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El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas THE EDUCATION FOR JOBS (ExJ) INITIATIVE MARÍA LUISA BLÁZQUEZ ROGER MASCLANS JORDI CANALS ST-490 Enero de 2019 Copyright © 2019 IESE. Prohibida la reproducción de este documento o de cualquiera de sus partes. The Education for Jobs (ExJ) Initiative El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas Enero de 2019 MARÍA LUISA BLÁZQUEZ(1) ROGER MASCLANS(2) JORDI CANALS(3) (1) Investigadora asociada. (2) Asistente de investigación. (3) Profesor. ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 2 IESE Business School-University of Navarra El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 3 Índice Resumen ejecutivo ................................................................................................................... 5 1. Introducción ........................................................................................................................ 8 2. Empleo y desempleo en la Unión Europea. El caso especial de España .................................. 9 3. El reto del empleo en la sociedad del siglo XXI .................................................................... 20 4. Nuevas competencias profesionales requeridas para los empleos del futuro ...................... 35 5. Educación para el desarrollo de competencias. El punto de vista de las empresas ............... 45 6. Un diagnóstico de conjunto sobre las competencias profesionales necesarias para el empleo desde la perspectiva de las empresas ......................................................... 69 7. Un plan de acción para promover la empleabilidad en el futuro .......................................... 76 Anexo 1.................................................................................................................................. 77 Anexo 2.................................................................................................................................. 81 Anexo 3.................................................................................................................................. 83 Bibliografía ............................................................................................................................ 96 ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 4 IESE Business School-University of Navarra El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 5 Resumen ejecutivo El problema del desempleo es uno de los principales retos de España. Aunque la tasa de paro se ha reducido desde el 25,7% registrado en diciembre de 2013 hasta el 14,5% de diciembre de 2018, nuestro país todavía presenta una tasa muy superior a la media de la UE (6,6% en diciembre de 2018). El problema es especialmente grave entre los jóvenes, con una tasa de desempleo en menores de 25 años del 32,7%, frente al 14,9% de la media de la UE en diciembre de 2018. La educación es uno de los principales factores que explican el empleo y el desempleo juvenil. Los trabajadores con niveles inferiores de formación sufren tasas de paro más altas que aquellos con niveles medios y, sobre todo, que los que tienen estudios de formación profesional superior o universitarios. En España, la diferencia en tasas de ocupación en septiembre de 2018 entre jóvenes con un nivel alto de estudios y aquellos con un nivel bajo es de 32 puntos porcentuales. Este informe presenta la opinión y experiencia de 53 destacadas empresas que operan en España acerca de las perspectivas de creación de ocupación y las competencias profesionales requeridas por estas compañías para cubrir sus necesidades. A continuación, se presentan algunas conclusiones de interés. 1. El crecimiento económico sigue siendo importante a la hora de explicar la evolución del empleo y del desempleo. Sin embargo, algunas tendencias globales como la revolución digital, la automatización, la globalización, el envejecimiento demográfico o la expansión de la gig economy tienen un impacto específico sobre el volumen y la naturaleza del empleo, más allá del ciclo económico. Así, la creciente adopción de las nuevas tecnologías supondrá una mayor automatización de tareas y, por tanto, una determinada sustitución de puestos de trabajo por máquinas. La OCDE ha estimado que España tiene más de un 50% de empleos en riesgo alto o significativo de automatización, lo que supone claros desafíos desde el punto de vista del empleo y la formación. 2. En este contexto, nuestra sociedad necesita un sistema educativo de calidad, flexible y capaz de responder a las necesidades cambiantes de las empresas y de la propia sociedad. La expansión de las competencias profesionales requeridas se ha desarrollado a una velocidad muy superior a la adaptación del sistema educativo, lo que ha generado desajustes claros de capacidades requeridas para los puestos de trabajo ofrecidos. Según la OCDE, en el caso de España los desajustes de capacidades llegan a afectar a más del 33% de los trabajadores. El futuro del empleo exige comprender los conocimientos y las capacidades que las empresas necesitarán en los próximos años. Estas son, en último término, las que crean empleo y juegan un papel fundamental en la definición de las competencias profesionales que deben desarrollarse para garantizar la empleabilidad de los jóvenes en el futuro. 3. El sistema educativo español no proporciona la respuesta adecuada a los cambios expuestos y a las necesidades reales de las empresas. El 72% de las compañías entrevistadas encuentra problemas para cubrir los puestos de trabajo que ofrecen. Las dificultades se encuentran tanto a nivel de conocimientos como de capacidades y actitudes requeridas. La mejora de las competencias profesionales de los jóvenes es responsabilidad de todos los ciudadanos, no sólo de los centros educativos. De hecho, las familias y las empresas tienen un papel muy relevante en el desarrollo de las capacidades y actitudes profesionales y personales. ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 6 IESE Business School-University of Navarra 4. Las empresas siguen apostando por contratar personas con formación universitaria de grado superior. El 67% de los puestos de trabajo actuales y el 57% de los ofrecidos en los últimos doce meses en las compañías entrevistadas están ocupados por personas con formación universitaria de grado superior. Asimismo, los puestos cubiertos por profesionales de formación profesional suponen el 17% de los puestos de trabajo actuales y el 21% de las contrataciones realizadas en los últimos doce meses en las empresas entrevistadas. Sin embargo, las empresas siguen encontrando dificultades para contratar a personas preparadas con formación profesional. De hecho, España muestra un porcentaje de jóvenes con estudios de formación profesional del 24%, muy por debajo de la media de la UE (36%) o de países como Austria (59%), Francia (48%) o Alemania (51%). 5. Las empresas consideran que las grandes tendencias antes descritas están teniendo un impacto muy alto en el cambio de perfiles profesionales requeridos. Así, un 72% de las empresas considera que la revolución digital tiene un impacto alto o muy alto en el cambio de perfiles requeridos. Un 56% de las empresas piensa que el impacto de la automatización es alto o muy alto. En el caso de la automatización de los puestosde trabajo, el impacto esperado es mayor en niveles educativos inferiores y en funciones relacionadas con el área de Operaciones. Las empresas muestran gran preocupación por el cambio de competencias que supondrá la automatización y la revolución digital y la brecha de capacidades que generan. 6. Un 68% de las empresas detecta una importante brecha de conocimientos en tecnología y digitalización, en el caso de los graduados universitarios. Un 48% de las empresas detecta esta brecha en los graduados de formación profesional. Son cifras muy elevadas que muestran una insatisfacción con el sistema educativo. Asimismo, las compañías consideran que la brecha de conocimientos en áreas como big data, marketing digital, inteligencia artificial o blockchain será aún mayor dentro de cinco años, lo que agrava todavía más el problema del sistema educativo. 7. Las empresas también detectan una brecha relevante en las capacidades de las personas con formación universitaria. Un 56% de las empresas entrevistadas no encuentra la capacidad de trabajo en equipo requerida para estos perfiles y un 52% de las empresas no encuentra la capacidad de comunicación necesaria. Un 52% de las empresas no encuentra la capacidad requerida de comunicación y un 48% de las empresas no encuentra la capacidad requerida de trabajo en equipo en los graduados de formación profesional. Estos datos son relevantes, pues las empresas evolucionan hacia estructuras más planas y transversales, con modos de trabajar diferentes, que incorporan metodologías agile, trabajos por proyectos y métodos como design thinking. Estas tendencias requieren conocimientos y capacidades diferentes, con mayor énfasis en el trabajo en equipo, la comunicación, el liderazgo, la negociación o el sentido emprendedor. 