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Acerca del proyecto en arquitectura: entre la reconstrucción y la invención Acerca del proyecto en arquitectura: entre la reconstrucción y la invención ARQ. ALEJANDRO DELUCCHI (Compilador) materiales de arquitectura | UFLO | FPSA Delucchi, Alejandro Acerca del proyecto en arquitectura : entre la reconstrucción y la invención / Alejandro Delucchi. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Diseño, 2016. 266 p. ; 21 x 15 cm. ISBN Ebook 978-987-4000-61-3 1. Arquitectura . 2. Proyectos de Investigación. 3. Conocimiento. I. Título. CDD 720 Editor: Arq. Guillermo Raúl Kliczkowski Diseño gráfico: DG Cecilia Ricci Imagen de cubierta: Maju Franzan y Juan Basso Hecho el depósito que marca la ley 11.723 Impreso en Argentina / Printed in Argentina La reproducción total o parcial de este libro, en cualquier forma que sea, idéntica o modificada, no autorizada por los editores, viola derechos reservados; cualquier utilización debe ser previamente solicitada. © 2016 Diseño Editorial ISBN: 978-987-4000-12-5 Mayo de 2016 Este libro fue impreso bajo demanda, mediante tecnología digital Xerox en bibliográfika de Voros S. A. Bucarelli 1160, Capital. info@bibliografika.com / www.bibliografika.com En venta: LIBRERÍA TÉCNICA CP67 Florida 683 - Local 18 - C1005AAM Buenos Aires - Argentina Tel: 54 11 4314-6303 - Fax: 4314-7135 - E-mail: cp67@cp67.com - www.cp67.com FADU - Ciudad Universitaria Pabellón 3 - Planta Baja - C1428BFA Buenos Aires -Argentina Tel: 54 11 4786-7244 CMD - Centro Metropolitano de Diseño Algarrobo 1041 - C1273AEB Buenos Aires - Argentina Tel: 54 11 4126-2950, int. 3325 ÍNDICE INTRODUCCIÓN 9 ARQUITECTURA PARA UNA SOCIEDAD TECNOLÓGICA 11 Marino, Federico eugenio TÉCNICA Y NATURALEZA DEL ENTORNO BIEN CLIMATIZADO BREVE ANTOLOGÍA EN 4 MOVIMIENTOS 23 Fernández rojas, ricardo REFERENCIA PROYECTUAL / LÓGICAS TRANSVERSALES 35 estreMera, Fabio EXPERIENCIAS DE PROYECTO 1: ARQUITECTURA COMERCIAL Y DESAFÍOS URBANOS 43 barrera Faure, esteban guillerMo - lozada, javier EXPERIENCIAS DE PROYECTO 2: VIVIENDAS SUBURBANAS Y PRESERVACIÓN DEL PAISAJE 51 barrera Faure, esteban guillerMo - lozada, javier ARQUITECTURA MODERNA EN CÓRDOBA: INVESTIGACIÓN Y (RE)CONSTRUCCIÓN COMO HERRAMIENTA DE PROYECTO 59 santillán, josé ignacio - barrera Faure, esteban guillerMo REGISTROS IDENTITARIOS. construcción crÍtica de un autor Muerto 67 intile, luciano MatÍas ¿SOLUCIONANDO PROBLEMAS O CREANDO OPORTUNIDADES? LA ARQUITECTURA DESDE UN NUEVO ENFOQUE 83 neria Hernández, rogelio RECUPERO DE LAS PREEXISTENCIAS COMO MARCO DE DESARROLLO POTENCIAL DEL PROYECTO Y DEL MEDIOAMBIENTE 95 gorodner, javier LA ENSEÑANZA DEL PROYECTO EN NUESTRA CONTEMPORANEIDAD. UN MAR DE DOGMAS Y CONFUSIONES 117 szelagowski, Pablo esteban Marcelo PROYECTO Y SUSTENTABILIDAD EN EL ÁMBITO DE LA ENSEÑANZA. LA FORMA DE LA CIUDAD 129 Forsetti, MatÍas nicolás - lavalle, giorgina LA ENSEÑANZA DEL PROYECTO ARQUITECTÓNICO EN EL MARCO DE LAS DISCIPLINAS ARTÍSTICAS 137 dÍaz de la sota, carlos javier PROCESOS ITERATIVOS VERSUS LA REPETICIÓN DEL INCONSCIENTE 153 reMes lenicov, Pablo EL DISCURSO DE LA ARISTA / PROYECTO Y MATERIALIDAD 163 solana, Marcelo - di boscio, Fernando - caballero, analÍa - bulgHeroni, diego PROYECTO Y SUSTENTABILIDAD EN EL ÁMBITO DE LA ENSEÑANZA 175 sáncHez, Mauro edel ARQUITECTURA PARTICIPATIVA E INTERDISCIPLINAR. UNA APUESTA PARA INCENTIVAR LA SUSTENTABILIDAD EN EL CAMPUS 195 león griMaldos, Maria victoria DE LA OBJETIVACIÓN A LA SUBJETIVACIÓN EN LA ENSEÑANZA DEL DISEÑO 207 sPeranza, edelMiro EL APRENDIZAJE DEL PROYECTO: LA UTILIZACIÓN DE LA OBRA REFERENTE 225 basso, juan Marcos - giuliani, santiago INVESTIGACION DEL PROYECTO 261 deluccHi, alejandro 9 INTRODUCCIÓN Desde su creación la carrera de Arquitectura ha desarrollado en el ámbi- to de la Facultad de Planeamiento Socio Ambiental (FPSA), un marcado in- terés en el enfoque proyectual de su currículo, la indagación en la proble- mática del Proyecto, las modalidades de su investigación, los métodos de su enseñanza, y el modo en que su práctica califica la actividad profesional. Esto la ha signado con un perfil que goza del reconocimiento general tanto sea en el ámbito académico como profesional. Se trata de debatir acerca del proyecto que es algo común a nuestros intereses disciplinares y poco común en los debates sobre la arquitectura. No tanto para discurrir acerca de su práctica (el cómo) sino, lo que es mucho más trascendente, para discernir acerca de su dimensión epistemológica (el qué). La dimensión epistemológica y metodológica del proyecto es y ha sido un punto importante de debate al interior de la disciplina, según diferen- tes enfoques teóricos y contextos. Si bien el debate sobre el Proyecto ha alcanzado un importante desa- rrollo en la enseñanza y la práctica profesional, en el ámbito de la inves- tigación no ha encontrado su lugar y reconocimiento, en el marco de la producción científica. Hoy cobra relevancia en la medida que el campo científico hegemónico aun no ha reconocido la especificidad de la lógica de elaboración del pro- yecto como instancia de producción de saberes. 10 El estado actual de la disciplina sometida a las nuevas complejidades emergentes del contexto contemporáneo (los nuevos sistemas de produc- ción material, la incumbencia de las tecnologías digitales en la generación del proyecto, la utilización de las nuevas energías, etc.) plantea la necesi- dad de actualizar la agenda de temas y la disposición de herramientas pro- yectuales para afrontar los desafíos que exigen las actuales circunstancias. Esta situación requiere a instituciones como la FPSA-UFLO, afianzar su compromiso para sostener una propuesta que permita a sus egresados y docentes la necesaria actualización de sus acervos disciplinares y cultu- rales, aportando a la renovación y elevación del nivel científico universi- tario. Los trabajos que aquí se presentan son el producto de los distintos aportes de académicos, investigadores y profesionales, que reflexionan sobre el proyecto. 11 ARQUITECTURA PARA UNA SOCIEDAD TECNOLÓGICA Marino, Federico Eugenio El ejercicio de la arquitectura conlleva necesariamente un diálogo con el pasado, la construcción de un presente y la posibilidad cierta de un fu- turo en normal desarrollo para las próximas generaciones. Es entonces que el concepto de sostenibilidad, tan mencionado hoy en día en el ejercicio de la arquitectura, radica desde el inicio como condición inherente al proyecto, y se basa sobre el imprescindible cuestionamiento de la necesidad misma de toda acción al momento de la propia concepción arquitectónica, e indisociable del buen hacer. El legado de Mies van der Rohe se presenta como uno de los más influ- yentes del siglo XX, y que ha sabido trascender el devenir del tiempo. La universalidad de su hacer, junto al de otros maestros de la modernidad, se ha constituido en plataforma para el ejercicio arquitectónico actual. Su modo de hacer se ha caracterizado por la aparente facilidad y sencillez de sus decisiones y movimientos, como sólo el buen deportista que a fuerza de disciplina, rigurosidad y entrenamiento puede alcanzar. Referido a los conceptos del hacer, Mies van der Rohe en su discurso de 1960 afirmaba -con motivo de la distinción del Real Instituto Británico de Arquitectura- : ”He intentado hacer una arquitectura para una sociedad tecnológica… He querido que todo fuera razonable y claro, y que tuviéramos una arquitectura que cualquiera pudiera realizar…”.1 1. Mies van der Rohe at work. Peter Carter. 1974. Ed. Phaidon. Pág.172. 12 De claros principios y carácter universal, las expresiones de Mies mani- festaban la vinculación de la disciplina del habitar con su principal desti- nataria, la propia sociedad, y sus medios tecnológicos. Comprendiendo la contemporaneidad de aquella afirmación, y con el objeto de construir un hacer superador de aquellos principios, valdríarevi- sitar aquel legado y preguntarse cómo redefinir la arquitectura hoy -enten- dida como disciplina del habitar-, cómo redescribir la sociedad contempo- ránea a través de sus procesos de modernización, y qué relación establecer con la tecnología, con el objeto de producir arquitectura para nuestras so- ciedades tecnológicas venideras. Arquitectura moderna revisitada Muchas fueron las definiciones que dieron los maestros de la moderni- dad sobre la arquitectura, quizás la más contemporánea, expresada por el propio Mies, pueda servir para comprender los vínculos indisociables entre arquitectura y civilización, entre tiempo y espacio: “La arquitectura es la voluntad de una época traducida al espacio. Hasta que esta simple verdad no sea reconocida, la nueva arquitectura será insegura y vacilante. Hasta entonces será un caos de fuerzas sin dirección. Una cuestión como la de la naturaleza de la arquitectura tiene importancia decisiva. Debemos entender que toda la arquitectura está basada sobre su propio tiempo, que sólo puede manifestarse en tareas vivas y en medio de su propio tiempo. En ninguna edad ha sido de otro modo.”2 Eficiencia, lógica, precisión, claridad de pensamiento y acción, serán entonces algunos de los conceptos recorridos en el legado de Mies y su obra, de aprehensión imprescindibles para el ejercicio actual de la arqui- tectura y como modo de evitar un proceso de ahistoricidad frecuente en muchos ejercicios arquitectónicos de nuestra actualidad. 2.Ludwig Mies van der Rohe, Escritos, Diálogos y Discursos. Colegio de Aparejado- res de Murcia. 2003. Pág. 31. Título Original: “Baukunst und Zeitwille”, Der Quersch- nitt, nro.4, 1924. 