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LA AUTOEVALUACIÓN: UNA ESTRATEGIA DOCENTE PARA EL CAMBIO DE 
VALORES EDUCATIVOS EN EL AULA. 
 
Antonio Fraile Aranda 
Fecha de recepción: - Aceptación del trabajo: 11/11/2009 
 
 
 
Introducción 
 
La autoevaluación surge como una de las propuestas 
innovadoras acorde a unos valores democráticos que 
exige de un alto grado de confianza del profesor y de 
responsabilidad del estudiante, así como de 
establecer unos criterios diseñados y negociados 
conjuntamente con ellos. 
Desde el modelo educativo tradicional, el profesor 
asume el papel de transmisor de un conocimiento, 
que posteriormente es comprobado y evaluado de 
forma objetiva, a través de las clásicas pruebas de 
examen. Con este proceso tradicional se trata de 
ajustar el sistema educativo a la cultura de la verdad 
(positivismo), estableciendo un control estricto de ese 
conocimiento, de la moral y de los valores, a través 
de un currículo y exámenes centralizados. 
Como alternativa a ese modelo tradicional, la 
autoevaluación en la formación del profesorado se 
justifica en que un estudiante debe aprender a ser 
autónomo, siendo el docente facilitador de ese 
proceso. Con ello también se favorece el desarrollo de 
valores educativos como son: la honradez, la 
dignidad y la formación de personas críticas (López 
Pastor, 1999); (Fraile, 2003). 
Llevando este proceso a la práctica, de cara a que los 
estudiantes pierdan el miedo a autoevaluarse, cada 
uno de ellos debe definir sus criterios para poder 
valorar y luego calificar sobre cómo evolucionan sus 
conocimientos (pruebas de autocontrol), 
procedimientos (redacción de informes) y actitudes 
(participación en clase y respeto hacia los 
compañeros). Asimismo, se valorará cómo superan 
las dificultades de aprendizaje, cómo han modificado 
sus estrategias para aprender, etc. No obstante, este 
proceso de autoevaluación parte de los compromisos 
que cada uno de los estudiantes se propone 
conseguir al comienzo del curso, y la calificación final 
vendrá al valorar el cumplimiento de esos 
compromisos. 
Para evitar que la autoevaluación genere entre los 
estudiantes desconfianza e inseguridad, debemos 
ayudarles a potenciar sus capacidades 
intrapersonales (autoconocimiento, autocontrol, 
autoestima, etc.). Los docentes debemos ofrecerles 
confianza en esa nueva tarea (como una forma de 
enseñarles a hacer uso de su libertad). Sólo si el 
futuro docente vive esa experiencia de libertad y 
responsabilidad, podrán actuar de forma digna con 
sus alumnos cuando ellos actúen como docentes. 
También el profesor debe tener plena confianza en 
los estudiantes, haciéndoles ver a los estudiantes que 
el posible engaño repercutiría claramente en esa 
pérdida de confianza que le presta el profesor y en la 
pérdida de su autoestima personal. 
 
1.- Marco teórico 
 
Según reconocen algunos de nuestros estudiantes, a 
lo largo de su trayectoria escolar han ido 
aprendiendo a que sólo les importe la nota final, que 
se reduce a alcanzar el aprobado o evitar ser 
suspendido, y no lo que en realidad ha formado 
parte de su aprendizaje. Estudiantes que sólo tienden 
 
 7 
a aprender aquello que será evaluable. A esto hemos 
de unirle el hecho de que si un alumno suspende de 
forma habitual se le termina colocando el cartel de 
fracaso escolar, basándose en unas calificaciones que 
poco tienen que ver con el proceso que se ha llevado 
a cabo o la calidad de los conocimientos adquiridos. 
Eso sin considerar que las pruebas de evaluación 
solamente se centran en aspectos puramente 
memorísticos, una de las capacidades a desarrollar 
entre los estudiantes, pero no la única. 
La evaluación en escasas ocasiones es entendida 
como un proceso basado en recoger y analizar 
información de forma sistemática (limitándose a las 
fases finales del curso), que nos permite formular 
juicios, relativos al alumno, al programa, al propio 
profesorado (ya que sólo se dirige hacia los alumnos 
cómo sujetos a examinar). Por tanto, históricamente, 
desde un modelo de enseñanza academicista, se ha 
venido vinculando la evaluación, como la valoración 
del aprendizaje del alumnado, olvidando que los 
docentes además de su programa de enseñanza, 
también debe revisar su propia labor como docentes. 
Así, según recoge López (2004), la evaluación 
constituye uno de los elementos más importantes y 
controvertidos de la Educación. Es una especie de 
“Encrucijada Didáctica” que afecta, condiciona y 
refleja el resto de aspectos didácticos que aparecen en 
cualquier proceso educativo (objetivos, contenidos, 
metodología, actividades, temporalización, 
recursos...), hasta el punto de que en muchas 
prácticas educativas suele ser cierta la frase: “dime 
como evalúas y te diré como enseñas”. A partir de esta 
revisión de algunas cuestiones vinculadas con la 
evaluación pasaremos a presentar algunos conceptos 
vinculados con la autoevaluación: 
 
