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Tema IX: Síndrome de malabsorción El síndrome de malabsorción (SMA) es el conjunto de manifestaciones clínicas que resultan de la dificultad de absorber nutrientes. Deben diferenciarse dos fenómenos: 1. Maldigestión: dificultad en la transformación de los nutrientes en productos absorbibles. Entre sus causas están las infecciones, anomalías primarias de la mucosa, digestión intraluminal defectuosa (insuficiencia pancreática, obstrucción biliar), cirugías gástricas resectivas. 2. Malabsorción: corresponde a la captación y transporte defectuoso de nutrientes adecuadamentes digeridos, incluyendo vitaminas y otros micronutrientes. Entre sus causas están la enfermedad celiaca, obstrucción linfática, infecciones, superficie intestinal disminuida, iatrogenia. Las manifestaciones incluidas en este síndrome son la diarrea, disminución del peso, malnutrición, variable malestar abdominal. En general, pudiese encontrarse hipocolesterolemia e hipoalbuminemia, trastornos electrolíticos y ácido base, disminución del calcio, fósforo y zinc, anemia ferropriva, entre otros. 1. ETIOLOGÍA Página � 43 XI. SÍNDROME DE MALABSORCIÓN CAPÍTULO 294 Trastornos de la absorción 2475 linfático, ya que los quilomicrones con lípidos salen de las células epite- liales intestinales a través de los linfáticos (cuadro 294-4; fi g. 294-4). En ausencia de una obstrucción mecánica o anatómica linfática, la disfun- ción linfática intestinal intrínseca, con o sin disfunción linfática en las extremidades periféricas, se ha denominado linfangiectasia intestinal. Asimismo, alrededor de 50% de los individuos con enfermedad linfática periférica intrínseca (enfermedad de Milroy) presenta también linfan- giectasia e hipoproteinemia. Aparte de la esteatorrea y del incremento de la pérdida de proteínas, el resto de las funciones absortivas intestina- les es normal en este trastorno. Otras causas En los pacientes que parecen tener una enteropatía perdedora de proteí- nas idiopática sin ninguna enfermedad gastrointestinal evidente, se debe explorar la presencia de una cardiopatía, en especial una valvulo- patía del lado derecho con pericarditis crónica (caps. 237 y 239). En algunas ocasiones, la hipoproteinemia es la única forma de presentación de estos dos tipos de cardiopatía. La enfermedad de Ménétrier (también llamada gastropatía hipertrófi ca) es una entidad poco frecuente que afecta el cuerpo y el fondo del estómago, y se caracteriza por pliegues gástricos grandes, reducción de la secreción ácida del estómago y, en algunas ocasiones, incremento de la pérdida de proteínas por el estó- mago. Enteropatía perdedora de proteínasTRATAMIENTO Dado que la pérdida excesiva de proteínas por el tubo digestivo suele ser secundaria a una enfermedad específica, el tratamiento debe dirigirse principalmente a la causa subyacente y no a la hipo- proteinemia. Por ejemplo, si existe una hipoproteinemia significati- va con edema periférico producida por enfermedad celiaca o colitis ulcerosa, el tratamiento inicial debe ser, respectivamente, dieta sin gluten o mesalamina. Cuando el aumento de la pérdida de proteínas se debe a obstrucción linfática, es esencial establecer la causa de esta obstrucción. La radiografía permite identificar la presencia de ade- nopatías mesentéricas o de un linfoma. Asimismo, es importante excluir una cardiopatía como causa de la enteropatía perdedora de proteínas mediante ecocardiografía o, en algunas ocasiones, con cateterismo derecho. El aumento de la pérdida de proteínas que ocurre en la linfangiec- tasia intestinal es consecuencia de la distensión de los linfáticos asociada a malabsorción de lípidos. El tratamiento de la hipoprotei- nemia debe acompañarse de una dieta escasa en grasas y de la admi- nistración de MCT (cuadro 294-3), que no salen de las células epiteliales intestinales a través de los linfáticos sino a través de la vena porta. RESUMEN En el cuadro 294-8 se muestra una clasifi cación fi siopatológica de muchos trastornos que producen malabsorción. En el cuadro 294-9 se resume la fi siopatología de las diversas manifestaciones clínicas de la malabsorción. CUADRO 294-8 Clasificación de los síndromes de malabsorción Digestión inadecuada Posgastrectomíaa Déficit o inactivación de lipasa pancreática