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322_II_CURSO_INTERNACIONAL_DE_ASPECTOS_G

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322 II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL
IMPACTOS SOBRE
LOS ECOSISTEMAS
Luis Enrique Sánchez
Departamento de Engenharia de Minas
Escola Politécnica da
Universidad de São Paulo
1. INTRODUCCION
Las actividades humanas afectan al ambiente
biológico de diferentes maneras. Los recursos
biológicos, consumidos en forma de alimento
forman conjuntamente con el aire y el agua, el
conjunto de necesidades básicas del ser
humano. Con todo, la interferencia antrópica en
los ecosistemas fue más allá que la primitiva
caza y colecta de especímenes para la
alimentación, pasó por la domesticación de
especies para agricultura y cría, por la
introducción de nuevas especies en ambientes
diferentes de los originales, por el uso intensivo
de los recursos forestales, tales como la madera
y por la alteración drástica de muchos
ecosistemas a través de la tala de bosques,
drenaje de pantanos e inundación de tierras.
Los proyectos de ingeniería afectan el medio
biótico por medio de una serie de acciones tales
como el lanzamiento de contaminantes, el
establecimiento homogéneo de especies
vegetales, la tala de la vegetación natural, la
colmatación de los fondos de los cuerpos de
aguas y muchas otras maneras. La minería es
una de esas actividades que inevitablemente
causa impactos sobre los componentes vivos
del medio ambiente.
En la actualidad se considera de suma
importancia la conservación de la diversidad
biológica. Se presentan razones de carácter ético
y práctico para justificar la necesidad de
protección de la biodiversidad. Bajo el prisma
CAPITULO 22
http://www.unesco.org.uy/geo/campinaspdf/campinasprimeras.pdf
http://www.unesco.org.uy/geo/campinaspdf/22antropico.pdf
II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL 323
de la ética, se argumenta, por un lado, que todas
las especies tienen derecho a la supervivencia
y merecen respeto - es la perspectiva de la ética
biocéntrica. Por otro lado, la humanidad
(formada por la presente y futuras generaciones)
tiene derecho a usufructuar de un ambiente
diverso y “ecológicamente equilibrado” 1 . Las
razones de carácter práctico para conservar la
diversidad biológica incluyen el potencial de
utilización de especies de la flora y fauna para
aumentar el bienestar humano (muchas
especies aún desconocidas pueden ser
transformadas en recursos alimenticios,
farmacéuticos o materias primas para la indus-
tria) mientras que la preservación de hábitats
naturales puede ser fuente de ganancia para
inversionistas y comunidades locales. Los
argumentos de carácter pragmático en favor de
la conservación de la diversidad biológica han
sido reforzados con el rápido desarrollo de la
biotecnología, a través de la cual varias
aplicaciones de los recursos biológicos y
genéticos han sido investigados.
El concepto de diversidad biológica abarca tres
niveles de organización de los seres vivos. La
idea más difundida de biodiversidad es la de
riqueza de las especies (diversidad específica
o interespecífica) o sea, el número de especies
que componen los conjuntos de seres vivos
encontrados en los diferentes ambientes. La
inmensa diversidad de las especies está lejos
de haber sido catalogada, hoy hay más de 1,4
millón de especies descritas por la ciencia, pero
se especula que el número total de especies
pueda alcanzar a los 10 ó 80 millones (Ryan,
1992).
La única manera de conservar la riqueza de las
especies existentes es conservando sus
hábitats. Éstos, a su vez, también son
extremadamente diversificados, en función de
variables tales como el clima y la evolución
biológica, resultando en diferentes conjuntos de
organismos y diferentes procesos ecológicos.
En consecuencia, otro nivel de diversidad
biológica es la diversidad de los ecosistemas o
diversidad ecológica.
Finalmente, dentro de una misma especie, se
reconoce su diversidad genética (o
intraespecífica), o sea, la variabilidad de sus
genes entre individuos y poblaciones. La
supervivencia de una especie solamente está
garantizada si hay esta variabilidad genética, la
que asegura que sucesivas generaciones de
individuos sean capaces de responder
satisfactoriamente a las variaciones de las
exigencias impuestas por el medio.
De esta forma, la diversidad biológica puede ser
definida como el “total de genes, especies y
ecosistemas de una región” (WRI/IUCN/PNUMA,
1992) o la “variedad y variabilidad entre
organismos vivos y complejos ecológicos donde
ocurren” (McNeely et al., 1990), o aún, “la
variabilidad de organismos vivos de todos los
orígenes y los complejos ecológicos de que
forman parte, comprendiendo todavía la
diversidad dentro de especies, entre especies
y de ecosistemas”. 