“Autoevaluación”: Es la evaluación que una persona 
realiza sobre sí misma o sobre un proceso y/o 
resultado personal. En educación (y especialmente 
en educación física), la mayoría de las veces que se 
utiliza este término es para referirse a la 
autoevaluación del alumnado. Pero no debemos 
olvidar que el profesorado también puede y debe 
autoevaluarse. 
 
“Coevaluación”: Se utiliza para referirse a la 
evaluación entre pares, entre iguales; y una vez más, 
suele limitarse a la evaluación entre alumnos. 
 
“Calificación dialogada”: Es una consecuencia lógica 
y coherente de un proceso de evaluación compartida 
en un sistema educativo que administra dichos 
procesos a través de calificaciones. 
 
“Evaluación democrática”: Este concepto sirve para 
recordar que la práctica de la evaluación tiene unas 
fuertes implicaciones éticas, más que técnicas, pues la 
mayoría de las cuestiones que plantea están 
fuertemente relacionadas con el uso del poder. 
 
La autoevaluación surge como una de las propuestas 
innovadoras de acuerdo a unos valores democráticos, 
buscando que el alumno se responsabilice de su 
desarrollo y resultado. El uso de la autoevaluación exige 
un alto grado de confianza del profesor hacia el alumno, 
lo que no exime de establecer unos criterios diseñados y 
negociados conjuntamente con ellos. Las razones que 
justifican la presencia de la autoevaluación son que un 
alumno debe desarrollar su autonomía y 
responsabilidad, destacando la labor del docente como 
facilitador de ese proceso. Con ello también se favorece 
el desarrollo de valores educativos como son: la 
autonomía de aprendizaje, la honradez, la dignidad, el 
 
 8 
análisis crítico y la formación de personas responsables 
(López Pastor, 1999); (Fraile, 2003). 
Son ya más habituales las propuestas y experiencias 
sobre el desarrollo de procesos de autoevaluación en 
la formación del profesorado de Educación Física. En 
trabajos de (López y Rueda, 1995) se explicaban las 
razones pedagógicas y formativas por las que se 
llevaban a cabo los procesos de autoevaluación, 
calificación y evaluación en la formación inicial del 
profesorado. En posteriores trabajos (López et al., 
1996, 1997, 1999) ha ido completando estos 
planteamientos y propuestas prácticas, 
relacionándolos con otras temáticas comunes como la 
negociación curricular y el avance hacía procesos 
educativos democráticos, también en la formación 
del profesorado. En esta misma línea de desarrollo 
práctico aparecen las propuestas de (Pascual, 2000; 
Fraile, 1999, 2002;...). 
Para concluir hemos de reconocer que la 
autoevaluación no es ni infalible ni aplicable a todo el 
mundo. Partiendo de esto nos fijaríamos en unos 
principios: dignidad, democracia, auto regulación y 
auto determinación. Estos principios no son 
fenómenos naturales ni capacidades innatas, y por 
tanto deben desarrollarse a través de un proceso 
educativo coherente. No obstante, aplicar la auto 
evaluaciónno es fácil, ya que existen unos mitos 
relacionados con la prácticas de evaluación 
tradicional (el alumno tiende a sobrevalorar sus 
resultados, los alumnos ponen su listón en razón a 
cómo se autocalifican los demás, es preferible 
comenzar por una alta nota ya que luego el profesor 
se encargará de ajustarla, etc.). Todos estos 
comentarios se oyen cada día en los pasillos de 
nuestras facultades, aunque luego cuando se les 
pregunta individualmente nadie les reconoce. 
Otra de las cuestiones que deben ir cambiando, si 
apostamos por una relación profesor alumno más 
democrática, es eliminar las relaciones de poder que 
se establecen habitualmente desde una perspectiva 
academicista. Para ello será imprescindible caminar 
hacia procedimientos de enseñanza que faciliten la 
auto evaluación como un ejercicio de responsabilidad 
y de toma de decisiones autónoma del alumno, y de 
trato digno y de confianza del profesor hacia el 
alumno. 
 
