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IntroduccIón
A lo largo de la historia, las serpientes han sido una par-
te importante del desarrollo cultural del hombre; su pre-
sencia en las diferentes culturas se encuentra rodeada de 
mitos y magia. Un ejemplo claro son las tradiciones judeo-
cristianas, en donde la serpiente es considerada como la 
reencarnación terrenal del mal. En otras culturas —tanto 
pasadas como presentes— las serpientes han sido divini-
zadas en los cultos y tradiciones; ejemplos de ello son al-
gunos pueblos orientales, americanos e incluso europeos.
Artículo de revisión
Aspectos clínicos y epidemiológicos de la 
mordedura de serpientes en México
Iván renato Zúñiga carrasco,* Janett caro Lozano‡
resuMen
El ofidismo en el mundo es un problema sanitario al que debe prestársele especial atención por causa de las características 
clínicas y las situaciones epidemiológicas en que se presentan las mordeduras de serpientes venenosas. Este problema posee 
el agravante adicional de que, generalmente, es sufrido por individuos de escasos recursos económicos y de poblaciones mar-
ginales. En México, si bien no representan uno de los mayores problemas sanitarios, las mordeduras por serpientes venenosas 
son comunes en determinadas zonas, lo que pone en peligro la vida de los pacientes. Las principales responsables de los 
accidentes ofídicos en México son las especies de los géneros Bothrops y Crotalus, por lo que los antídotos utilizados para el 
tratamiento de las mordeduras de las mismas deben neutralizar venenos de serpientes de estos dos géneros.
Palabras clave: Mordedura de serpiente, cascabel, nauyaca, coralillo, cantil.
AbstrAct
The snakebite in the world is a health issue that should be paid special attention because of the clinical and epidemiological 
situations occurring poisonous snake bites. This problem has the added wrinkle that is usually suffered by individuals of low 
income and marginalized populations. In Mexico, while not representing a major health problem, bites by poisonous snakes 
are common in certain areas, endangering the lives of patients. The primary responsibility of the ophidian accidents in Mexico 
are species of the genera Bothrops, Crotalus, so the antivenom used to treat bites they must neutralize snake venoms of these 
two genres.
Key words: Snake bite, rattlesnake, nauyaca, coral snake, cantil (moccasins).
Vol. 6, Núm. 4 • Octubre-Diciembre 2013 • pp 125-136
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* Jefe del Departamento de Epidemiología. Miembro del comité Local de Investigación y Ética 
en Investigación en salud (cLIEs). Hospital General de Zona 18, IMss, Playa del carmen, Quintana roo.
‡ Jefa del Departamento de Epidemiología. Miembro del comité Local de Investigación y Ética 
en Investigación en salud (cLIEs). Hospital General de Zona c/MF 1, IMss chetumal, Quintana roo.
Correspondencia:
Dr. Iván Zúñiga carrasco
E-mail: ivan.zuñiga@imss.gob.mx
Recibido para publicación: 12 marzo 2013. Aceptado para publicación: 03 mayo 2013.
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Zúñiga CIR y col. Aspectos clínicos y epidemiológicos de la mordedura de serpientes • Evid Med Invest Salud 2013; 6 (4): 125-136 126
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En México se conocen unas 579 especies y subespecies 
de serpientes, de las cuales sólo el 21% posee venenos 
capaces de ocasionar daños serios al hombre (Cuadro I). 
Las serpientes venenosas de nuestro país están agrupadas 
en dos familias: Elapidae y Viperidae; la primera de ellas 
incluye a las serpientes marinas (Pelamis) y coralillos (Mi-
cruroides y Micrurus), mientras que la familia Viperidae 
está integrada por las serpientes de cascabel (Crotalus), 
las nauyacas (Bothrops, Botriechis, Porthidium, etcétera) 
y los cantiles (Agkistrodon).
MAterIAL y Métodos
La presente revisión bibliográfica se llevó a cabo a partir 
de diversos artículos escritos en Medscape, Artemisa, In-
biomed y SciELO, así como de la Guía de Práctica Clínica: 
Diagnóstico y Tratamiento por Mordedura de Serpientes 
Venenosas (SSA-298-10), con el propósito de saber la 
morbilidad actual en México y Latinoamérica. Asimismo, 
se hizo un análisis de los anuarios de morbilidad de ofidis-
mo del Sistema Nacional de Información en Salud (SINAIS) 
y del SUAVE 2000-2010.
FAMILIA ELAPIDAE
Los miembros de esta familia poseen dientes acanalados, 
relativamente rectos y escasamente móviles en la parte 
frontal de la maxila (dentadura proteroglifa) e incluye a 
especies muy venenosas como la cobra rey, Ophiophagus 
hannah, la mamba negra, Dendroaspis polylepis, de Asia y 
África, respectivamente, y la coral punteada, Micrurus ele-
gans en el trópico de México, encontrándose ampliamen-
te distribuidas en el mundo; sin embargo, en América los 
únicos elápidos (terrestres) son precisamente las corales 
(géneros Micrurus y Micruroides), y la serpiente marina, 
Pelamis platurus, que solamente se conoce de las costas 
del Pacífico mexicano. Su distribución abarca desde el sur 
de Estados Unidos hasta el norte de Argentina y Uruguay; 
son ovíparas (es decir, que ponen huevos). La familia con-
tiene unas 250 especies agrupadas en 60 géneros, aproxi-
madamente (Figura 1).