2
2. BASE LEGAL
Los recursos biológicos están protegidos por
diferentes diplomas legales, desde el nivel local
hasta el internacional. En efecto, la protección
de los recursos vivos es considera hoy de interés
de toda la humanidad, y por tal razón hay
diferentes instrumentos jurídicos a nivel
internacional que tratan del tema. Conocerlos
es tan importante como conocer las leyes
nacionales pues, desde el momento en que un
Estado ratifica un tratado internacional, éste
pasa a tener fuerza de ley en su propio territorio.
Existen hoy diversos tratados internacionales
de carácter ambiental. Aquellos que se refieren
a los recursos biológicos tratan de la explotación
de estos recursos (por ejemplo la pesca) o de
su conservación, y son éstos los que nos
interesan. En este grupo son relevantes para la
discusión de los impactos ambientales
causados por proyectos de ingeniería los
siguientes:
· Convención Internacional sobre
Responsabilidad Civil por Daños
causados por la Contaminación por
Hidrocarburos (1969).
· Convención referente a las Áreas
Húmedas de Importancia
Internacional (RAMSAR) (1971,
enmendado en 1982).
1 Término empleado en la Constitución
Brasileña. Muchas otras leyes marco y
convenciones internacionales adoptan
principios semejantes 2 Convención sobre diversidad biológica,
artículo 2
324 II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL
· Convención para la Protección de
Especies Migratorias de Animales
Silvestres (1979).
· Convención de la Biodiversidad
(1992).
De estas convenciones, la más amplia es la
última, firmada en la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo,
realizada en Río de Janeiro en 1992. 
3
 Tiene
como objetivos la conservación de la
biodiversidad, el uso sostenible de sus
componentes y la división equitativa de los
beneficios del uso de los recursos genéticos.
Entre otras disposiciones, las partes signatarias
se comprometen a
· integrar la conservación de la
diversidad biológica en planes,
programas y políticas sectoriales
· establecer un sistema de áreas
protegidas
· promover la protección de los
ecosistemas, hábitat naturales y la
manutención de poblaciones viables
· recuperar y restaurar ecosistemas
degradados y promover la
recuperación de especies
amenazadas
· incorporar el examen de la
conservación y utilización sustentable
de los recursos biológicos en el
proceso de toma de decisiones
· establecer procedimientos adecuados
que exijan la evaluación de impacto
ambiental de sus proyectos
propuestos que puedan tener efectos
sensibles negativos en la diversidad
biológica
La mayor parte de esas disposiciones ya
estaban, de una manera u otras incluidas en
leyes en varios países, como en el caso de la
legislación brasileña. Los principales
instrumentos legales son aquellos referentes a
la protección de los bosques y demás
formaciones vegetales y aquellos que apuntan
a la protección de la fauna.
3 En la ocasión fue firmada por 156 Estados
3. PROTECCION Y MANEJO
DE RECURSOS BIOLOGICOS
Instrumentos legales, económicos y de
planificación han sido aplicados para la
protección y el manejo de los recursos
biológicos. De particular interés en el análisis
de los impactos de los proyectos de desarrollo
son aquellos dirigidos hacia la protección de
hábitats y conservación de las especies.
La protección de hábitats es entendidacomo la
mejor manera de conservar la diversidad
biológica. En vez de tratar de proteger a una
especie individualmente o un conjunto de
especies, se busca garantizar su supervivencia
a través de la protección de su ambiente de vida.
En verdad, la estrategia de protección in situ es
la única manera de asegurar la protección de la
diversidad biológica, desde que la protección ex
situ (como la de zoológicos, jardines botánicos
y bancos de germoplasma) tiene un alcance muy
limitado.
Se adoptan varios mecanismos de protección
de hábitats. Uno de ellos es la creación de
unidades de conservación, espacios
especialmente protegidos donde el uso de los
recursos naturales es regulado y limitado a
aquellos de bajo impacto, como la investigación
científica, turismo y educación. Los parques
nacionales son uno de los tipos de unidad de
conservación, quizás el más conocido, pero se
emplean también otros arreglos jurídicos y de
propiedad de tierras, como los parques natu-
rales de algunos países europeos o las áreas
de protección ambiental brasileñas que, al
contrario que los parques nacionales, permiten
que la mayoría de las actividades económicas
continúen ejerciéndose y, principalmente,
permiten que las poblaciones humanas
permanezcan en su interior.
