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LIBRO DE ORO DEL PARACAIDISMO 1956 - 2006
Fuerza Te r re s t re del Ecuador
2 0 0 6
DIRECTOR DEL COMITÉ EDITORIAL:
Grad. Robert Tandazo Granda
COMITÉ EDITORIAL:
Grad. Miguel Maldonado Maldonado Grab. Ernesto González Villarre a l
Grab. Hugo Guerrón Borja Gral. (r) Juan Francisco Donoso Game
C rnl. EMC Wilson Revelo Gord ó n C rnl. EMC Wagner Bravo Jaramillo
Mayo. (sp) José Flores Recalde Subp. Nelson Monge Herre r a
E D I T O R :
C rnl. EMC Iván Borja Carre r a
COMITÉ DE APOYO E INVESTIGACIÓN:
Mayor de I. José Tohaza Mora Mayor de I. Cristóbal Espinoza Yépez
Capitán de I. Petronio Segarra Córd o v a Capitán de C.B. Yandyr Proaño Andrade
Teniente de I. Carlos Silva Osorio Lcda. Lorena Núñez Va rg a s
F O T O G R A F Í A :
A rchivo Fuerza Te r re s t re A rchivo de las Unidades de Fuerzas Especiales
A rchivo personal de paracaidistas Kira To l k m i t t
A rchivo de la Asociación de Comandos y Paracaidistas
CORRECCIÓN DE TEXTOS:
Lcda. Lorena Núñez Va rg a s
Mayor (sp) José Flores Recalde
Lcdo. Hernán Rodríguez Castelo, 
M i e m b ro de Número de la Real Academia de la Lengua Española 
DISEÑO DE PORTADA E I N F O G R A F Í A S
K a ren Preckler 
DISEÑO DEL LIBRO
Ing. Pablo Vélez Ibarra
I M P R E S I Ó N :
FONDO ECUATORIANO POPULORUM PROGRESSIO
E-mail: edifepp@fepp.org . e c
ISBN-10: 9978-45-420-9
ISBN-13: 978-9978-45-420-6 
Quito D.M., Ecuador, 31 de octubre de 2006
CON EL AUSPICIO DE:
Presidencia de la República
G R O U P
3
Ejército 
Ecuatoriano
“¡Qué cosa más gloriosa que servir a la Patria, qué cosa más
gloriosa que la incomodidad, el peligro y la aventura en honor
de la Patria,
en honor de la bandera símbolo de la Patria!
!Qué cosa más grande que buscar el honor para la Patria, el
valor para la Patria, la disciplina para la Patria, la inmolación
para la Patria 
y la muerte para la Patria; a fin de que vuestra muerte, ejem-
plarizando a los hombres por el heroísmo, produzca más y
más otros seres,
que abandonando todo lo miserable sepan morir para que las 
generaciones gocen de la Patria y para que la Patria forme
5
Este trabajo es el compendio de50 años de gloria y victoria delparacaidismo militar ecuatoriano;
relata la leyenda iniciada por 35 pioneros
en 1956 que continuará en el devenir del
tiempo. Ahora somos más de 35.000 sol-
dados graduados que con la misma místi-
ca y con renovado espíritu, repetimos
nuestro inmortal lema “Siempre listos”
Libro de oro por las hazañas realiza-
das con profunda convicción cívica, por las
victorias alcanzadas con sangre, sudor y
esfuerzo y porque en cada corazón y
mente existe plena identificación con nues-
tra nación ecuatoriana. Esto es lo valioso
que contiene esta obra; esto es lo dorado
de las páginas que presentamos a todos
los amigos del paracaidismo militar.
El paracaidista es patriota y leal como
los mejores soldados. Nos debemos a la
nación, porque de ella hemos recibido estí-
mulo, apoyo y hemos sido valorados por
todos los ecuatorianos y ecuatorianas.
El paracaidista es disciplinado y
valiente como los mejores soldados. La
institución militar nos acogió en el honroso
oficio de soldados; hemos aportado para el
engrandecimiento del Ejército y las Fuerzas
Armadas, por ello nuestro orgullo institu-
cional se agiganta día a día.
El paracaidista es abnegado y creativo
como- los mejores soldados. En las unida-
des de Fuerzas Especiales nos hicimos sol-
dados e hicimos soldados a otros más;
nuestra boina es símbolo de entrega y tra-
bajo continuo; nuestra ala dorada es sinó-
nimo de superación de obstáculos y de
aporte desinteresado a la Patria.
En este cincuentenario ratificamos al
pueblo ecuatoriano, a la institución militar
y a las generaciones actuales y futuras de
paracaidistas que con la ayuda de Dios y el
liderazgo de nuestros mandos haremos un
Ecuador más grande, digno y soberano. 
P R E S E N TA C I Ó N
Los Paracaidistas
1956: 
SE INICIA LA LEYENDA
I
8
“Lo que yo buscaba era mejorar
la calidad de nuestros oficiales
y tropa, que sean los mejore s
soldados para triunfar en el
combate. Lo hice, pero también
lo hubiera hecho cualquier otro
oficial tan loco como yo, 
s i e m p re pensando en la
grandeza enorme de servir 
a la Patria.”
C o ronel Alejandro Romo Escobar
Quito D. M., 28 de abril de 2003.
“BUSCABA LOS MEJORES
SOLDADOS PARA 
TRIUNFAR EN 
EL COMBATE”
1 9 5 6 : SE INICIA LA LEYENDA
E l 29 de octubre de 1956, se ini-cia el paracaidismo militar en elEcuador y desde ese día han
transcurrido los primeros cincuenta años.
Ninguna otra especialidad ha dado mues-
tras de gran profesionalismo como los sol-
dados de boina roja. Todo se ha re a l i z a d o
con el generoso aporte de oficiales y vo-
luntarios; con acciones ejemplares de pa-
triotismo, orgullo institucional y pro f u n d o
amor a su pueblo.
La leyenda del paracaidismo irrumpe
en el acontecer nacional, gracias a la fuer-
za y al empuje de un visionario, el capitán
A l e j a n d ro Romo Escobar, a quien, con glo-
ria y orgullo, se lo conoce como “El Pione-
ro” y también con cariño se le dice “El Pa-
pá” del paracaidismo ecuatoriano.
Un capitán, junto a un destacamento
de siete oficiales y veintiocho voluntarios,
e m p re n d i e ron la gran aventura de volar
por el firmamento andino; se abrieron las
puertas de los aviones para que todos los
soldados puedan saltar y cumplir con la
misión más noble: engrandecer al Ecuador.
El profesionalismo y la convicción mi-
litar de los instructores del Ejército de Es-
tados Unidos de América, liderados por el
s a rgento James Roger, materializaron la
idea y cristalizaron los sueños. La selec-
ción de los alumnos y la rigurosidad del
e n t renamiento fueron justificados con el
salto a la gloria y el camino a la inmortali-
dad de todos los pionero s .
En el cincuentenario también evoca-
mos al viejo avión, el C- 47 No. 505, que
reposa en la Brigada de Fuerzas
Especiales, como testigo de honor de esta
gesta inigualable. Además, re c o rdamos a
las cúpulas del paracaídas T-7, que siem-
p re estarán inflamadas con el espíritu de
estos treinta y cinco gloriosos soldados. Y
los salitrales de Muey en Salinas, pro v i n c i a
del Guayas, que acogieron gustosos las
primeras rodadas, dejando huellas imbo-
rrables en el corazón de los pioneros y de
quienes pre s e n c i a ron este magno aconte-
c i m i e n t o .
Reciban todos ellos el homenaje sin-
c e ro y fraterno de las generaciones ac-
tuales y de las que vendrán, porque lo
que hicieron perdurará en la historia co-
mo la simiente más fecunda para el desa-
r rollo y fortalecimiento institucional del
E j é rcito y de las Fuerzas Arm a d a s .
C A P Í T U L O I
9
EL PIONERO
10
Coronel Alejandro Romo Escobar,
nació en Quito, 28 de abril de 1923, 
fundador del paracaidismo ecuatoriano
y forjador de grandes soldados.
E L P i o n e r o
11
Con serenidad y confianza en 
los procedimientos antes del salto, 
al capitán Romo le chequean el equipo;
resalta el puñal en su pierna dere c h a .
Junto a la puerta del avión abierta,
los soldados ecuatorianos listos para cumplir
misiones desde una aeronave en vuelo.
El pionero con el General Truman Landon,
(Jefe del Comando Aéreo de EE.UU. 
de la Zona del Caribe) coordinando 
las operaciones del destacamento
de paracaidistas.
Mirando al infinito, el pionero del paracaidismo militar 
se dispone a saltar y señalar el destino de gloria
que se merece el pueblo ecuatoriano.
12
E L P i o n e r o
Con la cúpula abierta y el corazón
henchido de emoción, 
la tierra se aproxima y recibe al pionero ,
después de haber conducido
su paracaídas exitosamente.
Los pobladores de Muey observan
con profunda admiración la hazaña
efectuada, de quien llegaba a tierra, 
realizando una rodada para amortiguar 
la caída y disponiéndose 
a recoger el paracaídas 
apagando la cúpula.
13
E L P i o n e r o
14
El capitán Alejandro
Romo formado junto a sus
c o m p a ñ e ros para concluir
los cinco saltos diurnos y uno
n o c t u rno que los hará
m e re c e d o res de la insignia 
de paracaidista.
E L P i o n e r o
15El mayor Alejandro Romo, 
p resencia la entrega del diploma 
e insignia de paracaidista 
a uno de sus alumnos.
La señora María Genoveva Roldán de Romo 
junto a su esposo e hijos, compañeros inseparables;
ellos fueron el apoyo y la fuente esencial 
de las acciones positivas re a l i z a d a s
por el pionero. 
El pionero, ya con el grado de coro n e l ,
continúa dando ejemplo y saltando a la
cabeza de sus tro p a s .
EL 29 DE OCTUBRE DE 1956
Llenos de optimismo y después de 310 días de entrenamiento, 
se aprestan, ahora sí, a materializar el sueño; sabían que el aterrizaje
ya no dependía de las ruedas del avión sino de su destreza aprendida.
16
Desde la puerta del avión, se podía ver que las nubes
se habían retirado y un cielo azul recibía re s p e t u o s o
a los caballeros del aire; solo un viento tibio
inundaba el escenario de ese día lunes.
El jefe de salto imparte las órd e n e s
que debían ser ejecutadas fielmente
por los nuevos paracaidistas. El fusela-
je recibía ese día gritos eufóricos que,
como muestra de valor, inundaban
mentes y corazones 
de toda la tripulación.
Las primeras horas del 29 de octubre de 1956 se engalanaban con soldados equipados 
y llenos de fe y con un avión que esperaba a 35 pasajeros especiales.
E L 2 9 D E O C T U B R E D E 1 9 5 6
17
En una ceremonia militar
luego de este 29 de 
o c t u b re, ocho oficiales y
veintisiete voluntarios
re c i b i e ron con orgullo el
ala dorada que les 
a c reditó por siempre 
como paracaidistas 
e c u a t o r i a n o s .
Agradeciendo a Dios y con las cúpulas encendidas, las pupilas de estos soldados estaban impregnadas 
de honor institucional, los cielos de la costa ecuatoriana vaticinaban que la historia cambiaría.
