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Apuntes-de-politica-38 (1)

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Ciudad de México, 1 de marzo de 2023
Es común escuchar que todo 
proyecto educativo está sobrepuesto 
a un piso ideológico. La forma 
categórica que toma tal afirmación 
deja pocas oportunidades para 
sostener lo contrario. No obstante, 
frente a los cambios curriculares 
y los nuevos libros de texto que se 
pondrán en marcha próximamente, 
resulta oportuno discurrir sobre 
el alcance de tal determinismo. 
Estas líneas tienen por propósito 
nutrir la discusión sobre la relación 
entre educación escolar e intención 
ideológica en el marco de la Nueva 
Escuela Mexicana (NEM).
Ideología y educación en la Nueva Escuela Mexicana: lo ineludible y lo 
inadmisible
Apunte de política N° 38
1. Ideología: versión acotada y amplia
EN UN MINUTO
Irma Villalpando 1
Pluma invitada
El director de materiales educativos de la Secretaría de Educación Pública 
(SEP) ha sostenido públicamente que la nueva familia de Libros de Texto 
Gratuitos (LTG) surge en el seno del proyecto político del gobierno actual. 
Considera que la escuela actual construye personas individualistas 
útiles al mercado, pero desligadas de su comunidad. En esta premisa el 
funcionario instala la crítica a la ideología neoliberal y, en consecuencia, 
emprende (argumentativamente) su sustitución por una ideología de 
carácter comunitario. 
La NEM propone transformar la realidad educativa actual, entre otras 
cosas, para que no sea un individuo sino la comunidad quien ocupe un 
lugar central. La intención es erradicar prácticas escolares que trasmitan 
mensajes de competencia individual y en su lugar enraizar la idea de 
fortalecer la vida colectiva y el sentido comunitario. 
Siguiendo esta lógica discursiva, tenemos, por una parte, la actual 
acción educativa dirigida a la construcción de sujetos individuales 
(neoliberalismo), y por la otra, la construcción de lazos comunitarios por 
parte de la NEM. Ideología individualista versus ideología comunitaria. 
Lo peculiar del tema es que, para descalificarse mutuamente, ambos 
bandos (quienes defienden los LTG actuales como los creadores de 
los nuevos) se acusan de ideológicos. Eagleton (1997) escribió que la 
ideología es como la halitosis, muy fácil detectarla en el otro, pero difícil 
en uno mismo. 
El discurso público (prensa, redes sociales y algunos especialistas), en 
un contexto de denostación, han adjetivado de "ideológica" a la NEM y a 
los nuevos LTG. El mensaje entre líneas es: “nosotros vemos las cosas 
tal como son, pero ustedes las ven bajo un armazón ideológico”. La idea 
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1. Ideología: versión acotada y amplia
1
EN ESTE APUNTE
3. Reflexiones finales
3
4. Referencias
4
2. Lo ideológico y lo no ideológico en 
la escuela
2
“ver las cosas tal como son” apela a un sentido de realidad externa 
al sujeto, "las cosas son como son y nosotros (en ocasiones con 
evidencia) las observamos tal cual", es decir, de manera objetiva. 
Postura realista. Aquí hay un debate epistemológico de mayor 
calado al cual no es posible abordar en el propósito de este escrito. 
Solo debo apuntar que considerar la realidad tal cual y explicarla 
es la intención del método científico. La ciencia es ciencia porque 
es fiable, replicable comprobable o cuestionable, pero de forma 
rigurosa y objetiva. Su método es garante de confiabilidad y 
tiene por pretensión la búsqueda de la verdad. Su carácter es 
epistemológico, no político. 
Por otra parte, los defensores de la NEM y los nuevos LTG usan el 
término "ideológico" para describir el encubrimiento o distorsión 
de la realidad por parte de los grupos dominantes en aras de 
favorecer sus intereses. Según esta postura, todo ocurre como 
efecto de diversas prácticas sociales cuyos procedimientos 
vehiculan (explícita o implícitamente) creencias y valores de 
los grupos en el poder. En esta idea, el proyecto emancipador 
(liberador) es hacer conscientes los mecanismos que urden el 
engaño y, en consecuencia, acceder a las ideas que, según esta 
postura ideológica, son justas y verdaderas. Estas premisas 
corresponden a la postura educativa de Paulo Freire, pensador 
brasileño de formación marxista. 
