fueron 
realizados durante 1990-91, por el Grupo de Ecología 
de las Aguas Continentales, perteneciente al Depar-
tamento de Biología Vegetal y Ecología de la Uni-
versidad de Sevilla. 
El objetivo principal de este proyecto fue conocer 
la estructura y funcionamiento de los ecosistemas 
acuáticos en el entorno de El Cabril, propiedad de 
ENRESA, y su relación con el sistema hidráulico de 
la zona: Río Bembézar, Arroyo de la Montesina, 
Embalse de El Cabril y Embalse del Bembézar. 
El estudio de los ecosistemas acuáticos en tomo a 
El Cabril se ha efectuado a partir del análisis de las 
características físico-químicas del medio (morfología 
del cauce, temperatura, oxígeno disuelto en el medio, 
grado de mineralización y nutrientes), la estructura y 
composición de las comunidades de organismos 
acuáticos y la vegetación de los cauces y riberas. 
Según el acuerdo suscrito, la Universidad de Sevi-
lla presentó cinco informes parciales bajo el título ge-
neral Estudio ecológico de los sistemas acuáticos en 
torno a la estación de almacenamiento de residuos 
radiactivos de EL CABRIL (ENRESA). En el informe 
general (C-O/90) se presenta la metodología básica 
utilizada en el estudio. En los restantes informes (C-
1/90, C-2/91, C-3/91 y C-4/91) se presentan los re-
sultados correspondientes a cuatro campañas genera-
les de muestreo (Noviembre 1990, Marzo, Julio y 
Diciembre de 1991), más otras de carácter comple-
mentario (Julio y Octubre de 1990, Febrero y Sep-
tiembre de 1991). En 1992 se presentó un informe 
sintético de las campañas y resultados obtenidos en el 
estudio. 
A petición de ENRESA se ha preparado un nuevo 
informe de síntesis que incorpora la información de 
los anteriores y amplía su ámbito aguas arriba de El 
Cabril, siguiendo el curso de el Río Bembézar. La in-
formación contenida corresponde a nuevas campa-
ñas de muestreo de ecosistemas acuáticos y terrestres 
que ha venido desanollando en el área el Guipo de 
Aguas Continentales en el marco de una investiga-
ción regional sobre impacto humano en ecosistemas 
de tipo mediterráneo. 
En este informe se presenta, por tanto, una 
revisión de los anteriores incluyendo el tramo alto del 
Río Bembézar, desde Azuaga al embalse de El 
Cabril, que no se había considerado en el Convenio 
de 1990. 
m/ 7\ 
mmmmm 
1. Introducción 
1 
INTRODUCCIÓN 
L/ 
TC 
1. Introducción 
Se ha estudiado la ecología de los ecosistemas 
acuáticos relacionados con las instalaciones de El 
Cabril (Córdoba). Se han analizado la composición y 
el funcionamiento de los ecosistemas acuáticos en los 
embalses de Bembézar y El Cabril, el tramo del Río 
Bembézar entre ambos y el Arroyo de la Montesina, 
principal afluente de dicho tramo, que recoge esco-
rrentía procedente de las instalaciones. 
De modo complementario, se ha estudiado el tramo 
alto del Río Bembézar, cuyo régimen, sometido a in-
tensas crecidas, juega un gran papel como organiza-
dor de las comunidades biológicas y el medio físico 
en su álveo. Los organismos terrestres y acuáticos, 
sustratos y sedimentos, están sometidos a pulsos 
enérgicos de erosión, arrastre y depósito, que confi-
guran el tamaño y disposición de las pozas del cauce, 
las acumulaciones de materiales y broza en el lecho y 
la recurrencia de los procesos de sucesión. 
En el estudio se ha puesto énfasis en los 
ecosistemas acuáticos: características del agua y su 
biota, vegetación acuática y freatófita. También se 
han analizado los peces, que por su gran campeo y 
migraciones periódicas, integran espacialmente los 
ecosistemas acuáticos a lo largo del cauce. 
Ti 
2. Cuenca y red fluvial 
CUENCA 
Y RED FLUVIAL 
jÁc> 
2, Cuenca y red fluvial 
2.1. Geología 
La cuenca del Bembézar presenta una considerable 
complejidad litológica, fruto de la multiplicación de 
formaciones geológicas que han sufrido repetidos 
procesos metamórficos. 
El esquema regional sitúa la cuenca casi exclusiva-
mente sobre la Sierra Morena en el límite de la Zona 
Ossa-Morena con la Zona Centro-Ibérica. Por el Sur, 
la cuenca alcanza las formaciones del Valle del Gua-
dalqu'vir y por el Norte la Tierra de Barros extreme-
ña. 
El primer sector de la cuenca, en la Provincia de 
Badajoz, discurre por los restos de una plataforma 
erosiva, presumiblemente mesozoica, que se extiende 
hacia los 600 m de altitud con lopografía casi plana. 
Hacia el S, la plataforma da paso a las estribaciones 
de Sierra Morena y la topografía se eleva hasta los 
800 m. 
La plataforma erosiva está drenada hacia el Norte 
por los arroyos que vierten al Guadiana, de curso 
meandriforme y pendiente muy escasa, que dejan fre-
cuentes lagunas y superficies encharcadas. Hacia el 
Sur discurren los afluentes del Guadalquivir, cuyo ni-
vel de base se ha mantenido próximo al del mar, ori-
ginando redes hidrográficas encajadas que atraviesan 
las formaciones de Sierra Morena en valles profun-
dos con tramos de pendientes acusadas. 
La plataforma está recubierta por materiales neóge-
nos. Se trata de depósitos continentales de arcillas ro-
jas que engloban cantos y que pueden presentar en-
costramiento con horizontes calcáreos antiguos. 
Localmente presenta lagunas, que rellenan depre-
siones circulares originadas probablemente por 
subfusión. Laintervención agrícola histórica ha su-
primido el bosque original, ha cultivado los suelos, 
ha drenado las depresiones, favoreciendo la escorren-
tía frente a la recarga de los acuíferos colgados exis-
tentes en la formación. El resultado ha sido que las 
lagunas históricas desaparecieran y las fuentes y ma-
nantiales se hayan reducido. Cabe suponer que en pe-
ríodos húmedos las cabeceras de los ríos Bembézar, 
Matachel, Muda, quedaran intercomunicadas en esta 
zona lagunosa plana donde se superponen las cuen-
cas de Guadiana y Guadalquivir, dando lugar a un 
puente biogeográfico entre las cuencas de ambos 
grandes ríos. 
A partir de Azuaga, y tras contornear el cerro do-
minado por el castillo de la población, el Bembézar 
abandona los materiales neógenos y tomando rumbo 
SE se adentra en materiales precámbricos o "grupo 
de rocas" de Córdoba-Fuente Obejuna. En el primer 
tramo sobre éste recorre los Neises de Azuaga, que 
dentro del "grupo de rocas", pertenecen al Dominio 
Valencia de las Torres-Cerro Muriano. 
Los Neises de Azuaga aparecen con intercalaciones 
de anfibolitas a veces granatíferas, neises leucocráti-
cos con fenocri stales de feldespato grandes, neises de 
grano fino y otros tipos de rocas metamórficas como 
cuarcitas. 
El Bembézar recorre un largo tramo (correspon-
diente a las estación E 1 de este Informe) en el con-
tacto entre los Neises de Azuaga y el Dominio de 
Sierra Albarrana, de edad Precámbrica-Ordovícica. 
El contacto viene marcado por una gran falla (Falla 
de Azuaga) de rumbo WNW-ESE, que el cauce del 
Bembézar repasa o recorre varias veces hasta que, to-
mando rumbo S, se adentra en los materiales de la 
Formación Azuaga pertenecientes al Dominio de Sie-
rra Albarrana. 
La Formación Azuaga está limitada por las fallas 
de Azuaga (N) y Malcocinado (S). Predominan en 
ella las filitas y pizarras con intercalaciones de are-
niscas y micaesquistos y especialmente de cuarcitas. 
Existen también vulcanitas y metavulcanitas interca-
ladas y diques de diabasa de pequeña extensión. 
El Río Onza, importante afluente por la margen de-
recha del Bembézar, recorre esta misma formación 
en un curso de rumbo mantenido entre las fallas de 
Azuaga y Malcocinado y a favor de otras menores, 
paralelas a aquellas. 
Entre el Bembézar y Onza, ya dentro de la Provin-
cia de Córdoba, se presentan depósitos del Carboní-
fero inferior (Carbonífero del Valdelinfierno), que 
aparecen discordantes sobre la formación precámbri-
ca. Se presentan lutitas con masas brechoides. Se 
pueden reconocer facies conglomeráticas de materia-
les pizarrosos y esquistosos, muy heterométricos, con 
fragmentos de hasta 2 m y en disposición caótica. 
Existen también facies fluviales, arenosas o pantano-
sas con presencia de carbón. Intercalados en la serie 
pueden aparecer niveles de cineritas. Al salir de los 
materiales carboníferos, el Bembézar se adentra en 
las formaciones de la Sierra Albarrana, que rodea y 
drena con sus afluentes. 
Sierra Albarrana está constituida por un conjunto 
de materiales metamórficos en bandas alineadas en 
dirección NO-SE y aproximadamente simétricas res-
pecto a la propia Sierra. La parte axial la forman los 
gneises de la Albarrana. Estos materiales, gneises 
cuarzo feldespáticos, con escasas micas y aspecto de 
cuarcitas, se conocen también por cuarcitas de la Al-
barrana o formación de la Albarrana. En las bandas 
periféricas de la Sierra, y simétricamente respecto a 
11 
2. Cuenca y red fluvial 
su eje, se disponen gneises más micáceos y gneises 
biotíticos. 
Intercalados en los gneises pueden aparecer niveles 
cuarcíticos que, con los gneises cuarzofeldespáticos, 
forman un conjunto de rocas sumamente resistentes, 
que originan cresterías, escarpes, gargantas y otros 
relieves de erosión. 
A favor de la intensa fracturación de las formacio-
nes se han intercalado diques pegmatíticos con una 
gran variedad de minerales, a los que debe Sierra Al-
barrana su interés minero secular. Unos cuerpos ca-
racterísticos originados durante el metamorfismo re-
gional son las venas de segregación metamórfica, de 
morfología arrosariada y compuestas preferentemen-
te de cuarzo, algo de mica y, ocasionalmente, gran-
des cristales de Andalucita (a veces transformado 
este silicato de aluminio a Distena o Silimanita). 
No atravesado por el Bembézar, pero en el NE de 
su cuenca, se sitúa el plutón granítico de la Carden-
chosa. El granito presenta grandes cristales de feldes-
pato potásico, junto a cuarzo, plagioclasa, biotita y, 
según zonas, moscovita y accesorios. 
Pasada Sierra Albarrana, y tras la desembocadura 
del Arroyo Mllañeras por la margen izquierda, el 
Bembézar recorre materiales del Cámbrico inferior, 
dominados por rocas metamórfícas (esquistos y se-
miesquistos derivados de sedimentos detríticos), en-
tre los que se intercalan frecuentes episodios volcáni-
cos. Todo ello con un grado bajo de metamorfismo. 
