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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR Facultad de Ciencias de la Educación La filosofía estética y su aporte en educación a través del pensamiento de Herbert Marcuse. Arte y realidad Trabajo de Titulación previo a la obtención del título de Licenciado en Ciencias de la Educación Mención Educación Básica Línea de Investigación: Identidades, educación, culturas, comunicación y valores. Educación, comunicación, cultura, sociedad y valores. Autor: Tarcicio Alberto Palacios Proaño Director: Patricia Erazo Ortega Quito– Ecuador Enero 2021 2 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec RESUMEN El volver a preguntarse, reformularse o poner en duda las estructuras impuestas, como principio de cambio, es una necesidad imperante en la actualidad, el regresar a la filosofía para dar un vuelco a las imposiciones sistemáticas, donde la criticidad a ese mismo sistema sea la pauta de un devenir. La filosofía estética tiene aún respuestas por dar a partir del arte como actividad inherente al ser humano desde sus inicios de relación con el mundo y su yo interior. Es así como esa actividad de expresión, de relevancia, vigente y urgente, se traduce en un accionar que quiebra lo estructural e impuesto por la alienación del individuo en su comportamiento, donde sus necesidades se han manipulado llevándole a una constante reificación, causando una sensación de insatisfacción constante. Ese accionar es el arte desde el acto de crear como sinónimo de ruptura, quiebre, transformación y transvaloración a partir de una dimensión que tiene esos mismos objetivos ahora olvidados y retraídos por ese mismo proceso utilitarista, la educación, por su contenido humanístico y generador de cambio. Todo este análisis y recorrido, sin afán de dar respuestas absolutas y menos de solución a ciertos procesos que advierten siempre tensión es el fin a partir del pensamiento de Herbert Marcuse, que bordea y desmenuza a la vez el significado y fenomenología que atraviesa al individuo, el ser social con aciertos, contingencias y devenires. Palabras clave: Arte, estética, filosofía estética, educación, alienación, transvaloración. 3 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec ABSTRACT To ask it again, reformulate or question the structures imposed, as a principle of change, is a prevailing need today; return to philosophy to overturn the systematic impositions, where the critically of that same system is the guideline of a becoming. Aesthetic philosophy still has answers to give from art as an inherent activity of the human being, from the beginning of his relationship with the world and his inner self. This is how this activity of expression, of relevance, current and urgent, is translated into an action, that breaks the structural and imposed by the alienation of the individual in his behavior, where his needs have been manipulated leading him to a constant reification, causing a sensation of constant dissatisfaction. This action is the art from the act of creating as a synonym of rupture, rupture, transformation and transvaluation from a dimension that has those same objectives now forgotten and withdrawn by that same utilitarian process, education, for its humanistic content and generator of change. All this analysis and journey, without eagerness to give absolute answers and less of a solution to certain processes that always warn of tension is the end from the thought of Herbert Marcuse, which borders and breaks down at the same time the meaning and phenomenology that crosses the individual, being social with successes, contingencies and events. Key words: Art, aesthetics, aesthetic philosophy, education, alienation, transvaluation. 4 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec Contenido 1. INTRODUCCIÓN. ............................................................................................................ 5 2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA. ......................................................................... 6 2.1. Justificación ................................................................................................................. 8 2.1.1. Pregunta de investigación. ................................................................................. 11 2.2. Problema de investigación ........................................................................................ 11 2.2.1. Hipótesis............................................................................................................. 11 2.3. Antecedentes. ........................................................................................................... 11 2.4. Objetivos de la investigación: ................................................................................... 14 2.4.1. Objetivo general: ............................................................................................... 14 2.4.2. Objetivos específicos: ........................................................................................ 14 3. MARCO TEÓRICO......................................................................................................... 15 3.1. CONTEXTO. ................................................................................................................ 15 3.1.1 Relación entre arte y sociedad ............................................................................... 15 3.1.2 Retorno a la filosofía estética. ................................................................................ 24 3.1.3 Problemas axiológicos. ........................................................................................... 26 3.2. EDUCACIÓN Y FILOSOFÍA ESTÉTICA. ......................................................................... 28 3.2.1 Una educación liberadora ....................................................................................... 28 4. METODOLOGÍA. ........................................................................................................... 33 4.1. Enfoque ..................................................................................................................... 34 4.2. Técnicas de análisis de datos. ................................................................................... 36 5. RESULTADOS................................................................................................................ 37 5.1. Conclusiones.............................................................................................................. 37 5.2. Recomendaciones ..................................................................................................... 40 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS..................................................................................... 42 5 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec 1. INTRODUCCIÓN. La estética, la estética pedagógica y la filosofía estética han sido en su momento motivo de reacciones duales o de concepciones profundas. Sin embargo, bajo su contenido emergen conceptos como, conciencia, arte, reflexión, libertad, belleza y algunos más que se dan encuentro en su figura. Es así como todos estos conceptos caen en la interpretación histórica, pues es evidente que el arte y más allá de su conceptualización, ha estado presente en todas las etapas históricas y civilizaciones. “La conciencia y la reflexión sobre la belleza y el arte hanacompañado al ser humano desde tiempos inmemoriales” (Moreu, 2013). En este devenir histórico de la estética y el arte, del individuo y su accionar han sido su mayor referente, tanto en su individualidad como en su accionar social, por ende, el ser humano ha encontrado en ella respuestas que van más allá de la sola contemplación y al parecer juzgada por esta misma inclinación fuera de la razón y pragmatismo, creando incertidumbre, vacilación y hasta confusión. Al referirse al campo social y específicamente en las esferas o componentes del ser humano, como la educación, la cultura, la política y otros, ha sido fundamental y decisiva en el desarrollo del hombre. “Puede decirse que los fundamentos de la educación y la cultura en Occidente tienen un componente estético muy significativo” (Moreu, Cercós, & Rivas, 2013). Al hablar de estos componentes o dimensiones en las cuales el hombre se desenvuelve, proyecta y desarrolla, entendiendo estas acciones como un proceso integrativo, vinculado y relacionado con el arte, proyectado a la vez en la cultura como seña y huella del paso del hombre por la necesidad de crear para sobrellevar esa misma realidad que lo agobia y empuja hacia la mortalidad como debilidad, como un fin que roba la posibilidad de ser más que solo carne y hueso para salir hacia el imaginario, la liberación del ser en la manifestación de la trascendencia del sujeto por sobre el objeto. Si bien este escape o salida, a partir de la creación es el principio de una posición frontal liberadora, de crítica y auto reconocimiento a través del arte, la educación va de la mano con este acto, que no solo se basa en la acción y movimiento como determinante de su esencia, sino en el devenir, en la transgresión y ruptura de lo establecido mediante ese propósito de cambio. 