Logo Studenta

ACERCA DEL PROYECTO EN ARQUITECTURA - ALEJANDRO DELUCCHI

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Acerca del proyecto en arquitectura: 
entre la reconstrucción y la invención
 
Acerca del proyecto en arquitectura: 
entre la reconstrucción y la invención
ARQ. ALEJANDRO DELUCCHI
(Compilador)
materiales de arquitectura | UFLO | FPSA
Delucchi, Alejandro 
Acerca del proyecto en arquitectura : entre la reconstrucción y la invención / 
Alejandro Delucchi. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Diseño, 2016.
266 p. ; 21 x 15 cm.
ISBN Ebook 978-987-4000-61-3
1. Arquitectura . 2. Proyectos de Investigación. 3. Conocimiento. I. Título.
CDD 720
Editor: Arq. Guillermo Raúl Kliczkowski
Diseño gráfico: DG Cecilia Ricci 
Imagen de cubierta: Maju Franzan y Juan Basso
Hecho el depósito que marca la ley 11.723
Impreso en Argentina / Printed in Argentina
La reproducción total o parcial de este libro, en cualquier forma que sea, idéntica o 
modificada, no autorizada por los editores, viola derechos reservados; cualquier utilización 
debe ser previamente solicitada.
© 2016 Diseño Editorial
ISBN: 978-987-4000-12-5
Mayo de 2016
Este libro fue impreso bajo demanda, mediante tecnología digital Xerox en bibliográfika de 
Voros S. A. Bucarelli 1160, Capital.
info@bibliografika.com / www.bibliografika.com
En venta:
LIBRERÍA TÉCNICA CP67
Florida 683 - Local 18 - C1005AAM Buenos Aires - Argentina
Tel: 54 11 4314-6303 - Fax: 4314-7135 - E-mail: cp67@cp67.com - www.cp67.com
FADU - Ciudad Universitaria
Pabellón 3 - Planta Baja - C1428BFA Buenos Aires -Argentina
Tel: 54 11 4786-7244
CMD - Centro Metropolitano de Diseño
Algarrobo 1041 - C1273AEB Buenos Aires - Argentina
Tel: 54 11 4126-2950, int. 3325
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 9
ARQUITECTURA PARA UNA SOCIEDAD TECNOLÓGICA 11
Marino, Federico eugenio 
TÉCNICA Y NATURALEZA DEL ENTORNO BIEN CLIMATIZADO 
BREVE ANTOLOGÍA EN 4 MOVIMIENTOS 23
Fernández rojas, ricardo 
REFERENCIA PROYECTUAL / LÓGICAS TRANSVERSALES 35
estreMera, Fabio 
EXPERIENCIAS DE PROYECTO 1: 
ARQUITECTURA COMERCIAL Y DESAFÍOS URBANOS 43
barrera Faure, esteban guillerMo - lozada, javier
EXPERIENCIAS DE PROYECTO 2: 
VIVIENDAS SUBURBANAS Y PRESERVACIÓN DEL PAISAJE 51
barrera Faure, esteban guillerMo - lozada, javier 
ARQUITECTURA MODERNA EN CÓRDOBA: INVESTIGACIÓN Y 
 (RE)CONSTRUCCIÓN COMO HERRAMIENTA DE PROYECTO 59
santillán, josé ignacio - barrera Faure, esteban guillerMo 
REGISTROS IDENTITARIOS. construcción crÍtica 
de un autor Muerto 67
intile, luciano MatÍas 
¿SOLUCIONANDO PROBLEMAS O CREANDO OPORTUNIDADES? 
LA ARQUITECTURA DESDE UN NUEVO ENFOQUE 83
neria Hernández, rogelio 
RECUPERO DE LAS PREEXISTENCIAS COMO MARCO DE DESARROLLO 
POTENCIAL DEL PROYECTO Y DEL MEDIOAMBIENTE 95
gorodner, javier 
LA ENSEÑANZA DEL PROYECTO EN NUESTRA CONTEMPORANEIDAD. 
UN MAR DE DOGMAS Y CONFUSIONES 117
szelagowski, Pablo esteban Marcelo 
PROYECTO Y SUSTENTABILIDAD EN EL ÁMBITO DE LA ENSEÑANZA. 
LA FORMA DE LA CIUDAD 129
Forsetti, MatÍas nicolás - lavalle, giorgina 
LA ENSEÑANZA DEL PROYECTO ARQUITECTÓNICO EN EL MARCO 
DE LAS DISCIPLINAS ARTÍSTICAS 137
dÍaz de la sota, carlos javier 
PROCESOS ITERATIVOS VERSUS LA REPETICIÓN DEL INCONSCIENTE 153
reMes lenicov, Pablo 
EL DISCURSO DE LA ARISTA / PROYECTO Y MATERIALIDAD 163
solana, Marcelo - di boscio, Fernando - 
caballero, analÍa - bulgHeroni, diego 
PROYECTO Y SUSTENTABILIDAD EN EL ÁMBITO DE LA ENSEÑANZA 175
sáncHez, Mauro edel
 
ARQUITECTURA PARTICIPATIVA E INTERDISCIPLINAR. 
UNA APUESTA PARA INCENTIVAR LA SUSTENTABILIDAD 
EN EL CAMPUS 195
león griMaldos, Maria victoria 
DE LA OBJETIVACIÓN A LA SUBJETIVACIÓN EN LA ENSEÑANZA 
DEL DISEÑO 207
sPeranza, edelMiro 
EL APRENDIZAJE DEL PROYECTO: LA UTILIZACIÓN DE LA 
OBRA REFERENTE 225
basso, juan Marcos - giuliani, santiago 
INVESTIGACION DEL PROYECTO 261
deluccHi, alejandro 
9
INTRODUCCIÓN 
Desde su creación la carrera de Arquitectura ha desarrollado en el ámbi-
to de la Facultad de Planeamiento Socio Ambiental (FPSA), un marcado in-
terés en el enfoque proyectual de su currículo, la indagación en la proble-
mática del Proyecto, las modalidades de su investigación, los métodos de 
su enseñanza, y el modo en que su práctica califica la actividad profesional. 
Esto la ha signado con un perfil que goza del reconocimiento general tanto 
sea en el ámbito académico como profesional. Se trata de debatir acerca 
del proyecto que es algo común a nuestros intereses disciplinares y poco 
común en los debates sobre la arquitectura. No tanto para discurrir acerca 
de su práctica (el cómo) sino, lo que es mucho más trascendente,  para 
discernir acerca de su dimensión epistemológica (el qué). 
La dimensión epistemológica y metodológica del proyecto es y ha sido 
un punto importante de debate al interior de la disciplina, según diferen-
tes enfoques teóricos y contextos.
Si bien el debate sobre el Proyecto ha alcanzado un importante desa-
rrollo en la enseñanza y la práctica profesional, en el ámbito de la inves-
tigación no ha encontrado su lugar y reconocimiento, en el marco de la 
producción científica. 
Hoy cobra relevancia en la medida que el campo científico hegemónico 
aun no ha reconocido la especificidad de la lógica de elaboración del pro-
yecto como instancia de producción de saberes.
10
El estado actual de la disciplina sometida a las nuevas complejidades 
emergentes del contexto contemporáneo (los nuevos sistemas de produc-
ción material, la incumbencia de las tecnologías digitales en la generación 
del proyecto, la utilización de las nuevas energías, etc.) plantea la necesi-
dad de actualizar la agenda de temas y la disposición de herramientas pro-
yectuales para afrontar los desafíos que exigen las actuales circunstancias.
 Esta situación requiere a instituciones como la FPSA-UFLO, afianzar 
su compromiso para sostener una propuesta que permita a sus egresados 
y docentes la necesaria actualización de sus acervos disciplinares y cultu-
rales, aportando a la renovación y elevación del nivel científico universi-
tario.
Los trabajos que aquí se presentan son el producto de los distintos 
aportes de académicos, investigadores y profesionales, que reflexionan 
sobre el proyecto.
11
ARQUITECTURA PARA UNA SOCIEDAD TECNOLÓGICA
Marino, Federico Eugenio 
El ejercicio de la arquitectura conlleva necesariamente un diálogo con 
el pasado, la construcción de un presente y la posibilidad cierta de un fu-
turo en normal desarrollo para las próximas generaciones.
Es entonces que el concepto de sostenibilidad, tan mencionado hoy en 
día en el ejercicio de la arquitectura, radica desde el inicio como condición 
inherente al proyecto, y se basa sobre el imprescindible cuestionamiento 
de la necesidad misma de toda acción al momento de la propia concepción 
arquitectónica, e indisociable del buen hacer.
El legado de Mies van der Rohe se presenta como uno de los más influ-
yentes del siglo XX, y que ha sabido trascender el devenir del tiempo. La 
universalidad de su hacer, junto al de otros maestros de la modernidad, 
se ha constituido en plataforma para el ejercicio arquitectónico actual. Su 
modo de hacer se ha caracterizado por la aparente facilidad y sencillez de 
sus decisiones y movimientos, como sólo el buen deportista que a fuerza 
de disciplina, rigurosidad y entrenamiento puede alcanzar.
Referido a los conceptos del hacer, Mies van der Rohe en su discurso 
de 1960 afirmaba -con motivo de la distinción del Real Instituto Británico 
de Arquitectura- : ”He intentado hacer una arquitectura para una sociedad 
tecnológica… He querido que todo fuera razonable y claro, y que tuviéramos 
una arquitectura que cualquiera pudiera realizar…”.1
1. Mies van der Rohe at work. Peter Carter. 1974. Ed. Phaidon. Pág.172.
12
De claros principios y carácter universal, las expresiones de Mies mani-
festaban la vinculación de la disciplina del habitar con su principal desti-
nataria, la propia sociedad, y sus medios tecnológicos.
Comprendiendo la contemporaneidad de aquella afirmación, y con el 
objeto de construir un hacer superador de aquellos principios, valdríarevi-
sitar aquel legado y preguntarse cómo redefinir la arquitectura hoy -enten-
dida como disciplina del habitar-, cómo redescribir la sociedad contempo-
ránea a través de sus procesos de modernización, y qué relación establecer 
con la tecnología, con el objeto de producir arquitectura para nuestras so-
ciedades tecnológicas venideras.