A la altura del Río Benajarafe, afluente por la mar-
gen izquierda, el Bembézar toma un rumbo S, cortan-
do otra unidad con presencia de calizas y pizarras 
precámbricas. Las calizas, tipo micrita, con grano 
muy fino y recristalizadas, se encuentran en gran par-
te dolomitizadas. Las dolomías son cristalinas. Apa-
recen también materiales detríticos (cuarzo, feldespa-
tos, mica) y pizarras de grano fino. 
A la altura de su afluente por la margen izquierda, 
el río Névalo, el Bembézar entra en una serie domi-
nada por esquistos o pizarras de grano fino con pro-
porción variable, a veces elevada, de limolitas con 
cuarzo, albita, moscovita y fragmentos volcánicos. 
La presa del Bembézar, que cierra el embalse, se 
asienta sobre estos materiales. Desde la cerrada, el 
Bembézar toma rumbo Sur, adentrándose de nuevo 
en calizas y pizarras cámbricas que descienden hasta 
el Valle del Guadalquivir, donde están recubiertas 
por los depósitos Terciarios correspondientes a la 
trasgresión del Mioceno Superior (Tortoniense) y 
más abajo por la cobertera de las terrazas cuaterna-
rias. 
2.2. Clima 
Existe en general poca densidad de datos meteoro-
lógicos en la cuenca del Bembézar. Se dispone en la 
actualidad de un excelente conjunto de instalaciones 
para estudios microclimáticos en las propias instala-
ciones de El Cabril y Sierra Albarrana, aunque las se-
ries meteorológicas son cortas. Existe también un es-
tudio hidrológico regional (ENRESA, 1990), de 
donde se toman los datos indicados en este apartado. 
La precipitación anual de la cuenca se sitúa entre 
500 y 800 mm. 
La cabecera, ya en la provincia de Badajoz, des-
ciende algo de la isoyeta de 500 mm. Aumenta al 
adentrarse en Sierra Morena, donde alcanza las preci-
pitaciones más elevadas, en tomo a 800 mm. Fuera 
de la cuenca, más al SW, en Guadalcanal se alcanzan 
las precipitaciones mayores del tramo de Sierra Mo-
rena, que superan algo los 1000 mm. 
Aguas abajo de la presa de Bembézar, en Horna-
chuelos, la precipitación desciende de nuevo situán-
dose en el Valle del Guadalquivir por debajo de la 
isoyeta de los 600 mm anuales. 
El Estudio citado estima para la cuenca del Bem-
bézar, aguas arriba de la presa, los valores de precipi-
tación anual siguientes: 
año seco 422 mm 
año medio 653 mm 
año húmedo 890 mm 
La precipitación se concentra acusadamente en el 
intervalo Octubre-Abril, con un período libre de pre-
cipitaciones que se extiende a Julio, Agosto y prime-
ra quincena de Septiembre. 
El cálculo del balance de agua del suelo, utilizando 
la ETP mensual y los datos de precipitación de las es-
taciones interpolados, arrojan para un año medio va-
lores de ET real entre 118 y 685 mm. El valor de la 
ETP lo estiman los autores entre 769 y 932 mm anua-
les, con valores muy bajos en invierno (10-20 
mm/mes) y muy elevados en verano (140-190 
mm/mes). La divergencia entre ETP y ETR depende 
de la capacidad de campo de los suelos y el desarro-
llo del perfil, ¿n alguna medida, el desarrollo de los 
ecosistemas, sobre las acusadas pendientes de las la-
deras que dominan la cuenca, condicionael balance 
infiltración/escorrentía y la concentración del agua 
sobre la red de drenaje. 
Utilizando las series del cercano embalse de la Bre-
ña, que se extienden desde 1912, el informe hidroló-
gico citado realiza una estima para el embalse de 
12 
2. Cuenca y red fluvial 
Bembezar de las aportaciones para el mismo interva-
lo. Los resultados son los de la Tabla 2.2.1. 
Los datos medidos en el embalse para el intervalo 
196366 son algo diferentes, arrojando un valor medio 
de las aportaciones de 206.5 hm3 anuales, con una 
desviación típica de 163. Los valores extremos de 
esta serie, difieren en más de un orden de magnitud: 
581.9 hm3 en 1963-64 y 52.3 hm3 en 1973-74. La va-
riabilidad interanual de aportaciones es muy mani-
fiesta y resulta amplificada respecto a la de precipita-
ción. Como se aprecia en la Tabla 2.2.1., la fracción 
de lluvia útil se incrementa con el volumen de preci-
pitación. 
Si se considera la intensidad de la precipitación, 
ésta actúa en el mismo sentido de incrementar la 
fracción de escorrentía con la intensidad, aumentan-
do, por tanto, la fracción de lluvia útil. Los valores de 
los coeficientes de escorrentía para un retorno dece-
nal se sitúan en 0.1, que se eleva a 0.14 para una re-
currencia de 25 años y a 0.17 para recurrencia secu-
lar. 
Las intensidades de lluvia en 24 horas para la cuen-
ca del Bembezar pueden ser elevadas. A partir de los 
datos de las estaciones de Homachuelos y presa del 
Bembezar (1952-84), se han estimado los períodos de 
retorno de las intensidades máximas diarias, obte-
niéndose los valores de la Tabla 2.2.2. 
En las series observadas 1952-1982, se han regis-
trado valores de 152, 125 y 122 mm diarios, dentro 
de los rangos esperados. 
La cuenca del Río Bembezar presenta una superfi-
cie de 1.720 km2 y un perímetro de 190 km. La pen-
diente media es del 4 por mil. Entre los afluentes des-
tacan El Alamo (16,9 km de longitud, pendiente 
24 %o) y La Montesina (13.5 km de longitud, pen-
diente 19 %o) con el subafluente de Los Caños (6,5 
km de longitud, pendiente 22 %o). La cuenca del 
Bembezar, aguas arriba de la Montesina, es de 
Tabla 2.2.1 
Valores de la precipitación y aportaciones de la cuenca del Bembezar aguas arriba del embalse 
Precipitación total (hm3) 723.4 1119.5 1527.0 
Aportación total (hm3) 61.9 191.4 394.8 
Lluvia útil (mm) 36.1 111.6 230.2 
% lluvia útil sobre precip. 8.5 17.1 25.8 
Los años secos se definen como aquellos con precipitaciones inferiores al 30% y los años húmedos como su-
periores al 70% en la distribución de Goodrich. 
Tabla 2.2.2 
Intensidades máximas de precipitación en la cuenca del Bembezar 
10 
25 
50 
100 
500 
1000. 
108.6 
129.8 
145.6 
161.2 
197.4 
212.9 
13 
2, Cuenca y red fluvial 
Tabla 2.2.3 
Curva hipsométrica y superficies de la cuenca del Bembézar 
llffj ̂ | Í^ryalopÍ| l ¡ i |üd^^^^^^^ 
<200 
200-300 
300-400 
400-500 
500-600 
600-700 
700-800 
800-900 
40* 
80 
232 
480 
488 
336 
59 
5 • 
(*) Dentro del vaso del embalse de! Bernbézar 
1.091.85 km2 y su pendiente media del 5 %o. La cur-
va hipsométrica de la cuenca se presenta en la Tabla 
2.2.3. 
De acuerdo con el Informe Hidrológico (ENRESA, 
1989), los datos de las aportaciones para los afluentes 
del Bembézar son las que aparecen en la Tabla 2.2.4. 
Los tiempos de concentración de la escorrentía cal-
culados para Río Bembézar y afluentes son los que 
aparecen en la Tabla 2.2.5. 
Teniendo en cuenta los datos anteriores, el período 
de retorno de las avenidas máximas en cada arroyo se 
presenta en la Tabla 2.2.6. 
El Bembézar es, por tanto, un río de régimen medi-
terráneo, que presenta un estiaje estival que puede 
extenderse al comienzo del otoño y un período inver-
nal de crecidas que alternan con los períodos de flujo 
basal. La precipitación puede presentarse en pulsos 
intensos que desencadenan, en períodos de algunas 
horas a menos de 1 día, puntas de crecida que pueden 
ser muy intensas. Las puntas de crecida, recorriendo 
un cauce encajado entre vertientes muy pendientes, 
originan fuertes elevaciones de nivel del agua y pul-
sos poderosos que condicionan la distribución de ma-
terial detrítico y los procesos geomorfológicos. 
La morfología de pozas y depósitos, tamaño y dis-
tribución de los canales, disposición de materiales, 
composición química del agua y la carga sólida cons-
tituyen el marco de los ecosistemas acuáticos y te-
rrestres que ocupan el álveo. 
2.3. Usos del suelr 
2.3.1. Río Bembézar 
La cuenca del Bembézar está dominada por una ve-
getación mediterránea y sometida a explotación ga-
nadera extensiva (ovino, caprino, cerdo en montane-
ra, vacuno muy escaso y caza mayor y menor), con 
algunos enclaves agrícolas y forestales. 
Dominan los matorrales en amplias superficies 
abandonadas o adehesadas, que por sucesión han 
dando bosques secundarios de quercíneas (alcorno-
que, encina, quejigo) y de enebros. La presión gana-
dera mantiene abiertos, como pastizales de alta diver-
sidad, algunos enclaves en la cercanía de cortijos y 
poblaciones, pero la crisis de la montanera en los 
años 60 y 70 y la ganadera causada por la política 
agraria comunitaria (PAC) en los anos 90, han redu-
cido al mínimo las explotaciones. 
En escarpes fuertes de las vertientes y en asomos 
rocosos, aparecen pastizales naturales donde la suce-
sión no llega a desarrollar vegetación leñosa. 
Las repoblaciones con pinos (piñonero y pinaster) 
más eucalipto en terrazas, se han extendido en terre-
nos del Estado, pero ocupan poca extensión. 
Las explotaciones mineras que han existido desde 
tiempos calcolíticos, adquiriendo gran auge en el si-
glo XVIII y XDC, están abandonadas. Persiste, reuti-
lizada con otros objetivos, la instalación de El Cabril 
en Sierra Albarrana. 
14 
2. Cuenca y red fluvial 
En algunos enclaves se encuentran ecosistemas pe-
culiares de gran interés, como los bosquetes de ace-
buche y la vegetación calcícola desarrollada sobre 
gneises y cuarcitas. En el álveo de los ríos, se locali-
zan ecosistemas terrestres de varios tipos: dominados 
por freatofitas leñosas (fresnos, tamujo, tarajes, adel-
fa), pastizales temporales con orlas de macrofitas y 
vegetaciones de gleras y asomos rocosos libres de la 
influencia del agua la mayor parte del tiempo, donde 
prosperan lentiscares o vegetación de tomillares y ja-
rales, que pueden estar acompañados de enebro. 
La construcción de la pequeña presa de El Cabril a 
principios de los años 50, ha modificado puntualmente 
el río, creando aguas arriba el equivalente a una gran 
poza y aguas abajo un tramo con menor caudal estival. 
