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LA NANOTECNOLOGÍA APLICADA EN LOS TRATAMIENTOS MÉDICOS Y DESARROLLO DE NUEVOS FÁRMACOS Yovera, Mario1; Mendoza, María Alejandra2 1. Universidad Nacional Experimental del Yaracuy. Maestría en Enseñanza de la Química. Universidad Pedagógica Experimental Libertador Instituto Pedagógico Luis Beltrán Prieto Figueroa. Dirección: dragma2000@hotmail.com 2. Universidad Centroocidental “Lisandro Alvarado” Decanato de Ciencias Veterinaria. Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral. Yaracuy RESUMEN Actualmente, la investigación en el plano de la salud apunta a nuevos desafíos tecnológicos presentando diferencias notables con los métodos convencionales, debido al impacto que causa sobre los pacientes y la baja eficacia para la cura de enfermedades como el cáncer. En este sentido, dichas investigaciones respaldan el uso de la nanotecnología como herramienta innovadora en el campo de las ciencias, capaz de ofrecer nuevas soluciones para la transformación de los biosistemas y proveer de una amplia plataforma tecnológica con múltiples aplicaciones, así como estudios recientes demostraron que la nanotecnología ha hecho más eficiente la sensibilidad en la detección, la precisión diagnóstica y el tratamiento de enfermedades, la medicina regenerativa, la cirugía a nanoescala, la síntesis y liberación de fármacos. Durante la década pasada, el valor de los nanomateriales tuvo un incremento notable en el contexto de la entrega de nuevos fármacos mediadas por partículas para el tratamiento del cáncer y otras enfermedades. Los nanomateriales adquieren propiedades y características distintas que las de mayor escala, en este sentido la Química aplicada a la medicina juega un papel fundamental en el estudio de estos nuevos productos a nanoescala. Además, promete la creación de varios tipos de nanomateriales aplicables en la investigación y desarrollo de nuevos fármacos, métodos de diagnósticos de enfermedades, tratamientos médicos como la quimioterapia en tumores cerebrales, entre otros. Sin embargo, es necesario evaluar no solo los beneficios que aporta, sino también los posibles riesgos que pueden traen consigo las nanopartículas. El presente artículo, es producto de una investigación de tipo documental y se efectuó a través de la revisión crítica de artículos científicos para el análisis del estado del arte acerca del uso de la nanotecnología y la creación de nanomateriales y su aplicación en la salud. Palabras clave: Nanotecnología, nanomedicina, tratamientos, enfermedades, nanofármacos Introducción Contextualizando, los avances en el estudio científico de la materia a escala atómica han permitido consolidar un nuevo campo de conocimiento, la nanotecnología, cuyas implicaciones sociales han sido más profundas que las sucedidas con cualquier otra tecnología en los últimos siglos desde la Revolución Industrial. En efecto, Barrere y col (2009) han considerado a la nanotecnología como “la nueva revolución industrial” p. 28, por el impacto geopolítico que puede ser estratégico para el desarrollo científico, tecnológico y socioeconómico mundial. En general, la nanotecnología representa un potencial para el desarrollo científico y tecnológico global, no obstante, el rápido y creciente desarrollo de esta tecnología ha vuelto inevitable el debate sobre las implicaciones éticas en sus aplicaciones y usos. Barrere y col (2009), plantean la susceptibilidad en temas como “la equidad, el incremento en la brecha entre países más y menos industrializados; el medioambiente, los nanomateriales como posibles contaminantes; la seguridad, dispositivos no detectables y nuevas armas; y la biotecnología, modificación de organismos vivos, entre otros” p. 28. Por tanto, los acuerdos internacionales y las instituciones, con las regulaciones existentes y las que deben crearse, están destinadas a prevenir los usos destructivos o accidentales que puedan producirse y fomentar la investigación para explorar los posibles impactos medioambientales y principalmente los efectos sobre la salud. Sin embargo, es evidente la importancia que reviste el desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas en el ámbito de la salud, por ejemplo, fomentar la creación de nuevos fármacos más eficientes para combatir enfermedades que muestran resistencia a los medicamentos empleados tradicionalmente, como lo sostiene Messeguer (2010). En este caso, se plantea el uso de la nanotecnología aplicada a la elaboración de fármacos, los cuales consisten en medicamentos envueltos