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El descubrimiento de la motricidad ideal el desarrollo de los pa

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El descubrimiento
de la motricidad ideal
El desarrollo de los patrones motores innatos
en el primer año de vida.
Análisis cinesiológico y muscular
Por
VÁCLAV VOJTA/EDITH SCHWEIZER
Traducido por
Jörg ADAM
Revisado por
Paloma SÁNCHEZ DE MUNIAIN
!
La Asociación Española Vojta se siente muy complacida en
haber logrado la primera edición de este texto, que es de gran
utilidad para todos los terapeutas Vojta de habla hispana. Este
libro ha sido posible gracias al esfuerzo de nuestra Asociación
y a la inestimable colaboración de Ediciones Morata. Gracias
también a todos aquellos que con su esfuerzo lo han hecho
realidad.
Ana María PÉREZ GORRICHO.
Presidenta de AEVO
Título original de la obra:
Die Entdeckung der idealen Motorik
© 2009 by Richard Pflaum Verlag GmbH & Co. KG, München
All Rights Reserved. Authorized translation from German language edition
Datos de la autora:
Edith Schwizer
Pützerstraße 4
64287 Darmstadt
e.h.schweizer@web.de
©nEDICIONES MORATA, S. L. (2011)
Coeditan:
AEVO (Asociación Española Vojta)
Miguel Servet, 6. 28224 Pozuelo de Alarcón. Madrid
www.vojta.es-info@vojta.es
y
EDICIONES MORATA, S. L.
Mejía Lequerica, 12. 28004 Madrid
www.edmorata.es-morata@edmorata.es
Derechos reservados
Depósito legal: M-28775-2011
ISBN: 978-84-7112-646-7
Compuesto por: Ángel Gallardo Servicios Gráficos, S. L.
Printed in Spain - Impreso en España
Imprime: LAVEL. Humanes (Madrid)
Fotografías de la cubierta e interiores: Edith Schweizer
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo
puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a
CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o
hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.
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www.cedro.org
www.vojta.es-
mailto: info@vojta.es
www.edmorata.es-
mailto: morata@edmorata.es
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PRÓLOGO ................................................................................................................
1 El comportamiento innato .................................................................................
1.1. El principio Vojta: El reconocimiento del comportamiento motor anclado ge-
néticamente, 13.—1.2. Patrones motores innatos y configuración individual, 14.
2 El desarrollo conjunto de la percepción ..........................................................
3 Metodología ........................................................................................................
3.1. El descubrimiento de las locomociones reflejas, 23.—3.2. Procedimientos
diagnósticos, 35.
4 Los cuatro estadios del desarrollo postural ....................................................
4.1. Descripción de los patrones de interacción emocional y social, 42.—4.2. Des-
cripción de los patrones motores, 42.—4.3. Descripción de la diferenciación de
la función muscular, 43.
5 El primer estadio: Estadio filogénico o estadio de los reflejos primitivos,
0-6a semana .........................................................................................................
5.1. Patrones de interacción social y emocional, 44.—5.2. Automatismos innatos
y reflejos primitivos, 56.—5.3. Patrones posturales en decúbito dorsal, 0-4a se-
mana, 57.—5.4. Patrones posturales en decúbito dorsal, 4a-6a semana, 74.—
5.5. Patrones posturales en decúbito ventral, 0-4a semana, 86.—5.6. Patrones
posturales en decúbito ventral, 4a-6a semana, 95.
6 El segundo estadio: Desaparición de los reflejos primitivos, 7a-13a semana ..
6.1. Patrones de interacción social y emocional, 105.—6.2. Los reflejos y los
automatismos primitivos, 113.—6.3. Patrones posturales en decúbito dorsal,
©nEdiciones Morata, S. L.
7Título capítulo
Contenido
146
212
259
271
275
7a-13a semana, 115.—6.4. Patrones posturales en decúbito ventral, 7a-13a se-
mana, 135.
7 El tercer estadio: Fase de diferenciación de la motricidad gruesa, 3er/4o-
7o/8o mes .............................................................................................................
7.1. Patrones de interacción social y emocional, 143.—7.2. Los reflejos primiti-
vos, 150.—7.3. Patrones posturales en decúbito dorsal, 3er/4o-7o/8o mes, 153.—
7.4. Patrones posturales en decúbito ventral, 3er/4o-7o/8o mes, 186.
8 El cuarto estadio: Fase de verticalización y comienzo del desarrollo de la
motricidad fina, 8o/9o-12o/14o mes ....................................................................
8.1. Patrones de interacción social y emocional, 212.—8.2. Los reflejos primiti-
vos, 216.—8.3. La verticalización, 216.—8.4. La marcha lateral apoyada, 234.—
8.5. La marcha libre y la bipedestación libre, 236.—8.6. El desarrollo de la
manipulación fina, 244.—8.7. De la marcha automática a la marcha libre, 245.—
8.8. Ejemplos de diferenciación de la función muscular en la fase de verticali-
zación, 246.
9 Apéndice .............................................................................................................
9.1. Mecanismos de desencadenamiento automático, 259.—9.2. Los reflejos pri-
mitivos, 261.—9.3. Tabla de las reacciones posturales, 268.
BIBLIOGRAFÍA .........................................................................................................
ÍNDICE DE MATERIAS ............................................................................................
8 El descubrimiento de la motricidad ideal
©nEdiciones Morata, S. L.
El profesor Václav VOJTA falleció el 12 de septiembre de 2000 a los 83 años.
El trabajo en colaboración del presente libro estaba para entonces ya práctica-
mente terminado. La ontogénesis motora ya fue descrita en 1974 en su libro “Alte-
raciones motoras cerebrales infantiles” (Ediciones Morata, 2005, 2a edición). En
1978 surgió la idea de describir por separado y con mayor extensión la ontogé-
nesis motora por sugerencia, especialmente, de la Sra. Dorotea WASSERMEYER
(† 10/02/08). En las reuniones de los grupos de trabajo de la Asociación Vojta ella
señalaba una y otra vez la importancia y la necesidad de divulgar los resultados
de la investigación de VOJTA referentes a la ontogénesis motora del primer año de
vida. Las etapas del desarrollo motor espontáneo ya estaban descritas en nume-
rosas publicaciones y bajo los más distintos puntos de vista. Lo nuevo de la apor-
tación de V. VOJTA en este campo es que analiza el desarrollo motor guiándose
estrictamente por el programa genético, específico de la especie humana. Inclu-
so hoy en día apenas se tiene en cuenta, al plantear la rehabilitación motora, que
existen unos patrones motores ideales que están en la base del comportamiento
motor humano, es decir, todavía se desconocen las reglas dadas “por la natura-
leza” o establecidas por la evolución.
Tras la emigración de V. VOJTA a la antigua Alemania Occidental se formó el
“grupo de trabajo Vojta”. Con la certeza de hablar en nombre de V. VOJTA, agra-
dezco a los miembros de aquel “temprano” grupo, su intenso trabajo en la inves-
tigación de VOJTA, especialmente en el campo de la ontogénesis motora.
Asimismo agradezco a todo el actual y ya numeroso grupo de trabajo de la “Aso-
ciación Vojta Internacional (IVG)”, así como a todos los médicos y terapeutas,
dentro y fuera del país, el empeño común por discutir, sondear y evaluar nueva-
©nEdiciones Morata, S. L.
9Título capítulo
Prólogo
mente los conocimientos de los principios de VOJTA. Sus conclusiones son las que
han posibilitado este trabajo.
Agradezco a la Sra. Anne Peters su incansable colaboración en la elaboración
de este libro, y a la Dra. Susanne Mumm su apoyo técnico y lingüístico en el desa-
rrollo del mismo.
Agradezco a Monika Hahlen y al Dr. Hans Hahlen, así como a Verena Bohn,
su apoyo durante todo el largo proceso de elaboración de este libro, y a los doc-
tores Hartmut Bauer y Friedemann Schulze su asesoramiento técnico. Muchas
gracias a todos los padres que me permitieron fotografiar a sushijos, y a los pro-
pios hijos que hoy ya son adultos.
Doy las gracias a la Sra. Ingeborg Liebenstund, editora de este libro y espe-
cializada en el campo de la neurología, por la aprobación del libro y por su ama-
ble asesoramiento y ayuda.
A la Sra. Eva Neureuther le agradezco su paciencia y ayuda en todas las
cuestiones editoriales.
No en último término doy las gracias a mi esposo, Gerhard Schweizer y a mis
hijas Charlotte y Lisa, que me acompañaron con su interés y apoyo tanto en los
momentos fáciles como en los más difíciles de la creación de este libro.
Edith SCHWEIZER, invierno 2009.
10 El descubrimiento de la motricidad ideal
©nEdiciones Morata, S. L.
En recuerdo de Dorotea Wassermeyer.
“La individualidad representa no solamente el polo opuesto,
necesario y complementario de la universalidad, sino la única
manera de poder experimentarla”.
GOVINDA
1.1. El principio Vojta: El reconocimiento
del comportamiento motor anclado genéticamente
Los patrones innatos de la conducta de cada especie animal son ya bien
conocidos y han sido objeto de investigación científicai1. A mediados de los años
60 la etología humana —la ciencia del comportamiento humano— salió de su
gran retraso y empezaron a aparecer numerosas investigacionesi2, con las que se
pudo conocer que una parte esencial de nuestro comportamiento está prepro-
gramado. Son las coordinaciones innatas. Hay numerosas publicaciones en las
que se analiza la marcha bípedai3 y se describen los contenidos musculares y
cinesiológicos que se consideran normales. El desarrollo del comportamiento
motor desde el nacimiento hasta la marcha libre ha sido analizado desde puntos
de vista muy diferentes.
Lo novedoso es que VOJTA se refiere estrictamente a un programa genético,
específico de la especie, al que denomina ontogénesis motora (VOJTA, 1978). El
©nEdiciones Morata, S. L.
