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Documento de Investigación 01/2022
Inteligencia Artificial: aplicaciones a la Defensa
-
Artificial Intelligence: applications to Defence
Trabajo incluido en el Plan Anual de Investigación del Centro Superior 
de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN) para el año 2022 como 
Documento de Investigacion “Inteligencia artificial”, asignado al Instituto 
Español de Estudios Estratégicos (IEEE)
*
Organismo solicitante del estudio: 
Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN)
2
Documento de Investigación del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) 
Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional 
(CESEDEN)
Trabajo maquetado, en abril de 2022, por el Instituto Español de Estudios 
Estratégicos (IEEE).
_____________________________________________________________________________
NOTA: Las ideas y opiniones contenidas en este documento son de responsabilidad del autor, 
sin que reflejen, necesariamente, el pensamiento del Ministerio de Defensa, del CESEDEN o del 
IEEE.
_____________________________________________________________________________
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Eduardo Olier y Juan Manuel Corchado Inteligencia artificial: aplicaciones a la Defensa
Índice
Inteligencia artificial: aplicaciones a la Defensa
Eduardo Olier y Juan Manuel Corchado 
Introducción 7
Componentes de la inteligencia artificial (IA) 8
Tecnologías alrededor de la IA 12
Aplicaciones a la defensa de la IA 15
El caso de la ciberseguridad 19
Geopolítica de la IA 22
Conclusiones 24
4
Documento de Investigación del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) 
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Eduardo Olier y Juan Manuel Corchado Inteligencia artificial: aplicaciones a la Defensa
Inteligencia artificial: aplicaciones a la Defensa
Eduardo Olier
Profesor honorario del CESEDEN
Presidente del Instituto Choiseul España
Juan Manuel Corchado
Catedrático de la Universidad de Salamanca
Presidente del AIR Institute
Resumen
La inteligencia artificial (IA) es un campo tecnológico esencial en las 
estrategias de defensa del siglo XXI. Los países que sean capaces de 
dominar estas nuevas tecnologías marcarán el devenir de la geopolítica 
de este siglo, lo cual abrirá una brecha entre aquellos países que 
tengan estas capacidades y aquellos que no dispongan de las mismas. 
Una circunstancia que se complementará con una nueva forma de 
colonización tecnológica que aumentará las dependencias de unos con 
otros. Sin embargo, los riesgos que surgen de estas nuevas tecnologías 
van más allá de la ética en su utilización, y entran en el dominio de 
que los países más avanzados podrán controlar las propias tecnologías 
de los países menos avanzados. Una circunstancia que aumenta las 
fragilidades de Europa, que se encuentra en este campo muy por detrás 
de Estados Unidos y de China. España necesita urgentemente un 
programa integrado de IA para soportar sus estrategias de defensa en el 
marco geopolítico en el que está encuadrada.
Palabras clave: 
Inteligencia artificial, ciberseguridad, militar, defensa, guerra, 
geopolítica, Rusia, Estados Unidos, China, Europa, España.
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Documento de Investigación del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) 
Artificial Intelligence: applications to Defence
Abstract:
Artificial Intelligence (AI) is an essential technological field in the defense 
strategies of the 21st century. Those countries that are capable of mastering 
these new technologies will mark the future of geopolitics in this century, 
which will open a gap between those countries that can benefit from these 
capabilities and those that do not. This will be complemented by a new form 
of technological colonization that will increase dependence on one another. 
However, the risks arising from these new technologies go beyond the ethics 
of their use and enter the domain of the more advanced countries being 
able to control the technologies developed by the less advanced countries. 
This circumstance increases the fragilities of Europe, which is lagging far 
behind the United States and China in this field. Spain urgently needs an 
integrated AI program to support its defense strategies in the geopolitical 
framework in which it is placed.
Key words:
Artificial Intelligence, Cybersecurity, Military, Defense, Warfare, 
Geopolitics, Russia, United States, China, Europe, Spain.
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Eduardo Olier y Juan Manuel Corchado Inteligencia artificial: aplicaciones a la Defensa
Introducción
La inteligencia artificial (IA) es una disciplina tecnológica que, gracias a las capacidades tecnológicas actuales, tiene un enorme impacto en las aplicaciones civiles y militares de muchos países, singularmente en aquellos más avanzados en 
este sentido. En síntesis, se puede decir que este desarrollo se debe a cuatro elementos 
fundamentales: (1) el enorme volumen de datos disponibles; (2) su posibilidad de 
manipulación con las tecnologías de Big Data; (3) el desarrollo de algoritmos cada vez 
más potentes, capaces de generar ellos mismos nuevos algoritmos en una especie de 
reproducción celular; y (4) la enorme capacidad de procesamiento de la información 
que ofrecen los actuales sistemas de computación, que pueden gestionar con enorme 
rapidez decenas de miles de millones de datos en tamaños que alcanzan los zetabytes1, 
que sería algo así como llenar el océano Pacífico de granos de arroz; y que en poco 
tiempo serán capaces de manejar yotabytes que, siguiendo con el mismo símil, sería la 
manipulación de los granos de arroz que llenaran el volumen del globo terráqueo. 
Actualmente, aparte de los sistemas ya en operación, están en marcha nuevos 
desarrollos basados en el potencial que ofrece la IA en la recopilación y análisis de 
la información logística, de actividades cibernéticas, de vehículos semiautónomos y 
autónomos, etc.; y en el campo de la defensa, igualmente, de muchas aplicaciones, 
donde la guerra, tal como se conoce, sería conducida prácticamente sin el elemento 
humano en los campos de batalla. 
La IA, como es sabido, ya ha sido utilizada en actividades militares de Estados 
Unidos en Irak, en Siria y en otros lugares, y es aplicada casi a diario en misiones de 
información, muchas de las cuales son desconocidas, ya que tanto los que las ejercen 
a modo de ataque, como aquellos que las reciben y se prestan a su defensa, prefieren 
mantenerlas en la más absoluta reserva. A lo que se añade la aplicación de la IA en 
el dominio del espacio exterior, donde no hace mucho Rusia destruyó uno de sus 
satélites mediante otro ingenio espacial2. 
En este contexto, es preciso resaltar que las tecnologías de IA aplicadas al campo 
militar son un desafío enorme para aquellos países que no dispongan de estas nuevas 
tecnologías, ya que, en poco tiempo, se abrirá entre los diferentes sistemas militares 
una enorme brecha, separando aquellos países que dispongan de nuevos sistemas 
basados en IA de aquellos que no los tengan. Con la circunstancia de que hoy en día 
los desarrollos más avanzados en IA se dan en el mundo empresarial y el universitario, 
de manera que las Fuerzas Armadas (FAS) deberán apoyarse en el sector privado y 
1 Un zetabyte consiste en 1021 bytes (un uno seguido de 21 ceros), siendo un byte la unidad de 
computación más pequeña, que se compone a su vez de 8 bits. Cada bit representa un 1 o un 0, ya que 
los circuitos electrónicos funcionan según el álgebra de Boole que manipula códigos binarios (unos y 
ceros), representando el 1 un circuito abierto y el 0 uno cerrado. Los yotabytes cuentan con 1024 bytes.