en nanopartículas inteligentes capaces de ser dirigidas al sitio afectado para liberar el medicamento sin afectar otras células o tejidos sanos. La Nanotecnología puede definirse como la creación y diseño de materiales y dispositivos a nanoescala capaces de cumplir una función específica, y la explotación de fenómenos y propiedades de la materia a escalas nanométricas, es decir un tamaño alrededor de hasta 100 nm (1 nm equivale a 10-9 m), o sea, la milmillonésima parte de la unidad métrica, o bien la millonésima parte de un milímetro. En esta escala se encuentran las dimensiones de las partículas atómicas y moleculares. Según Molins (2008) “el tamaño de un átomo oscila entre 0,1 y 1 nm, mientras que las moléculas simples pueden estar entre 1 y 10 nm, los virus entre 10 – 100 nm y las bacterias de 1.000 a 10.000 nm” p. 38. Por su parte, Miller y Senjen (2008) mencionan que “la molécula de ADN mide 2 nm, una molécula de proteína 5 nm y un glóbulo rojo 7.000 nm” p. 1. Por ello, se considera la importancia en el manejo de la materia a nanoescala como parte fundamental para el avance de esta tecnología. Esto ha sido posible por el desarrollo de instrumentos microscópicos potentes que permiten realizar mediciones a nanoescala como lo plantea Cuberes (2007) “la implementación de nuevas técnicas de microscopías han permitido la caracterización de materiales a escala nanométrica e incluso su manipulación” p. 3. Por su parte, la Red Venezolana de Nanotecnología (2010), afirma que “al igual que la biotecnología y las tecnologías de información, la nanotecnología surge de la fusión de múltiples disciplinas como la ingeniería, la física, la química moderna y la medicina introduciendo una novedad cualitativa” p. 2. De allí su carácter transdisciplinario, y también su potencialidad de converger con otros campos de investigación y del conocimiento introduciendo nuevos modos en los procesos de producción de bienes y servicios. Por lo antes expuesto, se considera una de las nuevas tecnologías que inicialmente se denominó emergente, ahora se transforma, después de los acuerdos presentados por la comunidad científica como una tecnología convergente. Este artículo centra su interés en la relación entre la nanotecnología y la química moderna en el desarrollo de tratamientos médicos y la elaboración de nanomateriales capaces de transportar y liberar fármacos de manera controlada, mínimamente invasiva y con actuación específica en la zona afectada para aumentar su eficiencia terapéutica y disminuir el impacto sobre otros tejidos sanos. Nanopartículas Las Nanopartículas son todas aquellas estructuras moleculares creadas y diseñadas a partir del manejo atómico de la materia, con características únicas y nuevas, diferentes a las del material original de los que se derivan, así como lo plantea Molins (2008). Por su parte, Cuberes (2007) establece “las propiedades de las nanopartículas dependen de cómo están orientados los átomos que las constituyen. Además, cuando se manipula la materia a escala atómica y molecular, se ponen de manifiesto fenómenos y propiedades nuevas” p. 1. Asimismo, explica Molins (2008) que “a tal escala, la materia adopta propiedades muy diferentes de las que exhibe a gran escala” p. 39. De estas consideraciones, se indica que las nanopartículas son más fuertes, más resistentes, más ligeras, mejores conductoras, más porosas y menos corrosivas, lo que las convierte en materiales con propiedadesextraordinarias en comparación con los correspondientes materiales existentes. Para ilustrar esto, se pueden mencionar los fullerenos o buckyballs, nanotubos, dendrímeros, puntos cuánticos, nanoenvolturas, nanogotas y nanorobots, entre tantos. En efecto, las partículas a escala nanométrica siguen las leyes de la física cuántica, sostiene Molins “a nivel de nanopartículas, pueden ocurrir cambios en las propiedades químicas, eléctricas, magnéticas, mecánicas y biológicas del material que lo diferencia del correspondiente en su forma normal, sin alterar su composición química” p. 40. Por estas razones se puede inferir que las características nuevas que presentan las nanopartículas se basan en su flexibilidad, resistencia, conductividad, tensión superficial e incluso la coloración. Figura 1. Fullereno o Buckybola C60 Entre las nanopartículas de primera generación se encuentran los fullerenos, específicamente la buckybola C60, denominación dada por el parecido a la esfera geodésica de Buckminster Fuller; son estructuras diminutas con base en carbonos configurados en forma similar a un balón de