Insuficiencia pancreática exocrina Pancreatitis crónica Carcinoma de páncreas Fibrosis quística Insuficiencia pancreática: congénita o adquirida Gastrinoma: inactivación de la lipasa por el ácidoa Fármacos: orlistat Reducción de la concentración intraduodenal de ácido biliar o alteración de la formación de micelas Enfermedad hepática Enfermedad parenquimatosa hepática Hepatopatía colestásica Proliferación bacteriana en el intestino delgado: Estasis anatómica Estasis funcional Estasis de asa aferente Diabetesa o asa ciega, Esclerodermiaa estenosis, fístulas Seudoobstrucción intestinal Interrupción de la circulación enterohepática de sales biliares Reacción ileal Enfermedad de Crohna Fármacos (que se unen a las sales biliares o las precipitan): neomicina, colestiramina, carbonato de calcio Alteración de la absorción mucosa/pérdida o defecto de la mucosa Resección o derivación intestinala Inflamación, infiltración o infecciones: Enfermedad de Crohna Enfermedad celiaca Amiloidosis Esprúe colagenoso Esclerodermiaa Enfermedad de Whipplea Linfomaa Enteritis por radiacióna Enteritis eosinófila Déficit de folato y vitamina B12 Mastocitosis Infecciones: giardiosis Esprúe tropical Enfermedad de injerto contra hospedador Trastornos genéticos Déficit de disacaridasa Agammaglobulinemia Abetalipoproteinemia Enfermedad de Hartnup Cistinuria Alteración del aporte de nutrimentos hacia o desde el intestino: Obstrucción linfática Trastornos circulatorios Linfomaa Insuficiencia cardiaca congestiva Linfangiectasia Pericarditis constrictiva Ateroesclerosis mesentérica Vasculitis Trastornos endocrinos y metabólicos Diabetesa Hipoparatiroidismo Insuficiencia suprarrenal Hipertiroidismo Síndrome carcinoide a La malabsorción es producida por más de un mecanismo. CAPÍTULO 294 Trastornos de la absorción 2475 linfático, ya que los quilomicrones con lípidos salen de las células epite- liales intestinales a través de los linfáticos (cuadro 294-4; fi g. 294-4). En ausencia de una obstrucción mecánica o anatómica linfática, la disfun- ción linfática intestinal intrínseca, con o sin disfunción linfática en las extremidades periféricas, se ha denominado linfangiectasia intestinal. Asimismo, alrededor de 50% de los individuos con enfermedad linfática periférica intrínseca (enfermedad de Milroy) presenta también linfan- giectasia e hipoproteinemia. Aparte de la esteatorrea y del incremento de la pérdida de proteínas, el resto de las funciones absortivas intestina- les es normal en este trastorno. Otras causas En los pacientes que parecen tener una enteropatía perdedora de proteí- nas idiopática sin ninguna enfermedad gastrointestinal evidente, se debe explorar la presencia de una cardiopatía, en especial una valvulo- patía del lado derecho con pericarditis crónica (caps. 237 y 239). En algunas ocasiones, la hipoproteinemia es la única forma de presentación de estos dos tipos de cardiopatía. La enfermedad de Ménétrier (también llamada gastropatía hipertrófi ca) es una entidad poco frecuente que afecta el cuerpo y el fondo del estómago, y se caracteriza por pliegues gástricos grandes, reducción de la secreción ácida del estómago y, en algunas ocasiones, incremento de la pérdida de proteínas por el estó- mago. Enteropatía perdedora de proteínasTRATAMIENTO Dado que la pérdida excesiva de proteínas por el tubo digestivo suele ser secundaria a una enfermedad específica, el tratamiento debe dirigirse principalmente a la causa subyacente y no a la hipo- proteinemia. Por ejemplo, si existe una hipoproteinemia significati- va con edema periférico producida por enfermedad celiaca o colitis ulcerosa, el tratamiento inicial debe ser, respectivamente, dieta sin gluteno mesalamina. Cuando el aumento de la pérdida de proteínas se debe a obstrucción linfática, es esencial establecer la causa de esta obstrucción. La radiografía permite identificar la presencia de ade- nopatías mesentéricas o de un linfoma. Asimismo, es importante excluir una cardiopatía como causa de la enteropatía perdedora de proteínas mediante ecocardiografía o, en algunas ocasiones, con cateterismo derecho. El aumento de la pérdida de proteínas que ocurre en la linfangiec- tasia intestinal es consecuencia de la distensión de los linfáticos asociada a malabsorción de lípidos. El tratamiento de la hipoprotei- nemia debe