FAMILIA VIPErIDAE
Los miembros de esta familia se caracterizan por poseer 
un aparato venenoso muy especializado, con dientes 
agrandados, tubulares, móviles y que, por tanto, pueden 
cambiar de posición (dentadura solenoglifa), con un ve-
neno que por lo general es destructor de tejidos (también 
llamado hemotóxico). Los vipéridos de América al igual 
que sus parientes cercanos de Asia tienen, además de las 
fosas nasales (y justo atrás de ellas), dos fosetas termo-
sensibles ubicadas cada una a un lado de la cabeza; las 
cuales son capaces de detectar diferencias muy pequeñas 
de temperatura, lo que le permite a la serpiente sentir 
su medio ambiente, incluyendo a sus presas de sangre 
caliente. Los vipéridos son típicamente nocturnos, de 
cuerpo pesado, terrestres o bien son más delgados y ar-
borícolas. Se alimentan mayormente de vertebrados —al 
menos los adultos— y la mayoría son vivíparos (sus crías 
nacen vivas). Se encuentran en todo el mundo, menos en 
Cuadro I. características de las serpientes.
característica Venenosa No venenosa
cabeza triangular 
(las constrictoras tienen cabeza triangular)
Alargada 
(los elápidos tienen cabeza alargada)
escamas cabeza Pequeñas Placas anchas
Foseta loreal Presente Ausente
Forma de la cola corta y ancha Larga y delgada
escama cuerpo carenadas Lisas
color Mate Brillante
Ante agresión no temen tienden a huir
órgano termosensible Posee un hoyuelo (algunas constrictoras 
también lo tienen)
no posee un hoyuelo
Pupilas Pupilas elípticas (en algunas serpientes no 
venenosas que llevan vida diurna puede ser 
elíptica)
Pupilas redondas (en la familia Elapidae 
tienen este tipo de pupilas)
colmillos Posee dos colmillos no posee colmillos
Placas subcaudales una hilera dos hileras
Mordedura dolor agudo dolor moderado
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Australia, en algunas islas oceánicas y los polos y se reco-
nocen unas 200 especies vivientes, agrupadas en 28 géne-
ros, aproximadamente. Ejemplos de éstas son la nauyaca 
real, Crotalus scutulatus (Figura 2), Crotalus atrox (Figura 
3), Agkistrodon taylori (Figura 4), Bothrops asper (Figura 
5), entre otras.1-4
ePIdeMIoLogíA
Las mordeduras de serpientes o accidente ofídico se defi-
ne como una lesión cutánea provocada por la mordedura 
de serpiente, seguida de la inoculación de sustancias tó-
xicas (veneno) que lesionan los tejidos y condicionan las 
alteraciones fisiopatológicas de gravedad variable. En el 
año 2009, la Organización Mundial de la Salud (OMS) re-
conoció por primera vez a las mordeduras por serpientes 
venenosas como enfermedades tropicales mal atendidas. 
En los países con zonas tropicales o subtropicales, ésta es 
una enfermedad de riesgo para los trabajadores agrícolas. 
Las mordeduras porserpientes pueden causar la muerte 
o discapacidad física y psicológica; también representan 
un problema de Salud Pública Internacional, el cual se ha 
visto obstaculizado por insuficientes datos epidemiológi-
cos. En México la distribución porcentual de las morde-
duras es la siguiente: el grupo más afectado es el grupo 
entre 15-44 años con el 48.75% de los casos; el 64% co-
rresponde al masculino y el 36% al femenino. El 44% tenía 
actividades de campo, 22% eran estudiantes y el 17% se 
dedicaban al hogar; el 8% realizaba otras actividades y el 
2% eran obreros y profesionales; se ignora el dato en un 
7%.
La distribución de las mordeduras por región anató-
mica es la siguiente: el 72% en los pies y tobillos, el 14% 
en los muslos, el 13% en las manos y el 1% en la cabeza. 
El 92.1% de las personas agredidas fueron mordidas una 
sola vez y 5.1% dos veces, el 1.4% tres veces y se ignora el 
1.4% restante. El 44.9% de las personas fueron agredidas 
por cascabeles, 42.8% por nauyaca, 4% por corales, 3.6% 
por otras especies y se ignora el dato en un 5.1%.
En todos los grupos de edades predominó el sexo mas-
culino, situación dada por estar el hombre más expuesto 
al riesgo de mordedura por serpiente, debido a las carac-
terísticas del trabajo en labores agrícolas y por la mayor 
incidencia de estos accidentes, los cuales se da en el área 
rural.
El problema principal de las mordeduras de serpien-
tes no sólo reside en la posibilidad de muerte, sino en 
las secuelas ocasionadas por la aplicación de técnicas de 
primeros auxilios invasivas y agresivas; así como por un 
mal tratamiento médico o por los efectos del antídoto 
y sus reacciones alérgicas sobre el organismo. Además, 
Figura 1. 