8. La brecha en el ámbito de las actitudes profesionales y personales es también grande. Las empresas valoran especialmente la adaptabilidad, la resiliencia, el compromiso y la capacidad de trabajar en entornos inciertos. Un 72% de las empresas, sin embargo, no encuentra el nivel de adaptabilidad y resiliencia necesario en las personas procedentes de formación universitaria. Un 52% de las empresas no encuentra estas actitudes en los graduados de formación profesional. 9. Para dar respuesta a las necesidades futuras y cubrir la brecha de conocimientos, capacidades y actitudes, las empresas necesitan, por parte del sistema educativo, una formación más completa, holística y práctica, con énfasis en los conocimientos, las capacidades y las actitudes necesarias en los próximos años. La percepción es que el sistema El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 7 educativo no avanza en la dirección correcta ni a la velocidad adecuada, lo cual no ayuda a afrontar el reto del desempleo. 10. Con el objeto de promover la empleabilidad del futuro, es deseable una colaboración más intensa de los distintos actores. Un 87% de las empresas considera importante tener un papel más activo en la definición de los conocimientos y las capacidades necesarios, y su traslación a los planes de formación de los centros educativos. Las empresas también consideran necesaria una labor de orientación más profunda de los estudiantes sobre la realidad de la empresa y de la vida profesional. Resulta imprescindible que haya una colaboración más intensa entre empresas, universidades y otros centros educativos. 11. Por su parte, el gobierno central o los gobiernos autonómicos deberían impulsar esta colaboración entre empresas, universidades y centros educativos, flexibilizando el sistema para que las instituciones educativas puedan dar respuesta a las necesidades de las primeras, flexibilizando el contenido y la adaptación de los programas y módulos, y facilitando la creación de nuevos grados. Las formas de contratación de profesionales jóvenes y alumnos en prácticas en las empresas deberían tener un reconocimiento por parte de la sociedad, así como un tratamiento fiscal y laboral favorable. Estas fórmulas mixtas de estudio-trabajo, o prácticas hacia el final de un ciclo formativo o grado, son el mejor antídoto para luchar contra el desempleo y la mejor ayuda para preparar a los jóvenes para una trayectoria profesional satisfactoria. ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 8 IESE Business School-University of Navarra 1. Introducción1 Pocas generaciones han vivido cambios tan drásticos como la actual: la globalización, los avances científicos y tecnológicos, la evolución de las comunicaciones y el transporte, y el crecimiento de las migraciones, entre otros factores, han contribuido a la desaparición o difuminación de muchas barreras geográficas, económicas y sociales. Estos cambios han generado incuestionables oportunidades en todos los campos, pero también retos y desafíos para los países, las empresas y la propia sociedad. Uno de los principales retos que estos cambios plantean a los gobiernos y a toda la sociedad es cómo asegurar el empleo para sus ciudadanos. El desempleo tiene una incidencia directa en la exclusión social y la desigualdad y, lamentablemente, muchos países, entre ellos el nuestro, han sufrido en los últimos años los perniciosos efectos de unas elevadas tasas de paro. Diversos factores influyen de forma decisiva en el empleo y el desempleo juvenil. En este informe pretendemos aportar una visión integradora que incluye el punto de vista de las empresas, las cuales deben tener un papel esencial en la definición de la educación para el futuro del empleo. En particular, en este documento queremos destacar que un factor decisivo sobre los niveles de empleo juvenil es la educación y el desarrollo de competencias profesionales necesarias para garantizar la empleabilidad. En el proceso de definición de las competencias y capacidades que debe cubrir el modelo educativo para asegurar el empleo del futuro, las empresas deben tener un papel fundamental, ya que poseen el conocimiento de los perfiles y la formación que requerirán en el futuro. Limitar su función a la de meros empleadores de las personas que salen del sistema educativo es perder una contribución valiosísima para asegurar el necesario encaje entre el sistema educativo y las necesidades reales de las organizaciones. Este trabajo está estructurado del siguiente modo. En el apartado 2 ofrecemos una síntesis de la evolución del empleo y desempleo en la Unión Europea (UE). En el apartado 3 presentamos brevemente las fuerzas que mueven el empleo y el desempleo en el mundo del siglo XXI. En el apartado 4 describimos la metodología utilizada en este informe. El apartado 5 ofrece los resultados de las entrevistas realizadas a 53 empresas (véase el Anexo 1). En el apartado 6 ofrecemos, a partir de los resultados de las encuestas y entrevistas realizadas, un diagnóstico sobre las competencias profesionales necesarias para el empleo. Finalmente, en el apartado 7 presentamos algunas ideas para un plan de acción. 1 Los autores desean agradecer a los profesores Antonio Argandoña, Sandalio Gómez, Alfredo Pastor y José Ramón Pin los muy útiles comentarios que han efectuado sobre este informe. También desean agradecer el compromiso y tiempo que los directivos de las 53 empresas entrevistadas han dedicado a este proyecto (véase el Anexo 1): sin su participación este informe no habría sido posible. Finalmente, agradecen al equipo de Academic Material del IESE el magnífico trabajo de edición de este informe. El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 9 2. Empleo y desempleo en la Unión Europea. El caso especial de España La creación de empleo es uno de losprincipales retos de los países avanzados y ha sido, durante las últimas décadas, uno de los problemas más serios en España. Durante la última crisis económica, desde 2008 hasta finales de 2013, se destruyeron casi cuatro millones de empleos en nuestro país. A partir de entonces, iniciamos una senda de crecimiento económico que se ha traducido, entre otras cosas, en un aumento significativo del número de ocupados y la reducción de la tasa de paro desde el 25,7% de 2013 hasta el 14,5% de diciembre de 2018 (véase la Figura 1). Figura 1 Evolución del número de ocupados y de la tasa de paro en España, 1990-2018 Fuente: Instituto Nacional de Estadística (2019), Encuesta de Población Activa. Sin embargo, aunque la tendencia es incuestionablemente positiva, nuestro país tiene una tasa de paro muy superior a la media de la UE, que se sitúa en el 6,6% en la UE-28, a finales de 2018. El problema en España es especialmente grave entre los jóvenes. La tasa de desempleo en menores de 25 años alcanza el 32,7% de la población activa, frente al 14,9% de media en la UE-28 registrada en diciembre de 2018 (véase la Figura 2). Esto genera graves consecuencias económicas, pero también a nivel social, como la desconfianza, la exclusión social y la fuga de talento, además de lastrar la capacidad competitiva a medio y largo plazo de nuestro país. 16% 17% 20% 24% 24% 23% 22% 20% 18% 15% 13% 11% 12% 11% 11% 9% 8% 9% 14% 19% 20% 23% 26% 26% 24% 21% 19% 17% 15% 0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 0 5.000 10.000 15.000 20.000 1 9 90 1 9 91 1 9 92 1 9 93 1 9 94 1 9 95 1 9 96 1 9 97 1 9 98 1 9 99 2 0 00 2 0 01 2 0 02 2 0 03 2 0 04 2 0 05 2 0 06 2 0 07 2 0 08 2 0 09 2 0 10 2 0 11 2 0 12 2 0 13 2 0 14 2 0 15 2 0 16 2 0 17 2 0 18 Ta sa p ar o ( % p o b la ci ó n a ct iv a) O cu p ad o s (m ile s) Ocupados Tasa paro ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 10 IESE Business School-University of Navarra 14,3% 10,3% 9,1% 6,7% 6,4% 6,6% 5,3% 3,5% 3,9% 3,6% 3,3% 2,4% 32,7% 31,9% 21,1% 17,6% 16,4% 14,9% 12,2% 10,5% 8,7% 6,6% 6,0% 3,3% 0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 35% Paro Total Paro menores 25 años Figura 2 Desempleo en la UE-28, diciembre de 2018 (% sobre población activa) Fuente: Eurostat (2019), Unemployment Statistics. El problema de desempleo juvenil, si bien tiene características estructurales ―como el resto del desempleo―, ha alcanzado proporciones realmente alarmantes en los años de la crisis, llegando la tasa de paro a niveles cercanos al 60% de los jóvenes en 2013, tal y como muestra la Figura 3. Como puede observarse, desde dicha fecha, las tasas de ocupación entre los jóvenes, tanto hombres como mujeres, se han recuperado y ha descendido drásticamente la tasa de paro, aunque sigue manteniéndose en niveles muy elevados. Figura 3 España: tasas de actividad, ocupación y paro de los jóvenes Fuente: Instituto Nacional de Estadística (2018a), Encuesta de Población Activa. 