acompañarse de una dieta escasa en grasas y de la admi- nistración de MCT (cuadro 294-3), que no salen de las células epiteliales intestinales a través de los linfáticos sino a través de la vena porta. RESUMEN En el cuadro 294-8 se muestra una clasifi cación fi siopatológica de muchos trastornos que producen malabsorción. En el cuadro 294-9 se resume la fi siopatología de las diversas manifestaciones clínicas de la malabsorción. CUADRO 294-8 Clasificación de los síndromes de malabsorción Digestión inadecuada Posgastrectomíaa Déficit o inactivación de lipasa pancreática Insuficiencia pancreática exocrina Pancreatitis crónica Carcinoma de páncreas Fibrosis quística Insuficiencia pancreática: congénita o adquirida Gastrinoma: inactivación de la lipasa por el ácidoa Fármacos: orlistat Reducción de la concentración intraduodenal de ácido biliar o alteración de la formación de micelas Enfermedad hepática Enfermedad parenquimatosa hepática Hepatopatía colestásica Proliferación bacteriana en el intestino delgado: Estasis anatómica Estasis funcional Estasis de asa aferente Diabetesa o asa ciega, Esclerodermiaa estenosis, fístulas Seudoobstrucción intestinal Interrupción de la circulación enterohepática de sales biliares Reacción ileal Enfermedad de Crohna Fármacos (que se unen a las sales biliares o las precipitan): neomicina, colestiramina, carbonato de calcio Alteración de la absorción mucosa/pérdida o defecto de la mucosa Resección o derivación intestinala Inflamación, infiltración o infecciones: Enfermedad de Crohna Enfermedad celiaca Amiloidosis Esprúe colagenoso Esclerodermiaa Enfermedad de Whipplea Linfomaa Enteritis por radiacióna Enteritis eosinófila Déficit de folato y vitamina B12 Mastocitosis Infecciones: giardiosis Esprúe tropical Enfermedad de injerto contra hospedador Trastornos genéticos Déficit de disacaridasa Agammaglobulinemia Abetalipoproteinemia Enfermedad de Hartnup Cistinuria Alteración del aporte de nutrimentos hacia o desde el intestino: Obstrucción linfática Trastornos circulatorios Linfomaa Insuficiencia cardiaca congestiva Linfangiectasia Pericarditis constrictiva Ateroesclerosis mesentérica Vasculitis Trastornos endocrinos y metabólicos Diabetesa Hipoparatiroidismo Insuficiencia suprarrenal Hipertiroidismo Síndrome carcinoide a La malabsorción es producida por más de un mecanismo. PARTE 14 Enferm edades del aparato digestivo 2462 Los ácidos biliares se absorben en mayor medida por un proceso acti- vo dependiente de Na+ que ocurre sólo en el íleon, aunque también pue- den absorberse en menor grado mediante un proceso de transporte no mediado por transportador en yeyuno, íleon y colon. Los ácidos biliares conjugados que penetran en el colon son desconjugados por enzimas bacterianas del colon para formar ácidos biliares no conjugados que son absorbidos rápidamente por difusión no iónica. Las enzimas bacteria- nas del colon también deshidroxilan los ácidos biliares primarios para formar los secundarios. Los ácidos biliares absorbidos por el intestino retornan al hígado a través de la vena porta, donde son de nuevo secretados (fi g. 294-1). La síntesis de ácidos biliares es autorregulada en buena medida por la 7α-hidroxilasa, que es la enzima inicial de la degradación del colesterol. Un descenso de la cantidad de ácidos biliares que retorna al hígado des- de el intestino se asocia con un incremento de la síntesis de ácidos bilia- res y del catabolismo del colesterol, lo que ayuda a mantener la cantidad total de ácidos biliares en valores relativamente constantes. Sin embargo, existe una capacidad más o menos limitada para aumentar la síntesis de ácidos biliares: alrededor de dos a dos veces y media (véase más adelan- te en este capítulo). La reserva total de ácidos biliares es de alrededor de 4 g y recircula unas dos veces en cada comida a través de la circulación enterohepática, o sea de seis a ocho veces en un periodo de 24 h. Una cantidad relativamente pequeña de ácidos biliares no es absorbida y se excreta todos los días con las heces. Esta pérdida fecal es compensada por la síntesis hepática. Los defectos en cualquiera de las etapas de la circulación enterohepá- tica de los ácidos biliares pueden reducir la concentración duodenal de ácidos biliares conjugados, y dar como resultado esteatorrea. Por ello, la