13Título capítulo
1nPor ejemplo DARWIN, 1872; LORENZ, 1937; V. HOLST, 1939; EIBL-EIBESFELDT, 1967; TINBER-
GEN, 1948.
2nLORENZ, 1983; EIBL-EIBESFELDT, 1985; POPPER, 1984.
3nKLEIN-VOGELBACH ,1995; PERRY, 2003.
1 El comportamiento
innato
término “ontogénesis” (HAECKEL, 1866) hace referencia al “desarrollo específi-
co de un organismo o de una especie a partir de un huevo fecundado hasta el
final del crecimiento y de la diferenciación”. Apenas se conocen los patrones de la
ontogénesis motora del primer año de vida o de la ontogénesis de endereza-
miento (VOJTA, 1988), que están determinados genéticamente.
A partir del nacimiento, el contenido cinesiológico de esos parámetros —los
hitos motores del desarrollo (GESELL, 1943)— está estrechamente relacionado
con el contenido cinesiológico de la postura erguida y la locomoción. La descripción
exacta de estos patrones considerados ideales, porque son innatos, es lo que
constituye la cinesiología del desarrollo, y está basada en el descubrimiento de
una ley natural.
1.2. Patrones motores innatos y configuración individual
Aunque la investigación de los patrones posturales ideales de la ontogénesis
del enderezamiento se inició a mediados de los años cincuenta y finalizó básica-
mente a mediados de los setenta (VOJTA, 1974), sus resultados son aún poco
conocidos. El motivo de ese retraso puede deberse a que durante mucho tiempo
se ha analizado la conducta del niño suponiendo que ésta se formaba y organi-
zaba principalmente a partir de las experiencias con el entorno. Este plantea-
miento, extremadamente dependiente del entorno, formó parte de la teoría del
aprendizaje basada en el conductismo de los años veinte, pero fue refutado por
diversas investigaciones sobre la “adaptación filogénica” (K. LORENZ), término
moderno para “el instinto”. Estas formas de adaptación no aparecen en el curso
del desarrollo individual, sino que son innatas, es decir, son características feno-
típicas, totalmente preprogramadas.
Las teorías clásicas sobre la evolución tampoco reconocen la existencia de
coordinaciones innatas. Porque para los neo-darwinistas, no juega ningún papel
en la evolución la influencia del ser vivo emocional, que actúa de manera inten-
cionada. Solamente por la interacción entre mutación (acontecimiento ciego) y
presión del entorno es cómo el plan estructural, establecido genéticamente, pue-
de cambiar su configuración potencialmente predeterminada.
A estas opiniones mecanicistas sobre la evolución se opone la teoría de la
“evolución orgánica” (BALDWIN, LLOYD MORGAN, 1965), que defiende la idea de que
los organismos individuales pueden modificarse, y modificar su entorno, por la
apropiación de nuevas formas de conducta. Estas características “adquiridas por
herencia” (POPPER, 1977) se interpretan como la participación creativa de los
seres vivos en una evolución que no es tan predecible. El aspecto de “las carac-
terísticas adquiridas por herencia” rebate, respecto al desarrollo humano, la idea
de la “herencia animal”. Las coordinaciones heredadas son los rasgos caracterís-
ticos de cada especie. Muestran el parentesco evidente y enigmático entre los
14 El descubrimiento de la motricidad ideal
©nEdiciones Morata, S. L.
seres vivos, pero no demuestran, respecto al comportamiento humano innato, su
procedencia como “herencia animal”.
Otro malentendido es la idea todavía vigente de que los genes están perma-
nentemente activos y funcionan de forma totalmente autónoma, es decir automá-
tica y no influenciable. En relación con el comportamiento motor infantil esto
significaría que un comportamiento motor genéticamente preprogramado no
podría responder a una influencia individual. Hace tiempo que se investigó y se
demostró que, de hecho, solo el 1% de los genes están activos; solo son éstos los
que tienen características invariables (por ej.: para los procesos metabólicos). El
resto de los genes están sujetos a la influencia ambiental, es decir reaccionan
ante estímulos internos y externos. Necesitan señales que les indiquen cuándo
tienen que mantenerse pasivos o activarse. Es decir, se regulan en gran medida
por influencias situacionales. Esta regulación de la “actividad genética” en su
mayoría no se hereda (BAUER, 2002). Las señales externas o internas pueden
activar los genes o reducir su actividad. Es el cerebro el que ejerce mayor influen-
cia sobre los genes. La neurobiología del desarrollo ha descubierto recientemen-
te en qué medida se influyen mutuamente el cerebro y los genes. El cerebro,
debido a que convierte experiencias mentales y emocionales en señales biológi-
cas, ejerce una influencia masiva sobre la actividad o desconexión de los genes.
Al transformar las experiencias mentales y emocionales en señales biológicas, el
cerebro modifica no solamente los genes y otras funciones corporales, sino tam-
bién su propia microestructura. Los datos de la neurobiología obtenidos reciente-
mente confirman la unidad bio-psico-social. Estos resultados de investigación
desde la neurobiología también confirman que la polarización genes/entorno o
materia/mente no tiene sentido.
El término “gen” todavía se asocia a una “característica fijada e inmodificable”.
Posiblemente esto ha provocado también que sea difícil comprender la existencia
de patrones motores innatos. Sin embargo, solo cuando se conoce el patrón pre-
establecido —el patrón “ideal”— como esa coordinación innata que subyace al
comportamiento motor individual, es posible distinguir el patrón anormal. Desde
que existe la posibilidad de orientarse por una “norma ideal” (FRICKE, 1974), es
posible realizar un diagnóstico “orientado” hacia esa norma: la cinesiología del
desarrollo. El patrón ideal no conoce variaciones, es decir, se diferencia claramen-
te del patrón anormal y, por tanto, hace innecesario el término de “normal”.
Solo cuando el niño puede controlar esos patrones ideales, determinados
genéticamente, puede utilizarlos de forma individual en una determinada situa-
ción. A esta capacidad de utilizar uno mismo los patrones motores de que dispone
es a los que se denomina ideomotricidad (VOJTA, 1974). Supone la imprescindible
interacción entremente/psique y medios motores. El recién nacido ya “sabe” cómo
utilizar sus medios motores.
Al retraso en la investigación de las conductas humanas innatas —especial-
mente del desarrollo de la conducta infantil— han podido contribuir los actuales
15El comportamiento innato
©nEdiciones Morata, S. L.
enfoques de las ciencias naturales sobre los procesos vitales, puramente mate-
rialistas y mecanicistas, los cuales solo se explican mediante fenómenos físicos y
causas químicas. Nos oponemos, siguiendo las leyes de la naturaleza, a los prin-
cipios causales uniformes, que pretenden que los seres vivos sean lo que son
solamente debido a reglas de utilidad y de mejor adaptación.
Los resultados más recientes de la investigación, especialmente los referidos
a los procesos químicos, evidencian finalmente la constancia de la forma —de la
insondable unidad— y de sus posibilidades de integración, ya establecidas hasta
en los más pequeños organismos. Los procesos fisiológicos o metabólicos son
mensurables. Pero el descubrimiento de una cierta regularidad, y de la funciona-
lidad que se deriva de ella, no es mensurable con ninguno de los métodos con-
vencionales. Las numerosas características típicas de cada especie confirman
que no es la fisiología del organismo humano la que representa su integridad. La
finalidad que domina toda vida es la verdadera estructura organizativa de orden
superior —propia de la especie— a partir de la cual se originan los procesos
metabólicos. Se puede investigar la relación de estos mecanismos entre sí y su
finalidad en relación con la conducta. Los sistemas funcionales de la conducta
humana solo se pueden entender de manera científica si se tiene también en
cuenta lo innato.
Solo se puede investigar el comportamiento psico-mental del niño si se cono-
cen los comportamientos innatos. En la actual discusión entre la filosofía y las
ciencias naturales se intenta proclamar que mente y cerebro son lo mismo.Ello se
basa en la pretensión de una completa “biologización” del ser humano, así como
de una biología general de la mente. La clave para la investigación científica sobre
la mente humana solo se puede encontrar en el estudio y la observación exacta
de los procesos reales de la vida, es decir a través de la fenomenología.
Un ejemplo que confirma la conducta innata es la costumbre, mantenida hoy
día en muchas culturas milenarias, de envolver a los bebés de manera que ape-
nas se pueden mover.
Si estos niños no se desarrollaran de forma normal, no seguiría existiendo
este procedimiento de envolverlos (Fig. 1.1a-c).
En la etología humana (EIBL-EIBESFELDT, 1984) se analizan los patrones innatos
de conducta utilizando, entre otros, el concepto de supresión de experiencia Se
considera que un patrón es propio de la especie cuando, aunque se evite su ex-
periencia de un modo establecido, ese patrón específico aparece en el momento
adecuado de su maduración. I. EIBL-EIBESFELDT cita como ejemplo conocido de
patrones de comportamiento innatos la descripción de V. DENNIS (1940), que mues-
tra cómo los niños de los Indios-Hopi, que crecían según la antigua costumbre ata-
dos a una tabla, no presentaban ninguna diferencia, en cuanto al tiempo y forma del
desarrollo motor, respecto a sus coetáneos que crecían libremente (Fig. 1.2).
Los patrones de comportamiento innatos deben su configuración a procesos
de autodiferenciación que se realizan en base a instrucciones genéticas. El des-
16 El descubrimiento de la motricidad ideal
©nEdiciones Morata, S. L.
cubrimiento e investigación de la locomoción refleja (VOJTA, 1974; VOJTA/PETERS,
1992), cuyo desarrollo se describe en el Capítulo 2, supone la demostración sis-
temática de la existencia en la conducta motora humana de patrones motores
innatos, y por tanto preprogramados.