2 Ver por ejemplo: https://www.bbc.com/news/science-environment-59299101 (consultado el 14 de 
febrero de 2022)
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Documento de Investigación del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) 
universitario; con la circunstancia de que, si estos no están muy avanzados, las FAS 
podrían encontrarse con la imposibilidad de tener las capacidades necesarias por la 
imposibilidad de adquirir tales tecnologíasen los mercados internacionales debido 
al cierre de los mercados por tratarse de productos de alto valor estratégico para la 
seguridad. 
Así, la dificultad en el proceso de adquisición de sistemas de defensa basados en 
IA, o en el desarrollo de los mismos, determinará la capacidad de responder a los 
nuevos desafíos de seguridad que se darán en el siglo XXI; todo ello sin contar con la 
imperiosa necesidad de dotar con mandos y estructuras humanas en las propias FAS 
que sean capaces de comprender, analizar y manipular estas nuevas tecnologías, que 
podrían no estar disponibles para su utilización en el tiempo y la forma requeridos 
por la marcha de los acontecimientos en un contexto geopolítico mundial altamente 
cambiante.
Todo este panorama es nuevo en los sistemas de defensa en España, que necesitan 
desarrollar, a nuestro modo de ver, una estrategia global e integrada para poner en 
marcha nuevos sistemas basados en IA, con la necesidad de estructurar un programa 
consistente en el que participe la industria privada, la universidad y las propias FAS. 
Un programa que, dada la singularidad de estas nuevas tecnologías, deberá dotarse de 
los necesarios mecanismos de confidencialidad y de protección de la información, con 
las ayudas que la propia inteligencia militar pueda aportar en este sentido.
Dada la novedad y la relevancia de la IA en los nuevos sistemas militares, este artículo 
ofrece un panorama inicial que ayude a reflexionar sobre la necesidad de proporcionar 
a los sistemas de defensa españoles sistemas de IA, tanto para soportar las necesidades 
actuales como las futuras. Sin olvidar que, aunque la IA puede aportar ventajas en 
el contexto de la defensa, puede también introducir importantes retos; pues a la vez 
de dotar a las misiones la posibilidad de operaciones autónomas, podría igualmente 
ser imprevisible en sus resultados. De ahí la necesidad de desarrollar toda una nueva 
capacidad estratégica que permita una manipulación segura de estas nuevas tecnologías 
en los planes militares, incluyendo en su caso las necesidades consideraciones éticas y 
legislativas, así como la formación de mandos y de equipos especializados.
Componentes de la inteligencia artificial (IA)
Decir qué es o qué no es la IA es objeto de muchas discusiones incluso entre los 
especialistas de esta disciplina, ya que son innumerables sus definiciones. 
Muchos son los científicos que se han dedicado a este complejo asunto. Alan 
Turing (1912-1954), por ejemplo, uno de los padres de la computación, decía que «una 
máquina sería inteligente en el momento en que fuera imposible para un observador 
asegurar si sus acciones eran o no llevadas a cabo por un ser humano». Una definición 
excesivamente simple en la que muchos investigadores no estarían hoy de acuerdo con ella. 
9
Eduardo Olier y Juan Manuel Corchado Inteligencia artificial: aplicaciones a la Defensa
David Pool y Alan Mackworth ofrecen también una definición igualmente sintética, 
que abre a su vez el problema de entender lo que significa el concepto de inteligencia. 
Para estos autores: «la inteligencia artificial es el campo científico que estudia la síntesis 
y el análisis de los agentes computacionales que actúan inteligentemente3. Siendo un 
«agente computacional» un instrumento informático que interactúa en el ambiente, 
que puede incluir, según estos autores: gusanos, perros, termostatos, aviones, robots, 
seres humanos, empresas o países. De manera que un agente computacional actuará 
inteligentemente siempre que4: (1) lo que haga sea consistente con sus circunstancias 
y objetivos; (2) sea flexible a la hora de cambios en el entorno o en sus propios 
objetivos; (3) aprenda en base a su experiencia; y (4) lleve a cabo elecciones apropiadas 
de acuerdo con sus percepciones y limitaciones de cálculo. Lo cual lleva a entender 
mejor el concepto de inteligencia o, más propiamente dicho, la diferencia que existe 
entre una conducta no inteligente y otra inteligente. Un aspecto que el científico 
Douglas Hofstadter, al tratar la inteligencia artificial, la definió en los años 1970 como 
la capacidad para5: (1) responder flexiblemente a las más diversas situaciones; (2) sacar 
provecho de circunstancias fortuitas; (3) encontrar el sentido a mensajes ambiguos o 
contradictorios; (4) reconocer la importancia relativa de los diferentes elementos que 
se dan en una situación concreta; (5) encontrar similitudes entre distintas situaciones, 
pese a las diferencias que puedan existir; (6) descubrir las diferencias entre situaciones 
diversas a pesar de las semejanzas que las puedan vincular; (7) sintetizar nuevos 
conceptos en base a conceptos antiguos que pueden modificarse en nuevas maneras; 
y (8) proponer ideas nuevas. 
Siguiendo este esquema de Douglas Hofstadter se podría decir que son tres los 
mecanismos que se encierran detrás de la IA: razonar, decidir, y planificar las acciones 
provenientes de la toma de decisiones, considerando siempre las incertidumbres sobre 
el resultado que existe en todo proceso de decisión. Pues todo proceso de decisión 
es habitualmente complejo, tan complejo como sea el entorno en que haya que 
tomar esas decisiones, siempre inmersas en gran incertidumbre. Siendo mucho más 
compleja esa toma de decisiones cuando se consideran situaciones militares, donde la 
imprevisibilidad es parte habitual del escenario.
Razonar en situaciones complejas tiene mucho que ver con la probabilidad de 
acertar. De donde nace la necesidad de representar el conocimiento en dominios 
inciertos, especialmente cuando el número de variables a considerar sea elevado. Con 
la circunstancia añadida de que tales variables pueden ser aleatorias, que, a su vez, 
pueden entrelazarse formando una red de múltiples probabilidades de ocurrencia. Una 
3 POOLE, D. L. y MACKWORTH, A. K. Artificial Intelligence. Foundation of Computational 
Agents. Cambridge University Press, 2010, p. 3.
4 Ibíd, p. 4.
5 HOFSTADER, D. R. Gödel, Escher, Bach: An Eternal Golden Braid. Basic Books, 1979. Existe 
edición española en Tusquets Editores con el título: Gödel, Escher, Bach: un eterno y grácil bucle, 
publicada en 1987. Pp. 29-30.
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Documento de Investigación del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) 
circunstancia que conduce a lo que se define como redes bayesianas6: una estructura 
que permite predecir la probabilidad de que una de las posibles causas de un resultado 
provenga de uno de los factores que haya desencadenado dicho resultado, como sería, 
por ejemplo, en un caso simple, la relación entre la probabilidad de que suceda una 
enfermedad y los síntomas que la producen.
Y es aquí donde nace la necesidad de elaborar algoritmos que relacionen las causas 
con sus probabilidades de ocurrencia; lo que lleva a considerar la importancia de 
los algoritmos en la construcción de sistemas de IA, que, en síntesis, no son sino la 
combinación de reglas para incorporar datos o información en los sucesos a considerar, 
así como los sistemas computacionales (hardware y software) que procesen tales 
algoritmos con dichos datos. 
