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enresa empresa nacional de residuos radiactivos, s.a. ECOLOGÍA DE LOS SISTEMAS ACUÁTICOS EN EL ENTORNO DE EL CABRIL PUBLICACIÓN TÉCNICA NUM. 06/94 ECOLOGÍA DE LOS SISTEMAS ACUÁTICOS EN EL ENTORNO DE EL CABRIL Francisco García Novo Juan Bautista Gallego Carmelo Escot Muñoz Emiliano Mellado Alvarez Amadora Rodríguez Ruiz Lourdes Encina Encina José Prenda Marín Pilar Díaz Guervos Departamento de Ecología Facultad de Biología Universidad de Sevilla ECOLOGÍA DE LOS SISTEMAS ACUÁTICOS EN EL ENTORNO DE EL CABRIL Este trabajo ha sido realizado bajo contrato con ENRESA. Las conclusiones y puntos de vista expresados en el informe corresponden a autores y pueden no coincidir necesariamente con los de ENRESA. índice ÍNDICE k índice ANTECEDENTES ADMINISTRATIVOS 1 1. INTRODUCCIÓN 5 2. CUENCA Y RED FLUVIAL 9 2.1. Geología 11 2.2. Clima 12 2.3. Usos del suelo 14 2.3.1. Río Bembézar 14 2.3.2. Embalse de El Cabril 15 2.3.3. Arroyo de la Montesina 16 2.3.4. Embalse del Bembézar 16 3. ESTACIONES DE MUESTREO 17 Estación I (RB1, RB2, RB3) 19 Estación II (RB4, RB5, RB6) 19 Estación III (RB7, RB7\ RB8) 19 Estación IV (RB9) 19 Estación V (EC: EC1, EC2, EC3, EC4) 19 Estación VI (RB10) 19 Estación Vil (AM1, A19M2, AM3) 19 Estación VIII (RB11) 20 Estación IX (EB1, EB2, EB3, EB4, EB5, EB6, EB7, EB8, EB9) 20 4. MATERIAL Y MÉTODOS 23 4.1. Campañas de muestreo 25 4.2. Morfología del álveo 25 4.3. Masa de agua 25 4.4. Comunidades acuáticas 26 4.5. Muestreo de vegetación 27 5. ANÁLISIS DEL MEDIO ACUÁTICO 29 5.1. Morfología del álveo 31 5.1.1. Fluctuación de las pozas 37 ni índice 5.2. Masas de agua 38 5.2.1. Temperatura 38 5.2.2. Oxígeno 42 5.2.3. Conductividad 43 5.2.4. pH 43 5.2.5. Reserva Alcalina 44 5.2.6. Dureza 46 5.2.7. Nutrientes 47 5.2.8. Silicato 52 5.2.9. Concentración de clorofila a 55 5.3. Diferenciación de las masas de agua 55 5.4. Cobertura y estructura de la vegetación 56 6. COMUNIDADES ACUÁTICAS 75 6.1. Fitoplancton 77 6.2. Zooplancton 77 6.3. Macroinvertebrados 77 6.4. Peces 81 6.4.1. Composición cualitativa y biología de las especies 81 6.4.2. Distribución espacio-temporal de las especies 92 6.5. Otros vertebrados 104 7. MODELO FUNCIONAL DE LOS ECOSISTEMAS ACUÁTICOS DEL RIO BEMBEZAR 115 IV Antecedentes administrativos ANTECEDENTES ADMINISTRATIVOS L/ T^~ Antecedentes administrativos El 1 de Mayo de 1990 se suscribió el convenio en- tre la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) y la Universidad de Sevilla, para la reali- zación de estudios ecológicos en el entorno de EL CABRIL en la provincia de Córdoba. De acuerdo con este convenio, los trabajos fueron realizados durante 1990-91, por el Grupo de Ecología de las Aguas Continentales, perteneciente al Depar- tamento de Biología Vegetal y Ecología de la Uni- versidad de Sevilla. El objetivo principal de este proyecto fue conocer la estructura y funcionamiento de los ecosistemas acuáticos en el entorno de El Cabril, propiedad de ENRESA, y su relación con el sistema hidráulico de la zona: Río Bembézar, Arroyo de la Montesina, Embalse de El Cabril y Embalse del Bembézar. El estudio de los ecosistemas acuáticos en tomo a El Cabril se ha efectuado a partir del análisis de las características físico-químicas del medio (morfología del cauce, temperatura, oxígeno disuelto en el medio, grado de mineralización y nutrientes), la estructura y composición de las comunidades de organismos acuáticos y la vegetación de los cauces y riberas. Según el acuerdo suscrito, la Universidad de Sevi- lla presentó cinco informes parciales bajo el título ge- neral Estudio ecológico de los sistemas acuáticos en torno a la estación de almacenamiento de residuos radiactivos de EL CABRIL (ENRESA). En el informe general (C-O/90) se presenta la metodología básica utilizada en el estudio. En los restantes informes (C- 1/90, C-2/91, C-3/91 y C-4/91) se presentan los re- sultados correspondientes a cuatro campañas genera- les de muestreo (Noviembre 1990, Marzo, Julio y Diciembre de 1991), más otras de carácter comple- mentario (Julio y Octubre de 1990, Febrero y Sep- tiembre de 1991). En 1992 se presentó un informe sintético de las campañas y resultados obtenidos en el estudio. A petición de ENRESA se ha preparado un nuevo informe de síntesis que incorpora la información de los anteriores y amplía su ámbito aguas arriba de El Cabril, siguiendo el curso de el Río Bembézar. La in- formación contenida corresponde a nuevas campa- ñas de muestreo de ecosistemas acuáticos y terrestres que ha venido desanollando en el área el Guipo de Aguas Continentales en el marco de una investiga- ción regional sobre impacto humano en ecosistemas de tipo mediterráneo. En este informe se presenta, por tanto, una revisión de los anteriores incluyendo el tramo alto del Río Bembézar, desde Azuaga al embalse de El Cabril, que no se había considerado en el Convenio de 1990. m/ 7\ mmmmm 1. Introducción 1 INTRODUCCIÓN L/ TC 1. Introducción Se ha estudiado la ecología de los ecosistemas acuáticos relacionados con las instalaciones de El Cabril (Córdoba). Se han analizado la composición y el funcionamiento de los ecosistemas acuáticos en los embalses de Bembézar y El Cabril, el tramo del Río Bembézar entre ambos y el Arroyo de la Montesina, principal afluente de dicho tramo, que recoge esco- rrentía procedente de las instalaciones. De modo complementario, se ha estudiado el tramo alto del Río Bembézar, cuyo régimen, sometido a in- tensas crecidas, juega un gran papel como organiza- dor de las comunidades biológicas y el medio físico en su álveo. Los organismos terrestres y acuáticos, sustratos y sedimentos, están sometidos a pulsos enérgicos de erosión, arrastre y depósito, que confi- guran el tamaño y disposición de las pozas del cauce, las acumulaciones de materiales y broza en el lecho y la recurrencia de los procesos de sucesión. En el estudio se ha puesto énfasis en los ecosistemas acuáticos: características del agua y su biota, vegetación acuática y freatófita. También se han analizado los peces, que por su gran campeo y migraciones periódicas, integran espacialmente los ecosistemas acuáticos a lo largo del cauce. Ti 2. Cuenca y red fluvial CUENCA Y RED FLUVIAL jÁc> 2, Cuenca y red fluvial 2.1. Geología La cuenca del Bembézar presenta una considerable complejidad litológica, fruto de la multiplicación de formaciones geológicas que han sufrido repetidos procesos metamórficos. El esquema regional sitúa la cuenca casi exclusiva- mente sobre la Sierra Morena en el límite de la Zona Ossa-Morena con la Zona Centro-Ibérica. Por el Sur, la cuenca alcanza las formaciones del Valle del Gua- dalqu'vir y por el Norte la Tierra de Barros extreme- ña. El primer sector de la cuenca, en la Provincia de Badajoz, discurre por los restos de una plataforma erosiva, presumiblemente mesozoica, que se extiende hacia los 600 m de altitud con lopografía casi plana. Hacia el S, la plataforma da paso a las estribaciones de Sierra Morena y la topografía se eleva hasta los 800 m. La plataforma erosiva está drenada hacia el Norte por los arroyos que vierten al Guadiana, de curso meandriforme y pendiente muy escasa, que dejan fre- cuentes lagunas y superficies encharcadas. Hacia el Sur discurren los afluentes del Guadalquivir, cuyo ni- vel de base se ha mantenido próximo al del mar, ori- ginando redes hidrográficas encajadas que atraviesan las formaciones de Sierra Morena en valles profun- dos con tramos de pendientes acusadas. La plataforma está recubierta por materiales neóge- nos. Se trata de depósitos continentales de arcillas ro- jas que engloban cantos y que pueden presentar en- costramiento con horizontes calcáreos antiguos. Localmente presenta lagunas, que rellenan depre- siones circulares originadas probablemente por subfusión. Laintervención agrícola histórica ha su- primido el bosque original, ha cultivado los suelos, ha drenado las depresiones, favoreciendo la escorren- tía frente a la recarga de los acuíferos colgados exis- tentes en la formación. El resultado ha sido que las lagunas históricas desaparecieran y las fuentes y ma- nantiales se hayan reducido. Cabe suponer que en pe- ríodos húmedos las cabeceras de los ríos Bembézar, Matachel, Muda, quedaran intercomunicadas en esta zona lagunosa plana donde se superponen las cuen- cas de Guadiana y Guadalquivir, dando lugar a un puente biogeográfico entre las cuencas de ambos grandes ríos. A partir de Azuaga, y tras contornear el cerro do- minado por el castillo de la población, el Bembézar abandona los materiales neógenos y tomando rumbo SE se adentra en materiales precámbricos o "grupo de rocas" de Córdoba-Fuente Obejuna. En el primer tramo sobre éste recorre los Neises de Azuaga, que dentro del "grupo de rocas", pertenecen al Dominio Valencia de las Torres-Cerro Muriano. Los Neises de Azuaga aparecen con intercalaciones de anfibolitas a veces granatíferas, neises leucocráti- cos con fenocri stales de feldespato grandes, neises de grano fino y otros tipos de rocas metamórficas como cuarcitas. El Bembézar recorre un largo tramo (correspon- diente a las estación E 1 de este Informe) en el con- tacto entre los Neises de Azuaga y el Dominio de Sierra Albarrana, de edad Precámbrica-Ordovícica. El contacto viene marcado por una gran falla (Falla de Azuaga) de rumbo WNW-ESE, que el cauce del Bembézar repasa o recorre varias veces hasta que, to- mando rumbo S, se adentra en los materiales de la Formación Azuaga pertenecientes al Dominio de Sie- rra Albarrana. La Formación Azuaga está limitada por las fallas de Azuaga (N) y Malcocinado (S). Predominan en ella las filitas y pizarras con intercalaciones de are- niscas y micaesquistos y especialmente de cuarcitas. Existen también vulcanitas y