13 Cinco proyectos realizados por Mies en los años veinte (Rascacielos de la Friedrichstrasse, Rascacielos de vidrio, Edificio de oficinas de Hormigón, Casa de campo de hormigón armado y Casa de Campo de ladrillo) plantea- ban problemas de naturaleza general, trabajando con los nuevos materiales y posibilidades estructurales, tales proyectos contribuyen a comprender el legado e importancia de un modo de concepción arquitectónica universal. Lejos de especulaciones estéticas concebidas desde afuera, los arte- factos contenían una auto-ordenación disciplinada, condicionada por los materiales y sus aplicaciones funcionales. La construcción lógica y sencilla derrotaba cualquier voluntad formal al tiempo que la belleza se manifesta- ba y revelaba durante la construcción de los edificios. Concibiendo la forma como consecuencia de la estructura y no como la razón de la propia construcción, y entendiendo la estructura como una idea general y no una solución especial, es donde radican los conceptos y principios estructurales del legado de Mies. En su explicación del proyecto para el Rascacielos de la Estación Friedrichstrasse en Berlín (1921), manifestaba “...En vez de intentar resolver los nuevos problemas con las viejas formas, debemos desa- rrollar las nuevas formas a partir de la naturaleza real de los nuevos problemas.”3 El interés de Mies por el cristal lo indujo a realizar una serie de es- tudios cuyo cerramiento periférico sin carga eran grandes superficies de cristal, lo cual le permítia exa- minar las propiedades reflectantes del material quedando la estructu- ra tras el cerramiento, dentro del edificio. 3.Ludwig Mies van der Rohe, Escritos, Diálogos y Discursos. Colegio de Aparejadores de Murcia. 2003. Pág. 21. Título Original: “Hochhausprojekt”, Frublicht, nro.1, 1922. » Mies van der Rohe. 1922. Fotomontaje Rascacielos Estación Friedrichstrasse. Berlín.1922. 14 En el Rascacielos de vidrio (1922), tres factores determina- ban las curvas: la iluminación del interior del edificio, la intención de aligerar el aspecto del edificio desde la calle y el juego de refle- jos generados, en definitiva, una manifiesta consistencia formal, la clara vinculación con el pro- pio paisaje y la variabilidad en el tiempo, otorgada por los nuevos materiales empleados. Rechazando toda especula- ción estética y todo formalismo, Mies concibe en 1923 el Edificio de Oficinas de Hormigón, maxi- mizando el rendimiento y mini- mizando los nuevos medios utili- zados, hormigón, acero y cristal, conformando al tiempo una clara organización para el trabajo y elevado sentido de la economía. El sistema estructural dominaba el artefacto al tiempo que se consti- tuía como la propia arquitectura. Una década después, Mies proyectará y construirá dos edificios claves para comprender su trabajo posterior. El Pabellón de Barcelona (1929) y la Casa Tughendat (1928-1930). Con una simple traza muraria en el Pabellón de Barcelona, Mies define lugar y situación, enlazando naturaleza y conciencia humana para cons- truir y satisfacer otra realidad. Mediante sus tres formas de horizontalidad (la definida por el mane- jo de la luz mediante el reflejo en el forjado y lo solados, la perspectiva equilibrada horizontalmente debido altura total del pabellón 3,2 mts –dos veces la altura promedio de las visuales- y por último, el rehundido de las juntas de materiales), Mies formaliza y sintetiza en esta obra, sus ideas de espacios y estructura para el nuevo hombre, protagonista, actor y sujeto de la modernización. » Mies van der Rohe. 1921. Fotomontaje Rascacielos 1921. 15 Sólo un año después Mies proyectará y construirá la Casa Tughendat (1928-1930), sacando provecho de las condiciones del terreno en pen- diente, disponiendo los espacios más privados de la casa sobre la planta de acceso y en claros cerramientos independientes e interrelacionados, para luego liberar la planta social en un nivel inferior, dotada de un cerramiento de paredes contínuas de cristal antireflejos que atraían el paisaje a la con- formación del único espacio e interiorizando el exterior como lo lograría nuevamente en la Casa Farnsworth (1945-1951), resignificando la natura- leza según expresaba: ¨Cuando se mira la naturaleza a través de las paredes de vidrio de la Casa Farnsworth, ésta adquiere un significado más profundo que cuando uno está afuera. De esta manera se realza la naturaleza, que pasa a formar parte de un todo mayor”.4, convirtiendo así la propia casa en una verdadero disposi- tivo de ver y de relacionarse con el paisaje. 4. Mies van der Rohe Houses, Revista 2G. Nros.48/49. 2009. Pág. 13. Título origi- nal: “Baukunst und Werkform, 11 de Noviembre de 1958. Mies van der Rohe en conver- sación con Christian Norberg-Schultz. » Federico Marino. 2013. Casa Farnsworth. Plano. Illionois. Chicago. 16 La historia de las artes visuales (y la arquitectura podría conside- rarse una de ellas) siempre estuvo signada por los cambios de visión del hombre respecto a su entorno. Construir una visión superadora de nuestra relación con el paisaje, respecto de la herencia moderna -vinculada a un puro visibilismo y de consideración del paisaje como fondo de figuras- es nuestra tarea. Una relación no sólo desde visiones unilaterales vinculadas a las crisis imperantes: energéticas, ecológicas, económicas y alimen- tarias, sino a través de nuevos vín- culos totalizadores entre humanos y el medio físico, considerando este último como sujeto capaz de ser “escuchado” y factible de establecerse un diálogo de igual- dad -abandonando la concepción objetual del medio y por ende su mera explotación y utilización-, con el objeto de iniciar finalmente un desarrollo sostenido, simultáneo y mútuo. Sociedades de la modernización Redescribir las sociedades modernas, implica reestablecer las conexiones con los verdaderos principios de los modernismos del siglo XIX y XX, sobre el legado de las esperanzas colectivas de progreso moral y social, de libertades personales y felicidad pública que dejaron los modernistas de la ilustración, y abandonar de lado los postulados de la posmodernidad que indicaban el fin de la modernidad, el desprecio por todo progreso social y el agotamiento de aquellos principios modernos. Las sociedadesmodernas han sido alimentadas por diversos facto- res, los grandes descubrimientos en la ciencia que han cambiado nuestra » Frank Scherschel. Lake Shore Drive Apartments. Chicago. Revista Life. 17 cosmovisión y nuestro posicio- namiento en el universo, la in- dustrialización de la producción que transformó el conocimiento científico en tecnología, gene- rando nuevos entornos físicos y destruyendo otros, cambiando y acelerando el ritmo de vida de mi- llones de personas, trasladándolas a nuevas conglomeraciones ur- banas, de crecimiento en muchos casos descontrolado y caótico. Los sistemas de comunicación de masas, que vinculan a sociedades y pueblos de todo el mundo, los Estados poderosos y burocráticos, los pueblos que luchan por condu- cir y controlar sus vidas desafian- do a los dirigentes políticos y eco- nómicos, y un mercado capitalista mundial en expansión que busca conducir el mundo, en muchos casos más cercano a la especulación finan- ciera que a los medios de producción real. » Paul Citroen. Collages ‘Metropolis’. 1923. » Federico Marino. 2013. Ciudad de Tokio, Mirador Skytree, Sumida, Tokio. 18 El pensamiento moderno conlleva necesariamente una autocrítica y autorrenovación permanente y perpetua e implica concebir el modernismo como un proceso no definitivo y abierto, en el que los hombres y mujeres son tanto sujetos como objetos de la modernización, en la búsqueda de sentir mayor comodidad en un mundo en constante cambio. Dar cuenta, según lo define el filósofo Marshall Berman, que “Ser mo- dernos es vivir una vida de paradojas y contradicciones. Es estar dominados por las inmensas organizaciones burocráticas que tienen el poder de contro- lar, y a menudo destruir, las comunidades, los valores, las vidas, y sin em- bargo, no vacilar en nuestra determinación de enfrentarnos a tales fuerzas, de luchar para cambiar su mundo y hacerlo nuestro. Es ser a la vez revolucio- nario y conservador, vitales ante las nuevas posibilidades de experiencias y aventuras, atemorizados ante las profundidades nihilistas a que conducen tales aventuras modernas, ansiosos por crear, asirnos de algo, aún cuando todo se desvanezca”.5 Debemos en definitiva recuperar al hombre moderno, al sujeto asíduo al juicio responsable y alejado de la opinión irresponsable, un sujeto activo capaz de accionar en y sobre el mundo, encauzando las fuerzas económi- cas, políticas y sociales que continuamente atentan contra su propia su- pervivencia. Tecnología subordinada La tecnología se presenta como el conjunto de conocimientos propios alcanzados por una sociedad y pertenecientes a una técnica determinada y entendida, esta última, como una serie de acciones con las que el hombre produce realidades que anteriormente no existían. Determinar cuáles son los medios con los que contamos, qué tipo de relación establecer con ellos, y cómo incrementar nuestra capacidad de construir realidades que antes no existían, con nuestras tecnologías dis- ponibles, es la tarea que nos pertenece en el ejercicio de la arquitectura. Incrementar nuestra capacidad de generar nuevos materiales y uti- lizarlos en pos de cumplir con las funciones básicas del habitar de la ar- 5. Todo lo sólido se desvanece en el aire. La Experiencia de la Modernidad. Marshall Berman. Ed. Siglo XXI. México. 2011. 