Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
FABULA DEL COLIBRI Cuenta la leyenda que hace muchos, muchos años un gran incendio asoló las selvas tropicales de Centroamérica. El mono capuchino palidecía de terror y el mono araña huía de rama en rama con sus largas extremidades, mientras la danta y toda su familia trotaban despavoridos lejos de las llamas. El crepitar del fuego se unía al golpe sordo de las ramas cayendo contra el suelo y los graznidos aterrados de los guacamayos. Resultó entonces que, en medio de este caos, un bello pajarillo sobrevoló la selva en dirección contraria al resto de los animales. El ave, pequeñísima y de alas turquesas, batía sus alas a toda prisa y directa al corazón del fuego. Un jaguar, que huía del peligro con toda la fuerza que sus patas podían proporcionarle, miró con extrañeza a ese colibrí que volaba hacia el mismísimo peligro, pero siguió corriendo despavorido. Su sorpresa fue mayúscula al ver que el pajarillo regresaba de vuelta hasta una pequeña charca, donde recogió con su pico una gotita de agua.DEBEMOS HUIR! El temible felino rugió para llamar la atención del colibrí y éste, sin dejar de batir sus alas a toda velocidad, se posó sobre la nariz del jaguar. El majestuoso y fiero animal le preguntó asustado: ¿Amigo colibrí, qué haces? ¿Por qué te metes en la boca del lobo y no huyes del fuego como todos nosotros? Estoy llevando agua de la charca hasta el fuego para apagar el terrible incendio que asola nuestra selva ¡Pero eres un animal muy pequeño, jamás podrás acabar tú solo con un incendio tan grande! Sé que soy pequeño, sé que podrías comerme con sólo abrir tu boca, pero ésta es mi casa y estoy haciendo mi parte El colibrí levantó entonces el vuelo y, entre altas llamaradas y nubes de humo gris, se internó con la gotita de agua en el pico. Y tú ¿ya estás haciendo tu parte?
Compartir