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apuntes psico social

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NESSA T. 
UNED 2021/2022 
 
 
TEMA 1. ¿QUÉ ES LA PSICOLOGÍA SOCIAL? 
 
INTRODUCCIÓN 
 
Los tres pilares que sustentan la Psicología Social son la teoría, investigación y aplicación a las realidades de la 
vida cotidiana. 
Además de explicar de qué trata el enfoque “Psicosocial”, otra parte del capítulo se dedica a tres cuestiones que 
refieren a fenómenos que están en la raíz de todos nuestros pensamientos, emociones y comportamientos 
sociales→ la sociabilidad, los motivos sociales y las metas grupales, ligados entre sí. 
➢ La sociabilidad es una cualidad innata y característica del ser humano que nos facilita la convivencia 
con los demás, sin ella no habríamos podido hacer frente a las demandas del medio. 
➢ Los motivos sociales, más concretamente la necesidad de pertenencia, como motivo básico que nos 
impulsa a buscar la compañía de otros➔ en él se basa nuestra sociabilidad y nuestra supervivencia como 
especie. Supervivencia posible gracias a que los individuos se asociaban formando grupos, y que en esos 
grupos conseguían una serie de ventajas que la vida en solitario no les brindaba. 
➢ Las metas grupales➔ todo aquello que buscan las personas dentro de un grupo, y lo que intentan conseguir 
los grupos cuando compiten entre sí. El calificativo «grupales» hace referencia a que, estas metas u 
objetivos, sólo se pueden conseguir por medio de la interacción en el grupo o entre grupos. 
 
¿QUÉ ES Y QUÉ NO ES LA PSICOLOGÍA SOCIAL? 
 
La Psicología Social es la disciplina científica que estudia las relaciones entre procesos psicológicos y contexto 
social→ es el estudio científico de cómo las personas pensamos y sentimos acerca de los demás, de cómo nos 
comportamos al relacionarnos unas con otras, y de cómo en esos pensamientos, emociones y conductas influye 
el contexto social (otras personas). 
 
Tres diferencias entre la Psicología Social y del sentido común (cuando nosotros nos comportamos como 
psicólogos aficionados): 
 
• El sentido común se limita a describir cómo son las cosas, la Psicología Social intenta explicarlas. 
• La Psicología Social busca las causas de los fenómenos para poder predecirlos antes de que ocurran; el 
sentido común opera al revés, explicando y, por paradójico que parezca, «previendo» los resultados cuando 
ya se han producido→ considerándolos lógicos y esperables, sean cuales sean. Es lo que los psicólogos 
sociales llaman «sesgo retrospectivo», o también fenómeno “ya lo sabía”. 
• El método seguido para llegar a conclusiones sobre la conducta social→ el Sentido Común se basa en la 
propia experiencia o la de conocidos; la Psicología Social dispone de métodos que le permiten emprender 
un estudio científico y sistemático de esa realidad, para describirla, explicarla y predecirla. 
Por último, resaltar la diferencia entre Psicología Social y la Sociología: 
La psicología social es una rama de la psicología que se encuentra en la frontera con la sociología, por lo que 
comparte intereses con esta, si bien el foco de investigación es diferente→ los sociólogos se centran en el 
contexto social y estudian el funcionamiento de los grupos, las sociedades y las instituciones en sí mismos, como 
algo externo al individuo. Los psicólogos sociales, en cambio, se ocupan de las relaciones entre el contexto social 
y los procesos psicológicos. 
Por ejemplo: para estudiar un fenómeno como la delincuencia, un sociólogo→ analizaría factores macrosociales (amplios 
y externas) como las diferencias sociales en cuanto al nivel socioeconómico y educativo, la tasa de inmigración o la tasa de 
desempleo existentes en una sociedad. Un psicólogo social→ se centraría en cómo el hecho de vivir en un 
ambiente propicio a la delincuencia desde que nacen, como consecuencia de cualquiera de los factores 
macrosociales mencionados o de otros, afecta a las personas desde el punto de vista cognitivo (cómo ven la 
realidad, qué esperan de la vida), afectivo (qué sienten hacia los demás y hacia sí mismos) y conductual (qué 
comportamientos aprenden y manifiestan). 
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PRINCIPIOS BÁSICOS de la PSICOLOGÍA SOCIAL 
Múltiples determinantes de los procesos psicológicos: 
Los procesos psicológicos (la forma en que pensamos y sentimos, las metas que nos fijamos y la conducta social) 
son el producto conjunto de tres factores: 
• la influencia de los demás (de este factor es del que se ocupan los psicólogos sociales); 
• nuestras características personales (rasgos de personalidad, género, edad, entre otras); 
• nuestra naturaleza biológica heredada a lo largo de nuestra historia evolutiva (filogénesis). 
Dado que somos seres sociales por naturaleza es bastante probable que nuestros rasgos de personalidad y las 
tendencias y capacidades heredadas de nuestros ancestros se hayan desarrollado bajo la influencia de otros. 
LA INFLUENCIA DE LOS DEMÁS 
La Psicología Social parte del supuesto de que nuestros pensamientos, emociones y conductas son, en gran 
medida, producto de la influencia de los demás. Esa influencia es a veces consciente y otras muchas veces, no. 
No es necesario que los demás estén interactuando con nosotros, ni siquiera que tengan intención de influirnos, 
para que esa influencia tenga lugar. Nos afecta incluso cuando estamos solos. Por ejemplo: si antes de llevar a cabo 
una acción tenemos en cuenta lo que va a pensar de nosotros una persona a la que apreciamos o respetamos, y después 
obramos en consecuencia, esa persona nos está influyendo aun sin estar con nosotros ni ser conscientes de ello. Así 
mismo, nosotros somos también parte del contexto social para otros y les influimos→ la influencia social es 
bidireccional: todos somos parte del contexto social para otros. 
Cuadro 1.2. EXPERIMENTO→ “EL EFECTO DE MERA PRESENCIA”: 
 
En uno de los experimentos más citados en Psicología Social por su carácter pionero (Triplett, 1897), se comprobó que los 
ciclistas que pedaleaban juntos (cada uno de ellos sobre su bicicleta estática) mostraban una mayor intensidad de pedaleo 
que los que lo hacían solos. se le ha llamado «efecto de mera presencia»: la simple presencia de otras personas influye 
aumentando la motivación de cada una de ellas para realizar la tarea. 
 
Muchos años más tarde, Zajonc (1965) matizó y completó la explicación de este efecto, la presencia física de otros 
incrementa la motivación de la persona, es decir, la intensidad con que realiza el esfuerzo. Ahora bien, si la tarea es fácil, o 
la persona es mu y diestra en ella, la motivación incrementa el rendimiento; pero si la tarea es difícil, o la persona es 
inexperta o poco diestra, la motivación, en la medida en que potencia la intensidad del esfuerzo, tiende a multiplicar los 
errores que comete y, de esta manera, perjudica su rendimiento. 
REALIDAD OBJETIVA FRENTE A REALIDAD CONSTRUIDA 
Los psicólogos sociales, a la hora de abordar su objeto de estudio, parten de la premisa de que la realidad social 
afecta a nuestra forma de pensar, de sentir y de comportarnos→ “construcción de la realidad”. 
Nuestros pensamientos, emociones y conductas, por rápidos y automáticos que sean la mayoría de las veces, 
son el resultado de un proceso de “elaboración” de los estímulos objetivos. 
Ejemplo: comportamiento de ayuda→ la forma en la que reaccionemos cuando un desconocido nos pide ayuda dependerá 
de procesos cognitivos (a qué causa atribuyamos su necesidad); de procesos emocionales (como nuestro estado de ánimo); 
es decir, no es sólo la presencia de la otra persona y su conducta lo que determina nuestro comportamiento, sino también 
todos esos procesos psicológicos intermedios que tienen lugar cuando interactuamos con ella; y de procesos 
motivacionales (si tenemos prisa, por ejemplo). 
Es decir, no es sólo la presencia de la otra persona y su conducta lo que determina nuestro comportamiento, 
debido a la existencia de esos procesos psicológicos, ante una misma situación,dos personas diferentes puede 
ser que reaccionen de forma distinta; se debe a que no han “construido” esa situación en su mente de la misma 
manera y/o a que sus motivaciones y emociones ante dicha situación, difieren. No obstante, gracias a la 
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influencia mutua entre los miembros de un grupo o sociedad es posible llegar a una visión compartida de la 
realidad que permite la vida en comunidad. 
LA IMPORTANCIA DEL PENSAMIENTO NO RACIONAL 
Los psicólogos sociales han tenido muy claro desde hace casi medio siglo que nuestra mente no siempre funciona 
de forma racional y lógica. Como si de un piloto automático se tratara, realiza la mayor parte de nuestras tareas 
mentales rutinarias, ahorrándonos tiempo y esfuerzo cognitivo. Esto tiene también sus inconvenientes, los 
cuales se ponen de manifiesto en los numerosos sesgos (deformaciones) y errores que cometemos cuando 
confiamos demasiado en la intuición. Por eso, a la hora de tomar alguna decisión importante, suele ser el 
procesamiento deliberado el que toma las riendas. 
LOS PROCESOS PSICOSOCIALES Y SU INTERCONEXIÓN 
La relación entre procesos psicológicos (pensamiento, emoción y conducta) y contexto social, da lugar a 
procesos psicosociales de distinta naturaleza. Los psicólogos sociales suelen distinguir entre cuatro tipos de 
procesos psicosociales: 
➢ PROCESOS INDIVIDUALES→ son individuales, no porque no sean sociales, sino porque tienen lugar dentro 
del individuo, aunque siempre con un referente social; por ejemplo: cuando pensamos en lo que hacen otras 
personas, o sus acciones nos provocan determinadas emociones. Esa influencia afecta incluso a la forma en que 
nos vemos a nosotros mismos. En ese sentido, los procesos individuales son también sociales, porque el 
referente son otras personas. 
 
