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Universidad de Concepción 
Dirección de Postgrado 
Facultad de Ciencias Sociales 
Programa de Magister en Trabajo Social y Políticas Sociales 
 
 
 
 
 
“Nudos Críticos del Modelo de Salud Mental Comunitario en Chile, desde la 
mirada de los/as funcionarios/as de dispositivos de salud pública 
del nivel secundario” 
 
 
 
MARÍA BELÉN CASTILLO GONZÁLEZ 
CONCEPCIÓN – CHILE 
2020 
 
 
Tesis para optar al grado de Magíster en Trabajo Social y Políticas Sociales 
del Departamento de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Sociales, 
Universidad de Concepción. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Esta investigación ha sido financiada parcialmente por 
CONICYT – 2018 - Folio: 22180430 
Profesora Guía: Dra. Daisy Vidal Gutiérrez 
Dpto. de Trabajo Social, 
Facultad de Ciencias Sociales 
Universidad de Concepción 
 
 
 ii 
 
TRIBUNAL DE TESIS 
 
 
 
 
 
Profesora Guía: Daisy Vidal Gutiérrez 
Profesora Asociada, Departamento de Trabajo Social. Facultad de ciencias Sociales 
Doctora en Salud Mental. 
 
 
 
 
Ha sido aprobada por la siguiente Comisión Evaluadora: 
 
 
Sra. Claudia Castillo Rozas 
Profesora Asistente, Departamento de Trabajo Social. Facultad de ciencias Sociales 
Magister en Trabajo Social y Políticas Sociales 
 
 
Sra. Pamela Grandón Fernández 
Profesora Asociada. Departamento de Psicología. Facultad de ciencias Sociales 
Doctora en Psicología 
 
 
Directora Programa Magíster: Sra. Daisy Vidal Gutiérrez 
Profesora Asociada Dpto. de Trabajo Social, Facultad de Ciencias Sociales. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ciudad Universitaria, julio de 2020 
 
 
 iii 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
Quiero agradecer a la vida por las oportunidades brindadas para aprender de mis 
aciertos y errores. 
Agradezco, también, a todas las personas que en esta nueva experiencia de aprendizaje 
me han enseñado el valor de la humildad, de la disciplina y el respeto por la diversidad. 
Gracias a quienes, sin tener la obligación de estar a mi lado, lo han estado y me han 
brindado su confianza y dulzura para superar los desafíos que me he propuesto. 
Gracias a ti, mi compañero de vida, por tu comprensión y entrega incondicional. 
Estuviste en cada ocasión que necesite de contención y motivación para culminar este 
proceso. 
Gracias a mi familia por enseñarme el amor por la justicia y el repudio a la 
desigualdad social. 
Gracias profesora Daisy Vidal G. por creer en mí y motivarme a enfrentar nuevos 
desafíos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 iv 
ÍNDICE 
 
ÍNDICE DE TABLAS vi 
ÍNDICE DE CUADROS xi 
ÍNDICE DE FIGURAS xi 
RESUMEN xii 
CAPÍTULO I: PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 3 
I.1. Planteamiento del problema 4 
I.2. Fundamentación 8 
CAPITULO II: MARCO REFERENCIAL 10 
II.1 Marco Conceptual 11 
a. El Modelo de Atención Comunitaria en Salud Mental - MACSM 11 
b. Conceptualizaciones y características comunes del Modelo de Atención 
Comunitaria en Salud Mental (MACSM) 12 
c. El Modelo de Atención Comunitaria en Salud Mental en Chile 17 
d. Principios del Modelo de Atención Comunitaria en Salud Mental 21 
II.2. Marco Empírico 29 
CAPITULO III: OBJETIVOS 39 
III.1. Objetivos generales y específicos 40 
CAPITULO IV: METODOLOGÍA 41 
IV.1. Identificación de variables 42 
IV.2. Método: 43 
a. Tipo de estudio: 43 
b. Unidad de análisis 43 
c. Unidad de Observación: 43 
d. Delimitación temporal y espacial de la investigación 43 
e. Población de estudio: 43 
f. Criterios de Inclusión: 45 
g. Fuentes, técnicas e Instrumento de recolección de datos. 45 
h. Trabajo de Campo. (Ver figura 1) 47 
IV.3. Aspectos éticos 49 
IV.4. Procesamiento y análisis de los datos 50 
 
 
 
 
 
 v 
 
CAPÍTULO V. RESULTADOS 51 
V.1. Descripción de la población 53 
V.2. Conocimiento del Modelo de Atención Comunitaria en Salud Mental del 
Ministerio de salud de Chile. 55 
V.3. Relevancia de la aplicación de los principios del Modelo de Atención 
Comunitaria en Salud Mental del MINSAL de Chile 78 
V.4. Asociación entre aplicación de los principios y variables socio laborales 94 
V.5. Fortalezas, debilidades y factores externos en la aplicación de los principios 
del Modelo de Atención Comunitaria en Salud Mental del Ministerio de Salud de 
Chile 138 
CAPÍTULO VI: DISCUSIÓN, CONCLUSIÓN, LIMITACIONES Y 
PROYECCIONES 143 
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 155 
ANEXOS 162 
Anexo n°1: Definición Nominal y operacional de las variables del estudio. 163 
Anexo n°2: Encuesta 167 
Anexo n°3: Consentimiento Informado 176 
Anexo n°4: Plan de análisis de la investigación. 181 
 
 
 vi 
ÍNDICE DE TABLAS 
Tabla 1 Características sociodemográficas y profesionales de los/as 
funcionarios/as de los Centros de Salud Mental (C). 
54 
Tabla 2 Frecuencia de los/as funcionarios/as que refieren conocer o no los 
principios del MACSM. 
55 
Tabla 3 
 
Frecuencia de funcionarios que mencionan algún principio del 
MACSM. 
55 
Tabla 4 Frecuencia de principios mencionados por los/as funcionarios/as. 56 
Tabla 5 Nivel de conocimiento que poseen los/as funcionarios/as de 
acuerdo a los principios mencionados del MACSM del MINSAL, 
según variables sociodemográficas y laborales. 
57 
Tabla 6 Frecuencia de funcionarios que mencionan conceptos relacionados 
con los principios del MACSM. 
59 
Tabla 7 Frecuencia de conceptos mencionados distribuidos según 
principios 
60 
Tabla 8 
 