Los molinos y batanes que existieron a lo largo del 
Bembezar han desaparecido. 
2.3.2. Embalse de El Cabril 
Presenta una profundidad máxima de 7 m en la pre-
sa y media de 1-2 m. La morfología del vaso vi-ane 
Tabla 2.2.4 
Aportaciones de los afluentes del Bembezar 
..jj..-!, "-SMJ ~-.-Arrovo•" "i"*' * " •• • ' ' Montesina'j^^v-
Superficie de cuenca (km ) 128.25 
flpraMfU, 
.Üf&Los Cafios&g 
22.45 43 
Aportación a. secos (hm ) 
Aportación a. medios (hm 
4.63 
14.31 
0.81 
2.50 
1.55 
4.79 
Aportación a. húmedos 29.51 5.16 9.89 
Tabla 2.2.5 
Tiempos de concentración de la escorrentía en el Bembezar y afluentes 
mmmmmmc^cm^mMmM. 
;^SXí :¿ ;ü^ : ^ 
;V-y>:ÍCS/Í; '̂r>/:v.^?..'Alámo '::'-X:¿^:¿ 
Montesina 
."!••" .;,:.->;;;'.-.;;-ÍV-Caños^ ; , 
^ V ^ ^ y ; # ^ 
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' • • ^ • ^ ' • - ^ ^ 
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Tabla 2.2.6 
Período de retorno de máximas avenidas en la cuenca del río Bembezar 
15 
2. Cuenca y red fluvial 
determinada por la acumulación importante de sedi-
mentos de tipo arenoso, que da lugar a la formación 
de grandes pozas con una profundidad media de 1.5 
m, alternando con zonas someras según la topografía 
original. A lo largo del año no hay grandes variacio-
nes de nivel y es sólo en los momentos de máximo 
estiaje cuando queda convertido en un rosario de po-
zas conectadas entre si. 
El margen derechodel embalse presenta pendientes 
más pronunciadas, que alternan con pequeñas llanu-
ras de inundación donde se producen fenómenos de 
deposición de material fino. Por el contrario, en el 
margen izquierdo las pendientes son suaves, con 
grandes rellanos de sedimentos que alternan con la-
deras de fuerte pendiente. 
Desde la presa hasta el puente de la carretera sobre 
el río Bembézar, el río se encaja en un estrecho ca-
ñón, denominado Salto del Caballo. Pasado el cañón 
del Bembézar, recibe por la margen izquierda su 
afluente más importante, el Arroyo de la Montesina. 
2.3.3. Arroyo de la Montesina 
Prácticamente toda la zona estudiada del Arroyo de 
la Montesina ha sido repoblada previo aterrazamiento 
del terreno, apareciendo como vegetación más im-
portante asociada al cauce manchas de taraje y adel-
fa, coincidiendo con ligeros ensanchamientos del 
arroyo. Presenta una estación de aforo cerca de la de-
sembocadura y un azud aguas arriba. Igual que el río 
Bembézar sufre notables variaciones estacionales de 
la morfología del cauce, con la alternada de períodos 
de flujo continuo y períodos de sequía, en los que 
aparecen charcas y pozas aisladas. 
Aguas abajo de la desembocadura de la Montesina, 
el cauce del río Bembézar se amplia y aparecen adel-
fa, tamujo, fresno, taraje y enebro, patrón general 
hasta llegar al embalse del Benb^zar. 
2.3.4. Embalse del Bembézar 
El embalse fue construido en 1963 en el término 
municipal de Hornachuelos, tiene un volumen de 347 
hm3 y una superficie de 1070 ha. Se utiliza para rega-
dío, abastecimiento y generación de energía eléctrica. 
La gestión de la masa de agua origina grandes fluc-
tuaciones de nivel. Se caracteriza por presentar lade-
ras con fuertes pendientes, sin desarrollo importante 
de depósitos en las orillas. 
Aguas abajo de la presa, el río se encaja de nuevo 
descendiendo hasta el Guadalquivir. Este tramo no se 
ha considerado en el estudio. 
16 
3. Estaciones de muestreo 
3 
ESTACIONES DE MUESTREO 
"IM 
HWTfflilMIHt'ffl 
Las estaciones de muestreo fueron seleccionadas 
teniendo en cuenta la gradación espacio-temporal de 
las características hídricas y morfológicas del río y 
embalses. Se seleccionaron puntos con presencia de 
agua la mayor parte del año, para permitir un segui-
miento continuo y puntos con alta probabilidad de se-
carse en el período de estiaje. 
Las estaciones de muestreo en los embalses se esta-
blecieron según el eje longitudinal presa-cola del em-
balse, desarrollo de orilla y entrada de tributarios im-
portantes (Embalse del Bembézar). 
La denominación de las estaciones de muestreo se 
ha realizado teniendo en cuenta la longitud del cauce 
desde el nacimiento del río. Los punios del río Bem-
bézar poseen la signatura RB, las del arroyo de la 
Montesina AM, las del embalse de El Cabril EC y las 
del embalse del Bembézar EB. Teniendo en cuenta lo 
expuesto, se establecieron las siguientes estaciones y 
puntos de muestreo (Figura 3.1., Figura 3.2. y Figura 
3.3.). 
Estación I (puntos RB1, RB2, RB3) 
La estación I se enclava en los neises de Azuaga 
del Dominio Valencia de las Torres- Cerro Muriano. 
RB1 está situada a 12 km del nacimiento, a la altu-
ra del km 5 de la carretera Azuaga-La Cardenchosa. 
RB2 se sitúa en el km 7 de la misma carretera bajo el 
puente del río Bembézar, con 14 km desde su naci-
miento. RB3 está situada a 18 km de su nacimiento, 
en el cruce de la carretera Azuaga-Fuente Obejuna 
(km 12,5). 
Estación II (puntos RB4, RB5, RB6) 
Corresponde a los materiales de la Formación 
Azuaga. Los tres puntos se sitúan en las cercanías de 
la carretera de Alanís, RB4 en el km 64, RB5 y RB6 
en el km 67. 
Estación III (puntos RB7, RB7', RB8) 
Se extiende desde los conglomerados carboníferos 
de Valdelinfierno en la parte alta a los neises de Sie-
rra Albarrana en la inferior. Los tres puntos están si-
tuados a la altura del km 68 de la carretera de Alanís. 
Caudal estival muy reducido o nulo en superficie 
pero que se mantiene en el subálveo. 
Estación IV (punto RB9) 
Situada sobre el río Bembézar a 52 km de su naci-
miento, aguas arriba de la zona de influencia del em-
balse de El Cabril. Sólo presenta flujo de agua duran-
3. Estaciones do muestreo 
te Otoño -Invierno hasta la Primavera, secándose du-
rante el estiaje. Su profundidad media es de 70 cm y 
la anchura de 3.6 m. Presenta un sustrato arenoso en 
un 45 % de su superficie y el resto está formado por 
grava. 
Estación V (Embalse de El Cabril) 
Las muestras para el análisis limnológico se reco-
gieron aproximadamente 50 m aguas arriba de la pre-
sa. Presenta caudal desde Otoño a final de Primavera. 
Se establecieron dos puntos para el muestreo de pe-
ces, uno en la cola del embalse (EC1) y otro en la 
presa (EC2). 
Según la profundidad y desarrollo de orilla se con-
sideraron dos puntos de muestreo complementarios e 
intermedios a los anteriores (EC3) y (EC4). El sustra-
to es arenoso y sólo a pie de presa hay acumulación 
apreciable de limos y materia orgánica en el sedi-
mento. La profundidad media del embalse es de 2 m 
y su anchura de 15 m. 
Estación VI (punto RB10) 
Situada sobre el río Bembézar a 56 km de su naci-
miento, aguas abajo de la Presa de El Cabril, en el 
Cañón del Salto del Caballo, anterior a la confluencia 
del Arroyo de la Montesina. El régimen del río viene 
muy modificado por la presa del embalse del El Ca-
bril, que lamina las puntas de las crecidas y bloquea 
el flujo otoñal hasta que se llena. Su profundidad me-
dia es de 25 cm y la anchura de 7 m. Sustrato rocoso 
con gravas muy gruesas. No presenta un buen desa-
rrollo de vegetación riparia. 
Estación Vil (Arroyo de la Montesina) 
Se establecieron tres puntos de muestreo. AMI, si-
tuado aguas arriba del azud. Sustrato arenoso, con 
grava en la parte más profunda. Su profundidad me-
dia es de 21 cm y su anchura de 1.72 m. En el estiaje 
el cauce se seca, manteniendo un caudal variable du-
rante el resto del año. AM2, situado a la altura del km 
14 de la carretera a Fuente Obejuna. La poza presen-
taba una profundidad media de 13 cm y anchura de 2 
metros, con lecho de grava fina y gruesa. AM3 situa-
do aguas arriba de la confluencia con el río Bem-
bézar, después de la estación de aforo. Presenta una 
profundidad media de 14 cm y una anchura de 2 m. 
El sustrato es arenoso en un porcentaje de aproxima-
damente el 55 % y resto repartido entre gravas y pie-
dras. 
19 
3. Estaciones de muestreo 
Estación Vfll (punto RB11) Estación IX (Embalse de! Bembézar) 
Situada sobre el río Bembézar, aguas abajo de la 
desembocadura del arroyo de la Montesina. Perma-
nece con agua durante todo el año. El sustrato de are-
na gruesa en la margen derecha y de cantos y piedras 
en el resto. 
Solamente tiene vegetación de orilla sobre el mar-
gen derecho, aunque de poco desarrollo. La profundi-
dad media es de 130 cm y la anchura de 13 m. 
Las muestras para el análisis limnoltígicos se reco-
gieron aproximadamente a 100 m de la presa. Se es-
tablecieron nueve puntos de muestreo ictiológico: 
• EB1, EB2, EB3, EB4: Area de influencia del 
Río Bembézar. EB5, EB6, EB7: Area de in-
fluencia del río Nóvalo. 
• EB8, EB9: Posterior a la unión de los ríos an-
teriores y zona de influencia de la presa del 
embalse. 
20 
3. Estaciones de muestreo 
Figura 3.1 
Localízación de las Estaciones de muestreo en el río Bembézar. 
21 
3. Estaciones de muestreo 
EC1 
Arroyo de 
LA MONTESINA 
Figura 3.2 
Puntos de muestreo en el río Bembezar. 
Embalse del 
BEMBEZAR 
22 
Figura 3.3 
Puntos de muestreo en el embalse del Bembezar. 
4. Material y métodos 
4 
MATERIAL Y MÉTODOS 
23 
4. Material y métodos 
4.1. Campañas de muestreo 
Coincidiendo con la estacionalidad del régimen hi-
drológico se efectuaron cuatro campañas de muestreo 
general: Noviembre-90 (Otoño), Marzo-91 (Primave-
ra), Julio-91 (Verano) y Diciembre-91 (Invierno). Se 
efectuaron otros muéstreos complemetarios condicio-
nados a episodios particulares del régimen hidrológi-
co,como el inicio del período de lluvias, avenidas y 
estiaje y a procesos particulares, como migraciones 
reproductivas de peces en el Río Bembézar y Arroyo 
de la Montesina, salidas hacia otros tributarios del 
Embalse del Bembézar, etc., durante 1992 y 1993. 