10% 20% 30% 40% 50% 60% 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014 2016 2018-T3 T. act. hombres T. act. mujeres T. ocup. hombres T. ocup. mujeres T. paro: hombres T. paro: mujeres El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 11 El sistema laboral en nuestro país presenta, además, otras características preocupantes de dualidad y polarización, que se expresa en la elevada tasa de temporalidad, superior al 26%, y trabajo a tiempo parcial, por encima del 16% (Banco de España, 2018a), con la peculiaridad, además, de que en la mayoría de los casos ambas características son no deseadas por los trabajadores. Hay que tener en cuenta, por otro lado, que España es una economía de servicios (suponen casi el 70% del producto interior bruto [PIB]), con un peso importante de sectores como el turismo y la agricultura, que tienen un carácter estacional, lo que impulsa la temporalidad del trabajo. En el caso de los jóvenes, estos problemas se agravan. La temporalidad en menores de 25 años se situaba, en 2017, en el 69% en nuestro país, destacando claramente sobre el resto de los de la UE, según datos de Eurostat. Además, en más del 70% de los casos se trata de una temporalidad no deseada, frente a países como Eslovenia u Holanda, que, si bien también cuentan con tasas muy altas de temporalidad, en su caso esta es buscada por los trabajadores jóvenes. El Banco de España, en su último informe anual, alerta sobre una menor duración de los nuevos contratos temporales en el periodo reciente, con las consecuencias que ello tiene sobre el aumento de la rotación y la disminución de la productividad (Banco de España, 2018b). En el caso del trabajo a tiempo parcial en menores de 25 años, España presenta una tasa menor, alrededor del 38%, y más cercana a la media de la UE. Pero, también en más de la mitad de los casos (53,4%), esta modalidad es no deseada por los empleados, a diferencia de países como Dinamarca u Holanda, en los que los jóvenes buscan, en más del 90% de los casos, el empleo a tiempo parcial. (Véanse las Figuras 4 y 5). Figura 4 Tasas de temporalidad y temporalidad no deseada en menores de 25 años en la UE, 2017 Fuente: Eurostat (2018b), Employment Statistics. 0% 20% 40% 60% 80% Es p añ a Es lo ve n ia P o rt u ga l P o lo n ia C ro ac ia Fr an ci a It al ia Su ec ia H o la n d a A le m an ia B él gi ca Fi n la n d ia U E D in am ar ca Lu xe m b u rg o A u st ri a C h ip re Ir la n d a R ep . C h ec a Is la n d ia G re ci a Es lo va q u ia H u n gr ía R ei n o U n id o B u lg ar ia M al ta Es to n ia Le to n ia Li tu an ia R u m an ía Tasa de temporalidad (% sobre el empleo) Tasa de temporalidad involuntaria (% sobre el total de temporales) ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 12 IESE Business School-University of Navarra Figura 5 Tasas de trabajo a tiempo parcial voluntario e involuntario (menores de 25 años en Europa) Fuente: Eurostat (2018b), Employment Statistics. 2.1. El desempleo: la importancia de la educación Las causas que contribuyen al problema del elevado desempleo y, en particular, del desempleo juvenil en España son diversas2. Este informe no pretende hacer un análisis exhaustivo de un problema tan complejo, sino subrayar algunos aspectos relacionados con la educación y la evolución futura de las competencias profesionales que las empresas demandarán, y proponer un punto de vista enfocado en la educación del futuro para afrontar estas necesidades. Uno de los factores relacionados con los altos niveles de desempleo es la calidad de la educación (Dolado et al., 2013). En la mayoría de los países europeos, las tasas de paro juvenil están ligadas a los niveles de estudio. Los trabajadores con niveles inferiores de estudio sufren tasas más altas de paro que aquellos con niveles medios y, sobre todo, que los que tienen estudios de formación profesional superior o universitarios. Así, en el caso de España, el paro entre trabajadores de 25-34 años que solo cuentan con la educación secundaria es del 28%, mientras que baja al 14% en el caso de personas con estudios universitarios o de formación profesional de grado superior. El mismo patrón se observa en el resto de países europeos. Por ejemplo, en Francia, la tasa de paro varía entre el 26% de los jóvenes que solo cursaron la educación obligatoria y el 6% de los que cuentan con un grado universitario o formación profesional de grado superior (véase la Figura 6).2 Bentolila, Dolado y Jimeno (2008) han tratado los condicionantes históricos de la falta de flexibilidad y la dualidad en el mercado laboral español. Bentolila, García-Pérez y Jansen (2017) han analizado en profundidad la persistencia en España del desempleo de larga duración, demostrando la incidencia de la falta de formación en habilidades en el desempleo de larga duración y el mayor riesgo de permanecer en este para personas mayores de 45 años con poca experiencia o que reciben prestaciones de desempleo. Dolado et al. (2013) analizan extensamente las causas del desempleo juvenil en España. La CEOE (2017) en su informe “La educación importa: libro blanco de los empresarios españoles”, hace énfasis en la necesidad de mejora del sistema educativo. 0% 20% 40% 60% 80% H o la n d a D in am ar ca Su ec ia Is la n d ia Fi n la n d ia Ir la n d a Es p añ a Es lo ve n ia R ei n o U n id o U E B él gi ca It al ia G re ci a A u st ri a A le m an ia Fr an ci a Lu xe m b u rg o Su iz a C h ip re M al ta P o rt u ga l Es to n ia R u m an ía Le to n ia P o lo n ia Li tu an ia R ep . C h ec a Es lo va q u ia B u lg ar ia C ro ac ia H u n gr ía Tasa a tiempo parcial (% empleo) Tasa a tiempo parcial involuntario (% sobre el empleo a tiempo parcial) El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 13 Figura 6 Tasa de paro por nivel de estudios, 2017 (25-34 años) Fuente: OCDE (2018a), Education at a Glance 2018: OECD Indicators, OECD Publishing, París. En el caso de España, la brecha de ocupación según el nivel de estudios es clara y se ha intensificado con la crisis económica. Así, en 2007 la tasa de ocupación ya era más alta para jóvenes con un nivel alto de estudios (59%) que para jóvenes con un nivel medio (38,6%) o bajo (41,8%). Pero en 2018 la diferencia en tasas de ocupación entre jóvenes con un nivel alto y jóvenes con un nivel medio de estudios es de 27 puntos porcentuales, y si se comparan las tasas de ocupación de jóvenes con un nivel alto de estudios con los de un nivel bajo, la tasa de ocupación muestra una diferencia de 32 puntos porcentuales (véase la Figura 7). Figura 7 Tasa de ocupación de jóvenes (16-24 años, % sobre la población, según el nivel de estudios) Fuente: Instituto Nacional de Estadística (2018a), Encuesta de Población Activa. 9% 10% 11% 13% 15% 16% 16% 18% 20% 24% 26% 28% 5% 6% 10% 6% 4% 6% 8% 9% 10% 16% 13% 18% 3% 8% 8% 3% 3% 3% 6% 6% 4% 14% 6% 14% 0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% Educación obligatoria Bachillerato y FP de Grado Medio (o equivalente) Universidad y FP de Grado Superior (o equivalente) 43,0% 41,8% 38,6% 59,0% 26,3% 19,8% 25,2% 51,8% 0% 20% 40% 60% Total Primera etapa de educación secundaria e inferior Segunda etapa de educación secundaria y educación postsecundaria no superior Educación superior 2007 2018-T3 ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 14 IESE Business School-University of Navarra Los niveles de abandono escolar en jóvenes de entre 18 y 24 años (18,3%), de nuevo están muy por encima de la media de la UE, que se sitúa en el 10,6% (véase la Figura 8). Aunque se ha hecho un esfuerzo claro en la disminución de esta brecha con buenos resultados desde 2007, el margen de mejora todavía es muy relevante. Figura 8 Tasa de abandono escolar temprano (18-24 años) Fuente: Eurostat (2018a), Early Leavers from Education and Training. En este sentido, si comparamos el nivel máximo de estudios alcanzados por los jóvenes, la diferencia entre España y otros países europeos es clara. La Figura 9 muestra que, en nuestro país, el 35% de la población de entre 25 y 34 años en 2018 solo ha cursado la Educación Obligatoria (ESO), comparado con porcentajes como el 8% en Suiza, el 10% en Austria y el 13% en Francia y Alemania. Esto, unido a la baja penetración de la formación profesional en España, hace que casi la mitad de nuestros jóvenes de 25 a 34 años no hayan pasado del nivel de Bachillerato, porcentaje muy superior al del resto de países incluidos en la muestra. 31,7% 30,9% 28,2% 26,3% 24,7% 23,6% 21,9% 20,0% 19,0% 18,3% 14,7% 14,2% 13,9% 13,4% 12,7% 11,9% 11,2% 11,0% 10,7% 10,6% 0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 35% 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 España UE-28 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 15 Figura 9 Comparación del nivel máximo de estudios alcanzado, 2015 (% de población de 25 a 34 años) Fuente: OCDE (2016), Education at a Glance 2016: OECD Indicators, OECD Publishing, París. 2.2. Algunas iniciativas para combatir el desempleo juvenil en la UE La Estrategia Europa 2020 aborda los problemas de desempleo y educación, y fija el marco de referencia en el que se desarrollan programas más específicos. Algunos de los objetivos de Europa 2020 están muy en línea con los problemas mencionados: por ejemplo, asegurar trabajo para el 75% de las personas de entre 24 y 64 años, reducir la tasa de abandono escolar por debajo del 10% o lograr que al menos el 40% de las personas de entre 30 y 34 años tengan estudios superiores finalizados. Algunos de los programas implantados para lograr estos objetivos son Oportunidades para la Juventud, Tu primer trabajo EURES (2012) (para fomentar la movilidad ayudando a jóvenes a encontrar empleo o prácticas en otros países de la UE) o el fondo de Garantía Juvenil (2013), que trata de conseguir que jóvenes de hasta 25 años consigan una buena oferta de empleo, educación continua o prácticas en los cuatro meses siguientes a terminar su formación o quedarse en paro. En aplicación de este último programa, España puso en marcha en junio de 2014 el Plan Nacional de Implantación de la Garantía Juvenil, ampliándolo en 2015 para personas de hasta 30 años. Asimismo, diversas empresas han llevado a cabo iniciativas para tratar de aportar soluciones al problema del desempleo juvenil. El Anexo 2 incluye una breve descripción de algunas de estas iniciativas. Como indica el informe “Jóvenes y mercado de trabajo”, n.