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Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 1— Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales Diego Petrucci EP, FCE, UNLP – CeFIEC, FCEN, UBA, dpetrucci@exactas.unlp.edu.ar RESUMEN En este trabajo se presentan algunas herramientas metodológicas propias de la investigación científica y se profundiza sobre aquellas que resultan útiles para enseñar y aprender ciencias naturales. Está dirigido a docentes de todos los niveles. Inicialmente se propone también una introducción a la metodología científica concebida como un proceso abierto. Se critica la visión tradicional que considera la existencia de «un» método como receta de pasos a seguir. Se concibe a la docencia como práctica profesional. La perspectiva asumida es que se enseña para comprender, participar y reflexionar. La visión y la propuesta se enmarca en un contexto global de rechazo hacia las ciencias naturales, que se vincula con las imágenes habituales de ciencia y de científico. Aprender ciencias se concibe como construir nuevas visiones sobre el mundo natural. Luego se presentan las herramientas: teoría y observación; objeto de estudio; sistemas; lenguaje; lenguaje matemático; modelo y otras. En estas presentaciones se discuten los aspectos didácticos implicados. Hacia el final se profundiza la argumentación didáctica, se argumenta por qué esta propuesta favorece el aprendizaje de ciencias naturales, se presenta una propuesta de actividad para introducirlas y se aborda la evaluación de las herramientas. Entre las concusiones, se señala que las herramientas metodológicas son contenidos transversales que favorecen el aprendizaje y propugnan una visión de las ciencias como procesos y productos de la actividad humana. Cabe aclarar que nos referiremos a todas las ciencias naturales, si bien por una cuestión de formación del autor, los ejemplos más abundantes provendrán de la física. Palabras clave: metodología científica, aprendizaje de ciencias, didáctica de las ciencias naturales, investigación en ciencias naturales. Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 2— Metodologic tools for learning natural sciences ABSTRACT In this paper we present some methodological tools specific to scientific research and elaborates on those that are useful for teaching and learning Science. It is aimed at teachers of all levels. Initially proposes also an introduction to scientific methodology conceived as an open process. It criticizes the traditional view that considers the existence of "a" method as prescript steps. It conceives the teaching as a professional practice. The perspective assumed is taught to understand, participate and reflect. The vision and the proposal is part of a global context of rejection of Science, which is linked with the common image of science and scientists. Learning science is seen as building new visions of the natural world. Then we present the tools: theory and observation object of study; systems, language, mathematical language; model and others. These presentations discuss educational aspects involved. Towards the end is deepened the educational argumentation, it is argued why this perspective promotes learning of Science, a proposal is presented to introduce activity and addresses the assessment tools. Among the concussions, it is noted that the methodological tools are transversal contents that promote learning and advocate a vision of science as a process and product of human activity. Worth noting that we will refer to all natural sciences, but as a matter of formation of the author, the most abundant examples come from physics. Keywords: scientific metodology, sciencie learning, science education, science research. INTRODUCCIÓN En este artículo se argumenta por qué hacer explícitas y usar herramientas metodológicas (en adelante HM) propias de la investigación científica favorece el aprendizaje de ciencias naturales (astronomía, biología, física, geología y química). Se presenta inicialmente una visión actualizada sobre metodología científica y se argumenta contra la visión tradicional que considera la existencia de «un» método como receta de pasos a seguir. La metodología Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 3— científica es concebida como un proceso abierto, cuyas fases se determinan en función de las problemáticas a investigar, los objetivos del estudio, el contexto histórico y los intereses de la comunidad (Petrucci y Bergero, 2010). Este trabajo fue elaborado para contribuir a la labor de los docentes de todos los niveles que enseñan ciencias naturales o sus disciplinas. Fue estructurado como un soporte teórico útil para la toma de decisiones al planificar, ejecutar y evaluar la tarea docente y para favorecer una revisión crítica de las propias prácticas educativas. Se concibe a la docencia como una práctica profesional, en la que se toman decisiones recurriendo a bases teóricas, por lo que no se proporcionan recetas sino elementos para analizar, reflexionar y proyectar la práctica. Este enfoque docente es compatible con una propuesta que priorice la comprensión, la participación y la reflexión de los estudiantes (Perkins, 1995), analizando aquellos obstáculos que dificultan el aprendizaje (Pozo y Gómez Crespo, 1998; Mortimer, 2000) y facilitando la generación de propuestas superadoras, a partir del diálogo, la discusión y el respeto mutuo (Petrucci, 2009; Jiménez Liso y Petrucci, 2004). Los profesores saben que muchos estudiantes y también muchos adultos suelen sentir rechazo hacia las ciencias naturales, si bien algunas cuestiones o contextos despiertan curiosidad. En Argentina, son pocas las escuelas secundarias que incluyen la orientación ciencias naturales, que a su vez son escogidas por una minoría de estudiantes. Las actitudes negativas de los adolescentes hacia las ciencias naturales son un fenómeno global; en el mundo industrializado la situación se agudiza (Sjøberg y Schreiner, 2005). Más aún, las valoraciones negativas se acentúan con la edad, principalmente las referidas a la ciencia escolar (Vázquez y Manassero, 2008). En todo el mundo cada vez son menos los ingresantes a la universidad que eligen cursar carreras de esta área (Guisasola et al, 2004). En este contexto, se evidencia que las dificultades referentes a la enseñanza de las ciencias son universales (Galagovsky, 2012). Son consideradas socialmente como disciplinas difíciles, llenas de fórmulas que no se entienden, accesibles a unos pocos genios capaces de encontrarles utilidad Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 4— (Manassero y Vázquez, 2001; Mengascini et al., 2004). Según esta visión, para ser científico hay que entregar la vida a la ciencia sacrificando otras facetas, vivir obsesionado con la investigación y carecer de otros intereses. También se piensa que los investigadores e incluso los profesores de ciencias son personas excéntricas, que comprenden muy bien el mundo natural pero carecen de habilidades para vincularse social y afectivamente. Según la visión defendida en este artículo, esto no es así. Cualquier persona puede aprender ciencias naturales y si lo desea, llegar a ser investigador o profesor. La enseñanza y el aprendizaje de ciencias naturales pueden ser tareas placenteras, si se plantean adecuadamente. Es fundamental modificar estas imágenes para mejorar la comprensiónde las ciencias. Pero además si se acuerda con que el país necesita más y mejores científicos e ingenieros y que es necesario implementar políticas que fomenten en los jóvenes la decisión de estudiarlas profesionalmente, cambiar su percepción de las disciplinas debería ser central. Se evita la frase despertar vocaciones pues la perspectiva de que ser investigador o profesor es una vocación se enmarca dentro de la visión anteriormente cuestionada. Por ello se propone reflexionar sobre la imagen de las ciencias (Lederman, 2007) que es transmitida en los cursos de ciencias, pero antes es necesario explicitar qué imagen se considera adecuada para un profesor. La visión que aquí se asume es que las ciencias naturales son formas de conocimiento, ni las únicas ni las mejores, pero son explícitas y pueden tener ciertas ventajas según el tipo de problema a abordar. Se entiende por conocimiento a descripciones, explicaciones y modos de comprender el mundo. Este tipo de