Los muéstreos de vegetación se han realizado desde 
1991 a 1993. 
En las campañas complementarias también se am-
plió el área de estudio, muestreando puntos de cabe-
cera del río Bembézar antes de su entrada en Sierra 
Albarrana, para compararlas con las estaciones de 
muestreo aguas abajo. 
4.2. Morfología del álveo 
Con ayuda de fotogramas verticales E. 1:25.000 en 
BN de Octubre de 1990 y recorridos de campo se r 
conoció el río Bembézar, seleccionando las estacio 
nes de muestreo que fueran representativas de los 
distintos tramos y donde pudiera encontrarse un am-
plio conjunto de formas y ecosistemas. 
Perfiles 
Para el estudio de la morfología del álveo del río 
Bembézar se han levantado perfiles topográficos 
transversales y perfiles longitudinales por tramos. 
Para el levantamiento de los perfiles se procedió a 
medir la altura, metro a metro, de toda la sección del 
álveo, tomando como base el punto más bajo del per-
fil, correspondiente al nivel base del río. El perfil se 
extendía de vertiente a vertiente, entre las cotas máxi-
mas de avenida observadas. Se materializó con ayuda 
de un nivel NIKON AX-1S, utilizando jalones, miras 
y cintas métricas. 
Se determinó el tipo de sustrato sobre el trazado del 
perfil y se tomaron muestras de los depósitos para su 
posterior análisis granulométrico. 
En cada perfil se identificaron los niveles de base, 
crecida invernal y máxima avenida del río. Con ayu-
da de fotointerpretación de fotogramas verticales 
(Octubre 1990) E. 1:2.000 de las estaciones, se inter-
pretaron los procesos predominantes en cada sector, 
especialmente los canales de erosión y superficies de 
acumulación. 
Las pozas persistentes en los puntos de muestreo de 
las estaciones fueron medidas: longitud, anchura y 
profundidad máxima. Cuando el flujo lo permitía se 
midió, asimismo, la velocidad del agua. 
Se tomaron muestras de los materiales del fondo 
para su posterior análisis granulométrico 
Con los datos obtenidos se ha realizado una sectori-
zación hidrogeomorfológica del biotopo para cada 
uno de los transectos estudiados, que se presenta en 
los apéndices. 
Dimensiones 
Se tomó la anchura del cauce como la distancia ho-
rizontal entre ambas márgenes a lo largo de la super-
ficie del río en la fecha de muestreo. La profundidad 
como la máxima distancia vertical del fondo hasta la 
superficie. Ambas se midieron in situ con precisión 
0.1 m. 
Velocidad 
La velocidad de la corriente se registró en superfi-
cie y fondo con un correntímetro General Oceanics, 
INC. con precisión 0.01 m/sg, integrando los valores 
durante 40 segundos. En las estaciones de más de 1 
metro de profundidad, la velocidad se Tegistró al 60% 
c"e la profundidad total. 
4.3. Masas de agua 
Temperatura 
Se utilizó una sonda de lectura directa Yellow 
Spring MOD. A57 y un medidor multifuncional TOA 
WQC-2A. 
Oxígeno 
Se utilizó una sonda de lectura directa Yellow 
Spring MOD. A57 y un medidor multifuncional TOA 
WQC-2A. 
PH 
Se utilizó un medidor multifuncional TOA WQC-
2A. 
Conductividad 
Se utilizó un medidor multifuncional TOA WQC-
2A. Para el análisis de otras variables físico-quími-
cas se tomaron muestras de dos litros de agua por 
25 
4. Material y métodos 
cada estación y campaña de muestreo, para su poste-
rior análisis en el laboratorio. 
Dureza Total (Calcio + Magnesio) 
Análisis volumétrico. Valoración con EDTA e in-
dicador negro de ericromo (Standard Methods, 
1981). 
Reserva alcalina 
Desplazamiento de ácidos débiles {HCOí, CO.f, 
HO~ principalmente) con ácido sulfúrico utilizando 
como indicador fenolftaleína (Golterman, 1963). 
Nitrito 
Análisis colorimétrico. Paso de nitrito a ácido ni-
troso por acidificación (HC1), formación de naftileti-
lendiamina que da un colorante rojo, cuya concentra-
ción se mide al espectrofotómetro por su absorción a 
543 nm (Shinn, 1941 en Strickland & Parsons, 1968). 
Nitrato 
Análisis colorimétrico. Se reduce a nitrito, hacien-
do pasar el agua por una columna de limaduras de 
cadmio cobreadas. Se valora como nitrito (Morris & 
Riley, 1963 en Strickland & Parsons, 1968). 
Amonio 
Análisis colorimétrico. Nesslerización (Rodier, 
1981). 
Fosfato 
Análisis colorimétrico. Reacción en medio ácido 
con molibdato amónico (Murphy & Riley, 1963 en 
Strickland & Parsons, 1968). 
Silicato 
Análisis colorimétrico. Reacción en medio ácido 
con piromolibdato amónico (Mullin & Riley, 1963 en 
Strickland & Parsons, 1968). 
Pigmento 
Análisis espectrofotométrico a 750 nm (turbiedad 
de la muestra) y a 665 nm (máximo de la absorción 
de clorofila a). 
4.4. Comunidades acuáticas 
Fitoplancton 
El fitoplancton (sensu stricto, en los embalses) y el 
potamoplancton (en el río) fue recogido en botellas 
de cristal de 150 mi y preservado con una solución de 
lugol. Se combinó el estudio taxonómico de los orga-
nismos y su evaluación cuantitativa, mediante la se-
dimentación en cubetas de 50 mi, durante 24 horas, 
utilizando un microscopio invertido con aumento de 
x400, según el método de Utermol. 
En la determinación de las especies se han utilizado 
entre otros los textos de Bourrelly (1972, 1981, 
1985), Germain (1981), y Komarek y Fott (1983). 
Zooplancton 
Para el análisis cuantitativo se filtraron en cada 
punto 20 litros de agua a través de un filtro de red de 
nytal de 50 Jim de diámetro. El filtrado se guardó en 
tubos etiquetados con formol al 4% hasta su identifi-
cación y recuento en el laboratorio. Igualmente se to-
maron muestras para el seguimiento cualitativo. 
Para la determinación de las especies se utilizaron 
las claves de Ruttner-Kolisko (1974), Ward y Whi-
pple (1959), y Alonso (1985). 
Para estudiar la abundancia de los distintos compo-
nentes de las muestras se tomaron alícuotas de 10-15 
mi y se contaron todos los individuos presentes bajo 
microscopio invertido (x20). 
Macroinvertebrados 
Se realizó un muestreo extensivo semicuantitativo. 
En las estaciones del río y arroyo se utilizó una man-
ga triangular de 30 cm de lado con red de nytal de 
250 (Jm de luz de malla, siguiendo el método de las 
unidades de esfuerzo (Elliot, 1971). Se elegieron 
aquellas zonas de las estaciones de muestreo donde la 
corriente era máxima, por coincidir con la máxima 
diversidad faunística. La toma de muestra estuvo 
comprendida entre 1 y 2 minutos, lo que representó 
una distancia recorrida con la manga entre 7 y 12 m 
aproximadamente. Recogidas las muestras, se limpia-
ron y fijaron con formol al 10%. 
Ictiofauna 
En el río y arroyo se empleó un equipo de pesca 
eléctrica, trabajando con una diferencia de potencial 
de 200220 V y una intensidad de corriente entre 0.1 y 
2 A. En cada estación de muestreo se acotó un tran-
secto paralelo a la corriente de 100 metros, aplicando 
26 
4. Material y métodos 
la pesca eléctrica. Se registraron en cada caso el 
tiempo de pesca, considerando la unidad de esfuerzo 
de pesca, media hora. 
En los embalses se utilizaron dos métodos distintos 
de evaluación de la comunidad íctica, cualitativa y 
cuantitativamente: artes de pesca y la ecosonda. 
En las aguas libres de los embalses se utilizaron 
trasmallos formados por 3 paños, siendo los externos 
(1 ó 2) de mayor luz de malla, y de 12 m de largo por 
2 de peralte. Se colocaron en superficie o fondo cala-
dos durante 24 horas, al cabo de las cuales se reco-
gieron las capturas. Cada red de 12 x 2 metros se 
consideró una unidad de esfuerzo de pesca. 
En las zonas de orilla y ensenadas someras se utili-
zaron nasas, o redes holandesas, de 4 muertes, siendo 
altamente efectivas en orillas con abundante vegeta-
ción y escasa profundidad. La unidad de esfuerzo 
considerada estuvo formada por 1 nasa en 24 horas. 
Como medid?, complementaria a la información ob-
tenidaen el muestreo con redes se utilizará una eco-
sonda modelo Japan Marina 202S. Las características 
del aparato, posibilitan su manejo en la barca, permi-
tiendo los muéstreos de forma rápida. Para la evalua-
ción de densidades (D), se utilizó la siguiente fórmu-
la: 
D=nl3.6 h21 
donde: 
« = número de señales 
h = profundidad (metros) 
/ = tiempo (minutos) 
A cada ejemplar capturado se le registró la longitud 
total, con ictiómetro (± 1 mm) y el peso total (WT), 
con balanza de precisión (± 1 g). También se efectuó 
un examen extemo de los individuos para detectar la 
presencia de parásitos o de anomalías morfológicas. 
Se estudiaron algunas características poblacionales 
como la relación longitud peso de acuerdo con la si-
guiente función P=aLh, donde P es el peso en gra-
mos, L la longitud total en milímetros; a y b, son 
constantes. También se analizó la estructura de tallas 
de las poblaciones representando la distribución de 
frecuencias de las capturas correspondientes a distin-
tos intervalos de talla (mm). 
Para establecer los requerimientos alimenticios y las 
relaciones tróficas en el ecosistema acuático se efec-
tuó el análisis de los contenidos estomacales de las es-
pecies ícticas del área de estudio, con especial interés 
en los ejemplares de las dos especies más abundantes 
Barbus sclateri y Chondrostoma polylepis. 
Los contenidos estomacales fueron extraídos del 
tubo digestivo previamente fijado y conservado en 
formaldehido comercial al 4%. El contenido fue va-
ciado y observado bajo lupa binocular (xlO, x40). 
Cuando la resolución de la lupa no fue suficiente se 
utilizó el microscopio óptico (xlOO, x400). Las pre-
sas se determinaron al nivel taxonómico más fino po-
sible, si bien para la interpretación de los resultados 
fueron agrupados en categorías taxonómicas mayores 
o por características ecológicas comunes. La abun-
dancia de cada item alimenticio se evaluó en porcen-
tajes respecto al número total de ejemplares contabi-
lizados. 
