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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO POSGRADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS FACULTAD DE CIENCIAS SISTEMÁTICA UN ANÁLISIS DE LA ESTRUCTURA DEL PELO Y SUS IMPLICACIONES FILOGENÉTICAS ENTRE RATONES PEROMYSCINOS TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: MAESTRA EN CIENCIAS BIOLÓGICAS PRESENTA: ALINA NASHIELY RENDÓN LUGO TUTORA PRINCIPAL DE TESIS: DRA. LIVIA SOCORRO LEÓN PANIAGUA FACULTAD DE CIENCIAS, UNAM COMITÉ TUTOR: DRA. PATRICIA SANTIAGO JACINTO INSTITUTO DE FÍSICA, UNAM DRA. GUADALUPE TRINIDAD ZAVALA PADILLA INSTITUTO DE BIOTECNOLOGÍA, UNAM MÉXICO, D.F. DICIEMBRE, 2013. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO POSGRADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS FACULTAD DE CIENCIAS SISTEMÁTICA UN ANÁLISIS DE LA ESTRUCTURA DEL PELO Y SUS IMPLICACIONES FILOGENÉTICAS ENTRE RATONES PEROMYSCINOS TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: MAESTRA EN CIENCIAS BIOLÓGICAS PRESENTA: ALINA NASHIELY RENDÓN LUGO TUTORA PRINCIPAL DE TESIS: DRA. LIVIA SOCORRO LEÓN PANIAGUA FACULTAD DE CIENCIAS, UNAM COMITÉ TUTOR: DRA. PATRICIA SANTIAGO JACINTO INSTITUTO DE FÍSICA, UNAM DRA. GUADALUPE TRINIDAD ZAVALA PADILLA INSTITUTO DE BIOTECNOLOGÍA, UNAM MÉXICO, D.F. DICIEMBRE, 2013. AGRADECIMIENTOS Agradezco a la Dra. Livia León por brindarme su asesoría, haberme guiado en el desarrollo de esta tesis y por apoyarme en momentos tan difíciles. Al Museo de Zoología “Alfonso L. Herrera” de la Facultad de Ciencias, UNAM, por proporcionarme todas las muestras con las que trabajé. A la Dra. Patricia Santiago, por su apoyo y amistad, y por facilitarme todo lo necesario para que pudiera desarrollar este proyecto. A la Dra. Guadalupe Zavala por toda la paciencia y apoyo para la preparación de las muestras, la interpretación de resultados y su asesoría durante todo el trabajo. A los miembros del jurado por sus valiosas correcciones y comentarios: Dr. Víctor Sánchez-Cordero, Dr. Adolfo Navarro, Dra. Roxana Acosta, Dra. Patricia Santiago y Dra. Guadalupe Zavala. Al Ing. Iván Puente-Lee de la Facultad de Química de la UNAM, por su gran apoyo, por abrirme las puertas del laboratorio a su cargo para que pudiera analizar mis muestras y aprender microscopía electrónica de barrido. Al Instituto Mexicano del Petróleo, especialmente al Dr. Vicente Garibay y al Dr. Eduardo Palacios por brindarme el acceso al laboratorio de microscopía electrónica de ultra alta resolución para el análisis por microscopía de doble haz de algunas muestras cuyos resultados fueron muy novedosos. A la M. en B. Anahí Ávila por su apoyo y asesoría en el análisis filogenético. Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) por la beca otorgada para los estudios de maestría. Al posgrado en Ciencias Biológicas de la UNAM por darme la oportunidad de llevar a cabo mis estudios de maestría. Agradezco también al Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica IN113411 (PAPIIT), así como el apoyo del proyecto “Revisión del estado sistemático y biogeográfico de los roedores peromicinos del grupo “megalops” (Peromyscus megalops, P. melanurus y P. melanocarpus), y de Osgoodomys banderanus a partir de los genes mitocondriales ND3 ND4 y el nuclear GHR, con clave IN216713. Finalmente quiero expresar mi agradecimiento a mis padres y a mi hermano por toda una vida de apoyo. A mi hermano infinitamente por una infancia feliz, porque le debo ser lo que soy y por ser mi fuerza. A mi hermano. Índice I. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………..1 II. ANTECEDENTES…………………………………………………………………….3 1. Desarrollo del estudio del pelo y su aplicación a la sistemática……………………..3 2. Papel de la microscopía en el estudio del pelo………………………………………..6 3. Biología del pelo y sus implicaciones evolutivas………………………………………7 III. OBJETIVOS…………………………………………………………………………...9 IV. MÉTODOS…………………………………………………………………………….9 1. Recolección de muestras, preparación y microscopía óptica………………………..9 2. Microscopía electrónica de barrido (SEM)…………………………………………….11 3. Microscopía electrónica de transmisión (TEM)……………………………………….11 4. Microscopía de doble haz (FIB)………………………………………………………...12 5. Mediciones morfológicas………………………………………………………………..12 6. Análisis filogenético………………………………………………………………………13 V. RESULTADOS………………………………………………………………………15 1. Microscopía óptica……………………………………………………………………….15 2. Microscopía electrónica de barrido (SEM)…………………………………………….23 3. Cortes por ultramicrotomía……………………………………………………………...27 4. Espectrometría por dispersión de energía (EDS)…………………………………….28 5. Microscopía electrónica de transmisión (TEM)……………………………………….36 6. Microscopía de doble haz (FIB)………………………………………………………...37 7. Análisis filogenético………………………………………………………………………39 VI. DISCUSIÓN…………………………………………………………………………..41 1. Microscopía óptica……………………………………………………………………….41 2. Microscopía electrónica de barrido (SEM)…………………………………………….43 3. Microscopía electrónica de transmisión (TEM)……………………………………….46 4. Microscopía de doble haz (FIB)………………………………………………………...47 5. Análisis filogenético………………………………………………………………………49 VII. CONCLUSIONES GENERALES…………………………………………………..51 VIII. LITERATURA CITADA……………………………………………………………..52 Resumen El pelo ha sido una de las características diagnósticas más estudiadas de los mamíferos y los avances tricológicos han ido de la mano de la aplicación de nuevas técnicas microscópicas. Gracias a éstas, se ha podido analizar la microestructura y ultraestructura pilosa con fines médicos, taxonómicos y evolutivos. A pesar de los numerosos estudios del pelo de diferentes grupos de mamíferos, la utilidad de su estructura en estudios filogenéticos no ha sido esclarecida. Es por ésto que en este trabajo se usa como modelo de estudio al pelo de ratones peromyscinos, haciendo uso de diferentes técnicas microscópicas para analizar minuciosamente la microestructura del pelo y utilizar estos caracteres en un análisis cladístico para probar la señal filogenética de las estructuras que lo componen. Los caracteres escogidos se basaron principalmente en el análisis de microscopía óptica. Se pudieron encontrar variaciones medulares a lo largo de toda la hebra del pelo. Se recomienda considerar esta variación cuando se hacen identificaciones taxonómicas a partir del pelo y se sugiere la revisión de algunas claves, sobre todo en la identificación de roedores. Se corroboró la importancia de la médula en su región más ancha, además se observaron patrones en la médula de la región más próxima a la raíz entre especies relacionadas. Se observó que a este nivel, característicascomo el pigmento y el ancho dan alguna señal filogenética. La microscopía electrónica de barrido mostró diferentes patrones en la cutícula con variaciones en la raíz y en la zona media mostrando diferencias importantes en los grupos externos. Se observaron otras estructuras como gránulos de pigmento esféricos y ovoides con la microscopía electrónica de barrido y la de transmisión. Se analizó por primera vez por microscopía de doble haz la estructura interna del pelo de dos especies peromyscinas encontrando importantes detalles microestructurales, que deberán ser utilizados en estudios filogenéticos posteriores. Abstract The hair has been one of the most studied mammals diagnosis characteristics, and the trichologic advances has come along with the application of new microscopic techniques. Due to the extent of these techniques, it has been possible the microstructure and ultrastructure analysis for medical, taxonomic and evolutionary proposes. Despite the numerous hair studies of different mammal groups, the utility of its structure in phylogenetic studies has not been clear. This is why in this study the peromyscines mice hair is used as model, recurring to a diversity of microscopic techniques to analyze minutely the microstructure of the hair, and using those characters in a cladistics analysis to prove the phylogenetic signal of its composing structures. The chosen characters were mainly based in the optical microscopic analysis. Variations along the inner part of hair’s strand could be founded. It is recommendable to considered these variations using hair for taxonomic identifications and it’s suggested the review of some codes, mainly in the rodents identification. It was corroborated the pith importance in the wider segment, besides it was founded patterns in part of the pith nearby to the hair’s among related species. Also it is noticeable that in this level of analysis, characteristics like the pigment and the width of the hair could give some kind of phylogenetic signals. The electronic microscopy scanning it was useful to analyze the different patterns in the cuticle with root’s variations and in the middle zone, showing significant differences in external groups. It was observed other structures like spherical and ovoid pigment granules whit electronic microscopy scanning and transmission microscopy. By the first time, the internal hair structure of two peromyscines species was analyzed by double beam microscopy, leading to find important microstructure details, which must be used to subsequent phylogenetic studies. 