esteatorrea puede ser causada por alteraciones en la síntesis y excreción de los ácidos biliares, en su estado físico en la luz intestinal, o en su reabsorción (cuadro 294-1). Síntesis El descenso de la síntesis de ácidos biliares y la consiguiente esteatorrea han sido demostrados en las hepatopatías crónicas, aunque la esteato- rrea no suele ser una característica destacada del cuadro clínico de estos pacientes. Secreción Aunque la secreción de ácidos biliares puede reducir o desaparecer cuando hay una obstrucción biliar, la esteatorrea rara vez es un proble- ma médico trascendental en estos pacientes. Por el contrario, la cirrosis biliar primaria representa un defecto de la excreción canalicular de los aniones orgánicos, incluidos los ácidos biliares, y no es raro que se aso- cie con esteatorrea y sus consecuencias, por ejemplo osteopatía crónica. Por lo tanto, la osteopenia/osteomalacia y otras anomalías óseas cróni- cas que a menudo se observan en los pacientes con cirrosis biliar prima- ria y otros síndromes colestásicos son secundarias a la esteatorrea, que provoca malabsorción de calcio y vitamina D así como los efectos de la colestasis (es decir, ácidos biliares y citocinas infl amatorias). Mantenimiento de los ácidos biliares conjugados En los síndromes de proliferación bacteriana asociados con diarrea, esteatorrea y anemia macrocítica ocurre un incremento en el intestino delgado de la microfl ora bacteriana del colon. La esteatorrea es princi- palmente consecuencia del decremento de los ácidos biliares conjuga- dos secundario a su desconjugación por las bacterias del colon. Otros dos mecanismos complementarios favorecen el trastorno resultante en la formación de micelas: 1) los ácidos biliares no conjugados son absorbi- dos rápidamente en el yeyuno por difusión no iónica, lo que induce un descenso de su concentración duodenal, y 2) la concentración micelar crítica (CMC) de ácidos biliares no conjugados es más alta que la de conjugados, y los primeros son menos efi caces que los segundos para la formación de micelas. Reabsorción La disfunción ileal provocada por la enfermedad de Crohn o por una resección quirúrgica ocasiona un descenso de la reabsorción de ácidos biliares en el íleon y un aumento del paso de ácidos biliares al intestino grueso. Las consecuencias clínicas (diarreas con o sin esteatorrea) son determinadas por el grado de disfunción ileal y la respuesta de la circu- lación enterohepática a la pérdida de ácidos biliares (cuadro 294-2). Los pacientes con enfermedad o resección ileal limitada con frecuencia pre- sentan diarrea, aunque no esteatorrea. La diarrea, que es el resultado de la secreción activa de Cl en el colon estimulada por ácidos biliares, se ha denominado diarrea de ácidos biliares, o enteropatía colerética, y res- ponde con rapidez a la colestiramina, una resina de unión a aniones. Estos pacientes no sufren esteatorrea porque la síntesis hepática de áci- dos biliares incrementa para compensar el aumento de las pérdidasfecales, lo que permite mantener la cantidad total de ácidos biliares y sus concentraciones intraduodenales. Por el contrario, los pacientes con enfermedades más graves o resecciones más extensas del íleon tendrán diarrea y esteatorrea con mayor frecuencia, que además no responde a Colesterol Ácidos biliares (0.5 g sintetizados/ día) NORMAL Cantidad total de ácidos biliares, 4 g [Ácidos biliares] >4 mM Yeyuno Íleon Na 0.5 g de ácidos biliares excretados por día COLON Figura 294-1 Representación esquemática de la circulación enterohepática de los ácidos biliares. Se sintetizan a partir del catabolismo del colesterol en el hígado. Se secretan en la bilis y se almacenan en la vesícula biliar entre las comidas y por la noche. La presencia de alimento en el duodeno induce la liberación de cole- cistocinina, que es un potente estimulante de la contracción vesicular, lo que hace que los ácidos biliares entren en el duodeno. Se absorben en mayor medida por un proceso de transporte dependiente de sodio (Na) localizado sólo en el íleon. Una cantidad relativamente pequeña de ácidos biliares (~500 mg) no se absorbe en un periodo de 24 h y se pierde en las heces. Las pérdidas fecales de ácidos biliares se compensan con la síntesis. Por tanto, la cantidad total de ácidos biliares presente en el