º 17 de la Subsecretaría de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social (2018b), el principal indicador que se utiliza para seguir el éxito del programa es la tasa de “ninis” (porcentaje de jóvenes de entre 15 y 24 años que ni estudian ni trabajan). Pues bien, en nuestro país, si bien la tasa sigue por encima de la media de la UE, se ha reducido desde el 18,6% de 2013 hasta el 13,3% de 2017. 8% 9% 10% 10% 13% 13% 14% 15% 15% 16% 16% 17% 18% 26% 33% 35% 10% 26% 8% 12% 7% 11% 7% 18% 14% 16% 11% 11% 14% 12% 20% 13% 33% 13% 43% 37% 51% 31% 34% 18% 31% 26% 28% 28% 22% 37% 14% 11%12% 16% 17% 1% 8% 5% 8% 4% 11% 13% 49% 40% 23% 41% 29% 28% 44% 41% 35% 34% 41% 44% 35% 25% 33% 28% 0% 25% 50% 75% 100% Educación Obligatoria Bachillerato FP de Grado Medio FP de Grado Superior Universidad ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 16 IESE Business School-University of Navarra En España, dos tipos de contratos facilitan el acceso de los jóvenes al mercado de trabajo: los contratos para la formación y el aprendizaje y los contratos en prácticas3. Los dos aportan bonificaciones e incentivos de contratación para las empresas y se han venido utilizando de forma más intensiva en los últimos años (véanse las Figuras 10 y 11). Figura 10 Número de contratos en prácticas (jóvenes de 16 a 29 años) Fuente: Subsecretaría de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social(2018b), “Jóvenes y mercado de trabajo”, n.º 17, p. 34. 3 De acuerdo con el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, el contrato para la formación y el aprendizaje tiene por objeto la cualificación profesional de los trabajadores, en un régimen de alternancia de actividad laboral retribuida en una empresa, con actividad formativa recibida en el marco del sistema de formación profesional para el empleo o del sistema educativo. Está dirigido a jóvenes de entre 16 y 25 años (ampliado a menores de 30 años, hasta que la tasa de desempleo se sitúe por debajo del 15%) y la duración mínima es de 1 año, y la máxima, de 3. El contrato en prácticas tienen una duración de entre seis meses y dos años y su objeto es la obtención, por parte del trabajador, de la práctica profesional adecuada al nivel de estudios cursados. No se trata únicamente de adquirir experiencia en un trabajo determinado, sino también de que esa experiencia verse sobre los estudios cursados. Se puede concertar con quienes tengan título universitario o de formación profesional de grado medio o superior, o títulos oficialmente reconocidos como equivalentes, si no han transcurrido más de cinco años desde la terminación de los estudios. Si el trabajador es menor de 30 años, no se tiene en cuenta la fecha de terminación de los estudios. 7 5 .4 0 7 5 7 .6 9 0 3 9 .1 3 5 4 2 .8 0 2 4 5 .9 9 2 3 6 .5 3 4 4 2 .9 2 2 5 5 .6 6 5 7 4 .0 5 4 8 7 .0 6 5 9 2 .6 0 9 0 20.000 40.000 60.000 80.000 100.000 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 https://www.sepe.es/contenidos/que_es_el_sepe/publicaciones/pdf/pdf_empleo/guia_contratos.pdf#%20CONTRATO%20EN%20PRACTICAS El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 17 Figura 11 Número de contratos para la formación y el aprendizaje (jóvenes de 16 a 29 años) Fuente: Subsecretaría de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social (2018a), “Jóvenes y mercado de trabajo”, n.º 16, p. 15. Los contratos para la formación y el aprendizaje, además, son importantes para promover y facilitar la formación profesional dual, que sigue estando muy por debajo de los niveles deseables, tal como veremos a continuación4. 2.3. Formación profesional y formación profesional dual en España Ante el grave problema del desempleo juvenil y del desajuste existente entre el sistema educativo y las demandas del mercado laboral, gobiernos5, empresas e instituciones coinciden en señalar la formación profesional como una de las vías de mejora de la empleabilidad. Se han sucedido en los últimos años iniciativas con el objeto de impulsarla, y los datos son un reflejo claro de ese esfuerzo. Así, desde el curso 2010-2011 hasta el curso 2017-2018, el número de alumnos en formación profesional ha aumentado un 38%, superando los 804.000 el pasado curso. El aumento se debe, sobre todo, a la categoría de formación profesional básica, seguida por la superior, mientras que la media apenas aumenta (véase la Figura 12). 4 El descenso brusco de contratos para la formación y el aprendizaje en los años 2016 y 2017 se debe al cambio regulatorio que se introdujo para asegurar que se cumplían los estándares de calidad de esta tipología. 5 El marco legislativo español define un reparto de competencias en materia educativa entre el gobierno central y el gobierno de cada comunidad autónoma. En este informe nos referimos a ambos gobiernos, central y autonómico, sin considerar sobre quien recae la competencia regulatoria específica. Tampoco realizamos una valoración sobre el impacto que dicho reparto pueda tener en la educación de los alumnos, y, en último término, en el empleo y desempleo juvenil. 9 3 .7 6 5 6 2 .7 6 9 4 2 .7 5 7 4 0 .4 6 0 4 9 .0 3 2 5 5 .7 2 3 9 6 .1 8 7 1 2 9 .2 9 3 1 6 1 .6 6 7 3 7 .7 8 1 3 9 .1 3 8 0 20.000 40.000 60.000 80.000 100.000 120.000 140.000 160.000 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 18 IESE Business School-University of Navarra Figura 12 Evolución del alumnado en formación profesional entre los cursos 2010-2011 y 2017-2018 (2017-2018: datos estimados) Fuente: Subdirección General de Estadística y Estudios del Ministerio de Educación y Formación Profesional (2018), Estadísticas de las Enseñanzas no universitarias. Estas cifras, si bien presentan una evolución positiva, están muy lejos de las que encontramos en otros países europeos. Diferentes estudios han analizado las causas de la baja penetración de la formación profesional en España y de las acciones necesarias para impulsarla, como el elaborado por la Fundación ATRESMEDIA, la Fundación MAPFRE y el IESE (2018). Este trabajo destaca, por ejemplo, la necesidad de prestigiar la formación profesional, de dotar a los centros de la autonomía necesaria y de flexibilidad en sus programas o de fomentar la relación de los centros con las empresas. Es, además, muy significativa, la baja penetración en nuestro país de la formación profesional dual, que solo alcanzaba en 2016 a 24.000 alumnos, si bien se multiplicó por cinco en cuatro años, poco después de la publicación del Real Decreto que estableció su base legal en España. Este tipo de formación obtiene resultados muy positivos en términos de empleabilidad y salarios. Un reciente estudio de Jansen y Troncoso-Ponce (2018) muestra que los graduados de formación profesional dual en la Comunidad de Madrid acumularon un 27% más de días de trabajo durante los primeros doce meses que los graduados en formación profesional presencial, y un diferencial de ingresos del 32%. Además, las probabilidades de acceder a un contrato indefinido al final del segundo o tercer año de contrato para la formación y el aprendizaje se situaban entre el 25% y el 35%, mientras que en los contratos temporales de la misma duración la probabilidad es de solo el 1%. Parece, por tanto, necesario, seguir impulsando la formación profesional y, en concreto, la dual, tanto desde los gobiernos como desde las instituciones educativas y la empresa. Grado Medio - A distancia Grado Superior - A distancia Total 582.576 615.079 661.047 698.694 751.507 765.460 791.385 804.829 0 100.000 200.000 300.000 400.000 500.000 600.000 700.000 800.000 900.000 0 100.000 200.000 300.000 400.000 500.000 2010-2011 2011-2012 2012-2013 2013-2014 2014-2015 2015-2016 2016-2017 2017-2018 FP Básica FP Grado Medio FP Grado Superior FP Grado Medio - A distancia FP Grado Superior - A distancia FP Total El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 19 2.4. Algunas reflexiones El problema del desempleo, y del desempleo juvenil en concreto, presenta características preocupantes en Europa y, sobre todo, en España. Su elevada tasa, su evolución y el alto porcentaje de temporalidad y tiempo parcial no deseados son algunas de ellas. Diversas causas contribuyen a estos resultados, como el bajo nivel educativo de los jóvenes, la falta de flexibilidad y de movilidad o la ineficiencia de las políticas activas. En este estudio, el foco es la importancia de la educación para el empleo. Al tratar el fenómeno del desempleo es importante entender que el encaje entre la oferta y demanda de trabajo se produce a nivel de sectores, regiones y empresas. En último término, estas últimas son las que determinan la demanda en cada uno de los segmentos, por lo que es vital conocer suopinión sobre qué capacidades, actitudes y conocimientos buscan y valorar si, por el lado de la oferta, el sistema educativo está siendo capaz de responder a dichas demandas. Además, las empresas son las que perciben y definen las nuevas competencias profesionales requeridas, ante los cambios estructurales de la economía, desencadenados por la disrupción tecnológica, la globalización, el off-shoring de actividades productivas o el movimiento de las migraciones. En momentos de rápida transformación, resulta vital anticipar las capacidades y los conocimientos, y tomar las medidas necesarias para asegurar el futuro del empleo en nuestro país. En los próximos apartados abordaremos estas cuestiones vitales. ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 20 IESE Business School-University of Navarra 3. El reto del empleo en la sociedad del siglo XXI 3.1. Algunas macrotendencias con impacto en el empleo y el desempleo juvenil Después de un primer diagnóstico del empleo y el desempleo en la UE y en España, en este apartado destacaremos algunas tendencias económicas y tecnológicas globales que tienen un impacto relevante sobre el empleo y el desempleo, y que amplifican los problemas diagnosticados en el apartado anterior. En particular, nos referimos a la revolución tecnológica y la automatización, la globalización, el envejecimiento demográfico, la evolución de la productividad, los nuevos formatos de contratación temporales y el aumento del número de trabajadores autónomos. 3.1.1. Revolución tecnológica y automatización Si la tercera revolución industrial supuso la amplia disponibilidad de tecnologías digitales, la cuarta revolución industrial o Industria 4.0 supone la integración e interconectividad digital de personas y empresas. La creciente interconectividad y disponibilidad de datos aumentan la eficiencia de las operaciones, mejoran la calidad de vida y la sostenibilidad de las ciudades e, indudablemente, cambiarán el modo en el que trabajamos, nos comunicamos y vivimos. Numerosos avances tecnológicos se han abierto camino en los últimos años: data analytics, Internet of Things, inteligencia artificial, blockchain, impresión 3D, robótica, etc. Tal y como muestra la Figura 13, el grado de adopción de muchas de estas tecnologías está siendo exponencial. El World Economic Forum (2018a), en su informe “The Future of Jobs Report 2018” estima, por ejemplo, que en cuatro años un 45% de las empresas utilizará tecnologías blockchain; un 58%, realidad aumentada y virtual; un 72%, cloud computing; y un 85%, data analytics6. El impacto de la adopción de estas tecnologías es directo sobre las capacidades y los conocimientos requeridos. No solo harán falta conocimientos específicos sobre las distintas aplicaciones tecnológicas, sino que los trabajadores y las organizaciones deberán desarrollar las capacidades necesarias para incorporarlas, adaptarlas a su actividad diaria y sacarles el máximo provecho. 6 Estudio realizado a partir de encuestas realizadas a trescientos directivos de empresas. El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 21 Figura 13 Tecnologías según la proporción de empresas que probablemente las adoptarán para 2022 Fuente: World Economic Forum (2018a), “The Future of Jobs Report 2018”, p. 7. Blockchain Electrónica portátil – wereables 19% 23% 28% 33% 36% 37% 40% 41% 45% 46% 52% 54% 58% 59% 72% 73% 75% 75% 85% Robots aéreos y submarinos Robots humanoides Biotecnología Robots terrestres no humanoides Computación cuántica Robots estacionarios Transporte autónomo Impresión 3D Blockchain Electrónica portátil – wereables Nuevos materiales Cifrado Realidad aumentada y virtual Digital trade Cloud computing Machine learning Mercados para aplicaciones y web Internet of Things Análisis Big DataAnálisis Big Data Internet of Things Machine learning Cloud computing Digital trade ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 22 IESE Business School-University of Navarra La adopción de estas tecnologías conllevará también una mayor automatización de tareas y, por tanto, cierta sustitución de personas por máquinas o robots en los puestos de trabajo, con el consecuente impacto sobre el empleo y los salarios (Acemoglu y Restrepo, 2017). Según el World Economic Forum (2018a), en 2022, tareas como el procesamiento de información y datos podrían llegar a estar realizadas en un 62% por máquinas en vez de por personas, frente al 47% actual; y tareas de administración estarán realizadas por máquinas en un 44%, frente al 28% de 2018 (véase la Figura 14). Figura 14 Ratio de horas de personas-máquinas, 2018 vs. 2022 Fuente: World Economic Forum (2018a), “The Future of Jobs Report 2018”, p. 11. El impacto de la automatización sobre el empleo es obvio, pero difícil de medir. Nedelkoska y Quintini (2018) han estimado el porcentaje de puestos de trabajo con riesgo alto o significativo de automatización. Como puede observarse en la Figura 15, España tiene más de un 50% de empleos en riesgo alto o significativo de automatización, por encima de la media de la OCDE. Esto, como señala el informe, no depende de la estructura sectorial de los distintos países, sino de la organización del trabajo o del tipo de tareas que se realizan, en particular, si son más manuales o poseen un mayor valor añadido. 47% 36% 34% 31% 29% 28% 23% 19% 19% 62% 55% 46% 44% 46% 44% 31% 28% 29% Información y procesamiento de datos Buscando y recibiendo información relacionada con el trabajo Realización de actividades complejas y técnicas Realización de actividades laborales físicas y manuales Identificación y evaluación de información relevante Administración Comunicando e interactuando Razonamiento y toma de decisiones Coordinación, desarrollo, gestión y asesoramiento 2018 2022 Persona Máquina Persona Máquina El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 23 Figura 15 Porcentaje de empleos con riesgo de automatización significante y elevado, por país Fuente: Nedelkoska, L. y G. Quintini (2018), “Automation, Skills Use and Training”, OECD Social, Employment and Migration Working Papers, n.º 202, OECD Publishing, París, p. 49. Nota: “Riesgo alto” se refiere a empleos con un riesgo del 70% o superior de ser automatizados. “Riesgo significativo” refleja el porcentaje de empleados cuyos trabajos tienen unas posibilidades de entre el 50% y el 70% de ser automatizados. Si bien el impacto de la automatización implica claros desafíos desde el punto de vista del empleo y la formación, constituye también una oportunidad para empujar a las empresas a enfocarse en tareas de mayor valor añadido y a mejorar la formación, los conocimientos y las capacidades de sus trabajadores. 3.1.2. Globalización La globalización es otro de los fenómenos que ha cambiado el panorama mundial. La creciente internacionalización y apertura iniciada tras la Segunda Guerra Mundial e impulsada por los acuerdos comerciales surgidos a partir de 1947 bajo el paraguas del GATT (General Agreement on Tariffs and Trade) y, posteriormente, de la Organización Mundial del Comercio (OMC), hicieron crecer de modo exponencial el comercio y las transacciones financieras internacionales. Ello, unido al desarrollo tecnológico y al avance de las comunicacionesy el transporte, ha impulsado la creación de un mundo interconectado y con menos barreras. La creciente guerra arancelaria desatada por la Administración norteamericana puede ralentizar este proceso, pero difícilmente lo detendrá. La globalización ha afectado al comercio, la inversión directa, la regulación, la cultura y los hábitos de vida, así como a la dinámica de la ocupación y el empleo en los diversos países. El fenómeno de la globalización y su impacto sobre el empleo suscita un debate encendido entre defensores y detractores. La deslocalización de grandes multinacionales a países menos desarrollados que suponen una oportunidad de abaratar costes ha generado empleo y desarrollo en los países de destino, pero, en los países de origen, se ha producido en ocasiones oposición a estos movimientos por la pérdida de puestos de trabajo locales que supone. No hay acuerdo en cuanto a la pérdida de empleo que ha supuesto la globalización y deslocalización en los países desarrollados. Algunos autores, como Autor, Dorn y Hanson (2013), llegaron a señalar que las importaciones de China durante los años 2000 comportaron la pérdida de cerca de dos millones y medio de empleos en Estados Unidos. Si bien los Riesgo alto Riesgo significativo ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 24 IESE Business School-University of Navarra economistas señalan la deslocalización y especialización de los países como algo beneficioso que redunda en una mayor eficiencia, competitividad y, a la postre, crecimiento económico (y, por tanto, más empleo a largo plazo), este debate ha generado una profunda tensión social en algunos países y el retorno a políticas más proteccionistas, como ha sucedido en Estados Unidos. Las implicaciones de la globalización sobre el empleo son complejas y no constituyen el objeto de este informe, pero está claro que el mercado de talento hoy en día es global y las personas deben competir en ese ámbito por los puestos de trabajo. Esto supone una oportunidad y, a la vez, un desafío. En el caso de las empresas, la oportunidad de encontrar el talento que necesitan en un mercado mucho más amplio, pero también la necesidad de esforzarse en formar y retener a sus trabajadores frente a crecientes oportunidades a nivel global. En el caso de los trabajadores, se abren oportunidades en muchas más empresas y países, pero también encuentran competencia de talento internacional en sus países de origen. Por su parte, gobiernos e instituciones educativas se enfrentan al desafío de promover planes educativos que aseguren la competitividad futura del país y que generen talento capaz de competir en un mundo global. Al mismo tiempo, la necesidad de trabajar en un entorno global ha generado un cambio en las competencias que deben fomentarse a nivel educativo. Aspectos como la resiliencia, la capacidad de adaptación a entornos en continuo cambio, la capacidad de trabajo en contextos multiculturales y multidisciplinares o un buen nivel de idiomas adquieren una importancia vital y pueden generar, si no se fomentan adecuadamente, un desajuste de capacidades que afecte a la capacidad de encontrar empleo. 