metavulcanitas interca- ladas y diques de diabasa de pequeña extensión. El Río Onza, importante afluente por la margen de- recha del Bembézar, recorre esta misma formación en un curso de rumbo mantenido entre las fallas de Azuaga y Malcocinado y a favor de otras menores, paralelas a aquellas. Entre el Bembézar y Onza, ya dentro de la Provin- cia de Córdoba, se presentan depósitos del Carboní- fero inferior (Carbonífero del Valdelinfierno), que aparecen discordantes sobre la formación precámbri- ca. Se presentan lutitas con masas brechoides. Se pueden reconocer facies conglomeráticas de materia- les pizarrosos y esquistosos, muy heterométricos, con fragmentos de hasta 2 m y en disposición caótica. Existen también facies fluviales, arenosas o pantano- sas con presencia de carbón. Intercalados en la serie pueden aparecer niveles de cineritas. Al salir de los materiales carboníferos, el Bembézar se adentra en las formaciones de la Sierra Albarrana, que rodea y drena con sus afluentes. Sierra Albarrana está constituida por un conjunto de materiales metamórficos en bandas alineadas en dirección NO-SE y aproximadamente simétricas res- pecto a la propia Sierra. La parte axial la forman los gneises de la Albarrana. Estos materiales, gneises cuarzo feldespáticos, con escasas micas y aspecto de cuarcitas, se conocen también por cuarcitas de la Al- barrana o formación de la Albarrana. En las bandas periféricas de la Sierra, y simétricamente respecto a 11 2. Cuenca y red fluvial su eje, se disponen gneises más micáceos y gneises biotíticos. Intercalados en los gneises pueden aparecer niveles cuarcíticos que, con los gneises cuarzofeldespáticos, forman un conjunto de rocas sumamente resistentes, que originan cresterías, escarpes, gargantas y otros relieves de erosión. A favor de la intensa fracturación de las formacio- nes se han intercalado diques pegmatíticos con una gran variedad de minerales, a los que debe Sierra Al- barrana su interés minero secular. Unos cuerpos ca- racterísticos originados durante el metamorfismo re- gional son las venas de segregación metamórfica, de morfología arrosariada y compuestas preferentemen- te de cuarzo, algo de mica y, ocasionalmente, gran- des cristales de Andalucita (a veces transformado este silicato de aluminio a Distena o Silimanita). No atravesado por el Bembézar, pero en el NE de su cuenca, se sitúa el plutón granítico de la Carden- chosa. El granito presenta grandes cristales de feldes- pato potásico, junto a cuarzo, plagioclasa, biotita y, según zonas, moscovita y accesorios. Pasada Sierra Albarrana, y tras la desembocadura del Arroyo Mllañeras por la margen izquierda, el Bembézar recorre materiales del Cámbrico inferior, dominados por rocas metamórfícas (esquistos y se- miesquistos derivados de sedimentos detríticos), en- tre los que se intercalan frecuentes episodios volcáni- cos. Todo ello con un grado bajo de metamorfismo. A la altura del Río Benajarafe, afluente por la mar- gen izquierda, el Bembézar toma un rumbo S, cortan- do otra unidad con presencia de calizas y pizarras precámbricas. Las calizas, tipo micrita, con grano muy fino y recristalizadas, se encuentran en gran par- te dolomitizadas. Las dolomías son cristalinas. Apa- recen también materiales detríticos (cuarzo, feldespa- tos, mica) y pizarras de grano fino. A la altura de su afluente por la margen izquierda, el río Névalo, el Bembézar entra en una serie domi- nada por esquistos o pizarras de grano fino con pro- porción variable, a veces elevada, de limolitas con cuarzo, albita, moscovita y fragmentos volcánicos. La presa del Bembézar, que cierra el embalse, se asienta sobre estos materiales. Desde la cerrada, el Bembézar toma rumbo Sur, adentrándose de nuevo en calizas y pizarras cámbricas que descienden hasta el Valle del Guadalquivir, donde están recubiertas por los depósitos Terciarios correspondientes a la trasgresión del Mioceno Superior (Tortoniense) y más abajo por la cobertera de las terrazas cuaterna- rias. 2.2. Clima Existe en general poca densidad de datos meteoro- lógicos en la cuenca del Bembézar. Se dispone en la actualidad de un excelente conjunto de instalaciones para estudios microclimáticos en las propias instala- ciones de El Cabril y Sierra Albarrana, aunque las se- ries meteorológicas son cortas. Existe también un es- tudio hidrológico regional (ENRESA, 1990), de donde se toman los datos indicados en este apartado. La precipitación anual de la cuenca se sitúa entre 500 y 800 mm. La cabecera, ya en la provincia de Badajoz, des- ciende algo de la isoyeta de 500 mm. Aumenta al adentrarse en Sierra Morena, donde alcanza las preci- pitaciones más elevadas, en tomo a 800 mm. Fuera de la cuenca, más al SW, en Guadalcanal se alcanzan las precipitaciones mayores del tramo de Sierra Mo- rena, que superan algo los 1000 mm. Aguas abajo de la presa de Bembézar, en Horna- chuelos, la precipitación desciende de nuevo situán- dose en el Valle del Guadalquivir por debajo de la isoyeta de los 600 mm anuales. El Estudio citado estima para la cuenca del Bem- bézar, aguas arriba de la presa, los valores de precipi- tación anual siguientes: año seco 422 mm año medio 653 mm año húmedo 890 mm La precipitación se concentra acusadamente en el intervalo Octubre-Abril, con un período libre de pre- cipitaciones que se extiende a Julio, Agosto y prime- ra quincena de Septiembre. El cálculo del balance de agua del suelo, utilizando la ETP mensual y los datos de precipitación de las es- taciones interpolados, arrojan para un año medio va- lores de ET real entre 118 y 685 mm. El valor de la ETP lo estiman los autores entre 769 y 932 mm anua- les, con valores muy bajos en invierno (10-20 mm/mes) y muy elevados en verano (140-190 mm/mes). La divergencia entre ETP y ETR depende de la capacidad de campo de los suelos y el desarro- llo del perfil, ¿n alguna medida, el desarrollo de los ecosistemas, sobre las acusadas pendientes de las la- deras que dominan la cuenca, condicionael balance infiltración/escorrentía y la concentración del agua sobre la red de drenaje. Utilizando las series del cercano embalse de la Bre- ña, que se extienden desde 1912, el informe hidroló- gico citado realiza una estima para el embalse de 12 2. Cuenca y red fluvial Bembezar de las aportaciones para el mismo interva- lo. Los resultados son los de la Tabla 2.2.1. Los datos medidos en el embalse para el intervalo 196366 son algo diferentes, arrojando un valor medio de las aportaciones de 206.5 hm3 anuales, con una desviación típica de 163. Los valores extremos de esta serie, difieren en más de un orden de magnitud: 581.9 hm3 en 1963-64 y 52.3 hm3 en 1973-74. La va- riabilidad interanual de aportaciones es muy mani- fiesta y resulta amplificada respecto a la de precipita- ción. Como se aprecia en la Tabla 2.2.1., la fracción de lluvia útil se incrementa con el volumen de preci- pitación. Si se considera la intensidad de la precipitación, ésta actúa en el mismo sentido de incrementar la fracción de escorrentía con la intensidad, aumentan- do, por tanto, la fracción de lluvia útil. Los valores de los coeficientes de escorrentía para un retorno dece- nal se sitúan en 0.1, que se eleva a 0.14 para una re- currencia de 25 años y a 0.17 para recurrencia secu- lar. Las intensidades de lluvia en 24 horas para la cuen- ca del Bembezar pueden ser elevadas. A partir de los datos de las estaciones de Homachuelos y presa del Bembezar (1952-84), se han estimado los períodos de retorno de las intensidades máximas diarias, obte- niéndose los valores de la Tabla 2.2.2. En las series observadas 1952-1982, se han regis- trado valores de 152, 125 y 122 mm diarios, dentro de los rangos esperados. La cuenca del Río Bembezar presenta una superfi- cie de 1.720 km2 y un perímetro de 190 km. La pen- diente media es del 4 por mil. Entre los afluentes des- tacan El Alamo (16,9 km de longitud, pendiente 24 %o) y La Montesina (13.5 km de longitud, pen- diente 19 %o) con el subafluente de Los Caños (6,5 km de longitud, pendiente 22 %o). La cuenca del Bembezar, aguas arriba de la Montesina, es de Tabla 2.2.1 Valores de la precipitación y aportaciones de la cuenca del Bembezar aguas arriba del embalse Precipitación total (hm3) 723.4 1119.5 1527.0 Aportación total (hm3) 61.9 191.4 394.8 Lluvia útil (mm) 36.1 111.6 230.2 % lluvia útil sobre precip. 8.5 17.1 25.8 Los años secos se definen como aquellos con precipitaciones inferiores al 30% y los años húmedos como su- periores al 70% en la distribución de Goodrich. Tabla 2.2.2 Intensidades máximas de precipitación en la cuenca del Bembezar 10 25 50 100 500 1000. 108.6 129.8 145.6 161.2 197.4 212.9 13 2, Cuenca y red fluvial Tabla 2.2.3 Curva hipsométrica y superficies de la cuenca del Bembézar llffj ̂ | Í^ryalopÍ| l ¡ i |üd^^^^^^^ <200 200-300 300-400 400-500 500-600 600-700 700-800 800-900 40* 80 232 480 488 336 59 5 • (*) Dentro del vaso del embalse de! Bernbézar 1.091.85 km2 y su pendiente media del 5 %o. La cur- va hipsométrica de la cuenca se presenta en la Tabla 2.2.3. De acuerdo con el Informe Hidrológico (ENRESA, 1989), los datos de las aportaciones para los afluentes del Bembézar son las que aparecen en la Tabla 2.2.4. Los tiempos de concentración de la escorrentía cal- culados para Río Bembézar y afluentes son los que aparecen en la Tabla 2.2.5. Teniendo en cuenta los datos anteriores, el período de retorno de las avenidas máximas en cada arroyo se presenta en la Tabla 2.2.6. El Bembézar es, por tanto, un río de régimen medi- terráneo, que presenta un estiaje estival que puede extenderse al comienzo del otoño y un período inver- nal de crecidas que alternan con los períodos de flujo basal. La precipitación puede presentarse en pulsos intensos que desencadenan, en períodos de algunas horas a menos de 1 día, puntas de crecida que pueden ser muy intensas. Las puntas de crecida, recorriendo un cauce encajado entre vertientes muy pendientes, originan fuertes elevaciones de nivel del agua y pul- sos poderosos que condicionan la distribución de ma- terial detrítico y los procesos geomorfológicos. La morfología de pozas y depósitos, tamaño y dis- tribución de los canales, disposición de materiales, composición química del agua y la carga sólida cons- tituyen el marco de los ecosistemas acuáticos y te- rrestres que ocupan el álveo. 