1 I. INTRODUCCIÓN El pelo es probablemente la característica morfológica y diagnóstica más importante de los mamíferos, ya que se presenta por lo menos en alguna fase de su vida. Está constituido básicamente por cuatro elementos: la médula, que es la parte más interna y formada por columnas de células queratinizadas; la corteza, que rodea a la médula; los gránulos de pigmento, que le confieren color al pelo; y la cutícula, que es la parte más externa y que está constituida por placas de células dispuestas en escamas que toman diversas formas (Hausman, 1920; 1924). Dichas estructuras microscópicas presentan formas características en diferentes grupos de mamíferos, por lo que se han utilizado como una herramienta en la identificación (Hausman, 1920; Amman et al., 2002). Los análisis de la estructura del pelo han llevado a conocer las diferencias en el arreglo de las escamas y las características medulares presentes en diferentes taxones y ha servido para el análisis de las relaciones entre algunos grupos de mamíferos, para la identificación de géneros, e incluso para distinguir algunas especies (Amman et al., 2002). En otros casos, se ha utilizado para conocer la historia evolutiva de los mamíferos, analizando la morfología de cada una de las estructuras que lo componen (Homan y Genoways, 1978) y mediante el estudio del principal constituyente del pelo, la queratina, así como de los genes que codifican para ésta, cuyos estudios sugieren que la presencia de queratina de pelo no es una novedad evolutiva de los mamíferos y que sus características constitutivas han sufrido una rápida divergencia (Eckhart et al., 2008; Wu et al., 2008). Los pelos más externos de los mamíferos o de protección, conocidos como pelos de guardia dorsal son los más utilizados en estos estudios debido a que son los más largos y resistentes, por lo que no presentan daños en su estructura incluso cuando se encuentran en contenidos estomacales (Baca y Sánchez-Cordero, 2004). Todas estas características han mostrado la importancia del uso del pelo en diversas áreas y disciplinas de la Biología, como la taxonomía, y ha conducido a la elaboración de guías y claves en las que la estructura medular ha tomado mayor relevancia debido a los patrones de ordenamiento y forma de las células, además del ancho, la longitud total y la coloración que en algunos estudios se han encontrado como especie-específicos (Mayer, 1952; Monroy-Vilchis et al., 2005). Sin embargo, aunque se han encontrado importantes patrones en la microestructura del pelo, todavía no ha sido ampliamente estudiado en todos los mamíferos a pesar del potencial que representa su análisis, principalmente en aquellos grupos que actualmente son motivo de debate en 2 cuanto a su taxonomía y relaciones filogenéticas, como es el caso de los roedores peromyscinos. Los peromyscinos, pertenecientes a la familia Cricetidae, fueron estudiados por Carleton (1980), quien a través de un análisis cladístico basado en caracteres morfológicos, elevó a nivel de género varios de los subgéneros de Peromyscus (Habromys, Isthmomys, Megadontomys y Osgoodomys), constituyendo así la tribu Peromyscini, en la que posteriormente Musser y Carleton (2005) propondrían agregar a Neotomodon y también considerar a Onychomys, con lo que todos estos géneros constituyen a los Peromyscus sensu lato. Los peromyscinos sensu stricto están constituidos por dos subgéneros, Haplomylomys y Peromyscus, los cuales están filogenéticamente relacionados con el género Reithrodontomys (Musser y Carleton, 2005; León, 2007). Las 56 especies de Peromyscus (Musser y Carleton, 2005) constituyen una de las tribus más diversas de mamíferos que están restringidas a América del Norte. A excepción de dos especies, todas las especies del género Peromyscus están representadas en México y 6 son especies endémicas (Dawson, 2004; Rogers et al., 2004). A pesar de la importancia del grupo, que ha sido mencionada por diversos autores, todavía se conoce poco sobre las relaciones filogenéticas entre las especies que lo conforman (Bradley et al., 2007). Con el propósito de conocer la historia evolutiva de los peromyscinos, autores como Rogers et al. (2004), Reeder et al. (2006) y Bradley et al. (2007), han propuesto diversas filogenias basadas en caracteres moleculares que todavía son muy discutidas e incluso poco aceptadas. Por todo lo anterior, con este trabajo se pretende aportar al conocimiento del pelo y evaluar su utilidad para complementar los datos morfológicos en filogenias como la del grupo de los peromyscinos, analizando la microestructura del pelo a través de las técnicas de microscopía de luz y la microscopía electrónica, que es una de las herramientas más poderosas en la caracterización del material biológico, para la observación morfológica y estructural que proporcione información sobre la evolución del grupo. 3 II. ANTECEDENTES 1. Desarrollo del estudio del pelo y su aplicación a la sistemática El estudio científico del pelo o tricología se remonta hacia la primera mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, período en el que se definieron y describieron formalmente las tres capas constituyentes del pelo, la cutícula o capa más externa, compuesta porescamas sobrepuestas en forma de tejado; la corteza, o capa intermedia en la cual se encuentra el pigmento, y la médula, que es la capa más interna formada por los remanentes de células queratinizadas o cámaras que forman diferentes arreglos en diferentes grupos taxonómicos y que pueden estar ausentes en algunas especies. Entre estos primeros trabajos en los que se estudiaron estas estructuras, se encuentran los de Hausman (1920; 1924; 1930; 1932) quien hizo una de las más grandes contribuciones al describir detalladamente los tipos de pelo presentes en los mamíferos y esquematizar en numerosas láminas los diferentes tipos de escamas y médulas que se encuentran en diferentes grupos, así como la morfología de intrusiones o cuerpos corticales y gránulos de pigmento. De este período también destacan los trabajos de Williams (1938), Stoves (1942), Oyer (1946) y Noback (1951), en dónde las tres capas (cutícula, corteza y médula) se describen y esquematizan la morfología de los pelos de lana y de guardia. Entre los hallazgos más importantes de estos estudios se encuentran los cuerpos fusiformes y los ovoides, que son pequeñas estructuras situadas en la corteza y en ocasiones también entre la médula, cuya función se desconocía, sin embargo, rápidamente fueron identificadas como gránulos de pigmento, los cuales tendrían posteriormente una gran atención tanto por su utilidad en sistemática y evolución, como por su función como modelo para estudiar patrones genéticos y fisiológicos (Wagner, 2007; Borovansky, 2011). Además, se publicaron varias claves para la identificación. Una de ellas es la de Mathiak (1938), de los mamíferos del sur de Michigan. En esta se detallan los diferentes tipos de pelo (vibrisas, guardia y lana), y los cortes longitudinales y transversales de los pelos de guardia con los diferentes tipos de médulas que pueden presentar. También menciona las características típicas del pelo de los roedores, como son la médula discontinua y el patrón medular típico, nombrado como “base roedora”, el cual consiste en una médula dentada con masas alternas de melanina que aparentan ser una médula compuesta. Mayer (1952) publicó una clave de pelo para los mamíferos de California, en dónde llega a identificar a nivel de especie, incluyendo roedores peromyscinos por medio 4 de medidas de longitud. Algunos trabajos interesantes de la época son mencionados y discutidos por Noback (1951), sin embargo, están escritos en alemán, lo que dificulta su revisión, no obstante muestran la importancia que se daba al estudio del pelo por la vasta literatura publicada sobre el tema, tanto en histología como en taxonomía. En estas publicaciones se detalla con dibujos hechos a mano la estructura tanto macroscópica como microscópica del pelo en los diferentes grupos de mamíferos. Además de éstos, también se publicaron estudios de la morfología del pelo en grupos específicos. Algunos de ellos son el de Hausman (1920) sobre la morfología del pelo de monotremas y marsupiales, y el de Apgar (1930), quien realizó un estudio comparativo del pelo de seis áreas diferentes del cuerpo de dos subespecies de Peromyscus maniculatus, en el que describe las diferencias a nivel infraespecífico, basadas en el patrón de bandas, tipo de médula y cantidad de pelo de guardia en un área determinada. Las guías actuales de pelo para la identificación de taxones también son numerosas. Arita y Aranda (1987), publicaron un trabajo titulado “Técnicas para el estudio y clasificación de los pelos” el cual ha sido el referente principal en el estudio del pelo en México, para la identificación de mamíferos. En 1999, Monroy-Vilchis y Rubio-Rodríguez llevaron a cabo un estudio para la identificación de mamíferos de la sierra de Nanchititla, utilizando la longitud total, el patrón de coloración y la médula del pelo, llegando a la identificación de algunas especies y en otros ejemplares solo a nivel de género, como es el caso de muchos roedores. A pesar de que los estudios tricológicos comienzan formalmente en la primera mitad del siglo XIX, y las claves de pelo publicadas son muchas, se ha considerado que en muchos de estos trabajos la terminología y los métodos empleados permanecen ambiguos e incluso incomprensibles, como señala Teerink (2003) en su atlas y guía de identificación de los mamíferos de Europa del este. En dicho estudio, el autor describe muy detalladamente las características del pelo en varias zonas de la hebra y define tres tipos diferentes de pelo de guardia y los nombra como GH0, GH1 y GH2. El primero se trata de un pelo largo y derecho con una punta