Un algoritmo se puede entender como «una secuencia de instrucciones elementales 
explícitas, precisas, inequívocas y ejecutables mecánicamente, generalmente destinadas 
a lograr un propósito específico»7. Con esta definición pudiera pensarse que los 
algoritmos, en principio, no necesitan sistemas de computación electrónica —es decir, 
ordenadores— para su ejecución, como no sería preciso un ordenador para llevar a 
cabo una receta de cocina, que no es sino un algoritmo que entrelaza un proceso (la 
elaboración de la receta) con sus datos (las cantidades de los productos a incorporar) 
para conducir a un resultado, es decir, el guiso o plato finalmente elaborado. 
Sin embargo, los algoritmos gestionados informáticamente vinieron a cambiar las 
reglas del juego; ya que los ordenadores modernos son capaces de resolver problemas 
altamente complejos, permitiendo analizar sucesosaleatorios capaces de modificar el 
orden de los pasos de cálculo que son necesarios para llegar al resultado deseado8. Con 
la circunstancia de que los algoritmos que tienen carácter aleatorio pueden utilizar 
variables desconocidas al principio del proceso, que se irán conociendo a medida que el 
proceso avance, o que se incorporen nuevas variables ya conocidas previamente (o no) 
durante el proceso, para modificar posteriormente el tratamiento de dichas variables 
de forma dinámica a fin de obtener nuevos resultados. Una circunstancia que, en el 
caso militar, es en extremo fundamental dada la complejidad e incertidumbre de los 
procesos en los que se basan los conflictos bélicos.
De esta manera, los algoritmos procesados informáticamente, de forma similar a 
como los humanos abordan la resolución de problemas, pueden buscar una solución 
óptima calculando el camino más corto, como hacen los actuales navegadores que se 
utilizan en cualquier vehículo; o bien, pueden dar una solución aproximada intentando 
minimizar los riesgos; o son capaces, finalmente, de utilizar un enfoque heurístico 
buscando la solución óptima en tiempos mucho más cortos que los mecanismos 
6 RUSSEL, S. y NORVIG, P. Inteligencia artificial. Un enfoque moderno. Pearson, Prentice Hall, 
2.ª Ed., 2004, pp. 561 y ss.
7 ERICKSON, J. Algorithms. University of Illinois, pp. 1-3.
8 CORMEN, T. H. et al. Introduction to algorithms. MIT Press, 2009, p. 52.
11
Eduardo Olier y Juan Manuel Corchado Inteligencia artificial: aplicaciones a la Defensa
conocidos de prueba y error9 y, por supuesto, que en muchas de las soluciones que se 
aportan utilizando únicamente medios humanos. 
Los algoritmos son también el motor interno de los bots que pueblan el espacio de 
Internet. Un término —bot— que define un robot informático capaz de recopilar, 
por ejemplo, información de los sistemas de búsqueda en internet (como es el caso de 
Google), o bien enviar miles de correos electrónicos en lo que se conoce como spam; 
o también generar miles de post en las redes sociales para influir en una determinada 
dirección a los usuarios, dando a conocer una marca o producto (los conocidos like o 
don’t like en Facebook, por ejemplo). 
En el caso de Twitter muchos de los retweets que se envían o, incluso, muchas de las 
supuestas personas que envían mensajes de manera casi constante no son realmente 
personas, sino robots informáticos, estimándose que más del 15 % de las cuentas de 
Twitter son bots y no personas. A esto se unen los llamados asistentes personales 
automáticos, como ocurre con Siri de Apple, el Asistente de Google o Alexa de Amazon, 
que no son sino otro tipo de robots. Todo un entramado de sistemas basados en 
complejos algoritmos que, en múltiples casos están diseñados para construir otros 
algoritmos en una forma de reproducción similar —con la gran distancia que los 
separa— de la reproducción celular. Un hecho que hoy es factible gracias a la capacidad 
de computación de miles de millones de elementos electrónicos (transistores) que se 
encuentran embebidos en millones de ordenadores que facilitan su proceso miles de 
millones de veces, haciendo que los algoritmos constituyan hoy en día una suerte de 
ecosistema creciente comparable a la complejidad de la propia vida10.
Y es en este campo de los algoritmos donde la inteligencia artificial se complementa 
con potentes procesadores, capaces de realizar el tratamiento de complejos algoritmos 
«a la velocidad de la luz». Máquinas que proporcionan otra sorprendente capacidad 
como es la de aprender. De manera que si un algoritmo está diseñado para proporcionar 
un resultado a partir de un estado inicial —lo que técnicamente se conoce como inputs 
que dan como resultado outputs—, las máquinas que aprenden —machine learning— 
cambian totalmente el esquema, siendo capaces de construir el algoritmo que permite 
alcanzar el resultado a partir de los datos iniciales. Se trata entonces de algoritmos que 
fabrican otros algoritmos. Así, cuantos más datos se proporcionan, más capacidad de 
aprendizaje tienen este tipo de máquinas informáticas11. Aunque conviene indicar que 
estas tecnologías no son una novedad científica en tanto que se trata de una evolución 
en la que el análisis de perceptrones, por ejemplo, se daba ya a finales de los años 194012.
9 OLIER, E. y VALDERREY, F. Algorithms Shaping the Future. En: PARK S. Ho, et al. The Palgrave 
Handbook of Corporate Sustainability in the Digital Era. Palgrave Mcmillan, 2020, p. 40.
10 DOMINGOS, P. The Master Algorithm. Penguin Books, 2015, p. 5.
11 Ibíd, pp. 6 y ss.
12 Un perceptrón es una «red neuronal artificial» formada por múltiples capas, con capacidad para 
resolver problemas no lineales. En 1957 el científico Frank Rosenblatt desarrolló el Mark I Perceptron, 
considerado el primer ordenador capaz de crear redes neuronales. ROSENBLATT, F. Principles of 
12
Documento de Investigación del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) 
El tercer elemento esencial en el desarrollo de la inteligencia artificial, aparte de los 
algoritmos y los procesadores electrónicos, son los datos; lo que hoy en día, dada la 
masiva cantidad de datos disponibles, se hace posible con las nuevas tecnologías de 
Big Data. Los datos son en este contexto la materia prima de la IA, lo que algunos 
entienden como el nuevo petróleo del siglo XXI.
Big Data es un término que indica la capacidad de manipular gran volumen de 
cierto tipo de datos que tienen la característica de cambiar a gran velocidad (en 
tiempo-real), y de tener enorme variedad, pudiendo ser datos estructurados numéricos 
o alfanuméricos, vídeos o imágenes, así como datos no estructurados provenientes 
de fuentes de audio o de vídeo, textos de redes sociales, blogs o redes profesionales, 
mensajes electrónicos de sensores de todo tipo, imágenes de satélites, etc. De manera 
que, en síntesis, tal como muestra la figura 1, la inteligencia artificial se podría definir 
esquemáticamente como una estructura de sistemas complejos que usan avanzadas 
tecnologías digitales de procesamiento electrónico, manipulan complejos algoritmos 
y, a su vez, gestionan enormes volúmenes de datos estructurados y no estructurados, 
todo ello realizado a gran velocidad.