2.- El contexto en donde se desarrollan la(s) 
asignatura(s): 
 
Las asignaturas en donde se lleva a cabo la 
experiencia de estudio relativa a la autoevaluación se 
sitúan en el segundo curso del Magisterio de la 
especialidad de Educación Física de la Universidad 
de Valladolid. Una de las asignaturas es la troncal 
“Educación Física y su Didáctica II”, la cual tiene 8 
créditos, dos de ellos teóricos y el resto prácticos. La 
otra asignatura es la obligatoria “Educación Física en 
Primaria”, la cual tiene 6 créditos, dos de ellos 
teóricos y el resto prácticos. 
A pesar de ser dos asignaturas diferenciadas, en el 
desarrollo del temario en clase se toman como una 
sola asignatura, ya que no se diferencian una de otra. 
Lo mismo sucede a la hora de evaluar al alumnado, 
donde normalmente (salvo en algunas ocasiones en 
donde se llegaba a una negociación entre profesor y 
alumnado optando por una calificación media) se 
obtiene la misma calificación en ambas asignaturas. 
Para llevar a cabo este seguimiento de los 
estudiantes, cuento con la ayuda de un observador 
externo (en algunas ocasiones un maestro en periodo 
de año sabático, maestros especialistas de Educación 
Física que habían finalizado sus estudios en el curso 
 
 9 
anterior y que por tanto habían sido estudiantes de 
estas materias). 
Por último, el número de alumnos que están 
matriculados en estas asignaturas suele ser de una 
media de cuarenta alumnos por año, con una 
asistencia media entre el 80-85% por día de clase. 
Aunque la asistencia a clase no se la considera como 
obligatoria, sin embargo, sí aparece como uno de los 
compromisos habituales entre todos los estudiantes, 
ya que se les insiste en la importancia que tiene para 
el buen funcionamiento del proceso de enseñanza-
aprendizaje el poder participar dentro en esta 
actividad colaborativa que se genera en clase a través 
de los debates grupales. 
 
Desarrollo del proceso 
Para comenzar hay que decir que uno de los 
compromisos que ha adquirido el profesor al 
principio del curso con sus alumnos, es el de llevar a 
cabo la autoevaluación, sin que éste (el profesor) 
imponga su criterio a la hora de valorar y calificar su 
actuación (la del alumno) a lo largo del curso. Para 
entender el proceso realizado en clase es necesario 
conocer sus actividades, así como su organización; 
para después revisar los pasos que éstos deben dar 
hasta llegar a valorar su propia actuación (como 
procedimiento de autoevaluación que se desarrolla 
durante el curso y que concluye en el momento que 
cada alumno llega a concretar y definir su calificación 
final). Es importante mencionar que la negociación 
profesor-alumno y la posibilidad de que el alumnado 
actúe de una forma responsable y autónoma es 
fundamental a la hora de llevar a cabo esta actividad 
docente. 
De cara a que el alumnado pueda autoevaluarse, cada 
uno de ellos deberá tomar nota de qué forma 
evolucionan sus ideas recogidas en sus informes 
personales: cómo van superando las dificultades de 
aprendizaje, cómo han modificado sus estrategias para 
aprender, etc. No obstante, este proceso de 
autoevaluación tiene una relación muy directa con los 
compromisos que inicialmente cada uno de los 
estudiantes se ha propuesto conseguir, y la calificación 
final vendrá al comprobar el cumplimiento de esos 
compromisos. 
 
Actividades que se realizan 
También es preciso destacar que el desarrollo de las 
clases se apoya en la organización del trabajo 
colaborativo por parte de los alumnos, donde el 
profesor se convierte en un facilitador del 
aprendizaje con el objetivo de poder guiar esa 
adquisición de conocimientos, ya sean adquiridos 
por el trabajo realizado por el alumno de manera 
individual o colectiva, o través de las aportaciones 
que puedan realizar el resto de compañeros al trabajo 
inicial. 
En un primer momento se ha establecido un acuerdo, 
a través de la negociación entre el profesor y el 
alumnado, sobre los temas a tratar a lo largo del 
curso; y se ha organizado la clase en grupos. Cada 
grupo se hará cargo de dirigir y guiar durante un 
periodo aproximado de seis sesiones (12 horas 
aproximadamente), el desarrollo de aprendizaje de 
un tema. En este desarrollo la mayoría de grupos han 
seguido la siguiente dinámica: 
Preguntas previas: preguntas relacionadas sobre el 
tema que se va a tratar, antes de haber realizado 
cualquier actividad relacionada con el tema, para 
conocer el nivel de la clase sobre dicho tema. 
Lectura de artículos: El grupo encargado de guiar el 
aprendizaje de ese tema, deja una serie de artículos 
para que los lea el resto de compañeros. Se trata de 
 