2.3. Usos del suelr 2.3.1. Río Bembézar La cuenca del Bembézar está dominada por una ve- getación mediterránea y sometida a explotación ga- nadera extensiva (ovino, caprino, cerdo en montane- ra, vacuno muy escaso y caza mayor y menor), con algunos enclaves agrícolas y forestales. Dominan los matorrales en amplias superficies abandonadas o adehesadas, que por sucesión han dando bosques secundarios de quercíneas (alcorno- que, encina, quejigo) y de enebros. La presión gana- dera mantiene abiertos, como pastizales de alta diver- sidad, algunos enclaves en la cercanía de cortijos y poblaciones, pero la crisis de la montanera en los años 60 y 70 y la ganadera causada por la política agraria comunitaria (PAC) en los anos 90, han redu- cido al mínimo las explotaciones. En escarpes fuertes de las vertientes y en asomos rocosos, aparecen pastizales naturales donde la suce- sión no llega a desarrollar vegetación leñosa. Las repoblaciones con pinos (piñonero y pinaster) más eucalipto en terrazas, se han extendido en terre- nos del Estado, pero ocupan poca extensión. Las explotaciones mineras que han existido desde tiempos calcolíticos, adquiriendo gran auge en el si- glo XVIII y XDC, están abandonadas. Persiste, reuti- lizada con otros objetivos, la instalación de El Cabril en Sierra Albarrana. 14 2. Cuenca y red fluvial En algunos enclaves se encuentran ecosistemas pe- culiares de gran interés, como los bosquetes de ace- buche y la vegetación calcícola desarrollada sobre gneises y cuarcitas. En el álveo de los ríos, se locali- zan ecosistemas terrestres de varios tipos: dominados por freatofitas leñosas (fresnos, tamujo, tarajes, adel- fa), pastizales temporales con orlas de macrofitas y vegetaciones de gleras y asomos rocosos libres de la influencia del agua la mayor parte del tiempo, donde prosperan lentiscares o vegetación de tomillares y ja- rales, que pueden estar acompañados de enebro. La construcción de la pequeña presa de El Cabril a principios de los años 50, ha modificado puntualmente el río, creando aguas arriba el equivalente a una gran poza y aguas abajo un tramo con menor caudal estival. Los molinos y batanes que existieron a lo largo del Bembezar han desaparecido. 2.3.2. Embalse de El Cabril Presenta una profundidad máxima de 7 m en la pre- sa y media de 1-2 m. La morfología del vaso vi-ane Tabla 2.2.4 Aportaciones de los afluentes del Bembezar ..jj..-!, "-SMJ ~-.-Arrovo•" "i"*' * " •• • ' ' Montesina'j^^v- Superficie de cuenca (km ) 128.25 flpraMfU, .Üf&Los Cafios&g 22.45 43 Aportación a. secos (hm ) Aportación a. medios (hm 4.63 14.31 0.81 2.50 1.55 4.79 Aportación a. húmedos 29.51 5.16 9.89 Tabla 2.2.5 Tiempos de concentración de la escorrentía en el Bembezar y afluentes mmmmmmc^cm^mMmM. ;^SXí :¿ ;ü^ : ^ ;V-y>:ÍCS/Í; '̂r>/:v.^?..'Alámo '::'-X:¿^:¿ Montesina ."!••" .;,:.->;;;'.-.;;-ÍV-Caños^ ; , ^ V ^ ^ y ; # ^ .^;:^Vv3-^ ' • • ^ • ^ ' • - ^ ^ fz v* / / \ 'y^;' / . ' / . ; .Vj.66.'--;C^ Tabla 2.2.6 Período de retorno de máximas avenidas en la cuenca del río Bembezar 15 2. Cuenca y red fluvial determinada por la acumulación importante de sedi- mentos de tipo arenoso, que da lugar a la formación de grandes pozas con una profundidad media de 1.5 m, alternando con zonas someras según la topografía original. A lo largo del año no hay grandes variacio- nes de nivel y es sólo en los momentos de máximo estiaje cuando queda convertido en un rosario de po- zas conectadas entre si. El margen derechodel embalse presenta pendientes más pronunciadas, que alternan con pequeñas llanu- ras de inundación donde se producen fenómenos de deposición de material fino. Por el contrario, en el margen izquierdo las pendientes son suaves, con grandes rellanos de sedimentos que alternan con la- deras de fuerte pendiente. Desde la presa hasta el puente de la carretera sobre el río Bembézar, el río se encaja en un estrecho ca- ñón, denominado Salto del Caballo. Pasado el cañón del Bembézar, recibe por la margen izquierda su afluente más importante, el Arroyo de la Montesina. 2.3.3. Arroyo de la Montesina Prácticamente toda la zona estudiada del Arroyo de la Montesina ha sido repoblada previo aterrazamiento del terreno, apareciendo como vegetación más im- portante asociada al cauce manchas de taraje y adel- fa, coincidiendo con ligeros ensanchamientos del arroyo. Presenta una estación de aforo cerca de la de- sembocadura y un azud aguas arriba. Igual que el río Bembézar sufre notables variaciones estacionales de la morfología del cauce, con la alternada de períodos de flujo continuo y períodos de sequía, en los que aparecen charcas y pozas aisladas. Aguas abajo de la desembocadura de la Montesina, el cauce del río Bembézar se amplia y aparecen adel- fa, tamujo, fresno, taraje y enebro, patrón general hasta llegar al embalse del Benb^zar. 2.3.4. Embalse del Bembézar El embalse fue construido en 1963 en el término municipal de Hornachuelos, tiene un volumen de 347 hm3 y una superficie de 1070 ha. Se utiliza para rega- dío, abastecimiento y generación de energía eléctrica. La gestión de la masa de agua origina grandes fluc- tuaciones de nivel. Se caracteriza por presentar lade- ras con fuertes pendientes, sin desarrollo importante de depósitos en las orillas. Aguas abajo de la presa, el río se encaja de nuevo descendiendo hasta el Guadalquivir. Este tramo no se ha considerado en el estudio. 16 3. Estaciones de muestreo 3 ESTACIONES DE MUESTREO "IM HWTfflilMIHt'ffl Las estaciones de muestreo fueron seleccionadas teniendo en cuenta la gradación espacio-temporal de las características hídricas y morfológicas del río y embalses. Se seleccionaron puntos con presencia de agua la mayor parte del año, para permitir un segui- miento continuo y puntos con alta probabilidad de se- carse en el período de estiaje. Las estaciones de muestreo en los embalses se esta- blecieron según el eje longitudinal presa-cola del em- balse, desarrollo de orilla y entrada de tributarios im- portantes (Embalse del Bembézar). La denominación de las estaciones de muestreo se ha realizado teniendo en cuenta la longitud del cauce desde el nacimiento del río. Los punios del río Bem- bézar poseen la signatura RB, las del arroyo de la Montesina AM, las del embalse de El Cabril EC y las del embalse del Bembézar EB. Teniendo en cuenta lo expuesto, se establecieron las siguientes estaciones y puntos de muestreo (Figura 3.1., Figura 3.2. y Figura 3.3.). Estación I (puntos RB1, RB2, RB3) La estación I se enclava en los neises de Azuaga del Dominio Valencia de las Torres- Cerro Muriano. RB1 está situada a 12 km del nacimiento, a la altu- ra del km 5 de la carretera Azuaga-La Cardenchosa. RB2 se sitúa en el km 7 de la misma carretera bajo el puente del río Bembézar, con 14 km desde su naci- miento. RB3 está situada a 18 km de su nacimiento, en el cruce de la carretera Azuaga-Fuente Obejuna (km 12,5). Estación II (puntos RB4, RB5, RB6) Corresponde a los materiales de la Formación Azuaga. Los tres puntos se sitúan en las cercanías de la carretera de Alanís, RB4 en el km 64, RB5 y RB6 en el km 67. Estación III (puntos RB7, RB7', RB8) Se extiende desde los conglomerados carboníferos de Valdelinfierno en la parte alta a los neises de Sie- rra Albarrana en la inferior. Los tres puntos están si- tuados a la altura del km 68 de la carretera de Alanís. Caudal estival muy reducido o nulo en superficie pero que se mantiene en el subálveo. Estación IV (punto RB9) Situada sobre el río Bembézar a 52 km de su naci- miento, aguas arriba de la zona de influencia del em- balse de El Cabril. Sólo presenta flujo de agua duran- 3. Estaciones do muestreo te Otoño -Invierno hasta la Primavera, secándose du- rante el estiaje. Su profundidad media es de 70 cm y la anchura de 3.6 m. Presenta un sustrato arenoso en un 45 % de su superficie y el resto está formado por grava. Estación V (Embalse de El Cabril) Las muestras para el análisis limnológico se reco- gieron aproximadamente 50 m aguas arriba de la pre- sa. Presenta caudal desde Otoño a final de Primavera. Se establecieron dos puntos para el muestreo de pe- ces, uno en la cola del embalse (EC1) y otro en la presa (EC2). Según la profundidad y desarrollo de orilla se con- sideraron dos puntos de muestreo complementarios e intermedios a los anteriores (EC3) y (EC4). El sustra- to es arenoso y sólo a pie de presa hay acumulación apreciable de limos y materia orgánica en el sedi- mento. La profundidad media del embalse es de 2 m y su anchura de 15 m. Estación VI (punto RB10) Situada sobre el río Bembézar a 56 km de su naci- miento, aguas abajo de la Presa de El Cabril, en el Cañón del Salto del Caballo, anterior a la confluencia del Arroyo de la Montesina. El régimen del río viene muy modificado por la presa del embalse del El Ca- bril, que lamina las puntas de las crecidas y bloquea el flujo otoñal hasta que se llena. Su profundidad me- dia es de 25 cm y la anchura de 7 m. Sustrato rocoso con gravas muy gruesas. No presenta un buen desa- rrollo de vegetación riparia. Estación Vil (Arroyo de la Montesina) Se establecieron tres puntos de muestreo. AMI, si- tuado aguas arriba del azud. Sustrato arenoso, con grava en la parte más profunda. Su profundidad me- dia es de 21 cm y su anchura de 1.72 m. En el estiaje el cauce se seca, manteniendo un caudal variable du- rante el resto del año. AM2, situado a la altura del km 14 de la carretera a Fuente Obejuna. La poza presen- taba una profundidad media de 13 cm y anchura de 2 metros, con lecho de grava fina y gruesa. AM3 situa- do aguas arriba de la confluencia con el río Bem- bézar, después de la estación de aforo. Presenta una profundidad media de 14 cm y una anchura de 2 m. El sustrato es arenoso en un porcentaje de aproxima- damente el 55 % y resto repartido entre gravas y pie- dras. 19 3. Estaciones de muestreo Estación Vfll (punto RB11) Estación IX (Embalse de! Bembézar) Situada sobre el río Bembézar, aguas abajo de la desembocadura del arroyo de la Montesina. Perma- nece con agua durante todo el año. El sustrato de are- na gruesa en la margen derecha y de cantos y piedras en el resto. Solamente tiene vegetación de orilla sobre el mar- gen derecho, aunque de poco desarrollo. La profundi- dad media es de 130 cm y la anchura de 13 m. Las muestras para el análisis limnoltígicos se reco- gieron aproximadamente a 100 m de la presa. Se es- tablecieron nueve puntos de muestreo ictiológico: • EB1, EB2, EB3, EB4: Area de influencia del Río Bembézar. EB5, EB6, EB7: Area de in- fluencia del río Nóvalo. • EB8, EB9: Posterior a la unión de los ríos an- teriores y zona de influencia de la presa del embalse. 