4.5. Muestreo de la vegetación 
La vegetación del río Bembézar se ha estudiado en 
las estaciones de muestreo. 
El método seguido consistió en el reconocimiento 
de los tipos de vegetación (abundancia y composi-
ción de especies) en los biotopos detectados en el 
muestreo morfológico. Además se llevó a cabo el 
muestreo cuantitativo de los transectos midiendo la 
cobertura lineal, metro a metro, como cobertura in-
terceptada por la proyección de la planta. En cada 
metro se midió la altura máxima de las especies leño-
sas y la de herbáceas perennes de grandes dimensio-
nes (macrófitos y megaforbios). 
Se realizó una cartografía detallada de la vegeta-
ción de un tramo de 3 Km de río en la Estación III, a 
partir de la fotointerpretación de una ampliación a es-
cala 1:2.000 del vuelo en blanco y negro de Octubre 
1991 y del muestreo de campo. 
En cada estación, se describió la composición 
cualitativa de la vegetación leñosa, su diversidad y su 
relación con el tipo de sustrato, cota y carácter 
funcional del cauce. 
•4 
5. Análisis del medio acuático 
5 
ANÁLISIS 
DEL MEDIO ACUÁTICO 
5. Análisis del medio acuático 
5.1. Morfología del álveo 
Para la descripción del cauce del río Bembézar se 
han utilizado datos de las pendientes, perfiles, pozas 
y de la fotointerpretacion de los tramos del río. Las 
distancias sobre el álveo se han medido sobre el 
mapa topográfico E. 1:50.000. 
Se acompañan los perfiles topográficos de los pun-
tos del cauce del Bembézar en las estaciones y la 
composición de sustratos y vegetación en los mis-
mos. 
Estación I 
• Localización 
Entre los kilómetros 11.5 y 18 del río. Com-
prende los Puntos RB1, RB2, RB3. 
• Altitud 
425 y 380 metros sobre el nivel del mar. 
• Pendiente media 
7 %o. El río presenta un álveo amplio limitado 
por vertientes de pendiente escasa (10% y 
15%). 
• Perfiles: 
ü RB1 corresponde a un tramo recto de casi 
1 Km de longitud y vertientes de escasa 
pendiente: 5%. Corresponde a los primeros 
tramos del río que funciona como un pe-
queño arroyo. Actualmente, debido a los 
vertidos urbanos no depurados de Azuaga, 
está convertido en una cloaca y su caudal 
basal es de aguas residuales. 
• RB2 corresponde a un tramo recto tras la 
desembocadura del Arroyo de Los Pilones, 
afluente por la margen izquierda, que debi-
do a su mayor pendiente en este sector pre-
senta un gran aporte de materiales. 
Aguas arriba del puente de la carretera N-
421 Azuaga-Fuente Obejuna, el álveo pre-
senta una anchura de unos 150 metros y 
morfología plana con canales anastomosa-
dos de gravas medias y gruesas. Predomi-
nio de materiales cuarcitosos formando 
acumulaciones de 3 a 5 metros de potencia, 
que han permitido el aprovechamiento de 
uno de los canales como caz de un antiguo 
molino hidráulico. 
El punto RB2, tomado aguas abajo del 
puente de la N 421, de 70 m de longitud, 
muestra la existencia de canales de erosión 
que alternan con zonas de depósito, con 
gravas gruesas a las que se superponen ma-
teriales finos con 1-2 metros de potencia. 
En las crecidas, se forman canales de ero-
sión a cotas más elevadas. Durante las ave-
nidas grandes, los canales de erosión se ta-
llan en el contacto con los coluviones de 
ladera movilizando el depósito del piede-
monte. 
ü RB3 corresponde a un tramo recto, más 
encajado que los anteriores al cortar el cau-
ce unas bandas de cuarcita. El transecto se 
situó aguas abajo del puente de la carretera 
N-421 Azuaga-Alanís. El perfil, de 40 m 
de longitud y un desnivel de 2,5 m, mues-
tra claramente los canales principales que 
coinciden con la parte más profunda y don-
de se situaban las pozas, mucho más alar-
gadas (100 m) que en los puntos anteriores. 
La intersección con los estratos cuarcito-
sos, de buzamiento casi vertical, origina 
canales accesorios funcionales en las creci-
das invernales. La cuarcita presenta morfo-
logía alveolar característica, producida en 
la dura roca por la acción de gravas y are-
nas en los remolinos. El canal accesorio 
que se sitúa en la margen derecha del perfil 
presenta este origen. 
• Pozas 
Mínimo desarrollo de pozas arenosas de 1-3 
metros de longitud, en el RBI. En RB2 corres-
ponden al canal principal y poseen una anchura 
de 1-4 m y longitud de 6-8 m. En RB3 la an-
chura alcanza los 6-8 m y la longitud los 100 
m. En RB 1 el caudal basal es de aguas residua-
les. En RB2 existe alguna autodepuración, pero 
el caudal es de aguas residuales. En RB3 la au-
todepuración y el aporte de otros afluentes 
mantienen aguas eutrofas pero bien oxigena-
das. 
Estación II 
• Localización 
Entre los kilómetros 26 y 29. Comprende los 
Puntos RB4, RB5 y RB6. 
• Altitud 
Entre 330 y 300 m. 
• Pendiente media 
4 %o. 
31 
5. Análisis del medio acuático 
• Morfología 
Tramo más encajado del Bembézar que atra-
viesa una formación de rocas metamórficos 
compactas. En el punto RB4, el rio describe un 
torno fuertemente encajado frente al Cerro Río 
Piedra, de 440 m de altitud, con una vertiente 
sobre el río de unos 100 m de desnivel. Entre 
RB4 y RB5 el Bembézar sigue un tramo rectilí-
neo coincidente con una falla NW-SE. El álveo 
es ancho (50 m), de morfología plana. El perfil 
del valle es disimétrico mucho más pendiente 
en la margen izquierda y tendido en la derecha, 
que muestra un fuerte escarpe, de unos 40 m de 
altura, separando el álveo de un nivel superior, 
plano. Puede representar un nivel erosivo anti-
guo modelado bajo clima más árido que el ac-
tual, antes del rejuvenecimiento erosivo que 
afecta actualmente al Bembézar. Aguas abajo 
de RB6 desembocan los pequeños arroyos que 
drenan el NW de Sierra Albarrana, aportando 
gran cantidad de gravas. 
• Perfiles 
• RB5. El perfil, de 75 m de longitud y 3 de 
desnivel y el RB6, de 72 m de longitud e 
igual desnivel distan 50 m entre sí. Se si-
túan al final del tramo recto. El álveo aquí 
presenta una morfología plana con canales 
anastomosados y gran cantidad de gravas. 
Asomos rocosos en el contacto con las la-
deras. En el margen aparecen extensosde-
pósitos de gravas formando plataformas en 
la cota de las crecidas invernales. 
• Pozas 
Morfología alargada causada por la acumula-
ción de gravas tras los tornos y zonas encajadas 
del álveo. Se llegan a producir pozas de 200 o 
300 m de longitud y unos 30 m de anchura con 
perfil disimétrico, tendido en un margen y pen-
diente (35-40°) en la opuesta. Alternan con po-
zas pequeñas de 5-10 m de longitud y nivel de 
agua muy variable. 
Estación III 
• Localización 
Eentre los kilómetros 33 y 36. Comprende los 
Puntos RB7,RB7'y RB8. 
• Altitud 
Entre 300 y 280 m. 
o Pendiente media 
6%o. 
• Morfología 
Tras un torno en la parte alta, el río discurre 
por un tramo recto a través de un valle encaja-
do disimétrico, con una mayor pendiente (23 
%) en la ladera derecha y más tendido en la iz-
quierda (13 %). 
El álveo de este tramo tiene una anchura de 
100- 200 metros y morfología plana. En esta 
zona se desarrollan intensos procesos de depo-
sición en las grandes avenidas, con materiales 
aportados por arroyos provenientes de la mar-
gen izquierda que drenan la Sierra Albarrana y 
de la margen derecha, como el Arroyo de Vena 
de la Culebra, al principio del tramo, el Arroyo 
del Barranco de los Chivatos, en la parte cen-
tral y el Arroyo de Buenas Aguas en la parte fi-
nal. El intenso depósito de materiales origina 
una extensa plataforma de grava a cota de ave-
nida, que llegan a ocupar en algunos casos has-
ta el 80 % del álveo, la erosión de canales en 
estos depósitos, de hasta 8 m de potencia, ha 
hecho que el curso de agua posea numerosos 
canales anastomosados o pozas pasando de ex-
tremo a extremo del álveo y originando nume-
rosas islas con depósitos de gravas y arenas. 
• Perfiles 
• RB7'. Localizado en la parte alta del tra-
mo, 50 m agua arriba de la desembocadura 
del Arroyo de la Vena de la Culebra, el 
perfil presenta una longitud de 100 m con 
un desnivel de 4 m desde la cota de aveni-
das (depósitos marginales) al fondo del ál-
veo. En el bloque diagrama se reconoce la 
vertiente derecha, la superficie del nivel de 
crecidas que conecta mediante un escarpe 
con el surco marginal derecho. El centro 
del perfil está ocupado por un cauce de 
crecida invernal con gravas gruesas en dis-
posición laminada y pequeños canales 
anastomosados con gravas más finas o are-
na gruesa. En contacto con la margen iz-
quierda por medio de un escarpe grande el 
canal principal (de lecho rocoso) limita el 
depósito de gravas. En el canal aparecen 
arenas y elementos finos y persisten las po-
zas de agua todo el verano. 
La disposición entre superficie de agua en 
la pozas y topografía del cauce se presenta 
en el perfil longitudinal del Bembézar (to-
mado en la línea media del cauce) en el 
32 
5. Análisis del medio acuático 
Tabla 5.1.1 
Características morfológicas de las pozas de la Estación III 
POZA 
A 
B 
c 
D 
E 
F 
G 
H 
I 
J 
K 
L 
ANCHURA 
(m) 
4 
6 
2 
2 
3 
3 
7 
3 
10 
15 
20 
6 
LONGITUD 
(m) 
100 
30 
12 
12 
25 
20 
15 
12 
120 
120 
30 
200 
PROFUNDIDAD 
(m) 
1 
1 
0.7 
0.3 
0.6 
0.5 
0.5 
0.5 
1.1 
0.8 
0.6 
0.5 
1. FORMA 
4 
6 
2.8 
6.7 
5 
6 
14 
6 
9 
18 
33 
12 
PUNTOS .. 
P1 
P2 
P3 
P4 
P5 
P6 
P8 
P9 
P10,11.12,13 
P14,15,16 
P17 
P18.19.20 
mismo tramo. Se aprecia cómo el canal 
principal corta los depósitos aguas arriba 
de RB7' y el descenso del nivel freático 
que alimenta las lagunas a lo largo del per-
fil del río. 
D RB8 
D RB7 
Localizado en la parte media del tramo, el 
perfil tiene una longitud de 100 m. y un 
desnivel de 8 m. Se pueden diferenciar dos 
partes, una correspondiente al cauce fun-
cional del río en su nivel de base y otra al 
cauce en períodos de crecidas invernales. 