Tecnologías alrededor de la IA
Se suele decir que lo importante no es lo que se conoce, sino lo que se hace con lo 
que se conoce. Una consideración muy apropiada cuando se considera la estrategia 
militar. De donde se deduce que las tecnologías que facilitan la implantación de 
sistemas basados en IA deben facilitar como primera función el análisis de complejas 
Neurodynamics and the Theory of Brain Mechanisms. Spartan Books, 1962.
Figura 1. Elementos de la inteligencia artificial
13
Eduardo Olier y Juan Manuel Corchado Inteligencia artificial: aplicaciones a la Defensa
situaciones para facilitar la toma de decisiones, lo que conduce a la capacidad para 
construir escenarios futuros.
Más arriba hemos hablado de las máquinas que aprenden (machine learning). Una 
serie de técnicas informáticas que permiten a las computadoras aprender sin necesidad 
de ser explícitamente programadas para ello. Se trata, como se dijo, de algoritmos 
tratados informáticamente que muestran diversas denominaciones, como son, por 
ejemplo, los utilizados en teoría de juegos (aprendizaje por refuerzo o reinforcement 
learning en inglés), los algoritmos genéticos, las máquinas de vectores de soporte 
(suport-vector machines) o las redes neuronales ya mencionadas, en las cuales al modo 
de las redes de neuronas biológicas, las informaciones que entran en ellas son capaces 
de producir resultados después de un proceso de aprendizaje interno que se realiza 
de manera automática. Y dentro de este conjunto tecnológico de redes neuronales, 
sobresalen actualmente las máquinas que gestionan los algoritmos denominados 
Deep Learning, que utilizan diferentes estructuras de redes neuronales que,en capas 
sucesivas, aumentan su capacidad de aprendizaje a medida que son alimentadas con 
mayores cantidades de datos. Lo que ha llevado en la actualidad a que este tipo de 
máquinas tengan una capacidad similar al conocimiento humano para la comprensión 
del lenguaje hablado, para reconocer la escritura, o también aquellas usadas en sistemas 
de traducción automática, en el manejo de vehículos autónomos, en los ya referidos 
asistentes digitales (Siri, etc.), en la manipulación de juegos complicados como podría 
ser el ajedrez o el mucho más complejo juego chino Go, donde la máquina AlphaGo 
derrotó en 2016 a Lee Sedol, mejor jugador del mundo de este antiquísimo juego de 
fichas chino, cuyo tablero puede contener 10170 combinaciones diferentes13. 
Toda una estructura tecnológica que se engloba en la nueva ciencia de los datos, que 
incluye métodos matemáticos, procesos y sistemas de computación que manipulan 
datos masivos para dirigir la toma de decisiones en situaciones complejas, con especial 
énfasis en el análisis predictivo y en la construcción de escenarios futuros, pues saber 
lo que puede ocurrir es uno de los elementos esenciales en cualquier proceso de toma 
de decisiones. Una circunstancia que es la base de la IA, es decir: convertir los datos 
en datos inteligentes, que no es sino ofrecerlos en información útil para la toma de 
decisiones, ya sea para las personas que han de tomar decisiones complejas en cualquier 
campo de actividad, o para alimentar máquinas inteligentes diseñadas para decidir por 
ellas mismas lo que se debería hacer en situaciones complejas (véase, por ejemplo, el 
caso de los vehículos autónomos). 
La IA se construye en base a un conjunto de tecnologías en la que cada una de ellas 
interacciona con las demás para dar soluciones a problemas complejos. Por ejemplo, 
cuando se piensa en el vehículo autónomo, como primera medida se deberán incorporar 
múltiples sensores que, a su vez, serán gobernados por otros sistemas, como podrían 
ser máquinas con capacidad de aprender o máquinas que incorporan algoritmos 
13 Ver por ejemplo: https://deepmind.com/research/case-studies/alphago-the-story-so-far 
(consultado el 15/3/2022).
14
Documento de Investigación del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) 
que procesen el lenguaje natural, así como otras estructuras computacionales que 
construyan reglas para dar sentido a los posibles escenarios que puedan presentarse en 
la vida real. La figura 2 muestra un esquema simple con las diferentes tecnologías que 
pueden ser constitutivas de un sistema de IA.
Figura 2. Algunas tecnologías usadas en sistemas de inteligencia artificial14
Dado que muchos algoritmos se construyen en base a reglas, a veces se han 
confundido los sistemas expertos como la base fundamental de la IA. Baste para ello 
un simple apunte sobre lo que es o no es un sistema experto. 
Un sistema experto es un mecanismo lógico compuesto de tres elementos esenciales: 
(1) un conocimiento-base (knowledge-base); (2) un mecanismo de inferencia; y (3) 
un programa informático para facilitar la interacción de los usuarios, facilitar la 
construcción del conocimiento-base, y desarrollar un esquema de razonamiento 
posterior15. Siendo el conocimiento-base el archivo de sucesos y las asociaciones entre 
ellos que se conocen de un área concreta de análisis, donde el conocimiento viene 
representado por reglas según un esquema: «SI-ENTONCES». Es decir: «SI» hay la 
evidencia de que A y B son ciertos, «ENTONCES» se puede concluir que C será 
cierto. Y donde el mecanismo de inferencia, aunque puede tomar múltiples formas, 
es una estructura que controla la relación entre las reglas, de manera que los datos 
conocidos infieren las reglas para llegar a concluir el conocimiento de aquellos datos 
desconocidos.
14 MOHAMED, Ziyad. Artificial Intelligence, Definition, Ethics, and Standards. The British 
University in Egypt, 2018-2019, p. 6.
15 BUCHANNAN, B. C. y SHORTLIFFE, E. H. Rule-Based Expert Systems. Addison-Wesley, 
1984, p. 4-19.
15
Eduardo Olier y Juan Manuel Corchado Inteligencia artificial: aplicaciones a la Defensa
Se trata por tanto, cuando se considera la inteligencia artificial, de un conjunto de 
tecnologías informáticas basadas en procesos lógico-matemáticos que se encuentran 
en evolución permanente, donde las predicciones hacia el futuro en el desarrollo de 
sistemas basados en IA consideran que acabarán sustituyendo la acción y la capacidad 
humana en muchos supuestos (figura 3).
Figura 3. Futuro de la inteligencia artificial según algunos autores16
Aplicaciones a la defensa de la IA
Aparte de lo ya apuntado anteriormente, en el campo militar, incluyendo el entorno 
de la seguridad, las aplicaciones de la IA tienen un importante campo de aplicación, 
particularmente en asuntos relacionados con el análisis de inteligencia, la logística, la 
ciberseguridad y también en ciberoperaciones, sistemas de mando y control, y una 
enorme variedad de vehículos autónomos y semiautónomos de aplicaciones militares. 