19 quitectura -siempre universales en el tiempo y el espacio-, y a la vez abandonar el concepto de monofuncionalidad de los mis- mos. Nuevos materiales capaces de poder ventilar, de ver a través, de iluminar, de producir los inter- cambios energéticos necesarios con el medioambiente, de reac- cionar frente a las condiciones externas, y de poder dialogar con el entorno del cual forman parte. El encauce de las variables económicas es indisociable de la responsabilidad en la materiali- zación de nuestra arquitectura. Concebir la economía al servicio y subordinada al ejercicio de la disciplina y no en detrimento de ella, es entender finalmente, que el ejercicio de la arquitectura es para la sociedad y no en beneficio exclusivo del inversor. Debemos comprender a la tecnología como subordinada a las concep- ciones artísticas arquitectónicas y contemporáneas, ni la supremacía téc- nica que deviene definitivamente en artefactos tecnocráticos, ni las mate- rializaciones provenientes de tradicionalismos de corto aliento, que sólo persiguen aspiraciones y especulaciones del arquitecto que las concibe, al tiempo que distorsionan procesos productivos y de industrialización. Mies afirmaba cuando sus alumnos le preguntaban “De aquí hacia don- de vamos...?”, a lo que respondía :...No estamos al término, sino al inicio de una época; una época orientada por un espíritu innovador, impelida “por nuevas fuerzas técnicas, sociales y económicas y dotada de nuevos instru- mentos y materiales. Por todas estas razones tendremos una nueva arqui- tectura.”6 6. Mies van de Rohe, La palabra sin artificio. Reflexiones sobre arquitectura 1992/1968. Fritz Neumeyer.Ed. El Croquis. Pág. 502. Título original :”Wohin gehen wir nur?. Artículo publicado en la revista Bauen und wohnen, 15. 1960. Nro.11 pág. 391. » Frank Scherschel. 1956. Vigas doble T embala- das, desde la Companía de Extrusión de Metales en Chicago para el edificio Seagram, New York. 20 Imaginar y poder crear nuevos modos de modernidad en los que el hombre no exista en beneficio del desarrollo, sino el desarrollo en benefi- cio del hombre, corresponde a nuestra tarea, así como comprender que el ejercicio de la arquitectura no es moneda de cambio sino, instrumento de transformación. Conclusiones Una arquitectura para una sociedad tecnológica, opera bajo criterios de clara lógica estructural, dialoga y despliega sus formas lentamente sobre el territorio y sus transformaciones, conformando el propio paisaje del que se alimenta, mediante la previa exploración y lectura del sitio sobre el que opera. Y es a través de la detección del potencial latente de las preexisten- cias que puede utilizar la fuerza inherente en beneficio propio. » Ezra Stoler. 1958. Seagram Building, New York. 21 Una arquitectura basada en la producción de artefactos arquitectóni- cos que usufructúan naturalmente el conocimiento científico alcanzado por una sociedad en constante transformación. Artefactos entendidos como objetos que se conciben bajo los más altos criterios del arte y que persiguen la función del habitar al tiempo que son materializados bajo un conjunto de teorías y técnicas contemporáneas. Artefactos concebidos bajos criterios estéticos, funcionales, y leyes que dan sustento visual, al tiempo que le confieren la condición esencial de tectonicidad necesaria. Los aspectos geométricos básicos de agrupa- ción/compartimentación, concentración/dispersión, compacidad/dis- gregación, apertura/cerramiento, interior/exterior, límites/conexiones, continuidades/discontinuidades y presencias/ausencias, definen la con- cepción y configuración espacial de las construcciones al tiempo que bus- can conformar un sistema abierto de relaciones para con el entorno. Construcciones que producen los vínculos necesarios al encuentro con el nivel cero, en el que intervienen conceptos espaciales de -continuidad/ discontinuidad-, de dominios -privado/público-, de flujos -diversidad/ especificidad-, de usos -unicidad/multiplicidad-, promoviendo la experi- mentación de la ciudad y la creación de instancias reversibles de comuni- cación y libres de cualquier dominación. Una arquitectura ajena al autoritarismo formal y al ensimismamiento, y cercana a estructuraciones de carácter universal abierto, construida con materiales de múltiples funciones y sensibles en sus comportamientos a las condiciones del entorno, del cual forman parte constitutiva los propios edificios. Una arquitectura para un sujeto activo, responsable, con sus especifici- dades e indivisible de su comunidad de pertenencia. Una arquitectura que busca evitar, por sobre todas las cosas, la deshumanizaciónde su hábitat, la desfiguración del paisaje, y por ende, del propio producto cultural, la ciudad. 23 TÉCNICA Y NATURALEZA DEL ENTORNO BIEN CLIMATIZADO* BREVE ANTOLOGÍA EN 4 MOVIMIENTOS Fernández rojas, Ricardo Generalidades El agotamiento de los recursos energéticos producto de la crisis de dispo- nibilidad del petróleo, junto a la manifestación irreversible del cambio cli- mático, nos obliga a pensar y reflexionar sobre la práctica y los instrumentos que rigen y determinan la actividad del proyecto en el marco de la enseñan- za, y a tomar, en consecuencia, medidas más responsables respecto al abuso y derroche que conlleva una arquitectura de la representación de la espectacu- laridad, por delante de criterios sencillos y sostenibles de aplicación. El concepto de sustentabilidad o sostenibilidad** asociado a la arqui- tectura ha tenido -y tiene- múltiples interpretaciones, muchas de ellas *En referencia al texto de R. Banham. La arquitectura del entorno bien climatizado, Ediciones Infinito. Buenos Aires, 1975 **No es motivo del presente escrito ahondar en las distintas acepciones que con- lleva la aplicación del término, aunque sí verificar su alcance y sentido de aplicación en la arquitectura. 24 convertidas hoy en clichés o instrumentos de propaganda, como prácticas asociadas al marketing inmobiliario, la publicidad o la política. Situación que tampoco es ajena al ámbito académico, incapaz de profundizar con ri- gor crítico y sentido estético su evolución y alcance lejos de los preceptos morales o éticos que acompañan al concepto. Desde tiempos remotos a la actualidad la arquitectura ha intentado dar respuesta a la incidencia derivada de los agentes climáticos en la defini- ción de un entorno bien acondicionado, acorde a las necesidades básicas ambientales de protección y permanencia. Ha sido el siglo XX, el refugio de los paradigmas técnicos-mecánicos, donde se ha librado el auténtico campo de batalla de la experimentación tecnológica. Desde los inmuebles-villa de Le Corbusier, publicados por pri- mera vez hacia 1922, hasta las experiencias contemporáneas de Lacaton/ Vassal, la arquitectura ha intentado mejorar las condiciones de confort de las unidades relativas al hábitat humano, aplicando distintos sistemas o técnicas que optimicen y mejoren las condiciones ambientales del entorno habitable. La presente investigación tiene como propósito redefinir el marco de desarrollo potencial que determina el ejercicio del proyecto en relación de su implicancia con el medioambiente. A tal efecto, debemos ser capaces de actualizar la relación entre pares asociativos indisolubles a una prác- tica del proyecto arquitectónico sostenible: el hombre -sujeto activo de la experiencia, quién participa del mundo de las cosas- y su implicación con el medio ambiente, y la utilización de técnicas constructivas sostenibles -mecánicas, híbridas, mestizas o alternativas- en relación a los ámbitos efectivos de aplicación. El concepto de termodinamismo1 -término popularizado por Iñaki Ába- los para definir la concurrencia del par dialéctico: vitalismo biológico y rigor técnico- permitirá el reconocimiento de técnicas formativas que de- terminan las condiciones y los criterios de actuación acordes a una -deter- minada- realidad emergente; ponderando y negociando la aplicación de recursos energéticos -naturales o artificiales- como el verdadero material de construcción y de proyecto que rige el ideario arquitectónico contem- poráneo. 1. Abalos, Iñaki. La belleza termodinámica, 2G, n56. Pág, 127. 25 El desplazamiento que en las últimas décadas tuvo el paradigama tec- nico-mecánico hacia posiciones energéticas trajo consigo una idea de sus- tentabildad ligada a un principio de economía, que en palabras de J. P. Vassal, adquiere un protagonismo definitivo hacia una práctica del proyec- to energéticamente responsable -sustentable-: “Nos gustaría acabar con la idea de que el ahorro es el principio de todos nuestros proyectos… El coste, al igual que el terreno, es una restricción, pero creemos que también es un medio suplementario. Por otro lado, no hay que confundir las cosas: la eco- nomía no es el principio del menos, de la reducción, sino de la jerarquia y del mínimo necesario…”2 Crítica a la crítica: Munford + Giedion + Banham Es Reyner Banham con su libro, La arquitectura del entorno bien cli- matizado3, quién alerta más enérgicamente a propósito de la disociación u omisión de la historia de la arquitectura en relación a sus argumentos mecánicos o tecnológicos: “Habríase puesto de manifiesto, hace tiempo, que el arte y el negocio de crear edificios no es divisible en dos partes separadas intelectualmente –las estructuras por un lado y los servicios mecánicos por el otro. Aun cuando el hábito industrial y la ley contractual parecen imponer tal división, la misma es falsa. Agregando más adelante: … No obstante, aunque parezca obvio ante la más leve reflexión, que la historia de la arquitectura debe cubrir la totalidad del arte tecnológico para crear entornos habitables, la cuestión es que la historia de la arquitectura, que se encuentra habitualmente en los libros, trata casi exclusivamente de las formas externas de los volúme- nes habitables tal como los revelan las estructuras que los encierran.”4 Banham propone reconstruir una historia de la arquitectura a partir de un principio evolutivo basado en el progreso técnico y mecánico asociados a la forma arquitectónica y a las condiciones ambientales de la época. Su esfuerzo se centra, fundamentalmente, en construir una genealogía pro- gresiva de las técnicas constructivas -para/ambientalistas- que hagan po- 2. García-Germán, Javier. De lo mecánico a lo termomecánico. Por una definición energética de la arquitectura y el territorio. Ed. GG, Barcelona, 2010 Pág. 183. 3. Banham, Reyner. La arquitectura del entorno bien climatizado, Ediciones Infini- to. Buenos Aires, 1975. 4. Banham, Reyner. La arquitectura del entorno bien climatizado. Pág. 9-10. 