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Astronomia_Primaria_Historia

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Astronomía	para	niños	de	primaria	
Julieta	Fierro	
Instituto	de	Astronomía,	UNAM	
	
Agradezco	a	los	niños	que	me	hicieron	preguntas	que	me	sirvieron	para	elaborar	
este	texto:		
Ana	Inés,	Natalia	
	
Índice	
	
Contenido	
	
Historia	
	
	 Los	astrónomos	del	pasado	
	 ¿Cómo	se	llaman	los	astros?	
	 La	astronomía	de	los	mayas	
	 Newton	
	
La	bóveda	celeste	
	
La	Tierra	
	
	 La	Tierra	un	mundo	de	roca	fundida	
	 El	color	del	agua	
	 Auroras	boreales	
	 ¿Cómo	llegó	el	agua	a	la	Tierra?	
	
El	sistema	solar	
	
	 El	Sol	y	los	planetas	
	 El	Sol	
	 Los	cometas	
	 Saturno	
	 Satélites	
	 	 Encelado	
	
Para	ver	el	cielo	
	
	
Las	estrellas	
	 El	color	de	las	estrellas	
	 El	tamaño	de	las	estrellas	
	 El	brillo	de	las	estrellas	
	 Por	qué	brillan	las	estrellas	
	
	
Historia	
	
Los	astrónomos	del	pasado	
	
	
	
Figura.	Observar	el	cielo	estrella	es	nuestra	primera	mirada	al	universo,	a	todo	lo	que	
está	más	allá	de	la	Tierra.		(Pixers)	
	
El	espectáculo	de	un	cielo	estrellado	es	fascinante,	no	sólo	por	lo	hermoso	sino	porque	
nos	hace	pensar	en	lo	que	hay	más	allá.	A	lo	largo	de	la	historia	los	artistas	y	
científicos	han	utilizado	el	espectáculo	del	cielo	estrellado	como	fuente	de	inspiración.	
Por	desgracia	ahora	es	difícil	observar	la	bóveda	celeste	cuajada	de	estrellas	por	las	
luces	de	la	ciudad,	pues	las	opacan.	Sin	embargo	vale	la	pena	ir	a	una	función	de	
planetario	y	hacer	un	viaje	al	campo	para	disfrutar	del	espectáculo	celeste.	
	
	
		Nosotros	podemos	vivir	tranquilamente	sin	voltear	a	ver	al	cielo	nocturno,	pero	en	el	
pasado	no	fue	así.	En	la	antigüedad,	la	observación	del	cielo	era	vital.	Todas	las	
sociedades	regularon	sus	actividades	por	medio	de	la	observación	de	los	astros.	El	
aspecto	del	cielo	nocturno	durante	el	año,	o	la	posición	del	Sol	a	medio	día	les	indicaba	
cuándo	sembrar,	recolectar	o	mudarse	a	otra	región.	La	astronomía	nació	por	la	
necesidad	de	estudiar	las	posiciones	de	los	astros	para	medir	el	tiempo.	
¿Quiénes	fueron	los	primeros	astrónomos?	Nadie	lo	sabe.	Se	piensa	que	la	astronomía	
nació	en	la	Prehistoria,	antes	de	que	hubiera	documentos	escritos,	pues	los	
conocimientos	sobre	las	posiciones	de	las	estrellas,	el	Sol	y	la	Luna	están	registrados	
en	construcciones	más	antiguas,	que	ahora	son	ruinas.	Un	ejemplo	es	un	lugar	llamado	
Stonehenge	cerca	de	Londres.	Es	un	círculo	de	piedras	labradas	de	unos	cuatro	metros	
de	altura,	construido	hace	casi	5000	años.	Era	además	de	un	sitio	de	culto	un	
observatorio	astronómico,	dónde	se	apreciaba	como	la	salida	y	puesta	del	Sol,	la	Luna	
y	las	estrellas	varía	conforme	pasa	el	año.	
	
	
	
	
Figura.	Observando	el	sitio	por	donde	salía	o	se	ponía	el	Sol	durante	el	año	en	el	
monumento	de	Stonehenge	los	astrónomos	prehistóricos	pudieron	construir	un	
calendario.	Este	sitio	está	en	Inglaterra	fue	construido	en	el	año	2600	a.c.	
	