Descripción cualitativa de conceptos más frecuentes, agrupados 
según principios del MACSM del Ministerio de Salud de Chile 
61 
Tabla 9 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
aplicación del Principio Concepción del ser humano como un ser 
integral… 
62 
Tabla 10 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
aplicación del Principio Promoción de la Ciudadanía. 
63 
Tabla 11 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
aplicación del Principio Participación e Inclusión social 
64 
Tabla 12 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
aplicación del Principio Igualdad Jurídica 
65 
Tabla 13 Distribución de los y las profesionales según frecuencia de 
aplicación del Principio Autonomía y autodeterminación 
66 
Tabla 14 Distribución de los/as funcionario/as según frecuencia de 
aplicación del Principio Calidad de la atención 
67 
Tabla 15 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
aplicación del Principio Indivisibilidad de la salud mental y la salud 
general 
68 
Tabla 16 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
aplicación del Principio Integralidad de la atención 
69 
Tabla 17 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
aplicación del Principio Servicios de salud mental integrados a la 
red general de salud 
70 
Tabla 18 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
aplicación del Principio Atención de salud mental centrada en la 
persona, su familia o red de apoyo 
71 
Tabla 19 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
aplicación del Principio Continuidad de apoyos y cuidados 
72 
 vii 
Tabla 20 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
aplicación del Principio Atención basada en la comunidad 
73 
Tabla 21 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
aplicación del Principio Accesibilidad 
74 
Tabla 22 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
aplicación del Principio Pertinencia 
75 
Tabla 23 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
aplicación del Principio Cobertura Universal 
76 
Tabla 24 Distribución de los/ funcionarios/as según frecuencia de aplicación 
del Principio Intersectorialidad 
77 
Tabla 25 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
relevancia de la aplicación del Principio Concepción del ser 
humano como un ser integral 
78 
Tabla 26 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
relevanciade la aplicación del Principio Promoción de la 
Ciudadanía 
79 
Tabla 27 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
relevancia de la aplicación del Principio Participación e Inclusión 
Social 
80 
Tabla 28 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
relevancia de la aplicación del Principio Igualdad Jurídica 
81 
Tabla 29 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
relevancia de la aplicación del Principio Autonomía y 
autodeterminación 
82 
Tabla 30 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
relevancia de la aplicación del Principio Calidad de la Atención. 
83 
Tabla 31 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
relevancia de la aplicación del Principio Indivisibilidad de la salud 
mental y la salud general 
84 
Tabla 32 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
relevancia de la aplicación del Principio Integralidad de la atención 
85 
Tabla 33 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
relevancia de la aplicación del Principio Servicios de salud mental 
integrados a la red general de salud 
86 
Tabla 34 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
relevancia de la aplicación del Principio Atención de salud mental 
centrada en la persona, su familia o red de apoyo 
87 
Tabla 35 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
relevancia de la aplicación del Principio Continuidad de apoyos y 
cuidados 
88 
Tabla 36 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
relevancia de la aplicación del Principio Atención basada en la 
comunidad 
89 
Tabla 37 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
relevancia de la aplicación del Principio Accesibilidad 
89 
 viii 
Tabla 38 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
relevancia de la aplicación del Principio Pertinencia 
90 
Tabla 39 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
relevancia de la aplicación del Principio Cobertura Universal 
91 
Tabla 40 Distribución de los/as funcionarios/as según frecuencia de 
relevancia de la aplicación del Principio Intersectorialidad 
92 
Tabla 41 Asociación entre la aplicación de los principios y su relevancia. 93 
Tabla 42 Asociación entre aplicación del principio “Concepción del ser 
humano como un ser integral” y sexo de los/as funcionarios/as 
94 
Tabla 43 Asociación entre aplicación del principio los “Promoción de la 
ciudadanía” y el sexo de los/as funcionarios/as 
95 
Tabla 44 Asociación entre aplicación del principio “Participación e 
Inclusión social” y el sexo de los/as funcionarios/as 
95 
Tabla 45 Asociación entre aplicación del principio “Igualdad Jurídica” y el 
sexo de los/as funcionarios/as 
96 
Tabla 46 Asociación entre aplicación del principio “Autonomía y 
autodeterminación” y el sexo de los/as funcionarios/as 
97 
Tabla 47 Asociación entre aplicación del principio los principios “Calidad 
de la atención” y el sexo de los/as funcionarios/as 
98 
Tabla 48 Asociación entre aplicación del principio “Indivisibilidad de la 
Salud Mental y Salud General” y el sexo de los/as funcionarios/as 
98 
Tabla 49 Asociación entre aplicación del principio “integralidad de la 
atención” y el sexo de los/as funcionarios/as 
99 
Tabla 50 Asociación entre aplicación del principio “Servicios de salud 
mental integrados a la red general de salud” y el sexo de los/as 
funcionarios/as 
100 
Tabla 51 Asociación entre aplicación del principio “Atención de Salud 
Mental Centrada en la persona, su familia o red de apoyo” y el sexo 
de los/as funcionarios/as 
101 
Tabla 52 Asociación entre aplicación del principio “Continuidad de apoyos 
y cuidados” y el sexo de los/as funcionarios/as 
102 
Tabla 53 Asociación entre aplicación del principio “Atención basada en la 
comunidad” y el sexo de los/as funcionarios/as 
103 
Tabla 54 Asociación entre aplicación del principio “Accesibilidad” y el sexo 
de los/as funcionarios/as 
103 
Tabla 55 Asociación entre aplicación del principio “Pertinencia” y el sexo 
de los/as funcionarios/as 
104 
Tabla 56 Asociación entre aplicación del principio los “Cobertura 
Universal” y el sexo de los/as funcionarios/as 
104 
Tabla 57 Asociación entre aplicación del principio “Intersectorialidad” y el 
sexo de los/as funcionarios/as 
105 
Tabla 58 Asociación entre aplicación del principio “Concepción del ser 
humano como un ser integral” y la profesión de los/as 
funcionarios/as 
106 
 ix 
Tabla 59 Asociación entre aplicación del principio “Promoción de la 
Ciudadanía” y la profesión de los/as funcionarios/as 
107 
Tabla 60 Asociación entre aplicación del principio “Participación e 
Inclusión Social” y la profesión de los/as funcionarios/as 
108 
Tabla 61 Asociación entre aplicación del principio “Igualdad Jurídica” y la 
profesión de los/as funcionarios/as 
109 
Tabla 62 Asociación entre aplicación del principio “Autonomía y 
autodeterminación” y la profesión de los/as funcionarios/as 
110 
Tabla 63 Asociación entre aplicación del principio “Calidad de la atención” 
y la profesión de los/as funcionarios/as 
111 
Tabla 64 Asociación entre aplicación del principio “Indivisibilidad de la 
salud mental y la salud general” y la profesión de los/as 
funcionarios/as 
112 
Tabla 65 Asociación entre aplicación del principio “Integralidad de la 
atención” y la profesión de los/as funcionarios/as 
113 
Tabla 66 Asociación entre aplicación del principio “Servicios de salud 
mental integrados a la red general de salud” y la profesión de los/as 
funcionarios/as 
114 
Tabla 67 Asociación entre aplicación del principio “Atención de salud 
mental centrada en la persona, su familia o red de apoyo” y la 
profesión de los/as funcionarios/as 
115 
Tabla 68 Asociación entre aplicación del principio “Continuidad de Apoyos 
y Cuidados” y la profesión de los/as funcionarios/as 
116 
Tabla 69 Asociación entre aplicación del principio “Atención basada en la 
comunidad” y la profesión de los/as funcionarios/as 
117 
Tabla 70 Asociación entre aplicación del principio “Accesibilidad” y la 
profesión de los/as funcionarios/as 
118 
Tabla 71 Asociación entre aplicación del principio “Pertinencia” y la 
profesión de los/as funcionarios/as 
119 
Tabla 72 Asociación entre aplicación del principio “Cobertura” y la 
profesión de los/as funcionarios/as 
120 
Tabla 73 Asociación entre aplicación del principio “Intersectorialidad” y la 
profesión de los/as funcionarios/as 
121 
Tabla 74 Asociación entre aplicación del principio “Concepción del ser 
humano como un ser integral” y Centro de Salud Mental 
122 
Tabla 75 Asociación entre aplicación del principio “Promoción de la 
Ciudadanía” y Centro de Salud Mental 
123 
Tabla 76 Asociación entre aplicación del principio “Participación e 
Inclusión Social” y Centro de Salud Mental 
124 
Tabla 77 Asociación entre aplicación del principio “Igualdad Jurídica” y 
Centro de Salud Mental 
125 
Tabla 78 Asociación entre aplicación del principio “Autonomía y 
autodeterminación” y Centro de Salud Mental 
126 
Tabla 79 Asociación entre aplicación del principio “Calidad de la atención” 
y Centro de Salud Mental 
127 
 x 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Tabla 80 Asociación entre aplicación del principio “Indivisibilidad de la 
salud mental y la salud general” y Centro de Salud Mental 
128 
Tabla 81 Asociación entre aplicación del principio “Integralidad de la 
atención” y Centro de Salud Mental 
129 
Tabla 82 Asociación entre aplicación del principio “Servicios de salud 
mental integrados a la red general de salud” y Centro de Salud 
Mental 
130 
Tabla 83 Asociación entre aplicación del principio “Atención de salud 
mental centrada en la persona, su familia o red de apoyo” y Centro 
de Salud Mental 
131Tabla 84 Asociación entre aplicación del principio “Continuidad de apoyos 
y cuidados” y Centro de Salud Mental 
132 
Tabla 85 Asociación entre aplicación del principio “Atención basada en la 
comunidad” y Centro de Salud Mental 
133 
Tabla 86 Asociación entre aplicación del principio “Accesibilidad” y Centro 
de Salud Mental 
134 
Tabla 87 Asociación entre aplicación del principio “Pertinencia” y Centro de 
Salud Mental 
135 
Tabla 88 Asociación entre aplicación del principio “Cobertura” y Centro de 
Salud Mental 
136 
Tabla 89 Asociación entre aplicación del principio “Intersectorialidad” y 
Centro de Salud Mental 
137 
Tabla 90 Debilidades y fortalezas categorizadas por principios 140 
 xi 
ÍNDICE DE CUADROS 
 
Cuadro 1 Definición conceptual de principios del MACSM del Ministerio 
de Salud de Chile 
22 
Cuadro 2 Identificación del Universo 44 
Cuadro 3 
 