26 sible una arquitectura de naturaleza tecnificada. Una historia que, según su propia concepción temporal, se inicia -como medio precariamente me- canizado- a mediados del siglo XIX5, y adquiere su máxima expresión a fi- nales de los sesenta, con la simbólica llegada del hombre a la luna.6 (Fig. 1) » Fig. 1 y 2 Llama poderosamente la atención que por esta misma época y como contrapartida a esta visión de autosuficiencia ambiental, de máxima tec- nificación del aire filtrado surjan, desde posiciones culturales o movimien- tos sociales, propuestas tan disímiles y apegadas a la tierra y a condiciones medioambientales, como la de J. Beauys, con su traje de fieltro y su kit de supervivencia (Fig. 2) Un momento, sin duda, finales de la década del 60, de grandes tensiones y polaridades políticas, sociales y culturales. Desde su particular visión historiografía, Banham sienta posiciones acerca de cómo y quiénes son los que participan de ese proceso integrador entre arquitectura y medioambiente, tomando como principal referencia la arquitectura de Wright: sus aventamientos, sus grandes voladizos, sus chimeneas, sus sistemas de calefacción y ventilación, la apropiada elec- 5. Véanse los capítulos 2 y 3 de La arquitectura del entorno… 6. Resultan llamativas las imágenes que consagran el último capítulo del libro, Una variedad de métodos, de La arquitectura del entorno…, con las fotografías de la vestimenta -autosuficiente y acondicionada-, y los equipos de apoyo para el caminante espacial, poniendo en evidencia, o mejor dicho, manifestando el carácter fuertemente tecnificado de sus principios. 27 ción del material, etc. constituyen los argumentos según los cuales define lo que él llama: la casa bien climatizada. Como contrapartida, atribuye a los arquitectos modernos europeos, y en especial a Le Corbusier, el hecho de “idear un estilo que civiliza la tecnología, a diferencia de los ingenie- ros estadounidenses, que habíanproyectado una tecnología que haría el estilo moderno. Ellos había llegado en el proceso muy cerca de producir una alternativa operativa para los edificios como único medio de manejar el en- torno…”7 Argumento ya esbozado en la segunda edición de Teoría y Diseño en la primera era de la máquina, donde responsabilizaba a los maestros de la arquitectura moderna, “de haber fracasado al no alcanzar el punto al que el desarrollo de la tecnología podría haberles llevado…”8 Sin embargo, el texto de Banham no fue el único, venía precedido, como bien comenta en su artículo J. M. López Peláez9, de otras dos pu- blicaciones importantes que analizaban de forma sistemática la relación entre arquitectura y sus procesos técnicos-constructivos: Técnica y Civili- zación, de L. Mumford10 y La mecanización toma el mando, de S. Giedion11. En el primero, además de la interpretación de los estudios constructivos, Mumford agrega un fuerte componente “sociológico, que implica a las per- sonas cuya vida se transforma con los medios técnicos, introduciendo así un enfoque antropológico verdaderamente importante para las historias que vendrán después”12. Mumford entiende asimismo que el aprovechamiento energético es la base de los sistemas sociales por lo que propone replantear las relaciones entre sociedad y naturaleza, pilares indiscutibles de un ópti- mo equilibrio energético; Giedion, en cambio, “trata de reflejar los efectos de las invenciones técnicas que abarcan desde la edad media en adelante con un fuerte componente histórico”13. El texto de Giedion, resulta determi- nante en la posterior investigación de Banham, quien lamentando la fría acogida que tuvo éste en el momento de su publicación, acomete la tarea 7. Banham, Reyner. La arquitectura del entorno bien climatizado. Pág. 178. 8. Banham, Reyner. Teoría y diseño en la primera era de la máquina. Paidós Estéti- ca. Barcelona, 1985. Pág. 19. 9. López Peláez, J. M., Proyecto, progreso y arquitectura. Universidad de Sevilla. Mayo, 2012. 10. Mumford, L. Técnica y civilización. Alianza, Madrid, 1998. 11. Giedion, S. La mecanización toma el mando. GG, Barcelona, 1978. 12. López Peláez, J. M., Proyecto, progreso y arquitectura. Universidad de Sevilla. Mayo, 2012. 13. Ibídem anterior. 28 de presentarse como su continuidad, dejando en claro que: “su libro repre- senta una fracción diminuta de lo Giedion dejó por decir…” 14 Visto a la distancia, las tres publicaciones pueden verse hoy como un corpus historiográfico unificado tendiente a acercar -tal vez de un modo ra- dical y sesgadamente técnico- los procesos constructivos y tecnológicos al ámbito del proyecto dejando en claro que, cualquier componente construc- tivo-ambiental no solo será inherente al proceso de construcción de la for- ma arquitectónica, y no un mero sucedáneo de aquél, sino el argumento de naturaleza tecnificada que dará forma adecuada a la propuesta ambiental.15 La pregunta que surge es: qué ha ocurrido entre el tecnicismo/mecani- cista de Banham y la actualidad? Y, en todo caso, cómo participa el ahorro energético en la base de un desarrollo ambiental sostenible? El eslabón perdido comparece travestido bajo el amplio concepto de la sustentabilidad, a la espera de una historiografía que haga justicia de su auténtico alcance y posibilidades. Parece, cuanto menos prudente, definir en este punto una idea precisa de belleza que nos permita fijar el eje del debate en términos estéticos y no ajenos a él, tal como lo manifiesta I. Aba- los: “Solo si hay una verdadera discusión estética, si hay una idea de belleza asociada a la sostenibilidad, ésta podrá interesar a la arquitectura de una forma no circunstancial y tendrá sentido trabajar sobre ella. Y ello nos lleva a adoptar un primer axioma: no hablar en términos morales o éticos de soste- nibilidad, sino circunscribirnos a los aspectos puramente técnicos y estéticos, al menos si queremos hablar en términos disciplinares.”16 Con el horizonte puesto en una idea de belleza intrínseca a la estética a la economía y a la optimización del intercambio energético ensayaré, a modo de síntesis. 4 categorías breves que nos permita fijar unos criterios temporales de análisis y actuación. 1. Amortiguadores térmicos. (Sistemas pasivos) Definen aquéllas arquitecturas que aprovechan las condiciones climá- ticas o ambientales del entorno como criterio de concepción proyecto. Los inmuebles-villa (Figs. 3-4) de Le Corbusier (1922) parten de la necesidad 14. Banham, Reyner. La arquitectura del entorno bien climatizado. Pág. 13. 15. Banham, Reyner. La arquitectura del entorno bien climatizado. Pág. 321. 16. Abalos, Iñaki. La belleza termodinámica, 2G, n56. Pág. 127. 29 de incorporar el jardín suspendido a cada unidad de vivienda mejorando, no solo las condiciones de confort y ambientales de la unidad, sino también, provocando una relación activa con el territorio y el paisaje. Como bien se- ñala X. Monteys, en su libro: La gran máquina. La ciudad en Le Corbusier17, los inmuebles villa surgen del cruce de dos modelos ya probados por el pro- pio LC: las viviendas Dom-ino+Citrohan. Sin embargo, lo que aquí resulta in- teresante es comprobar la cantidad de volumen de aire circulante -producto de la superposición de los dos modelos en altura- que actúa como disposi- tivo artificial de control ambiental. La terraza, se convierte así en algo más que un área de descanso o de contemplación pasiva del espacio urbano, al participar activamente del intercambio energético de la unidad. La misma operación es reproducida en el pabellón del espíritu nuevo (1925), en la Ville Contemporaine (1930), y formará parte de la discusión del modelo de vivien- da colectiva mientras prepara el camino para el prototipo Unité (1945). » Fig. 3 y 4 Una pequeña casa de vacaciones, en la bahía de Hastnas (1938) de E. G. Asplund, acota la distancia entre arquitectura y paisaje al insertarse como cuña entre dos montañas escarpadas. La casa, que parece emerger del suelo, con sus dos amplios faldones -que la protegen de los fuertes 17. Monteys, Xavier. La gran máquina. La ciudad en Le Corbusier. Ediciones Serbal. Barcelona, 1996. 30 vientos y de los tórridos inviernos- y sus muros de piedra al Sur, es un per- fecto ejemplo de integración entre territorio, arquitectura y compromiso ambiental. En efecto, Asplund aplica en este caso todos los argumentos de protección pasiva o amortiguadores térmicos tendientes a lograr la máxima eficacia ambiental: techumbres pronunciadas, perfectamente aisladas con “relleno de turba desecha, treetex y periódicos; paredes que son de estructura de madera aisladas con una gruesa capa de periódicos”18; patios y galerías que funcionan como interceptores de viento, etc.; mientras que desde el interior calefaccionado, una ventana estratégicamente ubicada, hace par- tícipe a los comensales del espectáculo de la bahía. 2. La tecnificación toma el mando. (Sistemas activos) Define las arquitecturas que se valen de recursos termomecánicos para proporcionar confort y calidad ambiental a los inmuebles. El término de la 2da. guerra mundial supone un espaldarazo definitivo para el crecimien- to de la industria confort ligada a la tecnología ambiental y a los electro- domésticos hogareños. Es precisamente a partir de ese momento que co- mienza a comercializarse masivamente las unidades de aire acondicionado -centrales o individuales-, tanto en las oficinas como en los hogares ame- ricanos. Con ellos aparecen las patentes, determinantes en el ejercicio de una arquitectura, que en adelante, estará signada por el intervencionismo de la producción industrializada; una producción que acota los tiempos de montaje y proporciona mejoras en el ámbito de lo técnico y lo ambiental. Cielorrasos como membranas portadoras de energía multipropósito o frentes integrados a equipos de climatización, capaces de satisfacer no solo nece- sidades objetivas de confort, sino también, convertidos en instrumentos de comunicacióny propaganda de la nueva cultura ambiental. En Lafayette Park (1961) (Fig. 5-6), Mies Van der Rohe despliega un sistema de acondicionamiento de aire compacto, que se ubica en el ante- pecho, y que incorpora como novedad una rejilla de entrada de aire en el plano de fachada, permitiendo al usuario el doble comando de ventilación natural o la adopción de un sistema de climatización controlado mecáni- camente. 