Arquitectura moderna revisitada
Muchas fueron las definiciones que dieron los maestros de la moderni-
dad sobre la arquitectura, quizás la más contemporánea, expresada por el 
propio Mies, pueda servir para comprender los vínculos indisociables entre 
arquitectura y civilización, entre tiempo y espacio: 
“La arquitectura es la voluntad de una época traducida al 
espacio. Hasta que esta simple verdad no sea reconocida, la 
nueva arquitectura será insegura y vacilante. Hasta entonces 
será un caos de fuerzas sin dirección. Una cuestión como la de 
la naturaleza de la arquitectura tiene importancia decisiva. 
Debemos entender que toda la arquitectura está basada sobre 
su propio tiempo, que sólo puede manifestarse en tareas vivas 
y en medio de su propio tiempo. En ninguna edad ha sido de 
otro modo.”2
Eficiencia, lógica, precisión, claridad de pensamiento y acción, serán 
entonces algunos de los conceptos recorridos en el legado de Mies y su 
obra, de aprehensión imprescindibles para el ejercicio actual de la arqui-
tectura y como modo de evitar un proceso de ahistoricidad frecuente en 
muchos ejercicios arquitectónicos de nuestra actualidad.
2.Ludwig Mies van der Rohe, Escritos, Diálogos y Discursos. Colegio de Aparejado-
res de Murcia. 2003. Pág. 31. Título Original: “Baukunst und Zeitwille”, Der Quersch-
nitt, nro.4, 1924.
13
Cinco proyectos realizados por Mies en los años veinte (Rascacielos de 
la Friedrichstrasse, Rascacielos de vidrio, Edificio de oficinas de Hormigón, 
Casa de campo de hormigón armado y Casa de Campo de ladrillo) plantea-
ban problemas de naturaleza general, trabajando con los nuevos materiales 
y posibilidades estructurales, tales proyectos contribuyen a comprender el 
legado e importancia de un modo de concepción arquitectónica universal.
Lejos de especulaciones estéticas concebidas desde afuera, los arte-
factos contenían una auto-ordenación disciplinada, condicionada por los 
materiales y sus aplicaciones funcionales. La construcción lógica y sencilla 
derrotaba cualquier voluntad formal al tiempo que la belleza se manifesta-
ba y revelaba durante la construcción de los edificios.
Concibiendo la forma como consecuencia de la estructura y no como 
la razón de la propia construcción, y entendiendo la estructura como una 
idea general y no una solución especial, es donde radican los conceptos y 
principios estructurales del legado 
de Mies. 
En su explicación del proyecto 
para el Rascacielos de la Estación 
Friedrichstrasse en Berlín (1921), 
manifestaba “...En vez de intentar 
resolver los nuevos problemas con 
las viejas formas, debemos desa-
rrollar las nuevas formas a partir 
de la naturaleza real de los nuevos 
problemas.”3
El interés de Mies por el cristal 
lo indujo a realizar una serie de es-
tudios cuyo cerramiento periférico 
sin carga eran grandes superficies 
de cristal, lo cual le permítia exa-
minar las propiedades reflectantes 
del material quedando la estructu-
ra tras el cerramiento, dentro del 
edificio.
3.Ludwig Mies van der Rohe, Escritos, Diálogos y Discursos. Colegio de Aparejadores 
de Murcia. 2003. Pág. 21. Título Original: “Hochhausprojekt”, Frublicht, nro.1, 1922.
» Mies van der Rohe. 1922. Fotomontaje 
Rascacielos Estación Friedrichstrasse. 
Berlín.1922. 
14
En el Rascacielos de vidrio 
(1922), tres factores determina-
ban las curvas: la iluminación del 
interior del edificio, la intención 
de aligerar el aspecto del edificio 
desde la calle y el juego de refle-
jos generados, en definitiva, una 
manifiesta consistencia formal, 
la clara vinculación con el pro-
pio paisaje y la variabilidad en el 
tiempo, otorgada por los nuevos 
materiales empleados.
Rechazando toda especula-
ción estética y todo formalismo, 
Mies concibe en 1923 el Edificio 
de Oficinas de Hormigón, maxi-
mizando el rendimiento y mini-
mizando los nuevos medios utili-
zados, hormigón, acero y cristal, 
conformando al tiempo una clara 
organización para el trabajo y elevado sentido de la economía.
El sistema estructural dominaba el artefacto al tiempo que se consti-
tuía como la propia arquitectura.
Una década después, Mies proyectará y construirá dos edificios claves 
para comprender su trabajo posterior.
El Pabellón de Barcelona (1929) y la Casa Tughendat (1928-1930).
Con una simple traza muraria en el Pabellón de Barcelona, Mies define 
lugar y situación, enlazando naturaleza y conciencia humana para cons-
truir y satisfacer otra realidad.
Mediante sus tres formas de horizontalidad (la definida por el mane-
jo de la luz mediante el reflejo en el forjado y lo solados, la perspectiva 
equilibrada horizontalmente debido altura total del pabellón 3,2 mts –dos 
veces la altura promedio de las visuales- y por último, el rehundido de las 
juntas de materiales), Mies formaliza y sintetiza en esta obra, sus ideas de 
espacios y estructura para el nuevo hombre, protagonista, actor y sujeto 
de la modernización.
» Mies van der Rohe. 1921. Fotomontaje 
Rascacielos 1921. 
15
Sólo un año después Mies proyectará y construirá la Casa Tughendat 
(1928-1930), sacando provecho de las condiciones del terreno en pen-
diente, disponiendo los espacios más privados de la casa sobre la planta de 
acceso y en claros cerramientos independientes e interrelacionados, para 
luego liberar la planta social en un nivel inferior, dotada de un cerramiento 
de paredes contínuas de cristal antireflejos que atraían el paisaje a la con-
formación del único espacio e interiorizando el exterior como lo lograría 
nuevamente en la Casa Farnsworth (1945-1951), resignificando la natura-
leza según expresaba: 
¨Cuando se mira la naturaleza a través de las paredes de vidrio de la Casa 
Farnsworth, ésta adquiere un significado más profundo que cuando uno está 
afuera. De esta manera se realza la naturaleza, que pasa a formar parte de 
un todo mayor”.4, convirtiendo así la propia casa en una verdadero disposi-
tivo de ver y de relacionarse con el paisaje.
4. Mies van der Rohe Houses, Revista 2G. Nros.48/49. 2009. Pág. 13. Título origi-
nal: “Baukunst und Werkform, 11 de Noviembre de 1958. Mies van der Rohe en conver-
sación con Christian Norberg-Schultz.
» Federico Marino. 2013. Casa Farnsworth. Plano. Illionois. Chicago. 
16
La historia de las artes visuales 
(y la arquitectura podría conside-
rarse una de ellas) siempre estuvo 
signada por los cambios de visión 
del hombre respecto a su entorno. 
Construir una visión superadora 
de nuestra relación con el paisaje, 
respecto de la herencia moderna 
-vinculada a un puro visibilismo 
y de consideración del paisaje 
como fondo de figuras- es nuestra 
tarea. Una relación no sólo desde 
visiones unilaterales vinculadas a 
las crisis imperantes: energéticas, 
ecológicas, económicas y alimen-
tarias, sino a través de nuevos vín-
culos totalizadores entre humanos 
y el medio físico, considerando 
este último como sujeto capaz 
de ser “escuchado” y factible de 
establecerse un diálogo de igual-
dad -abandonando la concepción 
objetual del medio y por ende su mera explotación y utilización-, con el 
objeto de iniciar finalmente un desarrollo sostenido, simultáneo y mútuo.
Sociedades de la modernización
Redescribir las sociedades modernas, implica reestablecer las conexiones 
con los verdaderos principios de los modernismos del siglo XIX y XX, sobre el 
legado de las esperanzas colectivas de progreso moral y social, de libertades 
personales y felicidad pública que dejaron los modernistas de la ilustración, 
y abandonar de lado los postulados de la posmodernidad que indicaban el fin 
de la modernidad, el desprecio por todo progreso social y el agotamiento de 
aquellos principios modernos.
Las sociedadesmodernas han sido alimentadas por diversos facto-
res, los grandes descubrimientos en la ciencia que han cambiado nuestra 
» Frank Scherschel. Lake Shore Drive 
Apartments. Chicago. Revista Life. 
17
cosmovisión y nuestro posicio-
namiento en el universo, la in-
dustrialización de la producción 
que transformó el conocimiento 
científico en tecnología, gene-
rando nuevos entornos físicos y 
destruyendo otros, cambiando y 
acelerando el ritmo de vida de mi-
llones de personas, trasladándolas 
a nuevas conglomeraciones ur-
banas, de crecimiento en muchos 
casos descontrolado y caótico. 
Los sistemas de comunicación de 
masas, que vinculan a sociedades 
y pueblos de todo el mundo, los 
Estados poderosos y burocráticos, 
los pueblos que luchan por condu-
cir y controlar sus vidas desafian-
do a los dirigentes políticos y eco-
nómicos, y un mercado capitalista 
mundial en expansión que busca 
conducir el mundo, en muchos casos más cercano a la especulación finan-
ciera que a los medios de producción real.
» Paul Citroen. Collages ‘Metropolis’. 1923. 
» Federico Marino. 2013. Ciudad de Tokio, Mirador Skytree, Sumida, Tokio. 
18
El pensamiento moderno conlleva necesariamente una autocrítica y 
autorrenovación permanente y perpetua e implica concebir el modernismo 
como un proceso no definitivo y abierto, en el que los hombres y mujeres 
son tanto sujetos como objetos de la modernización, en la búsqueda de 
sentir mayor comodidad en un mundo en constante cambio. 
Dar cuenta, según lo define el filósofo Marshall Berman, que “Ser mo-
dernos es vivir una vida de paradojas y contradicciones. Es estar dominados 
por las inmensas organizaciones burocráticas que tienen el poder de contro-
lar, y a menudo destruir, las comunidades, los valores, las vidas, y sin em-
bargo, no vacilar en nuestra determinación de enfrentarnos a tales fuerzas, 
de luchar para cambiar su mundo y hacerlo nuestro. Es ser a la vez revolucio-
nario y conservador, vitales ante las nuevas posibilidades de experiencias y 
aventuras, atemorizados ante las profundidades nihilistas a que conducen 
tales aventuras modernas, ansiosos por crear, asirnos de algo, aún cuando 
todo se desvanezca”.5
Debemos en definitiva recuperar al hombre moderno, al sujeto asíduo 
al juicio responsable y alejado de la opinión irresponsable, un sujeto activo 
capaz de accionar en y sobre el mundo, encauzando las fuerzas económi-
cas, políticas y sociales que continuamente atentan contra su propia su-
pervivencia.