La maduración de estos programas motores está en la base del desarrollo
psico/mental y son interdependientes.
17El comportamiento innato
©nEdiciones Morata, S. L.
Fig. 1.1a, b.NAmbas ilustraciones (a sección de techo romano hacia 1160;
b siglo 11/12, Giotto) muestran la costumbre secular de envolver a los lactantes
de manera que apenas se pueden mover.
Fig. 1.1c
Niño turco, nacido en 1975,
envuelto a la manera típica
hasta hoy día.
a b
c
18 El descubrimiento de la motricidad ideal
©nEdiciones Morata, S. L.
Fig. 1.2
Niño-Hopi atado a una tabla,
ejemplo frecuentemente citado de
un desarrollo motor normal en
cuanto a tiempo y configuración de
la maduración, aún bajo supresión
de experiencia (según E. S. Curtis,
The North American Indians, 1900).
Resumen: La conducta innata
• La investigación de la ontogénesis motora, que se inicio a mediados de los
años cincuenta y terminó a mediados de los años setenta, recibe aún
escasa atención.
• La larga disputa sobre si el comportamiento humano está determinado
por experiencias del entorno o es innato dejó de interesar en los años
sesenta a partir de la investigación sobre “las adaptaciones filogenéticas”
(K. LORENZ).
• A las visiones mecanicistas de los neo-darwinistas se opone la teoría de la
evolución “orgánica”.
• La discusión sobre “una u otra”, cesó con las investigaciones sobre la
regulación de la actividad genética que depende de influencias am-
bientales.
19El comportamiento innato
©nEdiciones Morata, S. L.
• Incluso las recientes investigaciones de la neurobiología confirman la in-
fluencia recíproca entre genes y cerebro y la interacción entre la vivencia
socio-emocional y los componentes innatos.
• El término “ideomotricidad” expresa dicha interacción respecto al com-
portamiento motor.
• Los patrones motores innatos —ideales— han sido descubiertos e investi-
gados junto a las locomociones reflejas innatas (ver pág. 22).
• En la etología humana se demuestra el comportamiento instintivo, entre
otros, mediante el concepto de la supresión de experiencia.
©nEdiciones Morata, S. L.
“La transformación de la voluntad en movimiento corporal es el
único lugar del mundo donde lo mágico se hace realidad, es decir,
donde el espíritu se convierte directamente en realidad física y
psíquica”.
Karl JASPERS
La motricidad no solo forma una estrecha unidad con los sentidos y con todos
los otros sistemas físicos. También los componentes emocionales y psíquicos for-
man parte del conjunto del proceso de la percepción. El comportamiento motor,
que desde el inicio de la ontogénesis se presenta como globalidad, es solo uno
de los muchos conjuntos de órdenes, dependientes entre sí, que constituyen la
globalidad del ser humano.
Por una parte, el comportamiento motor y el desarrollo motor solo se explican
porque incluyen la actividad mental y psíquica. Por otra, el movimiento es el me-
dio de expresión de las emociones y del pensamiento, aunque en el niño “el hacer
y el pensar son todavía una sola cosa” (PIAGET y PEARCE, 1978).
El movimiento es también una realidad mental y psicosocial. Las conductas
motoras están basadas ciertamente en programas genéticos, pero se expresan
de forma personal. Los programas de patrones ideales existentes se “activan” en
mayor o menor medida según el momento del proceso y según las peculiaridades
del individuo.
Esta unidad perceptiva formada por componentes motores, psicosociales y
mentales, incluye también a otras funciones corporales. No solo la motricidad
y los sistemas sensitivos necesitan, además del control nervioso, un correcto fun-
cionamiento del sistema circulatorio y metabólico. Los procesos endocrinos, por
20Título capítulo
2 El desarrollo
conjunto
de la percepción
ejemplo, están también en la base del comportamiento guiado por la motivación. La
capacidad de experimentar se establece sobre los procesos rítmicos de la circu-
lación y la respiración.
La neurobiología ha descubierto hace poco tiempo, al investigar estos proce-
sos altamente dinámicos, que las experiencias vitales influyen, mucho más de lo
que se suponía hasta ahora, en los cambios microestructurales de las conexiones
nerviosas. Por eso, el comportamiento del niño durante las primeras semanas devida fue interpretado científicamente como algo puramente reactivo. S. FREUD
se refería así al recién nacido: “El recién nacido es un organismo psíquicamente
indiferenciado; carece de conciencia, percepción, sentimiento y de todos los
demás factores psíquicos” (FREUD). A partir de mediados de los años cincuenta
surgieron numerosas hipótesis en el curso de la investigación científica sobre el
comportamiento del recién nacido y del niño pequeño. De modo especial fue la in-
vestigación sobre la capacidad de aprendizaje la que modificó radicalmente la
opinión sobre las capacidades del recién nacido y del niño pequeño. En recientes
estudios científicos sobre la neurobiología del desarrollo se demuestra la interac-
ción entre los procesos del desarrollo psicológico, emocional y mental. Se puso
de manifiesto que el cerebro puede modificarse por la influencia de la experiencia,
es decir que los procesos no materiales pueden provocar cambios en la percep-
ción sensorial. La neurobiología descubre que “son nuestros sentimientos los que
nos marcan” (BAUER, 2002).
En este contexto hay un reconocimiento científico de la importancia de las
relaciones sociales. Las relaciones interpersonales juegan un papel fundamen-
tal no solo en nuestro desarrollo psíquico, sino también en la neurobiología del
cerebro. Al transformar las relaciones sociales en señales biológicas, el cerebro
no solo influye sobre numerosas funciones corporales, sino que modifica su
propia microestructura a través de las señales biológicas que él mismo produ-
ce (BAUER, 2002).
La neurobiología puede demostrar hoy que los circuitos emocionales actúan
sobre todas las funciones cerebrales. Leon EISENBERG habla de la construcción so-
cial del cerebro humano (en BAUER, 2002). Por eso, la experiencia es valorada
subjetivamente no solo a través de las emociones, sino también a través de los sis-
temas neurobiológicos. Las experiencias previas determinan las reacciones biológi-
cas. La suma de las experiencias relacionales almacenadas como contenidos de la
memoria en las estructuras cerebrales, especialmente las de las primeras fases del
desarrollo, son las que determinan, por ejemplo, si un niño se va a desarrollar como
una persona confiada o como una persona miedosa. En esta valoración subjetiva,
mediante lo anímico y mediante el cerebro, se fundamenta no solo el desarrollo de
las capacidades emocionales —de la inteligencia emocionali1— sino también el
21El desarrollo conjunto de la percepción
©nEdiciones Morata, S. L.
1nPor inteligencia emocional se entiende la capacidad de reconocer y controlar los propios sen-
timientos y manejarlos de forma adecuada.
desarrollo de todo el potencial psíquico. Estos procesos de autorregulación son los
que determinan el establecimiento de las funciones.
El desarrollo postural está también determinado por estos procesos. Así, las
consecuencias materiales de los fenómenos psico-anímicos afectarán también
al comportamiento emocional y mental y se percibirán en las correspondientes
expresiones motoras.
Especialmente en la fase más precoz del desarrollo, una buena relación
madre-hijo, confiada y afectiva, es la mejor protección, insustituible, para mante-
ner en equilibrio la sensibilidad de los complejos circuitos emocionales, mentales
y motores. La madre es el “entorno” adecuado y más estimulativo para el recién
nacido y para el niño pequeño.
La valoración del desarrollo postural, considerado desde la perspectiva de la
unidad de cuerpo-mente-alma, incluye la valoración de la unidad madre-hijo.
Lo que se expresa como movimiento emocional-mental, no tiene acceso a la
percepción directa. El entender de forma intuitiva al otro forma parte de nuestras
capacidades innatas. El conocimiento de los patrones cinesiológicos básicos pre-
establecidos y de su proceso de maduración regular —la cinesiología del desa-
rrollo— permite objetivar la parte no material del proceso perceptivo en la primera
etapa del desarrollo infantil, y pone en evidencia el desarrollo interdependiente de
todos los factores. Esto requiere, de todos modos, una observación exacta y
paciente de la configuración de los patrones motores, y el reconocimiento de que
la realidad no se puede valorar solo cuantitativamente. “La configuración del ser
vivo es siempre una forma de expresión y se refiere a un todo vivo” (BLECHSCH-
MIDT, 1982).
A esa capacidad de discriminar lo puramente fenomenológico teniendo en
cuanta la globalidad (ROHEN, 2000) se refiere también GOETHE: “No busquéis nada
detrás de la apariencia, ella misma es la enseñanza, es decir, el fenómeno se
explica desde sí mismo, no se le puede ni se le debe descomponer para buscar
‘detrás’ alguna causa desconocida, algo que actúe desde la oscuridad”.
22 El descubrimiento de la motricidad ideal
©nEdiciones Morata, S. L.
Resumen: El desarrollo conjunto de la percepción
• El comportamiento motor también expresa la realidad mental y psico-
social.
• La experiencia modifica la microestructura del cerebro.
• La valoración subjetiva de experiencias mediante la mente y el cerebro,
forja también el desarrollo de la postura.
• La unidad madre-hijo es el punto de partida en la valoración de la motri-
cidad.
“No soy inventor, soy un coleccionista.”
VOJTA, 1988
El descubrimiento de la locomoción refleja sirve de fundamento no solo a la
terapia Vojta. Paralelamente a la investigación de los contenidos cinesiológicos de
estos complejos de coordinación innatos, que se pueden activar de forma refleja
y utilizar terapéuticamente, se los pudo ir comparando con las conductas motoras
espontánas del niño, lo que suministró la clave para la investigación científica de
la ontogénesis motora.
