Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
asimetrías colección de textos de arquitectura Departamento de Composición Arquitectónica Universidad Politécnica de Valencia Coordinación y revisión Juan Francisco Noguera Giménez Vicente García Ros Grupo Editorial Fernando Aranda Navarro Joaquín Arnau Amo Victoria E. Bonet Solves Juan Bravo Bravo Margarita Fernández Gómez Vicente García Ros Antonio Gómez Gil Carmen Jordá Such Salvador Lara Ortega Amparo Violeta Montolíu Soler Juan Francisco Noguera Giménez Maite Palomares Figueres Javier Poyatos Sebastián Cecilio Sánchez-Robles Beltrán Trinidad Simó Terol Juan María Songel González Fernando Vegas López-Manzanares Diseño, Portada & Maquetación Esteban Escrig Villalba Salvador Moret Colomer Edición Servicio de Publicaciones Universidad Politécnica de Valencia Camino de Vera s/n, 46022 Valencia España Impresión Reproval S.L. S.P. Num. Referencia 2384 Depósito legal V-4282-2001 I.S.B.N. 84-9705-091-6 Jinguna parte de esta publicación, incluido 1 dis セッ@ d lo 1ortada, puede reproducirse, almacen rse ni tron mltlr 5 krJ 41 49 73 106 120 Recorrido arquitectónico y espacio-tiempo. Los con l'JJ- tos de "marqcha", "paseo arquitectónico" y "flujo" Juan Francisco Noguera Giménez Dos veces arzobispo. Sobre la naturaleza del títul de arquitecto Joaquín Arnau Amo Análi sis de los proyectos de rascacielos de vidrio d Ludwig Mies Van Oer Rohe (1919-1924) Juan Calduch Las tres dimensiones del cubo: histórica, simbóli ca y formal Alfonso Díaz Segura Arquitectura y diseño industrial Juan Bravo Bravo Aproximación a la arquitectura del centro históri o dl' Safita, Siria Fernando Vegas López-Manzanares Año II número 5 94 Arquitectura y diseño industrial · Juan Bravo Bravo Al arte «puro" le ha sido generalmente rec.onocido un grado de valor o de dignidad más elevado que al arte «aplicado": el mismo concepto de aplicación implica la idea de una precedencia del arte puro y del sucesivo empleo secundario de sus formas en la pro- ducción de objetos de uso. Este juicio depen- día de la evaluación de la técnica como sim- ple práctica, y de la práctica como simple manua!idad, carente de todo carácter y fuerza ideal. En el siglo pasado, justamente cuando se producía la «revolución industria/,, , ese orden de valores se invirtió; la técnica y la práctica ligándose a aquella ciencia positiva que constituía el gran ideal del siglo, asumie- ron i.Jn valor ideal, mientras .. el antiguo ideal estético decaía, como se sabe en inútil aca- demicismo. Los puentes, los viaductos, los grandes almacenes, las primeras construc- ciones de hierro y de cemento, en fin, son el precedente directo del diseño industrial, su «belleza,, depende de su perfección técnica y de su adherencia a una función práctica; y como la técnica y la práctica implican un hacer, la idea de lo bello se enlaza al hacer y no más al contemplar. Giulio Cario Argan: «El diseño industrial» (1955) 1 MeャMMMッャ、ェ・Awセ「AbMー・fウᅪYPPヲャMャ。ウMMMー£`ゥイZゥ。ウ@ siguientes es evidenciar los vínculos exis- tentes entre diseño industrial y arquitectura, dilucidar qué se puede aportar, desde el ámbito -de la arquitectura y, en concreto, desde el área de conocimiento de la Composición Arquitectónica, al £セ「ゥエッ@ del diseño industrial. Para conseguirlo se ha seguido un doble camino de delimitación conceptual. En primer lugar un acercamien- to etimológico y a ,9ontinuación un acerca- miento desde la historia. Pero antes, empe- zaremos viendo qué nos dice un diccionario específico de Estética en la voz Diseño: El «diseño» es un estado del espíri- tu, una disciplina que busca armonizar el entorno humano, desde la concepción de los objetos corrientes hasta la urbani- zación; se lo encuentra en diversos dominios por los que se interesa la esté- tica: mobiliario urbano o doméstico, dis- posición de una superficie habitable o de trabajo, vehículos, artefactos,... Todo diseño se fundamenta en un principio antiguo desarrol!ado por los filósofos, principalmente por Platón, al comienzo del libro x de La República, y Paul Souriau en La bel!eza racional: «La belleza no surge de la decoración ado- l 1 ,¡ 1 -·· ! 1 1 1 1 1 セ@ ' ' __ ¡ j Arquitectura y diseño industrial sada a un objeto, sino de la relación no perversa entre el producto y su finali- dad» 2 Nos interesa esta definición porque en ella aparece de forma explícita un primer vínculo al colocar al diseño industrial como objeto de interés de la Estética -disciplina encuadrada en el área de conocimiento que nos interesa- lo que se justifica, según el autor, precisamente por su funcionalidad. Efectivamente, la definición continúa insis- tiendo en dicho aspecto, a la vez que añade uno nuevo, el de la fabricación en serie: Para el diseño, la forma del objeto (o de la estructura del montaje) debe ema- nar de su función o de su uso. El utensi- lio, la máquina, el lugar .. ., desde su estu- dio preliminar, [ ... ] se coordinan con