Otra forma de protección de hábitats se da por
la regulación y limitación en el uso de bosques
y otras formaciones vegetales. En el entendido
de que las formaciones vegetales ejercen
diversas funciones tanto ecológicas como
económicas tales como: la protección de los
recursos hídricos, el control de la erosión, la
regulación del ciclo hidrológico y la provisión de
abrigo para la fauna-, la legislación limita la tala.
Por ejemplo, el Código Forestal brasileño
establece áreas de preservación permanente,
II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL 325
extinguida en la naturaleza
extinguida
críticamente en peligro
amenazada en peligro
datos vulnerable
adecuados dependiente de conservación
bajo riesgo cuasi amenazada
menos preocupante
evaluada
especie datos deficientes
no evaluada
Figura 1 – Categorías de amenaza de especies de la flora y la fauna, según IUCN
en las cuales la vegetación no puede ser talada.
Tales áreas incluyen:
· fajas marginales a los cuerpos de aguas,
en extensión proporcional a lo largo del
río
· fajas alrededor de las lagunas, lagos o
embalses
· fajas alrededor de los nacientes
· cimas de morros, montes, montañas y
sierras
· vertientes con inclinación superior a los
45o
· áreas de “restingas”
· los bordes de las mesetas
· zonas con altura superior a los 1800 m
La protección de especies es una herramienta
complementaria a la protección de los hábitats.
En efecto, si no hay impedimentos o
restricciones en el retiro de ejemplares de la
flora y la caza o colecta de especímenes de la
fauna, no se podrá garantizar la protección de
la diversidad biológica. A pesar de que muchas
especies estén amenazadas debido a la
drástica reducción de sus hábitats, otras están
debido a la caza, captura o colecta, como por
ejemplo los peces ornamentales, papagayos y
otros psitacídeos.
En los años sesenta, una organización no
gubernamental, a IUCN – Unión Mundial para la
Naturaleza lanzó las bases de la clasificación
de las especies de fauna de acuerdo al grado
de amenaza a que estaban sujetas,
estableciendo criterios para definir si una especie
estaba amenazada o vulnerable o todavía sería
rara, situación que también requiere cuidados
con la conservación de la especie. El “libro rojo”
de la IUCN (Red Data Book) se volvió la princi-
pal referencia mundial en materia de especies
amenazadas. En 1994 la lista de especies fue
revisada, conjuntamente con los criterios de
clasificación y las propias categorías, que
pasaron a ser aquellas expuestas en la figura
1.
Los criterios para la inclusión de una especie
en las categorías “críticamente en peligro”
abarcan, en resumen:
· Declinación poblacional observada por
lo menos el 80% en diez años o en
tres generaciones (el periodo que fuera
más largo), o aún, la proyección de
que tal declinación pueda ocurrir en
diez años o en tres generaciones
· Extensión de ocurrencia de la especie
menor a 100 Km2, el área de
ocupación menor que 10 Km2,
además del hábitat severamente
fragmentado
· Población estimada en menos de 250
individuos maduros y en declinación
o la cual todos los individuos
pertenecen a la misma subpoblación
· población estimada en menos de 50
individuos
· análisis cuantitativo que muestre que
la probabilidad de extinción en la
naturaleza es de, por lo menos, el
50% dentro de 10 años o en tres
generaciones.
La evidente implicación práctica del uso del
criterio de ocurrencia de especies amenazadas
es la de que, constatada su presencia en el
área de influencia de una empresa, deben ser
cuidadosamente analizadas sus posibles
implicaciones sobre estas especies, y deben
326 II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL
encontrarse medidas capaces de asegurar su
protección. En caso de que ésto no sea posible,
de que estas medidas no sean viables, la
presencia de especies amenazadas puede ser
considerada razón suficiente para desistir del
proyecto.
Más allá de los convenios internacionales, varios
países tienen leyes que buscan proteger
especies amenazadas, como los Estados
Unidos, cuyo Congreso aprobó el Endangered
Species Act en 1973. La legislación brasileña
incorporó el concepto de especies amenazadas,
de forma tal que los órganos gubernamentales
publicaron listas de animales considerados
amenazados. La primera fue elaborada por el
gobierno federal en 1973 y fue sustituida en 1989
(Portaría IBAMA no 1.522, de 19 de diciembre
de 1989). Los estados de Paraná, Río de Ja-
neiro, Minas Gerais y São Paulo también
publicaron sus propias listas. Éstas últimas
aprobadas por el decreto no 42.838 del 4 de
febrero de 1998, incluyen las siguientes
categorías: probablemente extinto, amenazado
–críticamente en peligro, amenazado - en
peligro, amenazado - vulnerable y probablemente
amenazado. Todas ellas incluyen solamente
animales. En cambio, la IUCN tiene una lista
de plantas amenazadas, publicada en 1997, que
cuenta con aproximadamente 34 mil especies.