fútbol. Existen derivados hidrosolubles de estas nanopartículas denominadas fullerenoles, según Calderón y col (2010) “son el mayor logro de la nanotecnología en los tratamientos de neuroprotección” p. 38 Otra de las configuraciones de fullerenos en forma cilíndrica, como un tubo o una red alambre enrollado, se tienen los nanotubos, con alta flexibilidad y extraordinaria resistencia. Estas nanopartículas pueden ser utilizadas como envoltorios del medicamento, que estará contenido en su interior, y así transportarse a un punto específico, luego ser liberado de manera controlada para que actúe sobre el tejido dañado, cumpliendo de manera efectiva su propósito. Figura 2. Nanotubo de carbono La Nanotecnología y los tratamientos médicos diagnósticos Existe una evidente necesidad de investigar la utilización de nanomateriales en los diferentes campos de la medicina, tanto en los tratamientos de diversas enfermedades como en la utilidad de los transportadores y liberadores de medicamentos, además se ha estudiado la posibilidad de su uso en la terapia génica como lo explica Clavijo y col (2008). A partir de esta terapia, por ejemplo, se puede modificar el comportamiento de parásitos como el plasmodium falciparum, causantes de la malaria. Esto es posible debido al potencial de diagnóstico rápido de enfermedades infecciosas, mediante el uso de biosensores que detectan el ADN específico de un agente patógeno particular y las variedades resistentes a los antibióticos, lo cual permitiría la instauración oportuna y precisa del tratamiento o terapia antimicrobiana. Por otro lado, Wang y col (2007) estudiaron las aplicaciones de la nanotecnología a nivel neuronal, los autores sostienen que los ensayos en cultivos celulares de neuronas de corteza e hipocampo han demostrado que el uso de agentes bloqueadores de receptores de tipo AT1 se relacionan con la disminución en la acumulación de la proteína amiloide tipo b de la enfermedad de Alzheimer. Asimismo, la nanotecnología provee nuevos métodos, como ejemplo están los estudios realizados por Li y col (2007) los cuales explican “la actividad funcional de la proteína de las membranas celulares in situ, ha logrado una caracterización más precisa del receptor tipo 1 de la angiotensina II (AT1), así como otros tipos de receptores como el AT4” p. 930, dichos estudios y su aplicación han sido probados en el control de la presión arterial. La Nanotecnología aplicada a los productos farmacéuticos La importancia de la nanotecnología aplicada en la terapia con medicamentos reside en la posibilidad de suministrar fármacos de bajo peso molecular o macromoléculas, destacando los péptidos, proteínas y genes, de manera localizada hacia un cierto tejido de interés. En efecto Villafuerte-Robles (2008) sostiene que “la nanotecnología farmacéutica se enfoca en el desarrollo de formulaciones de agentes terapéuticos con nanocomplejos biocompatibles” p. 1. Entre los nanocomplejos se encuentran la nanopartículas, nanocápsulas, sistemas micelares, dendrímeros, nanoestructuras de carbono, huellas cuánticas, principalmente, los cuales pueden ser empleados para direccionar el suministro de fármacos hacia un tipo de células o tejidos específicos. En este orden de ideas, Calderón y col (2010) plantea “el desarrollo de nanosistemas para la entrega local y sistémica de fármacos en el tejido nervioso” p. 36. Estos autores sostienen que “sustancias usadas comúnmente no son capaces de cruzar la barrera hematoencefálica debido a que casi el 100% de ellas son péptidos y proteínas de elevado peso molecular” p. 36, en comparación con las nanopartículas de bajo peso molecular que constituyen aproximadamente el 98% del nanofármaco. Aunado a esto, Lechuga (2008) explica “la idea consiste en utilizar nanoestructuras que transporten el fármaco hasta la zona dañada y allí lo liberen como una respuesta a un estímulo” p. 108. Aunque es necesaria la previa encapsulación o desactivación del fármaco para que no actúen durante el tránsito por el organismo hasta llegar a su destino, de tal manera que se mantengan intactas sus propiedades físicoquímicas y así minimizar los efectos secundarios que pudiera causar en otras zonas. Una vez que el fármaco ha llegado a su destino, debe liberarse a una velocidad apropiada para garantizar su efectividad, lo cual se puede lograr mediante una variación de condiciones, por ejemplo, el pH o la temperatura, en la zona dañada, o mediante un control preciso de la velocidad de degradación del nanomaterial encapsulante, permitiendo la liberación controlada