➢ PROCESOS INTERPERSONALES→ son los que se producen por la influencia mutua entre dos o más 
personas. Importante: para que un proceso se considere interpersonal los individuos implicados deben estar 
relacionándose entre sí como personas individuales, no como miembros de un grupo. Por ejemplo: una 
discusión acalorada entre marido y mujer sería un fenómeno interpersonal, pero una discusión igualmente fuerte entre 
un representante sindical y uno de la patronal sería un fenómeno grupal (concretamente intergrupal), puesto que esos 
individuos no están actuando a título personal sino en representación de sus respectivos grupos. Ejemplos: persuasión, 
conducta de ayuda, agresión… 
 
➢ PROCESOS GRUPALES→ tienen lugar dentro de los grupos, por ejemplo: el liderazgo, la cohesión, la 
holgazanería social o el pensamiento de grupo, cuando unos grupos se relacionan con otros… 
A lo largo de la evolución humana, la inserción de las personas en grupos ha sido una constante. De hecho, 
la adaptación fundamental que ha permitido la supervivencia de la especie ha sido social: nuestra especie 
ha sobrevivido porque las personas se han organizado en grupos, y ha sido este tipo concreto de 
organización el que explica el éxito en la adaptación a un medio físico generalmente hostil. 
Con todo, las relaciones entre la persona y el grupo son muchas veces ambivalentes. 
 
LA RELACIÓN ENTRE EL INDIVIDUO Y EL GRUPO: 
 
Además de las ventajas que supone para los individuos pertenecer a grupos, a menudo, en la interacción surgen 
desacuerdos y conflictos. A veces, el grupo exigirá a las personas que lo integran, o a alguna de ellas, más de lo que les da 
a cambio. También puede ocurrir lo contrario: algún miembro del grupo puede aprovecharse de los esfuerzos de los demás 
integrantes y rentabilizarlos en beneficio propio→ «holgazanería social». 
 
La investigación sobre decisiones en dilemas sociales ha servido también para poner de manifiesto que la conducta de las 
personas se modifica cuando pasan a formar parte de un grupo, actúan en nombre de él, o lo representan ante otras 
personas. Por ejemplo, se ha encontrado que cuando los participantes toman su decisión a título personal tienden a 
cooperar mucho más que cuando deciden como representantes de un grupo. 
•Procesos individuales
•Procesos
Interpersonales
•Procesos Grupales
•Procesos societales
PROCESOS
PSICOSOCIALES
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➢ PROCESOS SOCIETALES→ son procesos sociales que trascienden a los individuos y a los grupos, pero que 
influyen en ellos, como los que se originan como consecuencia de las estructuras de estatus y poder, de las 
normas, costumbres y valores culturales compartidos, o de los medios de comunicación, entre otros. 
Por ejemplo: las normas culturales marcan nuestro comportamiento y nuestra forma de pensar tanto cuando 
actuamos como individuos independientes, como cuando interactuamos con otra persona o cuando lo 
hacemos como miembros de un grupo. 
INTERCONEXIÓN ENTRE PROCESOS 
Esta distinción entre procesos según su naturaleza, tiene sólo un fin analítico, porque en la realidad se combinan 
entre sí y rara vez aparecen aislados. 
Ejemplo: una situación en la que alguien nos pide ayuda. Esa petición es un estímulo social (puesto que proviene de otra 
persona) y va a influir de alguna manera en nuestro pensamiento, provocándonos una determinada reacción emocional 
que nos llevará a dar una respuesta concreta. La respuesta estará basada en nuestro estado de ánimo en ese momento 
(proceso individual), el tipo de relación que nos una a esa persona (proceso interpersonal), si el otro es de nuestro mismo 
grupo o no…(intergrupal), o las normas que rijan en nuestra cultura (societal); hay culturas donde lo normativo es ayudar a 
los demás, y otras en las que lo que se valora socialmente es que cada uno se valga por sí mismo (endogrupos, exogrupos). 
SITUACIÓN SOCIAL Y SOCIABILIDAD 
La importancia atribuida por la Psicología Social a las situaciones sociales se manifiesta en la conocida Ecuación 
de Lewin (1952)➔ la conducta es función de la persona y del ambiente. Frente a la tendencia de la persona 
media a explicar la conducta de otras personas a partir de su personalidad y a pasar por alto la situación en la 
que se produce esa conducta, el sello distintivo de la Psicología Social consiste, precisamente, en poner el foco 
en la situación y en su impacto sobre la conducta. Y, en una especie tan sociable como la nuestra, la situación 
suele implicar a otras personas. 
Para “sobrevivir y prosperar” las personas necesitan a los demás. La sociabilidad (esa tendencia innata a 
relacionarnos con los demás, característica del ser humano) sería impensable al margen de la situación social, 
ya que es en ésta donde se produce el encuentro con otras personas, Fiske (2010), en lo que también hace 
hincapié Leyens (2012). Este autor defiende que la sociabilidad del ser humano se constituye gradualmente por 
medio de la interacción con personas clave en situaciones que cabría calificar de “primordiales”. 
La investigación muestra que el recién nacido, sin un contacto permanente con los demás, no pasaría de ser un mero 
organismo biológico, como han puesto de relieve los estudios de casos extremos, por ejemplo, el de los llamados “niños 
lobo” o el de los que se han encontrado encerrados en graneros o establos. Despojados de un ambiente social durante los 
años iniciales de su vida, su supervivencia no abrió el camino hacia la plenitud a la que aspira todo ser humano. 
La trascendencia del contacto social no se restringe sólo a esas etapas iniciales de la vida. Los escasos cuidados 
afectivos que se presta habitualmente a los niños criados en orfelinatos parecen explicar sus elevadas tasas de 
mortalidad y de enfermedades, muy superiores a la media, así como su retraso intelectual y psicomotor y sus 
problemas afectivos. Esta es una prueba más de la necesidad que tiene la persona individual de contacto con el 
grupo. Parece así que la clave de la sociabilidad es la capacidad de las personas para sobrevivir como miembros 
de grupo.El grupo significa apoyo social y vínculos sociales. La investigación ha demostrado que las personas socialmente 
integradas sobreviven mejor. Fiske aporta los siguientes datos: las personas viven más años cuando tienen más 
vínculos sociales, es decir, cuando están casadas, manteniendo así contactos con la familia extensa y con amigos. 
Concluye que del aislamiento social surgen emociones negativas que dañan el sistema inmunitario y afectan a 
la supervivencia. 
Por tanto, los vínculos sociales no pierden su importancia en la edad adulta. En su resumen de una serie de 
investigaciones, Leyens señala que la armonía conyugal tiene una estrecha relación positiva con la salud mental 
y física, y negativa con crímenes y suicidios. 
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SOCIABILIDAD A TRAVÉS DEL GRUPO 
La interdependencia es, según Brewer, la característica central del grupo psicológico y responde al hecho de 
que la persona individual no puede sobrevivir contando sólo con sus propias “capacidades, habilidades y 
esfuerzos”, sino que necesita y depende de “los esfuerzos y conductas” de las otras personas del grupo. 
El proceso por el que la persona incluye en su autoconcepto a los miembros de su grupo se denomina 
endogrupo➔ representa una comunidad de cooperación y confianza recíproca. Dentro de éste, las personas 
esperan respeto, consideración positiva y una certeza acerca de las normas y reglas grupales. 
Paralelamente, le atribuyen mayor valor y moralidad que a los otros grupos de no pertenencia, o exogrupos, es 
decir, consideran que su grupo es superior y moralmente mejor que los grupos a los que no pertenecen. 
LOS MOTIVOS SOCIALES 
De todo lo anterior se deduce que las personas, cuando se relacionan con otras, buscan la aceptación social. Lo 
consiguen gracias a los motivos sociales→ aquellos procesos psicológicos que mueven a las personas, o las 
impulsan a pensar, sentir y actuar en una dirección determinada en situaciones que implican a otras personas. 
Dentro de la disciplina de la Psicología Social se han formulado distintas tipologías o modelos: 
El modelo de Fiske 
Introduce cinco motivos sociales (se verán más tarde) centrales que incrementan la integración de las personas 
en los grupos, favoreciendo la supervivencia física y psicológica. Considera fundamental el de pertenencia, 
porque en torno a él se organizan los otros cuatro. Define el motivo de pertenencia como la necesidad de tener 
relaciones fuertes y estables con otros, y aumenta la probabilidad de que los miembros cooperen. 
El modelo de Kip Williams 
Este autor aportó el estudio del ostracismo, o “tratamiento silencioso”→ exclusión consensuada (de una 
persona por parte del grupo). En su modelo de motivos sociales, para explicar el modo en que las personas se 
enfrentan a la amenaza de la exclusión social, del rechazo y del ostracismo, Williams (en la línea de Leary) 
postula que la persona intensifica su atención a pistas e indicios de la situación social para medir su “valor 
relacional”→ el grado en que los demás valoran relacionarse con ella. 
El modelo gira en torno a la forma en que las personas se enfrentan a una valoración negativa. Las amenazas 
que provienen de conductas interpersonales aversivas de otras personas producen una especie de “batalla 
intrapsíquica” entre las necesidades fundamentales. 
➢ Cuando las necesidades amenazadas son la pertenencia y la autoestima, la respuesta más probable es 
“prosocial”→ afiliativa, y la persona intentará reorientar su conducta para conseguir aceptación. 
 