El procedimiento que condujo al descubrimiento y a la investigación de las loco-
mociones reflejas está íntimamente relacionado con el procedimiento metodológico
para la investigación de la regularidad del comportamiento motor espontáneo. El
camino para el descubrimiento de las locomociones reflejas es el mismo que el del
descubrimiento de los patrones del desarrollo motor espontáneo. A continuación se
muestra, de forma resumida, el método de investigación de la ontogénesis motora
según el procedimiento que condujo al descubrimiento de la locomoción refleja. Su
descripción detallada se encuentra en la publicación de VOJTA: Alteraciones moto-
ras cerebrales infantiles (Morata, 2a ed., 2005).
3.1. El descubrimiento de las locomociones reflejas
Se trataba de mejorar la situación motora de niños de edad preescolar con
diferentes cuadros de parálisis cerebral. El objetivo no era construir un método de
tratamiento, sino simplemente estimular su movilidad empleando los medios en-
©nEdiciones Morata, S. L.
23Título capítulo
3 Metodología
tonces disponibles. Por ello se utilizó el método conocido como “input-output” (es-
tímulo-respuesta)i1.
De forma orientativa se fue observando lo siguiente: estando el niño en decú-
bito ventral y con las rodillas y los tobillos flexionados se aplicaba una presión uni-
forme sobre la planta de sus pies equino-espásticos. Al mismo tiempo se ponía
resistencia a la extensión que aparecía siempre en la nuca y que aumentaba al
pedirle que elevara la cabeza. Con ello se producía primero un mayor equinismo,
y seguidamente una relajación no dolorosa de esa patología del pie. Aunque no
se incrementara la carga ejercida sobre los pies, se producía no solo una relajación
del pie, sino que ocasionalmente aparecía un clonus en ese pie. El movimiento
asociado del órgano axial (tronco y cabeza), intensificado por la resistencia y la
orden verbal de elevar la cabeza, no producía un aumento del patrón patológico
del pie, sino que provocaban una situación de labilidad (clonus) en los segmentos
espinales alejados (S1). Esta labilidad no era causada por el aumento de la car-
ga sobre el pie —la típica maniobra de provocación del diagnóstico—, sino que se
desencadenaba por la activación de los extensores de la nuca (C1-C4). Es decir,
la labilidad debía depender de áreas córtico-espinales centrales.Esta observación se repetía sistemáticamente.Como hipótesis de trabajo se su-
puso que se trataba de una activación del nivel segmentario medular. Siempre se
observaba lo mismo: al poner resistencia a determinados movimientos del tronco
y de las extremidades activados mediante una orden, se provoca no solo una labi-
lidad de segmentos medulares muy distantes, sino que desaparecía la estereo-
tipia de los patrones motores de la parálisis cerebral, y se activaban algunos
juegos musculares ausentes, es decir, se hacían presentes unidades cinesiológi-
cas fisiológicas.
Al aplicar de forma sistemática este procedimiento de “input-output“, se pudo
documentar, en el transcurso de los años 1954-1959, los patrones parciales aso-
ciados que aparecían con regularidad en el órgano axial y en las extremidades.
3.1.1. Las propiedades de los fenómenos que se activan
con regularidad
• Las unidades cinesiológicas que se activan son opuestas a los patrones
anormales. Corresponden a patrones básicos fisiológicos del comporta-
miento motor espontáneo y económico.
24 El descubrimiento de la motricidad ideal
©nEdiciones Morata, S. L.
1nProcedimiento input-output: A pesar del gran entusiasmo por procedimientos microanalíticos,
utilizados especialmente en medicina, el método convencional del procedimiento “input-output” sigue
ocupando un lugar importante en la ciencia. En este método empírico se evalúa la reacción de un or-
ganismo respecto a diferentes influencias, sin tener en cuenta la situación intrínseca del sistema. Se
analizan las respuestas que aparecen de manera constante bajo determinadas condiciones.
• Cada vez era más evidente que los movimientos asociados eran depen-
dientes de la postura.
• Si es posible activar, en las condiciones descritas, unidades cinesiológicas
fisiológicas, eso supone necesariamente la normalización del tono muscu-
lar. Por ello hay que considerar al tono muscular como mero epifenómeno
de una determinada postura anormal, y no como organizado en un nivel
medular segmentario. El control del tono muscular tiene que estar alterado
debido a la función alterada del cerebelo —además de la de otros circui-
tos de regulación. Si se modifica el estado del tono muscular al provocar
una determinada activación, se debe a que el cerebelo, como coordinador
de los juegos musculares, está actuando influido por una determinada acti-
vidad realizada contra resistencia y bajo una orden de movimiento.
• También se registró la secuencia regular en que aparecen los músculos
que anteriormente no estaban activos: primero se activa el nivel medular
segmentario con una reacción de hiperemia y/o de sudoración. Después se
activa el propio músculo, apareciendo fasciculaciones cada vez mas inten-
sas y siguiendo la dirección de los haces musculares, hasta que final-
mente se contrae todo el músculo. Es decir, las unidades cinesiológicas así
activadas no se estimulan en primer lugar a través del “final common
path”i2, sino por medio del área extramiopática, a través de niveles de coor-
dinación más altos.
Cada vez era más evidente que se trataba de un proceso coordinado de am-
plia irradiación, de un complejo de coordinación, cuya configuración depende total-
mente de la postura. Esto se hizo todavía más claro cuando, al aplicar la resistencia
en el tronco y en las extremidades, se encontraron distintas zonas desencade-
nantes, a través de las cuales se intensificaba y se mantenía la activación, es
decir, se convertía en isometría. Debido no solo a la postura elaborada a nivel
medular, sino también mediante los numerosos impulsos propioceptivos aferen-
tes adicionales a través de las zonas de estimulación, los patrones parciales se
conectan entre sí para formar los complejos de coordinación. Y así es posible ac-
tivar de forma refleja al sistema nervioso central, de modo que con razón se pue-
de hablar de un nuevo sistema de activación. Se descubrieron y describieron dos
complejos de coordinación, activables uno desde el decúbito ventral y otro desde
el decúbito dorsal. A finales de 1959 se analizó y registró el contenido de los pa-
trones parciales que aparecía de forma regular.
25Metodología
©nEdiciones Morata, S. L.
2nFinal common path (SHERRINGTON, en: HAASE, 1996): Tramo final común hacia la musculatura
esquelética; nivel espinal; en las astas anteriores y en los núcleos motores del cerebro existen moto-
neuronas alfa, células que tienen una posición clave en el acontecer sensoriomotor, ya que repre-
sentan el último trayecto común hacia la musculatura esquelética. Las motoneuronas alfa son la única
instancia que puede transmitir a los músculos órdenes de inervación.
3.1.2. El descubrimiento del patrón ideal
Se pudo comparar el contenido cinesiológico de los patrones parciales
encontrados en la locomoción refleja con los patrones parciales análogos que van
madurando en las distintas etapas de la ontogénesis de enderezamiento. Esto
ayudó a descubrir que los patrones básicos del comportamiento motor espontá-
neo son formas constantes estrictamente preprogramadas, con tiempos de ma-
duración reglados. Y permitió asimismo diferenciarlos de forma exacta respecto a
las desviaciones de la norma. El patrón ideal que se va configurando en cada
momento se perfilaba cada vez con mayor claridad, y permitía explicar la apari-
ción pasajera de patrones anormales, debido a conexiones sinápticas aún ines-
tables, o la aparición de patrones manifiestamente anormales debido a que está
bloqueado el acceso a los programas preestablecidos. El término de “patrón sus-
titutorio” (VOJTA, 1972) se estableció teniendo en cuenta este planteamiento. Se
fundamentó con todo ello la cinesiología del desarrollo.
Los patrones parciales de la locomoción refleja son los mismos, en cuanto a
su contenido cinesiológico, que los patrones parciales de los programas básicos
del desarrollo motor espontáneo, aquellos que aparecen y maduran de forma
automática durante el primer año de vida. Tiene que tratarse de coordinaciones
motoras establecidas genéticamente.
Con la noción de idealidad, confirmada por el principio de analogía, se pudo
establecer un procedimiento diagnóstico —el diagnóstico del desarrollo— que
permite diferenciar claramente los patrones ideales de los anormales, en vez de
dar un valor medio estadístico al patrón normal.
“Norma real” frente a “norma ideal” (FRICKE, 1974). Con la “norma real” se eva-
lúa el valor medio estadístico, el promedio. Con la “norma ideal” se evalúa
mediante pruebas orientadas hacia determinados criterios, es decir, mediante
estándares de calidad previamente establecidos. La “norma ideal”, es decir, la
motricidad ideal, demostrada a través del principio de analogía, no admite ningu-
na variante.
La motricidad ideal (VOJTA, 1981), indagada mediante el principio de la analo-
gía, se convierte en la medida para valorar la conducta motora.
3.1.3. El principio de locomoción
Después de los cinco primeros años de trabajo en el descubrimiento de los
dos complejos de coordinación, y de analizar con mayor detenimiento estos sis-
temas de activación, se pudo confirmar que el factor más importante era el aspecto
de la dirección de la contracción muscular: unos músculos, al estar dirigido el vec-
tor resultante de su contracción en dirección distal, adoptan función de locomo-
ción, y están implicados en el mantenimiento de la postura, en el enderezamiento
26 El descubrimiento de la motricidad ideal
©nEdiciones Morata, S. L.
y en la locomoción. En el siguiente ciclo, recíproco, del movimiento el efecto de su
contracción se dirige en sentido proximal y realizan un movimiento hacia un obje-
tivo (propositivo). De este modo la dirección de la contracción es controlable.
