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Facultad de Medicina 
Grado en Nutrición Humana y Dietética 
 
CRONONUTRICIÓN Y OBESIDAD. 
 ¿ESTÁN RELACIONADAS? 
 
Lidia Copoví Fresquet 
20856321-J 
 
 
Curso 2020 - 2021 
1 
 
 
 
 
 
 
CRONONUTRICIÓN Y OBESIDAD. 
 ¿ESTÁN RELACIONADAS? 
 
 
 
 
 
Trabajo Final de Grado realizado y presentado por: 
Lidia Copoví Fresquet 
 
 
 
 
 
Trabajo tutorizado por: 
Teresa Hernández Jover 
 
 
 
 
 
 
 
 
2 
 
Agradecimientos 
En primer lugar, me gustaría agradecer a mi tutora del TFG, Teresa Hernández Jover ya 
que, sin su implicación, dedicación, profesionalidad y paciencia esto no hubiese sido 
posible. Gracias a su apoyo incondicional, a sus ánimos y sus consejos he podido llevar 
a cabo mi Trabajo de Fin de Grado. 
En segundo lugar, quiero dar las gracias a mis compañeros y amigos del Grado de 
Nutrición Humana y Dietética con los que he compartido miles de vivencias y se han 
convertido en familia. 
También, agradecer a todos y cada uno de los profesores del grado que han contribuido 
a mi formación como futura profesional. 
Para finalizar, agradecer sobretodo a mi familia por todo el esfuerzo y sacrificio realizado 
para darme la opción de poder cursar el Grado de Nutrición Humana y Dietética, 
apoyarme siempre y hacerlo todo tan fácil. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 
 
Índice 
Resumen .................................................................................................................................. 5 
Resum ...................................................................................................................................... 6 
Abstract .................................................................................................................................... 7 
1. Introducción ........................................................................................................................ 8 
1.1. Obesidad ........................................................................................................................ 8 
1.2. Cronobiología ................................................................................................................. 9 
1.2.1. Crononutrición ........................................................................................................ 9 
2. Objetivos ........................................................................................................................... 11 
2.1. Objetivo principal ......................................................................................................... 11 
2.2. Objetivos específicos .................................................................................................... 11 
3. Metodología ....................................................................................................................... 12 
3.1. Criterios de selección de los artículos: .......................................................................... 12 
4. Resultados y discusión........................................................................................................ 14 
4.1. Selección y clasificación de los artículos ........................................................................ 14 
4.2. Revisión y Discusión ..................................................................................................... 18 
4.2.1. Relojes circadianos en tejidos periféricos ............................................................... 18 
4.2.1.1. Tejido adiposo................................................................................................ 18 
4.2.2. La alimentación como sincronizador del sistema circadiano ................................... 19 
4.2.2.1. Influencia de la variación de los patrones alimentarios y los horarios de las 
comidas en el peso corporal ........................................................................................ 19 
4.2.2.2. Restricción del tiempo de alimentación........................................................... 22 
4.2.2.3. Actividad anticipatoria de los alimentos .......................................................... 23 
4.2.2.4. La influencia de los ritmos en la selección de macronutrientes ........................ 25 
4.2.3. Crononutrición: posible tratamiento de la obesidad. ............................................. 26 
4.2.3.1. Crononutrición frente a la obesidad ................................................................ 26 
5. Conclusiones....................................................................................................................... 28 
6. Bibliografía ......................................................................................................................... 29 
 
 
 
 
 
4 
 
Índice de figuras 
Figura 1. Organización del Sistema Circadiano ......................................................................... 10 
Figura 2. Resumen de la estrategia de búsqueda en la base de datos PubMed. ....................... 13 
Figura 3. Hora máxima de expresión de genes del tejido adiposo humano .............................. 19 
Figura 4. Representación de las funciones del FEO y FAA ........................................................ 25 
 
Índice de tablas 
Tabla 1. Artículos seleccionados. Clasificación según características principales. ..................... 14 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
Resumen 
La crononutrición es un campo novedoso que se caracteriza por estudiar la interacción 
entre alimentación, nutrición y el reloj circadiano y sobre el que se estudia su uso como 
estrategia de prevención en enfermedades tales como la obesidad. 
El objetivo principal de este estudio es conocer la influencia de la crononutrición en la 
regulación del peso corporal y en la aparición de la obesidad. Además, se pretende 
conocer si la crononutrición sería una herramienta útil para combatir esta patología. 
En esta revisión bibliográfica se analizan 52 artículos de donde se ha podido evidenciar 
que los horarios de las comidas son un factor clave en la prevención enfermedades 
metabólicas como la obesidad junto a otros factores como el tipo de alimentación. 
Asimismo, se ha comprobado que las alteraciones en el sistema circadiano favorecen la 
aparición de factores de riesgo y patologías relacionadas con el metabolismo. 
Como conclusión, unas pautas adecuadas en cuanto a los horarios y la correcta elección 
de los macronutrientes ayudaran a mantener el control y la sincronía de los relojes 
internos, pudiendo evitar la aparición de ciertas patologías. Por todo ello, la 
crononutrición se puede utilizar para prevenir y tratar problemas relacionados con el 
metabolismo como la obesidad. 
Palabras clave: crononutrición, obesidad, sistema circadiano, peso corporal. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
6 
 
Resum 
La crononutrició és un camp recent que se caracteritza per estudiar la interacció entre 
alimentació, nutrició i el rellotge circadià i sobre el que se estudia el seu ús com 
estratègia de prevenció en malalties tals com l’obesitat. 
L’objectiu principal d’aquest estudi és conèixer la influència de la crononutrició en la 
regulació del pes corporal i en l’aparició de l’obesitat. A més a més, es pretén conèixer 
si la crononutrició seria una eina útil per combatre aquesta patologia. 
En aquesta revisió bibliogràfica s’analitzen 52 articles en els quals s’ha pogut evidenciar 
que els horaris dels àpats són un factor clau en la prevenció de malalties metabòliques 
com l’obesitat, juntament amb altres factors com el tipus d’alimentació. Tanmateix, s’ha 
comprovat que les alteracions en el sistema circadià afavoreixen l’aparició de factors de 
risc i patologies relacionades amb el metabolisme. 
Com a conclusió, unes pautes adequades en quant als horaris i la correcta elecció dels 
macronutrients ajudaran a mantenir elcontrol i la sincronia dels rellotges interns, sent 
capaços d’evitar l’aparició de certes patologies. I per aquesta raó, la crononutrició es pot 
utilitzar per prevenir i tractar problemes relacionats amb el metabolisme com l’obesitat. 
Paraules clau: Crononutrició, obesitat, sistema circadià, pes corporal. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
7 
 