Tecnología subordinada
La tecnología se presenta como el conjunto de conocimientos propios 
alcanzados por una sociedad y pertenecientes a una técnica determinada y 
entendida, esta última, como una serie de acciones con las que el hombre 
produce realidades que anteriormente no existían. 
Determinar cuáles son los medios con los que contamos, qué tipo de 
relación establecer con ellos, y cómo incrementar nuestra capacidad de 
construir realidades que antes no existían, con nuestras tecnologías dis-
ponibles, es la tarea que nos pertenece en el ejercicio de la arquitectura.
Incrementar nuestra capacidad de generar nuevos materiales y uti-
lizarlos en pos de cumplir con las funciones básicas del habitar de la ar-
5. Todo lo sólido se desvanece en el aire. La Experiencia de la Modernidad. Marshall 
Berman. Ed. Siglo XXI. México. 2011. 
19
quitectura -siempre universales 
en el tiempo y el espacio-, y a la 
vez abandonar el concepto de 
monofuncionalidad de los mis-
mos. Nuevos materiales capaces 
de poder ventilar, de ver a través, 
de iluminar, de producir los inter-
cambios energéticos necesarios 
con el medioambiente, de reac-
cionar frente a las condiciones 
externas, y de poder dialogar con 
el entorno del cual forman parte.
El encauce de las variables 
económicas es indisociable de la 
responsabilidad en la materiali-
zación de nuestra arquitectura. 
Concebir la economía al servicio 
y subordinada al ejercicio de la 
disciplina y no en detrimento de 
ella, es entender finalmente, que el ejercicio de la arquitectura es para la 
sociedad y no en beneficio exclusivo del inversor.
Debemos comprender a la tecnología como subordinada a las concep-
ciones artísticas arquitectónicas y contemporáneas, ni la supremacía téc-
nica que deviene definitivamente en artefactos tecnocráticos, ni las mate-
rializaciones provenientes de tradicionalismos de corto aliento, que sólo 
persiguen aspiraciones y especulaciones del arquitecto que las concibe, al 
tiempo que distorsionan procesos productivos y de industrialización.
Mies afirmaba cuando sus alumnos le preguntaban “De aquí hacia don-
de vamos...?”, a lo que respondía :...No estamos al término, sino al inicio de 
una época; una época orientada por un espíritu innovador, impelida “por 
nuevas fuerzas técnicas, sociales y económicas y dotada de nuevos instru-
mentos y materiales. Por todas estas razones tendremos una nueva arqui-
tectura.”6
6. Mies van de Rohe, La palabra sin artificio. Reflexiones sobre arquitectura 
1992/1968. Fritz Neumeyer.Ed. El Croquis. Pág. 502. Título original :”Wohin gehen wir 
nur?. Artículo publicado en la revista Bauen und wohnen, 15. 1960. Nro.11 pág. 391.
» Frank Scherschel. 1956. Vigas doble T embala-
das, desde la Companía de Extrusión de Metales 
en Chicago para el edificio Seagram, New York. 
20
Imaginar y poder crear nuevos modos de modernidad en los que el 
hombre no exista en beneficio del desarrollo, sino el desarrollo en benefi-
cio del hombre, corresponde a nuestra tarea, así como comprender que el 
ejercicio de la arquitectura no es moneda de cambio sino, instrumento de 
transformación.
Conclusiones
Una arquitectura para una sociedad tecnológica, opera bajo criterios de 
clara lógica estructural, dialoga y despliega sus formas lentamente sobre 
el territorio y sus transformaciones, conformando el propio paisaje del que 
se alimenta, mediante la previa exploración y lectura del sitio sobre el que 
opera. Y es a través de la detección del potencial latente de las preexisten-
cias que puede utilizar la fuerza inherente en beneficio propio.
» Ezra Stoler. 1958. Seagram Building, New York. 
21
Una arquitectura basada en la producción de artefactos arquitectóni-
cos que usufructúan naturalmente el conocimiento científico alcanzado 
por una sociedad en constante transformación. Artefactos entendidos 
como objetos que se conciben bajo los más altos criterios del arte y que 
persiguen la función del habitar al tiempo que son materializados bajo un 
conjunto de teorías y técnicas contemporáneas.
Artefactos concebidos bajos criterios estéticos, funcionales, y leyes 
que dan sustento visual, al tiempo que le confieren la condición esencial 
de tectonicidad necesaria. Los aspectos geométricos básicos de agrupa-
ción/compartimentación, concentración/dispersión, compacidad/dis-
gregación, apertura/cerramiento, interior/exterior, límites/conexiones, 
continuidades/discontinuidades y presencias/ausencias, definen la con-
cepción y configuración espacial de las construcciones al tiempo que bus-
can conformar un sistema abierto de relaciones para con el entorno. 
Construcciones que producen los vínculos necesarios al encuentro con 
el nivel cero, en el que intervienen conceptos espaciales de -continuidad/
discontinuidad-, de dominios -privado/público-, de flujos -diversidad/
especificidad-, de usos -unicidad/multiplicidad-, promoviendo la experi-
mentación de la ciudad y la creación de instancias reversibles de comuni-
cación y libres de cualquier dominación. 
Una arquitectura ajena al autoritarismo formal y al ensimismamiento, 
y cercana a estructuraciones de carácter universal abierto, construida con 
materiales de múltiples funciones y sensibles en sus comportamientos a 
las condiciones del entorno, del cual forman parte constitutiva los propios 
edificios.
Una arquitectura para un sujeto activo, responsable, con sus especifici-
dades e indivisible de su comunidad de pertenencia. Una arquitectura que 
busca evitar, por sobre todas las cosas, la deshumanizaciónde su hábitat, 
la desfiguración del paisaje, y por ende, del propio producto cultural, la 
ciudad. 
23
TÉCNICA Y NATURALEZA DEL ENTORNO 
BIEN CLIMATIZADO*
BREVE ANTOLOGÍA EN 4 MOVIMIENTOS
Fernández rojas, Ricardo
Generalidades
El agotamiento de los recursos energéticos producto de la crisis de dispo-
nibilidad del petróleo, junto a la manifestación irreversible del cambio cli-
mático, nos obliga a pensar y reflexionar sobre la práctica y los instrumentos 
que rigen y determinan la actividad del proyecto en el marco de la enseñan-
za, y a tomar, en consecuencia, medidas más responsables respecto al abuso y 
derroche que conlleva una arquitectura de la representación de la espectacu-
laridad, por delante de criterios sencillos y sostenibles de aplicación. 
El concepto de sustentabilidad o sostenibilidad** asociado a la arqui-
tectura ha tenido -y tiene- múltiples interpretaciones, muchas de ellas 
*En referencia al texto de R. Banham. La arquitectura del entorno bien climatizado, 
Ediciones Infinito. Buenos Aires, 1975
**No es motivo del presente escrito ahondar en las distintas acepciones que con-
lleva la aplicación del término, aunque sí verificar su alcance y sentido de aplicación 
en la arquitectura.
24
convertidas hoy en clichés o instrumentos de propaganda, como prácticas 
asociadas al marketing inmobiliario, la publicidad o la política. Situación 
que tampoco es ajena al ámbito académico, incapaz de profundizar con ri-
gor crítico y sentido estético su evolución y alcance lejos de los preceptos 
morales o éticos que acompañan al concepto.
Desde tiempos remotos a la actualidad la arquitectura ha intentado dar 
respuesta a la incidencia derivada de los agentes climáticos en la defini-
ción de un entorno bien acondicionado, acorde a las necesidades básicas 
ambientales de protección y permanencia.
Ha sido el siglo XX, el refugio de los paradigmas técnicos-mecánicos, 
donde se ha librado el auténtico campo de batalla de la experimentación 
tecnológica. Desde los inmuebles-villa de Le Corbusier, publicados por pri-
mera vez hacia 1922, hasta las experiencias contemporáneas de Lacaton/
Vassal, la arquitectura ha intentado mejorar las condiciones de confort de 
las unidades relativas al hábitat humano, aplicando distintos sistemas o 
técnicas que optimicen y mejoren las condiciones ambientales del entorno 
habitable.
La presente investigación tiene como propósito redefinir el marco de 
desarrollo potencial que determina el ejercicio del proyecto en relación de 
su implicancia con el medioambiente. A tal efecto, debemos ser capaces 
de actualizar la relación entre pares asociativos indisolubles a una prác-
tica del proyecto arquitectónico sostenible: el hombre -sujeto activo de la 
experiencia, quién participa del mundo de las cosas- y su implicación con 
el medio ambiente, y la utilización de técnicas constructivas sostenibles 
-mecánicas, híbridas, mestizas o alternativas- en relación a los ámbitos 
efectivos de aplicación. 
El concepto de termodinamismo1 -término popularizado por Iñaki Ába-
los para definir la concurrencia del par dialéctico: vitalismo biológico y 
rigor técnico- permitirá el reconocimiento de técnicas formativas que de-
terminan las condiciones y los criterios de actuación acordes a una -deter-
minada- realidad emergente; ponderando y negociando la aplicación de 
recursos energéticos -naturales o artificiales- como el verdadero material 
de construcción y de proyecto que rige el ideario arquitectónico contem-
poráneo.
1. Abalos, Iñaki. La belleza termodinámica, 2G, n56. Pág, 127.
25
El desplazamiento que en las últimas décadas tuvo el paradigama tec-
nico-mecánico hacia posiciones energéticas trajo consigo una idea de sus-
tentabildad ligada a un principio de economía, que en palabras de J. P. 
Vassal, adquiere un protagonismo definitivo hacia una práctica del proyec-
to energéticamente responsable -sustentable-: “Nos gustaría acabar con la 
idea de que el ahorro es el principio de todos nuestros proyectos… El coste, 
al igual que el terreno, es una restricción, pero creemos que también es un 
medio suplementario. Por otro lado, no hay que confundir las cosas: la eco-
nomía no es el principio del menos, de la reducción, sino de la jerarquia y del 
mínimo necesario…”2
Crítica a la crítica: Munford + Giedion + Banham
Es Reyner Banham con su libro, La arquitectura del entorno bien cli-
matizado3, quién alerta más enérgicamente a propósito de la disociación 
u omisión de la historia de la arquitectura en relación a sus argumentos 
mecánicos o tecnológicos: “Habríase puesto de manifiesto, hace tiempo, que 
el arte y el negocio de crear edificios no es divisible en dos partes separadas 
intelectualmente –las estructuras por un lado y los servicios mecánicos por el 
otro. Aun cuando el hábito industrial y la ley contractual parecen imponer tal 
división, la misma es falsa. Agregando más adelante: … No obstante, aunque 
parezca obvio ante la más leve reflexión, que la historia de la arquitectura 
debe cubrir la totalidad del arte tecnológico para crear entornos habitables, la 
cuestión es que la historia de la arquitectura, que se encuentra habitualmente 
en los libros, trata casi exclusivamente de las formas externas de los volúme-
nes habitables tal como los revelan las estructuras que los encierran.”4
Banham propone reconstruir una historia de la arquitectura a partir de 
un principio evolutivo basado en el progreso técnico y mecánico asociados 
a la forma arquitectónica y a las condiciones ambientales de la época. Su 
esfuerzo se centra, fundamentalmente, en construir una genealogía pro-
gresiva de las técnicas constructivas -para/ambientalistas- que hagan po-
2. García-Germán, Javier. De lo mecánico a lo termomecánico. Por una definición 
energética de la arquitectura y el territorio. Ed. GG, Barcelona, 2010 Pág. 183.