Sin embargo, como dijimos en la Introducción de este artículo, dado que estas 
tecnologías se desarrollan principalmente en el mundo civil aparecen de manera 
persistente problemas de desconfianza cuando se trasladan al campo militar; siendo 
uno de los aspectos de dicha desconfianza las posibilidades de que un país no alineado, 
o incluso beligerante, realice inversiones en empresas que dispongan de avanzadas 
tecnologías de IA gracias a los movimientos de capitales que se dan en el contexto 
de la globalización económica, pudiendo incluso suceder que un país amigo sea el 
instrumento elegido por un país contrario para realizar dicha inversión y adquirir 
una capacidad tecnológica que no posee. Este sería el caso, por ejemplo, de complejos 
algoritmos de IA capaces de detectar de manera autónoma fallos en equipos militares 
16 MOHAMED, Ziyad, op. cit., p. 5.
16
Documento de Investigación del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) 
de software, o sistemas de IA con el potencial de realizar intrusiones no deseadas en 
equipos militares en escenarios bélicos o de defensa.
Es interesante a este respecto, considerar lo que se piensa respecto de las nuevas 
tecnologías de IA aplicadas al campo militar en China, dada la tendencia occidental a 
considerar únicamente los desarrollos tecnológicos que, en materia militar, suceden en 
Occidente y, en particular, en Estados Unidos.
Un informe de China Defense News accesible desde internet17, asegura que el mundo 
«está actualmente en vísperas de una revolución de la inteligencia, con la sociedad 
humana pasando de la era de internet a la era de la inteligencia». De manera, que en los 
últimos años, «impulsada por el Big Data, los nuevos algoritmos y la supercomputación, 
la inteligencia artificial está cambiando e incluso modificando todos los sectores que 
toca, donde la guerra no es una excepción». Asegurando que: «desde los submarinos 
hasta los clusters de drones, y desde el software de mantenimiento predictivo hasta los 
asistentes inteligentes para la toma de decisiones, la IA está cambiando los escenarios 
de la guerra con una amplitud y profundidad sin precedentes, impulsando una nueva 
ronda de cambios militares y modificando silenciosamente la forma y el rostro de 
la guerra». Un contexto en el que el tiempo es el elemento clave, siendo necesario 
calcular y predecir los posibles resultados de un conflicto armado, donde aparece la 
importancia de la IA que, con algoritmos avanzados y sistemas de supercomputación, 
pueden ayudar a predecir tales resultados con mayor precisión que la intuición o el 
conocimiento humano. 
Es lo que refiere el autor de este análisis cuando dice que en la era de la información, 
la guerra sigue la regla de «lo rápido se come a lo lento» (快吃慢). De ahí la importancia 
de nuevas tecnologías, como pueden ser los sistemas de armas inteligentes, las 
contramedidas autónomas, las armas hipersónicas y laguerra de racimos, según los 
cuales, la guerra entrará en la era del «tiempo en segundos» y de los enjambres, con el 
uso de sistemas inteligentes para la confrontación autónoma, siendo casi los únicos 
elementos a tener en cuenta en los futuros escenarios bélicos; en los cuales, según el 
autor que comentamos, la denominada guerra de racimos (集群作战,), o guerra 
con «bombas de racimo», será la que vuelva a la actualidad conceptos más antiguos 
como el conocido como guerra de desgaste.
Otras potencias, como sería el caso de Rusia (sin entrar en los sistemas militares 
utilizados en el actual conflicto con Ucrania), desarrollan una especial estrategia en el 
contexto de la IA militar, dando prioridad a las tecnologías y capacidades que pueden 
utilizarse para debilitar los sistemas de mando y control, así como las comunicaciones 
del adversario. Una estrategia para ganar superioridad en relación con los sistemas 
de información. Conviene recordar, sin embargo, que Rusia se encuentra por detrás 
de China o de Estados Unidos en relación con las capacidades de IA. Tanto por 
17 HANG HUI, Chen. Inteligencia artificial: cómo alterar el futuro de la guerra. 人工智能:如何
颠覆未来战争. http://www.mod.gov.cn/jmsd/2018-01/02/content_4801253.htm (consultado el 
24/3/2022).
17
Eduardo Olier y Juan Manuel Corchado Inteligencia artificial: aplicaciones a la Defensa
las capacidades de sus empresas, como también por la carencia de una industria 
de semiconductores de altas capacidades de computación, imprescindible para el 
tratamiento de sistemas basados en IA. Aquí, Rusia aparece enormemente dependiente 
de Estados Unidos, de la República de Corea o de Taiwán. Con la consideración de que, 
mientras que la cultura de innovación occidental —especialmente la estadounidense— 
se caracteriza por una tendencia a utilizar tecnologías de vanguardia como solución 
a los problemas tácticos y estratégicos en el dominio militar, el enfoque ruso de las 
aplicaciones militares de la IA es más utilitario y pragmático18. Dicho esto, sin embargo, 
los estrategas rusos consideran que la guerra de la información es el elemento central 
de los conflictos contemporáneos, llegando a considerar la guerra de la información 
basada en la IA como una «baza estratégica para ganar la guerra en los conflictos entre 
Estados»19. Y será en este campo en el que la IA, según el pensar de los estrategas rusos, 
lo que permita a Rusia enfrentarse más eficazmente al entorno de la información y a 
las ciberguerras en los nuevos escenarios de guerras cibernéticas en el nuevo contexto 
de guerras electrónicas20. Sin olvidar, por supuesto, la capacidad actual de Rusia en la 
construcción de vehículos autónomos como es, por ejemplo, el URAN-9, un tanque 
de combate de gran capacidad operativa (sistemas que en el argot militar se definen 
como Unmanned Ground Vehicles o UGV)21.
Sin embargo, aparte de las tecnologías basadas en IA que son dirigidas a sistemas de 
mando y control o servicios de información, incluidas todas aquellas que se encuentran 
en el contexto de la ciberguerra, un aspecto esencial de las aplicaciones militares de 
la IA, se dirigen, como en el caso indicado del URAN-9, a los vehículos autónomos 
no tripulados y, en especial, a los drones o vehículos aéreos no tripulados (Unmanned 
Aerial Vehicles o UAV). Unas tecnologías en las que conviene hacer la distinción 
entre vehículos autónomos y vehículos automatizados. En los primeros —vehículos 
autónomos—, a partir de la información recibida desde sus distintos sensores y de 
sus sistemas de IA, será el propio vehículo quien razone sobre el curso que ha de 
tomar para, de manera probabilística, alcanzar el objetivo marcado. Sin embargo, 
los segundos —vehículos automatizados—, actuarán según reglas determinadas a la 
manera «SI-ENTONCES», referidas para los sistemas expertos, dando como resultado 
un comportamiento constante en todos los casos; pues para un conjunto de entradas 
(inputs) se obtendrán un conjunto único de salidas (outputs)22.
18 CHATHAM HOUSE. Advanced Military Technology in Russia. https://www.chathamhouse.
org/2021/09/advanced-military-technology-russia (consultado el 25/3/2022).
19 Ibíd.
20 Ibíd.
21 https://www.janes.com/defence-news/news-detail/russia-to-conduct-mass-testing-of-uran-9-
ugv-in-2022 (consultado el 17/03/2022).
22 Cummings, M. L. Artificial Intelligence and the Future of Warfare. Chatham House, enero 
2017. https://www.chathamhouse.org/sites/default/files/publications/research/2017-01-26-artificial-
intelligence-future-warfare-cummings-final.pdf (consultado el 22 de marzo de 2022).
