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Desarrollo_del_adolescente_Licenciatura

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Desarrollo del adolescente 
Licenciatura en Psicología 
 
Alma Patricia Cuan Morales 
517626056 
 
Fases de la adolescencia 
Unidad #: 3 
 
Maestro Juhan González 
13 de septiembre de 2019 
 
 
 
FASES DE LA ADOLESCENCIA 
 
Fases Características de la psicodinámica Conflictos psíquicos 
Preadolescencia Esta debe llevarse a cabo a través de 
tranquilizar su angustia, proyectándole 
seguridad al dejar de ser niño dependiente 
del vínculo materno y completar la tarea del 
periodo edípico. 
Fomentar el trabajo creativo, enfrentar los 
sentimientos de coraje, envidia, rivalidad, 
pero principalmente, la impotencia y la 
destrucción agresiva. 
Tranquilizar en el hombre la angustia 
homosexual que contrarresta a la angustia 
de la castración. En el desarrollo femenino 
normal, la organización de los impulsos está 
dominada por la resistencia contra una 
fuerza regresiva hacia la madre preedípica. 
No puede distinguir ni un nuevo objeto amoroso ni 
una nueva meta instintiva. Cualquier experiencia 
puede convertirse en un estímulo sexual, incluso 
aquellos pensamientos, fantasías y actividades 
que están desprovistos de connotaciones eróticas 
obvias. 
Aumento cuantitativo en los impulsos, lo cual lleva 
a un resurgimiento de la pregenitalidad. Es más 
inaccesible, más difícil de enseñar y de controlar. 
La gratificación instintiva directa se encuentra a un 
Superyo reprobatorio. El Yo recurre a la represión 
a la formación reactiva y al desplazamiento. Esto 
le permite desarrollar capacidades e intereses que 
son aprobados por sus compañeros de juego y 
adoptar muchas actitudes compensatorias, 
conductas compulsivas y pensamientos obsesivos 
para aliviar su angustia. 
 
 
Los hombres son hostiles con las mujeres en un 
intento de tranquilizar su angustia y por ello 
socializan más con los de su mismo sexo. Las 
mujeres presentan envidia del pene y se dirige de 
forma más directa al sexo opuesto. 
Adolescencia 
temprana 
Tratar la separación de sus objetos 
tempranos que estará determinada no sólo 
por el aumento y la variación del ritmo de la 
tensión instintiva. Ver que la capacidad del 
Yo sea adecuada para defenderse de esta 
angustia instintiva. 
Motivar las medidas de seguridad en contra 
de la precocidad sexual, las cuales se 
encontrarán en las amistades, las fantasías, 
los intereses intelectuales, las actividades 
atléticas, etc., y, muy especialmente, en la 
accesibilidad emocional de los padres, sobre 
todo de la madre o el sustituto materno, por 
lo que ella forma parte fundamental en la 
psicodinámica. 
Falta de catexis en los objetos de amor 
incestuosos, la libido flota libremente. La falta de 
catexis se debe a la debilidad del Superyo, 
debilitando también al Yo que ya no depende de 
su autoridad. Los valores morales y las normas de 
conducta adquieren cierta independencia, 
sintónicos con el Yo y operan parcialmente dentro 
del mismo. Siente una sensación de vacío y de 
tormento interno. 
Se vuelve narcisista volcando su atención a sus 
amigos más que en su familia. Necesita objetos a 
los que pueda amar e idealizar. El ideal del Yo, 
como formación psíquica dentro del Yo, no sólo 
remueve al Superyo de la posición tan segura que 
había tenido hasta ahora, sino que también 
absorbe la libido narcisista y homosexual. 
La mujer piensa en una tendencia bisexual y el 
hombre se siente avergonzado por su femineidad. 
 
