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Ratzinger hereje

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HEREJIAS DE RATZINGER EN SU LIBRO ¿DIOS EXISTE?
INDICE
1. La pretensión de la verdad puesta en duda por Joseph Ratzinger.
Pagina 11. El cristianismo en modo alguno está mejor situado que el resto de las religiones. Al contrario: con su pretensión de la verdad parece estar ciego frente al límite de nuestro conocimiento de lo divino.
Respuesta
Encíclica Qui Pluribus de Pío IX
Elogios el progreso humano, quisieran con temeraria y sacrílega osadía introducirla aun en la Religión Católica; como si no fuera obra de Dios, sino de los hombres, o invención de los filósofos, que puede perfeccionarse con métodos humanos.
Contra tal delirio bien podemos repetir la palabra con la que Tertuliano reprochaba a los filósofos de su época, “ que hicieron del cristianismo estoico, o platónico, o dialéctico “ [Tertuliano, De Praescript , cap. Viii]. Y ciertamente, puesto que nuestra santísima Religión no es fruto de la razón humana, sino que fue misericordiosamente manifestada por Dios a los hombres, todos comprenden fácilmente que de la autoridad del mismo Dios adquiere toda su fuerza, ni la razón humana puede cambiarla ni perfeccionarla.
Pagina 12. La verdad, que era una fuerza vinculante y una promesa segura, se convierte en una forma de expresión cultural del sentimiento religioso general que nos corresponde por nuestro origen europeo.
Respuesta
Encíclica Pascendi Dominici Gregis de San Pío X.
5. Agnosticismo este que no es sino el aspecto negativo de la doctrina de los modernistas; el positivo está constituido por la llamada inmanencia vital.
El tránsito del uno al otro es como sigue: natural o sobrenatural, la religión, como todo hecho, exige una explicación. Pues bien: una vez repudiada la teología natural y cerrado, en consecuencia, todo acceso a la revelación al desechar los motivos de credibilidad; más aún, abolida por completo toda revelación externa, resulta claro que no puede buscarse fuera del hombre la explicación apetecida, y debe hallarse en lo interior del hombre; pero como la religión es una forma de la vida, la explicación ha de hallarse exclusivamente en la vida misma del hombre. Por tal procedimiento se llega a establecer el principio de la inmanencia religiosa. En efecto, todo fenómeno vital —y ya queda dicho que tal es la religión— reconoce por primer estimulante cierto impulso o indigencia, y por primera manifestación, ese movimiento del corazón que llamamos sentimiento. Por esta razón, siendo Dios el objeto de la religión, síguese de lo expuesto que la fe, principio y fundamento de toda religión, reside en un sentimiento íntimo engendrado por la indigencia de lo divino. Por otra parte, como esa indigencia de lo divino no se siente sino en conjuntos determinados y favorables, no puede pertenecer de suyo a la esfera de la conciencia; al principio yace sepultada bajo la conciencia, o, para emplear un vocablo tomado de la filosofía moderna, en la subconsciencia, donde también su raíz permanece escondida e inaccesible.
2. ¿DIOS EXISTE?
Paginas 33 y 34. Hay que apelar a la conciencia y a la razón. Esa es la única instancia que puede decidir.
Respuesta
Pío IX, Breve Dum acerbissimas del 27 de septiembre de 1.835.
Errores de Georg Hermes.
Ahora bien, entre tales maestros del error, por la fama constante y casi común extendida por Alemania, hay que contar a Georg Hermes, como quiera que, desviándose audazmente del real camino que la tradición universal y los santos Padres abrieron en la exposición y defensa de las verdades de la fe, es más, despreciándolo y condenándolo con soberbia, inventan una tenebrosa vía hacia todo género de errores en la duda positiva, como base de toda disquisición teológica, y en el principio, por él establecido, de que la razón es la norma principal y medio único por el que pueda el hombre alcanzar el conocimiento de las verdades sobrenaturales
Pagina 41. Me parece que esto podemos pensarlo en buena lógica, aunque respetando al ateo que no ve estas cosas (la fe y moral), y que a lo mejor incluso desmiente esa raíz común que nutre los esfuerzos a favor del bien y contra el mal.