Junto a la margen izquierda del álveo, con 
depósitos de arenas y grava de tamaño me-
dio, una antigua terraza elevada del río a 6 
metros sobre el nivel base, sólo es funcio-
nal en períodos de grandes avenidas. Pre-
senta depósito superficial de materiales fi-
nos, con predominio de limos. Posee 
también canales anastomosados paralelos 
al curso principal, excavados unos 30 cm 
sobre los materiales limosos. 
Está situado al final del tramo allí donde el 
cauce se vuelve encajado. El perfil es cor-
to, con una longitud de 45 m y morfología 
plana. Tiene un sustrato de arenas, gravas 
y gravas gruesas donde discurre el canal 
principal. Prácticamente todo el perfil, a 
excepción de los taludes del álveo, se en-
cuentra al nivel base del río. 
Pozas 
La morfología alargada del álveo, la gran canti-
dad de depósitos de arenas y gravas y el curso 
divagante que adopta el canal principal, produ-
cen numerosas pozas de morfología alargada 
que pueden alcanzar los 300 m. de longitud y 
los 20 metros de anchura, la profundidad de es-
tas pozas puede alcanzar los 2 m en flujo basal. 
Se han estudiado todas las pozas grandes de la 
estación, las que corresponden a los perfiles y 
las restantes. En la Tabla 5.1.1., se presentan 
sus características. 
33 
5. Análisis del medio acuático 
Estación IV 
• Localization 
Een el kilómetro 47 del río. Comprende el Pun-
to RB9. 
• Altitud 
240 m. 
• Pendiente media 
4%o 
• Morfología 
El Bembézar presenta aguas arriba del embalse 
del Cabril un tramo muy encajado y sinuoso, 
condicionado por un enrejado de fallas orienta-
do con rumbo NW-SE y ÑE-SW alternando los 
tramos rectilíneos con los tomos de 90 a 180°. 
Son patentes algunos fenómenos de encaja-
miento y abandono de cauces en la sucesivas 
fases de encajamiento del Bembézar. 
En la estación situada aguas arriba del embalse 
se presenta un álveo casi plano de 70 m de an-
chura comprendido entre vertientes con fuertes 
pendientes de 50-100 % que se elevan por en-
cima de la cota 300, alcanzando en el Cerro de 
Hombre los 500 m. 
El intenso transporte y la escasez de aporte de 
materiales de las vertientes del tramo, hacen 
que el canal del álveo presente escasos sedi-
mentos y discurra buena parte sobre fondo ro-
coso. 
• Pozas 
Las pozas correspondientes al Punto RB) son 
de pequeño tamaño. Su longitud es de unos 500 
m, 4 m de anchura y 70 cm de profundidad me-
dia en condiciones de flujo basal. Sustrato are-
noso en un 45 % y de gravas en un 65 %. 
Estación V 
• Localización 
Entre los kilómetros 48 y 52 del río. Compren-
de los Puntos EC1, EC2, EC3 y EC4. 
• Altitud 
225-215 m 
• Pendiente media 
0 %. (Lámina de agua). 
• Morfología 
La pequeña presa de El Cabril ocupa una cerra-
da entre los fuertes escarpes cuarcitosos del 
Cerro de El Cabril, de Los Morales (Norte) y 
Cerro del Cabril del Alta (Sur). La cola del em-
balse describe aquí un amplio arco de unos 500 
m de radio, que continúa la morfología de la 
Estación IV, con tramos rectilíneos conectados 
por estrechos tornos de 100-200 m de radio. 
En la cola del embalse, de unos 3 km de longi-
tud, predominan depósitos de gravas que dan 
paso a las arenas hacia el sector del tramo in-
termedio. En el último kilómetro aguas arriba 
de la presa, los depósitos son preferentemente 
limosos y la morfología se modifica, desarro-
llando sobre ambas márgenes depósitos limo-
sos con la superficie a la cota del aliviadero, 
dejando un canal central de 50-100 m de an-
chura que llega hasta la presa. Frente a la mis-
ma (Punto EC2) los depósitos limosos se susti-
tuyen por depósitos arcillosos con abundante 
materia orgánica en el sedimento. 
• Pozas 
Al descender el caudal al comienzo del estiaje, 
puede considerarse que el embalse, lleno hasta 
la cota del aliviadero, se constituye en una gran 
poza de unos 2 Km de longitud. Al avanzar el 
verano y descender el nivel, se crea un rosario 
discontinuo de pozas persistiendo al pie de la 
presa una mayor, de unos 15 m de anchura por 
2 m de profundidad. 
La presa de El Cabril posee compuertas de fon-
do que al parecer no se han llegado a utilizar. 
El aliviadero, que ocupa la mayor parte del co-
ronamiento, descarga sobre el "Salto del Caba-
llo", un espectacular cañón que forma parte dela Estación VI. Al pie de la presa y en la Mar-
gen izquierda existe una pequeña estación de 
bombeo de agua para las instalaciones de alma-
cenamiento de residuos radiactivos de El Ca-
bril. 
Estación VI 
• Localización 
En el "Salto del Caballo", entre los kilómetros 
53 y 54, aguas abajo de la presa de El Cabril, 
hasta la desembocadura del Arroyo de La 
Montesina pasado el puente de la carretera. 
Comprende el Punto RB10 
• Altitud 
220-200 m. 
• Pendiente media 
1.8 %o 
5. Análisis del medio acuático 
• Morfología 
La Estación VI constituye el tramo más espec-
tacular del río Bembézar y posee un especial 
interés ecológico. El álveo presenta un tramo 
rectilíneo de unos 1200 m de longitud que co-
rresponde con una falla, de orientación NW-
SE. La existencia de una banda cuarcítica (Nei-
ses de la Albarrana) que atraviesa el cauce, 
origina un relieve de erosión, con fuertes escar-
pes sobre ambas márgenes que se elevan a 430 
m, con un desnivel con el álveo de 230 m. La 
resistencia de la roca y la fuerte pendiente de 
las vertientes origina una morfología de cañón, 
acentuada por el trazado rectilíneo. 
El álveo presenta una secuencia de pozas con 
lecho rocoso, prácticamente libres de gravas, 
ya que la presa de El Cabril, aguas arriba de la 
estación, actúa como sumidero de las gravas 
aportada por el tramo alto del Bembézar. 
El funcionamiento de las vertientes que flan-
quean el cañón aporta tres tipos de materiales 
en sendos procesos: regolito, con predominio 
de gravas de fragmentos angulosos de esquis-
tos y cuarcitas. Los elementos finos del regoli-
to se movilizan con más intensidad por lavaje 
en aguas de arroyada. La remoción masiva del 
regolito en vertientes se acumula como piede-
monte en su base. 
En segundo lugar, los conos de derrame de los 
torrentes laterales, que funcionan durante las 
precipitaciones intensas y están formados de 
grandes fragmentos de cuarcita, esquistos y de-
pósitos ocasionales de grava fina, arenas y li-
mos, dependiendo de la intensidad de la preci-
pitación. 
El tercer tipo de materiales lo constituyen enor-
mes bloques de cuarcita desprendidos desde los 
escarpes, con volúmenes de hasta 75 m . Se 
presentan aislados o formando barreras parcia-
les sobre el álveo u ocupando las pozas. Los 
bloques situados en el canal principal presentan 
huellas de impactos de fragmentos pequeños de 
roca, pero su superficie se encuentra relativa-
mente pulimentada. Presumiblemente estos 
bloques permanecen inmóviles y sin desgaste 
apreciable durante períodos seculares. Compa-
rando fotografías del álveo tomadas en 1974 y 
1993 no se aprecian movimientos ni cambios. 
Tampoco la intensa avenida de 1989, que supu-
so unos 8 m de elevación del nivel del río en el 
cañón, movilizó los bloques. 
Se ha observado que la presencia de conjuntos 
de bloques en el canal principal, origina repre-
samiento temporal durante las crecidas inver-
nales al fijarse entre los bloques troncos, broza, 
arenas, gravas y otros materiales que finalmen-
te interrumpen los canales. El resultado es la 
formación de pozas temporales de 3-4 m de 
profundidad y hasta 10 m de anchura. Al dis-
minuir el caudal y cesar el aporte de materiales 
estas pozas equilibran su nivel con el resto de 
los canales del cauce. 
Durante las crecidas invernales, el canal se am-
plía a la totalidad del álveo y las grandes pozas 
de fondo rocoso se extienden, alcanzando 40-
60 m de longitud. Los canales originan en las 
rocas morfología alveolar característica favore-
cida por la dureza de la cuarcita y la presencia 
de fragmentos abrasivos de grava. Cuando el 
caudal baja al nivel de flujo basal se observa la 
existencia de pequeños conductos subsuperfi-
ciales que comunican las pozas, a favor de las 
diaclasas del lecho rocoso ampliadas por la 
erosión. 
En períodos de avenida, el funcionamiento del 
cañón es diferente. La presencia de la presa de 
El Cabril impide el aporte de grava, aumentan-
do la capacidad erosiva del caudal, que elimina 
del fondo de las pozas los fragmentos de roca 
transportables. Igualmente los conos de derra-
me de los torrentes laterales son erosionados 
intensamente y el piedemonte es desmantelado. 
En avenidas excepcionales, como la de 1989, 
el puente de la carretera, probablemente ayuda-
do por la presencia de troncos y ramas a la de-
riva, crea un represamiento temporal del agua 
en el cañón, que se convierte así, en una cubeta 
de decantación de materiales finos. En la parte 
alta de la cubeta, en las cotas más elevadas a 
8-15 m sobre el canal principal del álveo, se 
depositan limos que son sustituidos a cotas in-
feriores, por arenas. Buena parte de los depósi-
tos son posteriormente erosionados o mezcla-
dos por la remoción en masa de las vertientes y 
el lavaje. A cotas inferiores son movilizados 
durante las crecidas invernales y el flujo basal. 
Donde persisten, originan una morfología ca-
racterística en las vertientes con rellanos colga-
dos recubiertos con depósitos de materiales fi-
nos superpuestos a los coluviones de ladera de 
granulometría muy diferente. 
En la proximidad de un cono de derrame puede 
observarse la existencia de uno o varios pulsos 
de avenida que erosionan el depósito del cono, 
35 
m 
(de gravas gruesas) lo recubren los elementos 
finos depositados en la avenida y sobre ellos 
pueden aparecer nuevas materiales mal clasifi-
cados y angulosos, descargados por el arroyo 
A la salida del cañón, en el extremo final de la 
Estación, la morfología se hace muy diferente 
y el valle se abre con vertientes de menor pen-
diente (30 %) y el álveo se amplía a 75 m, reci-
biendo los aportes del Arroyo de La Montesi-
na. 
Estación VIS 
• Localización 
Entre el Cabril y el puente de la carretera. 
Comprende los Puntos AMI, AM2 Y AM3. 
• Altitud 
240-200 m. 