muy alargada, éste es el pelo que se presenta más comúnmente en los roedores. El segundo (GH1), también es derecho pero tiene un escudo más ancho que el GH0, y un escudo más cercano a la punta. El tercero (GH2), forma un ángulo entre el tallo y el escudo, es decir, es un pelo de guardia que parece ligeramente doblado. En el caso concreto de la identificación a través del pelo, el autor hace hincapié en la importancia de la mezcla de cualidades y no en características 5 aisladas, es decir, para una correcta identificación se necesita un grupo de características, aunque entre ellas algunas se consideren de poco valor taxonómico. Baca y Sánchez-Cordero (2004) publicaron un catálogo de pelos de guardia dorsal de 149 especies del estado de Oaxaca cuyas muestras de pelo se observaron en microscopio óptico y en microscopía electrónica de barrido (SEM, por sus siglas en inglés), concluyendo que en algunos casos la identificación puede ser a nivel de especie. Pech-Canché et al. (2009), realizaron una guía para la identificación de mamíferos no voladores del estado de Yucatán, (46 especies) basado en material proveniente de diferentes colecciones nacionales. Monroy-Vilchis y Rubio-Rodríguez (2003) llevaron a cabo una guía de identificación de mamíferos terrestres del estado de México, de 68 especies registradas para el estado, de las cuales, 15 especies que corresponden al orden Rodentia, familia Muridae, no pueden identificarse a nivel específico, entre las cuales se encuentran varias especies de Peromyscinos y del género Reithrodontomys. En esta guía los autores detallan la metodología desde el montaje de las muestras, hasta las regiones importantes de la hebra para la observación de la médula y la toma de medidas. Juárez et al., (2007) realizaron una guía ilustrada de pelo para la identificación de mamíferos medianos y grandes de Guatemala en la cual se presenta una traducción literal del portugués del trabajo publicado por Quadros y Montheiro-Fhilo (2006) sobre patrones microestructurales y propuesta nomenclatural para los pelos de guardia de mamíferos brasileños. Debelica y Thies (2009), realizaron una clave atlas de pelo para 150 especies de mamíferos terrestres de Texas, en el que usaron la clasificación de pelo de Hausman (1920). En este atlas se ilustra la médula por medio de fotografías de microscopía óptica y los patrones cuticulares en fotografías obtenidas por microscopía electrónica de barrido. Los gránulos de pigmento son otros de los componentes del pelo que han sido estudiados por varios autores como Hausman (1932), Williams (1938), Russell (1946), Birbeck et al. (1956). Estos autores sugirieron que la organización de los gránulos de pigmento dentro de la corteza es particular para cada grupo taxonómico, aunque no existen mapeos comparativos de dichos gránulos en cortes transversales de pelo. 6 2. El papel de la microscopía electrónica en el estudio del pelo El desarrollo de la microscopía electrónica ha jugado un papel fundamental en el avance de las ciencias biológicas y la tricología no es la excepción. Los microscopios electrónicos son herramientas muy poderosas, que al tener un mayor poder de resolución espacial, permiten la observación de estructuras máspequeñas, como virus y bacterias y texturas más finas, como la estructura de tejidos de plantas y animales (Vázquez-Nin y Echeverría, 2000; Egerton, 2005). La microscopía electrónica de barrido (SEM) es de acuerdo con Reimer (1993), el instrumento de óptica electrónica más importante para el estudio de muestras con volumen. Es por esto que su uso es fundamental para la observación de los patrones cuticulares, usados muchas veces para la identificación de mamíferos en el área mastozoológica, dermatológica, arqueológica y en ciencias forenses (Juárez, et al., 2007). Con el uso de microscopios de barrido y de transmisión autores como Birbeck, et al. (1956) y Birbeck y Mercer (1957), pudieron describir la estructura de gránulos de pigmento de pelo humano, así como su formación. Además, pudieron estudiar la ultraestructura del folículo piloso y la vaina interna de la raíz, que forma parte del folículo, así como la estructura de la corteza y cutícula, de la cual mencionan que contiene una cantidad mayor de azufre que el resto de las estructuras. Clement et al. (1981) estudió la morfología para la identificación de pelo humano y de otros mamíferos en microscopía de barrido y transmisión, encontrando diferencias entre las microfibras de las células o celdas medulares. Chernova (2002, 2003, 2006) y Chernova y Kuznetsov (2001), han detallado la estructura y composición de las tres capas de la fibra capilar, así como la importancia taxonómica de cada una de ellas, además de estudiar las causas evolutivas de la existencia de polimorfismo en el pelo, todo esto usando microscopía electrónica. Dentro la microscopía electrónica, se han desarrollado técnicas con aplicaciones en las ciencias biológicas. Entre estas destaca la microscopía de doble haz o FIB (focused ion beam, por sus siglas en inglés), la cual se basa en un instrumento de microscopía de barrido que contiene una columna de electrones para la observación de las muestras, y una de iones para el corte o desbaste de estas, para que sean observadas en un microscopio de transmisión o en el mismo instrumento FIB. Esta técnica, desarrollada desde finales de los 70s, permite la exploración de estructuras tridimensionales tanto internas como más superficiales por lo que ha sido utilizada para el 7 análisis de materiales, incluyendo aquellos de origen biológico (Giannuzzi y Stevie, 1999; Reyntjens y Puers, 2001; Milani et al., 2007; Grandfield y Engqvist, 2011). Es por esto que la aplicación para la observación del pelo y las estructuras que lo componen resulta bastante promisoria, pese a los tiempos y costos que implica el análisis con estos instrumentos. 3. Biología del pelo y sus implicaciones evolutivas La estructura y funcionamiento del bulbo piloso ha jugado un papel central en el estudio del pelo, su origen y funcionamiento. Tobin (2005) menciona que el bulbo es una estructura de suma importancia ya que se trata de un pequeño órgano en el que ocurren muchos de los procesos de los seres vivos como son la comunicación celular, la muerte celular programada y la diferenciación, por lo que además de ser útil en estudios sobre la evolución del pelo, también sirve como modelo para la investigación de diversos procesos fisiológicos. El pelo también se ha utilizado para conocer la historia evolutiva de los mamíferos. En algunos trabajos como el de Danforth (1925), se hace una revisión sobre las diferentes hipótesis propuestas sobre el origen del pelo que lo homologan con plumas y escamas de reptil. Homan y Genoways (1978) analizaron la utilidad filogenética del pelo entre ratones heterómidos. En otros casos se analiza la morfología de las estructuras y moléculas que lo componen para el estudio de la evolución del pelo, como es el estudio de Eckhart, et al. (2008) sobre genes de reptiles que codifican para cierto tipo de queratinas relacionadas con las que conforman el pelo de mamíferos. Las proteínas y aminoácidos que constituyen la fibra capilar también han sido de gran interés para muchos autores. Rogers (1963) estudió la localización de arginina y citrulina del folículo piloso, que son aminoácidos implicados en la formación del pelo. Las proteínas constituyentes del pelo e implicadas en su formación son la queratina y tricohialina. Esta última actúa en el proceso de queratinización, y ha sido estudiada por Birbeck y Mercer (1957), Steinert et al. (2003) y Alibardi (2004a). La queratina, que es probablemente la proteína más importante en la biogénesis del pelo se ha estudiado ampliamente por autores como Bradbury y Leeder (1970), Langbein y Schweizer (2005), Tobin (2005), Eckhart et al.(2008) y Wu et al. (2008), que han abordado el tema desde un punto de vista tanto histológico como evolutivo. 8 La literatura publicada sobre la anatomía de la piel y anexos cutáneos como el pelo es muy vasta, entre los que destacan aquellos en los que se analiza la micro y ultraestructura del folículo piloso. Alibardi (2004a; 2004b) y Alibardi et al. (2005), estudiaron por medio de microscopía electrónica de transmisión (TEM, por sus siglas en inglés) la vaina interna de la raíz, que es la estructura que rodea a la fibra capilar en la porción inmersa en la dermis, y tiene la función de sostener el pelo dentro del folículo, permitir la salida del pelo a través de la epidermis y moldear el patrón cuticular. En dicho trabajo sugiere que la morfogénesis del pelo tanto de especies de mamíferos primitivos (monotremas) como de la cola de algunos ratones, puede esclarecer la evolución de la fibra capilar. Además mencionan la existencia de grandes similitudes entre los folículos de diferentes grupos de mamíferos, así como en la distribución de la enzima caspasa-14 en las fibras capilares. Sin embargo, aunque se han encontrado importantes patrones en la microestructura del pelo, todavía no ha sido ampliamente estudiado en todos los mamíferos a pesar del potencial que representa su análisis (Monroy-Vilchis et al., 2003). Los autores que han sugerido que la estructura del pelo tiene implicaciones filogenéticas son varios, y aunque mencionan la necesidad de profundizar en esto, la controversia sobre la utilidad filogenética del pelo ha continuado por la falta de estudios al respecto y la falta de cuidado en las observaciones de la estructura del pelo, que se ve reflejado en varias de las guías publicadas en los últimos años. En estas guías (Baca y Sánchez-Cordero, 2004; Debelica y Thies, 2009; Pech-Canché et al., 2009) no se hace distinción entre la médula principal y la médula secundaria, al menos en lo que respecta a la clave de roedores, en donde se esquematiza el tipo de médula con micrografías tomadas en diferentes regiones, incluyendo aquellas que no son informativas para la identificación del taxón, como es la región del tallo, que está compuesta por una o dos columnas de células o cámaras dentro de una matriz hialina con muy pocos o sin gránulos de pigmento presentes. Autores como Juárez et al. (2007), han señalado al usar la médula para la identificación se debe considerar aquella que se encuentra en la porción más ancha de la fibra capilar, ya que las características medulares de otras zonas son invariantes entre grupos y no sirven por lo tanto para la identificación. 