La pedagogía ha tenido en el marco interpretativo del marxismo 
una de sus más interesantes y fecundas lecturas. Pensadores 
como Henry Giroux, Peter McLaren o Michael Apple han dado 
importantes aportaciones en este campo de estudio denominado 
Pedagogía crítica. El marco analítico desde donde se interpela lo 
educativo se entrama en las relaciones de los hombres entre sí y 
las redes de poder que los implican. Esta mirada es de carácter 
sociopolítico. 
Tanto el neoliberalismo como la postura de la pedagogía crítica son 
dominios de inteligibilidad bien diferenciados, pero ambos tienen 
en común ser campos discursivos desde donde se interpreta 
la realidad social. Para efectos de este escrito, clasificaremos 
provisionalmente estas dos posiciones como posturas ideológicas 
de versión acotada. 
En contraste, una versión amplia considera que todo pensamiento 
es ideológico en tanto está constituido por una producción de 
significados, creencias y valores sobre el mundo (Eagleton, 1997: 
20). En este marco se escucha con frecuencia tanto por políticos 
como por algunos especialistas la frase: “todo proyecto educativo 
es por definición ideológico”. La amplitud de esta sentencia es su 
principal limitante. Veamos, por ejemplo, qué de ideológico tiene 
el siguiente enunciado: “En nuestra especie desde el nacimiento 
y durante la primera infancia existe una dependencia casi total de 
los niños con los adultos”.
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Igualar todo el pensamiento a una ideología conlleva 
deshabilitar el espacio del entendimiento humano 
fuera de ese reducto. Una verdadera dificultad. La 
totalización que opera en esta sentencia deja sin 
oportunidad creativa al acto educativo por excelencia. 
La escuela debe ser la posibilidad del hacer crecer el 
pensamiento autónomo, libre de dogmas y prejuicios, 
con posibilidades de creación y criticidad. 
Uno de los objetivos que sigue la educación escolar 
es el desarrollo de pensamiento crítico en sus 
estudiantes, entendido como la habilidad de pensar 
de manera sistemática, reflexiva y analítica. Decir que 
todo proyecto educativo es ideológico es antitético a 
la idea de formar estudiantes críticos. La crítica es, por 
el contrario, el lugar de la duda y del cuestionamiento 
de la información que se recibe y de los discursos que 
nos interpelan. 
Por otra parte, hay en los procedimientos escolares 
una infinidad de prácticas que quedan fuera de los 
marcos ideológicos. ¿Qué tiene de ideológico decir 
que es mejor que los niños de preescolar dibujen 
con crayones en lugar de con lápices de madera, o 
afirmar que el huerto escolar debe regarse tres veces 
por semana? O, también, ¿el aprendizaje del ciclo del 
carbono o la función de las mitocondrias en la célula? 
En este apartado ofreceré algunos ejemplos de lo que 
considero que sí y no es ideológico en educación. Mi 
intención es señalar que lo importante y quizá útil es 
tanto detectar dónde y cómo funcionan los contenidos 
ideológicos, como entender por qué algunos aspectos 
siendo no ideológicos son ideologizados.
Acomodar a los niños en el salón de clases no es 
ideológico si el ordenamiento es por estaturas para 
asegurar la visibilidad de cada uno al pizarrón, pero 
sí lo es si se agrupan en términos de su sexo, de su 
conducta o de su tono de piel. ¿Qué es lo que hace la 
diferencia entre uno y otro? Que el primero se ajusta a 
una causa operativa real (como en los ejemplos previos 
de los crayones, el huerto, el ciclo del carbono o la 
célula) y el segundo tiene el sesgo de la interpretación 
humana. 
