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1 El arte del simulacro: el Centro Pompidou en la época de la simulación [cultural, política y tecnológica] CAROLINE GO TO KANSAS CITY IMMEDIATELY YOUR FRIEND LINDA HAS BEEN BUSTED ---- En dibujo de R&P MPAA12 Universidad Politécnica de Madrid 2 3 MPAA 2021-2022 Estudios oficiales de Máster en Proyectos Arquitectónicos Avanzados Universidad Politécnica de Madrid El arte del simulacro: el Centro Pompidou en la época de la simulación [cultural, política y tecnológica] Autor: Jiahuan He Directores: Oscar Rueda, María José Pizarro 2022 4 5 Agradecimientos Hace un año, inspirado por mi curso de maestría, me interesé por la crítica de Baudrillard al Centro Pompidou, lo que me llevó a este ensayo para principiantes académicos. Me gustaría presentar a las personas que han contribuido a este documento, y pedir disculpas por cualquier omisión. En primer lugar, me gustaría agradecer a mis supervisores Oscar Rueda y María José Pizzaro su orientación sin reservas, por ayudarme a aclarar la estructura de mi tesis e incluso su título, por mostrarme el camino cuando estaba confuso, y por su diálogo constante e inspirador conmigo. Agradezco al profesor Luis Rojo por haberme guiado en la teoría del comentario del Centro Pompidou al principio de la tesis, sin la cual no habría podido completarla. Quiero también dar las gracias a mi novia Sofía García Baudino por su ayuda y estímulo en muchos aspectos, y mis cuatro amigos, Hu Yifeng, Yin Zijun, Zhi Shenbo y Chen Xixi, por sus perspectivas, a menudo esclarecedoras, en las discusiones diarias. Gracias a la generosidad de la Sra. Zhou Guowen y el Sr. He Shenlin, que me ayudaron a recoger pistas para el Centro Pompidou de París, cuyo apoyo desinteresado fue la base para el desarrollo de este trabajo. I 6 7 Índice El arte del simulacro: el Centro Pompidou en la época de la simulación [cultural, política y tecnológica] A El 'Simulacro' y el Centro Pompidou a1_El Simulacro y la definición de Baudrillard a2_El Simulacro y el Centro Pompidou B El Centro Pompidou: simulacro y cultura b1_Antecedentes 1 Centro, Biblioteca y Museo 2 Nostalgia de Les Halles b2 _Contexto cultural: Mayo del 68, el situacionismo b3 _La simulación de lo cotidiano: Fun Palace y Centro Pompidou C El Centro Pompidou: simulacro y politica c1_El monumento de las élites c2_Programación arquitectónica como mediación entre realidad y politica c3_El cambio de la producción arquitectónica: procesos participativos D El Centro Pompidou: simulacro y tecnología d1_ 'Sampleado ' de las estructuras d2 _Reducción de la Megaestructura d3 _La cubierta: un símblo de democracia Conclusiones Bibliografía 3 13 21 39 47 81 91 117 131 143 161 175 181 Agradecimientos Índice Resumen I II III II 8 9 Resumen La tesis revisa la crítica de Baudrillard al Centro Pompidou en torno a la teoría de el simulacro. La crítica de Baudrillard al Centro Pompidou se centra en la semántica de los flujos y los conductos, la implosión del significado simbólico en el hipermercado cultural, que es uno de los puntos débiles de su crítica. Desde el punto de vista arquitectónico, hay más evidencias detrás del Centro Pompidou en sentido mimético, desde el contexto histórico hasta el funcionamiento del proyecto, que pueden venir a enriquecer la crítica del edificio en una perspectiva del simulacro. La información sobre el Centro Pompidou procede del trabajo de campo y de la investigación documental, incluyendo ensayos, libros, periódicos, entrevistas y revistas. La tesis divide la información en tres dimensiones: cultural, política y tecnológica. En el capítulo dedicado al simulacro y la cultura se analizan los predecesores del Centro Pompidou, los orígenes de la idea del concurso, los factores contextuales geográficos y culturales, y la tendencia colectivista del Mayo del 68 de la época, y se compara el Centro Pompidou con el Fun Palace para argumentar que el Centro Pompidou no fue un supermercado cultural surgido de la nada, sino otra simulación. El capítulo dedicado al simulacro y la política ilustra cómo la burocracia francesa erigió un monumento a la remediación de un movimiento social, borrando así, a través de la arquitectura, la correspondencia entre monumento y significado monumental; analiza el papel desempeñado por la programación arquitectónica, es decir, los tecnócratas, entre el Estado y el arquitecto; y analiza las cambiantes formas de producción en la práctica de la arquitectura, convirtiéndola en un fenómeno. En el capítulo dedicado al simulacro y la tecnología se analizan los orígenes de la estructura del Centro Pompidou y las contradicciones que encierra como megaestructura, así como la alegoría democrática que se esconde tras la cubierta como forma de mostrar que la arquitectura como mimesis se apoya en una base mecánica, cuyo funcionamiento es un aspecto muy crucial en el proceso de la simulación. La crítica de Baudrillard al Beaubourg se basa en un fenómeno cultural, de modo que la estructura del Centro Pompidou invita a la analogía de una refinería de petróleo y una central nuclear. Pero desde una perspectiva arquitectónica, lo que él llama las tuberías, los fluidos, las cajas que manejan las masas, la implosión del significado simbólico en el hipermercado cultural, son todos parte de una actividad simulada; la arquitectura tiene su especificidad como vehículo simbólico, no es simplemente un paquete de mercancías que puede ser producido en masa. Los diversos usos de las herramientas pictóricas en la práctica arquitectónica contemporánea van acompañados de una variedad de actividades miméticas, y la perspectiva del simulacro puede añadirse a la lente a través de la cual podemos examinarlas. Palabras claves: simulacro, Beaudrillard, Centro Pompidou, programación arquitectónico III 10 1 ABCD El Simulacro y la definición de Baudrillard 2 3 a1 Simulacro y su definicion de Beaudrillard Un simulacro (plural: simulacra o simulacrums, del latín simulacrum, que significa "semejanza, apariencia") es una representación o imitación de una persona o cosa. La palabra se tomó prestada anteriormente como semulacre (finales del siglo XIV), a través del francés antiguo simulacre, y se registró por primera vez en la lengua inglesa a finales del siglo XVI, para describir una representación, como una estatua o una pintura, especialmente de un dios. A finales del siglo XIX se incorporó al significado una asociación secundaria, una imagen sin la sustancia o calidad del original. El crítico literario Fredric Jameson proporcionó un ejemplo de realismo como mímesis artística, en el que un cuadro se creaba copiando una fotografía que a su vez era una copia de lo real. Otras formas de arte asociadas a la mímesis son el arte pop, el neorrealismo italiano y la nueva ola francesa. En el Sofista, Platón se refiere a dos formas de simulación. La primera trata de las reproducciones fieles que intentan reproducir con exactitud la realidad. 4 5 La segunda es una distorsión deliberada para que la imitación sea correcta para el espectador. "He encontrado en ella una especie de 'técnica de imitación'. Esto es lo más llamativo, es decir, el proceso de hacer una copia, siguiendo en todo momento las proporciones de l "mode lo" en long i tud , anchura y altura, y además restituyendo los colores correspondientes a las distintas partes." 1 "...... Los que hacen o pintan obras enormes no siempre lo hacen. Porque, si restauraran las verdaderas proporciones de la "cosa bella", ya sabes, la parte superior aparecería más pequeña de lo necesario, y la parte inferior más grande, porque la primera está más lejos de nuestra vista, y la segunda más cerca. ...... Si alguien tuviera la capacidad de ver algo tan grandioso, descubriría que no se parece a lo que se cree que se parece ...... por lo que sepodría llamar "ilusión"? " 2 Este ejemplo de las artes visuales es una metáfora del arte de la filosofía y de la tendencia de algunos filósofos a distorsionar la verdad. La elaboración del concepto de mímesis por parte de Nietzsche en El crepúsculo de los ídolos sugiere que la mayoría de los filósofos llegaron a una copia distorsionada de la realidad al ignorar la información fiable de sus sentidos y apelar a las estructuras del lenguaje y la razón.3 El teórico social francés postmoderno Jean Baudrillard sostiene que un simulacro no es una copia de lo real, sino que se convierte en una verdad por derecho propio: lo hiperreal. Según Baudrillard, lo que el simulacro copia no tenía original o ya no lo tiene, puesto que un simulacro significa algo que no es, y por tanto deja al original sin poder ser localizado. Donde Platón veía dos tipos de representación -fiel y distorsionada intencionadamente (simulacro)- Baudrillard ve cuatro, de los que hablaré más adelante. En el concepto de Baudrillard, al igual que en el de Nietzsche, los simulacros se perciben como negativos, pero otro filósofo moderno que abordó el tema, Gilles Deleuze, adopta un punto de vista diferente, viendo los simulacros como la vía por la que un ideal aceptado o una "posición privilegiada" podría ser "desafiada y derribada". Deleuze define los simulacros como "aquellos sistemas en los que lo diferente se relaciona con lo diferente por medio de la diferencia misma". Lo esencial es que en estos sistemas no encontramos ninguna identidad previa, ninguna semejanza interna". Podemos estudiar los cambios en los sistemas de símbolos a través del concepto de puesta en escena histórica de Baudrillard. La puesta en escena histórica es un concepto muy antiguo, pero una palabra muy nueva. Divide el pasado en diferentes segmentos, lo que es particularmente común en el estudio de la historia del arte, donde, por ejemplo, el arte del Renacimiento es muy diferente del arte del Barroco. Por supuesto que hay problemas con la escenificación histórica, ya que mucha gente entiende una determinada época como un período homogéneo 1 Platón, Sofista , pp.36. 