4. PRINCIPALES IMPACTOS DE
LA MINERÍA SOBRE LOS
ECOSISTEMAS
Los principales impactos de la minería sobre
los ecosistemas pueden ser agrupados en
cuatro categorías: destrucción de hábitats, su
fragmentación, la alteración de sus
características e impactos sobre la fauna. Estos
impactos tienen como acciones generadoras la
supresión de vegetación (nativa o no), el
lanzamiento de cargas contaminantes al agua
o al aire y procesos erosivos acelerados por
diversas actividades.
En la evaluación de la importancia de tales
impactos, los profesionales que no tienen
formación en el área de las ciencias biológicas
o afines, acostumbran tener mucha dificultad
para entender la posición de entidades
ambientalistas o ciertas exigencias
gubernamentales. Esta dificultad proviene, en
gran medida, de dos mitos ampliamente
difundidos. El primero dice que aquellas áreas
cuya vegetación nativa no es forestal tienen
menos valor ecológico que otras cubiertas por
bosques densos; el segundo estipula que las
áreas cuyas características ecológicas no
corresponden a las “originales” tienen menor
importancia ambiental. Ambas creencias son
infundadas.
La fisonomía de una formación vegetal nada
tiene que ver con su importancia ecológica. Un
área restringida, con vegetación rastrera, o un
ambiente desértico puede tener baja diversidad
de especies comparadas con un bosque tropi-
cal, pero pueden abrigar especies raras o en
extinción y más importante aún cumplir
funciones ecológicas: son formaciones
adaptadas al medio ambiente en que se
encuentran. Estos ambientes, muchas veces,
ocupan áreas relativamente restringidas, o lo
que sólo tiende a aumentar su importancia. Por
ejemplo, es frecuente que en esos ecosistemas
se encuentren especies endémicas, o sea, que
solamente se encuentran ahí: si el ambiente
fuera alterado, la especiecorrería riesgo.
Muchas veces las características geológicas-
geomorfológicas responsables de la existencia
de un depósito mineral también son
responsables por particularidades biológicas.
Por ejemplo: las formaciones ferríferas
brasileñas, cuando son alteradas por la
meteorización dan origen a una capa laterítica
conocida como “limonita”. Las deficiencias de
nutrientes y la dureza de la corteza impiden el
establecimiento de la mayor parte de las
especies que naturalmente ocurren en las
inmediaciones de esos depósitos minerales.
Visualmente, la vegetación que allí crece es
mucho más baja, menos densa y dispersa que
la de una vertiente adyacente por ejemplo. Con
tanto, es común que estas condiciones
ambientales favorezcan el desarrollo de
especies adaptadas, especializadas en aquel
ambiente y que no existen en otra parte,
haciendo de la zona de ocurrencia de limonita
(mineral de hierro) más importante en términos
ecológicos que la vertiente adyacente, que
puede estar cubierta de bosques densos 
4
. Un
ejemplo de esta situación es la Sierra de los
4 Esta característica es conocida desde hace
mucho tiempo. Saint-Hilare viajando por el
Quadrilátero Ferrítico en 1816, ya había
observado que los terrenos ferruginosos
eran los que presentaban la flora más
variada (Saint-Hilaire, 1975:88).
II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL 327
5 Esta reducida diversidad florística puede
ser explicada por tratarse de un ambiente
cuyas presiones selectivas son muy
rigurosas. las especies vegetales que
consiguieron establecerse alli son
altamente especializadas, lo que significa
que vencieron las limitaciones de la
escasez del sustrato y del agua,
oligotrofismo, etc. Por eso, aunque el
número de especies sea reducido, hay un
patrimonio genético valiosísimo, que es el
producto de una selección natural muy
rigurosa” (Silva, 1987:96)
6 J. L. Aidar, Instituto de Botánica,
Comunicación Personal, julio de 1999
Carajás, donde varias especies endémicas
fueron identificadas. En esta zona la vegetación
existente sobre la limonita, además de ser de
bajo porte, tiene diversidad mucho menor a de
los bosques, pero su importancia es
extremadamente grande 5 . De la misma forma,
estudios realizados en el Valle del Ribeira, al
sur del Estado de São Paulo, han mostrado
características particulares de la vegetación que
crece sobre un subestrato calcáreo, diferente a
aquella que crece sobre otro tipo de suelo 
6
.