vistas a una fabricación en series más o m<?nos considerables, utilizando el util!a- je técnico-científico del sistema económi- co vigente.3 Tenemos pues ya para empezar, un pri- mer conjunto de conceptos: estética, funcio- nalidad, diseño, industria, serie,. .. sobre los que iremos hilvanando las reflexiones siguientes. Continuamos con la definición oficial de diseño industrial adoptada por el Internacional Council of Societies of Industrial Design (ICSID) que sigue, en líne- as generales, la presentada por Tomás Maldonado en el Congreso ICSID de Venecia de 1961 . Según la misma, el diseño industrial es una «actividad proyectual que consiste en determinar las propiedades for- males de los objetos producidos industrial- mente». El propio Tomás Maldonado precisa que «proyectar la forma significa coordinar, 95 Exposición Internacional, Londres, 1851: interior del Crystal Palace de Joseph Paxton (1801-65). Philip Webb (1831-1915) y William Morris (1834-96): Red. House, Bexley Heath, Kent, 1859 lf 1 1 1 1 11 1 '1 1 ; 1¡¡ i 1 96 Charles Rennie Mackintosh (1864-1924): Interior de la Hill House, Hellensburg, 1902-03 integrar y articular todos aquellos factores qué, de una manera u otra, participan en el proceso constitutivo de la forma de un pro- ducto. Y con ello se alude precisamente tanto a los factores relativos al uso, fruición y con- sumo individual o social del producto (facto- res funcionales , simbólicos o culturales) , como los que se refieren a su producción (factores técnico-económicos, técnico-cons- tructivos, técnico-sistémicos, técnico-produc- tivos y técnico-distributivos).»4 Sin embargo, a lo largo de nuestro siglo, los diferentes teóricos que han reflexionado acerca del diseño industria/,5 se han esforza- do en delimitar conceptualmente lo que éste sea, sin alcanzar una definición definitiva. Esta confusión se manifiesta por ejemplo en la carencia de un vocablo equivalente en las diferentes· lenguas occidentales. Así, - la denominación inglesa industrial design toda- vía incluye en el ámbito de estudio del dise- ño industrial ciertas producciones artesana- les, como las de papeles pintados, tapices o encuadernación de libros, reservando la denominación engineering design para aquellos productos de mayor contenido tec- Juan Bravo nológico. En francés, el término correspon- diente no es dessin, que equivale . a dibujo, sino esthétique industrie/le o creation indus- trie/le, que apareja también , a la cualidad de industrial, connotaciones de ideación con parámetros estéticos, y casi no parece nece- sario recordar que la estética se ocupa prin- cipalmente de las obras artísticas como obje- to de reflexión y conocimiento. El término alemán Produktgestaltung pone énfasis en el aspecto formal de los productos; en Gestaltung, configuración, prevalece la figu-· ra esencial, la Gestalt, el aspecto genérico de algo.Por último, la denominación italiana disegno industria/e, como la castellana dise- ño industrial, proceden directamente del latín design_are -delimitar, trazar, indicar- de raíces más antiguas, poniendo en ambos casos el acento en los .aspectos proyectua- les. Valeriana Bozal recuerda cómo, desde el siglo xv1, «disegno se refiere, en primer lugar, al contorno de las figuras, pero también, en segundo, a la cualidad esencial de las mis- mas y, aún, de las-.cosas. Una tercera acep- ción del término es la que indica el concepto subjetivo, mental , que designa a esa cualidad esencial tanto como al dibujo o contorno. La complejidad de disegno permite que sea apli- · cado en niveles muy diferentes: el del cono- cimiento, la capacidad manual del artista y la naturaleza ontológica del mundo.,,6 Atendiendo al significado literal, diseño industrial se refiere a la concepción de obje- tos que han de ser producidos por la indus- tria. Esta definición impone, de entrada, dos tipos de acotaciones. La primera, de tipo cro- nológico y la segunda de tipo cualitativo: Eri cuanto a la cronología, parece evidente que, si se trata de un fenómeno ligado a la pro- ducción industrial, no podremos hablar de diseño industrial sin industria. Estamos situando entonces necesariamente el naci- Arquitectura y diseño industrial miento del diseño industrial en un momento posterior al nacimiento de ésta. Dado que habitualmente se considera que la revolu- ción industrial acontece a partir de la segun- da mitad del siglo xv111 en Gran Bretaña con la introducción en el proceso productivo de máquinas movidas por la energía del vapor -lo que tendrá importantes consecuencias en la organización social y económica poste- 97 rior de todo occidente-, podemos afirmar Antoni Gaudí (1852-1926): Interior de la casa Bat/16, que el diseño industrial es un fenómeno de la Barcelona, 1905·07 Edad Contemporánea. Más adelante des- arrollaremos alguno de estos aspectos para ver cómo situar el nacimiento del diseño miento de la producción industrial, de la que industrial