organismo en cualquier momento es alrededor de 4 g y circula dos veces durante cada comida o de seis a ocho veces en un periodo de 24 horas. CUADRO 294-1 Defectos en la circulación enterohepática de ácidos biliares Proceso Defecto fisiopatológico Ejemplo Síntesis Disfunción hepática Cirrosis Secreción biliar Disfunción canalicular Cirrosis biliar primaria Mantenimiento de los ácidos biliares conjugados Proliferación bacteriana Diverticulosis yeyunal Reabsorción Disfunción ileal Enfermedad de Crohn 2. ESTUDIO 1. Esteatocrito: La mayoría de los pacientes con SMA tiene esteatorrea, por lo que es fundamental cuantificarla en 24 horas, siendo patológico más de 7-14 gramos en 24 horas. Puede utilizarse tinción de Sudán para identificar la esteatorrea de forma cualitativa. 2. Test de D Xilosa: Se administra D Xilosa en ayunas, que se absorbe de forma pasiva sin necesidad de hidrólisis, y debe estar presente a la hora en plasma, y a las 6 horas en orina. Es anormal cuando el yeyuno está alterado (Malabsorción), y normal en caso de que el problema se encuentre en la digestión (INSUFICIENCIA PANCREÁTICA EXOCRINA), sin embargo, está cada vez más en desuso por su alta tasa de falsos positivos y negativos. 3. Determinación de alfa antitripsina 1 fecal: útil en la sospecha de enteropatía pierde proteínas 4. Tests para evaluar insuficiencia pancreática exocrina: test de excreción urinaria de bentiromida, test de la secretina colecistoquinina (evaluación del contenido de jugo duodenal de bicarbonato o enzimas pancreáticas tras la administración de hormona), medición de elastasa fecal (+ indicaría indemnidad de páncreas exocrino) y niveles de pancreaolauril en suero. Página � 44 5. Pruebas respiratorias: se basan en la capacidad de las bacterias de fermentar un sustrato como lactulosa, glucosa o xilosa. Si hay muchas bacterias, se fermenta más, y se produce más hidrógeno que se exhala en mayor cuantía en el aliento. i. Test respiratorio de la lactosa - H2: Utilizado en el déficit de lactasa ii. Test respiratorio de lactulosa-H2: Utilizado para identificar sobrecrecimiento bacteriano iii. Test respiratorio de xilosa marcada con C14: muy útil para el diagnóstico de sobrecrecimiento bacteriano iv. Test respiratorio de los ácidos biliares marcados con C14: Se utiliza también para el diagnóstico de sobrecrecimiento bacteriano o en el de malabsorción de ácidos biliares. v. Test respiratorio de trioleína marcada con C14: test que se correlaciona bien con el nivel de esteatorrea. 6. Cultivo de aspirado intestinal: Son sospechosos cuando existen más de 1000 organismos/mL, siendo claramente anormales si hay sobre 100.000 y sobre todo si hay anaerobios (propios del colon) 7. Estudio imagenológico: de preferencia, enteroclisis por TC (TC tras la administración de 2 L de agua, o de contraste entérico neutro como PEG a través de una sonda nasoenteral. Ello permite una adecuada dilatación de las asas intestinales, observando el lumen hipodenso y las paredes hiperdensas por la administración de contraste EV) 8. Estudio endoscópico y biopsias: La biopsia es siempre diagnóstica en agammaglobulinemia e hipogammaglobulinemia, infección por MAI, enfermedad de Whipple, alfa beta lioproteinemia. La enfermedad celiaca (EC) es un trastorno sistémico autoinmune que daña y atrofia la mucosa intestinal, produciéndose una disminución de la zona absortiva. La EC es inducida por las prolaminas del gluten (alfa Página � 45 PARTE 14 Enferm edades del aparato digestivo 2468 de una resección quirúrgica previa. Otros estudios de imagen que permiten valorar la integridad morfológica del intestino delgado son la enteroclisis por tomografía computarizada y la enteroclisis por resonancia magnética (MR); la endoscopia con cápsula y la enteroscopia con doble balón, que además son instrumentos útiles para la valoración diagnóstica de la patología del intestino delgado. BIOPSIA DE LA MUCOSA DEL INTESTINO DELGADO Una biopsia de la mucosa del intestino delgado es esencial como parte del estudio de un paciente con esteatorrea demostrada o diarrea crónica (que dura más de tres semanas) (cap. 40). El fácil acceso actual a las téc- nicas de endoscopia para explorar el estómago y el duodeno ha hecho que se utilicen de manera constante como método preferido para obtener material histológico de la