Abstract 
Chrononutrition is a novel field characterised by its study of the interaction between 
diet, nutrition and the circadian rhythm and from which its use as a prevention strategy 
in diseases such as obesity is studied. 
The main objective of this study is to know the influence of chrononutrition on the 
regulation of body weight and on the appearance of obesity. Moreover, it is intended to 
know if chrononutrition would be a useful tool to combat this pathology. 
In this bibliographic review, 52 articles are analysed from which it has been shown that 
meal times are a fundamental factor in the prevention of metabolic diseases as obesity 
in conjunction with other factors such as diet. In addition, it has been proven that 
alterations in the circadian system favour the appearance of risk factors and pathologies 
related to metabolism. 
In conclusion, some appropriate guidelines in meal scheduling and the correct choice of 
macronutrients will help in keeping control and synchrony of internal clocks and to avoid 
the appearance of certain pathologies. For this reason, chrononutrition can be used to 
prevent and treat problems related to metabolism such as obesity. 
Keywords: chrononutrition, obesity, circadian system, body weight. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
8 
 
1. Introducción 
1.1. Obesidad 
La obesidad, definida como una enfermedad crónica por acumulación anormal o 
excesiva de grasa que se manifiesta por alteraciones morfológicas y sobrepeso junto con 
riesgo incrementado de mortalidad es uno de los problemas de salud pública más 
importantes en la actualidad (1). 
Es el resultado de una combinación multifactorial de antecedentes genéticos, 
disfunciones metabólicas, endocrinas, inflamatorias y circadianas. Además, se asocia 
con un estado de inflamación crónico de bajo grado (2). 
Se ha visto relacionada con la lipoinflamación, dado que ésta última puede favorecer la 
persistencia y aumento de la obesidad debido a que favorece el depósito de lípidos 
derivado de la mala utilización de los carbohidratos que serán derivados en mayor 
proporción al hígado convirtiéndose en grasa. Otro de los efectos de la lipoinflamación 
radica en la disminución de la saciedad lo que favorece la sobreingesta (3). 
Por tanto, se podría afirmar que la lipoinflamación, no sólo es consecuencia de la 
obesidad, sino que también podría estar implicada en su mantenimiento, favoreciendo 
el aumento progresivo de peso y generando así un circuito de reentrada (3). 
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), muestran que la prevalencia 
mundial de la obesidad entre 1975 y 2016 se ha casi triplicado siendo alrededor del 13 
% de la población adulta mundial obesa en el año 2016 (1). Por lo que, de mantenerse 
la tendencia, para el año 2030 más de la quinta parte de la población mundial padecerá 
obesidad (4). 
En España, las cifras estimadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social 
indican que la prevalencia de obesidad es del 17,4 % siendo más frecuente en hombres 
(18,2 %) que en mujeres (16,7 %) (5). Datos no mucho más alentadores se reflejan en la 
Encuesta de Salud de Cataluña que reitera el exceso de peso que sufre más de la mitad 
de la población catalana de más de 18 años con un porcentaje del 16,7 %, siendo en este 
caso, la prevalencia de padecer obesidad similar en ambos sexos (6). 
La evidencia científica apunta que la etiología de la obesidad es de carácter 
multifactorial en la que intervienen múltiples factores de tipo genético, metabólico, 
hormonal, social, cultural, que de forma coordinada originan un desbalance entre las 
calorías consumidas y las gastadas desencadenando así una ganancia significativa de la 
masa grasa y del peso a largo plazo (7). Asimismo, la preocupación que se está 
adquiriendo por la prevalencia a la obesidad se debe a su asociación con las principales 
enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, 
hipertensión arterial y ciertos tipos de cáncer (8). Además de otros factores relacionados 
con el estilo de vida, que se caracterizan principalmente por patrones alimentarios poco 
saludables, la falta de actividad física y comportamientos sedentarios (9). Así como 
9 
 
factores de riesgo relacionados con variables circadianas que han ido emergiendo 
recientemente (10). 
1.2. Cronobiología 
El concepto de “Cronobiología” procede de los términos griegos: kronos (tiempo), bios 
(vida) y logos (estudio) (11). Es una disciplina de la fisiología que estudia los mecanismos 
de los ritmos biológicos, tanto en su origen como sus características e implicaciones, así 
como los procesos biológicos que siguen secuencias temporales previsibles. Asimismo, 
profundiza en la organización temporal de los seres vivos, sus alteraciones y los 
mecanismos que la regulan (12). 
A su vez, los ritmos biológicos son adaptaciones de los organismos vivos a su medio 
ambiente que influencian a las más diversas funciones biológicas. Un tipo particular de 
ritmos biológicos lo constituyen los ritmos circadianos, provenientes del latín circa y 
diem los cuales se caracterizan por tener una duración de aproximadamente un día, y 
un claro ejemplo de su influencia lo constituye el ciclo de actividad-reposo, el ciclo 
sueño-vigilia o el perfil de secreciones de diversas hormonas a través de las 24 horas 
(13). 
A nivel sistémico, la ritmicidad circadiana se organiza a través del denominado sistema 
circadiano (13). Este, está formado principalmente por un marcapasos central localizado 
en el núcleo supraquiasmático (NSQ) en el hipotálamo, estructura cerebral localizada 
detrás de los ojos que detecta señales luminosas y que distingue si es de día o de noche. 
Así, el NSQ envía señales a los sensores que controlan los cambios diarios de presión 
arterial, temperatura, nivel de actividad y estado de alerta, y también le indica a la 
glándula pineal del cerebro cuándo liberar melatonina para inducir el sueño. Todas estas 
funciones están mediadas por genes (12). Aunque, el sistema circadiano intracelular no 
solo reside en el cerebro, sino que determinados tejidos periféricos como corazón, 
hígado y páncreas entre otros, presentan sus propios relojes, capaces de funcionar de 
forma autónoma, mediante la expresión circadiana de sus “genes reloj”, aunque 
modulados y sincronizados por el reloj central (14). Lo que determina que cada órgano 
tiene sus genes reloj, pero todos ellos se mueven bajo las órdenes del reloj central (12). 
Así pues, una correcta sincronización entre los relojes periféricos y el reloj central es 
crucial para evitar las desincronizaciones del orden temporal interno de los ritmos 
circadianos o cronodisrupción, lo que nos conduce a que un horario regular de comidas 
ayuda a mantener el horario temporal interno del sistema circadiano evitando el 
desacoplamiento de los osciladores periféricos y, por ende, consecuencias no saludables 
como el riesgo de padecer obesidad (12). 
1.2.1. Crononutrición 
La crononutrición es un reciente campo novedoso que se caracteriza por estudiar la 
interacción entre alimentación, nutrición y el reloj circadiano (13). Es decir, estudia 
cómo los valores plasmáticos de los nutrientes y su utilización cambian en nuestro 
organismo a lo largo del día o de la noche (12). Esto podría implicar dos aspectos, por 
10 
 
un lado, los componentes de los alimentos y, por otro lado, los horarios de las comidas. 
Ambos aspectos contribuyen al mantenimiento de la salud a través del correcto 
funcionamiento del sistema circadianomediante la homeostasis metabólica. Sin 
embargo, un desajuste en los horarios de las comidas y una mala elección de los 
componentes alimentarios puede derivar en desajustes del sistema circadiano y, a su 
vez, en alteraciones de la salud metabólica (15). 
Así, desde esta perspectiva de la crononutrición sería importante hablar tanto de los 
hábitos alimenticios como entender cómo funcionan los relojes biológicos, para 
comprender que lo que comemos es tan importante como el horario de las comidas. 
En la Figura 1 se observa la organización del Sistema Circadiano de manera 
esquematizada junto a los procesos implicados en él. Se identifican componentes del 
reloj como el núcleo supraquiasmático y los osciladores periféricos. Asimismo, se 
enfatiza en los factores externos y de comportamiento como reguladores del ritmo 
circadiano. 
 