20 3. Estaciones de muestreo Figura 3.1 Localízación de las Estaciones de muestreo en el río Bembézar. 21 3. Estaciones de muestreo EC1 Arroyo de LA MONTESINA Figura 3.2 Puntos de muestreo en el río Bembezar. Embalse del BEMBEZAR 22 Figura 3.3 Puntos de muestreo en el embalse del Bembezar. 4. Material y métodos 4 MATERIAL Y MÉTODOS 23 4. Material y métodos 4.1. Campañas de muestreo Coincidiendo con la estacionalidad del régimen hi- drológico se efectuaron cuatro campañas de muestreo general: Noviembre-90 (Otoño), Marzo-91 (Primave- ra), Julio-91 (Verano) y Diciembre-91 (Invierno). Se efectuaron otros muéstreos complemetarios condicio- nados a episodios particulares del régimen hidrológi- co,como el inicio del período de lluvias, avenidas y estiaje y a procesos particulares, como migraciones reproductivas de peces en el Río Bembézar y Arroyo de la Montesina, salidas hacia otros tributarios del Embalse del Bembézar, etc., durante 1992 y 1993. Los muéstreos de vegetación se han realizado desde 1991 a 1993. En las campañas complementarias también se am- plió el área de estudio, muestreando puntos de cabe- cera del río Bembézar antes de su entrada en Sierra Albarrana, para compararlas con las estaciones de muestreo aguas abajo. 4.2. Morfología del álveo Con ayuda de fotogramas verticales E. 1:25.000 en BN de Octubre de 1990 y recorridos de campo se r conoció el río Bembézar, seleccionando las estacio nes de muestreo que fueran representativas de los distintos tramos y donde pudiera encontrarse un am- plio conjunto de formas y ecosistemas. Perfiles Para el estudio de la morfología del álveo del río Bembézar se han levantado perfiles topográficos transversales y perfiles longitudinales por tramos. Para el levantamiento de los perfiles se procedió a medir la altura, metro a metro, de toda la sección del álveo, tomando como base el punto más bajo del per- fil, correspondiente al nivel base del río. El perfil se extendía de vertiente a vertiente, entre las cotas máxi- mas de avenida observadas. Se materializó con ayuda de un nivel NIKON AX-1S, utilizando jalones, miras y cintas métricas. Se determinó el tipo de sustrato sobre el trazado del perfil y se tomaron muestras de los depósitos para su posterior análisis granulométrico. En cada perfil se identificaron los niveles de base, crecida invernal y máxima avenida del río. Con ayu- da de fotointerpretación de fotogramas verticales (Octubre 1990) E. 1:2.000 de las estaciones, se inter- pretaron los procesos predominantes en cada sector, especialmente los canales de erosión y superficies de acumulación. Las pozas persistentes en los puntos de muestreo de las estaciones fueron medidas: longitud, anchura y profundidad máxima. Cuando el flujo lo permitía se midió, asimismo, la velocidad del agua. Se tomaron muestras de los materiales del fondo para su posterior análisis granulométrico Con los datos obtenidos se ha realizado una sectori- zación hidrogeomorfológica del biotopo para cada uno de los transectos estudiados, que se presenta en los apéndices. Dimensiones Se tomó la anchura del cauce como la distancia ho- rizontal entre ambas márgenes a lo largo de la super- ficie del río en la fecha de muestreo. La profundidad como la máxima distancia vertical del fondo hasta la superficie. Ambas se midieron in situ con precisión 0.1 m. Velocidad La velocidad de la corriente se registró en superfi- cie y fondo con un correntímetro General Oceanics, INC. con precisión 0.01 m/sg, integrando los valores durante 40 segundos. En las estaciones de más de 1 metro de profundidad, la velocidad se Tegistró al 60% c"e la profundidad total. 4.3. Masas de agua Temperatura Se utilizó una sonda de lectura directa Yellow Spring MOD. A57 y un medidor multifuncional TOA WQC-2A. Oxígeno Se utilizó una sonda de lectura directa Yellow Spring MOD. A57 y un medidor multifuncional TOA WQC-2A. PH Se utilizó un medidor multifuncional TOA WQC- 2A. Conductividad Se utilizó un medidor multifuncional TOA WQC- 2A. Para el análisis de otras variables físico-quími- cas se tomaron muestras de dos litros de agua por 25 4. Material y métodos cada estación y campaña de muestreo, para su poste- rior análisis en el laboratorio. Dureza Total (Calcio + Magnesio) Análisis volumétrico. Valoración con EDTA e in- dicador negro de ericromo (Standard Methods, 1981). Reserva alcalina Desplazamiento de ácidos débiles {HCOí, CO.f, HO~ principalmente) con ácido sulfúrico utilizando como indicador fenolftaleína (Golterman, 1963). Nitrito Análisis colorimétrico. Paso de nitrito a ácido ni- troso por acidificación (HC1), formación de naftileti- lendiamina que da un colorante rojo, cuya concentra- ción se mide al espectrofotómetro por su absorción a 543 nm (Shinn, 1941 en Strickland & Parsons, 1968). Nitrato Análisis colorimétrico. Se reduce a nitrito, hacien- do pasar el agua por una columna de limaduras de cadmio cobreadas. Se valora como nitrito (Morris & Riley, 1963 en Strickland & Parsons, 1968). Amonio Análisis colorimétrico. Nesslerización (Rodier, 1981). Fosfato Análisis colorimétrico. Reacción en medio ácido con molibdato amónico (Murphy & Riley, 1963 en Strickland & Parsons, 1968). Silicato Análisis colorimétrico. Reacción en medio ácido con piromolibdato amónico (Mullin & Riley, 1963 en Strickland & Parsons, 1968). Pigmento Análisis espectrofotométrico a 750 nm (turbiedad de la muestra) y a 665 nm (máximo de la absorción de clorofila a). 4.4. Comunidades acuáticas Fitoplancton El fitoplancton (sensu stricto, en los embalses) y el potamoplancton (en el río) fue recogido en botellas de cristal de 150 mi y preservado con una solución de lugol. Se combinó el estudio taxonómico de los orga- nismos y su evaluación cuantitativa, mediante la se- dimentación en cubetas de 50 mi, durante 24 horas, utilizando un microscopio invertido con aumento de x400, según el método de Utermol. En la determinación de las especies se han utilizado entre otros los textos de Bourrelly (1972, 1981, 1985), Germain (1981), y Komarek y Fott (1983). Zooplancton Para el análisis cuantitativo se filtraron en cada punto 20 litros de agua a través de un filtro de red de nytal de 50 Jim de diámetro. El filtrado se guardó en tubos etiquetados con formol al 4% hasta su identifi- cación y recuento en el laboratorio. Igualmente se to- maron muestras para el seguimiento cualitativo. Para la determinación de las especies se utilizaron las claves de Ruttner-Kolisko (1974), Ward y Whi- pple (1959), y Alonso (1985). Para estudiar la abundancia de los distintos compo- nentes de las muestras se tomaron alícuotas de 10-15 mi y se contaron todos los individuos presentes bajo microscopio invertido (x20). Macroinvertebrados Se realizó un muestreo extensivo semicuantitativo. En las estaciones del río y arroyo se utilizó una man- ga triangular de 30 cm de lado con red de nytal de 250 (Jm de luz de malla, siguiendo el método de las unidades de esfuerzo (Elliot, 1971). Se elegieron aquellas zonas de las estaciones de muestreo donde la corriente era máxima, por coincidir con la máxima diversidad faunística. La toma de muestra estuvo comprendida entre 1 y 2 minutos, lo que representó una distancia recorrida con la manga entre 7 y 12 m aproximadamente. Recogidas las muestras, se limpia- ron y fijaron con formol al 10%. Ictiofauna En el río y arroyo se empleó un equipo de pesca eléctrica, trabajando con una diferencia de potencial de 200220 V y una intensidad de corriente entre 0.1 y 2 A. En cada estación de muestreo se acotó un tran- secto paralelo a la corriente de 100 metros, aplicando 26 4. Material y métodos la pesca eléctrica. Se registraron en cada caso el tiempo de pesca, considerando la unidad de esfuerzo de pesca, media hora. En los embalses se utilizaron dos métodos distintos de evaluación de la comunidad íctica, cualitativa y cuantitativamente: artes de pesca y la ecosonda. En las aguas libres de los embalses se utilizaron trasmallos formados por 3 paños, siendo los externos (1 ó 2) de mayor luz de malla, y de 12 m de largo por 2 de peralte. Se colocaron en superficie o fondo cala- dos durante 24 horas, al cabo de las cuales se reco- gieron las capturas. Cada red de 12 x 2 metros se consideró una unidad de esfuerzo de pesca. En las zonas de orilla y ensenadas someras se utili- zaron nasas, o redes holandesas, de 4 muertes, siendo