Áreas potenciales de 
distribución de la herpetofauna 
de México. especie: Micruroides 
euryxanthus. Fuente: conABIo.
Zúñiga CIR y col. Aspectos clínicos y epidemiológicos de la mordedura de serpientes • Evid Med Invest Salud 2013; 6 (4): 125-136 128
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Figura 2. 
Aéreas potenciales de distri-
bución de la herpetofauna de 
México. especie: crotalus scu-
tulatus. Fuente: conABIo.
Figura 3. 
Aéreas potenciales de distri-
bución de la herpetofauna de 
México. especie: crotalus atrox.
Fuente: conABIo.
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Figura 5. 
Aéreas potenciales de distribu-
ción de la herpetofauna de Mé-
xico. especie: bothrops asper. 
Fuente: conABIo.
Figura 4. 
Aéreas potenciales de distri-
bución de la herpetofauna de 
México. especie: Agkistrodon 
taylori. Fuente: conABIo.
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Este documento es elaborado por Medigraphic
también reside en el ritmo de crecimiento acelerado de 
las comunidades rurales —que constituyen la mayoría en 
cada estado— la falta de los antídotos específicos en los 
hospitales y centros de salud, así como la carencia de se-
guros médicos de un alto número de habitantes que pue-
de agudizar aún más este tipo de accidentes ante los altos 
costos de cada dosis de antídoto (> 1,000 pesos) y en los 
costos derivados del tratamiento hospitalario.5,6
cArActerístIcAs y MecAnIsMos 
de AccIón deL veneno
PrINCIPALES COMPONENTES DEL vENENO OfíDICO
Fosfolipasa A2 (PLA2). Se dividen en dos grupos: I y II 
según la estructura primaria y los enlaces disulfuro. Ésta 
representa el componente más importante de los vene-
nos de serpientes responsable del efecto catalítico, de la 
mionecrosis, neurotoxicidad, cardiotoxicidad, hemólisis 
y del efecto anticoagulante e inhibidor de la agregación 
plaquetaria.
Hemorraginas. Son metaloproteinasas (MPs) de alto 
peso molecular, responsables de la lesión de la pared y 
endotelio capilar, de la digestión enzimática de las proteí-
nas de la matriz extracelular y lámina basal. Éstas generan 
el daño de la célula endotelial, hemorragia local y/o sis-
témica, así como la formación de flictenas en la piel y ne-
crosis hemorrágica; esta última conlleva a fibrosis y es la 
responsable de las secuelas por pérdida de segmentos de 
la extremidad.
Neurotoxinas. Afectan la unión neuromuscular y pro-
ducen una parálisis flácida. Pueden ser presinápticas o 
β-neurotoxinas como la de Crotalus durissus terrificus o 
postsinápticas, o β-neurotoxinas como los venenos de co-
rales y serpientes marinas, teniendo en cuenta que en el 
género Micrurus existen algunos venenos con efecto pre-
sináptico y postsináptico. Existen otros tipos de neuroto-
xinas como las fasciculinas, las cuales tienen un potente 
efecto inhibidor de las colinesterasas; las dendrotoxinas 
que bloquean los canales de potasio presinápticos y que 
incrementan la liberación de acetilcolina, y las kappato-
xinas que producen estimulación del sistema nervioso 
autónomo. Los síntomas producidos por el efecto neuro-
tóxico son: ptosis palpebral, oftalmoplejía, diplopía, visión 
borrosa, sialorrea, parálisis de la deglución y de los mús-
culos respiratorios.
Miotoxinas. Se conocen tres tipos diferentes de mio-
toxinas, a saber: las de bajo peso molecular (crotamina), 
las cardiotoxinas (elápidos) y la PLA2 miotóxicas que adi-
cionalmente se dividen en neurotóxicas y no neurotóxi-
cas. Las hemorraginas (PMs) producen miotoxicidad por 
la hemorragia e isquemia, lo que conlleva a fibrosis en el 
proceso de reparación y secuelas. Todas éstas afectan las 
fibras musculares y como consecuencia puede encontrar-
se dolor y debilidad muscular, así como aumento de los 
niveles de creatinquinasa, mioglobinuria, falla renal e hi-
perpotasemia secundaria.
Aminas biógenicas y sustancias proinflamatorias. Lue-
go de la inoculación del veneno se potencia la liberación 
de sustancias vasoactivas o proinflamatorias y se produce 
liberación de histamina por la degranulación de los mas-
tocitos secundaria a la acción de la PLA2; se produce un 
aumento en los niveles bradiquinina, por la acción enzi-
mática de las proteasas sobre el quininógeno plasmático. 
Se potencia la síntesis de los derivados del ácido araqui-
dónico como las prostaglandinas, leucotrienos y trom-
boxanos, facilitando además la quimiotaxis de células in-
flamatorias y macrófagos.
Nefrotoxinas. Pueden producir daño primario directo 
al tejido renal, manifestado por glomerulonefritis hemo-
rrágica o proliferativa, necrosis tubular aguda o necrosis 
cortical, como un daño secundario (condiciones como hi-
povolemia, hipotensión o rabdomiólisis que lleven a pro-
ducir insuficiencia renal aguda [IrA]).
