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El estudio de los océanos por el Consejo Superior de Investigaciones Científi cas (CSIC) surge con el Institu- to de Investigaciones Pesqueras (IIP). Una crisis social por la caída brusca de capturas de sardina en Galicia hizo ver al gobierno español la necesidad de crear un centro que se ocupase de la pesca en nuestro país, debido a la imposibilidad de rehabilitar el Ins- tituto Español de Oceanografía (IEO), en parte por la despreocupación del Ministerio de Marina donde estaba integrado. En la creación del IIP confl uyeron dos eventos. Por una parte, el documento «Proyecto para la crea- ción de un Centro de Investigaciones Pesqueras dependiente del CSIC», que redactó Buenaventura Andreu en enero de 1949 a petición de José María Albareda, secretario general del CSIC. Y por otra, el curso «Introducción a las Investigaciones Pesqueras», que Francisco García del Cid, director del Instituto de Biología Aplicada (IBA) de la Universidad de Barcelo- na, encargó organizar al propio Andreu. En su documento, Andreu estableció la triple misión que debería tener dicho centro científi co. En primer lugar, una labor de investigación aplicada orientada fundamentalmente a la pesca. En segundo término, una tarea docente encaminada a la forma- ción de profesionales para asesorar a la administra- ción pesquera y velar por la regulación de la pesca en todo el territorio español. Y fi nalmente, una tarea dirigida a la formación de profesorado para las Es- cuelas de Pesca y técnicos de las industrias privadas. Los dos primeros objetivos establecen ya de inicio una clara diferencia entre la investigación científi ca y el asesoramiento pesquero, una de las claves para entender su futuro desarrollo en España. El citado curso se desarrolló de marzo a septiem- bre de 1949 en la Universidad de Barcelona y en el jardín botánico Mar i Murtra de Blanes. En este esce- nario, el 18 de febrero de 1949 se creó la Sección de Biología Marina (SBM), vinculada administrativamen- te al IBA y económicamente al Patronato Juan de la Cierva de Investigación Técnica del CSIC con sede en Madrid. Mientras tanto, por encargo de García del Cid, Andreu buscó dónde emplazar un laboratorio en la costa de Levante, y a fi nales de 1949 se montó el Laboratorio Costero del Grao de Castellón. Una vez concluido el curso, quedaron adscritos a la SBM Andreu, Ramón Margalef, Julio Rodríguez-Roda y Ma- nuel Gómez Larrañeta como colaboradores científi - cos del CSIC, y Miguel Durán, Pedro Arté, José María Camps y Carlos Bas como becarios. Un año después, la SBM contaba con cuatro incipientes equipos de investigadores, distribuidos entre Barcelona, Blanes y Castellón-Vinaroz. Tras esos prometedores inicios, la sesión de la Junta de Gobierno del CSIC del 3 de octubre de 1951 acordó que la Sección de Biología Marina del IBA pa- sase a ser un instituto, denominándose Instituto de Investigaciones Pesqueras; el profesor García del Cid fue nombrado director. Un documento ofi cial prepa- 3ORIGEN Y DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN MARINA EN EL CSIC Origen y desarrollo de la investigación marina en el CSIC Ángel Guerra y Ricardo Prego q Algunos de los participantes en el curso «Introducción a las Investigaciones Pesqueras», en el jardín botánico Mar i Murtra de Blanes, verano de 1949. Delante y de izquierda a derecha: Andreu, Durán, Gómez Larrañeta, Faust y Camps. Detrás: Arté, Margalef, Massutí y Rodríguez-Roda. t Programa del curso «Introducción a las Investigaciones Pesqueras», año 1949. AUTOR AUTOR 4 EXPEDICIÓN MALASPINA 5ORIGEN Y DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN MARINA EN EL CSIC Durante el mismo se presentó el modelo de diná- mica de poblaciones explotadas desarrollado por Beverton y Holt. Larrañeta aprendió esas técnicas para la ordenación de las pesquerías, y fue pione- ro en su aplicación y su divulgación en España. Posteriormente, las difundió en Hispanoamérica, comenzando por Chile, donde impartió clases durante un año en la Universidad Católica. 