E L 2 9 D E O C T U B R E D E 1 9 5 6
18
LOS PIONEROS DEL PA R A C A I D I S M O
M I L I TAR ECUAT O R I A N O
ORD. GRADO APELLIDOS Y NOMBRES
1 Capt. Alejandro Romo Escobar 
2 Tnte. Felipe Albán Alfaro
3 Tnte. César Montesinos Olmedo 
4 Subt. Cristóbal Navas Almeida 
5 Subt. Luis Araque Pico 
6 Subt. Campo Elías Peñaherrera P.
7 Subt. Raúl Pérez Bedoya 
8 Subt. Luis Bonilla Arias 
9 Subs. Gustavo Donoso Sáenz 
10 Sgto. Hugo Lucero Fuertes 
11 Cbos. Tarquino Narváez Honorato 
12 Cbos. Florencio Cobos Ávila 
13 Cbos. Víctor Cárdenas Vásconez 
14 Cbos. Carlos Carrión Paredes 
15 Cbos. Wilson Ramos Ramos 
16 Cbos. Galo Cruz Pacheco 
17 Cbos. Simón Caicedo 
18 Cbos. Julio Araujo Zapata 
ORD. GRADO APELLIDOS Y NOMBRES
19 Cbos. Cristóbal Flores 
20 Cbos. Wilfrido Páez 
21 Cbos. Leonardo Yaguari Caza
22 Sldo. Alejandro Salgado Rosero
23 Sldo. Segundo Cadena Lucero
24 Sldo. Gustavo Aguilera S. 
25 Sldo. Honorato Jadán Vélez 
26 Sldo. Rafael Sevilla Monge 
27 Sldo. Arnulfo Gavela Alarcón 
28 Sldo. Ernesto Pozo Fabián 
29 Sldo. Adolfo Sierra Peñaherrera 
30 Sldo. Edwin Santamaría Mandoneht 
31 Sldo. Luis Peña Cahuano 
32 Sldo. Julio Pozo Villareal 
33 Sldo. Julio Marín Toledo 
34 Sldo. Alberto Córdova Vásquez 
35 Sldo. Higuinio Zambrano Pompeyo
19
El reto de iniciar el paracaidismo en el Ecuador 
empezó con soldados escogidos, por cultivar valores militares, 
por su fortaleza física y mental y porque aceptaban realizar una
especialidad desconocida.
ASÍ FUE LA PREPA R A C I Ó N
20
Los cuerpos de los pioneros tenían
que moldearse de acuerdo a las
exigencias más fuertes y completas,
con los recursos disponibles y
adaptándose a la infraestructura
e x i s t e n t e .
En esa época, realizar el salto y rodada desde 
un camión Reo en movimiento, era una proeza 
para soldados que estaban dispuestos a todo. El
grado de dificultad aumentaba cuando se tenía
que realizar la rodada armado y equipado.
21
A S Í F U E L A P R E P A R A C I Ó N
22
El aprendizaje de la conducción 
del paracaídas, desde una araña 
(dispositivo metálico), causaba 
p reocupación y desarrollaba un
gran espíritu de cuerpo, que 
empezó a caracterizar a este grupo
de hombre s .
Absortos contemplaban 
la manera de apagar la cúpula,
lo cual se realizaría luego del 
aterrizaje, para evitar el arrastre
y el daño del equipo.
P i o n e r o
23
Se improvisaba en un árbol
la instrucción de la torre de salto,
p robando la decisión y 
aumentando la confianza 
del futuro paracaidista.
En su fase final, en los restos 
de un avión, se impartía 
la instrucción de “fuselaje”, para
que los soldados se acostumbren 
al cumplimiento exacto de las órd e n e s
del jefe de salto y así estar pre p a r a d o s
para abandonar sin peligro la aero n a v e .
A S Í F U E L A P R E P A R A C I Ó N
24
Después del salto los paracaidistas ya agrupados tenían que estar en condiciones de cumplir misiones
de combate especial, la patrulla debía ser autosuficiente.
El conocimiento de las armas antitanques, para destruir cualquier amenaza blindada
o vehicular, era parte del entrenamiento riguroso del paracaidista.
A S Í F U E L A P R E P A R A C I Ó N
25
El paracaidista también 
debía estar en capacidad
de materializar una base
de apoyo de fuegos, 
para facilitar la maniobra
de otras unidades o de sus
c o m p a ñ e ros de patrulla.
La instrucción en explosivos y demoliciones complementaba el entrenamiento integral
del paracaidista y ya estaban listos para cumplir cualquier misión.
Aun con la experiencia de los instructores del Ejército americano,
la tarea fue ardua: había que planificar, construir, adaptar e improvisar; 
pero todos contribuyeron para alcanzar el objetivo.
CÓMO FUERON INSTRUIDOS
26
P i o n e r o
27
La responsabilidad 
de instructores y alumnos
s i e m p re estuvo de manifiesto,
para orgullo de este grupo
de hombres y de las 
generaciones venideras.
El sargento James Roger, 
como reconocimiento del pueblo
ecuatoriano y en particular 
del Ejército, recibió la condecoración
a sus servicios distinguidos, 
por parte del gobierno nacional.
c ó m o F U E R O N I N S T R U I D O S
28
La Fuerza Aérea Ecuatoriana contribuyó exitosamente 
a este sinigual proyecto, con su avión C-47, de fabricación
americana, piloteado por el mayor Guillermo Freile Pozo.
El rugir de los motores de este emblemático avión quedó
grabado en la memoria auditiva de todos los pioneros, pues
muy cerca de sus motores y de sus hélices, se impulsaban
para dominar el cielo ecuatoriano.
Como símbolo impere c e d e ro de ser el primer avión 
en permitir el salto de paracaidistas, reposa el viejo avión
en la Brigada de Fuerzas Especiales No 9 “Patria” y es moti-
vo de gran orgullo y del enorme reconocimiento por haber
contribuido a esta gesta.
c ó m o F U E R O N I N S T R U I D O S
29
Cumpliendo con los procesos establecidos,
los paracaídas pasan por el riguroso 
empaquetamiento, para su correcto 
funcionamiento y la necesaria conservación
del material.
Con el mayor de los cuidados el paracaidista debe recoger 
su equipo de salto, como el bien más preciado, porque de este 
depende una correcta apertura y un buen aterrizaje para 
continuar con el cumplimiento de las misiones.
Concluido el salto, estos soldados probados y conscientes de que sus acciones re p re s e n t a n
ejemplaridad indiscutible, se alinean con su equipo, listos para la próxima jorn a d a .
CAMINO A LA GLORIA
II
“La fe de una vocación inspira 
n u e s t ro camino, en medida 
que vencemos los problemas 
con empeño, en medida que 
vivimos las victorias como 
un sueño, en medida que 
e n t regamos músculo, sangre
y aliento”
General 
Carlomagno Andrade Pare d e s ,
Fuerte Militar “Patria”, 
26 de noviembre de 1987.
32
CAMINO A LA GLORIA
El entrenamiento militar re q u i e re ab-negación y creatividad para desa-r rollar patriotismo, lealtad, discipli-
na y valentía en cada uno de los soldados.
Este entrenamiento militar fue desde el ini-
cio el marco general en que se desarro l l a-
ron los cursos, en los que instructores y
alumnos, hasta el día de hoy, invierten to-
da su energía cognitiva, emocional y física
para cumplir la intención del comandante,
p retendiendo siempre engrandecer la insti-
tución y hacer más prestigioso al Ecuador.La Escuela de Paracaidistas, en los pri-
m e ros 50 años, ha graduado 27.138 solda-
dos ecuatorianos y más de 300 miembro s
de otras instituciones militares extranjeras.
El trabajo tesonero, fecundo y glorioso, dio
como resultado un alto desarrollo de la ca-
pacidad estratégica del “combate espe-
cial” en el Ejército. 
Después de haber concluido el curso re s-
pectivo, el alumno recibe un distintivo o
p a rche que reconoce el esfuerzo re a l i z a d o .
Desde entonces, este será el motivo más
grande de orgullo profesional; será la dis-
tinción personal y colectiva que le acre d i t e
haber superado las más grandes exigencias,
constituyéndose en un soldado probado y
c o m p robado en el entrenamiento, listo pa-
ra graduarse en la vida y en el combate.
El uniforme de un soldado, orlado con
los parches militares, es la más pre c i a d a
p renda; en él están implícitas su vocación y
su entrega profesional. Los compañeros de
a rmas, superiores y subordinados, al re c o-
nocer en el uniforme su preparación, bus-
carán identificarse. Esta es quizá, una de las
razones por las que la cultura militar se ha
enriquecido, gracias a la recia form a c i ó n
recibida en el “alma mater” del paracaidis-
mo. No cabe duda de que pertenecer a las
t ropas paracaidistas es una distinción, ya
que son una hermandad mundial. Y en
n u e s t ro país, el grito soberano de “Paracai-
distas, siempre, ah!…”, lo dice todo. 
Como proyección posterior se cre a ro n
otras dos escuelas, cuyos objetivos exigían
o t ro ambiente y otras circunstancias, siem-
p re con miras a la guerra irregular: la de
selva y la de Iwias, lideradas por los Boinas
Rojas del Ejército, aunque por motivos es-
tratégicos, no son orgánicas de la Brigada
de Fuerzas Especiales.
La Escuela de Selva es la re s p o n s a b l e
del entrenamiento especial en la jungla.
Oficiales y voluntarios cumplen con este
requisito, que es obligatorio en casi todos
los grados. Su fama ya no es solo nacional:
se han graduado más de quinientos ex-
t r a n j e ros, quienes dan fe del pro f e s i o n a l i s-
mo y de la experiencia de combate espe-
cial en selva de los instructore s .
La Escuela de Iwias, establecida para de-
s a r rollar los talentos y capacidades étnicas
de los grupos sociales amazónicos, fusiona
estas características con la cultura militar e
incursiona en el arte de la guerra con ina-
gotable fuerza, ya que tiene como mayor
re f e rente todas las tradiciones, valores y
p reparación del paracaidismo ecuatoriano.
El camino a la gloria es producto de un
d u ro entrenamiento que, diversificado en
las diferentes escuelas y especialidades,
ha irradiado, día a día, su acción entu-
siasta dentro y fuera del Ejérc i t o .
C A P Í T U L O I I
33
“El que se atreve, vence”.
ESCUELA DE 
FUERZAS ESPECIALES
34
N O TA : En los cursos realizados se han graduado un total de 300 soldados extranjeros. 
NOMBRE DEL CURSO CURSOS G R A D U A D O S
PA R A C A I D I S M O 2 0 0 1 7 . 4 0 1
C O M A N D O S 6 1 3 . 7 9 5
HOMBRES RANA 1 2 1 2 4
S A LTO LIBRE 3 3 4 7 3
A N D I N I S M O 1 8 3 5 9
GUÍAS DE SALT O 1 0 1 6 2
GUÍAS DE CANES 1 5 3 0 9
C O N T R AT E R R O R I S M O 8 2 9 9
CONTRAGUERRILLAS 1 0 1 3 2 8
PAT R U L L A S 8 7 9 3
NADADOR DE COMBAT E 8 8 0
F R A N C O T I R A D O R 8 8 6
NOMBRE DEL CURSO C U R S O S G R A D U A D O S
JEFES DE SALT O 5 6 1 0 9 2
MAESTROS DE SALT O 8 1 7 2
M A N T E N I M I E N T O 1 9 4 2 3
S A LTO LIBRE OPERACIONAL 3 4 1
A RTES MARCIALES 2 1 5
TANDEM 1 9
DOBLAJE DE PA R A C A Í D A S 8 9 5
ABASTECIMIENTO PESADO 3 6 7
ESPECIALIDAD DE GUÍA DE CANES 1 1 5
T O TA L 4 9 2 2 7 . 1 3 8
35
ESCUELA DE 
FUERZAS ESPECIALES
La Escuela lleva el nombre del fundador del Paracaidismo “Capitán Alejandro Romo Es-
cobar”. Su trabajo continuo se centra en los dos cursos básicos: paracaidismo y comandos;
además, ejecuta otros en más de diez especialidades. Hasta hoy, se han desarrollado 492
cursos,esto es una muestra fehaciente de la abnegación y capacidad de todos los instruc-
t o res. 
La Escuela como centro de formación ha estado fusionando, casi todo el tiempo, los
cursos de “paracaidismo” y de “comandos”, por considerarlos profesionalmente interd e-
pendientes (hasta hoy 200 cursos de paracaidismo y 61 de comandos) e integrando poco
a poco las demás especialidades.