➢ Las otras dos necesidades fundamentales, según Williams, son el control sobre el propio ambiente social y 
la “existencia significativa”→ las personas necesitan que los demás reconozcan su existencia. La amenaza 
a estas dos últimas necesidades, al suponer para el individuo una pérdida de control, y una sensación de 
“invisibilidad” o insignificancia, tenderá a generar más reacciones antisociales, dado que este tipo de actos 
consigue la atención de los demás. 
MODELOS 
PSICOLOGÍA SOCIAL
modelo de 
FISKE
KIP WILLIAMS Levine y Kerr
Richman y 
Leary
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El modelo de Levine y Kerr 
Estos autores, siguiendo el análisis de Baumeister y Leary, hacen hincapié en que la satisfacción del motivo de 
pertenencia no exige sólo un vínculo positivo con otras personas, además, dicho vínculo debe ser de «elevada 
cantidad y calidad». 
Existen tres aspectos en relación con el motivo de pertenencia: 
1) el motivo se orienta tanto a evitar la exclusión como a buscar la inclusión en las relaciones interpersonales, 
2) su satisfacción o frustración van acompañadas de fuertes respuestas emocionales y cognitivas, y 
3) proporciona energía y dirección a la conducta. 
Desde una perspectiva psicosocial, Levine y Kerr relacionan el motivo de pertenencia con la búsqueda racional 
de metas individuales→ autoestima positiva y evitación de la incertidumbre. 
Otra forma de conseguir o mantener una autoestima positiva es el autoensalzamiento→ promover la evaluación 
positiva de uno mismo y que, en el plano individual, depende de la comparación con otras personas. En el plano 
estrictamente grupal, esas comparaciones se establecen entre el propio grupo y los otros grupos. 
La comparación social cumple también una importante función de reducción de la incertidumbre. En ausencia 
de estándares objetivos, las personas necesitan una evaluación de sus capacidades y opiniones, y una validación 
de su visión de la realidad, y esto sólo se puede obtener por medio de la comparación social. 
Los motivos sociales según el modelo de Richman y Leary 
Este modelo coincide con el de Kip Williams por la atención prestada a las consecuencias aversivas que tienen 
para el pensamiento, la emoción, la motivación y la conducta las reacciones negativas de otras personas. Al igual 
que Williams, Richman y Leary postulan que estos denominados “eventos interpersonales negativos” poseen la 
capacidad para devaluar el valor relacional percibido de las personas. 
Se separan de Williams al centrarse exclusivamente en el motivo de pertenencia. Su aportación más importante 
es el análisis de los “sentimientos heridos” como la consecuencia nuclear de las amenazas al motivo de 
pertenencia→ defienden estos sentimientos heridos como emoción predominante, y sostienen que esta 
emoción no es una mezcla de otras emociones➔ tendría una “varianza unitaria”. 
Los sentimientos heridos, que suelen ir acompañados por un descenso en la autoestima, ocurren 
inmediatamente tras el rechazo, pero pueden desencadenar tres tipos de reacción muy diferentes: 
 
1) Conducta prosocial, de acercamiento→ deseo acrecentado de contactos sociales, tanto con el causante del 
rechazo, como con otras personas en las que se espera encontrar aceptación y apoyo. Se trata de las 
conductas denominadas “reparadoras”. 
 
2) Antisocial / agresivo→ guiado por impulsos de cólera, suele manifestarse mediante conductas que los 
demás pueden vivir como antisociales. 
Sin embargo, según Leary, Twenge y Quinlivan (2006), hay varios factores que lo pueden explicar: a) el 
dolor causado por el rechazo, que puede generar agresión espontánea; b) el hecho de que obstaculice la 
consecución de metas, con la frustración consiguiente (frustración: factor instigador de agresión); c) la 
creencia de que agredir mejora el estado de ánimo; d) agredir a otros es una forma de obligarlos a que 
tengan en cuenta al agresor; e) la agresión es una forma de ejercer control en interacciones conflictivas; f) 
es una forma de castigar a otros que han causado daño; y g) la ruptura de vínculos sociales trae consigo el 
EPISODIO DE 
RECHAZO
PÉRDIDA DEL VALOR 
RELACIONAL
SENTIMIENTOS 
HERIDOS
DESCENSO DE LA 
AUTOESTIMA
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debilitamiento del control de los impulsos antisociales. Las explicaciones d y e coinciden con las que 
proponía KippWilliams. 
3) Alejamiento / huida del contacto social➔ no sólo se evita a la fuente del rechazo, sino que esa evitación se 
extiende a otras personas. Se trataría de evitar ulteriores rechazos a base de erigir barreras a más 
sentimientos heridos. 
 
El predominio de un tipo de reacción sobre los otros dos depende de cómo “construya” la persona el episodio 
de rechazo y su reacción a él. 
 
 
 
 
LA REACCIÓN AL RECHAZO 
Richman y Leary (2009) analizan una serie de aspectos de la forma en que se produce el rechazo, aspectos que 
la persona tiene en cuenta en su evaluación y que van a condicionar su tipo de reacción: 
 
El rechazo que la persona considera merecido y justo no llevará probablemente a una reacción de cólera contra 
el causante del rechazo, pero sí el que se considera injustificado. 
 
Las respuestas «prosociales» (acercamiento), aquellas destinadas a recuperar la relación, serán más probables 
cuando la persona rechazada considere que es elevada su probabilidad de recuperar el «valor relacional», es 
decir, el valor que las demás personas asignan a relacionarse con ella. Lo contrario sucederá cuando esté 
convencida de que el rechazo conduce inexorablemente a una ruptura del vínculo que la une a la fuente del 
rechazo. En este caso lo más probable es una reacción antisocial o evitadora. 
 
El rechazo que se produce en el contexto de una relación muy valorada tenderá a llevar a una reacción orientada a 
la reparación de dicha relación; se esperará lo contrario cuando la relación se considera poco valiosa. En estos casos, 
sentirse rechazado puede provocar tanto una respuesta antisocial como una de evitación.
 
 
La percepción de que existen relaciones alternativas valiosas suaviza la dureza del rechazo. Según algunos 
autores, nuevas relaciones y pertenencias pueden sustituir a las ya finalizadas, perdiendo importancia y 
capacidad para herir sentimientos. 
 
 
El rechazo continuado y prolongado en el tiempo tiende a traducirse en reacciones de retirada y evitación, lo 
que podría explicar el que las personas que lo sufren incurran en consumo excesivo de alcohol o de drogas. 
 
 
 
 
 
- Conductas prosociales→ resultados positivos para la salud mental y física; sentido de aceptación restaurado. 
- Respuestas de huida/evitación y antisociales→ resultados negativos para la salud, sentido de aceptación no restaurado. 
¿Cómo se produce el rechazo? 
Percepción de 
inequidad o 
injusticia
Expectativas de 
reparación de la 
relación
Valor de la 
relación
Posibilidad de 
alternativas
Cronicidad y 
Generalidad
Costes 
percibidos del 
rechazo
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Cuando las personas perciben que el rechazo trae consigo muchos costes, cabe esperar de ellas una elevada 
motivación para comportarse prosocialmente e implicarse en conductas reparadoras. Así, cuanto más hayan 
invertido en una relación, bien sea en tiempo, esfuerzo, dinero o experiencias compartidas, más costoso será 
el rechazo y mayor la motivación para intentar restaurar esa relación. 
 
CONDUCTAS REPARADORAS 
Se ha comprobado que la persona, tras una experiencia de rechazo, es más sensible a todo lo que pueda dar 
información sobre su valor relacional. Por ello, las personas que han sufrido un rechazo prestan más atención 
al tono emocional de las voces de otras personas, son más certeras a la hora de interpretar sus expresiones 
faciales y recuerdan mejor la información social, todo esto ayuda a encontrar pistas que sirven para reparar la 
relación y a evitar más rechazo en el futuro. 
La necesidad de pertenencia varía de unas personas a otras➔ las personas en las que esta necesidad es más 
fuerte se muestran más dispuestas a cooperar con otras personas y grupos tras sufrir rechazo, con el fin de 
aumentar su valor relacional (de sentirse valorado). Otra estrategia a la que pueden recurrir las personas 
rechazadas, sobre todo cuando fracasan sus intentos de reparar una relación concreta, es buscar apoyo social 
en otros, dado que este sirve para confirmar a la persona que todavía dispone de relaciones que la ayudarán a 
compensar el daño que ha sufrido su sentimiento de pertenencia. 
Finalmente, se ha encontrado que identificarse con el propio grupo contribuye a mejorar el bienestar en las 
personas que pertenecen a grupos minoritarios estigmatizados. (p.e., inmigrantes, personas con discapacidad, 
personas con VIH). Sellers y Shelton encontraron, en el caso de los afroamericanos en los EEUU, que los que se identificaban 
más con su grupo étnico mostraban menor malestar psicológico en situaciones de discriminación racial percibida. 
Resultados similares obtuvieron Schmitt y Branscombe (2002) con otros grupos desfavorecidos. La explicación que 
proponen es que, cuando una persona se identifica mucho con un grupo, su sentimiento de pertenencia se 
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fortalece y, además, tiene un mayor acceso a personas con las que se siente vinculada y que le proporcionan 
apoyo social, todo lo cual contribuye a mitigar las consecuencias del rechazo que estos grupos padecen (NOTA: 
cuando alguien pertenece a un grupo estigmatizado es muy difícil que otros grupos le ofrezcan apoyo; normalmente, una 
estrategia que usan para mejorar el bienestar es identificarse con su propio grupo estigmatizado). 
Todos los resultados anteriores tienen un elemento en común➔ ponen de manifiesto que mantener relaciones 
con otras personas y formar parte de grupos es fundamental para el ser humano, en gran parte debido a su 
fuerte necesidad de pertenencia, pero también porque dentro de un grupo se pueden conseguir objetivos que 
en solitario serían inalcanzables. En este sentido, constituyen una especie de pórtico al estudio de las metas 
grupales. 
 