2. Margalef, durante una estancia en la Estación de Investigaciones Marinas de la isla Margarita (Ve- nezuela), en 1960, concibió la idea de publicar un libro sobre ecología marina. El tratado, que se publicó en 1972 y es fruto de la colaboración de varios autores, fue el primer texto sobre el tema escrito en español. Durante esos años, Margalef realizó numerosos viajes por Europa y América aportando técnicas y conceptos fundamentales para el desarrollo de la ecología. Asimismo llamó la atención de los científi cos acerca de la nece- sidad de interpretar las relaciones socioeconó- micas dentro de un contexto general ecológico. Fallecido en 2004, Margalef dejó un amplio le- gado científi co en cuatrocientos artículos y una docena de libros. 3. Fernando Fraga impulsó el campo de la ocea- nografía química en el IIP y participó, durante 1964, en la Indian International Ocean Expedi- tion, dentro del «Program in Biology» de Estados Unidos, a bordo del buque oceanográfi co An- thon Brunn, investigando la materia nitrogenada en el mar. En 1967 intervino en la expedición internacional a los océanos Antártico e Índico patrocinada por el Institut Royal des Sciences Naturelles de Bélgica, a bordo del buque ocea- nográfi co Magga Dann. Por otra parte, los miembros del IIP participaron activamente en las sesiones del Consejo General de Pesca del Mediterráneo de la FAO, así como en las reuniones de los grupos de trabajo del Internatio- nal Council for the Exploration of the Sea (ICES), del Programa Biológico Internacional (IBP), del Conseil International pour l’Exploration Scientifi que de la Mer Mediterranée (CIESM), del International Council Northeastern Atlantic Fisheries (ICNAF) y de la Aso- ciación Mediterránea de Biología Marina y Oceano- grafía (MAMBO), entre otros organismos de carácter internacional. A fi nales de 1959 surgió un problema de sobre- pesca en el levante español, la cual había llegado a tan alto nivel que entre los armadores y los pes- participaron activamente los miembros del IIP. Por iniciativa de la DGP, aparecieron las Publicaciones Técnicas de la Junta de Estudios de Pesca, cuyo primer número vio la luz en 1962. El Instituto de Investigaciones Pesqueras tuvo vocación internacional desde sus primeros pasos. La actividad de los miembros del naciente IIP pronto alcanzó resonancia tanto en foros europeos como americanos relacionados con la investigación marina. Se establecieron contactos fructíferos y permanentes con colegas y centros de otras nacionalidades. Sirvan como ejemplo tres casos: 1. En 1957 Gómez Larrañeta asistió al primer curso internacional de Dinámica de Poblaciones patro- cinado por la FAO en Lowestoft (Reino Unido). mitió ampliar el radio de acción del IIP a la región sudatlántica española, donde las pesquerías eran muy importantes y su estudio estaba desatendido. Las modestas instalaciones iniciales de Blanes se abandonaron en abril de 1961, cuando se inauguró el nuevo edifi cio en la explanada del puerto. En junio de 1963 el jefe del Estado inauguró la nueva sede central del IIP en Barcelona. Este período fundacional fue fructífero en tra- bajos científi cos: Publicaciones del Instituto de Biolo- gía Aplicada (1949-1954) recoge 51 trabajos de los miembros del IIP. La revista Investigación Pesquera nació en 1955. Esta publicación pasó a ser el vehí- culo principal de expresión de los científi cos del IIP y de las ciencias marinas en la España de esa épo- ca. Además, se impulsó la actividad científi ca sobre el mar con frecuentes debates. Las Reuniones de Productividad y Pesquerías (1954-1965), donde in- tervinieron todos los investigadores del IIP, fueron pa- lestras para la presentación de resultados y el debate pluridisciplinar. Durante esas reuniones se abordó la gestión de las pesquerías españolas, considerando por primera vez en nuestro país la infl uencia de los factores ambientales y las relaciones de las especies explotadas con otros organismosde su entorno. En 1955 se creó la Junta Consultiva de la Investi- gación Científi co-Pesquera. Su misión era coordinar la labor de los centros ofi ciales de investigación en esa materia y asesorar al gobierno. Como comple- mento de la anterior, funcionaba en la Dirección Ge- neral de Pesca (DGP) la Junta de Estudios de Pesca Marítima. Las reuniones