La dependencia y denominación de este centro de formación han estado sujetas al cre-
cimiento orgánico del paracaidismo. En 1955 comenzó con el curso de paracaidismo, lue-
go fue parte del Destacamento Especial de Paracaidistas, posteriormente se integró al Ba-
tallón, a continuación a un Grupo, hasta su definitiva independencia orgánica con la cre a-
ción de la Brigada de Fuerzas Especiales (1975).
Actualmente, como todas las escuelas de formación, tiene una estructura administrati-
va propia, encargada de la planificación y del soporte logístico, educativo y disciplinario
de las actividades que se realizan en todo el territorio nacional.
36
Los instructores siempre han sido escogidos entre los oficiales y voluntarios más destacados de la Brigada, entre
aquellos cuya abnegación y entrega era la principal característica. Aquí se observa al grupo de instructores del
curso de Comandos, en el año de 1964.
El banderín de la Escuela de Fuerzas Especiales, 
con su primera insignia, se muestra orgulloso 
en la celebración cívica del principal 
puerto ecuatoriano.
E S C U E L A D E F U E R Z A S E S P E C I A L E S
37
El banderín actual de la Escuela,
lleva el nombre del pionero para
rendir homenaje a la gesta del
29 de octubre de 1956.
E S C U E L A D E F U E R Z A S E S P E C I A L E S
38
AÑO APELLIDOS Y NOMBRES 
1956 Alejandro Romo Escobar
1956 Cristóbal Navas Almeida
1973 Marco Parreño V.
1974 Cristóbal Navas Almeida
1975 Juan Francisco Donoso Game
1978 Miguel Iturralde Jaramillo
1983 Patricio Núñez Sánchez
1981 Carlos Ordóñez 
1981 Carlomagno Andrade Paredes
1982 Fernando Viteri
1983 Gonzalo Bueno Espinoza
1983 Patricio Núñez Sánchez
1984 Eduardo Maldonado
1985 René Yandún Pozo
1986 Juan Palacios J.
1987 Milton Escobar 
AÑO APELLIDOS Y NOMBRES
1988 Miguel Maldonado Maldonado
1989 Patricio Haro Ayerve
1991 Luís Aguas Narváez
1992 Ernesto Rodríguez V.
1993 Hugo Guerrón Borja
1995 Édgar Narváez Gomezcoello
1996 Raúl Silva Cedeño
1996 David Molina Vizcaino
1997 Wagner Bravo Jaramillo
1998 Fernando Proaño Daza
2000 Carlos Obando Changuán
2001 Gustavo Salazar Castro
2002 Fabián Fuel Revelo
2004 Patricio Andrade Sánchez
2005 José Pástor Guevara
DIRECTORES DE LA ESCUELA
DE FUERZAS ESPECIALES
E S C U E L A D E F U E R Z A S E S P E C I A L E S
39
El jockey negro con el sello 
de la Escuela y la palabra instructor,
es una de las características, 
que a lo largo de los años, 
le ha permitido a esta gloriosa 
institución, tener su identidad.
Usar el “buzo” negro de
instructor es motivo de org u l-
lo y denota la enorm e
responsabilidad de formar 
soldados, por lo cual se
es merecedor del
reconocimiento institucional.
Más de cinco instructores se
h i c i e ron mere c e d o res a la
condecoración “Al Mérito de
Guerra” en el grado de “Gran
Cruz” en 1995.
El “Alipio” o bastón natural sirve 
adecuadamente en las marchas nocturn a s ;
es utilizado por los instructores 
para ejecutar mejor el control de 
la instrucción, agilitar el tranco o 
velocidad del movimiento y para pro t e-
gerse de la vegetación espinosa o de 
los perros, celosos guardianes 
en los sectores rurales.
La graduación es el reconocimiento público 
de un reto superado y la aceptación del alumno 
en el seno de la Brigada, ya que la instrucción 
se cumplió alcanzando los objetivos planificados.
“Paracaidistas de la patria mía…”
PA R A C A I D I S TA S
40
P A R A C A I D I S T A S
41
No existe otro símbolo más distintivo
que la Boina Roja para caracterizar 
al paracaidista ecuatoriano. La boina 
es sinónimo de valentía, lealtad y 
abnegación; es propiedad de 
los soldados disciplinados, 
c reativos y patriotas.
42
O t ro símbolo de su preparación y 
e n t renamiento para saltardesde un avión
es el casco paracaidista. Este es difere n t e
de otros ya que debe estar sujeto al cuello
y proteger de cualquier golpe la cabeza del 
soldado. Existen muchas anécdotas sobre
su protección; por esto siempre se lo trata
con cariño.
El aro de tiro, listo para abrir el paracaidas
de reserva, en caso de un mal funcionamiento
del equipo principal, tiene un lugar especial
en la memoria del paracaidista, ya sea por
haberlo utilizado en una emergencia o porq u e ,
gracias al destino, no se la utilizó.
To r re de salto: prueba de valor y entusiasmo.
43
Durante el curso y luego de graduado,
el soldado adquiere el compro m i s o
de mantenerse siempre altivo y org u l l o s o
al vestir el camuflaje y expresa, además,
haciendo brillar, como un espejo, su calzado;
p o rque un paracaidista demuestra su excelente
p resentación con las botas charo l a d a s .
Concluido el entrenamiento, los soldados
están listos para embarcarse en el avión; 
confiados y con la certeza de que nada 
puede salir mal después de una dura 
instrucción y seguros de que está 
próxima una gran re c o m p e n s a .
P A R A C A I D I S T A S
44
Es difícil describir lo que
significa la cúpula abierta para
un paracaidista, pero se podría
a f i rmar que es el fiel re f l e j o
del trabajo en equipo; un buen
e n t renamiento, el adecuado
empaquetamiento y una buena
salida del avión, aunque
la respuesta más rápida será:
“Dios nos cuida en cada salto”.
Konkhe
T-10
T-7
MC1-CMCI-P
Cuando se cumplieron 
los primeros 25 años en octubre
de 1981, 35 paracaidistas
re a l i z a ron una maniobra (salto
simultáneo) en honor a los 
p i o n e ros, en la meseta de
Jerusalén, cerca del río
G u a y l l a b a m b a .
Hoy como ayer, en cada salto 
hay emoción, devoción y entre g a ;
hay gratitud, presteza y capacidad
p rofesional; para el que manda,
para el que salta y para el
que ve saltar.
45
“Soy comando de Ecuador”
C O M A N D O S
46
La Base lleva el nombre de
o t ro insigne precursor del 
paracaidismo, general 
Cristóbal Navas Almeida, 
el primer “Ranger” 
ecuatoriano, quien desarro l l ó
en el Ejército el curso 
de Comandos.
Es más que un sitio, 
una instalación o una pista,
es un espacio de vida, 
es un encuentro consigo
mismo y con la realidad 
posible de la cruda guerra.
47
48
El “Camilo” lleva impre s a s
las gestas heroicas, 
con los nombres de 
los lugares que han 
sido defendidos 
gloriosamente por ellos.
Recoge también el 
juramento eterno del
Comando, para concluir con
“la patria o la tumba”
La Base de Comandos, lugar de entrenamiento actual de los soldados, acoge impasible a los aspirantes.
Muchos son los llamados, pocos son los que entran en esta catedral militar y se gradúan sólo quienes
v e n c i e ron todos los retos y demostraron coraje, astucia, fuerza y fe.
C O M A N D O S
49
El jockey es un distintivo del Comando, perm i t e
fijar la vista y mantener el rumbo, aun cuando 
el sol, la lluvia o el viento intenten doblegar 
el inmenso espíritu de este soldado.
El color negro de la funda y la hoja plateada 
del puñal, recogen los colores de la Brigada.
El puñal que llevan los comandantes de patrulla,
es símbolo de mando y de apego a las 
tradiciones de ser un buen paracaidista.
La oración recoge todo el sentimiento 
espiritual-militar del Comando, en ella confluyen la
devoción y la entrega incondicional para ofre n d a r
toda su capacidad humana y natural para merecer 
la gloria de Dios.
C O M A N D O S
50
Lo único que ha cambiado de los primeros cursos de comandos es el material, 
ya que desde siempre ha sido común ver ro s t ros de satisfacción profesional, 
a pesar de las privaciones, del entrenamiento riguroso y las exigencias propias 
de su perfil pro f e s i o n a l .
C O M A N D O S
51
Desde el inicio, 
las demostraciones 
de valor, arrojo y pre s t a n c i a ,
día a día, fueron claras 
y contundentes, lo que perm i t i ó
aumentar la vinculación
e n t re comunidad e institución
m i l i t a r.
Patrullar todos los rincones de la patria; vivir en cada re g i ó n ;
estar en condiciones operativas permanentemente; no desmayar
en cada empresa y, en esencia, ser el más disciplinado.
52
“En el profundo silencio de los mares...”
HOMBRES RANA
53
Dominar las playas del mar, las orillas
de lagos y ríos utilizando el equipo
adecuado; ser el apoyo incondicional
de las patrullas terre s t res, aéreas y
navales; realizar infiltraciones 
acuáticas y consolidar terreno en las
riberas y en las playas, hacen de este
comando-paracaidista un combatiente
especial en el agua.
Estar en condiciones de realizar aproximaciones 
y desembarcos,solos o con apoyo de otros medios 
y tropas, y poner a prueba un desprendimiento inusual 
y combativo.
“La cumbre es el éxito”
A N D I N I S TA S
54
55
C o ronar cumbres, atrapar vientos y entonar el himno
nacional en los puntos más altos forjan el carácter
de estos soldados, para quienes la cordada es una
enseñanza social para desarrollar el trabajo en equipo.
A s c e n d e r, escalar y guiar a las
t ropas en la montaña o en lugare s
inaccesibles, utilizando dispositivos
que permitan cumplir con las
t a reas de apoyar las misiones de
combate y, desde luego, estar
p reparado para evacuar y re s c a t a r
a personas en dificultades.
“Cerca de la bondad de Dios”
S A LTO LIBRE
S A LTO LIBRE OPERACIONAL
56
57
Saltar al espacio y contro l a r
la apertura; unirse al vuelo de 
las aves; conocer los secre t o s
de planear para luego posarse
en la tierra silenciosamente y con
total dominio gracias a las siete
celdas que permiten la circ u l a c i ó n
del aire en forma horizontal.
M e recer la gracia de Dios que permite danzar con
el viento y las nubes; estar más cerca del sol o de
la luna, para desde ese lugar realizar infiltraciones
y aterrizar con precisión en el terreno.Y hacer todo
esto con pericia, arrojo y valentía.
58
“Líder antes, durante y después del salto”
MAESTROS Y JEFES
DE SALT O
M A E S T R O S Y J E F E S D E S A L T O
59
En toda aeronave que transporta 
paracaidistas, la responsabilidad del salto
en el lugar preciso recae en el jefe y
en el maestro de salto; ellos ord e n a n ,
guían a la tripulación y se aseguran 
de una impecable salida de las tro p a s .
Están capacitados, además, para lanzar
abastecimientos o aprovisionar de 
a rmamento a las tropas guiados por las
señales que se hagan desde tierra.
SALTO EN EL MAR (AYANGUE 1982)
60
“Precede, guía y lidera”
G U Í A S
DE SALT O
G U Í A S D E S A L T O
61
S e l e c c i o n a r, pre p a r a r, operar y asegurar 
las zonas de salto; constituirse en el grupo 
de avanzada para las operaciones
a e romóviles; estar enlazados con 
las aeronaves y conocer sus capacidades: 
misión difícil pero no imposible.
Para cumplir con sus objetivos, la infiltración la hacen
por aire, mar y tierra; en ellos confían los pilotos y
también los comandantes de las patrullas que
atacarán al enemigo.