Población de estudio 44 
 
 
ÍNDICE DE FIGURAS 
Figura 1 Flujograma Procedimiento 48 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 xii 
RESUMEN 
Antecedentes: El Ministerio de Salud ha impulsado la implementación del Plan 
Nacional de Salud Mental para el periodo 2017-2025. Este nuevo plan tiene por 
objetivo responder a las brechas no superadas con las estrategias anteriores y, por 
consiguiente, reforzar los esfuerzos orientados a mejorar la salud mental de las 
personas mediante estrategias basadas en 16 principios que este mismo enfatiza del 
Modelo de Atención Comunitaria en Salud Mental. De acuerdo a la revisión 
bibliográfica realizada, existen diversas interpretaciones y miradas desde la cual se 
evalúa su implementación. No obstante, el mayor número de investigaciones ha puesto 
su foco en la demanda, identificado así diversas barreras que reflejan obstáculos en su 
implementación. Siendo en menor medida recogida la visión de quiénes deben 
implementar y ejecutar lo propuesto por los planes y programas en materia de salud 
mental. 
Objetivo: Es por ello que este estudio tuvo como principal objetivo Identificar y 
describir los Nudos Críticos en la implementación del Modelo de Atención 
Comunitaria en Salud Mental (MACSM) definido en el Plan Nacional de Salud Mental 
2017-2025 del Ministerio de Salud de Chile, desde la mirada de los/as funcionarios/as 
de los dispositivos del nivel secundario del Servicio de Salud de Concepción. 
Método: Investigación de tipo cuantitativo, transversal y de alcance descriptivo y 
correlacional. Los datos fueron obtenidos de una encuesta autoadministrada elaborada 
para medir el conocimiento, la aplicación y relevancia de la aplicación de los 16 
principios del MACSM expuestos en el actual Plan Nacional de Salud Mental, además 
de la identificación de fortalezas, debilidades y factores externos respecto a la 
implementación de los principios. La población de estudio fue constituida por 45 
funcionarios/as representantes de cinco Centros de Salud Mental de la comuna de 
Concepción. 
Resultados: Los principales resultados obtenidos respecto al conocimiento que poseen 
los/as funcionarios dan cuenta de un nivel global de conocimiento Bajo, ya que de los 
45 funcionarios un 68,8% refiere que “si” conoce dichos principios, no obstante, al 
solicitar que mencionen cinco de ellos, sólo un 11% lo logró, destacando el principio 
“Calidad de la atención”. En cuanto a la aplicación de los principios, un 81,25% resultó 
ser aplicado “regularmente” y un 12,5% “Ocasionalmente”. Respecto a la relevancia 
atribuida a la aplicación de cada principio, se obtuvo que el 87,5% de estos es 
considerado “Muy relevante” de aplicar y un 12,5% considerado sólo “relevante”, 
correspondiente a los principios “Concepción del ser humano como un ser integral”,” 
atención de salud mental centrada en la persona, su familia o red de apoyo” y el 
principio “Intersectorialidad”. 
 xiii 
Del análisis de contenido, se obtuvo cinco fortalezas identificadas por los/as 
funcionarios/as respecto a la aplicación de los principios del MACSM: 1) existencia de 
equipos de trabajo multidisciplinario y especializado, 2) coordinación intra-sector, 3) 
equipos de trabajo comprometidos con sus usuarios/as, 4) respeto a los derechos de 
los/as usuarios/as y 5) enfoque comunitario y territorial. Debilidades 1) deficiencia en 
la infraestructura de los centros de atención, 2) falta de recursos humanos, 3) falta de 
compromiso de parte de directivos y autoridades respecto a la implementación del 
modelo, 4) persistencia del modelo biomédico y 5) deficiencia en el abordaje 
comunitario y territorial. Estas tienes estrecha relación con los Factores externos 
identificados por los/as funcionarios, tales como: las deficiencias respecto a la falta de 
recursos financieros, humanos y materiales; persistencia del enfoque biomédico; 
Organización, administración y gestión del centro de atención de salud mental y 
medición cuantitativa estandarizada 
Conclusiones: Los resultados dan cuenta de lo difícil que puede ser para los/as 
funcionarios/as implementar lo dispuesto en las políticas de salud mental, ya que se 
observa una importante brecha entre lo deseable y lo posible. Si bien es posible 
observar que existe un bajo conocimiento en cuanto a los Principios del MACSM, esto 
da cuenta de la falta de claridad respecto a las propias directrices respecto a qué se 
entiende por dicho modelo y a las posibilidades que se otorgan para que este sea 
implementado en los contextos locales en los que se insertan los centros de salud 
mental. Si bien, ha habido avances en términos de fortalecimiento de una red de 
atención comunitaria, dotación de profesionales y fortalecimiento de programas de 
salud mental en APS, entre otros, hay debilidades que se confrontarán siempre con los 
avances logrados, porque no se trata sólo de dotar de infraestructura ni de fortalecer 
una red de atención comunitaria de profesionales y tecnología, pues, la resistencia al 
cambio persistirá si no se apunta al cambio de paradigma desde el cual se mira y 
comprende los problemas y trastornos de salud mental que las personas enfrentan 
actualmente. 
 
 
 1 
ABSTRACT 
Background: The Ministry of Health has promoted the implementation of the National 
Mental Health Plan for the period 2017-2025. This new plan aims to respond to the 
gaps not overcome with the previous strategies and, therefore, to reinforce efforts 
aimed at improving the mental health of people through strategies based on 16 
principles that it emphasizes in the Community Health Care Model. Mental. According 
to the bibliographic review carried out, there are various interpretations and views from 
which its implementation is evaluated. However, the largest number of investigations 
has focused on demand, thus identifying various barriers that reflect obstacles in its 
implementation. The vision of who should implement and execute what is proposed by 
the plans and programs in the field of mental health is to a lesser extent collected. 
Objective: That is why this study had as its main objective to Identify and describe the 
Critical Knots in the implementation of the Community Mental Health Care Model 
(MACSM) defined in the National Plan for Mental Health 2017-2025 of the Ministry 
of Health of Chile, from the perspective of the officials of the devices of the secondary 
level of the Concepción Health Service. 
Method: Quantitative, cross-sectional research of descriptive and correlational scope. 
The data was obtained from a self-administered survey prepared to measure the 
knowledge, application and relevance of the application of the 16 MACSM principles 
exposed in the current National Mental Health Plan, in addition to identifying strengths, 
weaknesses and external factors regarding the implementation of the principles. The 
study population was made up of 45 officials representing five Mental Health Centers 
in the municipality of Concepción. 
Results: The main results obtained with respectto the knowledge that the officials have 
show a low global level of knowledge, since of the 45 officials, 68.8% refer that “if” 
they know these principles, however, when requesting that five of them mentioned, 
only 11% did so, highlighting the principle "Quality of care". Regarding the application 
of the principles, 81.25% turned out to be applied “regularly” and 12.5% 
“Occasionally”. Regarding the relevance attributed to the application of each principle, 
it was obtained that 87.5% of these are considered "Very relevant" to apply and 12.5% 
considered only "relevant", corresponding to the principles "Conception of being 
human as an integral being "," mental health care centered on the person, his family or 
support network "and the principle" Intersectorality ". 
 2 
From the content analysis, five strengths identified by the officials regarding the 
application of the MACSM principles were obtained: 1) existence of multidisciplinary 
and specialized work teams, 2) intra-sector coordination, 3) work teams committed to 
their users, 4) respect for the rights of the users and 5) community and territorial 
approach. Weaknesses 1) deficiency in the infrastructure of the care centers, 2) lack of 
human resources, 3) lack of commitment on the part of managers and authorities 
regarding the implementation of the model, 4) persistence of the biomedical model and 
5) deficiency in the community and territorial approach. These are closely related to 
the external factors identified by the officials, such as: deficiencies regarding the lack 
of financial, human and material resources; persistence of the biomedical approach; 
Organization, administration and management of the mental health care center and 
standardized quantitative measurement 
Conclusions: The results show how difficult it can be for officials to implement the 
provisions of mental health policies, since there is a significant gap between what is 
desirable and what is possible. Although it is possible to observe that there is a low 
knowledge regarding the MACSM Principles, this accounts for the lack of clarity 
regarding the guidelines themselves regarding what is understood by said model and 
the possibilities that are granted for its implementation. in the local contexts in which 
mental health centers are inserted. Although there have been advances in terms of 
strengthening a community care network, staffing of professionals and strengthening 
of mental health programs in PHC, among others, there are weaknesses that will always 
be confronted with the progress made, because it is not just about provide infrastructure 
or strengthen a community care network of professionals and technology, therefore, 
resistance to change will persist if it is not aimed at the paradigm shift from which one 
looks at and understands the mental health problems and disorders that people currently 
face . 
 
 
 
 
 
 
 3 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO I: PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 4 
I.1. Planteamiento del problema 
 