de ambas juntas fueron el principal foro para el debate de la política científi - ca pesquera española durante esos años, y en ellas rado por Andreu en 1953 explicaba los elementos fundamentales en la organización del IIP, el cual de- pendería administrativamente del Patronato Juan de la Cierva. La sede central del IIP estaba en Barcelona y cada laboratorio (Barcelona-Blanes, Castellón-Vinaroz y Vigo) contaría con tres o cuatro biólogos, uno o dos químicos (personal investigador o técnico), dos laborantes (personal de apoyo) y un patrón de pesca (personal subalterno). El director de cada laboratorio sería nombrado por el Patronato Juan de la Cierva a propuesta del director del IIP. El personal investiga- dor, como era usual en el CSIC, estaba compuesto por investigadores y colaboradores, que se cubrían por concurso público, y por becarios cuyas becas se otorgaban entre universitarios previa selección y entrenamiento en uno de los laboratorios del IIP. Para ingresar como colaboradores no se exigía entonces el grado de doctor, aunque el hecho de serlo suponía un mérito en el concurso-oposición. Rodríguez-Roda y Margalef fueron los primeros colaboradores que defendieron su tesis doctoral entre 1950 y 1951. La jornada de trabajo era de plena dedicación y la Dirección del Instituto establecía las normas gene- rales de trabajo. Por lo general, cada científi co tenía un tema obligado, que absorbía la mayor parte de su jornada, y un tema de libre elección. Los directores de los laboratorios debían informar trimestralmente al director del IIP de la labor realizada y de los resul- tados obtenidos. El Laboratorio de Vigo, instalado en el antiguo colegio Alemán, fue inaugurado por el jefe del Es- tado en septiembre de 1952 y tuvo en Andreu a su primer director. En Cádiz, Rodríguez-Roda puso en marcha otro laboratorio a fi nales de 1954, lo que per- t Miembros de los laboratorios de Barcelona, Blanes, Castellón, Vigo y Vinaroz, asistentes a la Primera Reunión de Productividad y Pesquerías celebrada en Castellón, abril de 1954. De izquierda a derecha: Canales, Dolores Valero, Suau, Rubió, Morales, Herrera. Detrás: Larrañeta, Vives, Camps, Fraga (detrás), Conchita Seoane, Andreu, García del Cid, Bas, Planas (detrás), Roda, Margalef, Selgas, Muñoz y Durán. p Primer número de Investigaciones Pesqueras, año 1955. AUTOR AUTOR 6 EXPEDICIÓN MALASPINA 7ORIGEN Y DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN MARINA EN EL CSIC logía y planctología; bacteriología marina; cultivos monoalgales; pesquerías; organismos incrustantes y pinturas antifouling; biología y explotación de mo- luscos; biología y cultivo del langostino; biología, ecología y explotación de algas superiores; y com- posición química de animales marinos. Por aquel entonces, los Planes de Desarrollo die- ron un importante impulso a la investigación mari- na en España. Con cargo al Segundo Plan, la Junta Consultiva de Investigación Científico-Pesquera concedió un crédito para la construcción de un bu- que oceanográfi co. Se le bautizó con el nombre de Cornide de Saavedra, en memoria del célebre erudito gallego del siglo XVIII, autor de varias obras sobre la ciencia del mar y sus criaturas. El buque se adscribió a la Subsecretaría de la Marina Mercante del Minis- terio de Comercio y estaba administrado por el Pa- tronato Juan de la Cierva. Posteriormente, el Tercer Plan de Desarrollo permitiría en 1979 la botadura de un segundo buque oceanográfi co, el García del Cid, dependiente del CSIC. Los fondos de ambos planes impulsaron el desarrollo del IIP, permitiendo ampliar sus laboratorios y aumentar el personal mediante becas y contratos. Entre junio y agosto de 1971, el Cornide realizó su primera expedición científi ca, SÁHARA I, que se llevó a cabo en el noroeste de África para caracte- rizar los mecanismos fertilizadores del área y su ri- queza pesquera. El jefe de esta primera campaña fue Carlos Bas. Luego le seguirían hasta 1976 otras campañas oceanográfi cas con investigadores del IIP la Cierva, Andreu imprimió su carácter. Respecto a las labores del IIP puede leerse: «Las actividades del Ins- tituto están orientadas al estudio del medio marino