altamente efectivas en orillas con abundante vegeta- ción y escasa profundidad. La unidad de esfuerzo considerada estuvo formada por 1 nasa en 24 horas. Como medid?, complementaria a la información ob- tenidaen el muestreo con redes se utilizará una eco- sonda modelo Japan Marina 202S. Las características del aparato, posibilitan su manejo en la barca, permi- tiendo los muéstreos de forma rápida. Para la evalua- ción de densidades (D), se utilizó la siguiente fórmu- la: D=nl3.6 h21 donde: « = número de señales h = profundidad (metros) / = tiempo (minutos) A cada ejemplar capturado se le registró la longitud total, con ictiómetro (± 1 mm) y el peso total (WT), con balanza de precisión (± 1 g). También se efectuó un examen extemo de los individuos para detectar la presencia de parásitos o de anomalías morfológicas. Se estudiaron algunas características poblacionales como la relación longitud peso de acuerdo con la si- guiente función P=aLh, donde P es el peso en gra- mos, L la longitud total en milímetros; a y b, son constantes. También se analizó la estructura de tallas de las poblaciones representando la distribución de frecuencias de las capturas correspondientes a distin- tos intervalos de talla (mm). Para establecer los requerimientos alimenticios y las relaciones tróficas en el ecosistema acuático se efec- tuó el análisis de los contenidos estomacales de las es- pecies ícticas del área de estudio, con especial interés en los ejemplares de las dos especies más abundantes Barbus sclateri y Chondrostoma polylepis. Los contenidos estomacales fueron extraídos del tubo digestivo previamente fijado y conservado en formaldehido comercial al 4%. El contenido fue va- ciado y observado bajo lupa binocular (xlO, x40). Cuando la resolución de la lupa no fue suficiente se utilizó el microscopio óptico (xlOO, x400). Las pre- sas se determinaron al nivel taxonómico más fino po- sible, si bien para la interpretación de los resultados fueron agrupados en categorías taxonómicas mayores o por características ecológicas comunes. La abun- dancia de cada item alimenticio se evaluó en porcen- tajes respecto al número total de ejemplares contabi- lizados. 4.5. Muestreo de la vegetación La vegetación del río Bembézar se ha estudiado en las estaciones de muestreo. El método seguido consistió en el reconocimiento de los tipos de vegetación (abundancia y composi- ción de especies) en los biotopos detectados en el muestreo morfológico. Además se llevó a cabo el muestreo cuantitativo de los transectos midiendo la cobertura lineal, metro a metro, como cobertura in- terceptada por la proyección de la planta. En cada metro se midió la altura máxima de las especies leño- sas y la de herbáceas perennes de grandes dimensio- nes (macrófitos y megaforbios). Se realizó una cartografía detallada de la vegeta- ción de un tramo de 3 Km de río en la Estación III, a partir de la fotointerpretación de una ampliación a es- cala 1:2.000 del vuelo en blanco y negro de Octubre 1991 y del muestreo de campo. En cada estación, se describió la composición cualitativa de la vegetación leñosa, su diversidad y su relación con el tipo de sustrato, cota y carácter funcional del cauce. •4 5. Análisis del medio acuático 5 ANÁLISIS DEL MEDIO ACUÁTICO 5. Análisis del medio acuático 5.1. Morfología del álveo Para la descripción del cauce del río Bembézar se han utilizado datos de las pendientes, perfiles, pozas y de la fotointerpretacion de los tramos del río. Las distancias sobre el álveo se han medido sobre el mapa topográfico E. 1:50.000. Se acompañan los perfiles topográficos de los pun- tos del cauce del Bembézar en las estaciones y la composición de sustratos y vegetación en los mis- mos. Estación I • Localización Entre los kilómetros 11.5 y 18 del río. Com- prende los Puntos RB1, RB2, RB3. • Altitud 425 y 380 metros sobre el nivel del mar. • Pendiente media 7 %o. El río presenta un álveo amplio limitado por vertientes de pendiente escasa (10% y 15%). • Perfiles: ü RB1 corresponde a un tramo recto de casi 1 Km de longitud y vertientes de escasa pendiente: 5%. Corresponde a los primeros tramos del río que funciona como un pe- queño arroyo. Actualmente, debido a los vertidos urbanos no depurados de Azuaga, está convertido en una cloaca y su caudal basal es de aguas residuales. • RB2 corresponde a un tramo recto tras la desembocadura del Arroyo de Los Pilones, afluente por la margen izquierda, que debi- do a su mayor pendiente en este sector pre- senta un gran aporte de materiales. Aguas arriba del puente de la carretera N- 421 Azuaga-Fuente Obejuna, el álveo pre- senta una anchura de unos 150 metros y morfología plana con canales anastomosa- dos de gravas medias y gruesas. Predomi- nio de materiales cuarcitosos formando acumulaciones de 3 a 5 metros de potencia, que han permitido el aprovechamiento de uno de los canales como caz de un antiguo molino hidráulico. El punto RB2, tomado aguas abajo del puente de la N 421, de 70 m de longitud, muestra la existencia de canales de erosión que alternan con zonas de depósito, con gravas gruesas a las que se superponen ma- teriales finos con 1-2 metros de potencia. En las crecidas, se forman canales de ero- sión a cotas más elevadas. Durante las ave- nidas grandes, los canales de erosión se ta- llan en el contacto con los coluviones de ladera movilizando el depósito del piede- monte. ü RB3 corresponde a un tramo recto, más encajado que los anteriores al cortar el cau- ce unas bandas de cuarcita. El transecto se situó aguas abajo del puente de la carretera N-421 Azuaga-Alanís. El perfil, de 40 m de longitud y un desnivel de 2,5 m, mues- tra claramente los canales principales que coinciden con la parte más profunda y don- de se situaban las pozas, mucho más alar- gadas (100 m) que en los puntos anteriores. La intersección con los estratos cuarcito- sos, de buzamiento casi vertical, origina canales accesorios funcionales en las creci- das invernales. La cuarcita presenta morfo- logía alveolar característica, producida en la dura roca por la acción de gravas y are- nas en los remolinos. El canal accesorio que se sitúa en la margen derecha del perfil presenta este origen. • Pozas Mínimo desarrollo de pozas arenosas de 1-3 metros de longitud, en el RBI. En RB2 corres- ponden al canal principal y poseen una anchura de 1-4 m y longitud de 6-8 m. En RB3 la an- chura alcanza los 6-8 m y la longitud los 100 m. En RB 1 el caudal basal es de aguas residua- les. En RB2 existe alguna autodepuración, pero el caudal es de aguas residuales. En RB3 la au- todepuración y el aporte de otros afluentes mantienen aguas eutrofas pero bien oxigena- das. Estación II • Localización Entre los kilómetros 26 y 29. Comprende los Puntos RB4, RB5 y RB6. • Altitud Entre 330 y 300 m. • Pendiente media 4 %o. 31 5. Análisis del medio acuático • Morfología Tramo más encajado del Bembézar que atra- viesa una formación de rocas metamórficos compactas. En el punto RB4, el rio describe un torno fuertemente encajado frente al Cerro Río Piedra, de 440 m de altitud, con una vertiente sobre el río de unos 100 m de desnivel. Entre RB4 y RB5 el Bembézar sigue un tramo rectilí- neo coincidente con una falla NW-SE. El álveo es ancho (50 m), de morfología plana. El perfil del valle es disimétrico mucho más pendiente en la margen izquierda y tendido en la derecha, que muestra un fuerte escarpe, de unos 40 m de altura, separando el álveo de un nivel superior, plano. Puede representar un nivel erosivo anti- guo modelado bajo clima más árido que el ac- tual, antes del rejuvenecimiento erosivo que afecta actualmente al Bembézar. Aguas abajo de RB6 desembocan los pequeños arroyos que drenan el NW de Sierra Albarrana, aportando gran cantidad de gravas. • Perfiles • RB5. El perfil, de 75 m de longitud y 3 de desnivel y el RB6, de 72 m de longitud e igual desnivel distan 50 m entre sí. Se si- túan al final del tramo recto. El álveo aquí presenta una morfología plana con canales anastomosados y gran cantidad de gravas. Asomos rocosos en el contacto con las la- deras. En el margen aparecen extensosde- pósitos de gravas formando plataformas en la cota de las crecidas invernales. • Pozas Morfología alargada causada por la acumula- ción de gravas tras los tornos y zonas encajadas del álveo. Se llegan a producir pozas de 200 o 300 m de longitud y unos 30 m de anchura con perfil disimétrico, tendido en un margen y pen- diente (35-40°) en la opuesta. Alternan con po- zas pequeñas de 5-10 m de longitud y nivel de agua muy variable. Estación III • Localización Eentre los kilómetros 33 y 36. Comprende los Puntos RB7,RB7'y RB8. • Altitud Entre 300 y 280 m. o Pendiente media 6%o. • Morfología Tras un torno en la parte alta, el río discurre por un tramo recto a través de un valle encaja- do disimétrico, con una mayor pendiente (23 %) en la ladera derecha y más tendido en la iz- quierda (13 %). El álveo de este tramo tiene una anchura de 100- 200 metros y morfología plana. En esta zona se desarrollan intensos procesos de depo- sición en las grandes avenidas, con materiales aportados por arroyos provenientes de la mar- gen izquierda que drenan la Sierra Albarrana y de la margen derecha, como el Arroyo de Vena de la Culebra, al principio del tramo, el Arroyo del Barranco de los Chivatos, en la parte cen- tral y el Arroyo de Buenas Aguas en la parte fi- nal. El intenso depósito de materiales origina una extensa plataforma de grava a cota de ave- nida, que llegan a ocupar en algunos casos has- ta el 80 % del álveo, la erosión de canales en estos depósitos, de hasta 8 m de potencia, ha hecho que el curso de agua posea numerosos canales anastomosados o pozas pasando de ex- tremo a extremo del álveo y originando nume- rosas islas con depósitos de gravas