3. Banham, Reyner. La arquitectura del entorno bien climatizado, Ediciones Infini-
to. Buenos Aires, 1975.
4. Banham, Reyner. La arquitectura del entorno bien climatizado. Pág. 9-10.
26
sible una arquitectura de naturaleza tecnificada. Una historia que, según 
su propia concepción temporal, se inicia -como medio precariamente me-
canizado- a mediados del siglo XIX5, y adquiere su máxima expresión a fi-
nales de los sesenta, con la simbólica llegada del hombre a la luna.6 (Fig. 1)
 
» Fig. 1 y 2
Llama poderosamente la atención que por esta misma época y como 
contrapartida a esta visión de autosuficiencia ambiental, de máxima tec-
nificación del aire filtrado surjan, desde posiciones culturales o movimien-
tos sociales, propuestas tan disímiles y apegadas a la tierra y a condiciones 
medioambientales, como la de J. Beauys, con su traje de fieltro y su kit de 
supervivencia (Fig. 2) Un momento, sin duda, finales de la década del 60, 
de grandes tensiones y polaridades políticas, sociales y culturales.
Desde su particular visión historiografía, Banham sienta posiciones 
acerca de cómo y quiénes son los que participan de ese proceso integrador 
entre arquitectura y medioambiente, tomando como principal referencia 
la arquitectura de Wright: sus aventamientos, sus grandes voladizos, sus 
chimeneas, sus sistemas de calefacción y ventilación, la apropiada elec-
5. Véanse los capítulos 2 y 3 de La arquitectura del entorno…
6. Resultan llamativas las imágenes que consagran el último capítulo del libro, 
Una variedad de métodos, de La arquitectura del entorno…, con las fotografías de la 
vestimenta -autosuficiente y acondicionada-, y los equipos de apoyo para el caminante 
espacial, poniendo en evidencia, o mejor dicho, manifestando el carácter fuertemente 
tecnificado de sus principios.
27
ción del material, etc. constituyen los argumentos según los cuales define 
lo que él llama: la casa bien climatizada. Como contrapartida, atribuye a 
los arquitectos modernos europeos, y en especial a Le Corbusier, el hecho 
de “idear un estilo que civiliza la tecnología, a diferencia de los ingenie-
ros estadounidenses, que habíanproyectado una tecnología que haría el 
estilo moderno. Ellos había llegado en el proceso muy cerca de producir una 
alternativa operativa para los edificios como único medio de manejar el en-
torno…”7 Argumento ya esbozado en la segunda edición de Teoría y Diseño 
en la primera era de la máquina, donde responsabilizaba a los maestros de 
la arquitectura moderna, “de haber fracasado al no alcanzar el punto al que 
el desarrollo de la tecnología podría haberles llevado…”8
Sin embargo, el texto de Banham no fue el único, venía precedido, 
como bien comenta en su artículo J. M. López Peláez9, de otras dos pu-
blicaciones importantes que analizaban de forma sistemática la relación 
entre arquitectura y sus procesos técnicos-constructivos: Técnica y Civili-
zación, de L. Mumford10 y La mecanización toma el mando, de S. Giedion11. 
En el primero, además de la interpretación de los estudios constructivos, 
Mumford agrega un fuerte componente “sociológico, que implica a las per-
sonas cuya vida se transforma con los medios técnicos, introduciendo así un 
enfoque antropológico verdaderamente importante para las historias que 
vendrán después”12. Mumford entiende asimismo que el aprovechamiento 
energético es la base de los sistemas sociales por lo que propone replantear 
las relaciones entre sociedad y naturaleza, pilares indiscutibles de un ópti-
mo equilibrio energético; Giedion, en cambio, “trata de reflejar los efectos 
de las invenciones técnicas que abarcan desde la edad media en adelante 
con un fuerte componente histórico”13. El texto de Giedion, resulta determi-
nante en la posterior investigación de Banham, quien lamentando la fría 
acogida que tuvo éste en el momento de su publicación, acomete la tarea 
7. Banham, Reyner. La arquitectura del entorno bien climatizado. Pág. 178.
8. Banham, Reyner. Teoría y diseño en la primera era de la máquina. Paidós Estéti-
ca. Barcelona, 1985. Pág. 19.
9. López Peláez, J. M., Proyecto, progreso y arquitectura. Universidad de Sevilla. 
Mayo, 2012.
10. Mumford, L. Técnica y civilización. Alianza, Madrid, 1998.
11. Giedion, S. La mecanización toma el mando. GG, Barcelona, 1978.
12. López Peláez, J. M., Proyecto, progreso y arquitectura. Universidad de Sevilla. 
Mayo, 2012.
13. Ibídem anterior.
28
de presentarse como su continuidad, dejando en claro que: “su libro repre-
senta una fracción diminuta de lo Giedion dejó por decir…” 14
Visto a la distancia, las tres publicaciones pueden verse hoy como un 
corpus historiográfico unificado tendiente a acercar -tal vez de un modo ra-
dical y sesgadamente técnico- los procesos constructivos y tecnológicos al 
ámbito del proyecto dejando en claro que, cualquier componente construc-
tivo-ambiental no solo será inherente al proceso de construcción de la for-
ma arquitectónica, y no un mero sucedáneo de aquél, sino el argumento de 
naturaleza tecnificada que dará forma adecuada a la propuesta ambiental.15
La pregunta que surge es: qué ha ocurrido entre el tecnicismo/mecani-
cista de Banham y la actualidad? Y, en todo caso, cómo participa el ahorro 
energético en la base de un desarrollo ambiental sostenible? 
El eslabón perdido comparece travestido bajo el amplio concepto de la 
sustentabilidad, a la espera de una historiografía que haga justicia de su 
auténtico alcance y posibilidades. Parece, cuanto menos prudente, definir 
en este punto una idea precisa de belleza que nos permita fijar el eje del 
debate en términos estéticos y no ajenos a él, tal como lo manifiesta I. Aba-
los: “Solo si hay una verdadera discusión estética, si hay una idea de belleza 
asociada a la sostenibilidad, ésta podrá interesar a la arquitectura de una 
forma no circunstancial y tendrá sentido trabajar sobre ella. Y ello nos lleva a 
adoptar un primer axioma: no hablar en términos morales o éticos de soste-
nibilidad, sino circunscribirnos a los aspectos puramente técnicos y estéticos, 
al menos si queremos hablar en términos disciplinares.”16 
Con el horizonte puesto en una idea de belleza intrínseca a la estética 
a la economía y a la optimización del intercambio energético ensayaré, a 
modo de síntesis. 4 categorías breves que nos permita fijar unos criterios 
temporales de análisis y actuación.
1. Amortiguadores térmicos. (Sistemas pasivos)
Definen aquéllas arquitecturas que aprovechan las condiciones climá-
ticas o ambientales del entorno como criterio de concepción proyecto. Los 
inmuebles-villa (Figs. 3-4) de Le Corbusier (1922) parten de la necesidad 
14. Banham, Reyner. La arquitectura del entorno bien climatizado. Pág. 13.
15. Banham, Reyner. La arquitectura del entorno bien climatizado. Pág. 321.
16. Abalos, Iñaki. La belleza termodinámica, 2G, n56. Pág. 127.
29
de incorporar el jardín suspendido a cada unidad de vivienda mejorando, no 
solo las condiciones de confort y ambientales de la unidad, sino también, 
provocando una relación activa con el territorio y el paisaje. Como bien se-
ñala X. Monteys, en su libro: La gran máquina. La ciudad en Le Corbusier17, 
los inmuebles villa surgen del cruce de dos modelos ya probados por el pro-
pio LC: las viviendas Dom-ino+Citrohan. Sin embargo, lo que aquí resulta in-
teresante es comprobar la cantidad de volumen de aire circulante -producto 
de la superposición de los dos modelos en altura- que actúa como disposi-
tivo artificial de control ambiental. La terraza, se convierte así en algo más 
que un área de descanso o de contemplación pasiva del espacio urbano, al 
participar activamente del intercambio energético de la unidad. La misma 
operación es reproducida en el pabellón del espíritu nuevo (1925), en la Ville 
Contemporaine (1930), y formará parte de la discusión del modelo de vivien-
da colectiva mientras prepara el camino para el prototipo Unité (1945). 
 
» Fig. 3 y 4
Una pequeña casa de vacaciones, en la bahía de Hastnas (1938) de E. 
G. Asplund, acota la distancia entre arquitectura y paisaje al insertarse 
como cuña entre dos montañas escarpadas. La casa, que parece emerger 
del suelo, con sus dos amplios faldones -que la protegen de los fuertes 
17. Monteys, Xavier. La gran máquina. La ciudad en Le Corbusier. Ediciones Serbal. 
Barcelona, 1996.
30
vientos y de los tórridos inviernos- y sus muros de piedra al Sur, es un per-
fecto ejemplo de integración entre territorio, arquitectura y compromiso 
ambiental. En efecto, Asplund aplica en este caso todos los argumentos de 
protección pasiva o amortiguadores térmicos tendientes a lograr la máxima 
eficacia ambiental: techumbres pronunciadas, perfectamente aisladas con 
“relleno de turba desecha, treetex y periódicos; paredes que son de estructura 
de madera aisladas con una gruesa capa de periódicos”18; patios y galerías 
que funcionan como interceptores de viento, etc.; mientras que desde el 
interior calefaccionado, una ventana estratégicamente ubicada, hace par-
tícipe a los comensales del espectáculo de la bahía.