 
LAS METAS GRUPALES 
Las personas buscan pertenecer a grupos en los que perciben la posibilidad de alcanzar las metas. Este deseo de 
pertenencia o inclusión grupal es el motivo fundamental para la formación inicial del grupo. Las metas u 
objetivos son de diversos tipos: utilitarias, de conocimiento, de identidad. 
• Metas utilitarias➔ necesidad de resultados tangibles (que sirva para algo). En la literatura psicosocial se 
usa la expresión «dependencia de efecto» para aludir al gran número de necesidades que sólo se pueden 
satisfacer a través de la interacción social entre individuos interdependientes. 
• Metas de conocimiento➔ las personas dependen de otras para obtener información o conocimiento sobre 
el mundo: es la dependencia de información. 
• Metas de identidad➔ conocimiento del propio yo, o autoconocimiento de la persona. Es necesario para 
poder actuar de manera eficaz y se basa en la evaluación de las propias opiniones y capacidades, para lo 
cual es imprescindible compararse con los demás. 
Según Mackie y Goethals, aunque la interdependencia entre el grupo y los componentes individuales es 
fundamental, lleva aparejados costes: son evidentes en el caso de los miembros del grupo, y tienen que ver con 
las limitaciones impuestas por el grupo a la libertad individual y con la dificultad. Para el grupo los costes se 
refieren a la inversión en tiempo y esfuerzo para coordinar las actividades de sus componentes. Estos autores 
introducen el concepto de “isomorfismo de meta”→ aquella situación en la que las metas de las personas 
dentro del grupo y las metas del grupo en su conjunto son compatibles, y se consigue por medio de→ 1) la 
utilización de procesos de influencia social que generan consenso dentro del grupo; 2) la expulsión de los 
miembros conflictivos y, 3) los intentos de mantener dentro del grupo a aquellas personas que hacen especiales 
aportaciones gracias a su talento, su esfuerzo o sus recursos. El conflicto también puede darse entre diferentes 
grupos→ conflicto intergrupal. 
 
 
LA INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA SOCIAL 
 
La Psicología Social, ya hemos visto que su objeto de estudio es en realidad una interacción➔la que se produce 
entre factores psicológicos y contexto social. El análisis de los procesos es especialmente complejo, ya que debe 
tener en cuenta una serie de premisas: 
• La conducta de las personas, y sus pensamientos y emociones, son producto de la interacción entre múltiples 
determinantes psicológicos (internos) y situacionales (externos). 
• Las personas son seres activos, y no sólo reactivos➔ por un lado, su conocimiento del mundo no es un mero 
reflejo de la realidad objetiva, sino una versión subjetiva de ella, construida a partir de la combinación de 
factores psicológicos y contextuales. Por otro lado, las personas no sólo reciben la influencia de los demás, 
sino que son, a su vez, agentes de influencia para otros. 
• De la interacción entre personas, es decir, de su influencia mutua, surgen fenómenos nuevos. 
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• Los estímulos sociales que influyen en los pensamientos, emociones y acciones de las personas pueden estar 
físicamente presentes o no. En todos estos casos sus respuestas están influidas por otros, aunque el 
individuo muchas veces no sea consciente de esa influencia. 
• La influencia que ejercen los demás se produce a través de procesos de distinta naturaleza (individual, 
interpersonal, grupal, societal) que suelen combinarse entre sí. 
• Son esos procesos, y no sólo la conducta manifiesta, lo que estudian los psicólogos sociales. Dado que esos 
procesos no son directamente observables, deben ser inferidos a partir de la conducta. 
LOS MÉTODOS MÁS UTILIZADOS EN LA INVESTIGACIÓN PSICOSOCIAL 
La elección del método depende del problema que se quiere estudiar y de su viabilidad. Una vez el investigador 
1) tiene claro el problema, salvo que su objetivo sea tan sólo describir un fenómeno, deberá 2) formular una o 
varias hipótesis sobre lo que espera encontrar, para poder contrastarlas después con los resultados que 
obtenga 3) traducir los fenómenos a variables observables o medibles mediante definiciones operativas, para 
poder así medir sus relaciones. 
Las hipótesis establecen relaciones entre fenómenos. Estas relaciones pueden ser: 
1) de causa-efecto, como en los estudios experimentales; o 
2) de simple coocurrencia (uno de los fenómenos ocurre, y tiene lugar también el otro, pero no es posible 
especificar cuál es la causa y cuál el efecto), como en los estudios correlacionales. 
Los experimentos son el método que más prestigio tiene entre los psicólogos sociales, debido a que permite un 
mayor control sobre los múltiples factores que influyen en la conducta y son el único método que ofrece la 
posibilidad de demostrar la existencia de causalidad. 
La variable (o variables) que el experimentador manipula es lo que hace que la persona que 
participa en el experimento piense, sienta o actúe de una determinada manera. Por ejemplo, en 
el estudio de Triplett sobre el pedaleo en la bicicleta estática, lo que se manipulaba era la presencia (o 
ausencia) de otras personas haciendo lo mismo. Se llama variable independiente→ porque no 
depende de nada de lo que pase en el experimento, tan sólo del investigador. En la variable 
dependiente→ sus valores dependen de los valores de la variable independiente. 
La peculiaridad de la experimentación en Psicología Social consiste en diseñar situaciones que pongan en 
marcha los procesos individuales, interpersonales, grupales o societales que se quieren estudiar. Crano y Brewer 
(2002) distinguen tres categorías de tratamientos: 
MANIPULACIONES SOCIALES MANIPULACIONES AMBIENTALES MANIPULACIONES MEDIANTE 
INSTRUCCIONES 
 
En ellas se compara el efecto que causa 
en el participante la presencia o 
ausencia de otras personas, así como la 
conducta que esas personas realizan, es 
frecuente que el experimentador 
recurra a la colaboración de un 
“complice”→ desempeña el papel de 
un participante más, pero sus acciones 
están preparadas de antemano. 
 
En las que se controla o se manipula 
algún aspecto físico de la situación 
experimental. 
 
Son las más usuales y más fáciles de 
aplicar. En este caso, el 
experimentador da unas instrucciones 
a los participantes que son distintas 
para cada grupo experimental. 
 
 
PSICOLOGÍA SOCIAL - NESSA T. 
 
11 
 
 
Además de los experimentos de laboratorio existen otras variantes, como: 
➢ Los experimentos de campo➔ al darse en situaciones naturales poseen un mayor realismo mundano (se 
parecen más a situaciones de la vida real) y en ellos los participantes desconocen que están formando parte 
de un experimento. 
 
➢ Los cuasi-experimentos➔ en esta técnica el investigador puede manipular una variable independiente, 
pero no puede asignar aleatoriamente a los participantes a las distintas condiciones. 
 
El experimento de campo y el cuasi-experimento obtienen menor grado de control por parte del investigador, 
no aportando tanta seguridad como el experimento de laboratorio a la hora de hacer afirmaciones causales. 
➢ Los métodos correlacionales son también muy utilizados en la investigación psicosocial, sobre todo cuando 
no es posible llevar a cabo experimentos. Por ejemplo, a veces hay razones de tipo práctico o ético que no 
permiten controlar ni manipular algunas variables, como el género, la edad, el grupo étnico o el estado civil 
de los participantes, ni asignar aleatoriamente a estos a distintas condiciones experimentales. En estos 
casos, el investigador sustituye la manipulación y el control por la observación de cómo se asocian las 
variables, es decir, cómo correlacionan. 
Una correlación es positiva cuando a medida que aumenta el valor de una de las variables aumenta también 
el de la otra; 
Una correlación es negativa cuando el aumento de una va asociado al descenso de la otra. 
Una correlación es nula cuando el aumento o disminución del valor de una variable no van asociados en 
ningún modo con el aumento o disminución del valor de la otra. 
Las correlaciones se expresan matemáticamente en coeficientes de correlación; el coeficiente más 
conocido es el de Pearson. 
Existen diversos métodos y técnicas correlacionales→ la observación, los cuestionarios, las entrevistas… 
Los más utilizados son los cuestionarios, por su facilidad de aplicación a un mayor número de personas. 
Problema de los métodos correlacionales→ sólo permiten analizar cómo covarían las variables, pero no 
concluir cuál es causa de la otra. Lo que sí permiten es predecir los cambios en una variable a partir de otra 
con la que sabemos que correlaciona. 
Una de sus ventajas sobre el método experimental es que ofrecen la posibilidad de estudiar la conducta en 
situaciones naturales y analizar factores muy importantes en Psicología Social, como el género, el grupo 
étnico o el estatus social, que no es posible manipular en el laboratorio. 
Tanto si se utiliza el método experimental como si se opta por los métodos correlacionales, existen una serie de 
problemas añadidos que tienen que ver con el hecho de que el estudio en sí es ya un episodio de interacción 
entre el investigador y sus participantes. Como consecuencia, se ponen en marcha diversos procesos 
psicosociales que no tienen nada que ver con el objetivo de la investigación y que pueden amenazar la validez 
de los resultados. 
 
 
 
PSICOLOGÍA SOCIAL - NESSA T. 
 