El segundo mito es igualmente de amplia
difusión. El hecho de que un área forestada haya
sido alterada por una tala anterior, por la colecta
de especies ornamentales o por la retirada
selectiva de árboles, por ejemplo, no disminuye
en nada su importancia ecológica; al contrario,
puede aumentarla, ya que esas áreas
generalmente se encuentran en estado de
regeneración natural, un proceso que debe
llevarlas a adquirir características semejantes
a las originales en términos por ejemplo, de
altura, diámetro de los árboles y de la diversidad
florística. En buena parte del planeta las
formaciones vegetales remanentes se
encuentran alteradas por la acción del hombre.
4.1. Destrucción de hábitats
La destrucción de hábitats es una consecuencia
inevitable de muchas acciones humanas, por
ejemplo, la agricultura, la urbanización, la
construcción de represas, de carreteras y la
minería, entre otras. En éste último caso, los
hábitats terrestres son destruidos debido a la
remoción de vegetación para implementar la
mina, las pilas de estéril, represas de desechos
y varias instalaciones. Hábitats acuáticos son
destruidos debido al represamiento de los ríos
para la instalación de represas de desechos.
El lanzamiento de desechos directamente en
cuerpos de agua es otra forma de destrucción
de hábitats. Debido a la existencia de
alternativas, como la disposición de desechos
en áreas ya degradadas; esta práctica tiende a
no ser aceptada más hoy en día. Las fotos 1 y
2 muestran dos vistas del Lago Batata situado
en las márgenes del río Trombetas, en el Estado
de Pará. En esta área, una minería de bauxita
lanzó desechos de las operaciones de beneficio
minero directamente en el lago, colmatando
completamente una parte de él. El lanzamiento
de desechos directamente en los ríos es una
práctica casi abolida en la actualidad, pero
históricamente muy común en la industria de la
minería. Como por ejemplo, la bahía de
Chaparral, en el norte de Chile, fue colmada en
una extensión de casi 1 Km. por cerca de 150
millones de toneladas de desechos tóxicos
provenientes de la mina de cobre de Potrerillos
y transportados por el río Salado (Ginocchio,
1998).
Indirectamente la minería también contribuye a
la destrucción de hábitats al facilitar el acceso
a regiones remotas, debido a la implantación
de vías de transporte para la salida del mineral
y a la capacidad de trabajos de minería para
atraer contingentes poblacionales en búsqueda
de oportunidades de trabajo, parte de los cuales
acaba afincándose en la región.
Otro efecto indirecto de la minería sobre la
vegetación se da cuando la actividad demanda
recursos forestales en la forma de materiales
para la construcción o de combustible. Este
efecto es, históricamente, muy significativo en
la minería, -en muchas regiones mineras de
Europa, la demanda de madera para el
apuntalamiento de galerías subterráneas fue
un importante factor de destrucción forestal. De
igual forma, la demanda de leña para la
reducción de los metales contribuyó a la
extracción de recursos forestales que se
encontraban a centenares de kilómetros de las
minas, como ocurrió en grandes extensiones
del cerrado de Minas Gerais, transformados en
carbón para la producción del hierro, y con áreas
forestales a lo largo de la vía férrea Carajás-São
Luis, que tuvieron el mismo fin. En Chile, las
formaciones de taramugo una planta arbórea
328 II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL
endémica fueron prácticamente devastadas
debido a la necesidad de madera y leña para la
minería, a tal punto, que se considera hoy esta
especie como amenazada (Ginocchio, 1998).
4.2. Fragmentación de hábitats
Aunque la remoción de la vegetación sea
limitada, las diferentes acciones de un proyecto
de minería pueden contribuir a crear islas de
vegetación demasiado pequeñas para asegurar
la viabilidad ecológica de poblaciones faunísticas
y florísticas. Muchos animales, principalmente
mamíferos carnívoros, necesitan grandes áreas
para sobrevivir, de modo que un gran número de
fragmentos puede no ser suficiente para la
manutención de poblaciones viables. Por esa
razón, el argumento a veces adelantado de que
“las actividades de la minería ocupan pocas
hectáreas de bosques” debe ser analizado en
un contexto mucho más amplio, teniendo en
cuenta los efectos de la fragmentación de
hábitats y también las causas indirectas de
destrucción y fragmentación enunciadas
anteriormente.
La construcción de una carretera en medio a
un fragmento forestal, no sólo reduce el área de
ese ambiente sino que también, aumenta el
efecto de borde. Se sabe que en la interface
entre un bosque y el campo abierto circundante
ocurren procesos interactivos que llevan a la
degradación progresiva del ambiente forestal.
