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HISTORIA Y CIVILIZACIÓN 
Apuntes sobre la censura durante el franquismo 
Por Pedro JIMÉNEZ 
Universidad de Mons 
"Todo individuo tiene derecho a la liber-
tad de opinión y de expresión; este dere-
cho incluye el de no ser molestado a 
causa de sus opiniones, el de investigar y 
recibir informaciones y opiniones, y el 
de difundirlas, sin limitación de fronte-
ras, por cualquier medio de expresión." 
(Declaración Universal de Derechos Hu-
manos, art. 191. 
1. La censura se siente como una himil lación, como una falta de respeto a la 
población adulta, que se encuentra infantilizada, considerada menor de edad. Es un abuso de 
autoridad, inaceptable en una sociedad civilizada, ya que atenta contra el derecho a la 
libertad de expresión y, por lo tanto, es un obstáculo para la convivencia pacífica. En 
general, suele ser utilizada por una fracción de la población para dominar a la totalidad 
imponiendo una determinada ideología. 
El ejercicio prolongado de la censura provoca la autocensura, la castración intelectual y 
destruye potenciales vocaciones, al mismo tiempo que priva a los ciudadanos de los 
elementos necesarios para su formación cultural. 
2. Dando por supuesto que la censura no es un fenómeno pecul¡ármente español sino 
que ha existido en todas las épocas y, en mayor o menor grado, en todos los países como 
mecanismo de defensa de la clase dirigente para permanecer en el Poder, aquí nos limitare­
mos a comentar los estragos que ha ocasionado durante los últ imos cuarenta años en la 
cultura española. 
Nuestro país tiene, desgraciadamente, una larga tradición censorial que remonta a la 
época de los Reyes Católicos 1 y que se ha mantenido, con breves paréntesis, hasta 
nuestros días. La Iglesia y el Estado, formando un solo cuerpo, han intentado a lo largo de 
más de cuatrocientos años uniformizar polít ica, religiosa y culturalmente al país por la 
BOLETÍN AEPE Nº17, OCTUBRE 1977. Pedro JIMÉNEZ. APUNTES SOBRE LA CENSURA DURANTE EL FRANQUISMO
violencia y el terror. Pero han fracasado, y una corriente liberal —en su sentido más noble, de 
respeto del pluralismo ideológico— que empezó a organizarse el siglo pasado y en la que se 
entronca la Institución Libre de Enseñanza2 y la breve experiencia de la II República, va 
ganando adeptos y neutralizando la agresividad y la intransigencia que ha caracterizado a 
buena parte de nuestros conciudadanos. 
La censura no se puede considerar aisladamente, sino integrada en un sistema represivo 
que, en el caso de la España franquista, tenía como finalidad la aniquilación total de toda la 
obra cultural creada durante la II República, y velar por la pureza ideológica del nuevo 
Estado total i tario. Con la Ley de Prensa de 1938 —que "con carácter provisional" ha estado 
vigente hasta 1966— quedaba bajo control gubernativo todo t ipo de publicaciones, así como 
cualquier otra manifestación cultural (conferencias, películas, obras de teatro, etc.); y una 
larga serie de escritores —catalogados como antifranquistas o simplemente indiferentes al 
"Movimiento Nacional"— no podían mencionarse en los órganos informativos 3 . La 
censura se ejercía desde la Delegación Nacional de Propaganda "que intervendría en los 
planes editoriales que todos los editores deben enviar, cuidando, fundamentalmente, de tres 
aspectos: ortodoxia, moral y rigor po l í t i co" . En este control oficial colaboraba activamente 
la jerarquía eclesiástica que, además, se ocupaba de la ortodoxia en la enseñanza a todos los 
niveles. 