 10 
unos artículos que han sido buscados por el grupo, o 
han sido propuestos por el profesor. 
Ideas principales: tras la lectura de los artículos, se 
saca una serie de ideas claves sobre el tema, las 
cuales se ponen en público. Esto se suele realizar 
mediante grupos, incluso se hacen debates con todo 
el alumnado para sacar no solo las ideas del texto, 
sino otras aportaciones de carácter personal, 
conclusiones, etc. 
Mapa conceptual: elaboración de un mapa 
conceptual sobre el tema específico, que ha de 
ubicarse en un macromapa que contiene todo lo 
trabajado a lo largo de los otros temas del curso. 
Preguntas: una serie de cuestiones que el alumnado 
se plantea antes de comenzar el Practicum (la 
mayoría de preguntas son de carácter práctico), que 
en la segunda parte del curso (tras el Practicum) han 
de contestarse. 
Aplicaciones didácticas: aplicaciones para llevar a 
cabo algún fin relacionado con cada tema 
(contextualizándolo en Primaria) 
Glosario: definición de diferentes términos que han 
aparecido a lo largo de la elaboración del tema 
Elaboración de informes individuales o en pequeños 
grupos (máximo tríos): en los informes se pondrán 
algunos de los apartados antes mencionados, ideas 
previas, ideas principales, mapa conceptual, 
preguntas, aplicaciones y glosario. Estos informes 
serán entregados al grupo encargado de guiar el 
proceso de aprendizaje del tema, y realizarán un 
macroinforme inicial, donde se introducirán esos 
mismos apartados, pero mucho más elaborados, 
introduciendo aportaciones de diferentes informes 
individuales (o en pequeños grupos). Este 
macroinforme será reformulado a lo largo del curso, 
añadiendo nueva información o aportaciones a cada 
tema, así como contestadas las preguntas que 
aparecen en él (que serán contestadas tras el 
Practicum). Estos macroinformes formarán lo que en 
otras asignaturas serían el conjunto de apuntes 
donde se reúnen todos los conocimientos adquiridos. 
Cada grupo responsable de un tema, deberá de 
realizar una presentación del tema al finalizar el 
curso al resto de compañeros, usando medios 
audiovisuales como vídeos, powerpoint, fotos, etc. 
Lo mencionado hasta ahora es una síntesis de las 
actividades que se han ido realizando a lo largo del 
curso,y cómo se ha ido organizando la clase en esas 
actividades. Ahora, trataremos de explicar cómo se 
lleva a cabo el proceso de autoevaluación. Hay que 
mencionar que al principio del curso, cada alumno 
realizó una serie de compromisos con la asignatura; 
como puede ser la asistencia a clase, participación, 
lectura de todos los artículos, colaboración en el 
trabajo con los compañeros, elaboración del cuaderno 
del campo al día, respeto, adquirir nuevos 
conocimientos…, esta serie de compromisos son 
personales. En la experiencia de varios años 
realizando este proceso de evaluación, los alumnos 
suelen especificar los siguientes apartados para 
evaluar: 
Aspecto a evaluar Observaciones 
1. Asistencia 
2. Puntualidad 
A veces van juntos 
3. Participación 
4. Respeto 
5. Leer los artículos 
6. Tener el cuaderno de 
campo al día 
 
7. Trabajar correctamente 
con los grupos 
 
8. Cuaderno de campo 
9. Conocimientos 
adquiridos 
 
 
 11 
Todos estos aspectos a evaluar tienen pendiente la 
necesidad de saber qué valor se concede a cada uno 
de ellos y que será objeto de negociación con toda la 
clase, para llegar a un acuerdo común. Los siete 
primeros aspectos son valorados personalmente por 
cada alumno, poniéndose él mismo su propia 
calificación. 
Al concluir el curso, se realizarán unas 
entrevistas/tutorías donde cada alumno, tras la 
presentación de un informe de autoevaluación, 
deberá justificar la calificación que se pone a sí 
mismo, justificando la valoración que se pone en 
cada aspecto a evaluar. El profesor compara lo 
presentado con sus anotaciones, si hay acuerdo, la 
tutoría concluye ahí, si no existe acuerdo, el profesor 
dará sus argumentos intentando hacer ver al alumno 
cuales son los aspectos en los que no esta de acuerdo, 
y por los que no considera justa esa calificación; si 
aún así el alumno insiste en que permanezca su nota 
sobre la que propone el profesor; el profesor 
mantiene el compromiso de la autoevaluación 
respetando las nota del alumno. 
Tras estas tutorías, todos los alumnos se reúnen en 
una Asamblea donde cada alumno justifica a sus 
compañeros la nota que se ha puesto, sucediendo 
algo similar a lo que sucede con el profesor; si algún 
compañero no esta de acuerdo presenta sus 
argumentos ante todos y si todos están de acuerdo lo 
mencionan. En caso de haber distintas opiniones y no 
llegar a un acuerdo, el profesor sigue manteniendo la 
autoevaluación, respetando la nota que cada alumno 
se ha puesto a sí mismo. 
 