mucosa del intestino delgado proximal. Las principales indicaciones de la biopsia del intestino delgado son: 1) estudio de un paciente con sospecha o demostración de esteatorrea, o con diarrea crónica, y 2) alteraciones difusas o focales de la mucosa del intestino delgado encontradas en una serie radiológica del intestino delgado. Las lesiones que se observan en la biopsia del intestino delgado se pueden clasificar en tres grupos (cuadro 294-6): 1. Lesiones difusas específicas. Son relativamente pocas las enferme- dades que se asocian con alteración de la absorción de nutrimen- tos y que presentan alteraciones histopatológicas específicas de la mucosa del intestino delgado en la biopsia, y son poco frecuentes. La enfermedad de Whipple se caracteriza por la presencia de macrófagos positivos a la tinción de ácido peryódico de Schiff (PAS, periodic acid-Schiff) en la lámina propia, mientras que los bacilos también presentes suelen requerir identificación median- te microscopia electrónica (fig. 294-4). La abetalipoproteinemia se caracteriza por aspecto normal de la mucosa, excepto por la presencia de células absortivas de la mucosa que contienen lípi- dos en la fase posprandial y que desaparecen después de un perio- do prolongado de ingestión libre de grasas o ayuno. El déficit de inmunoglobulina se asocia con diversos datos histopatológicos en la biopsia de la mucosa intestinal. La principal característica es ausencia o reducción considerable del número de células plasmá- ticas en la lámina propia; la estructura de la mucosa puede ser perfectamente normal o plana, es decir, con atrofia de las vellosi- dades. Dado que los pacientes con déficit de inmunoglobulinas a menudo están infectados por Giardia lamblia, muchas veces son visibles trofozoítos de Giardia en la biopsia. 2. Lesiones específicas en placas. Diversas enfermedades producen una mucosa anormal en el intestino delgado con una distribución en placas. Como consecuencia, las biopsias tomadas al azar o las que se realizan en ausencia de lesiones visibles endoscópicamente en ocasiones no revelan estas características diagnósticas. El lin- foma intestinal a veces se diagnostica a partir de una biopsia de la mucosa al identificar la presencia de células malignas en la lámina propia y la submucosa(cap. 110). La presencia de linfáticos dila- tados en la submucosa, y algunas veces también en la lámina propia, indica linfangiectasia asociada a hipoproteinemia secun- daria a la pérdida de proteínas en el intestino. La gastroenteritis eosinófila representa un grupo heterogéneo de trastornos con diversas presentaciones y síntomas que comparten la presencia de un infiltrado eosinófilo en la lámina propia, con o sin eosino- filia periférica. La naturaleza irregular del infiltrado, así como su presencia en la submucosa, hace que muchas veces no se encuen- tre este dato histopatológico en la biopsia. Dado que en la enfer- medad de Crohn la afectación es submucosa, y no necesariamente continua, la biopsia de la mucosa no es la técnica de elección para diagnosticar la enfermedad de Crohn duodenal (cap. 295). Los depósitos de amiloide pueden identificarse por la tinción con rojo Congo en algunos pacientes con amiloidosis que afecta al intesti- no (cap. 111). 3. En las biopsias de intestino delgado se identifican diversos micro- organismos, con lo cual se establece el diagnóstico correcto. Algunas veces se obtiene una muestra pequeña para biopsia para establecer el diagnóstico de la infección, por ejemplo, enfermedad de Whipple o giardiosis. En la mayor parte de los demás casos la infección se detecta en forma incidental durante el estudio de una diarrea u otras molestias abdominales. Muchas de estas infeccio- nes aparecen en pacientes con inmunodepresión y diarrea y comprenden especies de Cryptosporidium, Isospora belli, Microsporidia, Cyclospora, Toxoplasma, citomegalovirus, adeno- virus, Mycobacterium avium-intracellulare y G. lamblia. En los pacientes inmunodeprimidos, cuando se observan Candida, Aspergillus, Cryptococcus o Histoplasma en las biopsias duodena- les, casi siempre significa que la infección se ha generalizado. Aparte de la enfermedad de Whipple y las infecciones en los pacientes inmunodeprimidos, la biopsia de intestino delgado se CUADRO 294-6 Enfermedades que pueden diagnosticarse