Como las especies al interior de un bosque
están adaptadas a las condiciones ambientales
de sombra, temperatura y humedad, muchas
no sobreviven en los bordes, más expuestas a
la insolación, los vientos, una mayor variación
de temperaturas y humedad más baja.
Experimentos con fragmentos forestales
realizados en la Amazonía (Lovejoy et al., 1986)
muestran que en respuesta a los cambios de
las condiciones ambientales verificados en los
bordes, ocurren alteraciones biológicas como
la elevada mortalidad de árboles, caída
acentuada de las hojas, reducción de la
población de aves cerca a los bordes y
“abarrotamiento” al interior del fragmento y
aumento de la población de insectos.
La reducción y fragmentación de hábitats está
entre las principales causas de la disminución
de la población de muchas especies y, también,de la reducción de la biodiversidad. Según
Wilson (1985), cuando el área de un hábitat se
reduce al 10% de su extensión original, el
número de especies cae a la mitad. Aplicando
esta regla general a un bioma como la Mata
Atlántica, se puede afirmar que un gran número
de especies ya se extinguió sin, al menos haber
sido descrita por la ciencia. Este razonamiento
también sirve de justificativa para las políticas
gubernamentales que buscan evitar al máximo
otras reducciones en el área ocupada por este
bioma cuya extensión actual, del orden de 95
mil Km2, corresponde apenas al 9% del área
original, de cerca de 1,1 millón de Km2
(Cavalcante, 1995).
4.3. Alteración de hábitats
Los hábitats acuáticos son, frecuentemente,
alterados por la minería, así como, por cualquier
actividad que pueda promover un aumento en
los índices de erosión. Las partículas sólidas
en suspensión en el agua aumentan la turbidez,
reducen la penetración de la luz y causan
diversas alteraciones en los procesos biológicos
que tienen lugar en los cuerpos de agua. La
sedimentación es consecuencia del transporte
de partículas suficientemente grandes que se
depositan cuando disminuye la energía cinética
del río. Este proceso entierra los organismos
en el fondo, interfiriendo de esta forma con toda
la cadena alimenticia.
La sedimentación intensa también puede acabar
alterando el perfil longitudinal de un río, creando
grandes extensiones en donde el flujo de las
aguas es lento. Tal cambio en el régimen de
escurrimiento de las aguas, que pasa de un
escurrimiento rápido (ambiente lótico) a uno lento
(ambiente lentico), modifica la fauna ya que hay
especies adaptadas a cada uno de esos tipos
de ambiente que no sobreviven en otro.
Otro mecanismo de alteración de hábitats
acuáticos se da a través de la contaminación, o
sea, la presencia, lanzamiento o liberación de
sustancias o energía en concentraciones o
intensidad tales que puedan ser dañinas para
los seres vivos. Los efluentes líquidos son
principales vehículos de lanzamiento de
contaminantes en los cuerpos de aguas. En la
cuenca del Ribeira, el lanzamiento de efluentes
no tratados de las minas de plomo, hoy
desactivadas, causó la acumulación de este
metal en los sedimentos y tejidos de los peces
en concentraciones hasta 15 veces superiores
a los parámetros permisibles. (Eysink, 1988).
II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL 329
7 MERN Research Bulletin and Neawsletter
No. 11/12, 1997 Special Edition.
La contaminación del aire, a su vez puede
acarrear daños a la vegetación, sea ésta a través
de la deposición de partículas sobre la superficie
de las hojas, o debido a la deposición sobre el
suelo, donde los contaminantes son absorbidos.
Las lluvias ácidas causadas por la fundición de
minerales sulfatados fueron la causa de grandes
daños ambientales en varias regiones mineras,
a ejemplo de Sudbury, Canadá (Sánchez, 1998),
entre otros.
4.4. Creación de nuevos hábitats
Al alterar la topografía local a través de la
construcción de pilas de estéril, represas de
desechos y excavaciones que pueden
extenderse bajo el nivel del agua subterránea,
la minería acaba por crear nuevos ambientes,
que son colonizados por especies adaptadas a
las nuevas condiciones. De esta forma, pilas
de estéril pueden ser reforestadas
espontáneamente, pero a través de las acciones
dirigidas a la recuperación de áreas degradadas
es que las actividades de minería pueden inducir
la creación de nuevos hábitats.