2 Platón, Sofista , pp.37. 3 Nietzsche, Friedrich. Crepúsculo de los ídolos. 6 7 y monolítico, como si todos los estilos y formas de pensar fueran iguales durante ese período. Por tanto, el concepto de escenificación histórica corre el riesgo de negar la diversidad y la diferencia históricas. Por el contrario, sin el concepto de periodos individuales, sin las diferencias entre periodos históricos y momentos históricos, es difícil entender la historia en sí misma, y la historia parece una serie de acontecimientos aleatorios. El primer orden, que denominó "imitación", es aquel en el que se pueden hacer representaciones que implican a la realidad e intentar que estas representaciones se parezcan a la realidad. Las esculturas realizadas por los artistas, los robots fabricados por los relojeros, etc., que tuvieron lugar entre el Renacimiento y la Revolución Industrial, implican una realidad real. Las esculturas de ángeles en mármol, por ejemplo, aunque no haya ninguna referencia a los ángeles en el mundo, siguen siendo muy imitativas de la infancia humana, el pelo, la mirada, la piel, el físico, etc. Todavía podemos decir que estas esculturas son imitaciones y podemos distinguir entre dichas imitaciones y la realidad original. El segundo orden, que denominó "producción", tuvo lugar antes de la revolución industrial y del postmodernismo. La revolución industrial estandarizó la producción de materiales (o bienes) y así desapareció el concepto de "original". El negativo de una fotografía, por ejemplo, puede ser una impresión de lo real, pero no es el "original" de la fotografía que se revela. Por ejemplo, un molde para fundir metal no es el original del componente metálico producido, no hay diferencia esencial entre los componentes metálicos producidos, o la distinción entre el original y la copia desaparece. En la arquitectura, por supuesto, se empezó a utilizar componentes prefabricados y estandarizados, convirtiendo el propio edificio en un simulacro de segundo orden. con la producción y la reproducción, ya no se echa de menos el orden natural que había desaparecido. Aquí el sistema de valores se convierte en un sistema monetario. El tercer orden, la "simulación", se da en el postmodernismo y el capitalismo tardío. En esta secuencia, la variabilidad utilizada para distinguir entre lo representativo y lo real desaparece. La desaparición de la profundidad real en el modelo del ADN, por ejemplo, hace imposible conceptualizar un sistema de escritura del cuerpo en dicha profundidad, sólo podemos conceptualizar un sistema de representación. Este sistema de representación consiste en una serie de modelos que producen imágenes que difieren en su apariencia. Por ejemplo, al representar la estructura de la doble hélice, algunas imágenes muestran una textura plástica parecida a la de una cinta (fig.1), mientras que otros modelos intentan dar al espectador una experiencia realista incorporando la textura de las bacterias bajo el microscopio(fig.2). Sin embargo, ninguna de ellas es real, sólo son simulaciones del modelo, donde es mejor decir que el modelo en sí (el proceso de simulación) es más realista que la imagen final que produce porque revela la estructura del ADN. Reality TV, ¿es real o simulado? ¿Tiene alguna 8 9 fig. 2 Modulo ADN con sentodo real, https://biologydictionary.net/dna-structure/ fig. 1 Modulo ADN con sentodo plastico, Yurchanka Siarhei, via Shutterstock Fig. 3 NG de Toy Story 2, Pixar, 1999 10 11 referencia en la vida real? Otro buen ejemplo es que algunas películas antiguas tienen un blooper reel, una recopilación de las actuaciones de los actores que salieron mal durante el espectáculo, pero podemos encontrar estos bloopers en algunas películas de animación, como ejemplifican los primeros largometrajes de animación de Pixar, Toy Story 2 y A Bug's Life, esta última incluso se reestrenó para otra vuelta después de añadir más material de NG(fig.3). El largometraje de animación Final Fantasy: The Sprits Within, de 2001, utiliza la misma técnica para incluir NG creados por ordenador, una parodia de las antiguas secuencias cinematográficas que confunde la apariencia con la realidad para los espectadores que desconocen el proceso que hay detrás o los modelos de flujo de trabajo que hacen que la producción de anime funcione. Baudrillard menciona que la imagen pasa por una sucesión de etapas de la siguiente manera. 1 Es el reflejo de una realidad profunda 2 Oculta y degrada una realidad profunda 3 Oculta el hecho de que existe una realidad profunda 4 No tiene relación con ninguna realidad, es su propia parodia pura En el primer caso, la imagen es una buena apariencia - la representación es del orden sacramental sacramental. En el segundo, es una apariencia mala - es del orden de la maleficencia. En el tercer caso, juega a ser una apariencia - es del orden de la hechicería. En el cuarto, ya no es de las apariencias, sino de la simulación. El paso de los signos que disimulan algo a los signos que disimulan que no hay nada marca un punto de inflexión decisivo. El primero refleja una teología de la verdad y del secreto (a la que todavía pertenece la noción de ideología). La segunda inaugura la era del simulacro y de la simulación, en la que ya no hay un Dios que reconozca a los suyos, ni un Juicio Final que separe lo falso de lo verdadero, lo real de su resurrección artificial, pues todo está ya muerto y resucitado de antemano.4 4 Baudrillard, “The Precession of simulacra” ,pp.4. 12 13 a2 El Simulacro y el Centro Pompidou El ataque de Baudrillard al Beaubourg se inicia en la imagen arquitectónicade máquina virtual que ofrece el museo en la ciudad. Baudrillard era miembro del combativo contingente francés que acudió a la Conferencia de Diseño de Aspen de 1970, donde había argumentado que un emergente "ecologismo" tecnocrático era una maniobra ideológica que enmascaraba verdaderos problemas sociales y políticos.5 Baudrillard, al igual que Baldwin, centra su crítica en la semántica del conducto como una de las metáforas de la socialización y el funcionamiento del poder en la arquitectura. La ventilación, la refrigeración, las redes eléctricas: los fluidos "tradicionales" circulan muy bien allí. Ya la circulación del flujo humano está menos asegurada (la solución arcaica de las escaleras mecánicas en mangas de plástico, uno debería ser aspirado, propulsado, o algo así, pero con una movilidad que estaría a la altura de esta teatralidad barroca de los fluidos que es la fuente de la originalidad de la carcasa).6 5 Reyner Banham, The Aspen Papers; Twenty Years of Design Theory from the International Design Conference in Aspen, New York: Praeger, 1974. 6 Baudrillard, “The Beaubourg Effect: Implosion and Deterrence,” 62. 14 15 Para Baudrillard, el flujo era fundamental para el funcionamiento de la cultura de la mercancía. Así, por primera vez, Beaubourg es a nivel de la cultura lo que el hipermercado es a nivel de la mercancía: el perfecto operador circulatorio, la demostración de cualquier cosa (mercancía, cultura, multitud, aire comprimido) a través de su propia circulación acelerada.7 Según Baudrillard, el movimiento de personas es la clave, y el edificio funciona como una máquina que maneja a las masas "a las que el edificio trata como un convertidor, como una caja negra, o, en términos de entrada-salida, igual que una refinería maneja productos petrolíferos o una avalancha de material sin procesar".8 La reducción de la metáfora del conducto y la metáfora del flujo es uno de los puntos débiles de la crítica de Baudrillard. Mediante un examen de la programación arquitectónico, está claro que el Beaubourg no es sólo una caja que depende de entradas y salidas; el Beaubourg funciona más bien como un sistema dominado por interfaces, con las interfaces de las actividades simuladas abiertas y expuestas, y las tuberías actuando como soportes mecánicos y como reflejos y continuaciones de la plaza. Al principio del programa, Piano y Rogers también debatieron si el edificio necesitaba una fachada tradicional.Mediante un examen de la programación del edificio. Los tropos de implosión-explosión y absorción- 7 Baudrillard, “The Beaubourg Effect: Implosion and Deterrence,” pp.62. 8 Ibid., pp.66. radiación eran todos asuntos del centro, y eran clave para que Baudrillard entendiera el hipermercado, que "centraliza y redistribuye toda una región y población."9 En lugar de eso, Baudrillard argumentó que "debería haber sido un laberinto, una biblioteca combinatoria e infinita, una redistribución aleatoria de los destinos a través de juegos o loterías; en resumen, el universo de Borges [...] en definitiva, una cultura de la simulación y la fascinación, y no siempre de la producción y el significado".10 Para Baudrillard, los problemas del centro y la descentralización eran también la clave de su crítica a la agenda socializadora de Beaubourg. "Es un poco como el verdadero peligro que suponen las centrales nucleares", argumentaba, "no la falta de seguridad, la contaminación, la explosión, sino un sistema de máxima seguridad que se irradia a su alrededor, la zona protectora de control y la disuasión que se extiende, lenta pero seguramente, sobre el territorio: un glacis técnico, ecológico, económico, geopolítico."11 Mucho más allá de las instituciones tradicionales del capital, el hipermercado, o el "hipermercado de la cultura" de Beaubourg, es ya el modelo de todas las formas futuras de socialización controlada: retotalización en un espacio-tiempo homogéneo de todas las funciones dispersas del cuerpo y de la vida social (trabajo, ocio, cultura mediática), retranscripción de todas las corrientes contradictorias en forma de circuitos integrados. Espacio-tiempo de toda una 9 Jean Baudrillard, “Hypermarket and Hypercommodity,” in Simulacra and Simulation , Ann Arbor: University of Michigan Press, 1994, pp.75. 