“Fiel amigo, también en el combate”
G U Í A S
DE CANES
62
63
Unirse al can amaestrado, saltar juntos y ejecutar
las más complicadas operaciones, aprovechando 
las características naturales de este animal, re q u i e re
de una doctrina especial y una gran voluntad
de servicio.
Explotar la nobleza de los canes, para apoyar
las operaciones militares; convertirlos en elementos
m u l t i p l i c a d o res de rastreo de personas, huellas
y armamento, no solo es un reto, sino un arte
que re q u i e re condiciones especiales de este guía.
“Disminuyendo el terror y la violencia”
64
C O N T R AT E R R O R I S M O
C O N T R A T E R R O R I S M O
65
Apoyar las operaciones militare s ,
con la capacidad de actuar 
en poblados para neutralizar y
destruir elementos arm a d o s
subersivos y así garantizar 
la seguridad interna. 
El combate urbano necesita de expertos tiradores, 
que también deben estar en capacidad de activar y desactivar
cualquier artefacto explosivo, por lo que los comandos-paracaidistas
dedican todo el tiempo necesario para dominarestas destre z a s .
“Por la vida de nuestros compañeros”
M A N T E N I M I E N T O
66
M A N T E N I M I E N T O
67
Lanzamiento de carga pesada.
En ellos recae la re s p o n s a b i l i d a d
e n o rme de cuidar la vida 
del paracaidista; para que las
cúpulas siempre se abran y 
p e rmitan llegar a tierra
al combatiente en las mejores 
condiciones, re q u i e re de una gran
responsabilidad, un amor 
a la perfección y meticulosidad 
en cada detalle.
El mantenimiento de paracaídas en el Ecuador, estadísticamente
hablando, tiene un lugar en la historia. La dedicación y pro f e s i o n a l i s m o
de estos soldados ha logrado cero accidentes en saltos de banda.
“Al Amazonas por la ruta de Orellana”
ESCUELA DE SELVA
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69
Con el propósito de instruir 
en técnicas y operaciones especiales en
selva a oficiales y voluntarios de la Fuerza
Te r re s t re, se creó hace más de 20 años la
Escuela de Selva y Contrainsurgencia del
E j é rcito, como requisito para ascender en
cada grado. El objetivo ha sido 
alcanzado, el 100% de los miembro s
del Ejército han sido capacitados
y periódicamente son re e n t re n a d o s .
En la Escuela, se han graduado un total de 600 soldados extranjero s .
NOMBRE DEL CURSO CURSOS G R A D U A D O S
TIGRES (OFICIALES) 2 8 1 9 7 2
TIGRES (VOLUNTA R I O S ) 7 2 3 6
S E LVA 3 8 5 . 7 9 1
RECONOCIMIENTO LARGO ALCANCE 6 1 7 5
OPERACIONES RIBEREÑAS 3 1 1 9
A S A LTO AÉREO. 4 6 7
T O TA L 8 6 8 . 3 6 0
E S C U E L A D E S E L V A
70
AÑO APELLIDOS Y NOMBRES
1 9 8 2 Manuel Yépez More i r a
1 9 8 2 J o rge Paredes C.
1 9 8 3 Juan Almeida Te r á n
1 9 8 4 Gonzalo Bueno Espinoza
1 9 8 5 José Grijalva Palacios
1 9 8 6 Norton Narváez Ord ó ñ e z
1 9 8 7 Patricio Núñez Sánchez
1 9 8 8 E d u a rdo Maldonado Are l l a n o
1989 Wandember Villamarín
1 9 9 0 E rnesto Rodríguez Va l d i v i e z o
1 9 9 3 Renán del Pozo
1 9 9 4 E rnesto González Villarre a l
1 9 9 5 M a rcelo Gaibor Escobar
1996 Juan Peñafiel 
1 9 9 7 M a rco Medina Jiménez
1 9 9 7 Pabel Luzuriaga Loaiza
1998 Milton Osorio Baca
AÑO APELLIDOS Y NOMBRES
1999 F reddy Narváez Gomezcoello 
2000 Wagner Bravo Jaramillo
2001 Juan Villegas Aldaz
2 0 0 2 José Martínez
2003 Roque Moreira Cedeño
2004 Mauricio Espín Cobos
2 0 0 5 G e rmán Vásconez Vásconez
2 0 0 6 J o rge Ortiz Cifuentes
DIRECTORES DE LA ESCUELA
DE SELVA Y CONTRAINSURGENCIA
E S C U E L A D E S E L V A
71
El curso de tigres es un curso para 
oficiales y voluntarios, con miras
a liderar un equipo de combate 
en territorio selvático, para cumplir
operaciones especiales. Esta es una
t a rea difícil, ya que los pantanos, 
los ríos, la vegetación y las limitaciones
en el uso de medios auxiliare s
para trasladarse de un punto a otro
exigen excelentes condiciones físicas
y una voluntad indeclinable
para dominar este escenario.
E S C U E L A D E S E L V A
72
La supervivencia en selva
re q u i e re el trabajo en equipo, en
el que cada integrante aporte
con funciones específicas para
soportar las inclemencias del
tiempo y terreno; esto 
garantiza que las misiones
encomendadas se cumplan con
toda la agresividad y astucia 
que re q u i e ren estas operaciones.
E S C U E L A D E S E L V A
73
El tigre, un soldado experto en selva, está entrenado para explotar todas las ventajas
tácticas como la sorpresa, la velocidad y la paciencia, de acuerdo a la situación. 
El máximo re f e rente de todos sus graduados es el desempeño profesional en 1995.
“Cuando una hoja cae en la selva,
el águila la ve, la culebra la siente y el tigre la olfatea; 
el soldado Iwia la ve, la siente y la olfatea.” 
ESCUELA DE IWIAS
74
75
ESCUELA DE IWIAS
Con el fin de aprovechar los talentos étnicos, propios de convivir en el ambiente selváti-
co de los nativos y colonos, fue instaurada la Escuela de Iwias en 1982, para crear poste-
r i o rmente las especialidades en selva con nombres propios de sus lenguas. La Escuela, es
el ejemplo más interesante, a nivel mundial, de la fusión de las culturas amazónicas con
la cultura militar. Esta institución, fiel a sus inicios, mantiene una mística y conducta sim-
bólica tomada de los paracaidistas; después de 25 años continúa como la extensión de la
Escuela de Fuerzas Especiales con especialidad en selva.
NOMBRE DEL CURSO CURSOS G R A D U A D O S
I W I A S 1 9 9 5 9
CAZADORES (WA Ñ U C H I C ) 6 3 7 1
EXPLORADORES (TAY U WA ) 6 3 2 2
INSTRUCTORES (UNUITKIART I N ) 7 3 4 2
PRECURSORES (ÑAUPA K ) 6 1 4 2
ENFERMERO (ARUTA M ) 6 1 8 1
S E LVA 7 8 6 9
CONTRAGUERRILLAS 1 7 1
T O TA L 5 8 3 . 2 5 7
En esta Escuela se han graduado un total de 300 soldados extranjeros. 
E S C U E L A D E I W I A S
76
AÑO APELLIDOS Y NOMBRES
1 9 9 6 Hubert de la Rosa M.
1 9 9 6 Danilo López Nicolalde
1 9 9 7 Jaime Anda Sevilla
1 9 9 8 Manuel Mena Salazar
2000 Iván Borja Carre r a
2002 M a rcos Peña Jaramillo
2 0 0 3 Agustín Proaño Daza
2 0 0 5 Víctor Andrade Manotoa
2 0 0 6 Aquiles López Urd i a l e s
DIRECTORES DE 
LA ESCUELA DE IWIAS
77
El curso de Iwias capacita al soldado
en el dominio selvático y lo adiestra
para cumplir todo tipo de misiones
tácticas especiales en selva, con la
f i rme convicción de defender nuestra
Amazonía y controlar cualquier 
intento de aproximación enemiga.
CURSOS DE 
ESPECIALIDAD EN SELVA
1 . WAÑUCHIC (Cazador): aprovecha la capacidad
de caza y pesca del nativo y la perfecciona en 
misiones de fuego con armas livianas.
2 . TAY U WA (Ex p l o r a d o r): guía y conduce a soldados
en territorio selvático, explorando y escogiendo
el mejor uso de cavernas, ríos y pantanos para
poder llegar al objetivo.
3 . Ñ A U PAK (Pre c u r s o r): pro p o rciona el enlace de
t ropas a pie con los medios aéreos y fluviales,
para materializar con eficacia las cabezas de 
puente y el desembarco en helipuertos.
4 . A R U TAM (En f e rm e ro): disminuye el efecto del
fuego enemigo con medicina tradicional y 
mantiene el conocimiento de venenos para
silenciar enemigos.
5 . U N U I T K I A RTIN (In s t r u c t o r): instruye al personal
nativo en su propia lengua, de tal forma que los
p rocesos de enseñanza alcancen los objetivos.
78
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83
ORGANIZADOS PARA VENCER
III
84
“TENEMOS UNA MISION GLORIOSA”
“Aquí estoy para estrechar las manos de mis compañeros, aquí estoy para invocar vuestro
trabajo, aquí estoy para recordarles que nosotros tenemos una misión gloriosa y única que
todavía no se la escribe, que todavía no se la cumple, pero con vuestro esfuerzo, con vuestra
entrega y con nuestro ejemplo, podemos todavía acceder a ella.”
General Miguel Iturralde Jaramillo, 
Fuerte Militar “Amazonas”, 11 de noviembre de 1994.
C A P Í T U L O I I I
85
ORGANIZADOS PARA VENCER
Como una tendencia natural a cre c e r,el nóvel destacamento de paracai-distas, gracias a su espíritu militar y
a una impresionante fuerza de identidad,
fue aumentando cada vez más con los
alumnos graduados. Al haber compartido
las mismas experiencias, sueños e ideales
y a solicitud de los oficiales paracaidistas,
el mando militar decidió conformar las
unidades; así nacieron los grupos y luego
se llegó a la Brigada.
Muchos paracaidistas re a l i z a ron cursos en
el exterior, estos soldados observaro n
también la estructura en otros ejérc i t o s .
Con los estudios correspondientes, la or-
ganización de los paracaidistas fue cre-
ciendo y fortaleciéndose.
La Brigada de Fuerzas Especiales, con to-
das las unidades de apoyo de servicio de
combate, se organiza en 1975 para satis-
facer las necesidades operativas de la
Fuerza Te r re s t re y así contar con una re-
serva estratégica, para decidir en el com-
bate. 
Los grupos de Fuerzas Especiales se fue-
ron acantonando en diferentes lugares del
territorio nacional; el Comando del Ejérc i-
to dispuso que estas unidades estén siem-
p re disponibles para combatir y defender
a la nación, en los lugares más cercanos a
un potencial y real conflicto.
Los oficiales y voluntarios paracaidistas
rotan periódicamente en estas unidades;
ellos mantienen, renuevane incre m e n t a n
las tradiciones y conservan el espíritu de
trabajo con la voluntad de vencer.
En los proyectos de ayuda a la comuni-
dad, los miembros de las unidades parti-
cipan, con toda su energía y buena volun-
tad, en varios proyectos que satisfacen las
necesidades sociales. En las fechas cívicas,
con su uniforme impecable, puestos su
boina con el ala dorada y sus botas charo-
ladas, el paracaidista asiste como invitado
de honor, como miembro de un Ejérc i t o
que siempre estará junto a su pueblo.
Los pobladores de las respectivas jurisdic-
ciones son testigos permanentes del pro-
fesionalismo de estos soldados; los ven
s i e m p re con su uniforme camuflaje, ro s-
t ros sudorosos, cuidando su armamento y
con la mirada altiva, demostrando alegría
y orgullo de ser parte de un Ejército ven-
c e d o r.
Así, organizadas para vencer, todas las
unidades de Fuerzas Especiales, en un
haz de esfuerzo y decisión, han demos-
trado al Ecuador que están entre los
m e j o res combatientes del mundo.