18
Documento de Investigación del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) 
En general, las tecnologías de aplicación militar basadas en sistemas de IA pueden 
dividirse en cinco grandes grupos como muestra la figura 4: (1) inteligencia, vigilancia 
y reconocimiento; (2) logística; (3) ciberoperaciones; (4) desinformación (profunda); 
(5) mando y control; (6) vehículos autónomos y semiautónomos; y (7) sistemas de 
armas letales autónomas23.
Figura 4. Algunas tecnologías militares basadas en sistemas de IA24
Sin embargo, la aplicación de los sistemas de IA en el campo militar no está exenta de 
riesgos. La figura 5 expone algunos de ellos. Unos riesgos que no excluyen otros muchos 
beneficios en los sistemas de defensa cuando se utilizan sistemas de IA, por ejemplo: la 
posibilidad de integrar datos masivos, mayor rapidez en la toma de decisiones, mejora 
en las capacidades de visión y comprensión de los escenarios bélicos, menor necesidad 
del elemento humano, disminución de bajas en el campo de batalla, posibilidad de 
evitar una toma de decisiones basada en emociones o situaciones de estrés, menores 
costes en la acción militar, y un largo etcétera de ventajas siempre que los sistemas de 
IA se consideren un complemento y no la anulación de otras funcionalidades de la 
acción militar.
Figura 5. Riesgos asociados al uso militar de la IA25
23 Congressional Research Service. Artificial Intelligence and National Scurity. 10 de noviembre de 
2020.
https://sgp.fas.org/crs/natsec/R45178.pdf (consultado el 15 de marzo de 2022).
24 La figura ha sido realizada en base a la información obtenida del Congressional Research Service, 
op. cit.
25 MORGAN F. E. et al. Military Applications of Artificial Intelligence. Ethical Concerns in an 
19
Eduardo Olier y Juan Manuel Corchado Inteligencia artificial: aplicaciones a la Defensa
El caso de la ciberseguridad
 Anualmente se producen miles de ciberataques contra instituciones privadas y 
públicas alrededor en todo el mundo, siendo unos países más atacados que otros, 
fundamentalmente aquellos que se encuentran en el capítulo de economías avanzadas. 
Los ataques de hackers (piratas informáticos) o la diseminación de ransomware26 se 
cuentan por cientos de miles anualmente en contra de grandes compañías privadas 
o incluso contra potentes agencias de inteligencia, como fue el caso de los Shadow 
Brokers que, según se dijo, fueron capaces de acceder a los sistemas de la potente 
agencia de inteligencia americana NSA (National Security Agency) en el mes de 
agosto de 201627. Como también fue el caso de WannaCry que fue capaz de infectar 
a todos los sistemas de la Sanidad del Reino Unido (el National Health Service); 
o el denominado Petya que alcanzó a manipular los ordenadores de medio mundo, 
incluido el conocido ciberataque a los sistemas de distribución de energía eléctrica de 
Ucrania28. Y, para terminar esta brevísima exposición, conviene igualmente recordar 
que más de 60.000 ficheros pertenecientes al Gobierno de Estados Unidos aparecieron 
accesibles públicamente en los servicios en la nube de Amazon (Amazon Web Services) 
por una supuesta mala operación de un técnico de esa empresa29. Errores que no evitan 
la realidad de ser conscientes de la multitud de ciberataques que ocurren diariamente 
contra empresas o instituciones en el mundo.
Comose ha indicado anteriormente las aplicaciones de la IA en el dominio militar 
son fundamentalmente operacionales y tácticas, muchas de ellas dirigidas a la toma 
de decisiones. Ya sean vehículos autónomos o semiautónomos, apoyo a la inteligencia 
militar, análisis de escenarios, mantenimiento predictivo, operaciones logísticas, etc., 
la inteligencia artificial es un componente que puede proporcionar ventajas defensivas 
y ofensivas. Sin embargo, como también se ha dicho, la IA proporciona riesgos 
inherentes a sus propias capacidades, de manera que, a la vez de presentar nuevas 
capacidades, abre la posibilidad de dar ventajas a un oponente tecnológicamente 
más avanzado. Una circunstancia que hace que, las grandes potencias apuesten 
definitivamente por dotarse de una superioridad en el ámbito de la guerra basada en 
Uncertain World. RAND Corporation, 2020. https://www.rand.org/pubs/research_reports/RR3139-1.
html (consultado el 6 de marzo de 2022).
26 Se trata de programas informáticos hostiles (virus, gusanos informáticos, programas espía, etc.), 
denominados malware en inglés, que se basan, en el caso del ransomware, en la extorsión, e impiden 
a los usuarios la posibilidad de acceder a sus propios archivos salvo que se pague la cantidad exigida.
27 https://arstechnica.com/information-technology/2017/04/nsa-leaking-shadow-brokers-just-
dumped-its-most-damaging-release-yet/ (consultado el 25 de marzo de 2022).
28 Este vídeo muestra la situación de sorpresa que se produjo entre el personal técnico que se 
ocupaba del control de la red de distribución de electricidad ucraniana. https://www.wired.com/
video/watch/watch-hackers-take-over-a-ukranian-power-station (consultado el 25 de marzo de 2022).
29 https ://es .gizmodo.com/como-un-comando-mal-escr i to-por-un-ingeniero-de-
amazon-1792910295 (consultado el 25 de marzo de 2022).
20
Documento de Investigación del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) 
inteligencia artificial. Un caso paradigmático de esta estrategia es el programa lanzado 
por el US Strategic Operations Control (SOCOM), que no es sino el Mando de 
Operaciones Estratégicas para la defensa de Estados Unidos, que tiene en marcha una 
«hoja de ruta» invirtiendo fuertemente en tecnologías apoyadas por la IA, donde el 
aprendizaje automático es uno de los puntales de tal estrategia, que mantiene en lo 
esencial tres objetivos principales: (1) personal operativo experto en técnicas de IA; (2) 
desarrollo de aplicaciones específicas de IA para las fuerzas armadas; y (3) análisis del 
alcance y potencial de las aplicaciones de IA en el campo militar30.
Cuando se consideran los aspectos estratégicos de un conflicto armado, la inteligencia 
artificial viene a potenciar las capacidades C3I (Command, Control, Communications, 
and Intelligence), incluyendo los aspectos relacionados con el seguimiento y guiado de 
misiles de todo tipo, así como la intercepción de los misiles enemigos, incluidos los 
nuevos tipos de misiles hipersónicos. Y, en este sentido, surge como campo esencial 
de aplicación todos los aspectos relacionados con la ciberseguridad, lo cual presenta 
la otra cara de la moneda: la vulnerabilidad de los actuales métodos de defensa ante 
potentes ciberataques de potenciales adversarios, que pueden disponer de nuevas 
armas inteligentes contra las que no sea posible una respuesta eficaz. Haciendo que la 
separación entre los métodos de ciberdefensa y los de ciberataque ofrezcan una línea 
extremadamente delgada.
En este sentido, el Departamento de Defensa de Estados Unidos considera que la 
IA es un instrumento esencial para predecir, identificar, y responder a ciberataques 
y otras amenazas físicas que provengan de fuentes diversas. Para lo cual se dirigen a 
la cooperación público-privada, seleccionando aliados comerciales y académicos para 
desarrollar estos nuevos sistemas con especial atención en áreas tales como tratamiento 
de datos, evaluación y pruebas de nuevos sistemas, basados en IA y, fundamentalmente, 
en todo el amplio espectro de la ciberseguridad31.