18. E. G. Asplund. Escritos 1906-1940. El Croquis Editorial. Edición al cuidado de López Peláez, J. M.. Madrid, 2002. 31 » Fig. 5 y 6 Tiempo atrás, en la General Motors (1950), E. Saarinen había desarro- llado un sistema integral de distribución horizontal de aire entre el cielo- rraso y el forjado, realizando una estructura triangulada que permitía el paso de las instalaciones. Con esta solución no solo resolvía criterios de demanda estructural -obtener en grandes luces una planta diáfana, libre de estructura-, sino también que proporcionaba a las instalaciones de un ámbito oculto que le permitía climatizar toda la superficie sin que ésta sea reconocible desde su interior. Las décadas que van del 50 al 70, estuvieron precedidas por la optimiza- ción y puesta a punto de los sistemas internos de climatización ambiental: cielorrasos, muros y pisos como sandwiches tecnificados al servicio de la optimización ambiental; una apuesta que como contratara trajo aparejado un progresivo e irreversible incremento del consumo energético, una pa- radoja que la arquitectura del entorno bien climatizado no supo o no pudo dar respuestas. 32 3. Tres en el lugar… Define los casos en el que las condiciones ambientales asociadas a los recursos materiales -naturales o artificiales-, proporciona la aparición de una arquitectura acorde a la lógica del sitio -escuchar al lugar-, sin que por ello mengue, o por ese mismo hecho peralte, su contenido formal y estéti- co. No debe confundirse con una ética de la materialidad, ni con una mera manifestación sensible del entorno, no. Aquí prima el órgano que deter- mina su status pragmático: la economía, la emergencia, o la mera disponi- bilidad de los materiales. Algo así como: Aquí se trabaja con lo que hay… Tres proyectos públicos, dos de Peña Ganchegui y uno de Lacaton/Vas- sal, refieren a este apartado. De Peña, El peine de los Vientos (1976) y La Plaza de la Trinidad (1969) (Figs. 7-8), cada uno ubicado en un extremo de la bahía de San Sebastián. En ambos casos, sitio y recursos materiales, operan como mediador y gestor de una nueva naturaleza, perfectamente acorde a su entorno ambiental. Una comunión pocas veces vista en la his- toria de la arquitectura, donde los limites entre lo nuevo y lo existente se diluyen en un magma formal admirable por esa capacidad de integración. » Fig. 7 y 8 4. Hacia un mestizaje culto y hedonista Para hacer referencia a esta última parada habrá que ver y comprobar más qué arquitectos, qué arquitecturas, son capaces de encarnar un modelo alternativo de actuación. Un modelo que, sin renunciar a los principios de 33 la estética -que le aporta legitimidad formal a la arquitectura-, contemple y de respuesta al medio ambiente como parte integrada y constitutiva al proyecto. Ya lo decía E. Souto de Moura en una entrevista no muy lejana: “La buena arquitectura lleva implícito el ser sostenible”19. En todo caso, lo que no debe admitirse en el ejercicio del proyecto es el derroche, o el sin sentido que conlleva una arquitectura librada a la extravagancia gestual, en un medio que como el actual reclama para sí, ya no solo de un com- promiso ambiental, sino también de un principio formativo amparado en criterios de economía y austeridad al servicio del bien público. En esta dirección, valen las palabras de R. Banham a propósito de con qué argu- mentos se tiene que abordar el ejercicio del proyecto: “se deben proyectar estructuras que, limitadas a una mínima inversión de materia y energía, op- timicen su comportamiento ambiental en términos energéticos.”20 Resulta en este sentido central la reflexión o el debate sobre la importancia que tiene la economía en el ejercicio del proyecto. Así lo manifiesta J. P. Vassal : “La reflexión sobre la economía de proyecto es pertinentes a cual sea la envergadura del presupuesto. Interesa en la medida en que es la condición que posibilita la aparición de lo excepcional, la que crea los medios necesa- rios; algo que probablemente no era así hace tan sólo diez, quince o veinte años. Entre otras cosas permite realizar espacios mucho más grandes…”21 En efecto, no se trata de un principio de economía que opera en vacío, sino de un aporte a un nueva idea de confort sustentada en la concreción por lograr ambientes más amplios –confortables- y con mayor volumen de aire circulante. Un privilegio en tiempos de retracción y racanería inmobiliaria. La constancia de sus aportes a lo largo de los últimos años, así como la frescura de sus planteos, convertidos hoy -definitivamente- en sistemas de trabajo marca de la casa, permite situar a la arquitectura de Lacaton/Vas- sal (Fig. 9) como un ejemplo de equilibrio entre necesidades objetivas del habitar y calidad ambiental. Una serie de ejemplos permitirá adentrarnos en su registro proyectual. También la arquitectura de Souto de Moura, especialmente sus trabajos de mediana escala destinados a equipamientos, pueden echar luz a pro- 19. Entrevista diario El Pais de España. 30 de Junio del 2007. 20. García-Germán, Javier. De lo mecánico a lo termomecánico. Por una definición energética de la arquitectura y el territorio. Ed. GG, Barcelona, 2010 Pág. 19. 21. García-Germán, Javier. De lo mecánico a lo termomecánico. Por una definición energética de la arquitectura y el territorio. Ed. GG, Barcelona, 2010 Pág. 183. 34 pósito de cómo proporcionar un entorno perfectamente climatizado sin renunciar a un principio formalizador, que conlleva -necesariamente- una arquitectura de calidad. El Pabellón multiusos en Viana Do Castelo (Fig. 10) y el auditorio en la Escuela de Hostelería y Turismo en Portalegre, Por- tugal, expresan su compromiso con el entorno, el medioambiente y condi- ciones objetivas de climatización. » Fig. 9 » Fig. 10 35 REFERENCIA PROYECTUAL / LÓGICAS TRANSVERSALES estreMera, Fabio FAU-UNLP - TVA N10 Silberfaden – Posik – Reynoso / Laboratorio de Tecnología y Gestión Habitacional* El trabajo se inscribe dentro de dos instancias: pertenece a la etapa inicial de un proyecto de tesis de Maestría en Proyecto arquitectónico y Urbano**, e integra un Proyecto de Investigación denominado “Instru- mentos de regulación de mercados de suelo urbano: aproximaciones desde el proyecto urbano – arquitectónico” dentro de Laboratorio de Tecnología y Gestión Habitacional**. Mientras en el primero el trabajo encuadra en las búsquedas relacionadas con la vivienda y el tejido urbano; en el segun- do interpela la normativa urbana, de los instrumentos de regulación del mercado de suelo urbano a partir del proyecto urbano arquitectónico como herramienta de investigación. Operar con precedentes constituye una modalidad dentro del campo del proyecto; El aspecto central de la propuesta radica en entender el proyecto como instrumento cognitivo1 y que en este caso sería: investigar sobre el *. Directora: Arq. Karina Cortina. **. FAU-UNLP 1. Fernández, Roberto. “Inteligencia Proyectual: un manual de investigación en arquitectura”. Buenos Aires. Teseo. 2013 36 proyecto e investigar con el proyecto. La elección del caso obedece a que su densidad teórica manifiesta procesos y resultados que pueden equivaler a proyectos de investigación.2 Se aborda aquí el tema del proyecto precedente como forma de trabajo donde la acción proyectual se produce por la traslación de lógicas que en cier- ta medida producen un salto, abriendo un campo nuevo que incorpora ca- racterísticas determinantes a un proyecto. La investigación se apoya mayor- mente en hechos concretos que en arquitectura constituyenlos documentos (plantas, cortes, axonometrías.). Estas herramientas garantizan el grado de libertad necesario propiciando lo interpretativo como hecho constitutivo del proceso creativo en el campo del proyecto arquitectónico. Con esta hipótesis es necesario exponer, brevemente, el recorrido que permitió construir los lineamientos sobre los cuales se fundamenta el presente trabajo. El caso de estudio se origina en un sector no construido del proyec- to para Lafayette Park en Chicago de Mies Van Der Rohe (MVDR) asociado con Ludwig Hilberseimer (LH) datado del año 19553 (figura 1). Se trata de una serie de seis casas patio a una planta (las construidas, de una planta con doble jardín frente - fondo). El caso mencionado reporta una serie de elementos inéditos tanto en la obra de MVDR como en la de LH. La relación intelectual entre ambos atraviesa prácticamente la trayectoria completa de ambos pero se concreta en este proyecto4 lo que hace necesario individua- lizar sintéticamente el programa teórico de cada uno en relación al tema » Fig. 1. Six sigle-storey court houses. Planta. Extraído de (3) 2. Ídem (1). 3. Carter, Peter. “MVDR at work”. Londres. Phaidon Press Limited. 1999. 4. Kahhat, Shariff. “Berlín - Detroit: el viaje de un ideal”. 37 LH urbanista - arquitecto Entre 1925 y 1931 Hilberseimer desarrolla una serie de estudios entre los que trabaja sobre distintas formas de ocupación, densidad, y tráfico de las ciudades. En uno de ellos propone un tejido en base una casa–patio5 (figura 2) a la que carga con sus presupuestos teóricos: estandarización, producción en serie, crecimiento de la unidad, orientación o asoleamien- to. La búsqueda se formaliza un proyecto donde lo dimensional y el ajuste entre lote y vivienda, la economía de superficies y el rigor constructivo dan como resultado un tejido repetitivo caracterizado por un único elemento y un tejido urbano constituido por espacio público (la calle) y el espacio privado de la vivienda con su patio. » Fig. 2. Proyecto de casas-patio LH. Extraído del artículo (5) MVDR arquitecto – urbanista Las investigaciones de MVDR con las casas patio durante la década del ’20 y principios del ’30 (figura 3) son extensas. En el capítulo dedicado de su libro, Iñaki Abalos6 define con precisión el enfoque filosófico de las búsquedas de MVDR en relación a la vivienda y expone con claridad lo que 5. Domingo Casas, Débora. “la ciudad horizontal (01)”. www.at1patios.wordpress. com . consultado 19-03-2015. 