Pautas para la revisión de los compromisos cumplidos 
 
A continuación presentaremos algunos criterios para 
ayudar a cómo cada estudiante puede llegar a valorar 
sus aprendizajes en cada uno de los aspectos tratados: 
 
Valoración de los aspectos cognitivos: 
Cada estudiante valorará la evolución de su aprendizaje 
desde el conocimiento previo hasta los adquiridos al 
finalizar cada uno de los temas del curso. 
Después de cada informe se realizará una prueba de 
control de conocimientos. Habrá preguntas que podrán 
contestar con la ayuda de los cuadernos de campo y 
otras que tienen un carácter más memorístico. Cada una 
de las pruebas será evaluada y calificada por los propios 
alumnos a partir de las respuestas que lleguen a 
consensuar como válidas por el conjunto de la clase. 
Los estudiantes tendrán un conocimiento de la 
valoración que hacen de su aprendizaje el profesor y sus 
compañeros (heteroevaluación), después de que hayan 
revisado sus informes. En el trabajo grupal se asignará 
una calificación global para que luego sea repartida, de 
forma consensuada, según los méritos de cada uno del 
grupo. También puede haber un reparto por igual entre 
todos. 
 
Valoración de los aspectos procedimentales: 
Cada estudiante valorará su cuaderno de campo y los 
informes que realizan otros compañeros 
(heteroevaluación), considerando de forma negociada 
los siguientes criterios de valoración: 
- Aspectos relativos a una buena presentación. 
- Claridad en la redacción y ausencia de faltas 
ortográficas. 
- Recoge las ideas principales debatidas en clase. 
 
 12 
- Aporta nuevas ideas y argumentos después de leer los 
informes personales. 
- Cuestiona y completa las ideas debatidas durante la 
clase. 
- Expresa su visión particular del tema (revisión 
emocional). 
- Construye nuevos mapas, cuadros o esquemas en 
donde se sintetiza la información más relevante de cada 
uno de los temas tratados. 
- Busca diferentes aplicaciones didácticas a las ideas 
recogidas anteriormente. 
- Genera nuevas preguntas que permita dar continuidad 
al ciclo de conocimientos. 
 
Valoración de los aspectos actitudinales: 
Cada estudiante valorará su nivel de asistencia a lo largo 
del curso, teniendo como referencia la asistencia 
obligada al 80% total de horas de clase. 
Valorará su nivel de puntualidad (el referente son los 5´ 
de cortesía). 
Valorará su nivel de atención y respeto hacia el resto de 
compañeros. 
Valorará su participación en los debates y discusiones de 
pequeño y gran grupo. Distinguir entre la cantidad de 
participaciones y la calidad de las mismas. La valoración 
de sus compañeros sobre su participación será un 
criterio a considerar. 
Valorará su disposición a tomar iniciativas dentro del 
grupo, con objeto de avanzar en los debates. Así como 
las ayudas que realiza al resto de compañeros. 
 
Por último, destacaré la importancia que esta 
experiencia está teniendo para favorecer una 
participación más democrática y responsable entre el 
alumnado. A pesar de la dificultad que representa llevar 
a cabo esta forma de evaluar. No obstante, también la 
evaluación tradicional genera grandes problemas entre 
el profesorado ya que en muchas ocasiones no se 
utilizan los criterios o los instrumentos más adecuados 
para obtener una calificación justa. 
Por tanto, adoptamos este criterio de autoevaluación 
justificado en que representa primar el tratamiento 
digno y de respeto hacia el alumno, desde una 
pedagogía crítica en la acción, dejando que cada uno 
vaya adquiriendo con ello un compromiso responsable 
con su trabajo y sus resultados. Para concluir, quiero 
recoger el comentario realizado por un estudiante de 
E.F. relativo a este tema: “si queremos que nuestros 
futuros alumnos o alumnas lleguen a ser capaces de 
autoevaluarse de una manera justa y responsable, 
debemos conocer dicho proceso desde la práctica para 
después educar en la justicia y en la igualdad de 
oportunidades, que les ayude a tomar decisiones 
basadas en esos principios, mientras tanto resulta 
complejo seguir esta forma de evaluar”. 
 