con biopsias de la mucosa del intestino delgado Lesiones Datos fisiopatológicos Difusas específicas Enfermedad de Whipple La lámina propia contiene macrófagos con material PAS+ Agammaglobulinemia Ausencia de células plasmáticas; vellosidades normales o ausentes (“mucosa plana”) Abetalipoproteinemia Vellosidades normales; células epiteliales vacuoladas con grasa en la fase posprandial Segmentarias específicas Linfoma intestinal Células malignas en lámina propia y submucosa Linfangiectasia intestinal Linfáticos dilatados; vellosidades engrosadas Gastroenteritis eosinófila Infiltración por eosinófilos de la lámina propia y la mucosa Amiloidosis Depósitos de amiloide Enfermedad de Crohn Granulomas no caseificantes Infección por uno o más microorganismos (véase el texto) Microorganismos específicos Mastocitosis Infiltración de la lámina propia por mastocitos Difusa, inespecífica Enfermedad celiaca Vellosidades cortas o ausentes; infiltrado mononuclear; lesión de células epiteliales; hipertrofia de criptas Esprúe tropical Similar a la enfermedad celiaca Proliferación bacteriana Lesión segmentaria de las vellosidades; infiltración de linfocitos Déficit de folato Vellosidades cortas, disminución de mitosis en las criptas; megalocitosis Déficit de vitamina B12 Similar al déficit de folato Enteritis por radiación Similar al déficit de folato Síndrome de Zollinger-Ellison Ulceración y erosión de la mucosa por el ácido Desnutrición proteínica-calórica Atrofia de vellosidades; proliferación bacteriana secundaria Enteritis inducida por fármacos Datos histológicos variables Abreviatura: PAS+, positiva a la tinción con ácido peryódico de Schiff. PARTE 14 Enferm edades del aparato digestivo 2468 de una resección quirúrgica previa. Otros estudios de imagen que permiten valorar la integridad morfológica del intestino delgado son la enteroclisis por tomografía computarizada y la enteroclisis por resonancia magnética (MR); la endoscopia con cápsula y la enteroscopia con doble balón, que además son instrumentos útiles para la valoración diagnóstica de la patología del intestino delgado. BIOPSIA DE LA MUCOSA DEL INTESTINO DELGADO Una biopsia de la mucosa del intestino delgado es esencial como parte del estudio de un paciente con esteatorrea demostrada o diarrea crónica (que dura más de tres semanas) (cap. 40). El fácil acceso actual a las téc- nicas de endoscopia para explorar el estómago y el duodeno ha hecho que se utilicen de manera constante como método preferido para obtener material histológico de la mucosa del intestino delgado proximal. Las principales indicaciones de la biopsia del intestino delgado son: 1) estudio de un paciente con sospecha o demostración de esteatorrea, o con diarrea crónica, y 2) alteraciones difusas o focales de la mucosa del intestino delgado encontradas en una serie radiológica del intestino delgado. Las lesiones que se observan en la biopsia del intestino delgado se pueden clasificar en tres grupos (cuadro 294-6): 1. Lesiones difusas específicas. Son relativamente pocas las enferme- dades que se asocian con alteración de la absorción de nutrimen- tos y que presentan alteraciones histopatológicas específicas de la mucosa del intestino delgado en la biopsia, y son poco frecuentes. La enfermedad de Whipple se caracteriza por la presencia de macrófagos positivos a la tinción de ácido peryódico de Schiff (PAS, periodic acid-Schiff) en la lámina propia, mientras que los bacilos también presentes suelen requerir identificación median- te microscopia electrónica (fig. 294-4). La abetalipoproteinemia se caracteriza por aspecto normal de la mucosa, excepto por la presencia de células absortivas de la mucosa que contienen lípi- dos en la fase posprandial y que desaparecen después de un perio- do prolongado de ingestión libre de grasas o ayuno. El déficit de inmunoglobulina se asocia con diversos datos histopatológicos en la biopsia de la mucosa intestinal. La principal característica es ausencia o reducción considerable del número de células plasmá- ticas en la lámina propia; la estructura de la mucosa puede ser perfectamente normal o plana, es decir, con atrofia de las vellosi- dades. Dado que los pacientes con déficit de inmunoglobulinas a menudo están infectados por Giardia lamblia, muchas veces son visibles trofozoítos de Giardia en la biopsia. 