2. La tecnificación toma el mando. (Sistemas activos)
Define las arquitecturas que se valen de recursos termomecánicos para 
proporcionar confort y calidad ambiental a los inmuebles. El término de la 
2da. guerra mundial supone un espaldarazo definitivo para el crecimien-
to de la industria confort ligada a la tecnología ambiental y a los electro-
domésticos hogareños. Es precisamente a partir de ese momento que co-
mienza a comercializarse masivamente las unidades de aire acondicionado 
-centrales o individuales-, tanto en las oficinas como en los hogares ame-
ricanos. Con ellos aparecen las patentes, determinantes en el ejercicio de 
una arquitectura, que en adelante, estará signada por el intervencionismo 
de la producción industrializada; una producción que acota los tiempos de 
montaje y proporciona mejoras en el ámbito de lo técnico y lo ambiental. 
Cielorrasos como membranas portadoras de energía multipropósito o frentes 
integrados a equipos de climatización, capaces de satisfacer no solo nece-
sidades objetivas de confort, sino también, convertidos en instrumentos 
de comunicacióny propaganda de la nueva cultura ambiental.
En Lafayette Park (1961) (Fig. 5-6), Mies Van der Rohe despliega un 
sistema de acondicionamiento de aire compacto, que se ubica en el ante-
pecho, y que incorpora como novedad una rejilla de entrada de aire en el 
plano de fachada, permitiendo al usuario el doble comando de ventilación 
natural o la adopción de un sistema de climatización controlado mecáni-
camente.
18. E. G. Asplund. Escritos 1906-1940. El Croquis Editorial. Edición al cuidado de 
López Peláez, J. M.. Madrid, 2002.
31
 
 
» Fig. 5 y 6
Tiempo atrás, en la General Motors (1950), E. Saarinen había desarro-
llado un sistema integral de distribución horizontal de aire entre el cielo-
rraso y el forjado, realizando una estructura triangulada que permitía el 
paso de las instalaciones. Con esta solución no solo resolvía criterios de 
demanda estructural -obtener en grandes luces una planta diáfana, libre 
de estructura-, sino también que proporcionaba a las instalaciones de un 
ámbito oculto que le permitía climatizar toda la superficie sin que ésta sea 
reconocible desde su interior.
Las décadas que van del 50 al 70, estuvieron precedidas por la optimiza-
ción y puesta a punto de los sistemas internos de climatización ambiental: 
cielorrasos, muros y pisos como sandwiches tecnificados al servicio de la 
optimización ambiental; una apuesta que como contratara trajo aparejado 
un progresivo e irreversible incremento del consumo energético, una pa-
radoja que la arquitectura del entorno bien climatizado no supo o no pudo 
dar respuestas.
32
3. Tres en el lugar…
Define los casos en el que las condiciones ambientales asociadas a los 
recursos materiales -naturales o artificiales-, proporciona la aparición de 
una arquitectura acorde a la lógica del sitio -escuchar al lugar-, sin que por 
ello mengue, o por ese mismo hecho peralte, su contenido formal y estéti-
co. No debe confundirse con una ética de la materialidad, ni con una mera 
manifestación sensible del entorno, no. Aquí prima el órgano que deter-
mina su status pragmático: la economía, la emergencia, o la mera disponi-
bilidad de los materiales. Algo así como: Aquí se trabaja con lo que hay…
Tres proyectos públicos, dos de Peña Ganchegui y uno de Lacaton/Vas-
sal, refieren a este apartado. De Peña, El peine de los Vientos (1976) y La 
Plaza de la Trinidad (1969) (Figs. 7-8), cada uno ubicado en un extremo 
de la bahía de San Sebastián. En ambos casos, sitio y recursos materiales, 
operan como mediador y gestor de una nueva naturaleza, perfectamente 
acorde a su entorno ambiental. Una comunión pocas veces vista en la his-
toria de la arquitectura, donde los limites entre lo nuevo y lo existente se 
diluyen en un magma formal admirable por esa capacidad de integración.
 
» Fig. 7 y 8
4. Hacia un mestizaje culto y hedonista
Para hacer referencia a esta última parada habrá que ver y comprobar 
más qué arquitectos, qué arquitecturas, son capaces de encarnar un modelo 
alternativo de actuación. Un modelo que, sin renunciar a los principios de 
33
la estética -que le aporta legitimidad formal a la arquitectura-, contemple 
y de respuesta al medio ambiente como parte integrada y constitutiva al 
proyecto. Ya lo decía E. Souto de Moura en una entrevista no muy lejana: 
“La buena arquitectura lleva implícito el ser sostenible”19. En todo caso, lo 
que no debe admitirse en el ejercicio del proyecto es el derroche, o el sin 
sentido que conlleva una arquitectura librada a la extravagancia gestual, 
en un medio que como el actual reclama para sí, ya no solo de un com-
promiso ambiental, sino también de un principio formativo amparado en 
criterios de economía y austeridad al servicio del bien público. En esta 
dirección, valen las palabras de R. Banham a propósito de con qué argu-
mentos se tiene que abordar el ejercicio del proyecto: “se deben proyectar 
estructuras que, limitadas a una mínima inversión de materia y energía, op-
timicen su comportamiento ambiental en términos energéticos.”20 Resulta 
en este sentido central la reflexión o el debate sobre la importancia que 
tiene la economía en el ejercicio del proyecto. Así lo manifiesta J. P. Vassal 
: “La reflexión sobre la economía de proyecto es pertinentes a cual sea la 
envergadura del presupuesto. Interesa en la medida en que es la condición 
que posibilita la aparición de lo excepcional, la que crea los medios necesa-
rios; algo que probablemente no era así hace tan sólo diez, quince o veinte 
años. Entre otras cosas permite realizar espacios mucho más grandes…”21 En 
efecto, no se trata de un principio de economía que opera en vacío, sino 
de un aporte a un nueva idea de confort sustentada en la concreción por 
lograr ambientes más amplios –confortables- y con mayor volumen de aire 
circulante. Un privilegio en tiempos de retracción y racanería inmobiliaria.
La constancia de sus aportes a lo largo de los últimos años, así como la 
frescura de sus planteos, convertidos hoy -definitivamente- en sistemas de 
trabajo marca de la casa, permite situar a la arquitectura de Lacaton/Vas-
sal (Fig. 9) como un ejemplo de equilibrio entre necesidades objetivas del 
habitar y calidad ambiental. Una serie de ejemplos permitirá adentrarnos 
en su registro proyectual. 
También la arquitectura de Souto de Moura, especialmente sus trabajos 
de mediana escala destinados a equipamientos, pueden echar luz a pro-
19. Entrevista diario El Pais de España. 30 de Junio del 2007.
20. García-Germán, Javier. De lo mecánico a lo termomecánico. Por una definición 
energética de la arquitectura y el territorio. Ed. GG, Barcelona, 2010 Pág. 19.
21. García-Germán, Javier. De lo mecánico a lo termomecánico. Por una definición 
energética de la arquitectura y el territorio. Ed. GG, Barcelona, 2010 Pág. 183.
34
pósito de cómo proporcionar un entorno perfectamente climatizado sin 
renunciar a un principio formalizador, que conlleva -necesariamente- una 
arquitectura de calidad. El Pabellón multiusos en Viana Do Castelo (Fig. 
10) y el auditorio en la Escuela de Hostelería y Turismo en Portalegre, Por-
tugal, expresan su compromiso con el entorno, el medioambiente y condi-
ciones objetivas de climatización.
» Fig. 9 
» Fig. 10
35
REFERENCIA PROYECTUAL / LÓGICAS TRANSVERSALES
estreMera, Fabio
FAU-UNLP - TVA N10 Silberfaden – Posik – Reynoso / 
Laboratorio de Tecnología y Gestión Habitacional*
El trabajo se inscribe dentro de dos instancias: pertenece a la etapa 
inicial de un proyecto de tesis de Maestría en Proyecto arquitectónico y 
Urbano**, e integra un Proyecto de Investigación denominado “Instru-
mentos de regulación de mercados de suelo urbano: aproximaciones desde 
el proyecto urbano – arquitectónico” dentro de Laboratorio de Tecnología 
y Gestión Habitacional**. Mientras en el primero el trabajo encuadra en 
las búsquedas relacionadas con la vivienda y el tejido urbano; en el segun-
do interpela la normativa urbana, de los instrumentos de regulación del 
mercado de suelo urbano a partir del proyecto urbano arquitectónico como 
herramienta de investigación.
Operar con precedentes constituye una modalidad dentro del campo del 
proyecto; El aspecto central de la propuesta radica en entender el proyecto 
como instrumento cognitivo1 y que en este caso sería: investigar sobre el
 *. Directora: Arq. Karina Cortina.
**. FAU-UNLP
1. Fernández, Roberto. “Inteligencia Proyectual: un manual de investigación en 
arquitectura”. Buenos Aires. Teseo. 2013
36
proyecto e investigar con el proyecto. La elección del caso obedece a que 
su densidad teórica manifiesta procesos y resultados que pueden equivaler a 
proyectos de investigación.2
Se aborda aquí el tema del proyecto precedente como forma de trabajo 
donde la acción proyectual se produce por la traslación de lógicas que en cier-
ta medida producen un salto, abriendo un campo nuevo que incorpora ca-
racterísticas determinantes a un proyecto. La investigación se apoya mayor-
mente en hechos concretos que en arquitectura constituyenlos documentos 
(plantas, cortes, axonometrías.). Estas herramientas garantizan el grado de 
libertad necesario propiciando lo interpretativo como hecho constitutivo del 
proceso creativo en el campo del proyecto arquitectónico. Con esta hipótesis 
es necesario exponer, brevemente, el recorrido que permitió construir los 
lineamientos sobre los cuales se fundamenta el presente trabajo.
El caso de estudio se origina en un sector no construido del proyec-
to para Lafayette Park en Chicago de Mies Van Der Rohe (MVDR) asociado 
con Ludwig Hilberseimer (LH) datado del año 19553 (figura 1). Se trata de 
una serie de seis casas patio a una planta (las construidas, de una planta 
con doble jardín frente - fondo). El caso mencionado reporta una serie de 
elementos inéditos tanto en la obra de MVDR como en la de LH. La relación 
intelectual entre ambos atraviesa prácticamente la trayectoria completa de 
ambos pero se concreta en este proyecto4 lo que hace necesario individua-
lizar sintéticamente el programa teórico de cada uno en relación al tema 
» Fig. 1. Six sigle-storey court houses. Planta. Extraído de (3)
2. Ídem (1).