en paralelo al nacimiento de la se irán desgajando progresivamente los dife- industria no deja de ser una apreciación muy rentes momentos -y, por lo tanto, las dife- optimista ya que, como todo proceso históri- rentes tareas- implicadas en el proceso, co, la conceptualización del diseño industrial decantándose progresivamente la labor del implicó un lapso de tiempo que abarcó prác- diseñador industrial hacia la fase de idea- ticamente todo el siglo x1x. ción, que va separándose y diferenciándose de aquellas otras relativas a la fabricación o La segunda acotación, calificada ante- a la comercialización del producto. riormente como de tipo cualitativo, se refiere a las diferencias entre producción artesanal -o artes aplicadas- y producción indus- Acercamiento etimológico trial, no únicamente en cuanto al medio ins- Siguiendo la manera clásica de acotar un trumental -participación de las máquinas- concepto, nos aproximaremos al significado , sino principalmente en tanto a las etimológico de las palabras, a su derivación modificaciones que éstas introducen en el o procedencia. En el caso de diseño indus- proceso productivo, determinándolo tanto a tria/, encontramos un concepto definido él mismo como a sus resultados. Producción mediante dos términos que estudiaremos en serie frente a producción de objetos úni- primeramente por separado. cos y subdivisión del trabajo frente a con- cepción unitaria del proceso. Esto es, por un lado el artesano produce objetos únicos, mientras que la esencia de la máquina resi- de en la repetición, en la reproducción de objetos iguales. Por otro lado, el artesano participa en todo el proceso de creación de objetos, desde su ideación hasta su acabado final interviniendo incluso, en muchos casos, en su misma comercialización. Este proceso se modifica substancialmente con el adveni- La palabra diseño está compuesta por dos monemas: «di-» y «-seña». María Moliner, en su Diccionario de uso del espa- ñol, nos informa entre otros, que «di-» es un prefijo latino que equivale al prefijo griego «dia-» con el significado "ª través de» y, en este último: «prefijo griego que significa separación, interposición o posición atrave- sada». Por otra parte, la raíz «-seña», viene del latín «signa, signum», y significa «señal , 98 Peter Behrens (1868-1940): Folleto publicitario de teteras AEG, aprox. 1910 signo» . Siguiendo con María Moliner, «signo» es «particularmente, dibujo con que se indica o representa convencionalmente algo» y «dibujar» es también «describir una cosa con palabras» . Diseñar será, por tanto, representar con- vencionalmente algo a través de signos, en particular describir mediante dibujos (o pala- bras). Análogamente, la misma fuente define proyecto como «escrito, dibujo, etc., en que se expone una cosa que se piensa hacer o que se puede hacer; particularmente, una obra de ingeniería o de arquitectura». De aquí deducimos una primera equivalencia fundamental -entre diseño y proyecto. Ahora bien, proyecto (del latín proiectus: echado hacia adelante) puede entenderse según Étienne Souriau, con dos significados complementarios, como propósito, portador por tanto de contenidos ideológicos, y como esbozo preparatorio, relativo por tanto a su naturaleza como signo, como mediador entre la ideación y la ejecución: «El proyecto es siempre lo inacabado. Pero a diferencia del esbozo, tiene un valor motivador y es un paso hacia la realización que le acredita un cumplimiento.»? Juan Bravo En este doble aspecto incide también Joaquín Arnau cuando, en la voz proyecto de su Diccionario de Arquitectura Teórica, se refiere a éste como: [ ... ] el proyecto, que se substancia en grá- ficos, los planos, cálculo y memorias descripti- vas, es, en términos semiológicos o de teoría de los signos, un ejercicio de metalenguaje: lengua que remite a otra lengua. [ ... ] El proyecto/partitura es un instrumento para la ejecución de una obra, que de suyo implica la contribución de una amplia y compleja colecti- vidad. Orquestar esa obra supone ciertas pro- videncias previas: y el proyecto las sirve. pero además: [ ... ] todo Proyecto tiene condición de pro- fecía. Es una promesa. Y sabemos que su incumplimiento, si sucede, la dejará en ridícu- lo. Porque, como medio que es, el Proyecto se inserta a medio camino del pensamiento a la realidad. Es un método: metá odas o camino hacia. Y desde su atalaya contempla a ambos: al pensamiento que concibe y a la realidad que construye.