3.1.3. Envejecimiento demográfico El envejecimiento demográfico es un fenómeno que afecta de modo claro a Europa y, en concreto, a España. La mejora de la sanidad y las condiciones de vida han alargado sensiblemente la esperanza de vida. Al mismo tiempo, las tasas de natalidad en muchos países desarrollados han descendido notablemente, lo que desemboca en el mencionado envejecimiento de la población. La Figura 16 muestra la evolución de la población de más de 65 años (en porcentaje sobre el total de población) desde 1970 para diversos países. Como puede observarse, la evolución es claramente ascendente para España y la UE, aunque sin llegar a los elevados niveles de Japón. El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 25 0 7 14 21 28 35 42 49 56 63 70 77 84 91 98 Ed ad ( añ o s) Mujeres Varones Figura 16 Población de más de 65 años (en % sobre la población total),1970-2014 Fuente: OCDE (2018d), Labour Force Statistics. Las proyecciones sobre la pirámide de población en nuestro país para 2030 y 2050 son preocupantes. En 2018, la mayor parte de la población se concentraba entre los 30 y los 55 años. Sin embargo, en las proyecciones para 2030 ya se observa cómo en ese rango de edad, así como en la población infantil, la pirámide se estrecha sensiblemente, y la tendencia se agudiza más en 2050 (véase la Figura 17). Figura 17 Pirámide de población en España Fuente: Instituto Nacional de Estadística (2018b), Proyecciones de población. 2018 2030 2050 0% 5% 10% 15% 20% 25% 1970 1980 1990 2000 2010 España UE-28 Japón ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 26 IESE Business School-University of Navarra La fuerza laboral creció en décadas pasadas en países desarrollados como consecuencia de la incorporación de la generación del baby boom de la década de 1960 y la incorporación de la mujer al mercado de trabajo. Ahora, estos dos fenómenos han quedado atrás. Estos factores tienen implicaciones claras sobre el menor consumo, la capacidad de pago de las pensiones, la presión de gasto adicional para el sistema sanitario y el impacto en la deuda pública, entre otros aspectos. Por otro lado, el envejecimiento de la población plantea desafíos, como el de un importante grupo de personas adultas que, si bien no están en edad de trabajar, tienen un talento y una experiencia valiosos que la sociedad debería ser capaz de aprovechar. 3.1.4. Productividad La productividad es uno de los mejores indicadores de la prosperidad a largo plazo de los países. El World Economic Forum (2018b) define la competitividad como “el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país. El nivel de productividad, a su vez, fija el nivel de prosperidad sostenible que puede alcanzar la economía”. En términos generales, la productividad se ha estancado en las últimas tres décadas en muchos países occidentales. España sigue manteniendo un diferencial negativo en cuanto a productividad del trabajo respecto de la eurozona y países como Alemania o Estados Unidos (véase la Figura 18). Figura 18 PIB por hora trabajada Fuente: OCDE (2018e), OECD Productivity Statistics: GDP per capita and productivity growth. Además, si hacemos referencia a la productividad total de los factores, la evolución de España desde 1995 es muy negativa frente a otros países. Por otro lado, los avances en productividad de los últimos años en nuestro país se han producido más por reducción de salarios u horas trabajadas que por mejoras en eficiencia (véase la Figura 19). 0 $ 10 $ 20 $ 30 $ 40 $ 50 $ 60 $ 70 $ 1986 1991 1996 2001 2006 2011 2016 Alemania España Estados Unidos UE -19UE-19 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 27 16,2% 15,9% 5,7% 8,4% 10,9% 5,6% 17,9% 11,5% 7,3% 8,3% 6,5% 14,3% 17,1% 9,1% 11,2% 0,6% -0,2% -2,8% 4,5% 5,0% 5,1% -0,3% -0,7% 0,2% -1,3% -3,3% 0,2% -4% 0% 4% 8% 12% 16% Alemania Japón Estados Unidos Reino Unido Francia Holanda Portugal Italia España 1986 - 1995 1996 - 2005 2006 - 2015 Figura 19 Productividad total de los factores. Tasas de variación, 1986-2015 Fuente: OCDE (2018e), OECD Productivity Statistics: GDP per capita andproductivity growth. Parte del efecto del estancamiento general de la productividad puede deberse, según argumentan Harris, Kimson y Schwedel (2018) en su informe publicado por Bain & Company “Labor 2030: The Collision of Demographics, Automation and Inequality”, al crecimiento del empleo en sectores con menor productividad, con trabajadores procedentes de industrias con mayor productividad (de automoción a servicios, por ejemplo). Según el estudio de Harris, Kimson y Schwedel (2018), de 1993 a 2014 la productividad en el sector de la automoción de Estados Unidos aumentó un 128%, y en el sector hospitalario, un 16%. Sin embargo, en ese periodo hubo un descenso del 28% de personas empleadas en el sector de la automoción y un incremento del mismo porcentaje en empleados en hospitales. En España, también tenemos un peso superior de sectores de servicios menos intensivos en capital, como el del turismo. Es previsible que la creciente automatización a la que hemos hecho referencia anteriormente en este informe lleve aparejada una mejora de la productividad, que, en función de los sectores, será más o menos elevada. Harris, Kimson y Schwedel (2018) prevén que, en 2030, las mejoras de productividad derivadas de la automatización alcancen hasta el 55%, por ejemplo, en las tareas de fabricación, aunque el impacto sería solo del 10% en el sector de servicios educativos (véase la Figura 20). ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 28 IESE Business School-University of Navarra Figura 20 Crecimiento de la productividad como resultado de la automatización, 2015 vs. 2030 Fuente: Harris, K., A. Kimson y A. Schwedel (2018), “Labor 2030: The Collision of Demographics, Automation and Inequality”, Bain & Company, p. 21. Al margen de los avances que la tecnología y la automatización generen sobre la productividad, resulta clara la desventaja de España respecto a otros países. Además de la estructura productiva, muchos otros factores se han señalado como razones que han lastrado la productividad y hay que actuar sobre ellos: el reducido tamaño de las empresas, que hace más difícil que se adapten a las nuevas tecnologías; el acceso a la financiación; la alta temporalidad del empleo; y, sobre todo, la calidad de la formación y el fracaso del sistema educativo. Una formación adecuada a las necesidades de las empresas incide directamente sobre la eficiencia con la que los trabajadores desempeñan su labor. 