como fuente de producción y de los recursos natura- les que encierra, con vistas a su mejor conocimiento, conservación y aprovechamiento. Los programas son fundamentalmente de investigación básica, básico- aplicada y aplicada, simultaneados con otros temas de interés general. Otras investigaciones están en- caminadas al asesoramiento de organismos ofi ciales sobre problemas pesqueros defi nidos o que susci- tan el interés manifestado por ciertas ramas de la industria. Todas estas actividades se encuentran muy relacionadas entre sí». Andreu, conjugando lo que había y lo que era preciso desarrollar, agrupó y especifi có las líneas de trabajo para el IIP en distintos ámbitos: hidrobio- científi cos sin el grado de doctor, y en 1978 la ma- yoría de los científi cos del IIP habían presentado ya su tesis. Al fi nalizar el año 1965, y tras el fallecimiento de García del Cid, Margalef fue nombrado director del IIP y Andreu director adjunto. Margalef desem- peñó su nueva labor hasta marzo de 1967. Ese año había ganado brillantemente las oposiciones a una cátedra de Ecología de la Universidad de Barcelona, convirtiéndose en el primer catedrático de España en dicha materia. En noviembre de 1967 el CSIC nombró director del IIP a Andreu, quien se trasladó de Vigo a Barcelona. No obstante, Margalef no se desligó del IIP; siguió dirigiendo trabajos sobre la ecología del plancton con el apoyo de Marta Estrada. Al hacerse cargo de la dirección del IIP, como se colige en la Memoria de 1967 del Patronato Juan de cadores de arrastre esa industria se consideraba improductiva. Ante esta situación, Larrañeta y Pe- dro Suau diseñaron el Plan Experimental de Pesca de Arrastre de Castellón (PEPAC). Era una estrategia para recuperar la pesquería, que consensuaron con los pescadores en una puesta en acción a través del Sindicato Nacional de Pesca, y solicitaron a la DGP su implantación. El PEPAC se aprobó y estuvo ac- tivado desde 1961 hasta 1966 con mucho éxito. El informe elaborado en 1999 por el equipo de investi- gación del Instituto Mediterráneo para el Desarrollo Sostenible ha evidenciado que aquella experiencia singular e innovadora, en la que tan bien se conju- garon la planifi cación pesquera, las tareas formati- vas, la bioeconomía de la pesca y la dinamización social, tiene aún plena vigencia. Paradójicamente, a pesar de su éxito, el PEPAC no tuvo continuidad ni, sorprendentemente, imitadores. Por aquel entonces comenzaron las experiencias de José María San Feliú en Castellón para conseguir la cría de langostino en cautividad hasta llegar a producirlo a escala comer- cial, tal y como se hacía en Japón. En esa época, el Laboratorio atlántico de Vigo se trasladó a unas instalaciones de la Junta de Obras del Puerto, y permaneció en ellas desde 1959 hasta 1973. Durante ese período se estudió la hidrografía de las rías y su producción planctónica. A la par, se desarrollaron los estudios sobre la biología, bioquí- mica y cultivo de la ostra y del mejillón, en los que tanto tuvieron que ver Andreu y Antonio Figueras. Esas iniciativas darían lugar a la creación del Plan de Explotación Marisquera de Galicia en 1970. Los traba- jos sobre pesquerías se centraron principalmente en la sardina gallega y el bacalao de la ICNAF. Los científi cos del IIP en Cádiz iniciaron sus in- vestigaciones sobre los atunes, bonitos y melvas en las almadrabas sudatlánticas en contacto con el Con-sorcio Nacional Almadrabero. Rodríguez-Roda fue un destacado miembro de la Comisión Internacio- nal para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT). También comenzaron los estudios sobre la biología y las pesquerías de sardina en las costas gaditana y africana. La incorporación de Rafael Establier en 1960 inició en el IIP de Cádiz la línea de bioquímica de animales y plantas, en colaboración con la Uni- versidad de Sevilla. La Memoria del IIP de 1965 recoge la participa- ción de cincuenta personas con sus correspondien- tes categorías laborales (Tabla 1), de las cuales 22 pertenecían a la escala científi ca y dos eran becarios. En 1969 entraron en el IIP los últimos colaboradores TABLA 1. Resumen numérico del personal del IIP y datos de su producción científi ca Categoría/año 1967 Categoría/año 1972 1973 1978 P I 8 8 9 IC 7 IC 9 11 10 CC 18 CC 14 12 17 CC (con.) – 7 – Becarios 3 Becarios 19 27 19 Personal Invest. 