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Prótesis de la memoria / CIENCIORAMA 1 Prótesis de la memoria Adriana Pliego Memoria de pescado La doctora Brenda Milner observaba cuidadosamente cómo su paciente H. M. trazaba sin dificultad, en comparación con los días anteriores, la estrella que estaba reflejada en el espejo del aparato parecido a una cámara lúcida, que permitía evaluar la capacidad de dibujar de sus pacientes. Has mejorado bastante H –opinó Milner–. No sé a qué se refiere, jamás había hecho esto antes –contestó H–. El famoso paciente Henry Molaison, mejor conocido como H. M., después de ser golpeado por una bicicleta, era víctima de fuertes convulsiones desde los siete años. Para controlar su severa y limitante epilepsia, le Prótesis de la memoria / CIENCIORAMA 2 extrajeron quirúrgicamente el hipocampo, la amígdala, la corteza entorrinal y otras estructuras circundantes, en ambos lados del cerebro. La cirugía logró frenar la epilepsia, pero después de ésta, H. M. era incapaz de retener nuevos recuerdos. Aunque recordaba perfectamente su trabajo y eventos de su infancia y era capaz de mantener una conversación sin dificultades, si le pedían que dijera una secuencia numérica sencilla como 42421 durante algunos minutos, la olvidaba con tan sólo una pequeña distracción. Después de la cirugía tampoco recordaba a las personas que le presentaban, incluso si las presentaciones se repetían varias veces. Por otra parte, aunque su mente no recordaba que sabía dibujar, podía trazar la figura de la estrella como si sus dedos supieran que ya había realizado la tarea antes. El desempeño de H. M. al trazar la estrella hizo suponer que no toda su memoria estaba afectada de igual manera. Se pueden distinguir al menos dos tipos de memoria: la cognitiva y la activa o motora. Los psicólogos los identifican como memoria explícita, referente a información sobre lugares, gente y objetos, e implícita, a la que recurrimos de manera inconsciente para ejecutar tareas motoras aprendidas anteriormente, como dibujar. La memoria explícita puede dividirse a su vez en episódica y semántica. La primera se refiere a eventos y experiencias individuales como un cumpleaños, una graduación, una separación dolorosa, etc., y la semántica constituye información sobre hechos que aprendemos en la escuela o mediante la lectura, como las capitales del mundo. A diferencia de la memoria explícita, la búsqueda de los recuerdos que activan la memoria implícita no se realiza de manera consciente. Esta memoria se construye poco a poco repitiendo una y otra vez la tarea que se desea aprender; su contenido no son ideas sino acciones. Las regiones cerebrales donde se forma y contiene la memoria implícita son principalmente el cerebelo y el cuerpo estriado, también asociadas al aprendizaje por condicionamiento. Prótesis de la memoria / CIENCIORAMA 3 Los hacedores de recuerdos El caso del paciente H. M. fue estudiado hasta después de su muerte en 2008 (vivió 82 años) en la Universidad de San Diego, donde se conserva su cerebro para estudios microscópicos y de mapeo de las diferentes áreas afectadas. Sin embargo, no era posible esperar a que se diera otro caso tan particular como el suyo para determinar la función de estas estructuras cerebrales en la formación de la memoria. Por esta razón, Mortimer Mishkin y Larry Squire provocaron en 1978 una lesión similar a la de H. M. en monos a los que entrenaron previamente para seleccionar un objeto que posteriormente debían elegir entre otro par de objetos de diferente color, forma y textura. Después de la cirugía, encontraron que los monos a los que se les retiraron el hipocampo y la amígdala acertaron en la selección del objeto en un 60% de las veces, en comparación con aquellos a los que se les extrajo o el hipocampo o la amígdala de manera independiente, los cuáles acertaron el 91% de las ocasiones (figura 1). Figura 1. Estructuras donde reside la memoria implícita: el cerebelo y el cuerpo estriado. La memoria explícita reside en el hipocampo, en la amígdala, en la corteza entorrinal y en los lóbulos frontal, parietal, temporal, y occipital. Prótesis de la memoria / CIENCIORAMA 4 En 1978 al paciente R. B. se le diagnosticó amnesia después de un infarto cerebral del que no sobrevivió por mucho tiempo. Al estudiar su cerebro post-mortem se descubrió que el daño se restringía a la región CA1 de la capa porlimórfica del hipocampo, llamada así por la variedad de formas que poseen las neuronas de esta región y las de las regiones CA2 y CA3. Esto demostró que lesionar únicamente el hipocampo es suficiente para ocasionar daños importantes en la retención de los recuerdos. La designación CA para las regiones del hipocampo proviene de Cornu Ammonis o Cuerno del dios Amón, por su similitud anatómica con la mítica prolongación ósea. El flujo de información en este órgano es unidireccional y viaja de la capa CA3 a la CA1 (figura 2). Figura 2. Flujo de actividad neuronal en el hipocampo. 