Entonces fue posible analizar los juegos musculares desde la perspectiva del
principio de locomoción. Al analizar los juegos musculares que actúan sobre todo
el cuerpo y que tienen un efecto de locomoción, se pudieron ordenar los comple-
jos de coordinación que aparecían como patrones de locomoción cuadrúpeda. El
patrón reflejo quese activa desde el decúbito ventral tiene, de hecho, un carácter
de locomoción, aunque no se produce un desplazamiento. Esta hipótesis de tra-
bajo abrió nuevos aspectos importantes, ya que lo que define a los patrones inna-
tos de locomoción cuadrúpeda es:
• Una determinada postura, controlada automáticamente.
• Unos mecanismos de enderezamiento correspondientes a esa postura, en
los que el tronco es elevado del plano, en contra de la gravedad, por el apo-
yo en las extremidades y con reacciones de equilibrio diferenciadas. MAGNUS
y DE KLEYN (1912) consideraban a los mecanismos de enderezamiento como
medios para conseguir el enderezamiento; VOJTA (1969), por el contrario,
como medios activados automáticamente al servicio de la orientación. El
desarrollo motor también se denomina “ontogénesis del enderezamiento”.
Las reacciones de equilibrio diferenciadas posibilitan el desplazamiento equi-
librado del centro de gravedad en todas las direcciones del espacio.
• Una determinada movilidad dirigida, especialmente los movimientos de
paso y la prensión.
Dado que en esos patrones de locomoción todo el organismo resulta integra-
do, se los considera patrones motores globales.
En los años 1959 a 1964 el trabajo se dedicó a desarrollar la hipótesis de la
globalidad y de las características locomotrices de los complejos de coordinación.
Al poder activarlos solo desde determinadas posturas, con los mecanismos de
enderezamiento y movilidad propositiva correspondientes, indica que estos ele-
mentos son los parámetros válidos de los patrones de locomoción con apoyo en
las extremidades. Son controlados de forma automática e incluyen a todo el sis-
tema motor, como patrones globales. En el proceso global de la locomoción se
activa toda la musculatura esquelética con una determinada diferenciación fun-
cional. En esa diferenciación —en cuanto al cambio de dirección y grado de dife-
renciación— la función muscular está comprometida al máximo.
El complejo de coordinación que se activa a partir del decúbito lateral fue des-
cubierto y analizado entre los años de 1968 a 1971.
Una vez que se analizó la actividad muscular que aparecía en todo el cuerpo
mostrando un determinado vector de locomoción, se puso de manifiesto la com-
pleja diferenciación de la función muscular que se desencadenaba de forma refle-
27Metodología
©nEdiciones Morata, S. L.
ja. A los complejos de coordinación encontrados se los denominó “reptación refleja”
y “volteo reflejo”. Estas funciones musculares se pueden desencadenar de forma
refleja ya desde el nacimiento, e independientemente de las áreas corticales de
la motivación.
El contenido cinesiológico y las características de locomoción indican que las
locomociones reflejas son patrones motores controlados a nivel central. Dado que
contienen las características de toda locomoción cuadrúpeda o bípeda, cumplen
los criterios en los que debe basarse cualquier concepto terapéutico de la rehabi-
litación motora.
El análisis de la ontogénesis motora y la valoración de pacientes de todas las
edades se realizan desde entonces teniendo en cuenta los criterios generales
válidos para los patrones de locomoción.Con lo que se empezó también a utilizar
el concepto de ontogénesis de la locomoción.
La observación de la motricidad espontánea desde el punto de vista del prin-
cipio de la locomoción tiene siempre en cuenta el patrón global. Si se analizan los
patrones sustitutivos desde este mismo punto de vista, cualquier alteración moto-
ra —incluso la disfunción de músculos aislados— se puede entender como una
alteración o una ausencia de locomoción. La consecuencia de todo ello es el
poder considerar la repercusión global de cualquier alteración motora.
La reptación refleja – un patrón cruzado
En los años 1980-1981 se analizó la reptación refleja comparándola con los
parámetros establecidos para el patrón de marcha cruzada. En la marcha cruza-
da, el tipo de marcha más frecuente en todos los vertebrados, las extremidades
situadas en diagonal realizan el movimiento hacia delante más o menos en la
misma fase, estando algo adelantada la extremidad delantera en el movimiento
de paso, o en el apoyo, respecto a la extremidad de atrás del lado opuesto. El
gateo, primer medio de desplazamiento en la ontogénesis humana, se corres-
ponde fundamentalmente con la marcha cruzada (PEIPER, 1956), y en raras oca-
siones con la marcha de ambladura, en la que las extremidades del mismo
hemicuerpo avanzan más o menos en la misma fase. En la locomoción cuadrúpe-
da los pasos de un ciclo se dividen en cuatro fases, según GRILLNER (1985): fase de
flexión, fase de relajación, fase de apoyo y fase de impulso.
HILDEBRANDT (1979) define dos parámetros para la valoración del tipo de
marcha. Debido a que la reptación refleja no es una verdadera locomoción, sino
que tiene un carácter de locomoción, el primero de los parámetros, que se refie-
re principalmente a la velocidad, no es valorable. El segundo parámetro es la
distancia temporal relativa entre las extremidades de apoyo del mismo lado. Lo
que ocurre con la reptación refleja es que el intervalo de tiempo está aumenta-
do respecto a la locomoción cuadrúpeda cruzada. En la marcha de ambladura,
28 El descubrimiento de la motricidad ideal
©nEdiciones Morata, S. L.
sin embargo, la distancia temporal entre las extremidades de apoyo del mismo
lado es muy corta.
El análisis muscular de la reptación refleja (VOJTA/PETERS, 1984/1997) permi-
te clasificarla como un tipo de marcha cruzada. Pero en realidad, en la reptación
refleja las fases del paso no están del todo desarrolladas. También el volteo refle-
jo puede entenderse como una fase previa de la marcha cruzada, puesto que ter-
mina en el gateo.
Es muy importante reconocer las características del patrón de marcha cruza-
da en las locomociones reflejas, ya que la marcha humana, con el movimiento
cruzado de brazo y pierna, probablemente proviene de la locomoción cruzada de
los primates cuadrúpedos.
La marcha bípeda humana es el máximo objetivo terapéutico de la rehabilita-
ción motora. El método-Vojta cumple todos los requisitos de la rehabilitación
motora al utilizar los complejos de coordinación innatos, los cuales contienen
todas las características de una locomoción cruzada coordinada.
3.1.4. La fase preliminar o de inicio del desarrollo motor
Al poder desencadenar las locomociones reflejas también en el recién nacido,
se pudo demostrar que se trata de capacidades presentes desde el nacimiento,
es decir innatas. Por tanto se pudo determinar de forma tajante que el recién naci-
do dispone ya de un determinado nivel de maduración del desarrollo motor que
puede ser activado de forma refleja. En esta fase previa o de inicio del desarrollo
motor el recién nacido ya es capaz de:
• controlar automáticamente la postura,
• activar determinados mecanismos de enderezamiento (VOJTA,1969)i3 con
las correspondientes reacciones de equilibrio diferenciadas,
• dirigir su movimiento hacia un objetivo.
3.1.5. La esencia de la parálisis cerebral
El descubrimiento de la locomoción refleja permite sacar otras conclusiones.
Si la locomoción refleja es activable tanto en recién nacidos sanos como en niños
con un desarrollo de parálisis cerebral, significa que existe una carga neuro-
nal común. La cinesiología ha demostrado que hay algunas relaciones —en nin-
gún caso identidades— entre la parálisis cerebral infantil (PCI) y el recién nacido
29Metodología
©nEdiciones Morata, S. L.
3nVOJTA 1988: “Los mecanismos de enderezamiento son medios al servicio de la orientación y
del desplazamiento”.
con daño cerebral. El concepto de alteración de la coordinación central (ACC),
que surgió de ahí, ha refutado la idea de que la parálisis cerebral esté presente
desde el nacimiento. Además, el que persistieran los juegos musculares del recién
nacido dañado fue interpretado como un estadio de bloqueo (VOJTA, 1963) en esa
fase previa o de inicio de la ontogénesis postural.
En el recién nacido sano se activan de forma rápida y completa losjuegos
musculares en respuesta a una determinada estimulación refleja. Sin embargo
cuando el desarrollo motor está bloqueado, la reacción aparece lentamente y de
forma incompleta. Si en un primer momento y estimulando un solo punto, la reac-
ción no aparece, pero sí lo hace al estimular otra zona o una combinación de
zonas, esto significa que la alteración no tiene por qué situarse en el área motora
propiamente dicha del sistema nervioso central, sino que existe una alteración de
los circuitos subcorticales, lo que repercute en todo el sistema motor. La parálisis
cerebral es una alteración global.
La evolución del niño al aplicarle la locomoción refleja apoya la teoría del blo-
queo de la fase inicial de la ontogénesis motora. Con la locomoción refleja se
interviene de tal manera en la organización de esos circuitos bloqueados, que son
capaces de cambiar o renovar su programación. Al aplicar la locomoción refleja
se logra hacer accesibles o cambiar anatómicamente determinados circuitos, lo
que provoca un cambio en la estructura neuronal del sistema nervioso central.
Los patrones fisiológicos que aparecen a nivel periférico son conducidos a través
de las vías propioceptivas al sistema nervioso central, y son almacenados como
funciones normales. De esta manera, los juegos musculares activados de forma
refleja, y que no aparecen —o lo hacen de forma incompleta— en la motricidad
espontánea de la parálisis cerebral, pueden engramarse en el sistema nervioso
central, reproduciendo la postura y el enderezamiento de un recién nacido sano.
En el sistema nervioso central se reproduce la fase inicial de la ontogénesis moto-
ra normal, ya que el niño con parálisis cerebral descubre de manera espontánea,
sin ningún tipo de entrenamiento, las distintas funciones motoras. Éstas van apa-
reciendo en una secuencia normal al ser activadas, con una determinada fre-
cuencia, al aplicar el tratamiento mediante las locomociones reflejas. Si se activan
de forma refleja las unidades cinesiológicas bloqueadas, éstas se quedan acce-
sibles en la motricidad espontánea como “afterdischarge”i4.