ª Y, es precisamente el proyecto el eslabón que vincula diseño y composición, porque el mismo autor, en la voz composición, identifi- ca ambos términos, cuyo ejercicio se erige así en rasgo sustancial de todo arte: [ ... ] la composición se entiende como el acto previo, la partitura, que dispone lo que luego, en la obra de fábrica, habrá de ejeéú- tarse. A esa partitura la llamamos proyecto. Proyectar es, así, componer. Esa anticipación ideal o programa de lo que luego se hará rea- lidad, tangible o audible, hace que arquitectos y músicos hablemos por igual, unos y otros, de Arquitectura y diseño industrial composición. Todo arte, sin embargo, partici- pa en el ejercicio de la composición[ ... ] 9 Por este camino, siguiendo la cadena semántica,10 hemos ido delimitando concep- tualmente el término diseño, descubriendo sus connotaciones utópicas, de intención, ideación y prefiguración, y sus relaciones en el marco más amplio de las artes visuales. Pero continuemos con nuestra búsqueda de los fundamentos del diseño en el área de conocimiento de Composición, recurriendo de nuevo a Étienne Souriau, para quien «el término composición designa el orden, la proporción y las correlaciones que existen entre las diferentes partes de una obra de arte, particularmente cuando este orden y estas correlaciones han sido elefecto de una decisión expresa del artista» y, más adelan- te, refiriéndose específicamente a las artes menores y artes de la vida, encuentra preci- samente la dimensión estética de éstas en su composición: Desempeñan, por otra parte, una función relevante en el aspecto estético de la vida cotidiana; y muestran en qué medida la inter- vención de la sensibilidad estética en esta vida sobrepasa ampliamente el dominio artís- tico. [ ... ] Cabe decir, sea cual sea el ámbito de que se trate, que en cualquier dominio donde se ejerza un esfuerzo compositivo, subyace una intervención de la sensibilidad estética en la apreciación de un conjunto de relaciones.'' Porque otros autores señalan también la relación de identidad entre arte y composi- ción y, si componer es proyectar y proyectar es diseñar, en el proyecto o composición debe radicar la cualidad artística del diseño: 99 Gerrit Thomas Rietveld (1888-1964): Silla azul, roja y amarilla, 1917 Composición, composición, ésa es la única definición del arte. La composición es estética, y lo que no está compuesto no es una obra de arte. No hay que confundir sin embar- go, la composición técnica, el trabajo material que implica a menudo una intervención de la ciencia (matemáticas, física, química, anato- mía) con la composición estética, que es el trabajo de la sensación. Únicamente este últi- mo merece el nombre de composición, y una obra de arte jamás se hace mediante técnica o para la técnica. [ ... ] Y la relación entre ambos planos, el plano de la composición técnica y el plano de la composición estética, no deja de variar históricamente.12 Por último cabe reseñar también cómo Joaquín Arnau señala, esta vez directamen- te en la voz diseño, 13 la proximidad morfoló- gica entre diseñar y designar. Vocablo éste último relativo a «nombrar, denominar, lla- mar. Representar una cosa por una palabra 100 Vladimir Tatlin (1885-1953): Anagrama de los Vjutemas Oskar Schlemmer (1888-1942): Anagrama de la Bauhaus Juan Bravo o una letra» según María Moliner. Insiste así, de nuevo, en la condición semiótica del dise- ño próxima a su cualidad de creación. Dar nombre equivale, en cierto modo, a conferir existencia. Esta cercanía morfológica es también advertida por un diseñador y teórico del diseño como Yves Zimmermann14 que, sin embargo, la formula en términos distintos poniendo en paralelo los sustantivos diseño y designio con lo que, en su caso, está intro- duciendo un matiz diferente: «Intención. Propósito. Idea que tiene una persona de realizar cierta cosa», según María Moliner. Incide pues no tanto en la dimensión semio- lógica cu_anto en la ideológica. El diseño no puede ser neutro, inocuo, sino comprometi- do, cargado de intención. · Centrémonos a continuación en la otra mitad de la pareja inicial, realizando para el término industrial una aproximación similar a la efectuada con respecto al de diseño. Si lo esencial de la industria es la máquina -prin- cipalmente cuando ésta se libera de la trac- ción humana o animal para valerse de cua- lesquiera otras fuentes energéticas-, su característica es, como ya hemos dicho, la producción mecánica y en serie. Esta producción mecánica tendrá impor- tantes repercusiones en el campo de la pro- ducción de objetos de uso, iniciando un camino sin retorno hacia la división de tare- as, distanciando artífice y artefacto al con- vertir la producción en reproducción. Con ello la pieza deja de ser única y con elló, según Walter Benjamin, «en la época de la reproducción técnica de la obra de arte lo que se atrofia es el aura de ésta,,,1s depau- perándose aquello que le es consustancial: Arquitectura y diseño industrial La definición del aura como "'ª manifesta- ción irrepetible de una lejanía (por cercana que pueda estar)» no representa otra cosa que la formulación del valor cultural de la obra artística en categorías de percepción espacia/- temporal. Lejanía es lo contrario de cercanía. Lo esencialmente lejano es lo inaproximab/e. Y serlo es de hecho una cualidad capital de la imagen cultural. Por propia naturaleza sigue siendo «lejanía, por cercana que pueda estar». Una vez aparecida conserva su leja- nía, a la cual en nada perjudica la cercanía que pueda lograrse de su materia. 