La Organización Mundial de la Salud (2013) refiere que el Bienestar Mental constituye 
un aspecto esencial de la definición integral de salud. Sin una buena salud mental se 
torna difícil el camino hacia el desarrollo personal y social de los seres humanos. 
Dada su importancia, resulta trascendental reconocer los grandes desafíos que surgen 
respecto al cuidado de la salud mental de la población y adoptar medidas integrales y 
efectivas orientadas a prevenir y enfrentar los determinantes sociales y psicológicos 
que contribuyen en la aparición, desarrollo y/o cronificación de los trastornos o 
problemas de salud mental. 
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) aproximadamente el 23% 
de los años perdidos por discapacidad corresponden a los trastornos mentales y los 
trastornos ligados al consumo de sustancia. Específicamente, para el 2015 un 4,4% de 
la población mundial vivía con depresión, siendo ésta más prevalente entre las mujeres 
(5,1%) que entre los hombres (3,6%) alcanzando su punto máximo en edades más 
adultas (más del 7,5% entre las mujeres de 55-74 años y más del 5,5% entre los 
hombres). Por otra parte, alrededor de 60 millones de personas presentaron trastorno 
afectivo bipolar y 21 millones de personas en el mundo presentan un diagnóstico de 
esquizofrenia y otras psicosis. En relación a las demencias, éstas afectan a unos 47,5 
millones de personas, correspondiendo al Alzheimer y los accidentes cerebrovasculares 
las con mayor prevalencia. En cuanto al suicidio, este representa cerca del 1.5% de 
todas las muertes en todo el mundo, lo que lo ubica en el vigésimo lugar de las 
principales causas de muerte, constituyéndose para el año 2015 en la segunda causa de 
muerte entre las personas de 15-29 años a nivel mundial (OMS, 2017). 
En lo que respecta al escenario nacional la OMS (citado por Vicente, Saldivia y Pihán, 
2016), sitúa a Chile entre los países con mayor carga de morbilidad por enfermedades 
psiquiátricas en el mundo, con un 23,2%. Los trastornos de ansiedad son los más 
prevalentes, seguidos por la depresión mayor y los trastornos por consumo de alcohol, 
ubicándose la depresión mayor y los trastornos por consumo de alcohol en el primer y 
segundo lugar en las discapacidades atribuidas en población adulta. En cuanto a la 
población mayor de 15 años casi un tercio de esta ha sufrido un trastorno psiquiátrico 
a lo largo de su vida y un 22,2% ha tenido uno durante el año pasado. En la población 
infanto-adolescente se observa que la prevalencia de cualquier trastorno psiquiátrico es 
de un 22,5% (19,3% para niños y 25,8% para niñas), padeciendo principalmente 
trastornos de ansiedad y disruptivos. 
En consideración con lo expuesto y en términos de Irarrázaval, Prieto y Armijo (2016) 
los trastornos mentales “son comunes, crónicos y discapacitantes” (p.36), motivo por 
el cual representan un problema de salud pública importante en nuestro país y en todo 
el mundo. 
 5 
 El Plan de acción sobre salud mental 2013-2020 de la Organización Mundial de la 
Salud (2013) enfatiza en las deficiencias que presentan los sistemas sanitarios y 
sociales para responder, desde una actuación integral y coordinada, a la carga de 
trastornos mentales y psicosociales y a la complejidad que éstos constituyen para la 
vida de las personas. En los países de ingresos bajos y medios, entre un 76% y un 85% 
de las personas con trastornos mentales graves no reciben tratamiento, la cifra es alta, 
también, en los países de ingresos elevados: entre un 35% y un 50%. En cuanto a la 
inversión de los países y en cómo los recursos son distribuidos inequitativamente, se 
observa que el mayor porcentaje de inversión se concentra e en el sistema hospitalario, 
lo cual se refleja en el número insuficiente de profesionales sanitarios especializados y 
generales que se ocupan de la salud mental (OPS, 2016) 
La importancia de que los estados se comprometan en garantizar estándares mínimos 
relacionados con la atención de los trastornos psiquiátricos y de salud mental de su 
población, radica en el impacto individual – relacional, social y económico que esto 
conlleva. Actualmente las personas con trastornos mentales presentan tasas 
desproporcionadamente elevadas de discapacidad y mortalidad, adquiriendo a menudo 
otras enfermedades, tales como: el cáncer, las enfermedades cardiovasculares o la 
infección por el VIH/sida, por lo que requieren servicios y medidas de movilización de 
recursos comunes. Adicional a lo anterior, deben sobrellevar la carga de la 
estigmatización y la discriminación, enfrentado violaciones sistemáticas de sus 
derechos humanos, derechos económicos, sociales y culturales, impidiéndoles gozar 
del grado más alto posible de salud y de bienestar social integral (OMS, 2013). 
La situación actual de la saludmental en Chile y el mundo ha exigido el desarrollo de 
un sistema de salud orientado a responder a la complejidad del perfil epidemiológico 
que actualmente experimenta la población. Motivo por el cual los esfuerzos se han 
orientado hacia la construcción progresiva de políticas públicas y sociales sustentadas 
en una concepción integral del proceso de salud y enfermedad, procurando superar la 
atención orientada al daño y dando singular relevancia a los factores positivos que 
actúan como protectores de la salud y bienestar del sujeto (OPS, 2011) . En este sentido 
Chile, desde el retorno de la democracia y con la participación en la Conferencia y 
Declaración de Caracas (OPS/OMS,1990, ha orientado sus esfuerzos en transitar desde 
un modelo modelo de atención custodial – manicomial en salud mental hacía uno que 
garantice la atención integral del sujeto social, situando al Modelo de Atención 
Comunitaria en Salud Mental como base de los procesos de construcción y desarrollo 
del sistema de atención psiquiátrica de salud mental actual, sirviendo de respaldo a los 
grupos profesionales y gestores de la salud pública de nuestro país (Vaccari, Astete y 
Ojeda, 2012; Gómez y Sepúlveda, 2015) . Estas transformaciones han sido orientadas 
por dos planes nacionales de salud mental. El primer Plan Nacional de Psiquiatría y 
Salud Mental se crea en 1993, teniendo como principales objetivos la instauración de 
 6 
un sistema de servicios orientados a la articulación de la atención en los distintos 
niveles de atención del sistema; la capacitación de los recursos humanos y la 
generación de nuevas propuestas orientadas a proteger los derechos humanos de las 
personas afectadas por problemas y trastornos mentales. Esta iniciativa se constituye 
como insumo para el segundo Plan nacional de Salud Mental y Psiquiatría en el cual 
se promueve la desinstitucionalización de las personas con trastorno mental mediante 
la creación de un red de atención con énfasis ambulatorio, con énfasis en la 
participación de social de los/as usuarios/as , familiares y comunidad; el desarrollo de 
equipos salud mental multidisciplinarios como actores relevantes en la implementación 
de nuevas estrategias para promover la inclusión social de las personas con trastornos 
mental o problemas de salud mental ( Vaccari, 2013; Gómez y Sepúlveda, 2015; 
Ministerio de Salud, 2017) 
Los grandes cambios plasmados en dicho plan se fortalecen con la reforma del sector 
de salud impulsada en el año 2005 y la instauración del Modelo Integral de Salud 
Familiar y Comunitaria (MAISFC) que promueve los principios de centralidad en la 
persona, integralidad de la atención y continuidad del cuidado (MINSAL, 2017). En 
esta misma línea, el año 2017, el Ministerio de Salud impulsó la implementación del 
Plan Nacional de Salud Mental para el periodo 2017-2025. Este nuevo plan tiene por 
objetivo responder a las brechas no superadas con las estrategias anteriores y, por 
consiguiente, reforzar los esfuerzos orientados a mejorar la salud mental de las 
personas mediante el cumplimiento de 16 principios que este mismo enfatiza del 
Modelo de Atención Comunitaria en Salud Mental. 
1. Concepción del ser humano como ser integral 
2. Promoción de la ciudadanía 
3. Participación e inclusión social 
4. Igualdad jurídica 
5. Autonomía y autodeterminación 
6. Calidad de la atención 
7. Indivisibilidad de la salud mental y salud general 
8. Integralidad de la atención 
9. Servicios de salud mental integrado a la red general de salud 
10. Atención de salud mental centrada en la persona, su familia y Red de 
 apoyo 
11. Continuidad de apoyos y cuidados 
12. Atención basada en la comunidad 
13. Accesibilidad 
14. Pertinencia 
15. Cobertura universal 
16. Intersectorialidad 
 7 
 
En este sentido, Son muchos los/as investigadores/as que concuerdan en que el 
MACSM es “el mejor modelo para la atención de trastornos psiquiátricos, tanto desde 
un punto de vista ético como terapéutico” (Minoletti y Zaccaria, 2005, p.348). Los 
resultados de su implementación han demostrado que la interacción compleja y 
dinámica entre factores biológicos y psicosociales resulta ser un condicionante de la 
aparición y duración de la “etiopatogenia de los trastornos psiquiátricos” (p.348). No 
obstante, de acuerdo a la revisión bibliográfica realizada, se han identificado diversas 
barreras que reflejan obstáculos en la implementación de dicho modelo (Vaccari, 
Astete y Ojeda, 2012; Vicente, Saldivia y Pihan, 2016; MINSAL, 2017), entre ellos, se 
observa que aún no existe claridad respecto a qué entienden los/as profesionales de la 
salud por “lo comunitario”. Generándose recurrentemente discusiones que sólo se 
sostienen en la diferenciación de lo biomédico y lo psicosocial (Miranda, 2011). El 
escaso consenso que existe en relación a lo que implica el Modelo de Atención 
Comunitaria en Salud Mental y la poca claridad de lo que refieren las políticas de salud 
mental de nuestro país al respecto, provoca contradicciones entre lo que se debe hacer 
y lo que se hace, convirtiendo lo comunitario sólo en una pretensión final y, por tanto, 
una modalidad de trabajo que aguarda su concreción (Carrasco y Yuing, 2014). 
De acuerdo a lo anterior, no es posible vislumbrar con claridad cuáles son las teorías, 
metodologías y/o disciplinas que hay detrás del Modelo y que sustentan las prácticas 
que de él se desprenden, sino más bien, se observa una: 
[…] hibridación entre una gran diversidad de planteamientos, con 
diferentes marcos epistémicos, reunidos en estrategias de intervención social 
que tienen en común un mismo sujeto: el pobre (Carrasco, 2014, p.150). 
El riesgo de que no exista una aproximación conceptual y empírica del Modelo 
Comunitario de Atención en Salud Mental implica la aparición de múltiples 
desviaciones interpretativas. Por un lado, se puede recurrir a éste como mero recurso 
discursivo que responde a la perspectiva economicista de llegar a más personas por 
menos costos (MINSAL, 2011). Por otra parte, también puede ser utilizado para 
delegar la responsabilidad final de la salud y de la salud mental en las comunidades 
desligando al Estado de esta responsabilidad, lo cual respondería a la lógica de que la 
patología psiquiátrica y los problemas de salud mental son responsabilidades 
individuales que se alivian desde la medicalización individual (Pérez, 2012). En 
consecuencia, esta diversidad de interpretaciones genera la necesidad de definir con 
claridad lo qué es y qué se espera del Modelo de Atención Comunitaria en Salud 
Mental. 
Esta dificultad es muy relevante de considerar, debido a que los profesionales 
constituyen equipos multidisciplinarios de salud mental que contar con las 
competencias y recursos necesarios para implementar las políticas de salud con este 
 8 
enfoque comunitario, tal como lo plantean Carrasco y Yuing (2014): son ellos quienes 
deben lidiar diariamente con esta relación ambigua entre la implementación histórica 
del modelo biomédico y el enfoque biopsicosocial, afectando directamente las 
decisiones respecto a su intervención. 
Entre otras de las dificultades mencionadas en la literatura, se indican deficiencias 
significativas respecto del financiamiento y acceso de las personas a los servicios, 
también aquellas dificultades basadas en conductas y actitudes producto de la 
ignorancia y la estigmatización que rodean a los trastornos mentales. A pesar de la 
contundente evidencia de tratamientos eficaces orientados desde el respeto y garantía 
de los derechos de los/as usuarios/as, perdura la creencia de que no es posible tratar los 
trastornos mentales, o de que las personas que los padecen son difíciles, poco 
inteligentes o incapaces de tomar decisiones afectando la calidad de vida de las 
personas (Rojas, 2017. Otra de las dificultades identificadas, es la escasez de estudiosorientados a conocer y evaluar la implementación del MACSM en nuestro país. El 
mayor porcentaje de estas se orientan hacia la evaluación de diversas intervenciones 
que se pueden llevar a cabo en el marco del MACSM, existiendo poca literatura que 
respalde la efectividad actual de este y que se constituyan en un recurso significativo 
para visibilizar la situación del sistema de salud mental chileno y , por tanto, aportar en 
la toma de decisiones en materia de políticas públicas( Zitko, 2015). 
En concordancia con lo anterior y a la luz de la importancia que implica contar con 
antecedentes para la evaluación de las políticas de salud mental y evidenciar, por tanto, 
cómo se está implementando el Modelo de Atención Comunitaria en Salud Mental 
(MACSM) en Chile. Esta investigación pretende indagar respecto a ¿Cuáles son los 
nudos críticos o factores que obstaculizan la aplicación de los principios del Modelo 
de Atención Comunitaria en Salud Mental definidos en el Plan nacional de salud mental 
2017-2025, desde la mirada de los profesionales que integran los equipos la red de 
salud mental del nivel secundario? 
 