Figura 1. Organización del Sistema Circadiano. (Valdivia ERSP., 2018) (16) 
 
 
 
 
 
 
11 
 
2. Objetivos 
2.1. Objetivo principal 
- Conocer la influencia de la crononutrición en la regulación del peso corporal y en 
la aparición de la obesidad. 
2.2. Objetivos específicos 
- Profundizar en el concepto de crononutrición e identificar los efectos de la 
crononutrición en el metabolismo. 
 
- Identificar la posible relación entre la crononutrición y la obesidad. 
 
- Conocer si la crononutrición puede ser una herramienta útil en la prevención y 
tratamiento de la obesidad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
12 
 
3. Metodología 
Se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica con el propósito de dar respuesta a las 
cuestiones planteadas para la elaboración de este trabajo de fin de grado, el cual busca 
analizar la posible relación que se da entre la crononutrición y la obesidad y las ventajas 
que esta podría tener en el tratamiento de la obesidad entre otras enfermedades, a 
través de distintas plataformas de bases de datos. 
La búsqueda bibliográfica de artículos se centró sobretodo en estudios y revisiones, en 
su mayoría en inglés. Además, se consultaron revistas científicas conocidas y 
relacionadas con el tema tratado. 
El proceso de búsqueda que se siguió fue el siguiente: 
En primer lugar, se produjo una búsqueda de artículos en la base de datos médica de 
“PubMed” como principal fuente, durante el curso 2021. Para ello, se emplearon las 
siguientes palabras clave, entre otras, para la búsqueda: “Chrononutrition AND obesity”, 
“circadian rhythms AND nutrition”, “Food Anticipatory Activity AND Food Entrainable 
Oscillator”, “food AND circadian rhythms”, etc. Seguidamente, estos términos se 
combinaron con otros más específicos para la elaboración de distintos apartados de este 
trabajo de fin de grado. Algunas de estas palabras más concretas fueron: “timing”, “meal 
frecuency”, “peripherical oscillators”, etc. No obstante, también se ha recurrido a otras 
fuentes de forma complementaria como Web of Sciencie, Google Scholar o Scielo. 
3.1. Criterios de selección de los artículos: 
Se indican a continuación, los filtros empleados en la obtención de los artículos. 
- Artículos de revisión (“Review”), Artículos de revista (“Journal Article”), Revisión 
Sistemática (“Systematic Review”) 
- Artículos de libre acceso (“Free full text”) 
- Textos en los idiomas español e inglés 
La mayoría de los artículos seleccionados se han publicado en los últimos cinco años, 
aun así, se ha incluido algún artículo de publicación anterior dada su relevancia en el 
tema tratado. 
De todas las fuentes de información citadas también se han podido obtener otras 
diferentes a partir de su bibliografía. 
Los artículos encontrados en PubMed mediante las palabras clave fueron 205. Una vez 
aplicados los criterios de selección se excluyeron 138 artículos de los 205 y se 
seleccionaron, en un principio, 67 de ellos. En última instancia, y después de realizar una 
nueva revisión de los artículos seleccionados inicialmente, se descartaron 15 de los 
artículos, recopilándose finalmente 52 artículos para la realización de este trabajo de fin 
de grado. 
13 
 
 
Figura 2. Resumen de la estrategia de búsqueda en la base de datos PubMed. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
14 
 
4. Resultados y discusión 
Los resultados obtenidos en la revisión bibliográfica se han seleccionado y clasificado en 
función de las características principales de los artículos. Estos se distribuyen tal y como 
se indica en la tabla 1 del apartado 4.1, mientras que su revisión y discusión se presenta 
en el apartado 4.2. 
4.1. Selección y clasificación de los artículos 
Los artículos seleccionados se muestran en la tabla 1 donde aparece el título, el autor y 
el año de publicación. 
Tabla 1. Artículos seleccionados. Clasificación según características principales. 
RELOJES CIRCADIANOS EN TEJIDOS PERIFÉRICOS 
 
“Circadian rhythms, eating patterns, and sleep” Chamorro R, Farías R, Peirano P. (2018) 
 
 
“Timing of food intake and obesity: A novel association” Garaulet M, Gómez-Abellán P. (2014) 
 
 
“Eating jet lag: A marker of the variability in meal timing and its association with body mass index” Zerón-
Rugerio MF, Hernáez Á, Porras-Loaiza AP, Cambras T, Izquierdo-Pulido M. (2019) 
 
 
“Central and peripheral circadian clocks in mammals” Mohawk JA, Green CB, Takahashi JS. (2012) 
 
Tejido Adiposo 
 
“Aspectos cronobiológicos de la obesidad y el síndrome metabólico” Gómez-Abellán P, Madrid JA, Ordovás 
JM, Garaulet M. (2012) 
 
 
“Cronobiología y obesidad” Gómez-Abellán P, Bandín C, López-Mínguez J, Garaulet M. (2015) 
 
 
“The circadian clock in white and brown adipose tissue: Mechanistic, endocrine, and clinical aspects” Froy O, 
Garaulet M. (2018) 
 
 
“Time-Restricted Eating to Prevent and Manage Chronic Metabolic Diseases” Chaix A, Manoogian ENC, 
Melkani GC, Panda S. (2019) 
 
 
“An approximation to the temporal order in endogenous circadian rhythms of genes implicated in human 
adipose tissue metabolism” Garaulet M, Ordovás JM, Gómez-Abellán P, Martínez JA, Madrid JA. (2011) 
 
 
“Timing of food intake and obesity: A novel association” Garaulet M, Gómez-Abellán P. (2014) 
15 
 
 LA ALIMENTACIÓN COMO SINCRONIZADOR DEL SISTEMA CIRCADIANO 
 
“Chrono-nutrition: A review of current evidence from observational studies on global trends in time-of-day of 
energy intake and its association with obesity” Almoosawi S, Vingeliene S, Karagounis LG, Pot GK. (2016) 
 
 Influencia de la variación de los patrones alimentarios y los horarios de las comidas en el peso 
corporal 
 
“Time for food: The intimate interplay between nutrition, metabolism, and the circadian clock”Asher G, 
Sassone-Corsi P. (2015) 
 
 
“Circadian rhythms, eating patterns, and sleep” Chamorro R, Farías R, Peirano P. (2018) 
 
 
“Chrono-nutrition: A review of current evidence from observational studies on global trends in time-of-day of 
energy intake and its association with obesity” Almoosawi S, Vingeliene S, Karagounis LG, Pot GK. (2016) 
 