Los venenos de las serpientes son las secreciones más 
ricas en enzimas y toxinas en la naturaleza y están com-
puestos por múltiples moléculas tóxicas. En los vipéridos 
americanos se pueden encontrar 13 neurotoxinas, tal 
como la mojavetoxina de C. scutulatus («cascabel del Mo-
jave»). Las mordeduras de estas serpientes pueden igual-
mente producir cuadros de neurotoxicidad y causar le-
siones locales. Debido a esto, la toxicidad de los venenos 
viperinos se debe a la sumatoria de la acción de sus com-
ponentes sobre diferentes sistemas y tejidos. Esta com-
plejidad de mecanismos pone en evidencia la importancia 
del conocimiento de las características tóxicas y enzimá-
ticas de los venenos que nos permiten entender mejor la 
fisiopatología de los envenenamientos y así poder evaluar 
las capacidades neutralizantes de los antídotos utilizados 
para tratar a los pacientes.
Se han realizado algunos estudios de caracterización 
de las actividades tóxicas de los venenos de serpientes 
de diferentes regiones del mundo, sin embargo, sólo se 
dispone de pocos estudios sobre las actividades enzimá-
ticas y tóxicas parciales del veneno de algunas serpientes 
que pueden encontrarse en México. Hasta la fecha, no se 
disponen de datos sobre las características bioquímicas y 
tóxicas de los venenos crudos de las serpientes de mayor 
importancia sanitaria de México,sobre todo de aquellas 
actividades relevantes en los procesos fisiopatológicos 
en los envenenamientos por vipéridos. Los venenos de 
M. nigrocinctus y C. scutulatus son los de mayor poten-
cia letal; este hecho está relacionado con sus caracterís-
131 Evid Med Invest Salud 2013; 6 (4): 125-136 • Zúñiga CIR y col. Aspectos clínicos y epidemiológicos de la mordedura de serpientes
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ticas neurotóxicas. El veneno de C. scutulatus posee una 
β-neurotoxina («mojavetoxina») en cantidades variables, 
mientras que los componentes neurotóxicos mayores de 
los venenos de los elápidos son las α-neurotoxinas que 
serían las principales causantes de la muerte por envene-
namientos. Uno de los fenómenos más conspicuos en el 
envenenamiento por vipéridos es la presencia de hemo-
rragias incoercibles por lesiones vasculares e incoagulabi-
lidad sanguínea por afibrinogenemia y/o inhibición de los 
sistemas hemostáticos y/o trombocitopenia. Todos los ve-
nenos muestran actividad hemorrágica, hecho esperable 
si consideramos que los venenos de vipéridos son ricos 
en hemorraginas, debido a que a partir del veneno de 
algunas de las especies estudiadas, éstas se han aislado y 
caracterizado varias hemorraginas.
En la mayoría de los casos el veneno penetra en la 
zona mordida y se distribuye con mayor o menor rapidez, 
el cual es absorbido por vía linfática. Solamente en raras 
ocasiones éste es inoculado directamente con la sangre, 
provocando tal vez la muerte en un lapso de tiempo muy 
breve, que a veces resulta inferior a un cuarto de hora.7,8
sIntoMAtoLogíA
Las manifestaciones de la mordedura —y sobre todo de 
la acción del tóxico sobre ella— son variables como res-
puesta lógica a la diversidad de los componentes del ve-
neno en cada una de las especies. Tanto la evolución del 
paciente como el pronóstico del proceso clínico son, en 
general, arriesgados cuando se desconocen los venenos 
y cantidades inoculadas. La acción local que provocan la 
mayoría de los tipos de venenos segregados por las ser-
pientes es esencialmente de necrosis. Tras una primera 
reacción de dolor intenso aparece un hematoma acom-
pañado de edema local y celulitis. Inmediatamente apare-
cen síntomas de parestesia y hormigueo con movimientos 
involuntarios de la zona afectada, así como astenia, adina-
mia, sialorrea abundante y parálisis de músculos faciales, 
lengua y laringe con los correspondientes trastornos de 
lenguaje y respiración para el paciente.
Un agravamiento del cuadro manifiesta una alteración 
de la percepción sensorial, visión borrosa, intenso dolor 
de cabeza, dolor abdominal, vómitos, oliguria/anuria, he-
maturia, hematemesis, gingivorragia, dolor retroesternal, 
ptosis, diplopía, hipotensión, dificultad respiratoria, arrit-
mias y colapso circulatorio.
Hay diferentes escalas para valorar la gravedad del cua-
dro tóxico que tienen interés pronóstico e implicaciones 
terapéuticas. A continuación presentamos una descrip-
ción general independientemente del tipo de serpiente 
venenosa que se trate:
• Grado 0. No existe envenenamiento, pero sí una au-
sencia de reacción local o sistémica, tan sólo existe la 
marca de los colmillos. Una probable mordedura de 
una culebra o de una víbora que no haya inoculado ve-
neno.
• Grado I: envenenamiento leve. Se encuentra un ede-
ma local moderado, a veces con equimosis alrededor 
del punto de inoculación y sin sintomatología sistémica 
(Figura 6).