6. Abalos, Iñaki. “La buena vida”. Capitulo: La casa de Zaratustra. Barcelona. Edi- torial G.Gili. 2000 38 persiguen con el espacio urbano. La tapia del mundo privado establece una caracterización por oposición del mundo público: la puerta como co- nexión entre uno y otro. La relación interior-exterior, lo no-jerárquico, y lo singular del programa de cada casa exponen el programa de MVDR. Las búsquedas entre MVDR Y LH son divergentes aunque, como se verá, no por ello asimilables. » Fig. 3. Proyecto de casas-patio MVDR. Peter Carter “MVDR at work” (3) e Iñaki Abalos “La buena vida” (6) MVDR docente Del periodo europeo de MVDR resulta importante indagar su labor do- cente ya que forma parte del programa teórico y aporta en el esclareci- miento de sus intereses. Dentro de las ejercitaciones que MVDR proponía sobre el tema “casas – patio” resulta significativo el trabajo de un estu- diante7 (figura 4). La práctica mencionada propone un programa de tres casas-patio donde existen ciertas áreas compartidas; si bien el proyecto sigue manejando una serie de variables abstractas aparece en la concep- 7. Schipporeit, George. ”Mies Van der Rohe: Architect as educator”. Chicago. Rolf Achilles, Kevin Harrington, Charlotte Myhrum editores. 1986. Frank Trudel. Máster Class with MVDR. Three courtyard houses with common kitchen. February 1935. Bauhaus. 39 tualización del programa propuesto la voluntad de trascender la privaci- dad absoluta sin aun manifestar voluntad alguna en relación al carácter de dichos espacios ni su formulación en términos urbanos. » Fig. 4. Proyecto de Frank Trudel, alumno de un curso de MVDR. Planta. Citado en (7). Lógica transversal. “Aparición” del espacio intermedio En el proyecto, se evidencian una serie de elementos novedosos que, si bien se incorporan a otros ya presentes en casos anteriores, constituyen un aporte significativo. El planteo mantiene el carácter manifiesto en los pro- yectos de casas-patio de MVDR: muro cerrado hacia el espacio público. La primera diferencia con los anteriores se observa en el ajuste dimensional (mas afín al programa de LH) la segunda radica en una tipificación tanto de la vivienda como de los patios; y la tercera, con mayor influencia en la propuesta, es la presencia de un patio común cada tres casas, intermedio entre el espacio público y el espacio privado desde donde se ingresa a cada vivienda y que articula el área de estacionamiento (el vehículo como parte del programa es una incorporación respecto de los proyectos anteriores de ambos). Se pasa de una relación de dos categorías (calle – vivienda) a cua- tro (calle – estacionamiento común – patio de acceso – vivienda). 40 Traslación topológica El caso Lafayette Park resulto el único proyecto de MVDR con casas ba- jas agrupadas, el grueso de su producción americana estuvo centrada en el rascacielos. En ellos MVDR despliega un repertorio de temas: estructura y cierre, resolución constructiva de aristas, resolución topológica de los sis- temas de climatización y movimientos verticales, etc. constituyen su pro- grama de acción. De estos algo se mantiene inalterable: el perímetro libre en sus cuatro caras y el sistema de movimientos verticales y horizontales por el centro. Esta “lógica inalterable” de la vivienda en altura probablemente sea el germen de la aparición del espacio intermedio en las casas-patio. El patio de las viviendas se vuelca hacia el perímetro externo de la misma manera que en los rascacielos, solo que rodeada por un muro; incluso la disposición de los servicios en la cara opuesta al perímetro hacia el patio obedece al mismo criterio que en las torres de vivienda. El punto notorio lo constituye el patio intermedio el cual queda definido como un palier a cielo abierto cuya vincu- lación con lo público ya no es el ascensor sino la articulación por un vértice abierto hacia el área de estacionamiento y la calle (figura 5). La calle corre- dor del rascacielos pasa a ser, redimensionado, el patio común de acceso a las casas; la búsqueda de las perspectivas abiertas y largas del rascacielos es aquí el perímetro hacia la búsqueda del mundo privado de la planta baja con el muro como recurso. La métrica del proyecto, la relación modular – di- mensional de la estructura resulta cercano a, por ejemplo, el proyecto para el Lake Shore Drive (6,40m x 6,40m) (figura 6) donde el patio común adquiere el ancho de un modulo estructural como un ambiente más a cielo abierto. » Fig. 5. Redibujo del autor. » Fig. 6. Planta Lake Shore Drive. Redibujo del autor. 41 Interacción de escalas La claridad de la unidad- matriz original abre el campo de las posibili- dades en términos urbanos posibilitando la exploración de tejidos alter- nativos manteniendo la propuesta arquitectónica inalterada (se flexibiliza cuando la operación se realiza con la mitad).(figura 7) » Fig. 7. Redibujo del autor. Construcción de diferentes tejidos con base en la propuesta original y fraccionando la propuesta original en 2 Pero retomando el concepto de la casa-patio “Miesiana”, de mantenerse el límite del muro que define la parcela y reemplazando las dispuestas en ani- llo del caso original por los conceptos iniciales de MVDR, las posibilidades se abren hacia lo diverso e indeterminado de la ocupación en planta (figura 8) coin- cidente con las primeras búsquedas en lo que concierne a la individualidad (6). El par conceptual muro perimetral– espacio intermedio deviene en sistema. » Fig. 8. Redibujo del autor. Estructura de recinto y redefinición de espacios cubiertos y descubiertos. 42 Conclusiones preliminares Operar con referencias precedentes requiere una equidistancia entre el problema de la propia circunstancia en la que se inscribe el proyecto y la que define al precedente. La escala arquitectónica condensa todo el poten- cial para convertirse en tejido y por lo tanto en espacio urbano. La referen- ciación e interacción necesaria de una escala a la otra en ambas direcciones consolida el potencial aptico para, desde la arquitectura, producir formas genuinas de ocupación del suelo entre lo construido y lo no construido, lo público y lo privado, y el espacio para nuevas categorías entre unos y otros. 43 EXPERIENCIAS DE PROYECTO 1: ARQUITECTURA COMERCIAL Y DESAFÍOS URBANOS barrera Faure, Esteban Guillermo - lozada, Javier Introducción Proyecto y reflexión Queremos hacer énfasis en la práctica proyectual, para poder, a par- tir de la misma, reflexionar sobre algunos temas específicos que traten de aportar al debate sobre las relaciones entre proyecto, sustentabilidad y ciudad. Entendemos que la teoría en arquitectura, no es un conjunto de ideas adquiridas a priori, que regulan la actividad del proyecto, sino más bien el proceso inverso: es a partir de la práctica del proyecto, desde donde podemos reflexionar sobre los modos de hacer. Así la teoría y la investiga- ción en arquitectura nos resultan inseparables de la práctica proyectual. Plantearemos aquí, algunas ideas y reflexiones sobre arquitectura y ciudad que surgieron a partir de un proyecto concreto para un edificio de oficinas realizado en la ciudad de Córdoba. El tema sobre el que se quiere profundizar en este caso es acerca de las relaciones entre proyecto y sustentabilidad en la práctica profesional. En un momento en el que la palabra sustentabilidad se vuelve casi obligato- 44 ria -aunque a veces banalizada como cliché especialmente en los medios especializados- es pertinente aclarar desde que lugar entendemos la sus- tentabilidad en relación a la práctica del proyecto. Nos interesa entender la sustentabilidad vinculada a la actividad de proyectar en su sentido más amplio, que no se agote en la mera resolución de cuestiones técnico-ener- géticas, o de carácter constructivo, sino fundamentalmente, que asuma la incidencia de un determinado proyecto en relación a la ciudad o al terri- torio, estudiando desde el proyecto concreto la manera de contribuir a la sustentabilidad del paisaje urbano. El Proyecto El proyecto a partir del cual surgen estas reflexiones, es un encargo de una empresa desarrollista para hacer un edificio de oficinas y locales comerciales en el cerro de las rosas, un barrio periférico de la ciudad de Córdoba que está experimentando un marcado proceso de renovación ur- bana. Era para el comitente un requisito fundamental poder aprovechar la normativa del sector al máximo de manera de poder sacar el mayor rédito posible de la inversión. La primera pregunta que se nos planteó en este caso, es si es posible conciliar las expectativas de rédito económico del in- versor, con una propuesta respetuosa del entorno, sustentable y que apor- te positivamente al contexto en el que debería insertarse. Contexto y situación El barrio Cerro de las Rosas, en la periferia noroeste de la ciudad de Córdoba, fue un barrio tradicionalmente de uso residencial, conformado por viviendas unifamiliares con jardín, de gran arraigo en el imaginario colectivo de la ciudad. Este carácter del sector, está sufriendo hace ya una década, un acelerado proceso de transformación en sus usos y tejido ur- bano. La especulación inmobiliaria llevó a un gran aumento en el valor de la tierra, provocando que la mayoría de las viviendas existentes fueran prácticamente inaccesibles a los sectores medios de la población, mientras que las familias que hace años poseen estas casas, se ven tentadas a ven- derlos aprovechando su alto valor. Por otro