10 Baudrillard, “The Beaubourg Effect: Implosion and Deterrence,” pp.64– 65. 11 Ibid., pp.65. 16 17 simulación operativa de la vida social.12 La crítica de Baudrillard al Beaubourg parece estar atrapada en el dilema de preconcebirlo como un simulacro. En su analogía e interpretación del Beaubourg, es difícil interpretar concretamente un edificio como un simulacro basado en imágenes. Es decir, es difícil encontrar mecanismos y modelos que funcionen desde la realidad hasta el simulacro del Beaubourg. Imagínese cómo podría combinarse un monumento cultural elitista con un programa arquitectónico con ideales sociales de izquierdas. El equipo de programación arquitectónica es el principal intermediario. Aquí amplío la imagen a lo fenomenal, la imagen fenomenal producida por el Beaubourg y su flujo de lo cotidiano. Por lo tanto, intento criticar la crítica de Baudrillard a Beaubourg analizando el fenómeno a través de la lente de la arquitectura y no de la investigación cultural. 12 Baudrillard, “The Beaubourg Effect: Implosion and Deterrence,” pp.67. 18 19 ABCD El Centro Pompidou: Simulacro y cultura 20 21 b1 Los antecetentes 1 Centro, Biblioteca y Museo El Centro El deseo de Pompidou fue desde el principio que el proyecto se lanzara mediante un concurso internacional. Michelet delegó la arriesgada tarea en un funcionario meticuloso y tenaz, Sébastien Loste.1 A finales de 1969, Loste incorporó a François Lombard, un ingeniero civil de 30 años educado en Berkeley que había estado desarrollando técnicas de programación para las nuevas ciudades de De Gaulle.2 Entre diciembre de 1969 y julio de 1970, Loste y Lombard reunieron un equipo de expertos de las bibliotecas y museos existentes para estudiar el problema de la elaboración de un programa de concurso: Jean Leymarie, director del Musée national d'art moderne, Blaise Gautier, del Centre national d'art contemporaine, François Mathey, del Centre de création industrielle, y Jean-Pierre Seguin, de la naciente Bibliothèque des Halles.3 En agosto de 1970, Robert Bordaz, un alto funcionario con una excepcional capacidad de liderazgo y una gran habilidad para negociar y tratar con el público, fue contratado para dirigir la realización del nuevo Centro de Beaubourg, y así se formó el equipo organizador del concurso. 1 G e r m a i n V i a t t e , L e c e n t r e Pompidou: Les années Beaubourg , Paris: Gallimard, 2007, pp.18. 2 Como observó posteriormente Reyner Banham, e l é x i to de l proyecto como visión utópica realizada se debió no sólo a Piano, Rogers y Arup, sino también a la "determinación de gestión menos pública pero mucho más sostenida de Lombard". (Reyner Banham, Megastructure: Urban Futures of the Recent Past, New York: Harper and Row, 1976, p211.) 3 Seguin, Comment est née la BPI , pp.56. 22 23 Loste y su equipo se fijaron en las ideas más populares de la época.4 Entre ellos, quizá el que más influyó en la concepción general del proyecto fueron las Maisons de la culture, un proyecto en curso de André Malraux, primer Ministro de Asuntos Culturales de Francia entre 1958 y 1969, que introdujo un nuevo tipo de institución. Construidas en centros provinciales de toda Francia (nunca hubo una para París), cada Maison de la culture era un centro cultural integrado y multidisciplinar que presentaba al público una serie de formas artísticas importantes y ofrecía instalaciones para la producción artística y la actuación, normalmentedentro del ámbito de un único edificio.5 Como red descentralizada de lugares de creación, difusión y animación cultural, las Maisons de la culture desempeñaban un importante papel discursivo e instrumental dentro del aparato cultural estatal más amplio. Bajo el mandato de Malraux, se creó un comité de descentralización para responder a las críticas que acusaban a París de acaparar la mayor parte del gasto público en cultura.6 En consecuencia, se reasignaron recursos a las provincias, ya que el Ministerio de Asuntos Culturales se dedicó a redistribuir la riqueza cultural de la capital. A mediados de la década de 1970 se añadió una red de centros de animación cultural complementarios. Estas "iglesias parroquiales de la cultura" formaban una red a menor escala y menos costosa de gestionar dentro de la red más amplia de "catedrales".7 El equipo organizador del concurso heredó esta red descentralizada de centros culturales que emiten desde el centro a las provincias. La lógica descentralizadora 4 Viatte, Le centre Pompidou , pp.14. 5 George Walker, “Temples for a new humanism: the Maisons de la Culture,” Country life 158 (July 10, 1975). 6 Sobre el impacto cultural de la descentralización en Francia, véase James Rowdybush, "The hexagon and the Napoleonic state: a study of decentralization and regional reform in France" (tesis doctoral, Universidad de California Berkeley, 1983). 7 George Walker, “Temples for a new humanism: the Maisons de la Culture,” Country life 158 (July 10, 1975). de las redes planteaba problemas fundamentales, entre ellos el de la construcción de un "centro" en un momento de descentralización.8 La Biblioteca La "Casa de la Cultura" se convierte en la idea general del programa del concurso de Beaubourg. El componente de la biblioteca pública era el más grande y, con mucho, el más ambicioso. El proyecto de toda la vida de Jean-Pierre Seguin, bibliotecario de la Bibliothèque nationale, abordaba un problema sencillo: "En ningún lugar de París hay una gran biblioteca de lectura pública que satisfaga las demandas contemporáneas en el ámbito de las necesidades de información".9 En 1956, Seguin fue enviado al extranjero para investigar y tratar de encontrar una solución a este problema para París. Al visitar la Amerika-Gedenkbibliothek de Berlín (fig.4 y 5), que Estados Unidos había donado a Berlín después de la guerra, este conservador de 90.000 metros lineales de libros antiguos en la mohosa y restrictiva BN quedó asombrado por lo que vio: aquí había "un edificio funcional y 'flexible', con colecciones actualizadas, una biblioteca de libre acceso para un público indiferenciado".10 Nueve años más tarde, Seguin recibió el encargo de redactar una propuesta para una nueva biblioteca pública, la "Nationale B", de un tipo desconocido en Francia. Inspirado por lo que vio en Berlín, Seguin esbozó los contornos de un "centro cultural no especializado", enciclopédico y multidisciplinar, con una amplia sala de lectura, un servicio de referencia telefónica y salas 8 Baker, “Beaubourg Preview: An Interview with Pontus Hulten,” pp.101. 9 Jean-Pierre Seguin, Undated report , n.d., 1992 037/001, Archivos CGP. 10 Seguin, Comment est née la BPI , 16. The architects of the library were Fritz Bornemann and Willy Kreuer. 24 25 fig.4 Fotografía de FPG, Getty Images, 1995 fig.5 Registro de usuarios en la jornada de apertura de la American Memorial Library, Fotografía de AGB archivo, Septiembre de 1954 26 27 de exposiciones y reuniones. La vocación esencial de esta biblioteca debía ser "la apertura a un vasto público, a la información general y a la comunicación, tanto dentro como fuera de sus muros, y a la noción de "encuentro".11 En junio de 1966, el enfoque se había desplazado enfáticamente de los archivos y el almacenamiento a los espacios de recepción pública, las galerías para exposiciones permanentes y temporales, y los auditorios. Como dijo Seguin más tarde, "la biblioteca así concebida asumió las funciones y el alcance de un centro cultural polivalente y prefiguró a Beaubourg".12 En abril de 1967, el Ministerio de Educación francés había incorporado este esquema en una propuesta a la prefectura de la ciudad de París. El edificio propuesto se parecía increíblemente al esquema final de Beaubourg: en el sótano, salas de conferencias y aparcamiento; en la planta baja, recepción, librería, periódicos, medios de comunicación de actualidad y exposiciones; en las plantas segunda a cuarta, una matriz de las principales funciones de lectura y procesamiento expresadas como un sistema de "conjuntos de lectura" multimedia; en la quinta planta, salas de reuniones, restaurante y terrazas en la azotea. Lo único que faltaba para completar la propuesta era un emplazamiento. En enero de 1959, el Consejo de París decidió trasladar los mercados centrales de Les Halles a Rungis, y en marzo de 1969 la mudanza estaría terminada. Durante ese tiempo, el Conseil estudió el problema de qué hacer con el espacio sobrante, incluidos los pabellones de Baltard en caso de que se salvaran. En 1967, la propuesta de Seguin de crear una biblioteca de lectura pública se incluyó en el presupuesto del Ministerio de Educación y, en consecuencia, en los planes generales de urbanismo del barrio de Les Halles, con el Plateau Beaubourg como emplazamiento sugerido, por lo que pasó a llamarse Bibliothèque des Halles.13 El expediente del concurso del Centre Beaubourg heredó intacto el programa de la Bibliothèque des Halles. La biblioteca ofrecía, además de una detallada tabulación de las superficies, un lenguaje seductor tanto por su barrido ideológico como por su pragmatismo, para expresar ideas de apertura y democratización centradas en el acceso a la información. En una nota de 1965, Seguin se refería a su biblioteca como una "biblioteca nacional de la comunicación" y en 1967, presagiando casi directamente el lenguaje de la entrada del concurso de Piano y Rogers, la describía como "un centro vivo de cultura e información para todas las clases de la sociedad. "20 En lugar de políticas restrictivas, horarios de apertura caprichosos y capas de burocracia entre el ciudadano y la información, el Centro Beaubourg iba a ser enciclopédico, abierto, de libre acceso y ofrecería acceso en modo de autoservicio y con un horario generoso, con un énfasis en las noticias y la actualidad que se posicionaba directamente con la vista puesta en el presente y no en el pasado.21 Las observaciones de Seguin sobre lo que vio durante un viaje de estudios a Estados Unidos en 1973 reforzaron esta idea: Gracias a la biblioteca pública, el lector estadounidense de todos los orígenes y 11 Jean-Pierre Seguin, “L’histoire et les grandes lignes du programme d’architecture de la bibliothèque des Halles: juin 1965-décembre 1 9 6 9 ,” e n C o n s t r u c t i o n e t aménagement des bibliothèques , ed. Jean Bleton, Paris: Editions du cercle de la Librairie, 1986, pp.235. 