y arenas. • Perfiles • RB7'. Localizado en la parte alta del tra- mo, 50 m agua arriba de la desembocadura del Arroyo de la Vena de la Culebra, el perfil presenta una longitud de 100 m con un desnivel de 4 m desde la cota de aveni- das (depósitos marginales) al fondo del ál- veo. En el bloque diagrama se reconoce la vertiente derecha, la superficie del nivel de crecidas que conecta mediante un escarpe con el surco marginal derecho. El centro del perfil está ocupado por un cauce de crecida invernal con gravas gruesas en dis- posición laminada y pequeños canales anastomosados con gravas más finas o are- na gruesa. En contacto con la margen iz- quierda por medio de un escarpe grande el canal principal (de lecho rocoso) limita el depósito de gravas. En el canal aparecen arenas y elementos finos y persisten las po- zas de agua todo el verano. La disposición entre superficie de agua en la pozas y topografía del cauce se presenta en el perfil longitudinal del Bembézar (to- mado en la línea media del cauce) en el 32 5. Análisis del medio acuático Tabla 5.1.1 Características morfológicas de las pozas de la Estación III POZA A B c D E F G H I J K L ANCHURA (m) 4 6 2 2 3 3 7 3 10 15 20 6 LONGITUD (m) 100 30 12 12 25 20 15 12 120 120 30 200 PROFUNDIDAD (m) 1 1 0.7 0.3 0.6 0.5 0.5 0.5 1.1 0.8 0.6 0.5 1. FORMA 4 6 2.8 6.7 5 6 14 6 9 18 33 12 PUNTOS .. P1 P2 P3 P4 P5 P6 P8 P9 P10,11.12,13 P14,15,16 P17 P18.19.20 mismo tramo. Se aprecia cómo el canal principal corta los depósitos aguas arriba de RB7' y el descenso del nivel freático que alimenta las lagunas a lo largo del per- fil del río. D RB8 D RB7 Localizado en la parte media del tramo, el perfil tiene una longitud de 100 m. y un desnivel de 8 m. Se pueden diferenciar dos partes, una correspondiente al cauce fun- cional del río en su nivel de base y otra al cauce en períodos de crecidas invernales. Junto a la margen izquierda del álveo, con depósitos de arenas y grava de tamaño me- dio, una antigua terraza elevada del río a 6 metros sobre el nivel base, sólo es funcio- nal en períodos de grandes avenidas. Pre- senta depósito superficial de materiales fi- nos, con predominio de limos. Posee también canales anastomosados paralelos al curso principal, excavados unos 30 cm sobre los materiales limosos. Está situado al final del tramo allí donde el cauce se vuelve encajado. El perfil es cor- to, con una longitud de 45 m y morfología plana. Tiene un sustrato de arenas, gravas y gravas gruesas donde discurre el canal principal. Prácticamente todo el perfil, a excepción de los taludes del álveo, se en- cuentra al nivel base del río. Pozas La morfología alargada del álveo, la gran canti- dad de depósitos de arenas y gravas y el curso divagante que adopta el canal principal, produ- cen numerosas pozas de morfología alargada que pueden alcanzar los 300 m. de longitud y los 20 metros de anchura, la profundidad de es- tas pozas puede alcanzar los 2 m en flujo basal. Se han estudiado todas las pozas grandes de la estación, las que corresponden a los perfiles y las restantes. En la Tabla 5.1.1., se presentan sus características. 33 5. Análisis del medio acuático Estación IV • Localization Een el kilómetro 47 del río. Comprende el Pun- to RB9. • Altitud 240 m. • Pendiente media 4%o • Morfología El Bembézar presenta aguas arriba del embalse del Cabril un tramo muy encajado y sinuoso, condicionado por un enrejado de fallas orienta- do con rumbo NW-SE y ÑE-SW alternando los tramos rectilíneos con los tomos de 90 a 180°. Son patentes algunos fenómenos de encaja- miento y abandono de cauces en la sucesivas fases de encajamiento del Bembézar. En la estación situada aguas arriba del embalse se presenta un álveo casi plano de 70 m de an- chura comprendido entre vertientes con fuertes pendientes de 50-100 % que se elevan por en- cima de la cota 300, alcanzando en el Cerro de Hombre los 500 m. El intenso transporte y la escasez de aporte de materiales de las vertientes del tramo, hacen que el canal del álveo presente escasos sedi- mentos y discurra buena parte sobre fondo ro- coso. • Pozas Las pozas correspondientes al Punto RB) son de pequeño tamaño. Su longitud es de unos 500 m, 4 m de anchura y 70 cm de profundidad me- dia en condiciones de flujo basal. Sustrato are- noso en un 45 % y de gravas en un 65 %. Estación V • Localización Entre los kilómetros 48 y 52 del río. Compren- de los Puntos EC1, EC2, EC3 y EC4. • Altitud 225-215 m • Pendiente media 0 %. (Lámina de agua). • Morfología La pequeña presa de El Cabril ocupa una cerra- da entre los fuertes escarpes cuarcitosos del Cerro de El Cabril, de Los Morales (Norte) y Cerro del Cabril del Alta (Sur). La cola del em- balse describe aquí un amplio arco de unos 500 m de radio, que continúa la morfología de la Estación IV, con tramos rectilíneos conectados por estrechos tornos de 100-200 m de radio. En la cola del embalse, de unos 3 km de longi- tud, predominan depósitos de gravas que dan paso a las arenas hacia el sector del tramo in- termedio. En el último kilómetro aguas arriba de la presa, los depósitos son preferentemente limosos y la morfología se modifica, desarro- llando sobre ambas márgenes depósitos limo- sos con la superficie a la cota del aliviadero, dejando un canal central de 50-100 m de an- chura que llega hasta la presa. Frente a la mis- ma (Punto EC2) los depósitos limosos se susti- tuyen por depósitos arcillosos con abundante materia orgánica en el sedimento. • Pozas Al descender el caudal al comienzo del estiaje, puede considerarse que el embalse, lleno hasta la cota del aliviadero, se constituye en una gran poza de unos 2 Km de longitud. Al avanzar el verano y descender el nivel, se crea un rosario discontinuo de pozas persistiendo al pie de la presa una mayor, de unos 15 m de anchura por 2 m de profundidad. La presa de El Cabril posee compuertas de fon- do que al parecer no se han llegado a utilizar. El aliviadero, que ocupa la mayor parte del co- ronamiento, descarga sobre el "Salto del Caba- llo", un espectacular cañón que forma parte dela Estación VI. Al pie de la presa y en la Mar- gen izquierda existe una pequeña estación de bombeo de agua para las instalaciones de alma- cenamiento de residuos radiactivos de El Ca- bril. Estación VI • Localización En el "Salto del Caballo", entre los kilómetros 53 y 54, aguas abajo de la presa de El Cabril, hasta la desembocadura del Arroyo de La Montesina pasado el puente de la carretera. Comprende el Punto RB10 • Altitud 220-200 m. • Pendiente media 1.8 %o 5. Análisis del medio acuático • Morfología La Estación VI constituye el tramo más espec- tacular del río Bembézar y posee un especial interés ecológico. El álveo presenta un tramo rectilíneo de unos 1200 m de longitud que co- rresponde con una falla, de orientación NW- SE. La existencia de una banda cuarcítica (Nei- ses de la Albarrana) que atraviesa el cauce, origina un relieve de erosión, con fuertes escar- pes sobre ambas márgenes que se elevan a 430 m, con un desnivel con el álveo de 230 m. La resistencia de la roca y la fuerte pendiente de las vertientes origina una morfología de cañón, acentuada por el trazado rectilíneo. El álveo presenta una secuencia de pozas con lecho rocoso, prácticamente libres de gravas, ya que la presa de El Cabril, aguas arriba de la estación, actúa como sumidero de las gravas aportada por el tramo alto del Bembézar. El funcionamiento de las vertientes que flan- quean el cañón aporta tres tipos de materiales en sendos procesos: regolito, con predominio de gravas de fragmentos angulosos de esquis- tos y cuarcitas. Los elementos finos del regoli- to se movilizan con más intensidad por lavaje en aguas de arroyada. La remoción masiva del regolito en vertientes se acumula como piede- monte en su base. En segundo lugar, los conos de derrame de los torrentes laterales, que funcionan durante las precipitaciones intensas y están formados de grandes fragmentos de cuarcita, esquistos y de- pósitos ocasionales de grava fina, arenas y li- mos, dependiendo de la intensidad de la preci- pitación. El tercer tipo de materiales lo constituyen enor- mes bloques de cuarcita desprendidos desde los escarpes, con volúmenes de hasta 75 m . Se presentan aislados o formando barreras parcia- les sobre el álveo u ocupando las pozas. Los bloques situados en el canal principal presentan huellas de impactos de fragmentos pequeños de roca, pero su superficie se encuentra relativa- mente pulimentada. Presumiblemente estos bloques permanecen inmóviles y sin desgaste apreciable durante períodos seculares. Compa- rando fotografías del álveo tomadas en 1974 y 1993 no se aprecian movimientos ni cambios. Tampoco la intensa avenida de 1989, que supu- so unos 8 m de elevación del nivel del río en el cañón, movilizó los bloques. Se ha observado que la presencia de conjuntos de bloques en el canal principal, origina repre- samiento temporal durante las crecidas inver- nales al fijarse entre los bloques troncos, broza, arenas, gravas y otros materiales que finalmen- te interrumpen los canales. El resultado es la formación de pozas temporales de 3-4 m de profundidad y hasta 10 m de anchura. Al dis- minuir el caudal y cesar el aporte de materiales estas pozas equilibran su nivel con el resto de los canales del cauce. Durante las crecidas invernales, el canal se am- plía a la totalidad del álveo y las grandes pozas de fondo rocoso se extienden, alcanzando 40- 60 m de longitud. Los canales originan en las rocas morfología alveolar característica favore- cida por la dureza de la cuarcita y la presencia de fragmentos abrasivos de grava. Cuando el caudal baja al nivel de flujo basal se observa la existencia de pequeños conductos subsuperfi- ciales que comunican las pozas, a favor de las diaclasas