I.2. Fundamentación 
 
De acuerdo a lo planteado por la Organización Mundial de la Salud (2013) en el Plan 
de acción sobre salud mental 2013-2020 los Estados deben concentrar sus esfuerzos en 
favorecer y fomentar el bienestar mental de las personas con problemas o trastornos 
mentales. Para ello, deben contar con la información y la evidencia empírica que 
facilite el proceso de elaboración, planificación y evaluación de políticas en materia de 
salud mental. Dependiendo de esto será posible generar mecanismos de vigilancia que 
permitan evaluar el cumplimiento de las políticas, planes y programas en la materia. 
Sin embargo, las investigaciones de este tipo no se desarrollan con frecuencia en países 
de mediano y bajo ingreso, lo cual impide que éstos puedan elaborar estrategias costo 
 9 
efectivas y pertinentes a la realidad sociocultural de su población (OPS, 2013). En 
consecuencia, la Organización Mundial de la Salud (2013) sugiere a países como el 
nuestro que se fortalezca y se incentive el desarrollo de estudios orientados a visibilizar 
las prioridades nacionales en materia de salud mental, específicamente aquellas que 
tenga un interés directo en abordar la concepción e implantación de servicios y ejercicio 
de los derechos humanos de las personas con trastornos mentales. De esta manera 
resulta importante destacar que la implementación real del MACSM no requiere 
únicamente de la adquisición de nuevos conocimientos y aptitudes para identificar 
tratar y derivar a las personas con problemas o trastornos mentales según corresponda, 
sino, también, una transformación de las funciones y actitudes del personal sanitario y 
cambios de la actual cultura de los servicios (MINSAL, 2017). Aspecto que, como país, 
no tenemos certeza suficiente de que esté ocurriendo (Zitko, 2015). 
De acuerdo a lo planteado, el presente estudio permite una aproximación respecto al 
MACSM de Chile, sus posibilidades y obstáculos de acuerdo a la mirada de los equipos 
de funcionarios/as de la red de salud mental, fenómeno que ha sido muy poco evaluado 
(Ramírez, Sepúlveda, Zitko y Ortíz, 2010). Igualmente busca ser un aporte en la 
generación de antecedentes y herramientas que permitan la reflexión del ejercicio 
profesional de quienes integran la red de salud mental y facilite los procesos 
evaluativos respecto al cómo se está aplicando los principios del Modelo de Atención 
Comunitaria en Salud Mental que sostiene el actual Plan Nacional de Salud Mental. 
En lo específico, este estudio permitirá obtener respuestas en relación a: Cuál es el 
conocimiento que poseen los funcionarios/as que integran equipos de salud mental del 
Nivel secundario de la red de especialidad respecto a los principios de MACSM del 
Ministerio de Salud de Chile; la aplicación de estos y la relevancia atribuida a su 
aplicación y cuáles son las fortalezas, debilidades y factores externos que posibilitan 
u obstaculizan la aplicación de dichos principios. 
Se espera que este estudio constituya un aporte que facilite la reflexión de los/as 
profesionales respecto a su práctica profesional y un instrumento para quienes son 
los/as responsables de tomar decisiones y adoptar medidas que respondan a mejorar la 
calidad de vida de los/as profesionales y usuarios/as del sistema de salud mental de 
nuestro país 
 
 
 
 
 
 
 
 
 10 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPITULO II: MARCO REFERENCIAL 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 11 
 
II.1 Marco Conceptual 
 
a. El Modelo de Atención Comunitaria en Salud Mental - MACSM 
Ante las controversias conceptuales y confusiones terminológicas respecto al Modelo 
de Atención Comunitaria en Salud Mental, es necesario abordar, desde una mirada 
general, parte de sus antecedentes históricos; las diversas y diferentes acepciones, 
significados y alcances interpretativos de lo que significa dicho el Modelo, 
específicamente en la Política de Salud Mental Chilena (Rojas, 2017). 
 
Antecedentes históricos. 
Las reformas psiquiátricas que fueron aconteciendo en el mundo desde mediados del 
siglo XX se orientaron, por un lado, a denunciar la sistemática violación de los derechos 
humanos y ciudadanos en los que se incurrió históricamente bajo la tutela del modelo 
asilar y , por otro, buscó responder a las necesidades psiquiátricas de la población 
mediante estrategias organizativas, terapéuticas y sociales más eficientes. De este 
modo, la Atención Comunitaria en Salud mental se adoptaría como modelo base de 
los diversos procesos de desinstitucionalización que irían emergiendo en diversas 
regiones del mundo (Desviat, 2010). Ejemplo de ello, son las experiencias llevadas a 
cabo en el contexto europeo y americano que han resultado de gran influencia para la 
configuración de lo que son hoy los diversos sistemas de atención en materia de salud 
mental, entre los cuales destacan: la experiencia francesa, italiana, inglesa, alemana y 
norteamericana. Si bien los cambios se dieron de manera paulatina y de acuerdo al 
propio ritmo de cada país estos contribuyeron, principalmente, en la relevancia 
otorgada a la priorización de la administración local de los centros de atención, el 
reconocimiento y abogacía por los derechos de los/as usuarios/as , la priorización de 
las intervenciones biopsicociales ambulatorias por sobre el abordaje clínico 
hospitalario y la integración de los sistemas de salud mental en los sistemas de salud 
general (Novella, 2008; Desviat y Moreno, 2012; Dell´Acqua, s.f,) . Todos estos 
cambios, tendrán sus influencias en las experiencias de Argentina, Brasil y Chile 
(Desviat, 2012). 
Desde la celebración de la Conferencia de la OPS en Caracas en el año 1990, los estados 
partes comienzan diversos procesos de reformas a sus sistemas de salud Mental, 
específicamente en la instauración paulatina de un modelo atención comunitaria en 
salud mental, basado en los principios de la integralidad, participación, continuidad del 
cuidado y el ejercicio de los derechos humanos de las personas con trastornos mentales. 
Sin embrago, y a pesar de los significativos avances logrados por diversos países de la 
 12 
región, los esfuerzos por mantener y mejorar la implementación del MACSM, no han 
sido del todo consistentes y efectivo (Desviat y Moreno, 2012). 
El giro desde una atención psiquiátrica desde instituciones tradicionales hacia una red 
de servicios basada en el modelo de atención comunitaria en la salud mental ha 
significado grandes desafíos y, por qué no, ha tenido que enfrentar diversos obstáculos, 
sobre todo hoy que se busca fortalecer un modelo con principios tan antagónicos al 
neoliberalismo. Las “buenas intenciones” de la instauración de un modelo comunitario 
en salud mental, están siendo debilitadas porlos vertiginosos cambios sociales, 
culturales, políticos, ambiéntales y económicos, y por el abismante predominio del 
mercado psicofarmacológico (Pérez, 2012; Vaccari, 2013) 
 
Novella (2008) precisa que: 
El interés por la psiquiatría social y comunitaria se vio desplazado por 
los diagnósticos operacionales, las neurociencias y el boom 
psicofarmacológico, mientras la psiquiatría se veía forzada a asumir nuevas 
tareas debido a una creciente demanda de tratamiento y asesoramiento 
psicoterapéutico. (p.12). 
 