47 65 55 TT E 1 1 2 TS 1 TS (con.) 3 3 13 TTE (con.) – 8 8 Per. Lab. Con 4 12 23 Laborantes 10 ADI 12 13 10 Especialistas 7 AI 9 19 21 Téc. Aux. 1 AxI 2 1 4 AI (con.) – 13 11 AxI (con.) – 1 – Per. Func. Aux. 23 47 48 Adm. 4 Adm. 2 2 3 Aux. Adm. 3 3 Aux. Adm. (con.) 2 1 1 Sub. 4 Sub. 3 6 7 Sub. (con.) 7 1 Laboral 19 Total 55 Total 91 137 159 Publicaciones 50 Publicaciones 47 – 107 Tesis 2 Tesis 2 1 Tesinas – Tesinas – – 2 Congresos 11 Congresos 16 – 21 PI: Profesor de investigación; IC: Investigador Científi co; CC: Colaborador Científi co; TTE: Titulado Técnico Es- pecializado; TSE: Titulado Superior Especializado; ADI: Ayudante Diplomado de Investigación; AI: Ayudante de Investigación; AxI: Auxiliar de Administración; Adm.: Administrativos; Sub.: Subalternos; Aux. Adm.: Auxiliares Administrativos; Per. Func. Aux: Personal Funcionario Auxiliar; con.: contratados. u Entrega de la encomienda de Alfonso X el Sabio al buque García del Cid, 1964. u Los príncipes de España atendidos por Andreu durante su visita a la sede del Instituto de Investigaciones Pesqueras en Barcelona, 1972. AUTOR AUTOR 8 EXPEDICIÓN MALASPINA 9ORIGEN Y DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN MARINA EN EL CSIC y becarios extranjeros, lo que acredita una amplia y profunda repercusión internacional. Además, los tra- bajos en Cádiz sobre acuicultura marina se reforzaron con la incorporación de Emilio Pascual. La pertenencia del IIP al Patronato Juan de la Cierva, donde ya existía una importante área dedi- cada a los alimentos, tuvo una infl uencia decisiva en la creación de la sección de Tecnología de Conservas en Vigo, quedando a cargo de Manuel López-Benito. La incorporación de José Manuel Gallardo reforzó esta línea. La preparación de especialistas en alimen- tos marinos fue una labor importante: entre 1972 y 1978 se formaron 16 becarios. Los resultados científi cos del trabajo llevado a cabo vieron la luz por diferentes caminos. De forma general, se exponen en la Tabla 1 los datos referentes a la composición del IIP y al total de la producción científi ca. En particular, se pueden identifi car diferen- tes tipos de revistas: — Investigación Pesquera, revista científi ca dedicada específi camente al medio marino. Entre 1966 y 1977 se publicaron 21 volúmenes, cinco de los cuales fueron monográfi cos. La temática de sus 258 artículos se distribuyó en artículos sobre fi toplancton e hidrografía, producción primaria, zooplancton y bacteriología (23 %); recursos natu- rales, incluyendo las algas (18 %); ecología (17 %); oceanografía química (16 %); cultivos y fi siología de peces en relación con la acuicultura (10 %); sistemática y biodiversidad (11 %); contaminación marina (3 %); acuariología (1 %); y tecnología de alimentos (1 %). Esta revista tuvo continuidad bajo otro nombre, Scientia Marina, que está incluida en el Science Citation Index desde 1998. Bajas en su esquema general de circulación y ferti- lización. A los oceanógrafos del IIP se incorporó en 1965 Antonio Cruzado, quien realizó varias campañas en buques oceanográfi cos de diferentes nacionali- dades y participó en el programa «Coastal Upwelling Ecosystem Analysis» durante su estancia en Estados Unidos (1971-1973). Por otra parte, Ballester impul- só la aplicación de nuevas técnicas, como el uso de autoanalizadores para la determinación en continuo de sales nutrientes en agua de mar, que utilizó en el Mediterráneo occidental y en África centro-oriental. Uno de los retos para la ciencia aplicada, que tan del gusto era del Patronato Juan de la Cierva y de Andreu, fue la provisión de especialistas en con- taminación marina. Establier mantenía en Cádiz esta línea de investigación aplicada a los metales y sus efectos biológicos, y para incluir los compuestos or- ganoclorados, que parecían afectar también a la fl ora y a la fauna costera procedentes de los plaguicidas agrícolas, se incorporaron al Laboratorio de Vigo José Mariano Franco y Miguel Ángel Murado. La línea de acuicultura también progresaba