• Grado II: envenenamiento moderado. Existe edema 
local marcado, con equimosis, linfangitis, adenopatías 
regionales, dolor intenso a la movilización y, en ocasio-
nes, manifestaciones sistémicas leves, como náusea, 
vómitos, mareo o diarrea (Figura 7).
• Grado III: envenenamiento grave. El edema regional 
puede llegar a sobrepasar la extremidad, el dolor es 
muy intenso y hay sintomatología sistémica o reper-
cusiones biológicas graves (coagulación intravascular 
diseminada, hemólisis, rabdiomiólisis, fracaso renal 
agudo, insuficiencia respiratoria, shock, trastornos 
neurológicos, etcétera) (Figura 8).
Figura 6. 
grado I.
Figura 7. grado II.
Zúñiga CIR y col. Aspectos clínicos y epidemiológicos de la mordedura de serpientes • Evid Med Invest Salud 2013; 6 (4): 125-136 132
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dIAgnóstIco
El diagnóstico se realiza basándonos en los signos y sín-
tomas de acuerdo con el tipo de serpiente que atacó a la 
víctima y complementándose con estudios de laboratorio, 
los cuales deberán incluir biometría hemática, plaquetas, 
tiempo de protrombina, tiempo de tromboplastina par-
cial, fibrinógeno, INr, CK. Generalmente el grado de en-
venenamiento por clínica puede ser subjetivo, por lo que 
se recomienda utilizar el método de Lee-White (inclinar el 
tubo seco suavemente cada minuto para observar si se ha 
formado un coágulo). Lo normal es que coagule en me-
nos de 15 minutos. Si el coágulo se forma parcialmente 
en 15-30 minutos éste se interpreta como prolongado. Si 
en 30 minutos no coaguló, se interpreta como infinito o 
incoagulable.8-11
trAtAMIento
TrATAMIENTO PrEHOSPITALArIO
El tratamiento prehospitalario debe considerar los si-
guientes aspectos:
1. valorar el estado de consciencia y tranquilizar al pa-
ciente.
2. Mantener la vía aérea permeable, en caso de que el 
paciente esté inconsciente o estuporoso.
3. Mantener ventilado al paciente con oxígeno (si se 
cuenta con éste).
4. Mantener un acceso venoso permeable, preferentemen-
te con solución ringer-lactato o solución salina al 0.9%.
5. No dar de beber bebidas fermentadas, alcohol ni esti-
mulantes.
6. Trasladar al paciente al centro de atención más cerca-
no, lo más rápido posible.
7. La extremidad mordida debe ser mantenida en reposo.
8. retirar cualquier clase de anillo o pulsera, así como 
cualquier prenda ajustada que pueda interrumpir la 
circulación sanguínea debido a la inflamación que 
más tarde se presenta y que puede en los casos 
más severos inducir a la amputación espontánea del 
miembro afectado (dedos, brazos, piernas).
9. Trasladar inmediatamente al paciente al lugar de 
atención médica más cercano; manejar la extremidad 
afectada inmovilizando como si fuera alguna lesión 
tipo fractura, luxación u esguince.
10. Se recomienda la intubación endotraqueal temprana 
en los pacientes con compromiso de la vía aérea, ya 
que esta acción previene la necesidad de la cirugía y 
probables complicaciones.12,15
MEDIDAS qUE NO SE rECOMIENDAN
1. No ingerir bebidas alcohólicas, estimulantes o medici-
nas (como antihistamínicos).
2. No hacer ninguna incisión, individual o múltiple.
3. No succionar el veneno con la boca, sobre todo si se 
tienen lesiones o caries.
4. No aplicar torniquete venoso y linfático, debido a que 
los venenos de las víboras atacan los tejidos, por lo que 
un torniquete podría ocasionar necrosis, además son 
muy dolorosos y al liberarse aumenta el flujo sanguíneo.
5. No aplicar hielo (crioterapia) en el sitio de la mordedura.
6. La aplicación de compresas calientes acelera la disper-
sión del veneno.
Figura 8. 
grado III.
133 Evid Med Invest Salud 2013; 6 (4): 125-136 • Zúñiga CIR y col. Aspectos clínicos y epidemiológicos de la mordedura de serpientes
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7. No aplicar electroshocks ni ningún tipo de descargas 
eléctricas.
8. El empleo del antídoto en el campo, vía intramuscular, 
es controversial, debido a la posibilidad de una reac-
ción alérgica que ponga en riesgo la vida del paciente.
9. Las pruebas de piel generalmente son poco confiables 
para determinar que una persona es alérgica o no a 
un antídoto específico.
10. No se debe capturar a la serpiente, sobre todo si no se 
tiene experiencia, pues esto puede resultar en otras 
mordeduras, agitación y pérdida de tiempo valioso. 
Una buena observación cuidadosa es suficiente.16,17
TrATAMIENTO HOSPITALArIO 
(Cuadros II y III)
En la analgesia se evitarán antiinflamatorios no esteroi-
deos (AINES) debido a su nefrotoxicidad. En caso de sumi-
nistrarla por vía oral, sedebe utilizar acetaminofén; por 
vía parenteral (Iv) utilizar opiáceos. Si no se cuenta con 
paracetamol se puede emplear metamizol sódico por te-
ner menos efecto nefrotóxico.