	
Las	astronomía	más	antigua	de	la	que	conservamos	registros	escritos,	es	decir	de	la	
época	histórica	de	la	humanidad,	se	desarrolló	hace	unos	4000	años	en	Egipto,	
Babilonia,	China	y	en	la	India.	
	
	
	
Figura.		Los	egipcios	de	la	antigüedad	pensaban	que	la	diosa	Nut	formaba	la	bóveda	
celeste,	su	cuerpo	estaba	cubierto	de	estrellas.	La	sostenía	el	dios	Shu	del	viento	que	no	
estuviera	junto	al	Geb,	el	dios	de	la	tierra.	
	
¿Cómo	se	llaman	los	astros?	
	
	
Todos	los	pueblos	de	la	antigüedad	les	dieron	nombres	a	los	astros	más	brillantes,	que	
son	visibles	a	simple	vista.	Estos	nombres	provenían	por	lo	general,	de	sus	leyendas	o	
su	religión.	Pero	la	mayor	parte	de	ellos	ya	se	ha	olvidado.	En	nuestros	días,	
conservamos	tan	sólo	nombres	árabes	y	versiones	latinizadas,	que	nos	legaron	los	
romanos,	de	los	nombres	griegos	originales.	
	
Así	por	ejemplo,	a	un	planeta	que	se	caracterizaba	por	ser	tan	rojo	como	el	color	de	la	
sangre,	los	griegos	le	pusieron	el	nombre	del	dios	de	la	guerra:	Ares,	y	al	planeta	más	
brillante	de	todos	le	llamaron	Afrodita,	su	diosa	de	la	belleza	y	del	amor.	Pero,	para	los	
romanos,	el	dios	de	la	guerra	era	Marte	y	la	diosa	de	la	belleza	y	el	amor	era	Venus,	así	
que	fueron	estos	nombres	los	que	se	conservaron.	
	
	
Figura.	En	la	mitología	griega	Marte	era	el	dios	de	la	guerra	y	Venus	de	la	belleza.	
	
	
Los	nombre	árabes	se	conservan	sobre	todo	en	las	estrellas.	Son	famosas	Algol	en	la	
constelación	de	Perseo	y	Deneb	en	la	del	Cisne.	Algol	quiere	decir	“demonio”	en	árabe,	
y	le	pusieron	así	porque	su	brillo	cambia	con	el	tiempo.	Deneb	significa	“cola”,	también	
en	árabe,	y	se	llamó	así	porque	es	la	estrella	que	está	en	la	punta	de	la	cola	del	cisne.	
	
Hoy	día	hay	una	comisión	internacional	que	se	encarga	de	ponerle	nombre	a	cualquier	
objeto	nuevo	que	se	descubra,	ya	sea	un	cometa,	un	asteroide,	un	satélite,	una	
estructura	planetaria	o	algún	objeto	desconocido.	Por	eso	hay	una	montaña	Tlaloc	en	
el	satélite	de	Saturno	Titán	o	un	cráter	Sor	Juana	en	el	planeta	Mercurio.	Por	ejemplo	
en	1977	cuando	se	descubrió	uno	de	los	cinco	satélites	de	Plutón,	a	una	niña	inglesa	se	
le	ocurrió	llamarlo	Caronte	porque	en	la	mitología	griega,	Plutón	era	el	dios	del	reino	
de	los	muertos	y	Caronte	era	el	barquero	que	transportaba	a	los	muertos	al	reino	de	
Plutón.	La	sugerencia	se	aceptó	y	el	satélite	de	Plutón	se	llama	Caronte.	
	
	
	
Figura.	En	la	mitología	griega	Caronte	era	el	responsable	de	llevar	a	los	muertos	al	reino	
de	Plutón.	Les	cobraba	una	moneda	por	el	transporte,	por	eso	los	griegos	enterraban	a	
sus	muertos	con	una	moneda	bajo	la	lengua.	
	