Sin embargo, como se ha apuntado, más arriba los sistemas inteligentes basados 
en IA pueden aumentar las vulnerabilidades de cualquier defensa ante potenciales 
ciberataques, en los que contrariamente a lo que se establezca, un potencial enemigo 
podría utilizar malware para hacerse con el control, manipular o engañar al respecto 
del comportamiento de los sistemas de IA diseñados para el ataque o la defensa, sin 
olvidar la posibilidad de reconocer (hackear, diríamos utilizando un anglicismo) los 
patrones y la estructura de los sistemas autónomos. Este sería el caso del Proyecto 
30 SOCOM. Plans New Artificial Intelligence Strategy.
 https://www.nationaldefensemagazine.org/articles/2019/8/9/socom-plans-new-artificial-intelligence-
strategy (consultado el 26 de marzo de 2022).
31 US Department of Defense. Summary of the 2018 Department of Defense Artificial Intelligence 
Strategy. Harnessing AI to Advance Our Security and Prosperity. https://media.defense.gov/2019/
Feb/12/2002088963/-1/-1/1/SUMMARY-OF-DOD-AI-STRATEGY.PDF?source=GovDelivery 
(consultado el 26 de marzo de 2022).
21
Eduardo Olier y Juan Manuel Corchado Inteligencia artificial: aplicaciones a la Defensa
Maven de Estados Unidos32 capaz de extraer de forma autónoma objetos de interés de 
imágenes en movimiento o fijas, que buscan lograr una gran capacidad de ciberataque 
a la hora de ser detectados. Pero es un hecho que los ciberataques existen porque 
los sistemas informáticos o computacionales son vulnerables. Siempre habrá quien 
encuentre la manera de desarticular un algoritmo o un programa informático por muy 
robustos que sean. Los ciberataques se dirigen habitualmente a interrumpir, alterar, 
confundir, degradar o destruir los sistemas y redes informáticas del adversario, como 
también hacer lo mismo con la información o con aquellos sistemas que residen en sus 
aliados como forma de debilitar al conjunto.
Al lado de los ciberataques, se encuentra también la ciberexplotación que se 
dirige a la adquisición de información sensible de manera clandestina sin perturbar 
el correcto funcionamiento de los sistemas. Un entorno complejo en el que no es 
ajeno el ciberespionaje, lo que algunos denominan «sombras en la nube»33. Nótese, sin 
embargo, que tanto los ciberataques como estos nuevos modelos de ciberexplotación 
fundamentados en sistemas de IA no se dirigen únicamente a los sistemas de 
computación o a los sistemas de armas fijos o móviles, sino que tienen también como 
objetivo primordial las redes de comunicaciones, de manera que, a mayor tecnificación 
de los sistemas militares, mayores son los peligros y los riesgos de ser interceptados.
Teniendo en cuenta que el ciberespacio puede ser considerado como un quinto 
espacio que se suma a las tres dimensiones de tierra, mar y aire, así como al espacio 
exterior donde se mueven los sistemas satelitales, todo este conjunto se hace cada vez 
más vulnerable en tanto que se encuentra integrado informática y tecnológicamente 
en el quinto espacio. Un quinto espacio que no debe olvidar otro espacio adicional 
pocas veces tenido en cuenta, como es el espacio radioeléctrico donde se transmiten las 
comunicaciones en sus diferentes tramos de frecuencias. De manera que el ciberespacio, 
de acuerdo con la RAND Corporation34, se compone de tres capas que interactúan 
en los otros espacios indicados: la capa física, la capa sintáctica y la capa semántica tal 
como muestra la figura 6. Todo un conjunto susceptible de ser destruido en una u otra 
forma o de poder destruir a un posible oponente.
En definitiva, la IA es útil para ayudar en la toma de decisiones en el contexto del 
ciberespacio debido a que la rapidez es esencial y los sistemas basados en IA son capaces 
de gestionar enormes cantidades de datos a mucha mayor velocidad que el cerebro 
humano. Sin embargo, aunque sea posible desarrollar ingenios militares autónomos 
o semiautónomos quepueden dar mayor capacidad operativa, los sistemas militares 
32 https://www.defense.gov/News/News-Stories/Article/Article/1254719/project-maven-to-deploy-
computer-algorithms-to-war-zone-by-years-end/ (consultado el 26 de marzo de 2022).
33 DEIBERT, R. y ROHOZINSKI, R. Shadows in the Cloud. Investigating Cyber Espionage 2.0.
 https://www.nartv.org/mirror/shadows-in-the-cloud.pdf (consultado el 11 de marzo de 2022).
34 LIBICKI, M. C. Cyberdeterrrence and Ciberwar. RAND Corporation, 2009. 
https://www.rand.org/content/dam/rand/pubs/monographs/2009/RAND_MG877.pdf 
(consultado el 28 de marzo de 2022).
22
Documento de Investigación del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) 
basados en IA son igualmente vulnerables a los ciberataques, lo cual abre importantes 
consideraciones respecto de su uso, e incluso induce a pensar sobre la posibilidad de 
adquirir armas o sistemas militares del exterior que pueden haber sido manipulados 
por los propios vendedores para debilitar las capacidades operativas del país o de las 
Fuerzas Armadas adquirientes en caso de conflicto. Una dependencia que, dada la 
presencia global del ciberespacio en las operaciones militares puede ser muy negativa 
si no se disponen de capacidades propias, tanto humanas como tecnológicas para 
desarrollar los propios sistemas basados en IA al margen de mercados internacionales, 
ya sean de aliados o, por supuesto, de otros países no alineados35.
Figura 6. Estructura del ciberespacio
Geopolítica de la IA
Se dice que el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, comentando con 
un grupo de periodistas y estudiantes rusos en 2017 declaraba que: «Quien se convierta 
en el líder en esta esfera [la inteligencia artificial] se convertirá en el gobernante del 
mundo»36. Es de común entendimiento en el contexto de las relaciones internacionales 
que el orden internacional durante el siglo XXI vendrá determinado por el poder que 
otorgue la tecnología.
En este nuevo escenario, Estados Unidos y China surgen como las dos grandes 
potencias que, presumiblemente, dominarán el ciberespacio. Europa, por su parte, 
parece adolecer de estas capacidades tecnológicas y corre el riesgo de padecer una 
suerte de cibervasallaje o cibercolonización, con los peligros que esto entraña para la 
35 Stanley Center for Peace and Security. The Militarization of Artificial Intelligence. 2009. 
https://front.un-arm.org/wp-content/uploads/2020/06/Stanley-Stimson-UNODA-2020-
TheMilitarization-ArtificialIntelligence.pdf (consultado el 1 de marzo de 2022).
36 MIAILHE, N. Géopolitiuqe de l’Intelligence artificielle : le retour des empires ? Politique étrangère, 
Vol. 83, Issue 3, 2018.
23
Eduardo Olier y Juan Manuel Corchado Inteligencia artificial: aplicaciones a la Defensa
independencia y la autonomía europea en el contexto global37.
