Logo Studenta

Heterodoxia y ortodoxia contra la inflación

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

Heterodoxia y ortodoxia contra la 
inflación 
Por Martín Calveira 
La inflación mensual de 6,7% de marzo de 2022 es el mayor registro mensual desde 
septiembre de 2018 cuando había sido 6,5%, y luego de producirse una brusca 
devaluación del 48% en solo dos meses (entre agosto y septiembre de 2018). 
Esto debe llamar la atención porque las demás variables nominales de la economía 
están casi inmóviles, no hubo un ajuste cambiario ni corrección exuberante de las 
tarifas de servicios públicos. 
El aumento acumulado del año en los precios de alimentos y bebidas de 21% supone 
no solo un deterioro del poder adquisitivo principalmente de la clase media y baja, y de 
todos los sectores que perciben subsidios, sino que evidencia la necesidad de 
recuperación de ingresos de esos sectores y, por lo tanto, una potencial segunda 
ronda de ajustes de precios, pues los márgenes de rentabilidad y decisiones de 
ajustes se exacerban frente a este ritmo mensual. Las mismas señales e incentivos se 
derivan de los aumentos en educación (27,9%) y vestimenta (17,4%). Expectativas de 
inflación en niveles más elevados configuran decisiones de precios sesgadas hacia el 
crecimiento, lo cual hace costoso y difícil para la gestión de la política de 
estabilización. Decisiones de precios en media y alta inflación no solo inducen 
mayores costos en toda la estructura económica, sino que ralentizan decisiones 
económicas y financieras. Por lo tanto, pueden ralentizar la recuperación de la 
actividad económica. 
El problema inflacionario en Argentina es crónico y parece sostenerse en una fase 
ascendente. Esto último no solo por factores externos, sino principalmente por la 
dinámica interna de una economía con distorsiones y ajustes sin resolver, donde se 
tiene una percepción de riqueza no compatible con la realidad, esto es evidente al 
observar los ingresos y egresos fiscales. 
Ante este panorama no solo se debe mencionar la necesidad de estabilizar y evitar 
expandir el mercado monetario, sino que es esperable el establecimiento de anclas 
temporales que incluyan variables como el gasto público, gestión administrada de 
aumentos de tarifas públicas y tipo de cambio. 
En definitiva, si bien una gran parte de esta problemática se debe a factores 
monetarios dado el nivel de la inflación, sino que también hay otros factores como la 
incertidumbre acerca del mediano y largo plazo, la capacidad de gestión del Poder 
Ejecutivo envuelto en tensiones y la inercia misma, son determinantes de decisiones 
de ajustes de precios preventivos y potenciales caídas de la demanda de dinero 
nacional, que se traducen en tensiones cambiarias. 
Los programas para gestionar inflaciones de mediana intensidad deben contener 
elementos heterodoxos como una política de ingresos sobre los sectores que destinan 
sus ingresos mayoritariamente a la canasta alimentaria y, a su vez, administración de 
algunos precios determinantes de la economía como el tipo de cambio. A esto es 
esperable que se acompañe elementos de ortodoxia como una política monetaria 
contractiva que ajuste sincrónicamente el mercado monetario y un ajuste de las 
cuentas fiscales. 
La perspectiva del ministro Guzmán sobre la necesidad de cohesión política y social 
acerca del programa macroeconómico que lleva a cabo con el FMI es correcta. No hay 
evidencia de éxito de gestión sin que todos los componentes converjan en los 
principales lineamientos. Desde los planes de estabilización en América Latina durante 
la década de 1990 hasta las estrategias de desarrollo del sudeste de Asia en los 60 y 
80, todos necesitaron cohesión social. 
No es un punto a favor, sino un factor de deterioro que el espacio político de gobierno 
presente tensiones y desalineamientos sobre temas de gestión económica, más aún 
en una fase inflacionaria que parece no tener indicios de reversión, al menos en el 
corto plazo. 
 Investigador del IAE Business School, escuela de negocios de 
la Universidad Austral y uno de los autores del Informe Económico Mensual 
(IEM) de la misma escuela de negocios

Continuar navegando