Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
40 LAVANGUARDIA DOMINGO, 25 MAYO 2014 JAVIER RICOU V anidad, narcisismo,autoafirmación delyo, exhibicionismo,promoción publici-taria, ganas de co- municarse, elmejor ymásmoder- no canal para la sociabilidad... Son términos que se repiten en las respuestas de psiquiatras, psi- cólogos, expertos en comunica- ción y profesores de ética cuando se les pregunta qué hay detrás de la moda de la selfie. Una tendencia viva, global y que inventa nuevos formatos casi a diario. Lo de fotografiarse el rostro, la imagen junto a un per- sonaje famoso (el autógrafo vi- sual) o el autorretrato en un esce- nario singular va camino de ser historia. La selfie está demostran- do que no tiene límites e imáge- nes que hace sólo unosmeses na- die podía ni imaginar son en la ac- tualidad las más virales (las que tienen un mayor número de visi- tas) en los canales de internet. El exhibicionismo, el narcisis- mo, la vanidad, la promoción y la autoafirmación tienen ahora for- ma de nalga (son las belfies, auto- rretratos del trasero) y los logros personales que se quieren trans- mitir al resto del mundo virtual para generar envidia se inmortali- zanhoy en una cama, con la pare- ja y el pelo despeinado, tras el ac- to sexual. Ningún pudor para ex- hibirse en losmomentosmás ínti- mos.Una tendencia que no extra- ña, sin embargo, a Eduard Vieta profesor de Psiquiatría de la Uni- versitat de Barcelona y jefe de servicio del Pisquiatría del hospi- tal Clínic. “El exhibicionismo for- ma parte de nuestra naturaleza –afirma Vieta– y el autorretrato poscoital (o paracoital) contiene ese elemento. Se trata de compar- tir con los demás lo que conside- ramos nuestros logros.”. Y ade- más, continúa, como la sexuali- dad se ha ido haciendo, como nuestra sociedad, cada vez más competitiva, la difusión de esa fo- to tras un contacto íntimo nos proporciona un plus de autoesti- ma”. Quizás esa pareja que se ha- ce una selfieposcoital “haya repri- mido sus gritosmientras ha dura- do el acto para que sus vecinos no se enteren de que están tenien- do sexo, pero una vez finalizado el acto “no tienen reparos a la ho- ra de proclamar lo que acaban de hacer a todo el mundo, vía redes sociales”, afirma Ferran Lalueza, experto en nuevas tecnologías y director de los Estudios de Cien- cias de la Información y de la Co- municación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Para la sexóloga Carmen Sán- chezMartín no hay nada demalo en esas autofotos tras el acto sexual, siempre que se tomen de mutuo acuerdo. “El tema de la sexualidad ha dejado de ser tabú y la foto en la cama tiene la mis- ma connotación que la que nos hacemos tras una comilona”. El éxito de la selfie aftersex ra- dica, según Lalueza, en “su com- ponente transgresor”. Lo mismo pasa con las belfies. “Sus autores buscan protagonismo y llamar la atención, aunque a veces resulte imposible identificar a la persona a la que pertenecen esas nalgas.”, añade Eduard Vieta. “La belfie la puso de moda, consideran estu- diosos norteamericanos de este tema, la estrella de realities Kim Kardashian, que se hizo una foto enfundada en un bañador blanco al poco dedar a luz”, recuerdaLa- lueza. Para las estrellas del mun- do del espectáculo esas fotos de las nalgas “constituyen esencial- mente una estrategia comunicati- va”, añade este profesor de la UOC. Para el resto demortales la belfie es una foto mucho más comprometida. “No todo el mun- do se atreve a enseñar esa parte del cuerpo. Muchas de las perso- nas anónimas que lo hacen han pasado antes por el cirujano o su- dado muchas horas en el gimna- sio. El autorretrato sería, en estos casos, lamejormanera de ver ren- tabilizado todo ese esfuerzo”, La industria de la comunicación ha puesto en marcha en muy po- cos años unas tecnologías –que nunca son neutras, ni espontá- neas– que permiten amucha gen- te registrar imágenes con sus telé- fonos y difundirlas instantá- neamente a través de las redes sociales. En un modelo de sociedad que venía impulsandodesdehacemu- chas décadas el culto al individua- lismo entendido como competi- ción permanente frente a los de- más, el fenómeno de los móviles con cámara tenía todas las posibi- lidades de convertirse en un re- pertorio de estrategias de auto- gratificación y de exhibición del valor de lo particular/privado, desde el cuerpo y las relaciones sexuales hasta una vida social y un acervo de experiencias más o menos interesantes, aunque, en general, dentro de unos reperto- rios muy controlados. ¿Controlados