6 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec Entonces al hablar de una educación para la liberación o liberadora se entiende al arte como posibilitador de cambio mediante un ejercicio creativo, el crear, como generador de realidades afectivas, sensibles y acordes a nuestra naturaleza olvidada y la educación como el escenario perfecto y definitivo para lograr ese acometido. “Propuestas donde confluyen y se complementan diversas metodologías y recursos estéticos y pedagógicos para, desde los planos simbólicos, subjetivos, creativos, sensibles y afectivos, apuntar a la concientización y liberación de las múltiples opresiones interrelacionadas de clase, raza, etnicidad, género, sexualidad, etc.” (Cartagena, 2015). Este podría ser el ejemplo desde la institucionalización de la educación y una propuesta de integración de las artes con propósitos de liberación con la pedagogía y sus particularidades dentro de la enseñanza aprendizaje. Razón y sensibilidad, reducto de la estética desde la filosofía y desde la pedagogía como mediadora y recursiva entre los impulsos racionales, propias de una educación contemporánea y los impulsos sensibles, que logren romper preceptos gnoseológicos reducidos a una sola concepción cognitiva racional, olvidando la sensitiva como base de cualquier mínima intención de educación liberadora e integral. Si bien los esfuerzos de gestores culturales, artísticos, políticas vigentes y demás apuntan a esa reivindicación del arte como puntal y propuesta de cambio, transformación desde la educación, base del análisis de esta investigación, la política y la relación con el accionar de la estética, son la iniciación en el camino para un proceso de liberación que va más allá de la contemplación artística, sino que nazca del arte que rompe desde la estética como filosofía, de crítica de la realidad, de construcción a partir de la ruptura, del acto creativo que irrumpe y reconfigura al ser y sus estados. 2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA. Si partimos de la pregunta ¿Por qué la filosofía estética aporta en educación a través del pensamiento de Herbert Marcuse? Y en la búsqueda de una respuesta o varias debemos recabar en la relación del arte con principios no solo axiológicos, como se limita en parte esta investigación, sino también en principios o concepciones de liberación que se juntan en el componente educativo, por una educación liberadora, partiendo justamente del principio del 7 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec valor como requisito olvidado o pisoteado por el trato cosificado e interesado de una sociedad notoriamente utilitaria. Bajo este principio es importante determinar ambas realidades, educación y estética como paralelas en su acción en el desarrollo de las condiciones inmanentes, propias del ser humano de trascender y elevar su condición de sujeto cognitivo, complejo y simple a la vez; pues el arte, la estética, el crear y la educación desde estos principios no solo busca el satisfacer una necesidad educativa, económica o social, sino, el crear espacios, contextos y escenarios de escape, de fuga ante una sociedad homogeneizante, junto a la concienciación de lo no visible (sensible), lo rechazado y prohibido; lo idéntico en lo visible, lo común y el común sensible como principio de relación y orden en la comunidad y relación a la vez entre estética y política; entonces, objeto y sujeto de crítica, auto reflexión, resistencia, transformación, deformación o cambio. El arte crea y en la medida en que crea; resiste. Así como la filosofía crea conceptos, la ciencia prospectos y funciones, el arte crea perceptos y afectos. La creación escapa a la comunicación. Deleuze sostiene que concebir una idea no es del orden de la comunicación, resulta irreductible a ella. Mientras que la comunicación trasmite información, es decir, consiste en hacer circular palabras de orden, por lo tanto, en propagar el sistema de control, el arte se opone a ella a partir de la creación. (di Filippo, 2012) Por tanto, al hablar de arte y parte de su contexto, su relación entre praxis y desde la praxis, como el conocimiento más allá de solo los hechos, sino desde los significados y símbolos e interpretaciones, nos llevará a determinar necesariamente desde la filosofía estética la comprensión bajo análisis de una determinada realidad social, cultural y educativa, como principio y objeto que Marcuse lo relaciona. Tal como se explica anteriormente, se debe resaltar que el principio u objetivo de este análisis e investigación no es el buscar resolver problemáticas en esa praxis con respecto al arte y su relación con el medio, sino el encontrar la valoración y despliegue de las posibilidades que el arte (Filosofía Estética), desde la educación y la realidad social, cultural, y económica, brinda como posibilidad y nueva perspectiva epistémica bajo el análisis de la propuesta de Marcuse. 8 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec 2.1. Justificación Las realidades pueden ser diversas, pero su vigencia en la actualidad es una necesidad imperante para la reformulación de procesos y objetivos educativos, y más allá en la reformulación axiológica bajo estructuras y condiciones sociales cambiantes. Si hacemos un recorrido encontraremos su relación directa con procesos cognitivos y la relevancia en procesos educativos puntuales que destacan por su orientación relacional histórica. La primera vez que se utilizó la palabra estética en las aulas españolas fue como resultado de la aplicación del Plan Pidal (1845). Pero para que la estética adquiriera un rango de plena disciplina autónoma, tendremos que esperar a la aplicación de la Ley Moyano. El Real Decreto aprobando los programas de estudios de las Facultadesde Filosofía y Letras, Ciencias exactas, físicas y naturales, Derecho, Medicina y Farmacia, del Ministerio de Fomento de 11 de septiembre de 1858 es una primera concreción de aquella ley de instrucción pública, aprobada un año antes. En el artículo 4 se determina que los alumnos que quieran aspirar al grado de doctor han de estudiar dos asignaturas, Historia de la filosofía y Estética. (Alemany, 2013) La posición de la estética en el campo social y estrictamente educativo, como en el ejemplo español citado, tiene un papel decisivo en la formación del individuo, tanto en la misma asimilación de una realidad y asentamiento de sus principios, como en la promulgación de facultades de cambio con y como promesas libertarias. “El arte, y las prácticas estéticas en general, constituyen hoy una de las formas más dinámicas de interactuar con la realidad social circundante, en la medida que contienen las herramientas necesarias para hacer del ser humano una experiencia integral” (Jaramillo Valencia & Betancur, 2019). Es importante por tanto establecer que la estética abarca todos los componentes que inciden dentro del quehacer humano como se mencionaba. La educación no se aparta de este objetivo, y su gran relación con la filosofía y el ser y su desarrollo cognitivo, son la pauta para establecer que la estética cumple y potencializa el objetivo de liberación. Aristóteles llamaba a este efecto como el purificar, principio e inicio del concepto de la kátharsis vista desde la estética (poética), sin dejar a un lado la mímesis y su potencial impacto en el aprendizaje, “la catarsis trágica” (Trueba, 2004). Efecto que provoca el arte, entre oponer y reconciliar al mismo 9 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec tiempo, la capacidad de crítica y posicionamiento de los impulsos de liberación. “La libertad tendrá que encontrarse en la liberación de la sensualidad, antes que en la razón y en la limitación de las facultades (superiores) en favor de las (inferiores)” (Marcuse, 1970a). La alineación de estas facultades “superiores” en son de los falsos gritos de libertad, la satisfacción de necesidades aleatorias y el falso progreso es y ha sido muestra de una civilización industrial avanzada, pero al reconocer que esta etapa histórica se ha transformado el escenario cambia y la educación dentro del plano estético deberá empezar a tomar vigencia. La estética nunca había tenido el protagonismo, la presencia social y la diversificación teórica que tiene en la actualidad. En el ámbito educativo también puede afirmarse que nunca en educación se habían registrado tantas experiencias que tienden a recuperar el papel fundamental de la estética en sus planteamientos pedagógicos. Sin embargo, tras la ordenación de esta muestra suficiente de referencias, se descubre que ese papel natural y fundamental que la teoría concede a la estética en la fundamentación de la educación no se ha correspondido, ni se corresponde, con una presencia relevante en la realidad teórica y práctica de la pedagogía. (Moreu, 2013) El cómo, cuándo y dónde bajo la explicación de la temporalidad como una condición dentro de los planos de la percepción y sus intrincaciones históricas, expuestas en la simbología o representaciones del arte, son un punto de partida en el recorrido de esta investigación, sin embargo, en el plano educativo cabe destacar que su enlace - relación o partiendo de una visión sistémica, revela la posibilidad de potencializar su accionar. La teoría materialista de la filosofía del arte, enmarcada en la conjunción de la teoría estética y política nos conduce a cuestionar los efectos de percepción. En la herencia de Rousseau, la literatura y el arte hablan de un modo distinto respecto