12 
 
 Cuadro 1.3. Amenazas a la validez de los resultados de la investigación 
PROBLEMA DESCRIPCION SOLUCION 
Efecto de las 
expectativas 
 
El investigador provoca sin darse cuenta los 
resultados esperados al influir en los participantes 
para que se comporten de una determinada manera. 
Procurar que la persona encargada de 
recoger los datos de los participantes 
desconozca a qué condición 
experimental ha sido asignado cada uno. 
Construcción de la 
situación 
 
Cada participante se crea su propia interpretación de 
la situación experimental, que puede no coincidir 
con la de otros participantes ni con la que el 
experimentadorpretende. Esa construcción 
particular de la situación influirá en sus respuestas. 
Crear un marco de interpretación (una 
historia) común para todos los 
participantes, que sea creíble. 
Comprobar que la manipulación 
experimental ha funcionado. 
Características de la 
demanda 
 
Los participantes se comportan como creen que se 
espera de ellos, no espontáneamente. 
Ocultar a los participantes cualquier 
posible indicio de cuáles son las 
hipótesis y el objetivo del estudio. 
Deseabilidad social Los participantes tratan de crear una buena imagen 
de sí mismos ante el investigador. 
Darles seguridad sobre su anonimato. 
Preguntas neutras. 
Desde el punto de vista metodológico, es importante el reciente desarrollo de la Neurociencia Social➔ se basa 
en la idea de que el cerebro humano ha evolucionado para resolver problemas de tipo social y en que los 
mecanismos cognitivos resultantes de esa evolución tienen una base biológica. Su objetivo consiste en 
identificar la actividad cerebral que se produce cuando tienen lugar los distintos procesos mentales. La técnica 
más frecuentemente empleada es la imagen por resonancia magnética funcional (fMRI), mediante la cual puede 
visualizarse qué áreas del cerebro se activan cuando una persona está interactuando con otra, o cuando nos 
sentimos socialmente excluidos. 
Hay que señalar que lo ideal es emplear varios métodos en un mismo estudio, lo que da mucha más fuerza a los 
resultados y mucha más confianza en que no son producto de la técnica utilizada. Por ejemplo, los métodos 
correlacionales pueden ser muy apropiados en las primeras fases de la investigación, para recoger información 
sobre múltiples aspectos, que luego se pueden aislar y explorar de forma más controlada en el laboratorio. De 
este modo, se empezaría buscando el cómo para poder después averiguar el porqué. 
 
 
TEMA 2. INFLUENCIA DE LA EVOLUCION Y LA CULTURA EN LOS PROCESOS PSICOSOCIALES 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
La presencia de otros ha sido una constante a lo largo de la historia de nuestra especie, y su influencia ha 
marcado claramente la evolución del ser humano. Nuestras características físicas no nos habrían permitido 
sobrevivir en los duros ambientes ancestrales sin la ayuda y la cooperación de otros. 
 
El grupo ha sido un amortiguador de las demandas del medio físico, y entre sus miembros ha existido una 
interdependencia no optativa, sino necesaria. Pero esa interdependencia planteaba una serie de condiciones a 
las personas, que debían encontrar un equilibrio entre su tendencia a satisfacer sus motivaciones y aspiraciones 
individuales y la necesidad de coordinarse con otros para sobrevivir, adaptarse a la vida en grupo, es decir, al 
medio social. 
 
La conclusión es que la presencia de otros y la vida en grupo han hecho que nuestro cerebro y, por tanto, nuestra 
mente y nuestra conducta, evolucionen en una dirección determinada. Y, como contrapartida, a medida que el 
cerebro iba evolucionando, la vida social se hacía más compleja y fue desarrollándose la capacidad para la 
cultura, producto de esa evolución y modificadora de ella. 
PSICOLOGÍA SOCIAL - NESSA T. 
 
13 
 
 
Cultura→ conjunto de formas específicas de adaptación a ambientes físicos y sociales concretos. Distintos 
ambientes plantean demandas diferentes que requieren estrategias de coordinación también diferentes para 
hacerles frente. A medida que esas estrategias se van consensuando e institucionalizando dentro de una 
comunidad, se va creando cultura, que se transmitirá a las siguientes generaciones como se transmite la 
información genética. 
El contexto social (los otros) influye en nuestro pensamiento, nuestras emociones y nuestra conducta; no se 
trata de un contexto objetivo, sino que su influencia depende de cómo lo interpretemos (“realidad construida”). 
En esa interpretación es determinante el papel de la cultura y de nuestros mecanismos psicológicos 
evolucionados en un medio social. 
Los procesos que estudia la Psicología Social residen en la naturaleza humana y en la cultura pueden 
manifestarse de formas diferentes en distintas culturas→ “diversidad”. Pero existe una base común, propia 
de la especie humana, que se refleja en la “universalidad” que subyace en esas diferencias, y que interactúa 
inevitablemente con las variables culturales, dando lugar a una influencia conjunta sobre nuestra mente y 
nuestra conducta social. 
Sí queremos hacer hincapié en el significado que Darwin daba al principio de continuidad evolutiva, una idea 
que es tan importante como malinterpretada cuando se habla de evolución. El término «continuidad evolutiva» 
significa que→ todas las especies actuales proceden de un tronco común, no han surgido cada una de forma 
independiente, evolucionando a partir de especies ancestrales por un proceso de selección natural. Con esta 
propuesta, el biólogo inglés tiraba por tierra la creencia, defendida por Lamarck (habitual hoy día), de que 
evolución es lo mismo que progreso lineal, y que, entre las especies actuales, unas son más evolucionadas que 
otras y, por tanto, más perfectas. 
Darwin tenía claro que el medio puede experimentar cambios imprevisibles (no lineales) que exigen procesos y 
capacidades nuevas para hacerles frente, y que pueden provocar la extinción de especies enteras y el origen de 
otras nuevas, pero no por generación espontánea, como suponía Lamarck, sino a partir de formas anteriores. 
La perfección en términos evolutivos no es un fin, sino una consecuencia; sólo puede entenderse como 
adaptación al medio y a sus cambios, y no como una meta que persiguen las especies ni como el objetivo de la 
evolución. 
¿POR QUÉ HA EVOLUCIONADO EL CEREBRO HUMANO DE LA FORMA EN QUE LO HA HECHO? 
Existen partes de nuestro cerebro que están más desarrolladas que en otras especies, como el neocórtex➔ la 
zona del cerebro encargada de las funciones cognitivas complejas. Se han propuesto dos hipótesis para explicar 
la evolución del cerebro humano: 1) la necesidad de hacer frente a las exigencias del medio físico; 2) la 
necesidad de manejar relaciones sociales cada vez más complejas y de coordinarse con otros. 
La primera hipótesis (la que “NO es correcta”), basada en la inteligencia ecológica, defiende que fue la 
necesidad de resolver problemas técnicos, como buscar alimentos lo que provocó el aumento del cerebro para 
poder mantener mapas mentales complejos y desarrollar técnicas de obtención de comida y de fabricación de 
utensilios. Una vez que la inteligencia había evolucionado para explotar los recursos del medio, las capacidades 
así originadas se aplicarían después a problemas sociales. 
La segunda hipótesis, basada en la inteligencia social, sostiene que la principal función de la inteligencia en 
nuestros ancestros era la solución de problemas sociales, en concreto, mantener al grupo unido. La razón es que 
dentro del grupo los individuos podían adquirir las técnicas necesarias para su subsistencia por aprendizaje 
social, es decir, por observación e imitación. 
PSICOLOGÍA SOCIAL - NESSA T. 
 
14 
 
El antropólogo británico Robin Dunbar comparó el tamaño cerebral de varias especies para ver 
con cuál de los dos aspectos correlacionaba. Lo que encontró fue que ninguna de las variables 
relevantes para la hipótesis ecológica correlacionaba con el tamaño relativo del neocórtex. En 
cambio, sí había correlación entre el tamaño relativo del neocórtex y el tamaño del grupo en que 
viven los individuos y la complejidad de las relaciones sociales. A partir de estos hallazgos, 
Dunbar ha formulado la hipótesis del cerebro social→ propone que dicha correlación se 
debe a que el volumen del neocórtex marca el límite de la capacidad de procesamiento de 
información, lo que a su vez limita el número de relaciones sociales que un individuo puede 
manejar simultáneamente; esas limitaciones tienen más que ver con los mecanismos por los 
que se mantienenlas relaciones a lo largo del tiempo que con la simple cuestión numérica. 
Otro resultado de Dunbar fue que el tamaño relativo del neocórtex correlacionaba también con una madurez 
más tardía, pero no con un periodo más largo de crecimiento cerebral antes del nacimiento. Es decir, las especies 
con periodos de inmadurez más largos (como la humana) tenían un neocórtex mayor. Puesto que en esas 
especies ese periodo se emplea sobre todo para aprender y dominar las complejidades de las relaciones sociales, 
a nivel interpersonal y a nivel grupal, el argumento sería que cuanto más hay que aprender, más largo es el 
periodo de inmadurez y mayor es el tamaño relativo del neocórtex. 
¿QUIÉN ES MÁS «APTO»? ¿EL QUE MEJOR COMPITE o EL QUE MEJOR SE COORDINA CON OTROS? 
La correlación entre el tamaño relativo del neocórtex y la complejidad de las relaciones sociales apoya, por tanto, 
la hipótesis de la inteligencia social. Existen dos versiones de esta hipótesis: 
• la «inteligencia maquiavélica»→ pone el énfasis en la necesidad de manipular a otros para obtener 
beneficios individuales, y 
• la basada en la selección multinivel → da tanta importancia a la manipulación para el beneficio propio como 
a la cooperación. Estas dos versiones corresponden a dos formas de entender cómo actúa la selección 
natural, que se basa en dos criterios: la supervivencia de los individuos y la reproducción. 
Para que la selección natural actúe debe haber variabilidad→ aquellos rasgos o conductas que favorezcan 
la propagación genética de una generación a la siguiente se mantendrán, mientras que los que impidan esa 
propagación serán eliminados. Si nos situamos exclusivamente en el nivel genético, cada individuo tenderá 
a hacer lo posible (no conscientemente, movido por impulsos innatos) para lograr reproducirse con más 
éxito que otros. De ahí que, en el contexto grupal en el que nuestra especie ha evolucionado, cada miembro 
del grupo intente superar a los demás, manipularlos para lograr sus propios objetivos y competir por los 
recursos, tal como plantea el enfoque de la inteligencia maquiavélica: el que lo haga mejor que otros 14ran 
el que 14ransmitirá y 14ransmitirá sus genes. 
Ahora bien, en esta perspectiva también tienen cabida las perspectivas prosociales. Existen dos vías por las 
que esa búsqueda del beneficio individual se extiende hacia el beneficio de otros: 
➢ la ayuda a los parientes (lo que se conoce como selección por parentesco)➔ porque los parientes 
comparten genes con él; 
➢ el altruismo recíproco➔ porque la ayuda a otro individuo se realiza a cambio de la devolución del favor. 
En definitiva, lo fundamental desde esta perspectiva multinivel es aumentar al máximo la eficacia biológica 
inclusiva➔ la capacidad para conseguir que sus genes estén representados en la siguiente generación. 
HIPÓTESIS DE LA 
INTELIGENCIA SOCIAL
La Inteligencia 
Maquiavélica
Selección multinivel
PSICOLOGÍA SOCIAL - NESSA T. 
 