Por otro lado, las alteraciones más radicales
ocurren cuando la extracción es realizada por
debajo del nivel freático. En este caso, al fin de
los trabajos, la cava termina siendo inundada y
se crea un lago, se forma, así, un ambiente
enteramente diferente al que existía antes de la
apertura de la mina.
4.5. Impactos sobre la fauna
Los impactos de la minería sobre la fauna se
dan indirectamente, sea debido a las diferentes
formas de contaminación, como el ruido, o más
importante aún, debido a la destrucción,
fragmentación o alteración de hábitats. Los
impactos sobre la fauna pueden darse en dos
niveles: la destrucción de individuos o su huida.
La muerte de especímenes ocurre, en general,
en grupos faunísticos cuyos individuos tienen
baja movilidad, principalmente los invertebrados.
Muchas veces, las especies de mayor tamaño,
pertenecientes a grupos como mamíferos, aves,
reptiles, anfibios y peces, huyen cuando hay
alguna alteración drástica en sus hábitats,
buscando abrigo en las inmediaciones.
Dependiendo de la población ya existente en
estas nuevas áreas, los recién llegados podrán,
o no, encontrar espacio, ya pues que la
población preexistente en la nueva área podrá
estar ya en equilibrio, o sea: el número de
individuos está de acuerdo a los recursos
ofrecidos por el ambiente. Si éste fuera el caso,
el dislocamiento de la fauna acabará redundando
en la muerte de un cierto número de ejemplares,
o de todos aquellos que huyeron del área
afectada.
En casos muy graves, la minería puede
contribuirá la extinción de especies, situación
que puede presentarse cuando las actividades
se realizan en los últimos hábitats remanentes
que dan abrigo a las poblaciones de una especie
amenazada o cuando se trata de una especie
endémica, cuya área de ocurrencia coincida con
las áreas en donde son realizadas las
actividades industriales.
Los impactos directos sobre la fauna también
pueden ocurrir, aunque en mucho menor
frecuencia que los indirectos. La intoxicación
de aves que ingirieran agua de represas de
contención de desechos del tratamiento de oro,
conteniendo cianuro, es un ejemplo. En cierta
ocasión, en Australia, la muerte de 2.700 aves
fue inequívocamente ligada a esta situación 
7
.
Accidentes tales como rupturas de represas o
escape de sustancias químicas son también
causa de impactos directos sobre la fauna.
Debido a la ruptura de represas de desechos
de Aznalcollar, en España, en 1998, se estima
la pérdida de cerca de miles de ejemplares de
peces.
5. MONITOREO Y GESTIÓN
Una serie de medidas pueden tomarse para
reducir los impactos negativos de la minería y
otros proyectos de ingeniería sobre los
ecosistemas, medidas éstas que deben tener
su inicio en la fase de planificación de la obra y
deben continuar hasta después del término de
las actividades.
330 II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL
Muchas empresas están tomando en cuenta las
restricciones ambientales ya desde la etapa de
investigación mineral, evitando realizar trabajos
de prospección e investigación en lugares donde
hay restricciones a la tala de vegetación. De
esta forma, las reservas calculadas incluyen,
apenas, aquellas que podrán ser extraídas sin
remoción de vegetación. No siempre eso es
posible, es obvio, pues depende del cuerpo min-
eral investigado y su forma de ocurrencia.
En la planificación de la mina, y durante la
preparación de un estudio de impacto ambiental,
se pueden realizar diversas actividades, tales
como:
· Relevamientos básicos adecuados,
incluyendo mapeo de los biotopos,
relevamientos florísticos y faunísticos
terrestres y acuáticos.
· Mantener un registro adecuado de los
relevamientos realizados, con copia
accesible de todos los informes y guarda
de eventuales ejemplares colectados
eventualmente (que deberán ser
depositados en alguna institución de
investigación tal como: un museo, un
herbario o una universidad)
· Cooperación con instituciones de
investigación para realizar relevamientos
básicos o estudios profundizados sobre
diferentes aspectos (como por ejemplo, la
biología y manejo de una especie
importante)
· Elección de indicadores que puedan ser
monitoreados a lo largo de toda la vida de
la obra.
En caso de que sean encontradas especies de
la fauna consideradas como amenazadas de
extinción, la gestión será mucho más compleja
y ciertamente requerirá de estudios detallados.