16 Así, la incidencia de la industria en la pro- ducción tiene como consecuencia la trans- formación de las relaciones entre el plano de la técnica y el plano de la composición, a que aludían Deleuze y Guattari, y remite a la sub- división del trabajo, característica que seña- lábamos en principio como diferenciadora entre artesanía y diseño industrial, junto a aquella otra de producción en serie. Pero, volviendo a la indagación etimoló- gica, la raíz de la palabra industria es «Str-» que, según María Moliner, procede del verbo latino strúere: amontonar, construir. Parece innegable que la disciplina que a lo largo de los siglos se ha ocupado más específica- mente de aquello que sea construir ha sido la arquitectura. Así como que el arquitecto es el profesional que primero se separó de los meros ejecutores del oficio de construir, para consagrarse a las tareas intelectuales de ideación, de prefiguración integral del objeto de su trabajo, de proyecto en suma. Sin embargo, según Étienne Souriau, la producción mecánica en serie no basta para delimitar el campo del arte industrial, sino , que será «la utilidad como adaptación del objeto a su uso (lo que] da el carácter último y definitivo a la estética industrial» .17 Así 101 J!:USSISCHE WOHNUNGSNOT UNO IHRE LOSUNGEN El Lissitzky (1890-1941 ): Modelo de un apartamento, Exposición Internacional de Higiene, Dresde, 1930, pues, vinculado al asunto de la producción industrial, hemos encontrado un nuevo carácter diferencial, el de la utilidad. El ori- gen de la discusión sobre la adaptación de la forma a la función como fuente de belleza, se remonta habitualmente a Platón quien «atri- buye una belleza a la armonía de un conjun- to en el que cada parte cumple su función propia, e incluso considera que la belleza de un objeto fabricado o de un ser vivo reside en su conveniencia para el uso al que ha sido destinado por la naturaleza o por el hombre (Hippias mayor 291 e; República x 601 d)» .18 Sin embargo, habrá de pasar mucho tiempo para que esta discusión sobre los aspectos utilitarios y funcionales de los objetos, así como sobre su situación de pre- eminencia o no frente a sus aspectos forma- les, sea tema central de reflexión estética convirtiéndose, además, en uno de los temas clave a lo largo del proceso de defini- ción histórica del diseño industrial como dis- ciplina autónoma. 102 Diagrama concéntrico del Plan de Estudios de la Bauhaus Le hemos dado así una forma al vínculo entre diseño industrial y arquitectura. Vínculo que reside en el proyecto entendido como prefiguración -creación intencionada- mediante signos -dibujos o palabras- de una realidad todavía utópica. Como esa mediación entre ideación y realización de algo, de por sí, complejo. Como orquesta.- ción de providencias previas que, en el caso de la arquitectura, deben atender simultáne- amente, según la repetida definición vitrubia- na, a tres aspectos: la firmitas, la utilitas y la venustas, pues de las tres participa igual- mente toda creación arquitectónica. Juan Bravo los aspectos técnicos como de aquellos otros relativos a la utilidad y a la forma. Acercamiento his tórico Las relaciones entre arquitectura y dise- ño industrial , por otra parte , han venido sien- do refrendadas por la historia. Mientras que la arquitectura es una disciplina de larga tra- dición, cuyos orígenes se confunden prácti- camente con los de nuestra cultura, el dise- ño industrial es una disciplina relativamente ·· reciente. No parece discutible que el arqui- tecto sea el intelectual de más larga dedica- ción alejercicio de la disciplina de proyecto y, por tanto, también a la reflexión sobre el mismo, sobre lo que éste sea, su metodolo- gía, su objeto e, incluso, su evolución a lo largo del tiempo. El nacimiento del diseño industrial en cambio se vincula explícitamente, como hemos indicado con anterioridad, a la revolu- ción industrial, en,· _los inicios de la Edad Contemporánea, cuando aparece la necesi- dad de un profesional dedicado exclusiva- mente a prefigurar la configuración de los productos industriales, asegurando su utili- dad a la vez que hacerlos comprensibles para la población a que se destinan. Ya apuntábamos, sin embargo, cómo resulta excesivamente simplista asegurar que dise- ño industrial y revolución industrial nacen Este triple aspecto no es, sin embargo, simultáneamente. exclusivo de la arquitectura. Como hemos visto, también el diseño industrial participa Si los orígenes de la revolución industrial de él. Baste recordar las disquisiciones que se sitúan habitualmente en Gran Bretaña en Étienne Souriau realizaba en la voz indus- el último tercio del siglo xv111, la necesidad de tria/, citadas anteriormente, o aquella otra un profesional específico