Respuesta
Decreto de la Sagrada Congregación del Índice del 11 (15) de junio de 1.855
Tesis contra el tradicionalismo de Agustín Bonney.
2.El raciocinio puede probar con certeza la existencia de Dios, la espiritualidad del alma, la libertad del hombre. La fe es sucesiva a la revelación, y por lo tanto no puede ser alegada convenientemente para probar la existencia de Dios a un ateo, para para probar la espiritualidad y la libertad del alma racional a un partidario del naturalismo y del fatalismo.
Pagina 49. Yo me alegro, viendo, oyendo los aplausos…, que confirman la superioridad de los no creyentes, por su fidelidad al Evangelio, respecto a los creyentes.
Respuesta
San Agustín
No se puede ser virtuoso si uno no quiere; pero el Señor dispone la voluntad como la de aquel rey en favor de la orante Ester
Replica a Juliano, 3,163.
San Agustín la ciudad de Dios, libro 19
Capitulo 25. 
Que no puede haber verdadera virtud donde no hay verdadera religión.
Por más loablemente que parezca que manda el alma al cuerpo, y la razón a los vicios, si el alma y la misma razón no sirven a Dios, así como lo ordenó el Señor que debían servirle, de ningún modo manda ni dirige bien al cuerpo y a los vicios. ¿De qué cuerpo y de qué vicios puede ser la señora el alma que no conoce al verdadero Dios, ni está sujeta a sus altas disposiciones, sino rendida, para ser corrompida y profanada por los viciosísimos demonios.
Por lo cual las virtudes que le parece tener, por las cuales manda el cuerpo y a los vicios, para alcanzar alguna cosa, si no las refiere a Dios, más son vicios que virtudes. Pagina 765.
Paginas 53 y 54. Pero está convencido, como lo estoy yo, de que no se puede demostrar racionalmente la divinidad de Cristo y, por tanto, la resurrección. Existe ese, digamos exceso de la fe.
Respuesta
Decreto del Santo Oficio “Lamentabili de San Pío X
Preposición errónea contra la divinidad de Cristo
27. La divinidad de Jesucristo no se prueba por medio de los Evangelios; pero es un dogma que la conciencia cristiana deduce de la noción de Mesías.
Pagina 59. Por tanto, la confesión está justificada solo si se realiza ante Dios como un deber ante Dios, en la confianza cierta de que Dios existe y responde.
Respuesta
Concilio de Trento, sesión 14 del 25 de noviembre de 1.551
Can. 3. Si alguno dijere que las palabras del Señor Salvador “Recibid el Espíritu Santo, a quienes perdonareis los pecados, les son perdonados; y a quienes se los retuvieseis, les son retenidos” (Jn 20,22s), no han de entenderse del poder de remitir y retener los pecados en el sacramento de la penitencia, como la Iglesia Católica lo entendió siempre desde el principio, sino que las torciere, contra la institución de este sacramento, a la autoridad de predicar el Evangelio: sea anatema.
Pagina 72. Yo diría dos cosas. Primera cuestión: ha habido cierto exceso en el uso de la referencia a la Ley natural, en la doctrina social de la Iglesia, nacida a fines del siglo 19, y después en el siglo 20, hasta el concilio vaticano 2. Excesos ha habido.
Respuesta
Encíclica Summi Pontificatus de Pío XII
21. Esta ley natural tiene su fundamento en Dios, creador omnipotente y padre de todos, supremo y absoluto legislador, omnisciente y justo juez de las acciones humanas. Cuando temerariamente se niega a Dios, todo principio de moralidad queda vacilando y perece, la voz de la naturaleza calla o al menos se debilita paulatinamente, voz que enseña también a los ignorantes y aun a las tribus no civilizadas lo que es bueno y lo que es malo, lo lícito y lo ilícito, y les hace sentir que darán cuenta alguna vez de sus propias acciones buenas y malas ante un Juez supremo.
Pagina 73. Otra cuestión es el problema de la pena de muerte, que se consideraba una concesión en aras de la necesidad de proteger a la sociedad y también de expiar un pecado. Pero incluso si esos pensamientos estaban presentes, nunca asomó la idea de que pudiera llegar a ser lícito disponer, en determinadascircunstancias- según una proporcionalidad de los valores- de la vida humana.