del lecho rocoso ampliadas por la erosión. En períodos de avenida, el funcionamiento del cañón es diferente. La presencia de la presa de El Cabril impide el aporte de grava, aumentan- do la capacidad erosiva del caudal, que elimina del fondo de las pozas los fragmentos de roca transportables. Igualmente los conos de derra- me de los torrentes laterales son erosionados intensamente y el piedemonte es desmantelado. En avenidas excepcionales, como la de 1989, el puente de la carretera, probablemente ayuda- do por la presencia de troncos y ramas a la de- riva, crea un represamiento temporal del agua en el cañón, que se convierte así, en una cubeta de decantación de materiales finos. En la parte alta de la cubeta, en las cotas más elevadas a 8-15 m sobre el canal principal del álveo, se depositan limos que son sustituidos a cotas in- feriores, por arenas. Buena parte de los depósi- tos son posteriormente erosionados o mezcla- dos por la remoción en masa de las vertientes y el lavaje. A cotas inferiores son movilizados durante las crecidas invernales y el flujo basal. Donde persisten, originan una morfología ca- racterística en las vertientes con rellanos colga- dos recubiertos con depósitos de materiales fi- nos superpuestos a los coluviones de ladera de granulometría muy diferente. En la proximidad de un cono de derrame puede observarse la existencia de uno o varios pulsos de avenida que erosionan el depósito del cono, 35 m (de gravas gruesas) lo recubren los elementos finos depositados en la avenida y sobre ellos pueden aparecer nuevas materiales mal clasifi- cados y angulosos, descargados por el arroyo A la salida del cañón, en el extremo final de la Estación, la morfología se hace muy diferente y el valle se abre con vertientes de menor pen- diente (30 %) y el álveo se amplía a 75 m, reci- biendo los aportes del Arroyo de La Montesi- na. Estación VIS • Localización Entre el Cabril y el puente de la carretera. Comprende los Puntos AMI, AM2 Y AM3. • Altitud 240-200 m. H Pendiente media 4%o. • Morfología El Arroyo de La Montesina es un afluente del río Bembézar por la margen izquierda a la sali- da del cañón. El arroyo presenta un trazado de tramos rectos separados por ángulos que sigue la falsilla del enrejado de fallas a la que se ha hecho mención al describir la alineación de otros tramos. La Montesina presenta fuertes pendientes que conectan el bajo nivel de base del Bembézar con la cuenca, en un valle estrecho con vertientes de fuertes pendientes del 45 %. A diferencia del Bembézar, la Montesina pre- senta un importante aporte de materiales desde las laderas por movimientos de remoción masi- va, creándose un extenso depósito a nivel del cauce constituido por formaciones de piede- monte de laderas y los derrames de algunos pe- queños barrancos junto a la movilización por lavaje en condiciones de violenta precipitación. Sobre materiales pizarrosos y esquistosos tec- tonizados y siguiendo precisamente líneas de fallas, se producen intensos acarcavamientos, con barrancos muy profundos que aportan un gran volumen de materiales al arroyo de La Montesina. El álveo, que es estrecho, alterna pozas de le- cho rocoso con depósitos propiamente fluviales y restos, parcialmente erosionados, de coluvio- nes de ladera. • Pozas Son muy variables en morfología y materiales. En AMI, situado aguas arriba del azud, la poza presenta sustrato arenoso con gravas en la parte más profunda y una anchura de unos 1.75 m y profundidad de 20 cm en flujo basal en prima- vera. Se seca durante el estiaje. AM2, situado a la altura del Km 14 de la carre- tera de El Cabril a Fuente Obejuna. Poza muy somera, profundidad de 15 cm (en flujo basal) y anchura de 2 m y lecho de grava fina. AM3, situada entre la Estación de Aforo y la confluencia con el río Bembézar. Profundidad media de 15 cm y anchura de 2 m, sustrato va- riable (arenas y gravas). Estación VIII B Localización En el kilómetro 54. Comprende los Puntos RBll • Altitud 190 m. • Pendiente media 5 %a. • Morfología Tramo rectilíneo de orientación NNE-SSW después de la desembocadura de la Montesina. El río discurre entre la alineación cuarcitosa del Cerro de El Cabril,ahora situada al Oeste y las alineaciones de la Piedra del Rayo al Este que alcanzan 310-350 m de cota. Vertientes de pen- dientes más acusadas a la margen izquierda (82 %) con unos 100 m de cota sobre el álveo. Al- veo de morfología plana con abundancia de materiales detríticos (gravas y arenas). Hacia la mitad del tramo presenta un estrechamiento con excavación del fondo rocoso. • Pozas La poza estudiada RBll permanece con agua durante todo el año. Profundidad media de 1.3 m, anchura 13 m. Sustrato variable de arena gruesa en la margen derecha y gravas en la margen izquierda y en el lecho. Estación IX • Localización Entre los kilómetros 56 y 85. Comprende los Puntos EB1 a EB9. • Altitud 183 m. 36 5. Análisis del medio acuático Pendiente media 4.2 %o. Morfología El embalse aprovecha una estrecha cerrada si- tuada en la Sierra del Caballo donde el Bem- bezar abandona su rumbo SE para tomar rum- bo Sur descendiendo hasta el cercano Guadalquivir. La cola del embalse sigue las ca- racterísticas morfológicas de los tramos ante- riores, con un estrecho valle fluvial de largos tramos rectilíneos condicionados por caracte- rísticas tectónicas. A partir de la Loma de Los Peñones el embalse se hace más ancho, atrave- sando un relieve de menor energía y recibiendo los aportes del río Benajarafe. De nuevo se es- trecha a partir de la Loma de los Puntales y a lo largo de la Loma del Tabaco en una larga gar- ganta de orientación NW-SE hasta la desembo- cadura de su afluente más importante, el río Névalo por la margen izquierda. A partir de la confluencia el embalse se amplía alcanzando unos 500 m de anchura hasta el Cerro de Mata- gallares, donde alcanza casi 1 Km, estrechán- dose fuertemente al embocar la cerrada donde está construida la presa del Bembezar. La muestras para los análisis limnológicos se recogieron en la parte más profunda en la pro- ximidades de la presa. Los 9 puntos de mues- treo se situaron así: EB1 a EB4: cola del Embalse. EB5 a EB7: tramo medio junto al punto de unión con-el río Névalo. D D • EB8 y EB9: parte final cercana a la presa. 5.1.1. Fluctuaciones de las pozas y velocidad del agua Respondiendo al régimen hidrológico del tramo, las estaciones de muestreo sufren fuertes fluctuacio- nes en la profundidad, anchura y velocidad del agua. En verano, el curso del río Bembezar aparece seco en la mayoría de las estaciones de muestreo, persistien- do algunas pozas (Tabla 5.1.1.1. y Tabla 5.1.1.2.). El nivel del agua en la presa de El Cabril disminuye no- tablemente, quedando reducida la masa a pequeñas charcas a lo largo del vaso del embalse. En el arroyo de la Montesina la situación es semejante y la mayor cantidad de agua estival corresponde al azud situado entre las estaciones AMI y AM2. En otoño el río Bembezar aparece todavía discontinuo, formado por pozas aisladas. La precipitación media mensual de septiembre, octubre y noviembre de 1991 fue de 2.23 mm. Por este motivo, los valores de profundidad y anchura se ven condicionados principalmente por las características morfológicas de cada poza. El Arroyo de la Montesina presenta cierto flujo, constituyendo el único aporte de agua al río Bembezar durante este período. La estación RB3 al recoger dicho flujo, pre- senta una mayor profundidad y anchura respecto a las pozas situadas aguas arriba de la confluencia del arroyo. En primavera se observa un aumento general, condicionado por el incremento de la precipitación media. El sistema de pozas desaparece para dar paso a un flujo continuo desde la cabecera del río hasta el embalse del Bembezar, donde se registra una fuerte Tabla 5.1.1.1 Valores de anchura media (metros) del cauce en cada una de las estaciones muestreadas wyfuyy T"«y-"fij <%r «pw-^y y* " i " 'TT'&v? ̂ p^H"'^T^~r ™»3*7T»»I»« dHPrimavera ¿ttí fe^Verano'^M**- '/^R.OtorWr&H' H^¿lnv!emo|fe. ^ ^ I p p f - f A r r o y o de la Mpntesina^:^f^-fe % $ % ^ ^ ^ ^ ^ ^ , AM1 AM2 AM3 RB9 RB10 RB11 3.23 5.33 2.89 10.40 15.50 17.00 9.5 1.50 0.75 2.00 4.00 12.00 2.15 1.50 2.00 2.00 8.00 14.50 37 5. Análisis del medio acuático Tabla 5.1.1.2 Valores de profundidad media (metros) del cauce en cada una de las estaciones muestreadas subida invernal debida a las aportaciones de agua al embalse. La velocidad media en el agua fue máxima en pri- mavera (Tabla 5.1.1.3.), no registrándose grandes di- ferencias entre las estaciones de muestreo. Atendiendo a la velocidad, los tramos fluviales pueden clasificarse en rápidos, pozas-remansos, y ta- blas. Los rápidos presentan un flujo de agua turbu- lento, con escasa profundidad y pendientes altas. En las pozas y remansos no i. corriente o bien existe un débil flujo laminar, con ¿rundes profundidades. Las tablas son tramo de pendiente y profundidad in- termedia entre los anteriores. Para delimitar cualitativamente entre rápido y poza se ha optado por utilizar el índice de forma (Shirvell, 1982), según la siguiente expresión: Iforma = anchwai'profundidad Los valores de este índice superiores a 9 correspon- derán a rápidos y los inferiores a remansos o pozas. Los tramos presentan valores de este índice variables con el caudal ( Tabla 5.1.1.4.). En primavera, todas las estaciones tienen carácter de rápidos. En esta épo- ca el agua alcanza el nivel de crecida invernal anual. En el embalse de El Cabril se conecta el río con las llanuras de inundación de las márgenes. Durante el período de estiaje el índice de forma nos describe un río de pozas o remansos hasta que finalmente se se- can. 5.2. Masa de agua De la Tabla 5.2.1.1. a la Tabla 5.2.9.1. se presentan los valores de los diferentes parámetros físico-quími- cos medidos en las estaciones de muestreo. Las rela- ciones de los diferentes parámetros se representan de la Figura 5.2.1.1. a Figura 5.2.9.1. 