que participe en el definición de diseño industrial del ICSID, con proceso de producción industrial , con com- la que iniciábamos estas reflexiones. Ambas petencia en las tareas de proyecto -en el especifican la necesaria definición, para el sentido que hemos delimitado previamen- objeto producido industrialmente, tanto de te-, irá imponiéndose con fuerza cada vez Arquitectura y diseño industrial mayor a lo largo de todo el siglo x1x. En este proceso de decantación de l<;i nueva discipli- na, los arquitectos asumirán, espontánea- mente, importantes iniciativas, jugando con ellas un papel protagonista. Así lo reconoce Étienne Souriau cuan- do, citando La belleza racional (1904) de Paul Souriau, señala cómo los arquitectos 103 fueron los primeros en darse cuenta de que Le Corbusier (1887-1966): tumbona modelo n• 8306, «la belleza está en la perfección manifiesta. 1928 Algo es pertecto en su género cuando se adapta a su fin ... En la producción indus- trial , en la máquina, en los muebles de uso o en las herramientas se encuentran ejem- plos de la perfecta y -estricta adaptación del objeto a su fin,,_1 9 Si tuviéramos que situar cronológicamente al primer diseñador industrial , en sentido moderno, tendríamos que remontarnos a fechas tan recientes como 1907-14, cuando Peter Behrens entra en contacto con la AEG, hecho fundamental en la vida y en la obra de este arquitecto. Behrens conocía a Paul Jordan y era amigo de Emil Rathenau, indus- triales y gerentes de la AEG (Allgemeine Elektricitats-Gesellschaft) industria alemana de fabricación de motores y aparatos eléctri- cos. Cuando es contratado por la AEG, deja Darmstadt ---Oonde había iniciado su carrera profesional-y se traslada a Berlín. Se deseo- Existen obviamente antecedentes que, como hemos dicho, se pueden rastrear a lo largo de todo el siglo anterior radicados prin- cipalmente en Gran Bretaña, país pionero de la revolución industrial. El primero en consta- tar la.necesidad de diseño, asumiendo inicia- tivas pioneras en el sentido de su instaura- ción , fue Henry Cole, organizador de la primera Exposición Internacional celebrada en Londres en 1851 y promotor del semana- rio The Journal of Design and Manufacturers (1849-1852) , en el que participó un arquitec- to de gran influencia teórica posterior como Owen Jones.2º Estas iniciativas serán conti- nuadas más tarde por William Morris y el movimiento británico Arts & Crafts, del que formarán parte arquitectos de la talla de Philip Webb, Arthur Mackmurdo, Charles F. A Voysey o M. H. Baillie-Scott.21 Su legado nacen los términos exactos del contrato y el cristalizará y se difundirá por todo el trabajo que debía realizar, pero el caso es que Behrens proyectará para la AEG, no sólo pie- zas de arquitectura -edificios o pabellones de exposición-, sino también productos indus- triales- lámparas, electrodomésticos, ... - lle- gando a actuar también como asesor artístico de la empresa ---Oiseñando folletos, impresos, anagramas, publicidad, etc.- es decir, asu- miendo tareas que, en terminología actual, denominaríamos diseño corporativo. Occidente industrializado, principalmente a: través de los diferentes arquitectos fin de siglo. Pero, en sentido estricto, no será hasta los primeros años del siglo XX cuando, en Alemania, se abordarán de manera sistemá- tica las relaciones entre arte e industria, por parte de los principales protagonistas del Deutscher Werkbund, como Hermann Muthesius,22 Henry Van de Velde,23 o el pro- pio Peter Behrens. 104 Ludwig Mies van der Rohe (1886-1969): silla Barcelona, 1929 Alvar Aalto (1898-1 976): Taburete modelo n• 60, 1933 Juan Bravo Finalmente, el corpus teórico del diseño industrial como disciplina autónoma no se consolidará definitivamente hasta el período de entreguerras, mediante la renovación pedagógica que se produce desde los dos centros docentes pioneros: la Bauhaus y los Vjutemas, herederos de las teorías y refle- xiones que se habían ido gestando y decan- tando a lo largo del siglo anterior, y referen- cia insoslayable de toda escuela de diseño posterior. Ambas consideran la arquitectura como «el fin último de cualquier actividad figurativa ,, , según expresión de Walter Gropius en el Programa de la Bauhaus esta- tal de Weimar, 24 esto es, como el ámbito en el que debían confluir el resto de disciplinas artísticas, por ser el marco de desarrollo de toda actividad humana. Por tanto, también en estos escenarios los arquitectos asumieron el liderazgo, pare- ciendo casi innecesario recordar la decisiva contribución de Walter Gropius o Marcel Breuer en Alemania o.de Vladimir Tatlin o El Lissitzky en la Unión Soviética. Así, como hemos visto, los arquitectos protagonizan la definición de la nueva disciplina, entendién- dola como una extensión más de su compe- tencia ·en la definición del entorno vital del ser humano. Diseño industrial como arquitectura del objeto Llegados a este punto en que