1 Región CA3, 2 región CA1, Las flechas indican el trayecto de la información. Como resultado de la experimentación, hoy sabemos que la memoria explícita se elabora en la corteza prefrontal, la límbica y el conjunto parieto-occipital-temporal para después viajar a la corteza entorrinal, localizada en el lóbulo temporal (figura 1). Esta corteza funciona como la principal puerta de entrada y de salida de la información multimodal (visual, auditiva y somática) al hipocampo. Prótesis de la memoria / CIENCIORAMA 5 El hecho de que los pacientes con amnesia, como H. M. y R. B., recordaran su infancia, aspectos particulares de su vida e información factual (memoria semántica) adquirida antes de sufrir la lesión en el hipocampo, sugiere que éste funciona como una estación temporal de almacenamiento antes de que la experiencia se consolide como recuerdo y se incorpore a la memoria a largo plazo. Cuatro procesos inolvidables El procesamiento de la información que conforma los recuerdos se resume en cuatro acciones principales. Primero la información debe ser codificada, es decir, transformada al código del sistema nervioso constituido por señales eléctricas y químicas. Para que una memoria persista y adquiera presencia, la información entrante debe ser codificada adecuadamente. Lo anterior es posible la mayoría de las veces, si enfocamos nuestra atención en aquello que deseamos recordar y lo asociamos con algo que ya conocemos completamente. A esto le sigue la consolidación del recuerdo. Este proceso otorga estabilidad a la información y la prepara para convertirla en memoria a largo plazo. Esto implica cambios en la expresión genética y por lo tanto síntesis de nuevas proteínas en las células. El proceso continúa con el almacenamiento del recuerdo, que puede permanecer atesorado durante un largo periodo, hasta que requiere ser recuperado de donde se rescata la información almacenada y volverse susceptible de sufrir distorsiones. Supongamos que un día eres testigo de un fuerte accidente vial. En ese momento al recuerdo de lo presenciado lo codifica el sistema nervioso. Como es un recuerdo impactante queda consolidado en tu memoria. Pocos días después, les cuentas a tu familia y amigos lo que te ocurrió. El relato sufre cada vez más cambios sutiles. Años más tarde, algo detona el recuerdo del accidente y al volver a contarlo incluso la información importante se altera. ¿Te ha pasado? Prótesis de la memoria / CIENCIORAMA 6 El temido TCE El traumatismo craneoencefálico (TCE) es una disfunción ocasionada por un golpe en la cabeza u otra parte del cuerpo cuyo impacto se transmite al cerebro. También puede ocasionarlo una sacudida fuerte o un objeto que penetre el cráneo, como una bala o un fragmento de hueso. En Estados Unidos, desde el año 2000, se han cuantificado más de 270,000 soldados con este diagnóstico y que no mejoran con ningún tratamiento disponible. Como dependen de sus familiares para realizar sus actividades diarias, la enfermedad termina afectando en total a cerca de 1.7 millones de ciudadanos estadounidenses. En México el TCE es la tercera causa de muerte y se presenta más frecuentemente en hombres de entre 15 a 45 años, lo cual provoca al Estado un gasto directo anual de ¡4.5 billones de pesos! Los efectos van desde sensación de desorientación hasta el estado de coma. Frecuentemente se afecta la capacidad de retener las memorias formadas inmediatamente antes de la lesión y disminuye la retención de todo lo ocurrido después de ésta. Un dispositivo que hace recordar a una rata La memoria es parecida a una máquina de búsqueda; para codificar coloca una etiqueta a los recuerdos y para recuperar realiza una búsqueda efectiva de estas etiquetas. Durante 35 años el ingeniero biomédico y neurocientífico Theodore Berger y su equipo de investigación de la Universidad del Sur de California, han estudiado al hipocampo y su participación en la formación y tratamiento de los recuerdos. Estos investigadores encontraron las señales eléctricas que corresponden al etiquetado y búsqueda del recuerdo. Para replicar su funcionamiento registraron de manera simultánea la actividad neural de múltiples regiones del hipocampo y desarrollaron funciones matemáticas con las que se simula su