del fármaco. En el mismo sentido, los sistemas de liberación de fármacos están constituido por un principio activo y un sistema transportador, los cuales garantizan que se puede dirigir la liberación del fármaco al lugar requerido en la cantidad adecuada como lo explica Quintili (2012). Además, estos sistemas deben cumplir con ciertas características como, baja toxicidad, propiedades óptimas para el transporte, liberación del fármaco y una prolongada vida media en el organismo. Estas propiedades pueden encontrarse al aplicar la nanotecnología en su elaboración, así esto permite, por medio de la fabricación de dispositivos a nanoescala, se libere el fármaco de forma poco invasiva y menos tóxica para el tejido celular que no necesite del tratamiento farmacológico, garantizando la efectividad del medicamento, por medio del control preciso de la dosis requerida, además del tamaño, la morfología y las propiedades superficiales del compuesto farmacológico a utilizar. Por otro lado, entre las aplicaciones de los nanofármacos se conocen los usos de nanocápsulas y nanoesferas, que son nanopartícula poliméricas de 10 a 1000 nm, elaboradas de fuentes naturales como gelatina, alginato y quitosano o artificialmente de poliácido glicólico, poliácido láctico o polialkilcianocrinolato (polibutilcianoacrilato PBCA), los cuales son biodegradables como lo demuestra Zhong y Bellamkonda (2008) en su estudio sobre biomateriales aplicados al sistema nervioso central. En estas nanoestructuras, los medicamentos pueden ser encapsulados, absorbidos, disueltos o unidos por enlaces covalentes de manera que le proporcionan estabilidad en el traslado hacia la zona afectada. Por ejemplo, los PBCA son biodegradables, y se han usado ampliamente en la preparación de nanopartículas. Existen otras estructuras denominadas liposomas, de diámetros menores a 100 nm, usados como pequeños vehículos con un centro acuoso incluido en una capa doble de fosfolípido y son identificados por el retículo endoplasmático rugoso, donde son eliminados rápidamente. En un estudio realizado por Peer y col (2007) se aplicó experimentalmente el uso de liposomas para la entrega de medicamentos antineoplásicos, factores de crecimiento y genes en el cerebro,obteniendo resultados satisfactorios, aunque los autores recomiendan realizar más pruebas para consolidar sus hallazgos. Otro de los sistemas nanotransportadores alternativos son los dendrímeros y micelas, los cuales están constituidos por matrices de lípidos sólidos estabilizados con surfactantes biocompatibles, como lo explica Álvarez-Lemus y col (2012), en las que se ha logrado encapsular eficientemente agentes quimioterápicos. Además, en su estudio se demostró la utilidad para entregar drogas antineoplásicas en tumores cerebrales tanto in vivo como in vitro en ratas con gliomas. También han sido empleados para transportar medicamentos del tipo inhibidores de la proteasa de VIH. Asimismo, Quintili (2012) expone “una alternativa basada en moléculas artificiales denominadas dendrímeros, que son estructuras tridimensionales ramificadas que pueden diseñarse a escala nanométrica” p. 139. Estos dendrímeros cuentan con varios extremos libres en los que se puede acoplar y ser transportadas moléculas de distinta naturaleza desde agentes terapéuticos hasta moléculas fluorescentes de diagnósticos. En estudios realizados por Baker, se aplicó metotrexato en algunas ramas del dendrímero para el tratamiento del cáncer, en otras incorporó agentes fluorescentes como ácido fólico o folato, una vitamina necesaria para el funcionamiento celular, obteniendo resultados positivos, ya que las moléculas de folato en el dendrímero se aferran a los receptores de las membranas celulares y éstas las reciben como si estuvieran aceptando una vitamina; Cuando permiten que el folato transpase la membrana, la célula también recibe el fármaco que la aniquila. Sin embargo, pese a las ventajas que representa el uso de polímeros como sistemas acarreadores o de transporte de fármacos hacia el cerebro, existen algunas características que aún hay que optimizar, como el hecho de que producen una respuesta inmune en la mayoría de los casos y que la velocidad de degradación del polímero aún no se ha podido controlar adecuadamente. La Nanotecnología y el tratamiento del cáncer La aplicación de la nanotecnología en la medicina se ve reflejada en los esfuerzos presentados en investigaciones para el tratamiento del cáncer. Al combatir la enfermedad a escala molecular, se permite detectar precozmente por vía de diagnósticos