lado, una normativa obsoleta e inadecuada, que con buenas intenciones pero mal implementada, pre- 45 tende preservar el carácter del barrio, dificulta la ejecución de vivienda colectiva, lo que provoca que quienes adquieren estos terrenos de altísimo costo -inversores desarrollistas en su mayoría- deban realizar en ellos em- prendimientos de carácter comercial. La proliferación de estos emprendi- mientos, fue cambiando paulatinamente el uso de varios corredores del barrio, impactando en su carácter. Es en este contexto, en el que debimos encarar el desafío doble de ge- nerar un proyecto que satisfaga las expectativas comerciales, pero que a su vez, sea sustentable en el sentido más amplio de la palabra, es decir que impacte de manera positiva en su entorno y genere espacios urbanos de calidad. ¿Es posible cumplir con este doble objetivo, o son contrarios entre sí? Claramente, la obra de uno de los principales referentes de la arqui- tectura argentina del SXX, Mario Roberto Alvarez, nos demuestra que es posible, y que se puede responder a requerimientos comerciales con arqui- tectura de calidad, respetuosa de su entorno y considerada con la ciudad.1 Escala, implantación y clima Esquema de implantación y axonometría de la manzana 1. Este tema fue desarrollado anteriormente en la tesina final de maestría “Mario Roberto Alvarez. Arquitectura, forma y ciudad”, en la que se analizan los mecanismos de relación entre obra y la ciudad en el trabajo de Mario Roberto Alvarez. 46 El cuidado de la escala en un edificio de grandes dimensiones, fue funda- mental para lograr una inserción adecuada en el entorno. El edificio a pro- yectar debería aprovechar al máximo la superficie edificable del terreno. Esto resultaba en un gran volumen edificado, que alteraba el tejido del entorno más inmediato, principalmente compuesto por viviendas de una planta re- tiradas de sus linderos con espacios ajardinados. Para tratar de reducir el impacto del edificio en su entorno, se dividió al mismo en dos partes, uni- das en el centro por el núcleo de circulaciones. De esta manera, el proyec- to resultó en dos edificios menores, que a su vez fueron separados de sus medianeras para crear dos nuevas fachadas y generar nuevas situaciones de esquina en un lote entre medianeras. Achicar la escala del conjunto di- vidiéndolo en partes y evitar las grandes medianeras ciegas, logró relacio- nar de una manera más adecuada través de la escala el nuevo proyecto y el tejido residencial existente. Los dos edificios resultantes de la división propuesta se implantaron de manera tal, que el proyecto pudiera generar un nuevo espacio público al que se puedan abrir los locales comerciales de la planta baja. Por esto, se desfasaron los dos bloques entre sí a partir del módulo estructural base, generando una pequeña plaza, que como continuidad de la vereda, crea un espacio de permanencia que anima al sector. De este modo la misma solu- ción de implantación del edificio, genera más allá de sí mismo, un nuevo espacio público que cualifica el entorno: una nueva plazoleta urbana. La imagen del edificio se da, sin buscarla, por la expresión de los dos elementos básicos que ordenan y estructuran la totalidad: por un lado la estructura y por otro la solución de protección solar. La estructura expre- sada a la vista, como una grilla que además de sostener, ordena y da forma al edificio, actúa como marco regulador para los cerramientos. Los cerra- mientos, responden a una necesidad básica de protección a las orientacio- nes del terreno, este y oeste, orientaciones complicadas para el clima de córdoba. Una solución técnica y utilitaria, como los parasoles, adquirieron total protagonismo por su repetición e interacción con la estructura, gene- rando así la principal imagen del edificio. Imagen, que sobre una base rigurosa, posibilita infinitas variaciones, no premeditadas por los diseñadores, sino provocadas por el mismouso del edificio. Solución climática e imagen contundente al mismo tiempo. 47 La estructura se expresa al exterior como marco que ordena la totalidad del proyecto. Uno de los dos edificios se retranquea a partir del módulo estructural generando una plaza de uso público. Los parasoles interactúan con las estructura generando la expresión de la fachada. 48 Conclusiones La sustentabilidad y las cuestiones básicas de la arquitectura Pensar la sustentabilidad en el proyecto de arquitectura, debe llevarnos a retomar aquellos elementos esenciales de la buena arquitectura de todos los tiempos: la escala, la implantación, la relación con el entorno, la relación con el clima y tantas otras. Estas consideraciones básicas son atributos in- eludibles de toda arquitectura, que hacen a la sustentabilidad entendida en su más profunda acepción. Resulta paradójico que en una época donde la palabra sustentabilidad se encuentra en auge, se suele olvidar la consi- deración de alguno de estos atributos fundamentales y se reemplazan por soluciones tópicas de tipo técnico, que si bien representan un aporte en el tema, no logran reemplazar a las características básicas como el adecuado manejo de la escala y la correcta inserción en el entorno. Entre estos temas elementales, es la implantación lo que mayor relevan- cia adquiere si entendemos la sustentabilidad como la correcta relación e incidencia del nuevo edificio en el la ciudad y el entorno. Desde las mismas soluciones de implantación, podemos pensar al edificio interactuando con la ciudad, generando nuevos espacios urbanos que posibiliten el encuentro y la vitalidad urbana. En el caso del edificio aquí presentado, la propuesta de implantación se pensó desde la posibilidad de generar un nuevo espa- cio urbano, que si bien es solamente una pequeña plaza, creemos que es el camino que desde cada obra en particular se puede tomar para generar un cambio hacia una ciudad con espacios de mayor calidad y vitalidad. Arquitectura que aporte a una ciudad vital “La ciudad vital necesita una compleja y variada vida urbana, donde, además de la presencia de actividades recreativas y sociales, haya espacio para el tránsito peatonal, como así también oportunidades de formar parte de la vida urbana.”2 El arquitecto danés Jan Gehl, en su libro ciudades para la gente, describe y profundiza esta visión sobre como enriquecer los espacios urbanos para 2. Gehl, Jan. Ciudades para la gente. Buenos Aires. Ed. Infinito. 2014. 49 lograr ciudades más sustentables. Los conceptos de vitalidad urbana, de fachadas activas, de generar lugares en la ciudad y la arquitectura que posi- bilite los encuentros y la permanencia de las personas en el espacio público, guiaron de alguna manera nuestra actitud frente al problema de la susten- tabilidad en el proyecto de oficinas al que hacemos referencia. La pequeña plaza que se generó, es ahora un punto de reunión a escala del barrio en el que se inserta el edificio. Un lugar donde la actividad de la planta baja, con- voca a más personas a reunirse haciendo uso de un pequeño espacio cedido a la ciudad que enriquece y revitaliza el entorno. En este sentido, creemos que pensar un proyecto desde la escala, la relación con el entorno y los es- pacios urbanos que genera, es hacer desde el lugar del proyecto, un aporte a una ciudad más sustentable en su significado más amplio. Plazoleta sobre calle Luis de Tejeda Bibliografía Barrera Faure, Esteban. Mario Roberto Alvarez, arquitectura forma y ciudad. Dirigida por Helio Piñón. Tesina de máster. Universidad politécnica de Catalunya, ET- SAB. 2009 Gehl, Jan. Ciudades para la gente. Buenos Aires. Ed. Infinito. 2014 51 EXPERIENCIAS DE PROYECTO 2: VIVIENDAS SUBURBANAS Y PRESERVACIÓN DEL PAISAJE barrera Faure, Esteban Guillermo - lozada, Javier Introducción Proyecto y reflexión Queremos hacer énfasis en la práctica proyectual, para poder, a partir de la misma, reflexionar sobre algunos temas específicos que traten de apor- tar al debate sobre las relaciones entre proyecto, sustentabilidad y paisaje. Entendemos que la teoría en arquitectura, no es un conjunto de ideas adquiridas a priori, que regulan la actividad del proyecto, sino más bien el proceso inverso: es a partir de la práctica del proyecto, desde donde po- demos reflexionar sobre los modos de hacer. Así la teoría y la investiga- ción en arquitectura nos resultan inseparables de la práctica proyectual. Plantearemos aquí, algunas ideas y reflexiones sobre arquitectura y paisaje que surgieron a partir de una seria de proyectos de viviendas individuales suburbanas, localizadas en localidades del gran Córdoba. El tema sobre el que se quiere profundizar en este caso es acerca de las relaciones entre proyecto y sustentabilidad en la práctica profesional. En un momento en el que la palabra sustentabilidad se vuelve casi obligato- 52 ria -aunque a veces banalizada como cliché especialmente en los medios especializados- es pertinente aclarar desde que lugar entendemos la sus- tentabilidad en relación a la práctica del proyecto. Nos interesa entender la sustentabilidad vinculada a la actividad de proyectar en su sentido más amplio, que no se agote en la mera resolución de cuestiones técnico-ener- géticas, o de carácter constructivo, sino fundamentalmente, que asuma la incidencia de un determinado proyecto en relación al paisaje y al territorio en el que se implanta. El problema que se planteó al encarar estas experiencias de proyecto fue sobre la sustentabilidad del paisaje suburbano, y cuáles son los aportes que desde el proyecto individual se pueden hacer para tener en consideración el paisaje. ¿Cómo es posible intervenir en un proyecto de manera sustentable, en un contexto de suburbanización que está degradando el paisaje? Situación Avance de la suburbanización sobre el paisaje natural El contexto específico en el que nos tocó actuar en estas experiencias de proyecto, es en sendas urbanizaciones cerradas, ubicadas en ciudades dormitorio del