5.2.1. Temperatura La temperatura de las masas de agua es un factor que puede variar en función de la altitud, hora del día, estación del año, grado de insolación del cauce, etc. ; por otro lado, a lo largo del día el rango de va- riación será tanto menor cuanto mayor sea el caudal. Este parámetro afecta al metabolismo de la materia orgánica, de forma que un imcremento de la tempera- tura acelera los procesos de descomposición y au- menta el consumo de oxígeno, pudiendo ocasionar episodios de anoxia en determinados momentos. Entre el río Bembézar y arroyo Montesina o entre tramos no hay diferencias significativas de tempera- tura entre Otoño y Primavera. Durante los meses cá- lidos, al cesar el caudal, la formación de pozas deter- mina una diferenciación térmica, siempre en función del volumen de agua residente (Tabla 5.2.1.1.) y de otras características. Los valores extremos en las campañas limnológicas (Figura 5.2.1.1.) se observaron en los meses de estia- je con 27 °C en RB 11 y en invierno con 6.5 "C en 38 5, Análisis del medio acuático Tabla 5.1.1.3 Valores de velocidad de corriente (m/s) del cauce en cada una de las estaciones muestreadas Tabla 5.1.1.4 Valores del índice de forma en cada una de las estaciones muestreadas já¿káé& ÍJ. '¿ Primavera* a tk í . J ' Jy^^ AM2. En las pozas de la Estación III se han observa- do temperaturas estivales de hasta 34°C a mediodía. El arroyo de l?i Montesina presenta temperaturas más bajas que el río en otoño e invierno, debido a la menor insolación que recibe el cauce por un mayor encajamiento del arroyo. La mayor inercia térmica de la masa Q ¿ua alma- cenada en los embalses, origina una amortiguación de la temperatura en el medio respecto a las que por la altitud y climatología correspondería a la zona es- tudiada (Tabla 5.2.1.2.). En el embalse del Bembézar los perfiles verticales (Figura 5.2.1.2.) de temperatura registrados a lo largo del período de estudio muestran diferencias entre la temperatura de superficie y en el fondo de hasta 14 °C en el período de máxima estratificación (verano), mientrasque en el resto de campañas las diferencias no son tan marcadas, debida a la rotura de la termo- clina durante otoño e invierno. Este fenómeno otorga 39 5. Análisis del medio acuático Tabla 5.2.1.1 Valores de Temperatura (aC) a lo largo del eje del río durante las cuatro campañas de muestreo Primavera Verano Otoño invierno . Arroyo de la Montesina AM1 AM2 „ AM3 13.5 14.0 13.5 .. _.. ._ — — — 9.0 9.0 10.0 7.0 6.5 7.5 RíoBembézar RB9 EC RB10 RB11 EB 15.0 12.7 13.5 13.1 11.3 — 19.8 — 27.3 20.4 10.2 11.0 11.0 10.0 14.3 9.0 8.8 8.1 8.1 11.7 En los embalses se presenta el valor medio de la columna de agua. AM1 AM2 AM3 RB9 EC RB10 RB11 EB Puntos de Muestreo Figura 5.2.1.1 Variación de temperatura a lo largo del eje del río durante las campañas de nuestreo. P: Primavera; V: Verano; 0: Otoño; I: Invierno. 40 5. Análisis del medio acuático Tabla 5.2.1.2 Valores de temperatura y oxígeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar m m m ^ M ^ ^ ^ ^ " P̂rimavera '' ' l- ^ ¿ - .*\ J M # | « f | 02mg/I „ ^ 14.0 9.5 95.19 11.5 9.2 87.20 11.3 9.5 89.62 11.0 9.5 89.03 11.0 9.4 88.09 10.9 9.2 85.98 15 9.5 8.2 75.92 25 9.0 8.2 73.27 32 Fondo 9.0 7.9 70.59 •y&^^íZC'S&rumoEB9nora:J/H oo so lar : ionoaí . ; ; ; YÁí : r í * ' ¡ ' «T?ClK! 11.5 & P 2 m g / l f i ^ 9.5 87.96 11.0 9.6 87.97 11.0 9.2 86.22 10.9 9.2 85.98 10.9 9.2 85.98 10.5 9.2 85.18 15 9.1 8.0 •71.68 25 8.9 7.7 68.62 35 8.5 6.6 58.25 45. 8.5 6.4 56.48 55 Fondo 8.0 6.0 52.31 41 5. Análisis del medio acuático Tabla 5.2.1.2 Valores de temperatura y oxígeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar (Continuación) '" ( - Verano - .• ' - v>-' A ^ h : ^ » ^ ; V " : - * v , - «' . Punto EB4 Hora: 13H 45' Solar: 11H 45' v - - / ,. Prof..", ''" S 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 Fondo T°C . r 25.0 24.5 24.8 23.5 23.3 23.3 23.0 20.5 18.0 15.9 14.9 14.0 14.0 12.8 11.5 11.5 11.0 O2 mg/l . [ 8.1 8.1 8.2 8.3 8.3 8.3 8.1 7.9 6.5 4.0 2.7 2.7 2.5 2.5 2.7 2.7 2.6 "• -- *-*•'; % Satur. fyv1"* ' " l 99.87 99.63 100.73 99.75 99.52 99.52 96.65 90.18 70.81 41.75 28.11 27.55 25.05 24.41 26.06 26.06 24.36 a este embalse el calificativo de sistema holomíctico- monomíctico. En el embalse de El Cabril (Tabla 5.2.1.3.), la es- tratificación térmica aparece limitada a la zona de máxima profundidad en las proximidades de la presa (Figura 5.2.1.3.). 5.2.2. Oxígeno Las aguas de río y arroyo presentan en todas las campañas de muestreo niveles de oxígeno disuelto en el medio superiores a los 7 mg O2/I y próximos al 100% de la saturación (Tabla 5.2.2.1.) . No hay dife- rencias significativas (Figura 5.2.2.1.) entre las dis- tintas estaciones del río a lo largo del período de es- tudio, exceptuando en los meses de verano. En estos meses las pozas aisladas presentan tensiones de oxí- geno variables, relacionadas con un aumento de tem- peratura y la fotosíntesis. La desaparición de la aireación por turbulencia y el aumento de la respiración por el confinamiento de los organismos acuáticos, reduce el oxígeno. La intensa fotosíntesis puede llevarlo a sobresaturación. 42 5. Análisis del medio acuático Tabla 5.2.1.2 Valores de temperatura y oxígeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar (Continuación) • ' í ' ' • , „.'!' , , ''"'** Pro'( " ' ' / ' " 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Fondo Verano -- <•• •",','%?''"\^^^¡iaB^#W^^S v" r Punto EB6 Hora: 15H 55'Solar: 13H ^ ^ ^ ^ ^ ^ S j S S S Í ,'- / TÍP' ' " 27.0 26.5 25.9 25.5 25.5 25.0 23.5 19.5 17.5 16.0 Í5.5 * \ 02 mg/l" " , , ; ; 7.5 7.6 7.7 7.7 7.7 7.8 7.9 5.9 0.5 0.5 0.4 95.42 95.95 96.25 96.65 95.65 96.17 94.95 66.01 5.38 5.23 4.14 La concentración de oxígeno de las capas más su- perficiales de los embalses se aproxima todo el año a la sobresaturación. En los períodos veraniegos se produce la máxima estratificación del agua embalsa- da. Este fenómeno impide la difusión del oxígeno a las capas profundas, apareciendo fenómenos de ano- xia en el fondo, registrándose valores de 0.2 mg O2/I frente a 9.4 mg O2/I en superficie. 5.2.3. Conductividad La conductividad del agua está relacionada con la concentración de iones y la movilidad de los mismos. Los cambios que se dan en este parámetro reflejan de forma proporcional variaciones en las concentracio- nes de iones de proporcionalidad constante (Ca2+, Mg2+, Na+, K+ HCO3-, Cl\ S042-), que no se ven in- fluidos por la actividad de los organismos y, por tan- to, es un buen orientador del grado de mineralización de las aguas. La conductividad está determinada por aportes de la cuenca de drenaje, precipitación atmosférica y fe- nómenos de evaporación. Los valores de conductividad no presentan grandes diferencias entre las estaciones de muestreo (Figura 5.2.3.1.), aunque existe una importante variación temporal a lo largo del año, respondiendo a fenóme- nos de dilución y evaporación. Los mínimos valores se registran en AM3 en Primavera (210 (iS/cm) coin- cidiendo con el máximo caudal del año, mientras que en las demás épocas los valores son muy semejantes, con valores medios de 450 uS/cm (Tabla 5.2.7.1.). En las pozas sometidas a evaporación en verano se alcanzan valores de hasta 1300 u.S/cm. 5.2.4. pH Los valores de pH sufren variaciones diurnas o nocturnas como consecuencia de los cambios en la concentración del ion bicarbonato, debido a la foto- síntesis y a la respiración de los organismos. En el Bembézar los resultados muestran valores comprendidos entre 7.2 y 9.5 (Figura 5.2.4.1.). En primavera los valores son más homogéneos y sufren un descenso por dilución coincidiendo con el máxi- mo de caudal. Es en otoño donde las diferencias es- 43 5. Análisis del medio acuático Tabla 5.2.1.2 Valores de temperatura y oxigeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar (Continuación) 1Í ; f ^ ^ # | # » W ^ ^ Puntó EB5 Hora: 18H 30 Solar: 14H wfflfáS&BBUm 4VÍ%í^/iProf.^ffe^ 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 . 10 11 12 13 14 15 18 23 28 i 26.0 24.8 24.5 24.0 23.5 22.5 21.2 18.0 15.5 14.0 13.0 12.0 11.0 10.5 10.5 10.0 10.0 9.5 9 5 : ' ' , : : ' . ! : . •'•;•..'•: 7.9 8.2 8,2 8.3 8.3 8.3 8.1 5.4 1.7 1.2 1-2 2.5 3.0 3.5 3.5 3.5 3.5 1.2 .:V/..-"'. ¿0.7 :':". ll||tlu|gg 98.87 100.73 100.24 100.60 99.75 98.10 93.64 58.82 18.11 12.02 11.76 23.96 28.11 32.40 32.40 32.05 32.05 11.30 T • 6.78 pacíales se ven más acentuadas, por un incremento en la fontosíntesis de comunidades fitobentónicas más desarrolladas y estables, como consecuencia de una disminución de la velocidad de la corriente y la formación de pozas con características muy contras- tadas (Tabla 5.2.4.1.). 5.2.5. Reserva Alcalina La alcalinidad representa el exceso de cationes del agua, en equilibrio con el bicarbonato y los carbona- tos, en proporciones que varían en función de la tem- peratura y el pH del agua. El río Bembézar presenta alcalinidades moderada- mente bajas. Las determinaciones de Reserva Alcali- na atribuibles a los carbonatos con fenolftaleína, indi- can que el componente mayoritario son los bicarbonatos. Los valores no sufren variación espacial a excep- ción del embalse del Bembézar (Figura 5.2.5.1.), que siempre presenta alcalinidades más bajas. En verano es cuando los valores alcanzan los máximos en cada 44 5. Análisis del medio acuático Tabla 5.2.1.2 Valores de temperatura y oxigeno (mg/l, % saturación) en el embalse del Bembézar (Continuación) mmí$¡$fflf$mi$i ., , r , m $ [ , 'pp »s¿ •*• •* t,rft ¿#»4ift*«t& y . ¿ si^Am,.JstpunicEB1uora.1JH.10 Solar:
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