b. Conceptualizaciones y características comunes del Modelo de Atención 
Comunitaria en Salud Mental (MACSM) 
Al indagar respecto del significado del MACSM o salud mental comunitaria, es posible 
observar una infinidad de definiciones e interpretaciones que expresan lo propio de 
cada autor. No obstante, en este apartado se refieren algunas definiciones con el fin de 
establecer las características en común y los objetivos que persigue la implementación 
del MACSM, con el fin de identificar los ejes sustánciales de este en la política de salud 
mental chilena. 
La Organización Mundial de la Salud, definió el MACSM como un modelo que 
persigue la habilitación de las personas con trastornos mentales y conductuales, que se 
concreta en el desarrollo de una amplia gama de servicios de ámbito local. Este tiene 
por objetivo superar las practicas negativas desarrolladas en contexto manicomial y 
asegurar la garantía del ejercicio de los derechos humanos de las personas con trastorno 
mental. Por otra parte, dicha organización, sostiene que es un modelo con un 
significativo respaldo de evidencia en cuanto a sus alta eficiencia clínica y social para 
abordar los problemas de salud mental (OPS, 2001). 
De acuerdo a la OMS (2001) este modelo se concreta a través de la creación y 
desarrollo de una amplia gama de servicios que responden a las necesidades de las 
personas con trastornos mentales y conductuales. Integran una red de dispositivos 
 13 
asistenciales para la atención de la salud mental de la población dentro de la red 
sanitaria general (servicios situados cerca del domicilio, incluidos atención hospitalaria 
general para ingresos agudos y residencias para estancias largas en la comunidad), 
consiste en el desarrollo de diversas intervenciones relacionadas con las 
discapacidades además de los síntomas; se otorga una tratamiento y asistencia de 
acuerdo a los diagnósticos específicos y las necesidades de cada usuario; se basa en la 
intersectorialidad mediante la coordinación sistemática entre los profesionales de salud 
mental y los organismos comunitarios; busca responder a las necesidades de los 
cuidadores/as mediante la cooperación y coordinación de la servicios de la red como 
del intersector, Finalmente, y como eje transversal del modelo, busca desarrollar 
instancias de abogacía de los derechos de los usuarios, familias y sus organizaciones 
en la materia. 
En términos de la Organización Panamericana de la Salud (2013), la salud mental 
comunitaria es: 
Un modelo que proporciona atención en salud mental en donde la 
persona vive, trabaja o estudia, a través de escuelas, centros comunitarios y 
áreas laborales, así como a través de los servicios de salud generales como 
clínicas del seguro social, centros de salud, camas de atención psiquiátrica en 
hospitales generales. Para lograr un modelo comunitario se requiere involucrar 
a personal de salud, de atención primaria, ya sea especializado en salud mental, 
así como personal no especializado que pertenece a la comunidad como podrían 
ser los promotores de salud comunitarios en salud mental en otros aspectos de 
salud o desarrollo humano y los mismos usuarios de los servicios y sus 
familiares. (p.2). 
De acuerdo a lo planteado por Desviat y Fernández (2016), la Psiquiatría Comunitaria 
significa un cambio conceptual y organizativo en la atención a los problemas de la 
salud mental, ya que incorpora nociones de salud pública y, además del trabajo clínico 
tradicional, establece acciones para la población general y grupos de riesgo. Bajo esta 
lógica, la territorialización, la universalidad y la integración de los recursos de cada 
dispositivo de salud y el intersector, son requisitos indispensables para concretarse. 
Desviat y Moreno (2012) plantean que la salud mental comunitaria es el modelo 
asistencial propio de los procesos de reforma psiquiátrica. Este surge como un nuevo 
modelo que artícula las dimensiones clínicas y políticas de la concepcion e 
intervención en materia de la salud mental. Este nuevo modelo de comprensión y praxis 
implica el desarrollo de nuevas estrategias y lineamientos organizativos, asistencia e 
interpretacion teorica de los padecimeintos mentales. En este sentido, la psiquiatría 
comunitaria viene a representar, más que un cambio de técnicas de intervención en las 
dimensiones subjetivas del ser social, sino una nueva forma de concebir y actuar de 
 14 
los/as profesionales sanitarios y, por ende, de quienes son “responsables de una 
planificación y ordenación de los sistemas públicos que la posibiliten” (p. 26). 
Desviat (2007) precisa que este modelo: 
“Conlleva una discriminación positiva que prioriza los grupos de riesgo y la 
atención al paciente grave y al paciente psicótico crónico, sin abandonar por 
ello el resto de trastornos, desde la atención a esos síntomas mínimos 
persistentes, patologías del existir, a los trastornos de la personalidad. Se 
pretende la prevención y promoción de la salud integrada con la prevención 
secundaria y la rehabilitación. (p. 91) 
Kaplan (1975) (citado en Gallach, 2010) define la atención comunitaria en salud mental 
como una intervención comunitaria basada en diversas teorías, métodos y 
procedimientos orientados a utilizar todos los recursos con los que cuenta la comunidad 
para promover, prevenir y llevar a cabo los tratamientos de la salud mental de sus 
integrantes. De acuerdo a esta perspectiva, el foco clínico trasciende la mirada al sujeto 
y su familia, situándose, además, en el entorno comunitario del cual participa el sujeto. 
Considera que las estrategias deben orientarse hacia la sensibilización de la comunidad 
para lograr la inclusión social de las personas con padecimientos mentales. Sostiene, 
también, que dicho modelo de atención aspira a la atención integral, multidisciplinaria 
y biopsicosocial del trastorno mental severo, para lo cual es sustancial el rol que asume 
la comunidad (p. 14). 
Thornicroft (2011) habla de un Modelo comunitario equilibrado de servicios de salud 
mental, el cual se caracteriza por ser pertinente a las necesidades epidemiológicas de 
la población a la cual busca atender; acerca los servicios de atención a los entornos 
donde las personas viven; la hospitalización requerida en hospital general es en caso 
exclusivo con un mínimo de uso ; se le otorga importancia a las prácticas de autoayuda, 
ayuda mutua y apoyo entre pares, y se empodera a los/as usuarios/as y sus familias 
respecto a las decisiones que conciernen a su salud ; se promueven la cultura de la 
participación de la comunidad y la sociedad civil como recursos para lograr la inclusión 
social de las personas (Minoletti, 2013). 
Más tarde, Thornicroft, Deb y Henderson (2016) refuerzan la lógica del modelo 
comunitario en salud mental equilibrado, enfatizando la importancia que adquiere la 
visualización de los usuarios desde el contexto ambiental y socioeconómico en el que 
viven; busca la prevención en salud mental a nivel individual y poblacional ; abarca 
una visión sistémica de la prestación de servicios; procura el acceso universal a los 
servicios; presta servicios basados en equipos de profesionales multidisciplinarios; las 
intervenciones se fundamentan desde los enfoques del curso de la vida, 
interculturalidad y género y derechos humanos, esto de acuerdo a las necesidades de 
las población a la cual están destinadoslos servicios. Por otra parte, la atención se 
centra desde un abordaje positivo de los padecimientos; es decir, busca fortalecer las 
 15 
capacidades y potencialidades de los sujetos y comunidades basándose en el modelo 
de recuperación, con el fin de superar la mirada clásica asistencial centrada en la 
enfermedad. Así, el modelo de atención se sustenta en intervenciones basadas en 
evidencia y la ética profesional, con el fin de otorgar intervenciones efectivas y con 
información fidedigna a los usuarios de los servicios, y de este modo fin de orientar y 
proteger sus preferencias de tratamiento. 
Según Thornicroft, Deb y Henderson (2016, p.276) la salud mental comunitaria: 
a) Aborda las necesidades de la población de manera accesible y aceptable; 
b) Considera las metas y fortalezas de las personas que experimentan 
enfermedades mentales; 
c) Promueve una amplia red de apoyos, servicios y recursos con capacidad de 
respuesta. 
d) Enfatiza en la creación de servicios basados tanto en la evidencia como en la 
recuperación. 
 
Por su parte, Minoletti (2013) sostiene que el Modelo de Atención Comunitaria en 
Salud Mental consiste, por un lado, en la generación de una red organizada de servicios 
de salud mental capaz de dar respuestas a las necesidades de su población usuaria. En 
las Orientaciones técnicas para la atención de salud mental con pueblos indígenas 
(Subsecretaría de Salud Pública, 2016) se precisa: 
Este modelo propone una reorganización de servicios de salud mental 
integrados al sistema general de salud, organizados en niveles de 
intervención, con recursos especializados, diversificados, 
desconcentrados y territorializados, que otorguen atención integral, con 
énfasis en los servicios ambulatorios más que cerrados, reconociendo y 
utilizando las complejas conexiones con el resto de estructuras no 
sanitarias que son absolutamente imprescindibles para la atención integral 
y dar respuestas satisfactorias a las necesidades específicas y especiales 
de las personas que padecen trastornos mentales. (p. 18) 
 
Minoletti (2013) también indica que el Modelo de Atención Comunitaria en Salud 
Mental supone un cambio cultural. No basta con la creación y disposición de más 
infraestructuras que consoliden una red de servicios, sino también, resulta de gran 
relevancia la capacidad de responder con calidad a la diversidad de necesidades de las 
comunidades a las cuales están destinadas los servicios, lo cual implica un cambio de 
actitudes y formas de intervenir. 
Tanto para Desviat como para Minoletti, una actitud comunitaria se caracteriza en que 
el centro de la atención está puesto en la persona como sujeto integral, configurado por 
sus diversas experiencias y condiciones de vida. En este sentido, se debe abordar con 
 16 
urgencia su calidad de vida, funcionalidad, desde el establecimiento de una relación 
terapéutica cooperativa donde el sujeto intervenga, con sus gustos y/o aprensiones, 
respecto a lo que quiere o no para su tratamiento; donde las estrategias interventivas se 
sitúen en y desde la comunidad para romper con las barreras del estigma y la exclusión 
social de las personas que padecen trastornos mentales. Para ello, es esencial, superar 
la actitud que asumen los profesionales que se desenvuelven en el área de la salud 
mental; es decir, ya no se trata del psiquiatra y su equipo de profesionales, sino que es 
un equipo constituido por la diversidad y riqueza de todas las disciplinas que aportan 
en la atención integral del sujeto (Desviat, 2007). Hoy, hablamos de equipos 
comunitarios de salud mental, en la cual todos y cada uno de sus integrantes son un 
enclave esencial en la concreción de principios claves del modelo comunitario de 
atención en salud mental - “integralidad, territorialización, ejercicio de los derechos 
humanos y continuidad de los cuidados” -(Desviat y Moreno, 2012, p. 23-34). Son ellos 
quienes mediante sus diversas estrategias facilitan los procesos de atención, tratamiento 
e inclusion social de las personas (Minoletti, 2013; MINSAL, 2017). 
Sepúlveda (2015) afirma que: 
El modelo comunitario de atención de salud mental tiene como objetivo 
potenciar al máximo la autonomía y mejorar el desarrollo de los 
proyectos de vida, y apunta hacia una transición de la colaboración (el 
acto de trabajar con otro u otros en un proyecto conjunto) a la 
integración (la combinación y coordinación de partes en un todo 
unificado). (p. 15-16). 
En resumen, Desviat y Moreno (2012) logran recoger de cada una de las definiciones 
planteadas anteriormente, los principios esenciales que fundamental el MACSM: - la 
integralidad de la atención, mediante acciones de promoción y prevención realizadas 
especialmente por la atención primaria de la salud; - la prevención realizada en el nivel 
secundario de atención y la rehabilitación; - la concepción de que los cuidados deben 
llevarse a cabo desde el plano de la atención sanitaria, social y comunitaria; - 
promoción de intervenciones que respetan la subjetividad de la persona y su entorno, 
en un marco de respeto a sus derechos y autonomía, mediante estrategias de 
empoderamiento, resiliencia y recuperación; - la comunidad asume un rol protagónico 
en la defensa de los derechos de los usuarios del sistema de salud; - la pertinencia, es 
un principio fundamental en la atención y tratamiento de los padecimientos mentales, 
ejemplo de ellos es el rol que puede asumir alternativas complementarias a la medicina 
tradicional.; -se reconoce como sustancial el desarrollo de estrategias intersectoriales 
entre los diversos actores que integran los espacios sociales, sanitarios y comunitarios. 
 