 
“Cronobiología y obesidad” Gómez-Abellán P, Bandín C, López-Mínguez J, Garaulet M. (2015) 
 
 
“Breakfast eating and Weight change in a 5-year prospective analysis of adolescents: Project EAT (eating 
among teens)” Timlin MT, Pereira MA, Story M, Neumark-Sztainer D. (2008) 
 
 
“The influence of meal frequency and timing on health in humans: The role of fasting” Paoli A, Tinsley G, Bianco 
A, Moro T. (2019) 
 
 
“Cronobiología y obesidad” Marta Garaulet and Purificación Gómez-Abellán. (2013) 
 
 
“Later circadian timing of food intake is associated with increased body fat” McHill AW, Phillips AJK, Czeisler 
CA, Keating L, Yee K, Barger LK, et al. (2017) 
 
 
“A Smartphone App Reveals Erratic Diurnal Eating Patterns in Humans that Can Be Modulated for Health 
Benefits” Gill S, Panda S. (2015) 
 
 
“Circadian timing of food intake contributes to weight gain” Arble DM, Bass J, Laposky AD, Vitaterna MH, 
Turek FW. (2009) 
 
 
“Circadian rhythmsand meal timing: impact on energy balance and body weight” Boege HL, Bhatti MZ, St-
Onge MP. (2021) 
 
 
“Eating jet lag: A marker of the variability in meal timing and its association with body mass index” Zerón-
Rugerio MF, Hernáez Á, Porras-Loaiza AP, Cambras T, Izquierdo-Pulido M. (2019) 
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5657289/
16 
 
 Restricción del tiempo de alimentación 
 
“Meal frequency and timing in health and disease” Mattson MP, Allison DB, Fontana L, Harvie M, Longo VD, 
Malaisse WJ, et al. (2014) 
 
 
“Food timing, circadian rhythm and chrononutrition: A systematic review of time-restricted eating’s effects on 
human health” Réda A, Wassil M, Mériem M, Alexia P, Abdelmalik H, Sabine B, et al. (2020) 
 
 
“Daily Eating Patterns and Their Impact on Health and Disease” Zarrinpar A, Chaix A, Panda S. (2016) 
 
 
“Fasting, Circadian Rhythms, and Time-Restricted Feeding in Healthy Lifespan” Longo VD, Panda S. (2016) 
 
 
“A Smartphone App Reveals Erratic Diurnal Eating Patterns in Humans that Can Be Modulated for Health 
Benefits” Gill S, Panda S. (2015) 
 
 
“Time-Restricted Eating to Improve Cardiovascular Health” Gabel K, Cienfuegos S, Kalam F, Ezpeleta M, Varady 
KA. (2021) 
 
 
“Ten-Hour Time-Restricted Eating Reduces Weight, Blood Pressure, and Atherogenic Lipids in Patients with 
Metabolic Syndrome” Wilkinson MJ, Manoogian ENC, Zadourian A, Lo H, Fakhouri S, Shoghi A, et al. (2020) 
 
 Actividad anticipatoria de los alimentos 
 
“Food as circadian time cue for appetitive behavior” Mistlberger RE. (2020) 
 
 
“The Mysterious Food-Entrainable Oscillator: Insights from Mutant and Engineered Mouse Models” 
Pendergast JS, Yamazaki S. (2018) 
 
“Chronobiology and nutrition” Tahara Y, Shibata S. (2013) 
 
 
“Serotonin suppresses food anticipatory activity and synchronizes the food-entrainable oscillator during time-
restricted feeding” Rozenblit-Susan S, Chapnik N, Genzer Y, Froy O. (2016) 
 
 
“Eat, sleep, repeat: the role of the circadian system in balancing sleep–wake control with metabolic need” 
Northeast RC, Vyazovskiy V V., Bechtold DA. (2020) 
 
 La influencia de los ritmos circadianos en la selección de macronutrientes 
 
“Los relojes biológicos de la alimentación” Calvo Fernández JR, Gianzo Citores M. (2018) 
 
17 
 
 
“High Caloric intake at breakfast vs. dinner differentially influences weight loss of overweight and obese 
women” Jakubowicz D, Barnea M, Wainstein J, Froy O. (2013) 
 
 
“Meal timing and composition influence ghrelin levels, appetite scores and weight loss maintenance in 
overweight and obese adults” Jakubowicz D, Froy O, Wainstein J, Boaz M. (2012) 
 
 
“The effect of diurnal distribution of carbohydrates and fat on glycaemic control in humans: A randomized 
controlled trial” Kessler K, Hornemann S, Petzke KJ, Kemper M, Kramer A, Pfeiffer AFH, et al. (2017) 
 
 
“Meal timing and obesity: interactions with macronutrient intake and chronotype” Xiao Q, Garaulet M, Scheer 
FAJL. (2019) 
 
 
 CRONONUTRICIÓN: POSIBLE TRATAMIENTO DE LA OBESIDAD 
Crononutrición frente a la obesidad 
 
“Chrono-nutrition a new dietary dimension” Gibson R. (2020) 
 
 
“The Big Breakfast Study: Chrono-nutrition influence on energy expenditure and bodyweight” Ruddick-Collins 
LC, Johnston JD, Morgan PJ, Johnstone AM. (2018) 
 
 
“The chronobiology, etiology and pathophysiology of obesity” Garaulet M, Ordovás JM, Madrid JA. (2010) 
 
 
“Crononutrición o cómo nuestros horarios pueden ayudarnos a controlar el peso” Marta Garaulet Aza. (2021) 
 
 
“Ghrelin is Impacted by the Endogenous Circadian System and by Circadian Misalignment in Humans” Qian J, 
Morris CJ, Caputo R, Garaulet M, Scheer FA. (2019) 
 
 
 
 
 
 
 