9 III. OBJETIVOS Objetivo general Proponer una hipótesis de distribución y cambio de los caracteres del pelo de algunas especies de peromyscinos a partir de un análisis cladístico usando caracteres microestructurales del pelo de estos roedores. Objetivos particulares Describir los diferentes tipos de pelo presentes en 38 especies de ocho géneros de Peromyscinos. Describir los diferentes tipos de estructuras del pelo de las especies seleccionadas, así como la microestructura de cortes transversales y escamas. Obtener un cladograma con especies representativas de peromyscinos paramapear los caracteres del pelo. IV. MÉTODOS 1. Recolección de muestras, preparación y microscopía óptica: -Se tomaron muestras de pelo de guardia dorsal de ejemplares del Museo de Zoología “Alfonso L. Herrera” de la Facultad de Ciencias de la UNAM de las siguientes especies: 1. Habromys (H. ixtlani, H. simulatus, H. lophurus) 2. Megadontomys (M. thomasi, M. cryophilus, M. nelsoni) 3. Osgoodomys banderanus 4. Onychomys leucogaster 5. Peromyscus (Subgénero Peromyscus: P. aztecus, P. beatae, P. boylii, P. difficilis , P. furvus, P. gratus, P. guatemalensis, P. hylocetes, P. leucopus, P. levipes, P. maniculatus, P. megalops, P. melanocarpus, P. melanophrys, P. melanurus, P. mexicanus, P. pectoralis, P. perfulvus, P. simulus, P. spicilegus, P. truei, P. yucatanicus. Subgénero Haplomylomys: P. eremicus, P. fraterculus, P. merriami) 6. Neotomodon alstoni 7. Neotoma mexicana 8. Reithrodontomys (R. chrysopsis, R. fulvescens, R. sumichrasti) 10 -Se lavaron las muestras con etanol absoluto para quitar impurezas y grasa, para su posterior montaje en portaobjetos usando bálsamo de Canadá. -Las preparaciones de cada especie se observaron en un microscopio óptico marca Leica DM 2000 con una cámara CCD integrada (detector de acoplamiento de carga, por sus siglas en inglés), con la que se tomaron micrografías con los objetivos 20X y 40X. -Las partes analizadas de cada muestra corresponden a las regiones distal y proximal del pelo así como la región de la espátula o parte más ancha. Debido a la variación de la estructura medular a lo largo de toda la hebra del pelo, la médula de la región espatular se considera la principal. Las muestras corresponden a los tres tipos de pelo de guardia (GH0, GH1 y GH2) clasificados por Teerink (2003), los cuales se muestran en la figura 1. Figura 1. Morfología de los tres tipos de pelo de guardia. Tomado de Teerink (2003). -La morfología se analizó de acuerdo con la clasificación de Hausman (1920). Los patrones medulares y cuticulares establecidos por el autor se muestran en las figuras 2A y 2B. Los patrones medulares que se muestran corresponden solamente a los que pueden presentarse en el orden Rodentia. 11 TIPOS DE MÉDULA a b c d e Figura 2A. Tipos de médula. Simple: a) ovada, b) elongada, c) aplanada; Compuesta: d) ovada, e) aplanada Tomado de Debelica y Thies (2009). TIPOS DE ESCAMAS a b c d e f g h Figura 2B. Tipos de escamas. Imbricadas: a) ovada, b) acuminada, c) elongada, d) crenada, e) aplanada; Coronales: f) simple, g) serrada, h) dentada. Tomado de Debelica y Thies (2009). 2. Microscopía electrónica de barrido (SEM) -Se realizaron las observaciones por microscopía electrónica de barrido (SEM) en un microscopio JEOL JSM-5900LV (de bajo vacío o presión variable), de muestras de pelo de guardia dorsal de las especies Habromys simulatus, H. ixtlani, Osgoodomys banderanus, Peromyscus mexicanus, P. difficilis, P. hylocetes, P. eremicus, Megadontomys cryophilus, M. nelsoni y Neotomodon alstoni. Las regiones seleccionadas para la observación fueron el tallo, en la porción más cercana a la raíz y la parte media o espátula. -Para la observación de la morfología de las escamas se montaron pelos completos, acostados sobre cinta de carbón y se recubrieron con Au en un sistema de evaporación sputtering, ya que las observaciones en fresco fueron complicadas debido a la carga eléctrica sufrida por las muestras que son de naturaleza no conductora. -Con el fin de establecer si existen diferencias porcentuales en la composición elemental entre los peromyscinos sensu lato, se realizaron microanálisis (EDS, por sus siglas en inglés) de muestras sin recubrimiento de pelo de las especies Habromys ixtlani, Peromyscus mexicanus, P. difficilis, P. hylocetes, Megadontomys cryophilus y M. nelsoni, en el microscopio Jeol JSM-5900 LV con un detector Oxford modelo Isis. 12 -Para la observación de cortes transversales se intentó la fractura de las muestras de pelo con nitrógeno líquido. El pelo no se congeló ni se pudo fracturar limpiamente, sin embargo, el corte transversal, aunque desgarrado, sirvió para la observación de gránulos completos que forman parte de la médula y corteza. Los pelos se montaron sobre cinta de carbón, y las observaciones se realizaron sin recubrir, por lo que se trabajó en algunos casos con bajo vacío. 3. Microscopía electrónica de transmisión (TEM) -Para los análisis en TEM, se realizó la inclusión del pelo de M. cryophilus en resina EPON, después haber lavado los pelos en óxido de propileno y colocarlos en una preinclusión preparada con esta sustancia y la resina. Después de este proceso las muestras de pelo se colocaron en moldes para embeber, los cuales se llenaron con la resina y se colocaron en una mufla a una temperatura que varió entre 30 y 60°C durante 48 horas. Las preparaciones ya endurecidas se utilizaron para hacer cortes finos y semifinos en un ultramicrotomo Leica EM UC6. Las muestras fueron observadas en un microscopio FEI F30 field emission operando a 300 kv. 4. Microscopía de doble haz (FIB) Dada la dificultad en la preparación de la muestras por los métodos convencionales como la ultramicrotomía para la observación de cortes tanto transversales como longitudinales, se realizó una exploración morfológica de muestras de pelo de P. mexicanus y P. eremicus pertenecientes a los subgéneros Peromyscus y Haplomylomys, respectivamente y a ambientes ecológicos distintos, en una estación Dual Beam Nova 200 Nanolab, con lo cual se obtuvieron imágenes de la estructura interna de las tres capas que componen el pelo de las dos especies. La limpieza de las muestras se llevó a cabo con la metodología explicada para microscopía electrónica. Las muestras se montaron sobre cinta de cobre y fueron recubiertas con oro en un sistema de evaporación sputtering. El desbaste (corte) se realiza con iones de Galio y la obtención de las imágenes de barrido con el haz de electrones del microscopio, que cuenta con un detector de rayos X característicos (EDS). 13 Las imágenes de la estructura tridimensional del pelo se tomaron en varios momentos durante todo el proceso de corte para obtener información de cada capa que se iba descubriendo. 5. Mediciones morfológicas Las mediciones de las estructuras observadas en toda la microscopía electrónica se hicieron con el programa Digital Micrograph versión 3.11.0 (GATAN, 2007). Las estructuras medidas corresponden a la pared externa del pelo, constituida por la cutícula y corteza, así como los diámetros de las estructuras esféricas y ovoides que rodean a la médula. 6. Análisis Filogenético Se llevó a cabo un ejercicio de reconstrucción filogenética entre unas cuantas especies de peromyscinos con la finalidad de conocer a grandes rasgos el comportamiento evolutivo de los caracteres del pelo. Dicha reconstrucción se llevó a cabo usando NONA (Goloboff, 1993) con el programa Win Clada (Nixon, 2002) versión 10.00.08. La caracterización de la morfología del pelo llevo a la codificación de 13 caracteres, tanto binarios como multiestado. Dichos caracteres se utilizaron para construir una matriz. Las especies utilizadas fueron H. ixtlani, M. cryophilus, Osgoodomys banderanus, Onychomys leucogaster, P. mexicanus, P. eremicus, y como grupo externo R. fulvescens, S. mascotensis y T. nudicaudus. Los caracteres su escogieron con base en el análisis previo de microscopia óptica. En dicho análisis pudo verse que la médula de la espátula (carácter uno) puede estar constituida mayoritariamente por dos columnas de células o celdas, de dos y tres, únicamente de tres, y finalmente de cuatro(carácter de los grupos externos). Estos caracteres se codificaron como 0,1, 2 y 3 respectivamente. El carácter número 2, el tipo de escamas en la raíz, se observaron de dos tipos: simétricas (codificado como 0) o asimétricas (codificado como 1). Las escamas del escudo (carácter 4) fueron codificadas de la misma manera: simétricas (cero) y asimétricas (1). 