3.- El alumnado ante la autoevaluación 
 
Para concluir este trabajo nos planteamos la 
necesidad de conocer de qué forma los estudiantes 
vienen asimilando el concepto de autoevaluación, 
qué finalidades consideran que cumple dentro de la 
actividad docente y de forma más concreta en su 
formación, cuáles son los principios que deben 
apoyar su desarrollo, cómo entienden que debe 
desarrollarse para hacer efectiva dicha práctica y, por 
último, cuáles consideran que son sus ventajas e 
inconvenientes respecto a los profesores y a ellos 
mismo como estudiantes. 
 
 13 
Con objeto de responder a estas cuestiones se les 
pasa un cuestionario de tipo abierto en donde se 
recogen preguntas relativas a estos aspectos 
vinculados con la autoevaluación. Sus respuestas 
debían ir dirigidas en relación al contexto educativo 
en el que vienen formándose (estudiantes de en 
segundo curso de la especialidad de educación 
física), teniendo en cuenta que ellos vienen 
participando como sujetos activos en dicho proceso y 
por tanto responden según la valoración que ellos 
consideran les merece este tipo de estrategia docente, 
en el ámbito universitario. 
Por último, para atender a estas preguntas se les dio 
la oportunidad de hacer uso del material que 
venimostrabajando en clase y por tanto, en 
ocasiones, se apoyan en autores o en comentarios 
expresados en clase, aunque no hacen mención 
explícita de ello. 
 
3.1.- Cómo definen la autoevaluación.- 
 
• Método por el cual los alumnos se evalúan a 
sí mismos. 
• Proceso por el cual el alumno reúne 
información para comprobar si ha cumplido 
con unos objetivos previamente marcados. 
• Proceso de evaluación del alumno sobre sí 
mismo desde unos baremos establecidos de 
forma negociada o consensuada junto al 
profesor. 
• Proceso a través del cual el alumno 
reflexiona y valora su actuación. 
• Está formada por la observación, el análisis y 
la valoración por parte del propio individuo 
de su proceso de e-a, a partir de estimar, 
apreciar...los conocimientos, las actitudes y 
rendimientos logrados durante un tiempo. 
• Evaluación que hace uno sobre sí mismo y su 
proceso de aprendizaje, con el fin de 
comprobar si ha cumplido lo marcado, así 
como conocer y mejorar el proceso 
educativo. 
 
A partir de que los alumnos presentan este conjunto 
de definiciones les proponemos, a través de un grupo 
de discusión que nos aclaren algunas de las 
expresiones utilizadas. Mientras que algunos 
consideran que la autoevaluación puede ser un 
método o técnica que ayuda a que los propios 
alumnos revisen su propio conocimiento; para otros, 
ésta representa un proceso que exige que el 
alumnado vaya pasando por diferentes etapas: reunir 
la información, contrastarla con unos baremos, 
valorarla (en relación a unos objetivos inicialmente 
previstos o compromisos personales-grupales) y por 
último, emitir un juicio personal. 
También resaltan otros procesos que se vinculan con 
esta actividad como son: la reflexión personal de 
cada uno de los alumnos (antes de emitir ese juicio 
cada alumno debe valorar su aprendizaje y 
contrastarlo con su evolución, expectativas, incluso 
se puede llegar a comparar con otros compañeros 
que han ido compartiendo sus tareas de aprendizaje). 
Algunos de ellos reconocen la difícil situación que les 
plantea la necesidad de tomar decisiones antes de 
que otros lo hagan, confiesan faltarles referentes, 
tener miedo a sobrevalorarse o emitir una calificación 
por debajo de lo que realmente se merecen. 
Otro aspecto objeto de revisión es la necesidad de 
negociar o consensuar los criterios para 
autoevaluarse, de qué forma el profesor condiciona a 
los alumnos con un listado de posibles criterios, o si 
hay que esperar a que éstos partan de los propios 
alumnos. Aunque si bien es cierto que al comienzo 
 
 14 
del curso se indican posibles compromisos que 
pueden llegar a establecer los alumnos como propios, 
también es verdad que cada uno tiene opción de 
elegirlos y, a su vez, darles nada o algo de valor. 
Igualmente, este proceso se podrá modificar a lo 
largo del curso, dejando libertad al alumno para 
establecer sus propios criterios. Para, al final, 
encontrarnos con dos listados: uno el establecido 
personalmente por cada alumno, y el pactado o 
negociado por todo el grupo (ya que esto facilita un 
trabajo de grupo). 
 