Durante ese largo período de posguerra se exigía la presentación a censura de todo lo 
que se pensara publicar o representar y, por lo que se refiere a la Prensa, se daban, además, 
consignas para silenciar o exaltar ciertos acontecimientos y se enviaban a los diferentes 
órganos informativos textos oficiales "de inserción obligatoria". La actuación censora no se 
ejercía con un criterio claro y coherente sino de una manera arbitraria, sin normas jurídicas, 
y en función de la personalidad del autor, de la editorial, del periódico o... del estado de 
ánimo del funcionario censor. 
En 1966, con la promulgación de la Ley de Prensa e Imprenta, desapareció la censura 
previa y se mantuvo la consulta voluntaria y, para los libros, el depósito legal. Pero la nueva 
ley —llamada "ley Fraga"— disponía de un famoso artículo segundo 4, en el que se 
especificaban las limitaciones de la proclamada libertad de expresión, que se prestaba a todo 
t ipo de interpretaciones por parte de las autoridades; por ello, muchos escritores y periodis­
tas sometían sus obras a la consulta "voluntar ia" para evitar secuestros, multas y procesos. 
Con relación a la situación anterior esta ley supuso un progreso pero seguía manteniendo la 
ambigüedad y la arbitrariedad, dejando al criterio de las autoridades la interpretación del 
citado artículo 2. Resultado: un sinfín de secuestros, suspensiones y multas, como veremos 
más abajo. 
Por si faltaba algo, en agosto de 1975 se promulgó el decreto-ley de represión del 
terrorismo, que prevé sanciones para los que, a juicio de las autoridades, justif iquen o 
minimicen las acciones terroristas. Esta ley trajo consigo, entre otras cosas, un recrudeci­
miento de las medidas represivas, pero unos meses después fallecía Franco y con la 
instauración de la Monarquía empezaba un período de transición de la democracia en el que 
poco a poco se va normalizando la situación. 
Es incalculable el daño causado por la actuación de la censura en el desarrollo cultural 
de España durante estos últimos cuarenta años. Sería interminable la lista de películas, obras 
de teatro, obras literarias y otras manifestaciones culturales prohibidas durante dicho 
período, por lo que aquí nos limitaremos a comentar algunos casos. 
BOLETÍN AEPE Nº17, OCTUBRE 1977. Pedro JIMÉNEZ. APUNTES SOBRE LA CENSURA DURANTE EL FRANQUISMO
3. LA CENSURA L ITERARIA 
3 .1 . Novela 
Como el criterio censorial varía según una serie de factores (circunstancias, componen­
tes de la Junta de Censura, etc.), es frecuente el caso de obras que se prohiben y unos años 
después se permiten, o viceversa. Así, por ejemplo. La familia de Pascual Duarte, de Camilo 
José Cela, fue prohibida al aparecer la segunda edic ión 5 . La colmena, del mismo autor, fue 
prohibida en 1946, publicándose en Buenos Aires años después (Emecé, 1951), y Cela fue 
expulsado de la Asociación de la Prensa de Madrid. Afortunadamente, la prohibición de 
ambas obras no duró mucho. 
En otros casos la prohibición tuvo peores consecuencias. Manuel F. Abel lán 6 cita, 
entre otras, varias obras de Ana María Matute, Dolores Medio y Armando López Salinas que 
por impedimentos de la censura han quedado definitivamente inéditas. Igual suerte corrieron 
las Obras narrativas completas de Francisco Ayala, que la editorial Aguilar tuvo que desistir 
de publicar en la época de la censura previa 7 . 
Abundan los ejemplos de obras mutiladas que se presentan como "edición íntegra", así 
Volvoreta, de Wenceslao Fernández Flórez, con 30 líneas de menos en la colección Bibliote­
ca Básica Salvat 8; o de obras completas que no lo son absolutamente: por ejemplo, las de 
Vicente Blasco Ibáñez (Editorial Aguilar) aparecieron sin La araña negra9. Tanto en un 
caso como en otro se abusa de la buena fe del lector, dándole gato por liebre. 