Ante la sospecha clínica de infección, se debe tomar 
una muestra del contenido de las flictenas obtenido por 
aspiración con una aguja estéril, haciendo una previa 
asepsia local y, enviar la muestra para Gram y cultivo. 
Idealmente en este caso se debe remitir el paciente. En 
caso de no ser posible la remisión y ante la alta sospecha 
de infección inicie una antibioticoterapia en el esquema 
de tratamiento no como profiláctico, evitando así, agen-
tes nefrotóxicos como aminoglicósidos y con cubrimien-
to para Gram negativos, anaerobios y Gram positivos. 
Específicamente de la cavidad oral y/o del veneno de la 
serpiente se han aislado diversos gérmenes como estrep-
tococos del grupo D y enterobacterias como: M. morga-
nii, Proteus rettgeri, Klebsiella spp., Morganella morganii, 
Enterobacter spp., Aeromonas hydrophila, Escherichia coli 
y S. aureus.
Las alternativas en su orden son:
• Clindamicina más ciprofloxacina o ceftriaxona.
• Oxacilina más ornidazol o metronidazol más ceftriaxo-
na.
• Ampicilina sulbactam (resistencia natural para Morga-
nella morganii).
• Administrar toxoide tetánico IM (ampolla de 0.5 mL) 
una vez que las pruebas de coagulación se normalicen.
controL y seguIMIento
En casos graves, se debe verificar la diuresis al menos 
cada hora o cada dos horas, teniendo en cuenta que el 
riesgo de falla renal se puede dar hasta una semana pos-
taccidente. En caso de disminución del volumen urinario, 
una diuresis inferior a 0.5 cm3/kg/hora o 1 cm3/kg/hora 
en adultos y niños respectivamente, verifique la calidad 
de la reanimación y líquidos de mantenimiento. En caso 
de mioglobinuria y riesgo de rabdomiólisis con niveles de 
CPK total > 3.5 veces el valor normal, se debe mantener 
un gasto urinario elevado > 3 cm3/kg/hora. Si es necesa-
rio, aplique furosemida en caso de haya oliguria y que el 
paciente no responda a los líquidos endovenosos, tenien-
do en cuenta que por la excreción de hidrogeniones se 
acidifica la orina y esto permite la precipitación de la mio-
globina en los túbulos renales.
La mejor forma de prevenir la rabdomiólisis es man-
teniendo un volumen urinario alto gracias a la adecuada 
hidratación y resucitación con cristaloides, así como te-
ner en cuenta que un accidente leve puede progresar a 
moderado o grave, por lo cual se debe hacer un control 
de los signos vitales, una evaluación de los pulsos perifé-
Cuadro II. tratamiento antiviperino tomando en cuenta 
los criterios de christopher y rodning.
Grado de 
intoxicación
Adultos Niños
Dosis inicial
Dosis de 
sostén
grado cero 
o sospecha
observación administración Iv
grado 1 leve 4 4
grado 2 moderado 5-6 6-8
grado 3 severo 6-8 6-8
grado 4 muy severo 25 6-8
Cuadro III. tratamiento anticoralino.
Grado de 
intoxicación
Adultos Niños
Dosis 
inicial
Dosis de 
sostén
Dosis 
inicial
Dosis de 
sostén
grado cero 
o sospecha
observación 
administración Iv
observación
administración Iv
grado 1 leve 2 2 o más 2-3 3 o más
grado 2 
moderado
5 5 o más 5-6 6 o más
grado 3 
severo
8 8 o más 8-9 9 o más
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ricos, progresión del edema y signos de sangrado local o 
sistémico en las primeras seis horas, además de continuar 
cada seis horas durante 24 horas. También se deben rea-
lizar controles de las pruebas de coagulación, plaquetas, 
función renal y hematológica. El edema no es un criterio 
utilizado para evaluar la respuesta al tratamiento, con-
siderando que un 40% de los pacientes ingresan con un 
edema que ya ha alcanzado el punto máximo y comienza 
a disminuir luego de 24 horas en el 80% de los casos, en 
40 horas en el 100%. Cuando existe un aumento del ede-
ma luego de este periodo, se debe sospechar síndrome 
compartimental en proceso o infección. Luego de la dosis 
adecuada de antídoto según la clasificación del accidente, 
el 95-100% de los pacientes corrigen en las primeras 12-
24 horas las pruebas de coagulación como el TP, TPT, fi-
brinógeno y prueba del todo o nada; mientras que el san-
grado debe corregirse en el 100% de los pacientes en las 
primeras 6-12 horas de aplicado el antídoto. Así, las dosis 
adicionales de antídoto con 2-3 ampollas sólo se deben 
aplicar a las 12 horas por persistencia del sangrado dife-
rente de la hematuria, o a las 24 horas por persistencia de 
la coagulopatía. La hematuria se debe resolver de 48-72 
horas en el 95% de los casos, excepto si ocurrió nefritis. 