H Pendiente media 
4%o. 
• Morfología 
El Arroyo de La Montesina es un afluente del 
río Bembézar por la margen izquierda a la sali-
da del cañón. El arroyo presenta un trazado de 
tramos rectos separados por ángulos que sigue 
la falsilla del enrejado de fallas a la que se ha 
hecho mención al describir la alineación de 
otros tramos. La Montesina presenta fuertes 
pendientes que conectan el bajo nivel de base 
del Bembézar con la cuenca, en un valle estrecho 
con vertientes de fuertes pendientes del 45 %. 
A diferencia del Bembézar, la Montesina pre-
senta un importante aporte de materiales desde 
las laderas por movimientos de remoción masi-
va, creándose un extenso depósito a nivel del 
cauce constituido por formaciones de piede-
monte de laderas y los derrames de algunos pe-
queños barrancos junto a la movilización por 
lavaje en condiciones de violenta precipitación. 
Sobre materiales pizarrosos y esquistosos tec-
tonizados y siguiendo precisamente líneas de 
fallas, se producen intensos acarcavamientos, 
con barrancos muy profundos que aportan un 
gran volumen de materiales al arroyo de La 
Montesina. 
El álveo, que es estrecho, alterna pozas de le-
cho rocoso con depósitos propiamente fluviales 
y restos, parcialmente erosionados, de coluvio-
nes de ladera. 
• Pozas 
Son muy variables en morfología y materiales. 
En AMI, situado aguas arriba del azud, la poza 
presenta sustrato arenoso con gravas en la parte 
más profunda y una anchura de unos 1.75 m y 
profundidad de 20 cm en flujo basal en prima-
vera. Se seca durante el estiaje. 
AM2, situado a la altura del Km 14 de la carre-
tera de El Cabril a Fuente Obejuna. Poza muy 
somera, profundidad de 15 cm (en flujo basal) 
y anchura de 2 m y lecho de grava fina. 
AM3, situada entre la Estación de Aforo y la 
confluencia con el río Bembézar. Profundidad 
media de 15 cm y anchura de 2 m, sustrato va-
riable (arenas y gravas). 
Estación VIII 
B Localización 
En el kilómetro 54. Comprende los Puntos 
RBll 
• Altitud 
190 m. 
• Pendiente media 
5 %a. 
• Morfología 
Tramo rectilíneo de orientación NNE-SSW 
después de la desembocadura de la Montesina. 
El río discurre entre la alineación cuarcitosa del 
Cerro de El Cabril,ahora situada al Oeste y las 
alineaciones de la Piedra del Rayo al Este que 
alcanzan 310-350 m de cota. Vertientes de pen-
dientes más acusadas a la margen izquierda (82 
%) con unos 100 m de cota sobre el álveo. Al-
veo de morfología plana con abundancia de 
materiales detríticos (gravas y arenas). Hacia la 
mitad del tramo presenta un estrechamiento 
con excavación del fondo rocoso. 
• Pozas 
La poza estudiada RBll permanece con agua 
durante todo el año. Profundidad media de 1.3 
m, anchura 13 m. Sustrato variable de arena 
gruesa en la margen derecha y gravas en la 
margen izquierda y en el lecho. 
Estación IX 
• Localización 
Entre los kilómetros 56 y 85. Comprende los 
Puntos EB1 a EB9. 
• Altitud 
183 m. 
36 
5. Análisis del medio acuático 
Pendiente media 
4.2 %o. 
Morfología 
El embalse aprovecha una estrecha cerrada si-
tuada en la Sierra del Caballo donde el Bem-
bezar abandona su rumbo SE para tomar rum-
bo Sur descendiendo hasta el cercano 
Guadalquivir. La cola del embalse sigue las ca-
racterísticas morfológicas de los tramos ante-
riores, con un estrecho valle fluvial de largos 
tramos rectilíneos condicionados por caracte-
rísticas tectónicas. A partir de la Loma de Los 
Peñones el embalse se hace más ancho, atrave-
sando un relieve de menor energía y recibiendo 
los aportes del río Benajarafe. De nuevo se es-
trecha a partir de la Loma de los Puntales y a lo 
largo de la Loma del Tabaco en una larga gar-
ganta de orientación NW-SE hasta la desembo-
cadura de su afluente más importante, el río 
Névalo por la margen izquierda. A partir de la 
confluencia el embalse se amplía alcanzando 
unos 500 m de anchura hasta el Cerro de Mata-
gallares, donde alcanza casi 1 Km, estrechán-
dose fuertemente al embocar la cerrada donde 
está construida la presa del Bembezar. 
La muestras para los análisis limnológicos se 
recogieron en la parte más profunda en la pro-
ximidades de la presa. Los 9 puntos de mues-
treo se situaron así: 
EB1 a EB4: cola del Embalse. 
EB5 a EB7: tramo medio junto al punto de 
unión con-el río Névalo. 
D 
D 
• EB8 y EB9: parte final cercana a la presa. 
5.1.1. Fluctuaciones de las pozas 
y velocidad del agua 
Respondiendo al régimen hidrológico del tramo, 
las estaciones de muestreo sufren fuertes fluctuacio-
nes en la profundidad, anchura y velocidad del agua. 
En verano, el curso del río Bembezar aparece seco en 
la mayoría de las estaciones de muestreo, persistien-
do algunas pozas (Tabla 5.1.1.1. y Tabla 5.1.1.2.). El 
nivel del agua en la presa de El Cabril disminuye no-
tablemente, quedando reducida la masa a pequeñas 
charcas a lo largo del vaso del embalse. En el arroyo 
de la Montesina la situación es semejante y la mayor 
cantidad de agua estival corresponde al azud situado 
entre las estaciones AMI y AM2. En otoño el río 
Bembezar aparece todavía discontinuo, formado por 
pozas aisladas. La precipitación media mensual de 
septiembre, octubre y noviembre de 1991 fue de 2.23 
mm. Por este motivo, los valores de profundidad y 
anchura se ven condicionados principalmente por las 
características morfológicas de cada poza. El Arroyo 
de la Montesina presenta cierto flujo, constituyendo 
el único aporte de agua al río Bembezar durante este 
período. La estación RB3 al recoger dicho flujo, pre-
senta una mayor profundidad y anchura respecto a las 
pozas situadas aguas arriba de la confluencia del 
arroyo. En primavera se observa un aumento general, 
condicionado por el incremento de la precipitación 
media. El sistema de pozas desaparece para dar paso 
a un flujo continuo desde la cabecera del río hasta el 
embalse del Bembezar, donde se registra una fuerte 
Tabla 5.1.1.1 
Valores de anchura media (metros) del cauce en cada una de las estaciones muestreadas 
wyfuyy T"«y-"fij <%r «pw-^y y* " i " 'TT'&v? ̂ p^H"'^T^~r ™»3*7T»»I»« 
dHPrimavera ¿ttí fe^Verano'^M**- '/^R.OtorWr&H' H^¿lnv!emo|fe. 
^ ^ I p p f - f A r r o y o de la Mpntesina^:^f^-fe % $ % ^ ^ ^ ^ ^ ^ , 
AM1 
AM2 
AM3 
RB9 
RB10 
RB11 
3.23 
5.33 
2.89 
10.40 
15.50 
17.00 9.5 
1.50 
0.75 
2.00 
4.00 
12.00 
2.15 
1.50 
2.00 
2.00 
8.00 
14.50 
37 
5. Análisis del medio acuático 
Tabla 5.1.1.2 
Valores de profundidad media (metros) del cauce en cada una de las estaciones muestreadas 
subida invernal debida a las aportaciones de agua al 
embalse. 
La velocidad media en el agua fue máxima en pri-
mavera (Tabla 5.1.1.3.), no registrándose grandes di-
ferencias entre las estaciones de muestreo. 
Atendiendo a la velocidad, los tramos fluviales 
pueden clasificarse en rápidos, pozas-remansos, y ta-
blas. Los rápidos presentan un flujo de agua turbu-
lento, con escasa profundidad y pendientes altas. En 
las pozas y remansos no i. corriente o bien existe 
un débil flujo laminar, con ¿rundes profundidades. 
Las tablas son tramo de pendiente y profundidad in-
termedia entre los anteriores. 
Para delimitar cualitativamente entre rápido y poza 
se ha optado por utilizar el índice de forma (Shirvell, 
1982), según la siguiente expresión: 
Iforma = anchwai'profundidad 
Los valores de este índice superiores a 9 correspon-
derán a rápidos y los inferiores a remansos o pozas. 
Los tramos presentan valores de este índice variables 
con el caudal ( Tabla 5.1.1.4.). En primavera, todas 
las estaciones tienen carácter de rápidos. En esta épo-
ca el agua alcanza el nivel de crecida invernal anual. 
En el embalse de El Cabril se conecta el río con las 
llanuras de inundación de las márgenes. Durante el 
período de estiaje el índice de forma nos describe un 
río de pozas o remansos hasta que finalmente se se-
can. 
5.2. Masa de agua 
De la Tabla 5.2.1.1. a la Tabla 5.2.9.1. se presentan 
los valores de los diferentes parámetros físico-quími-
cos medidos en las estaciones de muestreo. Las rela-
ciones de los diferentes parámetros se representan de 
la Figura 5.2.1.1. a Figura 5.2.9.1. 
5.2.1. Temperatura 
La temperatura de las masas de agua es un factor 
que puede variar en función de la altitud, hora del 
día, estación del año, grado de insolación del cauce, 
etc. ; por otro lado, a lo largo del día el rango de va-
riación será tanto menor cuanto mayor sea el caudal. 
Este parámetro afecta al metabolismo de la materia 
orgánica, de forma que un imcremento de la tempera-
tura acelera los procesos de descomposición y au-
menta el consumo de oxígeno, pudiendo ocasionar 
episodios de anoxia en determinados momentos. 
Entre el río Bembézar y arroyo Montesina o entre 
tramos no hay diferencias significativas de tempera-
tura entre Otoño y Primavera. Durante los meses cá-
lidos, al cesar el caudal, la formación de pozas deter-
mina una diferenciación térmica, siempre en función 
del volumen de agua residente (Tabla 5.2.1.1.) y de 
otras características. 
Los valores extremos en las campañas limnológicas 
(Figura 5.2.1.1.) se observaron en los meses de estia-
je con 27 °C en RB 11 y en invierno con 6.5 "C en 
38 
5, Análisis del medio acuático 
Tabla 5.1.1.3 
Valores de velocidad de corriente (m/s) del cauce en cada una de las estaciones muestreadas 
Tabla 5.1.1.4 
Valores del índice de forma en cada una de las estaciones muestreadas 
já¿káé& ÍJ. '¿ Primavera* a tk í . J ' Jy^^ 
AM2. En las pozas de la Estación III se han observa-
do temperaturas estivales de hasta 34°C a mediodía. 
El arroyo de l?i Montesina presenta temperaturas 
más bajas que el río en otoño e invierno, debido a la 
menor insolación que recibe el cauce por un mayor 
encajamiento del arroyo. 