conocimiento permite hacer predicciones. Explicar y comprender satisface la curiosidad, pero la capacidad de predecir es muy importante, pues permite modificar el entorno y posibilita el desarrollo de tecnología. Las ciencias naturales actuales son muy amplias y pueden aprenderse de distintos modos. Desde el punto de vista de su enseñanza, cada disciplina se compone de conjuntos de conceptos, de procedimientos y de actitudes. Los procedimientos son técnicas y estrategias y las actitudes son Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 5— posturas que se asumen ante, por ejemplo, un problema. La visión aquí propuesta es que los docentes se propongan que sus estudiantes se hagan una imagen de las disciplinas más completa y compleja que un conjunto arbitrario de fórmulas o una colección de definiciones. La imagen propuesta incluye la noción de que el conocimiento científico se estructura en teorías. Una teoría es un modo particular de mirar el mundo. Eso es lo que implica, por ejemplo, aprender la Mecánica clásica newtoniana o la Teoría sintética de la evolución. Cuando se enseñan ciencias naturales, una finalidad debería ser que los estudiantes aprendan a mirar el mundo con los anteojos de la teoría en cuestión. Es decir, al enseñar Mecánica clásica newtoniana, el objetivo no debe ser el cálculo de problemas de encuentro o la obtención de fuerzas resultantes sino comprender las concepciones de espacio, tiempo y materia propias de la teoría. El aprendizaje de teorías no debe sin embargo invalidar otras formas de ver el mundo, por ejemplo, estética. Se puede mirar al cielo y ver las estrellas desde la física o la astronomía, pero también se puede contemplar el cielo para disfrutar su belleza y sentir la paz que trasmite. En ese sentido es una forma de ver el mundo. Esta propuesta es compatible con algunas perspectivas de la didáctica de las ciencias, como el enfoque de enseñanza de integración jerárquica (Pozo y Gómez Crespo, 1998) y el perfil conceptual (Mortimer, 2000). Coincidentemente con la primera perspectiva, para enseñar ciencias naturales no se propone erradicar a las ideas previas o nociones alternativas de los estudiantes, como parece sugerir el modelo de cambio conceptual (Posner et al., 1982). Las perspectivas actuales plantean que la educación en ciencias debe apuntar a que los estudiantes construyan su propia estructura cognitiva de los saberes científicos, de un modo integrado jerárquicamente con las ideas previas. Desde la segunda perspectiva, en palabras de Amaral y Mortimer: El perfil conceptual toma como base la idea de que las personas pueden exhibir diferentes formas de ver y representar la realidad y, como contrapartida, que la Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 6— construcción de nuevas ideas puede ocurrir independientemente de las ideas previas. (Amaral y Mortimer, 2001, p. 15, traducción nuestra). En este contexto, los docentes tienen la misión de enseñar las visiones científicas del mundo pero también de enseñar los criterios para decidir en qué contextos es conveniente utilizarlas (Pozo y Gómez Crespo, 1998). Por estos motivos no se debe pretender que los estudiantes abandonen sus propias visiones del mundo (sus ideas previas), sino que se enriquezcan a partir de construir otra: la científica. Si el saber ciencias naturales ofrece la capacidad mirar al mundo desde cada una de sus teorías, el entorno cotidiano puede ser visto desde las perspectivas científicas. Por eso, al enseñar ciencias naturales es posible tomar ejemplos de la vida cotidiana para relacionar las cuestiones abstractas que se van enseñando con cuestiones más familiares para los estudiantes. No sólo es posible, sino que es recomendable, porque facilita el aprendizaje, pues permite vincular los conceptos con representaciones familiares para ellos y además porque resulta placentero y motivador. Para comenzar a recorrer este camino, es apropiado explicitar algunas cuestiones metodológicas, de modo de ir consensuando con los estudiantes un lenguaje en común. METODOLOGÍA CIENTÍFICA Muchos textos y cursos continúan presentando una visión perimida de la metodología científica, como proceso de descubrimiento de leyes que existen en la naturaleza, pero están escondidas. Pozo y Gómez Crespo (1998) indican que, según esta visión, "el conocimiento científico se basa en la aplicación rigurosa del método científico que debe comenzar por la observación de los hechos, de la cual deben extraerse las leyes o principios" (Pozo y Gómez Crespo, 1998, p. 24). Esta imagen se suele completar, mediante la enunciación de pasos. Un ejemplo de esta visión deformada de Método Científico se encuentra en Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 7— Wikipedia (2013) (¡que incluye la inducción1!): 1. Observación; 2. Inducción; 3. Hipótesis; 4. Experimentación; 5. Demostración o refutación y 6. Tesis o teoría. Según esta visión, el conocimiento científico surge de la aplicación rigurosa de un método que parte de la observación de hechos para descubrir leyes. Pareciera que el conocimiento científico se compone de leyes imparciales obtenidas mediante la aplicación rigurosa de un método afirmado sobre los hechos, que constituyen una base empírica irrefutable. Desde esta perspectiva la ciencia es objetiva, neutral e independiente de factores histórico-sociológicos; con una evolución lineal y acumulativa que progresa hacia el descubrimiento de las teorías verdaderas. No hay posibilidad de cuestionarlo o modificarlo, el conocimiento es así, la ciencia sólo lo descubre. Esta imagen está por detrás de la metáfora (como la utilizada al inicio de Einstein e Infeld (1986)) según la cual la naturaleza es un misterioso libro y que el trabajo de los científicos es aprender a descifrarlo, para dar con sus leyes. En este marco, a la historia de la ciencia se le imponen los patrones del presente, se evalúa la ciencia de otras épocas a la luz y con referencia al conocimiento y a los valores actuales. Además, el conocimiento científico sería la única forma válida de conocimiento, pues ha sido obtenido por un método puramente racional y por ello se desvalorizan otras visiones, entre ellas el conocimiento previo de los estudiantes. Esta idea «método científico» está muy alejada de la concepción actual de los especialistas (Adúriz Bravo 2008; Pozo y Gómez Crespo, 1998; Petrucci y Bergero, 2010). Es un «sentido común epistemológico»-algo así como una idea previa sobre la ciencia- que combina elementos del empirismo- inductivismo del siglo XIX con aspectos del positivismo lógico de principios del siglo XX (Lombardi, 1998; Adúriz Bravo, 2008). Esta concepción adolece de muchas deficiencias: La observación nunca es imparcial, sino que depende del marco teórico del observador. Chalmers (1990) le dedica un capítulo entero a la afirmación «la 1 El problema de la inducción se discute en el apartado 3.7. Otras herramientas metodológicas. Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 8— observación depende de la teoría». Por su parte, Kuhn (2004) argumenta en este mismo sentido, ejemplificando con la formación de científicos: Las demostraciones conocidas de un cambio en la forma visual resultan muy sugestivas como prototipos elementales para esas transformaciones del mundo científico. Lo que antes de la revolución eran patos en el mundo del científico, se convierte en conejos después. … Al mirar el contorno de un mapa, el estudiante ve líneas sobre un papel, mientras que el cartógrafo ve una fotografía de un terreno. Al examinar una fotografía de cámara de burbujas, el estudiante ve líneas interrumpidas que se confunden, mientras que el físico un registro de sucesos subnucleares que le son familiares. Sólo después de cierto número de esas transformaciones de la visión, el estudiante se convierte en habitante del mundo de los científicos, ve lo que ven los científicos y responde en la misma forma que ellos. (Khun, 2004, pp. 176-177). Por lo tanto, mal podría comenzar una investigación por la observación, sin definir previamente el marco teórico a utilizar. Justamente los marcos teóricos son los grandes ausentes de esta concepción. El conocimiento científico se estructura en teorías que modelizan la realidad. Estas teorías son construcciones que explican un conjunto de fenómenos (el movimiento de los cuerpos, la evolución de las especies). Este punto se ampliará más adelante. También están ausentes en esta concepción las preguntas, los problemas y los intereses de los investigadores. El conocimiento científico es provisorio y está sujeto a revisión. Este es uno de los valores fundamentales que caracteriza a la ciencia y la hace diferente de otras formas de conocimiento. La Mecánica de Newton orientó nuestra imagen del Universo durante 200 años, hasta que la Relatividad y la Cuántica vinieron a modificarla. Nadie sabe cuánto durarán estas teorías vigentes actualmente. Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 9— En esta concepción está ausente la comunidad científica. Las investigaciones son realizadas por personas condicionadas por factores históricos, sociales y culturales. El apartado se inició afirmando que muchos cursos y textos comienzan presentando una versión ingenua de método científico. Sin embargo, el tema no vuelve a tocarse durante el resto del curso o libro. Como si la metodología no interviniera durante el aprendizaje de ciencias naturales. Hay aspectos metodológicos -muy alejados de esta visión- que son muy importantes para la formación en ciencias naturales. Las ideas que caracterizan la concepción de metodología científica aquí propuesta son: Es un proceso abierto, cuyas fases se determinan en función del área de aplicación, de las problemáticas a investigar, del tipo de estudio y de sus objetivos, del contexto histórico y los intereses de los investigadores o la comunidad, de los recursos disponibles, etc. Es un proceso en el cual los científicos, provistos de un conjunto de herramientas donde cada una tiene una utilidad específica, deciden cuándo emplearlas sin restringir un único orden de uso. Las estrategias resultantes son variadas y complejas. Esta visión es coherente con una noción actualizada del conocimiento científico: Se construye a través de un proceso de elaboración de teorías y modelos que intentan dar sentido a un campo de referencia, es decir un área de conocimiento, un conjunto de fenómenos (Tiberghien, 1994). Tiene un carácter dinámico, provisorio y depende del contexto histórico. Esta visión sobre la ciencia y su metodología no sólo resulta relevante para favorecer el aprendizaje de conocimientos, como se argumentará en el siguiente apartado, sino que promueve en los estudiantes una valoración de la ciencia más positiva, coincidente con el enfoque CTSA (Fourez, 1997). Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 10— Herramientas metodológicas útiles para aprender ciencias naturales Algunas HM resultan útiles para el aprendizaje de ciencias naturales, pues facilitan el camino al hacer explícitos los procedimientos. A continuación, se presentan las herramientas que establecen una estructura ayuda a los estudiantes a comprender los conceptos, a desarrollar formas de razonar, de resolver problemas y de tomar decisiones. Por ello, se considera importante enseñarlas explícitamente de modo de lograr una buena comunicación con los estudiantes. Teoría y observación La palabra teoría tiene varias acepciones. Coloquialmente se usa como especulación o conjetura, como cuando Mafalda dijo de Guille: «Tiene la teoría de que peinarse con peine pincha las ideas». Es una idea que guía la acción. En ciencias naturales es algo más elaborado, aunque sigue siendo una conjetura, una idea que guía a la acción. Se llama teoría a un cuerpo de conocimientos que explica un campo o dominio del Universo. Incluye un sistema conceptual con coherencia lógica interna y un conjunto de procedimientos asociado. Algunos autores piensan que las leyes forman el núcleo de un sistema teórico, también llamado programa de investigación (Lakatos, 1983) o paradigma (Kuhn, 2004) del cual forman parte además hipótesis auxiliares, procedimientos, normas, campo de aplicación y para el segundo autor, valores. Los procesos de elaboración y evaluación de teorías son complejos y producto de controversias entre los especialistas. Lo mismo ocurre con la pugna entre dos teorías rivales. Son cuestiones que forman parte de un interesante debate que tiene lugar en la comunidad filosófica. Una introducción a estas cuestiones puede encontrarse en textos de Filosofía de las ciencias como Chalmers (1990) o Newton-Smith (1987). Aquí sólo se presenta resumidamente una visión necesariamente parcial. Las teorías científicas surgen en un cierto contexto social y cultural y luego se desarrollan, evolucionan. Cambian al contexto y el Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 11— contexto las cambia. Por supuesto también hay modificaciones que se dan por cuestiones internas. Cuando una nueva teoría es propuesta, la comunidad científica la examina, la cuestiona, la prueba, la revisa y eventualmente, la usa. Algunas pruebas suelen llamarse experimentos cruciales, pues orientan sobre la validez de una teoría. Pero nunca son definitivos, siempre puede hallarse una justificación al fracaso del experimento. Por ejemplo: La órbita de Urano difería notablemente de la prevista por la Mecánica Newtoniana, lo que constituía una dificultad para la teoría. Era descabellado desechar la teoría, pues no se contaba con una mejor. Se buscó una explicación desde del marco teórico: la diferencia podíadeberse a la gravedad de algún planeta aún no descubierto, que estaría perturbando su trayectoria. Inspeccionando la región del cielo donde los cálculos indicaban que debía estar ese nuevo planeta, en 1846 se descubrió a Neptuno, lo que resultó un fuerte respaldo a la teoría de Newton. Es un ejemplo de predicción exitosa. Con un error de una magnitud menor, la Mecánica Newtoniana predecía un movimiento del perihelio de Mercurio distinto del observado. Confiados en el éxito del descubrimiento de Neptuno, unos 30 años más tarde se postuló un nuevo planeta entre Mercurio y el Sol que explicaría el movimiento anómalo del perihelio. Se propuso llamarlo Vulcano, e incluso ¡fue observado! Actualmente se cree que se observaron manchas solares, confundiéndolas con Vulcano en su tránsito por el Sol (un ejemplo de cómo la teoría y los intereses del observador pueden afectar una observación). A pesar de que la teoría de Newton no lograba explicar esta anomalía, siguió vigente. Una teoría no es abandonada por más evidencia empírica que haya en su contra, si no hay una teoría mejor que la sustituya. Unos cuarenta años después, la teoría General de la Relatividad predecía un cambio en la posición de las estrellas cercanas al Sol, algo impensable desde la visión newtoniana del Universo. El mismo fue observado por Eddington durante un eclipse en 1919, un rotundo éxito de la Relatividad. Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 12— A veces una nueva teoría explica un fenómeno ya conocido desde mucho antes. La anomalía en el movimiento del perihelio de Mercurio fue explicada con precisión por la Teoría General de la Relatividad. La Mecánica de Newton ha sido muy importante en física. Consta de tres leyes o axiomas, definiciones, principios y procedimientos. Con la aparición de la Relatividad y la Cuántica, la teoría de Newton ya no fue considerada válida. El espacio, el tiempo y la materia no son como lo proponía esa teoría. Sin embargo, se sigue enseñando una versión actual de esa teoría, por su valor cultural e intelectual, pero también porque constituye un valioso instrumento de cálculo en las escalas espacial y temporal en que nos manejamos cotidianamente, el mesocosmos. Otras teorías importantes en física son la Relatividad General, la Relatividad Especial, la Mecánica Cuántica, la Teoría Cuántica de Campos, la Termodinámica, la Mecánica Estadística, el Electromagnetismo y quizá la Teoría de Cuerdas (unos especialistas dicen que están construcción y otros cuestionan que sea una teoría). Entre la química y la física se encuentra a la Teoría Atómica. En biología fue muy importante la Teoría de la Evolución, cuya versión actual -que incluye a la genética- se llama Teoría Sintética. La Geología cuenta con la Tectónica de Placas. Entre la física y la astronomía está la teoría sobre la creación del Universo, el Big Bang. Buena parte del conocimiento científico actual se encuentra dentro de estos marcos teóricos. La aparición de cada uno de ellos significó un paso muy importante para la humanidad, redundando en un aumento de conocimiento en su campo de aplicación y un importante crecimiento