del campo irreconciliable de la política que debe describir las cosas tal cual son. Hobbes desde su visión, sostendría que describir a semejanza implica entender la política, y por eso reducirla a administración. Así, en la concepción hobbesiana, el Estado encierra la fragilidad de un orden que no tiene fundamento mítico. Un vacío que descansa en una historia compartida, en una idea de representación, en la construcción de un orden hegemónico. La estética y la política su subordinan a una variable que el Nietzsche de "Ecce Homo" la definiría como Tempo Décadent: cadencia en decadencia. El tiempo 10 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec se conjuga como la veleidad de la vida en Shakespeare, pero también en las Meninas de Velásquez. Se trata de la irrupción del tiempo en el que al poder mostrarse tan claramente una producción de sentido, ya tal sentido no es esencial o fundante. La multi-dimensionalidad del tiempo es una filiación de miradas y enfoques ávidos de horizontes de conocimiento colectivo a través del arte. La idea de tiempo se articula como bisagra para reflexionar en la conjunción de los campos de la estética y la política. El tiempo irrupto de Benjamín Walter no es lineal y homogéneo. El Ángelus Novus de Paul Klee es la expresión catastrófica de la cadena de acontecimientos, que manifiesta el ángel de la historia, definiendo la tempestad del progreso. Entre las ruinas queda la religión como algo superado y sobre el cual el ser mítico quiere regresar, buscando la vieja certidumbre de un orden que se impone al caos que vive en la tempestad. (Sigal, 2011) La representación, los códigos y símbolos serán el recaudo para el encuentro, y el reencuentro con el todo, con la unión y relación del todo, donde el tiempo será un condicionante de esa misma totalidad. Haremos una apuesta contundente, para ahondar en lo colectivo, sin importar la contemporaneidad o la anuencia clásica de una obra, de un escrito, de una dimensión del arte. En la conjunción "y", nos detendremos para considerar la filiación del tiempo a través de la idea de la representación. El tiempo va a ser el conductor para anudar teorías. (Sigal, 2011) La estética transvalora, reinventa y revela, confluye entre la misma razón en armonía con el placer, su poder reside en la imaginación, en la rebeldía de los sentidos y su ampliación a favor de los principios del placer. El recorrido de esta investigación apunta hacia ese recorrido, entre y para una educación no represiva, de dominación. “En la que la razón es sensual y la sensualidad racional” (Schiller, 1795). Entonces, la pedagogía estética, desde la teoría de arte y realidad, se amplía a un universo de posibilidades entrelazadas desde el mismo individuo hasta su devenir como ser social, componente de varias realidades que emergen y confluyen en la existencia del ser, su misma complejidad y a la vez sencillez, fragilidad. 11 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec Lo anterior nos permite concluir que el concepto estético de la existencia, tal como ha sido diseñado, puede hacer contribuciones muy importantes en el campo disciplinar y profesional de la pedagogía, enriquecer la reflexión sobre diversas nociones fundamentales, como formación, sujeto, relación pedagógica, espacio pedagógico, etc. Nuestro concepto es construido para devenir en una experiencia. Es una teoría que deviene en una práctica y ejercicio auto-formativo, en una capacidad de poner en cuestión los sutiles y poderosos condicionamientos y procesos de disciplinamiento provenientes de la cultura. Por tanto, constituye una novedosa y valiosa herramienta de transformación social y política y de reivindicación del sujeto. (Correa, 2012) Bajo lo dicho la teoría del arte y realidad junto con la estética y su forma pedagógica,es incitadora, en el mismo nivel que formativa pero no normativa, su componente de liberación y revelación será el regreso a la filosofía, a los orígenes, a la rebelión, la desublimación y al placer como principio inmanente. 2.1.1. Pregunta de investigación. ¿La filosofía estética aporta a la educación a través del pensamiento de Herbert Marcuse, bajo la teoría de arte y realidad? 2.2. Problema de investigación 2.2.1. Hipótesis El presente trabajo no amerita el planteamiento de una hipótesis. “En la investigación cualitativa puede prescindirse del planteamiento de la hipótesis porque no se hacen suposiciones previas, se busca indagar desde lo subjetivo la interpretación de las personas acerca de los fenómenos de la realidad que se investigan y por tanto no hay mediciones posibles” (Marquez et al., 2019). 2.3. Antecedentes. 12 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec Desde la perspectiva pedagógica la estética ha contribuido de manera directa en la intervención educativa y a la vez de manera experiencial. Nuestro concepto es construido para devenir en una experiencia. Es una teoría que deviene en una práctica y ejercicio auto formativo, en una capacidad de poner en cuestión los sutiles y poderosos condicionamientos y procesos de disciplinamiento provenientes de la cultura. Por tanto, constituye una novedosa y valiosa herramienta de transformación social y política y de reivindicación del sujeto. Es una idea-fuerza que convoca a la estructuración y potenciación de las subjetividades del presente, continuamente amenazadas con la desintegración. (Correa, 2012) Esta transformación se ve reflejada en antecedentes que validan desde varias áreas disciplinares, pero más allá las potencializa en son de la reivindicación de la actividad humana. En el mundo postmoderno, el individuo ya no es más un individuo, sino parte de un conglomerado anónimo, homogéneo e impersonal, desvinculado de su historia colectiva, pero al mismo tiempo desvinculado de sí mismo, de su Yo autónomo, en el que la imitación domina el panorama de las reivindicaciones personales en aras de un ethos, un estilo de vida impuesto homogéneamente por la funcionalidad de la producción cultural. (Romeu, 2008) Este postulado es el inicio o causa de ruptura. El rompimiento dado desde la causa y origen de esta homogeneidad como necesidad, pues el primer encuentro se da en el principio de realidad y sus condicionamientos dados por su acción social, principio de actuación. El inicio de un proceso de desublimación para reivindicar, potencializar el principio del placer, es un reto que solo se puede lograr mediante el arte y la estética como fundamento. En la medida en que las relaciones de poder emplazadas y los saberes instaurados se materializan y consolidan en determinadas formas del pensar, avaladas por los correspondientes aparatos ideológicos de Estado, la práctica crítica debe enfrentar una doble tarea: en primer lugar, develar las relaciones de poder materializadas, por ejemplo, en determinados aparatos ideológicos de estado, determinadas relaciones de dominio3 o determinadas prácticas, establecidas, al parecer, de manera inapelable; 13 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec segundo, hacerse cargo del desafío de esbozar las posibilidades de pensar de otra manera. Y en esto, de acuerdo con lo expuesto, consiste el genuino potencial crítico del psicoanálisis: en su defensa y rescate del ethos griego que consiste, precisamente, en recuperar la posibilidad de pensar de una manera cualitativamente diferente. La realización de esta posibilidad pasa, en primer lugar, por la rotunda y categórica recusación del pensamiento único y totalizador y, en segundo lugar, por la reformulación de sus principios y de sus ideales (de cura, de adaptación, de salud mental) desenmascarando, de este modo, la ironía de aquellos dispositivos de saber y poder que elaboran sostiene y fomentan determinados modos de sujeción enmascarados bajo las promesas de liberación terapéutica. (Bornhauser, 2009) Es necesario establecer como antecedente y base sociológica al mismo psicoanálisis. Su relación y cualidad múltiple establece o posibilita la reflexión y el análisis de la realidad para establecer los límites de la homogenización y sus connotaciones de dominación. El psicoanálisis es una práctica plural, múltiple y abierta. Su diálogo con otras disciplinas no solamente constituye una contribución relevante al debate público contemporáneo, sino que se torna en exigencia indispensable en cuanto a su devenir como discurso interesado en librarse de la tutela o servidumbre con respecto a los saberes establecidos. (Bornhauser, 2009) Indispensable y a la vez vigente es el analizar el papel de la imaginación como un proceso cognitivo del ser humano, sin embargo, las condiciones históricas cambian las reglas de los estamentos sociales y los procesos de liberación y en su momento deberán ser analizados desde un nuevo contexto que implica nuevos poderes de sujeción. Este antecedente será indispensable analizarlo como base y principio axiológico y dentro del mismo contexto educativo. Marcuse concede una gran importancia a la imaginación o fantasía en la crítica y renovación de la razón. La conceptualiza como la facultad de la utopía, porque convierte lo posible y razonable en real, liberándolo de su carácter represivo. La imaginación, además, se niega a aceptar el orden fáctico, es el Gran Rechazo: la protesta contra la represión innecesaria y la defensa de posibilidades reales de liberación que 14 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec han sido relegadas a la tierra de nadie de la utopía por el principio del rendimiento impuesto por el capitalismo avanzado al principio de realidad. (Sáenz, 2018) La historicidad y su análisis será indispensable con el fin de lograr que los antecedentes en son de vigencia lleguen a ser visualizados, por ello es necesario una interpretación social vista en movimiento. A diferencia de Freud, advierte que la idea de una civilización no represiva ya ha dejado de ser utópica, dado que las condiciones técnicas de la época la hacen perfectamente realizable. Existe ya la posibilidad real de una transformación en el ámbito material que conduzca a nuevas formas de vida. (Sáenz, 2018) Las nuevas relaciones de producción, medios y fines serán el escenario de un nuevo análisis que debe ser visto desde la estética, como única alternativa en movimiento, al mismo ritmo de la misma filosofía y su regreso inminente y necesario. La educación es un reto desde esta perspectiva, esa educación reflexiva, critica y revolucionaria, a favor del mismo hombre y sus facultades inseparables. 