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AMNISTÍA INTERNACIONAL DECLARACIÓN PÚBLICA AFR 31/001/2010 25 de febrero de 2010 Costa de Marfil: Amnistía Internacional expresa su preocupación por los incidentes violentos y la incitación al odio en la campaña electoral Aunque la fecha de las elecciones presidenciales se aplaza continuamente, la semana pasada se registró una oleada de violencia que podo sumir de nuevo en el caso a este país azotado por la crisis. “Todos los elementos que condujeron a graves violaciones de derechos humanos en el pasado están presentes una vez más”, ha afirmado hoy Véronique Aubert, directora adjunta del Programa Regional para África de Amnistía Internacional. “Ninguno de los principales actores políticos de Costa de Marfil da muestras de querer evitar el deterioro de la situación, por lo que corresponde a la comunidad internacional, especialmente a las Naciones Unidas y al mediador en la crisis de Costa de Marfil, Blaise Compaoré, presidente de Burkina Faso, a ejercer presión sobre todos los políticos marfileños para que concedan prioridad al respeto de los derechos humanos.” La actual oleada de violencia está relacionada con las disputas por la confección de un censo electoral para las elecciones presidenciales, que se han aplazado en repetidas ocasiones desde 2005. Los partidos de oposición han denunciado llamamientos a excluir a decenas de miles de personas sospechosas de ser nacionales extranjeros porque tienen apellidos musulmanes. El 3 de febrero de 2010, varios miles de manifestantes organizaron marchas de protesta en Divo, ciudad de la zona central-occidental del país situada a unos 200 kilómetros de Abiyán, la capital económica, en un intento de impedir que los jueces las excluyeran del censo electoral. Las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los manifestantes para dispersarlos, y ocho personas resultaron heridas, varias de ellas de bala. Simpatizantes del presidente Laurent Gbagbo han denunciado lo que denominan intentos fraudulentos de agregar a la lista electoral los nombres de más de 400.000 electores cuya nacionalidad no se ha verificado plenamente. Estas sospechas de fraude indujeron al presidente Gbagbo a disolver la Comisión Electoral Independiente y el gobierno el 12 de febrero de 2010. Algunos partidos políticos de oposición llamaron entonces a sus simpatizantes a “oponerse a la dictadura de Laurent Gabgo por todos los medios posibles”, lo que desembocó en actos de violencia y vandalismo contra locales y bienes pertenecientes al Frente Popular de Costa de Marfil (Front populaire ivoirien, FPI), el partido político del jefe del Estado. Las fuerzas de seguridad han reprimido varias manifestaciones, en particular en la ciudad de Gagnoa (en el centro-oeste del país), donde al menos cinco manifestantes murieron por disparos mientras protestaban contra la decisión del presidente Gbagbo de disolver el gobierno y la comisión electoral. Amnistía Internacional también considera motivo de preocupación el resurgimiento de un discurso xenófobo en los sedicentes simpatizantes del presidente Gbagbo, que han llamado a la resistencia contra los “extranjeros” que desean registrarse en el censo electoral. En Divo, abogados que defendían la postura del jefe del Estado afirmaron presuntamente que “el censo electoral provisional electoral está infectado. Debe hacerse todo lo posible para desinfectarlo”. “Es esencial poner fin a este discurso xenófobo, que a menudo es promovido por la ideología de la ‘Ivoirité’, uno de los principales motivos de la división y de las violaciones de derechos humanos en Costa de Marfil desde el comienzo de la crisis en”, ha afirmado hoy Véronique Aubert. “En este sentido, corresponde al jefe del Estado indicar con claridad que no se tolerará esta incitación al odio, denunciada una y otra vez por las Naciones Unidas.” Amnistía Internacional considera motivo de preocupación asimismo la decisión adoptada por el organismo regulador de los medios de comunicación de costa de Marfil el 22 de febrero de 2010 de “suspender” las emisiones del canal de televisión France 24, que fue acusado oficialmente de “tratamiento no profesional de la información” sobre la “situación política” reciente del país. Información complementaria Tras ser aplazadas en cinco ocasiones desde 2005, está previsto que las elecciones presidenciales se celebren en 2010 y pongan fin a la crisis que comenzó con el alzamiento armado de septiembre de 2002 que tuvo como resultado la división de hecho del país en el sur, controlado por los partidarios del presidente Gbagbo, y el norte, en manos de las Fuerzas Nuevas (Forces nouvelles), el movimiento que surgió del levantamiento armado. Bajo la presión de la comunidad internacional, sobre todo las Naciones Unidas y su mediador en la crisis de Costa de Marfil, Blaise Compaoré, presidente de Burkina Faso, se estableció una Comisión Electoral Independiente que comenzó a preparar el censo electoral. Después de semanas de discusiones en las que cada parte acusó a la otra de tratar de amañar el censo electoral, el presidente Gbagbo disolvió la Comisión Electoral y el gobierno el 12 de febrero de 2010. El jefe del Estado nombró de nuevo a su primer ministro, Guillaume Soro, secretario general de las Fuerzas Nuevas, y le encargó la formación de gobierno. Soro está intentando convencer a dirigentes políticos opositores de que se integren de nuevo en el gobierno pero ellos exigen la “restitución” de la comisión electoral antes de emprender conversación alguna sobre su participación en el gobierno.
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