15 
 
Frente a esta postura, cada vez son más los que defienden que la selección natural actúa en varios niveles a la 
vez, de forma que no sólo se verían beneficiados los rasgos y conductas que favorecen la reproducción de los 
individuos. Para que esa reproducción sea posible, los individuos deben sobrevivir el tiempo suficiente, y eso 
implica la coordinación con otros. Por tanto, la selección natural favorecería aquellos rasgos y conductas que 
permitan y faciliten la adaptación del individuo a la vida en grupo. Además, los grupos mejor coordinados 
aventajarán en la lucha por los recursos a aquellos cuyos miembros sólo persigan su propio beneficio. Desde esta 
perspectiva de la selección multinivel, tan importante es la competición como la cooperación, la búsqueda del 
propio beneficio como la colaboración en el éxito del grupo. 
LA NATURALEZA DUAL DE LAS TENDENCIAS SOCIALES HUMANAS 
Algunos ejemplos de cómo las tendencias de competición y cooperación, egoísmo y altruismo, heredadas a lo 
largo de la evolución, se combinan en nosotros y se manifiestan según lo requiere cada situación, son: 
• Somos por naturaleza capaces de realizar costosas acciones en favor de los demás movidos por el altruismo, 
y de ayudar a otros, pero también reaccionamos con agresividad cuando alguien nos provoca. 
• Necesitamos sentirnos aceptados por los demás y formar relaciones con ellos, pero a veces rechazamos a 
los otros. 
• Tendemos a favorecer a los miembros de nuestro grupo y a veces discriminamos a los de otros grupos. 
Todos estos ejemplos muestran tendencias opuestas pero normales y habituales en las personas, tendencias 
que seguimos manifestando porque han sido útiles para nuestra adaptación al medio social durante la evolución 
de nuestra especie y, por tanto, han sido respetadas por la criba de la selección natural. Esa dualidad es la que 
nos ha proporcionado la flexibilidad suficiente como para permitirnos una mejor adaptación a diferentes 
situaciones. 
LA INFLUENCIA DE LA EVOLUCIÓN EN LOS PROCESOS PSICOSOCIALES 
Para poder adaptarse a la vida en grupo, los seres humanos necesitaban desarrollar una motivación que les 
impulsara a formar parte de un grupo y permanecer en él incluso cuando sus intereses individuales se vieran 
momentáneamente perjudicados. La psicóloga social estadounidense Susan Fiske (2002, 2010) propone cinco 
motivos sociales universales que impulsan a las personas a vivir con otros y a funcionar de forma adecuada en 
las relaciones producto de la evolución de nuestra especie: 
 
1) PERTENENCIA→ las personas necesitan estar implicadas en alguna relación y pertenecer a algún grupo para 
poder sobrevivir. Se considera el motivo social más básico de todos. 
2) COMPRENSIÓN COMPARTIDA→ las personas necesitan saber, conocerse a sí mismas, entender a los demás 
y la realidad que les rodea: poder predecirla para funcionar en la vida cotidiana. 
3) CONTROL→ impulsa a las personas a sentirse competentes y eficaces al tratar con el ambiente social y 
consigo mismas. Se refiere a la relación entre lo que hacemos y lo que conseguimos, es decir, entre nuestra 
conducta y los resultados, necesitamos creer que lo que hagamos servirá para algo, que lograremos alcanzar 
los objetivos que nos hayamos propuesto y que controlamos el proceso y la situación. 
4) POTENCIACIÓN PERSONAL→ la necesidad que tenemos de sentirnos especiales, como individuos y como 
miembros de un grupo. Por tanto, no implica una búsqueda exclusiva o prioritaria del propio ensalzamiento, 
sino también el interés por desarrollar las propias capacidades y por llegar a ser un miembro respetado 
dentro del grupo. 
5) CONFIANZA→ implica sentirse a gusto con el mundo y tener predisposición a esperar cosas buenas de la 
mayoría de la gente. 
MOTIVOS SOCIALES 
UNIVERSALES ( Fiske)
Pertenencia
Comprensión 
Compartida
Control
Potenciación 
Personal
Confianza
PSICOLOGÍA SOCIAL - NESSA T. 
 
16 
 
Pero, la adaptación al medio social implicaba, además de la motivación necesaria para mantenerse en un grupo 
y funcionar adecuadamente dentro de él, desarrollar una serie de capacidades y mecanismos cognitivos que 
permitieran a los seres humanos coordinarse entre ellos para sobrevivir, por ejemplo, la capacidad para 
comunicar lo que uno piensa, siente o va a hacer, para interpretar la información procedente de los demás, para 
formarse una impresión del otro. Todas estas capacidades y procesos psicológicos habrán sido favorecidos por 
la selección natural por su papel para facilitar las relaciones sociales y la coordinación entre los miembros del 
grupo. 
¿ANIMAL SOCIAL O ANIMAL CULTURAL? 
La evolución de todo este conjunto de procesos cognitivos, motivaciones y tendencias de conducta ha ido 
favoreciendo en nuestra especie una vida social cada vez más compleja. 
Una de las consecuencias de esa evolución ha sido el desarrollo de nuestra capacidad para la cultura→ crear y 
participar en un sistemacultural. Roy Baumeister (2005) ha propuesto sustituir el clásico apelativo de «animal 
social», referido al ser humano, por el de «animal cultural», argumentando que hay muchas otras especies 
sociales, pero la cultura, aunque no es exclusiva de nuestra especie, sí ha alcanzado un nivel de complejidad 
mucho mayor que en otras y, lo que es más importante, hemos llegado a depender de ella para sobrevivir. 
El planteamiento de Baumeister supone una solución razonable al manido debate «naturaleza/cultura», que 
enfrenta ambos fenómenos como si fueran alternativos en cuanto a su influencia en la mente y la conducta 
humana. 
 
La conclusión de Baumeister es que, si el cerebro humano se ha desarrollado tanto como para permitir 
capacidades cognitivas sofisticadas y cultura (la parte más desarrollada es el neocórtex, donde residen las 
funciones cognitivas complejas), ha sido porque esas capacidades y esa cultura resultaban biológicamente 
rentables, es decir, favorecían la supervivencia y la reproducción de los individuos. 
 
¿Qué ventajas ofrece la cultura? Una es la posibilidad de un progreso acumulativo, gracias al almacenamiento 
del conocimiento adquirido por individuos o grupos, y a su transmisión de generación en generación. Otra 
ventaja de la cultura es la combinación de división del trabajo, diferenciación de roles y especialización, con la 
consiguiente mejora del rendimiento y de la calidad. Esa diferenciación de roles produce, a su vez, otra gran 
ventaja de la cultura➔ la posibilidad de cooperar con muchas más personas, incluso distantes o desconocidas, 
y beneficiarse recíprocamente de la interacción con ellas, como ocurre con el intercambio comercial entre 
culturas lejanas. 
 
 
LA INFLUENCIA DE LA CULTURA 
La importancia concedida a los factores situacionales es uno de los distintivos de la Psicología Social, pero la 
influencia de la situación no implica una simple reacción a los estímulos externos, sino que se produce a través 
de la percepción que tienen las personas de las situaciones y de la interpretación que hacen de ellas, una 
evaluación subjetiva en la que intervienen los procesos cognitivos. 
Las circunstancias que rodean a la persona influyen en sus pensamientos, emociones y comportamientos, pero 
siempre a través de los significados que ésta atribuye. 
¿Qué entendemos por cultura? LA CULTURA COMO ESTRATEGIA DE ADAPTACIÓN AL MEDIO 
 
En una revisión de las relaciones psicología/cultura, Harry Triandis señala tres aspectos en los que coinciden 
casi todos los investigadores: 
 
1) La cultura surge de la interacción adaptativa entre los seres humanos y los ambientes físicos y sociales en 
los que viven. 
2) La cultura consiste en elementos (p.e. prácticas, significados) compartidos. 
PSICOLOGÍA SOCIAL - NESSA T. 
 