El entrenamiento terapéutico de movimientos espontáneos en una situación
patológica, la cual se encuentra bloqueada en una fase inicial de la ontogéne-
sis motora, hace que se engrame todavía más el patrón patológico, ya que el sis-
tema nervioso central, bajo ese estímulo terapéutico, solo puede responder con
las mismas respuestas que en la movilidad espontánea alterada. De este modo
se va acentuando el patrón anormal. Se inicia así el camino hacia una fijación pro-
30 El descubrimiento de la motricidad ideal
©nEdiciones Morata, S. L.
4nBajo el término “Afterdischarge” se entiende la actividad muscular que perdura después de la
estimulación.
gresiva de los patrones anormales. En cambio, los juegos musculares activados
de forma refleja indican que existe una estructura a nivel central que, aunque está
bloqueada, produce los mismos juegos musculares que aparecen en el desarro-
llo ideal de la ontogénesis de enderezamiento al activarla de forma refleja.
A partir de estas similitudes se puede deducir que la parálisis cerebral es un
estado de bloqueo en un momento muy temprano de la ontogénesis motora.
3.1.6. El control postural innato
La capacidad del SNC de controlar automáticamente la postura —reactibili-
dad postural (VOJTA, 1981)— es el ajuste ordenado y fluido de todo el cuerpo a un
estímulo adecuado sin movimientos repentinos, en masa, o no controlados. Esta
reactividad postural es la base de todas las conductas motoras y emocionales.
Con el descubrimiento de las locomociones reflejas se demuestra que el control
automático de la postura es una capacidad innata y determinada genéticamente.
Con ellas se activan unos determinados cambios posturales solamente a partir de
desencadenantes reflejos.
En la misma época en que fueron descubiertas las locomociones reflejas,
ARSAVSKY, KRJUCKOVA y KOLAROVA (1954) descubrieron también, en el comporta-
miento espontáneo del recién nacido, las capacidades innatas para el control
central de la postura: la actividad postural. Sus trabajos experimentales estaban
dirigidos al estudio de la percepción óptica del recién nacido, para lo cual le esti-
mulaban con un haz de luz débil, manteniendo oscura la incubadora. Con sorpre-
sa observaron que el recién nacido se orientaba con la cara y con todo el cuerpo
hacia la luz. Al ir desplazando la luz hacia uno u otro lado del cuerpo, el niño la se-
guía con todo su cuerpo y su cara, y pasaba de una postura asimétrica a la con-
traria de manera fluida, y no con movimientos en masa. Si en el experimento,
mantenían la luz en un sitio el niño, en su movimiento de orientación a la luz, la
sobrepasaba, se paraba y volvía hacia ella hasta encontrar el haz de luz en el
centro de su campo visual. ARSAVSKJI, KRJUCKOVA y KOLAROVA interpretaron los
movimientos de los ojos y la cabeza como movimientos de orientación a un obje-
tivo. No se dieron cuenta entonces que los complicados movimientos de orienta-
ción, que incluyen los correspondientes cambios posturales de todo el cuerpo y
de las extremidades, constituyen el fondo postural para las primeras orientacio-
nes visuales. Si el recién nacido orienta su postura hacia la fuente de luz reali-
zando determinados cambios posturales, tiene que estar funcionando, como
responsable del cambio postural, una vía eferente que vaya también desde el
área occipital hasta los centros motores subcorticales. No nos atrevemos a con-
jeturar dónde se localiza esta gran área de integración.
Si en el recién nacido también se puede activar de manera refleja el control
postural, es decir involuntariamente, provocando los patrones de la locomoción
31Metodología
©nEdiciones Morata, S. L.
refleja (en el experimento anterior esto ocurría como conducta voluntaria espon-
tánea en determinadas condiciones), está demostrado que se trata de una capa-
cidad automática, disponible desde el nacimiento.
El control de la postura —junto a la correspondiente movilidad dirigida a un
objetivo— es el componente totalmente inconsciente de la conducta de orienta-
ción. Lo consciente es el objetivo a conseguir (Fig. 3.1a-c, 3.2a-c). Esta capacidad
innata y altamente complicada del control automático de la postura refleja siem-
pre el nivel más alto de funcionamiento del sistema nervioso central. Es el fondo
basal no solo de cualquier motricidad, sino de cualquier expresión conductual. El
control ordenado de la postura es condición necesaria para cualquier expresión
intencional motivada o cualquier expresión motora emocional.
Hasta ahora faltaba una descripción detallada de los patrones motores que
incluyeran la estabilidad de la postura como un todo y como capacidad presente
desde el nacimiento. Tanto las locomociones reflejas como la movilidad espontá-
nea están controladas a nivel central, tal como lo ha demostrado el descubri-
miento de los circuitos sensoriomotores.
Apéndice: Con el descubrimiento de los circuitos funcionales sensoriomoto-
res, la fisiología dio por terminado el antagonismo, mantenido durante mucho
32 El descubrimiento de la motricidad ideal
©nEdiciones Morata, S. L.
Fig 3.1a-c
Martin, Till y Kemal están “a lo suyo” con
toda su atención. El objetivo es hacerse
con los juguetes a la vista. Ese “querer”
propositivo es consciente, pero no así
la postura y su correspondiente movilidad,
de las que puede disponer de forma
automática.
a b
c
tiempo, entre motricidad voluntaria y motricidad refleja, y ha demostrado la posi-
bilidad de un control central también del movimiento involuntario. Recordemos,
aunque sea de forma resumida, la importancia del descubrimiento de los circuitos
de regulación internos —los circuitos sensoriomotores— con una doble función
facilitadora de los husos musculares. Los husos musculares responden a los
cambios de longitud de las fibras musculares provocados desde la periferia, pero
también a la información interna, es decir, a órdenes motoras supraespinales o
incluso corticales. Con la informacióndel cambio de longitud de las fibras muscu-
lares originada periféricamente, los husos musculares son los mediadores en el
control del grado de alargamiento muscular para la estabilidad de la postura y del
movimiento. Además los husos musculares responden ellos mismos a las infor-
maciones motoras centrales con actos motores propios, orientados centralmente.
De ese modo, transmitiendo la información antes mencionada hacia las moto-
neuronas alfa, mantienen el control eferente sobre todos los actos motores. Esta
cooperación de los husos musculares entre la actividad periférica y la central
refuta la antigua contraposición entre motricidad espontánea y motricidad refleja,
mostrando en vez de ello la necesaria regulación recíproca para una actividad mo-
tora ordenada. Es decir, los reflejos propioceptivos no existen de manera aislada.
Son sistemas motores espinales cerrados (arco reflejo medular) para poder en-
frentarse de forma autárquica y rápida a la gravedad. El peligro de una rígida
autonomía se evita con la subordinación a una regulación central, modulada a tra-
vés del control eferente y mediada por los husos musculares (analizadores cines-
tésicos). Un arco reflejo medular intacto, bajo un control central no alterado, y
controlado principalmente por el cerebelo, es la condición básica para la postura
y el movimiento involuntario e inconsciente. Bajo un control central flexible es
33Metodología
©nEdiciones Morata, S. L.
Fig 3.2a-c.NEl lenguaje gestual y la mímica de Jonas muestran claramente hacia donde
dirige su atención. La postura y la motricidad se ponen a su disposición de forma
automática.
a b c
posible compensar en todo momento las pérdidas del control postural —o los
desplazamientos del centro de gravedad— con cambios posturales fluidos y rápi-
dos. Los husos musculares están implicados al máximo y están más desarrollados
en la musculatura postural y de soporte del peso del cuerpo. Las vías propiocep-
tivas son las vías más gruesas y más rápidas de todas las vías de conducción
nerviosa. El control por los husos musculares de esos procesos posturales y
motores se realiza de forma inconsciente. En el caso de las habilidades aprendi-
das —por ejemplo en la conducción de un coche— el control se va automatizando
de forma progresiva desde los niveles más superiores a los inferiores, cuyos cir-
cuitos de regulación son de nuevo sistemas funcionales independientes. Solo con
este tipo de entrenamiento de patrones motores nuevos puede hacerse cons-
ciente un movimiento, lo mismo que cuando se le exige un esfuerzo máximo.
3.1.7. La primacía de la postura
Robert MAGNUS ya expresó en 1924 lo siguiente: ”Every accurate movement
starts from a definite posture and ends in a posture. More than this, reflex posture
accompanies every movement like a shadow”. Desde que se utiliza la electromio-
grafía se puede comprobar cómo la musculatura postural del tronco y de las
extremidades se inerva antes que la musculatura fásica. La postura no solamen-
te es “condición imprescindible de cualquier movimiento, sino que ambos proce-
sos están imbricados durante toda la acción motora” (HAASE, 1976). De modo que
postura y movimiento no son opuestos. “La postura puede convertirse en movi-
miento y cambiar en el momento siguiente” (HENATSCH, 1976). Esa “movilidad” de
la postura supone, tal como demuestra la fisiología, un complejo intercambio
entre las influencias centrales y los efectos reflejos periféricos, en los que el con-
trol central mantiene el dominio sobre toda la vía final común (“final common
path”, pág. 26) hasta alcanzar la musculatura esquelética.
La musculatura postural del tronco se desarrolla ontogénicamente antes que la
musculatura fásica. Por ello, la primacía de la postura tiene que tener, en la onto-
génesis del enderezamiento, una mayor importancia desde el punto de vista evo-
lutivo. Si la postura es anterior al movimiento, los mecanismos posturales tienen
que ser también los primeros en estructurarse en el sistema nervioso central
durante la maduración de los respectivos patrones motores, es decir, el nivel de
control tiene que reflejarse antes en el comportamiento motor. Teniendo en cuen-
ta esta maduración anterior de los componentes posturales en la diferenciación de
los mecanismos de enderezamiento y de movilidad, tiene sentido definir la onto-
génesis motora como el desarrollo postural, u ontogénesis postural (VOJTA, 1981),
y denominar también al diagnóstico como diagnóstico del desarrollo postural.