2.4. Objetivos de la investigación: 2.4.1. Objetivo general: - Analizar como base teórica la importancia y relevancia en educación de la dimensión estética como principio filosófico y epistémico a través del pensamiento de Herbert Marcuse. 2.4.2. Objetivos específicos: - Contextualizar la vigencia reflexiva del pensamiento Marcusiano en torno a su visión de la filosofía estética como componente educativo. - Potencializar la vigencia y necesidad histórica de la filosofía estética como componente axiológico educativo. 15 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec 3. MARCO TEÓRICO 3.1. CONTEXTO. 3.1.1 Relación entre arte y sociedad 3.1.1.1 Sociedad industrial avanzada Sincaer en la sola contemporaneidad como ilusión del juego del tiempo y sus avatares que llenan de vacío los espacios que rigen el actuar del ser en sus dimensiones, en sus vastas dimensiones, donde la estética se conjuga con los momentos políticos, una mirada desde la teoría materialista de la filosofía del arte, para detonar la percepción en son de la búsqueda de sus propias limitaciones, pues ambas se conectan buscando las bases de la teoría social. “No hay autor que no esgrima pensamiento político sin contemplar de fondo alguna narrativa estética clásica” (Sigal, 2011). Es pertinente entender que el profundizar en lo social, comunidad, sociedad, familia, etc., fuera de la importancia de una obra de arte específica, su influencia, concepto o apreciación, es la finalidad. No es la intención el interpretar un componente artístico en su contexto histórico, sino que el tiempo es quien nos va a dar la posibilidad de ahondar desde una visión estética interpretativa colectiva o social, sus derivaciones y características que constituyan el inicio de un fragmento teórico estético y narrativo. “El tiempo no sólo como temporalidad de la obra, sino como la dimensión de la inabarcabilidad” (Sigal, 2011). Inabarcable, pero imprescindible, como la misma imaginación y lo que se imagina, principio del arte y la obra de arte que se sujeta en su misma objetividad, sin responsabilidad alguna más que la puesta en develación de su rostro oculto, su interpretación forzada por el observador. Adorno lo describe y expone que toda obra de arte busca la identidad consigo misma, esa identidad estética que va en auxilio de lo no idéntico, lo oprimido como reflejo de lo no visible en la realidad, esa realidad que ya abarca un contenido de otredad, de ser social, que impone presión identificadora (Adorno, 1980). La relación entre la esencia y su expresión creativa, el nacimiento de la obra de arte y su fuerte contenido interpretativo del medio, entre la mimesis y la diégesis. “El doble carácter del arte como autónomo y como fait social” (Adorno, 1980). Forzado o no, es el contenido de la apropiación histórica y su dinámica, bajo un mismo criterio comunicacional sin perder cada una sus propios límites. 16 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec En este doble carácter, el hecho social nos compete, pues en los antagonismos de la realidad es dónde se encuentra la raíz de los problemas que se reflejan en el arte, inmanente a su naturaleza, aquella que crea tensión y desafía la misma realidad, la descalifica, critica y desenmascara, base de la interrelación entre el arte y la sociedad. “El arte extrae su concepto de las cambiantes constelaciones históricas” (Adorno, 1980). Aquellas cambiantes constelaciones, sucesos históricos, que desde la visión estética se vislumbra para entender estos sucesos desde su misma construcción, de frente y como frente, desde la belleza, lo sensible y porque no, la misma razón, a favor del rescate de valores y condiciones inmanentes de bienestar en el hombre. El arte, y las prácticas estéticas en general, constituyen hoy una de las formas más dinámicas de interactuar con la realidad social circundante, en la medida que contienen las herramientas necesarias para hacer del ser humano una experiencia integral. (Jaramillo Valencia & Betancur, 2019) Si partimos desde el contenido del hecho social, como mencionábamos anteriormente, entonces la realidad se ve puesta en el punto de reflexión y criticidad desde la estética, origen de una posición que atenta contra los valores impuestos y la misma posibilidad de cambio a través de la relación del hombre y la naturaleza a favor de esta integralidad. La filosofía nunca había dejado de reclamar el derecho de orientar los esfuerzos del hombre hacia un dominio racional de la naturaleza y de la sociedad, o de fundar esta reclamación en el hecho de que la filosofía elaboraba los más altos y más generales conceptos para conocer el mundo. (Marcuse, 1971) De esta afirmación iniciamos un camino que nos traslada hacia el análisis de la realidad actual, pero era sin duda necesario entender que esta tensión, hombre- naturaleza, es el punto de partida que inmediatamente aborda dos posibilidades de análisis que Marcuse las establece y enmarca basados en el psicoanálisis, como base teórica psicológica, dirigida en esencia a comprender la realidad actual del hombre versus el desarrollo del aparato mental represivo. “El Ontogénico y su visión del crecimiento del individuo reprimido desde la primera infancia hasta su existencia social consciente. El Filogenético enfocado al crecimiento de la civilización represiva desde la horda original hasta el estado civilizado totalmente constituido” (Marcuse, 1968). Estos dos referentes nos dan la posibilidad de comprender el objetivo propuesto por Marcuse en el 17 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec análisis de la sociedad industrial avanzada, un contexto histórico con carácter represivo, dominante y destructivo. “¿La amenaza de una catástrofe atómica que puede borrar a la raza humana no sirve también para proteger a las mismas fuerzas que perpetúan este peligro?” (Marcuse, 1971). Frase introductoria que encierra el pensamiento Marcusiano sobre la civilización y su contenido contradictorio. Si la realidad tiene estos componentes negativos y contradictorios es necesario retomar los dos niveles citados anteriormente y entender su objetivo dentro del estudio y enfoque de la teoría de Marcuse. El campo ontológico apunta a investigar el desarrollo de la represión en la estructura instintiva del individuo, los instintos como escenario de lucha donde se libera la promesa de felicidad y libertad, (posterior análisis pertinente a la educación y revaloración axiológica), la revalorización del placer, de su importancia en el desarrollo humano a partir de la reivindicación de los sentidos y erotización del organismo. Este es el principio del placer según Marcuse (Marcuse, 1968). En oposición, el principio de realidad, donde se manifiesta la escasez como eje de la satisfacción de necesidades, la manipulación de esta y la constante contradicción con el principio del placer, pues su actuar es suspendido y el dolor es unos de los factores más potentes, junto a la frustración como consecuencia, en son de la sublimación y dominación, mediante el trabajo y actividades que satisfacen medianamente estas necesidades aleatorias y represivas. (Marcuse, 1968) Por último, el filogenético, hacia el mismo punto de encuentro, el origen de la represión que gira entre la primera infancia y sus particularidades, el complejo de Edipo, el trauma del nacimiento y otras, que anuncian en base a la teoría freudiana su fuerte sesgo biológico sin contemplar al hombre social y sus relaciones complejas. La herencia arcaica, el pecado original, el placer supremo (padre monopolizador del placer), el despotismo patriarcal, son los términos que Freud establece como el eje de una sociedad donde el individuo es castigado por estos impulsos de dominación y acciones que no ha hecho (Marcuse, 1968). Sin embargo, Marcuse define su posición claramente con este advenimiento infiriendo que el interés desde el psicoanálisis radica específicamente en lo simbólico. “Nosotros usamos la 18 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec especulación antropológica de Freud sólo en este sentido: por su valor simbólico” (Marcuse, 1968). Este recaudo simbólico que se interpreta en la civilización industrial avanzada como el fortalecimiento de las institucionesde control, de dominación, sobrepasando la esfera de las relaciones personales, y en este mismo desarrollo es donde se mina la base establecida de la sociedad industrial; pero más importante es el simbolismo representativo que ofrece la base psicoanalítica, aquella que impulsa, revoluciona al determinar que el padre puede ser vencido sin hacer estallar el orden instintivo (principio del placer) y el social. (Marcuse, 1968) Esta frase pretende establecer que el niño sin saberlo sumerge su identidad en una autoridad regularmente constituida, perpetuando el legado de las funciones del sistema y sus instituciones de control. Hilo de tensión, esa tensión necesaria para comprender que las formas de liberación contenidas en planos de autoridad educacional y económica, se dará en el cambio del principio de actuación por el principio de placer, el desvanecimiento de la imagen de estas instituciones de control y su descalificación por el arte, el juicio, el niño, el adolescente, el adulto crítico, desde la estética y su poder de liberación. Principio de placer y de realidad, opuestos y en constante “tensión”, aquella tensión que desde la estética y para el arte son su leitmotiv. 