La trombocitopenia resuelve luego de tres a cuatro días, 
a menos que exista un proceso infeccioso. Los niveles de 
CPK deben normalizarse de tres a cuatro días. La presen-
cia de focalización, convulsión y alteración del estado de 
conciencia deben hacer sospechar hemorragia o trombo-
sis del SNC. Se debe mantener un nivel de seguridad de 
hemoglobina (Hb) de 7 g/dL excepto en los pacientes car-
diópatas o con síntomas como taquicardia y ortostatismo 
que requieren niveles de Hb mayores; también se debe 
realizar una aspiración o drenaje de las flictenas cada 24 
horas; cultivar según el estado y la condición clínica del 
paciente; evaluar la extremidad para descartar la presen-
cia del síndrome compartimental y descartar la hipoeste-
sia, la pérdida de la sensibilidad profunda y la propiocep-
ción, así como edema a tensión y disminución o pérdida 
de los pulsos periféricos en orden de gravedad.
Se confirma con la medición de la presión intracom-
partimental (PIC) en niños > 30 mmHg y adultos > 45 
mmHg. Sin embargo, en nuestro medio no se utiliza de 
rutina el dispositivo para la medición de la PIC, puesto 
que éste es un procedimiento invasivo que lo contrain-
dica en casos de coagulopatía, sino que el diagnóstico 
es más clínico. El tratamiento se realiza con manitol al 
20%, 1-2 mg/kg o 5 cm3/kg, para pasar en 30-60 mi-
nutos, teniendo en cuenta las contraindicaciones como 
hipovolemia, edema, hemorragia pulmonar o en SNC 
y anuria. Si la extremidad no mejora luego de cuatro 
horas, o la PIC en caso de ser medida porque no existe 
contraindicación y se cuenta con el recurso no mejora 
está indicada la fasciotomía, previa normalización de 
los tiempos de coagulación. En caso de procedimien-
tos quirúrgicos como lavado y desbridamiento de tejido 
necrótico, así como drenaje de abscesos y amputación 
de extremidades se deben realizar luego de tres a cinco 
días de transcurrido el accidente. Siempre tomar mues-
tras microbiológicas en los procedimientos quirúrgicos. 
La implantación de colgajos o injertos deben ser dos 
semanas postaccidente.
AccIdente oFídIco en eL eMBArAZo
Poco se ha publicado acerca del accidente ofídico y sus con-
secuencias durante el embarazo. Estudios experimentales 
en ratones han mostrado que tempranamente en la gesta-
ción, el veneno causa malformaciones y en las fases fina-
les de ésta produce daño tisular directo. La progresión del 
embarazo depende del momento de la gestación, los acci-
dentes en el primer trimestre son de mal pronóstico, con 
reportes de aborto hasta del 43% de los casos. Los posibles 
mecanismos para explicar el aborto son la hipoxia asociada 
con el choque, sangrado entre la placenta y la pared uteri-
na y las contracciones uterinas que son estimuladas por el 
veneno, además de la fiebre producida por la destrucción 
tisular. Se sabe también que el veneno atraviesa la placen-
ta, produciendo envenenamiento sistémico al feto aun sin 
evidencia de lesiones en la madre, pero los efectos exactos 
del veneno en humanos se desconocen. En las series de ca-
sos publicadas se han reportado disminución o ausencia de 
los movimientos fetales, retardo del crecimiento intrauteri-
no y malformaciones fetales. En la madre puede presentar-
se sangrado vaginal, aborto, abruptio placentario, actividad 
uterina y parto prematuro.Los hallazgos histopatológicos 
en la placenta en casos de aborto han revelado focos de 
necrosis y extensa congestión vascular.
reAccIones AdversAs
Antídoto suero heteróLogo
• Anafilaxia de frecuencia desconocida, aunque han ocu-
rrido varias muertes
• rash
• Hipotensión arterial
• flebitis
• Enfermedad del suero (reacción tipo III de hipersensi-
bilidad)
• Malestar general
• fiebre
• Calosfrío
• rash difuso
135 Evid Med Invest Salud 2013; 6 (4): 125-136 • Zúñiga CIR y col. Aspectos clínicos y epidemiológicos de la mordedura de serpientes
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Ante la presencia de cualquiera de estos signos o sín-
tomas, se debe suspender la infusión de antídoto y ad-
ministrar adrenalina (1:10,000), 0.3-0.5 mg (niños: 0.01 
mg/kg) Iv y en las siguientes 24 horas aplicar hidrocorti-
sona 3-5 mg/kg Iv cada seis horas y un antihistamínico Iv. 
Además se debe reanudar la infusión 15 minutos después 
de aplicar la adrenalina, el esteroide y el antihistamínico, 
vigilando la reaparición de síntomas o signos. En caso de 
persistir la reacción al suero se debe iniciar adrenalina en 
infusión, diluyendo una ampolla en 250 mL de solución 
salina al 0.9%, para pasar a 6-10 gotas/minuto. Una vez 
que desaparezca la reacción se reinicia el goteo del antí-
doto para pasar en un periodo de dos horas.3,10,13-15
resuLtAdos
Se observó que a partir de 2003 empezaron a notificar-
se casos de mordedura de serpiente, ya que antes de esa 
fecha no existen datos a nivel nacional de reportes. La 
prevalencia hasta el 2010 encontró alrededor de ≥ 3,500 
casos (Figura 9).