hemos establecido la prolongación de la arquitectu- ra hacia el diseño, como consecuencia deri- vada del impacto de la producción indus: trial , se puede deducir también como corolario la finalización del ciclo iniciado en la Florencia del siglo xv. En efecto, ya seña- lábamos cómo el debate teórico renaceritis- Arquitectura y diseño industrial ta condujo a la escisión entre arte puro y arte aplicado, argumentando el carácter intelectual del primero, en función de la pre-- eminencia del dibujo -en italiano diseg- no-, por encima de la factura meramente manual del segundo «pues aquello que el dibujo configura no es ni una fantasía de la · mente del artista ni la simple representación de lo que sus ojos perciben en el mundo empírico, es la naturaleza misma de las cosas que el disegno hace ver_ ,,2s . Hemos visto también cómo la producción industrial fue evidenciando asimismo, a lo largo de todo el siglo x1x, la imperiosa nece- sidad de ese disegno para la adecuada tras- lación de la artesanía al mundo de la pro- ducción mecánica, cerrándose con ello la brecha abierta entre ambas. Bien es cierto que aún bajo un cierto privilegio de la arqui- tectura, algo que en la actualidad podría estar incluso invirtiéndose, según advierten corrientes historiográficas recientes: Hay cierta tendencia a tratar la práctica actual de la arquitectura no como una de las bellas artes (como pudo ser concebida cuan- do Miguel Ángel esculpía, pintaba y diseñaba edificios a un mismo tiempo), sino como un diseño a gran escala, aun manteniendo algu- nos rasgos del prestigio de su anterior aso- ciación, en parte gracias al trabajo de los his- 105 Charles (1907-1978) y Ray (1912-88} Eames: Butaca N9 670y otomán N9 671, 1956 puede aportar para la resolución de esos problemas desde el área de conocimiento de la Composición Arquitectónica. La resolución de problemas de diseño industrial -el proyecto de productos indus- triales- es la tarea social del diseñador industrial. Los mecanismos racionales para la resolución de todo tipo de problemas - incluidos los de diseño industrial- implican el planteamiento correcto del problema, la existencia de una teoría, una base, un método (camino hacia, como recordaba Joaquín Arnau) , que dirija atinadamente el proceso hasta alcanzar la consecución de su objetivo.21 En este sentido, la Composición toriadores del arte que escriben sobre Arquitectónica suministra la base teórica, los arquitectura.2s métodos para abordar y resolver correcta- En ambos casos se trata de disciplinas con una importante dimensión práctica. Técnicas que implican acción, aplicación de conocimientos en la resolución de problemas específicos y concretos del ser humano, sea la necesidad de habitación, sea la de obje- tos, enseres, instrumentos o máquinas. A continuación trataremos de dilucidar qué se mente los problemas que se plantea el dise- ñador. Es la guía capaz de encauzar el pro- blema proyectual en su triple aspecto: formal , constructivo y funcional. No se trata de un conjunto de conocimientos de carácter meramente erudito, sino que se imbrican directamente en la actividad y trabajo diario del proyectista, si bien de una manera clara- mente diferente al valor inmediatamente 106 pragmático que pueden tener los conoci- mientos relativos al cálculo, el dibujo, o la resistencia de materiales. El proyecto como un proceso, que se ini- cia con el planteamiento de un problema de diseño, sigue un método iterativo que plan- tea soluciones-hipótesis nacidas de nuestra experiencia previa -propia o ajena-, y las evalúa para comprobar su idoneidad, acep- tándolas o rechazándolas en su caso, para proponer finalmente un resultado. En este proceso, la Composición Arquitectónica Juan Bravo Si componer es poner juntos, el ejercicio de la composición, el proyecto, consiste . esencialmente en una labor de síntesis, que presupone un análisis previo con el que reconocer los elementos que participan ,en las obras compuestas. Pero, la principal característica de éstas radica en que el todo es mucho más que la suma de las partes. La enseñanza desde la Composición Arquitectónica debe permitir, pues, dilucidar, descubrir, las estrategias uti lizadas para conseguir un todo de partes diversas. debe aportar la experiencia que nos indique Podemos concluir por tanto, que recono- qué buscar para resolver el problema, cómo cer al objeto industrial, diseñado o proyecta- se han abordado previamente ese tipo de do, el carácter de objeto compuesto, implica problemas, cuáles han sido los métodos más reconocerle valores artísticos .a través de los fructíferos o adecuados, dónde buscar, por cuales trasciende el mero valor objetivo de qué unos caminos son más ricos en solucio- utilidad, para convertirse en portador - nes que otros, qué técnicas pueden ser ade- expresión- de valores formales, culturales y cuadas en un contexto determinado, etc. sociales, de su época y de su