2. Lesiones específicas en placas. Diversas enfermedades producen una mucosa anormal en el intestino delgado con una distribución en placas. Como consecuencia, las biopsias tomadas al azar o las que se realizan en ausencia de lesiones visibles endoscópicamente en ocasiones no revelan estas características diagnósticas. El lin- foma intestinal a veces se diagnostica a partir de una biopsia de la mucosa al identificar la presencia de células malignas en la lámina propia y la submucosa (cap. 110). La presencia de linfáticos dila- tados en la submucosa, y algunas veces también en la lámina propia, indica linfangiectasia asociada a hipoproteinemia secun- daria a la pérdida de proteínas en el intestino. La gastroenteritis eosinófila representa un grupo heterogéneo de trastornos con diversas presentaciones y síntomas que comparten la presencia de un infiltrado eosinófilo en la lámina propia, con o sin eosino- filia periférica. La naturaleza irregular del infiltrado, así como su presencia en la submucosa, hace que muchas veces no se encuen- tre este dato histopatológico en la biopsia. Dado que en la enfer- medad de Crohn la afectación es submucosa, y no necesariamente continua, la biopsia de la mucosa no es la técnica de elección para diagnosticar la enfermedad de Crohn duodenal (cap. 295). Los depósitos de amiloide pueden identificarse por la tinción con rojo Congo en algunos pacientes con amiloidosis que afecta al intesti- no (cap. 111). 3. En las biopsias de intestino delgado se identifican diversos micro- organismos, con lo cual se estableceel diagnóstico correcto. Algunas veces se obtiene una muestra pequeña para biopsia para establecer el diagnóstico de la infección, por ejemplo, enfermedad de Whipple o giardiosis. En la mayor parte de los demás casos la infección se detecta en forma incidental durante el estudio de una diarrea u otras molestias abdominales. Muchas de estas infeccio- nes aparecen en pacientes con inmunodepresión y diarrea y comprenden especies de Cryptosporidium, Isospora belli, Microsporidia, Cyclospora, Toxoplasma, citomegalovirus, adeno- virus, Mycobacterium avium-intracellulare y G. lamblia. En los pacientes inmunodeprimidos, cuando se observan Candida, Aspergillus, Cryptococcus o Histoplasma en las biopsias duodena- les, casi siempre significa que la infección se ha generalizado. Aparte de la enfermedad de Whipple y las infecciones en los pacientes inmunodeprimidos, la biopsia de intestino delgado se CUADRO 294-6 Enfermedades que pueden diagnosticarse con biopsias de la mucosa del intestino delgado Lesiones Datos fisiopatológicos Difusas específicas Enfermedad de Whipple La lámina propia contiene macrófagos con material PAS+ Agammaglobulinemia Ausencia de células plasmáticas; vellosidades normales o ausentes (“mucosa plana”) Abetalipoproteinemia Vellosidades normales; células epiteliales vacuoladas con grasa en la fase posprandial Segmentarias específicas Linfoma intestinal Células malignas en lámina propia y submucosa Linfangiectasia intestinal Linfáticos dilatados; vellosidades engrosadas Gastroenteritis eosinófila Infiltración por eosinófilos de la lámina propia y la mucosa Amiloidosis Depósitos de amiloide Enfermedad de Crohn Granulomas no caseificantes Infección por uno o más microorganismos (véase el texto) Microorganismos específicos Mastocitosis Infiltración de la lámina propia por mastocitos Difusa, inespecífica Enfermedad celiaca Vellosidades cortas o ausentes; infiltrado mononuclear; lesión de células epiteliales; hipertrofia de criptas Esprúe tropical Similar a la enfermedad celiaca Proliferación bacteriana Lesión segmentaria de las vellosidades; infiltración de linfocitos Déficit de folato Vellosidades cortas, disminución de mitosis en las criptas; megalocitosis Déficit de vitamina B12 Similar al déficit de folato Enteritis por radiación Similar al déficit de folato Síndrome de Zollinger-Ellison Ulceración y erosión de la mucosa por el ácido Desnutrición proteínica-calórica Atrofia de vellosidades; proliferación bacteriana secundaria Enteritis inducida por fármacos Datos histológicos variables Abreviatura: PAS+, positiva a la tinción con ácido peryódico de Schiff. A. Enfermedad celiaca Tema IX: Síndrome de malabsorción
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