3.1.5. Crecimiento de los trabajadores autónomos y la expansión de la gig economy. Subcontratación por parte de las empresas de actividades que antes realizaban internamente En los últimos años ha cobrado importancia la llamada gig economy. El término `gig´ se refiere a una actuación puntual y, en el ámbito laboral, define trabajos de corta duración para tareas muy concretas, que implican una breve relación entre el que desempeña el trabajo y el que lo recibe. Este trabajo se retribuye por tarea realizada y, en numerosos casos, se entiende que no existe una relación laboral estable entre la persona que lo realiza y la empresa que contrata aquellos servicios. La economía gig empezó a crecer con la subcontratación de ciertos servicios generales (mantenimiento, limpieza de edificios, etc.) hace varias décadas. La digitalización y la posibilidad de definir una tarea y contratar a personas mediante una app ha acelerado su Fa b ri ca ci ó n Se rv ic io s d e al o ja m ie n to y a lim en ta ci ó n C o m er ci o m in o ri st a M in er ía y e xt ra cc ió n d e p et ró le o y g as Tr an sp o rt e y al m ac en aj e U ti lid ad es A gr ic u lt u ra C o m er ci o a l p o r m ay o r In fo rm ac ió n C o n st ru cc ió n O tr o s se rv ic io s A d m in is tr at iv o y s o p o rt e A rt e, e n tr et en im ie n to y o ci o Se rv ic io s p ro fe si o n al es Fi n an za s y se gu ro s A d m in is tr ac ió n G o b ie rn o f ed er al , es ta ta l y lo ca l A si st en ci a sa n it ar ia y so ci al B ie n es in m u eb le s Se rv ic io s ed u ca ci ó n 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 29 explosión durante los últimos años. En una primera aproximación, este modelo proporciona flexibilidad y eficiencia a las empresas, que pueden concentrarse en las tareas en las que aportan más valor y subcontratar otras; ofrece más autonomía y flexibilidad de horarios a los trabajadores; ofrece comodidad y mejores precios y calidad a los usuarios; genera empleo, si bien lo hace a través de trabajos de corta duración; y mejora el encaje entre las labores a desarrollar y las capacidades del trabajador, impactando positivamente en la productividad. Sin embargo, las implicaciones de este modelo sobre la formación de las personas y la propia productividad de las empresas, las condiciones laborales de los trabajadores y la propia contribución al sostenimiento del gasto sanitario y al sistema de pensiones son enormes y plantean incertidumbres aún no resueltas. La transformación digital y el surgimiento de plataformas que conectan a usuarios con proveedores de servicios de corta duración, como TaskRabbit, Uber o Cabify, han impulsado el crecimiento de la llamada “gig economy”. Pese a que no hay todavía estadísticas consensuadas sobre el tamaño de este empleo, McKinsey Global Institute (2016) estimó que entre el 20% y el 30% de la población en edad de trabajar en Estados Unidos y la UE-15 (lo que supone 162 millones de personas, y hasta 12 millones en España) realizaba trabajos independientes de alguna u otra forma, ya fuera como complemento a un trabajo habitual o no. En el Reino Unido, por ejemplo, estadísticas más recientes del Office for National Statistics estimaron que cinco millones de personas trabajaban en el país para la gig economy. Aunque los efectos de esta no sean inequívocos y sus interrogantes son enormes, su crecimiento es un hecho objetivo que está transformando el mundo del empleo. 3.2. Algunos efectos de estas tendencias sobre el empleo 3.2.1. Destrucción de empleos tradicionales por la automatización y la globalización La automatización, la inteligencia artificial y otras tecnologías implicarán ciertamente la reducción de muchos puestos de trabajo, pero también supondrán la creación de otros nuevos, aunque no hay acuerdo en cuanto a ese número. McKinsey Global Institute (2016) llegó a cifrar la posible pérdida de puestos de trabajo en 800 millones en 2030, si bien esas cifras se han suavizado sensiblemente en recientes informes. Así, Harris, Kimson y Schwedel (2018) estiman que, a finales de la década de 2020, la automatización pueda llegar a eliminar entre el 20% y el 25% de los puestos de trabajo actuales, afectando de forma especial a los trabajadores de rentas medias y medias-bajas. Esto supondría entre 30 y 40 millones de empleos en Estados Unidos; además, teniendo en cuenta también que la automatización reducirá costes, abaratará los productos y aumentará la demanda, este proceso ayudará a crear puestos de trabajo. De no contar con este efecto, el impacto podría llegar al 30% del empleo (50 millones de puestos de trabajo en Estados Unidos). Por otro lado, la digitalización y las nuevas tecnologías también suponen la creación de nuevos puestos de trabajo ligados, directa o indirectamente, con las nuevas tecnologías. En el caso de España, por ejemplo, Randstad Research (2016), en su informe “La digitalización: ¿crea o destruye empleo?”, ha estimado las consecuencias de la tecnología en el mercado laboral, y considera que se crearán alrededor de 1.250.000 empleos ligados, directa e indirectamente, a las áreas STEM(Science, Technology, Engineering and Mathematics) entre 2017 y 2022 en nuestro país. Este efecto tendrá un impacto desigual sobre el empleo, en función del tipo de cualificación, y se espera que afecte más a los trabajos de cualificación media, tal como ha venido ocurriendo desde 1995. La Figura 21 muestra cómo el porcentaje de empleo según el nivel de capacidades (alto, medio o bajo) ha variado de forma similar en la mayoría de los países de la OCDE entre 1995 ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 30 IESE Business School-University of Navarra y 2010, en el sentido de que ha disminuido sensiblemente la cuota de empleos que requieren capacidades medias y ha aumentado la que requiere capacidades altas o bajas (Autor y Dorn, 2013). Figura 21 Polarización del mercado laboral, 1995-2015 Fuente: OCDE (2017b), OECD Employment Outlook 2017, OECD Publishing, París, p. 121. Nota: La figura muestra los cambios en el porcentaje de empleos en cada país según el nivel de capacidades requeridas. Con anterioridad hemos mencionado el efecto que la globalización ha tenido sobre la deslocalización y la desaparición de ciertos trabajos en países desarrollados, al aprovechar las multinacionales las ventajas de abaratar costes laborales en otros países. Un efecto interesante de la automatización es la reducción del diferencial de coste de gastos laborales entre países desarrollados y menos desarrollados, lo que hace variar el rumbo y la magnitud de las deslocalizaciones, afectando directamente al empleo de los países. Por ejemplo, Harris, Kimson y Schwedel (2018) han estimado que, en 1997, el valor añadido en fabricación por dólar de trabajo en México era el doble que en Estados Unidos, y que, en 2013, esta brecha era ya solo del 15%. El efecto de la sustitución de empleo por la automatización también se verá influido por la flexibilidad y el dinamismo de los mercados laborales en cada país y la rapidez con la que se puedan adaptar a la nueva situación. En lo que sí hay acuerdo es en que la automatización y las nuevas tecnologías cambiarán una gran parte de los trabajos, y las empresas, los trabajadores y los sistemas educativos necesitan adaptarse al cambio. Capacidad baja Capacidad media Capacidad alta El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 31 3.2.2. Reducción de los puestos de trabajo estables y las contrataciones estables La gig economy antes comentada ha supuesto importantes oportunidades en el mercado de trabajo, pero también cambios en cuanto a seguridad laboral y condiciones de empleo. Según un informe publicado por Gallup en 2018, tan solo un 51% de los trabajadores de Estados Unidos tienen un trabajo tradicional a tiempo completo, y un 36% están en el modelo de la gig economy (véase la Figura 22). Figura 22 Impacto de la gig economy Fuente: Gallup (2018), “The Gig Economy and Alternative Work Arrangements”, p. 8. Un empleo tradicional a tiempo completo 51% Un empleo gig a tiempo completo 14% Un empleo tradicional a tiempo parcial 7% Un empleo gig a tiempo parcial 6% Dos empleos tradicionales 6% Dos empleos gig 6% Dos empleos: principal, gig; secundario, tradicional 7% Dos empleos: principal, tradicional; secundario, gig 3% Empleos tradicionales – 64% Empleos en economías gig – 36% ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 32 IESE Business School-University of Navarra La OCDE estima la tendencia del empleo no estándar (incluyendo empleo temporal y empleo a tiempo parcial), y la conclusión es que, entre 2010 y 2016, ha aumentado en términos generales. No ha ocurrido así en el caso del trabajo temporal en España, que disminuyó en 2017 respecto a 2000, pero, como puede observarse en la Figura 23, nuestro país es de los que presentan un mayor porcentaje de todos los considerados. Figura 23 Porcentajes de empleo temporal y de empleo a tiempo parcial (2000 vs. 2017) Fuente: OCDE (2018c), “Job Creation and Local Economic Development: Preparing for the Future of Work”, OECD Publishing, París. 8% 9% 32% 14% 12% 15% 18% 14% 18% 16% 23% 14% 9% 37% 14% 18% 17% 22% 16% 22% 22% 24% 0% 10% 20% 30% 40% España Portugal Holanda Francia Italia UE 28 Alemania OCDE Irlanda Japón Reino Unido B) Porcentaje de empleo a tiempo parcial 2000 2017 32% 20% 14% 15% 10% 13% 13% 12% 6% 15% 7% 27% 22% 22% 17% 15% 14% 13% 11% 9% 7% 6% 0% 10% 20% 30% 40% España Portugal Holanda Francia Italia UE 28 Alemania OCDE Irlanda Japón Reino Unido A) Porcentaje de empleo temporal 2000 2017 UE-28 UE-28 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 33 El problema añadido es el carácter involuntario de gran parte de esa temporalidad o trabajo a tiempo parcial en algunos países, que se debe no solo a las oportunidades de la gig economy, sino también a la incapacidad de los trabajadores de encontrar puestos de trabajo tradicionales. Holanda, por ejemplo, además de tener un porcentaje considerable de trabajo temporal, es el país con mayor porcentaje de trabajadores a tiempo parcial. Sin embargo, en su inmensa mayoría el trabajo temporal y a tiempo parcial es voluntario. España, por el contrario, es el tercer país con mayor porcentaje de involuntariedad en el trabajo temporal ―73,4%― y el quinto más alto en cuanto a involuntariedad del trabajo a tiempo parcial ―53,4%―. En el caso de la población joven, el problema de la involuntariedad del trabajo temporal y a tiempo parcial es parecido, tal como se mostró en el apartado anterior de este informe. Si bien los trabajos a tiempo parcial pueden ser una solución para determinadas situaciones y pueden, también, aportar flexibilidad al sistema, no es menos cierto que la desaparición de trabajos a tiempo completo también tiene implicaciones sobre prestaciones, contribuciones públicas y seguridad laboral, así como sobre la formación que los trabajadores dejan de recibir de las empresas y la integración de las personas en una sociedad, que implican retos que hay que considerar. 