Cuando la motricidad está alterada, el bloqueo aparece en primer lugar en
sus procesos de estructuración, en donde debía iniciarse normalmente la dife-
34 El descubrimiento de la motricidad ideal
©nEdiciones Morata, S. L.
renciación. Por tanto, hay que considerar el bloqueo de la ontogénesis motora, en
el estadio más precoz, como una alteración global de la postura, o como una alte-
ración postural global, la cual, con el bloqueo y estancamiento de la movilidad
fásica en los niveles más primitivos, solo puede expresarse entonces de forma
estereotipada en todas las alteraciones motoras. El mantenimiento de los patro-
nes sustitutivos supone un bloqueo del desarrollo, el cual comienza con el control
automático de la postura.
El recién nacido sano ya dispone de un determinado control postural automá-
tico, en el cual los patrones sustitutivos solamente pueden aparecer, en todo caso,
de forma pasajera y debido a una demanda excesiva y nunca como signos que se
mantienen de forma rígida (pág. 31).
Cuando el control postural está alterado los patrones primitivos del recién
nacido acaban siendo los únicos patrones disponibles, como patrones sustituti-
vos, cuya configuración rígida y a veces extremadamente deformada es caracte-
rística de todos los cuadros de la parálisis cerebral.
El proceso terapéutico que sigue al aplicar las locomociones reflejas demues-
tra el postulado de que la postura precede a cada avance en la ontogénesis del
enderezamiento. Cuando aparece un estadio ideal de la postura desaparecen los
patrones sustitutivos, sin necesidad de haber entrenado la función fisiológica. Por
ej., el niño solo consigue la coordinación mano-mano (pág. 124) cuando la postu-
ra correspondiente ofrece la necesaria y específica base postural.
También existen otros mecanismos (Eibl-Eibesfeld) cuyo desarrollo corre
paralelo con la maduración de la postura. Por ej., un niño no puede percibir la sen-
sibilidad profunda de la mano, la estereognosia (el reconocimiento a través del
tacto), hasta que no haya madurado el apoyo de la mano, con todo su contenido
cinesiológico, como postura ideal (pág. 201). Cuando aparece el apoyo en unas
manos desplegadas, es cuando se inicia el desarrollo de la estereognosia. La
evolución con la terapia muestra también la estricta regularidad en la evolución o
maduración del proceso del desarrollo.
3.2. Procedimientos diagnósticos
3.2.1. Las reacciones posturales
Después de que se investigara el contenido cinesiológico y las características
de las locomociones reflejas y de la ontogénesis del enderezamiento, se pudieron
cuantificar, con las reacciones posturales, los patrones ideales del desarrollo pos-
tural que maduran a lo largo del primer año de vida. (Las reacciones posturales
—al principio denominadas reflejos posturales— están descritas detalladamente
desde 1974.) Las reacciones posturales constituyen una medida objetiva para
35Metodología
©nEdiciones Morata, S. L.
valorar el proceso de maduración de las estructuras centrales, ya que el niño
reacciona de forma regular, inconsciente y automática, mediante determinadas
posturas y movimientos globales. Si las respuestas motoras provocadas son idea-
les, también lo son los patrones de la motricidad espontánea. Solo mediante el
examen de las reacciones posturales se puede determinar de forma inmediata
la edad postural del niño.
Se seleccionaron siete maniobras de provocación o reacciones posturales.
Este término fue introducido en 1970/1972; la reacción ante esa provocación o
cambio postural sedenominó reactividad postural (VOJTA, 1981). Desde entonces,
las siete reacciones posturales forman parte del diagnóstico neurocinesiológico
del desarrollo. A lo largo de un trabajo que duró varias décadas, se redescubrie-
ron, se ampliaron, se describieron con mayor precisión y se sistematizaron seis
reacciones posturales ya existentes. Son las siguientes:
• Reacción de tracción (1927).
• Reacción a la suspensión axilar (1924).
• Landau (1923).
• Reacción a la suspensión horizontal (1954).
• Reacción a la suspensión vertical de COLLIS (1954).
• Reacción de PEIPER-ISBERT (1927).
Se añadió una séptima, y nueva, reacción postural:
• La reacción lateral de VOJTA (1967).
Al cambiar repentinamente la postura del niño, partiendo de una determinada
postura y con una determinada maniobra, se provocan unas respuestas moto-
ras reflejas y complejas. Cada reacción postural es el resultado de una unidad
aferencial específica. Sin embargo, las diferentes reacciones posturales compar-
ten patrones parciales comunes. Las estereotipias o patrones parciales comunes
de estas reacciones globales coinciden, tanto en su contenido cinesiológico como
en el tiempo de aparición, con los patrones parciales de la ontogénesis postural.
Con las reacciones posturales se puede mostrar directamente la existencia
de patrones ideales. La edad postural solo se puede determinar mediante el exa-
men de las reacciones posturales. Si todos los patrones parciales de las reaccio-
nes posturales son ideales, la ontogénesis postural se puede considerar ideal en
ese momento. Cuando la ontogénesis está bloqueada, con las reacciones postu-
rales se pueden provocar las estereotipias de los patrones sustitutivos. Con ellas
se puede determinar y cuantificar el grado de severidad de la alteración motora.
Más del 70% de la población muestra reacciones posturales ideales.
36 El descubrimiento de la motricidad ideal
©nEdiciones Morata, S. L.
3.2.2. Los reflejos primitivos
Hay algunos reflejos y automatismos primitivos o primarios (neonatales) que
pertenecen a determinados estadios de la ontogénesis del enderezamiento. Su
examen complementa el diagnóstico diferencial neurocinesiológico. Durante su
tiempo de latencia las respuestas a sus estímulos específicos son fisiológicas.
Sus cortos tiempos de latencia solamente posibilitan que se sospeche una alte-
ración cuando la dinámica de su desaparición no se puede correlacionar con los
estadios del desarrollo motor, cuando su contenido cinesiológico no coincide con
el ideal, y cuando su dinámica negativa no se puede comparar con el desarro-
llo postural patológico. Los reflejos y automatismos neonatales se denominan
“primitivos” en el sentido de que existen solo en el estadio más temprano de la
ontogénesis. No pertenecen a aquellos reflejos que dentro de la terminología
neurológica se consideren “simples” reflejos. Porque los reflejos primitivos son
también, en realidad, patrones globales. Están siempre en correlación con los
patrones correspondientes de la motricidad espontánea y de las reacciones pos-
turales. Su dinámica negativa, es decir su ausencia o persistencia en sus tiempos
de latencia, y el que sus respuestas sean análogas en su configuración a la de los
patrones sustitutorios, es signo de una alteración del control postural. En el desa-
rrollo normal los reflejos primitivos están subordinados al control postural.
El que se pudieran definir los patrones sustitutorios hizo posible la ordenación
de los reflejos primitivos. Los ítems conseguidos mediante el examen de los refle-
jos primitivos permiten diferenciar de forma clara y precoz la amenaza de desa-
rrollo espástico de la amenaza de desarrollo atetósico. Los tiempos de latencia de
los reflejos primitivos dependen del desarrollo postural.
Coincidencias entre los patrones de los reflejos primitivos,
los patrones ideales del período neonatal y los patrones
sustitutorios
Una vez conocido el patrón ideal se pudo aclarar la causa fundamental de las
“coincidencias” entre:
• Los patrones motores anormales.
• Los patrones motores primitivos del recién nacido normal y
• Los reflejos primitivos.
Los patrones sustitutorios que se mantienen constantes son patrones anorma-
les. El patrón motor anormal del recién nacido con alteraciones, los patrones susti-
tutorios fijados y todos los cuadros de la alteración de la coordinación central son
idénticos.
37Metodología
©nEdiciones Morata, S. L.
Los esquemas motores primitivos del recién nacido sano son parecidos a
estos patrones sustitutorios. Porque en los patrones primitivos fisiológicos —idea-
les— del período neonatal no aparece ese patrón habitual estereotipado de la
rotación interna pronunciada de las articulaciones esféricas, ni el patrón en
extensión o flexión rígida de las articulaciones intermedias. El recién nacido
puede cambiar de forma fluida sus patrones motores, lo que no puede hacer el
niño con un bloqueo motor. Los patrones fisiológicos de la motricidad primitiva
están presentes desde el período neonatal hasta la 4a, o como mucho, 6a sema-
na de vida.
También los reflejos primitivos muestran analogías con los patrones motores
primitivos. El tiempo en que se pueden desencadenar coincide con el tiempo en
que están presentes los patrones primitivos en la motricidad espontánea.
Las analogías entre los patrones motores anormales y los patrones motores
primitivos del desarrollo ideal, así como los reflejos primitivos, indican, por tanto,
que las primeras semanas de vida pueden considerarse como un período de tran-
sición de la fase primitiva —todavía filogénica— a la verdadera ontogénesis.
Cuando la ontogénesis postural está alterada persisten los patrones primitivos,
tanto en la motricidad espontánea como en los reflejos primitivos, lo cual refleja
que las estructuras centrales están bloqueadas o que el sistema nervioso central
recurre a otros circuitos de regulación alternativos.
En el diagnóstico diferencial se examinan:
• Los reflejos orofaciales: succión, de búsqueda, rooting, Babkin.
• Los reflejos tónicos: Galant, marcha automática, extensión tónica primitiva
de las piernas, Moro, reacción del ascensor.
• Los reflejos de prensión: fenómeno de ojos de muñeca, reflejo del talón,
reflejo acústico-facial, reflejo óptico-facial.