por quien? Por los modelos que propone cons- tantemente la publicidad, el cine de masas, las fotos de celebrida- des en la prensa, las revistas de moda y tendencias... por toda una comunicaciónmasiva planifi- cada, elaborada y distribuida des- de el poder económico con el ob- jetivo de dominar los imagina- rios colectivos que determinan aquello que finalmente creemos desear y elegir. El anzuelo es nada menos que la identidad personal, la creencia de que todo ese imaginario nos permite adoptar un papel ven- tajoso en el caos competitivo. ¿Alternativas? Lentas, sin du- da. Para empezar una pedagogía visual elaborada desde la escuela primaria a partir de una historia de las imágenes, de sus tipos y usos en diferentes sociedades y periodos de la historia, hasta lle- gar al aprendizaje práctico del fil- traje crítico de los mensajes que nos llegan a través de unos ca- nales que también deben ser puestos bajo la lupa. También un conocimiento que no sea sólo de dominio de las herramientas (má- quinas, programas…) que nos vie- nen dadas, sino que propugne por un lado la dirección que debe seguir la investigación tecnoló- gica para ser socialmente útil y por otro una práctica dirigida por maestros bien formados so- bre los usos que ya podemos dar a las herramientas con las que contamos. Elaborar, por ejemplo, documentos bien articulados, so- bre el desalojo de una familia ve- cina o las dificultades de la viuda del piso de enfrente para llegar a fin de mes. Claro que tendríamos que em- pezar por defender una enseñan- za pública de mucha mayor cali- dad, si no queremos que sólo los hijos de los ricos tengan una for- mación visual que los haga com- petentes. EDUARD VIETA Sobre la ‘aftersex selfie’: “La sexualidad se ha ido haciendo más competitiva” Porunapedagogía visual FERRAN LALUEZA “Esa pareja reprime los gritos para que el vecino no se entere y después pasa la foto” El valor social de las autofotos Pepe Baeza Exhibicionismo aldesnudo La ‘selfie’ clásicamuta en formatos íntimos y provocativos con los que llamar la atención Tendencias ANÁL IS IS DOMINGO, 25 MAYO 2014 T E N D E N C I A S LAVANGUARDIA 41 Las redes sociales se han convertido para muchos en plataforma de relación con los demás La saturación informativa hace que digiramos con más facilidad la foto que las palabras Las compañías de telefonía han apostado por las prestaciones fotográficas y eso facilita las cosas, según afirma Ferran Lalueza Los famosos han popularizado la moda con muchos seguidores considera Lalueza. Para los famo- sos a estas alturas de la moda de los selfies siempre va a llamar más la atención un autorretrato de las nalgas que uno de la cara. Y eso es promoción con muy po- co esfuerzo. Para Javier de las Heras, psi- quiatra y profesor de la Universi- dad Complutense de Madrid, la selfie “no es más que un comple- mento a la comunicación entre las personas, que actualmente se ve favorecido por las nuevas tec- nologías”. Para este psiquiatra co- municarse con la palabra o hacer- lo con imágenes “no deja de ser lomismo”. Los autorretratos sim- plemente son, por otro lado, “una reafirmación de yo individual frente a los demás, algo que ha existido siempre (piénsese en los grandes pintores), pero que aho- ra resulta mucho más fácil con las nuevas tecnologías”, añade De las Heras. Y sobre las imáge- nes en situaciones íntimas o de partes del cuerpo que no solemos enseñar, como las nalgas, este psi- quiatra considera que no tiene por qué haber ningún problema “siempre y cuando sea uno mis- mo las que las difunda”.Javier de las Heras no niega, sin embargo, que esta moda propicia que “de- rechos como la intimidad o el de la imagen tengan cada vezmenos valor en esta sociedad”. Norbert Bilbeny, catedrático de Ética, rehúye de las teorías de algunos psicólogos que alertan del riesgo de conductas psicopa- tológicas con la selfie, y considera estamoda como algo “muy intere- sante”. Ya no es un acto, si no un hábito, sentencia. “La autofoto es la suma de la tecnología con el ego y la sociabilidad de siempre. Rembrandt o Van Gogh y Goya o Tàpies, practicaron también la selfie. El autorretrato es tan anti- guo como la humanidad. Prime- ro fue imaginario y sobre la arena o una pared. Luego nos ayuda- mos del espejo para hacer lo mis- mo sobre una superficie fina.”