Respuesta
Santo Tomas de Aquino parte 2-2(a)
Cuestión 11
ARTICULO 3
¿Hay que tolerar a los herejes?
Solución. 
En los herejes hay que considerar dos aspectos: uno, por parte de ellos; otro, por parte de la Iglesia. Por parte de ellos hay en realidad pecado por el que merecieron no solamente la separación de la Iglesia por la excomunión, sino también la exclusión del mundo con la muerte. En realidad, es mucho más grave corromper la fe, vida del alma, que falsificar moneda con que se sustenta la vida temporal. Por eso, si quienes falsifican moneda, u otro tipo de malhechores, justamente son entregados, sin más, a la muerte por los príncipes seculares, con mayor razón los herejes convictos de herejía podrían no solamente ser excomulgados, sino también entregados con toda justicia a la pena de muerte.
Deuteronomio 22,23-24. Cuando un hombre fuere hallado acostado con una mujer casada, entrambos morirán; el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer. Así extirparás el mal en medio de Israel.
Pagina 86. 
Gad Lerner: Antes de ser obispo, el jóven teólogo Ratzinger participó con entusiasmo en los trabajos de aquel concilio, siendo incluso un elemento, digamos, fuertemente favorable a la innovación.
¿El cardenal Ratzinger, cuarenta años después, ve en aquel evento uno de los elementos de la crisis del cristianismo europeo? Es decir, ¿ ha habido un cambio en usted?
Responde Ratzinger: Un cambio, no. Yo siempre pienso que aquel esfuerzo era necesario, que era el momento de abrir nuevos senderos del lenguaje y del pensamiento teológico, y de buscar un nuevo encuentro con el mundo y una nueva profundidad de la fe, sobre todo también el diálogo con nuestros hermanos, las iglesias no católicas.
En este sentido, me parece que fue un acontecimiento providencial, necesario.
Respuesta
Encíclica Mortalium Animos de Pío 11
9. Estos pancristianos que se dedican a unir las iglesias parecen, en efecto, perseguir las ideas más nobles al promover la caridad entre todos los cristianos: sin embargo, ¿cómo es que esta caridad tiende a dañar la fe? Todo el mundo sabe que el mismo Juan, el Apóstol del amor, que parece revelar en su Evangelio los secretos del Sagrado Corazón de Jesús, y que nunca dejó de grabar en la memoria de sus seguidores el nuevo mandamiento “Amaos los unos a los otros”, prohibió por completo toda relación con aquellos que profesaban una versión mutilada y corrupta de la enseñanza de Cristo: “Si alguno viene a vosotros y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa ni le digáis: Dios os apresure”[18]. , ya que la caridad se basa en una fe completa y sincera, los discípulos de Cristo deben estar unidos principalmente por el vínculo de una sola fe. ¿Quién, pues, puede concebir una Federación cristiana cuyos miembros conserven cada uno su propia opinión y juicio privado, incluso en las cosas que conciernen al objeto de la fe, aunque repugnen a las opiniones de los demás? ¿Y de qué manera, preguntamos, pueden los hombres que siguen opiniones contrarias, pertenecer a una y la misma Federación de fieles
Encíclica Pascendi Dominici Gregis de San Pío X.
25. Para terminar toda esta materia sobre la fe y sus «variantes gérmenes» resta, venerables hermanos, oír, en último lugar, las doctrinas de los modernistas acerca del desenvolvimiento de entrambas cosas.