14 También se encontraron especies cuyo pelo tiene un tallo muy corto con respecto al largo total (carácter tres) que de igual manera se codificó como carácter binario (0-1). El carácter cinco, correspondiente a las escamas ondeadas y el seis, de escamas acuminadas fueron codificados de la misma manera. Otros caracteres binarios son el 10, 11, 12 y 13. El primero de éstos corresponde a la presencia de un patrón biserial dominante en la región más proximal del tallo. El segundo a la presencia de una región uniserial más larga en esta misma región. El carácter 12 se trata de la presencia de zonas translúcidas en las que solo se marcan los bordes de las cámaras medulares y no se aprecian gránulos de pigmento dentro de ellas. Por último, el carácter 13, es el tipo de médula que ocupa todo el ancho del pelo. Los caracteres 7, 8 y 9 correspondientes al pigmento, el ancho y el largo respectivamente, fueron codificados como multiestado. El pigmento se consideró como bajo medio y alto; el ancho del pelo como pequeño, mediano y grande y finalmente el largo (carcater10), como corto, mediano, largo y muy largo. Todos estos caracteres y su codificación se muestran en el siguiente cuadro: Cuadro 1. Caracteres y su codificación. Especies Caracteres T ip o d e m é d u la E s c a m a s s im é tr ic a s ra íz T a ll o c o rt o E s c a m a s s im é tr ic a s e s c u d o E s c a m a s o n d e a d a s E s c a m a s a c u m in a d a s P ig m e n to A n c h o L a rg o B is e ri a l la rg o U n is e ri a l la rg o T ra n s lú c id o s M é d u la a n c h a H. ixtlani 1 0 0 0 0 0 1 1 1 0 1 1 1 O. banderanus 0 1 0 0 1 0 1 1 1 0 1 1 1 P. mexicanus 1 0 0 0 1 0 1 1 1 0 1 1 0 P. eremicus 1 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1 1 1 O. leucogaster 1 1 0 1 0 0 1 0 0 0 1 1 0 M. cryophilus 2 0 0 0 1 0 2 2 2 0 1 0 0 R. fulvescens 3 0 0 0 0 0 2 3 1 1 0 0 1 S. mascotensis 4 1 1 0 0 1 2 4 3 0 0 0 1 T. nudicaudus 3 1 1 0 0 0 2 4 3 0 0 0 0 V. RESULTADOS 1. Microscopía óptica 15 Se obtuvieron cerca de 500 micrografías de pelo de guardia dorsal de 38 especies de roedores peromyscinos depositados en la colección de mamíferos del museo “Alfonso L. Herrera” de la Facultad de Ciencias, UNAM. Las regiones que se consideraron para la descripción morfológica corresponden al tallo en su porción más cercana a la raíz, y la región más ancha o espátula. Patrones morfológicos generales La hebra del pelo de los ejemplares analizados está conformada por dos regiones: i) una región proximal o tallo, muy poco pigmentada; y ii) una región distal en dónde se encuentra la región más ancha y pigmentada de la hebra (escudo), que da la coloración típica de la especie (Figura 3, a y b). En algunas especies como P. eremicus la región más pigmentada se localiza en la región más distal ocupando menos de la mitad de la hebra. a. b. Figura 3. Regiones a) proximal y b) distal del pelo de P. truei. El tallo se caracteriza además, por tener una médula simple, tipo ovada, con células o celdas con forma cúbica muy simétricas en grupos como Habromys, o muy disparejas como en Reithrodontomys (figura 4, a y b respectivamente). Sin embargo, en especies como P. truei y P. gratus, domina el patrón de médula compuesta biseriada, es decir dos columnas de celdas (figura 3a). En los ejemplares también pudieron observarse los gránulos de pigmento presentes en la corteza, rodeando a la médula y también en los huecos dentro de ésta. 16 a. H. ixtlani. b. R. sumichrasti. Figura 4. Región del tallo. El patrón de médula principal característico de los peromyscinos analizados fue discontinua, compuesta, formada por células (celdas) con forma aplanada, distribuidas en dos o tres columnas que llegan a fusionarse en regiones. La médula ocupa todo el ancho de la hebra, tal como se ha reportado para el orden Rodentia (figura 5, a y b). a. P. yucatanicus. b. P. melanophrys. Figura 5. Patrón medular característico. Se observaron también otras características o defectos que pueden ser atribuidos a factores externos al control de formación y crecimiento del pelo, que han sido observados por varios autores como Houck y Siegel (2010), estas parecen discontinuidades o roturas internas en los que se interrumpe el arreglo medular, dando la impresión de que hubiera ocurrido una explosión interna que provoca el abultamiento de la hebra y una dispersión de los elementos de la médula (figura 6, a y b). 17 a. P. yucatanicus. b. O. banderanus. Figura 6. Defectos encontrados en el pelo en el arreglo medular. Los patrones encontrados en los cinco géneros de peromyscinos que se analizaron fueron en general bastante similares, encontrando realmente pocos elementos para la identificación a nivel de especie. Patrones morfológicos de Peromyscus sensu lato El género Habromys es un grupo con características del pelo muy similares a Peromyscus. El pelo es ligeramente más delgado en la zona de la espátula, con una médula triseriada, que en muchas regiones presenta dos de las tres células, fusionadas formando una lista, tal como se observa en otras especies como P. mexicanus. El género Osgoodomys (figura 7, a y b) presenta este mismo patrón en la médula principal, pero a diferencia de Habromys, el tallo está conformado por una columna muy dispareja de células como en el caso de Reithrodontomys. a. Médula. b. Tallo. Figura 7. Región del tallo y de la espátula de O. banderanus. 18 La especie Onychomys leucogaster presenta de igual manera, hasta tres columnas de células, aunque el patrón dominante es de dos células que se fusionan formando listas anchas y ovaladas. En el género Megadontomys (figura 8 a y b) presenta una pigmentación mucho mayor y una región espatular más ancha, con una médula triseriada que llega a formar listas y no presenta regiones translúcidas, lo que lo diferencia de los géneros antes mencionados. a. M. thomasi b. M. cryophilus Figura 8. Médula de dos especies de Megadontomys. Patrones morfológicos de Peromyscus sensu stricto Subgénero Haplomylomys Las especies del subgénero Haplomylomys que se analizaron fueron P. eremicus, P. merriami y P. fraterculus. El pelo de estas especies es visiblemente más corto que el del resto de las especies analizadas. Además, en el caso de P. eremicus se observó que el pigmento está mucho más concentrado hacia la punta que en las demás especies, dejando aproximadamente dos tercios claros de la hebra. Esta especie tiene una médula biserial, cuya parte más ancha se localiza en la zona media de transición entre la parte pigmentada y la despigmentada (figura 9a). Estas regiones de transición, se denominaron regiones translúcidas por la manera en la que lucen en el microscopio óptico, con poco pigmento que les da una coloración intermedia entre el blanco del tallo y el café de la espátula, y el patrón vacuolar que presentan (figura 9b). La estructura de P. fraterculus resultó bastante similar a P. eremicus, con una médula biserial, con regiones translúcidas en la zona media y con un tallo uniserial largo (figura 9c). El pelo de P. merriami es muy diferente al de los casos anteriores, ya que la hebra está mucho más pigmentada, sin regiones translúcidas y como en la mayoría de los 19 peromyscinos, ocupando la mitad de la hebra. Tiene además una médula triseriada de celdas ovaladas en la orilla y unacolumna interna de celdas más redondeadas (figura 9d), que es la forma medular más común en el resto de los peromyscinos. a. P. eremicus. b. P. eremicus. c. P. fraterculus. d. P. merriami. Figura 9. Médula principal de P. eremicus, P. fraterculus y P. merriami. Subgénero Peromyscus En la figura 10, se muestran las especies observadas por grupo del subgénero Peromyscus. En él se pueden observar grandes similitudes en los patrones del pelo. Sin embargo, existen grupos cuyas especies pueden compartir más características, como mayor pigmentación, ancho de la hebra y número de columnas y arreglo de las celdas de la médula. Las mayores diferencias se observaron entre Peromyscus y Megadontomys así como entre los grupos externos Reithrodontomys, Tylomys y Sigmodon. 20 GRUPO MEXICANUS P. mexicanus P. yucatanicus P. guatemalensis GRUPO MEGALOPS P. melanurus P. melanocarpus P. megalops GRUPO TRUEI P. truei P. difficilis P. gratus GRUPO BOYLII P. boylii P. beatae GRUPO MELANOPHRYS 21 P. melanophrys P. perfulvus Figura 10. Médula del pelo de las especies por grupo. Patrones morfológicos de los grupos externos En la figura 11 se muestran los tipos medulares que se observaron en los grupos externos: R. fulvescens, S. mascotensis y T. nudicaudus. Las diferencias fueron el grado de pigmentación y el ancho de la espátula que son mucho mayores a lo que presentan los Peromyscus sensu lato. Además, el tipo de médula de S. mascotensis (figura 11 c y d) y T. nudicaudus (figura 11 e y f) resultó muy distinta, con celdas más redondeadas acomodadas en un mayor número de columnas y con filas desordenadas. a. R. fulvescens (espátula). b. R. fulvescens (raíz). c. S. mascotensis (espátula). d. S. mascotensis (raíz). 22 e. T. nudicaudus (espátula). f. T. nudicaudus (raíz). Figura 11. Patrones medulares de la región de la espátula y raíz de los grupos externos. 