“Siempre listos”.
BRIGADA DE
FUERZAS ESPECIALES
86
La Brigada de Fuerzas Especiales nació en Quito y desde 1982 el Comando de esta
Brigada se estableció en Latacunga, en las faldas del coloso Cotopaxi. La ubicación del
Fuerte Militar “Patria” es estratégica ya que está en el centro del país, muy cerca de uno
de los aeropuertos más importantes, lo que facilita el desplazamiento a cualquier parte
del territorio nacional. Además, está enriquecido con la enorme cultura y la particular
identidad de la provincia del Cotopaxi.
87
AÑO APELLIDOS Y NOMBRES
1 9 5 5 ROMO ESCOBAR ALEJANDRO
1 9 6 0 JIJÓN ESPINOZA SERGIO
1 9 6 1 ROMO ESCOBAR ALEJANDRO
1 9 6 6 ALBÁN ALFARO FELIPE 
AÑO APELLIDOS Y NOMBRES
1 9 6 8 MONTESINOS MEJÍA CÉSAR OLMEDO
1 9 6 9 PEÑAHERRERA P. CAMPO ELIAS
1 9 7 1 N AVAS ALMEIDA CRISTOBAL
1 9 7 3 CHÁVEZ CARRERA GUSTAVO 
COMANDANTES DEL DESTACAMENTO 
ESPECIAL DE PA R A C A I D I S TA S
COMANDANTES DE LA BRIGADA 
DE FUERZAS ESPECIALES No 9 "PAT R I A "
A Ñ O APELLIDOS Y NOMBRES
1 9 7 5 N AVAS ALMEIDA CRISTOBAL
1 9 7 7 ALBUJA ALBUJA MANUEL
1 9 7 9 VIVERO BURBANO EDMUNDO
1 9 8 0 ORBE RECALDE RODRIGO
1 9 8 1 BARRAGAN VÁSCONEZ GONZALO
1 9 8 2 LIMA IGLESIAS JOFFRE 
1 9 8 3 VILLA JARAMILLO MARCO 
1 9 8 5 MUÑOZ ESCOBAR LUIS 
1 9 8 6 DELGADO ALVEAR MARCELO
1 9 8 7 DONOSO GAME JUAN FRANCISCO
1 9 8 8 ANDRADE PAREDES CARLOMAGNO
1 9 9 0 ITURRALDE JARAMILLO MIGUEL
1 9 9 1 BUENO ESPINOZA GONZALO
1 9 9 2 S A N D O VAL BARONA TELMO 
1 9 9 3 NÚÑEZ SÁNCHEZ PATRICIO 
A Ñ O APELLIDOS Y NOMBRES
1 9 9 4 YANDÚN POZO RENÉ 
1 9 9 4 C Ó R D O VA CORTÉZ JAIME 
1 9 9 4 SANCHEZ PRÓCEL SERVIO TULIO
1 9 9 5 ALMEIDA TERÁN JUAN
1 9 9 6 DE LA ROSA REINOSO CÉSAR
1 9 9 7 M O YA ARELLANO ROBERTO 
1 9 9 8 MOLINA VIZCAÍNO MILT O N
1 9 9 9 AGUAS NARVAEZ LUIS 
2 0 0 0 HERNANDEZ PEÑAHERRERA LUIS 
2 0 0 1 OSORIO BACA MILT O N
2 0 0 1 GUERRÓN BORJA HUGO 
2 0 0 2 MALDONADO MALDONADO MIGUEL 
2 0 0 3 VERGARA BARROS EDUARDO 
2 0 0 4 DÁVILA ALARCON FRANKLIN 
2 0 0 5 ALBÁN NOBOA DIEGO
2 0 0 6 REVELO GORDÓN WILSON
88
La avenida de la inmortalidad es el símbolo del sacrificio 
y entrega de los miembros de la Brigada. Es la forma 
e x t e rna de inculcar valores y preservar el sentimiento 
por un Ecuador digno y soberano.
La Brigada lleva el nombre sagrado 
de “Patria” porque sintetiza toda 
la devoción y convicción cívica, que son
la esencia del soldado y pro y e c t a
la trascendencia de todas las 
acciones que los paracaidistas
re a l i z a n .
89
El Comando de la Brigada tiene la tarea 
de planificar, org a n i z a r, entrenar y conducir 
las operaciones especiales en donde el mando 
militar lo determine. Cumple las misiones 
planificadas, cuenta con los medios y la 
o rganización que le permiten flexibilidad 
y rapidez en la maniobra, por lo cual se hizo
a c reedor a la más alta condecoración 
que otorga el pueblo ecuatoriano a las 
unidades de combate.
En todos los comandos de unidad existe una galería de comandantes, en reconocimiento a su trabajo
y liderazgo, que ha consolidado el fortalecimiento institucional. El aporte de cada uno de los jefes, 
en su respectiva época, ha permitido incrementar la historia de éxitos militares 
y la difusión de la cultura paracaidista.
90
“Dadme mi Dios lo que te resta…”
91
El Comando de Apoyo Logístico No. 9,
es el aprovisionador y el encargado de
mantener el equipo especial; 
la demanda de una labor técnica 
y abnegada reviste especial 
responsabilidad, que ha sido 
asumida con la más absoluta 
e n t e reza pro f e s i o n a l .
Las labores y tareas que 
realizan las sub-unidades 
de la Brigada, no sólo garantizan
los procesos administrativos y
logísticos; también muchas 
veces, han cumplido misiones 
de combate, ya que sus 
integrantes son comandos 
p a r a c a i d i s t a s .
“Temor solamente a Dios”.
92
GRUPO ESPECIAL
DE COMANDOS No. 9 ( G E K )
El Grupo Especial de Comandos (GEK) es la unidad insignia de la Brigada
de Fuerzas Especiales, reconocida por su alto nivel de preparación, poder de combate
y mística inigualable, que lo capacita para cumplir misiones estratégicas dentro
y fuera del territorio nacional. No en vano todos son comandos-paracaidistas.
93
A Ñ O NOMBRES Y APELLIDOS 
1 9 9 5 David Molina Vizcaino 
1 9 9 6 Wagner Bravo Jaramillo
1 9 9 7 F e rnando Proaño Daza 
2 0 0 0 Carlos Obando Changuán
2 0 0 2 Víctor Andrade Manotoa
2 0 0 4 Campio Aguas Narváez
2 0 0 6 G e rmán Vásconez Vásconez
COMANDANTES 
DEL GRUPO ESPECIAL DE COMANDOS
GEK 9
94
Después de la gesta heroica del Cenepa, 
ante la necesidad de conservar una fuerza
disuasiva especial y mantener altivo el 
espíritu guerre ro del comando ecuatoriano, 
se forma en 1995 el Grupo Especial de 
Comandos, ubicado en el Fuerte Militar “Patria”.
95
El GEK está conformado por cuatro 
e s c u a d rones; el primero compuesto por
especialistas para dominar aire, mar 
y tierra, y tres escuadrones de comandos
que le permiten cumplir sus misiones,
convencidos de garantizar una patria
segura e impere c e d e r a .
Los miembros de este grupo tienen
muchas capacidades individuales y
colectivas, gracias al duro entre n a m i e n t o
en el que se privilegia el combate cuerpo
a cuerpo, mientras que en las acciones
colectivas priman la agresividad y valentía.
G E K 9
96
El soldado del GEK porta como insignia un
p a rche que tiene la forma de una 
calavera, que re p resenta el constante 
riesgo de sus operaciones estratégicas y
lleva el amarillo, azul y rojo del Ecuador,
por la inmensa e inquebrantable dedicación
al pueblo que defiende. Sobre la calavera
reposa la boina roja símbolo del 
paracaidista y dentro de ella está 
el singular lema: 
“ Temor solamente a Dios”.
97
Para aprovechar el capital
humano del GEK, 
el comando de la Brigada 
lo ha dotado de arm a m e n t o
y equipo especial, con el
objetivo de hacer más 
eficiente a esta unidad.
Los miembros de este grupo
tienen muchas capacidades
individuales y colectivas, gracias
al duro entrenamiento en el que
se privilegia el combate cuerpo
a cuerpo, mientras que en las
acciones colectivas priman la
a g resividad y valentía. 
“No somos los únicos, pero somos los mejores”.
GRUPO DE FUERZAS
ESPECIALES No. 27
El Grupo de Fuerzas Especiales No. 27 es el re f e rente de entrenamiento e 
instrucción que se realiza en todas las regiones. Históricamente es la primera gran
unidad de paracaidistas, está radicada en el Fuerte Militar “Patria” en Latacunga. 
R e p resenta leyenda y tradición; son las glorias de antaño nacidas y forjadas 
en el inicial Grupo de Fuerzas Especiales No. 1.
98
99
A Ñ O NOMBRES Y APELLIDOS
1968 Cristóbal Navas Almeida 
1972 Marco Parreño Vásquez
1974 Juan Francisco Donoso Game
1978 Marco Villa Jaramillo
1980 Telmo Sandoval Barona
1982 Gonzalo Bueno Espinoza
1982 Luis Muñoz Escobar
1983 Milton Escobar Arízaga
1984 Marco Játiva Balseca
1984 Rene Yandún Pozo
1985 Milton Molina Vizcaino
1985 Servio Sánchez Prócel
1985 Roberto Moya Arellano
1987 César De La Rosa Reinoso
1989 Víctor Obando
A Ñ O NOMBRESY APELLIDOS
1991 Ernesto Rodríguez Valdiviezo
1992 José Pila Hualpa
1994 Milton Osorio Baca
1995 Franklin Dávila Alarcón
1996 Jaime Anda Sevilla
1997 Luis González Villarreal
1998 Fernando León Nolivos
2000 Hugo Villegas
2001 José Martínez
2002 Luis Toapanta Defaz
2004 Francisco Vega León
2005 Pablo Almeida Cañizares
2006 Gustavo Acosta Yacelga
COMANDANTES DEL GRUPO
DE FUERZAS ESPECIALES No. 27
100
La participación de los paracaidistas en el área deportiva es legendaria; en las disciplinas de pentatlón,
box, judo, tiro y carreras pedestres han sobresalido soldados que hasta hoy ostentan
m a rcas nacionales e intern a c i o n a l e s .
En las emergencias nacionales, genera-
das por causas naturales, el trabajo de
ayuda y apoyo ha sido reconocido por
la sociedad ecuatoriana; su contribución
d e s i n t e resada y efectiva alivió el dolor y
p e rmitió continuar por el sendero del
p ro g reso a la población afectada.
101
Su insignia distintiva está adornada con
t res rayos, que simbolizan la capacidad
de empleo de esta unidad, ya que
puede operar en Costa, Sierra y 
Oriente. Se caracteriza por la bravura 
de sus hombres y alto entre n a m i e n t o
que garantizan el cumplimiento
de todas las misiones.
En los conflictos de 1981 
y de 1995 el desempeño de los
soldados de este grupo mere c i ó
loables reconocimientos; por ello
se hizo acreedor a dos 
condecoraciones “Al Mérito 
de Guerra” en el grado 
de “Gran Cruz”.
G R U P O D E F U E R Z A S E S P E C I A L E S N o . 2 7
“El Ejército primero, mi unidad
la primera del Ejérc i t o ”
GRUPO DE FUERZAS
ESPECIALES No. 26 
En 1995 fue la primera unidad en entrar a la zona de conflicto en la cord i l l e r a
del Cóndor; con otras unidades conformó el Agrupamiento Táctico de Selva
“General Miguel Iturralde”; por esta gloriosa participación se hicieron acre e d o re s
a la condecoración “Al Mérito de Guerra” en el grado de “Gran Cruz”.