18 
 
4.2. Revisión y Discusión 
4.2.1. Relojes circadianos en tejidos periféricos 
El sistema circadiano está compuesto por un reloj maestro y una red de relojes 
periféricos, todos ellos organizados jerárquicamente. El reloj maestro o NSQ sincroniza 
diariamente a diversos relojes circadianos localizados tanto dentro como fuera del NSQ, 
por ejemplo, en órganos como hígado, tejido adiposo, glándulas suprarrenales, 
páncreas, riñón, corazón y músculo esquelético. Así como la alternancia de 
luz/oscuridad, que es el principal estímulo sincronizador del NSQ. La ingesta de 
alimentos es también un estímulo sincronizador potente, en este caso, para los 
osciladores periféricos. Es más, la ingesta en un momento inadecuado del día podría 
conducir a una mala alineación entre los relojes central y periféricos, ocasionando un 
trastorno en el metabolismo (13, 17, 18). 
La concepción predominante es que el sistema circadiano es una organización vertical, 
jerárquica y consecuentemente el NSQ sincroniza a los relojes u osciladores periféricos 
día a día. Además, se ha propuesto recientemente un modelo federado de regulación, 
en el que los osciladores periféricos tendrían la capacidad de sincronización celular a 
nivel intra-organo, así como inter-organos, lo que favorecería la capacidad del 
organismo de mantener sincronía tanto interna como con su medio ambiente (13). 
Tras el descubrimiento de los “genes reloj” se comprendió que la capacidad de los genes 
circadianos se encuentra muy extendida en todo el cuerpo. Es más, se pudo demostrar 
que la mayoría de órganos y tejidos periféricos pueden expresar oscilaciones circadianas 
de forma aislada, pero aun así recibir y requerir información del NSQ in vivo (19). 
4.2.1.1. Tejido adiposo 
En obesidad, el tejido adiposo es el tejido que cobra más protagonismo ya que el exceso 
de energía se acumula en este. Desde el punto de vista cronobiológico, el tejido adiposo 
es un tejido periférico en el que se expresan genes reloj que juegan un papel 
fundamental en la fisiología de dicho tejido porque son capaces de regular la expresión 
rítmica de diversas sustancias como adiponectina, la leptina (hormona del control del 
apetito), entre otras, que afectan el metabolismo sistémico (20). 
Actualmente, los estudios realizados sobre los genes reloj en el tejido adiposo son 
realizados en roedores, en los que se constata que la expresión de los genes presenta 
ritmicidad circadiana y que, además, una desincronización de los mismos da lugar al 
desarrollo de ciertas patologías tales como la obesidad (14). 
A su vez, estudios en animales han demostrado que una dieta alta en grasas puede 
contribuir al desarrollo de obesidad y resistencia a la insulina a través de alteraciones en 
el ritmo circadiano de los ritmos de actividad locomotora y cambios en la oscilación de 
los genes del reloj en el tejido adiposo y hepático (21). 
19 
 
La reducción de la masa de tejido adiposo en ratones obesos sometidos a TRF sugiere 
que un aumento general de la oxidación de ácidos grasos bajo TRF puede contribuir a 
reducir la adiposidad en ratones TRF (22). 
En conclusión, “El tiempo es esencial” en el tejido adiposo. El metabolismo energético y 
los sistemas circadianos han evolucionado juntos durante millones de años para 
optimizar la coordinación interna entre múltiples procesos fisiológicos y 
moleculares. Un adecuado orden temporal en el patrón diario de las diferentes citocinas 
y proteínas implicadas en el metabolismo del tejido adiposo podría tener importantes 
consecuencias no solo en la distribución de la grasa corporal sino también en las 
alteraciones metabólicas asociadas a la obesidad (23). 
 
Figura 3. Hora máxima de expresión de genes del tejido adiposo humano. (Garaulet et al., 2014) (24) 
4.2.2. La alimentación como sincronizador del sistema circadiano 
Actualmente, es bien conocido que la ingesta de alimentos, el apetito, la digestión y el 
metabolismo exhiben patrones circadianos. La ingesta de alimentos en sí misma sirve 
como regulador del reloj circadiano, en particular, el reloj circadiano periférico en 
tejidos como el hígado y el intestino (25). 
4.2.2.1. Influencia de la variación de los patrones alimentarios y los horariosde las comidas en el 
peso corporal 
La evidencia acumulada durante los últimos años sugiere que el horario de las comidas 
puede afectar a una amplia variedad de procesos fisiológicos, incluido el ciclo de 
sueño/vigilia, la temperatura corporal central, el rendimiento y el estado de alerta. Es 
20 
 
más, parece que la hora de comer tiene un efecto directo en la salud y se puede emplear 
para prevenir la obesidad y otras patologías metabólicas (26). 
A su vez, el patrón de alimentación (PA) hace referencia a las características y 
organización horaria de las comidas que un individuo realiza diaria y habitualmente. 
Siendo en el humano de carácter diurno en el cual se establece una secuencia 
ininterrumpida de episodios de ingesta e intervalos de ayuno (13). 
Antiguamente, los griegos consumían de tres a cuatro comidas al día, considerando 
como las más importantes el desayuno y la cena. En la época romana, el desayuno se 
consumía al amanecer, aunque se hacía mayor hincapié en comer más tarde en el día, 
especialmente entre las clases sociales altas. Por el contrario, las clases sociales más 
pobres comían de acuerdo con los patrones del trabajo manual y, por lo tanto, en 
consonancia con el ciclo noche-día (25). No obstante, se ha descrito la frecuencia de tres 
comidas principales como un patrón a lo largo del tiempo en diversas poblaciones (13). 
Este patrón consiste en hacer 3 tomas, una por la mañana (desayuno), otra al mediodía 
(comida) y otra por la noche (cena) (20). Aunque como podemos observar, los patrones 
de alimentación son cambiantes en el tiempo adaptándose a los estímulos ambientales 
que nos rodean, como es el ejemplo de las sociedades occidentalizadas en las que ha 
habido cambios evidentes con respecto al número de comidas, horarios y regularidad 
de las mismas. 
En algunos estudios se muestra que, alrededor del 12-34 % de niños y adolescentes no 
desayuna de forma diaria, es más este porcentaje tiende a aumentar con la edad. Esta 
ausencia de ingesta es debido a un ritmo de vida más acelerado, acortamiento de las 
horas destinadas a dormir en la noche, y la ausencia de patrones familiares 
estructurados (27, 13). Por lo cual, se ha demostrado que aquellos individuos que se 
saltan el desayuno frecuentemente tienen más riesgo de aumentar su peso corporal con 
respecto a los individuos que desayunan de forma constante. No obstante, algunos 
estudios no respaldan esta afirmación, pero, aun no respaldando todos los efectos 
saludables atribuibles al desayuno, sí que apoyan su importancia para una adecuada 
regulación metabólica (28). Sin embargo, no ha sido hasta hace relativamente poco 
cuando se ha empezado a evidenciar que el momento de la ingesta, 
independientemente de la ingesta calórica diaria, es un factor clave en la obesidad (20). 
Así pues, un estudio experimental de 12 semanas de duración mostró que los sujetos a 
los que se les asignaba una ingesta de aproximadamente 700 kcal en el desayuno 
perdían significativamente más peso que a aquellos sujetos a los que se les asignaban 
las mismas calorías durante la cena, por lo tanto, podemos observar que cambios sutiles 
en el horario de las comidas parecen influir en la pérdida o ganancia de peso (20). Tanto 
es así, que, en el primer estudio longitudinal prospectivo, realizado por Garaulet y 
colaboradores, que demostró esto, se llevó a cabo en 420 pacientes con 
sobrepeso/obesidad sometidos a una dieta de adelgazamiento de 20 semanas, los que 
comieron su comida principal más tarde de las 15:00 horas perdieron significativamente 
menos peso que aquellos sujetos que comieron antes de las 15: 00 horas (11). 
21 
 