La mayor inercia térmica de la masa Q ¿ua alma-
cenada en los embalses, origina una amortiguación 
de la temperatura en el medio respecto a las que por 
la altitud y climatología correspondería a la zona es-
tudiada (Tabla 5.2.1.2.). 
En el embalse del Bembézar los perfiles verticales 
(Figura 5.2.1.2.) de temperatura registrados a lo largo 
del período de estudio muestran diferencias entre la 
temperatura de superficie y en el fondo de hasta 14 
°C en el período de máxima estratificación (verano), 
mientrasque en el resto de campañas las diferencias 
no son tan marcadas, debida a la rotura de la termo-
clina durante otoño e invierno. Este fenómeno otorga 
39 
5. Análisis del medio acuático 
Tabla 5.2.1.1 
Valores de Temperatura (aC) a lo largo del eje del río durante las cuatro campañas de muestreo 
Primavera Verano Otoño invierno . 
Arroyo de la Montesina 
AM1 
AM2 
„ 
AM3 
13.5 
14.0 
13.5 
.. _.. ._ 
— 
— 
— 
9.0 
9.0 
10.0 
7.0 
6.5 
7.5 
RíoBembézar 
RB9 
EC 
RB10 
RB11 
EB 
15.0 
12.7 
13.5 
13.1 
11.3 
— 
19.8 
— 
27.3 
20.4 
10.2 
11.0 
11.0 
10.0 
14.3 
9.0 
8.8 
8.1 
8.1 
11.7 
En los embalses se presenta el valor medio de la columna de agua. 
AM1 AM2 AM3 RB9 EC RB10 RB11 EB 
Puntos de Muestreo 
Figura 5.2.1.1 
Variación de temperatura a lo largo del eje del río durante las campañas de nuestreo. P: Primavera; 
V: Verano; 0: Otoño; I: Invierno. 
40 
5. Análisis del medio acuático 
Tabla 5.2.1.2 
Valores de temperatura y oxígeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar 
m m m ^ M ^ ^ ^ ^ " P̂rimavera '' ' l- ^ ¿ - .*\ J M # | « f | 
02mg/I „ ^ 
14.0 9.5 95.19 
11.5 9.2 87.20 
11.3 9.5 89.62 
11.0 9.5 89.03 
11.0 9.4 88.09 
10.9 9.2 85.98 
15 9.5 8.2 75.92 
25 9.0 8.2 73.27 
32 Fondo 9.0 7.9 70.59 
•y&^^íZC'S&rumoEB9nora:J/H oo so lar : ionoaí . ; ; ; YÁí : r í * ' ¡ ' 
«T?ClK! 
11.5 
& P 2 m g / l f i ^ 
9.5 87.96 
11.0 9.6 87.97 
11.0 9.2 86.22 
10.9 9.2 85.98 
10.9 9.2 85.98 
10.5 9.2 85.18 
15 9.1 8.0 •71.68 
25 8.9 7.7 68.62 
35 8.5 6.6 58.25 
45. 8.5 6.4 56.48 
55 Fondo 8.0 6.0 52.31 
41 
5. Análisis del medio acuático 
Tabla 5.2.1.2 
Valores de temperatura y oxígeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar (Continuación) 
'" ( - Verano - .• ' -
v>-' A ^ h : ^ » ^ 
; V " : - * v , - «' . Punto EB4 Hora: 13H 45' Solar: 11H 45' v -
- / ,. Prof..", ''" S 
0 
1 
2 
3 
4 
5 
6 
7 
8 
9 
10 
11 
12 
13 
14 
15 
16 Fondo 
T°C . 
r 
25.0 
24.5 
24.8 
23.5 
23.3 
23.3 
23.0 
20.5 
18.0 
15.9 
14.9 
14.0 
14.0 
12.8 
11.5 
11.5 
11.0 
O2 mg/l . [ 
8.1 
8.1 
8.2 
8.3 
8.3 
8.3 
8.1 
7.9 
6.5 
4.0 
2.7 
2.7 
2.5 
2.5 
2.7 
2.7 
2.6 
"• -- *-*•'; % Satur. fyv1"* ' " l 
99.87 
99.63 
100.73 
99.75 
99.52 
99.52 
96.65 
90.18 
70.81 
41.75 
28.11 
27.55 
25.05 
24.41 
26.06 
26.06 
24.36 
a este embalse el calificativo de sistema holomíctico-
monomíctico. 
En el embalse de El Cabril (Tabla 5.2.1.3.), la es-
tratificación térmica aparece limitada a la zona de 
máxima profundidad en las proximidades de la presa 
(Figura 5.2.1.3.). 
5.2.2. Oxígeno 
Las aguas de río y arroyo presentan en todas las 
campañas de muestreo niveles de oxígeno disuelto en 
el medio superiores a los 7 mg O2/I y próximos al 
100% de la saturación (Tabla 5.2.2.1.) . No hay dife-
rencias significativas (Figura 5.2.2.1.) entre las dis-
tintas estaciones del río a lo largo del período de es-
tudio, exceptuando en los meses de verano. En estos 
meses las pozas aisladas presentan tensiones de oxí-
geno variables, relacionadas con un aumento de tem-
peratura y la fotosíntesis. 
La desaparición de la aireación por turbulencia y el 
aumento de la respiración por el confinamiento de los 
organismos acuáticos, reduce el oxígeno. La intensa 
fotosíntesis puede llevarlo a sobresaturación. 
42 
5. Análisis del medio acuático 
Tabla 5.2.1.2 
Valores de temperatura y oxígeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar (Continuación) 
• 
' 
í 
' ' 
• , „.'!' , , 
''"'** Pro'( " ' ' / ' " 
0 
1 
2 
3 
4 
5 
6 
7 
8 
9 
10 Fondo 
Verano -- <•• •",','%?''"\^^^¡iaB^#W^^S 
v" r Punto EB6 Hora: 15H 55'Solar: 13H ^ ^ ^ ^ ^ ^ S j S S S Í 
,'- / TÍP' ' " 
27.0 
26.5 
25.9 
25.5 
25.5 
25.0 
23.5 
19.5 
17.5 
16.0 
Í5.5 
* \ 02 mg/l" " , , ; ; 
7.5 
7.6 
7.7 
7.7 
7.7 
7.8 
7.9 
5.9 
0.5 
0.5 
0.4 
95.42 
95.95 
96.25 
96.65 
95.65 
96.17 
94.95 
66.01 
5.38 
5.23 
4.14 
La concentración de oxígeno de las capas más su-
perficiales de los embalses se aproxima todo el año a 
la sobresaturación. En los períodos veraniegos se 
produce la máxima estratificación del agua embalsa-
da. Este fenómeno impide la difusión del oxígeno a 
las capas profundas, apareciendo fenómenos de ano-
xia en el fondo, registrándose valores de 0.2 mg O2/I 
frente a 9.4 mg O2/I en superficie. 
5.2.3. Conductividad 
La conductividad del agua está relacionada con la 
concentración de iones y la movilidad de los mismos. 
Los cambios que se dan en este parámetro reflejan de 
forma proporcional variaciones en las concentracio-
nes de iones de proporcionalidad constante (Ca2+, 
Mg2+, Na+, K+ HCO3-, Cl\ S042-), que no se ven in-
fluidos por la actividad de los organismos y, por tan-
to, es un buen orientador del grado de mineralización 
de las aguas. 
La conductividad está determinada por aportes de 
la cuenca de drenaje, precipitación atmosférica y fe-
nómenos de evaporación. 
Los valores de conductividad no presentan grandes 
diferencias entre las estaciones de muestreo (Figura 
5.2.3.1.), aunque existe una importante variación 
temporal a lo largo del año, respondiendo a fenóme-
nos de dilución y evaporación. Los mínimos valores 
se registran en AM3 en Primavera (210 (iS/cm) coin-
cidiendo con el máximo caudal del año, mientras que 
en las demás épocas los valores son muy semejantes, 
con valores medios de 450 uS/cm (Tabla 5.2.7.1.). 
En las pozas sometidas a evaporación en verano se 
alcanzan valores de hasta 1300 u.S/cm. 
5.2.4. pH 
Los valores de pH sufren variaciones diurnas o 
nocturnas como consecuencia de los cambios en la 
concentración del ion bicarbonato, debido a la foto-
síntesis y a la respiración de los organismos. 
En el Bembézar los resultados muestran valores 
comprendidos entre 7.2 y 9.5 (Figura 5.2.4.1.). En 
primavera los valores son más homogéneos y sufren 
un descenso por dilución coincidiendo con el máxi-
mo de caudal. Es en otoño donde las diferencias es-
43 
5. Análisis del medio acuático 
Tabla 5.2.1.2 
Valores de temperatura y oxigeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar (Continuación) 
1Í ; f ^ ^ # | # » W ^ ^ Puntó EB5 Hora: 18H 30 Solar: 14H wfflfáS&BBUm 
4VÍ%í^/iProf.^ffe^ 
0 
1 
2 
3 
4 
5 
6 
7 
8 
9 
. 10 
11 
12 
13 
14 
15 
18 
23 
28 i 
26.0 
24.8 
24.5 
24.0 
23.5 
22.5 
21.2 
18.0 
15.5 
14.0 
13.0 
12.0 
11.0 
10.5 
10.5 
10.0 
10.0 
9.5 
9 5 : ' ' , : : ' . ! : . •'•;•..'•: 
7.9 
8.2 
8,2 
8.3 
8.3 
8.3 
8.1 
5.4 
1.7 
1.2 
1-2 
2.5 
3.0 
3.5 
3.5 
3.5 
3.5 
1.2 
.:V/..-"'. ¿0.7 :':". 
ll||tlu|gg 
98.87 
100.73 
100.24 
100.60 
99.75 
98.10 
93.64 
58.82 
18.11 
12.02 
11.76 
23.96 
28.11 
32.40 
32.40 
32.05 
32.05 
11.30 
T • 6.78 
pacíales se ven más acentuadas, por un incremento 
en la fontosíntesis de comunidades fitobentónicas 
más desarrolladas y estables, como consecuencia de 
una disminución de la velocidad de la corriente y la 
formación de pozas con características muy contras-
tadas (Tabla 5.2.4.1.). 
5.2.5. Reserva Alcalina 
La alcalinidad representa el exceso de cationes del 
agua, en equilibrio con el bicarbonato y los carbona-
tos, en proporciones que varían en función de la tem-
peratura y el pH del agua. 
El río Bembézar presenta alcalinidades moderada-
mente bajas. Las determinaciones de Reserva Alcali-
na atribuibles a los carbonatos con fenolftaleína, indi-
can que el componente mayoritario son los 
bicarbonatos. 
Los valores no sufren variación espacial a excep-
ción del embalse del Bembézar (Figura 5.2.5.1.), que 
siempre presenta alcalinidades más bajas. En verano 
es cuando los valores alcanzan los máximos en cada 
44 
5. Análisis del medio acuático 
Tabla 5.2.1.2 
Valores de temperatura y oxigeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar (Continuación) 
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