3.1.1.2 Sociedad tecnológica. Automatización. El paso vertical, lineal, sin vuelta atrás de la sociedad industrial avanzada a nuevas formas de producción y productividad han transformado no solo a los medios de producción, fuerzas de producción y la misma mercancía, sino también a sus relaciones. La reificación o cosificación y el extrañamiento o alineación son los antecedentes y a la vez consecuencias de este cambio en las fuerzas productivas, la mercancía se posiciona en el centro de la fenomenología del consumo, su influencia en la conducta del individuo y la sociedad en general. La forma mercancía penetra en la estructura de las necesidades vitales transformándola hasta el punto de ocultar el carácter social de las relaciones entre los hombres y mostrarlas como relaciones entre cosas. De esa manera, la mercancía aparece como 19 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec forma “universal”, abarcando la totalidad del mundo del hombre y, fundamentalmente, determinando el modo en que éste concibe la realidad. (Conti, 2011) Las condiciones de vida han variado bajo estas variables y no solo en sus diferencias o similitudes como fenómenos vigentes, sino en sus múltiples despliegues en el accionar humano, tanto social como individual. La relación entre la alienación del hombre y su contexto fenomenológico con la reificación y su influencia en las relaciones sociales como característica conductual, es el principio y a la vez el fin de esta sociedad industrial que emerge o se transforma en una nueva forma de sociedad, basada en nuevas formas de control y alienación, con características que las mismas formas de producción y productividad propias de una sociedad industrial, antes mencionadas, son puestas en posición de decadencia. Al hablar de condiciones de vida se debe entender que muchas de las dimensiones del hombre se ven comprometidas en este paso, cambio o proceso en la sociedad contemporánea. Pero al avanzar sobre el estudio de las condiciones de esa alienación o extrañamiento que se afianza en el mundo contemporáneo, se observan las implicancias de esa “condición” más allá del mundo del trabajo o del tiempo-de-trabajo, extendidas hacia el conjunto de las relaciones sociales y específicamente hacia el campo de la cultura. (Conti, 2011) El trabajo, el trabajo excedente, el tiempo de trabajo, la misma cosificación de las relaciones sociales y alienación son las bases semánticas en el manifiesto del mundo contemporáneo, pero entran nuevos elementos en juego, desde la misma semántica como ejercicio inicial: automatización, tecnología, tecnocracia, tiempo de ocio, desalineación y otros que ya son parte de una nueva forma de ver el escenario social y sus intrincaciones. Ya lo advierte Marcuse, en la misma dinámica crítica, aquella que apunta hacia el análisis y el encuentro con las características inmanentes del hombre. La nueva forma que toma la sociedad industrial avanzada, la forma de una sociedad tecnológica, de la información, y otros términos que llegan a calificar esta transición. La técnica y su avance, la automatización, como ejes y caracteres que inciden en todos los escenarios productivos, fuerzas, relaciones y medios. “La tecnología sirve para instituir formas de control social y de cohesión social más efectiva y más agradables” (Marcuse, 1971). 20 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec Bajo este contexto y estrictamente en lo que nos atañe como análisis desde la trinchera estética, es como la libertad, la cultura y sus derivaciones, la educación y problemas, que inciden en los límites axiológicos, se ven afectados, cambiados a estas nuevas formas de control, dominación y alienación. Como lo define Marcuse, son en esencia más efectivos y a la vez agradables, pues el contenido de su estructura se mide por la satisfacción de la nueva forma de establecer e inducir la necesidad, necesidades que con la técnica en el centro se han convertido en falsas, ilusorias y aleatorias. Todas estas particularidades se enfocan en la permanencia del orden social establecido, donde el principio del espacio privado, como punto crítico, se ve absorbido por el espacio público por medio de estas nuevas formas de control basadas en la tecnología, los medios de comunicación masivos y su propósito, aquel que distrae, enmascara la división de clases bajo el supuesto mejoramiento o elevación del nivel de vida. Habermas, Adorno y Horkheimer lo advirtieron y el primero menciona este análisis de Marcuse definiéndolo como la totalización de la razón instrumental donde: Se facilita así el dominio de fuerzas impersonales y burocráticas, lo cual introduce nuevas formas de opresión. De modo especial, la racionalización moderna tiende a socavar las bases de la persona autónoma; la creciente instrumentalización, como advirtieron Adorno y Horkheimer hace setenta años, termina por ahogar la significancia del individuo en el seno de una sociedad sistematizada. (Garcia-Granero & Ortega Esquembre, 2019) División de clases, medios de comunicación, espacios público-privados, orden social, etc.…son el punto de análisis de Marcuse con un enfoque profundo y puntual en sus postulados. Pero el modo en que Marcuse vincula la alienación a una racionalidad reducida se fundamenta con mayor profundidad atendiendo a los elementos represivos que el autor identifica en el surgimiento de las sociedades modernas. Así, la mutilación de la racionalidad tiene que ver con el cambio de los “principios de realidad” que Freud analizó. (Conti, 2011) Este contexto, realidad, es el punto de partida donde la estética plantea según Marcuse una posibilidad de cambio, revolución, rompiendo las estructuras vigentes de la unidimensionalidad y su espectro represivo, dominante, que concluye y determina la forma 21 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec deshumanizada que el mismo hombre ha creado. “El universo de la cultura no científica es un universo multidimensional en el que son irreductibles las “cualidades secundarias” y en el que toda la objetividad se halla cualitativamente relacionada al sujeto humano” (Marcuse, 1970). Una posibilidad de revolución, no para mejoramiento de los niveles de vida, pues esta resultaría ser un alargamiento de los mismos procesos capitalistas de alineación, sino una real, de conciencias, quevuelque la voluntad del hombre a favor de la misma naturaleza, su propia naturaleza a partir de la belleza, el arte, el crear y la estética como principio revolucionario dentro de lo sensible. 3.1.1.3 Sociedad de la información. La forma societaria disciplinaria, aquella que se rinde ante nuevas formas de control, donde el encierro y sus límites ahora se ven como un pasaje que llega a su fin. La mercancía y la producción son trasladadas a nuevas formas de alienación, una auto alienación basada en la insatisfacción continua de manera profunda, la manipulación del deseo y la necesidad aleatoria, circular, sin fin. La información y la comunicación entran en ascenso hacia lo digital y numérico, un lenguaje que esconde la narrativa comunicacional desde lo humano y afectivo, como una intención de dominación que devalúa las formas y sus contenidos en diáfanos dioses que prometen una falsa auto proclamación de libertad, de individualidad y bienestar bien administrada. “La libertad misma obra como vehículo de adaptación y limitación. Estas tendencias represivas (y regresivas) acompañan a la transformación de la sociedad industrial en sociedad tecnológica bajo una administración absoluta del hombre” (Marcuse, 1970b). Al hablar entonces de la información y no solo de lo tecnológico nos trasladamos en primera instancia a un cambio drástico de la “sociedad industrial avanzada” hacia una nueva era que rompe con lo característico de esta sociedad industrial, y en segunda instancia a reformular las características de las relaciones sociales, educativas, económicas y demás. Si se pretende establecer o analizar las dinámicas de esta etapa, nos encontramos que la información, su administración, su sentido comunicacional y su posicionamiento en la realidad hegemónica es el eje en esencia del sistema de control. 