Logo Studenta

Lectura de la Biblia

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

LA IGLESIA CATÓLICA NUNCA HA PROHIBIDO LA LECTURA DE LA BIBLIA.
Concilio de Cartago del año 397
Canon 84. No prohibieran oír la palabra de Dios a los gentiles, heréticos y judíos durante la Misa de los Catecúmenos.
Pontífice Pío VI en 1.769 a Monseñor Martini dice
Le manifestó su deseo que se excitará En gran manera a los fieles a la lección de las Santas Escrituras, por ser ellas las fuentes que deben estar abiertas para todos, a fin de que puedan sacar de allí la santidad de las costumbres y de la doctrina.
Tribunal de la inquisición española.
El 20 de diciembre de 1.872 que los deseos de la Iglesia son “que el pan de la divina Palabra sea el alimento cotidiano y común de los fieles”
Que no se tienen prohibidas las versiones de la Biblia en lenguas vulgares, con tal de que estén hechas con las condiciones que se expresan en los decretos y declaraciones Pontíficias.
Pontífice Pío IV, Reglas Tridentinas para la prohibición de libros, confirmada en la constitución 
Dominici Gregis custodiae del 24 de marzo de 1 564
Regla 2. Los libros de los heresiarcas, tanto de los que han inventado y suscitado herejías después del año 1.515 , como de los que son o han sido cabecillas o jefes de los herejes…, están absolutamente prohibidos. Los libros de los demás herejes que tratan directamente de la religión, están condenados absolutamente. Y los que no tratan de religión, examinados y aprobados por teólogos católicos, por mandato de los Obispos y de los Inquisidores, están permitidos.
Regla 3. Las traducciones de los escritores también eclesiásticos, que hasta ahora han sido publicadas por autores condenados, mientras no contengan nada contra la sana doctrina, están permitidas.
Y Las traducciones de los libros del Antiguo Testamento, podrán ser concedidas sólo a hombres doctos y píos, a juicio del Obispo, con tal que tales traducciones sean usadas como explicación de la edición Vulgata para comprender la Sagrada Escritura, y no en cambio, como un texto autosuficiente en si mismo.
Las traducciones del Nuevo Testamento hechas por autores de primera clase¹ de este índice no sean concedidas a nadie, porque, de su lectura, se suele derivar a los lectores muy poco provecho, y sí muchísimo peligro. Pero si circulan comentarios con traducciones que están permitidas o con la edición de la Vulgata, eliminados los pasajes sospechosos por la facultad de teológica de alguna universidad católica o por la Inquisición general, podrán ser permitidos a los mismos a quienes están permitidas también las traducciones.
Regla 4. Puesto que es manifiesto por experiencia que, si se permite la Sagrada Biblia en lengua vulgar en cualquier parte sin discernimiento, resulta de ello más perjuicio que ventaja, sobre tal problema corresponde al juicio del Obispo o del Inquisidor poder conceder, con el consejo del párroco o del confesor, la lectura de la Biblia traducida en lengua vulgar por autores católicos a aquellos de los cuales han constado que puede sacar de tal lectura no un perjuicio sino un crecimiento de la fe y la piedad.
Benedicto 14. Se publico en el Índice de Libros prohibidos en España por el Santo Oficio en la regla 5 se lee: se permiten las versiones de la Biblia en lengua vulgar, con tal que sean aprobadas por la Silla Apostólica, ó dadas á luz por autores católicos, con anotaciones de los Santos Padres de la Iglesia, ó doctores católicos.
BOssuet en el tomo 12, Lettre a M. L’ Evéque d’ Arras sur la lecture de L’ Écriture Sainte en langue vulgaire dice: en los primeros siglos , en que generalmente se leía la Biblia por todos los fieles, ya procuraba entonces la Iglesia que fuese leída á proporción de la utilidad, necesidad y adelantamiento de ellos.