3. Carter, Peter. “MVDR at work”. Londres. Phaidon Press Limited. 1999.
4. Kahhat, Shariff. “Berlín - Detroit: el viaje de un ideal”. 
37
LH urbanista - arquitecto
Entre 1925 y 1931 Hilberseimer desarrolla una serie de estudios entre 
los que trabaja sobre distintas formas de ocupación, densidad, y tráfico de 
las ciudades. En uno de ellos propone un tejido en base una casa–patio5 
(figura 2) a la que carga con sus presupuestos teóricos: estandarización, 
producción en serie, crecimiento de la unidad, orientación o asoleamien-
to. La búsqueda se formaliza un proyecto donde lo dimensional y el ajuste 
entre lote y vivienda, la economía de superficies y el rigor constructivo dan 
como resultado un tejido repetitivo caracterizado por un único elemento 
y un tejido urbano constituido por espacio público (la calle) y el espacio 
privado de la vivienda con su patio.
 
» Fig. 2. Proyecto de casas-patio LH. Extraído del artículo (5) 
MVDR arquitecto – urbanista
Las investigaciones de MVDR con las casas patio durante la década del 
’20 y principios del ’30 (figura 3) son extensas. En el capítulo dedicado 
de su libro, Iñaki Abalos6 define con precisión el enfoque filosófico de las 
búsquedas de MVDR en relación a la vivienda y expone con claridad lo que 
5. Domingo Casas, Débora. “la ciudad horizontal (01)”. www.at1patios.wordpress.
com . consultado 19-03-2015.
6. Abalos, Iñaki. “La buena vida”. Capitulo: La casa de Zaratustra. Barcelona. Edi-
torial G.Gili. 2000 
38
persiguen con el espacio urbano. La tapia del mundo privado establece 
una caracterización por oposición del mundo público: la puerta como co-
nexión entre uno y otro. La relación interior-exterior, lo no-jerárquico, y 
lo singular del programa de cada casa exponen el programa de MVDR. Las 
búsquedas entre MVDR Y LH son divergentes aunque, como se verá, no por 
ello asimilables.
 
 
» Fig. 3. Proyecto de casas-patio MVDR. Peter Carter “MVDR at work” (3) 
e Iñaki Abalos “La buena vida” (6) 
MVDR docente
Del periodo europeo de MVDR resulta importante indagar su labor do-
cente ya que forma parte del programa teórico y aporta en el esclareci-
miento de sus intereses. Dentro de las ejercitaciones que MVDR proponía 
sobre el tema “casas – patio” resulta significativo el trabajo de un estu-
diante7 (figura 4). La práctica mencionada propone un programa de tres 
casas-patio donde existen ciertas áreas compartidas; si bien el proyecto 
sigue manejando una serie de variables abstractas aparece en la concep-
7. Schipporeit, George. ”Mies Van der Rohe: Architect as educator”. Chicago. Rolf 
Achilles, Kevin Harrington, Charlotte Myhrum editores. 1986. Frank Trudel. Máster Class 
with MVDR. Three courtyard houses with common kitchen. February 1935. Bauhaus.
39
tualización del programa propuesto la voluntad de trascender la privaci-
dad absoluta sin aun manifestar voluntad alguna en relación al carácter de 
dichos espacios ni su formulación en términos urbanos.
» Fig. 4. Proyecto de Frank Trudel, alumno de un curso de MVDR. Planta. Citado en (7). 
Lógica transversal. 
“Aparición” del espacio intermedio
En el proyecto, se evidencian una serie de elementos novedosos que, si 
bien se incorporan a otros ya presentes en casos anteriores, constituyen un 
aporte significativo. El planteo mantiene el carácter manifiesto en los pro-
yectos de casas-patio de MVDR: muro cerrado hacia el espacio público. La 
primera diferencia con los anteriores se observa en el ajuste dimensional 
(mas afín al programa de LH) la segunda radica en una tipificación tanto 
de la vivienda como de los patios; y la tercera, con mayor influencia en la 
propuesta, es la presencia de un patio común cada tres casas, intermedio 
entre el espacio público y el espacio privado desde donde se ingresa a cada 
vivienda y que articula el área de estacionamiento (el vehículo como parte 
del programa es una incorporación respecto de los proyectos anteriores de 
ambos). Se pasa de una relación de dos categorías (calle – vivienda) a cua-
tro (calle – estacionamiento común – patio de acceso – vivienda).
40
Traslación topológica
El caso Lafayette Park resulto el único proyecto de MVDR con casas ba-
jas agrupadas, el grueso de su producción americana estuvo centrada en el 
rascacielos. En ellos MVDR despliega un repertorio de temas: estructura y 
cierre, resolución constructiva de aristas, resolución topológica de los sis-
temas de climatización y movimientos verticales, etc. constituyen su pro-
grama de acción. De estos algo se mantiene inalterable: el perímetro libre en 
sus cuatro caras y el sistema de movimientos verticales y horizontales por el 
centro. Esta “lógica inalterable” de la vivienda en altura probablemente sea 
el germen de la aparición del espacio intermedio en las casas-patio. El patio 
de las viviendas se vuelca hacia el perímetro externo de la misma manera que 
en los rascacielos, solo que rodeada por un muro; incluso la disposición de 
los servicios en la cara opuesta al perímetro hacia el patio obedece al mismo 
criterio que en las torres de vivienda. El punto notorio lo constituye el patio 
intermedio el cual queda definido como un palier a cielo abierto cuya vincu-
lación con lo público ya no es el ascensor sino la articulación por un vértice 
abierto hacia el área de estacionamiento y la calle (figura 5). La calle corre-
dor del rascacielos pasa a ser, redimensionado, el patio común de acceso a 
las casas; la búsqueda de las perspectivas abiertas y largas del rascacielos 
es aquí el perímetro hacia la búsqueda del mundo privado de la planta baja 
con el muro como recurso. La métrica del proyecto, la relación modular – di-
mensional de la estructura resulta cercano a, por ejemplo, el proyecto para el 
Lake Shore Drive (6,40m x 6,40m) (figura 6) donde el patio común adquiere 
el ancho de un modulo estructural como un ambiente más a cielo abierto.
 
» Fig. 5. Redibujo del autor. » Fig. 6. Planta Lake Shore Drive. 
Redibujo del autor. 
41
 Interacción de escalas
La claridad de la unidad- matriz original abre el campo de las posibili-
dades en términos urbanos posibilitando la exploración de tejidos alter-
nativos manteniendo la propuesta arquitectónica inalterada (se flexibiliza 
cuando la operación se realiza con la mitad).(figura 7) 
 
» Fig. 7. Redibujo del autor. Construcción de diferentes tejidos con base 
en la propuesta original y fraccionando la propuesta original en 2 
Pero retomando el concepto de la casa-patio “Miesiana”, de mantenerse 
el límite del muro que define la parcela y reemplazando las dispuestas en ani-
llo del caso original por los conceptos iniciales de MVDR, las posibilidades se 
abren hacia lo diverso e indeterminado de la ocupación en planta (figura 8) coin-
cidente con las primeras búsquedas en lo que concierne a la individualidad (6). 
El par conceptual muro perimetral– espacio intermedio deviene en sistema.
» Fig. 8. Redibujo del autor. Estructura de recinto y redefinición 
de espacios cubiertos y descubiertos.
42
Conclusiones preliminares
Operar con referencias precedentes requiere una equidistancia entre el 
problema de la propia circunstancia en la que se inscribe el proyecto y la 
que define al precedente. La escala arquitectónica condensa todo el poten-
cial para convertirse en tejido y por lo tanto en espacio urbano. La referen-
ciación e interacción necesaria de una escala a la otra en ambas direcciones 
consolida el potencial aptico para, desde la arquitectura, producir formas 
genuinas de ocupación del suelo entre lo construido y lo no construido, lo 
público y lo privado, y el espacio para nuevas categorías entre unos y otros.
43
EXPERIENCIAS DE PROYECTO 1: 
ARQUITECTURA COMERCIAL Y DESAFÍOS URBANOS
barrera Faure, Esteban Guillermo - lozada, Javier
Introducción
Proyecto y reflexión
Queremos hacer énfasis en la práctica proyectual, para poder, a par-
tir de la misma, reflexionar sobre algunos temas específicos que traten de 
aportar al debate sobre las relaciones entre proyecto, sustentabilidad y 
ciudad. Entendemos que la teoría en arquitectura, no es un conjunto de 
ideas adquiridas a priori, que regulan la actividad del proyecto, sino más 
bien el proceso inverso: es a partir de la práctica del proyecto, desde donde 
podemos reflexionar sobre los modos de hacer. Así la teoría y la investiga-
ción en arquitectura nos resultan inseparables de la práctica proyectual.
Plantearemos aquí, algunas ideas y reflexiones sobre arquitectura y 
ciudad que surgieron a partir de un proyecto concreto para un edificio de 
oficinas realizado en la ciudad de Córdoba.
El tema sobre el que se quiere profundizar en este caso es acerca de las 
relaciones entre proyecto y sustentabilidad en la práctica profesional. En 
un momento en el que la palabra sustentabilidad se vuelve casi obligato-
44
ria -aunque a veces banalizada como cliché especialmente en los medios 
especializados- es pertinente aclarar desde que lugar entendemos la sus-
tentabilidad en relación a la práctica del proyecto. Nos interesa entender 
la sustentabilidad vinculada a la actividad de proyectar en su sentido más 
amplio, que no se agote en la mera resolución de cuestiones técnico-ener-
géticas, o de carácter constructivo, sino fundamentalmente, que asuma la 
incidencia de un determinado proyecto en relación a la ciudad o al terri-
torio, estudiando desde el proyecto concreto la manera de contribuir a la 
sustentabilidad del paisaje urbano.
El Proyecto
El proyecto a partir del cual surgen estas reflexiones, es un encargo 
de una empresa desarrollista para hacer un edificio de oficinas y locales 
comerciales en el cerro de las rosas, un barrio periférico de la ciudad de 
Córdoba que está experimentando un marcado proceso de renovación ur-
bana. Era para el comitente un requisito fundamental poder aprovechar la 
normativa del sector al máximo de manera de poder sacar el mayor rédito 
posible de la inversión. La primera pregunta que se nos planteó en este 
caso, es si es posible conciliar las expectativas de rédito económico del in-
versor, con una propuesta respetuosa del entorno, sustentable y que apor-
te positivamente al contexto en el que debería insertarse.