Se ha descrito también, que los dormidores tardíos presentan una ingesta calórica 
elevada pasadas las 20:00 horas y una deficiente calidad dietaria, lo que conlleva a un 
aumento de peso. Es más, McHill et al. confirmaron que la alimentación tardía, se 
relaciona con una mayor adiposidad en adultos, con un alto porcentaje de grasa corporal 
(independientemente de la ingesta calórica total o nivel de actividad física) (13, 29). 
Del mismo modo, Gill et al. confirmaron que gran parte de la ingesta calórica se hacía 
después de las 18:00 y que, además, estas ingestas ocurren en un periodo de 14 horas. 
Estos datos corroborados indican que el patrón alimentario se ha desorganizado a través 
de las 24 horas llevando a una disminución del tiempo de ayuno nocturno (30, 13). 
Al igual que un estudio, en este caso, en roedores en el que se diferenciaba entre ratones 
a los que se les alimentaba con una dieta alta en grasas durante la fase de luz circadiana 
de 12 horas (tiempo de alimentación inusual) y ratones a los que se les alimentaba con 
la misma dieta durante la noche o fase de oscuridad circadiana de 12 horas (tiempo de 
alimentación habitual), concluyó que aquellos ratones a los que se les había alimentado 
con una dieta alta en grasas durante el día, horario inusual de ingesta en los ratones, 
aumentaron significativamente de peso que aquellos a los que se les alimentaba con la 
misma dieta durante la noche (31). 
Otro de los factores contribuyentes al aumento del riesgo de padecer obesidad es el 
trabajo por turnos, en el que mucho tienen que ver las hormonas del hambre y saciedad 
ya que se ha observado que en dichos individuos la ingesta de energía, debido a las 
alteraciones de los niveles de las hormonas grelina y leptina por la desalineación 
circadiana, son mayores a casusa de un incremento de los niveles de grelina y una 
disminución del porcentaje de leptina (32). 
Por último, un concepto novedoso es el llamado “Eating Jetlag” o jetlag alimentario el 
cual se basa en determinar si existen diferencias o si, por el contrario, se sigue un mismo 
patrón alimentario tanto durante la semana como el fin de semana. Tras un estudio 
realizado por Zerón-Rugerio et al., basado en este nuevo concepto entre adultos jóvenes, 
se observó que el cambio en el horario del desayuno fue el más pronunciado de entre 
todas las ingestas, retrasándose unas 2 horas más durante el fin de semana que entre 
semana. Del mismo modo, otro estudio en consonancia a estos hallazgos, señaló que 
retrasar el horario de las comidas (especialmente el desayuno) era común entre los 
adultos jóvenes. A esto, Gill y Panda sugirieron que los cambios en el horario del 
desayuno durante el fin de semana podían inducir algún tipo de disincronía metabólica. 
Así pues, los resultados mostraron que un mayor desfase horario en la alimentación se 
asoció significativamente con un mayor índice de masa corporal (18, 30). 
En definitiva, se ha demostrado que tanto en roedores como en humanos el “timing” de 
la alimentación es un factor muy importante que se relaciona estrechamente con la 
alteración del peso corporal. Por ello, hemos de prestar atención a lo que comemos, 
pero también es bien importante saber en qué momento lo comemos ya que la nutrición 
afecta a la salud, no solo por la cantidad o calidad de la ingesta sino también por el 
momento del consumo de alimentos de acuerdo con el reloj circadiano. De esta manera, 
22 
 
si seguimos unas pautas horarias de ingesta estaremos favoreciendo que nuestro 
sistema circadiano se mantenga sincronizado evitando, además, una alteración de las 
hormonas de hambre y saciedad y, por consiguiente, una mayor probabilidad de reducir 
el riesgo de padecer obesidad. 
4.2.2.2. Restricción del tiempo de alimentación 
El estilo de vida moderno ha perturbado el sistema circadiano humano de tres formas 
principales: trabajo por turnos, exposición a horas prolongadas de luz artificial y 
patrones de alimentación erráticos. La sorprendente efectividad de la alimentación con 
restricción de tiempo o “Time-Restricted Eating” (TRE), sin alterar la ingesta calórica, 
sugiere una intervención potencialmente efectiva en el horario de las comidas para los 
humanos. De hecho, aun habiendo pocos estudios realizadosen humanos, estos 
sugieren que el horario temprano de las comidas se asocia con una mayor efectividad 
de la terapia para bajar de peso en pacientes con sobrepeso y obesidad (33). 
Como ya se sabe, habitualmente se tiende a evaluar los aspectos cualitativos y 
cuantitativos de la nutrición, pero existe poca información sobre las características 
temporales de los alimentos y su impacto en la aparición de enfermedades en humanos 
(34). Por ello, diversos estudios se han desarrollado con el fin de dar respuesta a esta 
relación. 
Como se ha comentado anteriormente, todavía no hay demasiados estudios en 
humanos en los que se hayan probado específicamente. Sin embargo, algunos pequeños 
estudios en humanos, como es el ejemplo de un estudio de cohortes en pacientes 
sometidos a un tratamiento conductual de pérdida de peso, han probado que aquellos 
pacientes que consumieron sus calorías a horas más tempranas en el día tenían más 
probabilidades de perder peso, en comparación con aquellos que comieron más tarde 
(35). 
Lo mismo sugiere otro estudio donde se determinó, que alargar las horas de ingesta 
diaria, es decir, comer tarde, puede ser un factor clave en el desarrollo de trastornos 
metabólicos pudiendo así, influir de forma negativa en la pérdida de peso. Así pues, el 
resultado de varios estudios dio lugar a lo que denominamos como “Alimentación con 
Restricción de Tiempo”. Este concepto, podría llevar a una reducción de peso corporal 
más sostenible que las dietas voluntariamente restrictivas además de presentar una 
estrategia más sostenible para pacientes que quieran reducir su ingesta calórica, ya que 
TRE es una forma de ayuno intermitente que consiste en limitar el consumo de 
alimentos en un periodo de aproximadamente 4-12 horas lo que inducirá a un ayuno de 
unas 12-20 horas por día. Por lo que, TRE no busca una restricción calórica, sino que 
requiere de una ventana de alimentación diaria constante como resultado de un 
reajuste de la ingesta de alimentos y con ello, del reloj circadiano, lo que nos sugiere 
que el horario de las comidas afecta al metabolismo (34). 
La viabilidad de que los seres humanos adopten un protocolo TRE se ha mostrado 
prometedora. Gill y Panda probaron de alterar la duración diaria de las comidas 
permitiendo que los participantes comieran su ingesta calórica diaria dentro de un 
23 
 