22 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec “Para Deleuze, la información es la que suscita la entrada en crisis de la disciplina y de sus instituciones panópticas de encierro, en la medida en que ésta permite la emancipación de la vigilancia del ojo” (di Filippo, 2012). Desde esta perspectiva nos limitaremos a entender o descifrar el aspecto comunicacional como punto de partida de la relación entre política y su relación con la estética, pero sin caer en alevosías y pretensiones que intenten conjeturar más allá de lo sucedido (devenir) y más bien intentar ser puntuales en el hecho histórico como tal y sus contextos, particularidades, que nos allegan bajo la lupa. Al comprender que la estética y el arte está íntimamente ligado al quehacer político y que la deseable propuesta del arte como fuente de generación de contraposición constante contra lo establecido, de su orden impuesto, bajo cualquier contexto o época histórica, es el inicio de la entrañable posición de promesa de liberación y resistencia ante la reificación invariable, que mencionamos de manera reiterativa en nuestra investigación. Sin embargo, bajo los dos parámetros u horizontes que nos guían o atañen, el histórico y su carácter político y el arte, frente a lo comunicacional y sus figuras de forma y conceptuales dentro de lo estético, se ha desplomado hacia el vacío, un desencanto producto de esa misma reificación, inicio del quiebre y cambio de modelo de manera paulatina. Sin duda, la trayectoria del discurso situacionista, surgido de un movimiento artístico vanguardista de posguerra, convertido en los años sesenta del siglo XX en crítica radical de la política, y absorbido en la actualidad por la vulgaridad del discurso desencantado que actúa como de sustituto "crítico" del orden existente, es una trayectoria sintomática de las idas y venidas contemporáneas de la estética y la política, así como de las transformaciones del pensamiento vanguardista en pensamiento nostálgico. (Paredes, 2009) La mercancía, la cosificación, la sensación confundida, mezclada con lo sensacional, aquello que inunda el sentido crítico de formas convertidas en cliché, aleatorias y sin presunción de rompimiento, son aquellas que desde lo comunicacional se alarga en una espiral sin fin, donde la alineación es el objetivo de lo manifiesto sin ser ni siquiera percibido. A quién pertenece este contexto de comportamiento, sino a la cultura, una cultura socavada en la misma pertenencia de claudicación ante el sistema opresor. Entonces, ¿a qué arte nos debemos? A 23 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec aquel que rompe e inquieta, a lo estético desde lo ínfimo, desde la raíz de la incertidumbre y el caos, de la nada como un impulso de creación de un todo. “En este sentido, el arte llama al caos con todas sus fuerzas, lo afronta, se inmiscuye y se hace cargo de él, traza un plano sobre el mismo dando lugar a un finito que devuelva lo infinito” (di Filippo, 2012). No se dejará un hilo suelto, ni tampoco se liberará responsabilidades, desde la ética como un devenir no sólo histórico, sino como principio de motilidad, desde el acontecimiento y toda su fuerza de choque, de acción y de cambio. La antesala de la decadencia y sus encantos de auto satisfacción, de la minúscula palabra que atañe al gran enunciado de lo vulgar, basada en la igualdad de los deseos que niega los verdaderos propósitos de las formas y sus contenidos, volviéndolos huecos y vacíos como una necesidad para necios. Ya la cultura se absorbe y cae en la soberanía de la racionalización de lo indispensable y la cadencia de lo superficial, sin entender desde la trinchera del yo y menos del compendio del nosotros como un abismo que soslaya sus propias profundidades y peligros. La cultura, que se vende como una mercancía más en el mercado, promueve figuras y arquetipos de entronización del orden establecido que determinan las actitudes, actividades, maneras de estar en el mundo y ocupaciones socialmente útiles y que sirven para la reproducción y difusión a escala masiva de valores que perpetúan el sistema de dominación. (Osorio Calvo et al., ) Desde lo unísono de la dominación en sus diferentes escenarios, su perpetuación desde una sociedad industrial hasta la tecnológica, donde la comunicación se convierte en ese instrumento de alineación, analizada a partir de los límites de la manipulación de los contenidos y su valoración encerrada en la forma del engaño, de la satisfacción aleatoria, espiral, empieza la motivación del arte y la estética hacia la transgresión y la ruptura de esos valores difundidos como sinónimo de bienestar, para comprender la necesidad del inicio o más bien, de la prolongación de la sensibilidad, la creatividad y las formas más humanas posibles de reconciliar la actividad del hombre con su inherente estado de conexión con su naturaleza y la naturaleza, desde lo axiológico como camino hacia una transvaloración. 24 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec 3.1.2 Retorno a la filosofía estética. Una vez establecido el contexto y su preliminar análisis, pues la constante observación y revisión de la sociedad contemporánea es un requisito fundamental con el fin de cumplir con el objetivo de esta investigación. La filosofía estética o la estética fundamentada en sus propias virtudes rescata lo que aún podría ser la esperanza para una sociedad más justa pero más que todo humanizada. La propuesta de una revolución de conciencias, de un giro que inclusive va más allá del mismo concepto de revolución un cambio cualitativo, pues Marcuse advierte que la misma revolución en una sociedad y como lo ha demostrado la historia, trae en su posterior desarrollolos mismos sesgos de opresión y represión (Marcuse, 1970). Sin embargo, a pesar de esta última premisa que se enmarca en aquellas revoluciones que buscan liberar, liberar un estado, un padecimiento temporal, sin retorno hacia la misma conciencia, con la sola ilusión de un resultado, del fin, sin enaltecer y explorar el proceso como principio de significancia, de aprendizaje inclusive y peor aún como proceso digno de consecución. Por tanto, es permisible un accionar que detone una posibilidad de indulgencia en base a esa misma prolongación que realmente irrumpa ante ese síntoma de desaliento y desesperanza que el mismo ser humano a catapultado en son de una vida mejor. Entender estos mecanismos de represión, aflorarlos en el sentido de comprensión y aprehensión es quien sabe lo último que como especie podríamos intentar, sinónimo de reacción ante la imposibilidad de detener el declive mediante otras opciones escazas, volubles e ineficientes. El arte contiene, sustenta y a la vez irrumpe, rompe, batalla contra todo sistema de codificación establecido. Lo minimiza y convierte en un juicio de valor al punto de desmitificarlo a favor de la duda, de su conveniencia, fines o propósitos al parecer nobles. Precisamente, los movimientos artísticos son máquinas de guerra. Las máquinas de guerra tienen una función colectiva, anónima, en tercera persona. Son polimorfas, difusas. Suponen una guerra sin línea de combate, sin enfrentamiento, retaguardia, ni 25 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec batalla. Son exteriores a la forma Estado, dirigidas contra ella en su forma actual o virtual y, a la vez, irreductibles. Sólo existen en sus propias metamorfosis… (di Filippo, 2012) La oposición, la contraportada, el vivir y morir racionalmente productivos, en el filo entre el placer y sus afecciones sensitivas y la muerte en espera de una realización negociada. Es entonces posible entender esa realidad, comprender lo que sucede desde la batalla que el arte propone y dispone en sus armas de combate. Lo sensitivo, el placer, el afecto no solo como un discurso retórico y desgastado, sino desde la misma capacidad que tiene el hombre de encontrar esperanza, aquella que la ha permitido resurgir en cada tropiezo que históricamente ha enfrentado. El resurgir, construir y volver a renacer es una característica inmanente en el individuo, la misma historia lo comprueba, como es comprobable que, mediante esa misma esperanza movida por la tenacidad del afecto, del bien común y más que todo la creación, el crear, han sido los móviles de ese destello de resurgimiento. Resurgir a partir del crear, y el crear como acto de resistencia, “crear no es comunicar sino resistir” (Gilles Deleuze, ). En el solo hecho de proponer desde la palabra o la forma que nace de su creador, de aquella coexistencia entre el mismo poder y la resistencia, fuerzas incontenibles que suscitan constante tensión en un devenir que al fin no deriva solo del sujeto o del sujeto en sí, sino de la subjetivación de los contenidos. Esta tensión es aquella que dentro de la misma vida y coexistencia de ambas fuerzas permite crear y por ende crear nuevas formas de vida en ese devenir. Existe una relación entre vida, resistencia y creación, pues, es en el interior de las relaciones estratégicas que se encuentran las fuerzas que resisten y que crean. Lo que resiste al poder, a la fijación de las relaciones estratégicas en relaciones de dominación, a la reducción de los espacios de libertad en el deseo de dirigir las conductas de los otros, hay que buscarlo en el interior de esta dinámica estratégica. Es en este sentido que la vida y lo viviente devienen «materia ética» que resiste y crea a la vez nuevas formas de vida. (GIRALDO DÍAZ, 2006) El poder y la resistencia coexisten, por tanto, no se pretende de forma ingenua terminar con un sistema de alineación, sino el de buscar fortalecer esos devenires no solo desde un 26 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec planteamiento histórico dialéctico y sus características visibles o no, es más bien comprender la tensión que impone ese proceso desde un devenir sinónimo del acontecimiento que formule y fortalezca esa misma resistencia coexistente. El arte como se ha mencionado rompe, irrumpe ese proceso comunicativo que el poder mediante la información establece códigos y mensajes de represión y alineación constante, espiral y coercitivo. El arte reconfigura al objeto, lo minimiza a sus condiciones mínimas de existencia y razón de ser desde una perpetua significación dirigida y administrada, lo conduce hacia una potente resignificación a partir de esa misma subjetivación, transformándolo, mutándolo hasta tomar nuevas cualidades relacionadas a la libertad, a la misma resistencia. “La transformación estética es entonces liberación” (Marcuse, 1971). 