Número 3. Sería un error ó preocupación muy dañosa, y semejante á la de los protestantes, el pensar que los cristianos no pueden sólidamente instruirse en todas las verdades de la Religión, sino leen las Santas Escrituras
San Ireneo de León, adv. Hareses lib. 3, capitulo 4
Naciones bárbaras que han recibido la fe de Jesucristo conservan sin caracteres escritos las verdades de la salud escritas por el Espíritu Santo en sus corazones
San Agustín de Doctrina christi. Lib. 2, capitulo 36.
De todo esto infiero que la Iglesia, sin variar sus máximas fundamentales, se ha creído obligada á variar algún tanto su conducta en orden á la lectura del texto sagrado. Como los pastores han tenido menos autoridad, y se han aplicado menos á explicar las Escrituras, y los pueblos han sido indóciles, más presuntuosos, y más propensos a dar oídos á los seductores; por eso ha creído que debía permitir con menos facilidad y más precaución lo que permitía más generalmente en tiempos más felices.
Fenelón numeral 12: En estos últimos tiempos en que se ve que son presuntuosos, críticos, indóciles, y que buscan en las Escrituras motivos de escandalizarse contra ellas “para arrojarse en la irreligión, ó haciendo servir la Escritura contra sus pastores, para sacudir el yugo de la Iglesis, se vió obligada á prohibirles una lectura tan saludable en si misma, pero tan peligrosa en el uso que muchos de los legos hacían de ella” 
“La Escritura es como Jesucristo, que fue constituido para la caída y para la resurrección de la muchedumbre; y es también como el objeto de la contradicción de muchos en Israel. La misma palabra es Pan que alimenta a unos, y cuchillo que traspasa á otros. Es olor de vida para los que viven de la fe, y olor de muerte para los que están enajenados de la vida de Dios y viven llenos de orgullo. El mejor alimento se vuelve veneno en los estómagos corrompidos.
San Agustín.
Las Escrituras son saludables á los que las entienden bien; pero son más peligrosas á los que quieren torcerlas para acomodarlas a la depravación de sus costumbres.
(Serm. 1 in Ps. XLVIII.)
El más sabio de todos los teólogos que cree entender las Escrituras sin ver en ellas en todas las partes la caridad, sepa que todavía no ha entendido nada
(Doctor Christi, libro 2,capitulo 36)
San Basilio, Epistola XLII á la L, n.3
No te descuides de la lectura principalmente del Nuevo Testamento; porque muchas veces la del Antiguo Testamento ocasiona algún daño, “no porque en él se hallen escritas cosas perjudiciales sino porque está enfermo el ánimo o entendimiento de los que reportan el daño. Porque todo pan, aunque es bueno para alimentar, daña a los enfermos.
San Gregorio Nazianceno en la oración 26. Pag. 462 edición colonia de 1.960
Los sabios entre los Hebreos aseguran que antiguamente regia como ley entre los Hebreos, muy recta y loable, el que no se permitía leer cualquier libro de la Escritura indistintamente á personas de todas edades; porque ni esto hubiera sido conveniente, puesto que no puede toda la Escritura ser entendida luego por cualquiera, y aquello que ésta en ella recóndito, puede acarrear mucho daño a los mas imperitos; sino que unos libros se ponían delante de todos desde el principio.. otros solamente á los que tenían ya más de 25 años. Por ser ya esta una edad en que se podía elevar sobre el cuerpo, y desde la letra al espíritu.
 San Cirilo Jerosolimitano, Cathech. V., de Fide et Symbolo, n. 12, pagina 77
Cuando hayas de instruirte en la fe y confesarla abraza solamente y guarda aquella que ahora te entrega la Iglesia, defendida y asegurada por todas las Escrituras. Porque, como no todos pueden leer las Escrituras, sino que á unos su rudeza, y á otros algunas ocupaciones les impide el conocerlas, henos resumido en pocos versos todos los dogmas de fe, á fin de que nadie se pierda por ignorancia.

Continuar navegando