A esta censura gubernativa hay que añadir la que ejercen las editoriales, que llegan a 
actuar como organismos parecensoriales. Manuel L. Abellán (art. cit.) cuenta el caso de Los 
enanos de Concha Alós, que fue rechazada por el director literario de Plaza y Janes; y 
Nosotros, los Rivero de Dolores Medio, que tuvo que sufrir algunas supresiones por 
indicación de la editorial. 
3.2. Teatro 
Aparte de autores completamente prohibidos hasta hace pocos meses, como Fernando 
Arrabal, uno de los dramaturgos más castigados por la censura es Alfonso Sastre. Su 
Escuadra hacia la muerte (1955) fue prohibida a la tercera representación por un oficio del 
estado mayor del Ejército y no se pudopublicar hasta once años después; La sangre y la 
ceniza (1965) ha estado prohibida hasta 1 9 7 6 1 0 ; y otras muchas obras que continúan 
inéditas hasta la fecha. 
El teatro de vanguardia 1 1 ha sufrido también las iras de la censura 1 2 , con un 
criterio diferente según se trate de representación o únicamente de publicación. De Manuel 
Martínez Mediero, por ejemplo, fueron prohibidas para la representación: Las planchadoras 
(1971); El mono peligroso (1971); El regreso de los escorpiones (1972) y Paraíso perdido 
(1973). 
3.3. Poesía 
Hasta 1960 no se pudieron publicar los poemas de Rafael Albert i , Federico García 
Lorca, Miguel Hernández y otros poetas que se habían declarado rotundamente republicanos 
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o antifascistas. Por otra parte, los que continuaron en España después de la guerra, como 
Gabriel Celaya o Blas de Otero, y que cultivaban la poesía social, tuvieron que elegir a veces 
entre el silencio o publicar en el extranjero. 
Como decíamos al hablar de la novela, con frecuencia se emplea abusivamente la 
denominación "Obras completas" o se deja creer al lector que así es, cuando en realidad se 
trata de una antología. Un ejemplo: en 1974 se publicó la Poesía de Pablo Neruda (Editorial 
Noguer, con la colaboración de la edit. Gredos, 2 vols., introducción de Luis Rosales). El 
lector podría pensar que se trata de toda la poesía de Neruda, ya que no se indica que sea 
una selección, pero enseguida se percata de que no es así: faltan las partes IV y V de Tercera 
residencia, las partes I I I , V , IX, X I y X I I del Canto general, e t c . 1 3 . 
4. LA CENSURA CINEMATOGRÁFICA 
El instrumento de control ideológico y moral que es la censura, se utiliza todavía con 
más severidad en este sector, por tratarse de un arte mayoritario. Se ejerce a través de la 
Junta de Censura, dependiente del Ministerio de Información y Turismo, e integrada por 
representantes de la Ig les ia 1 4 , el Ejército, el Movimiento y otros estamentos. En febrero 
de 1976 se suprimió la censura previa de los guiones, lo que supone un progreso pero no es 
suficiente ya que continúan las prohibiciones. 
Las consecuencias han sido catastróficas e irreparables para la producción cinematográ­
fica nacional así como para la formación cultural del español medio, que no podía permitirse 
el lujo de salir al extranjero. 
No se han estrenado en España muchas de las obras capitales del cine mundial (de 
Fellini, Pasolini, Godard, etc.) o han llegado con cortes, cambios de diálogos y otras 
mutilaciones. El caso más lamentable es el de Luis Buñuel, cuya película Viridiana (1961) ha 
estado prohibida hasta abril de 1977. 
Por todo ello, coincidimos en que "si echamos la vista atrás nos daremos cuenta de que 
la censura ha impedido, en buena medida, el desarrollo normalizado del cine español. Es 
más: le ha impedido adquirir una identidad propia. Cientos de proyectos abortados, las más 
importantes realizaciones mutiladas sin piedad. Una larga historia para una implacable 
Inqu is ic ión" 1 5 . 