3.2.3. La desigualdad como efecto de la revolución tecnológica y de la diferente evolución de la productividad en diversos puestos de trabajo La globalización ha supuesto numerosas oportunidades en muchos ámbitos, en particular, en los países emergentes. Ello ha ayudado a un proceso de convergencia de crecimiento y nivel de vida entre países. Sin embargo, dentro de cada uno de ellos, a pesar del aumento de los salarios y las rentas en la mayoría, hasta 2008 ―antes del comienzo de la gran crisis―, la brecha de la desigualdad, medida por el índice Gini, ha aumentado. Diversos autores han analizado el impacto de la automatización y la transformación digital sobre la desigualdad en el empleo (Gortázar, 2018), identificando una presión de los salarios a la baja debido a que las máquinas sustituyen trabajo (Autor y Handel, 2013). En términos generales, parece que la automatización ha afectado más directamente a aquellos puestos de trabajo de salarios medios con tareas más mecánicas. Autor y Dorn (2013), Goos et al. (2014) y Autor (2015), describen una polarización del empleo en Europa desde 1993 hasta 2010, viéndose disminuida la proporción de empleos de salarios medios, frente al aumento de la de salarios bajos y altos (véase la Figura 24). ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 34 IESE Business School-University of NavarraFigura 24 Cambios en puestos de trabajo, según salarios altos, medios y bajos; 1993-2010 Fuente: Autor, D. (2015), “Why Are There Still So Many Jobs? The History and Future of Workplace Automation” Journal of Economic Perspectives, vol. 29(3), p. 15. -15% -10% -5% 0% 5% 10% 15% Salarios bajos Salarios medios Salarios altos El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 35 4. Nuevas competencias profesionales requeridas para los empleos del futuro 4.1. Un cambio de paradigma La automatización y las nuevas tecnologías supondrán no solo la sustitución de tareas y puestos de trabajo por máquinas, sino que implicarán un cambio en las competencias profesionales requeridas. Hay capacidades que podrán ser desempeñadas de forma automatizada, como las relacionadas con gestionar o procesar. Sin embargo, otras actividades requieren competencias que las máquinas no pueden adquirir, como la multifuncionalidad, el compromiso, el servicio, el trabajo en equipo, la inteligencia emocional o la resiliencia. Serán estas y otras capacidades las que deban ser contempladas de forma especial por parte del sistema educativo. Diversas instituciones a nivel internacional se han hecho eco de este desafío y han publicado estudios con previsiones sobre las capacidades del futuro. Así, el World Economic Forum (2016), en su informe “The Future of Jobs Report 2016”, señala la importancia de entender que los desajustes de las capacidades deben ser medidos no solo entre la oferta y demanda actual de capacidades, sino entre la base de capacidades actual y las necesidades de capacidades futuras: “Los esfuerzos destinados a cerrar la brecha de capacidades deberán estar basados en un sólido entendimiento de la base de capacidades actual y las necesidades cambiantes de capacidades para el futuro debido al cambio disruptivo” (p. 26). En este sentido, el informe “The Future of Jobs Report 2018” presenta una aproximación de la demanda de capacidades para los próximos años (véase la Figura 25). Entre las capacidades que tendrán menos demanda están las de carácter manual, las relacionadas con la memoria o las de gestión de recursos financieros o materiales, todas ellas tareas más fácilmente automatizables. Sin embargo, crecerá la necesidad de capacidades tecnológicas como el diseño o la programación, y otras difícilmente realizables por máquinas, como las de liderazgo, iniciativa, creatividad o inteligencia emocional. ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 36 IESE Business School-University of Navarra Figura 25 Demanda de capacidades, 2018 vs. 2022 Fuente: World Economic Forum (2018a), “The Future of Jobs Report 2018”, p. 12. También el McKinsey Global Institute (2018) aporta evidencia en la misma línea y estima que, hasta 2030, tanto en Estados Unidos como en Europa Occidental se producirá un retroceso de la demanda de trabajo relacionada con capacidades manuales (como operación y reparación de equipos, tareas técnicas o de inspección y control) y cognitivas básicas (como procesamiento de datos e información, comunicación o cómputo básico). Sin embargo, se espera un aumento de la demanda en capacidades cognitivas avanzadas (como estadística, pensamiento crítico o creatividad), socioemocionales (como capacidades interpersonales, liderazgo, iniciativa, emprendimiento y adaptabilidad) y tecnológicas (como programación, análisis de datos, diseño tecnológico, ingeniería o investigación científica) (véase la Figura 26). El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 37 Figura 26 Cambios en las capacidades requeridas Fuente: McKinsey Global Institute (2018), “Skill shift:Automation and the Future of the Workforce”, McKinsey&Company, p. 8. En este esfuerzo de comprensión y desarrollo de las capacidades que se requerirán en el futuro, las empresas, según el informe “The Future of Jobs Report 2018” (World Economic Forum, 2018), señalan la importancia de colaborar con el sistema educativo, tanto a nivel local como internacional, y por parte de expertos. Así, un 52% de las empresas encuestadas mostraron su preferencia por contar con instituciones académicas internacionales en el esfuerzo de transición de la fuerza de trabajo a las nuevas capacidades requeridas, y un 50% destacó la conveniencia de contar con instituciones académicas locales. La rápida evolución de las competencias requeridas demanda un sistema educativo ágil y capaz de responder al mercado. La evolución de las competencias demandadas en el mercado no se ha desarrollado a la misma velocidad que la adaptación del sistema educativo a los nuevos tiempos, y esto ha generado un desajuste de las capacidades requeridas para el puesto de trabajo en la mayoría de países de la OCDE. Este problema es especialmente grave en España, donde este desajuste llega a afectar a más del 33% de los trabajadores (véase la Figura 27), mayor que en el resto de países debido a una sobrecapacitación para ciertos trabajos, y no a una infracapacitación. Cambio en horas trabajadas en 2030 (%) Cambio en horas trabajadas en 2030 (%) Capacidades Estados Unidos Europa Occidental Horas trabajadas en 2016 (miles de millones) Horas trabajadas en 2016 (miles de millones) Capacidades físicas y manuales Capacidades cognitivas básicas Capacidades cognitivas avanzadas Capacidades sociales y emocionales Capacidades tecnológicas ST-490 El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas 38 IESE Business School-University of Navarra Figura 27 Desajuste de capacidades para el puesto de trabajo (% de empleados), 2016 Fuente: OCDE (2017a), “Economic Policy Reforms 2017: Going for Growth”, OECD Publishing, París, p. 77. El desajuste en España refleja problemas en el sistema educativo que se producen a diferentes niveles. El Círculo de Empresarios (2018), en “El Barómetro de los Círculos”, muestra la valoración que índices internacionales dan a nuestro país y la media de la OCDE en calidad del sistema educativo, a distintos niveles. Como puede observarse, España está por debajo de la media de la OCDE en educación primaria, secundaria, formación profesional y conocimientos en ciencias y matemáticas. También se observa la distancia de nuestro país en cada una de estas categorías con los países mejor valorados, que son Finlandia y Suiza (véase la Figura 28). Figura 28 Valoración de la educación a distintos niveles en España según índices internacionales, 2017 Fuente: Círculo de Empresarios (2018), “El Barómetro de los Círculos”, p. 36. 14 12 11 11 14 11 15 15 15 15 15 17 17 14 18 16 20 23 24 22 28 27 18 4 7 8 8 5 9 6 6 6 6 6 5 7 10 7 9 6 4 4 7 4 6 15 0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 35% Formación superior a la requerida Formación inferior a la requerida Finlandia Finlandia Suiza Suiza 0 1 2 3 4 5 6 7 8 Primaria Ciencias y matemáticas Secundaria y terciaria Formación Dual España OCDE Mejor país El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas ST-490 IESE Business School-University of Navarra 39 Es conocido el bajo índice de penetración que la formación profesional tiene en España en comparación con otros países (ver Figura 9), si bien está aumentando los últimos años. Esta es una de las causas de la sobrecapacitación a la que aludíamos antes, y conlleva que trabajadores con titulación superior estén en paro y otros, en cambio, estén
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