Eunuco

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Eunuco
Un eunuco es un varón que ha sido castrado. Un hombre puede ser convertido en eunuco mediante la emasculación, es decir, la extirpación de sus órganos genitales de manera total o parcial. Se considera total cuando tanto el pene como los testículos son cortados, y parcial cuando uno de estos órganos son mutilados.
En este sentido, un individuo podía ser eunuco por dos causas principalmente: por sufrir un problema congénito o por ser sometido a castración, voluntaria o involuntariamente. De hecho, había eunucos que perdían sus partes íntimas por actos violentos, como consecuencia de una guerra.
Antiguamente, en la historia antigua y oriental, los eunucos se desempeñaban en altos cargos, muy próximos al rey o emperador, como ministros o funcionarios. Noticias de eunucos tenemos de Babilonia, China, Persia, Bizancio, Arabia o del Imperio Otomano.
En Oriente, por ejemplo, los eunucos eran utilizados para la custodia de mujeres en los harenes.
En Europa, por su parte, en tiempos en que a las mujeres se les tenía prohibido cantar, los eunucos eran castrados para que conservaran su voz aguda y cantaran en los coros.
En la India, por otro lado, los eunucos todavía existen y son conocidos como hijras, miembros de un tercer sexo que se castran y visten como mujeres como parte de una antigua tradición.
En la Biblia hay muchas referencias a eunucos como servidores o guardianes de la reina, del harén o de otras mujeres en las cortes reales.
Jesús, en el Nuevo testamento, consideraba que había tres tipos de eunucos: aquellos que nacieron así, aquellos que fueron hechos eunucos por los hombres, y los que por sí mismos se hicieron eunucos.
Pero además existe, en la tradición católica, otro tipo de eunuco: el eunuco espiritual, que es aquel que practica el celibato para dedicarse de lleno al servicio del Señor.