12 Ibid., pp.236. 13 Seguin, Comment est née la BPI , pp.26–52. 28 29 medios tiene a su disposición un instrumento de alto rendimiento para el trabajo o la mejora personal. Además, este lector se encuentra totalmente "en casa" en la biblioteca; viene tanto a trabajar como a hojear una revista, a preparar un viaje al extranjero o a ver una emisión de televisión. al extranjero o a ver una emisión de televisión. Es para él, en función de sus necesidades Según sus necesidades particulares, es un lugar de descanso o un lugar de trabajo.14 El museo Al igual que la biblioteca, el museo de arte moderno propuesto para Beaubourg tenía sus raíces en un proyecto inacabado que abordaba una insuficiencia en el equipamiento cultural del Estado. Se había hecho dolorosamente evidente que Parísno tenía un museo que pudiera rivalizar con el advenedizo Museo de Arte Moderno o el Guggenheim de Nueva York. En respuesta, el Ministerio de Asuntos Culturales recurrió al Musée nationale d'art moderne, que desde 1937 se encontraba en el Palais Wilson, un remanente de la Exposición Internacional de 1937, que, según Blaise Gautier, director del Centre national d'art contemporain, eran "locales apresurados, pretenciosos, mal equipados y mal ubicados ".15 En la década de 1960, Malraux sugirió que las colecciones se trasladaran a un nuevo edificio, al que denominó Musée du XXe siècle, y en 1965 encargó a Le Corbusier que propusiera un diseño.16 Como su nombre indica, el Musée du XXe siècle, al igual que los proyectos anteriores de Le Corbusier para el Musée de Tokyo y el Centre International d'Art de Erlenbach, era mucho más que un museo de arte: reuniría las bellas artes, el cine, la radio, la televisión, el diseño y la música en una gran síntesis de las artes que preocupaba al arquitecto desde los años veinte. Para Le Corbusier, era la oportunidad de realizar por fin su proyecto de museo infinito en toda su ambición utópica y enciclopédica. Le Corbusier y Malraux discuten sobre la ubicación del nuevo museo. Malraux quería un emplazamiento en La Défense, pero Le Corbusier consideraba que debía estar más céntrico. Esto supuso un cambio de opinión para el arquitecto. En sus proyectos de los años 30, Le Corbusier había defendido un emplazamiento suburbano en el que el interminable museo pudiera crecer sin las trabas del abarrotado centro urbano, desplegando su sistema orgánico sin limitaciones artificiales y arbitrarias.17 En 1965, sin embargo, los sentimientos del arquitecto habían cambiado y había llegado a pensar que el impulso hacia el oeste, hacia La Défense, se había producido a expensas del centro histórico.18 La muerte de Le Corbusier en 1966 interrumpió el proyecto y sólo se realizó un estudio esquemático(fig.6). Sin Le Corbusier, el futuro del proyecto de Malraux no estaba claro.19 En 1969, Pompidou y Michelet acordaron que la colección se trasladaría al Plateau Beaubourg; con esta decisión, el proyecto del Musée du XXe siècle llegaba a su fin en el mismo momento en que, con la Bibliothèque des Halles de Seguin, creaba el núcleo del proyecto de Pompidou.20 14 Voyage d’etude 1973. Archivos CGP. 15 Gautier, “Sur Beaubourg,” pp.8. 16 Le Corbusier and W. Boesiger, Oeuvre complète: Volume 8 Les dernières oeuvres, Zurich: Les édit ions d’architecture, 1970, pp.162–67. 17 Le Corbusier and W. Boesiger, Oeuvre complète : Volume 2 : 1929-34, Zur ich: Les édit ions d’architecture, 1964, pp.73. 18 Rapport d’activité, 9; Jean-Louis Cohen, “Monuments for a Mass Cult,” en Rendezvous: Masterpieces f r o m t h e C e n t r e G e o r g e s Pompidou and the Guggenheim Museums, Paris, New York: Centre Georges Pompidou, Guggenheim Museum, 1998, pp.23. 19 André Wogenscky, discípulo de Le Corbusier, se hizo cargo del diseño, pero el proyecto se quedó en las fases de diseño esquemático. 20 Claude Mollard, personal interview, Abril de 2008. 30 31 Los experimentos de Willem Sandberg en el Museo Stedelijk de Ámsterdam fueron importantes a la hora de configurar las actitudes hacia el museo.21 En el Stedelijk, Sandberg desarrolló un nuevo tipo de museo abierto basado en los principios de un número reducido de obras permanentes, una alta rotación de las exposiciones temporales, la apertura a nuevos públicos, como los escolares, y la celebración de eventos. Los críticos de Beaubourg se burlaron de los espacios "flexibles, ramificados y orgánicos" de Sandberg, que se dedicaban "a actividades temporales y espectaculares, [...] espacios vacíos, sin colecciones, en los que un inspirado y atlético 'animador' mantenía los eventos contemporáneos durante todo el año".22 Dentro de estos principios se encontraba la preocupación por la integración del arte contemporáneo en el vago concepto de "vida cotidiana" y la creencia generalizada de que el museo debía cambiar su enfoque hacia la pedagogía y lo que hoy se llamaría divulgación.23 Antes de Beaubourg, el CNAC y el CCI desplazaron el énfasis del museo de las colecciones a la documentación, construida en torno a una amplia gama de medios (informes, revistas, bibliografías, fotografías, cintas de audio, muestras de materiales, libros, películas, cintas de vídeo) que abordan campos igualmente amplios (diseño industrial, arquitectura, urbanismo, diseño gráfico). Entre diciembre de 1969 y julio de 1970, Loste, Lombard y su equipo de expertos reunieron estos diversos hilos programáticos, ideas fragmentarias y proyectos abortados en una propuesta fig.6 Dibujo de programa Musée du XXe siècle en Nanterre, Le Corbusier, 1965. FLC/ADAGP 21 Gautier, “Sur Beaubourg,” pp.9. 22 Cultural Affairs Committee of the Parti Socialiste Unifié, “Beaubourg: The Containing of Culture in France,” pp.31. 23 E l c o n t e x t o d e B e a u b o u r g referecia DeRoo, The museum establishment and contemporary a r t ; R i g b y, P o p u l a r C u l t u r e i n M o d e r n F r a n c e ; A n n e t t e M i c h e l s o n , “ B e a u b o u rg : T h e M u s e u m i n t h e E r a o f L a t e Capitalism,” Artforum 13, no. 8 (April 1975): pp.62-67. 32 33 coherente. 2 Nostalgia de Les Halles Diseñado por Victor Baltard en la década de 1860, Les Halles, una estructura de hierro fundido y cristal, sirvió a los parisinos durante más de un siglo como mercado de alimentos y fue conocido como el "Vientre de París", como lo llamó Émile Zola en su novela Le Ventre de Paris, ambientada en el ajetreado mercado del siglo XIX (fig.7). La elección del emplazamiento se produjo en un momento en el que el espacio urbano de París estaba en su punto más conflictivo. Dado que Beaubourg formaba parte de un proyecto de renovación urbana más amplio para la zona y era un importante catalizador para el aburguesamiento de los barrios circundantes, se vio rápidamente envuelto en las principales controversias sobre la construcción de la época: el Plan Director de 1965, el proyecto del Front de la Seine y La Défense y, sobre todo, el cierre de Les Halles y la posterior demolición de los pabellones del mercado de Baltard (fig.8). Con el anuncio en la prensa nacional, el 10 de julio de 1971, de las manifestaciones masivas que se celebrarían dos días más tarde en Les Halles, "se hizo historia", declaró Antoine Grumbach, "ya que el espacio urbano se estrenó en la política francesa como un tema importante".24 La destrucción de Les Halles en el verano de 1971, tras largos debates sobre su futuro, coincidió aproximadamente con el inicio de las obras en el Plateau Beaubourg, hecho que vinculó incorrectamente ambos acontecimientos para siempre en el imaginario público.25 Para los planificadores y arquitectos, Les Halles y el Centro Beaugourg no están tan relacionados técnica o arquitectónicamente, pero para los parisinos, esta sucesión lineal en el tiempo es real. La petición que lanzaron en 1970 para defender los pabellones de Baltard recogió, según ellos, cien mil firmas, una cantidad importante pero insuficiente para generar una verdadera movilización. La manifestación en Les Halles convocada por dieciocho organizaciones en julio de 1971 sólo reunió a tres mil personas: la causa nunca llegó a conmover a la opinión pública.26 Los representantes electos parisinos tenían puntos de vista específicos sobre Les Halles, querían crear un centro de comercio internacional y un centro de negocios, lo que les situaba en oposición directa a los proyectos del gobierno, fuera cual fuera su dirección.27 Pero a pesar de la retórica del excepcionalismo que rodea al proyecto, el informe muestra claramente que Beaubourgforma parte de un plan estratégico más amplio. Desde que los mercados se trasladaron a Rungis, en las afueras, los pabellones de Baltard se convirtieron en el lugar de la actividad cultural espontánea, desde la representación teatral hasta las exposiciones de arte.28 Más allá de la cuestión general de la conservación, la amenaza que pesaba sobre Les Halles representaba la hegemonía de lo oficial sobre lo espontáneo, de lo vertical sobre lo cotidiano. Como dijo Rogers, "Les Halles, habiendo superado su función original, estaban viviendo un momento mágico como uno de los centros culturales más vivos y espontáneos de la historia". En contraste con la contrautopía 24 Antoine Grumbach, “La Bataille des Halles,” Architectural Design (Julio de 1971). 