período de 10 a 11 horas auto-seleccionado para ver si se impartirían beneficios para la 
salud de personas con sobrepeso. Para la mitad de los participantes, la ventana para 
comer terminaba pasadas las 20:00 horas para poder cenar con la familia. Lo que 
finalmente se observó, a diferencia de los roedores, es que la reducción de la duración 
de las comidas en los seres humanos también hizo reducir su ingesta calórica diaria hasta 
en un 20 % perdiendo hasta un 4 % de peso corporal en 16 semanas y manteniendo esta 
pérdida de peso hasta por 1 año. Además, informaron de una mejoría del sueño por la 
noche y un mayor estado de alerta durante el día. Sin embargo, cuando a los roedores 
se les impone una “Alimentación con restricción de tiempo” o TRF (si hablamos de 
modelos animales) de 8 a 15 horas, éstos no disminuyen su ingesta calórica, sino que la 
mantienen (36, 30). 
De la misma forma, otros ensayos recientes que han evaluado estos efectos de periodos 
de alimentación más cortos sobre el peso corporal observaron distintas respuestas a los 
mismos. 
Por una parte, en un ensayo reciente de Cienfuegos et. al se observaron reducciones 
similares de peso corporal tanto en TRE de 4 horas (siendo la ingesta de 15:00 a 19:00 
horas de la tarde) como en TRE de 6 horas (siendo la ingesta de 13:00 del mediodía a 
19:00 horas de la tarde) después de 8 semanas de intervención en participantes con 
obesidad en comparación con aquellos sujetos en los que no se les impuso una 
restricción horaria de las comidas. Mientras que en otro estudio de Tinsley et al. en el 
que hombres y mujeres de peso normal habían estado siguiendo un régimen de TRE de 
4 horas (ingesta de 16:00 a 20:00 horas de la tarde, 4 días a la semana) combinado con 
entrenamiento de resistencia, no se observaron cambios en relación con los controles 
que habían llevado una alimentación ad libitum, es decir, que estos últimos podían 
ingerir los alimentos que quisieran en el momento en que quisieran. Así pues, en este 
último estudio en el que no se vio ninguna alteración del peso corporal de los distintos 
participantes se podría deber a que generalmente cuando la TRE se combina con 
entrenamiento de resistencia aumenta el apetito y con ello el consumo de energía. No 
obstante, todavía faltan datos más claros sobre este tema, pero en conjunto, hablamos 
de que la TRE induce a una pérdida de peso de entre el 1 y 4 % en sujetos con obesidad 
y sobrepeso sin acabar de llegar al umbral de pérdida de peso clínicamente significativa 
(> 5 %). Aun así, la evidencia de los ensayos en humanos muestra que la TRE es una 
terapia dietética segura y eficaz para reducir el peso corporal en participantes con 
obesidad (37). 
A la luz de estas evidencias, está claro que TRE es una intervención dietética que tiene 
como objetivo un ciclo constante de alimentación y ayuno para mantener ritmos diarios 
y que tanto los patrones de alimentación erráticos como la alimentación en un período 
prolongado durante las 24 horas del día pueden alterar los ritmos circadianos (38). 
4.2.2.3. Actividad anticipatoria de los alimentos 
Según la evidencia científica, el comportamiento de los mamíferos está regulado por dos 
relojes circadianos. Por un lado, el NSQ especializado en la sincronización a través de 
24 
 
ciclos de luz-oscuridad mientras que, por otra parte, se encuentra otro especializado en 
la sincronización de los ciclos de alimentación diarios (39). 
En 1922, Curt Richter describió que la “actividad espontanea de la rata está íntimamente 
relacionada con los hábitos alimentarios del animal”. Cuando Richter alimentó a las ratas 
todos los días durante 25 minutos, descubrió que dicha actividad aumentaba 
rápidamente hasta el momento del siguiente periodo de alimentación. Estudio que dio 
lugar al nacimiento de “Actividad Anticipatoria de Alimentos” o “Food Anticipatory 
Activity” (FAA), lo que, posteriormente llevó a demostrar que esta actividad 
anticipatoria estaba controlada por un oscilador circadiano autónomo (40). 
Estudios posteriores, en roedores nocturnos, determinan que la alimentación durante 
el día causa la llamada FAA diaria que se define como el comportamiento de búsqueda 
de alimentos 3 horas antes de la hora de comer. Los ratones pueden aprender y recordar 
su régimen de alimentación usando su reloj interno porque la FAA ocurre al mismo 
tiempo, incluso habiendo ayunado durante varios días (41). Por lo tanto, los animales se 
adaptan al horario de alimentación en unos pocos días y presentan actividad 
anticipatoria de los alimentos antes de la ingesta de los mismos, todos los días (43). 
Además, se ha descrito que de manera general una restricción de alimentos (RF) afecta 
a los ritmos circadianos en los tejidos periféricos sin afectar al marcapasos central, 
provocando el desacoplamiento entre el reloj central y la periferia, es decir, que la RF 
impulsa los ritmos independientemente de las condiciones de iluminación e incluso en 
ratones y animales arrítmicos y mutantes del reloj con NSQ lesionado (43). Por tanto, se 
ha sugerido que el comportamiento anticipatorio de los alimentos y la reorganización 
de los patrones fisiológicos y de comportamiento durante los protocolos de 
alimentación restringidos son impulsados por uno o más osciladores sincronizados por 
los alimentos o “Food Entrainable Oscillator” (FEO) (44). Sin embargo, aun habiéndose 
realizado lesiones en varias regiones del cerebro en roedores para localizar este 
oscilador sincronizado por los alimentos, su ubicación exacta sigue siendo desconocida(43). 
En la Figura 4 se muestra el funcionamiento de FEO y FAA en relación con la ingesta. Se 
habla que el FEO se encuentra tanto en el cerebro como en los tejidos periféricos 
recibiendo información sobre los alimentos (aunque este mecanismo no se comprende 
bien todavía) mientras que, en el cerebro a su vez, se encuentra el NSQ el cual recibe 
señales de luz. Por otra parte, FAA se produce antes de la hora de comer anticipándose 
así a la hora de la comida. La información de FAA requiere el sistema circadiano y la 
actividad hormonal para inducir el hambre. Más tarde, la información de los alimentos 
será transmitida a los órganos digestivos y metabólicos donde las señales de los 
nutrientes (secreciones hormonales inducidas por nutrientes y activación de proteínas) 
harán de vías de señalización entre los alimentos y el FEO en los tejidos periféricos (41). 
25 
 
 
Figura 4. Representación de las funciones del FEO y FAA. (Tahara Y et al., 2013) (41) 
4.2.2.4. La influencia de los ritmos en la selección de macronutrientes 
Se ha comprobado que, dependiendo de la composición de los alimentos, es mejor 
consumirlos en distintas horas del día. Además, también parece estar influida la 
saciedad en la composición de los alimentos. Así, cada vez más datos nos indican que no 
solo es importante lo que se come sino cuándo se come (12, 42). 
Tanto es así, que diversos estudios determinaron que la proteína consumida en el 
desayuno, en comparación con el almuerzo o la cena, conducía a una mayor sensación 
de saciedad, y concentraciones reducidas de la hormona reguladora del apetito 
(grelina). Asimismo, se ha demostrado que, en comparación con una dieta baja en 
hidratos de carbono, una dieta isocalórica con desayuno rico en calorías promovió la 
pérdida de peso sostenida con suspensión de la grelina y redujo los cambios 
compensatorios inducidos por la dieta en los antojos de alimentos (42). 
De la misma manera, podemos ver que, en adultos con restricción calórica de unas 1500 
kcal, un desayuno rico en proteínas y en hidratos de carbono resultó beneficioso para el 
mantenimiento del peso corporal después de haberlo perdido, potenciando la sensación 
de saciedad (formación de leptina) y la supresión de la hormona grelina (45). 
En otro estudio experimental, se mostró que un patrón alimentario con comidas ricas 
en grasas por la mañana, pero ricas en hidratos de carbono y proteínas durante la tarde-
noche indujo a un mayor deterioro del metabolismo de la glucosa confirmando así el 
favorable efecto de consumir mayor cantidad de hidratos de carbono durante el día (46). 
De este modo, cuando se trató de analizar los macronutrientes se observó que una 
mayor ingesta de hidratos de carbono por la mañana se asoció con una reducción del 80 
% de probabilidades de desarrollar sobrepeso u obesidad mientras que ocurrió lo mismo 
con las proteínas, pero con una reducción menor, del 60 % (47). 
Todas estas evidencias nos llevan a determinar qué tan importante es saber elegir el tipo 
de alimento que se va a ingerir y el momento de la ingesta del mismo, ya que estas 
26 
 