23 2. Microscopía electrónica de barrido (SEM) Las muestras de pelo que se observaron en SEM corresponden a las especies H. ixtlani, H. simulatus, O. banderanus, O. leucogaster, N. alstoni, M. cryophilus, M. nelsoni, P. mexicanus, P. eremicus, P. fraterculus, P. merriami, R. fulvescens, S. mascotensis y T. nudicaudus. Las imágenes obtenidas (figura 12), muestran los patrones cuticulares presentes tanto en la región de la raíz como en la espatular. En ellas se puede apreciar que las escamas de la raíz son coronales mientras que las de la espátula son imbricadas. Las especies H. simulatus, O. banderanus y O. leucogaster (figura 12, a-f), presentan en la raíz escamas coronales de tipo simple, es decir, con bordes sencillos no dentados, además de ser escamas asimétricas, a excepción de H. simulatus que tiene escamas que dan la apariencia de ser vasos apilados por la simetría que presentan (figura 12b). Las escamas que presentan estas mismas especies en la espátula son imbricadas de tipo crenadas en H. simulatus, y aplanadas en O. banderanus y O. leucogaster. La especie P. mexicanus presenta escamas en el escudo crenadas muy pegadas una de otra, que presentan grandes ondulaciones bastante simétricas (figura 12g), a diferencia de P. eremicus (figura 12i), con escamas aplanadas más separadas unas de otras y sin ondulaciones, tal como se pudo apreciar en P. fraterculus y P. merriami, pertenecientes al subgénero Haplomylomys. El patrón cuticular de la región del escudo de P. mexicanus se repitió en el género Megadontomys (figura 13 a-d), que presenta ondulaciones pronunciadas en las escamas que además se encuentran muy cerca unas de otras. La especie Neotomodon alstoni (figura 13 e y f) presenta este mismo patrón, con la diferencia de que las escamas están mucho más cercanas. a. H. simulatus (espátula). b. H. simulatus (raíz). 24 c. O. banderanus (espátula). d. O. banderanus (raíz). e. O. leucogaster (espátula). f. O. leucogaster (raíz). g. P. mexicanus (espátula) h. P. mexicanus (raíz) i. P. eremicus (espátula) j. P. eremicus (raíz) Figura 12. Escamas de raíz y espátula. 25 a. M. cryophilus (espátula). b. M. cryophilus (raíz). c. M. nelsoni (espátula). d. M. nelsoni (raíz). e. N. alstoni (espátula) f. N. alstoni (raíz) Figura 13. Escamas de raíz y espátula. Los grupos externos utilizados para el análisis tanto morfológico como filogenético fueron Reithrodontomys fulvescens, Sigmodon mascotensis y Tylomys nudicaudus. En el primer caso se observaron escamas simples en raíz y aplanadas en la espátula, con una separación mayor a la encontrada en Peromyscus. Las otras dos especies, presentaron patrones cuticulares muy diferentes a los observados en todas las especies analizadas. T. nudicaudus presenta un patrón invertido, ya que en la raíz tiene escamas crenadas y serradas como las típicas de la región espatular de las especies peromyscinas, así como escamas crenadas en la espátula. 26 Por otra parte, en S. mascotensis se observaron escamas crenadas muy desordenadas en la raíz. En la espátula presenta escamas crenadas separadas unas de otras en algunas secciones, pero el patrón más común fue el de escamas acuminadas, es decir, dispuestas en forma de triángulos angostos y muy alargados, que no se encontraron en ninguna otra especie. Los resultados de estas tres especies se muestran a continuación en la figura 14. a. R. fulvescens (espátula). b. R. fulvescens (raíz). c. T. nudicaudus (espátula). d. T. nudicaudus (raíz). e. S. mascotensis (espátula) f. S. mascotensis (raíz) Figura 14. Escamas de raíz y espátula. 27 3. Cortes por ultramicrotomía Los cortes que se realizaron en ultramicrotomo de la especie M. cryophilus, sirvieron para conocer la estructura interna del pelo, del cual se observaron los gránulos de pigmento y otras estructuras esféricas y ovoides, además de las celdas o huecos que componen la médula. En la figura 15 puede verse el corte transversal con las medidas del diámetro de la celda medular, la medida de un cuerpo esférico (b), y un corte longitudinal (c), con una medición del diámetro de uno de los cuerpos esféricos encontrados (d). Los cuerpos esféricos (figura 15 b y d) que se encontraron tienen medidas entre 0.7 µ y 1 µ, mientras que los cuerpos ovoides miden por el lado más largo hasta 1.5 µ. La celda de la médula tuvo una medida de 5.3 µ. a. Corte transversal de médula biseriada. b. Corte transversal con cuerpos esféricos. c. Corte longitudinal de médula uniserial. d. Corte longitudinal a mayor amplificación. Figura 15. Cortes trasversales y longitudinales de pelo de M. cryophilus. 28 4. Espectrometría por dispersión de energía (EDS) Las muestras de pelo que se sometieron a microanálisis corresponden a las especies Habromys ixtlani, H. simulatus, Peromyscus mexicanus, P. difficilis, P. hylocetes y Megadontomys cryophilus. El microanálisis se realizó en una pequeña área de la raíz y de la espátula. Los principales elementos constituyentes del pelo que fueron detectados son carbono, oxígeno y azufre, los cuales se encontraron en porcentajes muy similares en todas las especies. Se encontraron también otros elementos como potasio, calcio y sodio. Género Peromyscus Las figuras 16 y 17 muestran los espectros de rayos x correspondientes a el pelo de P. mexicanus de las regiones antes mencionadas. Los elementos que se encontraron además de O, C y S fueron N, Mg, Al, P, Cl, K y Ca, tanto en la región de la raíz como en la espátula. Los espectros obtenidos para la especie P. difficilis se muestran en las figuras 18 y 19. En la figura 18 que corresponde al microanálisis de la región de la raíz contiene los tres elementos básicos que se encuentran en el pelo, además de P y Na. El microanálisis de la región de la espátula de estaespecie, arrojó los mismos resultados, con esos mismos elementos. Figura 16. EDS de P. mexicanus de la raíz. 29 Figura 17. EDS de P. mexicanus de la espátula. Figura 18. EDS de P. difficilis de la raíz. 30 Figura 19. EDS de P. difficilis de la espátula. La última especie del género Peromyscus que se analizó se trata de P. hylocetes. En la raíz del pelo de esta especie se encontraron los mismos elementos que en el caso anterior (figura 20). Sin embargo, en la región de la espátula solo se encontraron C, O y S (figura 21). Figura 20. EDS de P. hylocetes de la raíz. 31 Figura 21. EDS de P. hylocetes de la espátula. Género Habromys En el caso de la especie H. ixtlani el microanálisis arrojó solamente la presencia de los tres elementos básicos, C, O y S en los dos casos, es decir, en la región de la raíz y en la de la espátula (figuras 22 y 23 respectivamente). Figura 22. EDS de H. ixtlani de la raíz. 32 Figura 23. EDS de H. ixtlani de la espátula. Los espectros que siguen corresponden a la especie H. simulatus (figuras 24 y 25), en los que la composición elemental resultó diferente a la encontrada en H. ixtlani, ya que se encontraron más elementos además de los tres básicos, como N, Al, K y Ca. Figura 24. EDS de H. simulatus de la raíz. 33 Figura 25. EDS de H. simulatus de la espátula. Género Megadontomys La especie M. cryophilus fue la única de este género a la que se le hizo microanálisis. Las figuras 26 y 27 muestran los resultados donde se puede apreciar la presencia de los mismos elementos del caso anterior (N, Mg, Al, P, Cl, K y Ca). Figura 26. EDS de M. cryophilus de la raíz. 34 Figura 27. EDS de M. cryophilus de la espátula. Relaciones porcentuales de los elementos detectados. En el siguiente cuadro se muestran los porcentajes en que se encontraron los elementos en cada especie. El cuadro dos corresponde a las relaciones porcentuales en la región de la raíz, y el cuadro tres en la región de la espátula. Cuadro 2. Porcentajes de elementos encontrados en la región raíz de cada especie. Especies/% C O S N Na Mg Al P K Cl Ca P. mex 49.09 16.06 4.58 29.45 0.07 0.03 0.17 0.42 0.14 P. diff 72.78 22.65 4.16 0.21 0.19 P. hylo 73.50 21.85 4.47 0.09 0.09 H. ix 72.53 23.48 4 H. sim 45.66 22.08 3.01 28.58 0.12 0.10 0.20 0.25 M. cry 45.97 19.33 1.28 33.14 0.10 0.02 0.09 0.04 Cuadro 3. Porcentajes de los elementos encontrados en la región de la espátula de cada especie. Especies/% C O S N Na Mg Al P K Cl Ca P. mex 38.7 21.59 1.26 38.33 0.07 0.04 0.05 35 P. diff 72.48 23.2 4.25 0.08 P. hylo 71.04 25.77 3.19 H. ix 73.19 22.7 4.11 H. sim 25.89 0.22 -0.92 M. cry 48.24 18.38 1.24 31.82 0.10 0.03 0.10 0.06 Finalmente, es importante señalar que se encontraron otros elementos como Ni y Mo, cuya presencia puede deberse a los componentes de las sustancias con que fumigan las colecciones, por lo que no se tomaron en cuenta. 36 5. Microscopía electrónica de transmisión (TEM) Se obtuvieron cortes trasversales también por ultramicrotomía para ser observados en TEM, de la especie M. cryophilus. Con esta técnica también se encontraron los cuerpos esféricos y ovoides que se vieron en SEM y de igual forma se tomaron medidas de sus diámetros. En la figura 28 se muestran las imágenes obtenidas. a. Vista panorámica del corte transversal. b. Gránulos de la médula. c. Corte transversal completo. d. Gránulos de la médula. e. Corteza del pelo. f. Estructura fibrilar de la corteza. Figura 28. Micrografías de los cortes transversales de M. cryophilus. 37 6. Microscopía de doble haz (FIB) La exploración morfológica por microscopía de doble haz se llevo a cabo entre dos especies de Peromyscus (P. mexicanus y P. eremicus) pertenecientes a dos subgéneros y ambientes ecológicos distintos. El desbaste de la fibra capilar se llevo a cabo en la región media del pelo. Las regiones exactas que se seleccionaron para el corte de pelo de P. mexicanus, así como la secuencia de desbaste se muestran en la figura 29. El caso de P. eremicus se muestra en la figura 30. En las imágenes obtenidas de ambas especies se pueden apreciar las diferentes capas que constituyen el pelo. En la cutícula, se puede ver la porosidad de la estructura interna de las escamas (figuras 29b y 30b). También son visibles las células o cámaras de la corteza, que resultaron imposibles de ver con otras técnicas (figuras 29c y 30c). Finalmente, la médula discontinua, organizada como una especie de escalera en cuyos peldaños se pueden ver estructuras globulares que corresponden a los gránulos de pigmento (figuras 29d y 30d). a. Región seleccionada para el corte b. Desbaste de la cutícula c. Morfología de la corteza d. Médula Figura 29. Imágenes de la secuencia de desbaste de pelo de P. mexicanus. 