comportamiento. Después, los datos de estas señales provenientes de las etapas de adquisición y procesamiento de la información se incorporaron a un microchip. En 2011 Berger y Samuel Prótesis de la memoria / CIENCIORAMA 7 Deadwyler de la Universidad de Wake Forest, construyeron un dispositivo que adquiere las señales eléctricas del hipocampo para después tratarlas con un algoritmo que las decodifica y las reproduce como señales neuronales enviadas de un extremo del hipocampo al otro. Al modelo matemático que identifica si las señales neuronales son robustas (es decir, de si corresponden a un recuerdo sólido) o débiles (cuando son de algo que casi se olvida) se le llamó MIMO (Multi-entrada, Multi-salida, por sus siglas en inglés). Con esta información se construyó un dispositivo llamado prótesis de la memoria que es un circuito cerrado bidireccional; es decir, que registra señales cerebrales para posteriormente inyectar señales similares directamente en la región cortical del hipocampo. El primer prototipo de 16 electrodos (figura 3) se probó en ratas entrenadas para oprimir dos palancas, una después de la otra, sin un orden específico. Figura 3. La prótesis de la memoria con 16 electrodos registra y estimula las regiones CA1 y CA3. Prótesis de la memoria / CIENCIORAMA 8 El experimento sucede así: primero la rata baja una de las palancas de la jaula; posteriormente se acerca a un orificio que se ilumina; la rata introduce su nariz en el orificio hasta que la luz se apaga como previamente lo aprendió; la luz se mantiene encendida durante un periodo determinado aleatoriamente de entre 1 a 30 segundos; al apagarse la luz, la rata debe recordar cuál de las dos palancas fue presionada y dirigirse directamente a la que falta por presionar. Si esto no sucede y la rata explora la palanca que ya había sido bajada, significa que olvidó cuál de las dos presionó al iniciar el experimento. Al activar la prótesis, un grupo de electrodos registraba la actividad en la capa CA3 del hipocampo y el otro registraba la de la capa CA1. Estas dos estructuras se activan en conjunto para formar los recuerdos a largo plazo. Sin embargo, la región CA3 mostró mayor actividad cuando la rata sabía cuál de las palancas debía presionar (señal robusta) y la CA1 se activó cuando la rata no estaba segura de cuál de las palancas había presionado (figura 4). Después de cientos de repeticiones, Deadwyler y Robert E. Hampson, también de Wake Forest, notaron que la activación en las regiones CA3 y CA1 sucedía en patrones específicos. Ellos los interpretaron como la codificación del recuerdo y los estudiaron tan cuidadosamente que podían determinar cuándo la rata iba a cometer un error (señal débil), pues la codificación era distinta. Prótesis de la memoria / CIENCIORAMA 9 Figura 4. En el experimento las ratas deben recordar cuál de las palancas está presionada y dirigirse después de un tiempo a la otra palanca. Si lo hacen directamente significa que recuerdan cuál de las palancas presionaron, si dan vueltas en la jaula o se acercan a la palanca presionada, significa que lo han olvidado. El MIMO predecía la actividad de CA1 basándose en la actividad inicial registrada por CA3 con un 90% de acierto. Cuando la rata no recordaba cuál palanca había presionado, la señal en CA3 era débil y en consecuencia la señal en CA1 cambiaba. Entonces los investigadores se preguntaron si era posible sustituir la señal débil por una robusta. Realizarlo implicaba procesar la información obtenida en CA3 a altísima velocidad para determinar CA1 adecuadamente. Después se inyectaría este patrón mediante estimulación eléctrica en la región CA1 del hipocampo. Este experimento representa el primer paso hacia el restablecimiento artificial de un recuerdo, la primera prótesis de la memoria. Prótesis de la memoria / CIENCIORAMA 10 Resultó que con el dispositivo apagado las ratas acertaron 80% de las veces, pero cuando se inyectó la señal robusta antes de que la rata se dirigiera a alguna de las palancas, la tasa de acierto aumentó en un 95%. También probaron la actividad contraria, al inyectar una señal débil en CA1 para reforzar esta señal e interferir con el recuerdo, aun cuando se tenía una señal robusta en CA3. Lo anterior provocó que los aciertos disminuyeran un 75%. Finalmente, Deadwyler, Hampson y Berger probaron el dispositivo en ratas que nunca habían realizado el experimento. Éstas tuvieron un 60% de aciertos con el dispositivo apagado y un 80% con él prendido; lo cual significa que una rata con la prótesis encendida y sin entrenamiento es igual de buena en desempeñar la tarea que la entrenada