El valor del ahorro

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El valor del ahorro 
En las clases anteriores, se abordaron unas temáticas en relación al ahorro 
en los jóvenes, el uso del dinero, el ahorro en situaciones con bajos 
ingresos, de tal forma que se despertase en el aprendiz, un interés 
particular sobre este tema, el cual posee un gran valor y relevancia en la 
vida de las personas, siendo, además, un impulsor de las metas y 
propósitos de crecimiento financiero del ser humano. 
Dado a la importancia que posee el ahorro en el desarrollo personal, en el 
presente texto se abordarán unas reflexiones sobre este tópico y su valor. 
 ¿Qué es el ahorro y cómo fomentarlo en los niños? 
Podríamos decir que el dinero es algo efímero, es decir que viene y va, esto 
determina que existe un flujo que es natural a su condición y funcionalidad, 
sin embargo, es posible que parte de ese dinero que “viene” no se “vaya”, 
sino que se ahorre o invierta, ya sea para que se mantenga o multiplique. 
El valor del ahorro se desarrolla entonces en virtud de acumular el dinero, 
para algún fin en particular, tener un colchón financiero o darse un gusto, 
algún viaje, adquirir un vehículo etc. 
La capacidad adquisitiva de la persona no sólo se mide en el dinero que le 
sobra luego de pagar los gastos del mes, sino también en lo que logra 
conversar para el futuro, ya sea para gastarlo en un bien o servicio o para 
sufragar las emergencias. 
Es importante entonces, que los padres o quien esté a cargo de los niños, 
hagan del ahorro un valor de vida, determinado no sólo en el dinero, sino 
también en los hábitos de consumo. 
Los menores al tener una conciencia sobre el valor de las cosas que 
disfruta a diario, pueden establecer una consideración sobre los gastos 
que impliquen las mismas, modificando costumbres en relación ya sea a 
los servicios públicos, los alimentos, el cuidado de sus pertenencias, etc. 
 Luego que el infante tenga cierta madurez o grado de responsabilidad, 
hasta el punto que los padres o por sus medios consiga tener algún dinero, 
allí es donde su conciencia sobre las finanzas personales y familiares toma 
partida, emprendiendo así la conservación del dinero ya sea mediante el 
ahorro, o la inversión a pequeña escala y bajo supervisión y 
acompañamiento. 
 
Muchos dicen querer ahorrar para luego invertir, otros indican que invertir 
es como ahorrar, sino que, con un fin más productivo, pero con riesgos. 
De una u otra forma es importante destinar los recursos económicos a 
alguno de estos 2 fines.