El incremento de casos de ofidismo ocurrió en los 
meses de junio a octubre, ya que son los meses con ma-
yor pluviometría, con una tendencia al aumento de las 
mordeduras principalmente al atardecer y al amanecer 
(Figura 10).
Los casos de mortalidad por mes se presentaron en 
enero, febrero y noviembre, tiempo en el cual los ofidios 
se encuentran en sus madrigueras resguardándose debi-
do a las condiciones climáticas invernales y, por lo cual, 
sus glándulas productoras de veneno se encuentran lle-
nas o inoculando más cantidad que cuando llegan a ali-
mentarse; en el mes de julio podemos observar un ascen-
so ya que es la época de lluvias y las serpientes salen de 
sus madrigueras para buscar un lugar más seco.
Los cinco estados con más alta prevalencia fueron: 
veracruz, Puebla, Tabasco, Chiapas y Oaxaca. Los esta-
dos que tuvieron altas tasas de mortalidad por ofidismo 
fueron: veracruz, Oaxaca, Tabasco, Hidalgo y San Luis 
Potosí.
La morbilidad del ofidismo se encuentra más afectada 
en los grupos comprendidos entre 5 a 24 años, siendo to-
davía más afectado el grupo entre 10 a14 años, ya que los 
adolescentes imprudencialmente llegan a manipular este 
tipo de reptiles.
La mortalidad se encuentra marcada en los grupos de 
edad de 25-44 años y el grupo de edad 65, y más en este 
último caso, principalmente por una enfermedad de base 
y complicaciones por el ofidismo. Esto sucede el 66.7% en 
el sexo masculino y el 33.3% en el femenino.
PrevencIón
Existen en la actualidad una serie de medidas preventivas 
para evitar el envenenamiento por una víbora o una coral. 
Entre éstas se pueden mencionar:
• Usar botas y pantalones largos, gruesos y sueltos, en vir-
tud de que el 14 y 74% de las mordeduras se localizan 
en las piernas (a la altura de la región sural) y el pie.
• No caminar durante la noche entre pastizales, ya 
que con frecuencia las serpientes tienen actividad 
nocturna.
• Evitar manipular a las serpientes en el medio silvestre.
enero
4% Febrero
4%
Marzo
6%
Abril
7%
Mayo
8%
Junio
10%
Julio
13%
Agosto
13%
septiembre
12%
octubre 
11%
noviembre 
7%
diciembre
5%
Fuente: sInAve/dgAe/cenAvece/secretaría de salud.
Figura 10. Morbilidad por mordedura de serpiente.
Fuente: sInAve/dgAe/cenAvece/secretaría de salud.
Figura 9. casos de mordedura de serpiente, 2000-2010.
2000
4,500
4,000
3,500
3,000
2,500
2,000
1,500
1,000
500
0
c
as
o
s
2001 2002 2003 2004 2005
Años
2006 2007 2008 2009 2010
Zúñiga CIR y col. Aspectos clínicos y epidemiológicos de la mordedura de serpientes • Evid Med Invest Salud 2013; 6 (4): 125-136 136
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• Las serpientes no son agresivas por naturaleza, por lo 
que no se les debe molestar.
• Tener un conocimiento de las serpientes de la región.
dIscusIón
Dentro de los Programas Preventivos que maneja el Cen-
tro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de 
Enfermedades (CENAvECE) sería importante incluir al 
ofidismo dentro del Programa de Enfermedades Trans-
mitidas por vector en grado de importancia como lo es 
el alacranismo, de esta manera será necesario contar con 
indicadores o datos confiables para la programación de 
las actividades y la ubicación correcta de las acciones de 
prevención en tiempo y lugar por parte del personal de 
salud; dichas acciones permitirán optimizar los recursos 
humanos y materiales con el propósito de obtener me-
jores resultados. Es necesario continuar con investigacio-
nes en torno al tema de la evaluación de los factores de 
riesgo, estudios de campo, costos del ofidismo y medidas 
de impacto en aquellas entidades federativas donde es 
alta la incidencia de esta patología. Las mordeduras de 
serpientes venenosas son un problema de salud pública, 
no sólo por las muertes que causan, sino por las secuelas 
que dejan, que muchas veces son el resultado de un em-
pleo inapropiado de primeros auxilios, como la aplicación 
del torniquete, el uso de cortes e incisiones en el sitio de 
la mordedura con el fin de extraer el veneno y aplicación 
de remedios caseros. El desconocimiento de las medidas 
apropiadas por parte de los civiles y personal médico pue-
de llegar a ser tan peligroso como la propia mordedura.
AgrAdecIMIentos
Agradecemos al personal de la Dirección General de Epi-
demiología por la información que nos facilitó para la rea-
lización de dicho trabajo.
BIBLIogrAFíA
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0TYEe3NDj5w4aH-8HpM6BW6nDOao3IzPKDcjZcqO2gA8oYCPdT-
p2reeIXnHvSLvnkHkfzB4oswqluqg29SIInA4_Xtk0oSiEX6yCb5t-
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