. Y añade: “con la autofoto nos diver- timos o dejamos unmensaje, rete- nemos unmomento feliz o rendi- mos culto a nuestro ego, pero no cabe duda de que aquello que lo hace posible es todo un logro de la técnica, la sociabilidad y la po- sibilidad de captarnos a nosotros mismos fuera del espejo”. El problema puede surgir, apunta Lalueza, cuando en vez de hacer la selfie para inmortali- zar unmomento, “provocamos la situación sólo para hacer la auto- foto y mostrarla al mundo”.c FRANCESC BRACERO Barcelona N o somos origina-les. Todos fotogra-fiamos las mismascosas y desde los mismos ángulos. Si algún día una civilización extraterrestre nos juzga por el legado de mi- llones de fotos que dejamos a lo largo del tiempo en redes so- ciales como Instagram, con- cluirá que estábamos obsesio- nados por nuestros pies. Es lo quemás abunda. A esa falta de glamur añadimos también co- mida poco fotogénica, como las hamburguesas y el sushi. La fotografía de pies tiene mucho sentido. Tumbados en el sofá o en una playa, la prime- ra perspectiva enfocable del móvil suelen ser nuestras ex- tremidades inferiores. Dos de las variantes favoritas de la fo- tografía de pies (o podografía) son la de uñas pintadas con to- do tipo de decoraciones de fan- tasía, y la de zapatos. La comida es otra de nues- tras obsesiones, pero en Ins- tagram lo que más abunda es la comida rápida, en especial las hamburguesas con mu- chos ingredientes, salsas cho- rreantes y brillos que, unidos a las filtros de Instagram, pue- den provocarnos cualquier sensación menos hambre. El sushi, que suele ser también un tipo de alimento difícil de fotografiar, también abunda en esta red social en muchas de sus variantes. La fotografía de comida, a la que algunos buscan perspecti- vas artísticas, es también cono- cida como food porn (porno- grafía de alimentos) que, en una vuelta de tuerca, también tienepartidarios de buscar for- mas, brillos y texturas quepue- dan sugerir sexo. Entre las co- sas que más nos fascina com- partir está la perspectiva del ala del avión en el que viaja- mos y que ofrece una visión de las nubes. Las formaciones nu- bosas también nos apasionan. De la misma forma que los ga- tos (otro superéxito de Ins- tagram), las vías de tren que se pierden en la perspectiva de la distancia, los edificios muy al- tos captados desde el suelo de la calle y las puestas de sol. To- do lo mismo y con los mismos filtros. Uno de los disponibles con Instagram, llamado Sutro, es el rey de este mundo foto- gráfico compartido. Las sentencias pseudofilo- sóficas, como “eresmás valien- te de lo que crees, más inteli- gente de lo que pareces y más fuerte de lo que piensas (atri- buida a Winnie the Pooh) o “todo poder conlleva una gran responsabilidad (Spider- man)”, completan el panora- ma de frivolidad lúdica com- partida de las imágenes que más nos gustan. En abril pasado, Instagram alcanzó la cifra de 200 millo- nes de usuarios, 170 millones más que cuando la compró Facebook, hace dos años, por 1.000 millones de dólares, unos 735 millones de euros. Nació en el 2010 en forma de aplicación para el iPhone y se amplió más tarde a Android y Windows Phone.c IMÁGENES MÁS REPETIDAS Lo que apasiona: los gatos, las nubes y las sentencias pseudofilosóficas JAVIER DE LAS HERAS “Derechos como los de la intimidad o de la propia imagen tienen cada vez menos valor” LAS CUATRO CLAVES QUE HAN AUPADO EL AUTORRETRATO Famosos NORBERT BILBENY “El autorretrato ha dejado de ser ya un acto para convertirse en un hábito” Teléfonospara autorretratos Dispositivos móvilesCultura visual ]Los fabricantes de móvi- les son cada vez más ági- les a la hora de adaptarse a las tendencias del mer- cado. Las selfies no po- dían quedarse fuera de este mercado. Se trata de un tipo de fotografía que tiene mucho por mejorar en resolución, ilumina- ción y ángulo de visión. Uno de los teléfonos de gama alta presentado en las últimas semanas, el modelo Ascend P7 del fabricante chino Huawei está muy enfocado a la autofotografía. Lleva una cámara frontal de 8 mega- píxeles, lo mismo que muchos otros modelos como cámara trasera, e incluye un modo de to- mas instantáneas panorá- micas para la autofoto que toma también imáge- nes a ambos lados de quién se hace la foto. De esa forma, la famosa sel- fie de Ellen DeGeneres en la última gala de los Os- car habría captado toda- vía más estrellas de Holly- wood. Redes sociales Transgresión. De la selfie clásica (el estudiante con Obama) se ha pasado a autorre- tratos de las nalgas (belfie), con soldados en Tailandia, tras el coito (after sex selfie) o después de tener un acci- dente tras hacer- se una selfie Los ‘hits’ de la red social fotográfica de Facebook, con 200millones de usuarios Pies, comida yalasdeavión olga Resaltado
Compartir