102
G R U P O D E F U E R Z A S E S P E C I A L E S N O . 2 6
103
A Ñ O NOMBRES Y APELLIDOS
1974 M a rco Parreño Vásquez
1975 F e rnando Viteri Pinto
1976 Gonzalo Bueno Espinoza
1979 Juan Francisco Donoso Game
1980 Carlos Ord ó ñ e z
1981 Carlomagno Andrade Pare d e s
1983 M a rco Póveda
1984 Galo Granja Paredes 
1985 Raúl Gutiérre z
1985 M a rco Játiva Balseca 
1985 Telmo Sandoval Barona 
1987 Juan Almeida Terán 
1989 Milton Molina Vizcaino 
1990 Francisco Medina F. 
1991 César Molina C. 
1992 Gustavo De la Vega R. 
1993 Luis Aguas Narváez
1995 Hugo Guerrón Borja
1996 Luis Burbano Martínez 
1997 Manuel Mena Salazar 
1998 Juan Peñafiel Morales
2000 B y ron Salas Bedón
2001 Fausto Berrazueta Mancheno 
2002 Raúl Silva Cedeño 
2003 Fausto Bravo Astudillo
2003 Cayetano Saltos Guerre ro
2004 Roque Moreira Cedeño 
2 0 0 6 M a rcelo Pozo Yépez
COMANDANTES 
DEL GRUPO
DE FUERZAS ESPECIALES
No. 26 
104
La bella y pujante ciudad de Quevedo
acoge orgullosamente en su seno al
Grupo de Fuerzas Especiales No. 26,
desde cuando fue destacamento, hasta
los tiempos actuales. Desde este feraz
rincón del litoral ecuatoriano se irradia
el espíritu y dinamismo del
soldado de Fuerzas Especiales.
Por estar en la cuenca del Guayas tiene un clima
ecuatorial cálido; la flora y fauna es variada y posee
características muy peculiares; una muestra es la 
catedral de bambú, dentro de la unidad, en la que
se puede disfrutar de la naturaleza y de la genero s i d a d
de Dios.
Dispone de una base de entrenamiento en combate
especial a orillas del río Palenque o Quevedo, lo que
p resta facilidades a los cursos para moldear el 
espíritu aguerrido y afincar los valores militare s .
105
El lema “El Ejército primero, mi unidad la primera del Ejérc i t o ” resume la alta autoes-
tima de estos soldados convencidos de que el amor patrio es lo más grande que
existe y de pertenecer a una de las mejores unidades de combate. En Tiwintza este
Grupo dio a la patria varios héro e s .
Esta unidad de paracaidistas tiene zonas de salto y pista de aterrizaje propia, lo que facilita a los 
m i e m b ros de las Fuerzas Armadas vivir intensamente, cada graduación y re e n t renamiento 
de paracaidismo, que se realiza para mantener el nivel operativo.
“Centinelas de la Patria 
y defensores de su pueblo”
GRUPO DE FUERZAS
ESPECIALES No. 25 
106
La próspera y fascinante provincia verde de Esmeraldas recibió al Grupo
de Fuerzas Especiales No. 25 en el año 2000. Desde entonces navega por sus ríos
y patrulla sus selvas, re s g u a rdando permanentemente la frontera nor-occidental
de la Patria.
107
COMANDANTES DEL GRUPO
DE FUERZAS ESPECIALES
No. 25
A Ñ O NOMBRES Y APELLIDOS
1966 Gonzalo Armendáriz 
1 9 7 0 J o rge Vaca Mosquera
1 9 7 1 H e rnán Reyes
1971 Gonzalo Barragán
1 9 7 3 A rmando Navarre t e
1 9 7 4 Vicente Rojas
1 9 7 5 F e rnando Viteri Pinto
1976 Roberto Moya Are l l a n o
1 9 7 6 J o rge Paredes Camacho
1 9 7 7 Roberto Moya Are l l a n o
1 9 7 8 Víctor Salas
1 9 7 9 Juan Almeida Te r á n
1 9 8 1 Gustavo Terán Arc e n t a l e s
1 9 8 2 Harry Arias 
1 9 8 2 Juan Palacios
1 9 8 3 Ernesto Rodríguez Valdiviezo
1984 Rommel Revelo
1984 Rafael Jácome Sánchez
1 9 8 4 Jaime Córd o v a
1985 Juan Palacios
A Ñ O NOMBRES Y APELLIDOS
1 9 8 5 Braulio Jaramillo del Castillo
1 9 8 7 Aníbal Hidalgo
1 9 8 7 Milton Escobar Arizaga
1 9 8 8 M a rco Játiva Balseca
1 9 8 8 René Yandún Pozo
1 9 8 9 Roberto Moya Are l l a n o
1 9 9 0 Gustavo Terán Arc e n t a l e s
1 9 9 1 Hugo Pozo Erazo
1992 Ernesto Rodríguez Valdiviezo
1 9 9 4 F e rnando Hidalgo
1 9 9 7 Patricio Haro Ay e r v e
1 9 9 8 Franklin Dávila Alarc ó n
1 9 9 9 B y ron Salas Bedón
2 0 0 0 Juan Peñafiel Morales
2 0 0 0 Miguel Fuertes Ruiz
2 0 0 1 Carlos Obando Changuán 
2 0 0 2 Julio Pacheco Bedoya
2 0 0 3 F reddy Narváez Gomezcoello
2 0 0 5 Edwin Pozo Pozo
2 0 0 6 Francisco Narváez Va c a
108
En sus inicios como destacamento y luego como
Grupo de Fuerzas Especiales se ubicó en 
Santo Domingo, a orillas del río Toachi, como parte 
de la Brigada de Fuerzas Especiales.
Ser “centinelas de la patria y defensores de 
su pueblo”, como su lema dice, expresa los nobles
ideales que estos soldados tienen en sus corazones 
y re a f i rma el compromiso permanente de defender
la heredad territorial.
G R U P O D E F U E R Z A S E S P E C I A L E S N O . 2 5
109
E n t re sus principales actividades
m i l i t a res y formativas estaba 
la de capacitar a los primero s
cursos de “Ti g res”, soldados 
e n t renados para el conocimiento
de operaciones especiales 
en selva.
Es la unidad de paracaidistas que está cerca del mar; gracias a esta ubicación y a la rotación de personal 
reglamentaria, todos los miembros de Fuerzas Especiales acceden a una preparación integral.
110
“ D e f e n s o res de la herencia del Cenepa”
GRUPO DE FUERZAS
ESPECIALES No. 24 
El Grupo de Fuerzas Especiales No. 24, por su nivel de preparación, 
estuvo en Guayaquil desde 1982 hasta 1991 y en Daule Peripa desde 1991 hasta 1994,
imprimiendo siempre un sello de profesionalismo y entrega. La innovadora y pro g re s i s t a
ciudad de Nueva Loja, cantón fronterizo de nuestra Amazonía ecuatoriana, 
es el lugar donde hoy se encuentra acantonada esta Unidad. 
111
COMANDANTES 
DEL GRUPO
DE FUERZAS ESPECIALES
No. 24
A Ñ O NOMBRES Y APELLIDOS
1 9 8 2 F e rnando Viteri Pinto 
1 9 8 3 Carlomagno Andrade Paredes 
1 9 8 4 Patricio Núñez Sanchez 
1 9 8 5 Juan Almeida Terán 
1987 Roberto Carrera Chinga 
1989 Hugo Pozo Erazo 
1 9 9 2 Felipe Burbano Martinez
1 9 9 2 E d u a rdo Moncayo C. 
1 9 9 4 E d u a rdo Ve rgara Barros 
1 9 9 5 M a rcelo Gaibor Escobar 
1 9 9 6 Juan Peñafiel Morales 
1997 Juan Jácome Va l v e rde 
1 9 9 8 Raul Silva Cedeño 
2 0 0 0 Felipe Burbano Martínez 
2 0 0 1 F e rnando Proaño Daza 
2 0 0 2 M a rco Medina Jaramillo 
2 0 0 3 Patrício Andrade Sánchez 
2004 José Pastor Guevara 
2 0 0 5 Francisco Narváez Vaca2 0 0 6 Luis Lara Jaramillo
112
Como todas las unidades de 
Fuerzas Especiales, esta 
también ostenta la condecoración
al “Mérito de Guerra” en 
el grado de “Gran Cruz”, por 
el glorioso desempeño 
de oficiales y voluntarios 
en la gesta del Cenepa. 
Otra de sus tareas es apoyar a los organismos del Estado para 
que la producción petrolera y toda su infraestructura tengan 
la seguridad adecuada, por ser este un sector productivo del 
que depende la economía del país.
113
El GFE No. 24 tiene la importante misión de custodiar persistentemente la frontera nor-oriental. 
El sector necesita de la mirada vigilante, de los pasos sigilosos y de los gritos de alerta 
de los comandos-paracaidistas, guardianes celosos de la soberanía nacional. 
En las estadísticas de la lucha contra el narcotráfico 
y actividades ilícitas conexas, es una de las unidades
que más resultados positivos tiene, gracias a la efectividad
de la planificación táctica y a su eficiente desempeño.
“Por la paz ciudadana, 
con coraje y decisión”
GRUPO ESPECIAL
DE OPERACIONES
El Grupo Especial de Operaciones está radicado en el valle de Los Chillos, 
con la infraestructura física adecuada para cumplir sus misiones de combate. 
Está en capacidad de neutralizar las amenazas terroristas en nuestro país. 
114
115
A Ñ O NOMBRES Y APELLIDOS
1 9 8 5 Servio Tulio Sánchez Porc e l
1 9 8 6 E d u a rdo Maldonado Are l l a n o
1 9 8 7 Patricio Padilla 
1 9 8 8 E d u a rdo Moncayo
1 9 8 9 E d u a rdo Vaca Rodas
1 9 9 1 Miguel Fuertes Ruiz
1 9 9 1 Fabián Narváez Gomezcoello
1 9 9 3 E d u a rdo Vaca Rodas
1 9 9 6 Juan Villegas Aldaz
1 9 9 8 Jaime Anda Sevilla
1 9 9 9 Édgar Narváez Gomezcoello
2 0 0 0 Gustavo Salazar Castro
2 0 0 1 Javier Pérez Rodríguez 
2 0 0 2 Fausto Berrazueta Mancheno
2 0 0 4 Ángel Proaño Daza
2 0 0 4 Fausto Bravo Astudillo
2 0 0 5 Luis Lara Jaramillo
2 0 0 6 Eloy Viteri Narváez
COMANDANTES 
DEL GRUPO ESPECIAL 
DE OPERACIONES GEO
El uniforme para las operaciones
c o n t r a t e r rorismo es de color negro ;
con él protegen su identidad y 
mantienen el secreto de sus acciones.
Cuando esta unidad se emplea,
lo hace imprimiendo gran 
velocidad, sigilo y eficacia a sus
operaciones para la eliminación
de las amenazas.
El comando paracaidista del GEO, tuvo una destacada
participación en el conflicto de 1995. Es paradigma
del entrenamiento continuo y del permanente esfuerzo
en proteger a la ciudadanía.
“Iwias, listos para la guerra”
B ATALLÓN DE OPERACIONES
ESPECIALES EN SELVA NO. 23
Este glorioso Batallón, acantonado en Shell-Mera, se conformó con las unidades tipo
compañía que fueron condecoradas en 1995 y con la mayoría de los soldados Iwias
que en la cordillera del Cóndor hicieron derroche de valor y contribuyero n
significativamente al mantenimiento de nuestra integridad territorial.
116
117
Las compañías de este batallón son 
la 17, 19, 21 y 23; mantienen esta 
denominación por haber sido 
las merecedoras de la condecoración
más alta en combate; están en capacidad
de utilizar los medios más modern o s
y re c u r ren a las técnicas ancestrales
de combate en selva con pro b a d a
suficiencia y resultados efectivos.
La cultura paracaidista ha sido inculcada por oficiales y voluntarios de Fuerzas Especiales, 
quienes han hecho de esta gran unidad una extensión del espíritu y profesionalismo 
p ropios del paracaidista ecuatoriano.