Extendiendo el primer ejemplo de la dependencia de 
2. Lo ideológico y lo no 
ideológico en la escuela
los menores con el mundo adulto, una transformación 
del enunciado a la forma ideológica sería: “en la niñezestá la semilla del éxito del adulto”. Es ideológica 
porque el término “éxito” es una construcción social 
proveniente de una visión instrumental y tecnocrática 
del mundo mientras que hablar de que los niños muy 
pequeños dependen enteramente de sus padres es 
simplemente un hecho observable, un rasgo adherido 
a la naturaleza de nuestra especie.
Cuando se habla de didáctica de las matemáticas se 
hace referencia a un campo de estudio de especialidad 
donde se tienen supuestos y premisas sobre las 
secuencias de aprendizaje y las formas de construir 
los conocimientos en este dominio. La matemática es 
un sistema lógico y formal para operar con la realidad 
a través del lenguaje simbólico de los números y 
las formas. En este sentido, no tiene carga alguna 
de creencias, valores o significados ideológicos. 
No obstante, si hablamos que el aprendizaje de las 
matemáticas debe ser prioritariamente utilizado para 
la comprensión de los problemas de injusticia social, 
entonces, estamos haciendo un uso ideológico de las 
matemáticas. Al mismo tiempo desechamos el valor 
intrínseco propio de las matemáticas como un dominio 
de conocimiento per se.
En contraparte, un área de estudio con enorme 
carga ideológica es la Historia. En tanto narrativa y 
recuperación del pasado, esta materia está ataviada 
de prejuicios y preconcepciones para la interpretación 
de los hechos. Juan de Mairena (citado por González, 
1999: p. 72) comenta que “Lo pasado es materia de 
infinita plasticidad, apta para recibir las más variadas 
formas”. Lo más objetivo en la Historia son las fechas 
de los sucesos porque toda narrativa ulterior será 
escrita desde un lugar social determinado y, por tanto, 
con muy pocas posibilidades de hacer una lectura 
aséptica o neutra de lo vivido. 
Para contrarrestar la influencia ideológica del 
currículo, una posible alternativa es el desarrollo 
del pensamiento crítico, cuyo objetivo es promover 
en los estudiantes habilidades cognitivas para que 
jerarquicen la información que reciben, aprendan 
a contrastarla y a evaluarla e identificar lo implícito 
(a veces oculto) de las afirmaciones o argumentos 
(Cottrell, 2005). 
En contraste, la NEM ofrece la siguiente definición de 
pensamiento crítico:
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 - El pensamiento crítico es la capacidad que 
desarrollan niñas, niños y adolescentes para 
interrogar al mundo y oponerse a la injusticia, 
la desigualdad, el racismo, el machismo, la 
homofobia y todas aquellas formas que excluyen 
o invisibilizan a las personas y que pasan 
inadvertidas por considerarse "normales" pero 
que en la realidad son construcciones históricas 
que se generaron a partir de diversas formas de 
explotación, control del trabajo y relaciones de 
género (DOF; 2022, p. 97).
Esta definición mandata el contenido del pensamiento 
crítico, por tanto, no es pensamiento crítico. La carga 
ideológica que se observa proviene de la idea de que 
el mundo es injusto y, por tanto, debemos oponernos 
a él. Decir que es ideológico no significa que sea falso, 
porque en efecto, el mundo es injusto. Es ideológico 
porque es prescriptivo al imponer lo que debe hacer 
el estudiante: "oponerse". También es indicativo, 
al determinar los temas a los que debe oponerse: 
"discriminación" "machismo", entre otros. En suma, 
es ideológico porque constriñe las posibilidades de 
pensar autónomamente y ordena una sola forma de 
ejercer la crítica. 
A estas alturas nadie podría negar que es urgente 
construir una sociedad más justa, menos desigual y 
con mayor cohesión social. Sin embargo, no es en la 
escuela donde está la solución a estas tareas sociales; 
en todo caso, el trayecto educativo sería la posibilidad 
para que las niñas, niños y jóvenes adquieran 
conocimientos y habilidades para desarrollarse 
socialmente con mayores herramientas y con ello 
puedan decidir -sin contenido dictado- la forma en la 
que contribuirán a solucionar los grandes problemas 
nacionales y mundiales.