 
Adolescencia 
propiamente tal 
A través de mostrar que el objeto real 
necesitado es el padre del mismo sexo, ya que 
antes de que pueda darse la posibilidad del 
amor heterosexual tiene que realizarse la 
identificación, positiva o negativa, con él. 
Equilibrar la cantidad de abastecimiento 
narcisista que tiene el adolescente, ya que éste 
es esencial para el mantenimiento de la 
autoestima, por lo que debe de estar al servicio 
del desarrollo progresivo. 
Intentar la desconexión de los primeros objetos 
de amor. El establecimiento de la organización 
adulta de los impulsos supone la renuncia a los 
objetos primarios y el encuentro con nuevos 
objetos. Ambos estados afectivos se describen 
como duelo y enamoramiento. 
Tomar medidas preventivas, tanto 
autoplásticas como aloplásticas, contra un 
estado de pánico al presentarse el 
empobrecimiento del Yo que conduce a 
estados anormales, manteniendo el contacto 
con la realidad como la continuidad en los 
sentimientos del Yo y; por el despertar de una 
ansiedad instintiva durante el movimiento 
Los procesos predominantes son la renovación del 
complejo de Edipo y sus conflictos, así como la 
desconexión de los primeros objetos de amor; este 
último proceso implica el abandono de los objetos de 
amor infantiles, esto es, la renuncia al objeto 
incestuoso y el abandono de las actitudes bisexuales 
y narcisistas, para hacer posible la orientación hacia 
el objeto heterosexual. La aptitud del amor 
heterosexual depende de los cambios catécticos 
relacionados con los procesos internos y con el 
propio Yo, aumentando la energía catéctica del él 
mismo. 
El hombre hace una elección narcisista del objeto, 
basada en el Yo ideal. La mujer persevera en la 
actitud bisexual, con una sobrevaloración del 
componente fálico, tendiendo más tarde a la 
heterosexualidad. Aumenta en ambos el narcisismo. 
La resolución del complejo de Edipo es más rígida y 
la represión de las ansias edípicas es más severa y 
el hombre tiende a enfocar su atención hacia 
artificios sobrecompensatorios de su masculinidad. 
La mujer reprime sus complejos edípicos 
ligeramente y la prepara para el amor heterosexual. 
La identidad sexual implica la existencia de cambios 
catécticos e identificativos, pero también, de 
 
 
progresivo de la libido hacia la 
heterosexualidad. 
presiones sociales que forzan la sumisión y que 
pueden producir un estado de confusión interna. 
Adolescencia 
tardía 
Promover la tolerancia al conflicto y a la 
ansiedad, así como a la cantidad y la 
intensidad de los estímulos – internos y 
externos – necesarios para el funcionamiento 
afectivo, determinando las diferencias 
individuales. Fomentar en el aparato psíquico 
la síntesis de los procesos específicos de la 
fase adolescente, estabilizándolos, 
volviéndolos irreversibles con un potencial 
adaptativo. Formación del carácter y definición 
de la individualidad. Transformación de los 
residuos edípicos en modalidades yoicas. 
Tiene un arreglo estable y altamente idiosincrático 
de funciones e intereses del Yo; una extensión de la 
esfera del Yo libre de conflictos; una posición sexual 
irreversible resumida como primacía genital; una 
catexis, relativamente constante, de 
representaciones del Yo, y la estabilización de los 
aparatos mentales que de manera automática 
salvaguardan la identidad del mecanismo 
psíquico.Integración de un Yo que combina los 
retardos parciales con expresiones de estabilidad 
como el trabajo, el amor y la afirmación de una 
ideología. El individuo toma conciencia de sí mismo 
como un ser social. 
Posadolescencia Consolidar las necesidades instintivas y los 
intereses yoicos, pese a su naturaleza 
contradictoria y a sus satisfacciones 
inestables, estableciendo armonía entre sí. Los 
nexos infantiles tienen que ser desvinculados, 
antes de que se efectúe un acercamiento 
razonable del Self con los intereses y actitudes 
parentales del Yo. 
Se armonizan las partes componentes de la 
personalidad. Se ejerce la moralidad, con un énfasis 
en la dignidad personal o autoestima, más que en la 
independencia superyoica y en la gratificación 
instintiva. El Yo ideal está encima del Superyo, la 
confianza antes depositada en el padre ahora se 
encuentra en el Self. 
 
 
 
 
Referencias: 
González Nuñez, J., Romero Aguirre, J. y de Tavira y Noriega, F. (1993) Capítulo 1 Las características de los adolescentes. 
En Teoría y técnica de la terapia psicoanalíticade adolescentes (pp. 9- 34) México. Trillas

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