 
 17 
c. El Modelo de Atención Comunitaria en Salud Mental en Chile 
Como se mencionó en los apartados anteriores, los procesos de reestructuración del 
sistema de atención de la salud mental en Chile no han estado ajenos a las reformas 
psiquiátricas y los modelos de intervención impulsados en el contexto europeo, 
norteamericano y latinoamericano. No obstante, el desarrollo del Modelo de Atención 
Comunitaria en Salud Mental en Chile se ha dado en un contexto muy diferente de 
acuerdo a sus propios ritmos y períodos. 
En este sentido, para comprender la política de salud mental actual de Chile es 
importante realizar una mirada retrospectiva de los hitos más significativos en la 
materia - no exentos, de las influencias del contexto socio-político, cultural y 
económico- y que reflejan las trasformaciones en la atención e intervención de las 
personas que presentan alguna enfermedad mental. 
Para ello, de acuerdo a la clasificación realizada por Marconi, se distinguen tres etapas 
que reflejan el paradigma y forma de organización de la atención de personas con 
padecimientos mentales. Una de carácter manicomial, que surge con la Beneficencia 
Pública de salud y se extiende por aproximadamente 140 años; la segunda basada en la 
lógica hospitalocéntrica desde la década de los 50 hasta los años 80 aproximadamente, 
y una tercera, basada en los principios del Modelo de Atención Comunitaria en salud 
mental que se ha ido profundizando en nuestra sociedad hasta la actualidad (Minoletti, 
Rojas, y Sepúlveda, s.f). 
Para efectos de este estudio se indagará en la última etapa, con el fin de aportar desde 
una mirada introductoria a lo que configura el actual escenario en el cual se implementa 
paulatinamente el MACSM en Chile. 
Tras la dictadura cívico militar y su imposición del modelo neoliberal, los nuevos 
gobiernos orientaron sus esfuerzos en sostener un MACSM. Para ello, se reforzó la red 
de salud pública, aumentando progresivamente la mejoría de las infraestructuras y 
presupuestos operacionales; fortaleciendo la capacitación y especialización de los 
recursos humanos y la coordinación institucional e intersectorial. De este modo retoma 
los esfuerzos logrados en los años 60, interrumpidos por la dictadura: unsistema de 
salud mental basado en los principios de la atención comunitaria (Minoletti, Rojas, y 
Horvitz-Lennon, 2012). 
 
 
 
 
 
 
 
 18 
De acuerdo con Vaccari, Astete, y Ojeda, (2012): 
Desde entonces comenzó a primar la mirada psicosocial que propiciaba 
un enfoque preferente sobre problemas tales como la drogadicción, la 
violencia, rehabilitación de las víctimas de violencia política durante la 
dictadura, rehabilitación y reinserción de las personas con afecciones 
psiquiátricas, las cuales fueron abordadas desde la creación del plan 
nacional de salud mental y psiquiatría que se desarrollarían. (p.93) 
 
Con la participación de Chile en la Conferencia de Caracas de la OPS (1990) se inicia 
la instauración de un nuevo modelo post dictadura, expresado en la reforma de los 
sistemas psiquiátricos imperantes en la región a través de la instauración de un sistema 
de atención y lógicas de tratamientos basados en dispositivos comunitarios. (Vaccari, 
Astete, y Ojeda, 2012). 
Posterior a estos acontecimientos, se formuló el primer Plan Nacional de Salud Mental 
que comenzaría a regir desde el año 1993. En este se establece el modelo desde el cual 
Chile situaría la atención y tratamiento de los padecimientos mentales y los 
lineamientos futuros que constituirían la actual política de salud mental (Alvarado et 
al., 2012). 
De este modo, el proceso de implementación del MACSM comienza a visibilizarse tras 
diversos procesos y nuevas prácticas de abordaje de los problemas y trastornos 
mentales. Ejemplo de ello, es la creación de la Unidad de Salud Mental del Ministerio 
de Salud, la cual tendría por función regular la implementación del plan nacional de 
psiquiatría mediante el despliegue de programas especiales de acreditación para 
garantizar ciertos estándares de atención; se incrementaría paulatinamente la inversión 
pública orientada a la salud mental, lo cual se vio reflejado, en cierta medida, en el 
despliegue de infraestructura física y contratación de recursos humanos y el desarrollo 
de diversos programas específicos; se propiciaría el desarrollo de una red de servicios 
psiquiátricos y de salud mental con carácter sectorial y comunitario orientado a 
responder de manera integral a las necesidades de las personas usuarias del sistema de 
salud y garantizar su continuidad de cuidad de acuerdo a los niveles de complejidad de 
los padecimientos; se establece que el trabajo intersectorial coordinado y efectivo 
permitiría el abordaje integral de sus usuarios , específicamente de aquellos sectores 
como, educación, justicia, trabajo y desarrollo comunitario, lo cual no sería posible sin 
el desarrollo y fortalecimiento de un trabajo en equipo multidisciplinario capacitado 
para atender y responder a la población desde un abordaje biopsicosocial; por otra 
parte, se fortalecería la implantación de programas orientados a responder a las 
trastornos mentales graves con mayor prevalencia e impacto social como la 
esquizofrenia; finalmente , el énfasis en la participación social de la comunidad se 
orientaría a formar grupos de pacientes y familiares, con pretensión de que estos sean 
 19 
parte de la planificación y evaluación de programas e intervenciones (Alvarado et al., 
2012). 
También es importante mencionar que el año 1998 se crea el decreto supremo n°570 
titulado, Reglamento para la internación de las personas con enfermedad mentales y 
sobre los establecimientos que la proporcionan. El fin de este decreto fue proteger y 
garantizar los derechos humanos de las personas que son hospitalizadas sin su 
consentimiento. Para ello se buscó regular los protocolos de internación de los servicios 
de atención, considerando que las prácticas de internación no se encuentran exentas de 
abusos y violaciones a los derechos humanos de las personas. Bajo este mismo decreto 
se crea la Comisión Nacional de Protección de las personas afectadas de enfermedad 
mental. No obstante, este decreto entra en vigencia el año 2001 en el marco del nuevo 
Plan nacional de salud mental y psiquiatría (Díaz, Erazo, y Sandoval, 2008). 
Finalmente, en 1999 se crea el Sistema Nacional de Psiquiatría Forense, el cual 
mediante el tratamiento y despliegue de diversas estrategias de reinserción laboral y 
familiar busca responder a las necesidades de las personas sobreseídas o absueltas 
judicialmente por padecer de alguna enfermedad mental. 
Tras siete años de implementación de dicho plan surge la necesidad de crear una nueva 
versión del Plan Nacional de Salud Mental, publicándose el año 2000. Si bien, este 
último se orientó a profundizar los cambios obtenidos con el plan anterior dando 
continuidad a los objetivos y estrategias de la versión anterior (Alvarado et al., 2012), 
el nuevo plan pondría mayor énfasis en el establecimiento de las principales líneas de 
acciones establecidas por la OMS , tales como: la configuración de una red de servicios 
psiquiátricos y de salud mental basados en la comunidad, basado en el modelo de 
atención comunitaria de salud mental y la nueva concepción de la salud promovida por 
la OMS. En este sentido, la red de salud mental debía formar parte del sistema general 
de atención de salud, en donde cada uno de sus dispositivos debe mantenerse en 
constante coordinación y vinculación para responder desde un abordaje integral a las 
necesidades, tanto físicas como mentales, de la población (Alvarado et al., 2012). Así 
también, los esfuerzos se enfocaron hacia el desarrollo y fortalecimiento del modelo 
biopsicosocial y comunitario, mediante la creación de diversos programas de acciones 
preventivas y de intervención temprana dirigidas a mejorar continuamente la calidad 
de la atención, con la participación activa de los usuarios, sus familiares y 
organizaciones locales (Vaccari, Astete, y Ojeda, 2012; Thornicrof, y Henderson , 
2016). 
 
 
 
 
 
 20 
Minoletti y Zaccaria (2005) señalan: 
Gracias a las políticas aprobadas por el Estado para la salud mental, en Chile se 
ha venido adoptando paulatinamente el modelo comunitario en los últimos 10 
años, considerado por muchos investigadores como el mejor modelo para la 
atención de trastornos psiquiátricos, tanto desde el punto de vista ético como 
terapéutico. (p.348). 
 
