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4-Evangelio

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EVANGELIO 
 
 
 
 
 
 
	
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Evangelio 1. Mateo 5, 1-12ª. 
 
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 
En aquel tiempo, al ver Jesús al gentío, subió a la 
montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él 
se puso a hablar, enseñándoles: 
"Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es 
el reino de los cielos. 
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. 
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. 
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, 
porque ellos quedarán saciados. 
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán 
misericordia. 
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a 
Dios. 
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos serán 
llamados los hijos de Dios. 
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, 
porque de ellos es el reino de los cielos. 
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y 
os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad 
alegres y contentos, porque vuestra recompensa será 
grande en el cielo" 
Palabra del Señor. 
 
	
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Evangelio 2. Mateo 5, 13-16. 
 
Lectura del Santo Evangelio según San 
Mateo 
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus 
discípulos: 
-Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la 
sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? 
No sirve más que para tirarla fuera y que 
la pise la gente. 
Vosotros sois la luz del mundo. No se 
puede ocultar una ciudad puesta en lo alto 
de un monte. 
Tampoco se enciende una lámpara para 
meterla debajo del celemín, sino para 
ponerla en el candelero y que alumbre a 
todos los de casa. 
Alumbre así vuestra luz a los hombres, 
para que vean vuestras buenas obras y 
den gloria a vuestro Padre que está en el 
cielo." 
Palabra del Señor. 
	
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Evangelio 3. Mateo 7,21. 24-25. 
 
Lectura del Santo Evangelio según 
San Mateo 
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus 
discípulos: 
-"No todo el que me dice "Señor, 
Señor" entrará en el reino de los 
cielos, sino el que cumple la voluntad 
de mi Padre que está en el cielo. 
El que escucha estas palabras mías y 
las pone en práctica se parece a 
aquel hombre prudente que edificó su 
casa sobre roca. Cayó la lluvia, se 
salieron los ríos, soplaron los vientos 
y descargaron contra la casa; pero no 
se hundió, porque estaba cimentada 
sobre roca. 
Palabra del Señor. 
 
	
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Evangelio 4. Mateo 19, 3-6. 
 
Lectura del Santo Evangelio según 
San Mateo 
En aquel tiempo, se acercaron a 
Jesús unos fariseos y le preguntaron, 
para ponerlo a prueba: 
-"¿Es lícito a uno despedir a su mujer 
por cualquier motivo?" 
Él les respondió: 
-"¿No habéis leído que el Creador , 
en el principio, "los creó hombre y 
mujer", y dijo: "Por eso abandonará el 
hombre a su padre y a su madre, y se 
unirá a su mujer, y serán los dos una 
sola carne"? De modo que ya no son 
dos, sino una sola carne. Pues lo que 
Dios ha unido, que no lo separe el 
hombre. 
Palabra del Señor. 
	
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Evangelio 5. Mateo 22, 35-40. 
 
Lectura del Santo Evangelio según 
San Mateo 
En aquel tiempo, uno de los fariseos, 
que era experto en la ley, le preguntó a 
Jesús para ponerlo a prueba: 
-"Maestro, ¿cuál es el mandamiento 
principal de la ley?" 
Él le dijo: 
-"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu 
corazón, con toda tu alma, con todo tu 
ser." 
Este mandamiento es el principal y 
primero. El segundo es semejante a él: 
-"Amarás a tu prójimo como a ti 
mismo". 
Estos dos mandamientos sostienen la 
ley entera y los profetas. 
Palabra del Señor. 
	
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Evangelio 6. Marcos 10, 6-9. 
 
Lectura del Santo Evangelio 
según San Marcos 
En aquel tiempo, dijo Jesús: 
-"Al principio de la creación Dios 
“los creó hombre y mujer. Por 
eso abandonará el hombre a su 
padre y a su madre, se unirá a 
su mujer, y serán los dos una 
sola carne”. De modo que ya no 
son dos, sino una sola carne. Lo 
que Dios ha unido, que no lo 
separe el hombre." 
Palabra del Señor. 
 
 
 
 
	
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Evangelio 7. Juan 2,1-11. 
 
Lectura del Santo Evangelio según San Juan 
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la 
madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos 
estaban también invitados a la boda. 
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: 
-"No les queda vino." 
Jesús le contestó: 
-"Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora." 
Su madre dijo a los sirvientes: 
-"Haced lo que él os diga." 
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las 
purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. 
Jesús les dijo: 
-"Llenad las tinajas de agua." 
Y las llenaron hasta arriba. Entonces les mandó: 
-"Sacad ahora y llevádselo al mayordomo." 
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber 
de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían 
sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: 
-"Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya 
están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el 
vino bueno hasta ahora." 
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, 
manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él. 
Palabra del Señor. 
 
	
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Evangelio 8. Juan 15, 9-12. 
 
Lectura del Santo Evangelio según 
San Juan 
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus 
discípulos: 
-"Como el Padre me ha amado, así os 
he amado yo; permaneced en mi amor. 
Si guardáis mis mandamientos, 
permaneceréis en mi amor; lo mismo 
que yo he guardado los mandamientos 
de mi Padre y permanezco en su amor. 
Os he hablado de esto para que mi 
alegría esté en vosotros, y vuestra 
alegría llegue a su plenitud. 
Éste es mi mandamiento: que os améis 
unos a otros como yo os he amado." 
Palabra del Señor. 
 
 
	
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Evangelio 9. Juan 15,12-16. 
 
Lectura del Santo Evangelio según San 
Juan 
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 
-"Este es mi mandamiento: que os améis 
unos a otros como yo os he amado. 
Nadie tiene amor más grande que el que da 
la vida por sus amigos. 
Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que 
yo os mando. 
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no 
sabe lo que hace sus señor: a vosotros os 
llamo amigos, porque todo lo que he oído a 
mi Padre os lo he dado a conocer. 
No sois vosotros los que me habéis elegido, 
soy yo quien os he elegido y os he destinado 
para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto 
dure. 
De modo que lo que pidáis al Padre en mi 
nombre os lo dé." 
Palabra del Señor. 
 
	
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Evangelio 10. Juan 17, 20-23. 
 
Lectura del Santo Evangelio según 
San Juan 
En aquel tiempo, Jesús levantando 
los ojos al cielo, oró, diciendo: 
"Padre santo, no sólo por ellos ruego, 
sino también por lo que crean en mí 
por la palabra de ellos, para que 
todos sean uno, como tú, Padre, en 
mí y yo en ti, que ellos también lo 
sean en nosotros, para que el mundo 
crea que tú me has enviado. 
También les di a ellos la gloria que 
me diste, para que sean uno, como 
nosotros somos uno; yo en ellos, y tú 
en mí, para que sean completamente 
uno, de modo que el mundo sepa que 
tú me has enviado y los has amado a 
mí.” 
Palabra del Señor. 
	
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Evangelio 11. Mateo 6, 26-29. 
 
Lectura del Santo Evangelio 
según San Mateo 
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus 
discípulos: 
-Fijaos en las aves del Cielo que no 
siembran, ni siegan, ni almacenan 
en graneros, y vuestro Padre 
Celestial las alimenta. ¿Es que no 
valéis vosotros mucho más que 
ellas? ¿Quién de vosotros por 
mucho que cavile puede añadir un 
solo codo a su edad? Y acerca del 
vestir, ¿por qué preocuparos? 
Contemplad los lirios del campo, 
cómo crecen; no se fatigan ni hilan, 
y yo os digo que ni Salomón en toda 
su gloria pudo vestirse comouno de 
ellos. 
Palabra del Señor.

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