38 a. Región seleccionada para el corte b. Desbaste de la cutícula c. Morfología de la corteza d. Médula Figura 30. Imágenes de la secuencia de desbaste de pelo de P. eremicus. Al terminar el desbaste de las muestras se realizó una exploración por toda la región expuesta en las muestras de ambas especies, obteniendo imágenes de estructuras complejas que conforman las tres capas del pelo. En el pelo de P. mexicanus se encontró una estructura globular de 2.9µ de diámetro, unida a la pared interna de la cutícula, así como una red de filamentos unidos por pequeñas esferas de aproximadamente 0.5µ, que asemeja una madeja de estambre (figura 31). Figura 31. Estructura de la pared interna de la cutícula de P. mexicanus. 39 7. Análisis filogenético En la figura 32 se muestra uno de los tres árboles más parsimoniosos que se obtuvieron durante el análisis cladístico. En este árbol se aprecia el mapeo de los caracteres, donde los círculos negros representan apomorfías (autapomorfías y sinapomorfías). Algunas características que desde los análisis anteriores de microscopía, parecían agrupar especies más relacionadas resultaron ser filogenéticamente informativas, tal como la pigmentación (carácter 7), el ancho del pelo (carácter 8), un tallo con un patrón uniserial dominante (carácter 11) y la presencia de regiones translúcidas (carácter 12). Las características sinapomórficas que agruparon a los grupos externos fueron un tallo muy corto, una hebra altamente pigmentada y larga, siendo esta última característica no informativa filogenéticamente, es decir una homoplasia para el resto de los peromyscinos (carácter 13). Figura 32. Uno de los tres árboles igualmente parsimoniosos que se obtuvieron. La figura 33 muestra el árbol de consenso de mayoría que se obtuvo después de un análisis de parsimonia en donde se obtuvieron 3 árboles igualmente parsimoniosos. En él se puede apreciar la separación entre dos grupos, los Peromyscinos y los grupos externos (S. mascotensis y T. nudicaudus). 40 Por otra parte, puede notarse una politomía en la que no se resuelve la relación entre H. Ixtlani, O. banderanus y P. mexicanus, y otra más entre este grupo con P. eremicus y O. leucogaster. Se obtuvieron índices de consistencia y de retención de 66 y 63 respectivamente. Figura 33. Árbol de consenso de mayoría (los números corresponden al estadístico de bootstrap). 41 VI. DISCUSIÓN 1. Microscopía óptica La microscopía de luz se ha utilizado tradicionalmente para la observación morfológica del pelo desde mediados del siglo XIX de acuerdo con Teerink (1991). Utilizando campo claro en este tipo de microscopía se puede llevar a cabo una exploración rápida y sencilla de la hebra del pelo para la descripción de patrones morfológicos de lamédula. De esta manera pudieron corroborarse los caracteres que han descrito diversos autores como Debelica y Thies (2009), sobre el pelo de roedores, cuya médula presenta un patrón que han denominado “básico de roedor”. Dicho patrón consiste en una médula que llena toda la hebra, es decir, es tan ancha como ésta, además de que presenta intrusiones corticales cargadas de pigmento que se adentran en esta, presentes en los peromyscinos. A pesar de la gran cantidad de información publicada sobre la morfología del pelo y su uso para la identificación taxonómica, Teerink (1991) menciona la falta de especificaciones con respecto a las estructuras que se identifican. Juárez et al. (2007) mencionan la variación estructural de la hebra del pelo desde la raíz a la punta y sugieren que se tome como médula principal a aquella que se encuentra en la región más ancha del pelo (escudo). A pesar de esto, muchas claves ilustran la médula con fotografías del tallo, que en el caso de roedores siempre es simple o biseriada. Estos caracteres invariantes no sirven para la identificación (Morrone, 2011; 2013), por lo que deberían excluirse de las claves. Debido a la confusión que causan estas ilustraciones así como las descripciones poco específicas, no queda del todo claro si los peromyscinos realmente pueden identificarse con los caracteres que mencionan las claves. También existen algunas inconsistencias en cuanto a la utilidad de determinados caracteres que se presentan en el pelo. Arita y Aranda (1987), Juárez et al. (2007) mencionan que el patrón de bandas de color en el pelo resulta de gran utilidad para la identificación, mientras que Debelica y Thies (2009), consideran que este carácter, además del color, largo y localización del escudo tienen una alta variación estacional, por lo que en su clave “Atlas de mamíferos de Texas” no los toman en cuenta. Por otra parte, Fernández y Rossi (1998), en un estudio de los patrones medulares y cuticulares de roedores y marsupiales pequeños, consideran que tanto el tipo de médula como la pigmentación, no presentan variaciones con la edad, el sexo o la dieta, por lo que son buenos caracteres taxonómicos e incluso filogenéticos, aunque mencionan que en este 42 último caso no se han explorado suficientemente. Otras claves que se han publicado, utilizan medidas como el largo del pelo como parte de los caracteres usados para la identificación, como Monroy-Vilchis y Rubio-Rodríguez (2003) en su guía de identificación de mamíferos del Estado de México. Apgar (1930), realizó un estudio comparativo entre subespecies de P. maniculatus, cuyas diferencias principales son la coloración y el ancho de la hebra. En el presente trabajo se encontró que en el patrón de bandas los roedores peromyscinos no es informativo ni taxonómica ni filogenéticamente debido a que es un carácter invariante dentro de este grupo, ya que siempre se presenta un tallo claro con el resto de la hebra oscura. La única variación al respecto se encontró dentro del subgénero Haplomylomys, cuya parte más pigmentada ocupa aproximadamente un tercio de la hebra en la parte más distal, a diferencia del subgénero Peromyscus, en el que las bandas son casi el mismo tamaño. En cuanto al color, se encontró que los peromyscinos sensu stricto son bastante uniformes. Sin embargo, se notó que las tres especies analizadas del género Megadontomys (M. thomasi, M. cryophilus y M. nelsoni), presentan una coloración más oscura que Peromyscus. Además, se notó que la coloración va en aumento en los grupos cercanamente relacionados al género, como el grupo externo Reithrodontomys, cuya coloración es bastante similar entre las tres especies que se observaron (R, fulvescens, R. chrysopsis y R. sumichrasti) y es mucho mayor a la que presentan los peromyscinos. Este patrón de aumento en la coloración hacia los grupos externos se corroboró con las observaciones del pelo de Sigmodon mascotensis y Tylomys nudicaudus, cuya pigmentación es aún mayor que la presente en Reithrodontomys. Además, el ancho y largo de la hebra tiene la misma relación que la descrita para el pigmento, es decir, la medida del escudo y el largo total van en aumento hacia los grupos externos. Es importante señalar que aunque dichos caracteres no presenten utilidad taxonómica, pueden ser aún filogenéticamente informativos si se presenta una consistencia entre grupos, como sugieren los resultados con respecto al grado de pigmentación y el ancho. Por otra parte, la médula ha sido considerada el carácter más importante del pelo, pues presenta patrones que llegan a ser incluso especie-específicos, principalmente en su región más ancha, aunque autores como Chernova (2003) consideran que la morfología de este carácter está más relacionado con el ancho del pelo que con el grupo taxonómico. 