en el IIP. Después de cinco años de investigación, San Feliú consiguió en 1969 los primeros éxitos en la cría del langostino. Ello llevó a la construcción de la Planta Pi- loto de Acuicultura en Castellón, así como al refuerzo de esta línea de investigación con la incorporación de Silvia Zanuy y Manuel Carrillo, quienes estudia- ron la fi siología de la reproducción de los peces en cautividad. Las instalaciones del IIP en Castellón se mejorarían en 1979 con el edifi cio de la Planta de Acuicultura de Torre de la Sal, que fueron considera- das modélicas por especialistas de la FAO. Durante ese período se formaron en Castellón 13 becarios españoles, pasando por el laboratorio 18 profesores ración Científi ca de las Pesquerías de la Plataforma Sahariana» y « Estudio de los Recursos Explotables de la Plataforma de Namibia». En 1973 se gestó la creación del Centro de Tecno- logía Pesquera en Las Palmas de Gran Canaria como un centro integrado en el IIP. La investigadora del IIP Josefi na Castellví colaboró activamente en su diseño y construcción en Taliarte, así como en su puesta en marcha, pero este centro nunca llegó a depender del CSIC, sino que quedó ligado al Cabildo Insular. Por otra parte, en esos años creció en España el interés por la Antártida, lo que supuso la creación del Comité Español de Estudios Antárticos. La misión de este comité era conseguir los equipos científi cos y medios necesarios para que nuestro país pudiese llevar a cabo investigaciones en áreas antárticas. Los científi cos del IIP Antonio Ballester y Castellví partici- paron en varias expediciones al continente austral e intervinieron activamente en el comité y la creación de la base española Juan Carlos I. Durante ese período también se inició el estu- dio del afl oramiento marino con una relevante labor liderada por Margalef y Fraga. En la costa de África estuvieron con el grupo de científi cos embarcados en el buque Cornide, que abordó el análisis de las condiciones oceanográfi cas de la zona de afl ora- miento de las costas del Sáhara Occidental y de Mau- ritania. Fraga encontró y describió un afl oramiento estacional en las costas de Galicia, e integró a las Rías en la región de afl oramiento del noroeste de África: SÁHARA II, MAROC-IBERIA I, y la serie ATLOR de la II a la VII. El Cornide también trabajaría entre 1974 y 1977 en el Atlántico nororiental con la serie GALICIA I, II, III y IV. La pluridisciplinariedad de esas campañas, al abarcar conjuntamente aspectos de oceanografía física, química y biología aplicadas en una misma área geográfi ca, benefi ció la visión científi ca de sus participantes y a la propia ciencia marina española. Los investigadores del IIP desarrollaron y con- solidaron los equipos de pesquerías para continuar estudiando los recursos pesqueros del Mediterrá- neo occidental desde Barcelona y las pesquerías de noroeste peninsular y Grand Sole desde Vigo. Ade- más, los ampliaron a la plataforma africana (banco canario-saharianoy pesquerías de Sudáfrica) a cargo de Bas, y al área de la ICNAF a cargo de Larrañeta. Ambos investigadores del IIP desarrollaron progra- mas de trabajo, y reclutaron a recién graduados en biología. Bas incorporó alumnos de la Universidad de Barcelona, y Larrañeta de la de Santiago. El equipo de este último colaboró con el Centro de Vigo del IEO para coordinar en 1970 el ambicioso programa «Investigaciones Pesqueras de la Plataforma Gallega», patrocinado por la DGP. El plan pretendía aconsejar a la Administración para realizar una explotación racional de los recursos de fondo en la plataforma continental de Galicia. Mientras tanto, Bas y sus co- laboradores llevaban adelante los programas «Explo- t Participantes en la campaña Maroc-Iberia I (Cornide de Saavedra), 1972. u Reunión del Consejo Técnico Administrativo del Instituto de Investigaciones Pesqueras en Vigo, septiembre de 1973. De izquierda a derecha: Manuel Gómez Larrañeta, Valentín Paz Andrade, José Antonio Fernández, Buenaventura Andreu y Alvaro Gil Varela (consejero delegado de Pescanova y presidente del citado Consejo). AUTOR AUTOR 10 EXPEDICIÓN MALASPINA 11ORIGEN Y DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN MARINA EN EL CSIC sistemas marinos, la fi siología y patología de los orga- nismos marinos salvajes y cultivados, los problemas ambientales generados por las actividades humanas en áreas costeras, y el empleo de recursos marinos para el consumo humano. El IIM colabora activamen- te con distintos departamentos de las universidades gallegas. La incorporación de personal al IATS (http:// www.iats.csic.es/) ha sido constante y progresiva, alcanzándose en la actualidad la cifra de 14 investi- gadores en plantilla y se han consolidado líneas de investigación en acuicultura de peces, moluscos y crustáceos agrupados en dos departamentos: Fisio- logía de la Reproducción de Peces, y Biología, Cultivo y Patología de Especies Marinas. El Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB; http://www.ceab.csic.es/) empezó su activi- dad en 1985 con un carácter pluridisciplinar, pero en 1996 pasó a dedicarse exclusivamente a investigar el medio acuático estructurándose en dos departa- mentos: Ecología Acuática y Biogeoquímica Acuática. Por último, el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA; http://www.imedea.uib.es/) es un centro mixto de investigación del CSIC y la Uni- versidad de las Islas Baleares. Centra su actividad en la investigación de los efectos del cambio global en los ecosistemas costeros del Mediterráneo, y en cómo al- canzar una gestión sostenible e integrada de las zonas litorales. Está conformado por los departamentos de Biodiversidad y Conservación, Ecología y Recursos Ma- rinos, Investigación del Cambio Global y Tecnologías, Oceanografía Operacional y Sostenibilidad. La realidad superó las mejores expectativas de los iniciadores del IIP y, actualmente, la investigación marina en España no es concebible sin la labor cien- tífi ca que se realiza en los centros herederos de aquel instituto, cuyos desarrollos, amplia diversifi cación temática, e importantes contribuciones quedan de manifi esto a través de sus respectivas páginas webs. Seguro que aquellos pioneros se sentirían ilusiona- dos con el proyecto interdisciplinar de la Expedición de circunnavegación Malaspina 2010 que, bajo la co- ordinación de Carlos Duarte, profesor de investiga- ción del CSIC, acoge la participación de una amplia representación de la comunidad científi ca oceano- gráfi ca española. de Investigaciones Pesqueras (CENIP), cuyo órgano representativo, sin sede física, sería un Comité de Di- rección (CD) constituido por un presidente y dos re- presentantes de cada centro, de los cuales uno sería el director, y el otro libremente elegido por los claus- tros de entre sus miembros. Desde 1979 hasta 1987 se celebraron ocho reuniones. A principios de 1987 el CENIP cambió de nombre a Centro Nacional de Investigaciones Marinas (CENCIMAR), motivado por el cambio de denominación de los antiguos labora- torios, los cuales mudaron a Instituto de Ciencias del Mar (ICM), Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN), Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) e Instituto de Acuicultura de Torre de la Sal (IATS). Actualmente, el ICM (http://www.cmima.csic. es/) está ubicado en un nuevo edifi cio y en él tra- bajan más de ciento cincuenta especialistas en las ramas de la oceanografía. El ICM está integrado en Centro Mediterráneo de Investigaciones Marinas y Ambientales (CMIMA), que junto con la Unidad de Tecnología Marina (UTM), creada por el CSIC en el año 2000, es el centro oceanográfi co más grande del Mediterráneo. Esta unidad tiene asignada la coordinación, gestión y mantenimiento del buque oceanográfi co Hespérides de la Armada española y el buque Sarmiento de Gamboa, perteneciente al CSIC. El ICMAN (http://www.icman.csic.es/), después de treinta y un años en Cádiz, se trasladó a un nuevo edifi cio en el campus universitario de Puerto Real, en las proximidades de la Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales, con la cual colabora activamen- te, siguiendo una tradición antigua del IIP. En esta nueva etapa, el ICMAN ha crecido y evolucionado considerablemente, desarrollando una importante labor investigadora y de formación en campos como la acuicultura marina, la oceanografía y