gran Córdoba. La ciudad de Córdoba tuvo en la última déca- da, una gran expansión hacia las periferias y un desmedido crecimiento de las ciudades dormitorio que la rodean. Este crecimiento, se dio de manera especial, hacia el sector noroeste del gran Córdoba, potenciado por las ca- racterísticas paisajísticas de dicho sector. Esta zona se caracteriza por ser los primeros faldeos de las sierras chicas, con presencia de bosque serrano y arroyos que nacen pocos kilómetros sierra arriba. La especulación con la tierra, sumado a el alto costo de los terrenos dentro de la ciudad, y la su- puesta búsqueda de una mejor calidad de vida, fueron las causas de la gran huída de la ciudad de numerosos habitantes hacia las ciudades dormitorio en crecimiento. A su vez, esta nueva expansión de la ciudad hacia las sierras, se dio principalmente en forma de barrios cerrados, situación alentada por la complicidad del estado en sus diferentes escalas (provincia-municipios). Esta situación genera un fenómeno contradictorio que es necesario tener en cuenta para considerar el problema al que nos enfrentamos: por un lado, las características del paisaje serrano, atraen a los nuevos pobladores, que aceptan establecerse a grandes distancias del centro de la ciudad, en pos de 53 una supuesta mejor calidad de vida que el paisaje y el contacto con la natura- leza les ofrece. Por otro, como consecuencia de esta migración de pobladores hacia estos sectores conurbados, la ciudad, que crece en forma de suburbios cerrados, se va comiendo y destruyendo al paisaje, mutilando, deforestando y generando los clásicos problemas que se crean en las ciudades extensas y de baja densidad: falta de infraestructuras básicas, ineficiencia del trans- porte público, total dependencia del automóvil, y congestión del tráfico. El poblador que decide construir su casa en este entorno serrano atraído por su paisaje, es sin quererlo, la causa de la degradación delmismo. Dos proyectos Los proyectos a los que hacemos referencia, fueron dos encargos de vivienda individual en barrios de las características antes mencionadas. Una en la localidad de la Calera, en el barrio denominado Cinco Lomas, y la otra en la localidad de Mendiolaza en el barrio La Serena. Estos dos barrios se encuentran en las primeras estribaciones de las sierras y están en ple- no desarrollo. La presencia de bosque nativo, que los hacía atractivos en Paisaje serrano sin urbanizar próximo a la ciudad de Córdoba Avance de las urbanizaciones sobre los faldeos de las sierras. Barrio Cinco Lomas, Córdoba. 54 primer lugar, se está viendo diezmada por las nuevas construcciones y las atractivas visuales hacia las sierras generadas por la topografía acciden- tada, se ven reemplazadas por vistas a una sucesión infinita de pequeñas viviendas individuales que van tapizando la topografía. La mayoría de los terrenos en este tipo de urbanizaciones, tiene una to- pografía muy accidentada. La primera y fundamental decisión en el pro- yecto de estas viviendas fue la implantación. El desafío era poder ubicar la vivienda, sacando provecho de la topografía, encontrando en ella la excusa del proyecto y utilizándola a favor a la hora de hacer interactuar arquitec- tura y paisaje. No fue nuestra intención, camuflar o hacer desaparecer la ar- quitectura, sino más bien acoplarla al paisaje, para que sin perder su iden- tidad y condición de elemento extraño, pudiera interactuar con el mismo. Así, la topografía no se convirtió en un escollo a sortear para implantar el proyecto, sino en algo esencial durante la concepción del mismo. Al recorrer estos barrios, vemos como las visuales que se tienen desde la calle hacia las sierras o a la ciudad en un caso, o hacia los remanentes de bosque nativo en otro, están siendo bloqueadas por la ubicación de las vi- viendas, que se convierten en volúmenes aislados que tratan como pueden de allanar el terreno para implantarse. En la mayoría de los casos se prio- riza las visuales desde la propia casa hacia el paisaje, en detrimento de las visuales desde la propia calle. Nosotros, buscamos con la implantación de estas viviendas, no alterar o bloquear lo que se ve desde la calle, sino lograr que con la casa nueva construida, se siga viendo el horizonte, las visuales lejanas en el caso de la vivienda en La Calera, y la vista del bosque nativo en el caso de la vivienda en Mendiolaza. Sin embargo, no buscamos hacer desaparecer la arquitectura para ga- rantizar la continuidad de las visuales desde la calle. Lo que quisimos lo- grar, fue que la nueva arquitectura pudiera entrar en relación con el pai- saje, no por mímesis sino por oposición. Un volumen ciego de hormigón se recorta contra el horizonte en la casa de La Calera, mientras que dos volúmenes abstractos de ladrillo se recortan contra el fondo verde del bos- que en el caso de Mendiolaza. La presencia de la arquitectura, contundente pero respetuosa, activa y pone en valor al paisaje que hay detrás. El resto de la superficie construida, se ubica bajo la cota de la calle, dejando que las visuales continúen y mitigando el volumen edificado. Si bien el principal aporte a la sustentabilidad de estos proyectos es la decisión de su implantación, no podemos dejar de tener en cuenta otros 55 problemas como las orientaciones y la protección solar, que en climas como el de Córdoba resulta indispensable. En ambos casos, postigones y pérgolas que conforman cámaras de sombra y aire van aclimatando la vivienda. Para lograr una correcta orientación de los ambientes. En el caso de la vivienda en La Calera, como la pendiente de la topografía bajaba hacia el sur, se despegó la casa del norte. En el caso de Mendiolaza, como la barranca bajaba hacia el norte se pegó la casa contra la misma y se abrió hacia el norte. La decisión de implantar la casa tomada de la ladera del terreno, nos permitió generar es- pacios frescos y protegidos naturalmente. A su vez, en el caso de la vivienda en Mendiolaza, se usó cubierta jardín en la cubierta, contribuyendo por un lado al confort climático de la casa, y por otro a continuar la visión del verde cuando se ve la casa desde la calle hacia el horizonte de bosque nativo. En ambos casos, el hecho de esconder las casas en la pendiente, genera en la cu- bierta una quinta fachada a la que fue necesario prestar especial atención. En este tipo de urbanizaciones, en las que una normativa interna obliga a retirarse de los cuatro linderos, la privacidad de las viviendas, es un tema al que consideramos necesario prestar especial atención para atender a la calidad de vida de los habitantes. En este sentido, la decisión de bajar el nivel de las viviendas respecto al de la calle y cerrarnos a la misma, nos permite generar espacios resguardados, donde la vida cotidiana se puede desarrollar en un marco de privacidad, evitando la incomodidad de la vida expuesta que se da en este tipo de barrios. Así, en ambas casas, una deci- sión de implantación que libera visuales de la calle hacia el paisaje, al mismo tiempo resguarda los espacios privados de la vivienda y les da privacidad. » Casa GPL. Mendiolaza, Córdoba. Planimetría 56 » Casa GPL. Mendiolaza, Córdoba. Cortes » Casa Lk. Cinco Lomas, La Calera, Córdoba. Vista desde la calle » Casa Lk. Cinco Lomas, La Calera, Córdoba » Casa Lk. Cinco Lomas, La Calera, Córdoba. El techo como quinta fachada 57 » Casa GPL. La Serena, Mendiolaza, Córdoba. Vista desde la calle » Casa GPL. La Serena, Mendiolaza, Córdoba. Vista desde ingreso » Casa GPL. La Serena, Mandiolaza, Córdoba. Vista desde el jardín 58 Conclusiones En el ejercicio profesional, no siempre los encargos se dan en situacio- nes ideales. A veces, como en los casos que acá presentamos, nos vemos obligados a enfrentar proyectos en situaciones y contextos que sabemos producen un impacto negativo en el entorno. En este caso, la actitud del proyectista debe ser la de poder leer con claridad la situación, para cono- cer la problemática en la que nos toca actuar. Sería más fácil ignorarla o tomarla como algo inamovible, poniendo el foco de nuestros proyectos en otros temas, o más aún, evadir este tipo de encargos. Sin embargo creemos que para un ejercicio profesional serio, es necesario meterse en las proble- máticas en las que nos toca actuar para poder, en la medida de lo posible, dar una respuesta. Pero, ¿es posible responder desde un proyecto en parti- cular a problemáticas tan vastas que claramente exceden el ámbito de un proyecto de vivienda? Creemos que es una responsabilidad ineludible del proyectista saber leer la realidad del territorio en la que un nuevo proyecto deberá insertarse, y poder responder a esta de la manera más adecuada. Entender la sustentabilidad en el ejercicio profesional como una respuesta más amplia, nos lleva a ser conscientes del impacto en la ciudad y el terri- torio de un proyecto por pequeño que este sea. Desde cada proyecto en particular, la consideración de la implantación como decisión fundamental, la consideración de la vegetación y la topo- grafía, y una adecuada respuesta a las mismas, es un camino desde donde el proyecto puede dar respuesta a las problemáticas de sustentabilidad que plantea el avance de las urbanizaciones en lugares de valor natural y paisa- jístico. Somos conscientes que la solución a los problemas aquí enunciados son muy complejos y no se solucionan solamente desde el proyecto de ar- quitectura, pero es nuestra responsabilidad como arquitectos, incorporar estas problemáticas en cada proyecto concreto que nos toque realizar. 59 ARQUITECTURA MODERNA EN CÓRDOBA: INVESTIGACIÓN Y (RE)CONSTRUCCIÓN COMO HERRAMIENTA DE PROYECTO santillán, José Ignacio - barrera Faure, Esteban Guillermo Introducción Aprender (re)construyendo “Se trata de sumergirse en el sistema de valores de su arquitectura y de sus criterios de proyecto, para conocerla desde su interior,
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