lugar. Recurriendo de nuevo para terminar a Giu lio Aprender a ver, ver comparando, anali- Cario Argan, con cuyas palabras comenzá- zando. Y de ahí aprender a prever, prefigu- bamos estas reflexior:ies: «se llega a la con- rar, proyectar, sintetizar. El proyecto como eje de la enseñanza, como proceso de reso- lución de problemas de diseño, donde el resto de conocimientos asumen un carácter instrumental, de herramienta. Ese es, qui- zás, el rasgo distintivo fundamental de las disciplinas tecnológicas -ciencias aplica- das- frente a las puramente científicas. clusión que, si el arte llamado puro transmite una imagen del mundo, el arte llamado apli- cado transmite una imagen de la sociedad y de sus grados y valores internos, y sobre todo de sus funciones».2a Óscar Tusquets (n. 1941 ): silla Varius, · 1984 Arquitectuca y diseño industrial 107 Nota ' Giulio Cario ARGAN: «El diseño industrial» (1955), en Proyecto y destino, Ed. de la · Universidad Central de Venezuela, [Caracas]. 1969, p. 105. Ed. orig.: Progetto e destino. 11 Saggiatore, Milán, 1965 " Yves ZIMMERMANN: «¿Qué es diseño?» (1990-94), en Del Diseño, Gustavo Gili, Barcelona, 1998, pp. 99-122 2 Étienne SouR1Au (ed.): Diccionario Akal de Estética. Akal, Madrid, 1998, p. 454. Ed. orig.: Vocabulaire á Esthétique. Presses Universitaires de France, Paris, 1990 3 Id., ib., p. 454 4 Tomás MALDONADO: El diseño industrial reconsiderado: definición, historia, bibliografía. Gustavo Gili, Barcelona, 15 Walter BENJAMIN: «La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica" (Ed. orig. 1935), en Discursos interrumpidos l. Taurus, Madrid, 1973, 1990, p. 22 16 fd. , ib., p. 26 11 Étienne SOURIAU (ed.): op. cit., p. 685 18 Íd. ib., p. 606 19 Étienne SouRIAU (ed.): op. cit., p. 685 20 Recordemos que se trata del autor de La gramática del ornamento (1856), texto de frecuente referencia por parte de Frank Lloyd Wright, por citar solo uno de los ejemplos 1977, revisada y ampliada en 1993, p. 12. Ed. orig.: más sobresalientes y conocidos Disegno industria/e: un riesiame: definizione, storia, 21 Todos ellos desarrollaron una activid.ad múltiple tanto bibliografía. Feltrinelli, Milán, 1976, ed. ·revisada y amplia- en el diseño arquitectónico -los continentes- como en da, 1991 el diseño de productos -los contenidos-, sobre todo, y 5 Entre los que podríamos citar autores como Herbert de manera pionera, en el ámbito doméstico, y cuyo máxi- Read, Nikolaus Pevsner, Giulio Cario Argan, Bruno Zevi, mo exponente fue quizás la Red House, vivienda propia Gillo Dorfles, Tomás Maldonado, Bruno Munari, Mario de William Morris, diseñada íntegramente por Philip Webb Bellini , Jean Baudrillard o Alesandro Mendini entre y el propio Morris en Bexley Heath, Kent, en 1859 muchos otros, así como organismos internacionales 22 Cuyo texto publicado en 1904-5: Das englische haus, 3 como la UNESCO o el ICSID vol., contribuirá decisivamente a la renovación de la s Valeriano BozAL: Historia de las ideas estéticas l. 2 vol. vivienda en el continente Historia 16, Madrid, 1997, p. s.s. Conviene recordar aquí 23 De nacionalidad belga, fue director, entre 1907 y 1915, el debate teórico renacentista, que funda la cualidad inte- de la Escuela Granducal de Arte y Artesanado de Weimar lectual de las artes visuales -pintura, escultura, arquitec- que, en 1919, pasará a constituir junto con la Escuela tura- precisamente en la preeminencia del dibujo, en ita- Superior de Arte del Ducado de Sajonia, la Bauhaus de liana disegno, por encima de su factura manual Walter Gropius 1 Étienne SouRIAU (ed.) : op. cit., p. 915 24 BAUHAus: Programm des Staatlichen Bauhauses in a Joaquín ARNAU: 72 Voces para un Diccionario de Weimar, Bauhaus, Weimar, 1919, 4 p. Xilografía de Arquitectura Teórica. Celeste, Madrid, 2000, pp. 203-205 Lyonel FE1N1NGEA, prefacio de Walter GR0P1us 9 Íd., ib., pp. 35-38 25 Valeriana BOZAL: Historia de las ideas estéticas/. 2 vol. 10 En cuanto al uso de la terminología semiótica, la obra Historia 16, Madrid, 1997, p. 131 de referencia ha sido Umberto Eco: La estructura ausen- 2s lvan GASKELL: «Historia de las imágenes», en Peter te. Introducción a la semiótica. Lumen, Barcelona, 1972, BuRKE (ed.): Formas de hacer Historia. Alianza, Madrid, 1999. Ed. orig.: La struttura assente: lntroduzione alfa 1993, p. 212. Ed. orig.: New Perspectives on Historical ricerca semiológica. Bompiani, Milán, 1968 Writing. Polity Press, Cambridge, 1991 11 Étienne SoURIAU (ed.): op. cit., p. 327 21 Sobre los mecanismos que rigen los procesos de bús- 12 Gilles DELEUZE y Félix GuATTARI: ¿Qué es filosofía? queda y percepción atenta, cfr. Juan Antonio MARINA: Anagrama,Barcelona, 1993, 1999, p. 194. Ed. orig.: Teoría de la inteligencia creadora. Anagrama, Barcelona, Qu' est-ce que la philosophie? Éd. de Minuit, París, 1991 1993 13 Joaquín ARNAU: op. cit., p. 45 28 Giulio Cario ARGAN: Op. cit. p. 105 1 l.. 1 1 ·1 11 1, 1 ¡· 1.¡1 11 1/! 111
Compartir