de la cantidad y calidad de las investigaciones en el tema. Una teoría brinda una base sólida sobre la cual realizar las pesquisas. Cada teoría implica ver el mundo de un modo particular, porque guía respecto a qué observar, qué instrumentos utilizar, cuáles procedimientos son adecuados, qué problemas plantear, etc. La coherencia entre teorías es valorada. Es uno de los aspectos que se aprecia al evaluar dos teorías rivales. Entre dos modelos atómicos, la compatibilidad con el electromagnetismo es una ventaja. Los conceptos sólo Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 13— tienen sentido dentro de cada marco teórico. La masa no tiene el mismo significado en mecánica clásica que en relatividad. Igualmente, la energía tiene un significado en mecánica, otro distinto en termodinámica, en química, en ecología, etc. La idea de concepto transversal o integrador, tan atractiva para la didáctica, es problemática desde la filosofía de las ciencias. Sin embargo, hay conocimiento que se ha ido desarrollando entre disciplinas (como la físicoquímica) algunos de los cuales se han convertido en disciplinas en sí mismas (como la bioquímica). En los últimos años los estudios interdisciplinarios se han multiplicado enormemente (epidemiología matemática, sistemas complejos aplicados a los campos más diversos, etc.) cobrando cada vez mayor importancia. El surgimiento de la teoría sobre la electricidad como fluido, de Franklin, ilustra las afirmaciones anteriores sobre observación, teoría y metodología científica. En la primera mitad del S. XVIII, antes del establecimiento de este marco teórico dominante, había diversas opiniones sobre la naturaleza de la electricidad, todas basadas en la filosofía mecánico-corpuscular que guiaba las investigaciones (Kuhn, 2004). Distintos experimentos y observaciones (necesariamente parciales) estipulaban diversos problemas nuevos. La falta de un paradigma hacía que todos los hechos fueran igualmente importantes. Por este motivo, no había razones que orientaran la búsqueda de nueva información. Las agrupaciones de hechos eran incompletas e incluían elementos equivocados, por las razones equivocadas. Esto ocurría porque …no es extraño que, en las primeras etapas del desarrollo de cualquier ciencia, diferentes hombres, ante la misma gama de fenómenos -pero, habitualmente, no los mismos fenómenos particulares- los describan y lo interpreten de modos diferentes Kuhn, 4 , p. 43). Estas diferencias desaparecen con el establecimiento de un marco teórico. Incluso la teoría define los problemas a resolver y sugiere qué experimentos vale la pena llevar a cabo. Los científicos dejan de discutir sobre los fundamentos y comienzan a investigar sistemáticamente sobre cuestiones precisas, aún no dilucidadas. Las actividades tienen una dirección definida y la efectividad de las investigaciones aumenta considerablemente. Además, sobrevienen nuevos Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 14— desarrollos tecnológicos, algunos de uso cotidiano y otros específicos para desarrollar nuevas investigaciones (Kuhn, 2004). Mientras una teoría está vigente, es discutida, cuestionada, repensada, revisada, reinterpretada, una y otra vez. A veces son reformuladas, como ocurriera con los formalismos de Lagrange o de Hamilton en el marco Newtoniano. El universo que conciben es el mismo. La Teoría de Newton sufrió cambios desde la publicación de los Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica en 1687. En su versión original, la teoría utilizaba una matemática llamada Teoría de Proporciones, que se venía utilizando desde la antigüedad. Actualmente se utiliza la notación algebraica, el cálculo infinitesimal, vectores y la gravedad se describe utilizando la noción de campo. Si bien Newton ya había desarrollado el cálculo infinitesimal y seguramente lo había utilizado para resolver varias cuestiones presentes en los Principia, no podía utilizar una herramienta de cálculo recién creada por él para argumentar su nueva teoría, por eso debió encontrar demostraciones utilizando el viejo método. Debido a que la versión actual -la que se enseña en las escuelas- difiere de la original, es preferible llamarla Mecánica clásica contemporánea. En resumen, las teorías cambian, evolucionan. Estasson las teorías científicas. Tradicionalmente, algunas conjeturas son llamadas teorías, utilizando el significado más coloquial del término: teoría de los orbitales moleculares, teoría cinética de los gases. Esta es una dificultad extra desde el punto de vista de la enseñanza, pues contribuye a la extendida confusión de docentes y estudiantes sobre los fundamentos del conocimiento científico. Por su parte, la psicología sostiene que cada persona tiene sus teorías personales (Pozo, 2006). Es razonable llamarlas teorías pues constituyen estructuras jerarquizadas de conceptos, aunque generalmente implícitas y no conscientes y (…) tienen una función explicativa Pozo, , pp. 242-243). Algunas serán teorías-en-acción, construidas espontáneamente mientras que otras serán más elaboradas, por ejemplo, por haber estudiado ciencias. ¿Hay relación entre observación y teoría desde una perspectiva psicológica? La Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 15— observación es un proceso que comienza cuando se decide observar. Las teorías personales guían la observación, indicando de qué está compuesto el mundo, a qué prestarle atención. Una vez que llega la información, comienza el proceso de percepción en el cual vuelve a intervenir la teoría. Por ejemplo, el objeto observado es «clasificado». Nuevamente se evidencia que las observaciones no son puras, no todos perciben lo mismo cuando ven lo mismo, lo que refiere al argumento de Kuhn ya presentado. La información recibida es procesada involucrando los conocimientos previos. Esto mismo ocurre en ciencia. Los científicos miran el mundo desde sus teorías. La diferencia es que éstas son más explícitas y compartidas que las personales. Objeto de estudio Un objeto de estudio es la parte del universo que se recorta para estudiar. Al realizar un análisis, un estudio o al resolver un problema, ya sea en un contexto de investigación o en el escolar, en cualquier marco teórico, siempre se define un objeto de estudio. Esta noción se vincula directamente con otras herramientas: estado, proceso, fronteras, acción, interacción y conservación. La misma identificación del objeto de estudio implica establecer fronteras, que demarcan dónde termina el objeto y comienza el entorno. Entonces es posible analizar las interacciones, que son los flujos o las acciones que atraviesan la frontera. Una acción tiene dos sentidos posibles hacia adentro o hacia afuera del objeto de estudio. De qué acciones se trata, lo indica el marco teórico (fuerzas en mecánica, calor en termodinámica, etc.). Si el objeto está aislado, es decir si no hay acciones hacia o desde el entorno, no experimentará cambios en su estado. Por el contrario, si cambia, será porque hay interacciones. El paso de un estado a otro se denomina proceso. Un ejemplo en el que se aplica es en una caja registradora. El objeto de estudio es el dinero que hay en la caja. El estado del objeto de estudio es la cantidad de dinero. A partir de conocer cuánto entró y de cuánto salió (conocer las interacciones a través de las fronteras) se puede establecer que el Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 16— cambio de estado del objeto de estudio Δ( es igual a lo que entró e menos lo que salió (s): Δ( = e - s. Por lo tanto: Hf = Hi + e - s. Al analizar las interacciones se evidencia que cada vez que entra dinero, debió salir de algún lado, del entorno del objeto de estudio. Para que se modifique el estado del objeto de estudio, debe interactuar con el entorno. La noción de objeto de estudio se puede aplicar para el dinero, siempre que no se cree ni se destruya. Este modo de analizar objetos de estudio puede utilizarse siempre que haya una cantidad que se conserve, por ejemplo: • El volumen de líquido se conserva si el recipiente está aislado. Pero si variara, el cambio sería: ΔVol = Volingresante - Volsaliente. • En Mecánica Clásica contemporánea, un objeto de estudio aislado conserva su cantidad de movimiento, que cambia cuando hay fuerzas: ��⃗⃗ �� = ∑ �⃗⃗ . La ecuación fue escrita invirtiendo los términos respecto a su escritura habitual, para