Si bien en 1999 se establecía la forma de organización del sistema de salud mental 
chileno, bajo la norma técnica N°35, es con el segundo Plan de salud mental y 
psiquiatría en donde se consolida la nueva lógica de Red de servicios de salud mental 
y psiquiatría. Con esto, se buscaría facilitar y garantizar el acceso a los servicios y 
acciones sanitarias dispuestas en puntos geográficos estratégicos para responder a las 
necesidades de la población según las necesidades de las diferentes poblaciones, las 
etapas del ciclo de vida y género. 
De acuerdo al Ministerio de salud (2001) cada servicio de salud será responsable de 
gestionar los programas de salud a través de equipo de profesionales de diversas 
disciplinas, actores claves en concretar y garantizar la implementación del actual 
modelo comunitario de atención de salud mental. De este modo, se consolida la Red de 
servicios de salud mental y psiquiatría, donde cada Servicio de Salud debe contar como 
mínimo con: Centro Comunitario de Salud Mental Familiar (COSAM) y Hospital de 
Día (HD) con dependencia administrativa de una Unidad Clínica de Psiquiatría y Salud 
Mental Ambulatoria o de un Servicio Clínico de Psiquiatría (Minoletti y Zaccaria, 
2005; Minoletti, Alvarado, Rayo,y Minoletti, 2014). 
En este sentido, se puede concluir que desde los años noventa, se han llevado a cabo 
una serie de transformaciones en la comprensión y atención de los problemas de salud 
mental y trastornos mentales. Del mismo modo han existido avances en las estrategias 
de atención de la salud mental y psiquiátrica. En nuestro país, se ha presentado al 
Enfoque Comunitario como unaestrategia innovadora que facilita los procesos de 
comprensión y abordaje de la atención de los problemas de salud mental. Su 
implementación ha impuesto nuevas formas de organización, gestión y ejecución de 
las políticas sociales teniendo como consecuencia, según Carrasco y Yuing (2014) la 
configuración de nuevas formas de relaciones entre el estado, las subjetividades y la 
sociedad civil. 
 
 
 
 
 
 21 
d. Principios del Modelo de Atención Comunitaria en Salud Mental 
En concordancia con lo planteado anteriormente y lo sostenido por el actual Plan 
Nacional de Salud Mental (2017-2025) el Modelo de Atención Comunitaria en Salud 
Mental se enfoca hacia las personas con problemas de salud mental o trastorno mental, 
sus familias y el impacto que tiene dicho padecimiento en el entorno y la influencia de 
este último en el proceso de recuperación de la persona. Teniendo como fin la inclusión 
social y la generación de condiciones que superen las barreras que obstaculizan el 
ejercicio de los derechos y disfrute pleno de bienestar socioemocional de las personas 
(MINSAL, 2017) 
 
En este sentido el nuevo plan nacional de salud mental tiene como objetivo: 
Contribuir a mejorar la salud mental de las personas, mediante estrategias 
sectoriales e intersectoriales, para la promoción de la salud mental, prevención 
de los trastornos mentales, atención garantizada de salud mental e inclusión 
social, en el marco del modelo de salud integral con enfoque familiar y 
comunitario. (Ministerio de Salud, 2017, p. 38) 
 
Para concretar dicho propósito este plan se basa en 16 principios que caracterizan el 
Modelo de Atención Comunitaria en Salud Mental, tales como: 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 22 
Cuadro 1 
Definición conceptual de principios del MACSM del Ministerio de Salud de Chile. 
 
PRINCIPIO DEFINICIÓN (MINSAL, 2018) 
1. Concepción del 
ser humano como 
un ser integral 
Los servicios para la promoción de la salud mental, prevención 
y tratamiento de los trastornos mentales y para la rehabilitación 
e inclusión socio comunitaria, deben tener en cuenta los 
aspectos biológicos, psicológicos, sociales, espirituales y 
comunitarios de las personas y tratarlos como una integralidad 
indivisible. 
2. Promoción de la 
ciudadanía 
Los servicios para la promoción de la salud mental, prevención 
y tratamiento de los trastornos mentales y para la rehabilitación 
e inclusión sociocomunitaria, deben promover, fomentar y 
fortalecer el desarrollo de la libertad de escoger y de actuar, 
aumentando la autoridad y el poder de los y las habitantes sobre 
los recursos y las decisiones que afectan a su vida. Atención 
orientada no solo al alivio de síntomas, sino que a la 
“recuperación”, en la que la persona tenga oportunidades de 
vivir una vida significativa, satisfactoria y con propósito, como 
también de ser un miembro valioso de la comunidad 
3. Participación e 
inclusión social: 
Los servicios para la promoción de la salud mental, prevención 
y tratamiento de los trastornos mentales y para la rehabilitación 
e inclusión sociocomunitaria deben fomentar que las personas 
sean sujetos activos y responsables de sus propios procesos 
vitales, contribuyendo a potenciar una ciudadanía activa que se 
implique tanto en lo que le afecta individualmente como en lo 
comunitario. Para ello es necesario apoyar a los usuarios para 
vivir incluido en la comunidad, para acceder a oportunidades 
de vivienda, educación, empleo, a los beneficios pecuniarios a 
que tengan derecho y para participar en organizaciones y 
actividades políticas, sociales, culturales, religiosas y de 
recreación. Las estrategias de inclusión sociocomunitaria se 
centran en las personas, por un lado, y en los sistemas de 
actuación por otros. Las primeras tienen el propósito de 
fortalecer las capacidades de las personas para la inclusión 
comunitaria y la inclusión social, mientras las últimas buscan 
fortalecer las capacidades de los sistemas de actuación 
comunitarios e institucionales para la inclusión de las personas. 
 
…Continúa en p.23 
 
 
 23 
…Continuación p.22 
4. Igualdad jurídica. Los servicios para la promoción de la salud mental, prevención 
y tratamiento de los trastornos mentales y para la rehabilitación 
e inclusión sociocomunitaria deben promover, proteger y 
asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos 
los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las 
personas y en especial entregar apoyo al ejercicio de la 
capacidad jurídica de los usuarios con discapacidad mental, 
promoviendo el respeto de su dignidad inherente, evitando la 
hospitalización y el tratamiento sin el consentimiento libre e 
informado. 
5. Autonomía y 
autodeterminación 
: La búsqueda del mayor grado de autonomía posible es una 
cuestión de derechos, intrínseco a la condición de persona. 
Todas las personas tienen el derecho a ser autónomas, a tomar 
decisiones acerca de cómo quieren vivir su vida. Los servicios 
para la promoción de la salud mental, prevención y tratamiento 
de los trastornos mentales y para la rehabilitación y los enlaces 
a redes de apoyo y otros servicios, que contribuyen a la 
capacidad para vivir con independencia en la comunidad, 
deben asegurar el ejercicio de este derecho, con planes de 
“recuperación” individuales, construidos con los usuarios, 
enfatizando en aquellas personas más vulnerables y con mayor 
riesgo de ser excluidas. 
6. Calidad de la 
atención 
Los servicios para la promoción de la salud mental, prevención 
y tratamiento de los trastornos mentales y para la rehabilitación 
e inclusión sociocomunitaria” deben asegurar que sus acciones 
otorguen el mayor beneficio posible a sus usuarios, reduciendo 
al mínimo posible todo aquello que pueda resultar en un 
incremento de riesgos para las personas, a su integridad y la 
posibilidad de sufrir tratos inhumanos o degradantes. 
7. Indivisibilidad de 
la salud mental y 
la salud general 
Los trastornos mentales son factores de riesgo para el 
desarrollo de enfermedades transmisibles y no transmisibles y 
contribuyen a lesiones accidentales y no accidentales. Muchas 
condiciones de salud aumentan el riesgo de trastorno mental, o 
alargan episodios de enfermedad mental. La comorbilidad 
resultante complica la búsqueda de ayuda, el diagnóstico, la 
calidad de la atención prestada, el tratamiento y la adherencia, 
y afecta los resultados del tratamiento para las condiciones 
físicas, incluida la mortalidad relacionada con la enfermedad. 
…Continúa en p.24 
 
 
 
 24 
…Continuación p.23 
8. Integralidad de la 
atención: 
La atención de salud mental debe incluir una gama de 
diferentes servicios coordinados, gestionar las necesidades 
agudas y crónicas de salud y abordar las necesidades de 
Inclusión sociocomunitaria a más largo plazo en coordinación 
con otros sectores. 
 
9. servicios de salud 
mental integrados 
a la red general de 
salud: 
La atención de los problemas y trastornos mentales debe estar 
incluida en los Nodos y puntos de atención que conforman la 
red de salud (pública y privada). En los Nodos y puntos de 
atención de Atención Primaria, la atención de salud mental es 
entregada por el equipo de cabecera o equipo de sector. 
Cuando sea necesaria la hospitalización por razones de 
enfermedad mental, ésta debe realizarse en los hospitales 
generales. 
10. Atención de salud 
mental centrada en 
la persona, su 
familia o red de 
apoyo: 
Los servicios para la promoción de la salud mental, prevención 
y tratamiento de los trastornos mentales y para la rehabilitación 
e inclusión sociocomunitaria deben reconocer que cada 
individuo es un experto en su propia vida y que la 
“recuperación” consiste en trabajar en alianza con los 
individuos y sus familias para prestar apoyo de una manera que 
tenga sentido para ellos, deben por tanto escuchar a las 
personas

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