La	astronomía	de	los	mayas	
	
Los	mayas	como	otras	grandes	culturas	de	la	antigüedad	desarrollaron	estudios	
astronómicos.	Algunos	de	sus	conocimientos	nos	han	llegado	gracias	a	sus	
manuscritos	que	llamamos	códices.	
	
	
	
Figura.	En	el	códice	maya	llamado	de	Dresde	se	describen	eventos	astronómicos.	
	
	
		Los	mayas	diseñaron	un	calendario	muy	preciso.	Construyeron	varias	pirámides	
cuyas	escalinatas	poseían	estructuras	laterales	que	generan	sombras	conforme	se	
pone	el	Sol	el	día	de	los	equinoccios,	los	días	cuando	hay	doce	horas	de	luz	y	doce	de	
oscuridad.	Estas	sombras	semejan	una	serpiente	que	desciende	de	las	escalinata	y	al	
final	ilumina	la	cabeza.	La	pirámide	más	notable	está	en	Chichén-Itza.		
	
	
		
Figura.	La	pirámide	de	Chiche-Itza.	Nótese	como	la	luz	del	Sol	proyectada	sobre	el	
costado	de	la	escalinata	asemeja	una	serpiente.	La	cabeza	está	al	inicio	de	la	escalera.		
	
		Los	mayas	también	podían	predecir	cuando	habría	eclipses	de	Sol.	Resulta	que	la	
trayectoria	de	este	a	oeste	de	la	Luna	y	del	Sol	no	coinciden,	están	inclinadas	5º;	se	
cruzan.	Los	astrónomos	mayas	observaban	con	mucho	cuidado	los	movimientos	en	el	
cielo	del	Sol	y	de	la	Luna.	El	Sol	parece	dar	una	vuelta	a	la	Tierra	cada	24	horas,	se	
mueve	más	rápido	que	la	Luna	a	la	que	le	toma	un	mes	completar	una	vuelta.	Cómo	
sus	trayectorias	se	cruzan	y	se	mueven	a	distintas	velocidades	los	astrónomos	mayas	
calcularon	cuando	iban	a	coincidir	y	por	tanto	saber	cuando	la	Luna	pasaría	delante	
del	Sol.	
	
	
	
Figura.	Ek-balam,	donde	la	puerta	está	rodeada	de	fauces	de	jaguar	y	la	fachada	está	
decorada	con	caballeros	águila.	
	
	
		Para	los	mayas	el	estudio	de	Venus	era	muy	importante.	Varias	zonas	arqueológicas	
del	sureste	mexicano,	como	Mayapan	tiene	construcciones	dedicadas	especialmente	a	
Venus.	Otro	ejemplo	es	el	Caracol	de	Chichen-Itza	tiene	tres	ventanas	por	las	que	se	
ven	las	salidas	y	puestas	de	Venus.	El	códice	de	Dresde	hay	tablas	para	calcular	la	
posición	de	Venus	en	el	cielo	y	saber	cuando	pasará	delante	del	Sol,	como	si	fuera	un	
pequeño	eclipse.		
	
	
	
Figura.	El	Caracol	es	uno	observatorio	astronómico	maya.	(RedHistoria)	
	
	
	
		En	las	culturas	mesoamericanas	una	de	las	advocaciones	del	Sol	era	el	águila	y	de	la	
noche	el	jaguar,	sus	pintitas	representaban	a	las	estrellas.	El	sitio	llamado	Ek-balán	
está	dedicado	al	día	y	la	noche.	
		
	
	
	
Newton	y	a	fuerza	de	gravedad	
	
Si	sueltas	un	objeto	cualquiera,	a	cierta	distancia	del	piso,	sabes	con	toda	certeza	que	
va	a	caer.	Estamos	tan	acostumbrados	a	este	fenómeno	que	ya	no	solemosasombrarnos	cuando	lo	observamos.	¿Porqué	caen	los	cuerpos?	No	lo	sabemos.	
	