Hay aquí un principio general: en toda religión que viva, nada existe que no sea variable y que, por lo tanto, no deba variarse. De donde pasan a lo que en su doctrina es casi lo capital, a saber: la evolución. Si, pues, no queremos que el dogma, la Iglesia, el culto sagrado, los libros que como santos reverenciamos y aun la misma fe languidezcan con el frío de la muerte, deben sujetarse a las leyes de la evolución. No sorprenderá esto si se tiene en cuenta lo que sobre cada una de esas cosas enseñan los modernistas. Porque, puesta la ley de la evolución, hallamos descrita por ellos mismos la forma de la evolución. Y en primer lugar, en cuanto a la fe. La primitiva forma de la fe, dicen, fue rudimentaria y común para todos los hombres, porque brotaba de la misma naturaleza y vida humana. Hízola progresar la evolución vital, no por la agregación externa de nuevas formas, sino por una creciente penetración del sentimiento religioso en la conciencia. Aquel progreso se realizó de dos modos: en primer lugar, negativamente, anulando todo elemento extraño, como, por ejemplo, el que provenía de familia o nación; después, positivamente, merced al perfeccionamiento intelectual y moral del hombre; con ello, la noción de lo divino se hizo más amplia y más clara, y el sentimiento religioso resultó más elevado. Las mismas causas que trajimos antes para explicar el origen de la fe hay que asignar a su progreso. A lo que hay que añadir ciertos hombres extraordinarios (que nosotros llamamos profetas, entre los cuales el más excelente fue Cristo), ya porque en su vida y palabras manifestaron algo de misterioso que la fe atribuía a la divinidad, ya porque lograron unevas experiencias, nunca antes vistas, que respondían a la exigencia religiosa de cada época.
3. ATEISMO Y VERDAD
Comienza esta 3ra parte con una frase de un modernista y es la siguiente:
*La fe comienza precisamente allí donde termina el pensamiento y es de Soren Kierkegaard padre del existencialismo.
Pagina 93. Karol Wojtyla ha recalcado que “Santo Tomas” es un auténtico modelo para todos los que buscan la verdad, pero ningún católico usaría de verdad sus “vias” para convencer a quien no cree en Dios.
Si recurre a Kant, es sólo al Kant de la razón práctica, que no demuestra a Dios.
Respuesta
Código de derecho canonico de 1.917
Can. 1366,s2. Los profesores de filosofía racional y teología deben seguir fidelísimamente el método, la doctrina y los principios de Santo Tomas de Aquino, y dirigir, según ellos los estudios de los alumnos
DEL LIBRO LAS 24 TESIS TOMISTAS DEL PADRE EDUARDO HUGON de la Orden de los predicadores, autorizado por Benedicto XV y la Sagrada Congregación de estudios del Vaticano.
CUARTA PARTE
LA DEMOSTRACIÓN DE LA EXISTENCIA DE DIOS
PRIMERA PRUEBA
Conocemos la existencia de Dios, no por intuición inmediata, ni por demostración a priori, sino a posteriori, es decir, por las criaturas, arguyendo de los efectos a la causa; partiendo de las cosas que se mueven sin tener en si mismas un principio suficiente de movimiento, hasta llegar al necesario primer motor inmóvil.
Subiendo de los efectos causados y de las causas subordinadas, a la causa sin causa, o primera; deduciendo de los seres corruptibles, indiferentes para existir o no, la absoluta necesidad de un ser absolutamente necesario; a vista de las innumerables criaturas limitadas en el ser, vivir y entender, nos persuadimos de que no pueden ser ellas ni nada semejante sin lo primero y esencial, tenemos que llegar al ser esencial e infinito, viviente e inteligente en grado supremo; por fin, el orden sublime del universo no puede concebirse racionalmente sin un supremo Ordenador que enderece todas las cosas a su fin. Esto está en la Suma Teológica parte cuestión 2 y también se puede encontrar en la Suma Teológica contra los Gentiles cuestiones 10 y 11.
San Anselmo. 
Se entiende por Dios una entidad tan grande y tan perfecta que sea totalmente imposible concebir nada más perfecto y más grande; es así que tal ser existe, pues si no existiera podríamos concebir algo mejor; luego nos basta la idea de Dios para concluir o afirmar su existencia real.
Proslog. Cap. 3; y Contra Gaunilonem
SEGUNDA PRUEBA
Todos los espacios del universo conocido están llenos de causas eficientes, que no pudieron ser causas de si mismas (nada puede ser causa antes de existir) Tales causas están de tal suerte encadenadas y subordinadas, que la una depende de la otra, o en su propio ser, como el hijo depende del padre.