dejar la expresión que representa al cambio de estado a la izquierda y la que representa a las interacciones a la derecha, como en el ejemplo anterior. • En Termodinámica, la energía interna de un sistema termodinámicamente aislado se conserva y cambia cuando hay transferencia de energía por las fronteras mediante calor o trabajo, que son los procesos, las acciones posibles: ΔU = Q + W. Hay muchos ejemplos más. En la base de todos ellos están los conceptos de objeto de estudio y de conservación. Como no es algo que en un contexto cotidiano se haga espontáneamente, es necesario enseñar a los estudiantes a identificar explícitamente el objeto de estudio cada vez que aborden la resolución de una situación problemática. Hacerlo de modo implícito tiene riesgos, como la modificación del mismo durante el desarrollo de la tarea, lo cual conducirá a un resultado erróneo. Otra dificultad que surge habitualmente cuando el objeto de estudio no está definido explícitamente, es que en una comunicación Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 17— (por ejemplo, entre docentes y alumnos) cada parte esté pensando en un objeto de estudio distinto, lo cual genera confusiones y errores. Sistemas Sistema viene del griego: syn: con y istemi: establecer, es decir unión de cosas de modo organizado. Según el diccionario (Real Academia Española, 2012) tiene dos acepciones: 1. Conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre sí. 2. Conjunto de cosas que relacionadas entre sí ordenadamente contribuyen a determinado objeto. En cursos de ciencias naturales el término es muy utilizado, con diferentes acepciones entre ellas: Sistema de estudio. un objeto se llama sistema cuando está conformado por varias partes organizadas (por ejemplo, sistema de partículas o sistema digestivo). Sistema de unidades. Establece patrones de medida de cada magnitud, para poder hacer comparaciones. Se ampliará en el apartado 3.7 Otras Herramientas Metodológicas. Sistema de coordenadas. Es un elemento matemático. En física se ubica en el espacio, generalmente fijo a un cuerpo, para realizar mediciones. También se usan para las representaciones gráficas. Sistema de referencia o marco de referencia. Es el cuerpo físico al cual se refieren los movimientos (Roederer, 1963). Se considera apropiado al inicio de un curso, emplear la noción de objeto de estudio, evitando abusar de la palabra «sistema» con tantos significados diferentes. De este modo, se disminuye la posibilidad de confusión. Del mismo modo, se propone utilizar «marco de referencia» como hacen varios textos (Resnick et. al., 1993; Serway, 2000; Giancoli y Douglas, 1997) y no «sistema de referencia». Para esta decisión hay un segundo argumento, la palabra «marco» colabora a explicitar el significado de la herramienta, el marco de referencia es el cuerpo físico en el cual se sitúa al observador. En la práctica siempre es un objeto: la Tierra, un vagón, el Sol, etc. Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 18— Lenguaje Generar nuevo conocimiento es parte importante de la actividad científica. El conocimiento generado debe serenunciado y comunicado empleando un lenguaje. Una característica valorada del conocimiento científico es la asignación de significados precisos a los términos teóricos. Algunas palabras de uso cotidiano tienen un significado disciplinar, por ejemplo: fuerza, trabajo, energía, calor. El significado preciso evita que se generen confusiones al debatir ideas. En los cursos de ciencias se debe fomentar que los alumnos defiendan con argumentos sus ideas, pero el docente debe cuidar que todos asignen los mismos significados a los términos teóricos. Por su parte, desarrollar en el aula actividades donde los estudiantes comuniquen sus resultados, análogamente a las comunicaciones científicas, da una idea más adecuada de actividad científica. Lenguaje matemático Las comunicaciones en la comunidad científica utilizan el lenguaje escrito y en ciencias naturales, muchas veces se recurre a expresiones matemáticas. La matemática en es un lenguaje preciso que permite: 1. Deducir, razonar, llegar a conclusiones certeras y precisas; 2. Describir y relacionar estados y procesos; 3. Realizar predicciones. Es imprescindible haber definido explícitamente el objeto de estudio y haberle puesto nombres a los estados y a los procesos. Si los estudiantes no tienen claro cuál es el objeto de estudio, cuáles son los procesos, o si no manejan la matemática necesaria para aprender ciencias naturales, no tiene sentido avanzar en el curso, pues sólo aprenderán que son algo aburrido, sin sentido, que sólo puede memorizarse. Por otra parte, cunde la idea de que los estudiantes que llegan a los cursos de ciencias naturales no saben la matemática que deberían saber. En la mayoría de los casos esto no es así, saben matemática, pero para utilizarla en ciencias naturales es necesario aprender a efectuar una transferencia (Pérez y Dibar Ure, 2012; Redish, 2005). Los profesores de ciencias naturales deben enseñar a aplicar matemática. Por ejemplo, en clases de física se Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 19— suele decir que la «fórmula» del movimiento rectilíneo uniforme: � � = �. � + � es la «ecuación» de la recta: � � = �� + �. �. Para empezar, no son «fórmulas» ni «ecuaciones» sino «funciones». Es importante utilizar apropiadamente los nombres. Pero al mirar a estas funciones desde la perspectiva del estudiante se evidencia que: La función que en matemática siempre es representada con la «f», aquí es una «x». La variable que habitualmente se representa con una «x», es «t». Los términos están invertidos. La pendiente y la ordenada al origen se llaman diferente: velocidad y posición inicial y además esta último tiene un subíndice. Pero esto no es todo. Además, hay nuevos significados involucrados: Cada elemento de la función en física tiene unidades. Cada elemento de la función en física tiene un significado asociado (posición, velocidad, tiempo) pues representa una magnitud. Esto establece restricciones (¿qué significa un tiempo negativo?) y posibilidades (por ejemplo, órdenes de magnitud) que no tienen sentido en matemática. Estos significados deben ser enseñados en los cursos de física. La función posición en física representa el movimiento de un objeto de estudio en el espacio. Para comprender el tema es imprescindible vincular la función con el movimiento del objeto en el mundo. A la humanidad le llevó muchos años utilizar la notación algebraica para representar movimientos. Las primeras propuestas de usar representaciones matemáticas para los mismos fueron en el siglo XIV, por los eruditos Mertonianos en Oxford (Boido, 1996). Ellos utilizaban figuras geométricas poligonales, en las cuales los segmentos horizontales representaban algo que hoy se llamaría «lapsos de tiempo» y los segmentos verticales algo así como la «velocidad», que era una cualidad de los cuerpos. En estas representaciones, el área, que hoy se llamaría desplazamiento, para ellos designaba «toda la velocidad» (velocitas totalis). Galileo y Newton en el siglo XVII también utilizaban segmentos Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 20— geométricos para representar velocidades e intervalos de tiempo. La notación algebraica es más poderosa, pero resulta más abstracta. Quizá sea sensato no utilizar matemática en física en el nivel primario, restringirse a representaciones geométricas sencillas en el nivel medio y dejar el álgebra en física para el nivel superior. Modelo Este término es utilizado en distintos contextos, incluso científicos, con una gran variedad de significados (Lombardi, 1998). Aquí se llama modelo a una representación simplificada de un objeto de estudio donde sólo se consideran las características del objeto relevantes para los objetivos perseguidos. El modelo re-presenta al objeto de estudio. En ocasiones será sencillo y en otras será complejo para, por ejemplo, aumentar la precisión de los resultados. Se debe evaluar si vale la pena complejizar el modelo debido a que la tarea suele incrementarse considerablemente. Las personas usamos cotidianamente algo parecido a un modelo, llamado representación. Es la imagen o concepto que una persona tiene implícitamente de un objeto de estudio. Desarrollamos representaciones para interactuar con el mundo. Por ejemplo, tenemos representaciones