efectivo y así se pudiera identificar y atacar más específicamente a las células cancerígenas. La FDA (Food Drugs Administrations) ha aprobado algunos tratamientos contra el cáncer basados en nanopartículas. Existen diversos métodos para la síntesis de nanopartículas y obtener matrices de diferentes tamaños, así la droga o principio activo puede incorporarse por adsorción, absorción, encapsulación o por enlaces covalentes, como se mencionó anteriormente. Esta última modalidad, se logra por lo general, según Álvarez-Lemus (2012) “mediante una simple reacción de acoplamiento entre nanopartículas funcionalizadas con grupos amino y derivados de éste” p. 150. Las propiedades tanto físicas como químicas de nanopartículas están íntimamente relacionadas con su eficiencia funcional y por ello su caracterización exhaustiva, permite tener un control de calidad garantizando la reproducibilidad de los resultados. Debido a que las quimioterapias para tumores cerebrales, han mostrado muchas limitaciones y desventajas, la nanotecnología aplicada a los tratamientos del cáncer surge como una alternativa prometedora en este campo. Por otro lado, Calderón y col (2010) explica que “diversos medicamentos utilizados para el tratamiento del cáncer han sido desarrollado en base a la nanotecnología” p. 36. Por tal razón, se puede asegurar que hoy en día la terapia nanotecnológica para combatir el cáncer es una realidad, desde diagnósticos hasta tratamientos, se abarca un arsenal a nanoescala para combatir padecimientos oncológicos. De acuerdo a los razonamientos que se han venido realizando, se puede establecer que la investigación en cáncer ilustra muchas de las potenciales aplicaciones de la nanotecnología a corto y mediano plazo, ya que es posible el desarrollo de terapias más adecuadas para el tratamiento de tumores cerebrales, basadas en: sistema de diagnóstico e imagen que permitan detectar un proceso canceroso desde etapas muy tempranas capaz de identificar la estirpe, esto puede ser posible a través del marcaje de células y el desarrollo de nuevas técnicas de imagen; Dispositivos multifuncionales capaces de evitar barreras biológicas para transportar múltiples agentes terapéuticos directamente a las células cancerígenas y aquellos tejidos que juegan un papel crítico en el crecimiento y metátesis del cáncer; Sistemas que proporcionen información en tiempo real de los efectos terapéuticos o de la cirugía sobre la zona tumoral; y agentes que puedan predecir cambios moleculares y prevenir que las células potencialmente cancerígenas se conviertan en malignas. Resultados y discusiones En este artículo se han presentado de forma general, con una visión teórica asociada a la nanotecnología en los tratamientos médicos, el desarrollo de nanopartículas y sus aplicaciones en la creación de nuevos fármacos, mostrando las ventajas, desventajas y sus implicaciones en la salud del paciente. A partir de investigaciones realizadas por expertos en el campo de la salud, la química y la tecnología, se pudo evidenciar el creciente avance de la nanotecnología aplicada en los tratamientos médicos y la creación de nuevos fármacos para mitigar los padecimientos en los pacientes, y lo más importante, consolidar nuevos tratamientos eficientes y viables contra enfermedades que destruyen vidas cada día en el mundo. Conclusiones La Nanotecnología debe ser considerada un área de conocimiento de suma importancia para la humanidad, debido al potencial que presenta para en beneficio de la salud, a través de tratamientos médicos y sistemas de suministros de fármacos. Algunos autores consideran como paso crucial el proceso de desarrollo de nuevos medicamentos y dispositivos aplicados en la salud. Asimismo, se considera valioso el aporte de la ciencia y la tecnología en la elaboración de nanopartículas, debido a la versatilidad en su formulación, las propiedades de liberación sostenida, el tamaño subcelular y la biocompatibilidad con tejidos y células. Finalmente, la dinámica social ha transformado las actividades humanas y con ello se evidencia la aparición de enfermedades y el acelerado crecimiento de patologías cada vez más complejas, por ende es necesario el desarrollo de la ciencia y la tecnología a partir del impulso de nuevos tratamientos médicos y la creación de nuevos fármacos, esto puede ser posible apoyados en la nanotecnología como una alternativa más efectiva que permita crear condiciones de vida más sanas. Referencias Álvarez-Lemus, M. y López-Goerne, T. (2012). 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