Claro es que no todas las causas pueden depender unas de otras en su ser. Si la última viene de la intermedia, ésta de la precedente y así infinitamenteproceden todas las cosas anteriores, sucederá que no hay cosa alguna independiente y primera, y a causa de esta tampoco puede haberlas intermedias ni últimas, lo que decimos del ser de la causa, con más razón todavía se aplica a la operación. Como la última depende en su operación de la intermedia, ésta de la anterior y así en serie gradual sin término.
El gran principio fundamental de la casualidad interviene en todos estos argumentos, comunicándoles una fuerza inquebrantable.
TERCERA PRUEBA
La tercera prueba que del ser contingente deduce la existencia del ser necesario, también procede de nuestra cotidiana experiencia, que por todas partes nos descubre seres imperfectos y deficientes de suyo, tanto en el ser como en el obrar. Estamos rodeados de objetos contingentes, que puedan ser y no ser, que carecen en si mismos de razón de ser que empiezan en la generación y acaban en la decadencia y la muerte ¿Es posible que en los reinos del ser todo ser todo sea contingente? De ningún modo; lógicamente hay que llegar al ser necesario, que sea razón y principio de todos los otros, que se baste a si mismo, que sea fuente de toda perfección, y verdadero Dios.
CUARTA PRUEBA
Fundada también en la observación, o datos ciertos a posteriori, a vista de los grados de perfección existentes en los reinos del ser, arguye y demuestra la necesidad de un ser absolutamente perfecto. No es el argumento de San Anselmo, a priori y encastillado en la región puramente ideal; también difiere de los anteriores, apoyados, el primero en el movimiento, el segundo en la operación, el tercero en la generación y corrupción de los seres contingentes. Hay en éste algo más profundo, permanente y sustancial, que llega, como si dijéramos, a las entrañas del mismo ser. Parte de las graduadas perfecciones del ser observadas en las criaturas, para llegar al Ser esencialmente perfecto en todos los órdenes.
Santo Tomas de Aquino recomendado por los siguientes Pontífices:
León XIII, San Pío X, Benedicto 14, PIO 9, Benedicto 15, Inocencio 6, Pío 11
Benedicto 13, Clemente 12, Nicolas 5, San Pío V, Clemente 6, Urbano 5, Pío 12
Documentos pontificios sobre Santo Tomas de Aquino
ENCICLICA AETERNI PATRIS (4-8- 1.879), LEON XIII.
MOTU PROPRIO DOCTORIS ANGELICI (29-6- 19149, SAN PIO X.
MOTU PROPRIO NON MULTO POST (31-12- 1-914), BENEDICTO XV.
ENCICLICA STUDIORUM DUCEM (29-6- 1.923), PIO XI.
Nota: todo Concilio después de su muerte a enseñado, defendido, recomendado su doctrina
Pagina 106
El secreto del pecado original
Pagina 107. Nada se ve justo o injusto sin que cambie de valor el cambio del ambiente.. El robo, el incesto, el asesinato de los hijos y de los padres, todo ha tenido su sitio entre las acciones virtuosas
Respuesta
San Agustín
Muchas cosas que parecen a los hombres vituperables son aprobadas por tu testimonio, Señor, y muchas alabadas por los hombres son condenadas por Ti, su testigo.
Confesiones, 3,9,17
Pagina 107. El hombre es, pues, el creador y el señor de la norma. Pero encuentra intolerable el peso de esa responsabilidad abismal. Reconocerse dueño y señor de la norma significa, de hecho, saber que el cosmos está vació de sentido.
Respuesta
San Agustín
Aterra la ley al que presume de si mismo; a quien espera en Dios, la gracia le ayuda
Sermones, 145,3
Pagina 109. La teoría del pecado original- interpretación de la historia del Edén muchas generaciones después de Jesús – debe paralizar precisamente esos interrogantes. Inmunizar frente a ellos.
Respuesta
Romanos 5,12. Por tanto, como por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, también así la muerte paso a todos los hombres.
Pagina 109. Pero la culpa originaria es desobediencia a una norma vacía de contenido.
Respuesta
Salmo 118, 1-4. Dichosos aquellos cuyo camino es perfecto, que andan tras la ley de Yahvé, Bienaventurados los que observan sus instrucciones, de todo corazón lo buscan; no cometen ninguna iniquidad, siguen los caminos de Él. Tu diste tus preceptos para que sean cuidadosamente guardados.

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