	
	
Figura.	Por	más	alto	que	brinquemos	volvemos	a	caer.	La	Tierra	nos	atrae.	(Imagui)	
	
Durante	miles	de	años	el	hombre	sigue	buscando	la	razón.	Hace	unos	350	años	el	gran	
físico	inglés	Isaac	Newton	estudió	el	fenómeno	de	la	gravedad.	Según	cuenta	la	
leyenda,	Newton	se	interesó	en	la	caída	de	los	cuerpos	cuando	un	día,	descansando	
bajo	la	sombra	de	un	manzano,	vio	caer	uno	de	sus	frutos.	Lo	más	probable	es	que	esta	
leyenda	sea	falsa,	pero	el	caso	es	que	Newton	decidió	estudiar	la	caída	de	los	cuerpos.	
Llegó	a	la	conclusión	de	que	todos	los	cuerpos	se	atraen	entre	si	con	una	fuerza	que	
llamó	fuerza	de	gravedad.	La	Tierra,	por	ejemplo,	atrae	hacia	ella	a	todos	los	objetos,	y	
por	eso	caen.	De	hecho,	lo	que	llamamos	“peso”	de	un	cuerpo	es,	precisamente,	la	
fuerza	con	que	la	Tierra	lo	atrae	y	lo	mantiene	unido	a	ella.		
	
	
	
Figura.	Isaac	Newton	se	dio	cuenta	de	que	la	Tierra	atrae	a	todos	los	cuerpos	hacia	su	
centro.	(Brian	Koberlein)	
	
Los	Tierra,	la	Luna	y	el	Sol	son	esferas	porque	la	fuerza	de	gravedad	atrae	a	todo	hacia	
su	centro,	cualquier	objeto	que	esté	en	la	superficie	es	jalado	hacia	el	centro	del	
objetos,	independientemente	del	lugar	donde	se	encuentre.	
	
	
	
Figura.	El	Sol,	la	Tierra	y	la	Luna,	son	redondos	porque	atraen	a	todo	hacia	su	centro.	
(Pixels)	
	
		Existen	objetos	celestes	aplanados	como	los	anillos	de	los	planetas	o	algunas	
galaxias.	La	forma	aplanada	se	debe	al	giro	de	estos	objetos.	Seguramente	has	
observado	como	se	aplana	la	falta	de	una	bailarina	cuando	esta	gira,	algo	equivalente	
les	sucede	a	los	astros	que	rotan	rápidamente.	
	
	
	
Figura.	La	falda	de	una	bailarina	se	aplana	cuando	esta	se	agacha.	Aquí	además	se	
inclinó	para	que	se	note	más.	(FineArtAmerica)	
	
		La	fuerza	de	gravedad	no	sólo	existe	en	la	Tierra.	Se	presenta	entre	cualquier	pareja	
de	cuerpos.	Newton	mismo	se	dio	cuenta	de	que	la	Luna	gira	alrededor	de	la	Tierra	y	
que	la	Tierra	gira	alrededor	del	Sol,	debido	a	la	fuerza	de	gravedad,	que	impide	que	se	
escapen	al	espacio	interestelar.		
	
	
	
Figura.	Todos	los	planetas	giran	en	torno	al	Sol	porque	este	los	atrae.	Si	se	frenaran	
caerían	al	Sol.	Si	se	movieran	más	rápido	se	alejaría.	(VectorStock)	
	
	
	
	
Figura.	Si	hacer	girar	una	cubeta	con	agua,	está	no	se	cae,	a	pesar	que	la	Tierra	la	
atraiga,	porqué	está	dando	vueltas.	Por	la	misma	razón	los	planetas	que	se	trasladan	en	
torno	al	Sol	no	se	caen	hacia	él.	
	
		Estudiando	el	comportamiento	de	la	Luna	Newton	encontró	su	famosa	ley	de	la	
gravitación	universal,	que	dice	que	la	fuerza	gravitacional	entre	dos	cuerpos	depende	
de	la	cantidad	de	materia	que	tengan	y	de	la	distancia	que	los	separa.	Por	eso,	por	
ejemplo,	en	la	Luna	pesarías	seis	veces	menos	que	lo	que	pesas	aquí	en	la	Tierra,	pues	
la	Luna	tiene	menos	materia	que	nuestro	mundo.

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