5. LA PRENSA 
Las vicisitudes por las que ha pasado la Prensa son largas de contar, desde que en 1966 
se "suavizó" la censura: multas, suspensiones, expedientes, secuestros... y hasta la dinamita-
ción del periódico Madrid. Como botón de muestra, sirvan dos ejemplos: 
La revista índice, con buen sentido del humor, obsequia a los nuevos suscriptores con 
un número especial sobre " L o que nos prohibió la Censura en 20 años", número 298-300, 
noviembre-diciembre de 1971, donde se aprecia la evolución del criterio censorial. 
BOLETÍN AEPE Nº17, OCTUBRE 1977. Pedro JIMÉNEZ. APUNTES SOBRE LA CENSURA DURANTE EL FRANQUISMO
Otra revista. Sábado Gráfico, en su número 1.000 (agosto de 1976) hace un balance de 
las sanciones gubernativas en los últ imos 10 años: 25 expedientes, 17 secuestros y, lo que es 
más grave, 2 suspensiones de cuatro meses cada una. 
C o n la I nqu i s i c i ón c o m o i n s t r u m e n t o de gran e f icac ia . Véase Historia 16, e x t r a I, d i c i e m b r e 1 9 7 6 , 
d e d i c a d o a d i c h o o rgan i smo . 
2 Véase Cuadernos de Pedagogía, 2 2 , o c t u b r e 1 9 7 6 , d e d i c a d o en pa r te a esta e n t i d a d . 
3 H a b í a una especie de " l i s t a n e g r a " que var iaba según el m o m e n t o , c o n au tores c o m o L a u r o O l m o , 
A r m a n d o López Sal inas, José Caba l le ro B o n a l d , J u a n G o y t i s o l o , D i o n i s i o R i d r u e j o , A l f o n s o Sastre, 
e tc . Este ú l t i m o t u v o que f i r m a r c o n s e u d ó n i m o la t r a d u c c i ó n de Marat-Sade de Weiss. 
4 " L a l i b e r t a d de exp res ión y el de recho a la d i f u s i ó n de i n f o r m a c i o n e s , r econoc idos en el a r t í c u -
l o p r i m e r o , no t e n d r á n más l im i t ac i ones que las impuestas p o r las leyes. S o n l i m i t a c i o n e s : el respeto a 
la ve rdad y a la m o r a l ; el a c a t a m i e n t o a la L e y de Pr inc ip ios de l M o v i m i e n t o Nac iona l y demás Leyes 
F u n d a m e n t a l e s ; las ex igencias de la defensa n a t u r a l , de la segur idad del Es tado y del m a n t e n i m i e n t o 
del o r d e n p ú b l i c o i n t e r i o r y la paz e x t e r i o r ; el d e b i d o respeto a las I ns t i t uc i ones y a las personas 
en la c r í t i c a de la acc ión p o l í t i c a y a d m i n i s t r a t i v a ; la i ndependenc ia de los T r i b u n a l e s y la salvaguardia 
de la i n t i m i d a d y del h o n o r personal y f a m i l i a r " ( B . O . E . , 19 de m a r z o de 1 9 6 6 ) . 
5 La revista Ecclesia, n ú m . 1 4 0 , m a r z o de 1 9 4 4 , aconsejaba que " n o se debe leer, más que p o r i n m o r a l , 
que l o es bas tan te , po r repu ls i vamen te rea l i s ta " . 
6 " C e n s u r a y p r o d u c c i ó n l i te ra r ia i n é d i t a " , ínsula, 3 5 9 , o c t u b r e 1 9 7 6 . 
7 Según dec lara el a u t o r en una encuesta i n c l u i d a en F e r n a n d o A lva rez Palacios, Novela y cultura espa-
ñola de postguerra, pág. 180 . 
8 Caso c i t a d o p o r R i c a r d o Lezcano , " A la búsqueda del t e x t o p e r d i d o " . Informaciones, 1-11-76. 
9 A r t . c i t . de R. Lezcano . 
1 0 Ha s ido p u b l i c a d a en o c t u b r e de 1 9 7 6 en el s u p l e m e n t o de la revista tea t ra l Pipirijaina, 1 . 