3.2.- Finalidad de la autoevaluación: 
 
• Conocer y mejorar el proceso educativo de 
cada uno. 
• Fomentar la educación democrática-
humanista, con unos derechos y deberes por 
cumplir. 
• Que el alumno se responsabilice de su 
desarrollo a la vez que desarrollen valores 
educativos como la autonomía, honradez, 
análisis crítico, etc., vitales para su desarrollo 
integral. 
• Crear individuos responsables y autónomos, 
capaces de emitir un juicio valorativo acerca 
de sí mismos. 
• Desmitificar el significado de la evaluación 
ligado a exámenes y notas numéricas. 
• Fomentar el espíritu crítico y reflexivo del 
alumnado, y su sinceridad que le ayude a 
conocer sus fallos y las posibles mejoras. 
• Cuestionar la evaluación tradicional, no 
dejando que sea sólo labor del profesor. 
• Comprobar el cumplimiento de sus objetivos. 
• Dar oportunidad al sujeto de desarrollar y 
poner de manifiesto la capacidad de ser 
crítico consigo mismo. 
• Fomentar sus propios principios 
pedagógicos. 
• Ayuda a que el alumno tome conciencia de 
su proceso educativo para mejorarlo. Mejorar 
su dignidad y crear o reforzar una actitud 
crítica. 
• Despertar la capacidad crítica, su evolución 
como persona y su propia educación. 
• Tratar de ver lo que uno aprendido sin 
engañarse y con el fin de mejorar. 
• Ayudar a prepararse para responder a las 
cambiantes y crecientes demandas de la 
sociedad a la que sirve. 
 
3.3.- Principios que se atienden desde la 
autoevaluación. 
 
• Todas personas están dotadas de dignidad. 
• Desde una acción democrática debemos 
favorecer entre el alumnado su participación 
real y efectiva en el gobierno de las clases, 
dentro de un ambiente de libertad y justicia. 
• Igualmente, es preciso desarrollar la 
autodeterminación que ayude a esos 
alumnos a ejercitar sus propios derechos y de 
autorregulación a través de poner en 
práctica sus deberes, desde un proceso 
educativo coherente. 
• Capacidad crítica, autonomía, 
responsabilidad y objetividad ante un 
conjunto de compromisos fijados 
previamente. Sinceridad, honestidad y 
humildad. Compromiso. La innovación. 
 
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Principios éticos. Igualdad. Autogestión. 
Trabajo y esfuerzo. Diversidad. 
• Capacidad de juzgarse a uno mismo. 
Tolerancia y diálogo. Justicia. 
• Cumplimiento de los compromisos pactados 
previamente. 
• El reconocimiento de los derechos de los 
demás. 
• Atender las características personales de 
cada alumno. 
• El profesor debe respetar la opinión del 
alumno. 
• Justa por parte del alumno y de respeto por 
el profesor. 
 
3.4.- Proceso a seguir en la autoevaluación. 
 
• Deconstrucción del mito maestro como 
autoridad institucional, a partir de 
alternativas democráticas humanizadoras. 
• Práctica de la pedagogía de la 
autodeterminación y la autorregulación en el 
aula. 
• Iniciar con un proceso de concienciación en 
el alumnado del concepto de autoevaluación, 
desarrollo de los principios pedagógicos, 
juzgar el proceso y no el producto. 
• Consensuar los criterios mediante los cuales 
regiremos la autoevaluación, comprobar su 
cumplimiento para luego calificarse y 
presentar los resultados en asamblea delante 
del resto de la clase. 
• Concienciarnos sobre lo que representa la 
autoevaluación, definir los compromisos, 
recoger la información que nos ayude a 
comprobar el cumplimiento de esos 
compromisos, procesamiento y análisis de 
los datos, emitir un juicio o calificación final. 
• Establecer los compromisos y definir cada 
uno de ellos, determinar cuáles de ellos se 
han conseguido. 
 