3.1.3 Problemas axiológicos. Al hablar de un cambio cualitativo los recursos para ello son explícitamente consecuentes con el advenimiento de la sensibilidad y la sensualidad-afecto como la base de un cambio que rompa con el principio de realidad impuesto, el cual se ha detallado como característica propia de la sociedad de control, industrial avanzada y tecnológica. La “transvaloración de los valores”, un nuevo hombre que rechace el principio de actuación por el principio del placer. “Un tipo de hombre que se haya liberado por sí mismo de la agresividad y la brutalidad inherentes a la organización de la sociedad establecida, y a su moralidad puritana e hipócrita” (Marcuse, 1970). Someter a la racionalidad impuesta desde todas las esferas de poder, converger el arte con la técnica y revocar a la necesidad basada en la escasez y a la satisfacción de éstas con el trabajo en convergencia con el juego, del espacio que sumerge a la necesidad en la frivolidad y emerja en son de los espacios de libertad. “La sensibilidad y la sensualidad, la imaginación creadora y el juego, que se convierten en fuerzas de transformación” (Marcuse, 1970). Es acaso una quimera, el fin de la utopía capitalista arrolladora si, de la propuesta deshumanizada que eleva a la violencia y la destrucción como valores de dominación, confusión y alienación. Nuevos valores, trascendentes en la consciencia y la sensibilidad. 27 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec Los valores promovidos desde la sociedad buscan la uniformidad de todos los individuos, el establecimiento de una conciencia colectiva domesticada que legitime, por la introyección de dichos valores, la perpetuación de este sistema de autoridades e instituciones que arrebatan el placer liberador y lo sustituyen por una serie de sucedáneos que atrapan la conciencia bajo la apariencia de una felicidad que cuesta la entrega de la persona a un trabajo penoso y no gratificante que le permitirá comprar estos sucedáneos de placer. (Osorio Calvo et al., ) La unidimensionalidad del hombre y la necesidad de la transvaloración en el sentido más profundo, la gratificación y el placer contra la represión, el encuentro del hombre en su devenir frente a la estética, la belleza y la sensualidad que afiance su propia naturaleza y sus condiciones inmanentes que la misma naturaleza le ha otorgado. Su individualidad, su realización como sujeto social en base a esta individualidad, que va en contra de la homogenización y su perverso propósito bajo la razón instrumental y la técnica que antepone sus fines cuantitativos-ganancia e invalida la gratificación instintiva, sensual y creativa. La satisfacción aleatoria, la inmediatez comoresultado de su reificación, la identificación y su proyección vital, emotiva y sensorial en los productos que consume, dejando su propósito e interés fundamental y profundo, la esencia de su totalidad, compleja y definitivamente fuera de la esfera instrumental. La tarea, “nuestra tarea la educación” (Marcuse, 1970). La misma connotación, el mismo objetivo liberador, la dialéctica de la liberación, el encuentro en una educación con un enfoque multidimensional, el espíritu y el cuerpo, la razón y el placer, la imaginación y la creatividad como eje de reflexión y criticidad. Es buen propósito terminar esta parte de la reflexión con otra reflexión, que hará del siguiente capítulo un buen augurio. Durante siglos enteros los filósofos y los artistas se han esforzado por hacer descender la verdad y la belleza hacia el abismo de la humanidad vulgar; ellos se pierden en el empeño, pero la verdad y la belleza, abriéndose paso gracias a su vitalidad indestructible, ascienden victoriosas. (Schiller, 1795) 28 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec 3.2. EDUCACIÓN Y FILOSOFÍA ESTÉTICA. 3.2.1 Una educación liberadora Una vez definido el contexto se aborda el tema educativo desde el aporte de la teoría de Marcuse y su propuesta de transvaloración. Es necesario aclarar que la actividad educativa no sólo está compuesta por el componente axiológico, sin embargo, es importante recalcar que este componente es uno de los de mayor trascendencia en el quehacer educacional general. Esta realidad no se contradice con el contexto educativo y su apreciación desde la noción de contemporaneidad, ésta que obedece a los mismos avatares de la civilización industrial avanzada, tecnológica o de la información, dentro de un escenario de racionalidad instrumental. “Muchos teóricos han descrito la modernidad como una forma de pensamiento occidental de carácter científico, individualista y progresista en sentido evolucionista” (Díez del Corral Pérez- Soba, Pilar, 2005). Esta modernidad abarca en su totalidad la noción cultural y por ende la educativa, como rezago del mismo orden de productividad y cosificación. En resumen, el componente educativo, como toda organización que obedece al mantenimiento del estatus quo, se rige a la satisfacción de las necesidades productivas que impone el orden dominante y alienante. “Un modelo de vida que trata de imponerse como el único posible, fundido en las leyes del mercado y en el proceso de globalización” (Sánchez Sánchez, 2010). Estos modelos de vida que acentúan las intenciones de homogenizar al individuo, las individualidades se ocultan en la distracción con los objetos que produce el sistema como requerimiento indispensable para obtener felicidad aparente. La institucionalización obediente, pasiva y de reclutamiento de consciencias a favor del sistema productivo y su rol de ganancia y lucro, ese mismo rol al que el sistema educativo no es ajeno. El retorno de las teorías cognitivas cientificistas, las neurociencias a las interpretaciones sobre la enseñanza de la lectura y la escritura; la consideración de una segunda campaña al desierto educativo; la educación religiosa en las escuelas públicas, entre otras cosas, confirman la sospecha de traición por parte de la burguesía financiera a sus principios 29 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec de clase fundacionales, igualdad, fraternidad y soberanía; traición, quizás, íntimamente ligada al cinismo de sus discursos y al poder del mercado. (Perez Lus, 2017) Por tanto, la cultura, la educación y demás componentes no están exentos de las particularidades o intenciones de un sistema de imposición de comportamiento alienado. Es importante anotar que bajo los antecedentes definidos sobre el poder y sus diatribas frente a este comportamiento y en relación con la resistencia, la educación juega un papel trascendente en ese mismo ejercicio de resistencia, pues el cambio, el devenir antes configurado bajo la premisa de no solo como un antecedente histórico, sino como un acontecimiento que deviene hacia el cambio, la transformación y ante todo la formación crítica, creadora y creativa que es y debería ser el propósito de una educación que busque esa tensión que crea resistencia. La retórica estatal, la normativa y su ejercicio al parecer esencial en sus objetivos utiliza términos adecuados y precisos en esa función trascendente cayendo en un determinismo leguleyo fuera de una causa o acción apegada a la realidad. Crear, conocer, disfrutar, desarrollar identidad, integrar, enriquecer el acervo cultural entre otras… son la muestra de ese propósito que encierra un contexto retórico. La Educación Estética es parte de la formación integral del niño y joven; así como del desarrollo cultural y artístico de los pueblos, aspectos necesarios para que se expresen a través de sus diferentes manifestaciones. La inclusión del arte en los procesos de enseñanza aprendizaje coadyuvará en la expresión de ideas, emociones, sentimientos, disfrutar, crear, adentrarse en la propia identidad cultural, convertirse en un ser emotivo, preparado para socializar, mantener relaciones interpersonales de manera abierta, desarrollar la creatividad y encontrar soluciones en pos de un Buen Vivir. (Montero Zamora, Gavilanes Yanez, & Cadena Hernandez, 2014) Importante o no el delinear una normativa, su aplicación sería el preámbulo de un nuevo análisis que no compete en este momento, pero si advertir los resultados que no son tan difíciles de palpar. Si entendemos que la estética si contiene esas particularidades, su esencia dentro de los contenidos basados en el percepto, la sensibilidad y el mismo afecto que