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Solsticio

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Solsticio
Llamamos solsticio a los dos puntos del recorrido del Sol a lo largo del año en los que coincide al mediodía con los dos trópicos del planeta: Cáncer y Capricornio, alcanzando así su mayor declinación respecto al ecuador terrestre. Dicho en otras palabras, los solsticios ocurren cuando el Sol alcanza su mayor o menor altura aparente en el cielo, alejándose del ecuador terrestre en +23° 27’ (Norte) o en -23° 27’ (Sur).
Los solsticios ocurren dos veces al año: solsticio de verano y solsticio de invierno, marcando así el inicio de dichas estaciones, las más cálidas o las más frías, respectivamente, de acuerdo al hemisferio en que uno se encuentre. Así, hacia finales de junio se produce el solsticio de verano en el hemisferio norte y de invierno en el sur, y viceversa hacia finales de diciembre. Este fenómeno está vinculado al movimiento de inclinación del planeta.
El término solsticio proviene del latín sol sistere (“sol quieto”), debido a que en esos días se producen los días de mayor (verano) y menor (invierno) duración del año. Por ello las distintas culturas antiguas de la humanidad les prestaron a ambos días especial atención, considerándolos puntos máximos o de plenitud de calor o de frío, y por lo tanto asociándolos con el imperio del sol y el punto de máximo esplendor, vitalidad y luminosidad del año (verano) y el de menos luz, menos fertilidad, más frío y por ende mayor presencia del mundo espiritual, como se suele considerar al mundo nocturno. De hecho, la tradición más popular del solsticio de invierno es la navidad.
Mientras los solsticios son los puntos de mayor alejamiento del Sol del ecuador, produciendo los puntos máximos de las respectivas estaciones del verano e invierno, los equinoccios vienen a ser todo lo contrario: los días en que el plano del Sol coincide lo más posible con el ecuador del planeta, generando así días y noches de la misma duración aproximada. Los equinoccios son dos también a lo largo del año, en marzo (verano) y septiembre (otoño) respectivamente, en el hemisferio norte (se invierten en el sur).
Muchas culturas tradicionales humanas consideraban los equinoccios como fechas de cambio de un plano a otro, épocas de transición en las que se daba la bienvenida a la vida (primavera, con el reverdecer) o a la muerte (otoño, con la caída de las hojas).

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