1 1 D a d o a conoce r en el e x t r a n j e r o p o r George W e l w a r t h , Spanish Underground drama, Pennsy lvan ia 
S ta te U n i v e r s i t y Press, 1 9 7 2 . Los p r inc ipa les representantes s o n : V i c e n t e R o m e r o , A . M a r t í n e z 
Bal lesteros, José R u i b a l y Manue l M a r t í n e z M e d i e r o . 
1 2 Véase Manue l F. A b e l l á n , " S o b r e censura. A l g u n o s aspectos m a r g i n a l e s " . Cuadernos de Ruedo Ibéri-
co, 4 9 - 5 0 , 1 9 7 6 . 
1 3 Véase M a r t í n V i l u m a r a , " N e r u d a , p a r t i d o p o r la m i t a d " . Triunfo, 6 9 7 , j u n i o 1 9 7 6 . 
1 4 N o resisto a la t e n t a c i ó n de t r ansc r i b i r lo que a f i r m a b a u n e d u c a d o r re l ig ioso sobre el c i n e : " E l c ine 
es, casi s i empre , v e h í c u l o de i n m o r a l i d a d , y para la j u v e n t u d de u n m o d o especia l , ocas ión p r ó x i m a 
de p e c a d o " (P. Pab lo Juv i l l a , C M F , floras de orientación juvenil, M a d r i d , C O C U C S A , 1 9 5 8 , pág. 1 7 0 ) . 
C i t a d o p o r A m a n d o de M i g u e l , 40 millones de españoles 40 años después, pág. 2 3 8 . 
1 5 J . A . Gabr ie l y Ga lán , Sol Fuer tes y A u g u s t o M . To r res , " L a censura que nos p a r i ó " . Cuadernos para 
el Diálogo, 1 7 4 , agos to -sep t iembre 1 9 7 6 . 
BOLETÍN AEPE Nº17, OCTUBRE 1977. Pedro JIMÉNEZ. APUNTES SOBRE LA CENSURA DURANTE EL FRANQUISMO
BIBLIOGRAFÍA 
1 A L V A R E Z PALACIOS, F., Novela y cultura española de postguerra, Madrid, Edicusa, 
1975. Con una encuesta sobre la literatura española contemporánea y una nómina de 
intelectuales delexi l io. 
2 BENEYTO, A., Censura y política en los escritores españoles, Barcelona, Euros, 1975. 
Consta de 43 entrevistas. 
3 BOSCH-GIMPERA, P., La España de todos, Madrid, Seminarios y Ediciones, 1976. 
4 CONTÉ, R., "Censure, auto-censure ou le nouvel art d'écrire". Les temps modernes, 
357 bis, 1976, págs. 351-383 (dossier "Espagne 1976") . 
5 DUEÑAS, G., Le Ley de Prensa de Manuel Fraga, París, Ruedo Ibérico, 1969. 
6 FERNANDEZ A R E A L , M., La libertad de prensa en España, 19381971, Madrid, 
Edicusa, 1971. 
7 GIRONES, J . M., La política española entre el rumor y el humor, Barcelona, Nauta, 
1974. 
8 GOYTISOLO, J. , El furgón de cola, París, Ruedo Ibérico, 1967. 
9 GUBERN, R. y FONT, D., Un cine para el cadalso, Barcelona, Euros, 1975. 
10 MIGUEL, A. de, 40 millones de españoles 40 años después, Barcelona, Grijalbo, 1976. 
11 Reseña, núm. 100, diciembre 1976, dedicado a " L a cultura española durante el fran­
quismo". 
12 Triunfo, extra del núm. 507 ,1972, sobre "La cultura en la España del siglo X X " . 
13 VÁZQUEZ MONTALBAN, M., Diccionario del franquismo, Barcelona, DOPESA, 1977, 
col . Libros mosquito. 
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