Esta Unidad constituye, en la actualidad, 
la fuerza de reacción inmediata de la IV División 
de Ejército “Amazonas”; por el entrenamiento y
p reparación de su gente, está lista para actuar 
en cualquier rincón de nuestra Amazonía.
“Por nuestra patria y nuestros héroes, 
hasta el sacrificio si es pre c i s o ”
B ATALLÓN DE OPERACIONES
ESPECIALES EN SELVA NO. 54
En el conflicto del Cenepa se acuñó la frase “Iwia más comando = fórmula letal”, 
ya que la convicción y orgullo de ser paracaidista ecuatoriano ha inundado 
todas las unidades del Ejército, en especial en este reparto, por tener actividades
y tradiciones afines.
118
119
Conscientes de la gran utilidad y eficiencia de los Iwias en el conflicto del 
Alto Cenepa, el mando tuvo la acertada decisión de incrementar repartos para
estos bravos guerre ros de la selva. Así se formó, entre otros, el Batallón de
Operaciones en Selva No. 54, en el cantón de Shushufindi, con el nombre de
uno de los héroes que ofre n d a ron con valor su vida por defender a la Patria, 
el capitán Geovanny Calles.
Esta es otra de las unidades que tiene a su cargo proteger y dar seguridad, con sus hombres y 
medios, a la producción hidrocarburífera ecuatoriana de cualquier amenaza nacional o intern a c i o n a l .
A Ñ O NOMBRES Y APELLIDOS
1 9 9 7 Carlos Obando Changuán
1 9 9 9 Víctor Flores Salinas
2 0 0 0 Miguel Moreno Va l v e rd e
2 0 0 1 Luis Toapanta Defaz
2 0 0 2 Javier Pérez Rodríguez
2 0 0 3 Erwin del Castillo F.
2 0 0 4 Miguel Rueda Fierro
2 0 0 4 José Gallardo Carm o n a
2 0 0 5 Fausto Berrazueta Mancheno
COMANDANTES 
DE OPERACIONES
ESPECIALES EN SELVA
No. 54
120
121
122
123
SIEMPRE LISTOS POR LA PAT R I A
IV
124
“UN PUEBLO UNIDO ES UN GIGANTE INVENCIBLE”
“La guerra del Cenepa tuvo esa cualidad suprema y aleccionadora que unió a la nación dentro de un
mismo objetivo, una lucha común, un anhelo impere c e d e ro y el renacer a una verdad innegable:
un pueblo unido es un gigante invencible.”
General Luis Aguas Narváez, 
Fuerte Militar “Atahualpa”, 26 de enero de 2005.
125
C A P Í T U L O I V
SIEMPRE LISTOS POR LA PAT R I A
Defender la sagrada heredad territo-rial, luchando y depositando con-vicción en cada trinchera, es una
muestra fecunda de amor a la Patria. Esta
e n t rega en el campo de batalla es el re-
sultado de una incesante preparación y
de una organización acertada, sustentada
en el capital humano de los soldados pa-
r a c a i d i s t a s .
Ante el peso de estas demostraciones fe-
hacientes de valor, un pueblo, absoluta-
mente integrado a sus Fuerzas Arm a d a s ,
se aglutinó identificándose con los vale-
rosos combatientes, constituyéndose así
en el respaldo moral y espiritual en cada
puesto de combate.
En 1981 estuvimos listos para enfrentar al
enemigo. Los paracaidistas escribimos
una página gloriosa resistiendo y defen-
diendo lo que por herencia histórica nos
pertenece; pero también fue el motivo
para tomar conciencia de que teníamos
que pre p a r a rnos aún más. Y, por todo es-
to, Paquisha fue el preludio de la victoria
militar en el Cenepa.
La historia ecuatoriana relata la victoria
militar de 1995 con suficiente notoriedad.
En este capítulo evidenciamos con imá-
genes los relatos de esta inigualable ges-
ta; exaltamos a sus actores, entre ellos a
los paracaidistas, en especial, a la inmor-
tal patrulla “Zafiro” que desalojó la incur-
sión peruana en Base Norte. Y comple-
mentamos este artículo analizando el fu-
t u ro del paracaidismo ecuatoriano que,
sin dudarlo, es prometedor y grandioso. 
Victoria militar indiscutible la de 1995, en
la que participa un ejército con todos sus
m i e m b ros expertos en selva, entre n a d o s
por personal paracaidista; victoria militar
que es ejecutada por unas Fuerzas Arm a-
das contagiadas por una mística indiscuti-
ble de amor a la Patria o lo que es lo mis-
mo una moral paracaidista.
También fue una victoria del pueblo ecua-
toriano; la sociedad y sus Fuerzas Arm a-
das fueron un solo grito, un solo aliento
al defender nuestra sagrada heredad terri-
torial desde una sola trinchera: Ecuador. 
Así, “Siempre listos” por la Patria, con
muestras irrefutables de valor gracias a
las gestas de 1981 y 1995, los paracai-
distas del Ejército ecuatoriano hemos
dado al Ecuador prestancia para pro-
clamar al mundo que somos un país
digno, valiente y soberano.
126
1981: 
EL PRIMER SALTO DE COMBATE
“Ecuatorianos, nuestra lucha en Paquisha, Mayaicu y Machinaza ha sido el despertar de la dignidad
nacional, el renacer del espíritu patriótico de un pueblo, una demostración de profesionalismo
de la institución militar y la prueba de valory coraje del soldado paracaidista”
General Gonzalo Bueno Espinoza
El 22 de enero de 1981
las guarniciones de frontera ecuatorianas, 
acantonadas en la cordillera del Cóndor, 
f u e ron bombardeadas por aviones y helicópteros 
del Ejército peruano. Ante esa situación, 
el mando militar ordenó el empleo
de las unidades de Fuerzas Especiales.
127
La resistencia heroica de los soldados del Batallón
de Selva No. 103 “Zamora” en los puestos militare s
de Paquisha, Mayaycu y Machinaza, fue reforzada 
por los miembros del grupo de Fuerzas Especiales
No.1, quienes salieron desde su guarnición 
en Quito. 
128
El 24 de enero se 
realizó el primer salto de
combate ecuatoriano.
Aquellos que pro t a g o n i z a ro n
esta hazaña demostraron 
audacia y temeridad; 
lo hicieron en zonas 
selváticas y con la tarea 
de reforzar a las unidades
que en tiempos de paz 
p rotegen nuestro territorio.
129
En 1981, próximos a 
cumplir 25 años, estábamos
listos para la guerra; 
ya teníamos personal 
graduado en todas las 
especialidades, entre ellos
los guías de salto, quienes
re a l i z a ron con éxito el
primer lanzamiento 
p recursor en el área 
de combate.
1 9 8 1 : E L P R I M E R S A L T O D E C O M B A T E
130
UNIDADES QUE CONFORMARON EL 
A G R U PAMIENTO TÁCTICO DE SELVA “CÓNDOR”
Grupo de Fuerzas Especiales No. 1
Batallón de Selva No. 103 “Zamora”
Companía de Infantería de Marina
Escuadrón de Aviación del Ejérc i t o
Companía Cuartel General No. 7 (Loja)
Unidad de Artillería (Guayaquil)
Escuadrón de Transportes de la Fuerza Aére a
Unidades de Apoyo Logístico No. 21
Teniente Coronel Carlomagno Andrade Comandante del Agrupamiento 
Teniente Coronel Miguel Eduardo Zaldumbide Comandante del Batallón de Selva
Teniente Coronel Gonzalo Bueno Jefe del E. M. y Oficial de Operaciones
Mayor Patricio Núñez Oficial de Inteligencia
Mayor Telmo Sandoval Barahona Oficial de Personal y Logística
Teniente (Fuerza Naval) Vicente Canelos Auxiliar de Personal y Logística
COMANDO Y ESTADO MAYOR DEL AGRUPA M I E N T O
TÁCTICO DE SELVA “CÓNDOR”
131
Se conformó el Agrupamiento Táctico “Cóndor” con oficiales paracaidistas 
del Ejército y de la Infantería de Marina, con sus respectivos apoyos; 
en 1981 también se re a l i z a ron las primeras operaciones aero m ó v i l e s .
132
El personal de paracaidistas por primera vez pasaban de la dureza del entrenamiento al fragor 
del combate; los gritos en las pistas de instrucción sólo estaban en la memoria de los soldados; 
el silencio de la selva que inundaba el ambiente sólo se rompía con el fuego de fusiles, 
ametralladoras y mortero s .
133
Las operaciones especiales en selva exigen mucha preparación; además, la cordillera del Cóndor 
tiene áreas altas y frías, que demandan más profesionalismo ante la rigurosidad climática 
y la irregular topografía.
134
Los héroes de Paquisha fueron la semilla germinante en el espíritu y el sentimiento de los soldados 
que les sucedieron generación tras generación. Aquí se sembró la consigna honrosa de que la Patria
ecuatoriana jamás volverá a ser mancillada.
135
La experiencia de combate de las unidades tácticas de maniobra, apoyo de combate y de los servicios
logísticos y administrativos fue muy importante, acrecentó la confianza en nuestras fortalezas 
y nos permitió visualizar las debilidades del enemigo.
HELICOPTERO PERUANO CAIDO EN 1981 
EN LA QUEBRADA SABINZA Y PAQUISHA
1995: 
LA GESTA DEL CENEPA
“Que Dios proteja a todos los soldados en esta 
nueva tarea que nos impone la Patria…”
General Patricio Núnez Sánchez.
136
137
138
En vísperas de la navidad 
de 1994, ante la amenaza 
peruana de desalojar nuestro s
destacamentos que se 
encontraban en las riberas 
del río Cenepa, un grupo 
de Fuerzas Especiales recibe 
la orden de reforzar a la 
Brigada de Selva 
No. 21 “Cóndor”.
139
El 15 de diciembre de ese año se 
c o n f o rma el Agrupamiento Táctico 
de Selva “Miguel Iturralde” con el Grupo
de Fuerzas Especiales No 26, Batallón 
de Selva No 63, Compañía de 
Operaciones Especiales No 21, 
Compañía de Comunicaciones No 21,
Grupo de Artillería No 21, Escuadrón 
de Aviación del Ejercito No 21, 
Compañía Cuartel General No 21, 
Compañía Policía Militar No 21 y la 
Compañía de Apoyo Logístico No 21. 
Todas estas unidades estaban 
consolidadas y llenas de entusiasmo 
para vigilar y controlar el Cenepa 
por aire y tierra.
140
Comando Conjunto de las Fuerzas Arm a d a s .
Fuerza Te r re s t re
Fuerza Naval
Fuerza Aérea Ecuatoriana
Brigada de Selva No. 21 “Cóndor"
Brigada Especial de Combate “Eloy Alfaro ”
Agrupamiento Táctico de Selva “Miguel Iturralde”
Agrupamiento Táctico de Selva “Carlomagno Andrade”
Agrupamiento de Artillería No. 21
Grupo de Fuerzas Especiales No. 24
Grupo de Fuerzas Especiales No. 25
Grupo de Fuerzas Especiales No. 26
Grupo de Fuerzas Especiales No. 27
Grupo de Aviación del Ejército No. 21 “Condor”
Grupo Especial de Operaciones “Ecuador”
Batallón de Selva No. 61 “Santiago”
Batallón de Selva No. 62 “Zamora”
Batallón de Selva No. 63 “Gualaquiza”
Batallón de Selva No. 56 “Tu n g u r a h u a ”
Batallón de Ingenieros No. 68 “Cotopaxi”
Compañía de Operaciones Especiales de la III DE 
Compañía de Operaciones Especiales No. 5 
Compañía de Operaciones Especiales No. 13
Compañía de Operaciones Especiales No. 17
Compañía de Operaciones Especiales No. 19
Compañía de Operaciones Especiales No. 21
Compañía Especial de Seguridad del Ejérc i t o
Escuela de Formación y Perfeccionamiento de Nativos del Ejército “Iwias”
Escuela de Selva No. 19
D i rección Electrónica No. 10
Hospital General de las FF.AA. No. 1
Comando Aéreo de Tr a n s p o r t e
Escuadrón Aéreo de Tr a n s p o r t e s
Escuadrón 2112 F-1
Escuadrón 2113 C-2
Escuadrón 2311 A-37
Escuadrón 2211 Helicóptero s
E S TANDARTES INSTITUCIONALES Y DE UNIDADES 
M I L I TARES QUE OSTENTAN LA CONDECORACIÓN 
“AL MÉRITO DE GUERRA” EN EL GRADO DE “GRAN CRUZ”
POR SU CONTRIBUCIÓN A LA VICTORIA MILITAR DE 1995
141
El 9 de enero de 1995, 
varios miembros del 
Agrupamiento Táctico de
Selva “Miguel Iturralde” 
c a p t u r a ron a cuatro 
peruanos en territorio 
ecuatoriano y dieron parte
del control sobre selvas, 
ríos y montañas; éste era 
el presagio de un destino 
de gloria para el Ejército y, 
en especial, para los 
p a r a c a i d i s t a s .