contribuyen de manera trascendente en el individuo y sus múltiples relaciones, no es el motivo de ambigüedad, está claro en el análisis que antecede, sino su uso para ese mismo ejercicio de alineación a favor 30 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec de la institucionalización predominante y castrante, aquella que limita a la cultura dentro de un círculo de lo sensacional e individualización enmarcada en la cosificación y ahora auto alineación, aquella espiral e inacabable. Se impone la obligación de la capacitación y formación permanente, como validación sin fin. No hay ciclos cerrados, siempre se está en movimiento, todo se retroactiva, nunca hay sobreseimiento, no hay punto de llegada ni sensación de descanso, ni satisfacción por el logro. Lo que cunde es la moratoria ilimitada, la deuda eterna, el sentimiento de falta. (di Filippo, 2012) Y el mercado académico se rige en ese mismo ciclo, contribuye a ese efecto de marketing de oferta formativa, entre lo sensacional con promociones educativas que caen en el juego de lo absurdo, entre la creación de espacios de formación que sustentan el advenimiento de una educación que llena un vacío entre la productividad y el crecimiento personal, una educación light, sensacionalista y hueca. A la mano opciones rebuscadas de contenidos académicos que sobrepasan lo racional y caen en la satisfacción de un mercado que, de idéntica manera, se alinean al régimen de consumo, superficial y advenedizo. De ahí lo inacabable, lo espiral en la educación como deseo vacío. Si la cultura, la industria, la fábrica, empresa están siendo motivo de cambio, de concepción bajo el techo del control, la escuela y la universidad no son una anomalía a este contexto, pues “El régimen de las escuelas se empieza a regir por la formación permanente y la evaluación continua” (di Filippo, 2012), comolo advertíamos, una evaluación que sostiene al carácter individualizante de control, de auto insatisfacción continua y permanente ausencia de logro y realización, prolongando el consumo de productos académicos sin fondo. La escuela y la universidad no se conciernen a contener esas fuerzas, las prolongan en virtud de su misma pertenencia social a la cual se enquistan. La sociedad disciplinaria se pone en marcha a través del aseguramiento de la obediencia a sus reglas, procedimientos y mecanismos de inclusión y de exclusión, aseguramiento que se logra por medio de instituciones disciplinarias como la prisión, la fábrica, el 31 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec asilo, el hospital, la universidad y la escuela, las cuales estructuran el terreno social y presentan lógicas adecuadas a la «razón» de la disciplina. (GIRALDO DÍAZ, 2006) Entonces, cabe preguntarse nuevamente ¿Existe posibilidad alguna de una educación liberadora? Hemos resuelto o contestado antes esta pregunta, y sin duda insistiremos en dar razones y argumentos que ratifiquen esa posibilidad de cambio, de resistencia. El acto educativo en si es un acto político, deriva de las decisiones que se entrelazan de la convivencia y bienestar, crecimiento y desarrollo a través de momentos históricos y contractuales, por tanto, bajo esa misma premisa determinamos las singularidades que ello implica desde la misma legalidad y normativas antes expuestas, aquellas serviles y de poca monta desde la estética como punto de inicio. El acto de creación en la educación, el acto de “crear” en la educación es el inicio de un acto de resistencia, de transformación, donde el individuo posea la libertad de irrumpir como acto revolucionario. La creación en sí misma, desde el arte y la acción consecuencia de ese acto, sin ser expresamente comunicativo como lo derivamos anteriormente, es en principio un acto de rebelión, entre el individuo y las masas, ese acto cumple con su objetivo de ruptura. Crear no es comunicar sino resistir (...) Escribimos según un pueblo por venir que no tiene lenguaje (...) El acto de resistencia tiene dos caras: es humano y es también el acto de arte (…) Sólo el acto de resistencia resiste a la muerte, ya sea en forma de obra de arte, o en forma de lucha humana. (DELEUZE Gilles, 1987) Un acto político, antipolítico, pero al fin de resistencia. Marcuse lo concibe desde la afinidad del contenido, la dimensión estética, “el potencial político del arte radica en su dimensión estética, siendo su relación con la praxis débil y decepcionante. Cuanto más inmediatamente política es una obra de arte, más pierde su poder de descentramiento y la radicalidad, la trascendencia de sus objetivos de cambio” (Marcuse Herbert, 1979), siendo esta dimensión estética el punto de partida entre lo político y su dimensión educativa en relación con la estética como eje de cambio. 32 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec Al iniciar esta investigación se advertía que el fin de la educación en este escenario no es el de crear o formar artistas (un brinco cualitativo), sino el de fomentar mediante la estética y el arte individuos críticos, capaces de discernir mediante esa criticidad entre servilismo, esclavitud de conciencias y libertad; crear, construir en ese devenir actos de reflexión y acción que potencialice y genere espacios trascendentales de cambio. Creación, belleza, afecto, libertad, igualdad, son los conceptos que van de la mano a favor de la autodeterminación del individuo desde la estética y la misma educación, como un acto político independiente de la tendencia política dominante. Como un acto crítico. Sin este acto auto determinante del espíritu del individuo se anula cualquier posibilidad de crítica experiencial y por ende cultural. Sin esta crítica de la experiencia el estudiante se halla privado de sus herramientas y métodos intelectuales, que le capacitan para comprender su sociedad y la cultura de ésta, como un todo en la continuidad histórica en la cual esta sociedad realiza, desfigura o niega sus propias posibilidades y promesas. (Marcuse, 1970) Realidad configurada y bien administrada, una ceguera a favor de la nulidad, del verdadero fin de la educación y sus modelos, preceptos y alcances. Redefinir los contenidos de la cultura, la educación en consecuencia de sus propias motivaciones y objetivos traerá consigo una resultante de individuos críticos y de pensamiento libre, auto determinados y una organización educativa independiente de poderes y valores dominantes. 33 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec 4. METODOLOGÍA. La estructura de esta investigación parte de la conjunción de realidad y conceptos con el fin de intentar mediante esa relación crear un ambiente de análisis situacional del arte, la estética y su potencial énfasis en el impulso en el área de la educación como proceso y objeto de transformación del individuo y a la vez mediante ese mismo vínculo llegar a una nueva síntesis. Esta conjunción-relación requiere una interpretación práctica, básica para el desarrollo y desenvolvimiento del objeto de estudio y comprensión de la realidad como eje vertebral de ese análisis pertinente. Por tanto, el trabajo teórico relacionado con la praxis (realidad) es indispensable con el fin de conocer y comprender esa misma realidad, sus contradicciones, vínculos, intereses, fenómenos y demás. Es así como podemos basar la estructura de esta investigación bajo una metodología de estudio descriptivo que centra su análisis y desarrollo en la expresión de concepciones racionales. “El propósito del investigador es describir situaciones y eventos. Esto es, decir cómo es y se manifiesta determinado fenómeno” (Hernández, Fernández, & Baptista, 1990). Bajo lo expuesto cabe destacar que como objetivo o propósito en general no es pretender resolver problemas de esa misma praxis, sino el posibilitar bajo este análisis descriptivo, expandir, concienciar, sensibilizar y potencializar los límites de la educación artística, el arte y la filosofía estética como principio de resignificación, transición, transvaloración, vinculándola a otros campos como la misma educación y su importancia en esos principios, como característica descriptiva que “miden o evalúan diversos aspectos, dimensiones o componentes del fenómeno o fenómenos a investigar” (Hernández et al., 1990), en fin, buscar una nueva perspectiva epistemológica que nos aporte una nueva mirada de la educación artística y la educación en sí. Entonces, el lineamiento sistémico y argumentación racional pretenden encontrar y comprender las diferentes interrelaciones y su características fenomenológicas que se despliegan o descubren en la realidad de ese contexto histórico, inscritas y delimitadas para su análisis y reflexión, principio hermenéutico y a la vez narrativo, basado en planteamientos crítico-dialécticos que aportan a la comprensión de las fuerzas, intereses sociales y económicos 34 Av. 12 de Octubre 1076 y Ramón Roca Apartado postal 17-01-2184 Telf.: (593) 2 299 17 00 ext. 0000 Quito – Ecuador www.puce.edu.ec que actúan respecto a las realidades mencionadas como objeto de estudio, con una vista y perspectiva de comportamiento y sesgo cultural de la realidad. Diseño modalidad. • Cualitativa. Tipo de investigación. • Teórica. Recolección de información. El conocimiento o marco referencial conceptual. Procedimiento de investigación documental • Primer paso: Determinación genérica del área de
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