En caso de sospecharse la presencia de alguna
especie amenazada (por ejemplo relato de los
habitantes), se debe, primero, buscar la
confirmación de esa sospechaa través del
registro sistemático en campo hecho por per-
sonal especializado, además de estudio
bibliográfico y verificación de los registros
históricos de presencia de la especie. En caso
de que se trate de una especie estudiada ya
con razonable detalle, el especialista buscará
en la bibliografía datos sobre sus hábitos
alimenticios, tipo de hábitat preferido, número
de individuos que constituyen los grupos típicos
y área que ocupan o área mínima necesaria para
la supervivencia de un grupo; tales informaciones
serán utilizadas para formular un plan de manejo
local de la especie. Si la obra necesita eliminar
el hábitat de esta especie, la podría colocar en
riesgo de extinción local y se hace
imprescindible un plan de manejo para viabilizar
la inversión (pero, tal vez, sea insuficiente y la
inversión deba ser alterada o suspendida).
Infelizmente los estudios razonablemente
detallados sobre comportamiento y biología se
restringen a algunas especies, principalmente
de mamíferos. Incluso en el caso de las aves,
la bibliografía es relativamente reducida y el plan
de manejo dependerá de los datos obtenidos
en el campo, forzosamente más demorados, de
forma tal que su preparación será mucho más
larga.
Durante las fases de implantación y operación
de la obra, varias medidas pueden tomarse para
evitar o reducir los impactos ambientales. Una
de las más importantes es la minimización de
las áreas de deforestación, la cual puede incluir
acciones tales como:
· Mantener áreas de preservación
permanente
· Adoptar un cronograma de deforestación
ajustado con el avance del frente de
explotación, evitando la remoción
anticipada de vegetación
· Recuperación progresiva de las áreas
afectadas, usando especies nativas
· Revegetación compensatoria en áreas
anteriormente degradadas por otras causas,
de forma de compensar la pérdida de
hábitats por la reconstrucción de un hábitat
equivalente en términos de estructura y
extensión; como esta medida sólo surte
efecto a largo plazo, debe iniciarse lo más
temprano posible
· Evitar la formación de islas de vegetación
demasiado pequeñas para asegurar la
viabilidad de las poblaciones faunísticas
· Conectar las áreas de vegetación
remanentes por medio de corredores y
conectar las áreas bajo influencia directa
de la obra con otras manchas de vegetación
existentes en los alrededores.
La recuperación de áreas degradadas forma
parte del programa de gestión de los impactos
bióticos. Si el objetivo de la recuperación fuera
el de compensar los daños causados a la
vegetación nativa y a los ambientes naturales,
se deben utilizar criterios ecológicos en el
programa de revegetación, probablemente a
II CURSO INTERNACIONAL DE ASPECTOS GEOLÓGICOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL 331
través de estrategias basadas en la sucesión
natural. Los patrones de reproducción y
crecimiento deben estudiarse anticipadamente:
hay veces en que es posible planificar un
programa de revegetación solo en base a datos
bibliográficos y experiencia profesional, pero, en
otras veces, será necesario realizar -
previamente - un programa de investigación
buscando identificar las especies más
adecuadas, colectando semillas, preparando
mudas, etc.
El éxito de un programa de reducción de los
impactos sobre los ecosistemas también puede
depender del involucramiento activo de los
trabajadores y de la comunidad. Muchas
actitudes de esos grupos contribuyen a alcanzar
el objetivo de minimizar impactos, o bien
dificultarlos. Las obras pueden tener interés en
influir en estas actitudes a través de campañas
y otras medidas de concientización y educación,
como por ejemplo, implementar la prohibición
de caza en su propiedad, promover la plantación
de especies nativas por grupos de escolares y
muchas otras
Aunque algunas empresas de minería hayan
creado parques zoológicos abrigando algunos
ejemplares de la fauna regional, esta medida
no tiene ningún efecto práctico en términos de
gestión ambiental. Las especies en cautiverio
difícilmente se pueden reintroducir en la
naturaleza y si hay especies raras, su manejo
deberá ser hecho por técnicos especializados,
difícilmente disponibles en dichas empresas,
sino solo en instituciones de investigación. A lo
máximo, dicha iniciativa podrá contribuir a la
educación ambiental y para que los funcionarios
y la comunidad tomen conocimiento del
patrimonio faunístico de la región.
Por fin, un componente esencial en un programa
de gestión es el seguimiento y monitoreo. Los
impactos ambientales deben ser objeto de un
programa sistemático de monitoreo, por ejemplo,
las comunidades acuáticas bentónicas y
plantónicas, el tamaño y la densidad de
especies arbóreas en áreas reforestadas y, aún,
la población de determinadas especies
faunísticas importantes. De igual forma, el
funcionamiento de los programas de gestión
deberá registrarse en informes periódicos
adecuados.
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INDICE
CAPITULO 24
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