Contexto y situación
El barrio Cerro de las Rosas, en la periferia noroeste de la ciudad de 
Córdoba, fue un barrio tradicionalmente de uso residencial, conformado 
por viviendas unifamiliares con jardín, de gran arraigo en el imaginario 
colectivo de la ciudad. Este carácter del sector, está sufriendo hace ya una 
década, un acelerado proceso de transformación en sus usos y tejido ur-
bano. La especulación inmobiliaria llevó a un gran aumento en el valor 
de la tierra, provocando que la mayoría de las viviendas existentes fueran 
prácticamente inaccesibles a los sectores medios de la población, mientras 
que las familias que hace años poseen estas casas, se ven tentadas a ven-
derlos aprovechando su alto valor. Por otro lado, una normativa obsoleta 
e inadecuada, que con buenas intenciones pero mal implementada, pre-
45
tende preservar el carácter del barrio, dificulta la ejecución de vivienda 
colectiva, lo que provoca que quienes adquieren estos terrenos de altísimo 
costo -inversores desarrollistas en su mayoría- deban realizar en ellos em-
prendimientos de carácter comercial. La proliferación de estos emprendi-
mientos, fue cambiando paulatinamente el uso de varios corredores del 
barrio, impactando en su carácter.
Es en este contexto, en el que debimos encarar el desafío doble de ge-
nerar un proyecto que satisfaga las expectativas comerciales, pero que a 
su vez, sea sustentable en el sentido más amplio de la palabra, es decir que 
impacte de manera positiva en su entorno y genere espacios urbanos de 
calidad. ¿Es posible cumplir con este doble objetivo, o son contrarios entre 
sí? Claramente, la obra de uno de los principales referentes de la arqui-
tectura argentina del SXX, Mario Roberto Alvarez, nos demuestra que es 
posible, y que se puede responder a requerimientos comerciales con arqui-
tectura de calidad, respetuosa de su entorno y considerada con la ciudad.1
Escala, implantación y clima
Esquema de implantación y axonometría de la manzana
1. Este tema fue desarrollado anteriormente en la tesina final de maestría “Mario 
Roberto Alvarez. Arquitectura, forma y ciudad”, en la que se analizan los mecanismos 
de relación entre obra y la ciudad en el trabajo de Mario Roberto Alvarez.
46
El cuidado de la escala en un edificio de grandes dimensiones, fue funda-
mental para lograr una inserción adecuada en el entorno. El edificio a pro-
yectar debería aprovechar al máximo la superficie edificable del terreno. Esto 
resultaba en un gran volumen edificado, que alteraba el tejido del entorno 
más inmediato, principalmente compuesto por viviendas de una planta re-
tiradas de sus linderos con espacios ajardinados. Para tratar de reducir el 
impacto del edificio en su entorno, se dividió al mismo en dos partes, uni-
das en el centro por el núcleo de circulaciones. De esta manera, el proyec-
to resultó en dos edificios menores, que a su vez fueron separados de sus 
medianeras para crear dos nuevas fachadas y generar nuevas situaciones 
de esquina en un lote entre medianeras. Achicar la escala del conjunto di-
vidiéndolo en partes y evitar las grandes medianeras ciegas, logró relacio-
nar de una manera más adecuada través de la escala el nuevo proyecto y el 
tejido residencial existente.
Los dos edificios resultantes de la división propuesta se implantaron 
de manera tal, que el proyecto pudiera generar un nuevo espacio público 
al que se puedan abrir los locales comerciales de la planta baja. Por esto, 
se desfasaron los dos bloques entre sí a partir del módulo estructural base, 
generando una pequeña plaza, que como continuidad de la vereda, crea un 
espacio de permanencia que anima al sector. De este modo la misma solu-
ción de implantación del edificio, genera más allá de sí mismo, un nuevo 
espacio público que cualifica el entorno: una nueva plazoleta urbana.
La imagen del edificio se da, sin buscarla, por la expresión de los dos 
elementos básicos que ordenan y estructuran la totalidad: por un lado la 
estructura y por otro la solución de protección solar. La estructura expre-
sada a la vista, como una grilla que además de sostener, ordena y da forma 
al edificio, actúa como marco regulador para los cerramientos. Los cerra-
mientos, responden a una necesidad básica de protección a las orientacio-
nes del terreno, este y oeste, orientaciones complicadas para el clima de 
córdoba. Una solución técnica y utilitaria, como los parasoles, adquirieron 
total protagonismo por su repetición e interacción con la estructura, gene-
rando así la principal imagen del edificio.
Imagen, que sobre una base rigurosa, posibilita infinitas variaciones, 
no premeditadas por los diseñadores, sino provocadas por el mismouso del 
edificio. Solución climática e imagen contundente al mismo tiempo.
47
La estructura se expresa 
al exterior como marco 
que ordena la totalidad 
del proyecto.
Uno de los dos edificios se 
retranquea a partir del módulo 
estructural generando una 
plaza de uso público.
Los parasoles interactúan 
con las estructura generando 
la expresión de la fachada.
48
Conclusiones
La sustentabilidad y las cuestiones básicas de la arquitectura
Pensar la sustentabilidad en el proyecto de arquitectura, debe llevarnos 
a retomar aquellos elementos esenciales de la buena arquitectura de todos 
los tiempos: la escala, la implantación, la relación con el entorno, la relación 
con el clima y tantas otras. Estas consideraciones básicas son atributos in-
eludibles de toda arquitectura, que hacen a la sustentabilidad entendida 
en su más profunda acepción. Resulta paradójico que en una época donde 
la palabra sustentabilidad se encuentra en auge, se suele olvidar la consi-
deración de alguno de estos atributos fundamentales y se reemplazan por 
soluciones tópicas de tipo técnico, que si bien representan un aporte en el 
tema, no logran reemplazar a las características básicas como el adecuado 
manejo de la escala y la correcta inserción en el entorno.
Entre estos temas elementales, es la implantación lo que mayor relevan-
cia adquiere si entendemos la sustentabilidad como la correcta relación e 
incidencia del nuevo edificio en el la ciudad y el entorno. Desde las mismas 
soluciones de implantación, podemos pensar al edificio interactuando con 
la ciudad, generando nuevos espacios urbanos que posibiliten el encuentro 
y la vitalidad urbana. En el caso del edificio aquí presentado, la propuesta 
de implantación se pensó desde la posibilidad de generar un nuevo espa-
cio urbano, que si bien es solamente una pequeña plaza, creemos que es el 
camino que desde cada obra en particular se puede tomar para generar un 
cambio hacia una ciudad con espacios de mayor calidad y vitalidad.
Arquitectura que aporte a una ciudad vital
“La ciudad vital necesita una compleja y variada vida urbana, donde, 
además de la presencia de actividades recreativas y sociales, haya espacio 
para el tránsito peatonal, como así también oportunidades de formar parte 
de la vida urbana.”2
El arquitecto danés Jan Gehl, en su libro ciudades para la gente, describe 
y profundiza esta visión sobre como enriquecer los espacios urbanos para 
2. Gehl, Jan. Ciudades para la gente. Buenos Aires. Ed. Infinito. 2014.
49
lograr ciudades más sustentables. Los conceptos de vitalidad urbana, de 
fachadas activas, de generar lugares en la ciudad y la arquitectura que posi-
bilite los encuentros y la permanencia de las personas en el espacio público, 
guiaron de alguna manera nuestra actitud frente al problema de la susten-
tabilidad en el proyecto de oficinas al que hacemos referencia. La pequeña 
plaza que se generó, es ahora un punto de reunión a escala del barrio en el 
que se inserta el edificio. Un lugar donde la actividad de la planta baja, con-
voca a más personas a reunirse haciendo uso de un pequeño espacio cedido 
a la ciudad que enriquece y revitaliza el entorno. En este sentido, creemos 
que pensar un proyecto desde la escala, la relación con el entorno y los es-
pacios urbanos que genera, es hacer desde el lugar del proyecto, un aporte 
a una ciudad más sustentable en su significado más amplio.
Plazoleta sobre calle Luis de Tejeda
Bibliografía
Barrera Faure, Esteban. Mario Roberto Alvarez, arquitectura forma y ciudad. Dirigida 
por Helio Piñón. Tesina de máster. Universidad politécnica de Catalunya, ET-
SAB. 2009
Gehl, Jan. Ciudades para la gente. Buenos Aires. Ed. Infinito. 2014
51
EXPERIENCIAS DE PROYECTO 2: VIVIENDAS 
SUBURBANAS Y PRESERVACIÓN DEL PAISAJE
barrera Faure, Esteban Guillermo - lozada, Javier
Introducción
Proyecto y reflexión
Queremos hacer énfasis en la práctica proyectual, para poder, a partir de 
la misma, reflexionar sobre algunos temas específicos que traten de apor-
tar al debate sobre las relaciones entre proyecto, sustentabilidad y paisaje.
Entendemos que la teoría en arquitectura, no es un conjunto de ideas 
adquiridas a priori, que regulan la actividad del proyecto, sino más bien 
el proceso inverso: es a partir de la práctica del proyecto, desde donde po-
demos reflexionar sobre los modos de hacer. Así la teoría y la investiga-
ción en arquitectura nos resultan inseparables de la práctica proyectual. 
Plantearemos aquí, algunas ideas y reflexiones sobre arquitectura y paisaje 
que surgieron a partir de una seria de proyectos de viviendas individuales 
suburbanas, localizadas en localidades del gran Córdoba.
El tema sobre el que se quiere profundizar en este caso es acerca de las 
relaciones entre proyecto y sustentabilidad en la práctica profesional. En 
un momento en el que la palabra sustentabilidad se vuelve casi obligato-
52
ria -aunque a veces banalizada como cliché especialmente en los medios 
especializados- es pertinente aclarar desde que lugar entendemos la sus-
tentabilidad en relación a la práctica del proyecto. Nos interesa entender 
la sustentabilidad vinculada a la actividad de proyectar en su sentido más 
amplio, que no se agote en la mera resolución de cuestiones técnico-ener-
géticas, o de carácter constructivo, sino fundamentalmente, que asuma la 
incidencia de un determinado proyecto en relación al paisaje y al territorio 
en el que se implanta.
El problema que se planteó al encarar estas experiencias de proyecto fue 
sobre la sustentabilidad del paisaje suburbano, y cuáles son los aportes que 
desde el proyecto individual se pueden hacer para tener en consideración el 
paisaje. ¿Cómo es posible intervenir en un proyecto de manera sustentable, 
en un contexto de suburbanización que está degradando el paisaje?