de las ciudades que conocemos. Para movernos en una ciudad desconocida, podemos recurrir a los conocimientos de sus habitantes (preguntamos), podemos ir recorriendo pequeñas distancias que serán cada vez mayores (experimentamos), o podemos comprar un mapa (un modelo elaborado por el trabajo sistemático de un equipo de personas). Un modelo es una representación consensuada en una comunidad. En un mapa, como en una representación, se registran detalles importantes y se desprecian otros. En los mapas figura la numeración de las calles, pero no si son empedradas o si hay árboles en la vereda. La representación de un conductor incluirá qué calles son empedradas o el sentido de circulación, porque son útiles para tomar decisiones. La de un ciclista incluirá el sentido y la magnitud Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 21— de la pendiente de cada calle. Se pueden tener distintas representaciones o modelos de un objeto de estudio de acuerdo a cada necesidad. En física los modelos más empleados son los de partícula; sistema de partículas; cuerpos rígido, elástico y plástico; fluidos ideal y real; gases ideal y real, etc. (esquema 1). En mecánica clásica se suele comenzar por el modelo de partícula. Es el más sencillo para concentrarse en comprender los fundamentos de la teoría. Una vez logrado esto, es posible pasar a modelos más complejos. a) Modelo de Partícula En algunos textos es llamado «punto material». El modelo de partícula tiene en cuenta la posición del objeto de estudio, su velocidad de traslación y su masa. Mientras que descartan los demás aspectos (por ejemplo, orientación, velocidad angular, forma, volumen, aspecto, color, textura, etc.). Una vez delimitado el objeto de estudio, puede ser modelizado como partícula. Se emplea cuando interesa estudiar el desplazamiento en el espacio y/o la velocidad de traslación de un objeto de estudio. Muchos estudiantes suelen asociar el modelo de partícula con un objeto muy pequeño, asociado a su significado coloquial. Un modelo es una representación abstracta, sin existencia real. Se puede modelizar a la Tierra como unapartícula si interesa describir su trayectoria alrededor del Sol. Un auto puede ser modelizado como una partícula. En el caso de un puma lanzado a la carrera, si bien cada parte de su cuerpo tendrá diferentes velocidades, al considerarlo como partícula, se refiere a la velocidad de su centro de masa. Otras herramientas metodológicas Se presentan otras HM que suelen usarse en cursos de ciencias naturales. Observación. Consiste en captar la apariencia, cualidades o magnitudes relevantes del fenómeno u objeto estudiado. Es un proceso que comienza cuando se decide observar. Como se indicó anteriormente, la teoría guía la observación, pues indica de qué está Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 22— compuesto el mundo, a qué se le debe prestar atención. La información obtenida mediante la observación es también procesada empleando la teoría. Descripción y clasificación. Son actividades habituales en ciencia. Ramas enteras de la ciencia se dedican a describir, como la cinemática, o a clasificar, como la sistemática en biología. Mengascini y Menegaz (2004) hacen una interesante presentación de la clasificación como herramienta metodológica: Modelos Fluidos Sólidos Partícula Cuerpo elástico Cuerpo rígido Gases Líquidos Cuerpo plástico Sistema de partículas Cambia el volumen ante cambios de presión No cambia el volumen ante cambios de presión No se deforma ante la acción de fuerzas Se deforma ante la acción de fuerzas , recupera su forma cuando cesan Se deforma ante la acción de fuerzas, no recupe ra su forma cuando cesan No se considera su extensión ni orientación Se considera su extensión y orientación Auto Pelota La Tierra Agua Aceite Mercurio Sist . Solar Boleadoras Fragmentos de granada Viga Puerta Ménsula Viga Cuerda Resorte Auto Pelota Asteroide Aire Butano Nitrógeno Esquema 1: algunos modelos físicos. Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 23— En relación con el estudio de la diversidad se hace necesario el concepto de clasificación. La utilización de clasificaciones presenta diferentes valores: el de ser una herramienta en la producción de conocimientos y el de constituir una estructura organizadora que permite la transmisión de la información. La generación de clasificaciones, basada en la definición de categorías y en el establecimiento de relaciones entre ellas, es una actividad que se efectiviza en la construcción de nuevo conocimiento, tanto en el ámbito de la biología como fuera de él. Por otra parte, el conocimiento científico abordado en todos los niveles educativos se organiza a través de clasificaciones. (Mengascini y Menegaz, 2004, p. 3). Las clasificaciones sirven para ordenar, para organizar colecciones, objetos, tanto reales como teóricos. Todas las clasificaciones son arbitrarias, en ciencias toman sentido en el marco de una teoría. No sólo en biología las clasificaciones son importantes, también abundan en física y en química (por ejemplo, fuerzas de contacto y a distancia, sustancias homogéneas e inhomogéneas, etc.). Sin embargo, en la enseñanza tradicional de ciencias naturales se encuentran una cantidad abusiva de clasificaciones, al punto que muchas de ellas sólo existen y persisten en las aulas , logrando alejar más a los estudiantes de las ciencias naturales. Ocurre, por ejemplo, con los tipos de palanca, a los casos para sumar fuerzas gráficamente, etc. Este sobredimensionamiento puede ser explicado debido a que las clasificaciones son fáciles de enseñar y sobre todo su aprendizaje -memorístico- es fácil de evaluar. Sin embargo, su aprendizaje debe ser acompañado por una reflexión sobre los criterios que las justifican, pues de otro modo es conocimiento inerte, imposible de articular con otros conocimientos y propenso a ser rápidamente olvidado. En ese sentido, la clasificación puede tomarse como un contenido procedimental, no conceptual, con lo que su valor cambia, permitiendo el abordaje de contenidos propios del campo de producción disciplinar (Mengascini y Menegaz, 2005). Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 24— Explicación y predicción. Son considerados dos de los fines de la ciencia. En general se llama explicación a la reducción de muchos fenómenos a unos pocos principios o leyes generales. Las Mecánica Clásica unificó la explicación de los movimientos sobre la superficie de la Tierra y de los planetas en el Sistema solar. En los cursos de ciencias naturales la explicación juega un rol importante, los estudiantes intentan entender para poder explicar. La parte teórica de las evaluaciones suele consistir en pedir explicaciones (en el apartado sobre evaluación se argumenta porqué no es apropiado solicitar definiciones). La predicción es fundamental porque, como se afirmó, nuevas predicciones implican fuertes respaldos a una teoría y porque permiten desarrollos tecnológicos. Sin embargo, es una herramienta poco utilizada en las aulas, ocasionalmente se piden predicciones en el laboratorio. Los estudiantes tienen más presente entre los fines de la ciencia a la explicación que la predicción (Petrucci y Dibar Ure, 2001). Sería enriquecedor aumentar la cantidad de predicciones solicitadas a los estudiantes, especialmente mediante problemas abiertos. Además de su importancia intrínseca, son un modo de fomentar la curiosidad y el compromiso de los estudiantes. Problema y pregunta. Un problema es, básicamente, una situación incierta a resolver (Perales, 2000). En los cursos de ciencias naturales se los utiliza para que los estudiantes utilicen los conocimientos para resolver situaciones, de modo de hacer más significativos los aprendizajes (Ausubel et al., 1978). En este contexto se puede considerar a una pregunta como un problema cuyo enunciado está implícito. Un problema no es un ejercicio o una tarea. Los problemas provocan en el resolutor la necesidad de resolverlos, mientras que los ejercicios requieren de tareas repetitivas, en el mejor de los casos para afianzar una conducta o una destreza, pero no apuntan a lograr comprensión. Se llama tarea a una consigna arbitraria que requiere de los estudiantes la realización de acciones que -desde su perspectiva- carecen de sentido, por lo que sólo puede ser realizada como un rito. Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 25— Magnitudes y medición. Son temas importantes, no sólo para la ciencia, sino también para la industria y el comercio. Sin embargo, no son centrales en la concepción de ciencia que se defiende en este artículo y su función en un curso de ciencias naturales debe ser accesoria. Es un aspecto muchas veces sobredimensionado, sobre todo en los inicios de cursos y de libros de texto de física (véase, por ejemplo, Resnick y Halliday, 1970). Algunos cursos parecen más dedicados a la metrología que a las ciencias. Por detrás de estas propuestas parece haber una visión ingenuamente empirista de las ciencias, según la cual el conocimiento se obtiene mediante el registro meticuloso de la naturaleza, midiendo. Si así fuera, la medición sería central y sería razonablecomenzar los cursos por allí. Pero en el apartado sobre Metodología Científica se argumentó contra esta posición. Finalmente, la Ley 19.511 (Ley de Metrología, 1972) indica que el único sistema de unidades válido en Argentina es el Sistema Métrico Legal Argentino (SIMELA) que está constituido por el Sistema Internacional de Unidades SI (OIPyM, 2006). Esta ley expresa en su Art. 15: Queda prohibida la fabricación, importación, venta, oferta, propaganda, anuncio o exhibición de instrumentos de medición graduados en unidades ajenas al SIMELA, aún cuando se consignen paralelamente las correspondientes unidades legales. (Ley de Metrología, 1972, p. 1). Es decir que es «ilegal» atormentar a los estudiantes con ejercicios de cambio de unidades del sistema métrico al sistema imperial. Algunos profesores justifican el abuso de este tipo de ejercitación argumentando que sus estudiantes carecen de tal habilidad (como si eso fuera un impedimento para aprender ciencias). Sin embargo cuando un adolescente necesita cambiar unidades para lograr un objetivo que le interese (por ejemplo relacionado con la informática, o para construir un Rey Momo de fin de año) lo resuelve sin dificultad. Si a estos argumentos se agrega que el tema Unidades no suele motivar a los estudiantes, queda claro que su peso en un curso debe ser mínimo. Se propone plantear tareas interesantes para los estudiantes e ir introduciendo estas nociones a medida que sean necesarias para el aprendizaje de conceptos, de modo que se vayan incorporando de modo natural. Finalmente, si se pretende que los estudiantes Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 26— aprendan a medir, es necesario proponer actividades cuya resolución implique medir. Dictarles la definición de medición es como tratar de enseñarles a jugar al fútbol sentándolos en pupitres y dictándoles el reglamento del juego. Experimentación. Consiste en provocar deliberadamente un fenómeno, en condiciones controladas. Son ensayos, pruebas que pueden hacerse en un marco exploratorio o confirmatorio. En el primer caso se realizan para obtener nuevas o mejores descripciones del campo de referencia empírico estudiado y en el segundo, con el fin de testear hipótesis mientras que la teoría indica cuáles son las variables relevantes a controlar. Si bien se ha criticado aquí al empirismo, eso no significa que no se considere que mirar el mundo y obtener datos de él no sea una característica fundamental y distintiva de las ciencias naturales. Desde la didáctica, se suele llamar experiencias a los experimentos para observar fenómenos, sin involucrar mediciones, es decir con fines ilustrativos o exploratorios. Estas experiencias son importantes, pues psicológicamente los estudiantes se encuentran en un «contexto exploratorio». Para realizar un experimento confirmatorio en el aula, es necesario que los estudiantes comprendan la teoría en la que se basa el diseño del experimento. Debate, argumentación y razonamiento. Son actividades de intercambio de ideas que permiten la construcción colectiva de conocimiento. Se desarrollan en los grupos de investigación, en los laboratorios y en el campo, pero también entre grupos, en instancias de intercambio, en congresos y publicaciones. En la enseñanza, al usar estas actividades como parte de la estrategia, los estudiantes, además de aprender los contenidos conceptuales, aprenden contenidos procedimentales sobre la actividad científica. La argumentación es una de las características que diferencia a las ciencias de otras formas de conocimiento que se validan mediante la autoridad. No es necesario explicitar por qué es muy valorado socialmente que los estudiantes aprendan a argumentar y a distinguir razonamientos válidos de falacias. Es necesario realizar una aclaración sobre la generalización. A partir de la creencia de que la naturaleza se comporta de manera similar a un Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 27— mecanismo, se pueden enunciar tentativamente reglas, principios o leyes que gobernarían los fenómenos y que valdrían para todas aquellas circunstancias en que las condiciones sean iguales. El procedimiento lógico por el cual se obtiene una afirmación universal a partir de un determinado número de observaciones particulares se denomina inducción. Por ejemplo, si se observa que un cuervo es negro, este otro también, y este y este, etc., luego de un número suficiente de observaciones se puede afirmar que todos los cuervos son negros. Sin embargo, este método no es infalible ya que nunca se puede estar seguro de haber revisado todos los cuervos del universo. Y aun si se lo hiciera, no habría certeza de que mañana no vaya a nacer un cuervo blanco (aunque fuera muy improbable). La inducción no es un método apropiado para establecer leyes, como argumenta Chalmers (1990), donde los capítulos 1 y 2 están dedicados al inductivismo y al problema de la inducción. Las leyes se enuncian en el marco de la una teoría. Además de las leyes que forman parte del núcleo de las teorías, hay otros tipos de afirmaciones que en ciencias naturales se llaman leyes. Algunos son enunciados que relacionan dos o más variables. Por ejemplo las leyes de Kepler, las del péndulo o la ley de Hooke. Se diferencian de las anteriores por no ser los axiomas de base de un sistema teórico, aunque forman parte de la teoría. Los primeros dos ejemplos se deducen de la Mecánica de Newton. Mientras que la ley de Hooke es una aproximación que funciona bien dentro de ciertos límites de cada material. Otras llamadas leyes, son en realidad reglas, como el caso de las leyes de Mendel o las de Kirchoff. Esta lista de herramientas no es exhaustiva. Hay otras como hipótesis, análisis e interpretación de datos, etc. que también pueden ser utilizadas en cursos de ciencias. CONSIDERACIONES DIDÁCTICAS Aprender ciencias naturales debe ser una actividad placentera. No son difíciles en sí mismas, ni es necesario estudiarlas de modo tedioso. No es cierto Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 28— que sólo unos pocos, especialmente dotados y/o estudiosos pueden tener acceso a ellas. Análogamente, hay personas que piensan que la matemática no es para ellos, que nunca podrán entenderla. Esto es falso. Toda persona es capaz de aprender matemática, así como cualquiera de las ciencias naturales. Algunos deberán estudiar y dedicarse más que otros. Si además no se sienten atraídos hacia ellas, si no les gusta, el esfuerzo que deban realizar para entender les parecerá mucho mayor que quien lo hace con gusto. En este contexto, una propuesta de enseñanza compatible con la visión de metodología científica aquí presentada es introducir las HM más importantes (teoría, observación, objeto de estudio, lenguaje y modelo) al iniciar el curso, en un bloque breve. Comenzar trabajando explícitamente sobre las HM representa una ventaja al momento de comprender los conceptos; facilita el aprendizaje de estrategias de resolución de problemas, particularmente de los complejos y también permite pautar explícitamente los criterios de evaluación (Petrucci y Bergero, 2010). El curso comenzaría con una actividad concreta y problemática para los estudiantes, como por ejemplo la del «pichi» (Cappannini et al., 1996; Cappannini et al., 1997), el «huevo loco» (Dumrauf y Espíndola, 2002), el «doble cono» (Petrucci y Bergero, 2010) o «las patitas» (Izquierdo, 2000: p.54-57).En el siguiente apartado se presenta una propuesta basada en esta última, orientada a diferenciar observación de inferencia. Así, las primeras clases (1, 2 o 3 clases) del curso estarían dedicadas