25 Viatte, Le centre Pompidou , 15. Blaise Gautier, como otros, se esforzó por desvincular el proyecto de Les Halles: "Hay que recordar que el Centro Georges Pompidou no tiene nada que ver directamente con la obra del antiguo bloque de Les Hal les ."(Gautier, “Sur Beaubourg,” pp.10.) 26 Pierre Sorlin, "Les fantômes des Halles", Les halles de Paris et leur quartier dans l'espace urbain (1137- 1969), pp.208 27 Ibid., p209 28 N o r m a E v e n s o n , “ T h e Assassination of Les Halles ,” The Journal of the Society of Architectural Historians 32 , no. 4 (1973): pp.308-315. 34 35 popular que había surgido de forma aparentemente espontánea en los pabellones de Baltard, "el resumen del concurso de Beaubourg, altamente formalizado y superracionalizado, invitaba a una comparación inmediata e invidiosa".29 Así, el informe se aferra, aunque sea tímidamente, a las exigencias de la preservación, y muestra una sensibilidad hacia la controversia de Les Halles y el anterior despeje de la Meseta, y propone un compromiso típicamente pragmático y simplista: "No se preserva simplemente embalsamando, sino renovando. No hay que temer el uso de formas arquitectónicas modernas para el Centro, que sin embargo deben encajar en su entorno sin distorsionarlo ni aplastarlo".30 Podemos ver una contradicción en la transformación del Plateau de Beaubourg de 1959 a 1970. Mientras que todo, desde el mercado de alimentación de Les Halles hasta las exposiciones de arte del pabellón Baltard, demuestra una lógica cultural ascendente, el Centro Beaubourg deriva claramente de una planificación descendente, aquí como simulación de un fenómeno social más amplio. Cabe señalar que la programación en sí misma no es la práctica arquitectónica por excelencia. 29 Peter Rawstorne, “Piano & Rogers: Centre Beaubourg,” Architectural Design 42, no. 7 (1972): pp.408. Esta entrevista de 1972 con Rogers de scr ib e e l e sp í r i tu de l p lan original, al tiempo que reflexiona sobre las deficiencias que habían surgido durante el año transcurrido desde el concurso. 30 Concours international d’idées à un degré (resumen del concurso). 36 37 fig.8 Demolición de los pabellones, Christian Tutin fig.7 M ercado Les H alles, tarjeta postal, 1875 38 39 b2 Contexto cultural: May 68, situacionismo May68 Les Halles, como lugar de actividad cultural espontánea, representa un conflicto entre lo "cotidiano" y lo "oficial". Este conflicto se centró en el evento de mayo de 1968. Los situacionistas desempeñaron un papel importante en este movimiento. El Situacionismo Internacional surgió originalmente del Letrismo. He aquí la definición dada por Isidore Isou Goldstein en 1947 en Bilan lettriste: "Arte que acepta la materia de las letras reducida y convertida simplemente en sí misma (añadiendo o sustituyendo totalmente los elementos poéticos y musicales) y que va más allá de ellos para moldear obras coherentes en su bloque. En un primer momento trató de socavar la capacidad de las letras para transmitir un significado o representar otras cosas, recurriendo a los sonidos y a las imágenes abstractas de las letras para buscar la liberación del lenguaje. Un pequeño poema de Roland Sabatier (fig.9). Luego se convirtió en un movimiento cultural de vanguardia basado en la innovación y muy influenciado por el dadaísmo y el surrealismo. 40 41 Guy Debord fue una figura importante en este movimiento literario, desarrollando nuevas técnicas cinematográficas en las películas literarias Aullido para Sade y La sociedad del paisaje, dirigidas por él. En 1950 surgió un sector más joven y de izquierdas del movimiento literario. En 1952, la sección de izquierdas, entre la que se encontraba Debo, se separó del grupo de letrismo de Isou para formar Lettrist International, un nuevo colectivo parisino de artistas de vanguardia y teóricos políticos. Durante este periodo de la Internacional letrista se desarrollaron muchos de los conceptos e ideas clave que se convertirían en parte integrante de la teoría situacionista. Las personas del grupo colaboraron para construir un nuevo campo de la psicogeografía, que definieron como "el estudio de los efectos específicos de la geografía (organizada conscientemente o no) sobre las emociones y el comportamiento de los individuos". Debord amplió el concepto de psicogeografía con la teoría de la deriva: un viaje no planificado por la ciudad. El paisaje se guía enteramente por los sentimientos personales evocados por el entorno que le rodea, como medio principal para cartografiar e investigar la psicogeografía de estas diferentes zonas. Durante este período, la Internacional Letrista también desarrolló estrategias contextualistas, que buscaban transformar radicalmente el significado de una obra de arte o literatura existente, transformándola o recontextualizándola con un significado revolucionario. El mapa psicogeográfico de París es un ejemplo típico (fig.10). Toman un mapa de París que se puede encontrar en todas partes, seleccionan algunos lugares famosos, los recortan del mapa, luego reordenan su orden y vuelven a unir el mapa con flechas rojas que llaman "plaque tournante". Intentan reexperimentar la ciudad de esta manera contextualizada y así contrarrestar lo que Debord llama la "sociedad del paisaje". En 1956, Guy Debord, miembro de la Internacional Letrista, y Asger Jorn, del Movimiento Internacional para una Bauhaus Imaginista, reunieron a un grupo de grupos artísticos para asistir al Primer Congreso Mundial de Artistas Libres en Alba, Italia. Esta conferencia sentó las bases para el desarrollo de la Internacional Situacionista1, que se estableció formalmente en una conferencia en Corso di Arosia, Italia, en julio de 1957. La Internacional resultante fue una fusión de estos pequeños colectivos de vanguardia: la Internacional Letrista, el Movimiento Internacional de Imaginistas Bauhaus (una rama de COBRA) y la Sociedad Psicogeográfica de Londres.31 Durante este periodo, la IS comenzó a tener un impacto creciente en los estudiantes universitarios franceses locales. En noviembre de 1966, cinco estudiantes de influencia situacionista aprovechan la indiferencia de sus compañeros para infiltrarse en el sindicato de estudiantes de la Universidad de Estrasburgo y comienzan a enfurecer a las autoridades. Su primer acto fue la creación de una "sociedad de apreciación anarquista" para Karl Marx y Ravacho, llamada "Asociación para la Rehabilitación"; a continuación, asignaron fondos sindicales para el proyecto de André Bertrand A continuación, asignaron 31 Wa r k , M c K e n z i e , T h e B e a c h Beneath the Street: The Everyday Life and Glorious Times of the Situationist International (1 ed.). Verso Books, pp.67. 42 43 fig.9 Un pequeño poema de Roland Sabatier, https://www.metmuseum.org/art/collection/ search/353615 fig.10 El mapa psicogeográfico de París, Debord Guy, 1957. Colección MACBA. 44 45 fondos sindicales para la caricatura "El regreso de la columna Durruti"de André Bertrand, que dio un rodeo. A continuación, invitaron a los contextualistas a comentar la Universidad de Estrasburgo, lo que dio lugar a la obra del contextualista tunecino Mustapha/ Omar Khayati "Sobre la pobreza de la vida estudiantil". Los estudiantes imprimieron inmediatamente 10.000 ejemplares del folleto con fondos de la universidad y los distribuyeron en una ceremonia al inicio del curso académico. Esto provocó inmediatamente una protesta en los medios de comunicación locales, nacionales e internacionales. Finalmente, en el 68 estallaron los conocidos sucesos de mayo. Los situacionistas desempeñaron un papel importante en el levantamiento de mayo de 1968 y, en cierta medida, sus opiniones e ideas políticas contribuyeron a la crisis, proporcionando la base teórica central. Citas de dos importantes libros situacionistas, La sociedad del paisaje de Debord (1967) y La pobreza de la vida estudiantil de Caillati (1966), fueron escritas en los muros de París y de varias ciudades de provincia. Esto está documentado en el libro de fotografías de Walter Lewino de 1968, L'imagination au pouvoir. El manifiesto fundacional de la Internacional Situacionista, el Informe sobre la Construcción de Situaciones (1957), definía la construcción de situaciones como "la construcción concreta de la atmósfera de un momento vivo y su transformación en una cualidad superior de la pasión". El Internationale construida como "un momento de la vida concreta y conscientemente construido por la organización colectiva de un ambiente y un juego de acontecimientos. Los contextualistas sostienen que el capitalismo avanzado crea falsos deseos; literalmente, la publicidad omnipresente y la celebración del capital acumulado, y más ampliamente la abstracción y concreción de las experiencias más efímeras de la vida real en mercancías. El paso de la expresión personal a través de la experiencia directa vivida o la satisfacción de primera mano de los deseos reales a la expresión personal por delegación a través del intercambio o el consumo de mercancías o la alienación pasiva de segunda mano ha dado lugar a un daño significativo y de gran alcance a la calidad de la vida humana para los individuos y las sociedades. Otro concepto clave de la teoría situacionista es el medio principal para contrarrestar el paisaje. Situaciones y momentos vividos construidos deliberadamente para evocar y perseguir el deseo de autenticidad, la experiencia de la vida y la aventura, y la liberación de la vida cotidiana. El Centro Pompidou nació en esta época turbulenta. 