Situación
Avance de la suburbanización sobre el paisaje natural
El contexto específico en el que nos tocó actuar en estas experiencias 
de proyecto, es en sendas urbanizaciones cerradas, ubicadas en ciudades 
dormitorio del gran Córdoba. La ciudad de Córdoba tuvo en la última déca-
da, una gran expansión hacia las periferias y un desmedido crecimiento de 
las ciudades dormitorio que la rodean. Este crecimiento, se dio de manera 
especial, hacia el sector noroeste del gran Córdoba, potenciado por las ca-
racterísticas paisajísticas de dicho sector. Esta zona se caracteriza por ser 
los primeros faldeos de las sierras chicas, con presencia de bosque serrano 
y arroyos que nacen pocos kilómetros sierra arriba. La especulación con la 
tierra, sumado a el alto costo de los terrenos dentro de la ciudad, y la su-
puesta búsqueda de una mejor calidad de vida, fueron las causas de la gran 
huída de la ciudad de numerosos habitantes hacia las ciudades dormitorio 
en crecimiento. A su vez, esta nueva expansión de la ciudad hacia las sierras, 
se dio principalmente en forma de barrios cerrados, situación alentada por 
la complicidad del estado en sus diferentes escalas (provincia-municipios).
Esta situación genera un fenómeno contradictorio que es necesario tener 
en cuenta para considerar el problema al que nos enfrentamos: por un lado, 
las características del paisaje serrano, atraen a los nuevos pobladores, que 
aceptan establecerse a grandes distancias del centro de la ciudad, en pos de 
53
una supuesta mejor calidad de vida que el paisaje y el contacto con la natura-
leza les ofrece. Por otro, como consecuencia de esta migración de pobladores 
hacia estos sectores conurbados, la ciudad, que crece en forma de suburbios 
cerrados, se va comiendo y destruyendo al paisaje, mutilando, deforestando 
y generando los clásicos problemas que se crean en las ciudades extensas y 
de baja densidad: falta de infraestructuras básicas, ineficiencia del trans-
porte público, total dependencia del automóvil, y congestión del tráfico. El 
poblador que decide construir su casa en este entorno serrano atraído por su 
paisaje, es sin quererlo, la causa de la degradación delmismo.
Dos proyectos
Los proyectos a los que hacemos referencia, fueron dos encargos de 
vivienda individual en barrios de las características antes mencionadas. 
Una en la localidad de la Calera, en el barrio denominado Cinco Lomas, y la 
otra en la localidad de Mendiolaza en el barrio La Serena. Estos dos barrios 
se encuentran en las primeras estribaciones de las sierras y están en ple-
no desarrollo. La presencia de bosque nativo, que los hacía atractivos en 
Paisaje serrano sin urbanizar 
próximo a la ciudad de Córdoba
Avance de las urbanizaciones sobre 
los faldeos de las sierras. 
Barrio Cinco Lomas, Córdoba.
54
primer lugar, se está viendo diezmada por las nuevas construcciones y las 
atractivas visuales hacia las sierras generadas por la topografía acciden-
tada, se ven reemplazadas por vistas a una sucesión infinita de pequeñas 
viviendas individuales que van tapizando la topografía.
La mayoría de los terrenos en este tipo de urbanizaciones, tiene una to-
pografía muy accidentada. La primera y fundamental decisión en el pro-
yecto de estas viviendas fue la implantación. El desafío era poder ubicar la 
vivienda, sacando provecho de la topografía, encontrando en ella la excusa 
del proyecto y utilizándola a favor a la hora de hacer interactuar arquitec-
tura y paisaje. No fue nuestra intención, camuflar o hacer desaparecer la ar-
quitectura, sino más bien acoplarla al paisaje, para que sin perder su iden-
tidad y condición de elemento extraño, pudiera interactuar con el mismo. 
Así, la topografía no se convirtió en un escollo a sortear para implantar el 
proyecto, sino en algo esencial durante la concepción del mismo.
Al recorrer estos barrios, vemos como las visuales que se tienen desde la 
calle hacia las sierras o a la ciudad en un caso, o hacia los remanentes de 
bosque nativo en otro, están siendo bloqueadas por la ubicación de las vi-
viendas, que se convierten en volúmenes aislados que tratan como pueden 
de allanar el terreno para implantarse. En la mayoría de los casos se prio-
riza las visuales desde la propia casa hacia el paisaje, en detrimento de las 
visuales desde la propia calle. Nosotros, buscamos con la implantación de 
estas viviendas, no alterar o bloquear lo que se ve desde la calle, sino lograr 
que con la casa nueva construida, se siga viendo el horizonte, las visuales 
lejanas en el caso de la vivienda en La Calera, y la vista del bosque nativo en 
el caso de la vivienda en Mendiolaza.
Sin embargo, no buscamos hacer desaparecer la arquitectura para ga-
rantizar la continuidad de las visuales desde la calle. Lo que quisimos lo-
grar, fue que la nueva arquitectura pudiera entrar en relación con el pai-
saje, no por mímesis sino por oposición. Un volumen ciego de hormigón 
se recorta contra el horizonte en la casa de La Calera, mientras que dos 
volúmenes abstractos de ladrillo se recortan contra el fondo verde del bos-
que en el caso de Mendiolaza. La presencia de la arquitectura, contundente 
pero respetuosa, activa y pone en valor al paisaje que hay detrás. El resto 
de la superficie construida, se ubica bajo la cota de la calle, dejando que las 
visuales continúen y mitigando el volumen edificado.
Si bien el principal aporte a la sustentabilidad de estos proyectos es la 
decisión de su implantación, no podemos dejar de tener en cuenta otros 
55
problemas como las orientaciones y la protección solar, que en climas como 
el de Córdoba resulta indispensable. En ambos casos, postigones y pérgolas 
que conforman cámaras de sombra y aire van aclimatando la vivienda. Para 
lograr una correcta orientación de los ambientes. En el caso de la vivienda en 
La Calera, como la pendiente de la topografía bajaba hacia el sur, se despegó 
la casa del norte. En el caso de Mendiolaza, como la barranca bajaba hacia el 
norte se pegó la casa contra la misma y se abrió hacia el norte. La decisión de 
implantar la casa tomada de la ladera del terreno, nos permitió generar es-
pacios frescos y protegidos naturalmente. A su vez, en el caso de la vivienda 
en Mendiolaza, se usó cubierta jardín en la cubierta, contribuyendo por un 
lado al confort climático de la casa, y por otro a continuar la visión del verde 
cuando se ve la casa desde la calle hacia el horizonte de bosque nativo. En 
ambos casos, el hecho de esconder las casas en la pendiente, genera en la cu-
bierta una quinta fachada a la que fue necesario prestar especial atención.
En este tipo de urbanizaciones, en las que una normativa interna obliga 
a retirarse de los cuatro linderos, la privacidad de las viviendas, es un tema 
al que consideramos necesario prestar especial atención para atender a la 
calidad de vida de los habitantes. En este sentido, la decisión de bajar el 
nivel de las viviendas respecto al de la calle y cerrarnos a la misma, nos 
permite generar espacios resguardados, donde la vida cotidiana se puede 
desarrollar en un marco de privacidad, evitando la incomodidad de la vida 
expuesta que se da en este tipo de barrios. Así, en ambas casas, una deci-
sión de implantación que libera visuales de la calle hacia el paisaje, al mismo 
tiempo resguarda los espacios privados de la vivienda y les da privacidad.
» Casa GPL. Mendiolaza, Córdoba. Planimetría
56
» Casa GPL. Mendiolaza, 
Córdoba. Cortes
» Casa Lk. Cinco Lomas, 
La Calera, Córdoba. 
Vista desde la calle
» Casa Lk. Cinco Lomas, 
La Calera, Córdoba
» Casa Lk. Cinco Lomas, 
La Calera, Córdoba. 
El techo como 
quinta fachada
57
» Casa GPL. La Serena, 
Mendiolaza, Córdoba. 
Vista desde la calle
» Casa GPL. La Serena, 
Mendiolaza, Córdoba. 
Vista desde ingreso
» Casa GPL. La Serena, 
Mandiolaza, Córdoba. 
Vista desde el jardín
58
Conclusiones
En el ejercicio profesional, no siempre los encargos se dan en situacio-
nes ideales. A veces, como en los casos que acá presentamos, nos vemos 
obligados a enfrentar proyectos en situaciones y contextos que sabemos 
producen un impacto negativo en el entorno. En este caso, la actitud del 
proyectista debe ser la de poder leer con claridad la situación, para cono-
cer la problemática en la que nos toca actuar. Sería más fácil ignorarla o 
tomarla como algo inamovible, poniendo el foco de nuestros proyectos en 
otros temas, o más aún, evadir este tipo de encargos. Sin embargo creemos 
que para un ejercicio profesional serio, es necesario meterse en las proble-
máticas en las que nos toca actuar para poder, en la medida de lo posible, 
dar una respuesta. Pero, ¿es posible responder desde un proyecto en parti-
cular a problemáticas tan vastas que claramente exceden el ámbito de un 
proyecto de vivienda? Creemos que es una responsabilidad ineludible del 
proyectista saber leer la realidad del territorio en la que un nuevo proyecto 
deberá insertarse, y poder responder a esta de la manera más adecuada. 
Entender la sustentabilidad en el ejercicio profesional como una respuesta 
más amplia, nos lleva a ser conscientes del impacto en la ciudad y el terri-
torio de un proyecto por pequeño que este sea.
Desde cada proyecto en particular, la consideración de la implantación 
como decisión fundamental, la consideración de la vegetación y la topo-
grafía, y una adecuada respuesta a las mismas, es un camino desde donde 
el proyecto puede dar respuesta a las problemáticas de sustentabilidad que 
plantea el avance de las urbanizaciones en lugares de valor natural y paisa-
jístico. Somos conscientes que la solución a los problemas aquí enunciados 
son muy complejos y no se solucionan solamente desde el proyecto de ar-
quitectura, pero es nuestra responsabilidad como arquitectos, incorporar 
estas problemáticas en cada proyecto concreto que nos toque realizar.
59
ARQUITECTURA MODERNA EN CÓRDOBA: 
INVESTIGACIÓN Y (RE)CONSTRUCCIÓN COMO 
HERRAMIENTA DE PROYECTO
santillán, José Ignacio - barrera Faure, Esteban Guillermo
Introducción
Aprender (re)construyendo
“Se trata de sumergirse en el sistema de valores de su arquitectura y de 
sus criterios de proyecto, para conocerla desde su interior,

Continuar navegando