17 
 
3) La cultura es transmitida de unos a otros, ya sea de padres a hijos, entre iguales (hermanos, amigos) o por 
parte de instituciones sociales (colegios, medios de comunicación…). 
A partir de estos tres aspectos, la cultura podría definirse como el patrón de prácticas y significados compartidos 
y transmitidos que interactúan entre sí, influyendo en las respuestas de un grupo humano a su ambiente durante 
generaciones. Esta definición parte del supuesto de que existen una serie de mecanismos y procesos psicológicos 
básicos que comparten todos los seres humanos por su historia evolutiva como especie, gracias a los cuales 
pueden dar significado a lo que les rodea, a sí mismos, y desarrollar una visión del mundo. Asimismo, asume 
que las diferencias culturales proceden de adaptaciones de esos mecanismos básicos a las demandas del 
contexto físico y social que permiten a las personas funcionar de forma eficaz en ambientes concretos. 
Cómo se relacionan con la cultura estos tres indicadores del contexto ecológico: 
Cuadro 2.2. El clima, la disponibilidad de recursos y la densidad de la población 
Existen múltiples investigaciones que corroboran la relación entre contexto ecológico y cultura. Por ejemplo, el estudio 
clásico de Hofstede revela que la riqueza de un país está fuertemente asociada al individualismo, como también lo están la 
alta latitud geográfica y el clima: países con climas fríos y moderados tienden a poseer valores culturales individualistas, 
mientras que los países con climas cálidos (tropicales) tienden a ser colectivistas. También la densidad de población influye 
en la cultura, sobre todo asociada a la disponibilidad de recursos. En el pasado, en los climas fríos y moderados y con una 
menor densidad de población, la supervivencia del ser humano dependía más de la iniciativa personal y del dominio de 
técnicas de supervivencia, lo que reforzó el carácter individualista de esas culturas. En cambio, en climas tropicales, la 
supervivencia no dependía tanto de la tecnología como de la defensa contra la agresión de otros grupos, lo que hacía más 
necesaria la cooperación grupal. 
ESPECIFICIDAD DE LA CULTURA HUMANA 
Todos los animales necesitan adaptarse al medio ambiente para sobrevivir, todas las especies, al menos las 
sociales, podrían desarrollar una cultura como estrategia para afrontar las demandas del ambiente. De hecho, 
en varias especies, sobre todo de primates, se ha documentado la existencia de formas culturales rudimentarias. 
Por tanto, no somos la única especie con capacidad para la cultura, ni para conformarse a las normas culturales 
(Whiten, Horner y De Waal). Sin embargo, las culturas del ser humano son diferentes a las de los demás 
animales, y estas diferencias se deben principalmente a una serie de habilidades cognitivas que en nuestra 
especie han evolucionado en una dirección distinta. Por ejemplo, el lenguaje verbal es un producto 
singularmente humano que nos permite expresar nuestras intenciones, traducir el mundo a símbolos, y 
comunicarnos con personas de otros lugares e incluso de otras épocas mediante la escritura. Otra habilidad 
humana consiste en innovar continuamente a partir de los descubrimientos. Este efecto de mejora continua sin 
retrocesos, que se ha denominado «efecto de trinquete», no se produce en la misma medida en el mundo 
animal; los chimpancés, por ejemplo, llevan 4300 años empleando piedras para cascar nueces, pero su técnica 
no parece haber evolucionado a la misma velocidad que el uso de herramientas en la especie humana. Por otra 
parte, los seres humanos no sólo crean herramientas y hacen descubrimientos, sino que acumulan los 
conocimientos y los distribuyen por todo el mundo, de forma que diferentes grupos se benefician de los avances 
de sus antepasados. 
Una de las funciones de la cultura humana es ayudarnos a manejar esa complejidad, organizando muchos tipos 
de relaciones y de comportamientos mediante normas consensuadas y reparto de roles, y dando significado al 
contexto en el que nos movemos. 
Se ha hecho más hincapié en los aspectos generales y universales de la cultura humana, sin embargo, si 
retomamos la concepción de cultura que apuntábamos en el apartado anterior, como conjunto de soluciones 
ideadas por un grupo al problema de cómo sobrevivir en un medio ambiente concreto, las soluciones también 
deberán diferir de unos grupos a otros. Estas diferencias pueden ser observadas en dos aspectos: 
1. Los elementos objetivos o explícitos (detectables fácilmente) de la cultura, como la ropa, los utensilios, las 
costumbres o los rituales. 
PSICOLOGÍA SOCIAL - NESSA T. 
 
18 
 
2. Los elementos subjetivos o implícitos, como la forma en que nos expresamos, percibimos a los demás e 
interactuamos con ellos. Aquí entrarían en juego los aspectos psicológicos y, más concretamente, las 
dimensiones de variabilidad cultural. 
DIMENSIONES DE VARIABILIDAD CULTURAL 
¿Por qué los seres humanos actúan de manera diferente ante, por ejemplo, la crianza de un bebé? Es decir, ¿por 
qué ciertas conductas que en principio parecen universales presentan una serie de maticesdistintos que nos 
hacen cuestionar si nuestro comportamiento es adecuado o no? 
El enfoque que más influencia tiene entre los psicólogos sociales interesados en la variabilidad cultural es el que 
trata de identificar y describir las culturas, situándolas en una serie de dimensiones que permitan medirlas y 
compararlas entre sí. Las culturas pueden compararse en función del valor que obtengan en cada dimensión, es 
decir, de la posición en que se sitúen en el continuo entre sus dos polos. 
El holandés Geert Hofstede (1980), fue pionero en la identificación de dimensiones culturales, distinguió cuatro 
constructos y, posteriormente, añadió un quinto: 
• INDIVIDUALISMO-COLECTIVISMO→ se refiere al significado que el grupo tiene para el individuo. 
• DISTANCIA JERÁRQUICA→ refleja el grado en que las personas con menos poder dentro de la sociedad 
esperan y aceptan que el poder se distribuya de forma desigual. 
• MASCULINIDAD-FEMINIDAD→ las sociedades y culturas masculinas son aquellas en las que los roles de 
género están claramente diferenciados. Las sociedades y culturas femeninas son aquellas en las que los roles 
de género se solapan. 
• EVITACIÓN DE LA INCERTIDUMBRE→ grado en que la gente en una cultura o sociedad se siente amenazada 
por las situaciones ambiguas o por el miedo a lo desconocido. 
• ORIENTACIÓN TEMPORAL→ forma de plantearse la vida en relación con el tiempo, según se tenga una 
orientación a corto o a largo plazo. Las personas socializadas en culturas con una orientación a corto plazo 
estarán centradas en el consumo inmediato. En cambio, las personas socializadas en una cultura con 
orientación a largo plazo miran más hacia el futuro, valoran más el ahorro y la perseverancia. 
Desde esta perspectiva, la cultura define la identidad de un grupo del mismo modo que la personalidad 
delimita la identidad del individuo. 
De todas las dimensiones propuestas por Hofstede, la que más repercusión ha tenido entre los psicólogos 
sociales es la de individualismo-colectivismo, y es la que más se ha relacionado con otros procesos psicológicos. 
La forma de resolver ese conflicto entre metas individuales y metas grupales sería, por tanto, uno de los 
aspectos fundamentales en los que las culturas diferirían unas de otras. 
INDIVIDUALISMO-COLECTIVISMO 
Hofstede, al hacer uso de la expresión “individualismo-colectivismo”, propone una dimensión que trata de 
reflejar la relación entre el individuo y el grupo en las distintas culturas, señala que es una dimensión de 
variación cultural definida en términos de “independencia emocional de grupos, organizaciones y otros 
colectivos”; posteriormente amplía→ «el individualismo representa a culturas en las que los vínculos entre los 
individuos son laxos, y se espera que cada cual cuide sólo de sí mismo y de su familia». De forma opuesta, «el 
colectivismo representa a culturas en las que las personas desde que nacen se integran en endogrupos fuertes y 
cohesivos, que a lo largo de su vida les dan protección a cambio de una lealtad incondicional» 
Una de las diferencias fundamentales entre ambos tipos de culturas reside en la representación social del yo➔ 
las culturas individualistas enfatizan una concepción del individuo como autónomo e independiente, mientras 
que las culturas colectivistas mantienen una representación de las personas centrada en las relaciones con los 
otros, conectadas al contexto social y dependientes de él. 
 
PSICOLOGÍA SOCIAL - NESSA T. 
 
19 
 
Cuadro 2.4. Diferencias entre culturas individualistas y colectivistas en ideología, valores y conducta social 
 INDIVIDUALISMO COLECTIVISMO 
PAISES EXTREMOS ✓ EE.UU., Australia, Canadá, Inglaterra, 
Holanda. 
✓ Extremo Oriente, África, América Latina, 
Portugal, Grecia. 
IDEOLOGÍA ✓ Los intereses individuales priman sobre los 
colectivos. 
✓ Los intereses colectivos priman sobre los 
individuales. 
VALORES ✓ Placer, éxito, competición, libertad, 
autonomía, sinceridad, equidad. 
✓ Conducta concebida y guiada en función de 
actitudes personales. 
✓ Comunicación y contacto extenso (con 
muchas personas y grupos), superficial y 
débil. 
✓ Seguridad, obediencia, sentido del deber, 
jerarquía, relaciones personalizadas, 
armonía intergrupal. 
✓ Conducta concebida y guiada en función de 
normas sociales. 
✓ Comunicación y contacto intenso y más 
profundo. 
CARACTERÍSTICAS 
DE LA CONDUCTA 
SOCIAL 
✓ Conducta social menos diferenciada entre 
endogrupo y exogrupo. 
✓ Comunicación directa y explícita. 
✓ Poco contacto físico. 
✓ Énfasis en la independencia y en el logro 
individual. 
✓ Más diferencia de conducta hacia 
miembros del endogrupo y del exogrupo. 
✓ Comunicación indirecta y contextualizada, 
más uso de claves paralingüísticas. 
✓ Contacto físico más cercano (en Europa 
mediterránea, países árabes y América 
Latina). 
✓ Énfasis en la pertenencia al grupo y en la 
cooperación. 
 