46 47 b3 Simulación de lo cotidiano: Fun Palace y Centro Pompidou 32 Peter Rawstorne, “Piano & Rogers: Centre Beaubourg,” Architectural Design 42, no. 7 ,1972. El simulacro de 'Evryday life': teatro Estaba claro que existía un conflicto entre el programa de concursos de Beaubourg, altamente formalizado y superracionalizado, y la "revolución de la vida cotidiana", que fue el primer problema al que tuvieron que enfrentarse Piano y Rogers. La primera de estas preguntas se refiere a la relación entre la arquitectura y el entorno urbano: si el centro propone un conjunto complejo de actividades culturales que normalmente existen en la naturaleza, y al hacerlo agota el entorno de estas actividades, ¿cuáles son las recompensas de esta implosión? La segunda cuestión tiene que ver con la escala: si atrae a 10.000 habitantes al día (y, de hecho, el número será mucho mayor), ¿cómo crea el edificio las condiciones y las formas para responder a la diversidad inherente de estas personas, en lugar de relegarlas a un único monumento, "la máxima expresión palaciega de la "cultura" ajena a la vida ordinaria"? 32 Tras una semana de deliberaciones, Piano y Rogers decidieron que se presentarían siempre que adoptaran un enfoque provocador y polémico de estas cuestiones 48 49 y del "escrito formal y monumental".33 Su enfoque se basaba en los discursos descentralizadores, democratizadores y humanistas que rodean a las tecnologías de la comunicación y la informática. Observó Rogers: "Tomamos el ejemplo de Les Halles no son sólo lugares para vender carne y verduras, sino también lugares para reunirse, para comunicarse". Su respuesta fue una especie de máquina, una herramienta de información. En lugar de ofrecer un contenedor para el arte, ofreceríamos un edificio para la información, el entretenimiento y también para la cultura, una especie de marco de apoyo a la actividad, una máquina para todo en lugar de un edificio especializado que albergue una biblioteca, un museo, música; un imán; un intercambiador; más instrumento audiovisual que arquitectura.34 Peter Rice resumió estas primeras intenciones: Piano & Rogers tenían una idea clara del edificio o de la imagen que querían explorar, una idea derivada de Archigram, Cedric Price y Joan Littlewood, y del optimismo de los años sesenta. Se trataba de un gran marco suelto en el que podía ocurrir cualquier cosa. Una máquina de información. En su núcleo estaba la creencia, identificada en el pliego de condiciones, de que la cultura no debería ser elitista, que la cultura debería ser como cualquier otra forma de información: abierta a 33 Renzo Piano y Richard Rogers, “L’histoire du projet,” L’Architecture d’Aujourd’hui , no. 189 ,1977, pp.54. 34 Piano y Rogers, “L’histoire du projet,” pp.54. todos en un entorno amistoso y sin clases.35 Como dice el informe del jurado, el proyecto ganador demuestra que el jurado no se opone a las formas geométricas simples, sino que rechaza una monumentalidad sin función en favor de una en la que "el énfasis no equivale a la elocuencia y el arte por el arte se convierte en lo contrario del arte".36 Tal y como dijo Rogers más tarde, "Un arquitecto no es, en absoluto, un escultor. Por mi parte, creo que el arquitecto debe, por encima de todo, poner los conocimientos científicos y técnicos al servicio de sus contemporáneos".37 Pero esta propuesta, se quejaban los críticos, "sólo satisfaría a los que piensan que la solución a la crisis [de la arquitectura contemporánea] es de orden técnico".38 Sin embargo, en algunos aspectos, la propuesta de Piano y Rogers no iba lo suficientemente lejos. Piano y Rogers declararon claramente que querían evitar hacer un monumento y argumentaron que, en oposición al monumento, se podía proponer "un espacio de libertad caracterizado por el entrelazamiento de funciones que debe estimular la curiosidad de los visitantes y entretenerlos. Desafiar un enfoque monumental era romper con una concepción de la cultura como algo congelado, para buscar una definición más flexible y lúdica".39 Aunque a los ojos del jurado el esquema ganador evitaba un enfoque monumental, respondía sin embargo al encargo con un claro parti, en el sentido beaux-art de un concepto singular y simple que gobernaba todo el proyecto. De este modo, se equilibró cuidadosamente, por un lado, 35 Rice, "An Engineer Imagines", pp.25. 36 Rapport du jury, pp.25. 37 Piano, Rogers , and Picon, Du plateau Beaubourg au Centre Georges Pompidou , pp.37. 38 Ibid., pp.36. 39 Piano, Rogers , and Picon, Du plateau Beaubourg au Centre Georges Pompidou , pp.12. 50 51 la retórica de la indeterminación y la libertad y, por otro, el compromiso con un proyecto modernista, coherente y tecnocrático, así como el olor a monumentalidad heroica latente en su principal precedente, el Fun Palace de Cedric Price. El éxito de la imagen del proyecto radica, por tanto, como argumentó Banham en su crítica del edificio terminado, en la capacidad de construir un edificio muy grande en el espíritu de la nueva monumentalidad de Giedion, que afirmaba una imagen monumental sin la estabilidad del monumento o las pretensiones de permanencia.40 Sin embargo,el proyecto lo hizo sin recurrir a las tácticas de agrupación y crecimiento modular que auspiciaban los paisajes urbanos en terrazas de Erickson y Safdie, sino que afirmó descaradamente una fachada muy urbana que recordaba a puestas en escena monumentales como el Palacio Farnese de Roma. Esta paradoja se vio acentuada por el hecho de que, a finales de los años sesenta, las tácticas de aterrazamiento urbano y de agregación metabolista que estaban detrás de muchos de los esquemas antimonumentales representaban ahora, como señaló Porter en su momento, "el deseo de tener una oportunidad para una expresión arquitectónica masiva".41 El esquema del concurso, donde las vastas placas de piso interiores y la geometría simple tienen sus raíces en la investigación sobre la cubierta de servicios y la construcción industrializada de Rogers, Foster y otros arquitectos británicos y estadounidenses, el amplio utopismo tecnológico y la imaginería pop tenían sus raíces en el trabajo de Archigram y Price. Las ideas de Price circulaban de forma generalizada entre los 40 Gregor y Ulmer ha anal izado r e c i e n t e m e n t e e s t e a s p e c t o p a r a d ó j i c o d e l m o n u m e n t o informativo y el modo en que la información podría permitir la construcción de una especie de "nueva monumental idad". Véase Gregory Ulmer, Electronic M o n u m e n t s , M i n n e a p o l i s : University of Minnesota Press, 2005. 41 Citado en Dave Porter, “A Value- Free Architecture,” Architectural Design, Noviembre de 1970, pp.541. jóvenes arquitectos intelectualmente ambiciosos del Londres de mediados de los 60, donde había adquirido un estatus casi de culto.42 El Fun Palace de Price iba a ser diferente a cualquier otro edificio anterior, el Fun Palace desafiaría la propia definición de arquitectura, ya que ni siquiera era un "edificio" convencional, sino más bien una especie de andamio o marco que encerraba una máquina socialmente interactiva, una arquitectura virtual que fusionaba arte y tecnología. En cierto sentido, era la realización de la promesa largamente incumplida de las afirmaciones de Le Corbusier sobre una arquitectura tecnológicamente informada y la "máquina para vivir". No era un museo, ni una escuela, ni un teatro, ni un parque de atracciones, y sin embargo podía ser todas estas cosas simultáneamente o en diferentes momentos. El Fun Palace era un entorno que interactuaba y respondía continuamente a la gente. A mediados de la década de 1960 se había convertido en un vasto experimento social y en una causa célebre para decenas de intelectuales londinenses que veían en él el germen de una nueva forma de construir, pensar y ser. La aparente afinidad con el trabajo de la Internacional Situacionista no es casual. Tanto las ideas de Joan Littlewood como las de la IS surgieron de raíces ideológicas y artísticas comunes. Además, tanto Price como Littlewood eran amigos íntimos del poeta escocés y situacionista Alexander Trocchi, que se unió brevemente a las filas de asesores y colaboradores del Fun Palace. La idea original del Fun Palace fue obra de la difunta 42 Appleyard ofrece un estudio exhaustivo de la escena británica de la que Rogers formaba parte. Véase Appleyard,Richard Rogers, pp.181-85. 52 53 productora de teatro de vanguardia Joan Littlewood. Como joven actriz, se adelantó a la policía en sus primeros trabajos con sus revolucionarias actuaciones callejeras de agitprop con los Red Megaphones. En los años 50, fundó el Theatre Workshop en el East End londinense, y finalmente disfrutó de una serie de éxitos en el distrito teatral del West End con obras como A Taste of Honey y Oh! , What a Lovely War. Sin embargo, el corazón de Littlewood siempre ha permanecido en el teatro callejero de improvisación de los primeros días de la agitprop. Su sueño permanente había sido crear un nuevo tipo de teatro, en el que la gente pudiera experimentar la trascendencia y la transformación del teatro, no como público, sino como actores y participantes activos en un drama de autodescubrimiento. Era el momento adecuado para la idea de Littlewood, ya que la posguerra supuso una prolongada crisis de identidad para Gran Bretaña y los británicos. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la sociedad y la economía británicas habían cambiado drásticamente. Las reformas del Estado del Bienestar del líder laborista Aneurin Bevan pusieron un nuevo énfasis en la persona común, y las nuevas políticas educativas pusieron la educación superior a disposición de personas de todas las clases. Al mismo tiempo, Gran Bretaña luchaba por mantener el ritmo en un mercado mundial cada vez más competitivo. Los despidos, los cierres de fábricas y la automatización significaban que habría menos gente empleada y que los que tenían trabajo trabajarían menos horas. El ocio surgió como un importante problema político, económico, social y arquitectónico en Gran Bretaña en aquella época. Tanto los críticos sociales como los políticos británicos trataron (a veces con un espíritu bastante condescendiente y puritano) de canalizar el tiempo libre de la clase trabajadora, alejándolo de la ociosidad y de las formas de ocio inaceptables (como la delincuencia, el alcoholismo y la revolución política), hacia nuevos usos constructivos y productivos. La plataforma del Partido Laborista de 1959 predijo que la automatización del lugar de trabajo conduciría pronto a una economía británica basada predominantemente en el ocio: El Gobierno laborista de la posguerra demostró que, en una sociedad debidamente planificada, es posible garantizar el pleno empleo; y, a medida que se extienda la automatización, también será posible, manteniendo el pleno empleo, reducir constantemente el número de horas que la mayoría de la gente tiene que trabajar. Estos dos grandes avances supondrán un cambio drástico en nuestra mentalidad social. Una vez que el pleno empleo esté de nuevo asegurado, el énfasis se pondrá cada vez más en el ocio y no en el trabajo para todos.43 Littlewood pensó en el Fun Palace como una salida creativa y constructiva para esta esperada ganancia de ocio. Lo veía como una forma de abrir al público británico a nuevas experiencias y a las posibilidades de aprendizaje y descubrimiento durante toda la vida. En un artículo publicado en 1964 en The New Scientist, 43 El Partido Laborista (1959) Leisure for Living, Londres, pp.5. 54 55 Littlewood se refirió directamente a las nuevas condiciones económicas y a la previsión de la sociedad del ocio, anunciando su idea del Fun Palace: Los políticos y los educadores, al hablar del aumento del ocio, suponen en su mayoría que la gente está tan adormecida, o es tan servil, que las horas en las que se gana dinero pueden hacerse poco más higiénicamente soportables mientras se cultiva una nueva conciencia durante las horas de ocio.... En Londres vamos a crear una universidad de las calles, no un parque elegante, sino un anticipo de los placeres del futuro. El "Fun Arcade" estará lleno de los juegos que los psicólogos y los ingenieros electrónicos diseñan ahora al servicio de la industria o de la guerra. El conocimiento se transmitirá a través de gramolas... Una zona de actuación ofrecerá la terapia del teatro para todos: los hombres y mujeres de las fábricas, los comercios y las oficinas, aburridos de su rutina diaria, podrán recrear incidentes de su propia experiencia, despertando una conciencia crítica de la realidad ... Pero la esencia del lugar será la informalidad, nada obligatorio, todo vale. No habrá estructuras permanentes. Nada durará más de diez años, algunas cosas ni siquiera diez días: nada de estadios de hormigón, manchados y agrietados, nada de legado de arquitectura contemporánea noble, rápidamentedatable ... Con la informalidad va la flexibilidad. Las "zonas" que se han enumerado no son recintos segregados. Todo el plan es abierto, pero en muchos niveles. De este modo, se conserva el mayor placer de los parques tradicionales: el placer de pasear despreocupadamente, contemplando una u otra de estas zonas o (si se prefiere esto) instalándose en varias horas de juego.44 En 1962, conoció al joven arquitecto Cedric Price, cuyos intereses le habían llevado lejos de las convenciones del modernismo de estilo internacional para abrazar las ideas de Buckminster Fuller, el arte del Grupo Independiente y las tecnologías emergentes de la cibernética, la teoría de los juegos y los ordenadores. Price ya había empezado a hacerse un nombre como renegado de la arquitectura. Price pronto se dió cuenta de que sus propuestas requerirían un tipo radicalmente nuevo de arquitectura interactiva y variable, muy adaptable al paisaje cultural de Inglaterra, que cambiaba rápidamente, ahora y en el futuro. Las numerosas notas y borradores de manifiesto que Price y Littlewood produjeron indican que el Fun Palace fue concebido explícitamente como una respuesta a las crisis sociales y económicas a las que se enfrentaba Inglaterra tras la Segunda Guerra Mundial, y especialmente a la forma en que la tecnología estaba cambiando las distinciones entre trabajo, educación y ocio. Con un sentido de urgencia, Price y Littlewood escribieron: La automatización está llegando. Cada vez 44 Littlewood, J.'A Laboratory of Fun,' The New Scientist , 14, mayo de 1964, pp.432-3. 56 57 más, las máquinas hacen nuestro trabajo por nosotros. Todavía va a sobrar más tiempo, más energía humana sin consumir. El problema al que nos enfrentamos es mucho más que el del "aumento del ocio" al que tan inocentemente se refieren nuestros políticos y educadores. Esto es subestimar el futuro. El hecho es que, a medida que las máquinas se hacen cargo de más tareas, el trabajo y el ocio son conceptos cada vez más irrelevantes. La distinción entre ellos se rompe. Necesitamos, y tenemos derecho, a disfrutar de la totalidad de nuestras vidas. Debemos empezar a descubrir ahora cómo hacerlo.45 Sus diseños comenzaron a describir una arquitectura improvisada de actividad constante, en un proceso continuo de construcción, desmontaje y remontaje. Sería un vasto marco donde la población de clase trabajadora del este de Londres podría montar sus propios entornos de aprendizaje y ocio, donde el sueño de Littlewood podría hacerse realidad, donde la gente podría escapar de la rutina diaria y la existencia en serie y embarcarse en un viaje de creatividad y desarrollo personal. Price pensó en el Fun Palace en términos de proceso, como eventos en el tiempo más que como objetos en el espacio, y adoptó la indeterminación como principio básico de diseño.46 Los primeros dibujos de Price presentaban el desconcertante espectáculo de una matriz tridimensional con trozos pegados aquí y allá (fig.11). Era un andamio de actividad constante que nunca 45 Borrador del folleto del Palacio de la Diversión, Documento de folio del Fun Palace DR1995:0188:526, Cedric Price Archivos. 46 Tanto para Price como para Henri Bergson, los procesos v itales son esencialmente creat ivos, no apuntan a una meta o telos particular, sino que son una fuente incesante de novedad sin objetivo final. llegaría a completarse, porque el plan, el programa y el objetivo finales nunca eran finitos y siempre cambiaban. Lo consideraba un marco esquelético, como un mecano o un enrejado de jardín, dentro del cual y alrededor del cual podían crecer y desarrollarse las actividades. Lo describió: un gran astillero en el que se pueden montar, trasladar, reorganizar y desechar continuamente recintos como teatros, cines, restaurantes, talleres y zonas de concentración. Sus controles ambientales mecánicos permiten su ubicación en una zona industrial de gran suciedad, inadecuada para otros tipos de edificios de ocio más convencionales.(fig.12)47 Newby y Price idearon un sistema estructural consistente en catorce filas paralelas de torres de servicio, separadas por sesenta pies, que formaban dos "pasillos" laterales de sesenta pies que flanqueaban un vano central de 120 pies de ancho. El plan resultante era un patrón de cuadrados entrelazados de diferentes tamaños, al que Newby se refirió como la "rejilla de tartán", que proporcionaba tanto estabilidad como flexibilidad programática. Las escaleras, los ascensores, los cables eléctricos y los conductos mecánicos se situaron en las torres cuadradas, dejando las bahías anchas libres de obstáculos. El marco estructural tendría 780 - pies de largo y 360 - pies de ancho. Habría dos grúas de pórtico que abarcarían los 240 pies de ancho de las naves centrales y que podrían recorrer toda la longitud de la estructura para colocar 47 Cedric Price, memorandum(1964), Documento de folio del Fun Palace DR1995:0188:526, Cedric Price Archivos. 58 59 fig.11 Cedric Price, Fun Palace, sección, c. 1964. Cedric Price Archivos, Canadian Centre for Architecture, Montreal. fig.12 Cedric Price, Fun Palace, sección, c. 1964. Cedric Price Archivos, Canadian Centre for Architecture, Montreal. 60 61 fig.14 Cedric Price, Fun Palace, sección, c. 1964. Cedric Price Archivos, Canadian Centre for Architecture, Montreal. fig.13 Cedric Price, Fun Palace, sección, c. 1964. Cedric Price Archivos, Canadian Centre for Architecture, Montreal. 