Si históricamente los imperios se han caracterizado por implantar su poder en un 
extenso territorio, ejercido desde un lugar central, a la vez que trasladaban sus modos 
de ejercer la política y sus normas sociales en dicho territorio, la IA viene a ser el 
instrumento clave en la constitución de imperios en el ciberespacio38. Y esto es así 
porque, como expresamos en la introducción de este artículo, una de las claves en 
el desarrollo de las capacidades de IA, aparte de las capacidades de computación y 
el desarrollo de potentes algoritmos, está en los datos. Siendo la manipulación de 
datos masivos lo que ha cambiado el contexto económico global y el desarrollo de las 
grandes empresas tecnológicas mundiales, como Google (Alphabet), Apple, Amazon, 
Facebook (hoy Meta) o Microsoft que, con las chinas Tencent y Alibaba, constituyen 
el poder tecnológico global. Solo la petrolera saudí Saudi Aramco es capaz de entrar en 
ese selecto grupo de empresas cuyo valor de capitalización bursátil supera en cada caso 
los 600.000 millones de dólares (en valores de 2020)39. Unas empresas que dominan 
el ciberespacio gracias a sus potentes instrumentos y sistemas basados en inteligencia 
artificial y la manipulación de miles de millones de datos de todo tipo de usuarios, ya 
sean personas, empresas o instituciones a nivel mundial. Un poder geopolítico poco 
considerado, que influye determinantemente en las inversiones de múltiples Gobiernos 
de todo el mundo, así como en muchos de los desarrollos tecnológicos de empresas y 
universidades40 en todo el escenario público-privado que se pueda imaginar. 
El World Economic Forum no es ajeno a esta realidad41, haciendo énfasis en la 
necesidad de que los desarrollos de IA cumplan los necesarios estándares éticos, 
sacando a colación el despliegue de cámaras y otros dispositivos que Tencent o Alibaba 
han desplegado en China para controlar a los ciudadanos, o cómo Facebook ha sido 
el instrumento para atacar virulentamente a los musulmanes rohinyás en Birmania. 
Donde Estados Unidos tiene previsto invertir unos 50.000 millones de dólares en 
desarrollos de IA hasta 202542; siendo el país que más esfuerzo inversor ha realizado 
en este dominio tecnológico entre 2021 y 2016, muy por delante de China: Estados 
37 Ibíd.
38 Ibíd.
39 PAGANINI, P. Data, the New Power in Geopolitics. ISPI (Italian Institute for International 
Political Studies). 2021. 
https://www.ispionline.it/en/pubblicazione/data-new-power-geopolitics-30657#:~:text=The%20
governments%20that%20invested%20more,data%20is%20the%20new%20power 
(consultado el 25 de marzo de 2022).
40 En este artículo de P. Paganini se muestras las 17 universidades más relevantes en el desarrollo de 
IA, siendo las más relevantes las que se encuentran en Estados Unidos.
41 PAUWELS, E. The new geopolitics of artificial intelligence. World Economic Forum. 
https://www.weforum.org/agenda/2018/10/artificial-intelligence-ai-new-geopolitics-un/ (consultado 
el 25 de marzo de 2022).
42 Ibíd.
24
Documento de Investigación del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) 
Unidos, 17.900 millones de dólares; China, 2.600 millones de dólares43. Toda una 
tendencia que pone a los desarrollos de IA al frente de la geopolítica del siglo XXI, con 
especial énfasis en nuevas armas basadas en estas tecnologías; con lo cual es esencial 
conocer quiénes son los que dominarán estas nuevas tecnologías de defensa y ataque, 
y cómo será el nuevo escenario de la guerra en el presente siglo. Sin olvidar los riesgos 
inherentes a estos desarrollos como ya han sido puestos en perspectiva.
La IA esta cambiando el equilibrio de poder en el mundo. Todo lo relativo a la 
IA es hoy un nuevo eje de cambio que cambiará no solo el ciberespacio, sino lo que 
algunos denominan como geoespacio44, tanto uno como otro el espacio natural de la 
geopolítica.
Conclusiones
La inteligencia artificial, como hemos explicado, es el campo donde se determinará 
el nuevo orden mundial. Un nuevo orden que, como ha sido la tónica de la historia 
humana, vendrá determinado por las estructuras de poder político y, por ende, militar, 
donde China y Estados Unidos aparecen como las dos grandes potencias de este siglo, 
sin olvidar otros países que juegan igualmente a ocupar y defender aquellos espacios 
geopolíticos que consideran propios. Un nuevo contexto en el que la civilización 
occidental, dominada por Estados Unidos, se enfrenta de alguna manera con otras 
civilizaciones aún existentes: la civilización ortodoxa (dominada por Rusia), la 
civilización del Extremo Oriente (bajo la hegemonía de China), la civilización islámica 
(con Irán como país quizás predominante), y la civilización hindú (con India como 
país preponderante)45.
Sin embargo, como se ha expresado en estas páginas, las aplicaciones de IA en 
el dominio militar aportan indudables ventajas pero, también, importantes riesgos. 
Riesgos que provienen esencialmente de los desarrollos tecnológicos que se dan en 
este nuevo campo de actuación. No solo las consideraciones éticas, sino la posibilidad 
de que países contrarios aprovechen sus mejores potencialidadespara convertir la IA 
en un arma de doble filo, volviéndose en contra de aquellos que supuestamente tienen 
grandes capacidades en sus desarrollos de inteligencia artificial. A lo que se une lo que 
hemos dado en llamar cibervasallaje o cibercolonización que hará que muchos países 
pasen a ser dependientes de otros y, por tanto, ocupen un lugar secundario en su peso 
43 Ibíd.
44 PANDYA, J. The Geopolitics of Artificial Intelligence. Forbes. 
https://www.forbes.com/sites/cognitiveworld/2019/01/28/the-geopolitics-of-artificial-
intelligence/?sh=25d27d1a79e1 (consultado el 25 de marzo de 2022).
45 OLIER, E. Les guerres puniques du XXIe siècle. Éditions L’Harmattan, París, 2022 (de próxima 
aparición).
25
Eduardo Olier y Juan Manuel Corchado Inteligencia artificial: aplicaciones a la Defensa
geopolítico y geoeconómico a nivel global. Una circunstancia que aparece con nitidez 
en Europa donde los desarrollos tecnológicos en el campo de la inteligencia artificial 
quedan muy detrás de Estados Unidos, de China e incluso de Rusia.
A esto añadiríamos, aunque no es el caso central del presente artículo, a España, 
que se encuentra lejos de tener un sistema público-privado organizado para no perder 
el paso en las aplicaciones autóctonas relacionadas con la inteligencia artificial. Una 
necesidad que en el campo de la defensa se muestra absolutamente crucial para poder 
participar con independencia en los retos geopolíticos que presenta el siglo XXI. Sirva, 
por tanto, el presente artículo como una llamada de atención para poner en marcha 
con urgencia un plan integrado de aplicaciones de IA en la defensa española, en el que 
las FAS deberán ser el motor de dicha integración, con mandos y personal especializado 
y con un programa específico que analice, desarrolle y englobe todas las capacidades 
disponibles. Más que un reto, se trata de una necesidad imperiosa.

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