142
En los siguientes días, una patrulla de reconocimiento aéreo detectaba a tro p a s
peruanas que tenían la intención de instalar un destacamento en el interior de
n u e s t ro territorio; para ello actuaron protegidos y apoyados por helicópteros y
a v i o n e s .
143
La plana mayor del Grupo de
Fuerzas Especiales No. 26 
planificó el desalojo. Esta hero i c a
y enorme responsabilidad re c a y ó
en un grupo de hombres que sa-
lió desde Tiwintza en dirección a
Base Norte: la patrulla “Zafiro ” .
144
Después de cuatro días de una 
incesante travesía la patrulla 
“ Z a f i ro” localizó a los invasores 
y la tarde del jueves 26 de enero
los desalojó violentamente, 
demostrando, sin embargo, 
pundonor y caballerosidad 
con los peruanos caídos.
PATRULLA ZAFIRO
“Sol, sol, aquí Zafiro ,
aquí sol, le copio zafiro .
Sol, aquí Zafiro, misión 
cumplida.” 
145
A partir de ese momento se generalizó la frase de las patrullas cuando
se comunicaban con su comandante: “Ecuador en el punto”, expre s i ó n
que denotaba el estricto cumplimiento de la misión encomendada y 
la férrea voluntad de no re t roceder un milímetro .
146
El enlace telefónico y por 
radio, seguro e ininterrumpido,
e n t re los puestos de combate 
y de estos con cada patrulla,
recompensaba el trabajo 
titánico que los soldados 
de comunicaciones desplegaro n
en el tendido alámbrico.
Cinco helicópteros derribados por certeros misiles, el rugir de los cañones y el re s p a l d o
del pueblo ecuatoriano complementaban las operaciones ofensivas y defensivas de cada
equipo de combate y aseguraban la victoria ecuatoriana.
1 9 9 5 : l a g e s t a d e l c e n e p a
147
Tres aviones derribadospor la gloriosa Fuerza Aérea Ecuatoriana,
consolidaban el dominio del cielo de Tiwintza. El respeto y org u l l o
de ser soldados ecuatorianos afloraba en todos los rincones. 
Las alas doradas del piloto y del paracaidista brillaban pro v o c a n d o
la admiración y gratitud de todo el Ecuador.
Las misiones de combate y de apoyo de combate de los 
bravos pilotos del Ejército, aseguraban zonas y disuadían los
ataques enemigos; al oír rugir los motores de los helicóptero s ,
los paracaidistas, en cada trinchera, sentían que el org u l l o
afloraba en su mente y corazón.
148
El esfuerzo logístico de los miembros 
de estas unidades hacia los puntos de 
distribución y desde estos a cada equipo 
de combate, a los puestos de observación, 
a los misileros, a las patrullas y a todas 
las trincheras, fue inmenso. La satisfacción
de cumplir con la misión se reflejaba en 
estos periódicos encuentros de paracaidistas,
soldados de selva y abastecedore s .
Ante este llamado de la Patria, los paracaidistas en servicio pasivo y las 
reservas entrenadas se incorporaron a sus unidades llenos de entusiasmo 
y cargados de optimismo, (fue un re e n c u e n t ro con los mismos ideales y
con las mismas consignas pendientes) dando excepcionales muestras de
coraje y valor.
149
Las evacuaciones médicas por aire o a pie sobre la espalda de
o t ro combatiente, estuvieron asistidas en los puntos de salud
por médicos civiles profesionales y patrióticos.
150
La Cordillera del Cóndor será 
s i e m p re testigo inmortal de la valentía
y permanente decisión del soldado 
ecuatoriano; su alma telúrica vibrará
fuertemente, por siempre, cuando 
escuche el latir del corazón de 
un paracaidista ecuatoriano, al pisar 
altivo este suelo histórico. 
151
Los soldados de Fuerzas Especiales, oficiales y voluntarios, demostraron juntos el amor a su pueblo
y a su historia; vivieron momentos de angustia, sacrificio y dolor; pero sobre todo mantuviero n
la firme convicción de luchar para engrandecer a la patria ecuatoriana.
152
Cada rincón de la selva de la cordillera del Cóndor, estaba 
inundada de patriotismo y entrega; se competía noblemente por
i n c rementar las acciones valiosas entre la Aviación del Ejérc i t o ,
Artillería, Comunicaciones, Infantería y las otras armas; en síntesis
se trataba de demostrar que “todos somos paracaidistas”.
153
El respaldo de la población 
ecuatoriana a sus Fuerzas Arm a d a s
fue total, pues se pro d u j e ron 
incontables muestras de 
patriotismo, en masivas 
demostraciones de unidad 
con la certeza de que el 
Ecuador era invencible. 
154
155
156
157
C U LTURA PA R A C A I D I S TA
V
158
Tradiciones paracaidistas, aquellas transmitidas de generación en generación
y de boca en boca. Aquellas que salieron del diálogo fraterno en el casino.
Aquellas que salieron a la luz y al calor de la fogata, en la mitad del vivaque,
cuando al árbol se arrimó el fusil para tomar la guitarra. Alma y núcleo 
contagioso que fomenta el espíritu de cuerpo. Camaradas acuñados 
en la simpática moneda, pero siempre listos al llamado de la Patria.
General Juan Francisco Donoso Game.
29 de Octubre 1986.
C A P Í T U L O V
159
CULTURA 
PARACAIDISTA
La identidad del paracaidista y su riqueza profesional está inmersa en casi todas las unidades
militares ecuatorianas. Es el producto de un accionar permanente de los soldados que, habiendo
entrado en nuestra casa, salieron por la puerta grande graduados con insignias nuevas en su pecho
y afincada en su mente una mayor devoción cívica. Estos soldados paracaidistas hicieron honor al
juramento de defender a este país, cuando en 1981 y 1995 lucharon para vencer, gracias, ante
todo, a su estructura, su carga ideológica y su mística. Todo esto, con justeza, bien puede llamar-
se cultura paracaidista.
El Libro de Oro de los cincuenta años del paracaidismo militar ecuatoriano dedica su parte final a
exponer sus valores y tradiciones. 
Los valores son en el hombre el sostén de su pensamiento y de su acción; en otras palabras, el
comportamiento humano es producto de la fuerza de su espíritu y de su capacidad corporal y
técnica. Si eso decimos del hombre en general, en el soldado se cultivan y desarrollan virtudes,
valores y principios institucionales. Y en el paracaidismo, este espectro axiológico y conductual es
mucho más amplio y profundo, como en los mejores soldados.
Los valores paracaidistas son consecuencia de vocaciones y convicciones aprendidas, enseñadas y
practicadas; son la muestra señera de un indomable espíritu y de una fidelidad a un ente superior
llamado patria. Estos soldados de mirada serena no han claudicado ni lo harán ante las nuevas
amenazas, por ello es correcto el mostrar la principal fortaleza interior de un paracaidista:
su cultura.
Las tradiciones son fundamentales para todo grupo social, en especial para los paracaidistas, ya que
con ellas fortalecen su identidad y afianzan el espíritu de cuerpo. Estas nacieron en los tiempos
libres después de la instrucción; originales muchas, adaptadas otras, pero todas con sin igual
acogida entre los miembros de las unidades del Ejército. 
Cobijados por todo lo ceremonial que implica el rito mundial de la Legión de la Vieja Calavera, los
paracaidistas han realizado construcciones físicas y culturales de todo lo que atañe esta mística
particular, que es símbolo y significante de abnegación, sacrificio y entrega total por una causa
noble; es la “obediencia como un cadáver” a la usanza antigua de las órdenes religiosas y militare s .
Presentamos una pequeña selección de los valores y tradiciones paracaidistas, todas ellas enmar-
cadas en la estructura de la institución militar; incluimos poesías, canciones, cantos, oraciones, pin-
turas, himnos y símbolos que son la parte espiritual de las unidades de Fuerzas Especiales.
Así, la cultura paracaidista se expone definida y sentida por todos los soldados que llevan en su
pecho el ala dorada. Quiera Dios que la próxima victoria también sea ecuatoriana y estén en ella
nuevamente los soldados de boina roja.
160
“Quien sirve a la Patria, 
no morirá jamás”
VA L O R E S
PA R A C A I D I S TA S
V A L O R E S
161
G r a e . Patricio Núñez Sánchez 
G r a e . Telmo Sandoval Baro n a
G r a d . Luis Aguas Narváez 
G r a d . Manuel Albuja Albuja 
G r a d . Carlomagno Andrade Paredes 
G r a d . M a rcelo Delgado Alvear 
G r a d . Juan Francisco Donoso Game 
G r a d . Miguel Iturralde Jaramillo
G r a d . Braulio Jaramillo Rojas 
G r a d . M a rco Játiva Balseca 
G r a d . J o f f re Lima Iglesias 
G r a d . E d u a rdo Maldonado Arellano 
G r a d . Miguel Maldonado Maldonado 
G r a d . Roberto Moya Arellano 
G r a d . Cristóbal Navas Almeida 
G r a d . Rodrigo Orbe Recalde 
G r a d . René Yandún Pozo
G r a d . Carlos Vasco Cevallos
G r a d . M a rco Villa Jaramillo 
G r a d . Edmundo Vivero Burbano 
G r a b . Gonzalo Bueno Espinoza 
G r a b . César De la Rosa Reinoso 
G r a b . E rnesto González Villareal 
G r a b . José Grijalva Palacios 
G r a b . Hugo Guerrón Borja 
G r a b . Servio Tulio Sánchez Prócel 
Oficiales que comandaron repartos paracaidistas 
y alcanzaron el grado de General
Voluntarios paracaidistas que
alcanzaron el grado de Suboficial Mayor
S u b m . César Abadiano Brusil 
S u b m . J o rge Bone Bustos 
S u b m . Ibar Campas Camacho 
S u b m . J o rge Chiluisa Arequipa 
S u b m . J o rge García Machuca 
S u b m . Apolinario Huila Tello 
S u b m . Ángel Mendoza Castillo 
S u b m . José Nazareno Quiñonez 
S u b m . Luis Ponce Ruales 
S u b m . Fausto Quispe Robalino 
S u b m . José Toapanta Cuzco 
162
PATR IOT ISMO
163
LEALTAD
C U L T U R A P A R A C A I D I S T A
164
DISC IPL INA
V
A
L
E
N
T
I
A
165
V A L O R E S 
166
ABNEGACIÓN
V A L O R E S
167
CREATIV IDAD
168
S E N T I M I E N T O S
PA R A C A I D I S TA S
“Es que es tanta mi alegría porque soy paracaidista, 
el soldado que conquista, cielo, viento, tierra y mar...”
s e n t i m i e n t o s p a r a c a i d i s t a s

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