62 63 los elementos modulares en su sitio (fig.13). Unas escaleras mecánicas pivotantes y unas pasarelas móviles facilitarían la circulación interna. Un techo de membrana suspendido de una red de cables cubría la mayor parte del espacio central, con "persianas" operables sobre la "zona de reunión" central. Entre el tejado y el nivel del suelo en las naves centrales de 120 pies, los suelos, las paredes y los módulos podían ser levantados en su lugar por las grúas aéreas que recorrían la longitud del edificio. Los usuarios podían improvisar y cambiar sus propios espacios, utilizando las grúas para montar paredes prefabricadas, plataformas, suelos, escaleras y módulos de techo. Las estructuras y elementos internos consistían en unidades modulares estandarizadas e inflables de plástico y aluminio que podían colocarse y reubicarse en cualquier lugar de la estructura general. También habría un complejo sistema de control ambiental, que generaría "zonas de vapor estático cargado, barreras ópticas, cortinas de aire caliente y dispersión de niebla". Prácticamente todas las partes de la estructura debían ser variables, siendo el marco estructural general el elemento fijo(fig.14). Pask aceptó unirse al equipo del Palacio de la Diversión y organizó el Subcomité de Cibernética del Fun Palace, y junto con Littlewood y Price, Pask se convirtió en la tercera personalidad importante detrás del Fun Palace.48 Pask fue desplazando el enfoque del Palacio de la Diversión desde el teatro brechtiano hacia la cibernética, la interactividad y el control social.49 Los últimos avances de la tecnología cibernética parecían ser una promesa infinita para conciliar los "ladrillos y el cemento" con las funciones y los programas multivalentes y siempre cambiantes del Fun Palace.Price no estaba exactamente de acuerdo con la noción de Pask del arquitecto como ingeniero social. En cambio, confiaba en que los sistemas de control cibernético le permitirían a él o a cualquier otra fuerza paternal y controladora retirarse por completo de la escena. Esperaba que un sistema de control cibernético autónomo permitiera a los usuarios dar forma a sus propios entornos y a sus propios objetivos de acuerdo con sus deseos particulares, ciertamente no los suyos o los de alguna élite intelectual. La organizacióndel Fun Palace, esbozada por el Subcomité de Cibernética en un memorándum de 1964, consistía en una división en seis zonas organizativas. La Zona Uno estaba dedicada a los diversos tipos de máquinas de enseñanza que Pask y su equipo de Investigación de Sistemas ya habían desarrollado. Además, las transmisiones televisivas de la "vida real" de las minas de carbón, las acerías, las fábricas, los zoológicos, las granjas, la Cámara de los Comunes, la policía y las salas de urgencias de los hospitales ofrecían a los espectadores la posibilidad de observar esos entornos sin editar (anticipando la televisión de la "vida real"). En la Zona Dos, los usuarios podían participar en nuevas formas de expresión, como el teatro, la música y la danza. Las salas de cine y los estudios de la Zona Tres ofrecían a los jóvenes directores la posibilidad de realizar sus propias películas, mientras que en los laboratorios 48 Es revelador que en sus escritos, Pask c itara con frecuencia el Fun Palace como un ejemplo de arquitectura virtual. 49 C e d r i c P r i c e , ( l a t e 1 9 6 3 ? ) , ‘Notes on Cybernetic Aspects,’ Documento de folio del Fun Palace DR1995:0188:526, Cedric Price Archivos. 64 65 de la Zona Cuatro los usuarios podían realizar sus propios experimentos científicos. Las zonas cinco y seis ofrecían espacios de estudio para la pintura y la escultura. La lista no era exhaustiva, ya que el comité consideraba que la variedad de actividades nunca podía preverse con precisión.50 El Comité de Cibernética comenzó a desarrollar modelos matemáticos de los aspectos estadísticos, psicológicos y sociológicos del proyecto.51 Para ayudar a recopilar los modelos matemáticos, en 1964 el Comité hizo circular entre sus amigos cuestionarios destinados a obtener posibles actividades que el Fun Palace podría albergar o simular en lo que seguramente fue uno de los primeros ejemplos del concepto de realidades virtuales. Las respuestas sugirieron una amplia gama de actividades como: Comer Practicar el esquí Beber Bolos Karting Bailar Conciertos de música Descanso Bailes de campo Teatro y ópera Tiro con arco Son et lumière Natación Fotografía Restauración de coches de época Patrones de voz Pintar con los dedos Admiración mutua (requiere espejos de bolsillo) [y la actividad por excelencia] '¿te importa? (sexo)52 El Comité de Cibernética trabajó estrechamente con el Grupo de Ideas del Fun Palace para generar posibles actividades para el mismo. Las listas parecían ser una especie de obsesión entre los grupos consultores. A principios de agosto de 1964, el presidente del Grupo de Ideas, el psicólogo John Clark, presentó su propia "Lista de 70 proyectos para un Fun-Palace", que describe varias realidades virtuales (mucho antes de la "RV") que podrían crearse dentro del Fun Palace. Entre ellas se incluían sugerencias tan tentadoras como: El universo habitado ¿Por qué no probar un viaje alrededor de la luna en nuestro realista simulador de cápsula espacial? El camarote del capitán Nemo: Un restaurante submarino La gruta de los caleidoscopios La cámara lúcida El laberinto del silencio El cine cibernético El generador de fantasía Subir al árbol de la evolución La caverna caligráfica 53 Su lista de sugerencias provocativas se asemeja a 50 Folleto del Fun Palace borrador, (1964?), Documento de folio del Fun Palace DR1995:0188:526, Cedric Price Archivos. 51 Ibid,. 52 C i b e r n é t i c a S u b c o m i t é , cuestionario, 1964, Documento d e f o l i o d e l F u n P a l a c e DR1995:0188:526, Cedric Price Archivos. 53 John Clark, 'A List of 70 Projects for a Fun Palace', 1 de agosto de 1964, documento del Fun Palace folio DR1995:0188:526, Archivos Cedric Price. John Clark fue el convocante del Grupo de Ideas del Fun Palace. 66 67 los escenarios de Italo Calvino, o a las propuestas presentadas por miembros de la Internacional Situacionista unos años antes, como los "misterios" urbanos y la "dérive continua" descritos en el "Formulario para un nuevo urbanismo" de Ivan Chtcheglov de 1953: Shower-Bath of the Patriarchs Sports Pharmacy Martyrs Provisions Cafe Fifth Avenue Prolonged Volunteers Street Hotel of Strangers Wild Street 54 La fluidez programática y la indeterminación formal del Fun Palace podrían considerarse una simulación arquitectónica de las transformaciones experimentadas en toda la sociedad británica de posguerra. El Fun Palace como estrategia crítica para contrarrestar las fuerzas más siniestras del control social dentro de la sociedad unidimensional, es un intento de realizar la visión de Marcuse de la emancipación social a través del juego y el trabajo no alienado. Volviendo al Centro Pompidou, su simulación de la sociedad se materiliaza con la envolvente. Tanto las propuestas iniciales de concurso como las definitivas proponen plataformas horizontales genéricas, delimitadas en sus lados largos por un marco que contiene los principales flujos y servicios. De este modo, retoman el tipo de planta del Fun Palace de Price y del concurso de la Newport School 55 Como dijo Rogers más tarde, "el deseo de conciliar la permanencia y el cambio es uno de los hilos conductores de nuestro trabajo". (Piano, Rogers y Picon, Du plateau Beaubourg au Centre Georges Pompidou, pp.14.) de Foster: un vacío rectangular revestido en sus dos lados largos por una fachada engrosada que contiene la estructura, las circulaciones horizontales y verticales y otros servicios. La propuesta para el concurso era como una enorme infraestructura, con dos alzados como marco principal yestable, con suelos configurables apoyados entreellos que ofrecían una estrategia de componentesmóviles y adaptables para soportar el cambio. Elproyecto final puede entenderse como un gran marcoestructural y una enorme cubrición delimitada por unafina cáscara de acero y vidrio, a su vez laminado en su lado largo por un alzado de 6 m de profundidad, una piel compleja y porosa pero estática entre el interior del edificio y el entorno urbano. Las fachadas eran, pues, una estrategia para conciliar la permanencia y el cambio.55 Se trataba de un gigantesco armazón que atraía la actividad de la plaza hacia el interior del edificio, absorbiendo en su suave recinto la bulliciosa vida y los acontecimientos propuestos para la plaza, al tiempo que proyectaba hacia la ciudad un símbolo de apertura indiferenciada. Cabe destacar que el segundo sommaire del proyecto Avant no vuelve a los dos marcos abiertos del programa del concurso, sino que conserva la gran densidad y solidez del primer sommaire del proyecto Avant (fig.15). En el esquema del concurso, las dos fachadas principales no definían una caja, sino más bien dos superficies semiautónomas con un conjunto suelto de actividades distribuidas entre ellas y debajo de ellas (fig.16). La asimetría de estas actividades -peatones en la plaza, servicios y mercancías en la calle- significaba que el edificio tenía un frente y una parte trasera claros, 54 Son traducciones literales de los nombres de edificios y nombres de calles, citados por Chtcheglov, I. (1953) en "Formulary for a new urbanism", en K. Knabb (ed.) 68 69 fig.15 Inscripción en el concurso de piano y Rogers - modelo. Archivos CGP. fig.16 Inscripción en el concurso de piano y Rogers - modelo. Archivos CGP. fig.17 Proyecto final - sección (detalle). De Powell, Richard Rogers, 110. 70 71 una lectura fomentada por la ubicación del edificio a lo largo de la Rue du Renard y la proyección de las fachadas muy por encima de los tejados tanto de los edificios vecinos como de los volúmenes situados entre ellos. La actividad que tiene lugar en este espacio de piel es espontánea y no está claramente definida por Piano y Rogers, de modo que, a medida
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