elecciones acabarán determinando nuestra salud metabólica a través del correcto 
funcionamiento de diversas hormonas como la grelina y leptina, lo que dará lugar a un 
equilibrio energético y circadiano. 
4.2.3. Crononutrición: posible tratamiento de la obesidad. 
4.2.3.1. Crononutrición frente a la obesidad 
Los consejos dietéticos para el control de peso en humanos se basan en la suposición de 
que “una caloría es una caloría” y que el horario de las comidas no tiene importancia. 
Sin embargo, la evidencia reciente de la crononutrición verifica la importancia del 
horario de las comidas en el balance energético y cardio-metabólico de la salud y la 
enfermedad. Es decir, este campo emergente de ciencia nutricional tiene como objetivo 
desarrollar la comprensión de cómo el momento en que comemos puede afectar a 
nuestra salud (48, 49). 
En los últimos tiempos, varios estudios han sugerido que la alteración del sistema 
circadiano puede conducirnos también a la obesidad. El tiempo de alimentación, como 
se ha hablado anteriormente, se considera uno de los sincronizadores más importantes 
para osciladores periféricos con lo que los horarios inusuales de alimentación podrían 
contribuir en efectos de cronodisrupción, es decir, en la alteración del buen 
funcionamiento del sistema circadiano. Como es el ejemplo de la comparación que se 
hizo entre estilos de vida diurnos y nocturnos entre jóvenes sanos, donde se encontró 
con que aquellos sujetos con estilos de vida nocturnos tenían más riesgo de padecer 
obesidad ya que se relacionó el despertar más tardío, lo que lleva a un desayuno y cena 
más tardíos, con un aumento de la glucemia sostenida durante la noche, hipoglucemia 
por la mañana además de una reducción en la melatonina y leptina por la noche. Es más, 
también se ha visto que, estudios en roedores con alteraciones en el gen Clock (uno de 
los genes encargados de activar los relojes biológicos) son propensos a desarrollar 
obesidad. Lo que nos confirma la posible relación entre los genes y la alteración del peso 
corporal (50). 
El equipo de Marta Garaulet mostró en diversas investigaciones que ciertas variantes de 
genes reloj, ya no solo el gen clock, se asocian con sobrepeso y obesidad y que, del 
mismo modo estas personas tienden a presentar mayores concentraciones de grelina, 
lo que hace que haya un aumento del apetito, de la ingesta especialmente de comida 
basura y, por ende, de su peso corporal (51, 52). 
Según lo comentado anteriormente, el hecho de llevar a cabo horarios regulares de 
comidas puede tener un efecto positivo en la predisposición de la aparición de la 
obesidad, así como de otras enfermedades relacionadas con el metabolismo. Lo que 
también podemos denominar como “constancia dinámica” (51). 
Cabe la posibilidad de interactuar en el genoma humano para cambiar o mejorar la 
expresión de nuestros genes a través de realizar cambios en la forma en que comemos, 
lo que comemos y la conducta alimentaria diaria. Con todas estas evidencias podemos 
concluir que no es solo importante qué comemos sino el cuándo lo comemos. Así pues, 
27 
 
hay que tener en cuenta que el “cuándo” comemos puede tener un papel importante 
en el tratamiento de la obesidad ya que comer en un momento inusual puede llevar a 
una disrupción circadiana afectando así al peso corporal de un individuo. Por tanto, 
hemos de modificar nuestro comportamiento alimentario aproximándolo hacia una 
alimentación más temprana lo cual puede resultar en un tratamiento eficaz para las 
enfermedades metabólicas tales como la obesidad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
28 
 
5. Conclusiones 
La influencia de la crononutrición en la regulación del peso corporal está más que clara, 
ya que se ha podido demostrar que la hora en la que comemos es un factor más que 
importante en la prevención de enfermedades metabólicas como la obesidad, haciendo 
incluso que llegue a ser igual de importante que lo que comemos. 
El metabolismo se ve alterado por los horarios de ingesta a los que los individuos 
actualmente suelen ceñirse. Horarios que debido a los estilos de vida de la sociedad 
actual provocan alteraciones en nuestro sistema circadiano. Estos cambios, 
aparentemente insignificantes son, a nivel cronobiológico realmente significativos 
debido a que causan grandes desincronizaciones en el funcionamiento de este sistema 
y consecuentemente la aparición de factores de riesgo y patologías relacionadas con el 
metabolismo. 
A nivel hormonal, también existen diversas sustancias importantes para la regulación 
del apetito que influyen de manera importante en el desarrollo de patologías 
relacionadas con la alteración del peso. Estas hormonas son principalmente, la leptina y 
la grelina las cuales alteran sus niveles con la desalineacióndel sistema circadiano 
viéndose aumentada esta última, cuya función es inducir el hambre lo que dará como 
resultado una mayor ingesta y, por ende, un aumento del peso corporal. 
La relación que se establece entre crononutrición y obesidad es prácticamente reciente, 
pero se ha evidenciado que se trata de una herramienta que podría ser de gran utilidad 
en el tratamiento de este grave problema de salud. Una restricción del tiempo de 
alimentación y una reorientación de los patrones de ingesta de alimentos puede 
favorecer a la resincronización de los ritmos cronobiológicos y con ello establecer un 
más que posible tratamiento para la obesidad. No obstante, todavía queda mucha 
información que recopilar y muchos estudios que desarrollar en humanos, pero las 
investigaciones apuntan a que la crononutrición podría ser utilizada para este tipo de 
intervenciones. 
La elección de unos horarios de ingesta, preferiblemente diurnos, y la elección correcta 
de los macronutrientes dependiendo del momento del día en que se realiza dicha 
ingesta, nos permitirán mantener el control y sincronía de nuestros relojes internos lo 
que puede favorecer a evitar la aparición de ciertas patologías. 
Los estudios sobre crononutrición y sus efectos en el metabolismo se llevan a cabo 
mayoritariamente con roedores y aunque los resultados pueden extrapolarse, se cree 
conveniente poder realizar más ensayos en humanos para así poder disponer de 
información más real sobre este campo. 
 
 
 
29 
 
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