Ante la pregunta «¿quién soy yo?», la referencia a características sociales (como roles o grupos de pertenencia) 
aparece sólo en un 15-19% de las respuestas en países individualistas, y en un 20-52% de las 
respuestas en países colectivistas. Mientras que los individualistas suelen concebirse y percibirse 
a sí mismos en términos de rasgos personales (por ejemplo, «soy una persona amistosa»), los 
colectivistas se perciben y se definen en términos del grupo al que pertenecen o del rol que 
ocupan en ese grupo (por ejemplo, «soy hijo de X»). 
Entre los individualistas es frecuente el sesgo (deformación) de egocentrismo➔ los éxitos se explican por 
causas internas estables (como la capacidad) y los malos resultados por causas externas inestables (la situación, 
la mala suerte). Sin embargo, los colectivistas suelen incurrir en el sesgo contrario, el sesgo de modestia➔ 
atribuyen sus buenos resultados a causas externas y los fracasos a causas internas. Esta es la razón por la que 
en las culturas individualistas se suele recurrir a elogiar los éxitos como forma de incentivo, mientras que en las 
colectivistas se hace más hincapié en animar a la superación personal ante el fracaso. 
En las culturas colectivistas, debido a que la evaluación de uno mismo está más vinculada a las relaciones 
sociales, se muestran más rápidos en prejuzgar a las personas por sus grupos de pertenencia. Por su parte, los 
individualistas prefieren no juzgar a las personas por sus antecedentes y afiliaciones; aunque también prejuzgan, 
suelen hacerlo por atributos personales por sus logros. 
Cuadro 2.5. Diferencias entre culturas individualistas y colectivistas en la representación social del YO 
 INDIVIDUALISMO COLECTIVISMO 
AUTOCONCEPTO Autónomo. Definido por una entidad 
independiente. 
Categorial o social. Definido en términos de 
relaciones sociales y grupos o categorías de 
pertenencia. 
EVALUACIÓN DE 
UNO MISMO 
La autoestima está vinculada moderadamente a 
la percepción que las personas tienen de cómo se 
evalúa a sus grupos. 
La autoestima está vinculada fuertemente a la 
percepción que las personas tienen de cómo se 
evalúa a sus grupos. 
PEREPCIÓN DE 
UNO MISMO 
Centrada en atributos internos, estables, 
abstractos, 
Centrada en situaciones específicas, en factores 
contextuales. 
EXPLICACIÓN DE 
LA PROPIA 
CONDUCTA 
Los comportamientos se explican como 
consecuencia de rasgos personales internos. 
Las conductas se explican a partir de roles y 
deberes; las personas son más sensibles al 
contexto social. 
PSICOLOGÍA SOCIAL - NESSA T. 
 
20 
 
LA INFLUENCIA DE LA EVOLUCIÓN Y LA CULTURA EN LA INTERPRETACIÓN DEL CONTEXTO 
Vivimos en una sucesión de contextos diferentes, tendemos a atribuir significados a estos contextos. Esta 
atribución de significados, cuando es compartida por los miembros de una misma cultura, es la base de la 
conducta normativa➔ el comportamiento que en cada cultura se espera que las personas realicen cuando se 
enfrentan a un determinado problema o situación. 
Para analizarcómo el contexto modela los procesos psicológicos y la conducta de las personas a través de la 
interpretación que hacemos de él, nos serviremos del modelo propuesto por David Matsumoto→ este postula 
que los procesos mentales y las conductas sociales de las personas no ocurren en un vacío, sino en un contexto 
situacional particular, con una historia evolutiva y cultural. Es decir, esos procesos (lo que pensamos, lo que 
sentimos) dependen del contexto en que nos encontremos en cada momento concreto. Por ejemplo, no 
reaccionaremos igual cuando alguien se nos acerca mucho en un contexto de aglomeración; no es el contexto 
por sí mismo el que influye, sino la interpretación que hacemos de él. Esa interpretación, a su vez, depende de 
factores culturales y de mecanismos psicológicos resultantes de nuestra evolución como especie. 
 
 
Según Matsumoto (2007), es probable que algunos contextos evoquen respuestas similares en todos los 
individuos, independientemente de la cultura a la que pertenecen (ej. los medallistas olímpicos tras recibir un premio 
e interactuar con el público muestran la expresión universal de alegría), pero también es probable que se evoquen 
acciones que reflejen diferencias culturales (ej. expresiones verbales de tristeza en los funerales son diferentes en 
función de la cultura). 
Por tanto, el contexto influye sobre nuestra mente y nuestra conducta, y esa influencia se produce a través de 
la interpretación que hacemos de él. 
LAS INTERACCIONES 
Porque somos animales sociales que necesitamos a los demás para sobrevivir, y la vida social es compleja, y 
porque somos animales culturales y la supervivencia requiere coordinación social, la cultura atribuye significado 
a la interacción y la regula para conseguir esta coordinación. Pero, además de animales sociales y culturales, 
somos también seres individuales con tendencias egoístas que coexisten con tendencias sociales. Esto implica 
que debe haber un equilibrio entre las dos esferas, la social o pública, y la individual o privada. Necesitamos a 
los demás, sí, pero también necesitamos mantener un cierto grado de privacidad para sentirnos bien. Existen 
dos mecanismos principales para regular la interacción entre personas y entre grupos y conseguir ese 
equilibrio➔ la territorialidad y el mantenimiento del espacio personal→ están profundamente enraizados en 
la naturaleza humana por su utilidad para la supervivencia, pero la cultura regula su expresión. 
PSICOLOGÍA SOCIAL - NESSA T. 
 
21 
 
➢ Territorialidad→ patrón de conductas y actitudes sostenido por una persona o grupo, basado en la idea de 
control percibido, intencionado o real, de un espacio físico definible, un objeto o una idea. 
Aunque la territorialidad es un fenómeno muy extendido entre las especies animales, en el caso del ser 
humano adquiere una naturaleza simbólica. Por ejemplo, la forma de señalizar los límites del territorio (con 
banderas, graffitis, una chaqueta para indicar que el sitio está ocupado…), hecho de que no sólo se 
consideren territorios los espacios físicos sino también los intelectuales e ideológicos. Los elementos 
simbólicos que caracterizan la territorialidad humana son un reflejo de cómo la naturaleza y la cultura 
actúan conjuntamente en la determinación del fenómeno. 
➢ Espacio personal→ zona que rodea a la persona y que, por tanto, se mueve con ella, cuya invasión provoca 
malestar; regula la interacción al establecer una distancia determinada entre las personas que interactúan. 
El antropólogo Edward Hall definió cuatro tipos de distancia interpersonal→ íntima, personal, social y 
pública; cada uno corresponde a una esfera de interacción social. 
Además de asegurar el equilibrio entre lo social y lo privado, la cultura facilita la coordinación entre las personas 
atribuyendo significado a las interacciones en otros sentidos. Un aspecto de la interacción con otros al que los 
psicólogos sociales han dado mucha importancia es la diferenciación entre endogrupo y exogrupo→ grupo al 
que pertenecemos y al que no. Las culturas difieren en cuanto al significado que adscriben a la relación del 
individuo con el endogrupo y con los exogrupos→ a esto se refiere la dimensión individualismo-colectivismo➔ 
las culturas individualistas favorecen la pertenencia del individuo a más endogrupos, un menor apego a cada 
uno y menos diferenciación entre la relación con endogrupos y con exogrupos. En cambio, las culturas 
colectivistas favorecen la pertenencia a pocos endogrupos. 
Por último, un aspecto de la estructura grupal que influye en las interacciones entre los miembros del grupo, y 
que también tiene mucho que ver con la cultura es➔ el establecimiento y mantenimiento de una jerarquía. 
Todos los grupos sociales requieren algún grado de jerarquía para funcionar eficazmente. 
Aunque la existencia de liderazgo y jerarquías es un fenómeno universal en la especie 
humana, las culturas difieren en cuanto a la naturaleza de las diferencias jerárquicas dentro 
del grupo. Otra de las dimensiones propuestas por Hofstede, la de «distancia jerárquica», 
se refiere a este aspecto de las diferencias culturales. Las culturas con alta distancia 
jerárquica favorecen una mayor diferenciación entre los miembros del grupo según su 
estatus, y utilizan rasgos individuales fijos como criterios para determinar la posición de cada uno en la jerarquía. 
En cambio, las culturas con baja distancia jerárquica son bastante más igualitarias y se basan en criterios más 
relacionados con la función que cada miembro tiene que desempeñar. 
LA SITUACIÓN 
Diferentes situaciones se asocian con significados distintos, y estas diferencias influyen sobre la mente y la 
conducta social. Por ejemplo, estar en público no es lo mismo que estar en privado, y las personas controlan su 
comportamiento mucho más cuando están en público que cuando están solas. 
REGULACIÓN DE LA 
INTERACCIÓN ENTRE PERSONAS 
Y GRUPOS
Territorialidad Espacio Personal
PSICOLOGÍA SOCIAL - NESSA T. 
 
22 
 
Además, las situaciones difieren en cuanto al grado de incertidumbre que producen respecto a cómo puedan 
pensar, sentir o actuar los demás. Cuando una situación nos resulta ambigua, podemos experimentar 
incertidumbre a nivel cognitivo, lo que nos provoca ansiedad a nivel afectivo y hace que controlemos más 
nuestro comportamiento y aumente nuestra conformidad a las normas culturales. 
Por tanto, no es la situación objetiva la que influye en nuestra forma de pensar, sentir y actuar, sino la 
interpretación que hacemos de ella. Esas creencias y esa forma de interpretar las situaciones proceden de la 
cultura, y existen diferencias culturales en cuanto a la importancia que se concede a la imagen pública de uno 
mismo y del propio grupo y en cuanto al nivel de incertidumbre y ambigüedad que las personas son capaces de 
tolerar. A este último aspecto se refiere otra de las dimensiones de comparación cultural propuestas por 
Hofstede: la evitación de la incertidumbre→ grado en que los miembros de una cultura sienten ansiedad ante 
situaciones ambiguas o ante lo desconocido. En sociedades con alta evitación de la incertidumbre, se busca la 
seguridad mediante la aplicación de un gran número de normas que regulen el comportamiento de forma 
estricta. Por el contrario, culturas con baja evitación de la incertidumbre, como Dinamarca o Suecia, son mucho 
más permisivas. 
RELACIONES ENTRE EVOLUCIÓN Y CULTURA: UNIVERSALIDAD Y DIVERSIDAD 
La cultura no sería posible sin una serie de capacidades psicológicas que los seres humanos, y algunas otras 
especies, poseemos, como la imitación y la comunicación. Hacen falta también mecanismos que permitan 
difundirlos entre los miembros de una sociedad y transmitirlos de generación en generación; éstos tienen que 
ver con la cognición social, la motivación social y la interacción social…cuyos procesos estudia la PS. 
Ahora bien, hay que

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