43 En el caso de los peromyscinos se encontró que la morfología medular es bastante similar, estando compuesta en la mayoría de los casos por tres columnas ordenadas de celdas que ocupan, como se mencionó, todo el ancho del pelo. Solamente en algunas especies llega a dominar el patrón de médula biseriada, es decir, de solo dos columnas de celdas, como es el caso de P. mexicanus. Esto podría sugerir que la médula no está del todo determinada por el ancho de la hebra, ya que otras especies de Peromyscus como P. aztecus o P. melanocarpus, cuya médula principal es triseriada, no presentan una diferencia muy grande en las medidas de la hebra con respecto a P. mexicanus. Además, existe cierta uniformidad entre grupos y el tipo medular que presentan, por ejemplo, todas las especies que se observaron de Megadontomys presentan una médula de tres columnas de celdas. Aunado a esto, también se observa que en el pelo de T. nudicaudus, con un grosor mucho mayor al del pelo peromyscino, se observó una médula que no llena todo el ancho del pelo, biseriada en la parte principal y que llega a ser de tres columnas en algunas regiones, que no son más anchas que el resto del pelo. Estas características pueden sugerir que el tipo de médula, la pigmentación y el ancho del pelo son características que se comparten entre clados, a pesar de la poca significancia filogenética que se les ha dado. 2. Microscopía electrónica de barrido (SEM) La microscopía electrónica ha sido una herramienta fundamental para el desarrollo de la investigación científica, y el estudio del pelo no ha sido la excepción. Debido al tiempo y los costos que esta técnica exige, en algunas publicaciones sobre estudios morfológicos del pelo se ha propuesto una metodología alternativa para la exploración de los patrones cuticulares, que consiste en hacer impresiones del pelo sobre una matriz de barniz comercial de uñas, para que puedan ser observadas por microscopía óptica (Juárez et al., 2007). Sin embargo, las ventajas de la exploración de estos patrones por SEM resulta evidente, en principio debido al poder de resolución que caracteriza a los microscopios electrónicos, lo que permite la observación de detalles morfológicos mucho más finos (Vázquez-Nin y Echeverría, 2000; Egerton, 2005), como aquellos presentes en algunos bordes de escamas, que en las impresiones cuticulares no son tan fáciles de observar. Una ventaja más que presenta la microscopía electrónica de barrido, es la gran profundidad de campo que presenta, lo que resulta de gran utilidad en el estudio del pelo, el cual llega a presentar en algunas especies un aplanamiento dorsoventral, que sin esta 44 técnica no podría apreciarse, además de otras estructuras como gránulos de pigmento y cuerpos ovoides que han sido descritos con anterioridad por Hausman (1932), por medio de microscopía convencional, y detallados después en los trabajos de Wagner et al. (2007) por microscopía electrónica de barrido y transmisión. Chernova (2001) en su trabajo sobre el significado diagnóstico dela corteza y la médula refiere la importancia de esta técnica para la descripción de las estructuras celulares de la corteza. Esto pudo corroborarse en este trabajo, ya que bajo el microscopio óptico no son visibles estas células corticales. Los microscopios electrónicos tienen también detectores que sirven para el microanálisis, es decir, para determinar la composición elemental de la muestra. En el caso del pelo, con el uso de esta herramienta se pudo comprobar la existencia de una gran cantidad de azufre en las dos capas más externas del pelo, y la falta de este en la médula, tal como han señalado Clement et al. (1981), Rogers (1963) y Chernova (2003). La existencia de azufre en la queratina de la cutícula y corteza, le confiere al pelo una gran resistencia por lo que es un buen elemento para utilizarse en una gran cantidad de estudios en diversas áreas de conocimiento. Aunque existe poca literatura con análisis de este tipo en pelo, Yadav y Dahiya (2013) mencionan que el microanálisis es otra herramienta útil para la identificación de felinos. También fueron encontrados otros elementos que no se esperaban, como aluminio, níquel y molibdeno, que pueden ser atribuidos a la fumigación de las colecciones o incluso, en el caso del aluminio, al porta muestras donde se montaron los pelos, por lo que es importante analizar muestras de pelo que no hayan sido expuestas a procesos de fumigación. La microscopía de barrido ha sido fundamental para la realización de claves para la identificación. Sin embargo, también existen algunas discrepancias con respecto a la utilidad de los patrones cuticulares en la taxonomía. Mayer (1952), Homan y Genoways (1978) y Short (1978) consideran que las escamas son el carácter de menor valor taxonómico. Por otra parte, en la mayoría de guías para la identificación se menciona la importancia de las escamas, como el atlas de Debelica y Thies (2009) y el trabajo de Teerink (1991). Este último enfatiza la importancia del análisis de varios caracteres, ya que es la combinación de determinadas características la que permite la identificación. Con el análisis del pelo en este trabajo se concuerda con lo establecido por Teerink (1991), ya que los peromyscinos comparten la mayoría de tipos morfológicos, pero presentan ciertas combinaciones entre estos que pueden ser útiles para la identificación. 45 Las escamas que presentan los ratones peromyscinos son, tal como se esperaba, coronales en la región proximal e imbricadas en la región distal. Este patrón fue descrito por Hausman (1920; 1924; 1930), quien estableció que la morfología cuticular está más relacionada con el ancho del pelo, más que con el grupo taxonómico. Sin embargo, es necesario aclarar que existen otros tipos de escamas que parecen no estar relacionadas necesariamente con el grosor del pelo, como las que se observaron en S. mascotensis. Este tipo de escamas, que de acuerdo a la terminología de Hausman (1920) corresponde las imbricadas de tipo acuminado, se encuentran en las regiones más anchas de la hebra. De igual manera, se encontraron en esta especie escamas de tipo crenado, como las que se encuentran en las partes más anchas del pelo peromyscino, que corresponden más al patrón encontrado por Hausman (1920), que menciona que la escamas imbricadas se encuentran en las partes más anchas del pelo, y mientras más ancho es este, los bordes de las escamas se encuentran más cercanos entre sí. Khmelevskaya (1965), llevó a cabo un estudio en el que analiza el significado taxonómico de la morfología cuticular de 90 especies de roedores, con el que llega a conclusiones muy interesantes. Una de ellas, es que al parecer no existe una relación entre el tipo de escamas y las condiciones ecológicas, ya que taxones que comparten tipos ecológicos pero no están relacionados taxonómicamente, no muestran similitud en las escamas. Esto mismo pudo observarse en las características cuticulares y medulares entre Habromys y Megadontomys, que aunque habitan en bosques montanos (Ceballos, 2005; León y Romo, 2005; Peña y Domínguez, 2005; Peña y Hernández, 2005), no comparten el tipo de médula ni de escamas. En cuanto a la variación individual en la cutícula debido a cambios estacionales, geográficos o de la edad de los individuos, la autora concluyó que carece de importancia. Además encontró que a nivel de especie las escamas no están lo suficientemente diferenciadas, pero que cada género sí presenta patrones particulares. Esto se pudo observar en las especies del género Peromyscus, subgénero Peromyscus (P. mexicanus, P. difficilis y P. hylocetes), que presentan en el escudo el mismo tipo de escamas crenadas con muchas ondulaciones, principalmente P. mexicanus y P. difficilis, ya que P. hylocetes no presenta tantas ondulaciones y las escamas no son tan cercanas unas de otras como en las otras dos especies mencionadas. Las especies del subgénero Haplomylomys (P. eremicus, P. fraterculus y P. merriami), presentaron escamas crenadas mucho más separadas unas de otras que las del subgénero Peromyscus y con bordes menos pegados a la hebra (menos compactos), pero sin llegar a ser como los de las escamas coronales, lo que podría indicar que los 46 factores genéticos de diferenciación de la cutícula dentro del folículo piloso tienen una especificidad taxonómica, como sugiere Chernova (2002). La existencia de variaciones en la forma cuticular y medular entre estos dos subgéneros podría atribuirse a que estas estructuras pilosas dan alguna señal filogenética. 3. Microscopía electrónica de transmisión (TEM) La observación de cortes en TEM se limitó a unas pocas especies, debido principalmente a los altos costos del uso de los microscopios junto con la dificultad de la preparación de las muestras, principalmente por la naturaleza de sus componentes. La queratina, es una proteína muy dura que compone a las dos capas más externas del pelo, la cutícula y la corteza (Birbeck y Mercer, 1957; Langbein y Schweizer, 2005; Tobin, 2005), que impide que la resina para embeber no penetre bien a la hebra, dificultando así la ultramicrotomía. Además, la médula está compuesta por una proteína parecida a la queratina, pero que carece de azufre en su composición (Chernova, 2003), lo que convierte a la médula en un tejido blando difícil de cortar. Sin embargo en algunos cortes se lograron observar varios componentes morfológicos interesantes. La forma ovalada del pelo, que puede apreciarse perfectamente en los cortes transversales, ha sido descrita desde los primeros trabajos de tricología, en los que se describen varias formas de pelo, como son el aplanado dorsoventralmente y otros con forma de cacahuate (Hausman, 1920, 1924; Williams, 1938). En estos primeros trabajos también se hace mención de estructuras esféricas y ovoides que pronto se identificaron como gránulos de pigmento, los cuales han sido de gran interés debido a sus implicaciones genéticas, fisiológicas y adaptativas (Borovansky, 2011). Estos gránulos llamados melanosomas contienen melanina, sustancia que confiere el color al pelo y piel, y que ha sido caracterizada en dos tipos principales: la eumelanina, y la feomelanina. La primera otorga una coloración de café a negro, mientras que la segunda del amarillo al rojo y contiene una gran cantidad de azufre. El color característico del pelo se produce por la mezcla de estos dos tipos de melanina, más el tamaño, forma y distribución de los melanosomas (Ozeki et al., 1995; Ito y Wakamatsu, 2003; Ito y Wakamtsu, 2010; Rees, 2003; Fan et al., 2010; Delevoye et al., 2011; García-Borrón y Olivares, 2011; Ito et al., 2011; Riley et al., 2011). En las observaciones en TEM se pudieron ver claramente los gránulos de pigmento, que de acuerdo con Fan et al. (2010), pueden identificarse como 47 eumelanosomas por su forma alargada y elipsoidal y cuyo tamaño
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