a reflexionar sobre los aspectos metodológicos y sobre la visión de ciencia propuesta, a partir de un dispositivo que funciona como disparador. Esta presentación de las HM permite introducirlas mientras son utilizadas para resolver una situación problemática para los estudiantes. La propuesta no es realizar un estudio exhaustivo ni memorístico, sino hacer una introducción de ellas y su utilización. Los estudiantes irán ampliando sus usos y significados durante el desarrollo del curso, a medida que las vayan empleando durante el aprendizaje de los contenidos conceptuales. Estas actividades han sido Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 29— llevadas a cabo exitosamente en diferentes niveles educativos: universitario, formación de docentes de nivel inicial, Primaria, Secundaria y Superior (Cappannini et al., 1996; Cappannini et al., 1997: Dumrauf y Espíndola, 2002; Petrucci y Bergero, 2010). ACTIVIDAD PROPUESTA La siguiente actividad ha sido adaptada de Izquierdo (2000: 55- 56). Las ciencias desarrollan métodos para dar explicaciones de lo que se observa. Pero cualquier explicación científica va más allá de lo que se observa, porque intenta decir qué hay más allá de lo que se ve. Es decir, los científicos hacen «inferencias» a partir de sus «observaciones». Las inferencias son el resultado de interpretar la observación utilizando conocimientos previos (es decir, teorías). La finalidad de esta actividad es hacer notar la diferencia entre inferencia y observación. También sirve para evidenciar que se pueden ofrecer diversas explicaciones a partir de las mismas observaciones y que todas ellas pueden ser igualmente válidas. No hay una sola manera de interpretar los datos con los que se cuenta. La actividad es la siguiente: Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 30— A. Individualmente: 1. Observar la Ilustración 1, ¿qué representa? Escribir una narración de lo que ha pasado. 2. Identificar en la respuesta anterior las observaciones y las inferencias. Pensar otras posibles respuestas. B. En grupos: 3. Cada uno cuenta su producción. 4. Debatir: ¿Hay algún criterio para decidir entre las diferentes respuestas? C. Puesta en común: 5. Cada grupo cuenta los resultados a los que arribó (el docente sólo coordina las exposiciones). 6. Debate: argumentaciones a favor y en contra de las diversas respuestas (nuevamente el docente sólo coordina, indicando cuáles argumentos son válidos y cuáles no). 7. Cierre: el docente presenta las conclusiones, identificando observaciones e inferencias, los conocimientos previos utilizados, la importancia de utilizar un lenguaje en común, presentando las finalidades de la actividad y valorando las producciones de los estudiantes. EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE DE LAS HERRAMIENTAS METODOLÓGICAS En general, es conveniente evaluar el aprendizaje de contenidos procedimentales durante su ejecución. No es aconsejable hacerlo mediante exámenes y menos aun solicitando definiciones. Esta última afirmación también es válida también para las evaluaciones de aspectos conceptuales. Un estudiante sabe qué es un mueble y no tendrá dificultades clasificar una serie de objetos en muebles o no muebles. Pero si le pedimos que dé una definición de mueble, lo Ilustración 1: ¿Qué es lo que se ve? (Fuente: Izquierdo, 2000). Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 31— pondremos en un aprieto. Poder usar con idoneidad un concepto no implica conocer de memoria su definición. También vale la inversa: se puede memorizar la definición de estetoscopio sin tener noción de para qué sirve o cómo se lo utiliza. La evaluación del aprendizaje de las HM puede ser realizada de manera permanente (formativa). Se realiza una primera evaluación (grupal o individual) durante la actividad de presentación de las herramientas, pero también se evaluará su aprendizaje durante el desarrollo de las unidades conceptuales. Si el aprendizaje de las HM fue satisfactorio, su uso pasará prácticamente inadvertido durante el resto del curso. Pero a medida que surjan dificultades, el docente puede ir identificándolas, para ayudar a los estudiantes a usarlas correctamente, por ejemplo, preguntando «¿cuál es el objeto de estudio?», «¿qué modelo están usando?» o «¿dónde ubicaste el sistema de coordenadas?». La propuesta didáctica aquí presentada es un recurso útil para trabajar en el aula los procedimientos necesarios para realizar la adquisición del conocimiento científico que lejos de ser un producto espontáneo y natural de nuestra interacción con el mundo de los objetos, es una laboriosa construcción social, o mejor aún, re-construcción " (Pozo y Gómez Crespo, 1998, p. 265). En este sentido, se constituye en un aporte en el marco de la enseñanza por explicación y contrastación de modelos que asume que: …la meta de la educación científica debe ser que el alumno conozca la existencia de diversos modelos alternativos en la interpretación y comprensión de la naturaleza y que la exposición y contrastación de esos modelos le ayudará no sólo a comprender mejor los fenómenos estudiados sino sobre todo la naturaleza del conocimiento científico elaborado para interpretarlos. La educación científica debe ayudar al alumno a construir sus propios modelos, pero también a interrogarlos y redescribirlos a partir de los elaborados por otros, ya sea sus propios compañeros o científicos eminentes… (Pozo y Gómez Crespo, 1998; p.300). ESCOLIO (DISCUSIÓN FINAL) Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 32— Se ha argumentado sobre cómo la enseñanza y utilización explícita de HM en cursos de ciencias naturales favorece el aprendizaje de conceptos científicos. Pero además permiten mostrar a la ciencia como proceso y producto de la actividad humana, no como saber acabado y único, concepciones tan cuestionadas por los especialistas. La propuesta es compatible con una imagen de la ciencia como un proceso colectivo y cultural de elaboración de teorías y modelos, que intenta describir, explicar y predecir fenómenos de la naturaleza y una concepción del conocimiento científico como provisorio e histórico. Las HM para el aprendizaje de ciencias naturales son contenidos transversales. Se propone que los estudiantes se inicien en el aprendizaje de estas herramientas al inicio del curso, para poder aplicarlas durante el desarrollo de las unidades más conceptuales. De este modo se irán consolidando los significados de las herramientas, comprendiendo su uso y sus limitaciones. Al iniciar un curso trabajando sobre las HM, se está enseñando también una introducción a la metodología científica. Estas herramientas - seleccionadas en función de que facilitan el aprendizaje de ciencias naturales- son conceptos, procedimientos y actitudes propios de la investigación científica. Como contenidos, tienen una gran relevancia en la enseñanza de las ciencias naturales. Una proporción significativa de ellos son considerados en los Diseños Curriculares de diversas provincias como contenidos estructurantes de la disciplina: teoría, objeto de estudio,modelo, estado del objeto de estudio, interacción. Sin embargo, su utilidad trasciende el ámbito escolar, y pueden aplicarse a una gran diversidad de situaciones, en particular a situaciones problemáticas. Hay otras HM que no han sido tratadas en este trabajo. Sin menospreciar su importancia, estos contenidos -y otros que el docente de ciencias naturales considere necesarios- pueden ser trabajados a lo largo del curso, paralelamente a los contenidos conceptuales. Diego Petrucci: Herramientas metodológicas para aprender ciencias naturales. Revista Electrónica Iberoamericana de Educación en Ciencias y Tecnología — Volumen 5, Número 2, Junio 2014. Página 33— REFERENCIAS Adúriz-Bravo, Agustín . ¿Existirá el método científico ?, en Galagovsky, L. coord. . ¿Qué tienen de naturales las ciencias naturales? (pp. 47-59). Buenos Aires: Biblos. Amaral, Edenia M. R. y Mortimer, Eduardo F. (2001). Uma proposta de perfil conceitual para o conceito de calor. Revista Brasileira de Pesquisa em Educação em Ciencias, 1 (3), 5-18. Ausubel, David P.; Novak, Joseph D. and Hanesian, Helen. (1978). Educational Psychology: A cognitive view. New York: Holt, Ronehart and Winston. Boido, Guillermo (1996). Noticias del planeta Tierra. Buenos Aires: AZ Editora. 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