3. Reflexiones finales
La escuela es una convención social, una tecnología 
que inventó la modernidad para el desarrollo de las 
niñas y niños en aras de construir una mejor sociedad. 
Colocar a la infancia en el trayecto escolar desde muy 
temprana edad tiene por intención intervenir en su 
desarrollo natural bajo el ideal formativo de construir 
mejores personas, con posibilidades de ampliar sus 
capacidades individuales en armonía con la vida 
colectiva. En palabras de Rousseau: formar al hombre 
y al ciudadano. 
El aparato escolar está imbuido de significados, 
premisas e intenciones de carácter sociocultural. 
Sus propósitos están anclados a una compleja y tensa 
red discursiva de las sociedades actuales; no hay 
proyecto educativo sin jerarquía de valores insertos 
en una dinámica compleja e inestable. Visto así el 
diseño de lo escolar se encuentra en el camino de la 
construcción ideológica. Por ello, no ha existido ni 
existirá reforma educativa sin ideología -en sentido 
amplio del término-; ni currículos ni libros de texto 
que se escapen a la lectura de la realidad desde una 
posición histórica y social determinada.
La impronta ideológica en educación es inadmisible 
cuando intereses de grupo modifican contenidos 
curriculares para instalar en los estudiantes 
prescripciones políticas (versión acotada de ideología). 
Toda ideología de interés partidista o del gobierno en 
turno conllevan el debilitamiento del acto educativo 
y la estrechez del ideal formativo. Los docentes, 
principalmente de educación básica, deben asumir 
la tarea de no imponer formas de pensar únicas, sino 
ayudar a desarrollar en sus estudiantes aprendizajes y 
habilidades para que gradualmente alcancen procesos 
de autonomía intelectual. 
Contrariamente a la intención de la NEM (en su lectura 
particular de Freire), de supuestamente liberar a los 
estudiantes a través de la concientización política, 
sugiero leer a Todorov (1999), quien afirma que el 
requisito para emanciparse de las imposiciones 
externas es la mente ilustrada. El trayecto escolar 
debe ser camino y fin para que cada alumno elija 
libremente y sin ataduras su vínculo con el mundo. ¿O 
ustedes qué opinan?
Cómo citar este documento
Villalpando, I. (2023). Ideología y educación en la Nueva 
Escuela Mexicana: lo ineludible y lo inadmisible. Faro 
Educativo, Apunte de política N° 38. Departamento 
de Educación Universidad Iberoamericana Ciudad de 
México.
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Referencias
Cottrell, S. (2005). Critical Thinking Skills. New York, MacMillan.
Diario Oficial de la Federación (Acuerdo 14/08/22) por el 
que se establece el Plan de Estudio para la educación 
preescolar, primaria y secundaria. Recuperado el 10 de 
mayo del 2023 en: https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.
php?codigo=5661845&fecha=19%2F08%2F2022
Eagleton, T. (1997), Ideología, Buenos Aires, Paidós.
Secretaría de Educación Pública (2023, versión preliminar). 
Libro de texto de primer grado. Proyectos de Aula.
Todorov, T. (2017). El espíritu de la ilustración. Madrid, Galaxia 
Gutenberg. 
Notas
 1 Irma Villalpando es Doctora 
en Pedagogía, docente e 
investigadora de la Facultad de 
Estudios Superiores Acatlán. 
 2 Conferencia de prensa matutina 
“la mañanera”, 26 de abril,2022. 
 3 Es de llamar la atención que, en 
las instrucciones de todas las 
actividades, los nuevos LTG tienen 
la cansina instrucción de que el 
estudiante tenga en mente a la 
comunidad o al grupo de aula cuando 
realiza actividades. Por ejemplo: “De 
manera individual, pero sin olvidar 
que eres parte de la comunidad, 
observa la siguiente (…)”. (Versión 
preliminar de LTG de primer grado, 
Proyectos de Aula, p 8).

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