la gestión de ecosistemas acuáticos costeros. El IIM (http://www.iim.csic.es/) también ha crecido notablemente y busca ahora más espacio en los terrenos previstos para la Ciudad del Mar de Vigo. Este instituto cuenta desde 1997 con el buque oceanográfi co Mytilus y se halla conformado en dos áreas de investigación: recursos naturales, y ciencias y tecnología de alimentos, las cuales desarrollan una amplia gama de líneas de investigación, dedicadas especialmente a la comprensión global de los eco- recibió durante estos años numerosos becarios de otros países, muchos de los cuales procedían de Lati- noamérica, pero también se formaron en sus labora- torios estudiantes europeos, especialmente italianos, franceses y portugueses. Asimismo eran frecuentes las visitas de colegas de otras instituciones científi cas. El crecimiento y la evolución científi ca en el IIP, así como el profundo cambio que experimentó el CSIC, refl ejado en su nuevo Reglamento Orgánico (30/12/1977), hizo conveniente una modifi cación en los modelos organizativos y de gestión del IIP. Su director, Andreu, convocó un claustro extraordinario que abrió la posibilidad de participación a miembros del IIP pertenecientes a todas las escalas, así como a becarios y contratados. Ese claustro ampliado se reunió el 20 de junio de 1978 en Barcelona, tras lo cual se celebraron sesiones locales en cada uno de los laboratorios del IIP con objeto de defi nir demo- cráticamente el nombre que cada centro deseaba adoptar, su reorganización en Unidades Estructura- les, Equipos de Investigación y Unidades de Servicio, así como el mecanismo de adscripción del personal a los nuevos grupos. Estas reuniones terminaron el 4 de julio de 1978 y cuatro días después se remitió al presidente del CSIC un documento con la propuesta de reestructuración del IIP. La aplicación del Reglamento Orgánico del CSIC al IIP, a través de normativas específi cas para cada Instituto, signifi có, entre otras cosas, la autonomía de los laboratorios, la elección democrática del director y la participación interna del personal en los órga- nos de gobierno y de gestión en cada instituto. Para llevar a cabo un desarrollo equilibrado de todos los institutos y coordinar acciones científi cas nacionales e internacionales se constituyó el Centro Nacional — Resultados de Expediciones Científi cas de Buque Oceanográfi co «Cornide de Saavedra». Suplemen- to de Investigaciones Pesqueras, donde se daba a conocer los resultados de las expediciones cientí- fi cas. Entre 1972 y 1984 se editaron 12 volúmenes donde hay numerosas contribuciones de los in-vestigadores del IIP, quienes, además, publicaron los datos brutos de sus campañas oceanográfi cas y pesqueras en los 26 números de Datos Informa- tivos aparecidos entre 1976 y 1991. — Informes Técnicos del Instituto de Investigaciones Pesqueras con el objetivo de transferir cono- cimientos científi cos a la industria pesquera. Entre 1972 y 1991 se publicaron 156 números. La temática tratada con mayor profusión fue la tecnología de alimentos; luego se sitúan la acuicultura marina, los recursos naturales, las técnicas pesqueras y la contaminación marina. Desde su fundación hasta 1978 el IIP había crecido notablemente y ampliado el campo de su investigación, aunque no homogéneamente entre sus laboratorios. Desde el punto de vista cuantitativo despuntó Barcelona, tanto en lo referente a personal como a medios. Cualitativamente también hubo di- ferencias: en Vigo se primó el área de pesquerías y se creó la de tecnología de alimentos; en Barcelona, el desarrollo fue más equilibrado entre oceanografía, planctología y recursos naturales; en Cádiz y Caste- llón se evolucionó hacia la acuicultura. En conjunto, la tasa de producción científi ca aumentó desde 1,5 publicaciones por persona y año para el período 1967-1975 hasta 2,9 en 1978. Además, entre 1972 y 1978 se leyeron 13 tesis doctorales, 16 tesis de licen- ciatura y se registraron 12 patentes industriales. El IIP t De izquierda a derecha: San Feliú, Gallardo, Bas, Andreu y Establier en la inauguración del buque García del Cid, 1979. AUTOR ¿VENDRÁ FOTO?
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