previamente. La prótesis en primates El cerebro de las ratas es diferente al de los primates. En particular el hipocampo de los primates presenta una cubierta más gruesa que la de los roedores, lo cual dificulta la inserción de los electrodos. Aun así, después de dos años de pruebas, el fisiólogo Greg Gerhardt de la Universidad de Kentucky junto con Deadwyler y Hamspon lograron desarrollar y probar la prótesis en monos macacos. La tarea experimental consistió en mostrar al primate en la pantalla de una computadora figuras de flores, edificios, animales o humanos. Después aparecían imágenes diferentes a las anteriores como distracción, durante 10 a 90s. Finalmente se desplegaba la imagen original junto con otras ocho en espacios distintos de la pantalla. La tarea obligaba a los monos a recordar durante un lapso breve una figura presentada en la primera pantalla, para después de mostrarles las figuras de distracción que seleccionaran la primera figura en la última pantalla. Utilizando el MIMO de Berger, una vez más fue posible predecir la actividad de CA1 basándose en la información recolectada en CA3. Los investigadores sabían cuándo el macaco cometería un error (señal débil) y cuándo acertaría (señal fuerte), Prótesis de la memoria / CIENCIORAMA 11 al igual que con las ratas. Además, no únicamente se probó que la codificación correspondía al recuerdo de la imagen retenida sino también al espacio en la pantalla en el que aparecía la figura correcta. Con el fin de acelerar las pruebas experimentales y comenzar a probar la prótesis en veteranos de guerra, la DARPA ha aportado ya $37.5 millones de dólares al financiamiento de este proyecto. Esta agencia espera que culminen las evaluaciones en humanos entan sólo cuatro años. Otras enfermedades cuyo tratamiento puede verse beneficiado por la prótesis de la memoria son esquizofrenia, amnesia y demencia. Por la capacidad en bits y la velocidad de procesamiento necesarios para que la prótesis de la memoria tenga éxito, el proyecto RAM (Restauración activa de la memoria, por sus siglas en inglés) también impulsa la investigación de modelos de multi-escalamiento computacional, es decir, de procesadores que ejecutan varias acciones al mismo tiempo, a diferencia de los actuales que sólo son capaces de ejecutar una por ciclo de funcionamiento. Por otro lado, esta invención ha despertado el interés de los especialistas en ética, sociólogos y abogados, ya que si fuera posible insertar un recuerdo humano artificialmente, se estaría interviniendo directamente en la identidad del individuo. Referencias electrónicas http://spectrum.ieee.org/biomedical/bionics/darpa-project-starts-building-human-memory- prosthetics http://www.darpa.mil/program/restoring-active-memory http://www.hexapolis.com/2014/09/14/memory-prosthetics-that-can-reverse-memory-loss- no-longer-a-distant-dream/ http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/traumatic-brain-injury/basics/definition/con- 20029302 http://www.polytrauma.va.gov/understanding-tbi/ Referencias bibliográficas http://spectrum.ieee.org/biomedical/bionics/darpa-project-starts-building-human-memory-prosthetics http://spectrum.ieee.org/biomedical/bionics/darpa-project-starts-building-human-memory-prosthetics http://www.darpa.mil/program/restoring-active-memory http://www.hexapolis.com/2014/09/14/memory-prosthetics-that-can-reverse-memory-loss-no-longer-a-distant-dream/ http://www.hexapolis.com/2014/09/14/memory-prosthetics-that-can-reverse-memory-loss-no-longer-a-distant-dream/ http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/traumatic-brain-injury/basics/definition/con-20029302 http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/traumatic-brain-injury/basics/definition/con-20029302 Prótesis de la memoria / CIENCIORAMA 12 Kandel E. 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A., “Distributed encoding of spatial and object categories in primate hippocampal microcircuits”, Frontiers in Neuroscience, octubre 2015, volumen 9, artículo 317. Xu H. J., Weltman A., Hsiao M-C., Scholten K., Meng E., Berger T.W., Song D., “Design of a Flexible Parylene-based Multi-electrode Array for Multi-region Recording from the Rat Hippocampus”, Conf. Proc. IEEE Eng Med Biol Soc., 2015 agosto; 2015:7139-42. Song D., Robinson B.S. Hampson R.E., Marmarelis V.Z., Deadwyler S.A., Berger T.W., “Sparse Generalized Volterra Model of Human Hippocampal Spike Train Transformation for Memory Prostheses”, 2015 37th Annual International Conference of the IEEE Engineering in Medicine and Biology Society (EMBC).
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