La descripción detallada de los reflejos primitivos se encuentra en el Apéndi-
ce (pág. 260 y sigs.).
3.2.3. Los tres pilares del diagnóstico diferencial – Modelo
de procedimiento
Con la comparación entre
• la cinesiología del desarrollo: observación y valoración de la actividad es-
pontánea (actividad postural),
• el diagnóstico neurocinesiológico del desarrollo: examen de las reacciones
posturales (reactividad postural) y
• los reflejos primitivos,
38 El descubrimiento de la motricidad ideal
©nEdiciones Morata, S. L.
se dispone de un modeloi5 que evidencia la alta correlación entre estos procedi-
mientos. El estadio del desarrollo postural evaluado en la motricidad espontánea
posibilita predecir las fases correspondientes de las reacciones posturales, así
como el desarrollo de los reflejos primitivos. Esta predicción se puede comprobar
directamente provocando las reacciones posturales y los reflejos primitivos. De
este modo, los hitos de la ontogénesis postural alcanzados se pueden confirmar
provocando las reacciones posturales y los correspondientes reflejos primitivos.
Mediante este diagnóstico neurológico del desarrollo puede determinarse la edad
de desarrollo, sin conocer la anamnesis o la edad cronológica del paciente. En
caso de normalidad ambas coinciden de forma exacta, y se confirma que los
patrones motores ideales son la medida para la valoración de la situación cine-
siológica y de las conductas socio-emocionales correspondientes a ella, ya des-
de la edad neonatal.
Los resultados obtenidos a partir de la síntesis de las tres posiciones —onto-
génesis postural, reacciones posturales y reflejos primitivos— allanan las dificul-
tades de la detección precoz como base para el tratamiento precoz del desarrollo
motor bloqueado(VOJTA, 1974).
El procedimiento diagnóstico se basa en un “patrón ideal” (FRICKE, 1974) que
solo es reconocido por la neurocinesiología, y no en valores promedios. La valo-
ración se realiza referida a un valor, en este caso se dirige básicamente a la onto-
génesis biológica humana.
La medida es el patrón ideal. El descubrimiento de las locomociones reflejas
es el descubrimiento del patrón ideal.
3.2.4. Test de valoración
Screeningi6 mediante las reacciones posturales
Tras haber obtenido las conclusiones anteriores, se procedió a cuantificar la
reactividad postural, y se confirmó con estudios longitudinales y transversales el
valor del empirismo clínico. Las reacciones posturales fueron analizadas en:
• 1980: en 1.600 lactantes por LAJOSI y cols./Munich.
• 1983: en 118 lactantes por CUNG-SILK CHUM.
• 1980/83: en 700 lactantes por IMAMURA y cols.
39Metodología
©nEdiciones Morata, S. L.
5nProcedimiento-modelo: “Los modelos facilitan reconocer la relación entre los resultados. Si
desde un esquema funcional se pueden registrar directamente las interrelaciones y se confirman las
predicciones experimentalmente, el esquema puede valer como forma de descripción de los hechos”
(EIBEL-EIBESFELD, 1984).
6nPor screening se entiende las exploraciones en serie para cuantificar.
• 1981: en 5.485 lactantes por TOMI/Japón.
• 1983: en 2.308 lactantes por COSTI y cols./Italia.
Las exploraciones fueron realizadas en distintas partes del mundo e indepen-
dientes unas de otras. Resultado: en el período neonatal y en las primeras sema-
nas de vida, el 70% de los niños muestran patrones ideales. Este 70% de niños
muestra un desarrollo motor y mental normal, lo que supone una confirmación
científica de los patrones ideales. También coincidió en todos el porcentaje (3,5%)
de las alteraciones moderadas y severas de la coordinación central. Con el trata-
miento precoz mediante la aplicación terapéutica de la locomoción refleja, la inci-
dencia se reduce de 1,6‰ al 0,73‰.
Estudios comparativos: Desarrollo neurocinesiológico
y psicomotor (ERNST, 1991)
Hay otras investigaciones que confirman la teoría de la existencia del patro-
nes ideales. El trabajo de K. ERNST confirma la alta correlación entre
• la reactividad postural, proporcionada por las reacciones posturales y
• el comportamento espontáneo, o actividad postural, valorado mediante el
test del Desarrollo Funcional de Munich.
Con el examen de las reacciones posturales es posible “interpelar” directa-
mente al sistema nervioso central sobre la existencia de patrones ya maduros
almacenados. Las secuencias de las reacciones posturales provocables de forma
regular durante la ontogénesis del enderezamiento se correlacionan con los patro-
nes parciales de la actividad postural. Constituyen la medida objetiva para valorar
el proceso de maduración del sistema nervioso central. Los patrones ideales de
las reacciones posturales son el reflejo de la motricidad espontánea ideal.
No fue posible realizar tratamiento a todos los niños con amenaza de paráli-
sis cerebral detectados con el screening citado anteriormente La comparación de
estos niños no tratados con los resultados estadísticos de los niños que sí fueron
tratados aplicando la locomoción refleja, está descrita en VOJTA 1984 (en español:
VOJTA, 2005).
40 El descubrimiento de la motricidad ideal
©nEdiciones Morata, S. L.
41Metodología
©nEdiciones Morata, S. L.
Resumen
• La investigación del desarrollo motor se basa en el descubrimiento de las
locomociones reflejas.
• Con el procedimiento input-output se descubrió entre 1954-1959 los pa-
trones parciales de dos complejos de coordinación.
• La identidad de estos patrones parciales con los patrones del desarrollo
motor que maduran en el primer año de vida demuestra la existencia de
los patrones ideales innatos, la ontogénesis del desarrollo motor.
• El análisis de los vectores de los juegos musculares que aparecen en la
locomoción refleja permite clasificarlos como patrones de locomoción glo-
bales e innatos (1959-1964), lo que condujo a denominarlos reptación
refleja y volteo reflejo. Se trata de patrones de marcha cruzada.
• Esos patrones se pueden ya activar en los niños recién nacidos y por tanto
se pueden definir como estadio de comienzo de la ontogénesis postural, es
decir, el control automático de la postura del cuerpo —la reactibilidad pos-
tural—, la activación de determinados mecanismos de enderezamiento y
una determinada movilidad, se manifiestan como capacidades innatas.
• La ontogénesis motora también se analiza según los criterios de la loco-
moción.
• A partir del descubrimiento de las locomociones reflejas se pudo llegar a
otras conclusiones: la esencia de la parálisis cerebral se puede explicar
como una situación en el estadio inicial de la ontogénesis motora, y se tra-
ta de una alteración global.
• Los patrones sustitutivos se diferencian claramente de los patrones primi-
tivos del período neonatal y de los reflejos primitivos.
• La primacía de la postura es, por principio, el punto de partida del análisis
de los patrones motores globales.
• La idealidad de los patrones motores se puede mostrar en cualquier mo-
mento con el examen de las reacciones posturales (reactividad postural).
• La dinámica en la desaparición de los reflejos primitivos se correlaciona
con los estadios de desarrollo de la ontogénesis postural y con las reaccio-
nes posturales.
• El concepto de “modelo”, los procedimientos de screening y de compara-
ción confirman la hipótesis de (la existencia de) patrones motores prepro-
gramados, ideales y globales.
©nEdiciones Morata, S. L.
El desarrollo postural se divide en cuatro estadios, según la clasificación de
los cuatro estadios de INGRAM (1953) y siguiendo su orden temporal. Pero VOJTA
modificó la descripción de los dos estadios flexores y extensores, tal como apa-
rece en la Tabla 4.1
La observación de cada uno de los patrones posturales se realiza teniendo en
cuenta los siguientes criterios:
4.1. Descripción de los patrones de interacción emocional
y social
De entrada se tiene en cuenta la estrecha interrelación entre el desarrollo
motor, sensorial, emocional y psicosocial.
4.2. Descripción de los patrones motores
Se describen los patrones motores, como patrones globales con característi-
cas de locomoción, analizando los siguientes componentes:
• Posición de los diferentes segmentos entre sí y respecto al espacio.
• Estadio de enderezamiento de determinados segmentos corporales o de todo
el cuerpo. A cada fase de enderezamiento le corresponde una determinada
función de apoyo. El área más pequeña formada por los puntos de apoyo
constituye la base de apoyo (KLEIN-VOGELBACH, 1984). Con el enderezamien-
42Título capítulo
4 Los cuatro estadios
del desarrollo
postural
to sobre las extremidades de apoyo comienza la verdadera ontogénesis de
enderezamiento. El apoyo y el enderezamiento sobre las extremidades pro-
voca reacciones de equilibrio diferenciadas (KLEIN-VOGELBACH, 1984), es decir,
en el momento en que el centro de gravedad se eleva con respecto a la verti-
cal o se desplaza hacia arriba/abajo, se produce simultáneamente un despla-
zamiento equilibrado respecto a la horizontal, es decir, hacia delante/atrás o
hacia un lado. Estas reacciones de equilibrio diferenciadas comienzan con la
primera orientación en decúbito ventral a las 4-6 semanas.
• Movilidad propositiva (dirigida a un objetivo).
4.3. Descripción de la diferenciación de la función muscular
A continuación se irá describiendo, con ayuda de algunos ejemplos, la dife-
renciación de la función muscular que se produce en los patrones globales. Al
analizarlos se presta una especial atención a cada una de sus funciones predo-
minantes: antigravitatorias, de enderezamiento, de locomoción, o en cuanto a la
motricidad fina.
43Los cuatro estadios del desarrollo postural
©nEdiciones Morata, S. L.
0-6a semana
7a-13a semana
4o-7o/8o mes
8o/9o-12o/14o mes
Según INGRAM
1er Estadio del desarrollo
postural
(1er Estadio flexor)
2o

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