Para los alumnos es bueno que el profesor les ayude 
a fijar unos criterios para poder llegar a 
autoevaluarse ya que para ellos este tipo de forma de 
valorar sus aprendizajes es nuevo y, por tanto, sin 
esa información previa del docente nunca podrían 
haber llegado a ese tipo de criterios comunes y 
particulares para hacerla efectiva. Igualmente, desde 
esos criterios los alumnos reconocen haber 
modificado su forma de actuar en el aula: en la forma 
de participar, de relacionarse con los demás, a la hora 
de adquirir unos conocimientos que tienen más 
interés para su futuro desarrollo profesional que el 
sólo aprendizaje de unos contenidos tradicionales 
para responder a las preguntas de un examen final. 
Al fijar esos compromisos al comienzo del curso, 
junto con el profesor, les exige reflexionar sobre sus 
futuras competencias profesionales (Cuáles serán sus 
exigencias para ser buenos profesores). Hay alumnos 
que precisan de esa guía para poder dar importancia 
a aspectos que para ellos eran secundarios y alejados 
de la exigencia profesional (participar activamente en 
las clases dialogando, señalando sus opiniones, 
cuestionando el trabajo del profesor o de algunos de 
sus compañeros,etc.). 
Las pautas que propone el profesor (vinculadas a los 
contenidos a aprender, la metodología a seguir, los 
criterios y compromisos para evaluar, etc.) y que 
serán negociables durante el curso hasta alcanzar 
más o menos presencia o importancia en los 
alumnos. Esto sin duda, estará condicionado por su 
capacidad crítica o de responder a la dependencia del 
 
 16 
profesor (alumnos con mayor capacidad de tomar 
decisiones o autonomía ante las propuestas del 
profesor). 
 
3.5.- Ventajas e Inconvenientes de la 
autoevaluación: 
 
a) Ventajas para el profesor: 
• Menor protagonismo en las clases. 
• Metodología más fácil. 
• Pedagogía innovadora para que los alumnos 
la puedan aplicar. 
• Acercamiento a los alumnos (afectividad). 
• Mayor conocimiento de los alumnos y de su 
trabajo, haciéndoles protagonistas de sus 
aprendizajes. Menor relación bancaria. 
• Los alumnos adquieren un mayor espíritu 
crítico, autónomo, responsable, sinceridad, 
etc. Les ayuda a madurar y a respetar a sus 
compañeros. Negocia y dialoga con el 
alumnado sobre lo criterios y aspectos a 
evaluar. 
• Calificaciones más objetivas. 
• Permite conocer el nivel de reflexión, 
honestidad y sensatez de los alumnos. 
Mejoran la capacidad de razonamiento y 
reflexión. Promueve la empatía. 
• Se valoran más aspectos en la evaluación. 
Educa en la coherencia y en democracia. 
• Se corrige menos. 
• Desarrolla los aspectos críticos del alumno, 
posibilita su libertad de expresión. 
• Se favorece la confianza entre el profesor y 
los alumnos. 
• Atiende la diversidad del alumnado. 
 
b) Ventajas para el alumnado: 
• Desarrolla el espíritu crítico, la 
responsabilidad, autonomía, etc. 
• Muestra al profesor sus intereses por la 
materia. 
• Estimula el aprendizaje significativo. 
• Desarrollo de la persona. 
• Elimina el miedo a la evaluación y la imagen 
del profesor como examinador. 
• Toma conciencia de su trabajo. 
• No le imponen la nota. 
• Regulo mi esfuerzo y dedicación. Aprendo a 
autoevaluarme. 
• Puedo engañar al profesor poniéndome la 
nota que quiero. 
 
c) Inconvenientes para el profesor: 
• Debe evitar que los alumnos no se tomen de 
forma responsable este proceso. 
• Debe llevar el control del grupo. 
• No terminar poniendo la nota en contra de 
los alumnos. 
• No volver a repetir si funciona mal. 
• Las exigencias de las instituciones educativas 
tradicionales. 
• Requiere de una formación previa para 
regular este proceso. 
• Debe mantener la credibilidad entre los 
alumnos. 
• Exige un seguimiento diario de los alumnos. 
• Hay alumnos que no adoptan un criterio 
justo sobre su trabajo. 
• Exige un proceso de aprendizaje para el 
alumno para que cambie su mentalidad. 
• Tiene que aceptar resultados injustos. 
Generar discrepancias. 
 
d) Inconvenientes para el alumnado: 
 
 17 
• Perder el sentido de la realidad. 
• Preocuparse solamente por la nota. 
• Conflictos entre los que actúan honestamente 
con aquellos que no respetan los principios 
de la autoevaluación. 
• Implica más trabajo que con el método 
tradicional. 
• Producir situaciones injustas. 
• Debe conocerse bien para evitar faltas de 
coherencia e irresponsabilidad. 
• Se parte de un trabajo más constante y 
continuado. 
• No siempre se está preparado para 
autoevaluarse. 
• No siempre hay coincidencias entre profesor 
–alumnos. 
• Se infravalore o supervalore. 
• No saben actuar de forma independiente. 
• Más trabajo para hacer un seguimiento de su 
labor. 
• Falta de confianza en el proceso y en el 
profesor. 
• Uno termina engañándose a sí mismo. 
 
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