Blasfemar

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Blasfemar
Como blasfemar denominamos el acto de decir blasfemias. Una blasfemia, en este sentido, es una injuria que se profiere contra una persona o contra Dios, la Virgen o los santos. La palabra, como tal, proviene del latín tardío blasphemāre, y este a su vez del griego βλασφημεῖν (blasphemeín).
Blasfemar es empleado, sobre todo, con un sentido religioso para referirse al acto de ofender de palabra a Dios, a la Virgen, al Espíritu Santo o a cualquier otra cosa relacionada con Dios. Como tal, es un acto considerado hereje, sobre todo cuando supone una declaración que es contraria a la fe. Blasfemar, además, en la doctrina cristiana, va en contra del segundo mandamiento, que dice “no tomarás el nombre de Dios en vano”.
La mayor blasfemia, sin embargo, según la Biblia, es aquella que va contra el Espíritu Santo. En este sentido, advierte Mateo: “A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero” (12: 32).
Blasfemar, por otro lado, también se puede emplear en un sentido general, como equivalente a maldecir o vituperar, especialmente cuando se refiere a algo que se considera digno de un gran respeto.
· Sinónimos de blasfemar, por su parte, son maldecir, vituperar, renegar, imprecar, execrar o perjurar.