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LA RELIGIÓN DE LOS AZTECAS 
 
 
1.- LAS DIVINIDADES PRINCIPALES. 
 
. De todas las religiones de la América central precolombina, la de los aztecas es la que 
mejor conocemos, gracias a los testimonios de los conquistadores y los misioneros. 
. No obstante tener muchos rasgos comunes con las otras religiones de su entorno 
geográfico, esta religión se caracteriza por su peculiar sincretismo. Es la religión de un 
Imperio en la cumbre de su poder, que ha asumido dioses y ritos de los pueblos vencidos. 
. El panteón de los dioses aztecas está presidido por un dios dual masculino y femenino, la 
pareja creadora, Ometeotl, que se formó de la nada, y que dio origen a los dioses restantes y 
al mundo. Es espíritu y materia, fuego y agua, blanco y negro, caos y orden, vida y muerte, 
creador y destructor. Es, en definitiva, el todo originario. 
. Los aztecas aceptaron los cultos astrales de las tribus del norte de México. De ahí el papel 
preponderante de su dios tribal Huitzilopochtli, dios del sol al mediodía, protector de los 
guerreros, que nació de la diosa de la vida y de la muerte Coatlicue y que guió a su pueblo 
hasta México-Tenochtitlán, al lugar donde un águila devoraba una serpiente. 
. También aceptaron las creencias y ritos relacionados con las divinidades agrarias de las 
poblaciones sedentarias de la meseta (Teotihuacán). El gran dios de la lluvia, Tlaloc, tenía 
su templo junto al del dios guerrero Huitzilopochtli, en la gran pirámide en el centro de la 
ciudad de México. La finalidad del culto que se le rendía era hacer caer la lluvia necesaria 
para la cosecha del maíz. Le acompañaban diosecillos secundarios, los Tlaloque. 
. Igualmente, los aztecas aceptaron la herencia de la civilización tolteca, especialmente la 
veneración a Quetzalcoatl, la serpiente con plumas (personificación de Venus), dios de las 
artes y de la sabiduría, que había enseñado a los hombres muchas de las técnicas necesarias 
para vivir, la escritura y el calendario. Se le consideraba también como dios del viento. 
. Para la comprensión de la importancia que tuvieron en México el dios sol y la diosa luna, 
es preciso conocer sus mitos cosmogónicos. Según la tradición religiosa de Centroamérica, 
han habido ya cuatro creaciones y cuatro destrucciones del mundo. Estamos en un mundo 
nuevo, el del quinto sol. En la ciudad de Teotihuacan, el dios deforme Nanahuatzin y el 
dios de los caracoles Tecciztecatl se inmolan en el fuego. Los dioses anteriores mueren y de 
la hoguera surgirán los nuevos dioses, el sol y la luna. 
 
2.- COSMOVISIÓN AZTECA. 
. El universo está formado por planos escalonados. Hay 13 cielos y 9 inframundos. En el 
primer cielo, el de la luna, habita Tlaloc. En el segundo están las estrellas de la Vía Láctea 
y la Osa Mayor y Menor. En el tercero avanza el sol. En el cuarto está Venus, etc. En el 
duodécimo cielo habitan los dioses y en el décimo tercero habita el principio supremo, 
Omeoteoltl, el Señor de la dualidad. 
. En la tierra nada es eterno, todo es efímero y todo debe terminar. Es el lugar de los 
hombres mortales. 
. Los muertos han de ir al inframundo o a los paraísos. El lugar no depende de su conducta, 
sino del modo de morir, como de parto, en la guerra, en sacrificio, ahogados, por rayo o 
bien por enfermedad o vejez. En los inframundos los difuntos sufren diversas pruebas y ser 
van desmaterializando hasta llegar a la “nada”, al fondo del último inframundo. 
. Al paraíso del sol van los guerreros muertos en combate (hombres-águila y hombres-
tigres). Al paraíso de “la casa del maíz” van las mujeres que murieron al dar a luz a su hijo 
primogénito (las mujeres diosas). Al paraíso de Tlaloc van los que murieron ahogados. 
Finalmente hay otro paraíso donde van los niños que murieron jóvenes, para aguardar el 
volver de nuevo a vivir en la tierra. 
 
3.- RITOS RELIGIOSOS. 
. El ritualismo complejo de la religión azteca exigía la actividad de un clero numeroso y la 
participación de la población. La finalidad de los ritos consistía principalmente en obtener 
favores (la lluvia, la victoria) o bien alejar las desgracias. Los calendarios determinaban las 
fechas de las diversas fiestas y ceremonias. 
. Cada rito incluía uno o varios de los elementos siguientes: ofrendas de incienso (copal) u 
objetos preciosos; cantos, oraciones y danzas; incisiones sangrientas; sacrificios de 
animales o seres humanos, procesiones y combates rituales. El “juego de pelota”. 
. El gran templo azteca representaba a la montaña Coatepec desde lo alto de la cual el dios 
Huitzilopochtli había arrojado a su hermana Coyolxauhqui y a sus hermanos. Las 
ceremonias hacían revivir este drama ante los ojos de los fieles, arrojándose seres humanos 
que eran sacrificados ritualmente, sobre todo en los últimos años del Imperio azteca.